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Enrique Serna El seductor de la patria © 1999, Enrique Serna Derechos reservados © 1999, 2003. Editorial Joaquin Moniz. S.A. de C.V. Faitoria! Planeta Mexicana. S.A. de C. Avenida Insurgentes Sur adm, 1898. piso 11 Colonia Florida, 01030 Meévico, OF Diseto de Ia portads: Hans Geel Ilustrason dela porada: Carlos Paris, noni Lape de Sana thn (leo sobre tela, Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultspec ConasulNAU Primera euivin en Joaquin Mortis: agosto de 1999 “ Primera edicion en booker julio de 2003, ‘Tercera reimpresién: noviembre de 2006 ISBN: 968-27-0987-7 ‘Ninguna parte de esta publican. ineluido el diseio de la portada, puade se reproducida almacenada o transmitda en manera alguna 1 por ningin medio, sin permiso previo del editor. Impreso en Jos talleres de Litograea Ingramen. S.A. de CV CCenieno nim. 162. colonia Granjas Esmeraida. Mexico, DP. Impreso v hecho en México ~ Printed umd made in Mexieo www editoralplanetacbmm my ssw. planeta.com.ms info planets.com.ms Biografia Enrique Sema (México, D.F. 1959) estudié letras hispanicas en la UNAM. Entre sus obras destacan las novelas Uno sofiaba que era rey (1989; Planeta 2000), Serforita México (1999; Pianeta 2000}, 1 miedo a los animales (Joaquin Mortz, 1985; Booket 2003) y ET seductor de la patria (Joaquin Mortiz, 1999; Premio Mazatldn do literatura 2000), fos libros de cuentos Amores de segunda mano y 5 Orgasmégrafo (2001), y a coleccién de ensayos Las caricaturas me hacen lorar (Joaquin Montz, 1996). A Rocio, a Lucinda y @ Jazmin j AGRADECIMIENTOS (Cualquier aproximacion a un personae histrico es el resultado de un esfuerz0 coletivo. La biografia de Antonio L6pez de Santa Anna es un eifcio en constant mejoramiento, construido y remozado por varias ageneraciones ée historiadores. En esta novela no intenté compendiar sons eis sole Sn Ara miso menos dc a na palabra sobre su vida, sino reinventarlo como personaje de fic Explorar su rund itrior sobre buses reales, Para dj el apo ibe a le imaginacién, renuncié de entrada a la objtividad histriea. Sin ‘embargo, le natutaleza de mi abajo me oblig6 a estudiar a os clésicos ela historiografia mexicana del xix y arevisar los documentos que sir- vieron como base a Jos bigrafos de Santa Anna, con quienes tengo Ia ‘misma deuda de grattud que un fabricantecontrae con sus proveedores de materia prima, Pero si debo mucho alos arquitectos originales del edifiio, estoy _aiin ms agradecido con ls hstoriadores vivos que me brindaron orien- tacién y consejo para abrirme camino en la jungla bibliogréfica del sanianismo. Mi primer guia en esa excursion fue Fausto Zerén Medina, ‘que a finales del 94 me invita esoribir una telenovela sobre Ia época de Santa Anna. El proyecto no se pudo concretar, pro el tema me ape- sionaba y segu estuddndolo por mi cuenta, con miras escribir una no- ‘ela histrea sin las ataduras de los géneros comerciales. Cuando em- pezabe a darle cuerpo en la imaginaeién, Enrique Krauze publics su celebrado Siglo de cauaillos, donde lama 2 Santa Anna “sedctor de la patria, reformalando una idea de Justo Sierra, Me parecié que la frase ‘efinia con aciero el perfil psicolézico del personaje y la adopté como titulo, con a generosa autorizacién de Krauze ‘Terminado el primer borrador, o somett ala revision de oo his- toriadot, mi amigo José Manuel Villalpando, quien espulg6 cuidado- - 8 ‘samen la novela en busea de dislates yanacronismos. Desde lego, José ‘Manuel no tiene ia culpa de los errores que pusdan haber escapado a st Iupa. Cuando ambos trabajabamos en el proyecto de telenovela, Vi- Halpando coordiné a dos investigadores, Ana Garcia Bergua y Ricardo Garcia, quienes buscaron documentacin Sobre a vida y la Gpoca de Senta ‘Aana en el Archivo de Notar‘as de Jalapa, en el Archivo dela Defensa Nacional yen el Archivo General dela NaciGn. Gracias asus pesqusas, he potido dar a conocer el proceso inquisitorial instruid al fo de Santa ‘Anna y los ttulos de propiedad donde const que el Sereatsimo adquirié Ja mayor parte de sus haciendas euando ocupaba la presidencia, atras la obra estaba en gestacién, lo valiosos consejos de mi amigo José Joaguin Blanco me fueron de gran uilidad en lareconstruc- cidn de época. Para enriquecer la novela €on un punto de vista femeni- ‘no, sostuve largas conversaciones con la poeta Margarita Villasefior, quien se metié en la piel de Inés de la Pex Garcia y me ayudé a imagi- nar su vida conyugal. Por dhimo, quiero dat las gracias « mi hermana ‘Ana Maria, que estudia un doctorado en historia en la Universidad de ‘Chicago, ya mi amigo Alberto del Castillo, quien hace lo propio en El Colegio de México, por haberme facilitsdo el acceso a las bibliotecas de amas instnicones, PRIMERA PARTE, Mésico, marzo 16 de 1874 (Querido Manuel: Perdona la tardanza en esribirte, pero ente la visitas de cores y los achaques propios de mi edad, no he tenido un momento de sosiego. Dolores ha sudado ia gota gorda con los areglos de la casa, que excon- tsamos en unas por [a negligencia de mi cuiado Bonifacio, a quien le ‘nabiamos encargado cuidarla, Sin duda se habré ermbolsado el dinero del ‘mantenimiento. Pobre Lolé: quisiera pagarle un séquito de mulatas como el que tenia en Turbaco, pero mi escasez de medios ya no me permite lujos de ninguna clase. Hasta el suelo ha tenido que fregar con esas manos de alabastro que nunes hablan acarciado sino Tasos ysedas. ‘Lo peor es que no puedo ayudarle en nada: mas bien le estorbo. Me apena estar de holgazén mientras ella tabaja y prefiro salir al patio a leer los priédicos. Echado en una tumibona, cor mi sombrero dejpijs pay mi puro de Coatepec, me siento come una planta marchita que le roba la luz alos rosales. Por suerte nan acabado los saraos y las bienvenidas yal fin tengo alma para ordenar la ideas, Contigo puedo hablar con frangueza, no necesito esconder mis emociones ni afectar I estoiesindiferencia con ‘que me be defendido de los periodistas, cuando me proguatan si todavia tengo ambiciones polticas. Ni por asomo, les digo, soy enteremente neuiral con todos los partidos y s6lo vengo a reunirme con el pie que perdi en el campo del honor. Pero ia verdad es que todavia no esear ‘mieato. A un paso de la cumba, después de 18 aflos en el exilioy a pe- sat e todas ias humillaciones que he padecido, todavia espero recupe- ar [a estimacion del pueblo, Para mi a gloria es como el sexo: s€ que yes inalcanzable, pero no puedo resignarme a vivir sin ella, Daria la poca vida que me queda por limpiar mi nombre y recibir poster homenaje de mis compatriots. Después de todo soy el funda- dor de la Repibiica. 