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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DEL ZULIA


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE CIENCIA POLÍTICA
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN POLÍTICA I

DOS REVOLUCIONES, DOS CONSTITUCIONES:


CAMBIOS DE CARÁCTER REVOLUCIONARIO EN VENEZUELA PRODUCIDOS POR LA
REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA Y BOLIVARIANA, MANIFESTADOS EN LOS PRINCIPIOS
FUNDAMENTALES DE LOS TEXTOS CONSTITUCIONALES DE 1961 Y 1999

AUTORES:
Estrada, Manuel 19.450.031
Fernández, Francis 19.427.231
Medina, Verónica 19.907.692
Mujica, Libia 19.824.319

Maracaibo, Marzo de 2010


INDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN 3

1. El Problema de Investigación 4

1.1. Planteamiento del problema 4


1.2. Objetivos 6
1.2.1. Objetivo General
1.2.2. Objetivos Específicos
1.3. Delimitación 7
1.4. Justificación 8
1.5. Viabilidad

2. Marco Teórico 9

2.1. Fundamentación 9
2.2. Antecedentes 19

3. Marco Metodológico 20

CONCLUSIÓN

BIBLIOGRAFÍA

INTRODUCCIÓN
Las constituciones nacionales reciben eventualmente ciertas modificaciones, las
cuales persiguen el propósito de adaptar el texto fundamental al contexto actual o a las
exigencias propias de la sociedad. De esta manera, los textos constitucionales siempre
son el resultado de una serie de acontecimientos y necesidades acumuladas desde
tiempo atrás, hechos los cuales al mismo tiempo se consideran propios de cada nación.
Por ello, el propósito del estudio consistió en, evidenciar los cambios ocurridos en las
constituciones de 1961 y 1999 como consecuencia de la Revolución Democrática y
Revolución Bolivariana respectivamente. Para ello se tomará como constante los
principios fundamentales del Estado, y se comparará el texto constitucional de 1953 con
el de 1961 y éste con el de 1999, esto con el fin de observar las diferencias y similitudes
presentes en estas constituciones en referencia a estos principios.

Las motivaciones que nos movieron a la escogencia de este tema de investigación


fueron, el interés por apreciar si efectivamente existieron cambios entre una
Constitución y otra, además de verificar si las exigencias, necesidades y demandas de
la sociedad han sido plasmadas en los textos constitucionales de nuestro país.

La investigación será de tipo documental, y en ella se desarrollará primero la noción


de Revolución, posteriormente se explicará en qué consiste la Revolución Democrática
y la Revolución Bolivariana, para luego finalizar con la comparación entre los textos
constitucionales de 1953, 1961 y 1999.

4
PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN
1.1. Planteamiento del Problema:

Son múltiples los estudiosos que han dirigido sus esfuerzos en conceptualizar la noción de
Revolución, entre ellos, Sorokin, The sociology of Revolution (1925); Marx, La Ideología
Alemana (1932); Davies, Toward a Theory of Revolution (1962); Johnson, Revolution and the
Social System (1964) etc., los cuales la han estudiado a través de diversos enfoques,
diferenciándola de otras formas de cambio en los regímenes políticos. Una revolución pues,
supone el debilitamiento del Estado y del poder político existente, la transformación del conjunto
de las relaciones e interacciones sociales cotidiana, o un cambio drástico de las condiciones de
producción, distribución y consumo de los bienes y servicios.

A lo largo de la historia moderna las revoluciones han constituido acontecimientos


excepcionales, desde Francia en 1790 a Vietnam a mediados del siglo XX, las revoluciones, en
su mayoría sociales y políticas, han transformado la estructura de los Estados y la estructura de
clases e ideologías dominantes. Es por ello, que la revolución constituye un concepto clave en
el análisis histórico desde que éste se configuró como disciplina especializada en el siglo XIX,
donde todos los cambios políticos, sociales y económicos condujeron a una amplia reflexión
sobre la naturaleza de estas mutaciones rápidas y radicales, y sobre el cambio histórico.

En consecuencia en los siglos XIX y XX, la conceptualización y explicación de la revolución o


revoluciones ha sido un tema fundamental, hasta tal punto que como dice José Alvarez Junco
(1987), “La revolución es quizás el concepto central de la ciencia política, o más bien el
concepto límite. Es el cuestionamiento y refundamentación del poder” (citado en Pastor, 1994, p
7); Asimismo, aunque el interés por este tema ha sido muy extenso y prolongado, existen
diversas dificultades en su comprensión ya que, “...si la pretensión de la ciencia política es
encontrar regularidades o leyes que rigen los fenómenos políticos, ¿cómo va a ser posible que
llegue a conocer un fenómeno por definición caótico y esencialmente desordenado?” (Wolin,
citado por Pastor, 1994, 247).

