Vous êtes sur la page 1sur 20
A. J. Ayer EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO @ ENSAYOS EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES “rl de brs oe! The Problem of rood “raduld du mprsin (1957 pore doctor “ere atin: Juno de 1985 © sss [EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES Soe de Beamon se Rivas 1571779 Heche dps gue mate I ey 18,723 BASSO NTA ARGENTINA A, Jootlyn Richards PREFACIO En ext tbro comieazo tratando como ejemplo de sana investigacién Yoséfien Ta euestion de qué se en Uende por conocimiento. Después de defender la tesis de que decir que conocemos vn hecho es tener Ia preten- sin de estar seguros de €, muestro e6mo podemes disca- tir estas pretensiones con argumentos filoséficos, Aunque i fines varien, las objeciones del escéptico poscen us ‘esquoma coherente: utiliza el mismo métoda de raz0na- ‘miento para impugnar maestro conocimiento del mundo censor, del pasado 0 de las experiencias ajonas. El tento de relutar estas objeciones suministra el tema fan. damental de lo que susie lemarse teorfa del conocimiento, Yy las distintas posiciones flosélicas so caracterizan por Ja aceptacién o el rechazo de Tas difereates expas que in- tegran el argumento dl escéptico. ‘Une vez tratado en forma general el problema del ‘escepticime y de ia cortez, prosigo con un andlisis mina- cioso de los problemas filoséficos de In poteepeién, de Ie ‘memoria y del conocimionto de Ise mertes sjenss. No reo que sis ideas sobre estos problemas sean definitivas, pero contio en haber conteibuido algo # la preparacién 7 4st camino que condvcis «au solciin, A lo largo de fio hago tambign algunas obseraciones sobre. eh mé. todo Mossi, Tas dimensiones del empo, a exuselidad $s idence’ personal Siempre he tatado de presestar avgumentos-de modo fal que puedan Satrear tanto IM lector comin como al expels, pero nines a costs de que mis temas pareacan més simples de Jo que $02. Mfigmon topios que he inciido en les, captelos segundo y wercero prteneen a mis arcu: “EL exp. TEREG Jicsoteo", que nga Is colesciin de ensayos Fist ingles comtrporines aga pr poe HD Lews, y "La percepeon”, publictdo en In obra Ta flosote ingleso c\medades de silo edtada por el profesor C. Av Mace, Debo agradecer estos edKores ¥ Yedtonar ation y Unveia eh haberme permido roduc fos tenon conrespondientes, Agradezso tarkien "Pecnor Richard Wollsin sus consejos yextist, ¥ & in Sedona Lindsay Darlings apude para eoafecionar indice corregie Ins pracbas AS. Aver Whitehorse’ Street 2 Londres W. 1 Diciembre de 1955 Cariruze 1 FILOSOFIA ¥ CONOCIMIENTO 1. EL siftopo bE La FILosoFIA Podemos dlstingulr Ia filosotia de otras artes.o_cien: sias_no tanto por su tema como por sus méiosos. flasfes foran-otncador aoe preanden ser veda Gores por lo cota sa taste a researc ms) pars dicndr ns proper tcoves come Pre rear ls Sdocou Reo lo treats que lig Sraen tn coe Hleter peculiar, La prucha de un enunciado filoséfico po 85 salvo. muy raras_excepsiones, como a de un teor ‘matemétice; por lo general no ‘una “Giga Tornal Tamposs te aseineja alas deme “Getor vedere iy eens Govan: Las teats ‘osoricas-no son conuvladestedlawie-observaclones fon bere Tapio eon htboe eveangs Bio a0 qlee Sear gui Tos fleas no oir SS Soe pone Ge qos aioe Ios eemenor de prcbe que Ih Un ecbre Sus protemar gu en's su clemee, No so seven une nformaien. leven saplement ezidi protiemas flosicos tales como si el mundo ma- ‘eal 2 lor objeto contntan existiendo cuando os peibion y a 1 Gentes del-mmo modo en. que uno miso 10s ‘Estos so sor problemes qué piedan’reslverse mediante ‘Ep experimento, ya que el modo de resolveris. deieemin Te jnanéra. como han de Interpretarse los reelladon Gialguler experimento, Lo que en exios casos ert Gieusion noes 1, dadas determinadae,cccunsancis, feucrcin tals 0 ctales a0e0s sno, mas bien, emo de- hemos devcrbir cualguler cose que Ociers, "A menudo eréemos que esta preocupacion por la forma oémo deseribimes 0 doberfamos desesbis ls cosas implica une jvestigaciin de su nataraleza exencia. Los Hidsofos so-dedican a plaster cucstiones como: 4avé es ta mente, aus clase de selacién es a causaldad?, eu Es ln indie de ln exceacin?, qué es la verdad? Pero la Giteuiad reside en ver emo debemos plantear estos Sroblemes. Por ejemplo, no debemos suponer que cuando EF Glérote se proguata zqué es Ia mento? busca el tipo Ge informacion que un psicélogo- podiia, suministare, ‘Su problema no eonsiste en que ignora Ia forma de pen- far 0 do sentir de los hombres-0, mis ain, en que Skcapez. de explleatla. Tampoco podemos suponer que Solo est buscando tune definizisn, No es que Jo fisofos no comprendan efmo so usen palabras tales como “men- to, "enuralidad” 0 “verdad”. Pero entonces por. qué formalan tales preguntas? qué es To que tratan de“des- ubrir? 1a respuesta @ eto, aungue por ciesto Incomplet, «8 que canosiondo ya fxpiciones, Jos cso desu significado, Es dict comprender esta ditincién 40 os otros seres humanos son cons centre ef uso de una expresiin y el anélisis de su signi. ado, Tratemos de aclararla mediante um ejemplo: con- sideremos el easo del conosimiento. El diceiorario nos dice que el verbo “eonocer") posee acepciones diversas Podemos hablar de sonocer‘en el sentido de estar fami. liarizados con una persona o-con un lugar, haber“tenido una experiencia de algo —como cuando alguien dice que hha conocida el hambre y el miedo—. Conocer signi también ser eapaz de reconocer © distingulr algo; pot ejemplo, si hemos visto aun hombre honesto pretende- ‘mos conocerlo en su condicién de tal y, por otra part, pademos distinguir —conocer— entre maniequilla y mar- farina, Se puede decir que conezco.a Dickens si he ledo sus obras, st las recuerdo 3, tal ver, si las puedo citar: {que conozco una materia como tigonometria si ln do- Iino; que x6 —conozco— nadar 0 manejar un auto; que t6 — conozco c6mo comportarme, etcétera. Las acep- tiones més importantes som quizis las que el diceionario Sefine como “estar al tanto 0 informado de algo”, “apre- hhender comprender algo como un hecho © como ver- 'o sea, acepelones sogtin las cuales conocer es saber ‘ave alguna cosa ¥ otra es el caso. ‘Todo esto-es tema de Ia lexicografia. Cuslqulera que ‘comprengn el espafiol sabe, en cierto sentido, estas cosas laungue No sst6 capacitado para explicerlas. El lexieé- ‘grata, que me perdone el doctor Johnson, debe ser algo ‘mais que un bracero inofensivo, pero, por otra parte, no ‘ requiere que sea un Mlésofo. Poseer Ia informacion {que suministra 1 dicctonscio sobre las acepsiones vigentes de Ia palabra “conocer” cn espaol 9 de las que en otros ‘idiomas le corresponden ¢s, sin duda, un requisico nece- sario para realizar un aniliss del conocimiento; pero no | ‘es sunciente, El filésofo que tiene toda esta informacién | a puede seguir preguntando: qué es el conocimiento?, y vocilar en Ia respuesta adectads, Posiblemente descubramos el sentida de la pregunta del filsofo viendo qué otros interrogantes se formula y a qué clase de plantegs lo conduce el intento de respon- erlos. Tal vez, ef fl6s0f0 Investigue silos distints easos fen que hablamos de conocer tienen algo en comény sh por ejemplo, se asemejan por el hecho de que requieren Ja presencia de algin estado especial de In mente. Tal vez wegure que no existe, en el aspecto subjetivo, ninguna diferencia especifiea envre conocer y creet 0, por el con- trarlo, que el primero es un tipe especial de acto psiguico. Si cree que es correcto hablar de actos. de conocer es posible que investigue Ia naturaleza de sus objetos, Hay ue fijarles a estos titimos un limite? O dicho de otra ‘manera: zhay algo pensable que esté fuera del aleance del conocimisnto humano? jAltera el conocer aquello que es conocido? :Es necesario distinguir las cosas que pue- Gen ser conoeidas directamente de aquellas que solo puc- en serio indirectamente? Ys esto es asi, jcusl e& 1a felacién entre ellas? Tal vez sea filoséficamente errade hablar del conocimiento de los objetos, y es posible que podamos mostrar cémo lo que parece un ejemplo de Conocimiento de un objeto se reduce siempre al conoci- Imiento de que algo es el eas0.