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‘Autor de un ensayo sobre el movimiento frondizista y el radicalismo argentino, el profesor francés Alain Rouquié de- dica la mayor parte de su tiempo ee r cuestiones de i politica comparada en la Fundaci in Nacional de Ciencias Politicas, y a ensefiar on el Instituto de Altos Estudios de América Latina, en Paris. Ha abordado el estudio de los problemas que plantea el poder politico-militar con la serie- dad y minuciosidad de un auténtico historiador y la agude- za de un excelente pensador y ensayista. Su obra Poder Mi- litar y Sociedad Politica en la Argentina es un trabajo fun- fe damental. Comprende el an vividos en el pafs hasta 1973 y enca : la vida politica reciente: gpor qué durante el primer tercio I | ° del siglo xx, hasta 1930, la Argentina gozé de una estabil dad politica poco comin en Latinoamérica y por qué, des- pués de. esa fecha, se ha incorporado al grupo de naciones sudamericanas donde el nimero de intervenciones militares, que interrumpieron el orden constitucional, ha sido més ele- vado? Rouquié advierte que ninguna teoria ral sobre el militarismo es aplicable al caso argentino dentro del con- texto econémico-social de la nacién y también en su proyec- <>» ternacional. Describe cémo ha funcionado, a su ji & sma institucional, las consecuencias de la inestabili politica y las intervenci Este interesante una importante contribucién para el mejor cono; la historia politica argentina contemporén volumen abarea la descripcién de los acoi interpretacién hasta las visperas del golpemi Un segundo volumen completa la ol una de las partes tiene una entidad, sf misma un trabajo unitaria | Capitulo 4 La gran depresién y la restauracién oligdrquica La triuntal elecelén de Yrigoyen como presidente no Je ase- gura sin embargo bases solidas para su segundo manaato, #l ple- fiselto, como sus adversarios lisman al apiastanie, exivo electors, traduce ‘menos tua eleceion’ entuslasta hacia eu, persons, que. 1d version del electorado-por los candidates’ dela opestcion’ Pero fy pocos tadieales ortadoxos hicieron tn andlisis semejarte. EI Exivo electoral, que ningune salvedad. podraempafar, se subio a la cabeza incluso de aquéllos que creian por fin llegado el mo- frento de gobernar efectivamente. Ei Peluda es tn anciano; mas Teciturao que nunca, es considersdo por muchos como el siiabole de la causa radieal ¥ ino como jefe de ejecutive. Bata ver se tione in bee pava, ‘una’ erdaders‘pliien’ e voparacion”. ano Existen ‘mis las ‘barreras de eomftencion que limitavan la, accion {oor apetitos) de los nuevos hombres de la‘Union Civica Radical en ig16) Ampliamente ‘mayoritarios ‘en Ia ‘Camara de Diputadcs (con 98 representantes sobre 159), su posicién es muy sdlida en las provincias. Sélo el Senado se encuentra fuera de su alcance, pro- Mioclamente sin doda: 6 fadicales eutrenten por el momento a Ts'opositores (9 conservadores, 9 antipersonaiistas y 1 soclalsta) Bi radicalismo se slente fuerte: y por ello justamente 26 2 cuentra inas amenasado, La inquietid de Jos. conservadores ye fos grupos dizigentes tradiclonaits ha 4do en aumento porque fan fractando doblemente: mo han debilitado el yrigoyentemo escin. Glendale ammpoco han ganado por cunique: tesa jas elecionce de 1928, Tranto mas cuanto que en la nueva administraci dditecencia Ge ta pecsara, pretdentta. tos cuismabros do" fatatios Cittsulares Seitan yor su auscncla os grandes nombres radicales Se han pasado al aivesrisimg y el nuevo goblerno ae Triguyen eat iam ponerse de compo polit de “fala desconocida”. No debe imaginar que el gabinete esta | Gotpuesto por representantes de ins capas populares. Con excep ign de los Gos ministros militares, que esta Yer son oficiales, todos fog ministros son abogados, salvo‘el de Obras Pablices que es nedieo, Bere, de los dies miembros del ejecutivo. (presidente, vice presidente 7 ios ocho mintatros) slo doe perteneczn a in Sociedad Rural, confra cinco en 1916, Por 1o tanto, 1a sisuacion es mas frave'para la élite establecida, Sus miembros tlenen todavia menos Scnflanza que antes en un gobierno radical poco moderado. 181 rag ists apts sem, aren trues ss te pen nn Str asic bam agar partidarios del caudillo a quienes habian tratado. seri dal Meets eae a en ro ara slce ania eg, commas en oe, Btn toon eater ic Silty Sarat oa Soe vl beet RUG dei fl tidads aig et nc adores, 10 lo por perdido, ll - AEG, Sas Ueno Pear a, Men. See, Har plocran poet b hata Ree es Oa sien aera rg ae cae garantlzarle el poder. Se_si fica farantizarle el poder. Se slente desposeida. Bid, i s Peréa (eaptin Juan D.), “Lo que yo vi de la prepaaciin y reali 2aclén de la revalucion del 6 de septicrtbre'de 1980", af St, pig, $10, Segin el testimonio del ministro J. B. Abalas, Revista de historia, ler, trimestre de 1058, pag. 97. i . i 198 r fen su mayoria. El peso social de los circulos allegados 21 ge- neral Uriburu instala de nuevo en ¢l poder, a pesar de su aparente hostilidad por los “politicos”, a los ‘colaboradores de Roque Saenz Pefia (1910-1914), e incluso a los de José Evaristo ‘Uriburu (1895-1898), tio del presidente al. ‘EI ministro de Relaciones Exterlores, Ernesto Bosch (67 afios), habia ocupado ese cargo en 1910. El ministro de Hacienda, ‘8. Pérez (67 alice), el mismo cargo de 1912. El subsecretario de Justicia e Instruccion Publica desde 1895 a i898, Octavio 8. Pico, es nombrado ministro de Obras Publicas. El vicepresidente, ue Santamarina (87 afios), dirigente del partido conservado:, fue presidente del Banco de la Provincia de Buengs Aires antes de Ta Megada de Yrigoyen al poder. Ernesto E. Padilla (57 afios), nombrado ministro de Justicia e Instruccién Pablica, tue gober- nador de Tucuman de 1013 a 1917. El ministro de ‘Agricultura, Horacio Beccar Varela (55 afios), fue alto funcionario de la pro- vinela de Buenos Aires y del gobierno nacional antes de 1916. ‘Unieamente los ministros militares, el general Francisco Medina y_el almirante Abel Renard, nunea habian ocupado cargos po- Iiticos. El retorno de los “ex” del antiguo régimen no parece corres- ponder en nada a ja renovacién politica o al gobierno fuerte y dindmico que deseaban los jévenes nacionalistas de la Nuera Re- publica. Uno de ellos dira sin indulgencia algunos afios mas tarde: Sn vex del grupo joven y gil que habria exigido la reallzacion de un programa revolucionario, Uriburu exhumé un elenco de valetudinarios ... que parecian haber sido conservados en nafta- Una durante los tres lustros de auge radical...” ‘Los miembros del gabinete son en su mayoria présperos hom- bres de negocios y grandes propietarios. La Sociedad Rural, en articular, se encuentra bien representada. El ministro de Rela- Clones Exteriores (Ernesto Bosch) fue su presidente en 1921. En- rique Pérez, ministro de Hacienda, es miembro del consejo direc- tivo, La economia est en buenas’ manos. 'No todo est resuelto sin embargo y las distintas modalidades para conservar el poder de las élites tradicionales restauradas Gividen a los nuevos duefios de la Argentina. En el seno del gabinete, un hombre, por lo menos, comparte los puntos de vista ‘antiliberales_de los 'jévenes nacionalistes: Matias Sanchez So- Tondo (30 afios), antiguo conservador convertide en liguista, que ceupa la carters eminentemente politica del Interior, desea una m consitucional para eliminar definttivamente @! fantagma de la demagogia plebeya. Zaué papel desempens exactamente el ejército on el golpe de Estado y cual fue su actitud ante el gobierno provisional? Puede encontrarse una sola respuesta para estas dos preguntas interrelacionadas. Resulta evidente que:el golpe de Estado del 6 de septiembre no fue una intervencién milltar institucional. Un general retirado, rodeado por personalidades politicas, logré em- % Palacio (Emesto), Historia de la Argentina, Bs. As., Alpe, 1954, pig. 628. 198 Cuadro 2 a La Sociedad Rural y el Jockey Club durante el gobierno provisional Instr, Pal Marina Jockey Club Sociedad Rural ce + | Presidente + + | vicepres. e+ | tater + + | Hacienda co + | Obras Pabl. © © | Guerre Pogmiee: Gocioiad Rasa, atta de webs: Jockey Club, Anuar de socion Fes 2 ltt, Se tara Patt SS perma ujar contra el gobierno a algunas escasas unidades; cierta can- Hidad de civiles completé el dispositive operacional de los. insu- rrectos. Las fuerzas leales, por su lado, esperaron en vano las érdenes del gobierno, Mientras la marina fa pasiva, los Jefes de las guarniciones extrametropolitanas se negaban a violar la diseipiina ya apoyar la conspiracion™ En cuanto se asegura al poder, Uriburu hace telegrafiar a los comandantes de las dis- Yintas régiones militares para ponerlos al corriente de la nueva situacién y pedirles su adhesion. SI el general Anibal J. Vernengo, comandante de la TIT Division, responds Inmediatamente al men- saje del general Medina “secundando” al nuevo goblerno, el general Pertiné (IV Division) pide un dia de reflexion antes de plegarse al poder de facto, Hi general Vacarezza (V Division) se pone, sin entusiagmo, alas érdenca de las nuevas autoridades"” Muchos Renerales, ¥ no los menos, se mantlenen fleles al goblerno cons~ Utuelonal y son detenidos. Estan entre ellos los generales Bald- rich, Mosconi y ‘Toranzo, inspector general del Bjéreito. Por es0 no es sorprendente que la’ orden del dia nimero uno del ejército La posicién ambigua de la marina de guerra queda dlustrada por una cata publitada en La Necién del 10 de septembre, firmedn por el capitén de navio Andrés Laprade. En ella reconoce haber arrestado por orden. del febiero legitio al almiante Renard que complatabs, peo no efrents con sus tropas a los amotinados ni participé en el movimiento sedictoso * Telegramas reproducidos en Rottjer (teniente coronel Enrique), ast. > pig. 578. 200 | | | i i firmada por ¢l general Justo, comandante en jefe, estipule que, después, del “cambio de rumbo" dispuesto “por el pueblo y el elérelto”, el “retorno a la normalidad” impone a las instituclones millliares volver a sus actividades profesionales corrientes, Un batallén habria bastado, sin duda, para derrotar a algunos ‘centenares de cadetes imberbes y de civiles mal armados. El ca~ pitan Perén, que afirma por su parte, que “s6lo un milagro pudo Ealvar a la Tevolueién”, precisa: “Ese’mailagro lo realiz6 el pueblo Ge Buenos Aires, que en forma de una avelancha humana se Gesbord6 en las calles al grito de ‘viva la revolucién’ ”™ Matias Sanchez Sorondo, nuevo ministro del Interior, nos dejé un cuadro todavia mas idilico del “paseo militar” del 6 de septiembre: “La cludad entera, eseribe veintiocho afios después, acompafié a los cadetes del Colegio Militar y de la Escuela de Comunicaciones, desde San Martin hasta la Plaga de Mayo, entre apretadas files Ge hombres, mujeres, anclanos y nifios que los vitoresban y arrojaban flores & su’ paso, irrumpfan en la columna revolucio~ harla, quebrando la rigides militar al punto de convertirla en tna oleada clamorosa..."*" En cambio, muchos comentaristas © historiadores afirman, @ base de otros testimonios y posteriores manifestaciones de la opinién piiblica, que la “revoluelon de 1030 .-. carecid de apoyo popular.” Bs verdad que el sentido de la palabra “pueblo” varia consi- Gerablemente lag. pretereneias ideolégicas de los autores. Pero el testimonio de los documentos fotograficos aclara un poco €l problema" de la extraccién social de los “revolucionarios” 0 fe Tos manifestantes civiles. La multitud que participa, por ejem- plo, en el saqueo de los diarios yrigoyenistas La Calle y La #poce, Se compone principalmente de jOvenes de traje, camisa blanca, corbata y sombrero. Se puede afirmar sin riesgo de equivocarse que esos revolucionarlos pertenecian a Ia Juventud dorada de Buenos Alres. La presencia de algunos de ellos distrazados ae “escuadristas” mussolinianos —camisa negra y boina— no des~ miente la impresién de conjunto. Los electores de Yrigoyen —Ia chusma, la plebe, no el pueblo, segin la terminologia de In élite tradiclonal— estin ausentes. Las clases populares pueden haber mirado el insélito desfile de los insurrectos por curlosidad, pero permanecioron aparte. ‘Manuel Galves, ardiente partidario de un movimiento revo- tuelonario purificador y de una regeneracion de la Argentina por el fasciamo," confirma la altima apreciscién, Hs el “pueblo” de * Perén (capitin Juan D.), art. cit, pig. 910. * Sinchez Sorondo (Matias), “El 6 de septiembre de 1990", Revista de historia, 8, 1958, pig. 101. Herindez Arregui (J. J.), La formacién de la conciencia nacional, 1930-1960, Bs. As. Hachette, 1960, pég, 184. Ver igualmente Lune (Félix), ‘Yrigoyen, Bs. As., Desarrollo, 1964, pigs. 368-380. La Nacién, 7 y 8 de septiembre de 1930. © Sobre la ideclogta “nacionalista” de Gélvez ver Rouquié (Alain), 201 Jos barrios residenelales que hizo la revolucién junto al barén de Salta: “Pero la masa revofucionaria —st puede darse ese nombre ‘a una multitud de pequefios grupos, muchos de ellos sin or- Ganizacion ni contacto con los otros— est formada por los fevenes de las familias distinguldas, muchos de ellos influldos por las ideas fascistas. En cada casa hay uno o dos revolu- Glonarios, a veces de diecisiete y aun de dieciséis afios. Mien- tras el padre permanece a la expectativa, los muchachos se embarean en la aventura ... Lo odian (al gobierno de Yri- goyen) con un odlo de clase, aunque no se den cuenta, No Guleren echarlo abajo por interés personal, sino por patrio- fismo, por ‘decencia’. Estan convencidos dé que, empezando por Yrigoyen, los radicales son ladrones y no se bafian. No Plensan estos muchachos ef puestos ni otras ventajas para padres 0 para ellos. Son sinceros, nobles y exaltados. ‘Muchos de ellos han abandonado su vida de cabarets y co- petines para hacerse revolucionarios. Ya no son escépticos, ni Frivolos. Ahora viven en ardiente exaltacién y quieren. pelear por la patria ... Es una revolucion de clase la que se pre- Para. Bi pueblo desea la caida del gobierno, pero no inter- Viene. La actividad se concreta en los clubés aristocraticos, én los centros militares y en las casas del barrio norte, en Goride vive la sociedad distinguida”.** BI presidente del Circulo de Armas, Julio A. Roca, conmemo- rando en un discurso el cincuentenario de ese club muy cerrado, declara cinco afios después: “De aqui salieron al rayar el alba listos a jugar gus vidas, los jvenes patricios vencidos en el Par- ‘que (1800). 0 victoriosos en pos de su caudillo, en la jornada de septiembre’ 'No eabe duda de la exaltacién de los eiviles, pero los senti- mientos de los militares golpistas son muy confusos y prudentes. Gon exeepeién de aquellos quienes les fue dada la “gracia naclo- balista”. que tienen conciencla de haber salvado al pais y que esperan’transformario a la luz de clertas experiencias autoritari: europeas, los oflelales activistas parecen a veces asuslados de su audacia. Experimentan penosamente esa primera mancha en su apolitismo, esa primera ruptura con su formacion profesional. Uno de ellos, “fevolicionario” no obstante, manifiesta publicamente 1a jmpresiéni desagradable que sintié al ver al ejército rebelado avan- "Manuel Galvez, Gerivain politique. Contribution & V'étude du nationalisme argentin”, Cahiers des Amérigues latines, $-4, 1970, pigs. 98-110. ‘ Galver (Manuel), Vida de Hipdlito Yrigoyen, el hombre dol “mis- terio, Bs. As, Kraft, 1030, pig. 481. Roce (Julio A.), El Girculo de Armas en el cincuentenario de su fundacién, 1885-1035, Bs, As., se. 1995, pig. 15. 