Del autor al lector

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Por Daniel Guebel |
24/10/2015 | 00:11

Es una historia antigua, entre budista y santiaguea, que el escritor le cuenta al lector,
y dice as:
Cruzado de piernas bajo el rbol de la sabidura, medita un sabio yogui. Come si hay
comida, ayuna si no hay. Un da recibe la visita de un rico. El visitante le dice: Maestro,
le dar este documento donde consta que le cedo mi fortuna si a cambio me ilumina
con una muestra de su desprendimiento supremo. El sabio calla y ni siquiera lo mira.
El rico repite: Si extiende la mano, el documento es suyo. Si no lo hace, mi fortuna
seguir siendo ma pero yo permanecer en las sombras del conocimiento. Entonces
el sabio dice: Djelo sobre la falda de mi tnica.
En este punto, el lector dice: Y?. El escritor contesta: Ese es el cuento. El lector se
siente con derecho a preguntar: Qu clase de historia es una sin conclusin y sin
moraleja?, a lo que el escritor responde: Las conclusiones son varias, ninguna de
ellas concluyente. Puede que el traspaso de sabidura a cambio de poder se haya
hecho y el sabio se volvi rico y el rico sabio. O que el rico, justo en el momento de
entregar el documento, decidiera que slo el dinero proporciona un saber real y saliera
corriendo. O que el sabio haya dejado volar el documento con el soplo del primer
viento. La historia queda as, abierta. Luego de reflexionar unos segundos, el lector
contesta: Yo creo que el sabio era tan sabio que de antemano saba que no hay
ningn trueque posible entre dinero y saber. El rico propona un canje entre dos
trminos sin equivalencia. El escritor agrega: Quizs el sabio era un vago. Por qu
le dijo al rico que le dejara el documento sobre la falda?. El lector re y dice: No
alcanzo a decidir si tu relato invita a la iluminacin o se limita a la ancdota estpida. Y
el escritor: Ac aparece la moraleja: el sentido no permanece fijo en ninguna parte y la
verdad se disuelve apaciblemente cuando la abraza la paradoja.