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e tiene legitimo dere- ducido ante el piibli- Breportaje informativo : los dos personajes a. Ydespués » os temas de interes de la cit Larecreacién de la noticia. El reportaje es un texto informativo que Eeetaye elementos noticiosos, declaraciones de diversos persor mentos en que el dié- ambiente, color, y que, fundamentalmente, tiene caracter des- Sep. Se presta mucho mésal estilo literario que la noticia (aun- See ya hemos dicho que también en las noticias se puede hacer Geena literatura.) Una novela entera puede escribirse con la técni- $del reportaje; incluso un reportaje puede convertirse en una no- Heb de hechos reales (por ejemplo, Noticia de un secuestro, de Gabriel Gecia Marquez.) Normalmente, el reportaje parte de una recreaci6n de algo que $e noticia y que en su momento no pudimos o no quisimos abar- por completo. Pero también pueden darse reportajes intemporales sobre he- Gees 0 costumbres que, sin ser noticia, forman parte de la vida coti- Sana, la politica, la economia, los espectaculos... Asi, por ejemplo, Se reportaje sobre el funcionamiento de los taxis, sobre los hijos de no result6 complica de El Paisen Madrid, o en la cuarta planta iticos, el director ad- ) mismo. Como testi- ates, por supuesto, ersacin, tanto Ruiz- a dirigirse a mi, pro- a. Descubri que la eriencia de este tipo ablen directamente saparecer de la esce- iriendo mas viveza efecto, aunque tardé era de los dos politi- Politicos que han heredado la vocacién de sus padres, sobre los ban- Geers mis influyentes, sobre los cantantes con estudios musicales. Bie parece necesario que se entronquen con la actualidad, si abor- Samos cuestiones de interés para nuestros lectores. Sin embargo, siempre sera mejor que contemos con una perc © decir, un acontecimiento que da pie al reportaje. Por ejemplo: llazgo arqueologico en nuestra ciudad en el que se han recu Gerado restos romanos puede darnos pie a recrear, en compaiiia @ealgiin historiador o experto, c6mo vivian nuestros antepasados de Squella época en el mismo lugar geografico que ahora ocupamos a palabra, yo me re- 0 personaje. Asi que le también. Funcio- ta, resultard funda. ir, cortar y pegar sin in que las interven- esotros, cules eran sus costumbres y sus utensilios, cudles sus in- ) sino que conecten aictudes y diversiones, sus ropas y sus condimentos. Eso es la per dha, pero cl reportaje sobre la ciudad antigu on per si mismo. Ahora bien: si lo relacionamos con el hallazgo con- Gxe10 y los objetos encontrados, crecera el éxito del reportaje. La que hayan sido Ma- run camino similar » Tarragona, o Burgos, o Teruel... también podia tener sentido bre los dos persona- fferencias al respec : setualidad siempre afiade un grado > sibien un principiant Reportaje de urgencia. A menudo encontramos reportajes que par Bes requiere de gran habil ten de un hecho ocurrido en el dia. En este caso, la linde entre no En octubre de 1996, A ticia y reportaje se presenta bastante difusa. Ast, por ejemplo, una Pais sobre las relacion chica que se ofrece para limpiar los parabrisas de los coches en Bin conflicto autoném una esquina de Madrid y que muestra los pechos desnudos para lo- Sel papel narrador de grar mas clientes (ejemplo real tomado de varios periédicos el 14 de Sebrevuela la regi6n ext agosto de 1996) puede merecer un breve—noticias que apenas cons- Ber supuesto.) tan del lead o entrada— o bien todo un reportaje, con foto inclui- Be acviembre de194 da. En este segundo caso, necesitaremos hablar con ella (en el caso de la simple noticia nos bastaria tener comprobado el hecho), pre- guntara los automovilistas qué impresion les ha causado semejante Secidentado con su plat Seforme sobre el funcion Senductor del reportaje. iloto catalin y la novel & rebajaron el hallazgo scnica de venta 0 conocer incluso la op tas. Pero también esos elementos podr ticia, que estaria asi Enunea ni6n de entidades femninis in formar parte de una no- medio camino entre el breve y el reportaje. > como ése, la linea diferenciadora entre un género y otro nos la daria la mayor o menor riqueza descriptiva y de detalles (y, por tanto, la mayor o menor presencia del periodista en el,elato.) Como ya hemos dicho més arril pera amenizar informes Sburridos. Variedades. 1.as varied Bablar, entre los mas ha normalmente, centrad¢ Smicrés social (en lo que ala cultura de una comt eon un hecho concreto, ores, ya fuera recogid epiniones (basado en Ia determinadas personas) Giona o cual es el origen mismo reportaje puede dos simultaneamente. ba, la eleccién de género puede estar relacionada con el grado de conocimiento de la noticia que supongamos en nuestros lectores del dia siguiente (que también son oyentes y telespectadores del dia de hoy.) Cuanto mas difundi- do consid mos un hecho, menos podremos ofrecerlo con el for mato de noticia al estilo de las a; del pe: lo compren y no se den por satisfechos con lo que han visto 0 escu- chado en los medi ncias. Las aportaciones propias édico constituyen su or capital para que los ciudadanos s audiovisuales, La vaquilla soy yo. El reportaje permite un mayor despliegue lite- ipre cabe en la noticia de urgencia. El p Javier Martin, por ejemplo, escribié en El Pais en el verano de 1995 un reportaje cuyo narrador literario era una vaquilla que viajaba de ntos mozos se le pusieran delante cada dia de fiestas, usando —el redactor— la técnica de ka personificaci6n. Los datos del reportaje dos. Pero el informador se permitié la libertad de mi dista rario que no sie La entradilla en el rep elreportaje consiste tat entradilla. Pero aquino w noticioso que lleve k pueblo en pueblo para dar cabezazos a cu: fan ciertos y comproba- tarlosen pri- ra persona, como si él fuera la vaquilla. El texto resulté magnifi- min, el reportaje parte serrollan con una pers hecho noticioso como | AOS reportajes que par- aso, la linde entre no- Asi, por ejemplo, una isas de los coches en hos desnudos para lo- ios periédicos el 14 de icias que apenas cons- taje, con foto incl ar con ella (en el caso pbado el hecho), pre~ na causado semejante de entidades feminis- mar parte de una no- breve y el reportaje, ntre un género y otro riptiva y de detalles sriodista en el elato,) jon de género puede nto de la noticia que nte (que también Cuanto més difundi- Lofrecerlo con el for- sportaciones propias a que los ciudadanos que han visto o escu- jayor despliegue lite- gencia. El periodista en el verano de 1995 qu mozos se le pusieran la que viajaba de or— la técnica de la ciertos y comproba- le redactarlos en pri =xto resulté magnifi- co, sibien un principiante debera tener en cuenta que una soluci6n asi requicre de gran habilidad estilistica para no caer en el ridiculo, En octubre de 1996, Agusti Fancelli acometi6 su reportaje para £1 Pais sobre las relaciones entre Extremadura y Cataluiia —a raiz 4 mico entre ambas comunidades—adoptan- do el papel narrador de un piloto de la fuerza aérea catalana que sobrevuela la region extremeiia (y que de ver en cuando aterriza, an conflicto auton por supuesto.) En noviembre de 1996, Luis Mauri suplanié a un extraterrestre accidentado con su platillo volante, entre cuyos restos se hall6 un informe sobre el funcionamiento del Senado que serviria como hilo conductor del reportaje. En este tiltimo caso, los antecedentes del gas Gurb, de Eduardo Mendo- piloto catalan y la novela por er 2, rebajaron el hallazgo estilistico. Pero se trata de recursos validos resultar muy para amenizar informes que, de otro modo, podri aburridos. Variedades. Las variedades de reportaje son infinitas. Podremos hablar, entre los mas habituales, de reportajes de interés humano Jos en una persona o en una colectividad), de normalmente, cent interés social (en lo que afecte al funcionamiento de los servicios 0 ala cultura de una comunidad), de interés noticioso (relacionados eon un hecho concreto, ya sea ocurrido en el dia o en fechas ante- Fores, ya fuera recogido en su momento como noticia o no), 0 de epiniones (basado en las consideraciones que un hecho merezca a determinadas personas) ,o de interés didactico (se explica cémo fun- siona o cual es el origen de determinado asunto 0 cosa.) Incluso un mismo reportaje puede corresponder a dos o tres de estos aparta- dos simultaneamente. La entradilla en el reportaje. E1 principal problema al plantearnos elreportaje consiste también, como en la noticia, en/acertar con la almente de un elemen- entradilla. Pero aqui no dispondremos ge fo noticioso que lleve la carga del interés y la actualidad. Por lo co- miin, e reportaje parte de noticias conocidas dias antes, que se de serrollan con una perspectiva diferente. Asi que carecemos de un echo noticioso como tal, Un periodista debe competir ca lector degusta en el bar o en la cocina de su casa mientrassujeta el Periddico con la otra mano. Si no captamos la atencién del recep- tor de nuestros mensajes, su mirada se ir ad inmediatamente al crus san; y cuando regrese al periédico lo hard para buscar una informa: cin diferente a la que perdié la partida. La noticia puede competir bien contra el cruasin, puesto que —si realmente hay noticia— n: lara un hecho sorprendente, de ac tividad ala que se dirige el periédi- co. En cambio, el reportaje no dispone normalmente de esa materia prima que constituye un hecho crucial, un suceso, un aconteci- miento politico. Por ello, el redactor habri de volcar su imagina: ci6n para hacerse con la mirada del lector y lograr que no abando ne el articulo hasta que legue al punto final. Ahi esta el reto, sobre todo, del primer parrafo de un reportaje. 