202 zar sobre Buenos “Aires, tal es “Ia rigides de 1, doctrina existente gm el sentido de apartarlo de toda cuestion politica..." Para la Stayor parte de los militares, el cuartelazo de Uriburu, que adopta tlunds clasico esquema del siglo Xrx, marca una regresion ea el Gesarrolio del ejéreito profesional moderno. Los més lacidos de- Sean que “nunca ms la situacion de nuestro pais pueda obligar al Qjerelto a la repeticion de estos hechos, porque, en tiltimo término, Glios son atentatorios a los sagrados Intereses de la Nacion. ero el ultimo pronunelamtento del siglo xn« argentino es también fl primer ‘golpe de Estado de la era militar. ‘Podemes ‘preguntarnos sin embargo por qué los conjurados Jas pudo haber sido suficlente para poner término Jrovisionalmente al régimen democratico representativo y al g0- ierno del partido popular? Un gobierno inseguro y dividido sin duda, Ia vietoria de Uriburu no habria sido de una faciidad tan ‘Tndoria’al elvregimen radical no hublera estado profund: ten irrisoria, Go y si por consiguiente, hublera sido capaz de reac- mente sorte ios peligros. A pesat de'Ias campafias de la prensa, Gog parlamentarioe de le opeicin de ne ga. cima, ne arecia nada propicio para un golpe jo “militar” en una paresis. petal y eivilizada como la Argentina del siglo xx. Cecil naciin Ubera! co en pensar, en 1980, que una revolucién, es tan sane ne se Gn Buenos Aires como en Londres, La muy influyente improntion local, The Review of the River Plate, escribia el 5 de publgmbre de 1930. “Conscientemente o inconsclentemente, se ha septiembre or ‘aceptar como tn pastulado que, pase lo que pase were rd, Brasil, Chile, Paraguay © Bolivia, la Argentina entro en en Pert, Brasita historia en ia cual el recurso a Ja violencia poli una etapa cceinable, unthinkable’. zQue sucedi entonces en el Eto mismo del poder para precipitar ia caida casi esponténea-de Seno matege y de un hombre masivamente “pleblacltado” dos afios Wn, Partide yo ja descomposicion de un régimen hizo positle 10 imposible? osible’, slamos que la. segunda presidencia de un Yrigoyen de 16 ste Ge edad iniclaba con auspicios sombrios. EI Peludo, 78 ,afios, de, eeesreto e insondable, vive alslado del mundo. Algunos cadia ver Tago, a juzgar por el misterio que Jo rodea, que se encuen- diran, imesireds por tna camarilla de feles, Su gobierno no sale = Rotter (teniente coronel Enrique), art. cit, Le Nacién, 2 de no- viembre de’ 1980. Did. 203, de la apatia mas que por momentos: se caracteriza tanto por su gonfiada inactividad como por sobresaltos de severa autoridad. La “causa”, caricatura de la “religién civica” que pretende encarnar el radicalismo, parece a menudo una mistica sin politica. :Qué hace el presidente? Se le reproc€a no despachar ni siquiera los asuntos corrientes y es avaro con su firma. La suspension de los ascensos militares no es un hecho aislado. Numerosos puestos administra- tives y diplomaticos quedan sin cubrir. En 1980, Ia Argentina no tiene representantes en Washington, ni en la sox, ni en la or. ePolitica deliberada de independencia y neuttalldad o abandono ‘Administrativo? La esfinge calla. La oposicién exclama que la Ar- gentina va a la deriva. A modo de lecoion del golpe de Estado, Alvear declara el 6 de septiembre: “Gobernar no es payar.” Pero suceden hechos més graves. Los presuntos herederos se agitan en torno del leén que envejece, Su servilismo interesado S610 es igualado por sus ansias de poder. La sucesion esta ablerta y las querellas de los pretendientes ocupan el centro de la escena ¥ derrochan las energias del gobierno. Segin un testigo de los he~ chos, “en la mafiana del 6 de septiembre seguia siendo tan apasio- nada Ja lucha entre los presuntos herederos del poder, que nadie s2 acordé de adoptar medidas efectivas”*" sos genuflexos, como los lama la oposicién, se entregan al culto de 1a personalidad para aplacar la desconfianza del caudillo y erecer a. su sombra, si es preciso, a sus expensas. El diario La Epoca en un editorial del 2 de julio de 1930, pinta asi al presidente: “Alto, fuerte, afable, comunicativo, sereno, inmutable, de mirada escrutadora de aguila, de suaves y dignos modales de’ gran sefior. Silueta blen planiaca, tranguila, como pars entrar segura y bien erguida en Ia Historia. palabra facil, castiza, persuasiv: acaricia, seduce, encanta, subyuga, fascina...”" Los ‘aduladores mejor ublcados en los circulos mas allegados Ja presidencia tranquilizan a Yrigoyen, le disimulan 1a realidad. Detras de la ineapacidad de estos politicos ambiciosos aparece la traiclén, Los medios radieales lo saben, pero guardan silencio por Solidaridad. Bs casi seguro que el vicepresidente Martinez haya tomado contacto con Uriburu, quien le habria ofrecido hablimente Ja presidencia a camblo de su complicidad. Se trataba de un en- gafio. El ministro del Interior, el fiel Elpidio Gonzalez, que nunca brillé por su habilidad, se dej6 arrastrar a esa eonjura de palacio Por hostilidad hacia el ministro de Guerra (porque recordaba 1919), or debilidad sin duda y por falta de visién politica. ‘A pesar de todo, Yrigoyen se mantiene invisible. No recibe a nadie. Las informaciones le legan filtrades por los mismos cola. boradores que lo traicionan. No obstante, el general Delleplan¢ que gracias al servicio de informaciones conoce todos los de- talles de la conspiracién, intenta convencerlo para que reacclone. Despedido por el presidente, el ministro de Guerra renuncia estre- pitosamente el 2 de septiembre de 1930. Nada puede ya detener la irresistible caida de Yrigoyen. En una carta de renuncia que pro- ** Goldstraj (Manuel), Afos y errores. Un cuarto de siglo de politica argentina, Bs. As., Sophos, 1957, pig, 87. 204 Tr = ete ete: vo 30 dete wey same ete i atte eae tribunal que analizara la vida y los recursos de algunos de MES Ras U8 Pa'Sia heen te ese eie te Piatt Ser sett les : areas sari rs ld ne a aad rete, Oe et eee yee nee Beate ta ela teetdnvos go lene Sececha aie Teasdale Irregularidades, corrupcién spre se busea un preterto. No existe un golpe de Estado aie et Comite sin dentncin de 1a corrupeion aesenfrenada Sie eee actpernamentales. 7Era el goblerno de Yrigoyen mi de os medlos Fine de sus predecesores o de sus sucesores? ,staban daeaenientas mas predispucsios @ las malversaciones, eniah una fi- Jos oral menos! exigente que os conservadores? No parece que tos representantes del partido POpNey pervonaildades de in olga enriquecerse gracrmuta Pngin gran escandalo. Bs. menos 'a mal- dure. ign de fondos que la “Irregularidad” presupuestaria, o mejor Uisie'te falta de rigor en el'maneio de la Tesoreria, 16 que Sus Sughe shion Feprochan ‘ios Tadleales. Bn Tealidad, no ee train de criticas morales propiamente dichas. gAcaso un ensayista ots oe Ge'tpoktion de tepbrtula'j+ mientras que Unbure dente ele oreia” radical? fuerza oe Techs a los radlcales los excesivos gastos del Estado, Dessonira presupuestario 7 favoritism politic son los dos frentes, de ataque. Benjamin Villafafie, senador de Jujuy y gran persegui~ dor de radicales, evoca la ee aioe cna ae spate reompensat “servicios” polices: un conden Pence elindultado por Yrigoyen, habria estado perciblendo un se ees eapellan maiitar; mientras que oh poder del Estado!, sucldo 8° eee sido nombrado nodriza. del offanato de Beleza Ue Jonpraae ete Ge 10s L400 emapleos de aduana no presupuesta- no.” Uynol que los hubo slempre 7 que, incluso en el elérelto, Ios os, sino due aprorupuestarios” no eran raros antes de Yrigoyen Seta nea politica, pues: la “demagogia radical” desculda a los Aca ore agtimguldos en beneficio del vulgo. El equilibrio prest- puestario y el rigor financiero fueron ‘siempre el punto débil del isis politica argentina”, La Nacién, 17 de s Ayaragacay (Less), bre de 1930, “er villafane (B.), El general Uriburu y la recoluctén de septiembre, Bs, As, 8, 1947, pig, 43 205 partido popular cuya funcién parece ser la de redistribuir las ri- Because del'peis sncttante 10s poletes pablcss Tero, crests estt marc yresidetets, ef radloatiamo mruogtra tuna nueva y poco amable facets. Los paladines de ia. democracia y Gel sufragio Universal en dbatintas ogasiones dejan faclimente. de {ado sus prineipios. El partido mayoritario se muestra a veoes tan Auteritarfo como los conservadores. La, violencia del ‘poder reaace en clertas provincias. Los Tumores sobre practicas ‘raudulentas Glurante lag elecolones de San Juan y Mendoza no fueron des- ‘mentidos. Al soclalista Nicolas Repetto, para quien conservacores ¥ radlcales representan las dos earas dé una misma “politica crio- ia de poder personal sin principios at doctrina, Ie es faell indig- arse! “BI abanderado de ta Mbertad del sufragio, escribe, que en 1a defensa de las institueiones libres habia apelado’ mu- has veces a la insurreceion relterada y a la abstencion po- Iitica, corond su carrera en 1930 dejando apHicar por sus par- tidarios, en San Juan, Mendoza y Cordoba, los peores métodos de fraude tomados del viejo arsenal oligatquico: secuestro de Iibretas, persecucion de os opositores, vueleo de los padrones, empleo’ de la cadena, intervencion de empleados policiales. ‘tropas para registrar ‘e intimidar a los cludadanos electores”.* EI radicalismo, impugnado por una parte del cuerpo electoral, rechaza las Teglas constituclonales que le resultan destavorables y recurre incluso a la violencia pura y simple, particularmente en Jag provincias tradicionalmente mas agitadas. I gobernador anti- yrlgoyenista" de ‘Mendora, Carlos ‘W. ‘Leneinas, es or Un militante radical, En San Juan, donde se mantiene en prision al lider de la oposiciin, Aldo Canton!, uno de sus Iugarienientes, el Abogado Manuel I. Castellanos, es asesinado en pleno dia ‘en su propia casa. La degradacion de las costumbres politicas marea lun retorno a la “politica brava” anterior a 1916, pero el goblerno nacional sélo la repudla con desgano. 2Cémo explicar ese retorno a la “barbarle politica” tantas ‘veces condenada por los radicales? ‘Tales excesos locales son impu- tables sin duda_a la ausenela de un eontrapeso politica efiear @ nivel nacional. Para él partido dominante, ante ‘oposiciones dis~ persas y_personalidades ‘provinclales sin organiaciOn nl estruc- furas comparables a la vcr, Ia tentacién de erigirse en partido {unico 0, por lo menos, de hacer permanente un sistema de dom! nacion mayoritario, eb grande. Pero la utilizacion de métodos del antigo régimen muestra sobre todo, el debllitamiento de la. auto- Hidad censral frente 2 las seeciones locales de un partido donde hay cada ver mAs oportunistas que “hacen carrera. ‘Las acciones violentas de los radicales son también a veces Repetto (Nicolis), Mi paso por la politica. De Uriburu a Perén, Bs."As, Santiago Ruede, 1957, pig. & 206 reaeciones ante los ataques sin piedad de la oposicién, Asi, para no ceder la calle a las de los nacionalistas, los militantes de Ia UCR forman una legién radical con policias de civil y fun- cionarios del gobierno, segin se dice, cuyos comandos no sélo manifiestan aqui y alla su adhesin al régimen sino que también atacan directamente clertas destacadas instituciones de la olt- garquia (Jockey Club, Circulo de Armas). Los destacamentos de ese “clan radical”, armados con tes y eirculando en camién ‘al estilo “escuadrista” para ser més vistosos, no son muy eficaces. El 6 de septiembre se evaporan. Pero su existencla es sintomitica de un clima prerrevolucionario y sitia el escenario de los debates cos. ‘Sin embargo, la resurreceién del folklore “cifico” tradicional, donde el voto dé las armas reemplaza al arma del voto, no debe Seultarnos la realidad de una politica gubernamental que no por ‘Yeleldosa deja de tener una trayectoria precisa. Una politica nacionalista y popular La hostilidad inextinguible de Ja élite establecida hacia los radioaies se expllca por ia sensacién.de que otros han usurpado ja‘funcién airigente que le corresponde y, sobre todo, por la con- Mlcelgn bien afianzada de que un “gobierno de opinion” es por Uefiniidn demasiado dt Frente a fas clases populares”. Todas fas (clones opositoras sobre 1a demag is vas igs Tadiosles Que “adulan’ a la plebe”teaducen ce snntlz. {2eNhuuelgas y los movimlentos sociales de 1919 y 1920 confirmaron Jos temores de 108 ps ‘Pero también ‘hicieron vacllar 1a conflanza de muchos fas amantes del orden, particular mente en el efercito. AM on eri *Peréa, evocando en 1970" su_partleipacién on. el golpe de Estado de "Uriburu, recuerda que él habia votado por Frigoyen en 1916 y que la caida de este wltimo en 1990 “habia ‘Ade preparada por la semana trigiea de 1919". La asoclacion de $e°abs Rechos y la confusion cronologiea nos parecen muy sigui- Heativas. Los propictarlos y los partidarlos del statu quo social Uisnen motivor make cori Dare tema: lan dobliéades de ub g0- bierno preocupado por la opinion publica en 1926 que en 1910. 1 rea Po de to" 100, la pslcosis de Ia feevoluclén de Oetubre provoes en las margenes’del Rio de la Plata una ola ‘fundamentos a la par que un antibolchevismo sin Sontunistas"” Ahora bien, 1a segunda presidencia colncide con In Steanizacién en América Latina del sindicalismo “clasista” y de Peréa (Juan D.), “Las memoriss de... (1895-1945) 1 de abel de 1970, pig, 28. ‘ "Es en marzo de 1919 que el minésculo Partido Socialista Tnterna- cional pide su afiliactén a la TI* Intemacionel, Panorama, 207 los movimfentos de extrema tzquierda afiliados a la II1* Interna clonal, En mayo de 1929 se efectua en Montevideo el cangreso constitutivo de la Confederacion Sindicel Latinoamericana (esta), Yama regional de la Internacional sindical roja. in junio del mismo 5 la primera conferencia comunista latinoamericana. El Partido Comunista argentino legal no -oD- tiene mas que el 224% de los sufragios de 1a Capital Federal 7 €1 0,80 % de los del conjunto del pais en 1926, su mejor campafia. Pero el “peligro rojo” asusta a los grupos dominantes més ain cuando el clima social se deteriora hacia fines de 1929. Reina el desempleo, situacion que no puede ser ajena al recrudecimlento del bandolerismo, simbolizado por la bande a Bonnot portefia de Jos gangsters anarquistas Di Giovannl y Scarf, Por lo demés, si la élite establecida y el conjunto de fuerzas conr“rvadoras descan fervientemente la’ caida de Yrigoyen, no 8 stio a causa de la inaccién y aun de la abulia de su gobierno. La oposieién ataca también la politica concreta y real de la. adm nistracion radical. Se denunclan abusos para poner iérmina las realizaciones, ‘Porque el balance de la segunda presidencia esta, muy lejos de ser nulo. ‘En efecto, el segundo mandato de Yrigoyen esta colocado balo ¢1 signo de las reformas sociales. En su mensaje al Congreso del 24 de mayo de 1929," el presidente radical critica la insuficiencia de Ta politica social de su predecesor y declara: “La legislacion nacional es inferior a las exigenclas soclales de nuestra época”. El'gobierno de la UCR aumenta la parte del presupuesto destinada al bienestar social. Realiza un esfuerzo muy particular en favor de Ia instruccion publica desculdada bajo Alvear, Entre 1916 y 1922, de acuerdo con el indice base 1908 = 100, el niimero de escuelas habia pasado del indice 131,9 a 1624; en 1925 apenas legaba a 174, yen 1928 a 182; pero aleanza a 190 en 1930. Para Ja oposieién, 1a reforma de 1618 condujo a la “anarquia univer- sitaria”."* Es hostil a la politica educativa del radicalismo y aprecia, muy poco ese tipo de gastos. En materia de legislacion laboral, pasan a estudio muchos proyectos de leyes, La ley 11.544 del 29'de agosto de 1029 instaura ia jornada de 8 horas (48 horas semanales). Es enérgicamente atacada por la, derecha politica que s6lo ve en ella la instituclo- nalizacién del “derecho a la pereza”. Los Industriales consideran ue esta ley “'gencrosn pero poco realista” levard a las empresas, Gue ninguna barrera protege de ia competencia extranjera, a la ™ Yrigoyen (H.), Pueblo y gobierno, 4, Mensojes, Bs. As., Raigal, 1953, pig. 892. ¥"Bunge (Alejandro E.), Una nueva Argentina, Bs. As., Kraft, 1940, lig. 452. Segin los propios términos del manifiesto “revolucionario” del 6 de septiembre que justifica el levantamiento por “la inereia y Ia coreupetén administrativas, la qusencia de justia, la anarquia universitaria, la impro- visaciin y el despilfarro en materia econémica y financiera, el favori- tismo...”