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Una prueba entre otras de esta descomposicién de la ‘guerra dasica nos ex provsta por la inversion del numero de Sictmas, puesto que en los conflicts recientes el 80% de las, VWetdidos estan del lado de los cviles, mientras que en la Sierra tradicional era exactamente ala inversa,Siantato se ‘Sisingula claramente la guerra internacional de la guerra Ghia guetra de todos contra todos~ de ahora en més toda ‘Guerra que se precede tales primero una guerra contra los ies, Be ali Ta eventualidad de que la proxima “guerra {otal no sea otra que una guerra cil mundial y ya no local, Tira que la metastassya no concierna alas naciones y asus fhattociones sino 2 sus poblaciones offendadas al caos en holocaust.” Segiin Paul Virlio, lor atentados del 11 de septiembre de eet en tstades Unidos marcan el cambio de la dimension {Geopaiitica de los conflictos en benefcio de una metropoli 25 fegida por el desequilrio que provoca el terror. ta au Sencis de un enernigo decarado y la concentracin del miedo Silas Gudades constituyen, para el auto, el signo distintvo ‘Gouna eran a que el panico urbano desplaz6 aa forma mi- itor de la guerra al carécter politico de la ciudad. Un cam- bio que s6lo es posible merced al desarrollo de las nuevas tec Pools en particular las de la informacion, que redefinen la pereepetbn de las dimensiones de tiempo y espacio. Ino oe7 08 87 IM Zorzal PAUL VIRILIO Ciudad panico El afuera comienza aqui Paut ViRILIO Ciudad panico El afuera comienza aqui ‘Pas - Chae Twuouccon oreo o Ta sa obra fue pica con el apayo de ante National du ine Mi teri francs argo darn Orage publ avec soln du Ca tre naonol du Line Mir Franca cage ea culture. te ead rc dt oa ya abn Yt Seca Cutrat de a Umbanda ae Fanaa ape Cat ar rape: publ arse aoe du ogranme dase de Assenton Vora ‘eames, bene tu soutien au Minar dr atone Eanes te ‘Sore Cure oe PAmbane de Ponce on Agere, ‘Tra oncna Ve Panique.Aileurs commence © Editions Gale, 2008 © bros det orzl 2006 Buenos Aires, Argentina IseN10 97-1081-9827 ISeNt2 apece7-ost Libros dl Zora Printed in argentina Hecho e depsto ave previane lly 1.723, ars sugerencias 0 comentarios acerca del contenido de Ciudad pinico excoanes&infoaelzoral com at ov delzrealcomar 4 Heidi Paris y su obra indice Tabla asa {La democraca de emacién, rigstrese El accidente del tempo. Ciudad pice El crepiscue de los lugares. 3 6 87 43 oO TABULA RASA tL “No encontrar el camino en una ciudad no significa gran «cosa, Pero perderse en una ciudad como se pierde uno en tun bosque requiere toca una edueacién’, escribe Walter ‘Benjamin a propésito de Berlin!, mucho antes de las de- vas parisinas de los situacionistas, sa educacién, en cierto modo sentimental, de un transetinte que se rehtisa a ser slo un pasajero, comien- za muy temprano, si no desde la infancia al menos desde la adolescencia, en ese momento en el que el desa- rrollo de la madurez se acompatia con la urgencia de un escape libre. Paris fue mi ciudad de nacimiento y Nantes la de mi adolescencia. Paris era “Ia paz", la paz precaria de los aos 30, y Nantes, “la guerra”, una guerra total. Entre las dos conoct el &xodo, el peregrina ce una derrota anun- ciada, el trayecto de una poblacién amedrentada por la * Wlaer Benjani, “Elance erin”, Sens niu, 1/38, 200, ‘Quinta Columna y que huye bajo el temor de un cielo invadido por el enemigo®. “La fuerza de una ruta del campo es diferente segiin se la recorra a pie 0 se la sobrevuele en aeroplano. Sélo ‘quel que va sobre esa ruta aprende algo de su potencia”, eseribe ademds Walter Benjamin. Esa potencia geodésica es la del TRaYECTO, de las tra yectorias sucesivas de un cuerpo que se mueve en la orientacién de su potencia locomotriz, puesto que solo hay vida en los pliegues?, los pliegues del terreno que protege o los repliegues de un catastro que sorprende -nuestras expectativas. De hecho, el espacio de la capital jamas ha sido entero, sno fragmentario y debilitado, de thi sus reteradas revueltas, desde la Edad Media hasta, Mayo det 68, pasando por la Comuna o la Revolucion. ‘Cuando observo, por ejemplo, una vista aérea de fe-de-France, contemplo una aglomeracin desconocida tem la que nunca he puesto ni los ojos ni os pies, e incluso siel mapa de Paris no es el tertitorio urbano, esa carto- sgrafia me resulta infnitamente mas preciosa que st vi- Ssidn atmostérica, puesto que me indica las rupturas, los {quiebres de simetria,en una palabra, la fractalizacién de lun tejido que la fotografia no permite adivinar nunca. ‘A pesar de