20 han olvidado ya qu fui el primero en jurar la ‘ana de lo tranos sobre las arenas de Veracruz? No pido mucho: me ‘conformo con lucr dignamente mis entorchadas en un desfile con ares triunfalesy salvas de artilleia. Pero no pienses que estoy planeando un ronunciamiento, como creen algunas eagatnias de la prensa. Si algo tengo claro es que soy una religuia viviente, un hombre de la pelea pa- sauda, Los nfs se han hacinado sobre mi cabeza como los montones de arena en el desiert, El gobierno me concedié el pasaporte por list ‘no por mis servicios ala patria. Asf me lo hizo noar el presidente Ler Cates motos a pares iy algo go yo m9 me epic, 5s nsurgentes son eles | Ferando Vil ipa losconharee etn Solneoron | ~Te lo he explicado mil veces —se impacientaba mi padre—. Lo | 4ueclosian eco estat nvain a Eat con ree pu | Senate neon “pero apie en poser eos acess, enone i | innda oa? is aseiesic obr Ferans anes de ha. erro scares en cnn aaplica, qu to son santo ates “Pier yo cunt ear cued, as ein tes hoe cx ona. Mis ama cen oe talgo quest cl nevovnen “Tay tramps no an compres pels nc bores | tana et eo Sou even donde ts yes Dado pe ae ‘spurs de Mérc, dma sen de cindy con todos vor pars ona ala, Hage domain gs go Deva an itados chs horns. emt cee penne ‘onnaunacoivesnparangonen sos ovat eae te peo ngoprtepoquesinbaraensiestrne ace ee tan shora pe lap een cigs sedans sini pues eas plsse promos visi scsi ty encedores Laretreda desing angus ans ae Ist Vencrn profi una recaps mes nos Con early espera ml tro pr es eh coa % Derrotad por Callen en Puente de Calder, Hiago se etic. facial nore conn iniencn de hacrs fuerte en Texas, donde ei ‘Sent Cares ce Lar tenia on u poder gas paras En mato Is, el vcrey Venez orden al Cornel Arredondo embarcare en $00 res runbo ala bahia de Matagorda, pra corre arts fade a foe nsrgentes, vera del stad pra la partis pe pres er ns inxs entgasconl sible desenvanad, conta Se vient en um alo core, anata mands desta sie. tra and mi paso n eget de sangre: Despts me covert e flay sobrevlab el campo de bila on ura sera de Vergo tsa posers en el bombro del coronel Arredondo. Bala madrugade tispades me scompafsron al mele, Hass efones amd, trp Sida polo bien que ena el uniform de cadet, haba ceo ue incre mia eraun juego dente. Pero cuando me voenel ue Te-conlaespada leno, se arepini desu iproencayproumpls ensllozes ino es postble que te manden tan pronto al guerra, toda viarceun nit Mi pate nor, pero me hizo prometre qu o atria de uc gar aloe. Unto dei madre me dtuvo antes de abordre ber. fain Regencia: lam —1Espera, Antonio! —se quité una medalla de Ja virgen guadalu- pana ye a colg6 enel cello, Promeéteme que vas levers eno. tas tas alos, Los temores demi madre me preian infundados, porque tefe una cigaconPanva en ml ete, Hasta leputa dear qe los aay crannies aro, pra caesar azo ates de ia es tafe A ota travel, cuando ordesamo aah de Tosa, In oli San Pablo se acerca Regencia ye capén Quintero entoge 2 Arredondo un mensaje de vierey Venegas, ge le oreraba candi era cssembarar en Tampico, parapet rte n'a pov cia de Nuevo Sctnder, donde hae partis de insrgetes decades Alpi La contaordenenfrci al coor, qu conssraa lai Sin inigna de uerargulaydescarg ural humor ena rplacin, azematendo a foetaao8 cota un pobre sldedo qe leva deseo. bade a cataca, Cuando ssamoe ra, a orl ea tips et ba muy baja. Tead uno slgunas de las cartes que envi aus pds ob Jas is posetiore al dsembaco, donde hallaesumpresionesescas ela eampata, que acomet com ia ngena exalt el mat Pet netic. ” Aguayo, 8 de abit de 1811 “Amados padres: Hoy recorrimos site legus a medio galope, sn detenernos a descaa- sr mis que para dale de bober alos animales y comer un poco det ino y galleta El coronel Arredondo quiere alcanzar alos insurgents «que fuyeron al sur después de altima escaramans, pero hs caido La noche y todavia no sabe nde estén. Al parecer heros eabalgado en bale. Les esribo aa luz de una fogaia,rcargado ena expalda dem | ‘amigo Alonso Pacheco, que ha sido mi Angel guadidn desde el primer enfentamiento cone enemigo. A tiene mis experiencia qu yo, po «que hae tempo lo mandaron a pelear conta los comanckes y me indi- a dénde coloar Ia eseopeta para responder a ls tiroteos nocturne Papi puede estar tranquil: no he tend oportunidad de hacerme el hé- roe, porgue hasta hoy las cosas han slide bien y hemos pacifiado la zona con pocas bjs. | El coronel Arredondo dice que vencer ls insurgentes es como | robarle una borracha, Al parecer, fa derota de Hidalgo ies aj la mo- ray algunos prefiren salvar el pelejo entegando asus compatiros. | Por una delacién atrapamos al ego Herter, uno de los cabelas mis peligroscs de esta provincia, que andaba escondido en los alrededores de la villa de Aguayo. Lo tomamos po srpres a medianoche cuando 41 sus hombres, que no pasiban de 300, jugeban al cubiletey beban | pulgue en eueros de cochino. Ni tiempo les dimos 6 eahar mano as | sem, Yo derribé con mi sable aun iio que trataba de ult y Alonso rata ito de un escopetazo. Todo sucedié muy répido, porque lot dems se rindieron al verse rodeados, excepuando a Herrera, que 82 cubriécon ls odres de pulquey no depuso las armas hasta quemar toda su