. quiebra, al elevar desmesuradamente los costos de produccién. ‘Und medida semejante, alslada, no tuvo, por-clerto, una inci- dencia directa en el desencadenamiento del golpe de septiembre, ‘aunque hombres favorables ala industria nacional hayan par. feipado en el movimiento (Alejandro Bunge, B. Villafanhe y mu- chos oficiales superiores, por ejemplo). Las’ motivaciones de los Fevolucionarios son a la'vez miiltiples ¥ globales, Pero 1a impor tancla de las leyes sociales promulgadas por Yrigoyen demuestra tuna orlentacién global que los directores de empresa y muchos propletarios juzgan peligrosa: los radieales yrigoyenistas favore- ben el consumo popular y protegen la production egropastoril; no reen en Ia Industria nacional. ‘Asimismo, cuando a consecuencia de la cfisis los salarios reales caen de 100 en 1929 a 91 en 1930, Yrigoyen decide bajar autoritariamente los alquileres y los arrendamientos. Esas me tinadas son condenadas en seguida por los conservadores como manifeftaciones de una voluntad deliterada de corrupelén social, “Adular a las masas, ceder ante los sindicatos, hacer votar altos salarios minimos ... todo esa no es mas que demagogia pura” escribe en La Nacidn del 4 de septiembre de 1930 Alfredo Colmo, que acusa a Yrigoyen de ser “esclayo de los sindicatos”. Es verdad Gue algunos sindieatos, 1os de los ferroviarlos entre olros, donde Ia presencia ‘radical es fuerte, ‘apoyaron al presidente el 5 de septiembre. <¥rigoyen obrerista? Asi se resume realmente la eri- tica fundamental de 1a oligarquia. La crisis econémiea.agrava 1a aprensin de la élite establecida y su impaciencia en retomar el poder. ‘A pesar de no tener una mentalidad industrial, Yrigoyen pone en prictica una politica econdmica nacionalista, especial- mente en el campo del comereio internacional y de la ex minera. Trata de instaurar un control estatal en ciertos sectores donde hasta entonces el poder pibilco argentino no se habia aventurado. En 1929, la Argentina suscribe con Gran Bretafia el pacto de Abernon, nombre del principal negoclador britanico, El acuerdo comercial tenia previsto ei otorgamiento de créditos reciprocos por més de 100 millones de pesos. Gran Bretafia debia comprar cereales y carne. La Argentina, material ferroviario. Pero el. g0- blerno arzentino se reservaba el monopollo de las transacclones. Este acuerdo de trueque, aceptado por la Sociedad Rural y muy eriticado por los medios’ politicos yenistas, jamas’ entre en vigor, Ratificado anicamente por la Cémara de Diputados, fue archivado por el goblerno provisional de septiembre. Lograr que el Estado asumiera nuevas responsabllidades no * Ver “Nota presentada al Exemo, Sefior Presidente de la Nacién por la Sociedad Rural, Bolsa de Cereales, Confederacién Argentina de la in- ustria, el Comercio y la Produccién 'y 1a Unién Industrial Argentina, pi- iendo’ medidas para la solueién del difiel momento econémico que esté atravesando el pais”, Ancles de la Unido Industrial Argentina, agosto de 1930, pig. 36. 209 otis, ger, del agrado, de los grupos dominantes, que hacia del iberalismo una religién tanto mAs exigente cuanto ellos mismos no controlaban el aparato estatal, Pero estos partidarios de un Estado llevado a su minima expresién, oportunistes sin duda, s6lo podian oponerse con mas Yecisién todavia, a las tentativas del goblerno radical dirigidas a nacionalizar los recursos mineros. ‘Abordamos aqui una de las decisiones politicas del radiealismo que més tinta ha hecho correr. Algunos han visto en ella el ver- dadero motivo, si no el tinico, del golpe de Estado de 1930. La resunta responsak ‘los intereses petroleros internacio- ales en la caida de Yrigoyen fue citada tantas veces que tal hipotesis no puede eludirse. Sobre todo si se tiene en cuenta que se trata de un asunto pasional ante el cual los autores reaccionan de acuerdo’ con sus convicciones: unos afirman que misteriosos Intereses petroleros inspiraron o apoyaron el golpe de Estado, otros borran de un plumazo y sin examen una explicacion que se Inspira 2 la vez en Ia teoria conspirativa de la historia y en una interpretacién monista, Mitos y realidades de un golpe de Estado POLITICA ¥ PETROLEO Independientemente de los hechos y del cardcter inflamable del nacionalismo petrolero en América Latina, cuyas raices ob- jetivas no cabe analizar aqui, la incidencia de'la cuestién petro- lera plantea vastos problemas tericos. En efecto, ¢cémo puede un sector secundario de la economia, ia produccién de. petrdleo, tener una influencia decisiva en la vida politica de una nacién rtadora de carne y cereales? En otros términos, existe una relacién monocausal entre economia y politica, y el “reduccio- nismo” propuesto por algunas teorias prescindir de ciertas mediaciones? Finalmente, la expl “por el petroleo” implica coneebir a la clase dominante, cuya heteronomia habria que pro- bar, como débil y dependiente a la vez. ‘Rumores y “revelaciones” periodisticas estan en los origenes de esta interpretacion. Un ministro s, al recibir la noticia del golpe de Estado, habria dicho al embajador argentino en Paris, Alvarez de Toledo: “Sefior embajador, su revolucién huele ‘@ petrdleo”.* El diputado radical Néstor Aparicio publica el 10 de septiembre en £7 Nacional de Montevideo un articulo titulado: “La nacionalizacién del petrdleo es la tinica causa de la insu- rreceién militar en su pais”. ‘Waldo Frank, en los Estados Unidos, vuelve a tomar esta tesis desarrollndola:” los monopolies internacionales habrian fi- * Ver Luna (Félix), op. ott, pig. 383. ™ Frank (Waldo), América Hispana, Bs, As., Losada, 1950, pig. 92. 210 t nanciado el golpe de Estado. Autores dignos de estima han hecho saya 1a acusselon, que enconérd en la Argentina gran mimero de pavtidarios y que se convirlid en la interpretacién oflctal del par- Rado radical, Hn 1943, el economista Félix J. Well presenta a los Intereses petroleros éxtranjeros como a “la partera de la insu- rreccion’." El futuro presidente Arturo Frondizi, en su monu- mental ensayo “anliimperialista”, Petroleo.y. polifiea, habla mas precisamente de “golpe petrolero’ yanqui”"™ ‘La cuestion del petroleo hace su aparicién en la escena po- litica ‘argentina en él transcurso del afio 1927. El 3 de mayo de io27, un “intelectual de laquierda”, el Dr. Arturo Orzébal Quin- fang, funda la Allanza Continental para. 1a Nagionalizacién del Betroleo Argentino. Numerosos jovenes radicales” (Molsés Leben Sohn, Federico Monjardin, Diego Luis Molinar)) participan en las Seelenes publicas dela Alianza que recibe el apoyo de las auto- Hidades de Yacimientos Petroliferos Fiscales, cuya politica nacio- halista y cuya expansion apoya. EI general Alonso Baldrich es consejerd honorifics de la asociacién. En junio de 1020 el Moseont, director de Yer, conviene con el presidente de la Alianza Continental en financlar una campafia de opinién de seis meses Shara defender la soberania argentina cada vex mis amenazada por la penetracion del capltalismo norteamericano”.' A partir de 1027 se desarrolla en el mundo una competencia ‘muy intensa entre las dos socledades mas importantes: la Standard Gllvot New Jersey, de los Hstados Unidos, y la briténica Royal ‘Dutch Shell: Violéntos conflicts comerciales, cuyas consecuen- Glas politicas nunca gon desdefiables, jalonan en muchas regiones Gel mundo la espectacular rivalidad de los dos mastodontes pe- froteros. EI acuerdo de Achnacarry entre los dos grandes (a los ‘gue vino @ agregarse la Anglo-franian) pone término provisional- TRente a esa competencia agotadora en septiembre de 1928. El Reuerdo, que crea un frente unico de grandes compafilas, reparte fos diferentes mercados consumidores de acuerdo con 1a situacién Sristente al momento de la firma, El cartel pretende controlar fa comercializacién y la produccién a escala mundial sin pre- ‘Seuparse por los intereses naclonales en juego. En cuanto a la Pcjas cuotas habrian sido fijadas de la manera si- fulente: Standard Oil, 458%; Royal-Dutch Shell, 27,6: xP7, Sov; repartiéndose el resto ‘entre Ins demas compafiias.> Por Jo'demés, el precio de venta. al consumidor es fijado en forma Unilateral por ia compania extranjera mas poderosa, Es por clio que, cuando él goblerno decide el 1° de agosto de = Well (Félix), Argentine riddle, Nuova York, John Day, 1044, pig, 42. 1 Fronds (Attar) Petro y.poliiee, conrbuctén al estudlo de la hnstorie econdnioa ergenina 4 de las relaciones entre el imperaiomo y le Side politica nacional Be. A. Raigal, 1984, pig, 272. 2 PMfoncont (general Enrique )s El petrleo orgentino entre 1922 y 1890 4 la rupture de Ye trusts ingles y norteamericano al 10 de agosto de 1929, Be, Ax’ Talleres,Gréficos Pera, 1088, pig. 255. ‘S'ypids pag. 171 y Frondiai (Arturo), op. lt, pag. 276. au 1929 bajar autoritariamente el precio de la nafta y dar a yrr la facultad de imponer un precio uniforme en el mercado argentino, los radicales nacionalistas y los militares que apoyan Ia accion del general Moscon!, exultgn. Pero, mientras la Allanza Continental considera que el 1° de agosto de'1929 es una fecha fundamental sociedades extran- intromisién del Estado en los negocios privados como un grave atentado a la bre empresa. Ante todo resulta que la politica nacionalista de vPr sustentada or el gobierno de Yrigoyen pone en serio sus intereses fn el preciso momento en que esas com ‘hasta entonces esenclaimente importadoras y distribuldoras, se ‘interesan en las Teservas petroliferas argentinas. Queda planteado el conflicto en- tre el cartel petrolero y el goblerno. general Mosconi desea, por su lado, que las sociedades extranjeras sean proscritas de’ la explotacién del subsuelo argen- tino. Un proyecto de ley, que fue presentado al Congreso bajo Alvear, crea el monopolio nacional de los recursos petroliferos. El proyecto, votado por los diputados en 1927, es bloqueado por el Senado en 1929, mientras la Standard Oil obtiene concesiones de las autoridades ‘provinciales, particularmente en Salta, en el norte del pais. El 7 de octubre ‘de 1929 Yrigoyen envia un mensaje extraordinario al Senado urgiéndolo a examinar y sancionar el proyecto de nacionalizacién del petrdleo, Las discusiones en el Senado (septiembre-octubre de 1929) se desarrollan en un clima de gran pasién. El debate alcanza la calle. La Alianza Continents organiza grandes reuniones populares durante les cuales los ora- dores fustigan a los “senadores traidores”, representantes del ca- pital extranjero, que obstaculizan la ley ‘de naclonalizacion, ‘La nacionalizacién del petrdleo se convierte en uno de los temas importantes de la vida politica. Durante la campafia elec- toral de marzo de 1930 e1 partido radical hace hincapié en la “detensa del petréleo argentino” contra los “trusts internaciona- les”. Un editorial del organo del partido, La £poca, del 8 de enero de 1930 leva por titulo: “Ni un centimetro de tlerra, ni una gota de peiréleo’. El mismo diario dediea, un espacio privilegiado para anunelar los mitines de la Alianza Continental. sta reourre a la radio para intensificar cu “lucha contra loa trusts petroleros”: el general Alonso Baldrich analiza por este medio los peligros que representa para la soberania nacional la penetracion de las companias extranjeras."* El partido radical entero, y més particu- Jarmente su juventud, parece movilizarse para la “defensa del petroleo”. El comité universitario radical de Buenos Aires publica en febrero de 1930 una recopilacién de conferencias sobre la na- cionalizacién titulada £7 petréles argentino. El comité radical de 1a Capital Federal hace imprimir afiches con el tema: “De- "* “En defensa del petréleo argentino”, La Epoca, 7 de febrero de 1930, ‘Ver igualmente Congreso, Senadores, Diario de sesiones, 1920, pig. 445-644. "La Epoca, 8 de julio de 1930. a2 Sa os oko yu. ans Tk VOR tended 16 a" Frara de los trusts petroleron. splevay que decir que es un tema de propaganda popular y que eee ee ene ee eee OE ttle Soe ee et ce seaside ee Satgblacion contra una compafia yanqui que parece condu- Pet a eg her errr eer 2 orpromiso, los Sots mluares, resins, ante, dente core Como, ‘uno. de ellos en una revista econémica: “El tono ro ecrgado sa campadia y el hecho de ser qin dirigida por patrivrestigiosos generales de la Nacién, cuando fue iniciada du- os Pia anterior presidencia, desperts gran interés y aun excita Tun es particular en clertos cfrculos populares poco avezados al ‘estos problemas. ..”** estudio Socumento esencial en el legalo de la tess petrolera exté ronstituido por el problema de la Tuyamtorg. Se trata de la agencia const ad del goblemno soviético que se estableci6 legalmente en fomepentina en diciembre de 1922 bajo la forma de una sociedad Ye guna. Goza de un crédito seguro en. las instituclones oficiales: aperismo Banco de 1a Nacion le concedié un préstamo de 7 millo- nije pesos. Los medios econémicos no pueden més que fellci- nes de Pesos actividades hasta, 1990. fr efecto, el saldo de 10s Intercambios entre Argentina y la uss, canalizados por la Tu; jamtorg, es ampliamente favorable a la ‘Republica Argentina (2 yamiere Ge pesos en 1927). Pero en el mes de agosto de 1980 la Riiedad comercial soviética, instada sin duda por el goblerno de Hens Aires, se compromete a entregar a la Repiblica Argentina Petrdleo soviético por debajo del curso mundial a cambio del pago Bavproductos agricolas (trigo, cueros, ete.) La emoclon es grande fen los medlos econdmicos y especialmente en las grandes com- Pasias que temen Ia competencia del petréleo soviético y una Baida de los precios de venta a los consumidores. a TB golpe de Estado de septiembre aleja esas amenazas. E acuerdo se convierte en letra muerta. La Tuyamtorg parece olvi- Gada cuando, el 1° de agosto de 1931, un allanamiento pollcial se lleva cabo en las offcinas de la sociedad, a fin de establecer “sus ‘aciividades” y sus “relaciones con los sindicatos ex- Terangete” a sociedad ey disuelta nigunos dias Gespues con falsos pretextos y' gus dirigentes son expulsados. Las primeras explica, Giones oficlales de esas medidas son de lo més contusas; ys menudo contradictorias. Bl Ministerio de Agricultura declira, el 4'de_ agosto de 1931 que el saldo comercial con la unss “iba a Yolverse negative”; a socledad “depende de un goblerno extran Tye egy Space ies AS ds ae Pers Tay ga Binge), pbs, enn lr Se cee 213 Jero no reconocido por Ia Argentina” que tiene con Moscd un Uitigio no resuelto desde 1927, segiin se hace saber el 13 de agosto. Pero aparecen acusaciones mas precisas que presentan un vinculo evidente con el problemz.petrolero. Las fuentes ofielales declaran que “el sindleato comerciéi de los soviéticos” se proponia destruir reaiante ol dumping una guess miners atgenting y que le fagencia soviética pretendia debilitar ‘al pals, “haciendo bajar en forma ruinosa (oie) el precio del petréleo",* en el marco de un plan de “subversién ‘roja”, Para los abogados defensores de la Tuyamtorg fue facil derostrar™ que el acuerdo no podia poner en peligro Ia produccion ‘nacional’ el petréleo ruso debia. reem- plagar las Importacione: ‘de otra procedencla y las cantidad Adquiridae habian sido fijadas por el goblerno en funcién de las hecesidades del momento del monto de los productos agricolas argentinos vendidos a 1a Uiss. “Algunos deben de haber visto en el asunto un indicio irrebati- dela intervencion ce los grandes intereses petroleros en. 1a vida politica argentine. Podemos. preguntarnos sin embargo Dor qué el gobierno provisional eaperé casi un afio pare atacar a la Sociedad andnima Tuyaratorg. A pesar de estar indirectamente Vinculada con el petroleo, 1a cuestion de la Tuyamtorg permitis Yevelar mejor el Gescontento de clertos medio econamicos, por Ia politica comerelal de Yrigoyen, La llamativa. disolucién de soeledad, la denuncia de sus maniobras econémicas “subversivas”™ ‘© de sus relaciones con los comunistas locales responden a una Mmantobra ‘polities dirigida en realldad contra los radicales. Por diversas razones que tlenen que ver con 1a evolucién de la situacion politica interna (y que examinaremos en el capitulo siguiente), fl goblerno del general Uriburu trata de desacreditar a los radi ‘ales de todas las tendencias. Se esforzaré pues en demostrar, ‘que el radicalismo es el partido del desorden y que existe und Yerdadera colusion entre sus Jefes y el comunismo internacional. Gomo los abogados de la’ firma soviética, Honorlo Pueyrreden y Mario Guido, ‘son dos radicales notorios que ocupan el centro de la escena politica, no habla mejor manera de descallficar a estos diglinguldds alveirtas. que impllearios en un “complot ‘comt= ister En todo caso, el arunto de la Tuyamtorg, quake totalmente arado, no confirma las presunciones qué tecaen, segin. los Fadleales, sobre‘ las compatias del cartel No obstants, tna serie Ge hechos innegables no puede dejar de llamar la atencion de los observadores:, ios intereses petroleros se encuentran amplia~ mente representados entre los eonjurades y en el seno del go- blerno provisional. Nos limitaremos a hechos comprobados, basindonos en fuentes % La Nacién, 2 de agosto do 1981. * Estudio dei Dr. Honorio Pueyrredén, La Soctedad Andninia lnyamtorg ‘ante la justicia federal, Bs. As, Talleres Crificas Ferrari, 1981, 40 paige, y las cartas del Dr. Alejandro 'Lastra y del Dr. Juan Carlos Luro La Nacién, $y 8 de agosto de 1981. 