Haussmann, Pars no est a cielo abierto. EL ‘bars s6lo a abierto algunos ees visibles a vuelo de péja- +, pero no ha podido perforar de modo duradero la masa 2 Pal Vii, Urbain top urban’ preface, Gale, 135 9 Hen Micha, La Vie dns is pis, Gaimard, 190. andnima de barrios de esta cubierta de zine que genera cones de techistas han sabido arrojar sobre Paris, como tun escudo contra el aleance de la mirada de la Medusa, ‘qué y ahora, al ras del asfalto y de algunos empe- Grados olvidados, existen no solo distrits, islotes, sino también zonas de sombra, “reservas de urbanidad”, de ahi la originalidad de esos pusaes cubieros tan bien anali- zados por Benjamin, el fugitive desesperado, y por Hugo, el insurrecto de las aleantarills, Ahi también NANTES completa a Panis, puesto que el pasaje Pommeraye se junta para mi con el de los Panora- ‘mas, sobre los Grandes Bulevares. Después de Lyon, la capital galo-romana, y sus traboules 8, Paris invents el retro, una crculacin habitable por vagenesinterpuestos en Ja cual las estaciones son también plazas piblicas semi- cilindricas al abrigo de las miradas y de la intemperi. Sila insula romana, el islote, era entonces s6lo un objeto inmobiliario, el tunel del metro es para el mobiliario ur- bbano un trayecto, una red subterrinea que hace de la capital una estacion de clasifcacién encubierta. Al contrario del perifrico’, “estado de sitio” perma- nente de la urgencia automovilistca de los aos ‘60, el, metro es una red de vias de comunicacién, una einta de rtacin continua que las veredas y las esealeras mecéni- cas de sus conexiones prolongan aun mis pata los vis “Epa Pree ua galeria de Nantes inaugurda en 185, te que el defor Pramas en Par fue ce 190 (N el) 5 Paopsestiecon Ente can seta de pan semicon del iso [jen gue comunican un inmasbl ono (el). © Buevar que eden Paris (Nel) tantes de las catacumbas ferroviaras, a la espera de que ‘estas tiltimas se conviertan, alo largo de los aos 1940, en refugios antiaéreos. Pero Paris no loes todo, Panis No fs ToDo Pants. En mi juventud, en 1936, Paris era sobre todo Clichy y sus ma- rifestacones populares. Era también, no lejos de aquella de la Grande-Jatte’ la isla del “cementerio de perros”*y cl hospital Beaujon, mi primer encuentro con la arquitec- tura modema, En 1937 era también la Exposicién Uni- versal, el descubrimiento de una técnica todo-poderosa y ‘pronto terrorifica, en el cara a cara histérco del pabellin de la Alemania hitlriana y del de la Unisn Sovitica De Paris a Nantes en 1940 y de Nantes a Paris en 1945, mi regreso del exilio me llev6 hasta Aubervilliers, mis allé de las fortficaciones de la “Puerta de Berlin”, llamada desde entonces “dela Vllete’ sin duda a causa de los mataderos. “Aquello que hace a tal punto incomparable la pri- ‘mera vision de un pueblo, de una ciudad en un paisaje, es aque en ella lo lejano resuena en muy estrecha comunion com lo cercano, ;La castumbre ain no ha hecho su obrat”? 7 dea el cir) ata deominada“e Grnde ote Sn perenne aye Pare ce onde Ney ntl nce Langues ver ato reuters Cpr ‘Emig nits me te + Bem dpc ot inden Soman Exide voces drone Rage ‘Tonio menses donated de Aas, ee fence N ae) + er en “ace ete unin pp. 18 Inversamente, cuando el descubrimiento se convierte «en habito, en acostumbramiento al expacio de los barrios, ¥¥ comenzamos a orientarnos, esa vision clara desaparece para dejar lugar a una ceguera propicia al reconocimiento automatico de los lugares, 2Encontrar o reencontrar? ;Conocer o reconocer? En ¢l intervalo entre esos términos, la unidad perceptiva ha slesaparecido, la Ciudad devino una aglomeracion, suerte de “Metaciudad”, memorial de los trayectos del objeto pasajero en que me he convertido repentinamente, yo el sujeto, ese ciudadano programado por su motricidad. tanto como por el sistema de arterias de los bartios. Desde entonces, el parisino de nacimiento deviene el recepticulo, el container de la capital nacional... Mi cap ida territorial es inimaginable: la orientacin de las plac 2as y de las avenidas es contenida por mi vitalidad, la Ciudad esté presente en la vivacidad de mi memoria de Tos lugares, Mejor que un teléfono modular, levo a todas partes ese “mapa mental”. En el desierto como en China, mi cu dad ya esté ahi, mi domicilio se ha convertido en mi do- ‘micliacion. Paris es més que un equipaje acompariado, arises transportable. ‘Como una grabadora automiética, he guardado reco ridos, trayectos de ica y vuelta Del bosque de Vincennes hasta Neuilly, de la Puerta de Ia Villette a la Puerta de Orledns, donde vivo