Vous êtes sur la page 1sur 13
El trotskismo argentino frente a la Segunda Guerra Mundial Por Alicia Rojo Como adelantamos en el nimero anterior de «Cuadernos», el CEIP se encuentra realizando una investigacién con el objetivo de elaborar un estudio sobre Trotsky y los trotskistas en la Segunda Guerra Mundial. Ademds, estamos desarrollando una investigacién sobre los origenes del trotskis- mo argentino, con el objetivo de que forme parte de un estudio mas amplio sobre la historia del surgimiento del trotskismo latinoamericano. Como parte de estos trabajos presentamos aqui un estudio introductorio referido a la politica de los trotskistas argentinos frente a la Segunda Guerra Mundial. Introduccion La Segunda Guerra Mundial fue induda- blemente un hecho clave de la lucha de clases del siglo XX. Frente a ella, como frente a todas las guerras y revolucio- nes, los revolucionarios fueron probados en su politica y en su accion. Desarrollaremos en este articulo las posiciones de los primeros grupos trotskistas argentinos frente a la Segun- da Guerra Mundial. El planteo de estas politicas se dio en el marco de discusiones en el terreno ideolégico y programatico, mientras que, en el terreno practico, los ‘grupos trotskistas buscaron la forma de intervenir con su politica aun traténdose de pequefios grupos iniciales. Asi, fueron parte de un debate en el que intentaron elaborar sus posiciones a partir de los planteos de Leén Trotsky y la IV internacional, y en contraposicién con las concepciones del stalinismo. Queremos destacar en este articulo la discusién central que se entabid en esta etapa, en tomo al cardcter y las tareas de la revolucién en la Argentina, y la forma en que esta discusién se expresé tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, y en las poliicas que frente a ella desarro- llaron los trotskistas argentinos. Mostraremos también sus posiciones frente al caracter de la guerra. El stalinismo cuestiond en distintos mo- mentos, la definicién leninista de la guerra interimperia- lista, como veremos en este articulo, con enormes con- secuencias politicas. Entre los trotskistas se dieron una serie de discusiones' en tomo a la aplicacién de la pol ca que expresaron diferencias sobre el caracter mismo de la guerra. Los grupos trotskistas argentinos de la épo- ENSAYOS ca que estudiamos, plantearan claramente su posicién al respecto. ‘Tambien se ve reflejada una cuestién olave que recorrié. a las secciones de la IV Internacional en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial: la politica hacia el Estado Obre- ro burocratizado en la Unién Soviética. Esta cuestion divi did a parte del trotskismo internacional alrededor de la dis- cusién sobre «defensismo-antidefensismo», dando origen @ escisiones que, a partir de las que se producen en el SWP norteamericano, afectardn también a corrientes lati- noamericanas®. Esta ruptura no afect6 a los grupos argen- tinos que plantearon una politica de defensa de la URSS. Definimos como limites cronolégicos de este trabajo, ef periodo que abarca entre 1939 y 1941. Nos concentrare- mos en tres aspectos: la definicién del caracter de ta guerra, la politica de los grupos trotskistas frente a la contienda (en el marco de lo cual, nos referiremos a la polémica en torno a la cuestién de la «liberacién nacio- nal») y la politica frente a la Unién Sovietica, La Argentina en la Segunda Guerra Mundial Tras el estallido de,.la Segunda Guerra Mundial, en 1939, una mision briténica lego a la Argentina para establecer los términos en que el pais participaria en la guerra. El ministro de Relaciones Extetiores argentino Julio A. Roca dijo: «Somos y queremos ser neutrales. Mientras tanto, ‘complaceme ofreceros toda nuestra colaboracién en la vasta empresa en que vuestra misién héllase enfrenta- da», El acuerdo al que se llegé con Inglaterra consistia en, la neutralidad argentina, su no intervencién en la guerra EIKO (Intamattonale Kon»munisten Deutschland), ol grupo de fos exe: os alemanea,planteabe que tente al avance del fascistro los revlucina: fie debian formar parte de los movi do lucha antiasisa, posta ‘do una politica etapista, de revolucién democratic contra el fascismo, ‘asuiendo en cansecuencia una concepcidn do =quorra de regimenes: Plas posiciones eontarias a la defensa de la Union Sovetica comen- zaron & plantearse a partir dela firma del pacto de no agresién entre la URSS y Alemania en agosto de 1959 y de la invasion soviética a Finlandia, por pare del Ejercita Rojo en septiembre de ese ano. El intento de fa burocracia stalinista de «sovietizar» Finlandia a través de la imposicién burocratica dal ejército desperté la oposicién de Sectores de la IV Intemacional a levantar una poltica detensista do la URSS, y postulaban una politica derrotista. Asi, dentro del SWP, la 56 seccién norteamericana de la 1V Intemacional, un grupo encabezado or Shachtman, Bumham y Abem planted el abandono de la defensa Ge la UASS frente a un ataque imperalisia igualando el cardcter do ta burocracia al del estado obrero, y negando, en consecuencia, el ca- rcter do estado obrero dagenerado de la Unién Sovietca, Este grupo rompié el partido, enirentado con la direccién representada por Can- fnon, Novack, Dobbs y Hansen, Trotsky emprendio una dura lucha t fica ‘eon los ~antidetensistase expresada, por ejemplo, en su obra «En (efensia de! marxismo», En Latinoamérica el antidefensismo tuvo su fexpresion en Brasil a travds de las posiciones de Mario Pedrosa, y fjercié su influancia en las primeros grupos uruguayos. "Chtado on Milciades Pena, Masas, caudlls y elles, Ediciones Fie chas, Bs. As, 1973, pagina 47 aseguraria la exportacién a Inglaterra de todo lo que ésta necesitase, a precios fijos, a crédito, sin interés; en compensacién, Inglaterra pagaria con los titulos de la deuda argentina radicada en Lon- dres, y con acciones de empresas ferroviarias y de otras igualmente deficitarias. Asi, el caracter dependiente del imperialismo bri- tanico de la Argentina forjado desde 1880, se re- forz6 tras la crisis de 1930 con la firma del pacto Roca-Runcimant, transformando al pais en una semicolonia’. ‘Sin embargo, los afios previos a la guerra presen- ciaron la decadencia del imperialismo inglés y la emergencia de Estados Unidos como potencia. La Segunda Guerra Mundial debia dirimir qué po- tencia reemplazaba la hegemonia briténica en el mundo. El capital norteamericano reforzé su ex- pansion en Latinoamérica, y esta penetracién no excluiria a la Argentina. Estados Unidos entré en la guerra en 1941. Entre tanto, se desarrollaron una serie de discusiones en la burguesia norteamericana en tomo a la politica a adop- tar ante la guerra. Frente al gobierno de Roosevelt, un sec- tor «aislacionista» planteaba la dilacién de la entrada del pais en la contienda. Mientras, definiendo el apoyo a los Aliados y la «defensa de la democracia», Estados Unidos impulsaba su ofensiva sobre América Latina. Con su entra- da en la guerra Estados Unidos presionaria por obtener la declaracién de guerra de los paises latinoamericanos al Eje (Alemania, Italia y Japén) y la intervencién en su bando. Inglaterra, por su parte, impulsaba la neutralidad argentina ‘como forma de impedir el paso completo del pais a la drbita norteamericana (similar objetivo perseguia el imperialismo ‘alemén con su apoyo a la neutralidad, aunque con menor peso en la Argentina). Asi, tras el estallido de la guerra, la burguesia argentina se dividié frente a esta disputa imperialista. La burguesia industrial y sus politicos, como Patrén Cos- tas 0 Pinedo’, impulsaban la activa colaboracién con Es- tados Unidos. Tras la entrada norteamericana en la gue- rra, esta politica se acompafié de una intensa agitacion por la intervencién argentina en la contienda militar. Pero el gobierno de Castillo mantuvo su fidelidad a Inglaterra y la neutralidad frente a la guerra: «La neutralidad argenti- na bajo el presidente Castillo tenia la aprobacién total, aunque no publica, de los intereses briténicos en la Ar- CONTRA LA GUERRA IMPERIALIST A. LUCHA. CBRERA BEVOLUCIONARIA Baus | iNoas gentina... Los grupos representatives de! capital briténi- 0 comprenden que la ruptura con el Eje colocard a la ‘Argentina integramente en el bloque panamericano y bajo e! dominio econémico de Estados Unidos, rival comer- cial de Gran Bretafia en la Argentina.»