5
A pesar de la profundidad que trae consigo el concepto de revolución, para que esta sea
efectuada son necesarios dos requisitos: “...alguien o algo contra quien rebelarse, y que alguien
salga a la calle de facto y lleve a cabo la revolución” (Allen, citado por Pastor, 1994, 245). De
esta forma podemos decir que, tradicionalmente las revoluciones suelen ser situaciones de
facto, es decir, aquellas situaciones que, existiendo en la realidad, no han sido reconocidas
formalmente ya sea mediante los mecanismos legales vigentes o por la autoridad competente,
no tienen reconocimiento jurídico y son por la fuerza de los hechos. Es así como las
revoluciones al consumarse buscan pasar de facto (de hecho) a de iure (de derecho); y es a
través de los cambios institucionales, constitucionales y jurídicos que buscan legitimarla.

Venezuela se ha convertido en las últimas décadas en un escenario de cambios


trascendentales que han producido importantes transformaciones en la vida política y social del
país; cambios, que contienen para muchos los caracteres fundamentales de lo que sería un
proceso revolucionario. Movilización ciudadana intensa por canales y con medios ajenos o
contrarios a las normas vigentes, acciones dirigidas a derribar a las autoridades políticas
existentes y sustitución de ellas con el fin de efectuar cambios en las relaciones políticas,
cambios o modificaciones más o menos sustanciales en el ordenamiento jurídico-constitucional,
en las relaciones socioeconómicas o en alguna combinación de todo ello; son solamente
algunos de las constantes que se han manifestado en las revoluciones consumadas en los
últimos años en nuestro país; siendo una de las más significativas el movimiento cívico-militar
que derrocó al gobierno de Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958, lo cual significó el
derribo de los regímenes dictatoriales y el paso hacia los regímenes democráticos. Es entonces
este fenómeno político el que por sus características constituyó una revolución, a la cual Brewer
Carias llama Revolución Democrática.

Del mismo modo, actualmente los ciudadanos y ciudadanas de la República Bolivariana de


Venezuela son testigos de un proceso de profundas transformaciones políticas, económicas y
sociales, cuyo inicio se remonta desde el acceso al gobierno del actual presidente Hugo
Chávez, quien le da por término Revolución Bolivariana.

Considerando estas dos revoluciones trascendentales que ha experimentado Venezuela en


las últimas décadas, son muchas las interrogantes que surgen en torno a estos cambios
radicales, pero sobre todo, en torno a la consumación, legitimidad y legalidad que estas
6
revoluciones han presentado en los planos de vida política del país. Por tanto, resulta inevitable
cuestionarse a cerca de los fundamentos legales que permitieron que ambas revoluciones se
consumaran de derecho o legalmente, para producir efectivamente cambios que se connoten
con el término de Revolución, aspecto que podrá observarse en los cambios jurídicos y
técnicos-legales que han generado estos cambios revolucionarios en los principios del Estado
venezolano dispuestos por la Carta Marga: la Constitución.

De esta manera el trabajo a desarrollar girará en torno a la siguiente interrogante: ¿Cuáles


son los cambios jurídico-constitucionales que han experimentado los principios
fundamentales del Estado en las Constituciones de 1961 y 1999, como consecuencia de
las Revoluciones Democrática y Bolivariana?, realizando así un análisis general de los
aspectos característicos del proceso de transformación que caracterizaron a ambos periodos,
fundamentándonos en los principios fundamentales del Estado como cambios jurídicos-
constitucionales que sustentan a cada revolución; por lo que se establecerá esenciales
comparaciones entre el texto constitucional de 1953 y 1961, para evaluar los cambios en los
principios constitucionales fundamentales que legitimaron aspectos de la “Revolución
Democrática”. Seguidamente, se contrastará la vigente constitución de 1999 con la de 1961,
con la intención de apreciar los cambios ocurridos en estos mismos principios o valores
fundamentales, que caracterizan la “Revolución Bolivariana”. Todo ello se hará con el fin de
estudiar los cambios en los valores fundamentales del Estado en el marco de la constitución,
las cuales constituyeron la legitimación y legalización de dichas revoluciones.

1.2. Objetivos:

1.2.1. Objetivo General:


Identificar los cambios jurídicos evidenciados en los principios fundamentales del Estado
venezolano de los textos constitucionales de 1961 y 1999, como consecuencia de la Revolución
Democrática y la Bolivariana

1.2.2. Objetivos Específicos:


▪ Exponer el fundamento teóricos sobre la noción de revolución, en base a los datos
proporcionados por estudiosos de la materia
7
▪ Describir el contexto histórico en el que se desenvolvieron la Revolución Democrática y
Revolución Bolivariana suscitadas en Venezuela, y sus características como cambios
revolucionarios.
▪ Establecer comparaciones entre el texto constitucional de 1953 y 1961, para evaluar los
cambios constitucionales en los principios fundamentales del Estado, que fundamentaron a la
Revolución Democrática

▪ Establecer comparaciones entre los principios fundamentales de la vigente Constitución de


1991 con la Constitución de 1961, con la intención de apreciar los cambios dentro del marco
jurídico como consecuencia de la actual Revolución Bolivariana.