* En este seatido, lo conc. ldo debe ‘ser verdadero mientras que lo creido puede ser falso, Peto también es posible creer algo que es real- mente verdadero sin conocerlo, ;Acas0, eatonces, debi ‘mos caracterizar el conocimienta por el hecho de que sl conocemos que algo es de una manera w otra no fo- emer equivocarnos? Y si esto ex as, zee sigue de ello + Traducimoe et leo inglés thet somutbing i the ene y sas nllogee por "gue algo evel ea. (Nt 2a) R ue Jo conocido es necesarlamente verdadero 0, de algsin modo, indubitable? Pero si esta inferencia ex correcta resularfa. que usualmente pretendemos conoce: mucho igs de To que realmente conocemos. Tal vez, aunque re sulte paradéjco, ni siquiera conozcamot algo, pues se podria sostener gue no hay’ afirmacion alguna que no ia, en sf misma, ser susceptible de dada, Sin embargo alla en un arsumento que torna todo conosi- to inaccesible. Es indudable que podemos justificat algunas de muestras pretensiones de conocer, Pero ede ‘qué modo podemos justifearlas? y jen qué consstira el proceso de justfiacién? 'No afirmo que todos estos problemas sean clatos, ni siguiera que todos sean coherentes, Pero son elemplos el tipo de interogantes que plantean los filésofos. El préximo paso consiste en ver como trataremos de respon- Gerlos. De nuevo, lo mejor seré tomar ejemplos conctetos Comencemos por et problema de si los distintos tipos de conocer tienen @ no algo en comin y con la sugerencis de que este aspecto comin es vn estado © acto paiquio. IL. — Asrzctos comunes DEL conocisieNTO ‘A menos que una palabra sea masifiestamente am- bigua, es natural suponer que los dlstintas sittactones 0 tipos de situaciones a que ella se refler> tengan tn aspecto comin y distintvo, Pues en cazo.contrario ;por, qué habriamos de usar una misma palabra para relerimos a sliuacjones distintas? A yeces podemos descrbie este as- pecto comdn de otra manera,como cuando decimos que Jas personas irascibles tienen en comin Ia tendencis a encolerizarse, Pero muy 2 menudo no podem . 3 fit PROBLERNA DRL CoNvERENTO aque tienen en comin las cosas a las que se aplica una TRUE palabra sin usar ésta misma, ¢De qué modo po- “Uriamos deseribir ef aspécto comin distintivo de las coras tino diciendo, precisamente, que lo son? De modo similar se podria decie que cuanto las cosas lamadas “juegos” tienen en comin es.justamente ser juegos. Pero gui parece haber una diferencia: mientras entre las cosas ‘cuyo color lamamos “rojo” ay una similimd simple y directa de tal tipo que nos indice naturalmente ‘ afirmar que ellas Uenen una evalidad idéntica, entre Jas que llamamos “juegos” no existe una similitud simple undloga. El Diccionario inglés Oxford define e] juego como tuna diversion que poses Ja naturalezs de una compe- tencia, que estd sometida a replas y eyo resultado se decide por Ia habilidad, Je fierza o Ta suerte”, Pero n0 todos los juegos son diversiones en el sentido de que su fin $ea el Boer; Jos juegos de paciencia dificiimente son competenciss aungue su resultado Jodeterminen la hab lided y la suerte; los juegos infantis no siempre obedecen 1 reglas y, finalmente, muchos juegos no tienen por qué terminar con un resultado. Witigenstein, del cual tomo ‘este ejemplo, extrae Ja conclusion de que mo podemos tncontrar algo comin a todos los juegos, sino sélo una “red complicada de similitudes” que "se yuxtaponen se cruzan” como los parecidos entre personas que perte- necen a la misma familia. “Los juegos —dice Wittgens- tein— forman una familia.” Esta es una analogia acortads, pero creo que Witt- gensiein se equivoca al inferir de ella que los juegos nada tienen en comin. Abhacer esto parece gee distingue entre | problema de si las cosas tienen algo en comin y el de +L wrrvomsstem, Philosophie Inveaiption, Oxlod, 1953, 1, 6, 67, plas 312 M4 ay similitdes entre ella. Pero sin duds, esta diferencia ‘et silo de Tormulacién. Si let coms se asemejen unas 3 tras en grado suficente como para que creamos till aplicares la misma palobra, tenemos el derecho de decit, sles que nos place, que tienen algo ea comin. Tampoco 8 necesario que lo. que téigan_en. coma, puede, ser-es~ “ite edinie otras palabras, tal como vimos on el csp “rojo", Dedir que cuanto os juegos tienen en comin ‘entre cosas a las que api ccamos une misma palebra puede ser do grado diverso. En algunos casos e més vago y menos directo que en otros. Por consiguiente, nuestro problema es ahora saber si las diferentes ocasiones on que decimos que algo Ssidg conocido se asemejan entre sf de un modo directo como las cosas rojat—- 0 si s6lo poses Jo. que Witt ‘gerstein amaria similitud familiar, Otra pesibiliad seria {que el facior comin compartide fuera condicién necesaris pero n0 suficiente pars que dichas ocasiones seen tales, Si el conocer fuera siempre conocer que algo es el caso, tal vez @) factor comin buscady podria radiear on Ja ‘exisenela de una relscién comin con Ja verdad. Pres mientras lo verdadero puede ser creido 0 no, dudado, imaginado o aun muchas otras cosas més, ademés de te? ‘conocido, el uso ordinario exige, tal come lo hemos hecho notar, que lo conocido no pueda dejar de ser verdadero ‘Pero ;podomos sostencr con fundamenio que el eo- osimiento et siempre conosimiento de que ‘ca807 Si coneebimos ef conocimiento de que algo es et aso como incluyendo la realizacién de.un juicio cons clente, evidentemente no. Us perro conoce a su smo, as ung erlatura a su madse, pero ambos ignore que hays fenunciados que son verdaderos. O i Insistimos en decis ‘gue, en elerto sentido, ambos conocen que hay enuncis- dos’ verdaderos —que el perro que conoce @ su amo onoce el hecho de que éste es su amo— debemos admit {que To que Wianvamas conocer hechos puede, @ veees, no sr més que un estar dispuesto a comportse en deter. sminadas formas adeouadas y no dobe necesariamente in ‘lure procesos conscientes de juzgar ode enuneiar que algo es asf 0 de otra manera. En efecto, constantemente reconoeemos objetos sin preocuparnos por describirles, fi aun_a nosotros mis:nos. Por supuesto que, una ver sdquirido e} uso del lenguaje, podremos siempre deseri- binlos sungue Is deseripciones a nuestro alcance no sean siempre las quo bbriames