214 ."" El brazo derecho militar acne” eas dems, itr, ce bar, Bal su nombre.” El influyente economista Alejandro Bunge, consejero Ge ta Unién, Industrial Argentina, Ia cor amen a. econdmo cate eMcenee|o de administracion’ de ‘a. Andes Petroleum Got~ Peration, Después del golpe de Estado, se convlerte en minlstro Bo'Hacienda y Obras Publicas del gobemador “provisional” de la oe eracie de Santa Fe, El ministro ge Obras Péblicas del goblerno bat Uriburu, Octavio 8. Pico, preside dos socledades de explotaclon petrolera, la Compatia Agentina de Comodoro Riva- iia y la Fetrolitera Andina, Bs mlembro también del directa Se%le Tefineria El Condor del _que forma parte ‘Horacio Beccar Serela, “ministro de Agricultura. Este Ultimo pertenece también Mi consejo de administracton de in Compafiia Argentina de Como- Goro ivadavia de la que es acclonista, Ernesto Bosen, ministro de Relaciones Bxterlores, es presidente de ln Compania industrial $ ‘comercial Petrolifera, filial de la Anglo-Persian. El ministro del Jagerlor, Matias Sanches Sorondo, es profesor de derecho minero én la Facultad de Derecho de Buenos Aires y abogado de la Standard Oil. "ZQUué conclusiones sacar de esta reveladora lista de represen tantas de los Intereses petroleros? En primer Ingar, que en la Mayoria de las socledades cltadas capltales nacionales y capitales Tuivanjeros se encuentran ssociados, sea simulténeamente, sea Sueesivamente. El juego de intereses 'y particlpaciones es cific fhonte desentrafiable sin estudiar cada caso en particular. En Yequndo lugar, que el goblerno de la dictadura no es insenstble sue “demandas' Ge los petroleros. privados. Los hechos prueba Esta perogruliada, No se prosigue con la politica petrolera de Yri— foved Uno. de ios primeros deeretos del goblerno provisional Sexfitaye a las autoridades de ‘rr. Se detiene incluso al general Moseonl y se le abre una causa Judicial. Desde luego, s¢ abandona al 0. de ‘nacionallzacion del petréleo: se confirman las congesiones provineiales a 1a Standard Oil, ‘Entre las medidas del goblerno de Uriburu en materia de hidrocarburos, los defensores de 1a tesis petrolera pasan de buen grado por sito el decteto del 30 de noviembre de 1980 que declara Sona de reserva inalienable a todo el territorio de Tierra. del Fuego. Toe conservadores ¥ los partidarlos de Uriburu ven en él una nczign para defender ai petréleo aigentino.” ia media, pura Monte Couservatoria revela en realidad el conflicto de intereses que divide a las esferas gubernamentales, conflleto que se solu- + Cuando no indicamos la fuente exacta, obtenemos los datos expues- tos de la Guia de Sociedades Andnimos, Bs, As, El Accionista, 1923 y 29, eee Meegin un informe de la Uniéa Industria! Roe. Sete = 1927, citado en la Revista de economia argentina, mayo , pl. 414. ‘Ver Lanis (Adolfo), Al servicio de la Reptblice (semblanza de H. Beccar Varela), Bs. As., s.., 1953, pigs. 42-48. as gloné con Ja sabia decisién de dejar que el futuro goblerno cons- tituclonal resuelva. Asimismo, el aumento del precio de los pro- Guctos petroleros en enero de 1931 fue presentado a veces como una coneesion a las exigencias de las grandes compafiias: se trata en realidad de un alzaten las tasas, destinada a alimentar un fondo para inversiones viales y Becear Varela rehiisa acordar las compafiias, como deseaban, una parte del producto del alzat De alguna manera, el ministro’de Uriburu defendia a largo plazo los intereses de las compafias petroleras contra sus intereses a corto plazo. De todos estos datos aparentemente dispares sin duda, podemos sacar algunos elementos de reflexion. Se nos perdonara habernos extendido sobre un mito que, siendo ahora parte de la historia, condiciona la interpretacion global que pueda elaborarse de un Proceso politico reiterado. Es evidente que al no contarse con archivos accesibles de las compaiiias sospechosas de haber fomen- tado o financiado el golpe de Estado, puede afirmarse provisio. nalmente que ninguna prueba irrebatible puede apoyar la “tesis petrolera”. Pero, aunque semejante prueba apareciera, la res Ponsabilidad “inicamente” de los intereses petroleros en la caida de Yrigoyen, o incluso su intervencién decisiva, estaria fuera del campo de interpretacién rigurosa de los procesos sociales que debe tener en cuenta la interdependencia de los distintos niveles de Ja realidad. No es menos cierto que Ja oligarquia argentina, tradicional mente ligada a las inversiones de los paises industriallzados, nor- malmente los defiende como a sus proplos intereses. La’ élite establecida, “Briareo de clen brazos”, controla los centros neu- ralgleos de la economfa nacional. Esta constantemente a la busca de buenos negocios. Ahora bien, como en el ultimo quin- quenio de la década del veinte la actividad petrolera va viento en popa, no es extrafio que la politica naclonalista de Yrigoyen provoque una protesta general. Pero transferir la responsabilidad a los “trusts extranjeros” no puede hacer olvidar que el 6 de sep- ‘tlembre de 1930 es un movimiento de reaccion oligarquica, ‘T slegatos tampoco pueden disimular la debilidad del radicalismo en el poder. El problema petrolero es uno de los aspectos del conflicto entre Yrigoyen y la oligarquia. Pero es a esencia de la politica del Esiado radical I que esta en tela de Juicio. Cuando ios econo- mistas conservadores atacan el proyecto de naclonalizacion de Jos recursos petroleros, lo, hacen en nombre de la “libertad de Ia industria y del comercio”, o sea de una causa més amplia que Ja de la industria petrolera privada. E1 petrdleo desencadena pasiones, pero en la Argentina tlene infinitamente menos im- portancla que la carne; excepto que, como en el caso de los frigorificos exportadores de carne, pero en forma mas evidente —Swift no encarna el capitalismo “tentacular” como la Standard Ol, la cuestién petrolera forma parte de una transformacion de igs relaclones econémicas externas de la Argentina, y por 10 tanto de la rivalldad entre Gran Bretafia y Estados Unidos. 216 es on ks th ela ip ey ae ae te ica i pa ; Ct 2 sn cee un “asp de gin ene como pretende perentoraipents. un ensayista cont 3 prio, ia . For coe pfeferenciales con Ia. City ¥_ con y fue GOLPE DE ESTADO E INFLUENCIAS EXTRANJERAS Europa, decir que un hecho politico es “obra del extran- En Eureperece como una cémoda ficeién policial, pero no Jer0" ° aereP en ‘los paises “dependientes”. "an este tipo de es sociales con una economia “penetrada”, es indis- poréneo? “restaurada” en septiembre mantiene Sees mercado de cares wanield y Gran Bretafia sigue slendo el primer cliente ae Stier inversor del “séptimo dominio". Pero Yrigoyen no menos en este aspecto y Ia realidad es sin duda mas com- aT externa del presidente Yrigoyen se inscribe en Ia trad tee iiics Capen devia diplomacia argentina, De acuerdo con fradicwerdtivos poblacionales ¥ sobre todo con los intereses perma~ oe Ge la economia agropecuaria, los radicales, asi como 10s Remservadores de tlempos de Séenz Pea, se oponen a las tenta~ {Ras nogemonicas de los Estados Unidos en el continente. En Ia Gonferencia Panamericana de La Habana de enero de 1928, los Gfiegados argentinos encabeesron ia ofensiva contra el interven Gioleme norteamericano * en América Latina, mente en "hsimismo, la Argentina de Yrigoyen pretende ser 1i- “al pacifico de los Estados que llevan @ cabo una politica imperial cao me eee een ee cae ae ea que’ el progreso de la civilizacién apunta a la instauracién de un ees mesg treaechans Boe eis ina de profunda desconfianza hacia la politica con- seen Ser. en temas as pes Sere ree cies, re eer te arg er es Scrat re nn te tt he Sethe Sas sani ania os a tee el oe ate ane Pa Gi, Lies See crn ee Oe Herdndes Arrogul (J.J), op olt, phg. 194. ‘= Ver Conll Pas (Alberto A.), La Argentina los Estados Unidos en le Sento Conjrencia Panemercena (La Habona, 1998), Br. Az, Hues, 1965, pig. 23 ‘af innuguraee la linea tlefinica directa entre Nueva York y Bue- ot Aires, ctado por Merchensky (Marcos), Lar corients Healdgicat on Ta heora argentina Bs. As, Concordia, 196L, pig. 163. a7 rnormalidad constitucional dando a la opintén piiblica todas las Garantias necesarias". "Todas esas declaraciones tienen doble sentido. En el plano do tae selaciones entre Estados, los revluetonarios quieren ganarse of rggnomlnto de la potencla dominants det continents, Eero cl retiorso procura igualmente obtener crécites norteamericanos cl eoWerinaeiar parte de la delda externa. El 23 de septiembre /Pitfrensa conservadora exulta: jun présamo de 80 millones de 1B,Preses geordado por el Banco Brow Brothers, a una fase. del Soeria “dasa mas bate ofrecida a la Repiblica Argentina”, 19 Dor (am ano! MP Et acercamiento entre la Argentina y los Estados “Unidos ‘puede. faunbien ‘detectarse en clertas.electiones spolitieas, como Puede amplo en el campo de los transportes, Al optar ‘por. lor Pofanos ¢ incrementar asi el uso de_los automotores, mientras ue Yrigoyen pensaba emplear 100 millones de pesos en la mo= eenizaclon de los ferrocarriles, Urioura prefiere el petroleo al Sarbon yazan mmereado dominado por lan grandes frmas fe Detroit Se Mouede por ello decirse que 1a politica de Usiburu es ablerta y revaehiamente pro norteamericana? De ninguna. manera, Los rapes revoluclonatios y los medios eeondmicos dirigentes se en- weeRiran divididos en cuanto a ia ‘ctica a seguir frente 2 la Ssais mundial. Hi reflejo esponténeo de una clase extravertida, Sonseiente de su insegutidad y dela vulnerablildad del sistema, SSnsiste en ‘acercarse'a tna ‘nacién. fuerte. Pero cull?” zGran $eutuia 0 Estados Unidos? La’ busqueda, de tina soluelon econb- mica ef paraleia a la Tespuesta poiltica a Ia situacion: el derro- Ekmiente de ‘rigoyen, Es por eso que las explicaciones que sca~ Samos de proponer deben ahora ser reubleadas en el contexto Ge e-gran crisis de 1929. libre empresa, donde el Estado evita escrupulosamente intervenir en la vida econémica, con la debilidad de la Argentina desorien- fada por el dirigismo’obrerista de los radicales.”" Se desea que la Argentina siga el rudo y exaitante ejemplo de los yanguls y se distancie del viejo mungo, minado por la lucha de clases ¥ el socialismo, Es un tema ecurrente, Incluso y sobre todo en los Raclonalistas autorltarios como Lugones. Esa imagen Pasitiva de los Estados Unidos constituye el as- pecto cultural e ideologico de la penetracién ‘norteamericana. Mientras Yrigoyen favorece las importaciones britanicas por ei pacto de Abernon, de conformidad con los intereses de los pro- Suetores y de los exportadores, los Estados Unidos aumentan su partleipacion en la economia. Después de la primera guerra mun- Sial, ‘Nueva York reemplazé a Londres como mereado financlero para los empréstitos argentinos. Los Estados Unidos son los. pri- Ieros proveedores de la Argentina desde 1925. Ya vimos cémo las Sociedades britanicas tuvieron que ceder terreno al terminar la guerra de las earnes. El dinamisino de la repablica norteamerica- fa hace retroceder poco @ poco al Reino Unido. La politiea de Yrigoyen no es muy favorable a Ja impetuosa ofensiva de los capitales norteamericanos, Pero esd no significa que Wall Street haya tomado parte en el golpe de Estado, Desde Thego, porque el 6 de septiembre la firma Packard haya, puesto a disposicion de Uriburu sels automéviles y dos camlones, no puede Gecirse que el golpe de Estado recibié apoyo directo de una ‘empresa norte /°NPBs evidente, sin embargo que el mundo norteamericano de los negocios recibié con satisfaccién la noticia de la caida de ‘Yrigoyen. Asi lo atestigua el alza de los valores argentinos en la Bolsa de Nueva York™ y, en menor medida, la franca recupe- raclén del peso con relacién al dolar. ‘Pero, mas que tratar de descubrir indiclos de una ayuda o de tuna complicidad norteamerieana en la conjura de septiembre, Seria interesante analizar la actitud del gobierno provisional hacia los Estados Unidos inmediatamente después de In caida de Yri- goyen, Cuando el general Uriburu otorga su primer entrevista a Ain periodista extranjero, el 9 de septiembre, declara a la agencia ‘Associated Press que Ia Argentina se propone colaborar “de ahora fn, mas con les Bstados “Unidos”, partieipar ‘de nuevo. “en, las actividades panamericanas”. El 10 sabre, el te provisional hace una declaracion telefonica al New York Times Dara anuneiar que su goblerno va a nombrar sin demora un embajador en Washington. El 11 de septiembre, en un discurso @ifundido por la cadena xsc para el piblico’ norteamericano, Uriburu explica las causas y los proyectos de la revolucién, recal- eando que el goblerno provisional intentara devolver al pais “Ia * Ver particularmente los articulos de Leopoldo Lugones contenidos ‘en los dos vohimenes de ensayos politicos {ue publich en 1930 o el articulo de Alfredo Colmo sparecido en La Nacién del 4 de septiembre de 1990. * Sogin el testimosiio de Manuel de Lezica, op. cit. pig, 20. “* La Nacién, 10 de septiembre de 1980. Dansesié Beaten 7 peeticinecltes palBina El derrocamiento de Yrigoyen, después de setenta afios de extabilidad, ‘no es una peripecia de 1a historia politica argentina, Bi la simple traduccion politica de una recesion cuyuntural, re- Sultado de la depresion mundial. Por el contrario, Ia revolucién de septiembre se sitia en un amplio sismo politico que afecta al continente americano entero. En efecto, durante diez meses, de marzo a diclembre de 1930, se asiste en América Latina a la realizacion de sels golpes de Estado exitosos (en Ia Repiblica Dominicana, Haiti, Bolivia, Peri, Ja Argentina y Brasil), mientras que la oposicién intenta sin éxitg