INDICE GENERAL 2000 FRA
FRAUDE.- Para estimar comprobado el delito previsto en la fraccién
XII del articulo 387 del Cédigo Penal, se requiere que las estipulacio-
nes contractuales especifiquen cantidad y calidad de material, asi
como clase de mano de obra que se utilizara.
(T. 106, p. 269).
FRAUDE.- Son nulos los convenios celebrados particularmente entre acu-
sador, y entidad ofendida (Bancos) cuando hay confesion plena del incul-
pado.
(T. 87, p. 171).
Fraude. Elementos del delito de. (Primer parrafo del articulo 386,
del Cédigo Penal)
Fraude. Sus caracteristicas. Diferencias en el simple incumpli-
miento de contrato.
(T. R.: T. 106, p. 301).
Fraude. Compraventa en que se paga con documentos de crédito
que posteriormente no se hacen efectivos.
(T. R.: T. 111, p. 279).
Fraude. Su comprobacién.
(T. R.:T. 112, p. 125).
Fraude por simulacién.
(T. R.: T. 116, p. 199).
Fraude. El articulo 193, de la Ley General de Titulos y Operacio-
nes de Crédito, no derogé totalmente el fraude del articulo 387 frac-
cion III del Cédigo Penal.
(T. R.: T. 117, p. 205).
Fraude. Terrenos Nacionales.
(T. R.: T. 117, p. 247).
FRAUDE. BASES PARA CUANTIFICAR EL DELITO DE.- Es inco-
rrecto establecer, como lo hizo el a quo, que el monto de lo defrauda-
do cuando se esta en presencia del tipo penal descrito en el articulo
389 bis del Codigo Penal, sea la suma de dinero que cada uno de los
compradores dio al fraccionador por los lotes que le compraron, ya
1FRA ANALES DE JURISPRUDENCIA
que de considerarlo asi, se estaria contemplando otro tipo de fraude y
no el previsto en el articulo 389 bis del Cédigo Penal. Debe por tanto
interpretarse que el monto de lo defraudado, es la cantidad que las
autoridades administrativas dejaron de percibir por concepto de los
derechos que genera un permiso para fraccionar un terreno en lotes.
(T. 212, p. 151).
FRAUDE CIVIL Y FRAUDE PENAL.~ No existe criterio uniforme en
la doctrina para diferenciar.
(T. 163, p. 291).
FRAUDE. CONFIGURACION DEL DELITO DE.- De acuerdo con el
art. 386 del Cédigo Penal comete el delito de fraude el que engafian-
do a uno o aprovechdndose del error en que éste se haya, se haga ili-
citamente de una cosa 0 alcance un lucro indebido; tal definicién
exige el elemento engafio que constituye la mentira dolosa, cuyo obje-
to es producir en la victima una falsa representacién de la verdad,
con la idea de obtener un lucro indebido, y la relacién de causalidad
entre ambos elementos. El inculpado en su caracter de funcionario
del Nacional Monte de Piedad, haciendo una falsa representacién de
la realidad, obtuvo un lucro indebido, en perjuicio de dicha
Institucién; siendo irrelevante para la constitucién del tipo, el hecho
de que el activo haya realizado o no materialmente actos de posesién
0 de dominio sobre los derechos litigiosos del pagaré y del inmueble
sobre el que se transmitié el derecho de propiedad, ya que tanto la
cesién de derechos, como el contrato privado de compraventa, dieron
lugar a que derechos litigiosos y derechos de propiedad respectiva-
mente, salieran ilegalmente del patrimonio del Nacional Monte de
Piedad. Los ilicitos de fraude se consumaron, uno en el momento en
que el activo celebré el convenio donde cede los derechos del pagaré, y
otro al momento de celebrar el contrato privado de compraventa.
(T. 208, p. 107).
FRAUDE. DELITO DE. VENTA DE BOLETAS DE OBJETOS PIG-
NORADOS EN EL NACIONAL MONTE DE PIEDAD, CUYO
AVALUO APAREZCA INFLADO, POR CONNIVENCIA DE LOS
PERITOS VALUADORES DE LA INSTITUCION.- No se comete siINDICE GENERAL 2000 FRA
en autos no existe comparecencia de persona alguna, que haya resulta-
do lesionada en su patrimonio, como consecuencia de haberlas adquiri-
do; pues el lucro indebido a que se refiere el articulo 386 del Cédigo
Penal y que es necesario para la integracién del cuerpo del delito en
cuestién, sélo puede acreditarse relacionado el precio en que fueron ven-
didas las boletas correspondientes a tales objetos, con el avalto real de
los mismos, dato sin el cual no hay certeza juridica sobre tal aspecto.
(T. 157, p. 227).
FRAUDE, ELEMENTOS DEL DELITO DE. ENGANO.- De acuerdo
con el articulo 386 del Cédigo Penal, comete el delito de fraude el que
engafando a uno 0 aprovechdndose del error en que éste se halla, se
haga ilicitamente de alguna cosa 0 alcance un lucro indebido; tal defi-
nicién exige el elemento engafio que constituye la mentira dolosa,
cuyo objeto es producir en Ja victima una falsa representacién de la
verdad, con la idea de obtener un beneficio ilegitimo, y la relacién de
causalidad entre ambos elementos.
(T. 135, p. 273).
FRAUDE EN GRADO DE TENTATIVA. SIMULACION DE UN
JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL.- No se prueban los elemen-
tos materiales del cuerpo de tal ilicito, si existe sentencia definitiva,
pronunciada por autoridad competente que constituye verdad legal,
toda vez que de acuerdo con las constancias de autos, se aportaron y
examinaron las pruebas propuestas por las partes, concediéndose
pleno valor al documento mercantil.
(T. 127, p. 197).
FRAUDE. ENGANO O ERROR REQUISITO PARA CONFIGU-
RARLO.- Naturaleza penal o civil de este elemento.
(F. 160, p. 197).
FRAUDE ENTRE CONYUGES, SE REQUIERE QUERELLA DE
PARTE PARA LA PERSECUCION DEL DELITO, PRESCRI-
BIENDO EN UN ANO LA ACCION PARA FORMULARLA.- De
acuerdo con lo establecido en los articulos 378 y 390 del Cédigo Penal,
en el delito de fraude entre cényuges se requiere querella de parte
73FRA ANALES DE JURISPRUDENCIA
para su persecucién y, por lo mismo, debe reglamentarse por lo que a
la prescripcién se refiere, por el articulo 107 del propio Cuerpo de
Leyes, que sejiala el término de un afio para que opere la prescripcién
y si, como consta en los autos del proceso, la venta tildada de fraudu-
lenta se realizé en marzo de mil novecientos sesenta y se formulé la
denuncia en octubre de mil novecientos sesenta y uno, se concluye,
sin mayor esfuerzo, que transcurrié con exceso el afio a que el citado
artfculo 107 del Cédigo Penal alude, debiendo por lo tanto confirmar-
se el auto apelado.
(T. 100, p. 219).
FRAUDE ESPECIFICO. ENGANO, REQUISITO PARA CONFIGU-
RARLO.- En el delito de fraude el elemento engajio es de suma
importancia por tratarse de un elemento de naturaleza predominan-
te psiquica. De tal manera que para que se configure el tipo del deli-
to de fraude es necesario que el engafio y la obtencién def lucro se rea-
licen concomitantemente 0 previamente. En el caso a estudio no se
libraron los cheques con el fin de procurarse ilicitamente una cosa u
obtener un lucro indebido sino a titulo de garantia, o en el ultimo de
los casos, de pago de una deuda de caracter netamente civil derivada
de un contrato de mutuo, motivo por el cual no se encuentra acredi-
tada la existencia del cuerpo del delito de fraude.
(T. 201, p. 95).
FRAUDE ESPEC{FICO POR SIMULACION.- Este tipo lo describe
la fraccién X, del articulo 387, del Cédigo Penal y que comete el que
simula un contrato, un acto o escrito judicial, con perjuicio de otro 0
para obtener cualquier beneficio indebido. El tipo configurado en la
fraccién que antecede se integra con: “el perjuicio de otro para la
obtencién de cualquier beneficio indebido”; lo que constituye el resul-
tado de dajio efectivo 0 de perspectiva de dafio, de lo que es causa la
simulatio litis.
(T 159, p. 173).
FRAUDE GENERICO CONTINUADO, ELEMENTOS DEL.- Los
elementos del ilicito penal de fraude genérico continuado, son: 1) La
“4INDICE GENERAL 2000 FRA
existencia de diversas conductas engafiosas, tendientes a producir
error en el sujeto pasivo; 2) Un resultado material, consistente en la
obtencién de un lucro por parte del sujeto activo; 3) Un nexo de cau-
salidad, que es la relacién que existe entre las conductas activas des-
plegadas y el resultado material producido; 4) El empleo del medio
comisivo, que se traduce en el engafio o error que sufre el sujeto pasi-
vo e, 5) Un elemento normativo, consistente en lo indebido del lucro
obtenido.
(T. 233, p. 121).
FRAUDE. INEXISTENCIA DEL DELITO DE.~ Siendo las obligacio-
nes son derivadas de un contrato civil, no puede decirse que el incum-
plimiento de las mismas sea de cardcter penal. Para que quede com-
probado el cuerpo del delito de Fraude es necesario que el engafio
exista desde la época en que se celebré el contrato.
(T. 202, p. 115).
FRAUDE, LA CONFESION COMPRUEBA EL CUERPO DEL
DELITO DE.- De acuerdo con el articulo 116 del Cédigo de
Procedimientos Penales en relacién con la fraccién II del 115 del pro-
pio Ordenamiento, el cuerpo del delito de fraude se justifica con la
confesién del indiciado, aun cuando se ignore quién es el duefio de la
cosa materia del delito.
(T. 126, p. 235).
FRAUDE. LO COMETE EL PATRON QUE PAGA A SUS TRABA-
JADORES UN SALARIO MENOR AL MINIMO.- El delito de
fraude que reglamenta la fraccién XVII del articulo 387 del Cédigo
Penal se configura si se comprueba que los trabajadores al servicio
del inculpado, percibian un salario menor al minimo autorizado en el
Distrito Federal, obligados por su situacién econémica, sin que sea
obstacule para ello el que al acudir ante las autoridades se hayan
presentado decorosamente vestidos, por no haberse aportado pruebas
que justifiquen la bonanza de los quejosos, quienes aseguraron cons-
tantemente el ser victimas de su precaria situacién econdémica, moti-
vo por el cual aceptaron trabajar horas extras renunciando ademds a
rtFRA ANALES DE JURISPRUDENCIA
sus dias de descanso, circunstancias suficientes para obtener la ante-
rior conclusién.
(T, 125, p. 189).
FRAUDE, LO COMETE QUIEN APROVECHANDOSE DEL
ERROR COMETIDO POR SUS COMPANEROS DE TRABAJO,
VENDE MERCANCIA QUE LE FUE ENTREGADA EN EXCE-
SO, EN SU BENEFICIO PERSONAL.- No est en presencia del
delito de robo, a virtud de que en esencia no puede hablarse de que el
sujeto activo hubiere realizado la accién tipica de “apoderamiento”, si
se toman en consideracién las declaraciones que obran en autos, res-
pecto a que la mercancia que vendié el acusado para su propio bene-
ficio, le fue entregada de mas por empleados de la negociacién para la
cual trabajaba el propio inculpado. Deben desecharse los agravios del
apelante, por cuanto expresa que en la especie se trata del ilicito de
abuso de confianza, toda vez que para que este ilfcito se integre, se
requiere como presupuesto la tenencia de la cosa y en el caso concre-
to no puede hablarse de que al procesado se le hubiere transmitido la
tenencia, pero no el dominio de la mercancia, toda vez que en su caso
era un mero detentador material, encargado unicamente de trans-
portar dicha mercancia, pero conservando el duefio el poder sobre la
cosa transportada.