querklo willzar. Puedo decir “yo conozco esa melodia” aunque no recuerde su nombre ni sepa dénde Is escuché antes; o “Yo conozeo a ese hombre” aunque haya olvidado guién es. Pero, por lo menos, lo idemtifco como hombre y como 8 uno’ a quien 2p Fie rae eH ssn Fain hetho, Samia conocer que alsS €8 as Se pe tails potigo aes oe De eee que conocer ex\Gonocer c6mo, Sin dude las personas que Poseen alguna, habiid fomo represenat 0 ensefar, no tienen siempre conciencs Ge los provedimientes que ullizan. sin lov medios ade ‘uados!para lograr sus fines; pero quizis nunca reparan fen que éstos son adecusdos. Hay muchas coses que 1o: hombres suclen velar eorrectsmente sin nota eémo Jas hacen, En muchos casos, aunque traten de hacer, no pueden explicar eSmio hen procedida, Esto no sini. 16 ‘aungue yee de tipo intelectual. ficn que sue sctividades crezcen Ge iitigenca, Como profeor Ryle ha sehalndo sis menfesuciones de lo inteigenia se Basan mis en Ta forma de ln cjeusin ae tm el esta acompatiadas o peeceidas de algan recoToch mento consists ce los hecho televants, El que seta intligenemente no nesesta devise a si inamo gHe 1h face fale 0 cusis cosms takes otras on de ecu. Est claro que puede hacurio ere, con ig raasn, oil Y, aun on el eat en gue fo Bele, eto no era motive ora est que su reaizeciGn es intligene. E1 prefect Ryle he acarado bien exe pute. Povo, nevatets, st dirmanios ue conocer heohos no es mds que fener ne disposcién pare actwar Ge un modo. ceerminado, po Seto dt sone smo acer sgn de oda Se, 30 mansra una forma del conoserechos, S6lo {he oot esto habriamos extendido tanto auesto. 10 do ih expesén “onnoeeheshos” 0 “conocer gue slgo es caso” que podria toners engnfors, Tel vee In ine feepete como iateligencis de gue as siibtudes etre tor distntor mods de tener 0 manieter el conosimlento rea mis proximas 9 mde pore de To que electvamente TIL. — {Consists 81 CONOCER EN HALLARSE EN UN ‘Estano PsfQvIco ESPECIAL? ‘Ya deberia ser obvio que si “conocer tn hecho" es entendido ‘en exte sentido lato, no necesita, ni siquiers arcialmente, ser una descripcisn de un estado psiquico especial. Pero supongamos que restringimos nuestra aten~ cién a ios casos donde el conocer algo s¢ refiere inequi- vocamemie conocer gue slgo es yerdsdero; 0 sen, 10s % 6. REE, The coment of mind, Leadst, 1949, Cap. I uv casos en que es natural en inglés * servirse de ls expresion conocer que" o de algunas de sus veriantes gramaticales. Pera tener un conocimiento de esta clase yee condicién Iecesuria que, ademés de ser efeciivamente verdadero “Io que pretendemos conocer, debamos hallarnes en. algin, tesiado_psiquico especial o extemos realizando algtin acto, _Palquico especial? Es esto, acaso, una condicign sufciente, ‘0 necesaria ¥ suliciente a la vez? Algunos fil6sofos sosteaido que tales estados_o actos eognoscitivos no sola sino” qe son infalibles, De acuerdo con ellos, es ble que aljuica te encuentre en un estado psiquica semelant fos que lo manifertado por éite Sea ver dadero, Si alguien eres equlvocadamente conocer algo n0 ‘asia que yerre aceren del hecho que pretende conocer © que To que cree verdadero sea en realidad falso, sino aque debe ademés equivocarse cerca del cardcter de st extado psiquico. Pues si au estada psfguico fuera el que erey6, e& decir, un estado do conocimiento, no podela Ihaberse equivocad acerca del hecho que aquél le mani- j-festara, Si esta opinién fuese correcta, encontrarse en un estado psiguico’ ge esta clate seria una condicién sufi- Siente para tener un conocimiento, Y sl, ademés, no fuese orible conocer cosa alguna como verdadera sin hala en dicho estado, éste seria, a la vez, condicion, “que io ~anilgua,-y 0 s6lo los conozco en las raras ocasiones en 4 ,Desimot “en ingle” y no, como sti corre, "en eal” Fla lov contr en ge figanreeia ngnfozadon (Ns del) 18 PILOSOYIA ¥ CoNocHHESTO que Jos tengo presentes, Lot conozco en este momento sungue no los esté recoréando. Lo necestrio es que si pensara en ello jos aprenderia de modo correcta; que, si tutge el tema, estoy en condiciones de formular enuaci dos extorizedce y verdederos, No es necesatio que dsba guna vez, con tal que pueda hacerlo sb (Ta ocasi6n, Esta pécullaridad se expresa a eas dicted gue verbo conocer” desis una. spo 1, ©, como dige Ryle, gue es un verbo. de “capac. Hac” #, ‘Tener un conosiniento e3 poder dexenpenase ecrse, empero, que por muy imermitentes ‘que fieten isles deiempenos, es nésesino, ia duds, que sh lugar pot lo menos tna yee. No ef incneter que “Fean pablicosy pero” aunque sean privados.doben cist ‘fectivamente, Seria abeurdo decir qu alguien eqnoce una pa he pensado todavia, o ae hee iendo pensado en ella— no ha reconceido como verds. ders. Coneedamor que el uso may cortente, ec inglés, Gel verbo. “conocer” sea disposcional. No es eu nico empleo correct, ya que hrblamas a yeoes de conocee en tlsenido de leger a darso cventa, Pero pasemos eto por Sho; lo imporanie es que Jas. dlsposiclones que cons se alguna vee. Y su 5 Una “ferpustta @ ele” islerrogante podvla ser que des Sinico_por,su_caracterstieas,de_moda_que_no. ede se en_términos de_otra_cosa,.Pera.;dénda_osta,. “de su existencia? Es sin duda cierto 3 Ob ay phe 1584 ~» aque nadie die conocer un hecho cuando 1o esté somple- famente seguro de 6). Esta ce une de las dltencan entre conocimiento y creenci. Podemos inclusive estar com pietamente seguro del que ereemer, sam en earor ca gue Ee nlege a tl oops el tiulo de eonecimiento por oat Snes, tles como Tn de que ts fsa oe, an sendo Yerdadera, las razones por Jas cuales lo sstentamer no Istsfacen iar ormar fequerdae por el sanocimient®, Pero, si ben es posible cresr en slo sn estar plenamente segiro de ello, de modo gis e leo alain congroente- mente qs Jo! que ereemos que es verdadero puede No bstante set Talo. exto no x aplien al conocimieno, En tealdad, en algunos eset, ssaporemor que alguien debe estar segur o-se halla en condiionce de estarlo, podemot Mirmar que, 9 pesir-de que dude o sere, conooe real tmenteagbelo de To cal se mesa nego. Pero det A= nosotros mismos gue Conocemos que el enunsiado al {tl es vergudeo, pero que no extamos completamente Seguros de elo, neve sutecontndistro. Por ste parte un cuando fos estadospiguleos de tna. persons que onoce un enunciado como verdadero y los de oth que Sto To cree pusdan distingurse de esta manera, no parece deceeaio que haya entre ellos alguna dferncia ai ie creencia, es sistentade con plena convecién fee de} onocimiento por ots razoes. Como ‘Austin, "deci yo conozec’ nes dele ‘ee roczn cognosciva partculamente notable y aun spe. Flor, en Te misma eacala que el cer y el estat sto, A simple estar abeolatonente sepur', pies nob, oh Gsteescaay nada por eneime del exter sbslutamente sequ*. ¥ asimismo puede my bien soceser qe in 45.1 Ausone, “Osher Minds” en Supplementary Prsedines, ofthe Ariston Soi, val. XX, ph 1 20 gente esté tan plonamente convencida de la verdad de Sus ereencias como de Ja verdad de lo que conde, sun cuando tales creencias sean falas. ‘Ademés, aunque estar convencido de_algo sea, en algtin sentido, Tallarse’ en vin estado aa ar dy Sea toca conceals pea seni HE contin. Tals