polvora. Opoia tal resistencia qe fue necesaria la fuerza de dot en- eros parailevario asa la ienda del coronel Arredonco, Echabaexpi- ‘marajos de coer, tenia hinchada las venss del cuelloy dese el fondo sus ojos negros emanaba vn orgullo suicide que me ei26 le pel ‘Arredondo le punts aia cabeza. —Vas a ecitme dénde ests tu compinehe Villeras, o agut te imueres Villetis esl comandante rebelde dea provinei, a quien hemos ‘estado buscando en ls htimos dias, —Dispare, gachupin, A mi no vas a sacerme nada —cespondié Herrera, 38 Arredondo le descerraj6 un tro en la sien y ordend colgarlo en et camino, para esearmentar alos dems levamiscos de la regin Qué hacemos con el resto de los prisioneros? —le progunté el capitn Quintero. -—Fustlelos de cinco en cinco para no gastar mucho parque. ‘Quintero formé diez pelotones de fusilamiento y por desgracia me too6 estar en uno de ellos. Para los soldados de carrera, fusilar prisio= netos és algo tan sencillo como aplastar cuearachas, Para mf fue una pesadilla. Sentia que ls insurgentes me miraban alo oj al momento fe dispararles, como si esperaran de mi una impesile clemencia. Nun- ‘ame ha gustzdo el pulque, pero esa madrugada save que beber un ja- fro tras otro hasta controlar mi pulso. A mi lado, Alonso sufra igual que yo y después de cada descarga se sentiguaba, Segin él, Arredondo comet una crueldad innecesaria, porque el virrey ha ordenado maar @ {os efes insurgentes, pero no a la topa regular. Mis que ura cempaia pacificadora, dice, el eoronel ha emprendido una campafa de extermi rio. La conducta de Arredondo me subleva, pero no tengo més remedio| «que obedecerlo. Me compromet{ con ustedes. ser un buen sldadoy ng, [es voy a fallar. «Pacheco ya tlene la espalda motida y me pide que termine de una ver, Trataré de volver a escrbirle pronto, cuando campata me dé un respiro. Despreoepate, mand: nome he quitado la medalla de Guadalupe ni para nadar en el rf. Espero tener noticias de ustedes en el siguiente ‘correo. ;Cémo leva papa en la notarfa? ;Y Manuel? ,Cudndolo vere mos de toga y birrete? Besos 2 Mariana y a Francisca, Diganles a mis sobrinitos que cuando vuelve les voy a regalar mi espadin Los quiere yextraia ‘Antonio Tanque Colorado, 14 de mayo de 1811 (Querida fama: Ayer fue ol dia mfs glorioso de mi vida, Después de una larga cabalga- 1a por Ias inkéspitas Tlanures de Matehualafinalmente encontramos al ‘enemigo, o mejor dicho, el enemnigo se top6 con nasotros. Vllerias ie- 1s espias por todas partes y al enterarse de que somos una fuerza pe- «uefa le propuso al coronel Arredondo que se pasaraal bando insurgen- te con toda la divisién. Ofendido, el coronel eché la carta al fuego ». enfrente del mensajero y mand6 tocar a generala para congregar ala tro- pa. Arredondo tended muchos defectos, pero es un militar potreado en ff campo del honor, que saca la casta en momentos decisivos, cuando ‘otros vacilano se acobardan. Al verlo encabezar la carga en su caballo ‘uatrafbo comprendi que lo que estaba en juego no era ta autoridad de Fernando Vil, sino la nombradia del regimiento, y me lancé al combate con a sersacin do obedecer un mandato interior. No puedo relatares con exactinud e5mo me comporté en la batalla, porque estaba como hechi- zado. Alguien mis luch6 junto a mi, algin esprit de ultratumba me poseyé para que pudiera entrar a saco en las trincheras enemigas, captu- ‘ar a dos prisioneros y volver la carga sin dar moestras de eansancio, ‘entra fos pelotazos me pasaban silbando a unos dedos de la cabeza, ‘Cuando Ios rebeldes iban huyendo en desbandda core tras ellos sin medir el peligro, y al vadear el rfo de La Esmeralda, un dsparo de axtilleria me derribé del caballo. Con el agua hasta el Cuello tuve que luchar everpo a euerpo con un insurgente empefiado en ahogarme, Por poco lo consigue, porque era mucho més pesado que yo y tenia una fuerza descomunal. Por un instante me seni perdido, Gracias a Dios recuperé mi bayoneta y lo traspasé ajo el agua antes de que puciers hhundirme. Arredondo nines nos advirtié que Villeras tela una fuerza de dos mil hombres. Hizo bien: de haberlo sabido quiz nos hubieran terbla- do las corvas. Como ignorabamos que ellos enfan ventaj, nos partimos ‘el alma confiados en la vicori. El coronel qued6 muy sarsfecho con ‘i artojo y prometié mencionarme en el parte oficial que enviard al gobernador. Hasta me invit6 a cenar en la barraca de los oficiales, don- 4e abri6 una botella de catalén para festejar la victoria. Es la primera vez que pruebo el vino y no me gust6. Pero Arredondo no acepta desei- es y me hizo beber s pico de boelia al prejo de sus invitados. Al otro dia desperé con dolor de cabeza y Pacheco me hizo burla por haber ido ala cena = {Qué se siente ser el consent de un asesino? Arredondo noes tan malo como parece —le respond... Ayer se port6 como un valent ‘Nos mandé al matadero y todavia lo defiendes —chasqued la lengua con desprecion-. :No decias que te daba coraje recibir Srdenes de una bestia? Empiezo a sospechar que Alonso me tiene envidia. O tal vex se siente defraudado porque ya no pienso como él y aibuye mis cambios. de opinign aun mezquino inerés. De cualquier modo seguiré siendo su 0 go. Es un tipo de far, quizd demasiado sincero para hacer carrera ‘nel ejéeito. No me siento obligado a elegir entre su amistad y la cer ‘anit el coronel Arredondo. Aunque Alonso me tache de convenen- ‘ro, yo n0 veo Ta vida en términos de blanco o negro. Aca es un elit apreciar las virwdes dl corone y sobrellevar sus nterperancias? Altos del Romeral, 28 de agosto de 1811 Pade mio: He pedido al correo del campamento que Ia presente esquela te sea en- taegada en la nolrie, pues no quiero inguietar a mam con malas noti- «ia (mucho menos atora que se encuentra mal de salud y el médico le ha tecomendado reposo absoluto). Ayer me hirieron en el antebrazo iz ‘quierdo, Segin el doctor Garza ya estay fuera de peligro, pero todavia tengo la febre muy