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-41- 2.8.6 CALCULO DE TIRANTES El cAleulo de tirantes puede realizarse de varias formas. Los pro- cedimientos que aquf se exponen facilitarén la determinacién del tirante que debera obedecer el limite: ¥ < 0,90 do Inicialmente, para el caudal final (Qg) y la pendiente (1) se obtiene 1a velocidad en la tuberfa (ver ecuacién 2.9); con la velocidad y el caudal se puede encontrar el drea mojada (A) (ver ecuacién 2.4), paséndose a la seleccién del difmetro. Comenzndose por el menor difmetro posible para el tramo en céleulo, se divide el valor del 4rea mojada encontrada por el cuadra~ do del didmetro (dg*), comparéndose el resultado con los valores de Aldg2, presentados en el Cuadro 2.4. Si el valor encontrado es inferior a 0.7445, correspondiente al tirante relativo de 0.90, es posible utilizar el digmetro seleccionado!”. En caso contrario, debe adoptarse el digmetro in- mediatamente superior y rehacer el célculo. Una vez establecido el didmetro, el mismo Cuadro 2.4 presenta, para los valores de A/dg?, los valores co rrespondientes del tirante relativo. Ejemplo + Galcular el tirante relativo maximo Datos: Q¢ = 8.2 L/s; y Ty = 0.013 m/m Gélculo de 1a velocidad final Ve = 2.81 . 8.2 1/4 . 0,013 3/8 (2.9a) Ve = 0.93 m/s CAlculo del érea mojada 3 A = Q = 00082 m/s v, 0.93 m/s f an En sistemas de redes simplificadas se utilizan normalmente didmetros de 100, 150 y 200 mm y, excepcionalmente, 250 mm. ea A = 0.0088 m? Célculo del diémetro Para dg = 0.10 m ee OSG ea 0.7445 (No satisfactorio) onl Para dy = 0.15 m = 0.3911 , < 0.7445 (Satisfactorio) ors Consultando el Cuadro 2.4, se observa que el tirante relative méximo es aproximadamente 0.50 para el diémetro de 150 mm. Otra forma simple de verificacién de tirante méximo y célculo del didmetro puede ser deducida con base en las relaciones trigononétri- cas y geonétricas posibles de ser identificadas en 1a Figura 2.8: 8 , con @ expresado en radianes (2.12) A (2.13) 4 ~ 840 Pa 2 (2.14) dy Ry 7 et (2.15) Introduciendo en la f6rmula de Manning (ver ecuacién 2.5) la expre- sién del radio hidréulico, se obtiene: 4, 2/3 a east Saeed CS = seas (2.16) Aplicéndose el valor de V y Aen la ecuacién 2.4, se tiene: Etnsts a 8/3 p M2 (6 - sen gy? a= a aan nC Para el caso de que el Angulo @ corresponda al tirante relativo méximo de 0.90, aproximadamente igual a 5.00 rad, para el valor de n = 0.013, el valor de dg que satisface 1a condicién del tirante relative miximo es: 3/8 4 = 0,297 (2.18) para dy en my Qg en m/s, 0 378 % 4, = 0.0223 Was v ONIN wonwS ~ 91 22 oro ovoz oor Jovos a root ovooz orooe 0-008 1 o°o00 (s7pi00!0 off 100 TANGO. REGOMENDADO PARA UTILIZACION SESNrdiccabos.SaMITARIOS se5 Ley 00 80 o2 7% P50 O10 0.01 018 020 030 040 080080 370 os 090 190 axe to Fanta: PNB 867 (1) Figura 2.9 - Nomograma para el célculo de tuberia por la férmula de Manning con n = 0,013 iso) ) Minimizacién de las excavaciones, tanto en profundidad como en an: chura, lo que da como resultado 1a reduccién de las inversiones factor éste muy importancia en lo que a econonfa de costos se refie re; () Utilizaci6n de dispositivos simplificados - y de costos reducidos - para inspeccién y conservacién; (a) Posibilidades de realizar el esquema en los plenos para el interior de los lotes, minimizando asf los tamaffos de las conexiones domici- liarias; (e) Necesidad de mano de obra poco calificada; y (f) Minimizacién de equipos de bombeo, siempre costosos y de operacién no muy simple. No existe ninguna regla rigida para 1a esquematizacién de 1as RAS en los planos. Esto se debe al hecho de que el disefiista debe considerar cada frea y cada calle a ser saneada, de forma especffica, no partiendo simplemente de soluciones preconcebidas. En otras palabras, el esquema de las RAS en los planos debe estar relacionado, por un lado, con la exigencia fundamental, de conocer detalladamente esas éreas ‘in situ’, o sea, en la escala 1:1 (uno para uno). Forma parte de un buen