setimienos de eonvceén exe, “GUE cate In expeencn de legar repentnnmeate a entender in verdad Ge ago gee n0\s0 habia conocido Enos: yes pole que haya experiocis smejoter eum, Go alguien estd empetado en la defense de tna ereecis Sve sha evesionade, 0 evando st loga, por tin, server {ins dua, Pero, en Ie mayora de Toscan, es Sones gue prtendetos, conocer nose nos presentan enelee tn aura de revlscion, Aprendemos que son at y desde tntones ls acoptamos sin dlputa, Paro nos ts aqut Ge tenet scott especies de ninguna cle, NO ite ie pose umn cone i sullen: pare itr S70, pes gnc consene de siten ‘Sue. co on semen nected ‘iro que no es neoatia porgue podemos, sin el, estar) Suck jy aden, 2 prema no ev mecenen pars I ci'aun para I nifertacon el conocininto, “Tal como Jo he recalado el profesor Austin, el hecho esque Is expresion "yo coon” ene, pore comin, un uso mig “eperatvo” —coma él o den Se desrptivo, Dect que conozco que algo esl asa. © oben a aunque requicre que esté seguro de ello, no es tanto ma- ‘estar mi estado psiguico cuanto responder de Jn verdad “de esfo 0 de aquello. Al decir que conozco tal 0 cual cose 2 to a responder por su verdad y doy a en. der qUe esto} eh condiciones de suministrar esta ga._ ‘antia. Si mis credenciaes no satisfacen Jas normas wsua. Jes, los demas tienen el derecho de reprocharme. Nadia Hone derecho a hacerme repreches 1 digo simplemente {que creo, aungue pueda pensarse do mi lo peor si mi ereercia pareciera irracional, Si digo a slguien que creo tl cosa, aungue no lo crea, estoy engafindolo solamente ‘acerca de mi acttud psfquica; pero si le digo que conozco tal cosa sin conoceria, jo estoy engafando acerca de le verdad del enunciado’ que pretendo conocer 0, por 10 menos, acerca de mi autoridad para formularlo, De Te imima’ manera, desir de otra persona que conoce que ta y tal es el eas0 Ho €, ncipaines th wimamios due Gitar son insificientes —sea on rail de Ge ella sn desimos, no eit en condiciones de coo" cer, aunque sos puedan; ses, tl vex, porge adstenemos sque nl ells af nadie puede tener In stortiad requeri Para afirmai lo que pretends conccer-— entonees no ad oz que conozza lo qe dice conocer aun cuando { abaoltamente segute a respeco j aun evga clo Sea electivamente cierto ‘Pro sgut podrfs bjétarse que esta incursién en Ia filologia este foera de la coestén. Admitamos que Ie expresén "conbeco” ‘no siempre se via, en inglés, para slag un enado pga cocci Coneaaten, Inclusive, que jamis se emplea de ese modo, lo cial ct rmuchisine més problemdtic, Pero, puede argues, b= 2 10 mosorin ¥ consenamro site eh hacho de que estos ettados 0 actor cognoscitivos ‘risen. Cuando ocarren, son condiién sufiiente para ‘que haya conosimiento, dems su existencis es Ta dniea ftutoridad que cuenta, de modo qUe si el Usp corriente de fas palabras fuese exritamente floséico —Io. cael evidentemente es falso—vellos no slo sean condiciéa fuficente de conocimiento, sino también necesari “Ahora bien no aiego que el uso corsiente sea per fectble, al que puedan efeeturiele certs conecciones con fundamentos losicer, Lot fiéofos, como los hom. bres de clncia,xon libres de introduc términos téenicos © de tsar las palabras corrientes en un sentido técico. ero, esta propuesta de restngir Ia aplicacién del verbo conocer” & aquellos exsor nos cuales el conotineno consste en hallare lgulen en un estado psguico cop. postive no seria afortuaads, poet Ia consecuancis wea ‘tue no podria docine de nadie que conoee algo. ¥ exto porque no. puede haber un estado psiguico ‘que, drigido. por ast desir hacla un hecho, garantie a {ste como tal. No me limito decir que dichos extados nines acontea:an 0 quo es causalmente imposible qe tenganfagaralgana ve, sino que afro tambign sa impos. bidad desde punto de visa lggeo- Del hecho gus aiguien esé convencigo de In verdad de algo mance, Por firme que sea su convicisn, se sigue Télcamente que ‘ll sea verdadero °. Si su testimonio es digno de erédito Yai este en Buenas condiciones para afiemer la verdad el enunciado de que se tata, entonees su convisibn cerca de su verdad puede proporsionsrnos Una podeross Tazin para sceptarlot pero ho puede ser una raz6n deck Bacto en ns mor etos en qu I yrdad del ennciado en sexi er wan conden Iii, gam er celia, ma oats ot It ‘Sera de I propia exiesdia, Ver ape Hae 23 Juntamende que el etedo paguoo de siuien es tal que Gi estdabsoltasente sequto de gue vn enmnclado dato fs verdadero ¥ que dhe enuhcind es fale. Habe tna contradiein en afltmar eonjontamente quel cove aus ef enunciade es teradero y que tse eller poo Sil como te ha enplitado, ee Gobe a que el signified de ia palabra "conocer" exge Gis no se pueda'conccer Jo que no es verdadero, De ese hecho ‘nlisica no puede inesise que, st algnen eonsaera unt entniada apa verdad conoce en estado patgico Yo que le fw. fantza que e verdadero. HI tauncado cy werdedeo fo que se aurver etal ao en ve eae: o sa. dicho n otro terminos, sin itvaign que Geerbe es tal como 1 describe, ¥ desig stain es realmente fa como Ceté esate no pede Topraree solamente por el exsmen de a sitad de sasien que considera el emvncado, ann ein peiona qe lo onsdereconosta Que es verdadero Sialgtos fdsoos han nega exe punt 1 han pasado por sto, ia fala debe reson at ko de expresones Eee 'eomo ext de conosiniento™ Puce de gue tigen enchenita tn estado de conocimiento es sin: plemente derbi su condiion Pefgbie, ello mo implica {ue haya algo que conoes y's ello implica ue bay alge que 61 conoce,entones. coma vinos, no lina 2 dncribr su condiston pesca Como ie expen en todo caso, aici puede ser entenidn de cnigurs de estos mesos, aungoe sopongo que seria mis natal tamara enol segundo soto, es desi con Ta ial sién opuesta a extar en estado de ignoranen, Lo que no pedemon hacer ex uate ambos sends ala wh pose Son incompatist: una expesin no puede reteine sole ora condcign psguicn y adems a algo aivewo. El 4 11 ‘error te vuelve obvio cuando se Jo puatvaliza, pero no Sempre se lo ha evitado, Y el resultado et que una con Gickon psigoica, designada ambiguamente como wa estado {de conocimiento, es considerada errOneamente come ga- rantie suficiente de Ia verdad de Ios enunciados & fos que fe stpone ests digs, th ‘Pero, si no hay extados peiguicos cognosctivos,eémo ” podemos llegar a conocer sige? Podemos hacer que Ta Yerdad de algunos enunciades dependa do ta de otto, pero este proceso no. puede continuar indefinidemente, Debe haber ciertos enunciados sobre hechos empiticas que sean verificados directamente. ,¥ en qué puede consist esta verifcgcién como no sea en que nosotros tengamies Tas experiehelas apropladas? Pero, entonces, estas exPe- Flensiae deben ser cognoscitivas: tener una’ clerta expe lencia.seré, tal vez, un modo de conocer que algo es verdadero, Un argomento semejante se aplica a emincian os a prort com 0s de le légica ode la matemitica pars, Podemos probar un enuneiado matemético dedu- Ciéndolo de otres, pero la prueba debe detenesse ex algin Tugar. Debe hubér por Jo menos un enuncindo, que se acepte sin dicha prieba; un axioma de alpina clase qoe Sea conocido inuitivamente, Aunque podamos continust faclacando nuestro conccimiento