(T. 141, p. 151),
FRAUDE Y FALSIFICACION DE DOCUMENTOS, COMETIDOS
POR UN FUNCIONARIO 0 EMPLEADO DE UNA INSTITU-
CION DE CREDITO. CONCURRENCIA DE NORMAS INCOM-
PATIBLES ENTRE Si: ARTICULOS 244, 245 Y 386 DEL
CODIGO PENAL, RESPECTO DEL ARTICULO 153 BIS 1,
FRACCION I, DE LA LEY GENERAL DE INSTITUCIONES
DE CREDITO Y ORGANIZACIONES AUXILIARES. DEBE
APLICARSE ESTA ULTIMA DISPOSICION LEGAL, QUE
ESTABLECE UNA NORMA ESPECIAL QUE REGULA LA
CONDUCTA TIPICA CON MAYOR EXACTITUD, CON FUN-
DAMENTO EN EL ARTICULO 14 CONSTITUCIONAL.- Esta
Sala observa que de los elementos de prueba anteriormente transcri-
76INDICE GENERAL 2000 FRA
tos, se desprende supuestamente una conducta delictuosa, que se
hace consistir en que el inculpado en su cardcter de funcionario del
Banco que se indica, falsificando documentos, obtuvo un lucro indebi-
do, en perjuicio de dicha institucién; ahora bien, este Tribunal consi-
dera que tales conductas (Falsificacién de documentos y Fraude), en
su caso, podrian encuadrar en el tipo descrito en la fraccién II del
numeral 153 bis 1 de la Ley General de Instituciones de Crédito y
Organizaciones Auxiliares, ya que si tomamos en cuenta la calidad
del sujeto activo en la institucién bancaria, en la cual prestaba sus
servicios, es decir, la de empleado o funcionario, se colige que los
hechos delictivos atribuidos al encausado, podrian encuadrar en el
tipo especial previsto en la fraccién II del articulo 153 bis 1 de la Ley
General de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares,
toda vez que esta figura delictiva esta regulada de la siguiente mane-
ra: “Seran sancionados con las penas que sefiala el articulo que antece-
de (prisién de dos a diez afios), los funcionarios y los empleados de las
Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares: I- ...; II- Que
falsifiquen, alteren, simulen o a sabiendas, realicen operaciones que
resulten en quebrantos al patrimonio de la Institucién u Organizacién
en la que presten sus servicios...”; de lo anterior se desprende que dicho
articulo requiere para la integracién del tipo, elementos especiales,
tanto en la calidad del sujeto activo (empleado o funcionario de una ins-
titucién de crédito), como en el sujeto pasivo (que sea una institucién de
crédito}, es decir, no es un tipo delictivo comtn o indiferente, en virtud
de que no cualquier persona puede cometer dicho ilicito penal, sino
unicamente quien sea un empleado o funcionario bancario y que el
pasivo, como ya se dijo, lo sea una institucidn de crédito, que en el caso
jo es el Banco mencionado; pero ademas, la conducta del sujeto activo
requiere un especial dolo especifico, consistente en que falsifique, alte-
re, simule 0, a sabiendas, realice operaciones que vayan en detrimento
de la institucién bancaria en la que presta sus servicios; y por lo tanto,
Jos medios comisivos idéneos serfan la falsificacién, alteracién o simu-
lacién, de ahf que esta Sala estima que los hechos por los cuales fue
consignado A.S.W., en su caso, encuadrarian en la fraccién II del arti-
culo 153 bis 1 de la Ley General de Instituciones de Crédito y
Organizaciones Auxiliares: y si bien es cierto que podrian encuadrar
77FRA
ANALES DE JURISPRUDENCIA
también en los articulos 244, 245 y 386, todos del Cédigo Penal (los dos
primeros por lo que respecta al delito de falsificacién de documentos y
el tercero por lo que se refiere al delito de fraude), también lo es que en
estos ultimos preceptos se regulan tales conductas de una manera
general y no en forma especial, como las regula el articulo 153 bis 1,
fraccién II, del Ordenamiento citado, de ahf que estemos en presencia
de lo que la doctrina denomina una concurrencia de normas incompa-
tibles entre si, en virtud de que la conducta desplegada por el sujeto
activo podria regularse por dos tipos delictivos, por una parte en los
tipos previstos en los articulos 244, 245 y 386, todos del Cédigo Penal
(los dos primeros por lo que respecta al delito de falsificacién de docu-
mentos y el tercero por el que se refiere al delito de fraude), y por otra
parte en el articulo 153 bis 1, fraccién II, de la Ley General de
Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares, de ahi que deba
resolverse tal concurrencia de normas aplicando la norma que regula
la conducta tipica de manera més préxima o exacta, es decir, la norma
especial que contiene la materia o el caso de la norma general més un
elemento especifico (que en el caso a estudio lo es la citada fraccién del
articulo 153 bis 1 de la Ley General de Instituciones de Crédito y
Organizaciones Auxiliares) y no la general que en la especie seria de
falsificaci6n de documentos y fraude genérico contenidas en los nume-
rales 244, 245 y 386 respectivamente, todos del Cédigo Penal, para que
as{ se cumpla con lo establecido por el artfculo 14 Constitucional,
donde se establece el principio de especialidad, pues dicha norma fun-
damental exige que la pena a imponer esté contenida en una Ley exac-
tamente aplicable al delito de que se trata y la Ley mas exactamente
aplicable a los hechos a estudio, es la prevista en la fraccién II det art{-
culo 153 bis 1 de la Ley General de Instituciones de Crédito y
Organizaciones Auxiliares, pues como ya se expresé en este artfculo se
requiere calidad en el activo y el pasivo, lo que no se exige en los arti-
culos 244, 245 y 386 todos del Cédigo Penal, ya que de no serlo asf se
violarfa lo dispuesto en el precepto Constitucional antes citado, que a
Ja letra dice: “En los juicios del orden criminal, queda prohibido impo-
ner, por simple analogia y atin por mayorfa de razén, pena alguna que
no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se
trata”. Consecuentemente si este Tribunal de Alzada estima que la
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norma aplicable, en su caso, lo es la prevista en la fraccién II del ar-
ticulo 153 bis 1 de la Ley General de Instituciones de Crédito y
Organizaciones Auxiliares, por ende, la autoridad que debe conocer de
este asunto lo es un Juzgado de Distrito en materia Penal, por ser éste,
en su caso un delito del Fuero Federal, ya que esta previsto en una Ley
Federal, por lo que los que los términos del inciso a) de la fraccién I del
articulo 41 de la Ley Organica del Poder Judicial de la Federacién, este
Tribunal se declara incompetente para conocer de los hechos a que se
contrae la partida 57/79, del proceso instruido por el Juzgado Décimo
Octavo Penal del Distrito Federal, en contra de A.S.W., por los delitos
de Falsificacién de documentos y Fraude genérico, y en tal virtud con
fundamento en los articulos 444 y 449 del Cédigo Procesal Penal, con el
oficio respectivo remétanse los autos de la citada causa y el presente
Toca al C. Presidente del H. Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal, a efecto de que se sirva girar sus respetables érdenes a fin de
que sean remitidos al Juez de Distrito del Distrito Federal en materia
Penal, en turno, los autos mencionados.
(T. 182, p. 237).
GARANTIA DE EXACTA APLICACION DE LA PENA. VIOLA-
CION A LA.- El articulo 14 de nuestra Carta Magna, consagra la
garantia de exacta aplicaci6n de la pena, al determinar que en los jui-
cios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogia
y aun por mayorfa de razén, pena alguna que no esté decretada por
una ley exactamente aplicable al delito de que se trata; circunstancia
que acontecié con la acreditacién del delito de HOMICIDIO EN
RAZON DE LA RELACION DE CONYUGE, cuando se debié acredi-
tar el delito de HOMICIDIO CALIFICADO, respecto a la conducta
del coacusado, aplic4ndose por analogia la ley penal, ya que, inde-
pendientemente de que la pena sea menor de la que la ley contempla
para el delito realmente cometido, ello no legitima la violacién a la
garantia mencionada.
(T, 287, p. 257).
HOMICIDIO. AGRAVANTES.- Existe la premeditacién cuando concu-
rren los elementos subjetivos y objetivos de la misma; ventaja, por
79HOM ANALES DE JURISPRUDENCIA
encontrarse armado el activo, no asi la victima, y sin riesgo de ser
muerto ni herido por el ofendido; y alevosfa porque el activo sorpren-
dié intencionalmente al occiso, sin darle oportunidad de defenderse,
ni evitar el mal que le fue causado.
(T. 165, p. 145).
HOMICIDIO. AUTO DE FORMAL PRISION.- Si de autos se des-
prenden indicios bastantes para hacer probable la responsabilidad
penal del inculpado en términos de los articulos 249, 255, 256, 260 y
261 Adjetivos en relacién con el 297 fraccién V, procede el auto de for-
mal prisién.
(T. 112, p. 153).
HOMICIDIO CALIFICADO.- Se comete con las calificativas de preme-
ditacién y ventaja; la primera, cuando el sujeto activo causa intencio-
nalmente la lesién que produce la muerte al pasivo, lo que se hace des-
pués de haber reflexionado sobre el delito que se va a cometer y en
pleno uso de sus facultades mentales, y la ventaja se da cuando el pasi-
vo encontrandose inerme y el activo armado se produce conducta ilici-
ta, violandose el bien juridicamente protegido que en el caso es la vida.
(T. 225, p. 91).
HOMICIDIO CALIFICADO, DELITO DE.- El articulo 302 del Codigo
Penal, describe la conducta antijuridica y punible del tipo basico de
homicidio; pero si al momento de la comisién de este ilicito concurren
las circunstancias de que el sujeto pasivo se halle inerme 0 cafdo y el
activo armado o de pie, aunado a que éste no corra riesgo alguno de
ser muerto ni herido por el sujeto pasivo y aquél no obre en legitima
defensa, se actualizardn las hipdtesis previstas en los articulos 316
fraccién IV y 317 del ordenamiento en cita y por tanto, se estard en
presencia del delito de homicidio calificado.
(T. 281, p. 99).
HOMICIDIO CALIFICATIVAS EN EL.- Aun cuando de autos se des-
prenda que el homicidio se cometié con premeditacién, alevosia y ven-
taja, no es dable, sin violacién de garantias, tomar en cuenta esas
80INDICE GENERAL 2000 HOM
calificativas como agravantes de la penalidad, si el Ministerio Publico
en el pliego de conclusiones se limité a citar el precepto sancionador
del homicidio calificado, sin referirse a los hechos configurativos de
aguellas calificativas.
(T. 145, p. 193).
HOMICIDIO. CASO EN QUE CONSTITUYE UN DELITO PRE-
TERINTENCIONAL. NO ES APLICABLE LA PRESUNCION
DE INTENCIONALIDAD QUE ESTABLECE EL ART{CULO
90, DEL CODIGO PENAL, CUANDO NO ESTA SATISFECHO
LO PREVISTO EN LA FRACCION I DE DICHO ARTICULO,
DEBIENDO SANCIONARSE COMO DELITO CULPOSO.- Si en
el caso a estudio, el encausado sin intencién de privar de la vida a
ninguna persona, da un empujén al hoy occiso, para realizar presi6n
0 coaccién para que éste pagara la botella de brandy que habia solici-
tado, y tal empujén aunado al estado de ebriedad del hoy occiso origi-
na que se caiga y éste en su caida se golpea la cabeza, lo que le pro-
dujo un traumatismo craneoencefalico que le caus6 la muerte, sin que
esté demostrado contrariamente a lo argumentado por el Ministerio
Publico, que este resultado (muerte) haya sido la directriz 0 finalidad
que el encausado imprimié a su conducta (empujar), y por lo mismo
no esta comprobado en autos la existencia del “dolo” en el delito de
homicidio de que se trata, bien sea como aspecto subjetivo del tipo
delictivo (sistematica finalista) 0 como una de las formas de la culpa-
bilidad (sistematica causalista), segdn la sistematica juridico penal
que se utilice como ya quedé expuesto, y si bien el acusado quiso la
conducta inicial (empujén), el resultado producido sobrepasé o fue
més alld al que queria el agente, estando por lo tanto en presencia del
delito que en la doctrina se denomina preterintencional sin que tenga
aplicacién en el caso, la presuncién de intencionalidad que contempla
el articulo 90. del Cédigo Penal, ya que no esta satisfecho lo previsto
por la fraccién II de este articulo, en atencién a que no puede esti-
marse que la privacién de la vida haya sido consecuencia necesaria y
notoria de la conducta que quiso realizar el procesado (empujar), ni
éste previé ni pudo prever ese resultado porque no es consecuencia ni
efecto ordinario del “empujén” la supresién de la vida, ni tal previsién
81HOM ANALES DE JURISPRUDENCIA
esta al alcance del “comtn de la gente”, ni esta demostrado que deci-
dié violar la Ley fuere cual fuere el resultado... en estas condiciones al
no estar demostrado que el delito de homicidio se cometié en forma
dolosa 0 intencional, no puede sancionarse como tal, por lo que para
los efectos de la punibilidad debe estarse a la restante forma que
reviste el aspecto subjetivo del tipo (culposa) o de la culpabilidad, en
virtud de que el citado articulo 80. del Cédigo Penal regula tnica-
mente dos formas, por lo tanto para los efectos de la punibilidad debe
estarse en el caso a estudio a lo dispuesto por el articulo 60 parte pri-
mera del Cédigo Penal.
(T. 185, p. 235).
HOMICIDIO. COMO DEBE ACREDITARSE EL CUERPO DEL
DELITO MEDIANTE DICTAMENES PERICIALES.- No basta
acreditar una lesién y el fallecimiento posterior, sino que es preciso
acreditar también la relacién de causa a efecto entre la una y el otro;
y esto sdlo puede hacerse pericialmente, razén por la cual los peritos
cuentan los hechos objetivados que examinan exprofeso, y auxiliados
por su ciencia, establecen las consecuencias de esos hechos, juzgan de
ellos, los califican e interpretan para establecer sus relaciones con
otros desconocidos. Ahora bien si en los dictamenes periciales se uti-
lizan palabras que plantean una cuestién de posibilidad, condicional
o accidental (como “PUDIERON”), y no la certeza o realidad, tales
dictamenes no hacen prueba, puesto que la causa de la muerte debe
determinarse como certeza, y no como una simple posibilidad, y con
mayor razén si los peritos estiman que no pueden precisar las causas
determinantes del fallecimiento de 1a relacién de causa a efecto en
éste y las lesiones advertidas.
(T. 130, p. 243).
HOMICIDIO. CONCURSO IDEAL O FORMAL DE DELITOS. IN-
APLICABILIDAD DE LAS REGLAS DE LA ABSORCION DE
LAS SANCIONES .- Cuando el delito de Homicidio y el de Disparo
de Arma de Fuego, sean configurativos del mismo, por ser una con-
ducta tinica que produce una pluralidad de lesiones jurfdicas, no son
aplicables las reglas de la absorcién de las sanciones contenidas en elINDICE GENERAL 2000 HOM
articulo 58 del Cédigo Penal, ya sea que interpretando el parrafo final
del articulo 306 del mismo Ordenamiento Sustantivo, que sanciona el
delito de Disparo de Arma de Fuego, vemos que se aplica el sistema
de la acumulacién material de las penas, en el que simplemente se
suman las correspondientes a los diversos delitos.