actual- mente, jamas he cesado de completar mi ATLAS. Aquello que el éxodo habia realizado en mi juventud entre Nantes y Paris, la persistencia crénica de mis des- Plazamientos alternados lo ha prolongado hasta los limi- tes extremos del mundo. Desde entonces, las ciudades cextranjras, como los bari reservados de mi infancia, no son masque un largo defile de seencias programa. dss por acelantado Pero eta cpt! de copies, esta ciudadtmundo, e810 opwestn de la cual ya que se presenta en la osce Claridad det sol negro de mi memoria esa imaginerin sin Imagen de mi mentlidad de wsuaro. ‘Aqui, pero gddnde finalmente? El sol radiante es Sinicamente el gran Oriente de una organizacin direc ional rito dem lenta domestic, Sin exepdsclo y Sin amanecer, la débilluminosdad de mi imagineio rental lumina mis pasos seguramente més que cual {ier alumbrado pblico, e incluso que esa eevigilancia due fnalmente s6lo es tila esos residentes prvilesia dios que son os polcias. Si se suprimiera bruscamente -como en Praga en 1968- In totalidad de los mapas de Pars, los nombres de lasealesy os nimeos en os nmcbles, me dexplaaria poral igualmente sin problems, einclos a destrccion Frusuia asn- no aleanzaria pare perturbar ms presenti tniento, como he pod consatr desu enel centro de Nantes ogo de los bombardeos de 1943, en Hamburgo como en Friburgo en 1953, onelaso mis tarde en Bern Finalmente, sola recostraccon pods hacerme perder elmore dextrayendo las cnsiiccioes de mi memoria. {2Constrccn orecanstaccin? Oto cestonamient9 otro interogante a propésito de ee pesamieno sua den tnedio apopiado de que sy el arqitecto, sin saberlo y sobre ta sn querer, por a csi espontinesment ‘No puedo admit a pesar de mi, la culpabilidad masivamente reconocida de los urbanstasy de los a= Ghitectos en el drama de las zones sensible de lle-de- France sin esta constatacién: cada ciudadao es un urbaista que se ignora. Dicho de otro modo: un experto de la uni= dad de tiempo y de lugar del desplazamiento que va de lo cercano alo lejano. De ai esa evaluacién permanente por parte de los «usuarios los utlizadores del espacio de los barrios, dela obra de los realizadores, que son (con frecuencia de modo abusivo) ingenieros y arquitectos. La autoconstrucién no es aqui, entonces, un proyecto anérquico, como es el caso en América Latina con las fa- ‘velas, sino una realidad comiin, anterior a toda constrc- cin, que las necesidades vitales del sujeto imponen a ‘ada uno en si movimiento, En efecto, puesto que no podria existe un vector sin direccién, la organizacién de los trayectos impone, con el desarrollo de a autonomia del sujetoen su recorrido, una autoconstruccién de las relaciones que interfere con. quella de los constructores de la Ciidad. La programa- cin del trazado del catastro urbano induce asia un sis- tema de localizacién y de apropiacién mental en el que cuerpo y mundo propio entran en resonaicia, de lo mis proximo a lo mas Ijano, Hasta ahora, la idea de autoconstruccién estaba menos asociada @ la arquitectura verndcula del mundo rural que a las demasiado famosas villas miserias de las ‘metrépolis contemporsneas, cuando de hecho construc- tas, de los arcos y otras méquinas lanzadoras,a la espera dela polvora y de la artileriao incluso de los motores de las unidades blindadas, de los aviones y, finalmente, dela bbomba y de los misles intercontinentales, vetores de en- ‘ega del arma atémica, ~ Hoy se impone la tercera ~y sobre todo la cuarta di- ) smensi6n-, con la informacién y su velocidad de comnica- cn instanténea. De alli este repentino cambio en el que In InroWar aparece no sélo como wna “guerra de los ma- teriales", sino sobre todo como tna GUERRA CONTRA LO eat; una desrealizacion por doquier en la que el arma de camunicacién masioa es estratégicamente superior al arma de destruccibn masion (atémica, quimica, bacteril6gica..). A, luego de las “astucias de guerra los camullajes y | otras tretas susceptibles de engafar al adversario, repenti- | ramente se produce la aceleracdn de la reliad, el movi- into de pénico que destruye nuestro sentido dea orien- tacién, dicho de otro modo, nuestra vision del mundo, ‘A su regreso de Pekin, el 26 de abril de 2003, el pri- ‘mer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, declaraba a propésito de las amenazas de epicemia causadas por el ‘SRAS2: “la psicosis no es un método de gobierno”. Mientras que esa asercién es exacta en period de paz, ‘en periodo de guerra, y sobre todo de conflctoterorista y anti-terrorist, queda totalmente desprovista de sentido, Para intentar