ata y me resulta difteil ordenar las ideas. Perdéina- me si digo incoherencias: estoy haciendo un gran esfuerzo para dietar estas linea. En as ltimas semanas hemos estado luchando contra un enemigo invisible y eseuridizo que al amparo de los montesy les cafadas nos golpes sin presentar un blanco fjo, Diezmadas por la derrota de Tan- fue Colorado, las huestes de Villerias se han dispersado por la huasteca potosina en pequefias partdas de forajidos que nose atreven a luchar en ‘campo abierto, pero hacen pequefasincarsiones en los poblados des- guarnecidos. Los aborigenes les prestan ayuda, por eso es muy dificil ‘combatirlos. ¥ como algunas iribus de salvaes se han alzado en arinas, tenemos que pelear en dos frente, con la desventaja de que los indios conocen mejor el terreno. No puedo entender por qué diablos quieren Ja indopendencia, sien estas feracesterras nunca lleg6 la civilizacién, ‘y que yo sepa, ningun hombre blanco habia venido a importunarios an tes de nosotros. Independientes han sido siempre, como todas los ani males salvaje. La accign en que resultéherido fue una tipieacelada, El capitén (Quintero nos envié a Pacheco y a mt inspeccionar un terreno pantano- soen el que las patrullas de vgilanciahabfan visto humo de fogatas. En el papel era una mnisiéa muy sencilla, pero no contébamos con la astucia 4e los indios. Deben de habernos espiado desde que empezamos @ ‘nternamos en los manglares con los fusiles en alto, hundidos hasta le cimura en las aguas ehlelosas. Nos dejaron llegar hasta fa mitad de un (Espero volver pronto a casa para restablecerme al lado de ustedes. \reposo me ta entrado la nostalgia por Veracruz, y aunque el clima de la pantan techado por ls frondas de ls araverias, donde mi compatero se detuvoa hacer aguas menores. Al verlos salir dels matorales con las cara pntadas de negro eché mano al ful, pero cuando ibaa jaar ! gatillo me di cuenta de que tenia una seeta clavada en el brazo El flechador estaba 2 mis espldas, tepado en la ama do un é bol, Pacheco le aleanzOadisparery dispersé un momesto a Tos indos; ue le tienen pavor alas armas de foego. Tomndome por el exelo de 1a casaca me arrasté a tera firme. La flecha estaba envenenada, pero ‘Alonso me la araneé de un din y me chupé la herida. Oracias a ‘estoy vivo. No sent dolor alguno porque habia perdido el conccinien| 1, Et suplieio vino después, euando el doctor Gara traté de extancar ‘me la sangre con deensivos de aguardiente. Moral un apo suioyta- {6 de pensar en cosas bonitas, como el dulce de guanébana que me hizo rmamé el da de mi samt, y ef manto de estrellas que envuelve ala Vir- fen de Guadalupe, Ela me do feras para aganare ardor. Ene Aeliriosy escalotios pasé una noche de perros. Todavieexoy bil, cualquier movimiento dl brazo me hace gritar de dolar, pero gracias a | Dios ya ces6 la hemerragia. | Muerto el eura Hidalgo, Ia guerra no puede prolongarse mucho. Con el Inuasteca se parece mucho al nuestro, aquf me siento como uns planta arrancada, = brazos para toda la familia y un beso para mamé: Ai poco tiempo de reibir el flechazo, Arredondo me concedié una Ii cencia para volver a casa. Ena carta 2 mi padre le cculté que a pesat de la heriday los sufrimlentos dela euracin me sentiasatisfcho y feliz. | Una herida en combate era el imbre de honor que necesitaba para dis | tinguirme y empezar a ganar ascensos. En una ceremenia celebrada en la Plaza de Armas, el gobernador Dévila me impuso un eseado con la insignia de Isabel Ia Catlica y me confiré el grado de Subteniente de Pusileros. Al anochecer, con el brazo en cabestrilloy Ia medalla en el echo, salfcon ani familia a dar un paseo por el malecén, donde toda la {gente se acereaba #felctarme. Fue mi victoria defnitiva sobre Marl, (he para entonces ya estaba casado y hacia una oscura vida de oficinis- a, ayudando 1 papd con los trabajos de la notaria, Pero a partir de en- tonces se invirtieron los papeles: 6! empez6 a competir conmigo y legs ‘enviiarme tanto como yo Io envigi de nif, al grado de alistarse en 2 _leiecito para emular mis hazafas, Arrogant y sobrado, debi pensar por ser gdero y tener plana dehidalgo expat me dejara ats en Sey poco tiempo. Pobre Manuel: dbié resignare sl honrada media- dia que Ia vida le deparaba. ‘Dedicado al cio y a las francachelas quemé los seis meses de mi ficencia. Mi aurela de héroe me babia hecho popular ente las damas ‘de Veracruz, pero en ese tiempo yo preferia 2 las mulatas del ‘Marea, que me concedian sus favores sin pedirme juramentos de amor Terno, Cuando volvs a la Division del Nore pagué las consecuencias (de mi desenfreno, Obligado a ayunar después del banquete, conoe! los SSgores dela sbstinencia sexual. Por haberme abrasadoa sola, sin por ‘Ger apartar de mi mente ls ancas generosas de mis queridas amigas, ‘omprendo las desviaciones contra natura en las que puede ineutri un ‘hombre desesperado, Enel campamento habia parejas de sldados que ‘compart el mismo sarape y en las noches practicabaa la sodomia. ‘Cuando Arredondo los sorprendia en el acto nefando los mandaba azo- tar dlante de toda la tropa, los vestia de mujer y es embarraba en Ia ‘carasu propio excremento, Yo era més indulgente con os sodomitas de ‘mi batallén, Su vicio me fepugnaba, pero me hacia de la vista gorda fuando los ofa jadearen la oscuridad. Mientras pelearan como varones Gurante el dia, ,qué me importaba si eran hembras de noche? Pecificada la provincia de Nueva Sentander, el foco rebelde que mds inguietaba alos altos mandos del eéreito era la provincia de Texas. ‘Me reincorporé al servicio cuando Arredondo aeampaba en Ei Encinal Gel Atascoso, las afueras de San Antonio Béjar, Por insirucciones del virrey Calleja tenfamos que someter al insurgente José Alvarez de ‘Toledo, que Habis tomado la plaza con los restos de las tropas que acom- ‘anaron 2 Hidalgo en su retirada hacia el norte, reforzadas por los pielesrojas de los contornos y un centenar de