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El Papa nos invita a recuperar la frescura original del Evangelio,

encontrando nuevos caminos y mtodos creativos, a no encerrar a


Jess en nuestros esquemas aburridos. Es necesaria una conversin
pastoral y misionera, que no deje las cosas como estn. Una reforma
de las estructuras eclesiales para que todas ellas se vuelvan ms
misioneras.

Ac nos hace cuestionarnos si de verdad tenemos el propsito de que la


belleza del Evangelio sea mejor percibida y acogida. Debido a que
muchas veces las enseanzas que nos brinda la iglesia, suele no ser
comprendida e incluso puede ser malinterpretada algunas veces. Pero
ah es donde se muestra la fe de cada uno de nosotros, de cada
cristiano, que tiene la voluntad de creer sin la necesidad de razones o
argumentos concisos.
La iglesia tambin puede llegar a reconocer costumbres propias no
directamente ligadas al ncleo del Evangelio, algunas basadas fielmente
a la historia, pero que hoy en da ya no son interpretadas de la misma
manera y cuyo mensaje no suele ser percibido adecuadamente.
A qu se debe todo esto?
Actualmente, muchas personas se desvan de su camino, generalmente
por problemas cotidianos, buscando ayuda en otros lugares pero,
dejando de lado a lo ms importante, Dios, que es nuestro mejor amigo
y l siempre tiene planes para nosotros. Muchos pierden la fe, lo que
hace que se alejen de la religin.
Por eso, Citando a san Agustn, adverta que los preceptos aadidos por
la Iglesia posteriormente deben exigirse con moderacin para no hacer
pesada la vida a los fieles y convertir nuestra religin en una
esclavitud, cuando la misericordia de Dios quiso que fuera libre.48
Esta advertencia, hecha varios siglos atrs, tiene una tremenda
actualidad.
Debera ser uno de los criterios a considerar a la hora de pensar una
reforma de la Iglesia y de su predicacin que permita realmente llegar a
todos.
Qu nos quiere decir esto?
Que la iglesia tiene que tomar nuevas maneras de transmitir el mensaje
del Evangelio, para que las personas no sientan que sea una esclavitud,
ya que como cit anteriormente: la misericordia de Dios quiso que
nuestra religin fuera libre.

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