probarlo, escuchemos una declaracion. reciente del ministro israel de Infraestructura, Yossef Pa- ritsky: "No debemns olvidar que no combatimos a ciilesino- cones sino ateroristas, y que no estamos en guerra con el pueblo palestino sino con organizaciones terrorstas”®. > Syndrome reprises: inde repiratorio agudo seve rerconaign como “neuron tp (N. del) Clado por Jean-Luc Allouce, "aids isadbiens Sur Gaza: Taha a8 led da mur, Latin 23 de ote de 2003. Siesas recomendaciones son hoy necesarias, es porque hay alli un riesgo espantoso de que toda guerra desembo- {que en los tormentos de una guerra civil generalizada, no solamente en Israel y en Palestina, sino también en el con- junto del Cercano y el Medio Oriente y, quién sabe, mds all ‘A modo de confirmacién, citemos a Gazi Ahmed, un intelectual islamista palestino: “Ellos matan a nuestros nifos, nosotros matamos a los suyos. Ya no quedan luga- 12s a salvo, no hay mis cviles, no hay mas individuos a salvo. Es ua gueraabirt, sn limites, in tabs” ®, Dicho de otro modo, juna guerra sin objetivo! De hecho, con el terrorismo de masas, la “guerra preventiva” ces una guerra perdida de antemano, Alcanza para conven- cerse con observar los resultados en el terreno de las dos ‘ilkimas: la operacin “Paz en Galilea”lanzada por Tsahal ‘on la invasidn del sur del Lbano y el sitio de Beirut, oin- ‘luso las consecuencias desastrosas de la guerra de Irak. Para prolongar el debate a propésito de la declara- ign del primer ministro francés, podriamos incluso afirmar que la pscosis es un método terrorsta de gobierno ‘el que abusarncs desde el siglo XX. En efecto, ol carécter indvidualista del terrorismo de ‘masas cuestona la forma politica dela guerra con su caric- ter oficial, sus limites y, sobre todo, sus objeivs de guerra ‘Appartir del reclutamiento en masa de kamikazes y la formacisn psicol6gica de la legiones de contingentes de llamados al suicidio, se desploma la estructura estratégica de los conflicts politicos. Como lo indica, nuevamente, "Jean-Paul Mar, “Voyage a coeur du Hamas, Le Nowe Oberst, de clube de 28, coon co 8 Gazi Ahmed: “al comienzo de la Intifada, Hamas tenia dificultad en reclutar a un simple soltero que se hiciera cstallar en Israel. Hoy, sin embargo, se amontonan can datos como estudiantes, padres de familia, pobres o de ‘dase media”... porno hablar de las mujeres, En el transcurso de esa misma primavera trégica de 2003, Thomas Foley, ex presidente estadounidense de la Camara de Representantes, precisaria ademés que la &x- ‘resiGin PSTADO ILEGAL ya no era un concepto politico, se- Talando al mismo tiempo que las nociones de EE DEL MAL y de HI DE La Paz, destinaclas a estigmatizar a los rogue ‘Slates © alos oponentes a la guerra preventivaen Irak su- peraban los limites de la racionalidad entre las naciones. Presidente por EEUU. de la famosa Trilateral, Thomas Foley se inquietaria incluso del cariz puramente emocio- nal que toma, por ejemplo, el diferendo “transatlintico” entre Europa y EEUU, al declarar durante una reunién de esa instancia internacional en Sed: “Cuando las di- vergencias entre los gobiernos comienzan a ser absorbidas ;por las opiniones publicas,aparecen evidentesriesgos de ‘desmanes incontrolados” ®. No basta con hablar de peligro cuando se trata de ‘uno de los mayores riesgos del naciente siglo Xxty cuando precisamente la globalizacién de a opinign publica acaba de tomar una forma inesperada: la de una DEMOCRACIA DIRECTA TRANSNACIONAL.y sobre todo TRANSFOLITICA -tan temibleen el caso ce EEUU. como en el de los dictadores-, Ja de los mercados o lade un tirano, 2Gindo por Philp Pons, “Japon et Code redoutent Fimprvibiit inine” Le Mond 77 de sri de 2. nla ea de a guerra de I informacion a lean, ae puede hace a guerra contr la opnin de as poss. Ses por macho tempo me? La respucta es "0" nfo estames hoy frente la smenass, yao de tuna demerracia de opinion gue rempazaia a demo- {rain representative de los partidos polite, sno ante ta desmesura de una verdadra DEMOCRACA DE BIOCN: deurm emocion colectiva al vez sinconizada y global fada, ena gue ol modelo podria serel de un tle cage tome pesto ‘Despus de os conaidosetragos de fa democracia de opinnyde lo deliios dea polscr-espctacu, de Inque la clecion de Amol Schwarzenegger al pesto de foberador de California es uno dees eimos dempls, SS pueden imaginar ficient los eragos de eta “de- tmovraca de emuin pla” queamensza con dslver Como Sco a opin pubic, en Benefit de una Conc cesta states, dea gue sbasan tant os predcadorespopalista como ls comentarists depor