Una caravana que iba por el desierto se detuvo cuando empezaba a caer la noche.
Un muchacho, encargado de atar a los camellos, se dirigi al gua y le dijo:
- Seor, tenemos un problema. Hay que atar a veinte camellos y slo tengo diecinueve cuerdas. Qu hago? - Bueno -dijo el gua-, en realidad los camellos no son muy lcidos. Ve donde est el camello sin cuerda y haz como que lo atas. El va a creer que lo ests atando y se va a quedar quieto. El muchacho as lo hizo. A la maana siguiente, cuando la caravana se puso en marcha, todos los camellos avanzaron en fila. Todos menos uno. - Seor, hay un camello que no sigue a la caravana. - Es el que no ataste ayer porque no tenas soga? - S, cmo lo sabe? - No importa. Ve y haz como que lo desatas; si no, va a creer que sigue atado. Y si lo sigue creyendo no caminar. ****** Tal vez las cosas no son lo que creemos que son, sino lo que nos hacen creer...