mercenaries reclutados en Nueva Orleans, Arredondo esta de buenas, pues aborarecibia 6rde- res de un general vitorioso que habla sido su compaliero de arms n0 de un advenedizo como Venegas. ‘Con los dos mil efectivos que le asign6 Callea no tuvimos dificul- tad para dspersara los rebeldesy recobrar Ia ciudad. El plan de Arre- dondo era volver a Veracruz cuando termindramos de fusla alos pri- sioneros y dejar una pequefia fuerza que repeliera los ataques de Los genizars,latibu mas umerosa dela regiéa, que acechaba ens mérge- res del rio Medina. Pero Calleja teria una contraofensiva insurgente y Te ordené permanecer en San Antonio con tods la division. El coronel se senta asus anchas en linea 6e fuego oen los preperativos de wna bata- 4“ lia, pero la ociosidad le agriaba el cardcter. A falta de un enemigo con quiet matdn, Ios importadores de mercancias tendrén que pagarse 5 propia escola. Con esto, los precios se irin alas mbes. ‘Una de as primeras cosas que aprenden casa det gobernador Divila fe que las clases acomodadas, el e}éeitoy lo altos dignatarios de Is Iglesia se tapaban con la misma eobija, pero cada quien la jalaba a su coaveniencia. Davila era particularmente sensible alas presiones de los hacendados que intentaban descobiara fos militares. Recverdo su vebe- mente discusién cone hacendado Joaquin OrdéSez, culpable de que mi tio José fuera sometido a un proceso inquisitorial, con los rsts rsulta~ os que yah referido. Une tarde, er un corrilloformado a espaléas del ‘gobernador, don Joaquin se quej6 de que el gobierno habia vuelto a su- bir el monto de las contribuciones para gastos de guerra exigidas alas familias acaudaladas: Cada ver nos piden ms, pero yo no veo resultados. {Qué espe- ral gobierno para aplastar a esos bandidos? DDévilasali6 en ese momento 2 la veranda y alcanz6 a oi el mur- sllo de Order —No crea que es tan fil derrotar alos rebeldes —dijo~, Morelos {yu gente estén escondidos en Ia sierra y la indiada los protege. “Pero no es posible tamafa ineptitad —se engallé el hacenda- do—. Yo ereo que una parte de mi dinero se queda en las bolas de los —Si usted y los ricos quieren conservar sus haciendas, aflojen la porque sin plata nada se hace —Dévila alz6 a vor—. Yo leo sin lat Sato las gneetas, porque no tengo nada que me roben. Ustedes debe- fan ser tos mas interesados en la conservaci6n del orden. Ya lo ereo que lo somos, y también los mis esquibmados —se sulfur6 don Joaquin. Esta guerra ya me vacostando ariba de cineuen- ‘a ml pesos, —Y le cosiard mis, amigo, porque los soldad: Amigo, porque fos soldados no viven del aire ~Dévilaintentaba sonreir, pero tenia las mandibulas trabades Mi pat ene rar, ee gobicno arg Diego Ordonez, el hijo mayor del hacer tado— Pane ‘tanto soldado flojo? e one [6 usted, jovencito, qué hace aqui en lugar de bairse con os e Deldes? —contraaiaes Davila salones, mientras los jovenes de Sefioito, puesto en evidencia, ~Cealguier pretext es bao para screed . Pea sear etait aa als, Mire used, gu tena judi el eient Say ane Ba eal el bro ye puso fetes Diego, come dos ioe in coat vaa Sone veinte altos y ya fue herido en combate. sus leas, tenis ~obniecl dn presen poser Yine des combo cece sho Ae cn ‘éreito, mientras usted se perfuma y jucga als naipes Diego hizo un mohin de dsgusio,abandond la veranda y no #c- Hemge, aunque su pate seus | ‘que una victoria personal, el “Aprendi que la riqueza no vale ‘res6 a as tertulas de Davila en mucho i ‘asistiendo por convenieneia politica. Mi F 2 z ¥ : i i Dropias de Ios libros de cat titlo que ya empezaban a Aiarios la crénicas de sus 2 Be ‘| Envidiaba hasta sus atropellos y corrupielas, que se comentaban con escndalo en easa del gobernador. Fiero como Alila, despiadado ‘oro Pedro el Grande, Intbide se apropiaba de cases y ranchos, per. tritiadesmanes al tropa, coleaba alos insurgentes como s fueran ga ado y quemaba los pucblos donde se escondan. ;Cuinto me hubiera scado ‘ener sus agallas y su libertad! Hecia 1815, cuando fue nombra- fo Jefe del Ejéreito del Norte, honor nunca antes conferido a un erio- tl, mi afén por emularlo se valvi6 una odsesién, Como asistente del _gobernador jams lograria sobresalir por mis méritos en campata. Ne- casitaba entrar en acciGn y rogué 2 Davita que me enviara a pacificar Josalrededores de Veracraz, donde a guerilla insurgeate se habia he- cho fuerte, al punto de cobrarpeaj alos coches que transitaban por et amino tea, Pero antes de refer mis escaramuzas con los guerilera de la Sie- 114 Gorda, quiero contarteeémo logréconvertirme ene oficial favorito 4e Dia. Por supuesto, lo que leris.acontinuacién es confidencial, pues ‘0 quero dara la publicidad mis imimidades. Nada més venerable para raf que la reputacin de una dama, Siempre ful un celoso protector dela hoara femenina, pero ahora que las mujeres estin fuera de mi aleance, ‘me complace atemperar ls desdichas dela vejez cone! recuerdo de mis primeras conguistas. Hablando'de hombre alombre: gaunca teba pasa do que después de seducir a una mujer tienes ganas de contéselo a un amigo, y al hacerlo redoblas tu goce? Pues a mi edad ese nico placer que me queda, Rara vez pienso en mis grandes batalla; la ploria que me heron se disipé como una tolvanera con as primerasgotas de lluvi. Sin ‘embargo recuerdo hasta el menor detalle de una seduceisn y he vuito a ‘encontrar en suefios las bricsashurfes que slegraron mai juventud, (Oh mingos fen el mercado de Medellin cepartia con todos los puesteros, etre el hllido de 10s prieos y el iritante parloteo de is monos. Cuando daba estas segufa las cosuumbres jarochas al pie de la letra. A los hombres {es ofrecia la botella de aguardiente, a las seforas un vaso que ellas siempre rechazaban, pero luego bebian a hurtadllas, pues creian inde- fente tomar ala vsia de sus maridos. Padect algunas incomodidades, tomo'los malditos jejenes, que me sacaban goias de sangre en cada pigoete y hubiera preferido que las