Evose os animadores dea ravers De continua as, In CLORAI2ACON-MODELZACON desemboctraatalmnte en ange piton qe ponan en een, ana lo excendrafos del nazismo eh ele tectio de Nuremberg o ene! palaio de deportes de Ber Ien 198. sin hablar delos juegos elestadinen el Ete asta en Asia yee yas el consumo exttco de los productos, denunciado por Naomi Klein ens bo No Lago hab legac Seiad. M. Sint Germain, Actes Sd 200 tiempo (el tiempo real) de una comunicacién exttica y a veces hasta cle una conmutacién histerica de la que los res sectarios poseen el secreto, mientras la opinién pik blica muta repentinamente a una emocién transpolitia a escala de la susodicha “civilizacién global’. Sila interactividad es a la informacién lo que la a- dioactividad es a la energia, estamos aqui ante el limite extremo de la inteligencia politica, puesto que la RE PRESENTACION politica desaparece en la instantaneidad de la comunicacién, en beneficio de una pura y simple PRESENTACION, ‘Tras la larga historia de la estandarizacién de la opi- nin publica de la época de la revolucion industrial y de sus sistemas de reproduccin identica, entramos en la era de una sincronizacién de la emocisn colectiva que favo- rece, con la revolucin informativa, ya no el antiguo co- lectivismo burocrético de los regimenes totalitarios sino aquello que paradéjicamente podria denominarse como un individualismo de masa, puesto que cada uno, uno por ‘uno, padece en el mismo instante el condicionamiento, ‘mass-mediatco. Efecto especular en el que la imagen au- diotelevisiva deviene la herramienta privilegiada de la ITER-OPERABiLIDAD de la realidad fisica, por un lado, y de |a realidad medistica, por el otro, lo que he propuesto lamar la ESTEREO-REALIDAD, De hecho, aquello que otros denominan actualmente TELE-REAUIDAD no fabrica para nada el acontecimiento, ‘como se pretende, sino que contribuye a desmultipicario indefinidamente, al punto de industrializar la jemplari- dad de lo que ocurre, ex abrupt, “En materia de teenologias no existe ni derecho de suelo ni derecho de sangre, sino el derecho del mas fuer- te”, escribia David Nataf en un ensayo de nombre teve- lador, La Guerra informtia™, ‘Afiadiria una precisin: no se trata aqui del derecho que rige la “ley de la selva, sino del deecha dela demoe- tracion de fuerzn, de ese putsch meditico en el que la ve= locidad domina ala fuerza bruta, ala fuerza material, esa velocidad de la luz de las ondas electromagnéticas sin la cual la globalizacién de los poderes desapareceria como ‘un espejismo, Dell esa nueva “dictadura del corto plazo”, TANIA DEL WFO REAL que aterroriza al mercado financierotnico © las instancias politicas internacionales Populismo o teleevangelismo, esas précticas de ani- uilacion audiovisual seducen, parece, al telespectador inquieto por el déficit democrstico, Como explica J. Dubois: “Asistimos a una deriva consumistaen la que se adquiere una opinién como se compra un detergente. Se relega el interés comtin y, por el contrario, se escoge para sien loinmediato. Se adquiere ast la usin de ser el cop ductor. Esa utopia es de la misma naturaleza que aquella que subyace alos sistemas demoeriticos en su conjunto” Ya conociamos, con la revolucién del autom6vil indi- dua, los efectos distorsivoy RoMoscontcos el ace. leracién del vehiculo, el aspecto de procesion del paisaje atravesado a gran velocidad. Desde entonces, con la re- volucién de la comunicacién audiovisual, sistimos (en directo) alos desérdenes de la percepcién estroboscopica de la informacién; de all esa confusién, no sélo de nies: { Preses de a Rerisanc, 20 Le Nel Obert, 3 de mn de 20, coms co 2° tras imagenes oclaes sna sobre td de nuestra imi 5 mentales por ende, de esa vision del "mundo evo” que conditonaba bastante muestra diversas, 2 plone a como I representacn democrtie de Ruts tos Parlamentos 1 Aprendiendo de los colts en Afgoisne ink, George Bash declraba, 14 de bri e200 "Por ura conbinacién de estates imaginaivasy de ecnologias tvanzadasredefnimos In guerra sobre mess propas tases” Eas pocss palabras promanciadas en la eur Gel victoria ener 6 mito de inicnmos Cramer a ‘aturlesn de la nueva puerta esadounidense sa INFO rueque apt deade shor arena tela de es Cho ya ealidad del mundo aparentemente globalizado. bservemes, sin embargo que st lainfrmacn cera dimensiin de lon conflicts anaes, eval mismo Semon vray la lia, stan fa ocasn soa para una ment inconmensirable; mentira que pronto Constitulraelacidente mis importante ce a storia dl ‘onocimienoy junto a a cual el "negaionsmo” munca / Iabia sido ms que una prefiguraconaraia, a sera dea informacion aparece shor, nce to sentido, bao st verdaderaaparincn, yao slamer™ te"tedpca sino “stinis”, pesto que apunta@ anu Tari verdad de un mando comin Yen exe nivel de anilsisplemolgico queda supe- sada formula de Winston Church recordar queen Isreal mentation La sents esratepica,y no ttc, yao evan arma dec trccn que protege lo erat sno un sna de des tes masivs de I eld de fos hecho, eo que a posguerr gui israampinment En 1947, luego de Hiroshima, Daniel Halévy nos ut ‘aba deliberadamenteen la perspectiva de una aceleracién de a historia. Casi sesenta afios mas tarde, nos encontra- imos esta vez en la perspectiva dromoligica, la de una re- ppentina aceleracién dela realidad en la que nuestros descu- brimientos tecnoldgicos se nos vuelven en contra y en la que ciertos espirtus delirantes intentan provocar el ac- ‘idente de loreal a eualquier precio; ese chogue frontal que volveriaindiseernibles verdad y realidad mentirosas 0, en otras palabras, que pondria en préctica el arsenal com- pleto de la DESREALIZACION, Servicio secreto y agente influyente, director de co- ‘municacién militar 0 spi doctor son denominaciones que sélo piden desarrollarse. En 1980, Juan Pablo Il erey6 correcto denunciar ante tun aredpago de expertos la militrizacion de la cencia 0, dicho de otro modo, la miltarizacin del conocimiento Desde el 11 de septiembre de 2001 entramos en el tine! cde una mlitarzacion dela informacién, puesto que la INFOWAR lleva hasta el absurdo esa “logistica de la percepcion’” que, con la adquisicién de objetivos militares, favorecta, ayer la victoria sobre el enemigo. Hoy, la ambicion es desmesurada porque se trata de romper el espejo de lo veal para hacer perder a cada uno (alia- dos 0 adversaros) la percepcién de lo verdadero y de lo filo, de lo justo y de lo iusto, de lo real y de lo virtual; ‘confusién fatal tanto del lenguaje como de las imagenes {que culmina en el levantamiento de esa flamante TORRE DF [AREL, pensada para levar a cabo la revancha estadouni- dense por el derrumbamiento del World Trade Center. ‘A modo de confirmacién de ese deliio iconoclasta, indiquemos que la nrowAR, de la que fuimos vicimas, ha conduc al ecto extadounidense a permits que se levara a cabo, Bajo maestros ojos y sin deers, ina del museoarquelgcoy de ln biblioteca de Brg, Gesastre que rece a saqueo el Faaco de Verana perpetado en Chia pr los euros cont el cals Ievant el mismo Vitor Hugo Ast tego del saqc dela memoria mesoplimica det ple de los tesors de Sumeria, esta “puerta de lai formacién’ satis por aqull ue exam coi. {ra la Historia, una tentativa de destrucci6n de los origenes. Guerm preety, 0 tanto conta fel el rao, sino contra ena memoria "“nmemoral” que ho pas 0 pis tan ripido, pa el gst de aquellos que pretenden nbernar noel futuro, como antano con el redante por Seni del totlitarismo", sino el rset, ese temo pre Sente dela ubiculdad y del instanton del tempo teal de las telecrmanicacones. “Laniebla deja el tempo tl como lo ha encontrado dice el proverbio. La nebl de a guerra no nos dja aura el tempo "Al spec ver el be itr de Che Bing Cis y G, Berti, Yan mung Yuan Le arin de clr pre consarac al Palace Po, Ed de inprimevr, 200 KRIEGSTRASSE Hacia fines de los afios ‘30, Paul Valéry constataba: “La sensibilidad de los modernas esté en vias de debilita- miento, puesto que hace falta una excitaciin més fuerte, un desgaste mas grande de energia, para que sintamos algo. Esta atenuacidn de la sensibilidad es bastante noto- ria por la indiferencia crecientey general hacia la fealdad yy la brutalidad de los aspectos"* sa indiferencia al horror, surgida de la primera Gue- ra Mundial y que pronto favoreceria el espanto de la se- sgunda, en Auschwitz y en otras partes, ha tenido como primera denominacion expresionismo, y como segunda enominacién surralismo; ese surrealismo nacido de la atrocidad de loreal del que Ancleé Breton y sus consortes habrén sido las victimas (con consentimiento), a favore- cido, finalmente, a amnesia a la que se referrin a la vez rmodernas y posmadernos... Desde el fin de la Guerra Fra, ‘esa indiferencia tiene por denominacion terrorisme, Pal Vary, Cahiers 18981814, vol 2, Gallimard, 198. Enese sentido y sélo en ese sentido, Carl Heinz Stocks Inausen tenia razdn al declarar el aflo pasado, a proposito del escenario terrorista de Nueva York, que se trataba de “la mayor obra de are jams realizada”. Declaracién que, en mi opinién, mereceria una correccién, aquella que hizo tuna mujer, Marguerite Duras, en