de tales axiomas mos. trande gue son verdederos por definicién, nos resta velar por le goherencia de un conjunto de definiciones, Para flecnna’ cualquier prueba formal debemos tener la posi- bilidad de ver que un enunciado resulta Wgicamente de ctro. Pero jque es este comprender que wn enunciado se desprende de otro sino la realizacién de un acto cognos- sida? fi Las bases de este argumento son sélidss, Tenemos que reconocer que ciertas pruchas ton vilidas, y ee me- 25 diante 1a posesién de alguna experiencia que descubrimos In verdad o felsedad de cualquier emunciado acerca de hhechos empiricos. En el easo de algunos de estos enun- cladot puede inclusive ocarsir que suestras experienciat tbs verfiquen de un modo concluyente, Este es in astnto ue eberd consideraese Iuego, pero, én todo caso, 10 ue veriica ol enunciado, sen 0 m0 de modo concluyente, 5 la existencia de la experiencia, y no la confianze que Podamos tener en una descripcién de ella, Para tomar un cjempio sencillo, lo que verifica el enunciada de que me dueie la cabeza es mi experiencia del dolor, no es mi sentimiento de confienza en que el enunciada’ de que me lucie la cabeza es verdadero, Por cierto que. si me ducle Ia cabeza y comprendo ef enuneiado, Io aceptaré sin dude como verdadero. Este es el motive por el cust digo que, 1 tengo tal experiencia, conozco que la estoy teniende. ero, en este sentido, mi conocimiento de que tengo dich experiencia es, precisamente, el tenerla y ser capaz de “identicarl, Conoaco que 1s tengo en la medida en gue considero correctamente que verfica el enumcinde que Ia describe, Peto mi justificaclén para sceptar el enunciado rho es que yo tenga hacis 6! una actitud cognitive © Ge otra clase: es simplemente el hecho de que tengo la experiencia. Decir que la experiencia misma es cognos- kitva es coresto aunque, acas0, engnioso— st sdlo es tun modo de decir que se trata de una experiencia cons. ciente. Puede también ser correcto si es un mntodo de ecir que Ta experiencie ex reconocida como lo que et for ia persona que la tiene, eunque, como veremos luego, fal reconccimiento puede ser ert6néo. En cambio, no es correcto si se considera que implica que la experiencia ‘consists en un proceso de apretender infliblemente” un ‘enunciade como verdadero © incluye wn proceso ta. 6 12 Fguaimente, lo que hace que sea verdadero, por cjemplo, que Is conclsién de un slogismo remit 8 ae promises ge ta Inerencia ejmpiicn una Tey do le fogia, Yl nos pregunta qué es To que hace que une ley do Insgien sea veréndera,podsmos, en este 80 9 fn muchos stor, proporionar una pracba. Pero tm, @ ven, descansa obre tna ley dela sien. lege amen Imento'en que tos wemce oiigados 1 decir simplemente de as cnunelads igico que es ldo, Abort Bs, pare aren conditioner de dest qo tal emonciado er vrds- ‘eto debomos ser eapaces de percibir gu Io e, pero 0 no hace que aca ido. Es valdo por derecho propia Por sito que si sperebie” ene agol et spnificnco do ‘Sonoce, entones 61 heeho de que et enuncado ewido se seguir Seatments, de que ex persbido como tale Pew, eines viemon 4 Te svi vert de gt 30 po: Stmos, cn esa acepsin, “habae” de peribit algo come Serdadero n menos que elo sea en realidad verdadero, so no prueba que haya, o posda Naber, extedoy psigucor fc inion toes que so exstencn proven ona gern Stsoluta ce gue ctamor festmente percbiendo, en ete Sentdoy Io sie crcemeon peribr. Siempre debe subsite a ponitidad de estar equvocado, Claro ie, #algues tree que puede haberse egulvecado af copter Un enue Sindo logo coya verdad Ye parelé evident, no 1 qbeds Gira cosa por hacer sino, stamens, ower a. come Gerri. Vsi este segundo examen confirma el peims- fo, st dudes pueden sor’ archivades azonablement Fro in verdad’ del envncado en cvestén no se sigse logeamente dol hecho de que. coninge impresonsndole como evidente. Las verdades de Ia lpi no hacen n= fgune relerencla a personsy; por consguemt, no es po Sibi cxabicerles por Una more deseripeiGe de ertado 7 psiquico de alguien. Y esta se mantiene en pie cusl- ulers que fuere ese estado psiquico, Esto no significa que no conczsamos 1a verdad de slgunos juisios @ prior! o que no conczcamos alganes de ellos intutivamente, si conoceros intutivamente €5 cono- terlos in prucba. Nuestro argumento no implica esto, ast como tampoco implica que no podamios conocer fa verdad 4 ningéa enunciedo empitice, El esté encaminado a mos- twat, no que carezcamos del conocimiento que o lo que el refleetor puede ihiminar debe existir de alg modo, TNo todas estas cuestiones son ficticins, Hay probe. mas legitimos relerentes al caricter y a la extensién de To que puede ser conosida, Pero esta manera de presen- tarlos es un gran obstéculo para su solueién. Sugiere que, 29 para descubrir Jo que se puede conocer, vale decir, lo real, sdlo hay que examinar los estados peiguicos de quie- nes tienen la pretension de conocer. Pero, dejando ve lado la cuestign de eémo podria efectuarse un examen semejante, ello seta poco & isl efecto, Lo més que podeia revelar seefa que los sujctot tenen ciertas experiencias que estén convencidos de la verdad de Jo quo estas expe riencias les inducen a afirmar. Ahora bien, esto no pro- baria que ellos conocen absolutamente nada, como no £3, posiblemente, que han tenido Ins experienciae aludidas ‘Quedaria por establecer, mediante un argumento indepen Gente, que las experiencias manifiestan In existencia de algo, ademds de sf mismas. Hay otro modo en el que este hhablar de conocer objetos es engafioso: fomenta opiniones cexréneas acsrea de la dapendencia de lo erterios de cono- cimfento con respecto a las cuestiones sobre la realidad, Es asi que los secusces de Platén estén prontor a emitic juizios tales como que “sélo lo que ex perfectamente real puede ser perfectamente conocido” *. Pera no esti claro fi siquiera lo que esto significa, 1 menos que sea mers- ‘mente una manera prodigioss de decir que et impouible conocer algo que n0 et el-caso, Veremos, por ejemplo, que el hecho de que podamos conocer emunciados hist6- Ficos no nos obliga a concluir que el pasado es real, @ no ser que decir que el pasado es real sea solamente uo modo de decir que hay enunciados histricos verdaderos, En este caso, como en otros, se verd que euestiones acerea de la posibilidad del conocimiento debea Interpretarse co- mo referentes al andlsis do distintos tipot de enunciados ¥ a las razones que pueda haber para aceptacios, La falsa doctrina de que el conocer es un estado 4 Duan tnom, “Pioipby and Rein”, en Contemporary Bosh Phlrepby, i sel, Bg, “eo 40 14 psiquico infalible puede haber contribuido a la opinién, que a veces se sostiene, de que los tinicos’ enunciados que posible conocer son’ aquellos que, en cierto modo, son infalibles, El fundamento de esta opinion es que, si cono- cla, 4 Incongruente decir: “conozco,pero puedo estar fequivoeado”, Pero la razén por la cual esto es incon- aguente reside en que al decir “conozco” offezed una gi- rantia que anulo al decir “puedo estar equivocado”. De ‘esto no se sigue que un hecho para ser conocido debe ser tal que nadie pueda equivocarse acerea de él 0 que 20 pueda haber sido de otro