(T. 152, p. 123).
HOMICIDIO. CUERPO DEL DELITO.- Hay ausencia de definicién
en el Cédigo de Procedimientos Penales. La comprobacién del cuerpo
del delito de homicidio requiere solamente un elemento material: la
muerte del sujeto.
(T. 129, p. 141).
HOMICIDIO. CUERPO DEL DELITO.- Su comprobacién debe con-
templarse en funcién de una conducta tipica, en la que exista una
relacion de causalidad entre la voluntad del agente del delito y el
resultado descrito en la ley.
(1. 167, p. 298).
HOMICIDIO CULPOSO. RESPONSABILIDAD PENAL EN LA
COMISION DE.- Si la inculpada tenfa conocimientos bdsicos de
auxiliar de Enfermerfa incurrié en una conducta imperita al aceptar
atender un parto con conocimientos de que éstos por su naturaleza
pueden presentar complicaciones que requieren conocimientos médi-
cos, mds atin si realiz6 sobre la persona de la pasiva al momento del
alumbramiento maniobras bruscas sobre la matriz para desprender
la placenta con conocimiento de que ésta tenfa las caracter{sticas de
acreta y por lo mismo requeria solicitar auxilic hospitalario y al omi-
tir solicitar tal auxilio se ocasioné el fallecimiento de la ofendida.
(T. 2086, p. 71).
HOMICIDIO EN GRADO DE TENTATIVA Y LESIONES, DELITOS
DE.- Constituyendo la tentativa uno de los momentos de la fase
externa del delito, con datos de plena ejecucién, no puede al mismo
tiempo integrar figura delictiva diversa; por lo que, si el agente reali-
za hechos directamente encaminados a privar de la vida a una perso-
83HOM ANALES DE JURISPRUDENCIA
na, ejecutando maniobras asfixiantes (estrangulacién), y deja de
actuar al ser sorprendido por terceros, comete el delito de homicidio
en grado de tentativa y no el de lesiones.
(T. 149, p. 173).
HOMICIDIO EN RINA. DESVIRTUA EL DELITO COMPLEJO DE
HOMICIDIO CONTRA UN AGENTE DE LA AUTORIDAD EN
EJERCICIO DE SUS FUNCIONES.- Si el ofendido agente de la
autoridad, acepté la contienda, es evidente que no actuaba en cum-
plimiento de las funciones que tenia encomendadas.
(T. 120, p. 275).
HOMICIDIO EN RINA. ELEMENTO SUBJETIVO.- De acuerdo con lo
preceptuado por el articulo 314 del Codigo Penal, la rifia se integra por
dos elementos: uno objetivo o material y otro subjetivo; esto es, los actos
de acometimiento de los contendientes y el estado animico que los domi-
na; y aun cuando los actos violentos hayan cesado, si sélo han transcu-
rrido unos cuantos segundos, que no son suficientes para que el sujeto
se vea libre de la alteracién psiquica producida por la contienda; el
homicidio debe considerarse cometido en rijia.
(T. 181, p. 127).
HOMICIDIO EN RINA, NO EXCESO DE LEGITIMA DEFENSA.-
Aun dando por cierta la versién del inculpado en el sentido de que
existe una agresion actual e ilegitima en su contra, ésta cesé en el
momento en que acepta que el hoy occiso su tio cayé al suelo, y él tuvo
en su poder plenamente el arma, por lo tanto al cesar tal agresién de
manera total, el inculpado tuvo otra alternativa de actuacién dife-
rente a la de apufialar varias veces al interfecto. Cierto es que la
Doctrina habla de Legitima Defensa, asi como de exceso en la misma,
sin embargo, tales instituciones se basan en la necesidad de la defen-
sa, la que al no presentarse como en el caso, al tener el inculpado el
arma de su agresor, ya no se presenté tal necesidad por traspasar los
limites del interés preponderante que seria defender la vida, por lo
tanto no puede hablarse de legitima defensa y mucho menos de exce-
so en la misma, sino en la especie de una reyerta.
(T. 213, p. 189).
84INDICE GENERAL 2000 HOM
HOMICIDIO IMPRUDENCIAL.- Procede condenar al acusado cuando
no queda probado fehacientemente en autos que el accidente se haya
debido unica y exclusivamente a Ja intervencién de la victima.
(T. 79, p. 273). T. R.: (T. 41, p. 499; T. 111, p. 291; T. 112, p. 153) [1. G.
Penal. 1959/60, p. 137].
HOMICIDIO IMPRUDENCIAL.- Se acttia con imprudencia cuando se
maniobra en reversa, sin la precaucién debida y ademas, se realiza
esta maniobra en una interseccién.
(T. 168, p. 319).
HOMICIDIO IMPRUDENCIAL. ELEMENTOS INSUFICIENTES
PARA LA INTEGRACION EL TIPO LEGAL.- Del andlisis de las
anteriores declaraciones este Tribunal de Alzada advierte, contraria-
mente a lo afirmado por el Ministerio Publico apelante en su pliego de
conclusiones, que de ellas no se desprenden datos suficientes para
considerar que el dia de los hechos, el acusado, al operar la moto
grua, hubiera incurrido en la imprudencia a que se refiere el articulo
80. fraccién II del Cédigo Penal, obrando en forma contraria a la ordi-
naria capacidad de reflexién; toda vez que desde la cabina de la moto
grua el operador no tiene visibilidad directa sobre la pluma, raz6n por
la cual son los maniobristas quienes con sefias le indican la posicién
que ésta debe tener; ademas, es de sefialarse que el Representante
Social basa sus agravios en consideraciones subjetivas y que en nin-
gun momento rebate los dictamenes sobre electricidad rendidos por
peritos ofrecidos por la defensa y peritos oficiales elementos en que el
Juez a quo basé juridicamente su sentencia... por lo que procede
declarar infundados e inoperantes los agravios del Representante
Social y confirmar la sentencia recurrida.
(T. 192, p. 239).
HOMICIDIO. NO CONCURRE LA MODALIDAD DE RINA, CUANDO
HUBIERE CESADO UNA PRIMERA FASE EN QUE EL OCCISO
SOLO PROFIRIO INJURIAS CONTRA EL INCULPADO, Y EL
HOMICIDIO SE COMETE EN UNA SEGUNDA FASE QUE NO
IMPLICA REANUDACION DE LA PRIMERA Y EN LA QUE EL
OCCISO NO EXTERNO INTENCION DE RENIR Y MENOS DE
85HOM ANALES DE JURISPRUDENCIA
INTERCAMBIAR GOLPES CON EL INCULPADO.- Debe desesti-
marse lo alegado por el defensor del inculpado, respecto a que nos encon-
tramos en presencia de un delito de homicidio, cometido con la modali-
dad de rifia, toda vez que si bien es cierto que dicha modalidad se carac-
teriza por el intercambio de golpes con potencialidad lesiva es decir por
la reunion de un elemento subjetivo (animus rigendi) y otro objetivo
(contienda de obra); también lo es que en 1a especie dicha circunstancia
no se acredita, ya que tanto de la declaracién del inculpado, como de lo
expuesto por los dos testigos que se indican, se desprende que el hoy occi-
so, llegé e injurié al enjuiciado, retandolo a intercambiar golpes; no
menos cierto es que tal circunstancia qued6 finiquitada cuando los dos
testigos antes mencionados se metieron a un cuarto contiguo al del acu-
sado, de donde el inculpado se regress y empez6 a golpear al occiso;
debiéndose precisar que esta segunda fase no puede considerarse como
reanudacién de la pendencia anterior, tan es asi que nadie habla de que
el hoy occiso hubiera externado alguna intencién para refiir y menos aun
para intercambiar golpes con el enjuiciado, por lo que podemos coneluir
que en dicho homicidio no concurrié la modalidad de rifia.
(T. 183, p. 251).
HOMICIDIO, NO QUEDA COMPROBADO EL CUERPO DEL
DELITO CUANDO EL DICTAMEN DE AUTOPSIA ADOLECE
DE DEFICIENCIAS.- El homicidio, para la comprobacién del cuer-
po del delito, se sujeta exclusivamente a reglas especiales estableci-
das por el Cédigo de Procedimientos Penales; y los medios que fija,
cuando existe cadaver, son: la fe del cadaver, que corresponde practi-
car al Ministerio Publico Investigador 0 al personal judicial; y la
prueba pericial, consistente en el dictamen suscrito por los Peritos
Médico-Forenses o Médicos Legistas que practiquen la autopsia,
quienes deberan precisar las heridas que encontraron, clasificandolas
debidamente y establecer las causas que originaron la muerte. En
estas condiciones, cuando el dictamen de autopsia adolece de defi-
ciencias, no puede otorgarsele ningun valor probatorio y, en conse-
cuencia, debe concluirse que no quedé plenamente comprobado el
cuerpo del delito de homicidio.
(T. 128, p. 227).
86INDICE GENERAL 2000 HOM
HOMICIDIO. PRESUNCION DE PREMEDITACION PREVISTA
EN EL ARTICULO 315 ULTIMO PARRAFO, DEL CODIGO
PENAL. NO ES APLICABLE, SI ADEMAS DEL EMPLEO DE
LOS MEDIOS COMISIVOS QUE SENALA DICHA FRACCION,
CONCURRE OTRA CAUSA QUE POR Si SOLA TAMBIEN
OCASIONA LA PRIVACION DE LA VIDA Y NO PUEDE
DEMOSTRARSE PLENAMENTE EL PRESUPUESTO DE LA
PRESUNCION.- La calificativa de premeditacién que contempla el
articulo 315, parrafo ultimo, del Cédigo Penal, a juicio de esta Alzada,
no qued6é plenamente demostrada, ya que aun cuando es verdad que
el citado precepto legal establece la calificativa en donde se presume
Ja premeditacién atendiendo a la utilizacién de determinados medios
comisivos en la supresién de la vida y aun cuando dicha presunci6n
no admite prueba en contrario por tratarse de una presuncién Jure et
de Jure, también es cierto que en el caso que nos ocupa, el presu-
puesto (muerte por asfixia) no se acredité plenamente para poder
aplicar dicha presuncién de premeditacién, ya que del certificado de
necropsia se advierte que hay ambigiiedad, pues el mismo concluye
que la muerte se debié a un doble mecanismo consistente en trauma-
tismo crdneo cervical y-asfixia por estrangulacién, opinién pericial
ésta de la que se advierte que no hay precisién respecto a cual de los
dos mecanismos citados fue por el que se privé de la vida realmente a
la hoy occisa, por lo que ante tal situacién al haber doble mecanismo
no puede tenerse como plenamente demostrado en la especie el pre-
supuesto que exige la ley para considerar que el homicidio de que se
trata fue cometido bajo la presuncién de premeditacién a que alude el
articulo 315, ultimo parrafo, del Ordenamiento citado, mas aun,
interpretando légica y juridicamente el citado articulo en su parrafo
Ultimo, es de advertirse que el Legislador establecié la presuncién de
premeditacién en el delito de homicidio cuando se utiliza especifica-
mente uno de los medios comisivos y no cuando en tal privacion con-
curren otras causas que por sf solas también ocasionan u originan la
privacion de la vida, y dado que en el caso a estudio del certificado de
necropsia citado se advierte que también como causa de Ja privacién
de la vida fue un traumatismo craneo cervical, es de inferirse que no
esta plenamente demostrada la presuncién de la calificativa de pre-
8&7HOM ANALES DE JURISPRUDENCIA
meditaci6n en el delito de homicidio de que se trata, y dado que la
Suprema Corte ha sostenido firme y reiteradamente que las califiea-
tivas deben de estar plenamente demostradas, es de inferirse que los
presupuestos de las presunciones (en la especie muerte por asfixia)
con mucha mayor razén también deberdn estar plenamente probados
para la aplicacién de la calificativa a examen.
(T. 191, p. 165).
HOMICIDIO. PRUEBAS INSUFICIENTES PARA ACREDITAR LA
RELACION DE CAUSALIDAD ENTRE LA LESION INFERIDA
Y LA MUERTE DEL OFENDIDO, PROCEDE ABSOLVER AL
INCULPADO, CON FUNDAMENTO EN EL ARTICULO 247
DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES.- Las prue-
bas transcritas resultan insuficientes para tener por acreditada la
responsabilidad penal del acusado, en la comisién del delito de homi-
cidio, toda vez que no existe relacién de causalidad entre los golpes
que le propiné a la pasivo y la lesién que finalmente le produjo la
muerte a la ofendida... ahora bien, no obstante lo anterior este
Tribunal de Alzada tampoco puede afirmar que el acusado no cometié
los hechos delictivos que se le imputan, por lo que se estaria en este
caso, ante un estado de perplejidad, al existir dos posibilidades, una,
que el inculpado efectivamente realizé dicha conducta tipica que se le
imputa, y otra que no, lo que nos Ilevaria a la duda a la que se refiere
el articulo 247 del Cédigo Procesal Penal, por lo que con fundamento
en dicho precepto se revoca la sentencia impugnada, debiéndose
absolver a dicho inculpado del delito de homicidio.
{T. 186, p. 239).
