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NIRATOS ADMINISTRATIVOS: Na- taraleza juridiea, EMPRESAS DEL ES- TADO: Conteatos que tienen por obje- to la atenelém de actividades de ca- ricter industrial y comercial; apli- cacién del derecho privado; contra- tos mixtos. Procedimiento licitatorio en la eleceién del cocontratante. Control de la gestion empresaria 1. — Los contratos administrativos son Icctos administratives, en 1a medida que te son aplicables los principios de su teoria general. 2.—E! contrato celebrado por Yact- Inientos Carbontferos Fiscales que tie~ ne ror objeto ta locacién de un ouque para transportar carbén, na hace @ une fnalidad especificamente estatal, sino industrial y comercial; por ello, y ante la qusencta de un régimen de contra Hacin ezorbitante al derecho pricado, cate considerarlo como un contrato re- qido por el derecho comin, con excen- cide de la competencia del funcionarto Fidlico que lo suscribe, aspecto este re- gido per el derecho administratico. Es fo que la doctrina ha dado en Nomar contratos miztos. Por encima de las circunstancias ronias caso, este fallo de la sala TV de ‘a Cé- ra Nacional de Apelaciones en 10 Con- closoadmintstrativo Federal, al resolver cuestiéa de fondo reatirma la doctrina dicional em Ig materia, que admite la itincién entre contratos’ administratlvos, un lado, 7 contrates de objeto privado mixtos (0 “civiles de la Administraciéa in ‘a antigua terminologia) por el otro. Se trataba de la locacidn de un buque 7 parte de Yacimientos Cartoziferos Fis- cuando esta entidad revestia la con- in juridica de Empresa del Estado, re- ica por la ley 13.653 7 sus modificatorias, como es sabido, el art. 1° de dicha ley irescribe que en todo lo que se reflere a las hictividades especificas de las Empresas del tado —entendiendo por tales a las actl~ EL DERECHO (bury ass 3. La eleccion del cocontratante por Yacimientos Carboniferos Fiscales me- dignte 2 procedimiento licitatorio pre vista en el art, 19 del decreto 7791/69, Ro constituye un régimen ezorbitante el derecho privado, habida cuenta de que la liciteciin riiblica, por si sola, coma medio de eleccién, es juridica~ mente factible en el derecho privada, 4,—Tratdndose de un contrato re~ gido por et derecho comin celebrado por una empresa del Estado durante la vigencia de la ley 20.558, la circuns- tancia de que ta sindicatura general de la Corporacién de Empresas Naciona- les previera et control de la gestion em presaria y de la legalided de tos actos de les empresas (art. 2 de -dicka ley), no hace cambiar su naturateza, limitdn- dose ésta a poner en marcha un me- canismo que, en definitive, hace a la responsabilidad administratioa de los funcionarios. : $.— Si el contrato celebrado por una Empresa del Estado es, por su objeto, un negocio juridico regido por e dere- cho pritedo, no es apta para cuestio- nar su objeto la accién de lesividad nila doctring de derecho pibtico sobre la desviccién del poder. a 3. LA CATEGORIA DE LOS CONTRATOS DE OBJETO PRIVADO DE LAS EMPRESAS DEL ESTADO Por JUAN CARLOS CASSAGNE vidades de cardcter industrial y comercial que ellas desarrollan— corresponde aplicar ei derecho privado, La excepcién esté dada por las relaciones con la Administracién yen aquello que ataiie al servicio publica, La actividad de explotar y producir car- én ne constituye un servicio pitblico, sina una actividad de caracter industrial y co- mercial que el Estado decidio Uevar a cabo frente a la insuficiencia de la iniciativa privada a través de una entidad juridi- camente descentralizada. Pero dicha par. Hclpacién —en el campo de la lamada "gestidn econémica’— debe ser ‘“transito- ra", ea la medida en que perduren las razenes que motivaron esa injerencia en un dmbito reservado a los particulares (art. 14, Constituclén Nacional). 187 ~1783- 234 26.27 — CNCont.