modo. Diffeiimente haya hechos fcerea de los ousles nadie pueda equivocarse, y aunque haya hechos que no puedan Ser de otro modo, 0 son Ios Sinioos que ex posible conocer. Pero gcémo puede concl- iarse este segundo punto con el hecho de que lo que es ‘conocido debe ser verdadero? La respuesta es que el enun- ciado “lo conocido debe ser verdadero” es ambiguo. Puede tignificar la necesidad de que si algo es conocido sea ver- ‘adero; o puede sigificar que. si algo es conoc'do, enton- 2s es una verdad nécesatia. La primera de estas’ propo- slelones et correcta; reformola el hecho linlistico de que rno puede llamarse con propiedad conocido a. lo que no es verdadero. Pero la segunda es, en general, falsa; se inferiria de la primera sélo si todas las verdades fueran necesaras, lo que no es cierto. “Para devilo de otro modo, hhay un trénsito necesario del ser conocido al ser verda- exo; pero ello no significa que Jo que es verdadero y eonocido como tal sea necesario © evidente en sf mismo. ‘Sino hemos de confinarnos al uso. ordinerio nos queda Ia posibilidad de sentar la regia de que sélo Jo que fs evidente puede ser conocido, Es dece, podriamos deci- 7 SL PROBLOMA DRE cONDCRIERDS ir, por Jo menos a les efectos del lenguaje filoséico, usar Jn palabra “conocer” sélo eon Ja implicacién de que lo conocido sea necesnziamente verdadero 0, actto, evidente cn algin otro sentido. La consesuoncis seria que podis- mos seguir hablando de conocer Ia verdad de enunciados 4 prion, tales como los de Ia Iézica y de la matemética ‘pra; y'si hubiese enuncindos empircos evidentes en sh {ales somo los que descriven ci contenida de la experlenci actual de alguien, también podrfan ineluirse. Pero Ia ma- yor parte de lo que pretendemos conocer correctamente no serfs cognoscible en este pretendido sentido estrcto Este plsnteo a viable, pero parece no haber muchos m0- tivos para aconsejatlo. No es que un enunciade necectrio sea indudable. Cusiquier escolar sabe que es posfble du ar acerca de uns verdad metemticn, Que haya eaun- clados emplticoe que sean, ex algin seatide importante, indudables, es, veremos, materia de diseusién: silos hay, pertonscen a un grape muy reducido, Desde un punto 8 vista fllosético et importante distinguis entre entinciados necesarios y empiticos, y, sl ccupammos de estos ctimos, ‘separa los diversos tipos y grados de evidencia. Pero pe 8 exponer estas distinciones, hay expedientes mejores ue el de inmiscuirse on el significado 0 en la spicacién el verbo “conocer”, TV, —Discusi6x pe siéroDo: FILOSoFA ¥ LEN Hemos respondido aqui a algunas de las cuestiones suseltadas por tna investgasisn filnsética acerca dela rataraleza del conocimiento. Se ha Ballade que no hay una semejanza muy estrecha entre los diferentes casos que 2 15 pasoria ¥ coxoennisTo se describen correstamente como ejemplos del conocer ys fn especial, que conocer ‘ago NO consiste en enconhrarse fen algin estado psiguico particular. Puede decirse que hay heches que conacemos intutivamente, pero estas intuicio~ nes no pueden ser infalibles, Soha mostrado también que Ja concspeién de objetos de) conocimianto puede ser flo- soficamente engafiosa y que, aunque existe un senfido en {que no podemot equivocarsios s) conoceros que algo es {si esto: mo implica que lo que conocemas sea necesario| © intudable. ‘Toda Ja dieisién fue presentada como un ejemplo de método filosdfico. Consideremas pues, Por Un momento, emo han sido obtenidas en realidad estas con- clusiones. ‘Una parte importante de nuestro procedimiento he sido someter estas cvestiones generales acerca del cono- timiento a Ja prueba de casos particulates. De esta mane. 1, In demostracién de que podemos conocer un objete A en‘el sentido de poder reconocerlo-— sin facet ningin jlo consciente acerca del mismo se bass en que es pos bie encontrar ejemplos de vi reconesimiento en casos en tos que no hay nlngin indicio de que se haya formulado tun juicio, La demostracin de que conocer cémo se hace slgo no incluye necesariamente la capacidad de rendir fcurmus acerca del moda en que so hace, se bast, precisa. mente, en que hay muchas cosas que la gente sabe eéme hacer sin que pueda suministar tales informes, Para des- eubrir que no hay diferencia alguna, en lo que se refine ‘estar seguro, entre conocer y creer, basta considerar casos fn los que alguien no roaoce la qve creia conocer. Muy ‘a menudo Jo que se crefa conocer resulta flso; de at que no podria haberse coxosido sino slo exeide. Pero nade suglete que el estado psiquico correspondiemt? fuese die vente de lo que se habia supueste. De haber sido verda- 3 ero aguello que so pretendia conoses, se hubris cono- ido, En estoe casos demostramos que Jo que podia creer Se tin factor necesario de un tipo dado do sitacién, en realidad no Jo es, puss encontramos ejemplos en los que 4 no aparece, Este es, evencalmente, un método de refu- tacién: no podemor demostrar de un modo deeisivo que tin factor es neceserio hallondo simplemente ejemplos en fos que aparece; debemos comprender que sa presencia ces zequerida Idgicamente por el hecho de que la situaciéa conespendiente es de determinado tipo. Al mismo tiem. por podemes decidir la verdad do la afirmacién de su Decesidad logica buteando ejemplos contracos. Si ningun aeude, tenemos por lo menos un indiclo de que ello corecto. Hay aqui ciera analogia con el razonamiento Gientfico, salvo que no se ‘rata tanto como en éste de Gescubrit si hay ejeraplor contravis, sino més bien de ecidir si podria haberlos. La cucstéa es si exist alge {gue estarfamos dispuesios a considerar como una excep- isn a la regia sugerida, De esie modo, Ta prueba de que Conocer —en el sentido de "conocer que”— es siempre Conocimientd de alguna verdad, consiste en que, de no Ser asf, no serfa reputado como conocimiento. Pero no Siempre esté tan claro s} deberiamos © no estar dspuestos 2 admiir excepeiones, Y un modo de decidrlo es exa- Iminar cuidadosamente todo Jo que pudiere presentar Ja fapariencia de un eas0 dudoso. 'No importa que los ejemplos tomdos stan resles 0 Jmaginrios, En ambor catos.describimos una situacion ‘con miras discernir cémo deberiamos elasifcaria. O, si nno hay dudes en cuanto a su clasifcacién, podemos redes- tribiria de modo de sacar a luz clertes espectos suyes que ‘de otra manera podsfan pasar inadveridos. El srgumento, por consiguients, se apoya en consideraciones Tinglistica; a4 16 fen el caso prosonte, en los modos en que wsamor —o pro- pponemos usar— el verbo “conocer”. Pero esto 10 signe fica que sea un argumento woerea de palabras, en un sen. {ido trivial, © que exté restringido especialmente al idioms inglés. Nos ocupamos de la funcién que comple Ia pala bra “eonocee", no del hecho de que sea esta palabra par Hewlar quien Ia campla. Esta ot la raz6n por la cual podemos shorrarnos ana investigacin socfoligien aceroa Ge los divertox modes ea que la gonte usa ofectivamente las palabras, pues en la medida en que tuviéiemos en claro Jos sos que adsctibtamos a Te palabra en cuestion, seria irrelevante que 1 peéctice popular fuese diferente de lo ‘que supontemos que era, Al hablar aoerca de estos ueos estamos hablando acerca de los usos