1.3. Delimitación:

La investigación que se presentará a continuación tiene como campo de estudio los cambios
revolucionarios vividos y protagonizados por la población de la República Bolivariana de
Venezuela durante los periodos de 1958 a 1999, y 1999 hasta la actualidad; los cuales se
encuentran enmarcados y reflejados por los textos constitucionales que surgieron en los
respectivos para la consumación legal de ambas revoluciones.

Partiendo de esta línea de idea, se puede concretar entonces que se utilizarán como medios
de estudio la Constitución de la República de Venezuela de 1961, con respaldo de la
Constitución de 1953 que antecede a la misma para exponer los cambios transcendentales de
los valores fundamentales del Estado, los cuales sustentan la Revolución Democrática.
Asimismo se estudiaran estos mismos principios fundamentales dentro de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela para compararlos con los de la Constitución de 1961, y de
esta manera exponer los cambios que fundamentan la Revolución de 1999. Todo ello se
realizará dentro del marco de los textos constitucionales y de otros medios documentales.

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1.4. Justificación:
El presente trabajo cuenta con una gran valoración, pues permite establecer una importante
relación entre uno de los conceptos más estudiado por la Ciencia Política, como lo es la
Revolución, y la base principal de todo sistema de jurídico y de Estado, como lo es la
Constitución.
A partir de esta consideración, se trabajará con el fundamento teórico de Revolución, y se
aplicará a nuestra historia política contemporánea, para evidenciar efectivamente los cambios
revolucionarios concretados en nuestro país.

Ello se origina también, por el interés de realmente apreciar los cambios efectivos que
existen entre una Constitución y otra, entre la Constitución de 1961 y 1999, lo cual evidencia
una clara evolución del texto constitucional en concordancia con los cambios exigidos por la
sociedad venezolana en los últimos dos periodos constitucionales, así como para verificar si ello
se ajusta a las necesidades y demandas de la misma, manifestadas ocasionalmente por estos
movimientos intensos: revoluciones. De allí el otro carácter fundamental de la presente
investigación, puesto que se harán vitales comparaciones entre un factor común de estas
Constituciones, que son los llamados principios fundamentales del Estado.

1.5. Viabilidad:

Ahora bien, la pregunta que resulta en cuanto al desarrollo de la investigación es, ¿Es
posible llevar a cabo este proyecto de investigación?. En concordancia con el objetivo general y
los objetivos específicos propuestos en este trabajo, se puede deducir que es totalmente
posible realizar esta investigación, en base de instrumentos documentales, estudio de la historia
venezolana y análisis de los textos Constitucionales de 1953, 1961 y 1999. Todo ello brindará la
información necesaria para relacionar la noción de revolución con las cartas fundamentales, y
realizar una debida comparación entre los principios fundamentales del Estado venezolano
expuestos en las Constituciones mencionadas.

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MARCO TEÓRICO

2.1. Fundamentación:
Cambios de líderes, cambios de las ideologías de los líderes, cambios en la forma de
gobernar, el cambio cruza toda la vida política, desde sus ámbitos más reducidos, hasta una
mutación total de los esquemas de funcionamiento social y político. La política es,
probablemente, la actividad humana en la que el cambio como voluntad o como práctica está
más presente, y es por esta razón que la presente investigación se enfocará en un tipo de
cambio en particular, aquellos que afectan las características esenciales de un régimen, es
decir, las Revoluciones.

La definición de este término no escapa de la problemática presente en todas las ciencias


sociales; el desacuerdo y la falta de consenso a la hora de saber lo que se quiere decir con un
término. Sin embargo, se aproximará a su conocimiento diciendo que, Revolución significa, “una
transformación profunda que supone una ruptura fundamental con el pasado. Puede ser
repentina o rápida, pero con más frecuencia es un proceso largo” (s.a, s.f). Pueden ser
violentas o no, y por lo general buscan los cambios en el individuo y las instituciones que lo
suprimen, “porque las revoluciones son cambios generados por los individuos y las mismas y
los mismos están en contra de las instituciones y se busca fortalecer los cambios, vigilarlos y
profundizarlos de manera permanente, ser vigilante y convertir los cambios en una institución
consensuada y no delimitada” (s.a, s.f). Más recientemente, se tiende también a subrayar los
cambios paulatinos y a largo plazo como parte de los procesos revolucionarios.