mujeres anduviesen menos ligeras fe ropa, porque Ia continua jodenda me tenia en un estado de exte- suacicn ‘Pero el cartio del pueblo compensaba todos mis malestaes. Darts Jo que fuera por volver a gobetnar asf, como un padre jusio y providente, Por desgracia, en la politica el amor correspondid se da tna sola vez en Ia vida, Nunca volvi a despertar en el pueblo un sent siento de adhesién esponténea y genuina, Pero basa de lamentaciones ‘que no vienen al caso. Pura efectos de mi biografia slo debes recalcar ‘que mientras fui un rey en pequeto, mientras pude gobernar como Adin nel paraiso, conté con la aprobacién unnime de mi pueblo. Paso de Ovejas, 17 de septiembre de 1819 Tusrisimo Capitén General: He vavilado mucho antes de escribir, pues conozco sa doreza con os fnrgantes, pero mi ceber como sldado, yl crecient enojo dea po- ‘aco, me obligan a rendre cvena doles miles qj que he re- sibdo por la condueaalaneray despxica del tenientecorone Seta ‘na. Ampacad en el nombramente del virrey Apodaca, Santa Ana explota en provecho propio el trabajo obligatorig de los campesinos, ues ida semana obliga eatorcecvies, sinpago algo, aconbeit ea consuzcén eso rancho yen! evantaniento de un esabo dn Ea ence todo el ganado de Ie eg, Stalguo se resite&cum- rlircon a dra fens, lo easia con 72 horas de reso, sin mporarle 5 estado de seid sv avanzaca edad. Inensibe a as caencit del pueblo, seh dado mata pra acapara los ranos ela comarca y fa 1k precios estratosfrios, con el objeto de ensiquecesey sutaga os fasios ub 5a comosa aii pr los gallos 2 Pero fo que alcanza ya proporciones de esséndalo son sus conty, bernios con el hampa local. El bandido Epigmenio Lif, que hasta bac, poco estaba preso en a cécel de Medellin por haber asalado la eapily 4el pueblo, se ufana en fos lupanares de que el teniente coronel e cox ‘rG el cilia de plata y as custodias entradas del terplo, en iris ‘antidad de 100 pesos, con el objeto de revenderias en Veracruz. 1 ‘ronta iberacion det reo, ordenada pore propio Santa Anna, ha Neng, do de indignacién alas familias decertes dela regién, Amigo de mate ‘es tahies, la conductapsblica del coronel se asemeja mds ala do ‘bandido qued la de un mata. Especial indignaeion desplertan sus rap tos de jovencites. Ye suman docenas las doncels burladas por él que ‘han ooutado su vergieaza cn el beatrio de Jalapa. Sé que no me eo. ‘responde enjuiciar aun superior, pero me asisten razones poderosts para distraer su atencion y solictarle que Santa Anna sea destiuido y ‘Prosesado por un Tribunal de Guerra. Sino acta pronto para llamarie al orden, los latrocinios que Santa Anna ha cometido y segura come. tiendo se cargarén la cuenta de so gobierno. Quedo a vuestras érdenes Sargento Mayor Ignacio Ibert FISCALIA MAYOR DEL TRIBUNAL DE GUERRA. VEREDICTO DEL PROCESO TOR DIFAMACION INSTRUIDO Ai, SARGENTO MAYOR IGNACIO TBERRL Habigadoseefectuado las diligencias extipuladas en el Cdigo Disili nario a solicited del Capitin Genera ost Davila e declare que en el {eto por difamacion ycalumnias insridoalsargento Tet Trib ‘al hs encontrado al reo culpable de los cargos que sel inxpatan, por no aber sporado pruebas que sustenen sus atsacions contra te iene coronel Antonio Lépez de Sana Anna, quen a declaradoposeer séloun pequeto rancho en Paso de Ovejas, product de sus economies ‘Apsticién dela pare acusadorarndierondecaracigo la seria Emilia Carranza, natural de Medellin, seniora NildaJalén, natural de San Diego, y el seor Manuel Aimaraz, natural de Temarindo, quienes s¢ retrectaron de sus primeras declaraiones,alegando que el sargento err habia flea sus testinonis ~_ En virtud deo anterior, el tipanal impooe al reo uns pena de seis meses de aresto yuna mula de 600 pesos, que sera descontados de st soldada a rezin de 50 pesos mensuales. ” ope Viera ya 0 rereentab singin peligro pas i rn, piesa icomocaba sobremaners a vive i au ie ganna rencor orl tet on Puente del Rey, y are corp una ofesn personal el Peco de qo esa ix ta ius cas no esa Ge rept enna pretroquc a pct ate nd Ta roca so concurs onl ares de cabecla. Oto ea ‘tn char sess ra oxen sao dl Yo tao a pala eval esl pre cme ceases Bre posible tenet na cela, como uel lV ‘Tonge Vicia manjaba dese a sombra ita extensa ede in Tdses No xan abe puesto las amas, os campesinos la ‘Epon comioabansnpatiranda co a caus isargente ye enviban Theta on i poli de scereamiento log que Se absavira de tact syle! det rono sigra os pron ela provi pra vere poras nusones, No bia enucldo au car, pero so SBP pase tenia que dbiarto, Victoria vada muchos aos ‘nds ato uta yonorecibia armas Eads Unidos y ds pet de ia dfeccions su etado dei n0 pod ser muy Bueno. ‘Efnonscaras toss basa convene de qe sla eri poten ese pln ent ah Hasae few a Iron Medelincon cut cabo de gana ego cree que Saba petuaido cusndo soe exeviare conmigo en prvi. Toni pal econo fie ie dr con aw sui sat con svn En como er oat [Eriobo,peoa ioe 2 aos ano wesc amoral corse riesgo “Storm d mis speriores, Campliendo lo conveido, me encon- i con fos hombres de Vitra en an rie abandon, 2 medi tino ene San Deg y Paso Ge Oreja Recorimos cio legos por sro sendro cad nla trecor pe recede hen ue seas avi achesis, Por ect ds fapssnjes eros de as pers dee qe eibamos eea Jahope, Axcess empinada cost, vadeamos un ace 9 Ms imertamesen en Dosue de pnosJonde el lima era més tempado. La toe en ean, uae yan nari cs pela bejroe l eaball para descarga lava, se Bao tera ag pemedtad si Victor los ara eva para tjecuanne? No dee de eclr basta que me quiaron Ia nda de Tos 1s ‘ies, en un sombrio paraje donde las copas de lo Arboles formaban un Déveda impenetrable. El capitéa de la escolta me Hev6 del brazo han | Jn entrada de una cueva disimulads con arbustos y carrizes. —Espérese ah, orita viene el jefe. ‘Momentos después salio rengueando de I caverna un hombre é ‘median esata, cailargo yojeroso, que llevaba una casaca dshilacha, «un gran escapalario en ei pecho. Debla tener treinta aflos cuando me, ho, pero su adusto sembianey la Barba de ermitao le cuplicaban dad Al acercerne para saluarlonoté que le falabaa ore derecbay ‘ecordé las leyendas que ciculaban sobre sus ataques de eplepsia, Ta ‘ez la monstruosidad fuera una condicin necsatia para el herofamo, Pensé, S6loun ser enfermizo y deforme como Vietoria pout ibrar dey, 4e su cubil una lucha solitaria conta el imperio espaol, ~ catigEavenid a su humid casa —me dijo. Usted ese! primer .2ealista vivo que lege hasta acé —Hasta que por fin nos vemos las caras, Ya empeasba a dudar ée su existencia, don Guadalupe. Victoria sto me tends la mano, pero yo le dun abrazo efusivo ‘para refrendarle la nobleza de mis intenciones.