de palabras cuales- (Quiere de euslguier longus que sean, o puedan ser, windas al mismo modo. Por lo tabto es indiferente que nos ze- presentemot este tipo de filosotar como si ze ocupsse de alabras © e hechos, Nuestra investigncién cece det liso de las palabras puede igualmente considerarse como tana investigacion acerca de Ios hechos que ella deseriben. ‘Aunque no nos hemes dedicado en modo alguno a exigi un sistema formal, la argomentaciéa ba sido dess- rrollada también por medio de la Iégica deductive. Ast, ‘a prucba de que ningtn estado peiquice cognoscitive Po: tis ser inflible se apoya en le verdad logics triviel de ‘que si dos situaciones son disinta, entonces un enuntiado ue se relies 25l0 a una de elias no implice nada acerca de Ji otra, Siel enuntiado de que alguien esté aprehendicndo © intuyendo igo debe considerarse simplemente como una eseripciéa de su estado psiquico, no. puede zesultar do sl que 1o que él'aprehende sea verdadero. Un argumen- ‘o semejante empleé Hume pars demeatrar que el conoci miento de relaciones causales “no resulta, en ningtin ea80, 35 de razonamientos @ prior?"®, “El efecto —afiema— es completamente diferente de la causa y, en consecuencia, jams puede descubrirse en ella." " © también: “no nay objeto alguno que impligue la existencia de otro, si con sideramos estos objetos en s{ mismos y no vamos més alli de la iden que nos hacemos de ellos”. Tal como los pre- Senta Home, estos enunciados no son obviamente tavi- Tégicos; pero resultan tales cuando comprendemos que sv significado es gue, si dos objetos som eistintos, entonces son distintos y aue, en consecuenci, afirmar Ia existencia de uno de ells no implica necesariamente afirmar Ia exis- tencin de! otto. ‘Cuando los formulamos en esta forma, estos enun- ciados pueden parecer demasiado triviles como para te. net valor. Pero sus conseavencies son importantes yes Fell pasar por ato. La proeba esta en que muchos Fld s0f0s han sostenido, d= hecho, que la causaidad es una felacién ligiea y que puede haber actos infaibles de como cimiento, Para refutarlos satisfactoriamente puede que #8 preciso hacer algo més que puntvalizar el error légieo. Puede que tengamos que considerar eémo pudieron llegar 2 engafarse, cusles son los argumentos que les parecen fapoyat su opinion y cémo deben combatitse estos dltimes. En general, veremos que los problemas logicos implictos fn las torise filosfiens son senellos. Cudneas teorias morales, por ejemplo, dependen del principio, también Sefalado por Hume, de que “es” no implica “debe, que no puede haber ningin trénsito deductivo entre deci © D, Hon, Ae Huguley Conceming Human Unlortinding sece IV, pate hy ook 2 “ih sece. 1, pare Tpke. 25, MD Huse, A Trutve of Haman Near, Ub. I, zoe 36 17 mo son las cosas y decir eémo daben ser. Lo dificil 2 comprender las conteeuenciss de tales principios y dos cubri y neutralizer los mativos que conducen negnlas EI hecho de que gran parte del filosofar consita en una ‘area persuasiva de esta clase y, asimismo, el hecho gue en toda fllosofia tanto dependa del modo en que las 0s se plantean son los motives que dan ocesién pars decie que ella es ua ejericio de retires, Pero si hemos fe desir esto, debe quedar entendido que la palabra “c- ‘rica” no deberd emplearst, camo hoy es frecuente, con un sentido peyorativo, ‘No tengo Ja intencién de dar una lista exhaustiva de provedimientos fileséficos. Los que he descripto son tipleos e importantes, pero no los Unieos que tendremos en cuenta, En especial, veremor gue lor filgsofos no #2 Jimitan & descubrir los criterios que usamos efectivamente al determinar Tos distintos tipos de enunciados; ademés, fos cuestionan y hasta pueden it tan lejos que nicguen #0 valldez. De este modo Tegan a formar paradojes tales como la que Ia materia es ltreal o que nadie puede cono- cer jamés Jo que ccuzre en la mente de otte. Conside- rados en sf mismos, estos enunciados pueden parecer mers- mente perversos; su importancia floséfica surge al ds cutir lo. que hay detrés de ellos. V.— Conocin como TERER EL DERKCHO DE ESTAR Las conciusiones obtenidas hasta ahora n0 not hen puesto todavia en condiciones de dar una explication cor Peta acerea de qué es tonocer que algo es ol cas0. El primer requisiio es que lo conocido debe ser verdadero; ” ‘pero esto no basta, ni siguiern #1 Je agregamos la condicién Rilcionsl de que se debe estar completamente seguro de qo que se conoce. Paes ex posible edtar completamente togure de algo gue efectivamente es verdadero ¥ n0 cono- tcerlo todavia, Las circunstancias pueden ser tales que no Estemor auiczizados a estar eeguros. Por ejemplo, une ‘persona supersticioss que ha pasado inadvertidaments ba {Gne escalera, puede, de rossltas de ello, estar convencida Ge ballarse a punto de sufrr una deegracis y podria estar Stectivamente en 10 cierto, Pero no seria correcto decir (Gus conocta que esto iba a ser asi, Ella Tegé a su creencia HReainnte un proceso de razonamiento que, en general, no {fevla digno de conflanza, de modo que, aunque su predic. ion llegara a ser acertada, no sera Gste un caso de cono- fmiento. Asimismo, ai alguien,apoyado en wna demostra- ‘Son, se eacontrara plenamento convencido acerea de In ‘erdad de une proposicién matemética y pudiera mostrarse {gue tal demostenein no es vilida, no. podta desire, sin Sim prueba, que conoela la-proposicion, aunque ésta forse Nerdadera, ‘Sin embargo, st bien no es dificil encontrar Cjemplos de creecias acertadas y completamente soguras fue, de algin modo, no satisfacen Ins normas requeridas para el conocimiento, no es en cambio nada fécit deter- finer exactamente en qué consisten esise norms. ‘Un modo de tratar de descubritss seria: exeminar cules respuestae a In-pregunta ge6mo conoce usted? po- rian consideraree satisfactorias. De esia suerte, podrtir mos atzibuir a diversas personas el conocimiento de ver Gades mateméticas 0 Iégiess si resultasen eapaces do ofte. ‘eer una demostracin valida de éstas, o tambiés si sin ser capaces de desarrolla por si solts tal'demostracion, Inubiesen obtenido esta informacion de alguien que po Siete fundamentaria, Podemos pretender conocer enum 38 18 cladotempicos sobre In bate de tn percep, Ia memo fia, el tetimonio, docimentonhistonsoe 0 lyes cient flex Pero some)ante rspaldo no spre es ly bastante ‘ldo pare el conodininto. El qos lo fen 00, depende at ‘crounsnncat de cada coo paul. ‘Sl te me progants somo conozso que w Obito fico ti on J ial pas tec em genial para mf una respuosta ede fuada el decir qve puedo vero, pero simi ta foes de flats y in once, ona reopens pod set on fiene. cine a eitviese en 10 cso, pola sn Gevire que no he cotorido realmente que el objeto extabe Ait 8 ago wna somora Gagl'y el creo que pretnto tememorasportoteoe A paso, ii omuerdo Sot poode Ho ncansc flava el rango ds conocitento, aunque on ‘ste cay mi memoria no me fall. S-un tro ex inna Seta, 0 lnsimonio no fandado no puede peritiis co. ncer qe lo qu fl afta et coo, sun ene eo do que Conltos en dl sn rexerse qe 4), efeceamente, na Spr eas engatano, Bn un cazo dads ce posble dei ct eapaldo es lo Baste sido como pera untiieat Son pretensin de conocieoto