tomar el poder por la fuerza en otros cuatro paises. La intensidad el fendmeno apenas sl disminuye en los afios 1931 y 1962. Ader, en Ja campafia llevada a cabo por los medios conservadores contra el gobierno radical para convencer a la opinién pibiica, los pre- 219 | | | 218 cedentes boliviano y peruano fueron ampliamente utilizados. El 6 de jullo de 1930, La Nacién dediea cuatro columnas de su pri- mera pagina a la “revolucién de Bolivia”, precisando que el presi- dente Biles Reyes tue derrocado por los militares gracias a ia ayuda de log estudiantes y cadetes de Ia Escuela Militar. Luego de la Tebelién de Arequipa, en el Peri, que provocé la caida de Leguia después de 11 afios’ de poder, La Prensa advierte al. gobierno en su editorial del 25 de agosto, que la existencia de dictaduras genera abusos de autoridad lamientables. Los comentarios gene~ Tales de la prensa sobre esa oleada de golpes de Estado no son menos edificantes. El 25 de enero de 1931 La Prensa da por des- eontado que la corrupeién es la causa principal de esa seguidilla de revoluciones. El diario considera que “la, crisis econémica’ surge “como consecuencia de la corrupelon...” Es sin duda conveniente, para entender este primer golpe de Estado “militar” de la historia argentina contemporanea, no als- lar a un proceso nacional del entorno mas amplio que representan las relaciones econémicas mundiales. Pero la situacion econémica argentina de 1930, sin ser brillante, no es catastrofica. El fracaso de las autoridades gubernamentales no fue 1a consecuencia inme- diata de un sdbito derrumbe econémico. Los que pudieron tener una incidencia politica decisiva son, en primer lugar, mecanismos sociales e incluso psicolégicos, puestos en movimiento por las difi- cultades econémicas. La economia argentina padece una coyuntura mediocre, in~ cluso antes de que el “Jueves negro” de Wall Street proyecte su Sombra sobre in City de Buenos Aires. La cosecha de cereales de Ja campafia 1920/30 es mala, mientras que la de los paises euro- eos productores es excedente. La situacin del balance de pagos se deteriora en 1929 a pesar de un saldo positivo del balance co- mercial, Ya no llegan capltales-extranjeros y los egresos finan- cleros asumen caracteristicas de sangria, Las reservas de oro, que eran de 619 millones de délares en 1928, disminuyen en 174 millones en 1929." Ademés, a partir de septiembre de 1929, la caida de los precios mundiales desequilibra el balance comercial argentino, La situacién del comercio exterior empeora en 1930. EL tonelaje embareado disminuye en un 35%." El aflo termina con un saldo negativo de 125 millones de pesos. Las exportaciones, Que habian Wegado a un tope de mil millones de pesos (en 1927 31920), cacn a O14 millones, 1a cifra mas baja desde 1910. EI inarasmo del sector exportador agudiza la deseontianza de los inversores y de los medios jeros. Los Bancos extranjeros se deshacen de sus pesos papel contra oro que exportan répida- mente, La especulacion desenfrenada perturba profundamente al mereado financlero y por consigulente a todo el sistema econo- idnia UHV.) Shap end Watery. A tere of werd coments toy ii, Lain Cord ary Pry 88, po 38, " Repl tng, Dic Gener de Exit de Neti, Aner del Comerco Exterior dela Repablea Argentine, ao 1090, Ba Ax, {93h pag. 8 220 | | | mico, El 16 de diciembre de 1929, Yrigoyen déclde cerrar 1a Caja wiGonversién, es decir suprimir ia libre convertibilidad del peso. $$.°medida era indispensable para hacer frente a la fuga inin- ferrumpida, del metal precioso. Pero desde el punto de vista, peleoldgico la repercusién de la medida es tremendamente destavo- Pople para Yrigoyen. Muchos argentinos plensan que al abando- har el patron oro en diciembre de 1929 la Repdblica Argentina Yolo el peloton de paises ricos y adelantados. La no convertibili- Gad del peso es tanto mas facil de critiear cuanto que el pais posee todavia substanciales reserves de oro que legan a 445 mi- mes de délares. Hones asi como en el tenso amblente de la época, la contraccién general de la economia se atribuye faciimente ada mala gestion Ge los radicales. La caida del volumen de negocios bursatiles en tn 60,%, el incremento de las quiebras comerciales en un 72 % ‘durante 'los primeros meses de 1930" y el debilitamiento de la cotizacién del peso se deberian a una simple cuestién de con: Stanza. Si la Argentina “bordea el abismo” jes culpa de Yrigoye "Asi, pues, en 1929 y 1930 1a crisis internacional azota seve ramente a 1a economia del pais. Pero el afio 1930 también mai Un viraje decisivo en la evolucién de 1a economia argentina: 1a finalizacion de un cielo de progreso ininterrumpido. En efecto, Ja_detencién de la expansin horizontal de la economia agr ‘puede fecharse en 1930. Todas las tierras buenas util Zables para incrementar la producclén sin modificar los métodos de explotacion ya fueron incorporadas a la actividad econémica. La superficie cultivada casi se duplica entre 1900 y 1905,” y de iuevo entre 1905 y 1915, pasando sucesivamente de 6,1 millones de hectdreas a 11 millones y luego a 213 millones, haciéndose mas lenta la progresién de la década del 20 y establlizAndose en 1930 en alrededor de 25 millones de hectdreas (25,9 millones en 1930, 25,4 millones en 1036, 24,7 millones en 1946). ‘A partir de entonces, el progreso indefinido y vertiginoso, el universo de curvas ascendentes, parece pertenecer al pasado.’ La desorganizacién de las grandes corrientes mundiales de inter- cambio y el nuevo cuestionamiento de la division internacional del trabajo coinciden con la detencién del crecimiento horizontal. 1a belle épogue argentina liega 0 au fin. ¥ , que coronaba ‘en 1916, con su ascenso al poder como representante de las “nue- Yaa capas” ruralce y urbanas, él éxito del modelo agrocxportador, Preside el estancamiento de ese modelo econémico y su cuestio- hamiento. Se comprende que un politico y un partido sospechosos para los detentadores del poder finaneiero y econémico no hayan odido resistir esa crisis estructural. Ante la conjuncién de recesién’coyuntural y de estrangula- miento estructural, Yrigoyen no es suficlente garantia para los Intereses del grupo dominante. Muy al contrario. Su falta de fir- * La Nacién, 10 de julio de 1990. © carat, Estudio econémico de la América Letina 1949, Nueva York, 1951, pig. 186 y Di Tella (Guido), Zymelman (Manuel), Las etopas del desarrollo econdmico argentino, Bs. As,, Eudeba, 1967, pég. 107. 22 era ante las relvindicaclones obreras, en un momento en que el mgs ha trate aes cm momen EEE ea ecient diana tt muchos propietarlos. La oligarquia se propone retomar el poder para defender directamente sus posicloues:” quiere determin Talsma quien soportaratel peso de las difieulades esondmicas. Ba tras palabras, la lucha’ d® Joa sociales por ia reparticion de un ingreso nacional es impone resurir a la violencia, j La particpactén politica ampilada se avenia con la prosperioad. El control a distancia. ejercido por Ia oligarguia’ya, Fo Easta ‘en Beriodo ‘de “vacas flacae’"Revpor allo que ia dlctadura de Sepreton General Uriburu intenta Testaurar’ el antiguo ° Sogin Ia Yeliz formula de C. W. Anderson, la (Martin €), Poltead in Lain Amero Tabi, cflonee ‘and evolutionary change, Nueva York, Random House, 1968, pig. 39. 222 Capitulo 5 Una dictadura militar sin militares El ejército entre la democracia fraudulenta y el Estado corporativista El general Uriburu se halla instalado en la Casa Rosada. La mayoria, de los miembros de su gabinete vuelven, no sin placer, i encontrarse en la funcién publica, después de una “travesia dei Gesierto” de catorce afios. {Tienen estos “hombres de experiencia” tun proyecto Politico preciso en comin, acorde a las condiciones Imperaiites ent la Argentina de 1930? Muchos observadores lo dudan. Hi programa de restauracién de las élites tradicionales es tan Yage como el de los turbulentos revolucionarios de septiembre, ‘personajes en busca de autor: ninguno sabia lo que tba a hacer”.* ‘A primera vista, por cierto, sus objetivos parecen, relat mente simples y expiicltos: echar a los radicales y encontrar una folucion conservadora al problema politico argentino. Pero es més ficlt ponerse de acuerdo para extirpar todo lo que, parece levar Ja marca de la demagogia yrigoyenista, en materia econémica, ‘Social o politica, que para asegurar el mantenimiento en el poder Ge las clases fitistradas. Sobre el primer punto existe una unani- fmidad sin fallas. La “desradicalizacién” ‘no se limita al ambito Gel Estado. Toma incluso un cariz de revancha social. Todo aquello {ue de alguna manera puede ser atribuido al régimen depuesto Sufre los gores del “goblerno provisional”. Y la dictadura con- servadora tlene la mano dura: se instaura la ley marclal y se Festablece la pena de muerte abolida por el Congreso desde i921 Para los vencedores de septiembre, el orden debe restaurarse en primer término en el terreno laboral mediante severas medidas Contra los ‘movimientos subversivos: es por ello que el goblerno futoritarlo del general Uriburu se caracteriza por la prictica de Una represiOn exirema, Los conservadores restaurados, que no dlvidaron el miedo de 1919, intentan quebrar Jas organizaclones Obreras. Los sindlcatos dirigidos por los anarqulstas y los comu- fhistas-son disueltos.y sus dirigentes detenidos en-masa-o, si-son extranjeros,-deportados a veces a sus paises de origen, de con- formidad con la “ley de residencia”: es asi como muchos delegados + Trazusta (Julio), Tres revoluciones: los itimos veintiocho affas. (Ciclo de mesas redondas organizado por el Instituto de Extensién Universitaria de la Facaltad de Derecho y Ciencias Sociales), Bs. As., Perrot, 1959, pig. 124. 223 sindicales son expulsados hacia la Italia fascista.* Se toman drds- tieas disposiciones particularmente contra los sindieatos recien- temente organizados por un Partido Comunista en pleno auge. Es el caso de la imnportante Federacién Gremial de la Industria ie Ta Carne. « Porque una de las principales preocupaciones revoluclonarias es 1a vigilancia del “bolchevismo”, hacia el cual Alvear e Yrigoyen mostraron una complacencia culposa autorizando el. funciona- mlento legal del Partido Comunista. Uriburu crea la Seceion ES- peclal contra el comunismo, que adquiere ripidamente una reputacién siniestra, Organizada por un coronel (Carlos H. Ro- driguez), esta policia anticomunista, pronto rebautizada con el nombre de Orden Politico, persigue indistintamente, dirigida por el “entustasta revolucionario” Leopoldo Lugones (hijo), comu- nistas, socialistas o simples opositores civiles y militares.” En las antipodas de las debilidades democraticas del régimen plebeyo, el ita Uriburu aplica una justicia de clase expeditiva. Un giemplo de ella es la condena a muerte y la ejecucién el 1° de febrero de 1931 del anarqulista Di Giovanni, culpable de falsificat ¥ de robar a mano armada. v' seq HM, Tealidad, la represin no es mas que un medio para la | fevancha ‘social: La Policia sofoca las huelgas, Los sindicatos 4 Amarilios y los infiltrados Iimitan Ja Ubertad de accion de las organizaciones obreras. La legislacién Iaboral impuesta por ri goyen cae en desuso. Bi mismo. general Uriburu denuncla publi camente gue la ley de salario minimo para los funcionarios* es para el Estado. El clima de restauracién lega a tal punto gael campo soeial que una federacin patronal, poco represen- tativa en verdad, pide al departamento del trabajo del Ministerio del Interior, en abril de 1981, que se anule la ley sobre deseanso Sin caer én tales excesos, a Union Industrial Argentina, por su parte, se pone “a disposicién del nuevo gobierno” favorable a los Intereses industriales. La confederacion patronal pregunta al departamento del trabajo “cémo interpretara y aplicara el g0- bierno provisional la legislacién obrera”. La ‘respuesta oficial, publicada por la revista de la via, responde a los deseos del empresariado, Precisa que “los conflictos obreros que el goblerno 2 Peter (José). Créinicas proletarias. Be. As, Refers, 1968, pigs. 140-144. * Silveyra (Carloe M.), presidente de la Comisién Popular Argentina contra el comunismo, EI comuniemo en le Argentina desarrollo, corgenizacién actual, Buenos Aires, Editorial Patria, 1996, pig. 178, Cf. Critica, 20 de febrero de 1932, y Leopoldo Lugones (hijo) “La policia politica del acbiemo provisional”, La bandera argentina (diario nacioalsta)27 de jor nio de 1938-18 de octubre de 1993, * “Discurso pronunciado por el general Uriburu en la Escuela Superior da cane gael re Salen mb Dee Snake cursos, manifiests, declaraciones y cartas publicadlas durante su gobierno, Prdlogo de Carlos’ Ibarguren, Bs. As, Roldén, 1998, pigs. 47-53. “La Prensa, 19 de abril de’ 1951. 224 utilizaba cuando no fomentaba, con fines exclusivamente Btorales, de caracter’demagogieo, serio conteraplados con tose piracion y mévlles de goblerno™ | goblemo se compromete ‘a respetar el orden y la aut en las em poner hacer gitmaje entre las, partes" Al inaugurar 21 @ mateo de J9s1 un congreso nacional del trabajo dedicado a realizar “la Zoordinacion de las disposiciones existentes” en las “eyes obteras”, @ ministro del Interior, Sanches Sorondo, advierte a los traba- fadores contra la Impaciencia y la agresividad, y sefiala que la finalidad de 1a accion gubernamental en la materia es asegurar Me continuidad del trabajo” y conjurar “el espectro de 1a huelga roja” jobierno de septiembre considera que ponér en vereda a la canst obvera 7 restablecer Tas Jorarguina sociales som tareaa,prio= SHtarias, Pero no por eso se olVida de los radieales. La depuracion Jia reduccion del aparato estatal, ast como el rigor Policial, bus~ Zan eliminarlos, fn cuanto se intenta cualquier tipo de agitacion Stfe insinga aigan complot, una ampila redada lena as earceles Ge militantes y de delegados sindicales radicales, El dirigente cor- dobés Amadeo Sabattin! es detenido en diciembre de 1990 junto todos los partidarios importantes de Yrigoyen con que cuenta fa provincia. Liberado en febrero de 1931, se lo encarcela nue mente de jullo a noviembre.’ Bl ex vicepresidente Elpidio Gon- Tales, detenido despues del golpe de Estado, liberado y luego vuelto @ encareelar, pasa casi dos afios en prision. Numerosos digni Fios radicales ‘se exillan. Los oficiales sospechosos de simpatizar ton los Tadicales son declarados en disponibllidad, y muy a me- fudo sus promociones militares son anuladas alegando preten- Gidas irregularidades que habrian viciado los procedimientos que permitian el ascenso ‘bajo el antiguo i: ‘Los funcionarios federales y provinciales, principales benefi- clarigs de la genetosidad del Estado radical, son las victimas in- Gleadas de 1a raclonalizacion administrativa encarada por el nuevo gobierno. Fl reordenamlento presupuestario era una de las ideas Slave de 1a oposicién antipersonalista. En primer término, un de- Ereto prohibe la acumulacién de empleos piblicos." Ei, mismo presidente sugiere algunas drasticas soluciones caracteristicas de Ris militares. “La eliminacion sistematica de los empleados inca. paces y la rebaja de los sueldos de los que no estuviesen en con- Biciones para seguir ocupando su categoria en el nuevo escalafon, Smitirdn desprenderse del personal redundante y restringir sen BGlemente los gastos", declara el general presidente el 8 de dl- + cena teterprtarh,y splcrk el goblern provisos ta lego ecrs fnalt dee Uni itu Argentina, cre de 190, Pag. 28, i trou 22 de mare de 198) Lieu Clage h), Wide de" Amadeo Sabat, Bs. At, Edtorl ven, 1566, pig Oh Crete Nedae de septiembre de 1890 y Orons (coronel Jun ¥.), 1s Revalucn dl 8d tplombr, Ba As, etn del stor, 108 pg. 108. Ee Nasr, 4 de novenbe de 180, 225 clembre de 1930, antes de agregar: “tal ha de suceder especialmente fen aquellas reparticiones. mas codicladas por las clientelas elec= forales ‘del régimen difunto”. ‘Algunas semanas més tarde, sin embargo, consclente de la gravedad de 1 eoyuntura_economica, el goblerno no se decige entre dos posibilidades para disminuir ei gasto piblico —iicencifamiento de personal o disminuclén de sala~ Hos—, mostrando una amplia preferencia para la iltima soluclén. En efecto, como la crisis econdmica reducia las fuentes de tra- bajo, el goblerno no podia tomar la responsabilidad de arrojar varios miles de desempieados a un mereado muy deprimido. Hacla fines de enero de 1631 ‘se dispone ‘una, baja ‘autortaria de, ins Tettibuciones de todos los funclonarios elviles-y militares, reduc- ‘fon que llega hasta un 20%, excepelén hecha de Tos jueces, cuyos sueldos son constitucionalmente intangibles." De todas maneras, Varios miles de funcionarios renuncian. sepia tambien investigar’y ‘Gar a, conocer las vegulariades iplica también im ¥ dar a conocer las ies administrativas de los radieales. Se logra un magro balance que ho Tesponde para nada a las intenclones politicas de los "mora~ Meadores”. Las comisiones investigadoras descubren algunas. in- fracclones en el cumplimlento de los estatutos de tal o cual adinl- nistracién: en la Loteria Nacional, se vendleron billetes sin auto- rizacién, ¥ se nombraron empleados sin el decreto correspondiente del poder ejecutivo; pero ninguna malversacion espectacular, nin- gin escdndalo significativo facilita la tarea de los “revoluciona- ios” interesados en desacreditar a jos “plebeyos Incapac ‘Subsiste la preocupacion por el futuro politieo de 1a Argentina, es decir por-encontrar los medios para eliminar por un tiempo més 0 menos largo a los radieales de 1a escona politica, La res- tauracién de los grupos dirigentes del antiguo régimen es pre- carla. EI intento fracasa. Carulla, que se cuenta entre los promotores, confirma la existonela de varios miles de adherentes y de una veintena de comi- tés, pero reconore el cardcter efimero de la agrupacién" A co- Lugones (Leopoldo), “El conflict”, La Nacién, 1° de septiembre de 1930, - re sol wo de egakre Alcuin Bags ice de, Handa dc absent pt SF, BE Seip Era ieoe clear as Lara ar por eeprom sierra pasion ge ey ™ Colombo (Luis), “La industria en ta paz y en la guerra” (confe- see na Cece tims stat esos), Seas ae Pomel: Wool. ote ts, A Penn sas te taste mor ments” en Essay in sociological theory, Glencoe, The Free Press, 1954, pag. 124. = "Por Ia formacién de un Partido Nacional”, La Nacién, 8 de no- viembre de 1930, de. egirals Juan HE), AI flo det medio siglo, Be. At, Lienara, 1061, pig. 230 mienzos de 1931, el ministro del Interlor, Sinchez, Sorondo, intenta miner, sin mayor éxito, formar.un partido uriburista.™ Ernesto Sanclo, antiguo redactor de la Nuevd Repiblica, lanza, el 12 de Funlo de 1991, con algunos amigos de buena familia (Anchoren, Pe ’punrich,’ Ocampo, Bunge, Urquiza, ete.), un comunicado apo- Firdo “La reaccion nacional”, que invita a los buenos ciudadsnos J*reonstitulr una fuerza destinada a ofrecer al jefe de la revo- #cgn el apoyo necesario para que pueda cumplir sin tropletos jueiGpra de saneamiento y de reforma” que ha encarado. Esta fitima tentativa no tuvo consecuencia alguna. "in ‘realidad, el general Uriburu no confia més que en el ejéreito, Bs sincero cuando declara = sus compafygros de armas e1e a politica es dafiina y que él no hace politica." Los partiéos, Gia utilidad no ve en absoluto, le parecen facclones perjudiciales Sava la unidad nacional, incluso sectas parasitarias con designlos Pavontesables. Pero la falta de éxito de los intentos para formar ut revol cplica tnteamente por 1a indife- Ponela suspicaz del antiguo inspector gcueral del ejéreito ni por Tyvaversion de sus allegados por toda “mesocracia”. Bn 1980, el i ar'no es favorable para el desarrollo de un partido de tipo Ger reemplazadas por los jévenes petimetres de los barrios resi- Genclales que Juegan a los “escuadristas” o a los camelots du roi. Por poco que se analice en profundidad la ideologia’ autorita- ria de los grupos naclonalistas, se descubriré que se encuentra jnuy alejada del fascismo, Mas 'defensiva que dindmica, trata de Jhmovilizar una sociedad que se siente amenazada, sin’ proponer Dor ello la construecion de un nuevo orden. Las admiraciones y Tis referencias positivas se inscriben claramente en Ia, tradicion Gel liberalismo ‘politico argentino. Kl andlisis de contenido de {ina muestra representativa de la ideologia “septembrina” nos ‘dolara, ‘mediante la combinacién de sus temas principales, el Samino seguido por un pensamiento esencialmente “contrarrevo- facionario™. El encadenamiento de las secuencias conceptuales entre dos fen. tension permite reconstituir su desarrollo Satural. El ideal de estos supuestos fascistas no es la Ttalia musso- iniana, sino los Estados Unidos, modelo de naciin cuyos logros Ja fuscinaban cn el siglo 5 a los “organizadores” lberales de la igentina moderna, como Sarmiento y Alberdi. La Gran Repablica Gai'Norte presenta’ los atractivos del. poderio econémico, siendo ai mismo tempo wn paraiso para la libre empresa exento de los Gonflictos sociales ¥ de los disturbios revolucionarios que agitan Si viejo mundo. Preclsamente, el extranjero (de hecho, el inmi- grante europeo) es rechazado por ser portador de gérmenes sub- fersivos. En realidad, el nacionalismo social no es otra-cosa-que = Ibid, % La palabra det general Uriburu, op. ol, pig. 47 (discurso del 15 de diciembre de 1990). Talcott Parsons, op. cit, pég, 125. 1 anticuerpo del “internacionalismo proletario”, polo Hogativo. ‘Por el contrario, las inversiones, extaneras son recl- bldas favorablemente. ‘De todas maneras, 1a Industrializacién no €6 el objetivo primordjal de este autoritarismo; s6lo es uno de los Iedios necesarlos o tiles para lograr el. desarrollo. econdmico, el cual seria, de acuerdo con el norteamericano, garantia ‘de paz social. Asi, los términos intercambiables “industria” y “au targuia” reviaten’una connotaclén mas politiea que econdraica, ¥ el'Binomio anttetlco poderfo econdmileo agisaeiba obsers ase Tevalorizado. Por lo demds, la condena de la democracia se evi- dencia en la carga negativa conferida al concepto de sociallsino. ‘Temas francamente fascistas como “Estado” 0 “potencial demo- grafico” son apenas percibidos. Lejos de sefialar una ruptura con Jas coneepciones politicas del liberalismo elitista, la ideologia de Jos, grupos nacionalistas renueva y prolonga, en contra def radi calismo, los grandes temas del conservaderismo pretradieal Cuadro 1 Analisis del contenido de una muestra de la ideologi “revolucionaria” de 1930 a Categorias dial Temas Eee W 1, Democracia (“legalidad politioa go universal”, “Paslamento”)....... ° © 160 u 2. Logislaciin obrera (“legislacién de clase”, “legislacién socialista’, “obrerismo”) . ° ° au 8 Rodeo esondmico “inkstalzcse" tarquia”) pes 0 4. Potenclal demogitcs irireeet teslaaty 5. Extranjero E : 0 3a Btu 6. Inversiones éxtranjeras eee eae ae) qu 7 Miltares (Seuperioridad de Tos.) “po- ie aE AT Foe Tu 0 o 8. Libertad (= ‘disciplina),“Iiberaitsmo” ou u u 8. Soctalismo (“comunismo”, “colectivismo”, is ° yuismo”, “Rusia Sovietica”) 10. Eidos me dae Sots AL, Pacifisme 2222.7) ° 6u 590 12, Italia (“fascism”) 2.2121! 4u 7u 0 eens » Bu oO La ideologia autoritarla de los nacionalistas partidarios de Uriburu no es en modo 10 un injerto extranjero practicado al vielo tronco de Is politica eriolla. Aparte del problema ins- tituclonal, no se produce ninguna ruptura con el lberalismo elitista de la oligarquia tradicional. Por sus origenes sociales,” @ ineluso por su pasado politico, los revoluelonarios de septiembre son conservadores que s6lo pretenden adoptar de las experiencias europeas los medios politicos para preservar la sociedad que con- sagra sus privilegios, sin ceder nada de lo esencial a un partido © 8 allados populares. Es por ello que esta reaccién aristocratica Gesea instaurar un orden corporativista, pero apoyandose en el ejerelto y no en un movimiento de masas. La esteategia politica de Uriburu reside por completo en recurrir al ejército para refor- mar la Constituctén. No escatima esfuerzos para convencer a militares abstencionistes y hasta Indiferentes, no sélo de lo bien fundado de una revision antiliberal de las instituciones, sino de su compromlso y de sus responssbiidades dentro de uns auténtien revol El general Uriburu en biisqueda de un partido militar A pesar de tener una audiencia Iimitada en las guarniciones de Buenos Aires, y entre los principales Jefes militares, los nacio- nalistas del golpe septembrino son millitaristas. Por ‘convicclén, como Lugones, 0 por necesidad tictica en su mayoria. ‘profeta de la “hora de la espada” que, desde 1926, anun- ciaba: “El que nos dé la patria limpia y hermosa del orden y de ja fuerza. El extirpador de demagogos y conforme a la exigencia de esta hora histérica, el nuevo jefe, el otro general”, no pierde un minuto en afirmar que “el movimiento del 6 de septiembre fue militar y ajeno completamente a la politiea”."* ‘Tampoco pierde oeasién de hacer la apologia del ejéreito, inico capaz de revigo- rizr “el Estado Uberal” demasiado vulnerable frente al ascenso de las “fuerzas antizociales”" Por lo demés, Ia eficacia asta de parte de los hombres en uniforme, porque “el experimento mas fecundo de la guerra mundial consistié, segin el laureado poeta * Ver Rouquié (A.), “La genése du nationalisme culturel dans Tocuvre do Manuel Galvez (1904-1913), Cahiers du monde hisponique et luso- résilien, Caravelle, diciembre de 1972, pig. 29. *'Conferencia sobre el general Roca pronunciada por Leopoldo Lugo- oat nol Funce George's Hal de Boss Alto Si de mayo de 1088 Cf. Leopoldo Lugones (hijo),"Mi padre, Bs. As. Centurién, 1944, pig, 845, Fin eee ae Lkones ate Wotdh putenda el 11 de oxtabe do 160 * La Nacién, 11 de octubre de 1980. * La Nacién, 81 de octuvre de 1990. del naciousimitiariamo, en cider ce teva 6 ses mtr fg obstante la capacidad de conviceién puesta. dem: ste bratliso exritor, no es na tact! transformar Ia ink Eocdn ilar en pattido al'seviclo de tna minora de poltons neolitos. Durante ta conspracion antiradieal el eet manisve Una’ pridente reserva, y doe oficiales partilpaban muy poco Jo der revalucionarn, Paradoja ce una aietadura que pretende Ser Tene cll, con excepsion de ioe minisices de ‘Gueea y Maton Apinae! tr de ln gaberhaores provincnien nombrados por cr zon ofielates superiores; ast y todo, low." Gores de La Rioja, Jujuy y" Salta con ‘dos’ almantes ‘el ea tralmurante Jose Meneta'y viceaumirante Gari G- Datreaux) Yum general retirado (el tenlente general Gregorio 1” Velen)" que fo pactisparan eh tl jnoviaiento de septientre, Vemoy, i aa fro Uribur no cadi6 tod deena! Mentras "fos tiniserios despachaban tas ‘suntan co- ‘lentes, la presdencia se ovupaba de pollen, sundadn por el no fallaban tow ofiiaies, EL esto’ ds la" Case’ Hosaga he see in les. estilo de a bdo. general Urbura ia na convefldo en un guartl, ehatlo ad el ir y venir campechano de un comité radical que via’ bajo'lepiesidencla de rigoyen. Los puestos de conflanss Gr la cane de giblerno estan a. cargo de otleiaes Tevlucionaice fh quienes Uribura puede conflar, El scoretano general de. ia Presdmncia et tniente corona Suan Beutisa Moline, os ce- ariog militares feniente coronel Emlllo Faccions mayor Angel J. Solari, y el Jefe de la Ci oats snayor Aneel # Bol, “i Casa Miltar de ie Pica Orantasdores de in conmiracin =”) “ne S65 Prnetpaes aru también multiples. los edeeanes, nombrando siete Se sus og, ate nes Soe a mains ee mee Hos favltanes Ricardo Mendioroa Oscar R. Siva van detour Mutlsterio de Guarra colocd modaskar ofcieise en peers set, Bistrativos de bastante Importancia El general Francloco Medina fend una tao al enlente coronel Lule . Peringer yal capitan jaan D. Peron, nombrandolos en. la secretaria del. minigterio omg Feeompents por su celo revoluclonario™ ero no basta on ublear a oficiales nacionalistas en puestos La Nacién, 14 de noviembre de 1930. Fuentes: Review of the Ricer Plate, 19 de septiembre de 1990, y ‘Edecanes de ee ee canes ee ee commen Me hn Ser, Pavia Pereyra (Enrique) 1965, pig. 68. eyra (Enrique), Vide de Perén, Bs. As,, Ed. Justicialista, 234 clave pata obtener el apoyo politico del ejéreito. Sobre tode si clavfgne en cuenta que el respeto por el escalafon y la ley orgérica S¢ Man la libertad en los nombramientos. Para no decir nada de jimvigiiancia ejercida por él general Justo, comandante en jefe Ja “ilérelto®™ durante las tres decisivas semanas siguientes al GCipe de Estado. Uriburu logro ublear dos hombres de confianza golpe ate de dos de las cinco divisiones que comprende el elército al Jentino: el genera) Francisco M. Vélez, viejo amigo saltefio, a1 argeno de la V Division, y el coronel Nicolés C. Accame al mando mais Tit Division, Los comandantes de la I y de la IV Division, de Seronel José M, Mayora y el general Basilio B. Pertiné, son fiafes al nuevo poder pero poco conflables politigamente. zAcns0 Kelgeneral Pertiné, tnico comandante que sigue en funciones lesputs, del 6 de septiembre, no, solic un An, para ‘reflexionar antes de ponerse a las ordencs del ministro Medina? Finalmente el comandante de la poderosa, TE Division (Campo de ») es el éhronel Manuel A. Rodriguez, antiguo secretario del Ministerio SorGuerra bajo Alvear, adicto del general Justo que no lo ubicé fen ese puesto por casuall (Po oP gestiones levadas a cabo por Uriburu y sus colaboradores |para hacer que los jefes militares adopten sus propias posiciones para Jtiren en acentuar el Tol decisivo que tuvo el ejéreito en la Corda de Yrigoyen. Esta revolucion les pertenece, no deben dejar- Sais arrebatar ni por civiles ni por los politicos. Uriburu cree que seltseguira renovar por completo las instituclones del pais op0- contdo a los militares contra los civiles y halagando al elército. nee “sts delicados manejos recibe la ayuda inconsciente de tode in alite dirigente y de clertos grupos politicos que, por dis- {Otis razones, se dedican a exaltar a las Fuerzas Armadas. La Hints a sorpresa” que fue la caida de Yrigoyen revela a todos 1s "opositores la capacldad de los militares, incluso slendo pocos, pars resolver una situacl6n politica. Hs un hecho nuevo, ya que Paste 1690 todos los golpes hablan fracasado. Por eso, la popu- festad del ejéreito en los barrios distinguldos no tiene limites. Hi Colegio Militar y la Escuela de Comunicaciones expulsaron. ¢ jos usurpadores ¥ Hberaron a Ja “gente decente” de la “tirania” 10s wstignusma” ‘radical. Se les debe un sincero reconocimiento- $e. otro lado, los elementos mas Ticidos de la, élite establecida Pots 'conformes ti poner de relieve a un ejército “ejemplar- esti eealiate” que ‘ha evitado que grupos nacionalistas aven- fureros y eonfundidos saquen provecho de la situacién. "El'18 de septiembre se realiza una velada de gala en el teatro Golén, en honor de 1a marina y del e}éreito cid greso les hace también un homenale. El J¢ {Gram de la ollgarquia, ofrece un banguete a ‘Muitar y de la Sscuela Naval. Se festeja particularmente Weis, “wheroicos cadetes” que formaron el grueso de las tropas + Nuevo titulo del inspector general del Ejército creado especialmente “general Justo. [a Nacién, 11 de septiembre de 1930. para crane Io gba he EE lay Bain ear’ mania “una erst. Ciulada Vion ta sada de cartén, a un Uriburu més olimy ‘bigotude quo'al ae hc tedad ‘Sod emsndin nt dee En febrero de 1981, un editor sagaz oftece al pullca'sl litte de Julio" A. "Conta ‘ttuiado (El romaee de un ‘ddete, “isiorie de Se nig dle oats l, pues, los