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Investigación tipográfica: Bodoni

Autor, biografía:
Giambattista Bodoni (1740-1813)
Nació en Saluzzo, Piamonte (Italia), en 1740. Aprendió las artes gráficas de su padre, maestro impresor. En la época de su juven-
tud se va a vivir a Roma, a los 18 años ingresó como tipógrafo en la Congregación Vaticana de Propaganda FIDE, (esta congre-
gación fue fundada en el año 1622 por el Papa Gregorio XV para difundir la doctrina de la Iglesia católica en todo el mundo).
El director de dicha Congregación, que fue asimismo su mentor, se suicidó en 1766, tras lo que Bodoni decidió abandonarla.
Entonces decide dar un rumbo nuevo a su vida y probar suerte en Inglaterra para lo cual inicia el viaje y hace escala en Saluzzo
para despedirse de su familia, lugar en el cual una repentina indisposición le obliga a desistir del citado viaje.
Cuando se recupera, Ferdinand, el Duque de Parma, le nombra Director de la Stamperia Reale, donde desarrollará una
extraordinaria labor como tipógrafo innovador e impresor.
Su obra se caracteriza por el cuidado de las formas y de los soportes y la búsqueda de la armonía expresiva. En la Imprenta
Real se editaron decenas de textos clásicos y contemporáneos en distintas lenguas. Las ediciones realizados por Bodoni tuvieron
gran aceptación en toda Europa debido a su gran calidad y elegancia.
Entre las ediciones más conocidas destacan Epithalamia exoticis linguis reddita (1775), los trabajos de Oracio (1791) y Poli-
ziano (1795), la Gerusalemme liberata, el Oratio dominica (1806) y la popular Ilíada.
En 1770 creó un taller de fundición de tipos, donde edita su primera obra sobre tipografía, Fregi e Majuscole (1782). Dos
décadas después, creó en Parma su propia imprenta. Sus ediciones fueron muy exitosas por su alta calidad y la elegancia en la
utilización de ilustraciones. Fue tipógrafo de la Corte del rey Carlos III de España.
Su teoría y práctica se recogen en el Manuale Tipografico, cuyo primer volumen fue editado en 1788, y que está considera-
do como el texto más importante de los aparecidos hasta la fecha, con 100 alfabetos romanos, 50 itálicos y 28 griegos, además
de recursos tipográficos decorativos y ornamentales.
En 1798 diseña su propia tipografía, este tipo tiene remates delgados y un gran contraste en sus trazos, esta nueva familia
tipográfica significó una renovación para la tipografía, ya que constituye el paso hacia los tiempos Modernos.
Con Bodoni nace la tipografía moderna, basada en el contraste entre los trazos finos y gruesos orientados verticalmente,
que cobran plena autonomía frente a las viejas dependencias caligráficas. Su influencia será decisiva en el desarrollo tipográfico
de los siglos XVIII y XIX.
Falleció en Parma en 1813, ciudad en la que, en 1963, se inauguró el Museo Bodoni en el palacio de la Picotta, edificio en
el que había estado instalada la Imprenta Real. Bodoni muere sin haber publicado su Manual de Tipografía, este es publicado en
1818 por su viuda Margarita.

Museo Bodoni de Parma


Historia

«Las ediciones de Bodoni tuvieron un enorme éxito debido a la excelente calidad de las mismas, utilizando para ello ricas ilustra-
ciones y elegantes tipografías.»