Todas las revoluciones que han atravesado el proceso histórico de la humanidad están
antecedidas por una fase de descontento o una fase de necesidades, en cualquier caso, son
estas condiciones las que las suscitan, lo que conlleva a que cada revolución, según los
objetivos que se fijan sus actores, y en función de los contextos sociales e históricos, hayan
conocido dinámicas y causas distintas.

Son muchas las revoluciones que se han suscitado a lo largo de la historia, Revolución
Francesa, Revolución Industrial, Revolución Rusa, solo por mencionar algunas de las más
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importantes, y por tanto nuestro país no ha escapado del desarrollo de dicho fenómeno, hasta
el punto que los 4 períodos políticos de nuestra historia han acabado en revoluciones, este es
el caso de, siguiendo a Brewer Carías, la Revolución Federal, que puso fin al Estado
independiente semi-centralizado, la Revolución Liberal Restauradora que acabó con el Estado
Federal Liberal, la Revolución de Octubre que hizo concluir el Estado Autocrático Centralizado,
la Revolución Democrática que acabó con el régimen Perez-jimenista y puede agregarse la
Revolución Bolivariana, aún en marcha y que pretende sustituir el Estado Centralizado de
Partidos por un Estado Descentralizado Participativo; siendo estas dos últimas las revoluciones
que serán objeto de estudio en esta investigación: la Revolución Democrática y la Revolución
Bolivariana.

La Revolución Democrática fue un movimiento cívico-militar que derrotó la dictadura de


Marcos Pérez Jiménez, se produjo debido a que en 1957 Pérez Jiménez intentó permanecer en
el poder mediante el plebiscito fraudulento, y ya su régimen había perdido el respaldo popular,
lo que generó en el pueblo gran descontento e hizo desatar el interés por un cambio. Su
régimen se asentaba sobre un Estado meramente capitalista que se valía de una gama de
actividades para mantener en el poder a la camarilla gobernante, en lo político, niega
completamente las libertades, y la seguridad nacional velaba de día y de noche sobre el pueblo,
los ministros y sobre los mismos militares. En estas circunstancias, la revolución de 1958 era
inminente. Este hecho trajo consigo la promulgación en 1961 de una nueva Constitución, y es
que como dijera Brewer Carías:

“En los cambios políticos radicales que permitieron pasar de cada uno de esos
períodos constitucionales a otros, siempre intervinieron Asambleas
Constituyentes; es decir, cuerpos de representantes convocados con el objeto de
constituir o reconstruir el Estado, o establecer o restablecer la organización
política de la sociedad dada”. (Brewer Carías, 2001, p. 10)

Esto nos remite a que, las causas inmediatas que dieron origen a la Constitución de 1961 se
encuentran en los procesos que pusieron fin a la dictadura de Pérez Jiménez el 23 de enero de
1958, es decir la Revolución Democrática. En otro modo, la Constitución del 23 de enero de
1961, es el producto histórico-político de un “movimiento constitucional”, como lo llamaría André
Hauriou, entendido este como, el estado de conciencia y conjunto de sucesos históricos que
preceden a su llegada y entrañan la operación constitucional o “decisión fundamental” como la
denomina Carl Schmitt. “Tal estado de conciencia fue el sentimiento político de unidad nacional,
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entendido como impulso convergente por el cual el pueblo se esfuerza en derrocar o limitar la
arbitrariedad política, reivindicando la libertad o derecho de los ciudadanos de participar en el
gobierno” (La Roche, 1988, p.18). Así, ese movimiento constitucional, estimulado por la
situación de injusticia imperante, produjo la caída de la dictadura, para verificar después la
operación constitucional o constituyente: Luego la “decisión fundamental” tendente a establecer
la Constitución. Siguiendo a Humberto La Roche;
“... la Carta de 1961 estableció y creó un Derecho Constitucional novedoso y
racional, orientado, no sólo a expresar las conquistas deseadas, sino también al
reconocimiento de las nuevas exigencias de la vida, las cuales nacieron como
producto de las transformaciones históricas operadas dentro del “movimiento
constitucional” que le dio origen, valor y fecunda majestad”. (La Roche, 1988, p. 18)

La Constitución de 1961, funda un Estado con principios y valores muy diferentes al Pérez-
jimenizta (dictatorial, personalista, ejecutivista, etc.), y tiende a condensar los compromisos
políticos y sociales que reflejan el Pacto de Punto Fijo y que “representan la sublime
historicidad de un momento en el cual los representantes del pueblo, reunidos en el Congreso
Nacional, actuando como Constituyente Originaria, sientan las bases fundamentales de la
acción nacional en todos los órdenes”. (La Roche, 1988, p. 19).