esquema de las RAS el tener como objetivo su inmediata operatividad mediante la conexién de las instalaciones sanitarias de todas las casas. Tal objetivo se alcanzaré a través del intenso contacto que se debe tener con 1a poblacién a ser beneficiada, pues ésta, en ausencia de un servicio adecuedo anterior, ya habr& procurado resolver espontaneamente su problema sanitario, por medio de soluciones muchas veces parcialmente utiliza- bles. Otro criterio que debe ciertamente tenerse en cuenta es que el obje~ tivo ms importante en hacer el esquema de 1a BAS en los planos es el conse- guir hacerlo lo ms al ras posible, disminuyendo asf los elevados costos de excavacién sin que con esto se deje de comprobar que su recubrimiento la pro- tege de las cargas externas que le vendrén encima. Este criterio puede apli- carse si el diseflista toma en cuenta que el flujo debe seguir, en lo posible, las pendientes principales del terreno, independientemente del trazado urba~ nistico establecido para el asentamiento habitacional. Ain més, cuando el disefio de la RAS va a beneficiar un asentamiento habitacional que todavia no ha sido construido, el disenista de 1a RAS debe procurar poner el m4ximo esfuerzo de persuaci6n ante el responsable general del disetlo, de modo a que vuelva a estudiar, si fuera el caso, los criterios que primaron en 1a ubicacién de los nécleos habitacionales, e incluir también como una variable en cuanto a esa ubicacién, que el trazado que siga la red, al méximo posible, sea el flujo natural de las aguas. Es posible que la re duccién de los costos de las RAS, conjuntamente con la probable minimizacién de la instalacién de las unidades de bombeo, més las reducciones de los costos a causa del mejoramiento del sistema de drenaje, pueda justificar esta nueva concepeién de urbanizacién propuesta. 2.10.1 (a) (b) (eo) (a) Ce) en Instrumentos de Apoyo para el Proyectista Los siguientes son los instrumentos que ayudardn al disefiistas Planos topogréficos en escalas de 1:10.000, con curvas de nivel es- paciadas a 5 m, y de 1:2.000, con curvas de nivel espaciadas a 1 m. Estos planos podrén incluir también datos de nivelacién simple de los cruces de las calles y de otros puntos de referencia del rea considerada (puntos de cambio de pendiente de las calles). En las regiones més distantes, donde normalmente es diffcil el acceso a esos planos, se debe procurar que se haga el levantamiento de un plano con niveles del rea a ser saneada; el ancho de las calles y de las respectivas veredas, asf como la naturaleza del pavimento de las pistas y de las calzadas; planos ilustrativos de 1a hidrogeologia del lugar (zonas de recarga, defensa de acufferos, nivel de la altura del agua); levantamiento de intereferencias, basado en consultas con los catas~ tros de los servicios péblicos, para hacer posible la identificacién de los obstéculos y de las instalaciones subterréneas que existen, que puedan constituirse en condicionantes del disefo de las RAS, y que de esta manera puedan ser obviadas; y directivas para ejecutar perforaciones de sondeo geolégico a lo lar~ go de las futuras RAS. Tal medida puede ser obviada, o minimizada, en el caso de tratarse de redes colocadas a profundidades reduc das. De todas formas, cuando 1a profundizacién de la red sea inev: table, con previsién para profundidades de excavacién iguales 0 ma~ yores a 2m, el conocer de antemano el perfil geolégico del lugar se hard indispensable, adn como factor de decisién en lo referente al hecho de no ubicar (cosa que podria ocurrir por ejemplo cuando el suelo es muy rocoso) 1a red en dichas profundidades. En el caso de tener que optar por la no ubicacién profunda, se podria agregar al sistema una unidad de bombeo. Al poseer estas informaciones, el diseflista debe presentar, de acuerdo con los planos, los elementos que constituyen la base de su disefto, siendo éstos los siguientes: (a) En el plano en la escala de 1:10.000 con curvas de nivel, 1a concep~ ci6n bésica