HOMICIDIO, REPARACION DEL DANO.- No existiendo elementos
para cuantificarlo, es procedente absolver al acusado de tal concepto.
(T. 188, p. 264).
HOMICIDIO. SI EL SUJETO PASIVO FUE UN MENOR DE
EDAD, NO PUEDE TENERSE COMO CALIFICADA LA CON.
DUCTA DEL HOMICIDA BASANDOSE EN EL ARTICULO 313
DEL CODIGO PENAL YA QUE DICHO NUMERAL NO REGU-INDICE GENERAL 2000 HOM,
LA LAS CALIFICATIVAS EN EL HOMICIDIO, SINO SOLO LO
REMITE A LA PENA DEL HOMICIDIO CALIFICADO EN LA
HIPOTESIS ESPECIFICA QUE ESTABLECE EL MENCIONA-
DO DISPOSITIVO LEGAL.- No debe considerarse el presente
homicidio como calificado, como incorrectamente lo estimaron el
Ministerio Publico y la a quo basdndose en el articulo 313 del Cédigo
Penal, en primer lugar por que dicho numeral no sefiala ninguna de
Jas conductas que se consideran como calificativas en el Homicidio; es
decir, Premeditacién, Alevosia, Ventaja o Traicién, sino que sélo y
exclusivamente remite al numeral 320 del Cédigo Sustantivo (en
donde se precisa la pena para el Homicidio Calificado) para los efec-
tos de aplicar la pena correspondiente a quien se adecue a la conduc-
ta descrita en el precepto 313 antes citado: y en segundo término, por-
que el homicidio perpetrado no se adecua exactamente a lo descrito
en el numeral ultimamente mencionado, pues aun cuando es verdad
que se privé de la vida a una menor de edad (45 dias de nacida), tam-
bién lo es que el citado numeral no se refiere tan sdlo a que se trate de
un menor de edad, sino que éste, sea ayudado 0 instigado a “suicidar-
se”, lo que en el caso estuvo lejos de acontecer, pues como puede
advertirse de las constancias existentes en autos, la voluntad de la
sujeto pasivo no intervino de manera alguna para la ejecucién del
aludido ilicito de homicidio, motivo por el cual no debe tenerse como
calificada la conducta desplegada por la acusada.
(T. 193, p. 237).
HOMICIDIO SIMPLE INTENCIONAL. ELEMENTOS PARA
DETERMINARLO.- Al no existir probanzas que determinen algin
tipo de limitacién del pasivo para defenderse, el peligro corrido por el
activo es latente y por lo tanto el homicidio debe calificarse como sim-
ple intencional.
{T. 217, p. 147).
HOMICIDIO SIMPLE INTENCIONAL Y HOMICIDIO CULPOSO.-
Se llega a concluir la intencionalidad de la conducta del activo cuando
es intencional Ja accién por él realizada, concurriendo un dolo indirecto
cuando se realiza el hecho sin importar las consecuencias del mismo. Si
8oHOM. ANALES DE JURISPRUDENCIA
se toma en cuenta la edad del agente activo, antecedentes familiares y
animosidad en el momento de realizar la accién, no es admisible que se
haya disparado un arma tinicamente porque sf, para espantar a unos
menores de edad, y por ello habré de estimarse que se actita, en forma
dolosa. La intencién delictuosa siempre se presume y si no se rinde pro-
banza en contrario, demostrando que la accién fue imprudencial, queda
en pie la caracteristica de intencién,
(T. 148, p. 151).
HOMICIDIO. SU PENALIDAD CUANDO ES DELITO PRETERIN-
TENCIONAL. DEBE APLICARSE LA SANCION QUE SENALA
EL ART{CULO 60 DEL CODIGO PENAL Y NO LA QUE ESTA-
BLECE EL ART{CULO 307 DEL PROPIO CODIGO.- La conducta
de la enjuiciada podria ser estimada como intencional, pero dicha
intencionalidad ha sido superada por el resultado, encontrandonos en
la especie con un dolo en el acto inicial y culpa en el resultado, toda vez
que el resultado final (la muerte del sujeto pasivo), no pudo ser una
consecuencia necesaria y notoria de la conducta de la inculpada, por lo
que podemos concluir que estamos en presencia de un delito preterin-
tencional y la sancién de esa conducta no puede ser otra que la sefiala-
da por el articulo 60 del Codigo Penal, para los delitos culposos, y no
como lo hizo el a quo con base en el numeral 307 de dicho
Ordenamiento, sin que en el caso a examen se piense que se viola la
garantia de estricta legalidad, al aplicar las penas del articulo 60 del
Cédigo Penal, y no las que corresponden a un delito doloso ya que si
bien es cierto que el delito preterintencional, nuestro legislador lo san-
ciona como doloso, de acuerdo al articulo 90. del Cédigo Penal, no
menos cierto es que las sanciones establecidas en el articulo 60 det
Cédigo Penal, le favorecen a la acusada,
(T. 184, p. 239).
HOSPEDAJE. SU CONCEPTO QUEDA EXCLUIDO POR LA
COMUNIDAD DE HOGAR ENTRE VARIAS PERSONAS.-
(Respecto a la Calificativa a que se contrae la fraccién III del articulo
381 del Cédigo Penal}
(T. 165, p. 145).INDICE GENERAL 2000 IMP
IMPRUDENCIA DE LA VICTIMA.- No exime de responsabilidad al
acusado, si se demuestra que éste a su vez actué imprudentemente,
pues hubiera podido evitar el dafio atin a pesar de que la victima tam-
poco haya tomado las precauciones debidas. Entre la imprudencia del
acusado y la realizacién del dafio debe mediar un vinculo causal.
(7. 91, p. 287).
IMPRUDENCIA, DELITO DE. REQUISITOS QUE DEBEN CON-
CURRIR PARA QUE EXISTA.- Para que haya un delito de impru-
dencia, se requiere forzosamente que concurran estos requisitos:
1o— Que se demuestre la existencia de un dafio igual al que produci-
ria un delito intencional determinado; 20.— Que se pruebe que alguna
persona, diversa de la victima de que se trate, ejecuté actos 0 incurrié
en omisiones que puedan calificarse como imprudentes por uno 0 por
varios de los conceptos que las leyes determinen; y 30.- Que se acre-
dite el nexo de causalidad entre este estado subjetivo y aquel efecto
dafino.
(T 85, p. 275). T. R.: (T. 2, p. 46; T. 6, p. 105; T. 18, p. 459; T. 36,
pp. 567-570; T. 108, pp. 213, 275, 297 y 313; T. 115, p. 275; T. 117,
p. 169). (I. G. Penal 1959/60, p. 147].
IMPRUDENCIA. DELITOS DE. CONCURRENCIA DE CULPAS.-
Aun cuando la culpa ajena no exonera de la propia, en los delitos
imprudenciales la concurrencia favorece al inculpado y es circuns-
tancia que debe tomarse en cuenta para la fijacién de la pena.
(T. 147, p. 265).
IMPRUDENCIA. DELITOS DE. SUS ELEMENTOS.- Segin el ar-
ticulo 80. fraccién II del Codigo Penal, por imprudencia debe enten-
derse toda imprevisién, negligencia, impericia, falta de reflexién 0 de
cuidado que cause igual dafio que un delito intencional. De acuerdo
con esto, los elementos materiales constitutivos de dicha figura delic-
tiva consisten en: a) Un estado de imprudencia en el sujeto activo
del delito; b).- Un daiio tipificado como delito; c).— La relacién de cau-
salidad entre aquel estado de imprudencia y este dafo causado.
(T. 84, p. 353).
91IMP ANALES DE JURISPRUDENCIA
IMPRUDENCIA. FALTA DE REFLEXION.- Cuando el acusado tiene
conocimiento del lugar en que ocurrieron los hechos tiene mayor facili-
dad para prever y evitar el dafio y en especial si su oficio es el de chofer.
Para realizar la maniobra de reversa bastaba una simple reflexién.
(T. 168, p. 319).
IMPRUDENCIA. PRUEBA PERICIAL.- No es cierto que la prueba
pericial sea bdsica para declarar la culpabilidad de un acusado en
delitos por imprudencia. Los peritos de cualquier indole, son llama-
dos al proceso penal con fines de prueba, cuando se trata de examinar
alguna persona o algun objeto en que se requieran conocimientos
especiales, pero su opinién no se impone al criterio del juzgador,
quien puede desecharla o admitirla, segiin las circunstancias y segin
el valor que Ja merezcan los érganos de prueba. Si asf no fuera, se vio-
laria lo dispuesto en el articulo 21 de la Constitucién de la Republica
y lo. del Cédigo de Procedimientos Penales, que dispone que son los tri-
bunales, exclusivamente, los facultades para declarar cuando un hecho
es o no delito, asi como la culpabilidad de los participes, como condicién
previa para imponer las sanciones sefialadas en la ley.
(T. 140, p. 155).
IMPRUDENCIA PUNIBLE.- Debe probarse en forma concreta el
hecho sobre el cual ha de fundarse una imprudencia que se imputa a
un inculpado.
(T. 91, p. 231).
Imprudencia Punible. Puede incurriese en ella aunque se tripule
un vehiculo a velocidad permitida.
(T. R.: T. 86, p. 569).
Imprudencia Punible. La imprudencia de una diversa conducta
imprudencial no excluye de responsabilidad.
(T.R.: T. 106, p. 275).
IMPUTABILIDAD. COMPROBACION DE LA.- Al evidenciarse que
el acusado estaba en posibilidad de conocer la antijuricidad de su con-
ducta y de conducirse de acuerdo con esa comprensién, procede el
reproche por la realizacién de la conducta observada.
(T. 199, p. 145).INDICE GENERAL 2000 IMP.
IMPUTABILIDAD DISMINUIDA. EXISTENCIA DE LA.- Si bien es
cierto que no hay aceptacién undnime por parte de la doctrina res-
pecto de la existencia de la imputabilidad disminuida que impide se
considere plenamente responsable al sujeto activo del delito, ate-
nuandose la intensidad del juicio de reproche y de la aplicacién de la
pena atendiendo a circunstancias que, si no excluyen la capacidad de
comprensién y volicién del sujeto, sf la disminuyen y que nuestro
Cédigo Penal no recoge tal figura, el Organo Instructor puede tomar-
Ja en cuenta para apreciar la peligrosidad del activo al momento del
ilicito.
(T. 199, p. 146).
INCESTO. DELITO DE.- Para tenerlo por comprobado, debe acredi-
tarse con las copias certificadas de las actas del Registro Civil, el
parentesco que une a la ofendida con el reo.
(T. 108, p. 207).
INCESTO. PRUEBA DEL PARENTESCO.- Cuando'la relacién
padrastro-hijastra queda acreditada en autos con las declaraciones de
la ofendida y del propio inculpado, las cuales tienen mayor validez
probatoria que un acta del Registro Civil que asienta lo contrario, y que
fue elaborada con fines de utilizarla para inscripcién en una escuela,
debe estimarse que no hay incesto sino violacién.
(T. 140, p. 163).
INCESTO. SE CONFIGURA CUANDO EXISTE CONCURRENCIA
DE VOLUNTADES; DE LO CONTRARIO CONSTITUYE VIO-
LACION.- E] articulo 272 del Codigo Penal dice: “Se impondrd la
pena de un afio a seis afios de prisién, a los ascendientes que tengan
relaciones sexuales con sus descendientes”. Esta definicién exige,
entre otros elementos materiales la concurrencia de voluntades de
uno y otro, esto es, el consentimiento de ambos para las relaciones de
que se trata.
De acuerdo con los anteriores conceptos, muy especialmente de lo
expuesto por la pasiva, se concluye que los actos imputados al acusa-
do, se Ilevaron a cabo por la fuerza que ejercié sobre 1a ofendida y, por
93INC ANALES DE JURISPRUDENCIA
lo mismo, sin su consentimiento, razén por la cual debemos estable-
cer que se requisitan los elementos materiales del delito de violacién
a que se refiere el articulo 265 del Cédigo Penal, y no el de incesto,
puesto que para configurar este Ultimo ilicito se hace necesaria la
concurrencia de las voluntades de ambas personas, atenta la defini-
cién del articulo 272 del Cédigo Penal.
(T. 129, p. 138).
INCIDENTE DE LIBERTAD POR DESVANECIMIENTO DE
DATOS.- El Juzgador no puede tener jurisdiccién en dicho incidente
para resolver otras cuestiones distintas que la especffica y concreta-
mente planteada.
(T. 87 p. 199). T. R.: (T. 2, p. 346; T. 41, p. 118; T. 108, p. 331). [1. G.
Penal. 1959/60, p. 150].
INCOMPETENCIA, AUTO DE. SI ESTE NO HA CAUSADO EJECU-
TORIA.- Un Juzgado no puede declararse competente para conocer de
la causa, cuando originalmente la competencia pertenece a otro juzga-
do, aun cuando éste se haya declarado incompetente, si el auto de
incompetencia no ha causado ejecutoria; por tanto, el Juzgado que pre-
vino el juicio, debe conocer del asunto hasta en tanto el recurso de ape-
lacién interpuesto en su contra, se ha resuelto.
(T. 238, p. 129).
INCONSCIENCIA.- Qué grado de inconsciencia se requiere para confi-
gurar la excluyente a que se refiere la fracci6n II del artfculo 15 del
Cédigo Penal.
(T. 52, p. 100).
INCOMPETENCIA POR DECLINATORIA EN MATERIA PENAL.~
Cuando puede hacerse valer.