-adm. Fed, sala IV, abril 27-1982, = Yaeimientos Carboniferos Fis- cales c. Frabia, S. a. 28 INsTANCLA. — Buenos Aires, abril 27 de x, La senvescia apelada cse ajusta ho Ei doctor Miguens dijo: 19 A fs. 693/597 el juez de primera izs- tancia rechazd la demanda interpuesta por Yacimientos Carboniferos Fiscales contra Frabia, S.A, en la que se pretendié la nu- Udad del contrato 7/76 suscripto entre las partes el 29 de enero de 1976. Contra fo asi decidido interpuso Ja parte actora recurso de apelaciém, el que fue con- cedido Ubremente a fs, 705 vta, A ts, 712/721 vta, presenté su memorial el que le fue contestado a fs. 723/723. 2 Las yartes firmaroa un contrato con fecha 28 de agosto de 1972, el que Heva el nim. 28, por el cual 1a demandada dio en Iecaciée' a la actora por diez afios, a par- tir del 19 de agosto de i971, el buque de- tomizado “Yaham”, en la modalidad de casce desnudo (art.'19), Se estipulé un 2l- quiler mensual de $ 175,000 7 sé establecié en concesto de garantia por el eumpll- tiento def contrato la suma de $ 1.050.000, que es el equivelente a sels meses de lo- a JURISFRUDENCIA cacién, Esta cantitad quedé acreditada pago de los ltimos seis meses de aren damiento ios que debian: mantener, 2 efeccos de esta acreditacién, el mismo vaicr de $ 175.000 mensuales (art. 3°), Se con. vine asimismo que al término del contrat el tuaue debia transterirse definitiva e irre| voeablemente y a tituio gratuito, a fara det locatario, Con fecha 25 de noviembre de 1974 fr.| Taron el contrata SO por el que modifi. caron las arts, 3%, 4%, ‘14 7 17 dal 28719 Ex lo que aqui interasa, la garantia se tx, crementé en $ 7.500.000 que debia ser abo-| nada el 50% a su firma ¥ el resto dentro! de los 45 dias, Ta suma total seria de yuelta por Frabla, S, A a Yactmientos Car. boniferos Fiscales dentro de los 360 diag previgndose una multa para el caso de in. cumplimiento equivalente a seis meses de! artendamlento, quedando afectades los res tantes ednozes basta cubrir el monto 29 deruelto, mas los intereses bancarios ¥: gentes 4 esa fecha. Mentras subsistia 4 garantie debia descontarse del valor dal arrendamiento la cantidad de § 68.750 a la primera suma a abonar a Frabia. S. J descuezto que se fij6, segin el contrata| eo $ 137.500 al completarse la totalidad de la garantia y durante su vigencia. Con fecha 27 de junio de 1975 tirmarea| el contrato 48 en cuyo art. 3? establecie] El régimen de los autos due concreta la “gestién econémica” no es propio del po- der publico, ya que el Estado acta, en tales casos, ‘en reemplazo de los particula- Tes, utilizando la téenica del derecho pr vado, aun cuando pueda asumir, para el exrcicio de sus actividades industriales 7 comerciales, una personalidad pitblica em tatal, con un régimen furidico mixzo, co- mo dcontece con las Empresas del Estado encuadradas en el régimen de la ley 12653, ¥ modificatarias, Ello no implica, coma se ha sostenido por un sector de'la doctrina, el resurgi- lento ‘de 14 objetable concepcién de la doble personatidad del Estado, sino una tesis congruente con Ia realidad de las co- Sas, que Se resiste a ser encajada en cla~ Siffcaciones dogmaticas que pretenden unl- Hear el régimen de todas los contratos que celebran el Estado y sus entidades jurid- gamante descentralizadas con los particu- es. “Al negar la distincién entre contratos administratives ¥ contratos de objeto pri- vado, se desconoce al proplo tempo el Fer- dadero sentido de someter los actos que traducen el efercicio del poder publico al régimen exorbitante de! derecho admj trativo, el cual resulta incompatible con actividad de la gestién industrial o comer. cial, que el Estado asume vor aplicacié del principlo de la subsidlartedad. En ese sentido, 12 sentencta de la Ci mata Naclonal de Apelaciores ea lo Cou: tenciosoadministrativo Federal, sala IV, al ubica en una linea principista que estima mos correcta 7 realista, al sosténer que contrato de marras se encuentra regidd Por el derecho privado, con excepeién di Ja competencia del administrador general de Yacimientos Carboniferos Fiscales, golada siempre por el derecho adminis trative. Por esa, causa, el voto del doctor Miguen concluye acertadamente en que para im ugar ese contrate mixto o de objeto pri. vada, que no es un contrato administrat. 