2C6mo clegirlo? tualidad, interesante para la col Lo mejor es echar un vistazo, sin consultar las notas, a todos los apuntes que hemos retenido mentalmente sobre el te na en cues ti6n. En la amalgama de informacién obtenida sobresaldran gene- ralmente un par de anécdotas, un hecho extraiio, un chiste, una si tuaci6n dramatica, una paradoja, | t la descripci6n de un espacio... Ya nos algo, Las anécdotas apareceran com lo mas peligroso. Para comen- zar un reportaje con un acaecimiento curioso, éste debera significativo en el hilo argu sultar nental que deseemos mantener. Por tanto, ha de tener cierta continuidad en el texto, o relacio Jo que se cuenta luego. No sirve empezar con una vante que se queda abi. dotairrele- Y cuando no hallemos nada relevante en nuestras anotaciones, siempre cabe el recurso de la metifora, de | la frase escrita con br lantez para retratar la realidad. Veamos cémo resolvié Jan Mar nez Ahrens su entradilla del 18 de mayo de 1996 en EI Pais, cuando recibié el encargo de repasar los tiltimos casos de violencia urbana en Madrid, con motivo del aniversario de no de ellos, El periodis- ta acudié al caj6n de las metaforas y empez6 asi el primer parrafo del reportaje: ida mafiana con el cruasin que “Laviolencia juver Sex primera fras ofrecernos en € Bet No cuenta con ur Dee emprender un via “En ellas” (las cus Se Martin, David Ge sis de 20 a‘ios, nings Bargo, fueron victims El cuerpo del rep Be as pesquuisas judici Gabriel Garcia Mar Periodista, declaré en Bess que quedarse con Gamo mi Hprocuro no dejar que En los reportajes d lo ideal es que q ede el primer parraf Broyecte sobre esa per jodo de escr Elarranque humano Sin mayor interés des Bo concreto. Mary Jor Tokio, lo vio muy clar 66n de los trasplantes El coraz6n de Hi sentia que también kk plante de corazén, p que “La violencia juvenil tiene cuatro tumbas en Madrid’ asa mientras sujeta el : atenci6n del recep- Ya esa primera frase da idea enseguida al lector de que el autor desea ofrecernos en el reportaje un trabajo de elaboracién y cali- dad. No cuer an hecho reciente en el que apoyarse, sino que mprender un viaje por sucesos ocurridos tiempo atras. Co ediatamente al crua- buscar una informa- n, pliesto que sorprendente, de ac- ese dirige el periédi- mente de esa materia En ellas” (las cuatro tumbas) “descansan Ricardo Rodriguez, Da- vid Martin, David Gonzalez y David Afonso. Ninguno tenia al morir suiceso, un aconteci- mils de 20 aiios, inguno habia cometido delito alguno. Todos, sin em- le volcar su imagina- fs shi esta el reto, sobre bargo, fueron victimas de un azote que, agazapado detras de una insi ir que no abando- nia neonazi o una navaja de doble filo, les sorprendié de noche, en | gares concurridos y sin que nadie les prestase ayuda (El cuerpo del reportaje se referiré més adelante a la situacion elas pesquisas judiciales en cada uno de los cuatro casos. Gabriel Garcia Marquez, premio Nobel de Literatura pero antes Periodista, declaré en 1979: “Con el primer parrafo hay que atraer Bay que quedarse con el lector. Mi método de lectura es muy titil Smo método de escritura: calculo dénde se va a aburrir el lector Eprocuro no dejar que se aburra lasnotas, a todos los bre el tema en cues- bresaldrdn gene- fio, un chiste, una si- in de un espacio... Ya a ligroso. Para comen- En los reportajes de perfil humano —se retrata a un persona Blo ideal es que quien protagoniza la historia esté presente ya exde el primer parrafo, con algin hecho que capte laatencion y la Provecte sobre esa personalidad. éste debera resultar emos mantener. Por 0, 0 relaci una anécdota irrele- Elarranque humano, L.os teportajes sobre grandes temas adquiri- Se mayor interés desde el principio si tienen un arranque huma- Be concreto. Mary Jordan, corresponsal de The Washington Post en BPekio, lo vio muy claro al empezar su reportaje sobre la prohibi- juestras anotaciones, frase escrita con bri- © resolvié Jan Mart 96 en El Pais, cuando on de los trasplantes cardiacos en Japon s de violencia urbana de ellos. El periodis El coraén de Hirofumi Kiuchi, de 23 afios, estaba fallando, y él asi el primer parrafe sentia que también le fallaba su pais. Su tinica esperanza era un tras plante de coraz6n, pero en Jap6n estd prohibido. Kiuchi, al borde de la muerte, se meti6 en un avidn rumbo a Los Angeles el 22 de julio burst 10 dias después se le trasplant6 el corazén de un joren estadounidlense fallecido en un accid inte de circulacién. A la semana, a muerto™. (The Washing: Riuchi decfa: ‘Sime hubiese quedado, est tom Post, julio de 1996, Mary Jordan.) En el siguiente parrafo, la corresponsal nos explica que “el tink co trasplante de coraz6n en Japon se realiz6 en 1968" y que “el ciru- jano fue acusado de asesinar al donante, muerto cerebralmente” “Jap6n", afiade, “escudandose en motivos tradicionales y religiosos, rechaza todavia esos avances. La definicién japonesa de muerte sigue siendo el paro cardiaco. Los legisladores se niegan a definir Ja muerte como el cese de actividad cerebral La periodista se extiende a continuacion en el problema, para cerrar el reportaje con el mismo personaje que lo abrié (esto es una buena técnica, porque redondea el texto): “Sin embargo, un creciente niimero de japoneses tiene carnés de donante, entre ellos Kiuchi. ‘Creo que mi alma podra vivir felie en el otro mundo i uso si mi cuerpo tiene una cicatria’, dice”. Elarranque humano topico. La prensa norteamericana ha popu- larizado esos arranques humanos. En el anterior ejemplo, el caso concreto que sufria Hirofumi Kiuchi enlazaba sin corte alguno con el problema que se deseaba abordar, Esta técnica aporta un enorme interés al reportaje, pero también puede convertirlo en anodino. En efecto, el abuso de tal formula ha derivado en una lla oxidad entra¢ y de estructura repetitiva que ya no sorprende a nadie, porque casi todos los dias se ve un reportaje que comien- za asi (sobre todo en los periédicos de América escritos en espa iol.) Consiste en contar brevemente el caso de alguien para, a con- tinuacién, explicar que eso mismo les pasa a tantos centenares 0 miles de personas. Por tanto, no se enlazan automaticamente el caso particular y el general, sino que cada uno se fos diferentes. xplica en parra- Agarradas de las manos, cor jendo y esquivando los veloces vehiculos, a las 13:45 de ayer las ni tas Sonia, de ocho afios, y Ericka, e cinco, erwzaban la autop fa urbanizacién Plan Autopi Ellas, como las mas de 2 gadas a arriesgar su vida par ela ciudad. En ese punto sin ayuda de losagentes de livia, 30 de agosto de 2000. § Elemolorio de los datos. Li Bees Por tanto, con laadecu ‘emplar nuestro texto. Asi oc ‘Serante un dia entero en un “El metro refleja la ciuds mezcla los personajes de ca somnolientos madrugador yorquino, adolescentes gue Ieen el diario deportivo, ot ovel6n, alguno analiza conversa o inicia un beso. { en un vagén de la linea 5, \drugada: 24 media de la y 1,400 personas con las qu Tras esa presentacién — ‘eayo fin consiste en engane siguiente parrafo abunda ¢ personajes para humaniza flas personas y aquello que interés de los lectores) “La