En junio del año 1766 todo está listo para partir de viaje. El joven grabador Giambattista Bodoni, hijo de un tipógrafo italiano, se
despide de Roma e inicia su viaje de dos semanas hacia la Universidad de Cambridge. En el equipaje del italiano de 26 años se
encuentra entre otras cosas su lectura preferida: el Nuevo Testamento, editado por John Baskerville, director de la imprenta de la
universidad de Cambridge y profesional de la “Antiqua” clásica.
Bodoni quiere acabar su formación en la imprenta de Baskerville. Pero antes de llegar a la frontera austriaca una fiebre vio-
lenta le obliga interrumpir el viaje. En un sanatorio en el norte de Italia tiene que curar el ataque de malaria que le diagnostican
los médicos. Mientras se recupera en el sanatorio sigue elaborando láminas.
Bodoni se queda en Parma, y en el año 1768 le nombran director de la “Stamperia Reale”. Unos cuantos duques, con
mucha fe en el arte de las letras, creen que así la imprenta llegará a tener éxito nacional. Allí desarrolló hasta las cotas más altas
el oficio de impresor que había aprendido de su padre y no sólo diseñó el tipo que lleva su nombre y que pervive hasta hoy sino
que realizó una labor titánica llegando a grabar 289 tipos distintos de letras, más de 22.000 punzones y 42.000 matrices.
También supervisa la impresión y producción de multitud de elegantes ediciones de los clásicos así como una celebrada
edición de la ‘‘Oratio dominica’’ publicada en 1806, como recordatorio del viaje realizado por el Papa Pío VII a París para asistir
a la coronación de Napoleón Bonaparte. Además de llevar un prólogo en francés, italiano y latín, escrito por el propio Bodoni, y
de una dedicatoria al príncipe Eugenio Beauharnais, que financió la publicación, la obra contiene la traducción a 155 lenguas del
Padre Nuestro: es el más vasto catálogo de alfabetos y de caracteres tipográficos jamás publicado. Bodoni en persona esculpió
los grabados y preparó las matrices para la obra. Cada página es una obra maestra de elegancia y de arquitectura tipográfica, y la
mágica sucesión de los más extraños caracteres de lenguas casi desconocidas en la Europa de comienzos del siglo XIX aumenta el
encanto de este libro único en el mundo.
Bodoni dirige la ”Stamperia Reale” durante 40 años hasta su muerte en el año 1813. En los cinco años siguientes su viuda
Margherita ocupa su puesto y la imprenta continua su producción al mismo ritmo.
Fue autor también del que posiblemente sea el tratado sobre tipografía más famoso de todos los tiempos, su Manuale Ti-
pografico, un muestrario de 178 tipos que publicó en 1788 y que se reeditó después de su muerte por su viuda en 1818, con más
de 250 tipos en una bellísima edición en dos tomos que siguen y seguirán causando admiración.
Contiene más de 600 láminas, 100 alfabetos romanos, 50 itálicos y 28 griegos; además, en el se encuentran los primeros
tipos modernos: refinados y rigurosos, y 1000 ornamentos y viñetas diseñadas por el gran tipógrafo. Su verdadero valor no sólo
reside en el hecho de que se trata de un libro maravillosamente impreso y de enorme rareza, ni tampoco porque es el testamen-
to artístico del tipógrafo más importante de su época, sino porque en sus páginas encontramos los primeros tipos modernos
más desarrollados, refinados y rigurosos que los creados por Baskerville, pero no tan estrictos y formales como las tipografías
diseñadas por el gran rival francés de Bodoni, Firmin Didot. Otro de los aspectos más importantes de esta obra monumental es
su integridad de estilo, que constituye un modelo de coherencia estética vigente aún en nuestra época.
En su Manuale, Bodoni estableció cuatro reglas para una buena tipografía: la uniformidad o regularidad en el diseño de los
caracteres en un alfabeto; la elegancia y nitidez, que procedían en parte del buen corte y el acabado meticuloso de los punzo-
nes grabados para producir matrices limpias; el buen gusto, que el cavaliere sintetiza en una “simplicidad nítida” ; y la cuarta y
última, el encanto, realmente difícil de definir y que el propio Bodoni califica como el trabajo hecho “no a desgana o rapidez, sino
con sumo cuidado, como un acto de amor”.
Las ediciones de Bodoni tuvieron un enorme éxito debido a la excelente calidad de las mismas, utilizando para ello ricas
ilustraciones y elegantes tipografías. Miembros de la aristocracia europea, coleccionistas, eruditos disfrutaban de sus libros para
los que él personalmente mezclaba las tintas, usaba papel de la mejor calidad, diseñaba elegantes páginas y los imprimía y en-
cuadernaba primorosamente. Entre la aristocracia le llamaban “editor de los reyes, rey de los editores” por su perfección.
Recibió asimismo honores por parte del Papa y varios reyes europeos y la ciudad de Parma creó una medalla en su honor. Tam-
bién como hecho curioso destaca que mantuvo correspondencia con Benjamin Franklin sobre temas tipográficos.
Como tipografía la Bodoni es clave dentro del estilo moderno aparecido a finales del siglo XVIII y que supone la culminación
de 300 años de evolución de la tipografía romana. Los precursores de un estilo similar eran las tipografías de Fournier y la Didot.
Su aparición desplazó a las tipografías antiguas y transicionales . Entre las versiones existentes hoy en día, la más lograda quizás
sea la Bauer Bodoni, diseñada en 1926 por Heinrich Jost para la Fundición Bauer. Sus formas son más parecidas a las originales y
tienen una elegancia y delicadeza que no tienen las otras versiones. Otros tipógrafos como Morris Fuller Benton (1914-16, para la
American Type Founders) o Berthold Staff (1930) también hicieron versiones de la Bodoni.
En 1784 Firmin Didot talló un tipo que, similar a los de Fournier de 1750, tenía asimismo influencias de los tipos de Basker-
ville, con un contraste abrupto entre los trazos, fuerte modulación vertical y trazos terminales rectos y sin encuadrar que puede
ser considerado el primero de estilo Moderno.
Bodoni fue un gran admirador de John Baskerville y estudió con detalle los diseños de Pierre Simon Fournier y Firmin Didot,
y si bien su tipo fija sus raíces en los trabajos de estos diseñadores, sobre todo en Didot, no cabe duda de que encontró un estilo
propio y singular, aunque principalmente debido a la impresión de los mismos.
En la actualidad se conservan más de 25.000 punzones originales en la colección del Museo Bodoni en Parma (Italia).Algu-
nos de los diseños modernos del tipo de Bodoni son:

ATF Bodoni de M.F. Benton (1907-1915)


Mergenthales Linotype Bodoni (1914-1916)
Haas Bodoni (1924-1939)
Bauer Bodoni de Louis Hoell (1924)
Berthold Bodoni (1930)

“Un nuevo tipo debe contener las cuatro virtudes del diseño tipográfico: regularidad, limpieza, gracia y buen gusto”
Características

El tipo de letra Bodoni está clasificado entre los denominados neoclásicos, romanas modernas o didonas. Se caracteriza por un
extremo contraste entre los trazos gruesos y finos de los caracteres y por una fuerte modulación vertical (suben y bajan mucho
los rasgos ascendentes y descendentes) lo que obliga a tener que usarlos con una interlínea amplia.
Existe un extremado contraste entre los rasgos gruesos y los finos; los remates de las letras de caja baja son horizontales y
a menudo sin acartelar; el énfasis, o inclinación del eje de las letras, es totalmente vertical. Giambattista Bodoni tomó los tipos
franceses de Fournier y de Didot, y los refinó hasta darles las características que se han explicado anteriormente. Firmin Didot
había producido el primer tipo didone en la década de 1780, con unos remates muy finos y unos duros contrastes entre rasgos
finos y gruesos que sacaban partido de las mejoras operadas en la calidad del papel y de la impresión.
La tipografía de Bodoni aprovechó al máximo este planteamiento del diseño, con un uso generoso del espacio en blanco
que hacía resaltar magníficamente las resplandecientes y contrastadas cualidades del tipo. Durante el siglo XX se han hecho
numerosas actualizaciones de este tipo, con la intención de conservar esas cualidades y hacerlas más eficientes en cuanto a su
demanda de espacio.
Los tipos modernos resultan imponentes a cuerpos grandes, pero acusan cierta falta de legibilidad al romperse los ojos
del carácter, óptica o verdaderamente, al componerse a cuerpos pequeños y en bloques de texto corrido. Ejemplos destacables
podrían ser: Firmin Didot, Bodoni, Fenice, Modern Nº 20.
No existe ninguna duda sobre que Didot creó el primer tipo moderno y que Bodoni se basó, entre otras referencias, en el
tipo creado por Didot para crear el suyo propio. Pero puestos al lado uno de otro, y aun coincidiendo en tamaño, peso e interli-
neado lo primero que se observa es que ambos tipos difieren en algo. El tipo de Didot sugiere mayor calidez y elegancia mientras
que el tipo de Bodoni transmite una mayor robustez y dureza.
Características principales del tipo Moderno o Didonas:

• Modulación vertical.
• Contraste abrupto entre trazos gruesos y finos.
• Los trazos terminales del pie y de las ascendentes de caja baja son horizontales.
• Los trazos terminales horizontales son delgados (en algunos casos filiformes) y usualmente encuadra-
dos, aunque no siempre.
• En la mayoría de los casos, un espaciado estrecho.
• Desde el punto de vista formal sus tipografías se reconocen por la transición abrupta en la modulación
de sus trazos, por el eje vertical, por los trazos terminales acabados en forma redonda y por los remates
finos y sin enlazar con el asta. Principales fuentes de estilo Moderno:

- Bell.
- Bodoni.
- Caledonia.
- De Vinne.
- Madison.
- ITC Modern 216.
- Tienman.
- Walbaum.

Para texto continuo Bodoni no resulta adecuado debido a que sobre la página los trazos aparecen débiles y su fuerte modulación
vertical interrumpe el movimiento horizontal natural de los ojos y hace preciso añadir un mayor interlineado. En cambio es en
textos cortos y carteles donde el tipo de Bodoni revela abiertamente sus cualidades y belleza clásica.
Bodoni, como Baskerville, era enemigo de la profusión de orlas y ornamentación que distrajera la atención del texto limpio
y puro. Pretendió erigirse en una especie de paladín del buen gusto, entendiendo esto como simetría, clasicismo y sobriedad.
Editó tres manuales tipográficos que son el testimonio más extenso de la obra bodoniana y el reflejo de toda una generación
de artesanos. La belleza de los textos, para Bodoni, reside en la letra. Esta belleza se asienta en cuatro virtudes fundamentales:
Regularidad, Limpieza, Buen Gusto y Gracia.

Giambattista Bodoni es el diseñador de tipos por antonomasia. Se sitúa en las postrimerías de la transición de las astas y sus
diseños son muy contrastados. Para abrir blancos, dotó a las minúsculas de rasgos descendentes muy largos.

Bodoni Didot
Utilización
A pesar del valor artístico destaca en la “Bodoni” su claridad, su detalle en el contraste y la integridad de estilo y estética.
Existen tantas versiones de Bodoni como firmas tipográficas, todo el mundo tiene su Bodoni, y hace falta tan sólo fijarse un
poco, levantar la vista, hojear publicaciones, detenerse en sus cabeceras o en mil logotipos... buscar la belleza en definitiva, para
encontrar por todos lados los caracteres Bodoni. Las fuentes con serif, son entre otras cosas, elegantes y sobrias además de ser
en muchos de los casos poseedoras de atributos enormes en cuanto a legibilidad, un detalle poco afortunado de las mismas y a
al cual debemos poner atención es al llamado efecto Bodoni.
El efecto Bodoni es un efecto causado por las fuentes que son extremada-
mente contrastadas. Son elegantes sí, pero también problemáticas. Veamos el ¿Por
qué?, Con estas fuentes se generan zonas de fragilidad en las letras esto se acentúa
sobre todo al momento de usarlas en negativo, ahora imaginemos esto en tinta, la
tinta es un fluido, como buen fluido la tinta al entrar en contacto con medio sólido
tiende a desparramarse alegremente en el, entonces sobre viene la catástrofe esas
débiles líneas que sostenían junta a la letra se pierden y nos quedamos con una
fracción de la misma y de la información que nos daba.
En este punto intervienen varios aspectos técnicos:

1. Material a utilizar, frecuentemente tipo de papel


2. El cuerpo o tamaño al que el texto va ser impreso
3. Si se usará en positivo y negativo
4. Cuál será la calidad y sistema de impresión.

