El da en que te fuiste tuve serenidad, Aunque mi pecho alcanz a posar el peso de cuanto significaba para mi padre. Cunto dara por recordarte sin necesidad de una fotografa! Sin embargo guardo en mi memoria, quiz, la esencia de tu espritu y no tu corporeidad. Instante en que veo a tu hijo, con la voz cortada, pero con la bendicin de tu mirada, Prefiero rechazar la invitacin a estar en tu despedida por pensar en lo innecesario que sera. Te espero, y aunque slo unos zapatos me lleven a ti, confo en tu compaa y en que la vida no nos dejar sin l reencuentro que siempre esper. El Nio que conociste y que amaste sin saber en quin se convertira, est agradecido por tu oracin y tu semilla, y quiere devolverte las alegras que estos zapatos negros, posiblemente como cmplices, nos quitaron, pero que nos dieron la experiencia final que nos hace ms humanos.