(T. 160, p. 218).
INCONSTITUCIONALIDAD DE LEYES. CORRESPONDE A LA
AUTORIDAD FEDERAL RESOLVER SOBRE LA.- Unicamente
corresponde a la autoridad federal pronunciarse sobre aspectos deINDICE GENERAL 2000 IND
constitucionalidad de leyes o del proceso legislativo del cual emanan
éstas, en los términos precisos que determinan los articulos 103, 105
y 107 de la Ley Fundamental.
(T. 238, p. 107)
INDIVIDUALIZACION DE LA PENA.- Al reincidente en el manejo en
estado de ebriedad, se le debe individualizar la pena, estimando como
de mayor gravedad la comisién del nuevo delito.
(T. 128, p. 253),
INDIVIDUALIZACION DE LA PENA.- Debe ser congruente con los
razonamientos que el juez haga respecto a la temibilidad del acusado,
por lo que debe cuantificar la pena con apego a su propia conclusién.
(T. 161, p. 189).
INDIVIDUALIZACION DE LA PENA. CONCURSO REAL DE
DELITOS.- Debido a que por pluralidad de conductas se hayan rea-
lizado varios ilfcitos; se impondra la pena que corresponda al delito
mayor.
(T. 218, p. 147).
INDIVIDUALIZACION DE LA PENA. NO ES NECESARIA AL
IMPONERSE LA MINIMA.- Habiéndose impuesto la pena minima
privativa de libertad que establece el art{culo 308 del Cédigo Penal, el
incumplimiento de las reglas para la individualizacién que sefialan
los articulos 51 y 52 del Cédigo citado no causa agravio que amerite la
proteccién constitucional.
(7. 151, p. 178),
INDULTO NECESARIO. ES IMPROCEDENTE CUANDO LOS
DOCUMENTOS 0 DECLARACIONES DE TESTIGOS EN QUE
SE FUNDO LA SENTENCIA CONDENATORIA, NO FUEREN
DECLARADOS FALSOS EN JUICIO DESPUES DE DICTADA
DICHA SENTENCIA, NO ACREDITANDOSE LOS SUPUES-
TOS DEL ART{CULO 614, FRACCIONES I Y II, DEL CODIGO
DE PROCEDIMIENTOS PENALES.- De los documentos exhibi-
95INE ANALES DE JURISPRUDENCIA
dos por el solicitante, en forma alguna se desprende que los docu-
mentos o declaraciones de testigos en que se fund6 la sentencia moti-
vo de la solicitud de indulto necesario, hayan sido declarados falsos
en juicio, después de dictada la sentencia condenatoria; las constan-
cias exhibidas por el solicitante no son idéneas para el fin que persi-
gue, dado que no se acredité que los documentos exhibidos aparecie-
ran, como exige la fraccién II del articulo 614 del Cédigo de
Procedimientos Penales, después de la sentencia... en tal virtud, las
probanzas citadas, exhibidas por el solicitante, resultan insuficientes
para acreditar los supuestos previstos en las fracciones I y II del ar-
ticulo 614 del Cédigo de Procedimientos Penales.
(T. 194, p. 227).
INEXACTA APLICACION DE LA LEY. TRANSGRESION DE LOS
PRINCIPIOS DE LEGALIDAD Y SEGURIDAD JURIDICA.- Se
violaron los derechos piblicos subjetivos del imputado al ser consig-
nado, procesado y sentenciado, respecto a un delito -que no era exac-
tamente aplicable al caso, ya que si bien es cierto su conducta podria
adecuarse al articulo 265 del Cédigo Penal-, también lo es, que se
engarza a la norma especifica de la fraccién I del articulo 266 del
mismo ordenamiento, el cual sefiala un elemento tipico mas especifi-
co, como es la minoria de edad, circunstancia que no establece el ya
mencionado numeral 265, es decir, la figura de TENTATIVA DE VIO-
LACION EQUIPARADA, basta por si sola para aprehender todo el
disvalor del hecho concurrente incluso contiene como forma agravan-
te la utilizacién de la violencia fisica y moral que podria haberse
empleado. En conclusién se violaron los principios de legalidad y
seguridad juridica que exigen que la acusacién sea perfectamente
delimitada, con consecuencias juridicas inequivocas y contenidos cla-
ros y especificos, aplicéndose exactamente al delito que se trate como
lo dispone el parrafo tercero del articulo 14 constitucional y el nume-
ral 60 del Cédigo Penal.
(T, 215, p. 169).
INEXISTENCIA DE COMPENSACION DE CULPAS EN MATERIA
PENAL.- No existe la compensacién de culpas o la concurrencia de
96INDICE GENERAL 2000 INF
culpas, y cada quien responde por su propia culpa en la produccién
del resultado acaecido en el caso a estudio, lesiones; asi pues, no
puede examinarse 1a culpa propia ya que en todo caso se esta ante
responsabilidades concurrentes pero no compensables, por lo que al
imputado le es exigible su responsabilidad a titulo de culpa, derivada
de la cireunstancia personal de ser peritos (en el caso a estudio médi-
co), en consecuencia son imputables por ser delito de lesiones, més no
por responsabilidad profesional lo que en todo caso constituye sino un
agravante del delito.
(T. 216, p. 101).
INFANTICIDIO. SOLAMENTE PUEDE REALIZARSE DOLOSA-
MENTE.- Colocéndonos en el caso de que Ja conducta realizada por
la acusada ya fuera por no atender a la recién nacida o bien por
haberse acostado encima de ella suponiendo que hubiera estado con
vida y privandole de la misma, se habrfa originado en todo caso, una
responsabilidad penal, pero no por infanticidio que requiere una con-
ducta dolosa, sino por homicidio culposo.
(T. 141, p. 213).
INFORME DEL PERITO EN CRIMINALISTICA. ES FACULTAD DE
LA AUTORIDAD JUDICIAL EL QUE LE OTORGUE 0 NO
VALOR PROBATORIO.- Respecto del informe del perito en crimina-
listica, es facultad de la autoridad judicial concederle valor probatorio,
de acuerdo con el juicio que se forme de los hechos a estudio, de confor-
midad con Jo dispuesto por el articulo 254 del Cédigo de Procedimientos
Penales, por lo que en forma alguna se causa agravio si se desestima tal
medio de prueba, con mayor razén si no se encuentra relacién con el
resultado de la prueba de la parafina.
(T. 123, p. 219).
INFORMES FALSOS DADOS A UNA AUTORIDAD EN CAUSA
PROPIA. NO EXISTE EL DELITO DE.- Un acusado no puede ser
sujeto activo del delito de informes dados a una autoridad, segiin lo dis-
pone el parrafo ultimo de la fraceién IV del articulo 247 del Codigo
Penal; ademas de que la fraccién II del articulo 20 constitucional pres-
oFINH ANALES DE JURISPRUDENCIA
cribe que el acusado: “no podra ser compelido a declarar en su contra”;
de lo que se colige que no se le puede exigir que otorgue la protesta de
decir verdad en causa propia, ni puede, en consecuencia, cometer el
delito de informes falsos dados a una autoridad.
(TP. 124, p. 193).
INHABILITACION PARA MANEJAR VEHICULOS DE MOTOR.-
No puede sancionarse a quien carezca de licencia, pues no se puede
inhabilitar en lo que no se estd autorizando.
(T. 124, p. 197).
INHUMACION CLANDESTINA. INEXISTENCIA DEL DELITO.-
(Jurisprudencia en cita) “Si quienes intervienen en el homicidio de
una persona son las mismas que sepultan el caddver de la victima-
(ocultar)-, no se les puede incriminar por el delito de inhumacién
clandestina... ya que dichos actos posteriores vienen a constituir el
agotamiento del delito principal en que quedan absorbidos.”
Semanario Judicial de la Federacién Sexta Epoca. Volumen CVII.
Segunda Parte. Junio 1966.
(T. 199, p. 146).
INHUMACIONES, VIOLACION A LAS LEYES SOBRE.- Aplicacion
del articulo 280 fraccién II del Cédigo Penal.
(T. 157, p. 143).
INIMPUTABLES (ENFERMOS MENTALES). PROCESO ESPE-
CIAL INCOADO A LOS.- Siempre que se compruebe la causa de
inimputabilidad (anormalidad mental), debera incoarse proceso
penal especial previa prisién preventiva y no ordenar su inmediata
libertad, toda vez que el hecho de ser inimputable, no exime de que
socialmente pueda ser considerado responsable de sus actos, en tér-
minos de lo dispuesto en los articulos 495 y 496 del Cédigo Federal de
Procedimientos Penales, de aplicacién supletoria al del Distrito
Federal.
(T, 232, p. 177).
98INDICE GENERAL 2000 INI
INJURIAS. TODA EXPRESION PROFERIDA 0 ACCION EJECU-
TADA CON ANIMO DE MANIFESTAR DESPRECIO TIPIFICA
EL DELITO PREVISTO POR EL ARTICULO 348 DEL
CODIGO PENAL.- La querellante manifesté que al estar en la
puerta de su domicilio se percaté de que venia el inculpado en com-
pafifa, de sus familiares, y al parecer en estado de ebriedad, cuando
éste se dirigié a la emitente, manifestandoles “que era una vieja puta
hija de su chingada madre” (sic), as{ como en el testimonio del incul-
pado que, aunque niega los hechos que se le imputan, acepta haber
estado el dia y hora en que ocurrieron los hechos, poniéndose asi de
manifiesto que el enjuiciado profirié una expresién con animus inju-
riandi, estableciéndose asi la presunta responsabilidad penal del
inculpado.
(T. 180, p. 194).
INJURIAS Y AMENAZAS. DELITOS DE.- Cuando se consigna por
uno sélo de estos delitos, el juzgador no puede considerar el restante,
ano ser que los mismos hechos base de la consignacién configuren
indistintamente ambos delitos.
(T. 83, p. 119). T. R.: (T. 82, p. 766; T. 36, pp. 571, 572; T. 37, p. 638;
T. 111, p. 275; T. 113, p. 201). [1. G. Penal 1959/60, p. 151].
INOCENCIA, RECONOCIMIENTO DE. FINALIDAD DEL.~ El reco-
nocimiento de inocencia es un medio de defensa, que tiene como fina-~
lidad determinar si el sentenciado es inocente del hecho delictivo por
el que fue sentenciado y siempre que existan pruebas que pretendan
acreditar su inocencia.
(T. 226, p. 172).
INOCENCIA, RECONOCIMIENTO DE. MOMENTO PROCESAL
EN QUE PUEDE PROMOVERSE.- El reconocimiento de inocencia
procede cuando se esta en presencia de una sentencia irrevocable
(que no puede ser impugnada a través de recurso ordinario por virtud
del cual pueda modificarse o revocarse), es decir, cuando se ha dicta-
do sentencia condenatoria ejecutoriada.
(T. 226, p. 171).
99INO ANALES DE JURISPRUDENCIA
INOCENCIA, RECONOCIMIENTO DE. PRUEBAS.- E] sentenciado
que se crea con derecho para pedir su reconocimiento de inocencia,
deberé acompafiar a su peticién las pruebas respectivas o protestaré
exhibirlas oportunamente. Las pruebas deben tener cardcter novedoso,
as{ como resultar idéneas para mostrar la invalidez de las pruebas en
que originalmente se apoyé su condena, para as{ hacer cesar sus efectos
y de manera indubitable demuestren la inocencia del sentenciado.
(T. 226, p. 172).
INSTIGACION. LA PERSISTENCIA DEL INDUCTOR SOBRE LA
EJECUCION DEL DELITO ES PUNIBLE.- La abstencién volun-
taria del inductor o de cualquiera otros participantes no materiales
del delito pueden producir su impunidad.
(T. 81, p. 170).
LEGITIMA DEFENSA.- No se configura por el intento por parte de la
victima de levarse la mano a la cintura. En modo alguno dicha acti-
tud, hubiera representado un peligro inminente para el acusado.
(T. 141, p. 181).
LEGITIMA DEFENSA.- Opera en contra de individuos que son encon-
trados en la azotea de una casa cuyo propietario sabe que no han lle-
gado a ella por via destinada al efecto y empleando medios no normales
para llegar a ese lugar, sino que vencieron obstéculos que la propia con-
dicién de cerrado de lugar, les imped{a para tener acceso a él.
(T. 130, p. 211).
LEGITIMA DEFENSA.- Respecto a la actualidad de la violencia, ésta
debe ser seguida por la reaccién defensiva, requiriéndose la contem-
poraneidad de ambas.
(T. 129, p. 143).
LEGI{TIMA DEFENSA.- Sélo puede decretarse cuando en autos apa-
rezcan plenamente comprobados todos los elementos que conforme a
la Jey punitiva deben concurrir a la integracién de dicha excluyente
de responsabilidad penal.
(T. 151, p. 181) T. R.: (T. 158, p. 252).
100INDICE GENERAL 2000 LEG
LEG{TIMA DEFENSA. ELEMENTOS DE LA.- Son elementos de la
excluyente de incriminacién denominada legitima defensa: una agre-
sidn, es decir, un acto de acometimiento material o fisico, contra el
pasivo en su persona 0 en sus bienes propios o ajenos; que la misma
sea real, actual o inminente y sin derecho; una repulsa a esa agresién
en defensa de dichos bienes; que exista necesidad racional de la
defensa empleada; que no medie provocaci6n suficiente o inmediata a
la agresién por parte del agredido o de la persona a quien se defienda.