militares estén de moda) Se has ligne Seater anit ane ae ae et para, honrar’ eon ‘presencia entrega dela Gru’ de Tlerro, coeara ne on, & particlpantes del movimiento revolu- ie Sie en ah ee oe te ne onc ee us ue pone lesto una orientacién ideolégica y “El pueblo ha interpretado, pues, al Ejé1 pes, al bel . sae he ale care a, ae ol br 2, me eae ir pene establece entre 1s institucién y aquél, sin sa _accién de beneficio queda “des- Eran ot piles ata Geta gga Peet flendo del extranjero, procura sembrar las utépleas y malvadas oas Cnsanar'y Bigaraurme™ dy Sgn aad dioval poetic maces courts ingentos, Aaval movimiento t pe mace fu nen pandas eM a Sooo oft , en unanimidad conmovedora, al brillant SSec'de Aare hegre ae cree Hasta los partidos de izqulerda clogian al Partido Soctalsta, poet, propenso al miltarisme ‘pero favorable al dene camiento de. Yrigoyen, tranquil ‘su ‘conclencia “democratica de los sonsorvadores, haciendo aiscapie tate eric neo ¥ejereito del sutragio universal” en el movimiento de teptlemioe, “in el sem de la ‘marina y del ejército se" confunden ‘pare baa taren que es" principalmente de ‘orden tecnico, tos hopes ae & La Nacién, 17 de septiembre de 1990, Se trate del = ; re de adel teatro Sarmiento. ase, #4 getemonla que se lewd a cabo el 10 de enero de 1051 en la base aéroa del Palomar en presencia de una comisién de damas de’ San ™ “El desfile del dia 12 y los homenajes al Ejécito Armada’, Revita Milter, noviembre de 1090, pag. 68.” * * Amma’ 238 todas las regiones del pais, los hijos de todas, las razas nacidos én el suelo argentino, todos los sentimientos, todas las tradiciones, {odes las ideologias, para no tener otro destino que el de la unidad de la macion ¥ de la detensa de su autonomia juridica, Socal ‘politica, como entidad superior que condenss todos, esos. fottores morales”. El ejereito melfing-pot (erisa)), emanacion de Ja Naclon, no puede defender mas que el interés general. No obs- fante, el ‘Partido Soclalista argentino, del que se ha dicho que ffa tn partido de maestros, no deja’ de advertir a las Fuerzas Srmadas contra los politicos que pretenden utilizarias, conclu- endo: “El eloglo no és siempre expresién de desinterés, nl siem- pre es prenda de desinterés el abrazo”." No ‘podria decirse algo mejor, ya que Uributu, que deseaba derrocar a Yrigoyen mediante una revolueién militar, no plerde fas esperanzas, desde el 6 de septiembre, de arrastrar al eJército Getrag de si. Desde su llegada o la Casa Rosada, el general Uriburu entabla relaciones especiales entre él y el ejército. El 8 de sep- fembre se expresa asi: “Ante vosotros, soldados de nuestra patria, J ante el pueblo soberano, voy ® prestar juramento”. Para luego Agregar: “A mi vez voy a recibir vuestro Juramento. Soldados! ‘ ‘por Dios 'y por ia Patria ser fleles a las autoridades que Kabéis impuesto por voluntad del pueblo....2”. Por eso, no es sorprendente. que ‘Uriburt se crea, habiltado para reclamar el apoyo de la oficialidad para reformar la Cons- Fiueion. Lo dice sin rodeos en la Escuela de Infanteria el 18 de Giclembre de 1930: “Es indispensable que el cuerpo de oficiales Gel Ejéreito y de la Armada preste todo su apoyo para que pueda fealizar la obra institucional en que est empefiado el Gobierno’. Vuelve a la carga, con una mordacidad muy particular, en un Uiseurso pronunciado en la Escuela Superior de Guerra el 15 de Glelembre de 1930. Después de haber condenado la politica por Ser “un elemento disolvente” del que todo militar debe mante- Horse euldadosamente alejado y de haber estigmatizado el sufra- y.glo universal, el jefe del Estado recuerda a sus camaradas de {;Srmas que el’ pais “tiene obligaciones para el cuerpo de oficiales” | que cumplid con el patridtico deber de echar a Yrigoyen. Hablendo falagado asia los militares, puede responder a quienes rechazan sus Teformas en nombre de la legalidad constituclonal: “Esté to- || davia preso el ex Presidente que es Ia legalidad misma. Fue electo Por ochoclentos mil votos del pais, como ningda olxe presidente Rrgentino”. Dicho de otro modo, si’ quieren consolidar su vietoria del 6 de septiembre deben seguirme. No es un razonamiento ca- 1 Hepte de pea. Pero no alcsnes para obtener Ja adhestén del ejército. sere efecto, el goblerno no cuenta con otros argumentos mis coneretos. Contra el despilfarro radical, la revolucién ha elegido Ja austeridad. Los sueldos de los militares, asi como los de otros \ Partido Socialista, Comité Ejecutivo Nacional, El Partido Socialista a moctente miler del 6 de septiembre, op. ct pag. 28, YM subrayedo et nuestro. La palabro del general Uriburu, op. cit, pigs. 16-17. 237 funcionarios, balan. Las reducciones presupuestarias afectan igualmente & los Ministerios de Guerra y' Marina, Disminuyen los gastos en armamento. Sin duda, se honra al ejército, pero no queda exceptuado de la politica deflacionista; materiaimente la Fevolucidn ho le aporta nada, al contratio. Cuadro 2 Gastos militares bajo el gobierno provisional (en millones de pesos) 1930 1981 1992 Armamentos . 37927 ‘11670 3876 Ministerio de Marisa <...0...0.-2 51856 © 5849347541 Ministerio de Guerra : 80196 80.752 72.804 Pensiones militares .............. 80519 34.609 «80.919 Pasnté: Ministerio de Haciendn, Ajuste 46 lr renliadce finencerse He 1050 0 tose, Be As. 1988, and ae Para mitigar el descontento suscitado en la oficialidad por la reducctn de sus ingresos, el goblerno consagra cinco millones de esos destinados a préstamos personales que permitan a los mnilitares enjugar sus deudas. La opinién piblica se enteré de la medida, a pesar de ser confidencial, y entender que era una tentativa poco elegante de comprar ei apoyo de los “salvadores” de la Repiiblica;* interpretacién indiscutible si se considera que os eréditos debian ser aprobados individualmente por el teniente goronel Juan Bautista Molina, a la sazén secretario general de El ejército contra la dictadura militar Por més que Uriburu multiplique las visitas y los discursos oiicec Se ae aes AL Ee ee at Se ha dispuesto conceder eréditos a los militares ventar sus deudas, La Peni, 28 de muro de 1581 a + La Naclén, 16 de enero de 1981. Ese asado reunié en Palermo a los 6.000 soldados de la guamniciin de Buenos Aires, presideacia del general Uniburu, vo 1 eléreito en su conjunto no abandona su taelturna prudenels. Pore ‘demés, el presidente provisional ‘no es el nico que habla tn'nombre de un ejéreito que dejé definitivamente de ser el con- Slaado de pledra. Eh, Fespesta a ppendente, algunos ofclaies_sevoluclparce recisan en la prensa las Tazones que na particpar Zh el movimiento del 6 de septiembre. En una nota publicada ‘ia Naciin el 2 de noviembre, el teniente coronel Bnriave 1, Routler, seeretario general del Ministerio de Guerra, dice quo ei Grote sall6 Ge los cuarteles con el tinico fin de “restablecer a Gscipiina cebiliteda por la violacion de todas las leyes” imputable o precedente. Ei ‘articulo.desata, tna golémica “dentro de Ins Fuerzes Armadas. El teniente coronel Rerfirer, allegaco Sfaburu, refute el eardeter estrictamente profesional’ y politica de ia participacion ‘del ejército en el golpe septembrino, en Una Garta dirigida a La Nactin, publieada el 13 de noviembre, Begin SFG verdadero objetivo ce’los militares era “cambiar el sistema” ferormando en particular la ley Stenz Petia: "Los que parici- amos ena revolucion del 6 de septiembre ... tenlamos, ademas, Tne ideologia mas amplia que le mecesidad de restablecer 1 Guseiplina en el ejéreito”. Pero el ejéreito, en su gran mayoria, fo comparte esta opinion, “Derbesho, ia eseara partclpactin de los miitares en ol gipe ae Bstado, tema de polémicas * por ‘mucho, tempo, hace pensar fie'la ‘mayoria, de los oficiales no compartia con’ el predidente fFovisional opiniones antidemocréticas. Las negoclaciones llevadas Broabo entre jefes del elérelto y grupos naclonallstes hablan Indu Gido a Uribura a enmendar fa proelama revolucionaria redacads Sar Eugones dandole un sentido. constitucionalista. Un comro- Pijso subseripto por oficiales de la marina el 8 de septiembre de 1080, publicado por Lisandro de la Torre en febrero de 1982 y inméa’ desmentido, no deja ‘dudas’ sobre el legalismo de clerlos hnllitares “antiyrigoyenistas. 1 texto. estipula ios limites ‘de in {eclon politica de los marinos en contra de Yrigoyen. Los puntos 4 $'Sexpresan:* "49, que Iueharin con las mismas armas contra Todo ‘intento de dictadura civil o militar; 6, que defenderdn el fiel Y estricto cumplimlento de la Constitucion Naclonal..." “Un texto firmado por los oficiales del ejérelto y publicadd en condiciones sitnllares presenta. 1a misma orlentacién. ‘Se puede quponer que la mayoria de los cuadros de las Fuerzaz Armadas, pasiva, e indiferente ante 10s problemas politicos, mo lone lamenor inteneion de servir de trampolin a uma. “secta” fechazada por los eentros de poder y por los drganos de prensa “ Ver al intereambio de cartas abiertas entre Alberto Uribura (hijo del general) y Manuel Fresco sobre Ia actitud de la guamieién de Campo de Mayo el 6 de septiembre, publicadas en La Nactén el 11 y 12 de octubre de 1982. De la Torre (Lisandro), “Otra pigina de historia”, La Raxén, 26 de febrero de 1652, que forman 1a opinién. Amén de que es dificil separar la actitud manifiesta del cuerpo de oficiales de las convicciones y ambiciones del general Justo. Este, ademas de gozar de un prestigio inigua- Jado entre sus ant Subordinados, que su paso por el minis- terlo reforz6, es el favorito de los medios civiles influyentes hos- tiles al corporativismo uriburista. Habil estratega, ‘ubied sus hombres en puestos clave. Para desgracia de los oficiales nacio- nalistas, el clan Justo parece incluso controlar ampliamente el eléreito, Uriburu es consciente de la situacién y es por eso que ntenta desembarazarse discretamente de algunos de ellos. Asi es como e] teniente coronel Sarobe,"" brazo derecho del general Justo durante 1a conspiracién, es nombrado agregado militar en ‘Tokio. Con todo, el coronel Rodriguez, antiguo secretario del ge- neral Justo, permanece al mando de la II Division, poderosa unidad que, como se sabe desde 1919, es decisiva en materia politica. El tenlente coronel Rodriguez, que, como veremos, comparte todas tas opiniones del antiguo,rainistro de Guerra, no e8, solo el hombre de Justo: es estimado por sus compafieros de arma. En 1931, es elegido presidente del Circulo Militar. Por lo tanto, se puede suponer que es suficientemente representativo de Ia orientacion predominante en el cuerpo de oficiales: eminente “profesionalista”, rehuisa embarcarse en la aventura que signifi- caria una dictadura militar. Si los oficiales Iiberales y antiautoritarios pueden hacer elegir ‘a uno de los suyos como presidente del Circulo Militar, bajo el goblerno de Uriburu, es verosimil pensar que los nacionalistas gon absolutamente minoritarios, salvo en Ia intimidad del poder. En camb{d, los oficiales radicales existen. Las desgracias que sufre la UCR no los han hecho desaparecer, muy al contrarlo. Cons- piran con el ejéreito, desde afuera o desde adentro y en sus filas; ¥ su acclonar parece haber encontrado cierta respuesta, hasta fines de 1931, entre la oficialidad y la suboficialidad. El 6 de febrero de 1931 el interventor en Cérdoba, Carlos Ibarguren, publica un comunicado en el que habla de un complot yrigoyenista descubierto dos meses antes, en el cual oficiales Tadieales habrian conseguido Ia colaboracién de suboficiales “gra~ clas a promesas absurdas”: “la posibilldad de convertirse en of{- clales por la ereacién de escuelas especiales”, el aumento de los sueldos y 1a adjudicacién de viviendas. Tales promesas, agreza el eomunicado, demuestran “la inspiracién anarquista ‘del movi- miento”. Treinta y cuatro suboficiales se ven implicados en ese misterioso complot. Algunos dias més tarde, por extrafia coinc!- denela, se descubre una conspiracién de oficiales radicales en Buenos Aires. El levantamlento estaba previsto para el 14 de febrero. Son detenidos numerosos oficiales subalternos, entre ellos el tentente Carlos Toranzo Montero, hijo del general ‘Severo To- Tanzo, asi como el general Baldasarre. Una tentativa para implicar también al general Dellepiane fracasa. Sin embargo, es cierto que los radieales complotan, y no estan solo: Algunos regimientos fleles a sus antiguos Jefes, especialmente La Nacién, 30 de noviembre de 1980. 240 en Ja infanteria, no son insensibles a los argumentos de los ofleiales fadicales. El tenfente coronel Gregorio Pomar, antiguo edecan de ‘Yrigoyen, logra sublevar, durante los dfas 20 y'21 de julio de 193 Glee Regimlento de Infenteria de Corrientes. La tropa ¥ los sub- oficiales lo siguen. Son varios los oficiales comprometidos: sels fenientes, un mayor y un teniente coronel. Los rebeldes huyen al Paraguay y el tenlente coronel Pomar pasa la frontera con 15 sub- bficlales y 154 hombres de tropa. Se pretende que oficiales del clan, Justo habian planeado semejantes acciones para presionar a Uriburu, incluso para derro- carlo. Hacia mediados del afio 1931, los hombres del general Justo se habrian puesto en contacto con los cor jores radicales Tograr que su jefe reuniera bajo su mando di movimiento y fo orlentara en su favor. Segén el tenlente coronel Atillo Cattaneo, radical conspirador, en ese momento el “70% de las Fuerzas Ar- madas argentinas” habrian estado comprometidas en la conspi- faci6n contra Uriburu."" Pero, hablendo sido impuesta al presidente provisional la candidatura de Justo para las elecciones presi- Genciales, el antiguo ministro de Alvear aplaz6 indefinidamente @l pronunelamiento. El levantamiento prematuro y aisiado de Corrientes habria formado parte de ese plan revolicionario na- eld muerto.** ‘Porque de hecho Uriburu sabe deste mediados de julio de 1931 que el ejército esta en contra de él y de sus proyectos poli- tieas. El coronel Manuel A. Rodriguez, presidente del Circulo Militar y portavoz autorizado del ejéreito, se lo ha hecho saber piblica- Inente y sin ambages. En un discurso de inapelable : pronunciado en el banguete de camaraderia de las Fuerzas Ar fnadas el 7 de julio de 1831 en presencia del presidente provisional, el comandante de la I Divisiin se opone rotundamente a toda tentativa de utilizar el ejéreito con fines partidistas. Después de haber precisado que sus palabras “interpretan el pensamiento de sus camaradas”, “el hombre del deber” declara: ‘La consti- tucién actual del ejército es tal que nadie puede pretender disponer del mismo a su arbitrio para misiones ajenas a las que son razén de su existencia ... No, el ejéreito actual no es una fuerza polities al servicio de los hombres 0 los partidos... La historia, ademas, Gemuestra que nunca las bayonetas argentinas, destinadas a defensa de la Nacion, pretendieron reemplazar la base mAs s6lid: mas estable del derecho que sustenta el edificlo de la organtzacion haclonal ... El ejéreito no tiene aspiraciones propias, no pretende arrogarse poderes o facultades reservadas a otras entidades .,. Cattaneo (teniente coronal Atiio), Flan 1932. Los conspiraciones radisales contra el general Justo. El concurrenciomo y la revolucién, Bs. As., Proceso, 1959, pag. 62 ‘©"Ibid., pig. 63. La conspiracién de Pomar habria incluido a los ra- Aicales irvedvetibles, @ quienes Justo no pudo persuadir de diferir el mo- vimiento, A menos que, de acwerdo con otra hipétesis, Justo haya estado Al tanto de la conspiracién y que simplemente no haya hecho nada para impedir el pronunciamiento de Corrientes. 