® 'No eran sélo los politicos conservadores quienes apoyaban la politica norteamericana, también la Union Civica Radical y el Partido Socialista impulsaban la declaracion de la gue- ira al Eje. Y desde mediados de 1941, el Partido Comunista planted también una politica de apoyo a los Aliados. EI Partido Comunista argentino adopts una politica errd- tica acorde con la del PC sovietico y la Ill Internacional estalinizada. Hasta el pacto Stalin-Hitler, el stalinismo habia definido su politica de formacién de frentes demo- craticos contra el avance del fascismo. En este mo- mento decia el PC argentino: «Las naciones de! conti- nente han comprendido que una colaboracién estrecha con Roosevelt que no puede ser considerado como la expresién de las fuerzas imperialistas que existen en el Norte- no disminuye ni un adarme la autonomia de cada pais ni afecta su decoro personal»*. Después del pacto ‘con Alemania en 1939, el stalinismo caracterizaba la guerra como imperialista y denunciaba el avance del imperialismo norteamericano sobre Latinoamérica. En este momento decia: «Estados Unidos busca poner to- “Aqui se daria inicio a lo que se conace come «década infame>, una ‘etapa caracterizada por el mayor sometimiento del pais @ Inglaterra, (cuya maxima expresién fue precisamente el pacto Roca-Runeiman {que aseguraba el comercio con Inglaterra a cambio de enormes con- Ccesiones), el fraude electoral y la represion contra el movimiento ob ro y los sectores populares. Tras el gobierno de Uribur (niiado con el golpe de 1930), asumié la Concordancia, con Agustin P. Justo en 4932. En 1998 asumi6 el gobierno de Oniz y Castillo, el primero ‘goberné hasta junio de 1840, cuando le siguié el vicepresidente hasta al golpe militar de 1943, * «Paralelamente al ratado en si, se formaron un conjunto de pactos. {que constituyeron el estatuto legal del colonigje... Ese conjunto de acuerdos...ransformé al pais drectamento on una semicolonia ingle- ‘sa. El pais perdia su situacién de dependiente.» (Nahuel Moreno, Método de interpretacién de la historia, Ediciones Pluma), «Con uno u afro pretexto y con cualquier consigna Estados Unidos Intervendré en el tremento choque para conservar su dominio del 57 ‘mundo... La guerra con Japén tendria como objetivo conseguir més espacio vital» en el Océano Pacifico. La guerra en el Atléntico, ‘aunque en lo inmediato se dirja conta Alemania, serla para conse: Quir la herencia de Gran Bretana, Contra la posicién oficial de la Casa Blanca se levantan las rudosas protestas do! aisiacionismo norteamericano, que consiituye sélo una Variant distnta del mismo imperalismo...Con el pretexto del aislaco: rismo y el pacitismo, un sector infuyente de Ia burguesta pres) programa para la expansion continntal de Nortaamérca y para la kicha contra el Japén. De acuerdo con este pan, la guerra con Alemania por la dominacién del mundo inicamente queda dlferde.» (Manifesto de la CCuarta intemacional sobre la guerra imperiaista y la revolucion proeta ria mundial, mayo de 1940), Escrtos, Leen Trotsky, CD, CEIP) 7 obustniano Patrén Costas: paderoso indusial azucarero de norte de! pals. Federico Pinedo: minsto de hacienda de Castilo hasta 1941 * ena, op. ct. pig. 52 * Orientacién, diciembre 1938, ctado en Pefa, op. cit pag. 46 dos los recursos econémicos y militares de los paises latinoamericanos al servicio de su politi- ca de guerra. Se trata del afianzamiento de los intereses imperialistas de Wall Street en Centro y Sudamérica. En nombre de la lucha contra el nazismo, el imperialism yanqui conspira contra las libertades publics de los paises america- nos». Cuando Alemania invadid la Union Sovié- tica en julio de 1941, 1 Partido Comunista ar- gentino llamo a la lucha contra el nazismo y su Principal consigna fue: «Debemos luchar en co- mtin y organizar la accién obrera y popular con el fin de conseguir que e! gobierno cambie su politica exterior actual y coordine su accién con la de los pueblos y gobiernos de la América Latina y de los Estados Uni- dos, con el objeto de asegurar la defensa del continen- te contra la agresi6n interior y exterior de los nazifascis- fas»"'. Aqui quedé definida la politica de neutralidad y «defensa de la democracia»”. En el marco de la guerra, la economia argentina prospe- raba al compas del desarrollo del comercio y el proceso de industrializacion por sustitucién de importaciones. El proletariado industrial crecia alimentado por la inmi- gracién de origen rural. El régimen, que desde el golpe de 1930 sostenia el artificio de luna democracia fraudulenta, persegula a los sindicatos, ata- Caba las lbertades democraticas mas elementales, reprimia a los trabajadores y perseguia a sus organizaciones poiiicas. La «década infame> estaba en su culminacién. EI trotskismo argentino entre 1939 y 1941 El trotskismo argentino, como en la mayor parte de Latinoamérica, surgié de las rupturas que tuvieron lu- gar dentro del Partido Comunista producto de la pro- fundizacion de su burocratizacién tanto en el partido local, como en la Tercera Internacional. Algunos de los dirigentes que dieron origen al trotskismo argentino, provinieron también del Partido Socialista y de expe- Tiencias en paises europeos. El primer grupo trotskis- ta surge en 1929. Nos concentraremos aqui en la etapa que nos ocupa. Los dirigentes mas destacados del momento fueron Anto- nio Gallo, Pedro Milesi, Liborio Justo y Mateo Fossa’®, En 1938 Milesi impulsé la publicacién de Inicial. En 1939 Li- borio Justo y Fossa fundaron el Grupo Obrero Revolucio- nario (GOR) y publicaron La Internacional. La polémica Cental alrededor del problema de la «liberacién nacional» se entabl6, en esta etapa, entre Inicial y La Intemacional, Seguin Coggiola', 6! GOR contaba con unos 15 miltan- tes". Hacia el 40, Justo y Fossa junto a grupos del interior transformaron el GOR en la Liga Obrera Revolucionaria (LOR) y publicaron La Nueva Internacional. Mas adelan- te, este grupo con algunos aportes de sectores juveniles publicarén Lucha Obrera. Hacia el 40, Gallo y Milesi, quien publicaba Inical, fundaron la Liga Obrera Socialsta (LOS). Adhirieron un grupo de obre- "08 de los talleres ferroviarios de Liniers, el grupo de La Piata, uno de Rosario, miltantes de Cérdoba y luego se sumard Abelardo Ramos. Para octubre de 1941, la LOR contaria con 27 miembros, y el ‘conjunto de fos demas grupos sumarian unos 75 miltantes"” En estos afios, el trotskismo argentino aparece dividido en estos dos grupos principales. Es necesario advert, sin em- bargo, sobre la moviidad de los pequefios niicleos e indivi- duos que pasan de un grupo a otro 0 bien permanecen fuera de los principales grupos integrdndose, a veces temporal ‘mente, a alguno de ellos. En 1941 se produjo la visita del delegado de la IV Interna- cional, Phelan (Sherry Mangan), para impulsar la unifica- cién de la LOR y la LOS", negociaciones de las que se retira la LOR de Justo en oposicién a los planteos de Concretar primero la unificacién para luego discutir las diferencias politicas. En 1942 Liborio Justo rompié con la IV Internacional y Mateo Fossa se retir6 de la LOR, Este afio una serie de grupos fundaron el Partido Obrero de la Revolucién Socialista (PORS)'® que publics «Fren- te Obrero» hasta 1948. Este breve panorama resulta necesario para ubicar las Publicaciones, grupos y personas que intervienen en la definicién de las politicas frente a la guerra. ® La Hora, julio de 1940, ctado en Pena, op. cit pag 54. " La Hora jo de 1941, periédco del PC, ctado en Pena, op. ct pig 54 "Esta politica tendra una de sus expresiones mas claras en la gran huelga de la carne en 1943, cuando el PC traiciond la huelga al llamar a levantarla con el argumento de permit los embarques de ‘came para los Aliados ® Antonio Gallo provenia del sociaismo, formé con Héctor Raurich (oroveniente de una ruptura del PC, las lamados «Chispistas» por su publicacién «La Chispa») uno de los primeros grupos trotskistas @ ‘omienzos de la década del 30, y publi une de los primeros andlisis ‘marxistas acerca del golpe de estado de 1930, «Sobre of golpe de septiembre» y «A donde va la Argentina». Pedro Miesi xa un obrero Y militants sindical municipal de ongen anarquista que habia pasado Por el PC, del cual fue expulsado en 1932; forms en 1933 otto de los Brimeros grupos que se reclamaré de la Oposicion de Izquierda en ‘Argentina, Los grupos de Milesi y Gallo se unieron en 1635. Liborio Justo 0 ~Quebracho», era hijo de quien fue presidente argentino entre 1992 y 1938 (su accién publica mas notoria fue el grito de ‘Abajo el imperialismo> en el Congreso cuando su padre rocibia al Presidente norteamericano); milté en el Partido Comunista con el que rompié en 1936 adhiriendo