de las RAS, registrando las principales cuencas y sub- cuencas, indicando el(los) sentido(s) del flujo y la direccién del flujo en los colectores principales. En el caso de cuencas pequeflas (entre 20 y 30 ha) se podré utilizar solo 1a escala de 1:2-000 en el plano, siempre que ello permita presentar en una sola hoja el pro- yecto completo; -52- (») En el plano en escala de 1:2-000 con curvas de nivel, el registro del trazado de la RAS y de los principales colectores, indicando la posicién de los dem&s elementos accesorios, asf como también la ubi- cacién de las cuadras y de los lotes o edificaciones que merecen ser detallados en una escala mayor; y () En los diseftos en escala de 1:500 6 1:250, el detalle de los lotes freas donde se instalarén las conexiones de red domiciliarias u otros, incluyendo las cotas de las soleras de los bafios que ya exi ten y que se van a aprovechar, asf cono también de las que se van a construir. ° 2.10.2 Concepeién del Esquema de las RAS en los Planos Al hacer el esquema de las RAS en un plano, el diseftista deber& com- binar e1 conocimiento de las posiciones de las instalaciones sanitarias (es decir, 1a posicién de les piezas sanitarias en el lote), con la propuesta de que los colectores que recibirén los desagiies de esas instalaciones, a fin de que tengan el mfnimo posible de profundidad. Se debe tener en cuenta la re- duccién de los tamaffos de las conexiones domiciliarias, basada en la suposi- cién de que el mejor trazado de un colector de una RAS es aquél_que procura alcanzar al néximo las _Ifneas naturales de flujo y los puntos bajos del terre- no Partiéndose de esta suposicién, se eliminan les restricciones que se presentan al esquematizar los colectores de desagiies en éreas que se conside- ran no desaguables de modo convencional?3, que son aquellas que presentan lotes con cotas de las soleras de las conexiones internas inferiores a las cotas de las vias péblicas principales. En estos casos, en vez de procurar encontrar las vfas piblicas, las conexiones podrén ser localizadas siguiendo fos recorridos m4s favorables, aunque se encuentren entre las divisiones de los diversos lotes, siempre que para ello se logre un consenso con los morado- res beneficiarios del disefto. De esta forma queda abierto e¢] espacio para la introduccién de la concepeién de conexiones condominiales! o de otras posibilidades de reco- leceién de desagiies que no se encuadren Gnicamente a las habituales recolec~ ciones en las vias pablicas. Las caracterfsticas principales que gufan la instalacién de las co- nexiones domiciliarias, transcribiendo las palabras del Ing. José Carlos Melo#0, son: "La primera es la de recoleccién multifamiliar de desagiies, @ nivel de una o m4s cuadras, o de unidades conjuntas de viviendas que conformen cua~ dras t{pfeas, con las conexiones colectoras intramuros (que pasen por dentro de los muros de las casas), también 1lamadas conexiones condominiales, disefia~ das con el criterio de minimizar los tamafios de les mismas (tanto de las ei5afe conexiones domiciliarias como de las mismas conexiones condominiales). El efluente del "condominio" o efluente final descargado estar& constituido por todas las aguas que se retnan en un punto Gnico de baja elevacién localizado en la vereda o en puntos exteriores a esas cuadras. La segunda de ellas es que la red externa, que tendré un tamafio re~ ducido en funcién del eriterio adoptado en 1a recoleccién multifamiliar, per- mitira la sustitucién de los pozos de visita (de costo elevado), por cajas de visita de construccién simple. Para este fin, esa red puede ser perfectamente ubicada en las veredas y, cuando sea necesario colocatla bajo el lecho de las vias de tréfico, se usarfa una proteccién especial. La ubicacién de las conexiones domiciliarias y de los ramales no puede dejar de contar con 1a participacién de la poblacién beneficiaria pues, en su ejecucién, a diferencia de los diseftos convencionales, donde el disefo se prepara