Pero, a lo largo de sus más de 35 años de vigencia, la constitución de 1961 atravesó por
situaciones difíciles en su aplicación, no faltando cuestionamientos en lo que respecta a la
estructura del Estado y la vigencia efectiva de los derechos constitucionales. Lo cierto del caso
es, que la perspectiva hay que situarla en su verdadera realidad. Al pasar de los años, el
Estado no era el mismo que cuando en 1961 se sancionó la Constitución, el aparato estatal no
era impermeable a ciertos cambios, variantes y transformaciones que la experiencia histórica
venía acumulando a la estructura, y las reformas no debían tardar en llegar, con vistas a
adaptar el texto al plano de la realidad actual, pero eso no fue así. Los partidos políticos
asumieron el monopolio de la participación y de la representación en todos los niveles del
Estado y de las sociedades intermedias, lo que pudo ser necesario al principio del proceso;
pero con el tiempo se olvidaron de abrir los caminos de la participación para que la democracia
corriera más libremente. Al final del último período constitucional de la década de los ochenta,
la crisis del sistema estalló cuando el centro del poder político definitivamente se ubicó afuero
del Gobierno y del aparato del Estado, en la cúpula del partido Acción Democrática que para
ese entonces dominada todo. Fue el gobierno donde más se habló de reforma del Estado, y
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precisamente se ejecutó todo lo contrario, pues en ese gobierno apareció la “partidocracia” en
todos sus rasgos autocráticos.
Así, el Caracazo del 27 de febrero de 1989, a pocos días de la toma del poder por segunda
vez de Carlos Andrés Pérez, fue el signo trágico del estallido de la crisis del sistema de Estado
de Partidos, seguido por dos intentos militares de golpes de Estado, uno el 4 de febrero de
1992 liderado por el para ese entonces Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, y el del 27 de
noviembre del mismo año, lo que demostraba el fin del sistema político que se había
consolidado al amparo del Pacto de Punto Fijo.
La elección presidencial de 1993 pudo constituir la apertura a la vía de la democracia
participativa para el cambio político, ya que resultaba indispensable para superar el centralismo
partidocrático, pero la opción popular se inclinó por el menos indicado para materializar cambio
alguno, Rafael Caldera, bajo cuya presidencia el sistema político de Estado Centralizado de
Partidos entró en la etapa definitiva de crisis terminal. La exigencia de cambio político al final
del período constitucional era incontenible, y ante el deterioro y desmoronamiento de los
partidos políticos tradicionales (en particular Acción Democrática y Copei) el consecuente vacío
político abrió camino al candidato popular que elevaba la bandera del cambio, Hugo Chávez
Frías, quien ganara la elección presidencial en diciembre de 1998.

Su llegada; ¿fue producto de una revolución que se venía preparando desde hace años, o
implica el desarrollo posterior de una revolución? No son muchas las respuestas que se
encuentran a esta interrogante, pero lo cierto es que la Revolución Bolivariana está latente.
Para sustentar la primera proposición puede seguirse a Brewer Carías quien dice;

“En todo caso, en la historia, todos los acontecimientos tienen sus raíces en un
proceso que siempre viene germinando desde mucho antes y finalmente brotan, a
veces en la forma violenta, trágica o dramática de una revolución o de una guerra”
(Brewer Carías, 2001, p.20)

Esto sustentaría la idea de que era una revolución que se venía preparando desde hace
años, ya que el 27 de febrero de 1989, el 4 de febrero de 1992 y el 27 de noviembre del mismo
año ocurrieron levantamientos masivos en contra de las autoridades, incluso la del 4 de febrero
liderada por el mismo Hugo Chávez, en su momento fracasaron y los objetivos no fueron
logrados. Pero la llegada de Chávez en 1998 puede considerarse en sí misma una revolución,
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solo por el hecho de concretar una idea y una necesidad clamada desde hace mucho, la cual
era ponerle fin a la hegemonía de los partidos políticos tradicionales y abrir caminos a la
participación. ¿Es posible entonces que la Revolución Bolivariana sea el resultado de luchas
anteriores?, en todo caso, con más frecuencia las revoluciones son procesos largos.

Otra proposición sería que, la llegada del presidente Hugo Chávez desencadenaría una
revolución, la cual no sería violenta, sino que buscaría consumarse en forma pacífica y por
medios democráticos. Con ello se pretende transformar el marco institucional, dentro del cual
los actores económicos, políticos y sociales hacen sus planes y toman sus decisiones; marco
institucional que estaba caracterizado por el dominio de las cúpulas de los partidos políticos
tradicionales que, a su vez, controlaban los diferentes poderes del Estado en casi todos los
ámbitos territoriales, tanto nacional como regional y local. Revolución que, sin ser la excepción
promulgó una nueva constitución en 1999, ya que esta habría sido la consigna de Hugo
Chávez durante toda la campaña electoral, hasta decir, “Juro ante Dios, ante la Patria y ante el
Pueblo que, sobre esta moribunda Constitución, impulsaré las reformas necesarias para
elaborar una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos”.