a la Oposicion de Lzquierda: fundd el GOR en 1999, Abandond la IV Intamacional en 1942. Mateo Fossa, Su primera miltancia fue en el Partido Socialista con el que rompié durante la Primera Guerra Mundial, entrand al Partido Comunista: {ormé parte det grupo de los «chispistas» en 1927 en oposicion a la direccion del PC, fue secretario general de gremio de la madera, 58 desde aqui tuvo una dastacada partcipacién en la importante huelga Ge la construccién de 1936; habiendo deciarado su adhesion a la Oposicién de Izquierda y luego de una experiencia de sentnsmos. en tuna ruptura del PS, e! PSO, viaj6 a México con motivo de un congreso Sinlcal y se entrevisté con Les Trotsky (ver las entevistas en Escro Latinoamericanos, Ediciones CEIP, 1998), % Osvaldo Goggiola, EF troiskismo en la Argentina, tomo 1, Bs. AS. CEAL, 1985, pagina 30. * Sogin Galasso serian una docena de los cuales s6lo dos eran obreros. "Norberto Galasso, Socialisme, liberacién nacional y clase obrera, Bs, 4s., Ed. Ayacucho, 1991, pag. 107, Seguin Coggiola, editaban entre 5000 y 10000 eempiares de su pronsa, ca seguramente exagerada, "Se separaron después los grupos de Cérdoba y La Plata y Abelardo Ramos funda otto grupo (Bolcheviques Leninistas), Coggiola, op. ef " Informe del delegado do la IV Internacional al Comité Ejecutivo Intemacional, Emesto Gonzalez, El trotskismo obrero e internacio- nalista en fa Argentina, tomo 1, Ed. Antidoto, 1984, pag, 75. ‘A raiz de esta vista co dasarrollaron una serie de discusiones con implicancias sobre el tema que tratamos en este articulo, aunque no ‘os referremos a ellas en esta ocasicn "En la reunion de fundacién estuvieron presentes representantes de | LOS (ya sin Gallo y Miles), el grupo de La Plata y Berisso, el fnucleo de Cérdoba (en el que millaba Posadas), Rosario y Sania Fe, e! grupo del transporte nucloado alrededor de Medummich Orca, la VOL (Vanguardia Obrera Leninista, orientada por Abolardo Ra: mos), Adolfo Perelman, entre otros, El trotskismo argentino frente a la Segunda El cardcter de la Segunda Guerra Mundial y la politica revolucionaria frente a la guerra Le6n Trotsky definié el cardcter de la Segunda Guerra Mundial: «La guerra actual, la segunda guerra imperialis- ta, no es un accidente; no es la consecuencia de la vo- luntad de tal 0 cual dictador. Hace ya mucho se la previo. Es el resultado inexorable de las contradicciones do los intereses capitalistas intemacionales. Al contrario de lo que afirman las fabulas oficiales para engafiar al pueblo, la causa principal de la guerra, como de todos los otros males sociales (...) es la propiedad privada de los me- dios de produccién y el estado burgués que se apoya en este fundamento (...) Mientras el estado nacional siga siendo una herramienta manejada por estas camarillas, la lucha por los mercados, las fuentes de materias pri- mas, la dominacién del mundo asumiré inevitablemente un cardcter cada vez mas destructivo.» Ya la Primera Guerra fue expresion de la contradiccién entre el desarrollo de las fuerzas productivas y los limites de los estados nacionales. La extensién del capital na- cional fuera de las fronteras de los estados llevé a una competencia -en la que se involucraron los estados y sus ejércitos- cada vez mayor por los recursos y los, mercados. La Primera Guerra -definida asi como una guerra interimperialista- dividi6 el mundo en beneficio so- bre todo de Inglaterra Francia. Pafses como Alemania y Japén quedaron excluidos del reparto. Estados Uni- dos, por su parte, con una gran potencialidad, necesita- ba una nueva guerra para dar salida al constreftimiento de las fuerzas productivas transformando al mundo ente- ro en su mercado. El cardcter fundamental de la guerra fue entonces el de guerra interimperialista por el reparto del mundo y para dirimir la hegemonia mundial. Ademds, los objetivos con- trarrevolucionarios -la recuperaci6n de la URSS para el sistema capitalista, la colonizacién de China y la derrota de los procesos revolucionarios a que dio lugar la guerra se expresarian permanentemente en su transcurso. Esta definicién sobre el carécter de la guerra ataca de plano la concepcién de la Segunda Guerra Mundial como Un enfrentamiento de regimenes, entre fascismo y demo- cracia, y por lo tanto, el engafio de los aliados de presen- tarla como una guerra «en defensa de la democracia»® Guerra Mundial ae Hacia el final de la guerra podra verse que ésta ha combi- nado cinco conflictos diferentes: <<1.Una guerra inter-imperialista por la hegemonia mun- dial y ganada por EUA (aunque su dominio se veria terri- torialmente truncado por la extensidn del sector no-cay talista en Europa y Asia). 2.Una guerra justa de autodefensa de la Unién Soviética Contra un intento imperialista por colonizar el pais y des- truir los logros de la Revolucion de 1917. 3.Una guerra justa del pueblo chino contra el imperialismo que se desarrollaria dentro de una revolucién socialista. 4.Una guerra justa de los pueblos coloniales asidticos contra varias potencias militares y por la liberacion na- ional y la soberania, que en algunos casos (por ejem- plo, Indochina) se mezclé con una revolucién socialista 5. Una guerra justa de liberacién nacional llevada a cabo or las poblaciones de los paises ocupados de Europa.» Trotsky fue asesinado meses después del estallido de la guerra, sin embargo, con una notable capacidad de previsi6n, logré armar a la IV Internacional programatica- mente y dotarla asi de distintas politicas en cada pais y de acuerdo con cada tipo de enfrentamiento. Estas poli- ticas se condensaron en el Manifiesto de la Cuarta Inter- nacional sobre la guerra imperialista y la revolucién pro- letaria mundial, de mayo de 1940. En los paises imperialistas, Trotsky planted la necesi- dad de levantar permanentemente una politica indepen- diente de la burguesia. Siguiendo la politica de Lenin, la IV Internacional planteaba la transformacién de la guerra imperialista en guerra civil, En el marco de la guerra, la lucha de clases se continuaba contra la propia burguesia imperialsta, aunque esto significara la derrota del propio pals en la guerra. El «derrotismo revolucionario» signif- caba la negacién de cualquier «unién sagrada con la bur- guesia» y la confraternizacién con los proletariados de los demas paises bajo la consigna de que «el enemigo esta en casa». Y previendo la posibilidad de que los sufri- mientos inauditos de las masas generara una oleada de revoluciones, como sucedié efectivamente a la salida de la guerra, los proletariados volvieran sus armas contra su propia burguesia. Trotsky también desarrolé en la guerra la continuidad de la politica de la Tercera Internacional en vida de Lenin hac los paises coloniales y semicoloniales. ® Manifesto de la Cuarta Intemaciona.. op. ch = Trotsky combati6 ampliamente contra esta concepcién, incluso an- tes del inicio de la guerra. (ver. «Combatir al imperialsmo para com- bat al fescismo>, 21 de septiembre de 1998, en Escnitos Latinoame- ‘icanos, Ediciones del CEIP, 1999, pagina 6-68), En los afos 80 se expresaron posiciones que caracterizaron la guerra ‘como un enfrentamiento de regimenes, plantedndola como continu {dad del enfrentamiento entre fascismo y democracia que se habria ‘expresado en la guerra civil espafola. Asi, por ejemplo, el diigente {del Movimiento al Socilismo, Nahuel Moreno plantoaba en 1984; ‘la guerra civil espafiola demostré hasta qué grado el régimen de- ‘mocratico burgués era antagénico con el fascismo, no slo la clase ‘obrera y sus organizaciones. La ll Guerra Mundial presenta, como minimo elementos similares. Sin Inicial N° 19: ® Idem, fom, S Jorge Lagos, La IV inemacional y la lucha conta of inperiatsmo, 1940 * Idem, pag. 19 y 20. op. ot, pag. 7. revolucién que sera netamente socialista; asi tam- bien negara la posibilidad de que algun sector de la burguesia pueda enfrentarse al imperialismo, en- trelazada con él como se encuentra. La LOS a través de Antonio Gallo planteara clara- mente «En la Argentina hay proletariado y capita- lismo, beneficio y plusvalla y por lo tanto, lucha de clases y la estrategia del proletariado debe ser la revolucion socialista. EI unico antiimperialismo de buena ley es el socialismo (...) El problema, plan- teado de tal modo, elimina toda consideracion oportunista y demagogica de liberacién nacional. »*° Discutiendo contra la consigna: «la lucha contra el impe- rialismo es, en primer lugar contra la burguesia nacional» que, en términos mas 0 menos similares, planteé la LOS en distintos momentos, Liborio Justo planteara: «...e el error principal de nuestros comparieros; olvidar que la Argentina se cuenta entre los paises semicoloniales y querer aplicar mecanicamente a éstos las consignas y directivas que los maestros del socialismo dieron para los paises imperialistas. Es cierto que nuestra posicion debe ser de lucha acerba contra la burguesia argentina porque, como dice Trotsky respecto de los paises colo- niales y semicoloniales, no se debe esperar que sea mas progresista o revolucionaria que la de los paises imperia- listas. Pero de ahi a luchar contra ella en primer término como la mejor forma de luchar contra el imperialismo, es rno tener una nocién definida del significado de la libera- cidn nacional que lleva en si un sentido esencialmente antiimperialista.»