70, no es apta la ace!én intentada (se de nomina de lesividad) nf las doctrinas pro- plas det derecho publico que, como la dee Yiacién de poder, ‘permiten obtener !a nu- Udad de los actos administrativos afecta- dos de un vicio en su finalldad publica. ~1186- que los locadores debian reintegrar al ario, dentro de los sesenta dias, la ga- de $ SOLT63,74 establecida "en ese fento, quedando anulado el articato al simero del contrato 28/72. ‘timo, suseribieron con fecha 29 de de 1978 el contrate 7 cuyo art. 1? ortogd hasta el 28 de febrero de 1977 el de vigencia de la garantla estable- | art. 19 del contrate 90/74 —clau- relativas a la modificacién del art. 3? contrato basico 28/72— manteniéndose Tastantes condiciones fijadas en .as iusulas aludidas en ultimo término (sic). Sobre este ultimo contrato el sindico ge- ra! de la entonces Corporacién de Em~ ses Naciorales formuld la observacion i718 dictada cor resolucién 82/76, la que @ comunicada a Facimientos Carbonife- Fiscales por resolucién 219 del 6 de de 1976, a los fines de to dispuesto 3 ‘del decreto 809/73. La obsez- como fucdamento al la constitucida de la Wamada gerantia 2 Tealidad un préstamo financiero que del 18% anual, con. ante en los descuentos en él valor to mensual establecido, luante ca pod: fara una bonificaciéa mensual en co: aciéz por la constitucién da una gar: real, bosificecién esta que en el alo, cors- fitula precisamente el citado 18%. A cti- tario sindico general ia prérroga de la loperacién convexida en ¢l contrat 7/76 debla ser considerada destavorabie para la Empresa, toda vez que la disimulada tasa estaba por debajo del interés del 48 % co- ado para esa época por el Banco de la Nacion Argentiza en sus operaciones de descuento, indice que ademas no resultaba demostrativo de la desvalorizacién mone- aria producida en la fecha de su vigen- da, por lo que el acctorar de la empresa configuzaba Un defeczo de gestion, vista la observacién, el administrador eral hize suyos los argumentos de la Corgoracién de Empresas Nacionales 7 con- adders que al contrato 7/76 constituia un acto nulo por Baber el representante iegal de Yacimientos Carboniferos Piscales exce- dice las facultades que le otorgaba su es- fatuto orgazico, emitiendo un acto ilegi- timo, violatorio’ del interés publico 7 que produjo un quebranto patrimozial. Por ello fevoco par ilegitimo el contrato citado, de~ lando sugeditado los efectos de lo resuelto & la decision final de la justicia federal, a cuyo fin debia promoverse la pertinente aecién ce nulidad. Iniciada 1a accién'-de lesividad, el juez de primera instancia dicté la sentencia re- For comprenderse que sé pac- a 189 EL DERECHO (t. 102) 235, currida que techaaS la demanda. Alli dijo que se pietendia la accion de aulldad co- bre la “ase de aseverar que él contrato entraba en colisién con el interés publico en los términos del art, 14, ime. b) de la ley 13.549 (ED, 42-917] “por Raberse emt Hdo con alguo de los vicios que contte- Be, 7 en especial, el encontrarse atacada la fxelidad, porque se estaria ante un caso de esviaciés de poder’. Anailzando ‘as prevensiones de la accionaate, ela quo ad~ Firtid que no se encontreba demostrado en autos que lo dezcsitado como garantia fuera em realidad ‘un préstamo de dineto, partiendo la observacién de ura compara- cida de negocios diferentes sin tundamen- tacién elakorada; que no existié una des- viacién de poder, habida cuenta que el {n= terés _ alco s@ hallaba satisfecna al no aportarse al pleito elemecto alguno que demostrara que la intenciéa de los fun- cionarios involucrades hubiere side objeta- bls: 7 que los elementos esecclales del acto administrative no se excostraban viciades, observarde solamente ura presunta torpe- zaen la gestién del negocio que zo fle~ gaba a coumoverlo ¥ que no éra, por lo Tanto, cuestién que debiera resolerse en esta, jurisdicciéa. 