jornada, que no el entre las manos de un em El libro de Isabel Allende vagon un regazo en drid de suroeste a noreste Es miércoles 4 de septiem I corazén de un joven eulacion. A la semana, querto””. (The Washing- explica que “el ini 1968” y que “el ciru- rto cerebralmente cionales y re igiosos, aponesa de muerte sse niegan a definir n el problema, para lo abrié (esto es una neses tiene carnés de podra vivir feliz en el ia’, dice’ americana ha popu- jor ejemplo, el caso Iguno : técnica aporta un 1a derivado en una ue ya no sorprende jortaje que comien- ca escritos en espa- alguien para, a con- antos centenares 0 utomaticamente el se explica en pirra- ocho aiios, y Ericka, de cinco, cruzaban la autopista que une La Paz El Alto a la altura de lauurbanizaci6n Plan Autopista. Ellas, como las mas de 200 familias de esa zona pacefa, estin obli- gadasa arriesgar su vida para descender desde sus casas hasta el centro mar transporte pitblico de la ciudad. En ese punto cruzan la via para t sin ayuda de los agentes de parada ni de semaforos”, (La Razin, de Bo- livia, 30 de agosto de 2000. Sin firma, Elemoltorio de ls datos. Los ntimeros son frios. Los personajes, cé Eos. Por tanto, con la adecuada mezcla entre unos y otros podemos templar nuestro texto. Asi ocurrié en un reportaje sobre lo que paso durante un dia entero en un vag6n de metro, que comenz6 asi: El metro refleja la ciudad como un espejo subterrinco que entre- mezcla los personajes de cada barrio que cruza. Un solo vagén alberga somnolientos madrugadores del primer sol, ejecutivos de aspecto neo- yorquino, adolescentes guerreros y trasnochadores enamorados. Unos leen el diario deportivo, otros repasan libros insélitos o se pierden en 10 analiza los datos de la Bolsa y el resto mira al vacio, un novel6n, algu ‘conversa o inicia un beso. Una redactora de El Paispas6 un dia entero en un vag6n de la linea 5, desde las seis de la mafiana hasta la una y media de la madrugada: 24 viajes, 12 veces ida y vuelta, 421 kilometros ¥y 1,400 personas con las que intercambiar la mirada Tras esa presentacién —que termina con una frase sugerente exyo fin consiste en enganchar al lector para que siga leyendo—, el Suiente parrafo abunda en la misma técnica de mezclar datos y personajes para humanizar las dimensiones de lo que se cuenta \caparan con facilidad el Shas personas y aquello que les concierne meterés cle los lectores) La jornada, que no el dia, comienza con los Cuentos de Eva Luna entre las manos de un empleado de banca de 39 afios llamado Pedro. Ellibro de Isabel A lun regazo en un vagon del metro de la linea verde, la que corta Ma: erto sobre nde emprende su viaje en Aluche drid de suroeste a noreste con 26 estaciones entre Aluche y Canillejas. Esmiércoles 4 de septiembre y la luna, la auténtica, parece un gajo en {a oscuricad a las seis de la maiiana, la hora en que 1,076 vagones co- 21 kilometros de las tripas de Madtid. Has mienzan a moverse por los tadentro de 19 horas y med 8 de septiembre de 1996. An: iando regrese la madrugada”. (El Pais, Alfageme.) Laautora da en la entradilla «dos los datos necesarios para com- prender la trascendencia del reportaje, pero no por eso su narra- cidn se vuelve fria y distante. La entradilla-sorpresa. Como veremos en el capitulo dedicado a analizar el estilo propiamente dicho, la sorpresa constituye un ele- mento fundamental entre las herramientas del periodista. La entra- dilla ha de sorprender en la noticia, en el reportaje y en cualquier otro género. A veces sorprende una frase, a veces una palabra, Ya ve- ces, la entradilla entera: TITULO: “El pisito de los Aznar Susrirvto: “Venturas y desventuras de cuatro familias presidencia les en La Moncloa, un palacio que no se deja gobernar “Se alquila. Zé (0 metros cuadrados habitables. Muy luminoso. Amueblado, tres plantas, seguridad 24 horas. Piscina. Pista de tenis y de futbito. Vistas ala sierra, Salida directa a la M-30 y carrete na Moncloa ra de La Coruia. Condiciones especiales para presidentes de gobier- no, Servicio compuesto por 18 personas”. (EI Pais, 12 de mayo de 1996. Francisco Peregil.) El reportaje se publica después de que el matrimonio AznarBo- tella haya declarado que La Moncloa no parece un lugar adecuado para que viva una familia. El truco de describir las condiciones del inmueble como si se tratara de un aviso por palabras resulta muy eficaz: sorprende al lector, y ademas refleja las idilicas caracteristi cas de un lugar que, si lo encontraramos descrito asi entre los anun cios breves, jamds imaginariamos real. Ni juzgariamos inapropiado para vivir en él La entradilla-calendario. Frente a la ima iaci6n y la biisqueda de ido y no muy sorpresas, a menudo topamos con un recurso abur Seonsejable para empe He nos remontamos. “30 de junio de 1¢ Garz6n acaba de ent Se trata de una téc mucho que nos esforc Seportaje apenas signi Senta al personaje cer ar aconsejable adela rodeos: "Al juez Baltasar C a'su despacho aquel De ese modo, red cho antes. Ademis, fr cha un relato que pare Fo. La profusi6n de est algunos ejemplos: “Ese Lafragua, Massieu, secre (PRI), la formacién 28 de septie rio g chacho se aproxima matica. Una bala ex muere una hora des (ElPais, 9 de febrero “Barcelona: atard risimo estudio que lo parten desde el princ Sant Jaume. La accién congreso de arquitect edicién Barcelona, If Aux Gai ra empezar un reportaje; consiste en dar la fechaala See nos remontamos. Por ejemplo: las tripas de Madrid, Has- ela madrugada”. (EI Pats, "30 de junio de 1991. Son las nueve de la maiiana. El juez Baltasar Garzén ae: ba de entrar en su despacho. Le espera una mala notic ro no por eso su narra- Se trata de una técnica mas cinematografica que literaria. Por acho que nos esforcemos, la fecha fria con la que empezamos el S=portaje apenas significard nada para el lector. Mientras no se pre- #=n1a al personaje central no captamos su interés. Por eso parece Seonsejable adelantar esa entrada en escena y no perdernos con fodeos: el capitulo dedicado a presa constituye un ele- del periodista. La ent eportaje y en cualquier a palabra. Ya ve- “Al juez Baltasar Garz6n le esperaba una mala noticia cuando lleg6 asu despacho aquel dia 30 de junio, las nueve de la mafiana De ese modo, reducimos la frialdad y entramos en materia mu- sho antes. Ademis, frecuentemente se sitiia tras la entrada con fe- #2 un relato que parece més un gui6n de cine que un texto liter So. La profusion de este recurso acaba haciéndolo aburrido. Veamos Biunos cjemplos: tro familias presidencia- .gobernar” uadrados habitables. Muy ad 24 horas. Piscina. Pista directa a la M-30 y carrete- a presidentes de gobier |Pais, 12 de mayo de 199%. “Es el 28 de septiembre de 1994 a las 9:35. Un joven cruza la calle Lafragua, en pleno centro de Ciudad de México. José Francisco Ruiz Massieu, secretario general del Partido Revolucionario Institucional PRI), la formaci6n en el poder desde 1999, arranca su vehiculo. El mu: | matrimonio Aznar-Bo- Boe sjxrctimia’s la ten nilla y dispara una metralleta semiauto- rece un lugar adecuado matica. Una bala expansiva alcanza el cuello del politico priista, que ‘bir las condiciones del muere una hora después. El asesino es detenido inmediatamente' EL Pais, 9 de febrero de 1997. Maite Rico.) or palabras resulta muy : las idilicas caracteristi- scrito asi entre los anun: “Barcelona: atardecer de verano, Estudio de arquitecto. El singul wgariamos inapropiado risimo estudio que los arquitectos Federico Correa y Alfonso Mild co parten desde el principio de los tiempos en una esquina de la plaza de jume. Lt acci6n se sitta semanas después de la ce i6n de un congreso de arquitectura que levanté mucho polvo de estrellas”. (El Pais, edicién Barcelona, 19 de agosto de 1996, Arcadi Espada.) nacién y la biisqueda de urso aburrido y no muy Peporiajes: “Calculo dér ado de Vitoria, Be que se aburra” Elperiodista hard bi Rtcciotas, ejemplos, d Bee hay que olvidar tamy Bechos para ponerlos s¢ eanzar un mayor efee Ser cl peligro de cont Ahora bien, ningin Seemativas. El autor pu Ser cieria intriga, pero: “Era el 12 de enero de 1988, El frio se habia aduei las calles estaban practicamente vacfas. En el palacio de Ajuria Enea, los dirigentes de las distintas fuerzas politicas Hevaban dos dias ence: rrados para buscar el consenso”. (Cambio 16, 10 de febrero de 199 ka Landa Gor buru, “Festividad de la Asuncién. Un grupo de gente vestida de época (aiios 50) se mezcla con los curiosos que, en bermudas y camiseta, ob- servan todos los preparativos del rodaje. Los automéviles que transi tan por Ja rambla....”