el texto y en los dislo- gos de Hireskima mon amour. En efecto, en uno como en otro ejemplo, el escenario terrorista es primero filmado y luego puesto en conti- ruado. Es a gran novedad de la exclusiva televisiva del atentado de Nueva York con relacién al bombardeo at6- ‘mico, que junto con el de Nagasaki puso fin ala guerra del Pacific. [Nunca olvidemos la marca radiografica de los cuer- pos humanos sobre las paredes de la ciudad irradiada, {ue se asemejan, por asf decirlo, a aquellos de Ios tortu- rados de Noche y Nieba, el film de Alain Resnais En cuanto al tan elogiado “escenario artstico” en tomo a Marcel Duchamp y a algunos otros refugiados ceuropeos, sélo se trata del trabajo de exilio de aquellos {que desviaron la vista ante la Medusa del siglo Xx, de- sertando del campo de horror del totalitarismo. Escuchemos al estadounidense Saul Bellow hablando de ese retiro transatléntico: “Tengo un pesar que puedo formular muy precisamente: en todas mis novelas he evi- tado hablar de los grandes acontecimientos del siglo. Jamas he intentado,siquiera timidamente, dare lugar en. ‘mi obra a los sentimientos que han suscitado! Es en eo, sf, ‘que me decepcino profundamente a mf mismo” ®. 2 Ervin con FJ Raddat Le Novel Obert, 7 de marzo e202. cum ico 2 sa decepcién, finalmente, no es acaso el sintoma de tuna verdadera "estrategia de evasion” quel arte-llamado contemporineo-y, en particular, el nuevo escenario arts- tico estadounidense habrin sabido aprovechae habilmen- te, deando aparecer como revolucionaria a la pop-culture (hasta Warhol) en detrimento del nicleo de resistencia cultural de un viejo continente devastado, Singular duplicidad de un combate de retaguardia que se pretende de vanguardia, con la colaboracisn ps: rica de aquellos que han huido de ls orillas de Europa en el mismo momento en que se abrian las puertas de los grandes campos de exterminio de los demoledores de la Historia. “El arte es un juego. Tanto peor para aquel que lo con- vierte en un deber”,escribin Max Jacob, Para continuar en la linea de las afirmaciones de quien desapareceria en 1944 en el campo de Draney, corclemos que la guerra clasica era un “arte militar”, con, su teatro, su mtsica y su deber patriético. Ahora bien, ese teatro de operaciones, ese escenario politica en el que la ‘guerra no se hacia “en ropas de encaj”, pesea los bellos uniformes y a las banderas flameando al viento de las balas de canén, se ha convertido repentinamente en a simple pantalla Pero ya no la pantalla de humo que cubria alas to- pas de ataque, sino la pantalla exten, aquella en la que se pone en juego la pulsién escdpica del terror, rempla- zando asi los planos del Estado Mayor y las pequehas banderas amarradas a lo largo de una linea de frente hoy {esaparecida dAnte y guerra? Historia antigua de representacin, de heroicidad forzada e incluso furiosa, desde las danzas. x01 ic 5 tares de los Campos Eliseos. del cao de los fusiles v de los caitones, rismo global. CCalibray el terror admisible por el telespectador me- dio, jugar con las demoras, con los entreactos més 0 ‘menos largos entre dos atentados importantes para no ver darse vuelta la opinicn publica, son tacticas y esta tegias medisticas indispensables al hiperterrorismo para transformar Ia guerra clésica en un verdadero videyuego, mas aleado de la batalla de Estalingrado que de la gue- za de las galaxia. ‘Asi, tras la conquista de los territorios adversos asistimos ala conquista progresiva de las fiigenes men- tales de poblaciones conmocionadas por las imégenes instrumertales de terror televisado, transmitido en con- de guerra de los primates hasta los grancles desiles mil “Aquello que acaba de cambiar con la llegada del nex ‘eRacRIswo es la sincronizacién dela enocn, una sincroni- zacién que completa habilmente la antigua propaganda de guerra de los Estados; esa estandarizacién de las opi- rniones que prolongaba psicol6gicamente la de las muni- cones, de los equipamientos militares, aquello a lo que hoy en dia se denomina la inter-operbildad de los mate~ riales de guerra y que dio lugar, no lo olvidemos, ala revolucién industrial, con la necesidad de la estandariza- ‘ign de las armas de fuego y la calibracién de precision En adelante, con ia revolucién informatia, esa cali- bracién de la opinin piiblica, esa estandarizacién poli- ticamente correcta ya no aleanzan, hay que aftadirles la sincronizaciin emocional de las multitudes, en 1a cual el terror debe ser sentido instanténeamente por todos, en todas partes ala vez, aqut yall, a escala de un totalita- snuado