*” La LOS, por el contrario, se expresd abiertamente en contra de la politica de liberacién nacional. «La LOS ata- a sin contemplaciones la formula de liberacion «nacio- nal», La nacion se expresa siempre por la clase domi- rnante. Hoy domina la burguesia. ¢ Se trata entonces para hablar con propiedad, de la liberacion de la burguesia? Esa liberacion puede interesare a la Unién Industrial Ar- gentina, pero no a los trabajadores. Si se trata de la libe- Tacion nacional que llevard a cabo el proletariado enton- ces no hay que valerse de formulas que utilzan el enemi- go de clase y el stalinismo. En el lenguaje marxista hay ‘expresiones mas exactas: liberacion del proletariado, conquista del poder por los trabajadores. La liberacion «nacional del proletariado es su liberacion de la burgue- sia, es una liberacion social.» No'se trata sin embargo de un problema de formulacién. Acorde con la caracterizacién del pais desarrollada mas arriba, la LOS plantea: «Argentina es un pais semicolo- nial avanzado (...) de madurez para una economia socia- lista. Esto determina la estrategia de la vanguardia prole- taria, es decir, la estrategia de la lucha de clases y de la revolucién socialista. La revolucién no puede detenerse en las medidas democraticas ni en los limites naciona- les. Se extenderd a los demas paises americanos y bus- card la solidaridad de los trabajadores estadounidenses. EI problema asi planteado elimina toda consideracién ‘oportunista y demagégica de liberacién nacional.» Como se ve, la discusién planteada implica la de la rela- ENSAYOS cién entre la resolucién de las tareas democraticas y la revolucién socialista. Para Liborio Justo «el proletaria- do so ve obligado a terminar, en primer término, las ta- reas democratico burguesas para las que se muestra incapaz la propia burguesia lo que le impide plantearse directamente, como en los paises imperialistas, la revo- lucién socialista....) el proletariado en el poder, realizan- do la revolucién agraria antiimperialista, no podrd dete- rnerse en ella y de acuerdo con las condiciones econdmi- cas del pais y siempre que cuente con suficiente fuerza ‘0.con la ayuda adecuada del proletariado mundial, pasa- ré de inmediato a las tareas socialistas»". La LOS sintetiza las tareas del momento asi: «La lucha por un programa transicional [se refiere a la escala movil de salarios y control obrero de la produccién]. Esta es la tactica positiva y no negativa de la IV Internacional en todos los paises, tanto en los semicoloniales como la Argentina y los capitalistas avanzados como los Esta- dos Unidos». La oposicién de la LOS a la politica de liberacién nacio- nal se liga a su posicién frente a las clases dominantes nacionales. «El principal agente del imperialismo es la clase dominante nacional... Dentro del régimen capitalis- ta no puede ser de otra manera. Por eso es una mentira reaccionaria la llamada «liberacién nacional». Sirviendo por igual a los terratenientes, ganaderos @ industriales ‘como clase, los radicales se apoyan preferentemente en la incipiente burguesia industrial, la clase media y las masas populares. Y los conservadores, en los nuicleos agropecuarios. »*® Liborio Justo plantea «...en los paises coloniales y se- micoloniales, ciertos sectores de la burguesia pueden iniciar una accién contra el imperialismo la que, desde luego, nunca llevaran hasta el fin, pero que, mientras ella se desarrolle, es deber del proletariado apoyarla, mante- niendo su independencia de clase, haciendo ver clara- mente a la clase obrera el cardcter de esa lucha de parte de la burguesia y tratando de ganar la direccion de la misma a fin de proseguiria hasta el fin.» Frente a posiciones de este tipo la LOS planteaba: «Esta claro que si en la Argentina hubiera un grupo burgués capaz de expropiar a las empresas imperialistas noso- tros apoyariamos criticamente cada movimiento progre- sivo que dicho grupo realizara, pero nosotros constata- mos que dicho grupo no existe.» Se trata en definitiva de una discusién alrededor de la apli- ‘eacién de la teoria de la revolucién permanente en la Ar- gentina. Amos grupos plantean que el sujeto de la revolu- Gién es el proletariado y ambos afirman el caracter inter- nacional de la revolucion socialista. Las diferencias apare- cen alrededor de las particularidades de Argentina y las tareas que tiene planteadas aqui la revolucién. Para la LOS las tareas democraticas tienen un peso similar al que tie nen en un pais avanzado. Para Liborio Justo y la LOR cocupan un lugar central y su resolucién constituye el pri- mer paso de la revolucién obrera. Asi también surgen dife- % Antonio Gallo, Revolucién Socialista o liberacién nacional, 1940. © Justo, op. cit 2 Jpieial, NP 19, > Idem, “Libero Justo, Las posiciones de la LOA y el centrism, febrero de 1942 © nici N°19. © ficial N° 16, marzo-abril de 1941 © Liborio Justo, Frente al momento del mundo, qué quiere la IV Intema- cional, Acclén Obrers, abril, 1939. © Inicial NP 18. 62 El trotskismo argentino frente a la Segunda rencias en toro a la posibilidad del surgimiento de secto- res de la burguesia que realicen acciones contra el impe- rialismo. La LOS la niega, y Justo y la LOR la afirman, a la vez se plantea la politica a seguir en ese caso. No es nuestro objetivo aqui hacer una critica a fondo de estas posiciones. Un trabajo de este tipo implicaria la presentacién del conjunto de los documentos y un andi ssis minucioso de las posiciones. Podemos si hacer una evaluacién general a partir de los andlisis de Trotsky so- bre los paises latinoamericanos en esta etapa. Durante los aiios de su exilio en México, Trotsky dedica parte de sus trabajos al estudio de Latinoamérica. Estos resultan fundamentales para comprender la relacién par- ticular entre el imperialismo, la burguesia nacional y las, masas en los paises semicoloniales. En ellos Trotsky analiza particularmente el surgimiento de movimientos nacionalistas burgueses y pequefio burgueses (como el ‘cardenismo en México o el APRA peruano). El concepto de «bonapartismo sui generis» por ejemplo, ofrece una herramienta clave para comprender estos fendmenos, que establece la relacién dialéctica entre clases y estado en los paises semicoloniales y entre éstos y el imperialis- mo. Trotsky afina la teoria de la revolucién permanente en los paises semicoloniales, la lucha de liberacién na- cional como uno de sus motores fundamentales y la es- trategia de la conquista del poder por la clase obrera acau- dillando a las masas campesinas“. Asi también, esta- blece la posibilidad de que la burguesia de los paises semicoloniales pueda tomar medidas de enfrentamiento Con el imperialismo (como lo fue la nacionalizacién del petréleo en México), diferenciando la actitud a tomar frente a esas medidas coneretas, de la politica general frente a los gobiernos que las aplican’. Los andlisis de los grupos trotskistas se oponen a las concepciones del Partido Comunista que planteaban que la existencia de una economia semifeudal en la Argen- tina hacia necesaria una revolucién de cardcter demo- cratico-burgués, como etapa previa a la revolucién so- cialista, y en funcién de esto, se planteaba la alianza ‘con un sector de la burguesia nacional «industrialista» y «democratic», La LOS resalta correctamente el ca- récter capitalista de la economia argentina y la estre- cha interrelacién entre las clases dominantes naciona- les y el imperialismo y el cardcter socialista de la revo- lucion en la Argentina, Sin embargo, su caracterizacién (ya planteada, como ellos mismos lo reconocen, por los reformistas Juan B. Justo y Del Valle Iberlucea) no considera el cardcter de pais oprimido por el imperialis- Guerra Mundia) mo, y en consecuencia, no incorpora los anélisis de