. (El Periédico de Catalunya, 16 de agosto de 1996. J.J. Sanchez Costa.) & aparicion de unas d Seer datos fundament Besta ese momento se hi Sen una frase determ Sr el relato, habremos Saci6n puede invitarle V isma hora en el transbordador espac 24de Houston (Texas) yla n que esto es solamente una convencién, porq est dando una vuelta ala Tierra cada hora”. (El Pais, 10 de mayo de 1998. Javier Armentia) eruasan, Et hilo argumental. Todo reportaje ha de estructurarse con una intenci6n. Las posibilidades te6ricas son inmensas: intenciones cri ticas, explicativas, exaltatorias, biograficas, cronologicas... Un re portaje no puede yuxtaponer una sucesion de hechos, Cada parra- fo ha de estar conectado sutilmente con el anterior, de modo que Atribucian de fuentes. Segiin quién” constitu puede obviar la atribue ples, y la continua ref en una reiteraci6n tedi Mevemos al lector de la mano por el camino que nosotros hemos escogido. se en pasajes especialm 1ose ha verificado sufi Conviene que el hilo conductor se muestre ya en la entradilla ea crificadoss axisemos al lector de q Debera aparecer durante la narraci6n y servir para el colofén, que : ser subjetiva cuidaremos como lo més preciado de nuestro escrito. En reportajes muy largos —generalmente los que se publican en los suplementos— debemos decidir una estructura global del texto antes de comenzar a escribir. Una vez que se dispone del hilo conductor, se pueden concebir grupos de parrafos que funcionen a modo de pequefios capitulos, pero conectados entre si con cier- tos lazos generales. Eso permite, por ejemplo, crear pequefias en- tradillas falsas al principio de cada capitulo, lo que devi Los detalles son el ré consiste en incluir det erédito a lo que se cue de El Pais ha logrado Preysler (ex esposa de ministro del PSOE), p ne en un es- aadornar los titulares« crito ameno en el que vamos encontrando sorpresas poco a poco. eam Lecteras\o consiguié Es decir, como ya hemos visto que hacia Garcia Marquez con sus juefiado de Vitoria, cio de Ajuria En shan dos dias ence- brero de 1997. Gor- e vestida de época udlas y camiseta, ob- de agosto de 1996, jouston (Texas) y la s:intenciones c jor, de modo que : nosotros hemos yen la entradilla ra el colofén, que s que se publican netura global del : dispone del hilo os que funcionen entre si con cie Marquez con sus Reportajes: “Calculo dénde se vaaabur Br que se aburra” El periodista hard bien en emplear a lo largo del reportaje citas, gnécdotas, ejemplos, descripciones, asuntos de interés humano. No hay que olvidar tampoco el truco literario de esconder algunos Bechos para ponerlos sobre la mesa en el momento en que pueden @icanzar un mayor efecto. Como ya se ha dicho, siempre convie ritar el peligro de cont Ahora bien, ningiin pérrafo debe dejar en el aire incégnitas in- Snmativas. El autor puede ir ocultando hechos al lector, mante- er cierta intriga, pero sin que éste se dé cuenta. Se puede retrasar Seaparicion de unas descripciones determinadas, pero no sus- Seer datos fundamentales sin los cuales no se comprenda lo que Besta ese momento se ha escrito. Siel receptor se apercibe de que fal- Sen una frase determinada informacion importante para expli- $= cl relato, habremos fracasado; porque en ¢: nto su frus- Sacion puede invitarle a abandonar la lectura. Ganara de nuevo el eruasan. ellectory procurono de- rlo todo de golpe. Atribucién de fuentes. Asi como en una noticia hemos visto que el Feziin quien” constiuuye un dato fundamental, en el reportaje se Beede obviar la atribucién de fuentes. Se supone que éstas son muil- Beles, y la continua referencia a los informantes puede convertirse & una reiteracion tediosa. Sin embargo, si deberd constar la fui Hen pasajes especialmente delicados, o cuando consideremos que es ha verificado suficientemente una circunstancia y, por tanto, HeSemos al lector de que la informacién que le trasladamos pues Se subjetiva. Los detalles son el crédito. Un wuco de interés para los reportajes Heesiste en incluir detalles nimios con absoluta precision. Eso da Pedito a lo que se cuenta junto a ellos. Por ejemplo, un periodista > El Pais ha logrado el privilegio de entrar en la casa de Isabel Prosler (cx esposa del cantante Julio Iglesias) y Miguel Boyer (ex HPeristro del PSOE), pero escribe en un periddico donde no se van Hadomar los titulares con expresiones como “exclusiva mundial” 0 Pecwraslo consigui6”. Incluso aunque esas rimbombantes palabras encaberaran el at beria hacerse cre‘ culo, el informador probablemente también de- Para cso, nada mejor que los detalles: Bien mirada, la casa de Marbella no es para tanto, vaya, oal me- nos lo que uno puede ver en la planta baja, que es donde se encuen- de color rosa, como la entrada, donde lo primero que se ve es una cance: tran los enchufes que no -orada en tonos de la, un poco pequetia, eso si, con dos imagenes a los lados, no se sabe muy bien de quiénes, pero con pinta religiosa, yal salir de la cancela al sal6n se ven ya los tonos rosa por todos os lados, po nel si ejemplo ll6n circular del centro, que es de estilo marroqui, o sea, con una plan taen medio, una planta grande, y a los dos lados del sal6n se ven dos chimeneas en desuso, av ‘como que es verano, pero en invierno buen calor deben de dar, y junto a cada chimenea van unas mesitas, y sus si- Has, y a la izquierda hay una canastilla con bebidas, que tiene chin- chén dulce, licor de almendras y whisky JB, y la sefiora de la casa, que es una bellisima sefiora, oftece algo de beber, amable con su pantal6n negro con lunarcitos blancos y su simpalabras también negro, si, un simpalabras, que es como Haman algunos a la blusa que deja ver los hombros y tiene el ajuste en los brazos, pues un simpalabras negro Porque esta muy elegante, y un cint rén negro con los bordes blan- cos, de hebilla ancha, asi de ele ha aparecido por que dentro de un rato llegaran 16 invitados, entre ellos una prima del Rey y don Manuel de la Conch pero van a cenar todos en dos n Porque no hay una sola que pueda agruparles, que tenga el aforo, por que en el porche del jardin se ven cuatro mesas, todas rodeadas de pla tas con grandes tiestos; una mesa es de cristal, redonda; otra, de roble, redonda; otra, de mimbre, rectangu y cubierta por un cristal, y otra muy bajita de madera y cristal, cuadrada, todas con sus si Mas de madera y mimbre, pero para cenar sélo sirven las dos primeras, una con flores amarillas y blaneas y otra con flores bl: ncas y rojas, de modo que como hay cena todo se mueve en funcién de eso, y el serve io trajina y los camareros colocan los cubiertos, y llega Tamara de la piscina del club Marbella Hill, a sus ocho afios es toda una mujer, y ta que un fotdgrafo le ha dicho que va a asomarse al jardin por el aire, en globo, para hacer fotos su madre, ysu madre se rie, yllega Ana, la pequefita, de un afio, con lanifiera, ysu madre le dice ‘hola, miamor yllega el sefior Boyer, ys menea de la izquierda, y el Real Sociedad-Twente ecuaciones y quebrados, ca Atkinson para la Real tan un técnico de anten: normal, teniendo ese jat donde scis palmeras bail rodeada de verde, separa piedra, adornada por do por hoja de parra, sujeta unidos, escoltados por t han iluminado la piscina nan unos pitidos en el pis alarma, una alarma pequ y,como esta en la partes de alarma por si se despi bando, ya se ha terminad a Julio Iglesias y dice *ho que qué pelicula va aver madre le espeta que deje ces pide permiso paras servicio, y dice que volve hora exacta y da su permi laman también Esther Wi perrita pequeiti invitados, Isabel revisa las retira, muy atento y cum ‘cen muy simpaticos, amak tuna casa que, en fin, tam miso para saliry el maridc donde no ocurre nada de importante, pero ya term luces del jardin se han en (Este reportaje, que jue sin puntos y con reiteracic ambién de aya, al me- en tonos de ss una cance- s, no se sabe lacancela al mplo en el si on una plan sn se ven dos nvierno buen \ tiene chim ¢ la casa, que n su pantalén negro, si, un e deja ver los Jlabras negro bordles blan- parecido por sna prima del en dos mesas, ,elaforo, por s rodeadas de pdonda; otra, bierta por un las con sus sé dos primera, cas