3° La actora entexdié que el contrato que une a lag parves es administrative 3, por io tanto, siguiendo la doctrina de los que afirman que los contratos de ese tipo son actos administrativos, consideré aplicable al sistema de la invalides 7 los victos pre~ vistos en la ley 19.543 para aquéllos. De esta macera, tras invocar aulidad-abeoluta del acto con fundamento en estar viclados los elementos subjetivos y finalidad, argu- yendo para este Ultimo ura desviacién de poder, inicié la acciém de lesividad pre- vista en elart. 17 in fine de la ley de pro- cecimientes administrativos. El juezde primera instarcia también var lord @l contrato desde este enfeque y Lego a la conclusion de que era valido, previo analizar sus elementos. La demandada al contestar la acciéa ne~ .3 que ia Uamada garantia tuera un prés- tame de dinero simulado 7 que nos encon- tréramos en presencia de un acte adminis~ trativo al que le fuera aplicable la doctri- na de la “desviacién de poder". A su en- tender se trataba de un ‘negocio juridico bilateral, un contrato, regido por el dere cho comin, al que le alcanaaba lo dispuesto en los arts. 1197 7 1188 del céd. civil 49 Comparto la postura que sostiexe que los contrates administrativos son actos ad~ ministrativos, en la medida que le son apll- cables los principlos de su teoria general 118% JURISPRUDENCTA “Bielsa, Rafael A. “Derecho Administrati- ie’, tT pa 171 7 sigtes.; Marienhot!, Mi- mel &, “Tratado de Derscho Administra- iyo", © Th ps. 326 7 sigtes.; Floris Bar- olomé A, “Teoria Juridica del acto Acmi~ pstrativo”, ps. 32 7 sigves.; Cassagze, Juan 3, “Derecho Administrative”, t. H, ps. 56 pero no estoy de acuerdo 'sigtes, ate}, vn caliticar af de autos como de esa na- uraleza, por io mencs ex su totalidad. 5° La ley 13.653 que legisla sobre las Bm mresas del Estado, en su art. 1° les reserva as actividades de cardcter industrial, co- nercial o de explotacién de servicios pu- nucos de igual naturaleza, que el Estado, tor razozes de interés pitblico considere ne~ esaz.o desarrollar. Quedan scmetidas al letecho privado en todo lo que se reflere > sus actividades especificas, y al publica ta todo fo que atafia a sus relaciones con 2 administracién o al servicio publico que @ hallare a su cargo. De acuerdo con esa ley, el estatuto or- jnico de Yacimientes Cartoniteros Fisca- fs, decreto 7791/69, establecié en su art. 4? jue tendrd la capacidad de ‘as persozas uridicas de derecho publico 0 privada, se~ nin corresponda. Aclarando el concepto el irt, 6° dispone que quedara sometida tam- rién a las normas de! derecho publico en ut trato con los organismos administrati- r9s, centralizados 0 descentralizades, Em- wresas del Estado, provinclas 7 munictpa~ idades, en Io que atee al servicio a su vatgo, mientras que ex todo lo demds re- ‘eridd a sus actividades especiticas, 7 en vas relaciones com tercercs, se regi’ ex- lusivamente por las disposiciones de de- ‘echo privado, 7 sus actos no seran sus- splibles del recurso jerézquica instituido por el entonces vigente decreto 7520/44. Podra discutirse en los campos de la doc- wina y la politica si es conveniente que al Extado realice actividades que no le soa demteamente propias, y que pueda incur- omar an la asfera dal derecho privado; vero em funcién jurisdiceional, ante una iorma expresa de sometimiento, la discu~ én se torna abstracta. 