A continuación hay una muestra de este efecto en un objeto conocido una bolsa de
la tienda de ropa ZARA, es curioso pero al buscar la misma bolsa de la misma tien-
da pero de otro país el problema parece solucionado o tal vez nunca existió, ¿será
entonces una cuestión de la versión mexicana de la misma?, en todo caso en la versión extranjera la fuente parece más robusta
que en la versión que podemos encontrar por estos rumbos.
Nota: Esto no se aplica solamente a un problema de impresión sino a cualquier proceso en la que la fuente pueda sufrir algún
tipo de desgaste, desde fotocopiado, calcomanía hecha con vinilo o
un monitor de computadora.

Bodoni se ha utilizado para una variedad amplia de material, ex-


tendiéndose a partir de los libros italianos del décimo octava siglo
a los periódicos de los años 60.
Un análisis de los usos culturales demuestra que la tipografía
Bodoni se ha convertido en un clásico que denota distinción,
elegancia, exclusividad… Por ejemplo, vemos aplicada las tipogra-
fías bodonianas en las revistas de moda como Harper’s Bazaar o
Vogue, pero también en exclusivos perfumes de Elizabeth Arden,
Guerlain, Giorgio Armani o en el logo CK de Calvin Klein.
Seguro que todos recordamos haberla visto alguna vez,
incluso en esas películas que transcurren en épocas antiguas y se
puede ver al típico muchacho vendiendo periódicos y gritando eso
de “¡Noticia! ¡Noticia!”. Fijaos en la tipografía de esos periódicos,
si no es la Bodoni seguro que se le parece.
Tipografía y usos culturales: el caso de las bodonianas o Didonas.

Según Enric Satué (1999), Bodoni diseña un nuevo tipo de romana “apartada del canon Garamond y más próxima al tipo Basker-
ville, de claro estilo neoclásico y con una particularidad que reside en la extremada relación en que se sitúa la convencional alter-
nancia entre los palos verticales de la letra (el grueso y el fino), y en las bases del tipo, las cuales se entregan los palos verticales
en un limpio ángulo recto suavizado por una ligera concesión a la línea curva. El resultado, de una sofisticada elegancia, parece
ciertamente dirigido a impresionar al ojo más que a proporcionar una lectura confortable”.
Una de las funciones de la tipografía es ser bella, pero hay que ser conscientes de qué uso se le va a dar. Si la función es
para textos largos, es fundamental que ésta sea muy legible. En cambio, si es para marcas o titulares cortos, la belleza puede pa-
sar en cierta medida por delante, ya que la finalidad suele ser la de otorgar personalidad y no es necesario dedicar tanto tiempo
a la lectura.
Por este motivo, en la actualidad la mayoría de casos en que se encuentra aplicada es en marcas de lujo, donde resulta
fundamental el alto grado estético y de distinción. En este punto es necesario definir qué vinculaciones establecen entre una
determinada tipografía, el prestigio, el gusto estético de marcas y composiciones tipográficas. El propio Bodoni ya establece una
serie de códigos que es necesario descifrar. ¿Cómo están estructurados económica y simbólicamente la reproducción y la dife-
renciación social asociadas al uso de la tipografía?
La sociedad, desde una perspectiva global, funciona como un lenguaje, y aquí la tipografía puede tener un papel prota-
gonista como un sistema de signos y símbolos que las personas de una misma cultura somos capaces de leer. Por ello, se debe
analizar lo simbólico de los procesos de reproducción y construcción de poder, porque es evidente que el consumo es un acto
social que trasciende la acción de comprar, es necesaria una visión sociológica y antropológica para entender el intercambio de
elementos simbólicos que operan.

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