y rojas, de eso, y el servi Tamara de la . una mujer, y i jardin por el fe, y llega Ana pola, mi amor yilega el sefior Boyer, y saluda y se sienta frente a la tele, junto ala chi menea de la izquierda, y parece que esta viendo el partido de ese dia, el Real Sociedad-Twente, pero en realidad repasa un cuaderno con ecuaciones y quebrados, aunque se despista del trabajo cuando mar ca Atkinson para la Real Sociedad, pero no se ve bien la tele, necesi tan un técnico de antenas; de todas formas, parece que la ven poco normal, teniendo ese jardin, pasado el porche de las cuatro mesas, donde seis palmeras bailan un bolero con el viento, y abajo la piscina, rodeada de verde, separada del porche por 12 peldaftos de escalera de piedra, adornada por dos pérgolas, una cubierta por helechos y otra por hoja de parra, sujeta cada una por cuatro menhires encalados y unidos, escoltados por tres cipreses a cada lado; ahora, al caer el sol, han iluminado la piscina, qué bonito todo el jardin, y de repente suc- nan unos pitidos en el piso de arriba, unos pitiditos, como si fuera una alarma, una alarma pequeiita, no es nada, es que han acostadoa Ana ¥:como esta en la parte superior de la casa, le han colocado un sistema de alarma por si se despierta y abajo no se enteran, y lo estaban pro- bando, ya se ha terminado el pitidito y llega un mocetén que se parece a Julio Iglesias y dice ‘hola, mamé, me voy al cine’, y mama pregunta que qué pelicula va a ver, y él contesta que ‘una de Walt Disney’, y su madre le espeta que deje de hacerse el gracioso, y Tamara llega enton: ees pide permiso para salir con unas amigas y, claro, con personal de servicio, y dice que volverd ‘a las 11:40", a su madre le hace gracia la hora exacta y da su permiso, y se levan de ahi a Daysi, la perra a la que Jaman también Esther Williams porque no sale del agua, y a Jenny, una perrita pequefita, y ya esta todo listo, ya estén a punto de llegar los 16 nvitadlos, Isabel revisa las mesas, muy amable, muy delicada, y Boyer se retira, muy atento y cumplidor, para cambiarse de ropa, y todos pare- cen muy simpaticos, amables, y atentosy cumplidores, tan normales en tuna casa que, en fin, tampoco es para tanto, donde los nifios piden per miso para salir y el marido ve latele y la mujer esta pendiente de la cena, donde no ocurre nada del otro mundo, salvo que viene esa gente, gente importante, pero ya terminan los nervios porque la mesa esté lista, Juces del jardin se han encendido y todo funciona perfectamente’ Este reportaje, que juega con la técnica literaria de la narracién n reiteraciones buscadas, no lleg6 nunca a ser publi EL tsmto on rence cado, porque el periodista entré en la casa sin identificarse, hacién- dose pasar por un cnico de electricidad, y El Pais consideré que su redactor habfa vulnerado la intimidad de la familia Boyer-Preys- ler. Pero eso no viene al caso. El texto si constituye un ejemplo de c6mo podia darse crédito a aquella incursi6n.) El gusto por el detalle se puede apreciar en la obra literaria de Garcia Marquez. Como fue periodista antes que Nobel, sabe muy bien que el su época de reportero se mostré igualmente minucioso con los da: tos, segiin recoge Pedro Sorela en su libro El otro Gareia Marquez. Los aos dificiles: igor del dato transmite verosimilitud. Pero también en “Cuando hace el Balance y reconstrucciéin dela catéstrofe de Antioquia, Garcia Mi que humaniza hasta convertir en personajes. los protago- les de la tragedia, y lo hace me nte el dibujo de detalles que s6lo ha podido captar una atencién despierta: Empez6 a trabajarse con pesimismo: en ocho horas de hero cos esfuierzos, no se habia logrado rescatar ni siquiera el par de 2a- patos nuevos que Jorge Alirio Caro recibié dos meses antes regalo de cumpleafios, y que la mafiana anterior habia dejado jun- toala cama, cuando regresé de la iglesia Naturalmente, tamatia precisin en el detalle—sobre todo ciertos de- talles de muy dificil comprobacién—no deja de levantar la sospecta so- bre su autenticidad. O bien Garcia Marquez trabajaba con una profesio- nalidad extr wrdinaria, o bien se permitia ciertas licencias de invencién en os detalles, como sirealizara Nuevo Periodismo, que postula la no es clavitud al reflejo exacto de | cionestipo o personajestipo sor calidad, por considerar que ciertassitua ‘exactos que ejemplos concretos”. Después, él ha defendido la veracidad de sus datos, como reco- ge Jan Martinez Ahrens en un reportaje sobre una de sus clases im- partidas en la Escuela de Periodismo de El Pais: “Un vaso de veneno no mata nadie, O por lo menos eso ocurre en la escritura de Gabriel Garcia Marquez, donde, como él mismo recuerda, se muere co aso de cianuro con ob por la cifra exacta fret ba literatura: el report iano: ‘El reportaje es asignado al periodism zadoala realidad. Yah de decir lo que se quie ereible y que el perio esverdad. Quien ced color de los ojos, pierd tinez Ahrens.) Elrelato cronolégico. U Sse en seguir un relato aren este caso, no obs Ss quedaran exe sscribirlos bien y recog mente en otros parrafo Sempo hacia atris 0 ha portancia o el significad t©. Ahi nos plantearem seamudemos el relato, p pos verbales que usems sealmente cronol6gic contener tiempos plus hechos ocurridos con a sente; de ese modo gu note, sobre el hilo cron 108 ¢ Elreportajeinforme.\ ables consiste en publi ipo de datosy detalles, ciones 0 relato. El repc caciones especializadas nes econémicas.. informacion gi jesx Ganeawo ntificarse, hacién- ais consider que milia BoyerPreys- ye un ejemplo de recuerda, se muere con mucho mayor detalle, por ejemplo, con un vaso de cianuro con olor a almendras amargas. Ese amor por el dato, por la cifra exacta frente a la redonda, anida en el origen mismo de Ja literatura: el reportaje. Una palabra mayor para el Nobel colom- biano: ‘El reportaje es el cuento de lo que pas6, asignado al periodismo para el que se necesita un narrador esclavi- zado ala realidad. Yahi entra la ética. En el oficio de reportero se p de decir lo que se quiera con dos condiciones: que se haga de forma creible y que el periodista sepa en su conciencia que lo que escribe in género literario : obra literaria de Nobel, sabe muy . Pero también en uicioso con los da- ro Garcia Marquez. esverdad. Quien cede a la tentaci6n y miente, aunque sea sobre el color de los ojos, pierde””. (El Pais, 10 de septiembre de 1995, Jan Mar- tinez Ahrens.) tastrofe de Antioquia, snajes alos protago- I dibujo d Elrelato cronolégico. Una técnica sencilla de hilar un reportaje con Sse en seguir un relato cronolégico de los hechos. No hay que olvi- aren este caso, no obstante, que la entradilla y los primeros parra- Hs quedaran exentos de tal obligacién cronolégica (si queremos detalles cho horas de heroi "Secribirlos bien y recoger un gancho interesante.) Yque probable- iquiera cl par de za Pente en ows parrafos posteriores debamos llevar la maquina del s meses antes como Sempo hacia atrés o hacia adelante para comprender mejor la im- or habia dejado jun- (portancia o el significado de lo que se esta contando en ese momen- Ahi nos plantearemos la necesidad de no perder el hilo cuando uudemos el relato, para lo cual habremos de fijarnos en los tiem- jobre todo cierton de- verbales que usemos en cada retroceso, de modo que resulten rantar la sospecha so- mente cronolégicos: por ejemplo, el inciso temporal puede ener tiempos pluscuamperfectos ¢ imperfectos, que reflejan cencias deinvencion shos ocurridos con anterioridad a los tiempos perfectos y al pre- .que postula la noes: te; de ese modo guiaremos mejor al lector, sin que apenas lo prar que certas situa: sobre el hilo cronolégico. cjemplos concretos" E1reportajeinforme. Uno de los tipos de reportaje menos recomen- datos, como reco les consiste en publicar una suerte de tesina acacémica con todo na de sus clases im de datos y detalles, mas ayuna de personas, anécdotas, descrip- 8 0 relato. El reportaje-informe puede tener cabida en publi nes especializadas —revistas médicas 0 cientificas, publicacio- jo menos eso ocurre econémicas...