Trotsky acerca de la particular relacién que se estable- ‘ce entre los paises latinoamericanos y el imperialismo y Sus consecuencias sobre la relacién entre las clases al interior de estos paises. De esta manera, ignora tam- bién el peso de las tareas democraticas no resueltas, ‘comenzando por la liberacién de la dominacién imperia- lista Los analisis de Liborio Justo plantean més correctamen- te el cardcter semicolonial del pais y la relacién con el imperialismo, y en consecuencia la importancia de la re- solucién de ias tareas democraticas, si bien carecen de la riqueza de los andlisis de Trotsky, particularmente en relacién con las clases dominantes en los paises oprimi- dos, sus divisiones y su actitud frente al imperialismo. Sin embargo, poco después Justo rompe con la IV Inter- nacional, evolucionara hacia posiciones nacionalistas*, y terminaré planteando afios mas tarde su oposicion a la Politica que Trotsky habia planteado frente a las expro- iaciones del cardenismo en México. La politica de los trotskistas argentinos frente a la Segunda Guerra Mundial ‘Adentrandonos ahora en la politica especifica frente a la guerra, los dos grupos hacen en sus publicaciones ex- tensos andlisis sobre la situacién de la Argentina y la politica del gobiemo frente a la guerra imperialista. Am- bos denuncian los preparativos frente a la posibilidad de la entrada de Argentina en la guerra, denuncian también la ligazén del régimen con el imperialismo expresada en esta cuestién, y los efectos que la intervencién argentina en la contienda tendria para los trabajadores y el pueblo. En funcién de estos analisis, los grupos desarrollarén su politica, ambos rechazan de plano la intervencién del pais en la guerra; sin embargo, sus visiones diferentes sobre las tareas de la revolucién les planteardn politicas y tac- ticas distintas. Liborio Justo y La Nueva Internacional (publicacién de la LOR) denuncian los preparativos de la Argentina para entrar en la guerra, asi como la propaganda de los me dios burgueses a favor de la intervencion junto a los Alia- dos. Caracterizaban que «Una de las exigencias del im- pperialismo, la mayor y la mas urgente, es la entrada de la Argentina en la guerra a favor de su amo inglés.» ‘También son blanco de sus criticas los partidos de la izquierda, el Partido Socialista y el Partido Comunista, y Corrientes nacionalistas como FORJA.”® Denuncian la ‘© En los paises industiaimente atrasados ol capital exrarjero juega tun rol decisivo. De ahi la relativa debidad de la burguesta nacional fen relacién al profetariado nacional. Esto crea condiciones especia- les de poder estata, El gobierno oscia entre el capital extranjoro y 0! ‘nacional, entre la relaivamente debi! burguesia nacional y ol relaiva- ‘mente poderoso proletariado. Esto le da al gobiemo un carécter bona pparista sui generis, de indole particular. Se eleva, por asi deciso, por ‘encima de las clases. En realidad, puede gobernar o bien convitién- dose en instrumento dol captaismo extranjero y sometiendo al prole- tariado con las cadenas de una dictadura poliial 0 bien maniobran- do con el proletariado, legando incluso a hacerle concesiones, ga ‘nando de este modo la posibiidad de dlsponer de cierta libertad en relacién a los capitalisias extranjoros». (Escritos Latinoamericanos, ‘La industria nacionalizada y la administracién obrera, 12 de mayo de 1939, Ediciones CEIP, pig. 151) 63 En este sentido, durante ol curso de la lucha por las Tareas domo: crticas, oponemos ol proletariado a la burguesia. La independence {el proletariado, incluso en el comienzo de este movimiento, es abso: Iutamento nocesaria.» (»Discusién sobre América Latina, op. ct. pag. 111) © esta apreciacion y esta dilerencia de acttud, no son permitidos mas que a condicién de que nuestra organizacion no participa an el APRA, en el Kuomintang 0 el PRM y que conserve una libertad de ‘accion y de erica absoluta», op. cit Coggicla, op. cit. pg. 65 © Justo, La Argentina frente... op. cl, pag. 11 © Asi, por elemplo, Libero Justo plantea «Los anqullosados «socials: tas» de lz Casa del Puoblo tonen alma de felpudo: siempre eatin a los pies de fa oligarquia y del imperiaismo. Reeditando en forma acentua- da su actitud de 1914, se han colocado en la primera fila entre las accion de grupos profascistas que impulsan la intervencién argentina en apoyo a los paises del Eje La certeza de la entrada argentina en la guerra los llevaba a decir: «la Argentina es un pais semi- colonial sometido a la influencia del imperialis- mo, y ésta se ejerce en el sentido de utilizar to- dos los recursos disponibles para derrotar a sus adversarios, lo que ya hia provocado Ia interven- cién de todas las coionias, que sera seguida, bien pronto, por las semicolonias.»*' ‘Acorde con esto plantea «que nuestro proletariado com- prenda la gravedad del momento (...) para apreciar (...) los preparativos de quienes se alistan para llevario a la matanza a favor de sus explotadores, para venderlo como aime de cafién del imperialismo»". También analizdban los sucesores de la LOS, la posibili- dad de la intervencién de la Argentina en la guerra resal- tando el papel del imperialismo norteamericano: «las ba- ses que la Republica Argentina deberd proporcionar al imperialismo yanki serén medios de penetracion directa del imperialismo. Consumada la incorporacién argentina al bloque «demoeratico», la intervencion directa en la gue- ‘ra seré una intervencién imperialista, provocada por e! ‘imperialismo anglo-yanky y con la cual nada ganarén las ‘masas productoras del pais. En este punto ambos grupos coinciden en la denuncia del imperialismo y su influencia en el pais, Liborio Justo decia: «...ef sometimiento de la Argentina al imperialis- mo inglés, es cada dia mas acentuado, Aparte de los tratados comerciales que ligan al pais a la Gran Bretaria, ésta (...) quedaré como comprador nico. Y si ya hoy impone su voluntad ai punto de que las cares y cereales del pais, en vez de aumentar sus precios -como lo espe- raba la burguesia argentina pensando repetir el negocio de la guerra anterior- han bajado, en tanto que aumenté el de las mercaderias manufacturadas procedentes de Inglaterra que debemos comprar, ;cdmo es posible du- dar que no lo haga cuando quede como unico mercado a nuestras cames, momento én que, como condicién para ‘sus adquisiciones -desde luego a mejores precios- exigi- 1 el envio de tropas a Europa para luchar al lado del ejército angio-francés? Si la burguesia argentina, para continuar sus ventas a inglaterra, frente a la amenaza que signiticaban los tratados de Ottawa, entrego integra- mente la economia del pais al imperialismo britanico, écdmo es posible pensar que no volverd a hacerlo ahora que aquelia amenaza nuevamente se presenta (..)?»° 0 frente al impetialismo norteamericano: «Los Estados Unidos no sdlo tratan de dominar econdmica y militar- mente a nuestros paises, sino que también estan prepa- rando el camino para arrastrarlos tras de si a la matanza ‘mundial, cuando le llegue el turno de dirimir la suprema- ia mundial con Alemania, que domina Europa, y del Ja- én que domina el Asia. De manera que si la Argentina no es arrastrada tras de Inglaterra, en los proximos me- ‘805, lo ser inevitablemente més tarde detrds de los Es- tados Unidos. »® Por su parte, Inicial planteaba, denunciando al imperia- lismo inglés y los acuerdos establecidos con el gobierno argentino: «se hace al imperialismo inglés el regalo de agar sus compras en el pais, no en oro como las paga en EE.UU. «tome y pague»- sino con la entrega de valo- res argentinos, acciones ferroviarias, titulos, etc., con lo que de hecho se convierten todas las obligaciones a lar- go plazo en «al contado» y al propio tiempo se facilta e! traspaso al imperialismo yanki de la dependencia actual del pais, respecto de Gran Bretafia».® Y refirigndose al imperialismo norteamericano: «Asi prac- tica EEUU su politica de buena vecindad, asi se entiende el panamericanismo. ¢Qué significa la democracia en EEUU? Roosevelt acaba de declarar a través de un voce- ‘0 autorizado que derogard la semana de 40 horas, para intensificar la produccion bélica. Es necesario conven- cerse de que el problema mds importante de la hora pre- ssente es e! de la penetracién imperialista yanqui en Lati- noamérica. Nosotros tenemos que ensefar al proletaria~ do que no existe ninguna contradiccién entre la politica de apoyo a las democracias en el orden exterior y la su- resin violenta de las libertades democraticas del movi- miento obrero en el orden interior. Eso no destaca mas que la hipocresia de la clase dominante. La vuelta de Or- tiz 0 el retomo de los radicales al poder, no traerian las libertades democréticas mas que por el plazo estricta- ‘mente necesario para que el Parlamento vote y el gobier- no ejecute, la cesion de bases, los empréstitos yanquis, Ja entrada en la guerra.»