(T. 206, p. 95).
LEGITIMA DEFENSA. ELEMENTOS INTEGRANTES DE LA.~ Los
elementos integrantes de la legitima defensa son esencialmente: una
agresién, o sea, un acto material de acometimiento a las personas 0a
las cosas; un acto injusto, sea éste material o moral contra Ja vida;
que sea actual, por acontecer en el momento mismo, y acarree un
dajio ilfcito; ademas, que sea violento dentro de su naturaleza ya sea
fisica o moral; que sea antijuridico, es decir, sin derecho, y que de todo
ello resulte un peligro inminente. Significando con esto lo préximo a
suceder; por tanto, la agresién debe recaer en la persona o el honor de
la misma o.de un tercero.
(T. 133, p. 178).
LEGITIMA DEFENSA. ES CAUSA DE JUSTIFICACION AQUE-
LLA CONDUCTA QUE ENCUADRA EN LA FRACCION III
DEL ARTICULO 15 DEL CODIGO PENAL.- Para este Tribunal,
la conducta del procesado al ocurrir los hechos, la encuadra dentro de
lo dispuesto por la fraccién III del articulo 15 del Cédigo Penal, que
textualmente dice: “obrar en defensa de su persona, de su honor o de
sus bienes, o de la persona, honor o bienes de otro, repeliendo una
agresién actual violenta, sin derecho y de la cual resulta un peligro
inminente, a no ser que se pruebe que intervino una de las circuns-
tancias siguientes; que el procesado hubiera provocade la agresién, lo
que no ocurrié en el caso, 0 que el mismo hubiera previsto la agresi6n
y podido facilmente evitarla por otros medios legales, lo que tampoco
estaba a su alcance, pues las pruebas rendidas no aportan datos de
que hubiera tenido conocimiento de que el occiso y su grupo tenfan el
101LEG ANALES DE JURISPRUDENCIA
propésito de agredirlo, para haber estado asi en la posibilidad de dar
conocimiento a las autoridades correspondientes”; al respecto, se consi-
dera oportuno hacer la siguiente cita: “La defensa social contra los indi-
viduos que realizan conductas tipicamente antijuridicas, sdlo tiene dos
respuestas, una inmediata que ejercite el particular a través de la legi-
tima defensa y otra reservada al jus puniendi del Estado, previo el cum-
plimiento de una serie de actividades y formas procesales; en su esencia
técnica juridica, la legitima defensa es el hecho natural e innato que
tiene el hombre de utilizar, usar la fuerza fisica para repeler toda agre-
sién injusta, para conservar derechos propios y ajenos, y contra la cual
no haya otra posibilidad, otro recurso, otro medio de eliminarla, sin
embargo, la legitima defensa es limitada, esta sometida a condiciones
determinadas que se reducen fundamentalmente a la injusticia de la
agresién y a la actualidad del peligro”.
(T. 181, p. 178).
LEG{TIMA DEFENSA. EXCESO EN LA.~ Se presenta cuando el dafio
causado es superior a aquel que podia haber hecho la persona de
quien el inculpado se defendia.
(T. 91, p. 175).
LEGITIMA DEFENSA. EXISTENCIA DE LA.- En el caso a estudio
operé a favor del acusado la conducta permisiva prevista en el arti-
culo 15 fraccién III del Cédigo Penal denominada legitima defensa ya
que de las probanzas analizadas se desprende que al cometer los
hechos JORGE A. M. y lesionar con un sable a ADOLFO A. C. (ahora
occiso), obré en repulsa de una agresién real actual o inminente con-
sistente en la detencién ilicita de la que era objeto su hija MARIA
DEL ROSARIO A. M. por unos sujetos pues el inculpado fue infor-
mado por su menor hijo JORGE A. M. que a su hermana se la iban a
llevar lo cual movié su 4nimo para determinarse a obrar en tal senti-
do, aunade a la circunstancia de haberse percatado directamente que
dos individuos persegufan al citado menor para agredirlo y al no
obrar en autos elementos probatorios de los cuales se pueda inferir
validamente que por parte del acusado medié provocacién suficiente e
inmediata a tal agresién, procede estimar que en la especie la con-
102INDICE GENERAL 2000 LEG
ducta desplegada por el acusado JORGE A. M., al lesionar al ahora
occiso se enmarcé cabalmente dentro de los extremos del tipo permi-
sivo que nos ocupa en consecuencia procede absolver al acusado de la
comisién de dicho ilicito penal y en razén de ello ordenar su absoluta
e inmediata libertad en relacién al mismo.
(T. 206, p. 95).
LEGITIMA DEFENSA. NO EXISTE, SI QUIEN LA ALEGA ES EL
INICIADOR DE LOS HECHOS. NO PUEDE TAMPOCO EXISTIR
EXCESO EN ELLA.- Los agravios que hace valer la defensa, en el
sentido de que se surten los extremos de la excluyente de responsabili-
dad penal a que se refiere el articulo 15, Fraccién III, del Cédigo Penal,
y que en todo caso se aprecie el exceso de legitima defensa, resultan
infundados, pues basta con que el encausado haya sido el iniciador de
los hechos para entender, sin mayor esfuerzo, la ausencia del estado de
necesidad de repeler una agresién actual, y si no existe la legitima
defensa, menos puede aceptarse el exceso en ella.
(T. 126, p. 213), T. R.: (T. 11, p. 314; T. 36, p. 573; T. 53, p. 485; T. 116,
p. 271). (I. G. Penal 1959/60, p. 159].
LEGITIMA DEFENSA. NO REQUIERE NECESARIAMENTE EL
EMPLEO DE UN ARMA U OBJETO QUE PERMITA LA
REPULSA DE LA AGRESION INJUSTA, VIOLENTA Y ANTI-
JUR{DICA SINO UNA CONDUCTA DEFENSIVA Y RACIO-
NAL, INDEPENDIENTEMENTE DEL RESULTADO.- El medio
empleado por las acusadas viene siendo el forcejeo, dado que la exclu-
yente de responsabilidad denominada, legitima defensa no necesa-
riamente exige otra arma u objeto que permita la repulsa de la agre-
sin injusta, violenta y antijuridica, sino que inicamente es menester
que haya una conducta defensiva y racional que en el caso lo es el
hecho de mover y voltear el arma hacia el cuerpo del atacante, eso
independientemente del resultado que haya, ya que la justificacién de
Ja defensa es evitar el dafio que se va a causar injustamente y no el
dafio que causa dicha conducta amparada bajo la excluyente de res-
ponsabilidad llamada legitima defensa.
(T. 190, p. 239).
103LEG ANALES DE JURISPRUDENCIA
LEGITIMA DEFENSA. REQUISITOS DE LA.- Se actualiza la legiti-
ma defensa cuando se repele una agresi6n real, actual o inminente y
sin derecho, en proteccién de bienes juridicos propios o ajenos, siem-
pre que exista necesidad de la defensa y racionalidad de los medios
empleados y no medie provocacién dolosa suficiente e inmediata por
parte del agredido o de la persona a quien se defiende, tal y como lo
prevé el articulo 15 fraccién IV del Cédigo Penal.
(T. 236, p. 159).
LENOCINIO DELITO DE.- Los propietarios o encargados de hoteles,
no estén obligados a averiguar si las personas que en ellos se alojan
se dedican a la prostitucién.
(T. 53, p. 445).
LENOCINIO. ELEMENTOS QUE INTEGRAN EL DELITO DE.-
Son tres elementos los de tal infraccién: a)— La explotacién del cuer-
po de la persona por medio del comercio carnal, b).- Mantenerse de
esto, y ¢).— Obtener un lucro.
(T. 138, p. 213).
LENOCINIO. SUS CARACTERISTICAS.- Dentro de la amplia nocién
del delito de lenocinio que en nuestro Cédigo punitivo establece el arti-
culo 207, caben tres tipos delincuenciales: la trata de mujeres, actividad
consistente en lanzar a la prostitucién o mantener en ella, en forma ais-
lada o habitual, a las mujeres; el rufianismo, que comete el amante que
lucha a costa del comercio carnal de una mujer; y el proxenetismo 0
alcahueterfa, consistente en el servicio de intermediario que por interés
de un lucro se realiza en el comercio carnal. Los elementos de este ulti-
mo tipo pueden sefialarse en los siguientes términos: la existencia del
comercio carnal en su sentido estricto, esto és, la ejecucién del acto
sexual mediante paga a la mujer o mujeres que lo ejecutan; y, por otra
parte, la obtencién de un lucro de parte del intermediario para lograr lo
anterior, 0 facilitarlo o cubrir su clandestinidad. Por lo tanto, los propie-
tarios o encargados de hoteles, casas de huéspedes 0 de asistencia que
reciben una paga por el alquiler de una habitacién a la pareja o parejas
que la solicitan salvo que se compruebe Ia existencia del conocimiento
104INDICE GENERAL 2000 LES
previo de que el sitio alquilado va a servir para consumar un acto de
comercio carnal, no pueden ser detenidos como lenones; lo contrario con-
duciria a violar las libertades constitucionales que deben proteger a los
huéspedes o solicitantes ocasionales de hospedaje, o sea, que no es posi-
ble exigir previamente al alquiler de un cuarto que el hotelero investigue
y se cerciore de que al concertar el contrato de alquiler relativo, facilita
jos medios para que se ejercite la prostitucién propiamente dicha.
(T. 82, p. 277).
LESION GRAVE Y CONSECUENCIAS.- (Jurisprudencia en cita) ‘Para
evitar confusiones en la aplicacién de penalidad por estimarse operante
para un evento la regla de concurso formal, la del material o de delitos
complejos, el legislador ordena que para el caso de lesiones graves con
ulteriores resultados dafiosos a la sancién de una lesién grave, se adi-
cione la relativa a cada consecuencia.”
(T. 208, p. 248).
LESIONES. ACREDITADA SU EXISTENCIA MATERIAL, EL
DICHO DEL OFENDIDO CONSTITUYE UN INDICIO BASTAN-
TE PARA FUNDAR EL AUTO DE PRISION PREVENTIVA.-
Traténdose del delito de lesiones y acreditada la existencia material de
las mismas, es decir, comprobado el cuerpo del delito, en forma legal, el
dicho de la parte ofendida constituye un indicio bastante para fundar el
auto de prisi6n preventiva, siempre que no esté demostrado algiin moti-
vo anterior de enemistad entre la misma y el inculpado.
(T, 130, p, 237),
LESIONES. ART{CULO 290 DEL CODIGO PENAL. LESIONES
QUE DEJAN A LAS VICTIMAS CICATRICES EN LA CARA.
LA NOTABILIDAD DE UNA CICATRIZ UBICADA EN EL ROS-
TRO ES MATERIA ESTRICTA DE INSPECCION JUDICIAL Y
SE REQUIERE PRUEBA PERICIAL PARA SABER LA PER-
SISTENCIA DE LA NOTABILIDAD.- El articulo 290 del Cédigo
Penal que se refiere a las lesiones que dejan a las victimas cicatrices en
la cara, perpetuamente notables, para su aplicacién requiere: a).- Que
se demuestre que al ofendido le quedé6 una cicatriz; b)— Que ésta
105LES ANALES DE JURISPRUDENCIA
esté anatémicamente ubicada en la cara; c)— Que la cicatriz sea nota-
ble; y, d)— Que la notabilidad sea perpetua, o, lo que es lo mismo, den-
tro de la relatividad de conceptos, que dure lo que la vida del pacien-
te, al menos, sin intervencién de cirugia estética correctiva. Basta lo
indicado para persuadir de que la aplicabilidad del articulo 290 det
Cédigo Penal se condiciona a la comprobacién de circunstancias que
deben demostrarse por dos clases de pruebas: la— La notabilidad
que una cicatriz ubicada en el rostro es materia estricta de inspeccién
judicial porque puede ser sensorialmente apreciada, sin que se nece-
site poseer conocimientos técnicos 0 cientificos especiales, en acata-
miento del articulo 142 del Cédigo de Procedimientos Penales; y, 2a—La
prueba pericial relativa a la persistencia de la notabilidad; de resorte
exclusivo de los profesantes de la medicina.
(T. 85, p. 297). T. R.: (T. 34, p. 1008; T. 36, p. 577; T. 112, p. 181; T.
126, p. 241). [I. G. Penal 1959/60, p. 172].
LESIONES. CUERPO DEL DELITO. PARA SU COMPROBACION
NO SIEMPRE ES IMPRESCINDIBLE EL CONCURSO DE
ESPECIALISTAS EN MEDICINA.- Cuando se trate de lesiones
que no dejen huellas exteriores, que por ello no sean sensorialmente
perceptibles, es incuestionable que resulta imprescindible el concurso
de especialistas en medicina, para determinar la existencia de aqué-
lla; pero en caso contrario, o sea cuando el delite de que tratamos
haya dejado vestigios captables por los profanos, con el simple uso de
los sentidos corporales, entonces no es imprescindible la opinion de
expertos, porque no se requieren conocimientos especiales de ninguna
técnica, de ninguna ciencia o de algun arte especifico, para saber que
existen las indicadas huellas. En esos casos, el dictamen pericial
médico forense, sera sélo preciso para averiguar las consecuencias
que las lesiones hayan dejado en las victimas, para determinar la
penalidad aplicable, en abstracto, al caso concreto, mas no para pro-
bar la realidad histérica de las lesiones.
(T. 87, p. 99).
Lesiones por imprudencia.
