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Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ngeles, si

no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que
retie.
Aunque tuviera el don de la profeca y conociera todos los misterios y
toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar
montaas, si no tengo amor, no soy nada.
Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y
entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para
nada.
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde,
no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio inters, no se
irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia,
sino que se regocija con la verdad.

1Cor 13:1-6

Muchas veces parece que lo ms importante es dar una imagen ante los
dems que muestre seguridad, elocuencia, estabilidad, destreza,
conocimiento, etc. Tambin parece que fuera muy importante alcanzar el
xito profesional y econmico a travs del sacrificio extremo y las
privaciones. Y aunque en cierto modo, la superacin personal, la madurez
y el equilibrio, son metas dignas de perseguir, lo ms importante son
nuestras intenciones: nuestras verdaderas, profundas y sentidas
intenciones
Lo que nuestra mente genera en planes de triunfo, de control, de
manipulacin, de fortalecimiento, de entendimiento, de venganza es en
realidad nuestra prisin y nuestra perdicin. Lo nico que estamos
alimentando es una baja autoestima y envenenando nuestra conciencia.
Jess nos invita con su ejemplo, con su evangelio a descubrir que la nico
que necesitamos es el amor, Su Amor. Si todas nuestras aspiraciones,
temores, proyectos, anhelos, carencias y debilidades las pusiramos

realmente en manos de Dios, finalmente desarrollaramos en nuestro


interior ese sentimiento de confianza, de esperanza, de seguridad y paz
que nos da el Amor. A travs de la oracin constante y perseverante
conectamos nuestros corazones al corazn de

Jess, manantial

inagotable de Amor por nosotros, con nosotros y en nosotros.

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