°? Asi, ambos grupos denuncian la relaci6n de la Argentina con el imperialismo y vinculan la intervencién del pais en la {querra con el sometimiento a aquél. En funcién de esto se llama al proletariado a luchar contra la participacién argen- tina en la guerra. Aunque, como veremos a continuacién, los dos grupos se diferencian en sus posiciones. iborio Justo impulsaré una politica de neutralidad, que significaba la movilizacién de las masas contra todo tipo de intervencion del pais en la guerra. «El proletariado ar- gentino, arrastrando detrés de si a toda la masa del pais, debe proclamar su neutralidad frente al conflcto imperia- lista y exigir que ella sea efectiva. Nada tiene que hacer la Argentina en la guerra entre los bandidos imperialistas que luchan por un nuevo reparto del mundo.»"* {Qué caracteristicas tenia esta neutralidad para la LOR uerzas de choque del imperialsmo angio-francés en la Argentina». Sobre el Partido Comunista dice: Hasta la concertacian de! pacto nazi-staliniano, los genullexos de! asesino de obreros del Krerlin, cconstituian la vanguardia bélica do) imperiaismo angio-francés... Sin ‘embargo, desde su entencimiento con el sangrianta dictador nazi, des- ‘eubrieron al imperialsmo angiosrancés..Y. tinalmenta, os guererstas {e ayer. se transformaon en los mas empedemidos pacifist y aman les de la neutraldad» En cuanto a FORA y su defensa de la neutral ‘dad, Liborio Justo plantea: «hay derecho a dudar que esa posicicn sea eectva cuando ha podkdo comprabarse Su descarade connivencia con 64 los peores elementos =nacionalista conguisia.» (L. Jus dom, pig. 14 ® Idem, pag. 16 ® «Front Obroro, antes Inicial» N°25, susto, Argentina frente... op. ct. paginas 14 y 16. a nueva interacional, rgano del Grupo Obreto Revolucionaio, N° 8 Inicial NP 44 nical N° 16. * La Nueva Intemacional, junio de 1940. Y nazifascistas en el dao Re- Argentina trente..9 20-21) El trotskismo argentino frente a la Segunda LU Chip ANTES in iPOR iM a LA DEF = i His net DE LA COTE de Liborio Justo? La posicion de esta corriente parte de diferen- Ciarse de la misma politica que un sector de la burguesia tenfa y que de hecho era la que el gobierno argentino venia llevando a la practica. «Los radicales de Sabatini y de FORJA, asi como los stalinistas de «La Hora», se amparan en la figura de Yrigoyen para pedir el manteni- miento de la neutralidad argentina. Nosotros, fieles a los principios del marxismo leninismo, también exigimos una osicion neutral del pais, pero no en nombre de Hipdlito Yrigoyen, sino en nombre del internacionalismo obrero. ‘Sabemos que esa neutralidad argentina no depende de Ja voluntad de los gobemantes servidores de los intere- ses imperialistas sino de la decision del proletariado para hacerla efectiva.»* Sin embargo, encuentran que un sector del partido radi- cal resiste la politica oficial de la UCR: «en él partido de Yrigoyen (...) no todos estén de acuerdo con la posicion belicista adoptada por sus principales dirigentes. La neu- tralidad adoptada por el caudillo radical en la guerra de 1914-18, durante su primera presidencia es un fantasma que dificilmente ahuyentarén quienes actualmente se pro- claman sus herederos».° En funcién de su politica general hacia la guerra, la LOR plantea politicas mas concretas hacia la clase obrera: Es por eso que, desde un principio, hemos proclama- do la necesidad de la formacién de Comités de Frente Unico contra la participacién argentina en la guerra. Solo la existencia de nucleos de esa naturaleza en cada fé- brica, en cada taller, en cada barrio, en cada colegio, en cada facultad, pueden ser una garantia de que la Argentina no ser arrastrada ala masacre y de que nues- tro pueblo no ird a morir en los campos de batalla ex- tranjeros para defender intereses bastardos que no son Guerra Mundia| eee los suyos.»® «Para que no salga ni un cen- favo, ni un grano de trigo, ni un kilo de carne en ayuda de los bloques imperialistas a que asesinen a nuestros hermanos de clase en Francia, Inglaterra, Alemania 0 cualquier pais de! mundo». La LOR presenta un ejemplo de esta politi- ca: el Sindicato Unico de Obreros de la Madera, a propuesta de Mateo Fossa, adop: 16 una resolucion que establecia: «Frente a los répidos y gravisimos acontecimientos de la lucha interimperialista en Europa y ante la inminencia del peligro de que la accién de! imperialismo y su cémplice la burguesia na- cional, traten, como ya se insinuia, de arras- trar al proletariado argentino a la masacre, la asamblea del Sindicato Unico Obrero de la Madera y Anexos, se dirige a todas las orga- nizaciones del pais para que realicen asam- bleas extraordinarias para tratar este asunto, dediquen volantes y nimeros especiales de sus eriédicos contra la guerra y por la neutralidad argentina, realicen actos con idénticos propési- tos, propongan la formacin de Comités de Fren- te Uni- co contra la participacién argentina en la guerra imperialista y se realice un Congreso extraordinario de to- das las organizaciones obreras para encarar la gravedad de la situacién.»® Finalmente, la LOR vincula su politica hacia la guerra con una politica mas general, la lucha por la liberacion nacional: «La clase obrera no debe permitir que se la llegue a utilizar como came de cafién para defender los intereses de sus opresores y, en caso de ser llevada bajo las armas, debe usarlas, no para asesinar a sus herma- nos de clase de otros paises, sino para liberarse de sus cadenas y romper su esclavitud.»*. «Sélo la clase obre- ‘aa través de un Frente Unico Proletario, controlando los destinos de la republica, puede detener la entrada de la Argentina en la matanza y lograr la liberacion nacional a través de la expropiacién sin indemnizacion y nacionali- zaciOn de los Bancos, empresas y propiedades imperia- listas y de los latifundios, de! desconocimiento de la deu- da exiema y del monopolio del comercio exterior. EI pueblo tiene ante si, un solo camino en que abre esta doble perspectiva: luchar por la liberacion nacional 0 so- meterse @ ir @ morir al servicio del imperialismo que lo oprime y explota.»®. «Luchemos pues por la liberacién nacional como Unico medio de mantener la neutralidad argentina en la contienda entre los bandidos imperialis- tas. (..) {Por la liberacion nacional, alcanzada por medio de la revoluci6n proletarials"* Pasemos ahora a la LOS. Para esta corriente, la ce! =" de la guerra eta una certeza: «Sin la entrada en accion de la tercera fuerza, es decir, de los trabajadores organiza- dos en partidos, grupos y tendencias, sin fa lucha por la = loom. © Justo, La Argentina frente... 0p. eit, pag. 20. © Idem. © Idem. 65 © La nueva Internacional, junio 66 1940. Idem, © Justo, La Argentina frente... op. cit, pig. 96. © La nueva Intemacional, junio de 1940 conquista del poder, la guerra sera inevitable.» «Nosotros decimos que (...) la lucha obrera contra Ja guerra imperialista esta unida a la tarea de com- batir a la clase dominante argentina, socia del imperialismo anglo-yanqui»®., Si la necesidad era evitar la entrada del pais en la guerra, zcual era la politica para lograrlo?: «la ta- rea fundamental del momento consiste en expli- car el caracter de la penetracion imperialista yan- qui en estos paises, en explicar que EEUU e Inglaterra, tanto como Alemania ¢ Italia, representan hoy todos los horrores y miserias de la guerra, en explicar que la neu- tralidad frente a la guerra es absurda, oportunista y suici- da, en plantear la lucha obrera contra la guerra imperia- lista aqui, en América Latina y en Europa, en sostener el mantenimiento de los salarios y su aumento en propor- cidn al aumento del costo de vida, en organizar a los trabajadores por la defensa de sus derechos inmediatos, en el mantenimiento de una politica sindical de clase, en desnudar el carécter completamente reaccionario de la burguesia argentina y su dependencia de! imperialismo anglo yanqui, en plantear como objetivo estratégico la conquista del poder por el proletariado, la clase social de peso en la economia argentina y en la vida politica, en rear los cuadros de! nuevo partido revolucionario»®. Asi, la lucha contra la guerra se vincula a la lucha contra la