6? A la luz de estos preceptos, tenlendo an cuenta su objeto —locacién de un bu- que para transportar carbén— que no hace i una finalidad especificamente estatal, si- a0 industrial y comercial, y el hecho de qe Ro contenga un régimen de contrata- 2ién exorbitante al derecho privado, el con- trato que nos ocupa estd regido por el de- reeho comin, con excepcién de la compe- tencia del administrador general de la par- te actora que suscribié “el contrato, ‘que Yene el cardcter de funcionario publica “1198 (CS, Doctrina de Fallos, 247-383 7 sus a- tas), asnecto este regido por el derecho administrative, Es lo que la dectrina ba dado ea Lamar contratos mixtos (Cassagne, Juan C.. “Derecho Admicistrativo”, = ps. 527-9 sigtes.). No s¢ me escapa que en el caso para elagir al cocontratante debié sequirse ef Procedimiento licitaterio previsto em el art 19 del decreto 7791/69, 7 que por ‘a enton- ces vigenve ley 20.558 '[ED, 53-813] la sin- dicatura general de ia Corgoracién de Em- presas Naciozales tenia el control de la gestida empresaria y de la legalidad de los actos de las empresas (art. 12), Pero este no constituye un régimen exorbitante, habida cuenta cue la Ucitacién publica, Bor si sola, como medio de elecciéz, es juridicamente factible en el detecho pri- yado; 7 el control a que bice referencia, cuando se lo realiza sobre un contrato ree gido por el derecho comin, no hace cam- Biar su naturaleza, limitindose a poner en marcha un mecanismo que en definitiva hace a la rescocsabitidad edministratira de los funcionarios farts. 20 7 34, decreta 809/73 7 5°, ley 20.538). 79 Sentado que el contrato estudiado es Bor su objeto un egocio juridico regida por el “erecho privado, se obtiene como Gonsect. cia qué para su cuestionamiento (el objeto) no es apta ta accidn de lestvi- dad [ntentada, ni tampoco la doctrina de derecho plblico sobre fa desviaciéa de po er. 89 La actora impugné ¢! contrate argu- mentando, como se ha dicho, que la Ua- mada garantia era ef realidad un présta~ mo fimanciero que reconccia un servicio del 18% anual, 7 que esta operacién era destavorable para la Empresa toda vez que Ia disimulada tasa de interés estaba por debajo del 48% cobrado para ese entonces Bot el Banco de la Nacién Argentina en Sus operaciones de descuenta, O sea que denuneié lo que, a su entender, era una simulacién. En este aspecto no es razonable deduciz que no se trataba de una garantia por él Hecho de que debia devolverse el dinero pagando un interés por su uso, si ademas ho se aseveré, fundamextalmente, que ia garantia mo podia funcionar durante su vigencia como tal en caso de incumpli- miento del coatrate por la parte actora Igualmente de autes co surge que de exis- tir una simulacién, esta sea ilicita en los términos argumentales de los arts, S57 y 958 del cdd. civil, a lo que debe sumarse el impedimento legal de acciotar contem- plado ex el art. 959 del citado cddigo. 130 EL DERECHO (t.102) 297 Por ultimo. los argumentos sobre 1a tat a de interés solo pretenden demos-r: existencia de un mal segecio aque no uent?a apoyo juridico eq sorme 0:20: fa alguna para pacer viable la xulidad fiz! consrato, cizcusstancta aquella. por otre jada, que 30 resulta del expediente, si me fatexzo al contexto del contra’ ademés se establecié que a Ja finallzacién de la ‘ocacion el Duque dedia tansterirse fa titwla gratuito a favor del locatario. § No encontrande motives. dasde la 6p ica del derecho privado para nolificar el contrate, en la medida que su objeto Eo jgontradice las disposiciones del art. 93 del cod. civil, fluye como cocsecuencia la inexistencia ‘de transgresién al, estatuto orgazica de Yacimientos Cartoniferos Fis cales que prevé este Degocia ea st art. 7% de conde resulta la competencia del miristrader general de la Expresa que 10 susertbid. Lo dicho terna inoficioso tratar ea esta instancia la prueba denegada por el a quo de ta que hacen mencién ‘os agravias ce fs. 720/721. For estas cousideractones voto pera que ‘cozfirme la sentencia recurrida, con cos fas en esta alzada, debiéndcse regular los hozoraries una vez que se fijea los de pri- mera instancia. Los doctores Gelli 7 Cabral adzieren al voto precedente, —En virtud del resultado que informa el acuerdo que antecede,” s2 confirma la sentencia recurrida, con costas en esta al~ zada, debiéndose regular los Lozorarios una ‘i yer que se fijen los de primera instancia, — Pedro A. Miguens. — Guillermo P. Galli, — Julio £. Cabral (Bee.: Jorge B Argento). ~1190-

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