—, pero no suele cautivaral lector de la prensa de ade, como él misma rmacién gener: El informe, no obstante, guarda relacion frecuentemente con algiin hecho info ivo relevante. Se publica de cuando en vez en diarios de rigor, y a menudo su autor disfruta de una profunda for macién sobre el tema que aborda. mo conv. é ir un reportaje-informe en una informacion ame na? Buscando un ser humano: alguien que padezca la situacién que se retrata, o que disfrute de ella. Recabando opiniones de personas con nombre y apellidos: expertos que puedan aportar su vision par- ticular. Reuniendo anécdotas 0 cutiosiclades que enriquezcan el re- lato: hechos que nos muevan ala sonrisa, la compasion, el enfado, Elreportaje de preguntas. En los Gltimos aiios, ha adquirido nota ble presencia en los medios escritos un tipo de reportaje-informe mas atractivo: su estructura se compone de unas preguntas expre- sas que se hace el periodista —imaginando las que se plantearia el lector—y de las respuestas adecuadas, en las que se incorporan da- tosy documentacién suficiente. Por lo general, este tipo de reportaje resulta muy atil ante cues- tiones complejas que se pretenden desentraii extremadamente didacticas. mediante formulas ELreportaje-perfil. Un tipo de reportaje muy atractivo de abordar como periodista, y de leer, ¢s el que se cifie a una persona (o perso- nalidad.) Puede guardar cierto parecido con la entrevista-perfil (que analizaremos més adelante) y difiere de ella en que no sera preciso conversar con el protagonista ni centrar la informacion en sus declaraciones no, por ejemplo, en las de terceras personas que opinan sobre él. No obstante, siempre conviene incluir frases del personaje en cuestién que hayan sido pronunciadas en dios 0 en otros actos piiblicos, incluso en circulos reducidos. En ocasiones, el reportaje-perfil constituye un sucedaneo de la entrevista-perfil o de la entrevista objetiva. Se supone que un perso- naje ha cobrado de repente gran importancia (un nuevo presiden- te del Gobierno en Francia, un nuevo campeén mundial depc el superviviente de una tragedia...) y que nuestros lectores desean ‘conocer su trayectoria personal o piblica. Lo ideal se le, pero no sien ros me- entrevista pre se puede (y menos a las 24 horas del aconteci- 50 Sento que haya pro Se. mientras no se q Semari la forma del r En estos casos, co Sxto que vayamosae Senestablecer un re Pero también podem Smientos mas impor Saborar una estructu Gades entre si: su vid: profesionales, sus ras ssamente, por orden A menudo observa maci6n suficiente—<« abordemos distintos antes que se repiten amor por el riesgo ol srador o la alegria inv €l fracaso... las posibi suerte de hallar uno ¢ grafia, ahi tenemos u portaje. No hace falta basta una anécdota qu recurso estilistico, con nies. En estos reportajes da debe atraer el inter guien singular tos dif Jesiis Garcia, Els bajo de una gorra ne montaba la Derbi qui ingresar en los quiréi Los 40,000 vecinos d pasé de temible a te Peregil. Serie “Héroe lentemente con Sento que haya protagonizado.) As{ que elaboraremos un perfil uando en vez en ‘gee, mientras no se quede en una mera documentacién biografica, na profunda for- Semari la forma del reportaje. En estos casos, conviene elegir claramente una l6gica para el yformaci6n ame- Sx que vayamos a escribir. Lo mas corriente—y sencillo—consis- sla situaci6n que Sen establecer un relato cronolégico (del que ya hemos hablado.) mnes de personas Pero también podemos repasar, sin solucién temporal, los aconte- tar su vision par- Semientos mas importantes en la biografia del personaje. Incluso nriquezcan el re- orar una estructura en la que agrupemos esos hechos por afini- i6n, elenfado. Sades entre si: su vida familiar, sus aficiones, sus éxitos o fracasos eofesionales, sus rasgos de personalidad... Ylos expliquemos suce- adquirido nota- [Samente, por orden de importancia o de repercusi6n social. portaje-informe A menudo observaremos —si realmente hemos obtenido infor- sreguntas expre- $eci6n suficiente— que en la trayectoria de una persona, aunque » se plantearia el demos distintos campos de su actividad, aparecen unas cons- e incorporan da- sles que se repiten: la movilidad frecuente o la inmovilidad, el por el riesgo o las decisiones conservadoras, el espiritu aho- jor o la alegria inversora, la amabilidad o la antipatia, el éxito 0 fracaso... las posibilidades suman centenares. Si damos con la rte de hallar uno de esos rasgos que sobrevuelan toda una bio- fia, ahi tenemos un interesante hilo para construir nuestro re- tivo de abordar ajc. No hace falta que se trate de un aspecto capital de la vida, yersona (0 perso- tuna anécdota que se repita para que podamos emplearla como entrevista-perfil arso estilistico, como herramienta para unos parrafos y 4 en que no seré diferentes. :informacion en En estos reportajes, el primer enganche con la persona retrata- ras personas que debe atraer el interés del lector, demostrarle que se halla ante al- incluir frases del n singular das en otros me~ educidos. sucedaneo de la ne que un perso- nuevo presiden andial deportivo, s lectores desean seria entrevistar- sras del aconteci- ay ditil ante cues- ediante formulas “Jestis Garcia, El Suso, tiene 40 aitosy lleva su cabeza de platino de- bajo de una gorra negra. Desde que se estrell6, hace 20 afios, cuando montaba la Derbi que gané a las cartas, la gorra no le abandona ni para ingresar en los quir6fanos. Ella oculta un pequefio accidente geografi 0 en su craneo, como el que deja la primera cucharada en un yogur. Los 40,000 vecinos de Orcasitas saben que desde el accidente, El Suso pas6 de temible a temeroso”. (El Pais, 13 de abril de 1991. Francisco Peregil. Serie “Héroes de barrio”) El parrafo del sabor. La frase que cierra un reportaje —lo mismo que en un articulo de opinién o en una crénica— adquiere el valor de las especias en cualquier condimento: es el sabor que perman ce en el paladar unos segundos, el regusto que el lector se Hlevara junto con el del café, Jamas, por tanto, se debe cortar el tltimo pa- rrafo de un reportaje en el proceso de edicion o ajuste (a no ser, cla- To esta, que sea muy malo.) Después de haber saboreado un buen parrafo final, al lector no le importara haber aplazado su contacto con el cruasin, Un buen ejemplo: ‘Ha desaparecido la nieve. Los vecinos de Sotres pueden llegarse asta aqui si quieren, y los de Tresviso a Sotres si les viene en uno de los diltimos embosca Hoy, el pueblo que fue refugio de Juan dos de la posguerra, no saldra en el telediario; ni Evangelino, el alcal- de, reclam la pala quitanieves. Pero estos 40 vecinos sin escuela ni ambulatorio seguil 1996. Pablo Ordaz.) in viviendo aislados”, (El Pais, 15 de diciembre de El remate apuntala la tesis de todo ¢ reportaje: un pueblo que vive aislado cuando nieva, y muy a su aire cuando no. La frase final lo lleva hacia arriba y sienta una conclusi6n informativa: nieve o no, esta gente vive aislada del mundo. Veamos in ejemplo en que la frase final del texto —relativo a una propuesta de Bobby Fischer de sortear la situacién de las pie- zas del ajedrez al empezar la partida—lo lleva hacia abajo: “Elestadounidense, de aitos, repitié las acusaciones, que casi na die comparte, contra Kasparov y Karpov: “Todos sus duelos estaban nafiados. El gran problema del ajedrez clisico es que los dos jugado- es conocen de antemano la posicién inicial; por tanto, es muy facil que se pongan de acuerdo pa ‘ealizar jugadas previamente amania- das [sic], Imagine un juego de cartas en el que los jugadores empie- pre con los mismos naipes en la mano. -Qué sentido tend se pregunté Fischer tras anunciar que el maestro filipino Eugene Torre yela ntino Pablo Ricardi disputaran un encuentro de exhibici6n desde el 12 de julio et Da la impresion de mimo. El ritmo decae n Ahora bien, el rema en el género de opinié Ssinar un articulo. Nos eta. Pero el riesgo exis *(.) Pero, como e un puente hacia el grt me, ‘tuvo una filial, Ve tenfan una evol dados y otras dos so¢ acciones de Veblinsa nesto) con un be Hay un dicho eéle no de Roberto Calvi res del estilo Conde: sus socios, Banesto la nesto Ekaizer La presencia del rep periodista en el result realidad resulta meno saci6n objetivas; y en | Ahora bien, el re hemos hecho ver de un relato distinto de ki tivas personales, pero ciona ese contrato tic He aqui el principal p La presencia de producirse en la prov entrevista se provocan plo, en 1999 Bl Pais p desde el 12 de julio en Buenos Aires”. (El Pais, 22 de junio de 1996. Leontxo C ortaje —lo mismo cia.) — adquiere el valor 3 bor que permane Da la impresin de que el reportaje fue cortado sin ningtin Reetoc se llevardl