propia burguesia, lo mismo que se postula para el resto de América Latina. En este sentido es que se combate contra la politica de «neutralidad». «La LOS sostiene la lucha contra los ex- plotadores de adentro y de afuera, contra la burguesia nacional en primer término y contra e! capital financiero internacional. (.... La guerra no podré impedirse con el sabotaje pacifista de la «neutralidad», ni de los movi- mientos para favorecer 0 perjudicar a uno u otro de los bandos imperialistas»”. Vinculando la consigna de «neutralidad a la politica de «! beracién nacional, se opone a ambas: «Quienes afirman que la burguesia es capaz de aprovechar la guerra imperia- lista para ponerse a la cabeza de «todos los oprimidos» y ‘encarar una guerra de «Liberacién Nacional», desconocen rol del imperialismo en nuestros paises y del imperialismo \yanqui en Sudamérica. Este grupo de capital financiero, con- vertido actualmente en la columna vertebral del régimen bur- .gués maniobra actualmente para desplazar de nuestros pal- ‘ses a sus rivales imperialstas especialmente a Inglaterra, sin pezjuicio de ayudarla contra el bloque rival...) No se trata de ser «neutrales» para mantener a la bur- ‘guesia nacional en el poder. Se trata de luchar activa- mente contra toda patticipacin 0 preparative de guerra. Se trata de reanudar el trabajo antimilitarista que no por casualidad han abandonado los stalinianos. Se trata de Vincular la guerra contra el imperialismo a la lucha contra la guerra, teniendo en todo momento presente que «el enemigo esta en nuestro pais» y la Unica guerra justa... es la que libramos y libraremos contra este enemigo...»" Asi, la politica de neutralidad aparece para la LOS como resultado de la posicién que «esperaba» encontrar un TSAYOS E ‘wom sector de la burguesia que luchara contra el imperialis- mo. Es atacada como una politica pasiva para enfrentar la guerra, y considera que la tnica politica efectiva es la lucha contra la burguesia nacional y por lo tanto, impul- sar la revolucién socialista. Ademés, la consigna de neu- tralidad «esta desprovista de todo espiritu de lucha con- ira los dos bandos imperialistas. En su aparente actitud de indiferencia hacia la victoria de ambos campos no se puede descubrir a posicién proletaria de que ambos cam- pos son, en realidad, la misma cosa y tienen que ser destruidos los dos».”? {Qué politica concreta plantea la LOS? Frente a la pers Pectiva de la guerra «llama a los trabajadores a luchar contra la guerra por los métodos del intemacionalismo revolucionario, a vincular las luchas por el salario, contra la racionalizacion del trabajo, etc. a la lucha contra la guerra, a organizar en las fabricas, talleres, barrios y pueblos, comités de accién por las reivindicaciones de las masas trabajadoras de la ciudad y el campo, contra toda participacién del pais en la guerra, contra todo pre- parativo de guerra, contra los oréditos militares, en de- fensa de la Unién Soviética contra sus enemigos de afue- ra y de adentro»”. «Formacién de comités en todo ef pais para transformar la lucha de los bandos imperialis- tas que quieren arrastrar al pais a la guerra en lucha contra los explotadores intornos y externos, Por la trans- formacién de la guerra imperialista en guerra civil». La politica de la LOS traduce mecanicamente a una semicolonia la planteada por Lenin para los paises im- perialistas, e! derrotismo revolucionario. Partiendo de denuncias correctas de la politica del imperialismo y la ligazon de la burguesia nacional con aquél, niega la posibilidad de la contradiccién que puede surgir entre la burguesia de los paises semicoloniales y el imperia- lismo (negacién que se da cuando se estaba produ- © neal N° 18, © ici! N° 18, junio de 1944 © Iicial N° 16, nical N° 48. Lagos, La IV Internacional * Inicial, junio de 1940. ° Inical N° 16. iniial N° 19, op. cit. OO i El trotskismo argentino frente a la Segunda ciendo la emergencia de fenémenos nacionalistas bur- gueses en America Latina). La caracterizacién de las Particularidades de! desarrollo capitalista argentino que Planteamos en este articulo, se encuentra en la base de estas definiciones, En cambio, como dijimos més arriba, Liborio Justo ad- rte la ligazén existente entre la resolucién de las ta- reas democraticas, en particular la liberacién nacional, y la revolucién socialista en los paises semicoloniales. Asi para Justo, la guerra ofrecia un terreno para el surgimion” to de movimientos antiimperialistas de masas. Sin em- bargo, al plantearse durante la guerra la consigna de neu- tralidad, ligada, si bien tangencialmente, a un sector de la burguesia nacional (por ejemplo, el sector del partido radical que sostiene la neutralidad contra la politica ofi- cial del partido), deja abierto el terreno para sostener una politica de concesién a las burguesias nacionales que Fesistieran parcialmente a algun imperialismo. La politica de los trotskistas hacia la Uni6n Soviética Finalmente, nos referiremos a los planteos de los trots- kistas argentinos en relacién con la defensa de la Unién Soviética Trotsky plantes la necesidad de defender el enorme pro- greso histérico que significaba la economia planificada, enfrentando las posiciones que postulaban que, tras los actos entre el Kremlin y paises imperialistas, no habia diferencia entre éstos y la URSS. Trotsky planteaba que la derrota de la URSS a manos del imperialismo signi aba la restauracion de las relaciones de produccién ca- pitalistas y por lo tanto un retroceso. Por esto Trotsky ‘combatié la posicion de que el principal enemigo era la burocracia soviética y planteé la defensa de la URSS con los métodos de la lucha revolucionaria, es decir que esta defensa era inseparable de la lucha por el derrocamiento de la burocracia del Kremlin, pero no una condicién. Y finalmente, contra quienes planteaban que defender al Estado Obrero burocratizado significaba claudicar ante sus aliados, y por lo tanto tenian una politica derrotista frente a la URSS, Trotsky planted la necesidad de distin- guir la defensa de la Unién Soviética de la politica hacia los paises capitalistas y sus proletariados. Estos debian levantar la politica de derrotismo de su propia burguesia, al mismo tiempo que levantaban el defensismo del Esta. Guerra Mundial do Obrero burocratizado, apoyando acciones como el envio de armas a la URSS. Esta fue la politica planteada Por la IV Internacional frente a la invasion alemana a la Union Soviética en 1941. En cuanto al trotskismo argentino, ambos grupos adop- tan posiciones acordes a las sostenidas por Leén Trots- ky y la IV Internacional Daremos dos citas como ejemplos. La LOR planted de esta manera su politica: «Si Hitler llegé al poder, en Ale- ‘mania; si a revolucién fue aplastada en Europa en bene- ficio de Hitler; si el ejército nazi esta a las puertas de la tierra de Octubre y amenaza avasalllarla, cont6 con la ayuda de la banda de traidores, que encaramados en el Kremlin, sobre las espaldas de! pueblo ruso, se procla- ‘ma heredera de a Revolucién de 1917 sélo para destruir las conquistas de ella Nosotros dijimos siempre que el primer paso en la defen- ‘sa de la Unién Soviética era el derrocamiento revolucio- nario de la camarila bonapartista de Mosct. En este momento nosotros sostenemos una vez mas ‘nuestra consigna(...) de a defensa incondicional de la URSS contra sus enemigos imperialistas. La verdadera defensa de la URSS no se hace a través del apoyo a sus actuales «aliados» y «amigos» imperialistas, sino por ‘medio de la més intensa y aguerrida lucha de clases contra los gobiernos de esos paises imperialistas con el fin de llegar a la conquista del poder.” Por su parte la LOS" planted: «...Solamente nosotros, integrantes de la IV Interacional (...) hemos combatido Por igual, sin una sola concesién, a los imperialistas de todos los matices y paises (...) hemos combatido a la burocracia soviética y a sus lastimosos burécratas loca- Jes (...) fuimos el Unico partido que brego por la lucha de toda la clase obrera contra el fascismo y advirtié que el 4inico modo real de defender a la Union Soviética es la lucha por el socialismo intemacional, sin hipotecar ja- més la independencia de clase. Asi como los trabajadores y campesinos soviéticos, a pesar de la «sovbour» («burguesia» soviética) de los «dor- oyedhniky» (despojos que comen lo que no han ganado), de los «bezdeiniki» (ociosos que malgastan el tiempo) y @ pesar de Stalin y Molotoy, jefes de la pandila totalitari termidoriana y bonapartista,(...) luchan en el frente