-Pasemos al interior oe | cueva, donde se podia ler y eseribir gracias ala luz que se filtrabe Por una hendidura de las rocas. Al fondo habia dos bujas encendidas «que segin mi anftrén servian para ahuyentar alos murcélagos. Me Sorprendio encontrar, junto a su catre de eampaia, una esplendida mest provisa con cuberos de plat, mantel largo y vail de porce Es fo dkimo que me queda de mis tiempos de licencisdo —me xplicé Vitoria. Nome importa comer tasajo todos los diss, siempre ue me lo sirvan como Dies mands. ‘La comida fue mejor de to que podia esperarse en un lugar tan Aagreste: sopa de huilacoche, guisado de jabal con berenjenas, canoes asados y una botlla de vino carin. La charla, en cambio, eay6 desde ! principio en e terreno de las vaguedades, porque en vez de hablar so. bre ls condiciones para un armisicio, Vitoria prefirié exponerme sus ideale polticos. La América Septemtriona, dijo, s6io conoceria un fu. turo venturaso cuando lograra librarse del yugo espafol. México lo te. "ia todo para ser una repdbicapréspera: mineralesen abundancia, os. ‘ques de maderaspreciosas,sueios frtles, un pueblo trabajador una extensida territorial que ya quisicran las principales potencias de Euro a. Solo queen vez de expltar nesias riquezas en beneicio propio, Sebamos pagerietributo a una caterva de zorros engolilldos, % i Noe da pea esr aos acpi? ~neresam—.Usted ) smericano como yo, coronel pero unt lala a la corona de Espa 12 corona est en manos de un canal y usted lo sabe tan bien am yo — Victoria io con el puo sobre a mese—. Fernando raieio- 2 s1 pueblo cuando derog6 la Consttucin de Cz “Soy un militar yno azostumbro nmiscuirme en plies, Usted es mejor politico que ss jefes. De lo contrario no estria sap seiado ‘Su clogio me halag6, pero fing una retin insoborable. Vine arogarle qu se acoja ainda del virey Apodaca. No, coronel, yo no puedo eceptar nada del vere, porque eso sigificariareconoeele sutordad,y para mt la soberania reside en el Meblo. Asi que vaya con Apodacay digale de mi pate que primero aserd sobre mi cadiver. ™Parao enconar Ios énimos me abtuve de transmit su mensaje, ue a pesar de mi fracaso crea posible convncero en fturs e9- sos Pero as rules oles ecaron por der is plas En Espata habia estallado una revohucign liberal el rey Fernando se vio obligado a jurar mievamente la Constucion de Ca, aborrecida pt los aristeratasnovohispanos los jrareas de lo cero. Conmo- ionado por la noticia, Dévila exclame en ura reunign de aoables: “Se ‘ores, la Condition ests jrada,esperen ahora a Independencia, que sett el resultado ce todo esto.” No andaba deseaminado, pues gracias al favorable velco dela founa a insurgenca renscié donde parcia extinguida. Hasta en fz zona bajo mi mando hubo motineseruents, camo el acaecido en San Diego el sitio ade 182, cuande los hab: tans del puedo, azazados por Guadalupe Vietri, destrmaron a tops de infaresay degolaon al comanedarte del pina. Me sent pot primera vez en un predicamento moral. pues conacia a muchos de fs insurrectos que debia pasar por les armas. Los alzads tenia armas y contaban con el apoyo de los habitantes de Medellin, lamapa, Tarnari- doy Taxicoyan, donde czculaban octavils que Hlamiban al pueblos romper sus cadens. Procure someter alos levantiscos con el menor derramamiento de sangre, prgucel papel de verdugo no cuaaba con mi carter, No 610 tenia razones humanitarias pra actuat con clemtencia, sno atin po- lticas. Desde mediados 6e ao citculaba et rumor de que et vrrey ‘Apodacatramaba en la ciudad de México la proclamacin de una inde penencia provisional en eomplicidad con tos hombres promises {el vireinato, Los conspiradores se reunian enl oratorio de San Fel - Neti del tempto dela Profesa, entre ellos figoraba Apustinde lurbi sefialado como brazo militar de pronunclamiento. Dévile no dabe cr ‘ales murmuraciones pues le preci increfble que Apodaca respalday un plan tan descabelado, Mientras eran peras © manzands, yo procart tratar tos insurgentes con algodones, pues me pareciainsensato sas _gat al pueblo por desear lo mismo que sus gobernantes. Si Apodace ‘nmaba de valor y proclanaba la Independencia, todos quedariamos¢ | 1 mismo bando, Para qué enconar fs adios si era inminente la paz? Pero el virey no se atrevié a llevar la conspiracin hasta sus Gi, ‘mas consecuencias. Tras haber entregado a tturbide la comandancia ‘Sury el regimienro de Ceiaya, emis as represaias dela corona y aba, onda su suerte al cauillo, negindose a suscrbirel Plan de igual. Cer, tamente, le condueta de Apodaca fu ambigua, pues si bien dela lags tra alos insurrectos, por otra parte concedié general indulo alos que desistieran de su propésito, incluyendo al propio Itubide. En vez de suadiralos demés generates con mando de tropes, la gravis otorgada por l virey los indujo a pasarse al bando insurgent, pues saban que se. lzamentotrunfeba ganarian mucho, ysillegaba a fracas, les queda ba la aliemativa de aceptar ef indult. Cuando Iturbide se alié com Vi _Serte Guerrero yl evantaniemo cundis por todo eine, compen ‘que mi destino era unirme al Ejrcito Teigarante, Mi duda era cdma y cusndo. Enel ejreito realist; ara bien opara mal, gozaba de influcncs {¥ptestigio, mientras que los