La Constitución de 1999 sufrió varios cambios importantes como el cambio de nombre a la


República, la concesión del voto militar, la reelección presidencial inmediata, el vicepresidente,
la unicameralidad, se agregan el Poder Electoral y Poder Ciudadano, se reconocen los
derechos indígenas, los derechos ambientales y es una de las más avanzadas del mundo en
materia de derechos humanos, y esto solo por nombrar algunas de las transformaciones. No
puede ignorarse que, la Revolución Bolivariana tiene miras a un Estado Socialista, de allí que
eso fue plasmado en la nueva constitución de 1999, en los artículos 118, 303, 304, 305, 307,
308, 309 y 310.

A pesar de esos importantes cambios, para ratificar el carácter socialista de la Revolución


Bolivariana el presidente Hugo Chávez propuso el 15 de agosto de 2007 una reforma
constitucional, lo cual acentuaría el socialismo en Venezuela, sin embargo, el proyecto de
reforma fue rechazado por el pueblo y no pudieron materializarse las profundizaciones. Pero, a
pesar de ese fracaso electoral, el presidente ha ratificado el interés en acelerar los cambios, ya
que siguiendo la idea de Rosa Luxemburgo, las reformas son buenas como medios de presión
para reformar el capitalismo, pero las reformas no pueden traer cambio fundamental, al
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socialismo solo puede llegarse a través de la revolución. Y es allí a donde se orienta el
proceso, ¿Revolución Bolivariana Socialista? El tiempo, las transformaciones y su criterio lo
dirá.
Por tanto, siguiendo esta línea de pensamiento es necesario evidenciar este carácter de
revolución de nuestra historia venezolana en nuestra historia constitucional, cuya manifestación
por excelencia se han convertido los instrumentos de la Constitución de la República de
Venezuela de 1961 como la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999,
donde se presencia un cambio sustancial en los principios y valores fundamentales que ambas
Constituciones recoge y jerarquizan en el Primer Título.
Los principios o valores fundamentales del Estado venezolano no son más que diversos
fundamentos o bases inspiradoras de la organización política y modelo de Estado que
construye este ordenamiento jurídico en su normativa; así lo expone el artículo 6 de la
Constitución de la República de Venezuela actual:

“El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas


que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo,
descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables.”
(Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Título I, art. 6; 1999)

Se puede observar que la actual Constitución constituye la máxima expresión del sistema
democrático de gobierno, cuyos principios fundamentales dieron un vuelco transcendental
donde se observa una Constitución y un Estado que se rige por el principio de la democracia
participativa y protagónica, que a diferencia de lo dispuesto en la Constitución anterior a ésta, la
Constitución de 1961, implica la concepción de un pueblo protagonizando directamente su vida
política, dejando atrás la democracia puramente representativa que en la historia de la vida
democrática de Venezuela se había instaurado. Éste constituye sólo uno de los tantos cambios
sustanciales que presenta la actual Constitución con respecto a la anterior, pues son muchos
los cambios en los principios fundamentales que se destacan en relación con la tradición
constitucional precedente.

Es por ello que resulta de vital importancia el estudio de la Constitución que precede a la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para evidenciar los cambios en los
valores del Estado venezolano cuya sustancia es transcendental exponiendo así ciertos rasgos
15
de cambios revolucionarios. De acuerdo con lo expuesto en el artículo 3 de la Constitución
sancionada en 1961, se introduce para este periodo de la historia constitucional el sistema
democrático basado en principios de representación “…donde los representantes electos
debían rendir cuentas de su actuación así como responder ante sus electores por su programa
de acción comprometido en las elecciones…” (Combellas, 2002, p. 3), en la alternabilidad de
gobierno por medio de las elecciones directas, universales y secretas, y en el principio de
responsabilidad.

“El gobierno de la República de Venezuela es y será siempre democrático,


representativo, responsable y alternativo.” (Constitución de la República de
Venezuela, Título I, Capítulo I, art. 3; 1961)
Con respecto a estos principios fundamentales del Estado, podemos observar un gran
avance en el texto constitucional de 1961 en comparación con sus anteriores, pues como se ha
observado, marcaron el inicio de la era democrática, después de un largo periodo de continuas
dictaduras donde el contenido constitucional y su ordenamiento eran por y para la Dictadura,
ello a pesar de estar ideadas bajo principios democráticos, tal cual como lo podemos observar
en la Constitución de 1953 que antecede a la de 1961 sancionada por la Asamblea Nacional
Constituyente de los Estados Unidos de Venezuela bajo el régimen de Marcos Pérez Jiménez.

“La Nación venezolana es la asociación de los venezolanos en un pacto de


organización política con el nombre de República de Venezuela, que se rige por los
principios de Gobierno Federal, Democrático, Electivo, Representativo,
Responsable y Alternativo y que es independiente y libre de toda dominación o
protección extranjera.