a escala de una Spica epentinamente conver fi en planeta, : Alun de apoyo, aa inn del feta sue it bitamente a supercede ponte; erent ena ue a ceupacion ex en lo sucesvo esrtegicamente actsara pars vitor oo NE, tren ofan dee none senor qu el voun Ia smpltd espaciotemporel dl terres ndigia a tos y cada uno al mismo tempo. ‘Mientras qe antes con la conguita de Tos Puntos alos del relieve de un pis el campo de atl ea en princpio un “campo de percepisn’, on ss perspectives flare su horzontestopogncosybalitn de ag trims eel campo deperepan de la lobalizactn el que se convert one no-ligar dela madre dels batalla, De Ail el cambio de naturaersy la puesa en contnuado, Que seh convertdoensistemsticy de los diverson sone tecinienos de rupture macldertes, stents cats fe cstaclamos de odor los gener que hoy enutan te humane Ast In REMGSEXTACON (és), conviindose re pennant en rc ih ans Emtguo aslo el stage frontal del eneigo en pre Simple stupid mas ey eco de aniquiamient intantineo que yano tiene nada que ver con los diferentes comentarios de los ex pertona los que nos bia contimbrado la primers Ge ‘Point appa dsiga en a rg castrense el cbstculo aif ‘wlzndo en ls operasones ultare Eacoeros a raster Par espetar linens del autor de destacaloserminos “punt, inca y"sperice” (del) fal a Vo ra del Golfo el conficto de los Baleanes,ni con el desu ado papel de los spin doctor de una guerra psicoldgica hhoy superada por el anonimato del hiperterrorismo. ‘De hecho, si “la histeria es el enemigo del Tiempo”, segsin el retin, el tiempo real de terror en continuado es Ciertamente “histérico” y es el del conjunto de la globali- ‘Zacién econémica, politica y estratégic. El tiempo de la feflexién ha sido superado, mientras que el del reflejo condicionado estéa la orden del dia del gran terrorismo, "La guerra es un arte simple y todo de ejecucién”, advertia Napolesn. Aqui, la palabra “ejecucién” debe tomarse en todos sus aspectos: al mismo tiempo como suerte del adversario y como orden breve e imperativa ‘Pero la interpretacion napoleGnica va més lejos, puesto que sabemos que ese genio de la maniobra gue- Frera, que introducitia en tierra una guerra total que solo las potencias navales habjan practicado hasta entonces, ro queria dejar rasteos escritos, en otras palabras, es0s ‘manuales de combate de los que son tan generosos los testrategas, desde La Guerra de las Galias, de César, hasta {La Guerra sin odio, del mariscal Rommel, que inspira a Cioran el titulo de su Breviario de Podredumbre®. ‘Para Bonaparte, convertido en el emperador Napo- ledn, la sorpresa de la ejecucién prima sobre la memoria dela accin y, aparte de algunos aforismos, nuestro héroe calla, sabiendo bien que, segiin su célebre expresién, “ordenar es habla @ fos jos”. “Tada la novedad “post-léxica” del terrorismo anénimo reside en esa tepentina percepcién del espanto, esa “pe- “a Pride dampotion (1948) (N. dl aqueia muerte’ (pinolépicel libre albedo que es una iste de mandrtomto, puesto que ago noificar ana tren es Gnicamenteintimidar Ia mirada y, desde ahora, in mirada de todos al mismo tempo, a esctla de los con- tinentesy ya no de una tropa de sldadotespetrificados ante su jefe Por ota parte, observemos que esta forma de manda sinertio de ln emorién colectiva ha podio ser inspired, em los adeptos al terorsmo de mass, por certo po de srmamentosublizados justamente conta ellos, en part- Colar durante las tomas de rehenes en los aviones de lines: me refer alas graadaspraizartsutlizadas pra frenar inmediatamente I reaccin de los pirtas del aire frente al ataque de os comandos militares, evitando as ela medida de lo posible, tis desasrosos en una cabin repletn de pasjers. Debio al desurbramiento y al ru ensondecedor esa detonacn audios proce Ia paris instante deladverario sin usar Reridas aparentes. Un poco como elma bib conta fos fugitives de Sodom y Gomorra, transforma asus vctimas oesionales en estas de sal, Especaistas dela manipulacién televisva desde los atentados de los Juegos Olimpicos de Munch, los tereo- sins podian enconar all un modelo perfecto de det {mci de a percepcin cole que servird mds tarde en Nueva York y en Washington, mientras que el arma de destraccin masiva se aplica ahora ala cobertura mundial de los acontecimienton de rapa: catistrofes natal, accidents industrials, inalment,atentados smi os mayores contra el Pentagon ola Twin Tower, cap- fando la atencion no solo de millones de expectadores sino de a actividad econdmica de esas compafias areas

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