(T.R.: T. 9, p. 418).
106INDICE GENERAL 2000 LES
Lesiones. Su penalidad.
(T. R.: T. 16, p. 262).
Lesiones que producen deformidades.
(7. R.: T. 35, p. 10).
Lesiones internas, envenenamiento u otra enfermedad prove-
niente del delito.
(T. R.)
Lesiones Comprobacién de su existencia.
(T. RT. 86, p. 575).
Lesiones Cuerpo de delito de. No obstante para su comprobacién
Ja falta del dictamen de sanidad ni de la fe de ella.
(T. R.: T. 36, p. 576).
Lesiones por imprudencia, delito de.
(T. R.: T. 39, p. 223).
Lesiones delito de.
(T. R.: 7. 89, p. 647).
Lesién. Trayectoria de la cosa en que se ataca de frente,
(T. RT. 46, p. 3).
Lesiones. Divergencia entre certificados médicos.
(T. R.: T. 111, p. 285).
LESIONES. QUEDAN SUBSUMIDAS EN EL DELITO DE VIOLA-
CION SI SE CAUSAN POR LA VIOLENCIA EMPLEADA PARA
LA CONSUMACION DEL ACTO.- La probable responsabilidad de
los acusados, en la comisién del delito de lesiones, no quedé legal-
mente comprobada en autos, como lo consideré el a quo, porque la H.
Suprema Corte de Justicia de la Nacién ha establecido que cuando
éstas son el medio para consumar el delito principal, que en este caso
fue el de violacién, quedan subsumidas en aquél, es decir, que no hay
conexidad de delitos en el presente caso, porque al ejercer violencia
para la consumacién del delito de violacién, se causaron lesiones pro-
pias a la forma de la violencia empleada para la realizacién del acto,
pues para ejecutarlo, era indispensable sujetar a la victima y de esta
manera, y por los esfuerzos que ella hacia para defenderse, se tenia que
causar las lesiones del tipo que fueron apreciadas.
(T. 188, p. 223).
107LES ANALES DE JURISPRUDENCIA
LESIONES. SU CLASIFICACION POR PERITOS MEDICOS
LEGISTAS SIN TENER AL OFENDIDO A LA VISTA.- Las lesio-
nes pueden ser clasificadas en definitiva por los peritos médicos legis-
tas sin que importe que no hubiesen tenido a la vista a la ofendida,
pues al rendir su peritaje lo hacen con base en los documentos que
obran en autos, o sea el certificado médico provisional, la fe de lesio-
nes y la historia clinica de la pasiva.
(T. 15 1, p. 147).
LESIONES Y DISPARO DE ARMA DE FUEGO. CONCURSO DE
ESTOS DELITOS, NO SE CONFIGURA POR EXISTIR NOR-
MAS INCOMPATIBLES ENTRE SL- Al ocasionarse mediante un
disparo de arma de fuego (delito de peligro}, un resultado que alteré la
salud del sujeto pasivo, esto es, lesiones (delito de lesién o daiio), incues-
tionablemente que nos encontramos frente a una concurrencia de nor-
mas incompatibles entre sf; ademds de que dada la evidente incompati-
bilidad, no ha lugar a considerar que se est4 en presencia de un concur-
so, en donde precisamente las normas son compatibles, y menos atin
que tal concurso sea real, como erréneamente advierte el Juez senten-
ciador, al invocar el articulo 64 del Cédigo Penal, puesto que suponien-
do, sin conceder, que se tratase de un concurso de delitos, éste serfa for-
mal o idea en cuanto que con una sola conducta, que consistié en dispa-
rar un arma de fuego, se ocasioné el resultado lesivo y por ende no se
est en presencia de varias conductas con pluralidad de resultados que
traen consigo el concurso real o material; independientemente del sefia-
lamiento anterior, en el caso a estudio, la problematica que se presenta,
no estriba en raz6n del mayor alcance del bien juridicamente tutelado
como acontece dentro del principio de consuncién absorcién en donde
categéricamente se afirma, que el delito de lesién o dafio absorbe o con-
sume al de peligro, esto es, en la hipétesis en que el bien tutelado por la
norma de mayor alcance o amplitud, absorbe a la de menor alcance o
amplitud; sin embargo, no es precisamente el caso que debe contem-
plarse en la especie, en cuanto que dicho caso como en otros, significaria
una desproporcién desde el Ambito de Ja punicién, toda vez que se san-
cionarfa el resultado material, aun cuando el delito de peligro contenga
una sancién més elevada que aquél; luego entonces, ante un verdadero
108INDICE GENERAL 2000 LIB
desplazamiento de normas que abviamente son incompatibles y recu-
rriendo a la interpretacién, ha de establecerse cudl norma es primaria y
cual secundaria, en base al principio de subsidiaridad, que descansa en
el aforismo Latino “Lex primaria derogat legi secundariae”, en tanto
que ne es posible penar el mismo hecho dos veces, y, en base a un juicio
de raciocinio, sélo punir un delito, y asf hurgar a fin de encontrar cual
disposicién tiene caracter de subsidiaria respecto a la otra, en razén de
Ja punibilidad; ante una subsidiaridad forma la cuestién que nos ocupa
se resuelve atendiendo a la mayor punibilidad que en el caso la tiene el
delito de disparo de arma de fuego, que el articulo 306 del Cédigo Penal
sefala con una sancién de tres dias a tres afios de prisién y multa de
cinco a mil pesos; en tanto que el delito de lesiones, cuya clasificacién
definitiva se ubica en la parte segunda del articulo 289 del
Ordenamiento expresado, establece una sancidén de cuatro meses a dos
afios de prisién y multa de cincuenta a cien pesos, Habida cuenta de lo
anterior, la norma primaria, por su mayor entidad punitiva, serd objeto
de estudio, esto es, el delito de disparo de arma de fuego, quedando,
como norma secundaria o subsidiaria el ilfcito de lesiones, virtud de las
consideraciones anteriores; procediendo por lo consiguiente, ordenar la
absoluta libertad del procesado respecto del mencionado delito de lesio-
nes, del que huelga hacer anélisis alguno en cuanto al cuerpo del delito,
como la responsabilidad penal del acusado de referencia en la comisién
del mismo.
(T. 198, p. 145).
LIBERTAD BAJO FIANZA.- E] articulo 20 Constitucional establece
en su fraccién I que el acusado inmediatamente que to solicite sera
puesto en libertad bajo fianza que fijara el Juez, siempre y cuando el
delito imputado no merezca ser castigado con pena cuyo término arit-
mético no exceda de 5 afios de prisién. Por otra parte, el precepto 556
del Cédigo de Procedimientos Penales establece el derecho de todo
acusado a ese beneficio, siempre que el maximo de la pena privativa
de libertad, correspondiente al delito que se le imputa, no exceda de 5
afios de prisién y aunque éste articulo en su parte final agrega: “en
caso de acumulacién se deberd atender al maximo de a pena del deli-
to mas grave”, esta disposicién resulta anticonstitucional porque
109LIB ANALES DE JURISPRUDENCIA
viola lo dispuesto por el articulo 20 de la carta Magna; a mayor abun-
damiento esta Sala observa que el citado articulo 556 se contrapone a
lo dispuesto por el artfculo 64 del Ordenamiento punitivo, que es apli-
cable en caso de acumulacién real de delitos.
(T. 160, p. 223).
LIBERTAD BAJO FIANZA. TERMINO MEDIO DE LA SANCION
RESPECTIVA COMO BASE PARA OTORGARLA.- Variantes
que han introducido al sistema de la métrica penal la jurisprudencia
de la Suprema Corte de Justicia de la Nacién.
(7.51, p. 39).
LIBERTAD CAUCIONAL.- Es anticonstitucional el artfculo 556 del
Cédigo de Procedimientos Penales para el Distrito Federal.
(T. 145, p. 226).
LIBERTAD CAUCIONAL.- Para resolver sobre el beneficio de ella en
caso de acumulacién, debe estarse a la suma de los términos medios
de las penas de cada delito.
(T. 145, p. 226),
LIBERTAD POR DESVANECIMIENTO DE DATOS.- Sélo procede
decretarla cuando se trata de condiciones notorias existentes en el
proceso, por prueba plena indubitable.
(TP. 124, p. 205).
LIBERTAD POR DESVANECIMIENTO DE DATOS. CUANDO
PROCEDE.- La libertad por desvanecimiento de datos es proceden-
te en los casos siguientes: 1o— Cuando en el curso del proceso apa-
rezcan, por prueba indubitable, desvanecidas las que sirvieron para
comprobar el cuerpo del delito; y, 20.— Cuando sin que aparezcan
datos posteriores de responsabilidad, se hayan desvanecido, por prue-
ba plena indubitable, los sefialados en el auto de formal prisién para
tener al detenido como presunto culpable.
(T. 126, p. 197).
110INDICE GENERAL 2000 LIB
LIBERTAD PROVISIONAL.- Para la procedencia de la libertad pro-
visional, debe hacerse un estudio de las constancias de autos, para
resolver con relaci6n al término medio de la penalidad.
(T. 145, p. 222).
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO FIANZA. PROCEDE CUANDO
DE LAS PRUEBAS QUE EXISTEN EN EL PROCESO SE DES-
PRENDE QUE SE TRATA DE UN HOMICIDIO CULPOSO.- No
obstante que el Juez instructor haya dictado el auto de formal prisién
por la comisién del delito de que acusé el Ministerio Publico, y éste en
su hoja de consignacién se haya apoyado en los articulos 302 y 307 del
Cédigo Penal, en relacién con el 80., fraccién I, del mismo
Ordenamiento y, consecuentemente, pudiera pensarse que el delito
por el cual se ejercité la accién penal y se dicté el auto de formal pri-
sién, es el de homicidio simple intencional; si de las pruebas que
obran en el proceso se desprende que se esta en presencia de un deli-
to de homicidio culposo, cuya pena por lo que hace al término medio
aritmético, no excede de cinco afios de prisién, procede el beneficio de
Ja libertad provisional bajo fianza.
(T. 137, p. 195).
MIEDO GRAVE.- Estado emocional depresivo que se manifiesta en dos
formas: la inhibicién y la huida.
(T. 129, p. 142).
MIEDO GRAVE. EXCLUYENTE DE RESPONSABILIDAD CRIMI-
NAL. ARTICULO 15 FRACCION IV DEL CODIGO PENAL.- El
miedo sélo tiene la calidad de eximente cuando es grave, y esa emo-
cién primaria que por serlo es comtn a los hombres y a los animales,
sélo puede juridicamente reputarse grave, cuando obnubila la razon y
deja a la persona obrando bajo el influjo de los instintos, capitalmen-
te el de la propia conservacién. No basta la aislada aseveracién de un
sujeto, de que se halld en tal estado psiquico, para demostrar que asi
fuera, porque para probar tal extremo que requiere la opinién de peri-
tos en psicologia, para apreciarla en funcién a los vestigios de los efec-
iitMIE ANALES DE JURISPRUDENCIA
tos que produce, los cuales nunca dejan de presentarse aunque ten-
gan infinita variedad en todos los sujetos, como reacciones peculiares
tipicas del miedo grave.
[L. G, Penal. 1966, p. 63).
MIEDO GRAVE. EXCLUYENTE DE RESPONSABILIDAD
PENAL. ESTADO PSICOLOGICO DEL INCULPADO QUE
OBRA BAJO DICHA EXCLUYENTE.- De lo manifestado por el
inculpado, se desprende con claridad meridiana que en el momento
de privar de la vida al ahora occiso, se encontraba bajo un estado psi-
colégico originado por un miedo inminente y grave de un mal en su
persona, quedando como consecuencia anulada su capacidad de
entender y de querer, en el campo del Derecho Penal; estado psicol6-
gico que se produjo como consecuencia de encontrarse en un lugar
solitario y adecuado para ser privado de la vida o para caus4rsele un
mal en su persona, mismo al que habia sido conducido por el propio
occiso, quien le recordaba disgustos anteriores mostrandole una pis-
tola, mdxime que lo conocfa como una persona sumamente peligrosa
y haber recibido previamente de el amenazas de muerte... por otra
parte, obra el dictamen médico psiquiatrico rendido, que llega, entre
otras a las siguientes conclusiones: que el encuentro circunstancial
del ahora inculpado con el occiso, empezé a generar en aquél “miedo,
angustia, temor y panico”, lo que desencadené el ataque, ante la pre-
sencia de la pistola, pero se hace la aclaracién que fue en una forma
inconsciente como una respuesta innata que se presenta en todos los
individuos ante un peligro, cabe aclarar también que nunca prevale-
cié la idea de matarlo, de ahi que, como ha quedado expuesto, esta
Sala considere que en la especie operé la excluyente de responsabili-
dad penal de miedo grave a que se refiere la primera parte de la frac-
cién IV del articulo 15 del Cédigo Penal.
(T. 190, p. 285).
