Vous êtes sur la page 1sur 1

Las cartas que te envo por correo no te llegan, ese correo viejo que se ha marchitado por los aos,

segn ellos me dicen me falta tu direccin. Pero no es ningn reproche de mi parte, sin embargo
me mantengo triste por la situacin, por el obligado silencio a muchas voces, ni siquiera es a dos.
Me acuerdo tanto de tantas cosas, muchas veces te recuerdo cantando tantas de Silvio, es
indescriptible imaginarte llorando tantas veces por lo incomprensible pero que sucede como
inevitable. Es que muchas veces no elegimos la manera en como deberamos vivir, s que muchas
veces te invade el optimismo (para el cual no hay vacuna) y otras muchas el pesimismo. No puedo
si quiera describirte las veces que he pensado en ti desde hace un tiempo, tantos recuerdos donde
slo resaltas t. Por ejemplo, te recuerdo cantando footsteps o rocky raccoon, la primera me
daba miedo de pequeo y la segunda me daba risa, ahora que las puedo leer entiendo porque las
cantabas; es increble cunto tiempo de tu vida (la nica) has estado sufriendo pero es ms
increble cunto tiempo de una vida cualquier hombre sufre la mayor parte, como si la belleza de
la vida fuese tan slo algunos instantes, slo unos pequeos instantes,
+. Te recuerdo en una ocasin, una tarde, jugando conmigo, con los caballeros del zodiaco,
dicindome que no deban pelear sino ser amigos. Recuerdo la casa de Izcalli, y de todos los
recuerdos me viene el aroma, la sensacin, la sensacin de que el tiempo ha transcurrido y de que
nunca ms volver a poner las manos sobre las que en ese entonces fueron tuyas. Ah! pero tu
naciste primero, tus huesos fueron ms fuertes que los mos, por eso naciste primero y si fueses
Urquidi (un personaje de Juan Rulfo) lo sabras. Me han visitado tantas personas que fuiste t en
este tiempo, y slo siento tristeza. T me dirs: no ests triste, pero ya no soy un nio, s por lo
que ests pasando y es terrible, es definitivamente algo que no depende de ti.

Vous aimerez peut-être aussi