insurgentes no dabansefiales de reconocer ‘mj valfa. El virrey Apodsca se carteaba conmigo, mientras que lurbide fingfa ignorar mi existence. Si esperé hasta imo instante para unit. Ine @ sus fuerzas, no fue por falta de patriotismo, como han propalad tmis enemigos, sino para revertir el menosprecio del que era victraa bhacervaler mis mérits de solcado, Enviado a Orizaba con doscientos granadetos, prepara la defen. Sa de la ciudad fortificado en el convento del Carmen evando se preven 16 el antigo soldado de la Independencia José Miranda y en toro alta ‘ero me reclamé la entzega dela vill, poniendo como condicién para ‘no atacaria nuestra adhesin inmediata al Plan de Igual, Miranca oeu. Paba un puesto inferior en el escalafén del Ejéreito Trigarante, Por sy falta de tao comprendi que para él y sus jefes yo no eva mds que un Ofcialillo menor, a quien bastabatronare los dedos para causarle pani. 0, ;Pobre Miranda, no sabfa eon quia trataba!Fingicnd interés en sa ‘oferta, le pedi 48 horas para consuliarla con mi superior. Esa misma noche ordene la sada sigilosa de mis tcopasy eal sobre el enemigo en asd ciudad, Lo solddos de Miandatenan seo pest- san eon cuhllo scarce mp de pester Ne pers othalaiayewrsemoass occ aes omncat ne reern con equa soo fle aia siguiente hubo un banquete en i fowor, Ea mitad dela 3 aut ore un este del covonel ee Joule, teeter de tide, que ba legco a Orzab me pela na ‘evn Su presen emucho mis respetee ge la Mian snus gn clogiar brava, Tela os a outs pues 2 our para te do peo queria evar ua poo eat ber nanos. El eécitolibertador nacesttabe comandantesjovenes y valientes meeeociran ten i proviea, Iie tala segue de crea a Raat puicadoray ne conlderabn un mila val, Por qpéno So kimala a us furs? (or qu ole yu a conn oo pon ede ema uct? Cave oso jest qu seins ths tgaramenconevara eighty mi grade “Esl momento de rnuniar as unbiiones perio po sien del patria continu Herter, toning dl bombo en un ade tin persuasive, Pinel, amigo, ol cunt de binder le effete ‘muchas ventajas, En ef Ejército Trigarante no tendré que esperar cien despa beter un promocin porque lo ela ren a sas epertfaes poe uchpies. Deecho, rbd a fed 3 poe ‘feminode creel slocspera ni eco pare evict, {Qué mas podia pedir? Para cambiar de casaca o encabezar un_ sronuilamiento yo necesiaba secon queda Inde ea thor Bral quem atnaba dts de Napoleon Bonaparte ysu esac ete una apeiron, St Drain de Pero me singuacon ‘apreci, ste laa come a uo ce ms ge, dbl coreapon Secon a mitaa pola Mand conrepar shone en pat ‘Homenn, ys Arg una ensin nena pra aoe saber trnmigo a Pn de Igual, Mista anc ign os pts ear tli, qo tron del bance en sel deep, Los fso- {hee sun hes scar art Wes pe er ad es qe solo eseathe la vor de mi crac Las Bonoes 9 Tos. ‘emo oca eronel rnp wor mood Cad te in eltn mis rile mi Vida el ert ela cotaa ton 12 Inlefetvon enn provincia e Verse, condos ds mes ose menera praca spowando bre segue Gone so tmuto porta grvedad emi ec, esr uns cara s Divi dnd peertabern enucisy opi is ees . cone 55 pox Ver eco ued ciclo Ease i Avoca sbraba coronel del ejército realista. i vite AP an gue baba comet a 0 Score re e8 una ‘aventura condenada al fracaso, justo ee cer hacer 0 FO Me a sbernarse a si mismo. En cualquier —_ 4 Mein a en po lami la S38 63S aaa aus aera cchaa yor bi UR es Fer or os cvs cra ol, Fo pear ks cand Hera On a vans Noss con psa eparo comes a ae xan, No ps efecto ca este a ass a mah Pn dp sop fl pal a Mexico, julio $ de 1874 ‘Aeetisimo don Manvel: Desde que tengo el honor de conccer al general Santa Anna, he procu= ‘ado servrlo en la fortuna y en la adversiad, sin esperar mas fecom- pensa que la de su afecto. Como usted sabe, el destino sel nuestra ‘mistad con tazos de sangre, al disponer que fuéramos herides en la ‘misma batalla, cuando el cobarde principe de Joimvileatacé por sorpre- sel puerto de Veracruz. Conducidos al hospital de sangre improvisado las afueras del puerto, ei mismo galeno que amputé su augusto pie ¢ercend mi brazo izquierdo, En otrs tempos muchos fueron santanistas For interés: yo lo he sido siempre por canviceién, atl punto que dia |ustoso ninco brazo con tal de castign als tradores que le volvie~ ror la espatda, Usted mismo fue testigo demi lealtad cuando me ofect para acom- paiarlo al exilio en el afio 67. Recordard que en aquellaocasi fue su ‘spose Dolores quien se opuso a la idea, toméindome sin dada por un dulador miserable. Ya entonces advert que la sefora Tosa fe imponia, 11 voluntad a don Antonio y Jo estaba llevando a la ruin con sus Tujos & emperatriz, Cuan distinta fue wuestra madre, Id d&eily abnégeda Inde la Paz, a quien tuve la dicha de conocer en Manga de Clavo! Discreta y servicial,consagrada 2 los quehaceres doméstoas y ala ed- cacin de sus hijes, dota Inés jamés hubiera osado comtradecirio en nade. Pero las damas de su clase ya no se dan en estos tiempos de co- ‘mupcién y materialise, La titima infamia de dota Dolores excede a toda ponderacién. En las timas semanas, nostéigic de sus viejes glorias, don Antonio me habia pedido que le pusiera el unforme de gala, pues con ese indumen- ‘aria oe sentia mds inspirado para dictarme. Era un capricho inocent, ero la pérfida sefora Tosta, que al parecer se ha propuesta colmar dy amargura los limos aos de su marido, de un dia para oto dispusy, vender los viejos uniormes de mi general, con todo y condecoraciones ‘ajo a excusa de necesita dinero para el gato. ;Ni Meselina se buble, ‘se ensaftado fanto con el pobre Claudio! Su padre ha caido ental poste, cin que temo seriamente por a vide. Desde hace una semana siege 4 proseguir el dictado y apenas si prueba alimento. Ni siguiera lee Ine Periddicos, « pesar de queen estos dts han menudeado los ataques en ‘8 contra, Hablé con dota Dolores para supicarle que recupere los uni, formes, en especial el traje de gal, per ela me tat6 com a fuera my

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