Simo. El ritmo decae miserablemente donde debia brillar Ahora bien, el remate de un reportaje no puede entrometerse Se el género de opini6n. No se puede empezar un reporta Seinar un articulo. No se puede empezar sortar el tiltimo pa- ajuste (a no ser, clae ert aboreado un buen n bolero y terminar una lazado su contacto Spe. Pero cl riesgo existe, yaveces se cae en él ) Pero, como era una nueva prictica, la citada compra sélo fute fun puente hacia el grupo Banesto. "Vehiculos blindados’, dice el infor- me, ‘tuvo una filial, Veblinsa Servicios de sguridad. Ambas (matriz y una evolucién negativa. En mayo de 1998, Vehiculos Blin- dados y otras dos sociedades del grupo Euman-Valyser vendieron las acciones de Veblinsa Servicios de Seguridad a Isolux-Wat (grupo Ba- nesto) con un beneficio deal menos 577 pres pueden llegarse ee filial) ten si les viene en gana. s, 15 de diciembre de Hay un dicho célebre en Italia, Tras la caida del Banco Ambrosia no de Roberto Calvi, un adagio define los abusos de los administrado- res del estilo Cond il banco paga. Con Conde, para su beneficio y de sus socios, Banesto la palmaba”. (EI Pais, 29 de diciembre de 1995. Er taje: un pueblo que et do no. La frase final srmativa: nieve ono, La presencia del reporiero. Hemos visto Serodista en el resultado del reportaje. Su capacidad de elegir la Pealidad resulta menor en la noticia que en la entrevista yla conver- Scion objetivas; y en la entrevista, menor que en el reportaj Ahora bien, el reportaje describe; pero no juzga. El lector, silo ata Bemos hecho ver de un modo tipografico, sabra que se halla ante mayor presencia del el texto —relativo a situacién de las pie~ pacia abajo: ee ee jes que los dos jugado- es personales, pero no opiniones morales. Y si el periodista trai >, es muy ficil Sona ese contrato tacito estard vulnerando la confianza del lector: He aqui el principal peligro. La presencia del periodista en cl reportaje también puede Froducirse en la provocacién misma de los hechos, igual que en la atrevista se provocan también la conversaci6n y los temas. Por ejen Pe. cn 1999 EI Pats publicé un reportaje informativo mediante el por tan ss previamente J los jugadores e: Qué sentido tend Eis ont remooests cual I se demostr6 que la hormona EPO, el es mulante deportive © publicaciones en mas prohibido, que ni siquiera se puede comprar con receta por mmeras risas de sus ser de exclusivo uso hospitalario (hace falta un gran control méde chivo y tome el cam Co, Por surriesgo de espesar la sangre), se vendia sin trabas en alge Probablemente, ent nas farmacias de Madrid. El periodista Diego Torres recorrié unas Sexios los periédicos, cuantas boticas, adquirio la EPO y des Pues conté lo ocurrido, re- iGocumental se cons produciendo algunos de sus diilogos con los farmacéuticos. Se produce aqui una legitima presencia personal; pero ésta exis te mds en la provocacién de una realidad que en el cnjuiciamiente Los lugares de la docu Posterior que se pueda trasladar al texto. Otros famosos reportajes de la secci6n local de £1 Paisen Madrid llevaron a los red: Slercer como mendigos en distintas sittaciones para contar las rex ando ¢l del media acciones de la gente; a pedir preservativos en farmacias de | Previamente se sabia que se de un mismo proy acion en la misma lactores a mos, valiéndonos las que bien, por supuesto niegan a venderlos; o a vivir unos dias jiotecas piiblicas, ya. enn poblado chabolista, o a disfrazarse de Reyes Magos en unos mente el parrafo d Brandes almacenes para reproducir luego los divertidisimos didlo. stida y orientar al Ie 08 con los nitios (recuerdo a uno que dijo: Jos Reyes Magos un anillo de brillante Estamos, pues, ante un género don mucho mas que en la notici de actuar incluso de agi cribir con su propi: “Para mi mamé, pidoa amos. En otras oca # Y Para mi papd, un peine”,) mas de una edicién ¢ nde el periodista se muestra Benista informativo o « nel que, como en la entrevista, pue- Samos hablando.) itadlor de la realidad; en el que puede des Frente a ello, la docu: 'a mirada siempre que no juzgue, descalifique Seulo independiente, q © elogie. El nivel de peligrosidad, pues, se eleva claramente SSpéndice de la informa¢ ace una catdstrofe aére aves, con los datos cor La documentacion Yhasta un reportaje ¢ ue con la actualidad — Un periédico y un informador de c alidad no pueden prescindi Sun grado, y que eso d de los datos, los antecedentes, las similitudes, la oposicién entre Sel cielo sin ningdn mo dos o mas situaciones; de la relaci6n entre lo que acaba de ocurtis Sxto de documentacién yelre 'sto del mundo, Eso es la documentacién, Pafiar a informacion al feos de Ia selecci6n esp on el comienzo del Car Straerfa mas al lector qu ei momento actual. En ¢ Smplique una vision inn pretacion diferente, que Pocumentacién y archivo. Antes de nada, una diferenciacion ter minologica: en los periddicos espafioles suele llamarse “archivo” al que almacena fotografias; y “documentaci6n’, al banco de datos y de documentos impresos (libros, enciclopedias, revistas, recortes de Prensa, memorias de bancos ¢ instituciones, legislaci6 organigra- 84 ulante deportivo con receta por an control médi- in trabas en algu- } lo ocurrido, re- acéuticos, al; pero ésta exis 4 engjuicia mosos reportajes 1 los redactores a ara contar las re- nacias de las que -a vivir unos s Magos en unos ertidisimos didilo- as mi mama, pidoa apa, un peine”.) xdista se muestra a entrevista, pue~ I que puede des me, descalifique amente. seden prescindir oposicin entre acaba de ocurrir ferenciacién ter- arse “archivo” al banco de datos y istas, recortes de cin, organigra- Se y publicaciones en general.) Sabiendo esto, el novato evitard Se primeras risas de sus jefes cuando le envien a preguntar algo en Plaxchivo y tome el camino equivocado. Probablemente, en breve se acabara esta diferenciacién interna $s todos los periddicos, porque tanto el archivo grafico como el for @edocumental se consultaran desde un mismo teclado y formaran {porte de un mismo programa. Los lugares de la documentacién. A menudo incluiremos la docu- Sentacion en la misma informacién, o cr6nica, 0 editorial que re- Sectamos, valiéndonos para ello de nuestro archivo personal 0 Salizanco el del medio de comunicaci6n para el que trabajemos Sembién, por supuesto, se acude con frecuencia a hemerotecas y Eebliotecas piiblicas, ya fuentes fiables de Internet.) En ese caso, se- eramente el parrafo documental servira para romper la piramide Severtida y orientar al lector sobre el significado de los hechos que Sarramos. En otras ocasiones simplemente constituira un elemen- te mis de una edicién cuidada (por ejemplo, la edad de un prota- enista informativo o el nti intes de un pais del que amos hablando.) Frente a ello, la documentacin puede constituir también un ar- Seulo independiente, que en el diseno de la pagina figurara como Spéndice de la informacion principal. Por ejemplo, cuando se pro- Gece una catastrofe aérea y aparte explicamos los tiltimos casos mas aves, con los datos correspondientesa cada suceso, Yhasta un reportaje entero. En este caso, puede tene Sue con la actualidad —ya hemos dicho que la actualidad siempre Sun grado, y que eso da més interés a lo que escribimos—o caer el ciclo sin ningtin motivo. Podriamos publicar, por ejemplo, un $exto de documentacién completamente independ feafiar a informaci6n alguna) referido a los grandes éxitos hist6- feos de la seleccién espaitola de fiitbol. Ahora bien, si coincidiese on el comienzo del Campeonato del Mundo o de la Eurocopa eso ssracria mas al lector que si se publicara sin ninguna relacién con ‘| momento actual. En este tiltimo supuesto, conviene que el texto Smplique una vision innovadora de los acontecimientos, una inter- pretaci6n diferente, que justifique su publicacién en un medio in- ero de habit nentron- snte (sin acom- formativo que se supone debe ofrecer algo nuevo; por ejemplo si €se reportaje-documentaci6n aportase la perspectiva de que todos ps del fiitbol espaiiol se consiguicron frente a riva les que tenian el rojo en su indumentaria oficial (lo que, por cierto, hasta puede ser verdad; al menos en los casos de la Eurocopa ante la URSS, la goleada a Dinamarca en el Mundial de México y la vie- toria olimpica ante Polonia.) los grandes 6 La documentacin de un hecho muy relevante también nos puede dar la excusa