La Nación venezolana proclama como razón primordial de su existencia el


mantenimiento de su patrimonio moral e histórico, el resguardo de su dignidad, la
conservación y defensa de su territorio y el aprovechamiento de sus riquezas para
el bienestar de sus habitantes.

La Nación venezolana aspira lograr un sitio cada vez más prestigioso en el conjunto
universal, mediante el mejoramiento de su medio físico y de las condiciones de sus
habitantes, en un ambiente de armonía entre cuantos conviven en su territorio y
dentro de sanos propósitos de cooperación internacional.”

Como se puede observar han sido muchos los cambios e incorporación de principios
constitucionales del Estado que se han realizado en los textos constitucionales de Venezuela,
por lo que su estudio evolutivo resulta transcendental así como la significación e interpretación
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de cada uno de ellos, y la puesta en práctica de sus instituciones. Aspectos como la eliminación
del principio electivo en la Constitución de 1961 en comparación con la de 1953, y su sustitución
por el principio de representación, marcan un cambio transcendental entre ambas
Constituciones, conduciendo el régimen venezolano a una democracia representativa “…en el
sentido de que el pueblo, que es titular de la soberanía, normalmente la ejerce mediante
representante.” (Brewer, 2001, p. 60). Sin embargo, en la Constitución1999 se agrega de nuevo
el concepto de gobierno electivo en lugar del principio de representación que se destaca en la
Constitución de 1961, “lo que en definitiva es lo mismo, ya que el artículo 5° precisa que la
soberanía se ejerce por el pueblo mediante el sufragio para elegir los titulares de los órganos
del poder público, que son sus representantes”. (Brewer, 2001, p. 60)
La norma suprema de 1999, además, agrega un calificativo innovador como lo es el
“participativo” incorporando al régimen de gobierno la llamada democracia participativa, la cual
“…es un eje axiológico que atraviesa todo el texto constitucional, y se manifiesta a través de
variadas instituciones como, a título ilustrativo, el referéndum (consultivo, aprobatorio,
abrogatorio, constitucional), la revocación del mandato, la elección de cargos públicos, la
iniciativa legislativa, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de
ciudadanos” (Combellas, 2002, p. 3)

Entre otros valores de los fundamentos del Estado venezolano actual destaca también la
responsabilidad, que es un principio sugerente y novedoso que incorpora en su seno el texto
constitucional en comparación con el texto constitucional de 1961. La responsabilidad por los
asuntos públicos no atañe exclusivamente al Estado, pues nos afectan a todos. No pueden
atenderse ni resolverse exclusivamente con las instituciones del Estado, pues exigen la
participación organizada de la sociedad.

En consonancia con el ya mencionado principio de alternabilidad, surge otro valor novedoso


que es el “de mandatos revocables” para garantizar esta alternabilidad del gobierno que se
regula mediante la institución del referendo revocatorio del mandato contenido en el artículo 72
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; ello en comparación con los textos
constitucionales anteriores ha representado una constante. Por último el pluralismo, que parte
del reconocimiento del otro, el respeto a su dignidad, a su libertad de asociación y organización
en todos los ámbitos de la vida colectiva, y que se manifiesta políticamente en la tolerancia, el
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respeto a las minorías y su justo derecho a tener una participación equitativa en la definición de
las metas colectivas. Al pluralismo se opone la imposición, la intolerancia con el adversario, el
hegemonismo y el rechazo a la deliberación.

De esta manera, se puede evidenciar los avances e innovaciones que incorpora en su


cuerpo normativo la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999 en esta
materia de principios o valores del gobierno democrático con respecto a la Constitución de 1961
que es la que le antecede. Principios como mandato revocable, descentralizado y pluralista en
conjunto con el participativo, dieron un vuelco total al sistema democrático instituido en la
Constitución, que en comparación con los textos constitucionales anteriores, destacan con
mayor énfasis el sentido de inclusión en todos los ámbitos: políticos, sociales y económicos que
hace la Constitución. Para una mejor observancia de el avance constitucional experimentado en
la historia constitucional y de la comparación expuesta, se puede establecer un breve cuadro
comparativo de estos textos constitucionales (figura n. 1).