independientemente del exhaustivo conocimiento del Area-objetivo, la técnica utilizada es progresiva, o sea: las redes deben ser asentadas a medida que 1a poblacién las permita, en plazo determinados por la oferta de las tuberfas para la RAS, de acuerdo con las condiciones econémicas de los prestadores del servicio y, fundamentalmente, del estado de movilizacién de los beneficiarios para 1a implementacién del diseflo. De este modo, el avance en la implementacién de esas redes obedeceré a la disponibilidad de recursos, a los intereses politicos, y a la fuerza de presién de parte de los moradores. Way que hacer, sin embargo, una consideraci6n en cuanto a 1a ubica~ cién de las conexiones domiciliarias en las redes colectoras: las conexiones condominiales no son siempre 1a solucién en todos los casos. El disefista deberé tener en mente siempre, que es la topograffa del lugar el condicionante ffsico principal para el disefto de las redes colectoras. Las dificultades que se encuentran para la urbanizacién del lugar a ser saneado deben vencerse, observéndose 1a tendencia natural de los flujos, lo que propiciard reducir las excavaciones y menos demanda de materiales. Al lado de estas consideraciones, el disefiista también debera tener en cuenta, en lo posible, la descarga de la red de alcantarillado por el lugar que conduzca a la solucién con menores cos~ tos sociales y econémicos. Recordando que 1a conexién condominial no es una alternativa definitiva, el colocar la red en la vereda puede constituirse tam- bign en una alternativa viable en muchos casos. A partir de estos conceptos iniciales, el disefista deberd aferrarse de algunos criterios mfnimos, que pueden ser los que siguen a continuacién: (a) Se toma el (los) plano (s) en una escala de 1:10.000 (Plano 1), y en ellos se trazan las cuencas hidrogréficas (4reas circunscritas por la intezconexién de los puntos més altos de una determinada regin - los llamados divisores de agua); () Se divide 1a cuenca (o subcuenca) a ser saneada, en zonas aproxima~ damente homogéneas, en términos de densidad de poblacién, tipologia habitacional y topografia; (ce) (a) (e) «) (g) fot) (19) = 54 - Se delimita en el (los) plano (s) el 4rea que fue seleccionada (ver criterios de caracterizacién en el item 2.2), y se verifica (n) cudl (es) cuenca (s) 0 subcuenca (s) que la (s) contorna (n) - Plano 2. Es posible que el Area seleccionada sea recortada en més de una cuenca o subcuenca; Definida e1 4rea y las zonas homogéneas, en términos de densidad de poblacién, se utiliza el método de evaluacién de 1a contribucién de desagiies descrito en el item 2.7; Con la utilizacién de los planos en las escalas de 1:2.000 y 1:500 (6 1:250), se descargan, en un nivel preliminar, los colectores in- ternos a los lotes, y aquellos que quedarén en la red vial definida por 1a urbanizacién (Plano 3); Se consideran los dos caudales de dimensionamiento en cada tramo de colector, que son el del inicio y el del fin del disefto. Esos cau- dales, en cada tramo, equivalen a aqué1 producido en el propio tra~ mo, sumado a les contribuciones de los tramos situados aguas arriba; y Se estudia la posicién de los dispositivos de inspeccién y visita de 1a RAS} que deben localizarse en: i las salidas de las conexiones domiciliarias!® en donde podrén utilizarse cajas del tipo CP-1 (ver Figura 2.10); los puntos de reuni6n de una o mds conexiones domiciliarias (en las conexiones miltiples de las redes del fondo de los lotes con los colectores), recomendéndose en este caso el empleo de las cajas del tipo CP-2 (ver Figura 2.11). Cuando los puntos de reunién se encuentren ubicados en las veredas piblicas, o atin en las calles, se deberé prever cajas del tipo CP-3 y CP~4 (ver Figuras 2.12 y 2.13), estas dltimas cuando la profundidad de excavacién es superior a 1,20 m; Existen diversos modelos de pozos de visita desarrollados por los Srganos responsables. Algunos modelcs se presentan aquf, aunque el diseffista podré usar otros