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Soledad Bravo dio un concierto en Caracas en 2015 cantando boleros, tangos y otras canciones. Interpretó canciones que evocaron la época dorada de la cultura en Caracas en las décadas de 1970 y 1980, cuando artistas como García Márquez, Rubén Blades y Soledad Bravo llenaban los teatros. El concierto generó nostalgia en el público por esa época pasada de Caracas y la forma en que artistas como Soledad Bravo desafiaron las críticas con su pasión por la música y la vida públic
Description originale:
Una crónica sobre el último concierto de Soledad Bravo en Caracas.
Soledad Bravo dio un concierto en Caracas en 2015 cantando boleros, tangos y otras canciones. Interpretó canciones que evocaron la época dorada de la cultura en Caracas en las décadas de 1970 y 1980, cuando artistas como García Márquez, Rubén Blades y Soledad Bravo llenaban los teatros. El concierto generó nostalgia en el público por esa época pasada de Caracas y la forma en que artistas como Soledad Bravo desafiaron las críticas con su pasión por la música y la vida públic
Soledad Bravo dio un concierto en Caracas en 2015 cantando boleros, tangos y otras canciones. Interpretó canciones que evocaron la época dorada de la cultura en Caracas en las décadas de 1970 y 1980, cuando artistas como García Márquez, Rubén Blades y Soledad Bravo llenaban los teatros. El concierto generó nostalgia en el público por esa época pasada de Caracas y la forma en que artistas como Soledad Bravo desafiaron las críticas con su pasión por la música y la vida públic
tan pequen, tan duro, tan quin sabe que en su torrente casi todo cabe sea real o sea imaginado.
Desangrado son Silvio Rodrguez
Por Orianna Camejo - @__Oria La Belle poque de Caracas, mucho antes de los golpes, de los estallidos y los viernes negros. Esa Caracas. Cuando Cuba despert el avispero en Amrica Latina. Garca Mrquez, Rubn Blades, Jorge Luis Borges, Pablo Milans, la Fania, Usar Pietri y Soledad Bravo. Esa Soledad Bravo que en 1982 llen el Poliedro de Caracas con su produccin Caribe, hoy un clsico. Esa Caracas del Festival Internacional de Teatro, del Teresa Carreo, parece una leyenda; algo que se cuenta a los nios para generar cierta memoria colectiva. Esa fue la ciudad que, junto a Soledad, se encerr en la sala de conciertos del Centro Cultural BOD. La cantante descubierta en el Buenos das de Sofa mber, que se convirti junto a Alberti en la voz de la transicin espaola, quin no solo cant en el Teresa Carreo y el Poliedro de Caracas, sino en el teatro Olympia de Pars. La palabra nostalgia, incluso como la interpreta Andrei Tarkovsky, no funciona para aterrizar el concierto de este sbado 19 de septiembre de 2015. Soledad decidi abrir la noche con tangos. De Gardel, de Blazquez, de Cobin y Baltar. Y cada cancin Soledad la cerr con secarse la comisura de los ojos; ademn que no pudo controlar un espectador octogenario, postrado al asiento. Cuando el repertorio afianz la desesperanza, ella, en un arranque bajo su batola dorada solo dijo Aj! A palo seco esto est difcil, recuperando a la sala de conciertos con risas, que no pareca en 2015 sino en la Argentina de tangos, en lunfardo y sin censura, como Cambalache.
Y pareca que Po Miranda, tal como lo interpret Cabrujas,
confesaba sus engaos en el escenario mientras Soledad cantaba El da que me quieras. Con el pblico coreaba a sala llena, como bien dice una lnea de Po Miranda: Excsenme... no es verdad... no es ma... No es mi culpa... no me cabe el pas. Ya Soledad Bravo lo ha dicho: cant en la cuarta, en la quinta, y seguir cantando en la sexta Repblica. Con un solo propsito, que ha mantenido toda su carrera a pesar de las crticas de lo contrario: Hasta sentir que enloquec tu corazn de libertad, como dice la Balada a un loco. A 50 minutos de concierto, las puertas se abrieron para que el espectador tomara un receso de s mismo. Con solo diez minutos, unos se quedaron pegados al asiento, otros fueron a la cola para los baos. Fue un desfile, nada ms. Mujeres antaonas modernas con sus prendedores, lentejuelas y hombreras esperaban en la fila a los baos mientras discutan poltica; No saben lo importante que es la Asamblea, Tanto que se quejan de que no hay azcar y hay que hacer cola. Justo al salir de la sala una pareja comentaba: 10 minutos alcanzan para subir y tomarnos unos rones, no? Y, entre la gente, una chama de 15 aos miraba al vaco en la fila a los baos. Detrs de la vanidad se palpaba la ausencia. En unos casos, de la movida cultural pasada, en otros, de la necesidad de distraerse. Entre tanta gente pas un elefante en el pasillo que, silencioso pero seguro, tint de ms poltica la noche. Solo despus de volver a los asientos, cerrar las puertas y cambiar el tono con boleros, es que Soledad descubri el elefante a todo su pblico: Mara Corina, t ests ah? Aplausos, ms boleros, baladas y el tnel del tiempo sigui en la sala de conciertos sin interrupcin. Mercedes Sosa, Agustn Lara, Mara Creuza, Simn Daz y ella misma al interpretar Ojos malignos.
Desangrado Son, de las interpretaciones de Bravo en Caribe, fue la pieza
donde, entre solos y contrapunteos, Alberto Lazo, Carlos Rodrguez y Nen Quintero cerraron la noche junto a Soledad. Pero en cuanto terminaron los versos de Qu son, desangrado son, corazn, el pblico pidi a voces Gracias a la vida, de la chilena Violeta Parra. Luego de una segunda parte de casi una hora, Soledad Bravo aprovech el encore para unir nostalgia con protesta. Su concierto de Boleros, tangos y algo ms termin con Mara, De alguien que sabe rer / Cuando debe llorar / Y no vive y est que revienta y Gracias a la vida, Y el canto de todos que es mi propio canto. Dos posibles cierres pero una sola lectura: a pesar de la temtica, esta es una cantante que vive la pasin ligada a la vida pblica. Fueron boleros y tangos; extranjeras que por una noche nos cantaron de denuncias, desesperanzas y condiciones que son propias y universales. Cuando las luces se encendieron, todos se levantaron y salieron. Esa Caracas que se embotell en la sala de conciertos bien puede ser una leyenda: de la ciudad que quizs tuvimos y se nos escap, o de una ciudad que tuvo mejores trovadores que administradores. Ese es el sentimiento con el que todos salieron de la sala bien fuese el abuelo con su esposa o la pareja que decidi tomarse unos rones a mitad del espectculo. Y ms all de esta ciudad, lo que qued fue la nostalgia de estas estrellas de la msica latinoamericana que desafiaron el cmo referirse a su historia y a ellos mismos.