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A continuación se presenta un cuadro comparativo de los principios fundamentales
expuestos en las Constituciones sancionadas en los años 1953, 1961 y 1999:

1953 1961 1999


Democrático se encuentra se encuentra se encuentra
dispuesto dispuesto dispuesto
P
Representativo se encuentra se encuentra no se encuentra
R dispuesto dispuesto dispuesto

I Participativo no se encuentra no se encuentra se encuentra


dispuesto dispuesto dispuesto
N
Electivo se encuentra no se encuentra se encuentra
C
dispuesto dispuesto dispuesto
I Descentralizado no se encuentra no se encuentra se encuentra
dispuesto dispuesto dispuesto
P
Alternativo se encuentra se encuentra se encuentra
I
dispuesto dispuesto dispuesto
O Responsable se encuentra se encuentra se encuentra

S dispuesto dispuesto dispuesto

Pluralista no se encuentra no se encuentra se encuentra


dispuesto dispuesto dispuesto

Mandatos revocables no se encuentra no se encuentra se encuentra


dispuesto dispuesto dispuesto

19
2.2. Antecedentes:
Para los fines de esta investigación sirvieron como antecedentes los libros, La Constitución
de 1961; Balance y Perspectivas, compilación de la Facultad de Derecho, LUZ (1988) y la
Constitución de 1999 de Allan Brewer Carías (2008). El primero narra todos los aspectos de la
Constitución resultante del Pacto de Punto Fijo, de la mano de autores como Humberto La
Roche, Rafael Caldera, José Enrique Molina, entre otros. El segundo libro a su vez, explica el
contexto en el cual se produjo el texto constitucional y desglosa cada uno de sus artículos.
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MARCO METODOLÓGICO

La presente investigación es de tipo documental, ya que para su elaboración fue necesaria


la recolección selectiva de documentos sobre un tema que otros investigadores ya han
desarrollado.

La recolección sirvió como material de apoyo para acudir a las fuentes de referencia sin que
se modificara la realidad de los acontecimientos históricos, y también sirvió para establecer una
conexión entre los pensamientos de diversos autores y el pensamiento de los investigadores.

Las fuentes documentales utilizadas en la investigación fueron los libros, conferencias


escritas y documentos electrónicos como páginas web.
Dentro de la investigación documental se distingue la investigación argumentativa y la
informativa. En este caso se trabajó con la investigación informativa ya que toda la información
presentada está dentro de las fuentes consultadas. Se busco analizar toda la información para
así seleccionar aquella que se considera importante para la investigación, sin tratar de refutar
alguna idea o postura. La información giró en torno a la Revolución Democrática, Revolución
Bolivariana y a los textos constitucionales de 1953, 1961 y 1999.

La investigación también es de tipo comparativa, ya que se buscaron semejanzas y


diferencias entre el sistema de gobierno propuesto por la Constitución de 1953, 1961 y 1999
respectivamente.

Asimismo la investigación es de tipo descriptiva, ya se buscó caracterizar ambas


revoluciones y constituciones indicando sus rasgos más peculiares y diferenciadores. Después
de adquirir la información, se desarrollo un análisis en base a los artículos para concluir con un
conocimiento.

CONCLUSIÓN

Finalmente, a través del proyecto de investigación presentado consistente en


identificar los cambios jurídicos evidenciados en los principios fundamentales del
Estado venezolano de los textos constitucionales de 1961 y 1999, como consecuencia
de la Revolución Democrática y la Bolivariana, se puede abstraer como conclusión que
el sistema democrático de Estado y sus principios fundamentales en los últimos
tiempos, sobretodo y con mayor énfasis desde el año 1958 hasta los momentos, ha
estado envuelto en una dinámica de crisis y transcendentales transformaciones.

Con la descripción de la historia política del pueblo venezolano, se puede observar


que el sistema democrático ha estado sometido a una crisis permanente desde la
décadas de los ochentas, puesto que los gobernantes y jurídicos han intentado
esfuerzos desde entonces por adoptar el sistema a las nuevas realidades que se
presentan y a las demandas de la población; y es en ésta búsqueda que se produce
una importante transformación de esos principios del Estado venezolanos expuestos en
los textos constitucionales.

Por un lado, se apreció una revolución tangible como la fue la Revolución


Democrática, donde el principio de representación se llevó a su máxima expresión
produciéndose así el llamado monopolio partidista, dejándose a un lado la participación
de todos los ciudadanos para concentrarse en las manos de sólo unos pocos partidos
políticos. De ello resultó como inmediata consecuencia que en 1998 se entrara a una
nueva fase dirigida por el Presidente Hugo Chávez Frías, quien lanzó un vasto
programa de transformaciones institucionales y transformaciones constitucionales, lo
que traería así la llamada Revolución Bolivariana.

Es así, que por otro lado surge la Constitución vigente actualmente, la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, en la que la Asamblea Constituyente
convocada le dio otro vuelco total a los principios fundamentales del Estado
venezolano, incorporándose así el llamado principio de participación, que consigo trajo
la transformación de un sistema democrático totalmente representativo a un sistema
democrático participativo. Éste, en conjunto con los principios de mandato revocable,
pluralismos, democrático, electivo, descentralizado, responsable y alternativo
configuran nuestro sistema de gobierno democrático actual.

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