241 k f I ¢! solo hecho de buscar su apoyo conspira contra su disiplina y Constituye un hecho ilfcito e intolerable". Estas declaraciones no resultan unicamente de las tensas rela- ciones existentes entge ‘Uriburuy el ejereito. Ya. hacia. varios ‘meses que los. acontetimientos politicos, de los cuales el eléreito cra atento testigo, venlan debilkenda i autordad del Dresdente provisional y de sus amigos nacionalistas en exclusive. provec et abil general Justo. bo El ascenso del general Justo La perentoria adverteneia del coronel Rodriguez viene a coro- nar el fracaso politico de los “nacionalistas” que se encuentran en el poder. El elército niega su apoyo al general Uriburu porque Jos grandes partidos se le oponen y porque el repudio de la opinion iblica ha mostrado el alslamiento del. goblero provisional. Hl 23 de octubre se produce una primera erisis de gablaete que evela el conflicto existente en el seno del goblerno entre “restauradores” y “revolucionarios”. El vicepresidente Enrique San- tamarina entrega su renuncia “por motivos de salud”. ln realidad 5 hostil a las reformas constitucionales que desea el presidente” ‘La gran prensa se hace eco de las porfiadas discusiones sobre el problema de la revision constitueional que prosiguen entre los miembros de la clase polities. Los partidos res dan por sentado que la revolucin se ha hecho contra hombres, Yrigoyen ¥ sus colaboradores, y no contra la sacrosanta Constituelon de 1858. ‘Los partidos opuestos a Yrigoyen, esenclalmente los socta- stas independientes y los conservadores, constituyen una alianza, 1a Federacion Nacional Democratica, cuyo objetivo es la convo- catoria a elecciones a corto plazo retornando a la Constitucion. EI 11 de noviembre de 1980 el ministro del Interior, Sanchez Sorondo, recibe @ una delegacién de la Federaclin Nacional De- moeratica, encabezada por el socialista. independiente Federico Pinedo." #1 ministro asume pricticamente, como muestra de buena voluntad, el compromiso de 0 elecciones provinciales a comienzes do 1931 para elegir gobernadores y legisladores cn, Buc nos Aires, Corrientes, Santa Fe y Gérdoba. La provincia de Buenos Alres serviri de prueba. Consultado sobre el “estado elec toral” de su cireunseripcidn, el “gobernador” provisional da su aprobaeién, Esté convencido de controlar la situacion. ;No es Bue “ “Discurso pronunciado en el teatro Cervantes el 7 de julio de 1991 (por el general Manvel A. Rodriguez), en su cardcter de presidente del Circulo Militar, durante la comida de’ camaraderia del Ejéreito y de la ‘Armads", El hombre del deber. Una serie de semblances del general Manuet A. Rodriguez, Bs. As., Benabé y Cia., 1936, pigs. 81-32. % La Nacién, 23 de octubre de 1980. " Pinedo (Federico), op. cit, pag. 89. m2 pera clcvortis,esusrae, I, tsa xia it ogy Ae, ah via commerce, re, ede det Seana nile, dander fo El interventor Meyer Pellegrini declara, en visperas del escru- vt mpene ures Pace a ee SPE del pueblo pueda ser derrotada en las urnas’ Por el contrario, pi pie ans cr SS ee ee eo rpes rer eg anes et rear que radicales, socialistas y conservadores hagan su campatia li- Seyi Ste: chat dr Si Uda Senne 20, ate iz ae cia, cues tl, et Fi a Ee Bosses ming Co eRe Da er a Se ee eS ee nae quistas - ES ree ae a is nae ver gunman, preii, Tsaite e e i eth. ee Re cen pa eee nd ‘el 76% de los inscriptos, es una derrota para los conservadores que esperaban un brillante triunfo. Los candidatos de la Union Se Bes ee, Cuadro 3 Eleccior gobernador y vicegobernador de la provinca de Buenos Aires (5 de abril de 1931)* ee UCR .. 218.783, Diversos ..csseesees+ 2608 Conservadores 187-734 En blanco .......s++ 12464 Partido Socialista ..... 41.573 ESS Pacreae Armiadan retituyen st imperio de ta node. on, phe a El 11 de abril, aun antes de que los resultados definitivos sean conoeldos, ya que el recuento de votos recién termina el 27, el presidente Uriburu reacciona y declara en Santa Fe: “Si he ereido Que era necesario acudir al supremo recurso de las armas para Gestruir el sistema que arruinaba a la Repiblica, debo seguir ereyendo que mi deber es tratar de impedir que el pais vuelva a caer en las manos que lo explotaron y envilecleron. La revolucién * Ministerio del Interior, Subsecretaria de Informaciones, Las Fuerzas ‘Armadas restituyen el imperio de la soberanta popular, Bs. As., 1948, Tomo I, “ae re Tid, pg 448, 23 tiene su légica. No ha terminado el 6 de septiembre”. Se aplazan sine die las elocclones previstas ep las otras provinclas park el 10 de abril y el 24 de mayo, y se reimplanta el estado de sitio, Un formupleado embarasosq expresa que. “el gobierno aceptara ei te~ sultado de tas urnas eh 1a provincia de Buenos Aires, pero no Puede aceptar que los elegidos sean hombres del régimen depues- to", dando a entender que se anulard el resultado de la consulta del’5 de abril. Tal es el caso precisamente de Honorio Pueyrredon ¥ de Marlo M. Guido, elegidos gobernador y vicegobernador. Para los nacionalistas, el pueblo ha mostrado una vez més su “ineapacidad eiviea”. Pero la revolucién ha recibido un golpe fatal. £1 radicalismo se encuentra muy bien, no esté. muerto como se rela; ¢l mito del golpe de Estado popiilar, traduccion indis- ‘ cutible de la soberanfa y de la voluntad del pueblo, se derrumbe. 2Quién podré decir, de ahora en adelante, que la “revolucion fue aceptada y aclamada por una mayoria mas amplia que la que gieid2, yrisoven’, somo escribla ‘Tomés D. Casares en octubre Singiice parece en toda su desnudez de reaccién 6 militares exigen 1a separacién de Sinchez Sorondo, res- Ponsable del flasco electoral Hl gabinele renuncia el 18. de abril Para permitirle una honrosa retirada. E117 de abril, un millar de oficiales se retine en el Cireulo Militar antes de it a saludar residente, en una “manifestacion- esponténea de simpatia”, in dice Le Prensa La entrevista se leva a cabo sin periodistas ni testigos civiles. Pero nadie puede liamarse @ engafio sobre sus fines, i elército presenta un verdadero ultimatum el presidente, ue sigue reafirmando lot principios del @ de septiembre para que lecclones presidenciales ant sated Soames finalizar el afio res ru se inclina. Su posietén es tanto més dé la reorganizaciOn ministerial alej6 del eatge politico, de ministre del Interior al unico nacionallsta, Octavio &. Pico, hasta entonces ministro de Obras Publicas, se hace cargo de la cartera del Interior el 18 de abril, después de miéltiples n ss. Conservador tra- Gicional, desea una candidatura de union nacional para las elec- clones presidenciales. De acuerdo con el testimonio de Lisandro de la Torre, ya tiene un eandidato: el general Justo, que fue quien le permitis’aceeder a exe puesto de primer pianos Gin embargo, ue asegurar Ja vicoria.“de ios “deméoratas antiyrigoyenistas” iminar a los radieales imponer “ideo- logias extticas”. =o a “Cf. de la Torre (Lisandro), Cortar fntimas, Bs, As., Futuro, 1951, pig. 95. El cambio de ministro del’ Interior implica’ reemplazos de goberna. Gores e intendentes, influyendo por lo tanto en el proceso electoral, 284 La eliminacién de los radicales nuevo ministro del Interior no plerde un instante en poner en préctiea el programa que 1a Federacion Nacional Democratiea Satie presentado a Sanches Sorondo cinco meses antes. i 17 de Ebril, Octavio S. Pico declara que “el Sr. Presidente del goblerno provisional hha resuelto convocar a los representantes de los par- Eos que han repudiado y que repudian todavia a In fracciém del partido radical que sostenia al régimen depuesto por la revolucién, 2 fin de exhortarlos a la concordia necesaria para promover la Soluciones que exige la hora presente”, invitasdo a constitulr tn frente politico para impedir que los radicales eguen al poder. Este amplio frente, que incluye a todos los partidos menos 4 los “personalistas”, cuenta desde Iuegd con el asentimiento de los militares. Volviendo a las bases del alvearismo, la eoalicién anti- yrigoyenista encarna en lineas generales el ideal politico del elé- {ito de la época: una democracia parlamentaria moderada, pri- dentemente ablerta a la partieipacién popular, dotada edn un poder ejecutivo fuerte. El candidato del frente no puede ser otro que el general Justo. ‘Antiguo ministre de Alvear y revolucionario septembrino, miembro Gel Jockey Club y general de division, ha dirigido su carrera con {nano maestra, Ei 25 de septiembre renunela a su eargo de coman- dante en jefe del ejéreito para que una comision investigadora mieds, aclarar Jas acusaciones de malversacion que se le han cho. Lo que busea en realidad es distanciarse de los proyectos y métodos del general Uriburu. A la espera de servir a la Repi- buea, urde sus maniobras politicas (no es el tinico). La influyente Review of the River Plate le dedica su editorial del 3 de octubre de 1980. EL @ su decision de renunclar va junto con paginas muy favorables a la accién de la Federaclin Nacional Democratica publicadas en el mismo niimero, 2Simple coinciden- dia, 0 es que la candidatura del antiguo director del Colegio Militar ya @staba en germen? ‘Todo seria muy simple si la reaparicién de un personaje algo clvidado no vinlera a poner trabas a la candidatura de Jusio. Hl ex presidente Alvear, a quien no le habia parecido oportuno Shanagnar fon deletes de la vida perisiense & Causa de ‘in goipe de Estado ocurrido en su pais, cree legada su hora después de Ja vietoria electoral del § de abril. Desembarca en el puerto de Bue nog Aires el 25 de abril de 1931, donde lo esperan 6.000 personas." Uniburu, con quien lo vincula'una vieja amistad, envio uno de sus edecanes ‘para reolbirlo. ‘También esta presente el general Tusto para darle 1a bienvenida. ‘Tanto Uriburu como Justo estén preocupados por el regreso de Alvear, Temen esenciaimente que éste se proponga reunificar Ja Union Civica Radical, respondiendo al llamado de Yrigoyen en * Of. La Prensa, 18 de abril de 1981. * La'Navidn, 28 de abril de 1981. 45 razin de su fidelidad al partido. £1 proyecto politico de Justo s6lo és posible con el apoyo ¥ aval del Fadlealismo “adistinguldo” y el aislamiento de los yrigoyenlstas. Para Uriburu, la reunificacion significaria el renacimiento del partido popular, ‘un eterno retorno que exigiria comenzar todo de huevo; precisamente cuando se encuentra privado del arma absoluta de ia reforma corporativista. Uriburu se pone en contacto con don Matcelo para intentar precaverse del peligro. Justo frecuenta asiduamente In antecd~ mara del ex presitente en el city Hote Fero Alvear no renuncla a su proyecto. En su resideneia y cuartel general, ‘confluyen jearistas © yrigoyenistas, viejos radicales y nuevos adherentes antiuriburistas, constituye ‘un consejo para ia reorganizacion. del partido. Justo 'comprende que ‘no puede esperar nada de Alvear ¥ de sus amigos; nunea obtendra la investidura para las elecciones Gel 2, ¢ noviembre de parte de, una Union Civica Radical recone fitulda, por haber sido un golpista septembrino. El proceso de reunificacién del radicalismo estén marcha. Entonces se produce providenclaiments, ei 20 de julio, el le- vantamlento frustrado de los oficiales radiesies de Corrientes. cra Pomar un eslabén de una conspiracion a nivel nacional contra Uniburu, como pretende el teniente coronel Cattdneo, con la cual habria ¢stndo comprometido Justo? Pus éate quien ‘aio via libre a los conjurados abrigando la maquiavéllea esperanza de ver su fracaso repercutir en el partido radieal? 20, simplemente, de]s que se sublevaran? Lo clerto es que el prosunciamiento tue el retexto sofiado para poner a los radicales fuera de la Iey. El 25 de julio el goblerno provisional hace saber que el partido radical, ‘culpable de maniobras revoluclonarias, no puede pre- sentar ‘Iistas de candidatos en las elecclones. i mismo dia son texpulsados del pals Marcelo 7. de Alvear, Honorio Pueyrredon, Jos P. Tamborini y Carlos M. Noel, principales dirigentes del radica lismo reorganizado, Se produce una ola de arrestos que alcanza a los dirigentes radicales de todas las provinclas, ditigida par- | ticularmente en contra de la Juventud fadleal y de los sectores | populares, Cempleados y obreros) “de la UCR. @ intenta mostra eolusion del radicalismo con los sindicatos, o sea con las “ideo- Jogias extremistas’. Idéntico objetivo subyace, sin duda, en el asunto de la Iuyamtorg que evocamos en paginas anteriores. El clerre de la agencia comercial soviétiea el § de agosto de 1931 y Jas acusaclones que se le haven no pueden ser dlsociados de 1a ergpnalidad de los dos shogados de ln sociedad, Honorio Puey- rredén y Mario Guido, los dos triunfadores de la eleccién del 5 de abril: dos “t 30s comunistas” segiin los de Uriburu, @ quienes no seria decente entregar el goblerno de la provincia dé Buenos Aires’ Ver el testimonfo del secretario de Alvear: Goldstraj (Manuel), Afo: y_errores. Un cuarto de siglo de politica argentine, Bs, As,; Sophos, 1957, pig. 176. ™ La’ denuncia de relaciones culposas entre dos de los “hombres més representantivos de la Unién Civica Radical” y el gobierno ruso es muy an. 246 acismo que afecta a los dirigentes reidieales beneticia enormemaente a general susto, La campata de Uribura contra {2 UCR allana el terreno para la stura._presidencial de! Antiguo ministro de Alvear. La intensa polémica que, se desate Shire el ex presidente y el presidente provisional en el moment Gerla partida de aquel al extlio, favorece las ambiclones del general Jlsto, que, se convierte asi en el hombre del justo medio. Yecto, cl 5 de agosto Alvear publica en la prensa una violenta Genuncia de la dictadura. El manifiesto aparece en todos los diarios Junto a una refutacién lena de ataques personales redactada por ru Wvear reprocha a Uriburu por corromper al ejgrelto, por haber instirado whe erosera. dctadure’ que’ practiea. Ia, torture de los prisioneros politicos, haber suspendido las elecciones en 1a provinela de Buenos Altes y haber anulado las demds elecclones Previstas. Alvear dedica su argumentaclén especialmente a la po- fitica del gobierno provisional con respecto al ejéreito: “péaivas groteseas ofenden sin motivo su dignldad con- agrane’ (de Iefon'y oficaies). como si te creyera posible con frettirios con’ ellas en guaralas SveeD ejereita do la Nacién es la Nacién misma ... Ese ejéreito lev por toda Ig America ‘ia libertad .-. No 30 conelbe que pueda ser em- Pleado para abusar de sit fuerea ajando 8 su pueblo. Yo tango Ei"Geretho de elevar mi més firme protesta contra. los que Green posible hacerlo escender desu nivel moral, subordl- Suudolo a. su clego servicio, porque el culto de las virtudes Iniltares ha conmovido siemipre tl espititu. Lo demostre du- Tunte mi goblerno en la celosa preocupacion de fomentar sa Progreso, xfronvando todas las Sificultades tinancleras para Piattenerio en la altura que le correspond... ‘Todas estas excelentes razones se prestan para que el antiguo ministro de Guerra de Alvear las utilice en su Porque fl general Justo, que se nlega a tomar partido en el debate enta- blado entre estos dos adversarios, esta resuelto a servirse de su pasado de ministro de un goblerno radical. Es antiyrigoyenista, ero conoce sin empargo la Teaccion, que produce la mencién Jos radicales en las clases medias civiles y militares. No desea ser considerado como el candldato de los conservadares, sino como el representante de un radicalismo respetable y de buena socieda Ss"por eso que tn grupo de radicales antipersonalistas, coman- Gados por el caudillo Laurencena lanza oficialmente su candi- Gwlor A Gere de la Juyamtorg: ya aparece en un discurio de Leopoldo gone Sirglda a tos sltaree de Ix base del Palomar el 25 de mayo SoSH, on tresncia el minstro de Cures y del presidente Usburu ret miata de Alvear eth fechado el 28° de jello de 1891, ver Luna (Falis), Aoear, Bs Ase Libros Argentinos, 1956, pg. 8. mn

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