modelos siempre que eso no implique mayo- res costos o vaya en perjuicio del funcionamiento y mantenimiento de la red. El disefista puede preferir conectar las contribuciones domicilia~ vias directamente a la red, no obstante, atin no existe en Brasil experiencia suficientemente probada en cuanto al nivel maximo de simplificacién que se podré alcanzar, sin provocar el aumento de las probabilidades de obstruccién del siszema. Besse Tap ody oseg op ef 29 v-v aLu0o tree eyduns 04870005 ds 04 +—s 1+ ‘opowin 07910000 w ua souofsuauta eNuayo — requeng = O1'z BanBtg veva vINVId = 56- euiwavo — teauenz Zao odga vayeyA ap efeD - 11°z BAB ya on/t +083 verve VINVId opouuso 2yez5005 m ua souoysuawyg de -57- eave do od3 eaTsTA ap efeg ~ ZT°Z PanBEE ort #983 v-v 31400 requeng veva VINVId opowo djans005 w ua sauoysuewyg - 58 - criwavo | teaueng edo odt3 eazsya ep efeg - E1°% Pansra v-v 31409 verve VINVId 02/1 + 983 w ue sauoysuemTg - 59 - Cuando el tamaffo de los colectores disefiados entre dos disposi- tivos de inspeccién es mayor de 100 m, se debera intercalar entre ellos un dispositivo del tipo CP-2, CP-3 0 CP-4, depen~ diendo de 1a situacién; iv las cabeceras de red, donde se podrén descargar dispositivos simplificados de inspeceién - DST (ver Figura 2.14a y 2.14b). OBS. 5: Se debe hacer notar que en cualquier dispositivo de inspeccién la tuberfa de salida debe estar en una cota igual o inferior que la cota de entrada de cualquier tuberfa de llegada. El cuidado en 1a ubicacién de las RAS se inicia a partir de la loca~ lizacién del bafio y de los dems equipos sanitarios del lote. 1 disefiista deberé investigar la correcta posicién, principalmente la del bafto, pues el bafio es normalmente e1 punto de inicio del asentamiento de la RAS. Se debe resaltar ain més que, en la mayorfa de las situaciones comprobadas en 4reas pobres, las casas y los baflos poseen ubicaciones muy variadas en relacién al lote. ‘La ubicacién de las casas y de los bafios, cuando dificulta la salida de las conexiones domiciliarias, obliga a que se tome la solucién adecuada con~ juntamente con le poblacién beneficiaria del diseflo, consideréndose inicial- mente caso por caso. Posteriormente se deberS llegar a una solucién més general, también a través de un entendimiento con los moradores futuros bene~ ficiarios, utilizéndose siempre, en esas situaciones, la colaboracién del gru~ po de apoyo en comunicacién que, con seguridad, estaré formando parte del pro- yecto de saneamiento (ver item 1). Otra dificultad potencial es la determinacién de los puntos de sali- da de las tazas sanitarias y otras piezas sanitarias cuyas contribuciones se dirigen a la RAS. Es a partir del conocimiento de 1a mejor ubicacién de colo~ cacién de la conexién domiciliaria que se define la instalacién de las prime- jas de inspeccién de las RAS, como las del tipo CP-1. Muchas veces, el ramal predial existente esté situado en posicién desfavorable al asentamiento de las RAS, y se hace necesario encontrar otra posicién que, al mismo tiempo que procure eliminar ese problema, se encuentre en condiciones de minimizar el tamafio. Este paso debe estar fortalecido con el conocimiento de la mejor si- tuacién de flujo de los desagiies, lo que se establece por la topograffa local = definida en el plano, pero que debe ser ratificada en el mismo lugar. EL apoyo de comunicacién al proyecto de ingenierfa es importante para que se tomen todos los cuidados necesarios para la correcta definicién de las conexiones domiciliarias. Muchas veces, habré la necesidad de que se pro- mueva el transporte del servicio sanitario principal de una casa, hacia una altura mfnima compatible con el perfil de la red; en otros casos, seré necesa~ ria la conjuncién de dos o més conexiones domiciliarias, conectadas a una mis- ma caja de visita, y Gnicamente a partir de los acuerdos realizados con los beneficiarios es que se podré lograr una solucién satisfactoria.

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