MINISTERIO PUBLICO, CONCLUSIONES DEL. FALTA DE
MOTTVACION.- Considerando que en nuestro sistema procesal, las
conclusiones formuladas por el Ministerio Piblico, como expresién
112INDICE GENERAL 2000 MIN,
fundamentada juridica y doctrinalmente, deben comprender necesa-
riamente, como érgano técnico de acusacién, la responsabilidad penal
de aquél a quien se acusa, tomando en consideracién las pruebas que
en su concepto demuestran la existencia de la actividad voluntaria
desplegada por el activo del ilfcito y el precepto legal en el cual se pre-
viene; no es suficiente con que lleve a cabo sélo razonamientos, sino
invariablemente debe sefialar concretamente el articulo de nuestro
Cédigo Penal en el cual se encuentra inmersa la norma que lo prevé,
esto es el articulo 13, precisando cual de sus fracciones resulta apli-
cable, porque de no hacerlo asi, falta la fundamentacién de su pedi-
mento y en este aspecto, tal requisito se presenta revistiendo cardcter
de fondo, puesto que el juez se encuentra impedido de rectificar o
pasar por alto este tipo de errores, de tal manera que en ausencia de
la cita del precepto legal correspondiente, se incumple con la obligacién
que le impone el articulo 316 del Cédigo de Procedimientos Penales,
que expresamente determina la cita de las leyes aplicables, lo cual al
no darse en relacién a la responsabilidad penal en el pliego de conclu-
siones, es evidente la falta técnica de su parte y de no considerarlo as{
se infringiria el principio de seguridad juridica que rige en todos los
actos relacionados con el procedimiento penal y a cuya observancia la
autoridad se encuentra obligada por ser de orden publico, debiendo
ordenarse ante esto la inmediata y definitiva libertad del acusado por
los delitos de HOMICIDIO Y ROBO.
(T. 214, p. 175).
MINISTERIO PUBLICO. NO CARECE DE INTERES JURIDICO
EN MATERIA DE IMPOSICION DE SANCIONES PENALES.
NORMAS BASICAS REGULADORAS DEL ARBITRIO JUDI-
CIAL. CUANDO EL MINISTERIO PUBLICO ESTA JURIDICA-
MENTE CAPACITADO PARA RECLAMAR CONTRA EL
ABUSO DEL ARBITRIO JUDICIAL. CUANDO Y COMO EL
MINISTERIO PUBLICO PUEDE RECLAMAR AGRAVIO.- La
apelacién del Ministerio Publico es de Derecho estricto, por le que no
es juridico suplir deficiencia u omisién alguna, en que haya incurrido;
el Tribunal “ad quem” debe sujetarse severamente al examen de las
cuestiones que se le hayan sometido por tal funcionario, sin modifi-
113MIN ANALES DE JURISPRUDENCIA
carlas en perjuicio de los inculpados, porque de hacer tal cosa se
infringirfan en perjuicio de éstos, los articulos 21 y 102
Constitucionales, quebrantando el sistema acusatorio. Ademas, el
Ministerio Puiblico debe cumplir con las normas técnicas respectivas,
para que las impugnaciones que haga de una resolucién, se reputen
como constitutivas de un agravio. Se entiende por esto (segtin tesis
jurisprudencial nimero 63, sustentada por la H. Suprema Corte de
Justicia de la Nacién a fojas 126 del Apéndice del Semanario Judicial
de Ja Federacién del afio de 1944): “a lesién de un derecho, cometida
en una resolucién judicial por haberse aplicado indebidamente la ley
o por haberse dejado de aplicar la que rige el caso, por consiguiente,
al expresarse cada agravio, debe el recurrente precisar cual es la
parte de la sentencia que lo causa, citar el precepto legal violado y
explicar el concepto por el cual fue infringido, no siendo apto para
tomarse en consideracién en consecuencia, el agravio que carezca de
estos requisitos”.
Conforme al articulo 21 Constitucional compete exclusivamente
a la autoridad judicial la imposicién de las penas. Esa prerrogativa
fue reiterada, en cuanto a los delitos del orden comtn del Distrito
Federal, por el articulo lo. del Cédigo de Procedimientos Penales, y
fue reglamentada por los articulos 51 y 52 del Cédigo Penal, en
cuanto estatuyeron las normas bdsicas reguladoras del arbitrio judi-
cial.
De lo expuesto, no debe inferirse que el Ministerio Publico carez-
ca de interés juridico en materia de imposicién de sanciones penales,
pues si lo tiene en tanto los Tribunales abdican de su arbitrio para
incurrir en arbitrariedad.
La aludida Institucién, esta jurfdicamente capacitada para recla-
mar contra el abuso del arbitrio judicial, en las situaciones siguientes:
la.— Cuando se apliquen sanciones de diferente calidad de las
exactamente decretadas para el caso concreto que se haya juzgado;
sea en beneficio o sobre todo, en perjuicio, de los acusados.
2a.— Cuando se impongan penas en diversa cantidad de la legal-
mente autorizada, abatiendo el minimo o excediéndose de! maximo
respectivo.
1dINDICE GENERAL 2000 MIN
3a.- Cuando se omitan o se traten indebidamente cuestiones
especiales que influyan sobre la penalidad imponible, como las califi-
cativas, las modificativas, que en el caso concurran.
4a.— Cuando se quebranten las normas de ciertas instituciones juri-
dicas particulares como las de la acumulacién ideal o real, la reinciden-
cia.
5a.— Cuando se vulneren las reglas del razonamiento légico, al
valorar las normas reguladoras del arbitrio.
Como el Ministerio Publico es una Institucién de buena fe y su inte-
rés juridico consiste en lograr que se aplique exactamente la ley del
caso, puede reclamar agravio tanto si el acto jurisdiccional perjudica,
cuanto si beneficia, en ambos casos ilicitamente, al imputado. Pero,
por la calidad especifica del aludido sujeto procesal, su impugnacién.
para ser merecedora de ser tomada en cuenta, debe revestir la forma
técnica a que nos hemos referido, pues de no Ilenar esos requisitos, no
es posible estudiar y decidir ningun problema, irregularmente plante-
ado por él, para no correr el riesgo inminente de suplantarlo, agra-
viando al reo, en el ejercicio de Ja accién que primitivamente concierna
aaquél.
(T. 95, p. 336). T. R.: (T. 2, p. 338; T. 5, p. 198; T. 35, pp. 43, 695). [I G.
Penal. 1959/60, p. 179].
Ministerio Publico (pedimento del).
(T. R.: T. 12, p. 413).
Ministerio Publico, Acusacién imprecisa del.
(7. R.: T. 16, p. 273),
Ministerio Publico, Su opinion.
(T. R.: T. 83, p. 78).
Ministerio Puiblico. Omisiones del.
(T.R.: T. 87, p. 48).
Ministerio Publico. Agravios del.
(T. R.; T. 89, p. 630).
Ministerio Publico. Omisién o deficiencia de la expresién de agra-
vios del.
(T. R.: T. 39, p. 662).
115MIN ANALES DE JURISPRUDENCIA
Ministerio Publico. Actuaciones del,
(T. R.: T. 46, p. 3).
Ministerio Publico y Policia Judicial. Valor probatorio de sus
actuaciones,
(T. R.: T. 63, p. 58).
Ministerio Ptiblico. Diligencias del, Ilevadas a cabo fuera de su
jurisdicci6n territorial.
(T. R.: T. 65, p. 203).
Ministerio Publico. Es s6lo uno e indivisible.
(TR: T. 116, p. 193).
MINISTERIO PUBLICO, POLICIA JUDICIAL, POLICIA PRE-
VENTIVA Y JUECES, ATRIBUCIONES DE, CONSIGNACION
Y AUTO DE RADICACION.- De acuerdo con el articulo 21 de la
Constitucién Politica de los Estados Unidos Mexicanos y del articulo
20. del Cédigo de Procedimientos Penales, al Ministerio Publico
incumbe la persecucién de los delitos y el ejercicio exclusivo de la
accién penal; la Policia Judicial esta bajo su autoridad y mando inme-
diato, y slo debe intervenir cuando el delito ya se cometié para com-
probar las causas y para perseguir a sus autores; y la Policia
Preventiva, la cual forma parte de la Jefatura de Policia del Distrito
Federal debe limitarse a cuidar el orden y vigilar que no se cometan
faltas o infracciones y sélo podrd proceder a la averiguacién de los
delitos cuando el Ministerio Publico se lo ordene. Cuando el
Ministerio Publico auxiliado de la Policia Judicial ha practicado todas
Jas diligencias en la averiguacién previa con motivo de un delito
determinado y de un probable responsable de él, hasta dejar compro-
bados los requisitos que sefiala al articulo 16 Constitucional para la
detencién de una persona, ejercita contra ésta la accién penal; hace la
consignacién correspondiente y pone al detenido a disposicién del
Juez o turna la averiguacién previa solicitando la correspondiente
orden de aprehensién del inculpado. Por su parte, el Juez al recibir la
consignacién del Ministerio Publico, inmediatamente dicta “el auto
de inicio 0 cabeza de proceso”, con el que principia el proceso penal, y
en él ordena: I.- La radicacién de la consignacién; II.- “La interven-
116INDICE GENERAL 2000 MUL
cién del Ministerio Publico como parte; ITI Que se tome al detenido
su declaracién preparatoria en audiencia publica y IV— Se practi-
quen las diligencias que sean necesarias para acreditar la comproba-
cién del cuerpo del delito y la probable responsabilidad penal del acu-
sado.
(T. 121, p. 241).
MULTA. CONMUTACION DE LA.- El articulo 29 del Cédigo Penal, en
su Ultimo pdrrafo, fija como maxima para la substitucién de la san-
cién econémica impuesta al acusado, la prisién por el término de cua-
tro meses, por lo cual no es permisible al Juzgador sefialar una pena-
lidad que resulte superior a la establecida.
(TD. 124, p. 197).
NATURALEZA JUR{DICA DE LOS BIENES EJIDALES. CUANDO
NOES DELITO SU TRANSMISION. LOS BIENES EJIDALES SE
CARACTERIZAN POR SER INALIENABLES, IMPRESCRIPTI-
BLES, INEMBARGABLES E INTRANSMISIBLES, SEGUN EL
ARTICULO 52 DE LA LEY FEDERAL DE REFORMA AGRARIA
PERO DE ACUERDO CON LOS ARTICULOS 93 Y 95 DE LA
PROPIA LEY. LA ZONA URBANA EJIDAL, NO PARTICIPA DE
LA MISMA NATURALEZA JURI{DICA DE LOS DEMAS BIENES
EJIDALES, AS{ PUES LOS SOLARES URBANOS SON FACTI-
BLES DE SER TRASMITIDOS Y ELLO NO CONSTITUYE DELI-
TO ALGUNO.- De acuerdo con el articulo 52 de la Ley Federal de
Reforma Agraria, la zona urbana juridica de los bienes ejidales y comu-
nales se caracteriza por ser inalienables, imprescriptibles, inembarga-
bles e intransmisibles, pero de acuerdo con los articulos 93 y 95 de la
Ley Federal de Reforma Agraria, la zona urbana ejidal, no participa de
la naturaleza juridica de los demas bienes ejidales. Al respecto, los estu-
diosos del derecho agrario sostienen que existe una primera etapa:
cuando la zona urbana pertenece todavia al nticleo de poblacién ejidal,
en que dicho bien resulta imprescriptible e inembargable, pero se per-
mite en principio la venta a avecinados, articulo 93 de la Ley Federal de
Reforma Agraria, y el reconocimiento de posesionarios no ejidatarios,
celebréndose contratos de compraventa con éstos, articulo 95 de la Ley
uyNEX ANALES DE JURISPRUDENCIA
Federal de Reforma Agraria, siendo evidente por lo tanto, que este bien
ejidal no es inalienable e intransmisible. Durante la etapa siguiente,
cuando la posesién por mds de cuatro afios ha consolidado el dominio
pleno para ejidatarios y avecindados y se ordena la titulacién de los
solares urbanos, para que dichos titulos se inscriban en el Registro
Publico de la Propiedad, la consecuencia juridica es que 1a zona urbana
o solares urbanos determinados, se desadscriben del régimen federal
agrario, para incorporarse al régimen civil de cada Entidad Federativa;
0 sea, que los solares urbanos dejan de ser inalienables, intransmisi-
bles, imprescriptibles e inembargables (articulo 100, Ley de Reforma
Agraria). (Martha Chavez Padrén.— “El Derecho Agrario en México”,
pagina 409.- Tercera Edicién). En el caso a estudio, la Sala estima, con
fundamento en el principio general de derecho, consistente en que todo
lo que no esta prohibido, estA permitido, que la conducta realizada por
la demandada, no se adecua al tipo previsto por el articulo 387 fraccién
II del Codigo Penal, dado que, de acuerdo con los anteriores argumentos
y las constancias de autos, ésta se limité a ceder sus derechos de pose-
sién sobre el inmueble al denunciante, cesién de derechos que no se
encuentra prohibida por la Ley Agraria, pues segtn se ha visto, los sola-
res urbanos son factibles de ser transmitidos, habida cuenta de que el
artfculo 95 de la propia Codificacién inicamente se refiere a los contra-
tos de arrendamiento o compraventa, y ademas, en el presente caso no
se puede decir que se esté en presencia de alguna de dichas hipétesis.
Asimismo, debe decirse que no obsta en contrario el hecho de que el
Presidente del Comisariado Ejidal y el denunciante, en términos simi-
lares expresaran que la acusada tenfa conocimiento de que no podia
realizar operacién alguna con respecto al solar de referencia, toda vez
que tal aseveracién debié haberse probado plenamente, esto es, con la
prueba idénea que demostrara la pérdida de los derechos posesorios de
la inculpada.
(E. 177, p. 177).
NEXO CAUSAL.- Cuando esta debidamente acreditado el nexo causal
entre la lesidn sufrida, y la muerte del ofendido se esta en el caso de
la fracci6n I del articulo 303 del Cédigo Penal.
(T. 129, p. 141).
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