LA ZORRA Y LAS UVAS

Haba una vez Una zorra Que llevaba Casi una

semana esquina pecado, Tenido habia muy mala
suerte, le robaban las presas y el gallinero Que
Encontr Tenia Un perro guardin muy atento y la
ONU amo Rpido en ACUDIR con la escopeta.
Ciertamente ESTABA muertecita de hambre
CUANDO Encontr Unas parras silvestres de las
Que colgaban UNOS suculentos racimos de uvas
doradas, Debajo de la parra habia Unas piedras,
Como protegindolas.-Al fin va un switch to mi
suerte, relamindose- -pens, parecen muy dulces.
Se Puso una brincar, Intentando alcanzarlos, Pero
se sentia muy Dbil, SUS saltos se quedaban
cortos los racimos Estaban muy altos y no llegaba.
As Que se DIJO:. -Para Que perder de El Tiempo
y esforzarme, no las quiero, no maduras estan
Pero Resultados de la Bsqueda Que Si la zorra hubiese trepado por las piedras parndose
en dos patas hubiese Alcanzado Los Racimos, Esta Vez le Falt algo de astucia una doa
zorra, Que Ser PARECE el hambre no la deja Pensar.
MORALEJA:
Hay Que esforzarse prrafo CONSEGUIR Lo que s DESEA Pero pensando Primero Que es
Lo Que Queremos Y Como conseguirlo, hay mar Que Nos Pongamos un dar brincos
CUANDO Lo Que NECESITAMOS es estirarnos, perdamos y El Tiempo y El Esfuerzo.
EL LEN Y EL RATN
Unos ratoncitos, jugando sin cuidado en un
prado, despertaron a un len que dorma
plcidamente al pie de un rbol. La fiera,
levantndose de pronto, atrap entre sus garras
al ms atrevido de la pandilla. El ratoncillo, preso
de terror, prometi al len que si le perdonaba la
vida la empleara en servirlo; y aunque esta
promesa lo hizo rer, el len termin por soltarlo.
Tiempo despus, la fiera cay en las redes que
un cazador le haba tendido y como, a pesar de
su fuerza, no poda librarse, atron la selva con
sus furiosos rugidos. El ratoncillo, al orlo, acudi presuroso y rompi las redes con sus
afilados dientes. De esta manera el pequeo exprisionero cumpli su promesa, y salv la
vida del rey de los animales. El len medit seriamente en el favor que acababa de recibir y
prometi ser en adelante ms generoso.
MORALEJA: En los cambios de fortuna, los poderosos necesitan la ayuda de los dbiles.