para un reportaje que se publique incluso jun- toa esa gran noticia, pero en ese caso debemos aiiadir elementos como declaraciones, actualidad relacionada con los hechos que documentamos 0 descripciones personales. Por ejemplo, el asalio a la Embajada de Japén en Lima ocurrido en diciembre de 1996 nos puede llevar a recordar en un reportaje otros asaltos a embaja- das 0 secuestros colectivos, pero ofreceremos un resultado mas rico si buscamos los testimonios de los rehenes de aquellos casos o re- creamos literariamente la situaci6n q Salvo en estos supuestos de grandes documentaciones —en los que, al tra se mas bien de reportajes, se empl la técnica inhe- rente a ese género—, la redaccin con datos antecedentes debe asemejarse al estilo de la noticia: conciso, sin interpretacién y dan- do el protagonismo a los niimeros. Ahora bien, conviene enmarcar éstos adecuadamente, pa que el lector interprete bien su vincula cion con lo ocurrido. No suele funcionar la idea de soltar uno tras otros los en una entradilla propia la relacién —siquiera sea casual— que tienen con el suceso principal, intecedentes de un hecho sin explica Qué deseamos relacionar: A la hora de buscar o escribir una doc mentacién debemos plantearnos prim lacionar con la noticia a la que acompafiaran. ‘0 qué datos deseamos re- Por ejemplo: una riada ha arrasado un camping en Biescas (Hues a) y se ha llevaco por delante 87 vidas, en pleno mes de agosto de 1996. Podremos enfocar la documentacién buscando mas catastro- fes en campings, como la ocurrida el afio anterior en Francia con casi una veintena de victimas, o la de Los Alfaques, con mas de 70 muertos tras la explosi6n de un cami6n cargado de gas inflamable, 86 Eo si queremos referimnos a Seranicgas. Pero también por Biendo las grandes desgracias Shan producido en Espaiia« gona de Aragén, el propio st es aviones en el aeropuert Valdepenas, los incendios i= Guadalajara, el accidente Sencs en julio de 2000 en lap Serio, por ejemplo, si deseam Excusa para un articulo. Ti siilizada como excusa para ut sel reportaje. Vemos un ejemy s= publica un reportaje sobré éxito entre aba la pagina: as veraneantes pi La culpa fue de Altobelli La culpa fue de Altobelli el minuto 81 con un gol dees ganaban el Mundial y Espai para miles y miles de italiane se postraban a las puertas de§ recié en carne mortal a un § desalojéa los m Pronto el fitbol se revel6 car la gimnasia pélvica en cat hijos de la bota Megaban am desplegaban una ofensiva co Alban de la constancia su virtud m Administrando sab ron victorias remarcables [1 rode victimas por todo el lit su lugar en la historia univer 15 de agosto de 1996. Rafael igo nuevo; por ejemplo si 2 perspectiva de que todos consiguieron frente a rivae oficial (Io que, por cierto, casos de la Eurocopa ante fundial de México y la vie~ iy relevante también nos 1e se publique incluso jun- jebemos afiadir elementos nada con los hechos que es. Por ejemplo, el ido en diciembre de 1996 iaje otros asaltos a embaja- mos un resultado masrico asalto nes de aquellos casos o re- ieron. jocumentaciones —en los > empleara la técnica inhe- datos anteced ) sin interpretacién y dan- a bien, conviene enmarcar nterprete bien su vincula- rla idea de soltar uno tras explicar en una entradilla ~ que tienen con el suceso ntes debe yuscar o escribir una docue ro qué datos deseamos re- ara. cémping en Biescas (Hues en pleno mes de agosto de 6n buscando mas catastro- © anterior en Francia con 9s Alfaques, con mas de 70 cargado de gas inflamable > si queremos referirnos a la fragilidad de este tipo de viviendas Sesniegas. Pero también podremos documentar el suceso descri- Sendo las grandes desgracias con un alto niimero de victimas que Shan producido en Espaiia cada verano: el incendio del hotel Co- ena de Aragén, el propio suceso de Los Alfaques, el choque de Bes aviones en el acropuerto de Los Rodeos, las inundaciones # Valdepenas, los incendios forestales en Tenerife, en Cataluiia, = Guadalajara, el accidente de autocar en el que murieron 32 j6- Sencs en julio de 2000 en la provincia de Soria... Eso podremos ha- Selo, por ejemplo, si deseamos enfatizar el infortunio del verano. Excusa para un articulo, También la documentacion puede ser Selizada como excusa para un articulo que acompaie a la noticia o Si reportaje. Vemos un ejemplo en El Periédico de Catalunya, donde © publica un reportaje sobre los turistas italianos y su continuado ait entre las veraneantes playeras. Con él, un complemento ale- ipa la pagina: “La culpa fue de Altobelli Laculpa fue de Altobelli, espigado ariete que sentenci6 la final en el minuto 81 con un gol de esos que llaman de oportunismo, Los azzurri ganaban el Mundial y Espaita se convertia en lugar de peregrinaci6n para miles y miles de italianos que legaban en manada a Barcelona y se postraban a las puertas de Sarria, donde un da san Paolo Rossi se apa- recié en carne mortal a un grupo de brasilefios y el bigotudo Gentile desaloj6 a los mercaderes argentinos a base de patadas Pronto el fiitbol se revelé como una simple excusa que los pérfidos ti sarones italianos utilizaban para alejarse de sus posesivas novias y carla gi nnasia pélvica en catre ajeno. Jauria de mastines encelados, los hijos de la bota llegaban a nuestras playas en sus pequefios utilitarios y desplegaban una ofensiva como no se habia visto desde la conquista de Albania. Administrando sabiamente la gomina y el palique, haciendo dela constancia su virtud mas temible, los amigos del 0330 bucco logra- gu > hallé nonstruosa lascivia dejé us rodev' nas por todo el torial. Fue asf como el turismo ital ‘su lugar en la historia universal de la infamia”. (BI Periédico de Catalunya, 15de agosto de 1996. Ra ael Tapounet.) FL esnto pet avons ‘Borda, a corresponsales en € Ses temas que les ocupana d Geontecimiento (que dispont ¢lapartado de informacién (en ninguna de sus variantes) porque uy mementaristas taurinos, depo incluye opiniones evidentes y desnudas. Sin embargo, sive de ejem+ Iamumente Sus textos disfrutan dl Plo sobre cémo se puede resolver brillantemente una pieza de do- $e de reducci6n alo minime cumentacién para no convertitla en un mero enunciado de datos. Ahora bien, la cabi ‘Vemos que se trata de un apoyo documental, pero escrito me- diante la técnica del art alo. No se podr . por tanto, englobaren Los periddicos no son libs see ape Se ser vivo que relaciona cad: Bp adivina los siguientes; en Senocen firmasy se familiari as se modifican en € a de textos asf en un periédico dependera desu estilo y de la imagen que desee trasladar a los lectores. En este caso, el ejemplo se ha extraido de un diario de técnica popular (lo que no impide que sus textos informativos sean cr bles y rigurosos.) Ieecllos a personas expertas ¢ INTERPRETAGION MAS INFORMACION Etriesgo de la erénica. Pos Benar cl género de la crénic bes pero también de andlisis. exo de que el periodista ne Ja materia, oe le El periodismo actual ofrece también la posibilidad de usar géne ros donde se mezclan | formacién y la interpretaci6n. Estos son: —lacrénica; —hentrevistaperfil; Secios personales. En la cr6 Sendamento, sin juicios aven SSeulada a la informacion. El period Senios interpretativos: habr ilies queden desnudas y se Geese han colado de rondén Be fallo se produjo, por ejer Sperados en el Ministerio de Blnocencio Arias, nuevo por Slomatica (OID.) La crénica Sen parrafos como éste, en Bes hechos que aborda’ — el reportaje interpretativo. (En algunos paises de América que hablan espaiiol la termino- logia cambia: se llama reportaje a la crénica, y viceversa,) La crénica La crénica toma elementos de la noticia, del reportaje y del ani lisis. Se distingue de los dos titimos en que prima el elemento noti cioso, y en muchos periédicos suele tinularse efectivamente como una noticia (salvo las crénicas taurinas y deportivas, en que se em= plean por lo general tipografias diferentes.) Yse distingue de la no- ticia porque incluye una visién personal del autor. Probablemente se trata del género mas dificil de dominar. De hecho, en un periddico de prestigio una crénica no la hace cual quiera. Suelen estar reservadas a especialistas en la materia que se “El cenit de su carrera lo 1987 le nombré subsecretar acion Internacional, ear septiembre de 1993. Sus ten 6 en darle ninguno de los

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