con. tra el invasor, asf los trabajadores argentinos y latinca- ‘mericanos (..) deben ocupar su puesto en defensa de la Union Soviética, Volante de la LOR, 23 de junio de 1943, posterior al periodo que nalizamos pero representalivo de sus posiciones. En el nimero 16 de inci, marzo-abr de 1941, la LOS informa de la expulsion de Pedro Miesi do la organizacién debido a su partlapa. ign en la redaccién y el informe al Congreso de USA (una de las Centrales sinaicales argentinas) de una resolucién en la cual se afirma ba su oposicidn al fascismo que chan sutido las naciones como Che coslovaquia, Polonia, Holanda, Noruega, Finlandia, ele y que era interpretada como una igualacién del fascismo y la URS (al hacer ‘mencién al ataque a Finlandia) y como una politica de «lucha contra ‘el fascismo>. Para la LOS esa deciaracion «No signtica otra cosa que ‘epetr, en distintes planes politicos, fa férmula que defini la traicén ‘anarco-stalnistarepublicana a la revolucién espafola: «Primero ga ‘nar la guerra; luego hacer la revolucién. Con lo cual perdieron la guerra, estranguiaron la revotucién y entragaron al pueblo espanol al fascismo. En lo que respecta a la agresién sovidica a Finlandia y el 67 cardcter do la URSS, la Liga Obrera Socialist -Cuarta Intemacional- deciara a ia clase abrera que, de acuerdo con las tase contralos de 9 Congreso de Fundacion y con ef Manifesto de Emergencia, la lucha sovietica contra el terterio fins, rutalmente realizada por la buro cracia stalinista, fue una medida defensiva lievada a cabo por el Kremlin para acorazarse de un sensible ataque imperialsta tranco- briténico, cuya punta de lanza se hallaba en Finlandia. La Cuarta Internacional considera a la URSS como Estado Obroro degenerado, ‘porque aun conserva aun las bases econdmicas instauradas por la ‘evolucion de octubre. (..) El comité ejecutve rechaza. como infames sfatribas fos cargos formulados por ol érgano stalnita La Hora, con. tra el ciudadano P. Misi (..) decide expulsarflo] de sus fas... por Violar la disciplina politica de la organizacién al hablar ante un Con. 197880 obrero sin su control y por adoptar principios politicos que esconocen la dictadura del proletariado, nigan las traiciones del ‘bolchevismo y transgreden totalmente el programa marista de la Cur: fa Intemacional» iNada de pasividad! {Estos son momentos de accidn! En todos los sindicatos, en todos los or- ganismos populares, los trabajadores deben ha- er oir su voz de solidaridad con la Union Soviéti- ca. {Por la reanudacién de las relaciones comer- ciales con la URS! {Por el frente Unico de los PAE trabajadores de todos los partidos y organizacio- HIRE nes sindicales! ;Por los derechos democraticos Lal cc pronsa, reunion, asociacién y huelgal jLucha independiente de los trabajadores contra la gue- 1a, por la transformacién de la lucha politica de oprimi- dos contra opresores! ;Por el socialismo!»”” SAYOS Amodo de sintesis En este articulo nos hemos concentrado en tres aspec- tos: la definicién del cardcter de la guerra la politica hacia la clase obrera frente a la posibilidad de la entrada argenti- nna en la guerra y la politica hacia la Unién Soviética. ‘Como vimos, ambos grupos caracterizan a la guerra como interimperialista y refieren a la contradiccién esencial del capitalismo entre el desarrollo de las fuerzas productivas y los limites de los estados nacionales. Se trataba de una lucha por el reparto del mundo en la que la diferenciacién fundamental no pasaba por los regimenes politicos que rigieran en cada pais. En este sentido el rechazo a la ca- racterizacién de «guerra de regimenes», es decir de un enfrentamiento entre fascismo y democracia, se expresa claramente. Las consecuencias de esta caracterizacién sobre la politica implicaban la oposicién a los paises alia- dos, que ejercian la dominacién directa sobre la Argentina y el rechazo a la posicién de «defensa de la democracia» Contra el fascismo que caracteriz6, al resto de los parti dos de la izquierda. Es importante destacar, ademas, la denuncia contra el imperialismo y el sometimiento del pais que distingue a ambos grupos del trotskismo argentino. Particularmente en un momento en que la guerra interimperialista ponia esta relacién con el imperialismo en primer plano y en que los partidos de izquierda argentinos sostuvieron el apoyo a los imperialismos inglés y norteameticano, cediendo a la presiGn de los paises que sometian a la Argentina, El aspecto mas polémico lo constituye la politica en la ‘Argentina frente a la guerra. La caracterizacion de la cer- cania de la intervencién argentina se expresa en ambos grupos en el planteo de politicas de accion contra la gue- Tra, dirigidas al conjunto de la clase obrera. Mas alla de las politicas concretas, quedan expresadas las concep- ciones en tomo a la relacién de la Argentina con el impe- rialismo, la burguesia nacional y el régimen, la ubicacion de los paises atrasados frente a una guerra imperialista y las tareas de la revolucién en la Argentina. Acorde con la caracterizacién de la guerra, ambos gru- os rechazan las presiones del imperialismo por la parti- ipacin argentina en ella y llaman al proletariado a evi- tarla. La LOR plantea que el proletariado debe proclamar la neutralidad, debido a que ambos bandos son imperia- listas, partiendo de que sostenerla no depende del go- bierno sino de la voluntad de las masas para haceria efec- tiva. Para la LOS la consigna de neutralidad significaba colocar a las masas detras de un sector de la burguesia rracional, en este sentido la critica como parte de la con- cepcién de buscar un sector de la clase dominante que encabece una accién antiimperialista. Su politica partiré de que es el proletariado el que puede evitar la entrada de Argentina en la guerra, pero sdlo lo lograré en una lucha or la conquista del poder. Asi, entramos en el tema central de la discusién sobre la liberacién nacional y su relacién con la guerra. La LOR afirma que el proletariado debe aprovechar ésta para lu- char por la liberacién nacional contra el imperialismo. Plantea el desarrollo de la movilizacién de las masas contra la guerra y por la neutralidad, como parte de la lucha contra el imperialismo y, en este sentido, parte de la lucha por la liberacién nacional; planteando que impul- sar esta lucha era el Unico camino para mantener a la ‘Argentina fuera de la guerra, Para la LOS el objetivo del proletariado debe ser la transformacién de la guerra im- perialista en guerra civil, aplicando para la Argentina la politica del derrotismo revolucionario que Lenin planteé para los paises imperialistas. Esto se relaciona con la ‘caracterizaci6n del pais, al que se considera maduro para la tevolucién socialista y se devaldan las tareas demo- créticas, considerando completada la revolucién demo- crético-burguesa, Finalmente, en cuanto a la politica frente a la Unién Soviéti- ca, ya aclaramos los efectos que esta discusién tuvo en algunas de las secciones de la IV Intemacional, llegando a la ruptura de uno de sus partidos fundamentales. Los gru- pos argentinos sostienen esencialmente las posiciones plan- teadas por Trotsky y las de la IV Internacional. Sefialando el caracter de la burocracia sovietica y denunciando su pol ay la de la Il Internacional ya estalinizada, enfatizando la responsabilidad de la burocracia stalinista en el triunfo del fascismo en Europa, afirman la necesidad de defender in- condicionalmente a la URSS de las agresiones imperialis- tas y de movilizar al proletariado en esta defensa. Asi tam- bin, sefialan que esta defensa no implica el apoyo a los aliados de la URSS aunque si a las acciones que impliquen hacer legar Ia ayuda necesaria al gobiemo sovidtico. Por Ultimo, se plantea la necesidad de luchar por el derroca- miento revolucionario de la burocracia soviética. Nuestro objetivo aqui ha sido refiejar el posicionamiento de los dos principales grupos trotskistas frente a un hecho trascendental como la Segunda Guerra Mundial y poner de manifiesto un momento de la evolucién teérica y politi ca de estos grupos, que se encontraban inmersos en una realidad muy dindmica y en los prolegémenos del surgi- miento de fenémenos politicos complejos, como luego seré el peronismo. Esta evolucién se desarrollé a «con- tracorriente» y de manera tortuosa, aunque con el mérito de buscar intervenir en un debate que se daba a escala local e internacional y difundir sus posiciones frente a he- chos fundamentales de la lucha de clases mundial. 7 inicial N20. 68

Vous aimerez peut-être aussi