Pero des, en geet Got solder debe tener, exigia que confccioosemy unt Tita ao ie condilon en las cules In perepcln, Ia memoria estinonio uofrs formas de prc ton fido- digons,Y eto seria muy complica sl pula reaimente Ice. ‘Ademés no podemos suponer que, aus en cas08 pet sears, deba exis sempre una sxpoeia Ta propinia “tase wor say posble gi hays ess co Jor cunls conazemos que algo es at sin que podamos decir e6to lo conasemos. No me refer especialmente Ine pretensions do conocer heshos de experiencia ines dint —enaniados tales como “tonoece que west pe 39 na" que dan ergen a problemas epecicos que encera- yemor més adclanie En ctsos do esta cle. puede -Regarse que no se presenta la chelén acerca de 6m0 onocemes. Pero ava cuando éxa surge, posible que no hale respuesta, Supongamos gue alguen tview consecu- {ivmonte ato en a predscion do eventos do cet clase, fue, como los resultados de Ia Toei, usualiente 00 se Sonsderan predecbls, Sis carrera de éxitos fuss sl Septemente impresonante, podrlamos muy bien leger 8 decir gue i concea et ndmero que iba a ganer, aunque fo obtiviewexta conclusion mediante un método racinal ‘i en realidad, por método slguno. Podslamos decir que 1b conocin por iaticGn, 4 oval sei linitarse a afar aque To conoca, pero que no poéelamos decir cémo. De ipval manera, shalguen tuvless un xo relerado en leer tn las mentesajenas sin dlsponer de ninguno de los tipos rules de elementos de pric, podriamos decir que co- nova ests ccos por telepars, Por, fala de uma exp ec sin eto essa dec erm ee fas conocle, peo no por 10 medios ordinarbs. Palas Como "inticlon"y “telepata™ ce han Snoducdo, preie Samente, para enilasenrar el hecho de que no s¢"Raen- onto ninguna explcsion. Pero sl coneedemos que esa case de conosmiento és hasta tedrcamente posible, qué pasa con Ta dstinlén entre conosimient y creenela certada? (En qué ae aife- fencia el hombre que conoce antcipadamente Tos resula- dos de Jr lotera de alguien que simplemente formula une seve de conjturs sfrronadar? La respuesta et ght, 2h dn quo se retlere al Nombre mismo, no ene por que haber Gierensia nguna, So procedimieso y #5 emo patio tssndo dice conccer Jo que suceder pueden ser emia Ver ap I, ae. IV, 0 19 ‘mente os mismos que cuanda dice que sflo esté adiviaan- do, La diferencia radica en que decir que ét conove es re. sonocerle el derecho de estar seguro, mientras que decit due s6lo esté adivinando es rehusérsslo. El que hagamos fsta concesién dependerd de Is opinign que aos formemos de su proceder. Normalmente no desimos que algilen co- noce cosas @ menos que haya seguid uno de los caminos fereditador que leven ai conocimiento, Si alguien Sbtione ‘una conslusidn correcta sin tenér, aparentemente, una base fadecuada pats ello, diremot, tal vez, que en realidad no la conoos. Pero # resultase que é1 aceriara repetidas veces fen civtos temas, muy bien podriamos llegar a decir que fonocia los hechos en cuestiGn, aun cuando no pudiéramin: explicar e6mo los conocia, Tendriamos ve otorgarle erecho de estar seguro besindones simpieménte en su (Grito, Esto es, en realidad, un punto acerca del cual pode- ‘mos esperar que las opiniones de la gente difieran. No todo el mundo consideraria que una serie de predicciones felices, por prolongada que pudiera set, fuese por sf sola ‘una gerantia suficiente para una pretensin de eonocimien- to, Pero aqui no existe el problema de probar que esta actitad es errénea, Cuando hay eriteios reconocidos pa Secidic en qué casos alguien tiene derecho de estar seguro, todo aguel que insiste en que no es atin suficiente satisfa- cerlos pate que haya conocimiento puede ser acusado, vi. lidamente, de abusar del verbo “conocer”, Sin embargo, fs posible encontrar, oven todo easo, inventar ejemplos ue no estén comprendidas, en este sentido, en ninguna regla de uso establecida, Saber si ellos valen como cjem- plos de conocimiento es, pues, tne evestion que’ somos Fbves de decidir. ‘Sin embargo, no tiene mayor importancia qué des ‘i6n tomemos. El problema principal esté en eunciar y a“ etocminar las bases sobre las cusles ce formilan estas pre tensiones de conccimiento; en fijar, por ast deci, of pu taje del pretendiente, Carece relativainente de importancia lp euastign de qué ttulos les otorguemos. En la medida en que estemos de acuerdo en el puntaje stribuido, no tiene fran trascendencia el lugar por donde tracemos ls lines que separa Ja admision del rechazo, o que divide los diver. ses niveles de distincin. Si optemos por sentar una norma ‘muy exigente, podemo: hellarnoe comprometidor decir ue lo que pasa corrientemente por conocimiento debe, Inés bien, deserbirse como opinién probable, Algunos eri: eos nos censurarda por escarnecer el uso ordinario, Pero Js cuestion es meramente terminolégics, Si deblera ser de- sidida, seria por motlvos de conveniencia préctca, No se debe coafundir este caso, en cl que se esté de acuerdo en el pontaje ¥ Io discutble sélo es el otorgamien- to de honores, con aquél en que es el puntaje mismo lo que sth en cuestion, Pues este segundo caso tiene importancia desde un punto de vista Flossfico— en una medida de que el otro carece. El eseéptic, que afirma que no cone- cemos tedo Jo que creemos conocer 0, tal Yez aun, que ‘suictamente no conocemos nada en absoluto, no asevers que estamos errados cuando coneluimos que lor eriteriot Feconocidas del conocer han sido satisfechos, Ni esté em- pefiado principalmente en inducienos a roviar nvesico em- pleo del verbo “conocer”, asi como quem recusa nuestrat hormas de valor fo esté'tratando de reviser nuestro wo de a palabra “bien”. El desacuerda verse més sobre Ia aplicacién del vocablo que sobre s0 significado. Lo que sostiene el escéptico es que ncstras califiaciones son emasiado altes; que los motivos por los cuales normal- mente estamos dispuesios a conceder el derecho de estar seguro son menas vidos de lo que ereemos, y, hasta pue- a 20 e Hegar tan Jejos como para decir que no son validos en modo alguno. El ataque no va dirigido contra el modo come aplicamos nuestras normas de prueba, sino cootra Jas normas mismas. Esto, como veremos y on virtud de los argumentos sobre los que descanss, debe tomarse en ‘Concluyo, pues, que las condiciones necesarias y su- ficientes para conocer que algo es el caso son: primero, que To que decimos conocer sea verdadero; segundo, que estemos seguros de ello; y tercero, que tengamos el dere- cho de estar seguros. Podemos merecer este derecho por istintos motives, pero, aunque se pueda formular una des- txipeién completa de ellos, sexfa un error tratar de incor- porarlot a la definieién de conocimiento, ast como seria ‘erréneo incorporar nvestras normas actuales de bondad a tuna definicién del bien. Pero si esto es as, resulta que no todas las cuestiones que suscitan los filésofos scerea de la pposibilidad del conocimiento pueden ser resucltas median- te el descubrimiento de lo que dete es. Pues muchas de ellas reaparecen como cuestiones acerca de Ia leitimidad el titulo para estar seguro. Estas deben examinarse por separado y esto consttuye ei principal cometido de To que seTlame ofa del conocimiento.

Vous aimerez peut-être aussi