Vous êtes sur la page 1sur 23
20 do, a mi juicio, una cuestién abjerta), cuanto de explicaren qué oe aiuto tal programa y en qué circunstancias resulta 0 no n3- sors) intenter aplicarlo. En concreto, me propongo hacer lo Siguiente: 1) distinguir ef postulaco general de que hay und sete tacultades psicologicas de una versién particular de! lgmo que denominaré la tesis de \a modularidad; 2) enume- iar algunas de Ias propiedades que los sistemas cognitivos 1o- Gulares pueden exhibir en virtud de su cardcter modular; ¥ 3) Considerar si es posible formular una hipdtesis plausible acerca Se aué procesos mentales pueden tener un cardcter moduler. adie ef final del estudio, intentaré asimismo hacer algo por 7) desligar Tas euestiones de las tacultades y la modularidad de 10 que denominaré la tesis de os Confines Epistemologicos, 9 Ia nocién de que existen unas consiricciones determinadas de forme endogena sobre las cleses de problemas que los seres Rimsnos pueden resolver y, consecuentemente, sobre [0s tipos de fenémenos que podemos conocer. Ato largo de esta obra voy a cefiirme al tema de fa psicolo~ {gia do los procesos cognitivos, ya que es la Unica clase de psi. Sijogia que conozco en parte, Con todo, el camino va ser fargo y 2190 tortuoso, defectos por los que deseo disculparme eantemano, En mi propia defensa puedo alegar que, aunque Gienso. quo 21 resurgimiento del programa que propone [a psi. cologia de las facultades ha sido de enorme utilidad a fa hora de ampliar el abanico de alternativas de estudio a disposicién Ge los psicélogos cognitivos, y aunque estimo que es muy pro ‘able que la tesis de la moduilaridad demuestre ser verdadera en ciguna de sus versiones, el ambiente que ha radeadio las discu- Gianes mas recientes sobre el tema ha sido mas bien confuso, habiandose defendido a un tiempo postulados conceptualmen- vivarsos y no igualmente plausibles, segin espero demostrar. Por otra parte, ain queda mucho terreno por explorar. El pro- poner un inventario de facultades psicoldgicas equivale a. pos: Polar una teoria de la estructura de la mente, Todos estos t6- eas tienen una enorme importancia y requieren ser tratados en protundided. PRIMERA PARTE J.A. Fodor La modularidad de ia mente Madrid: Morata, 1986 [original en inglés de 1983] CUATRO EXPLICACIONES DE LA ESTRUCTURA MENTAL ee La conducta se encuentra organizada, aunque su organiza cién es un fenémeno derivado; la estructura de la conducta Guarda la misma relacién con ia estructura de la mente que la Ge un efecto con su causa. En esto se resume la doctrine men talista ortodoxa, que es la que varios @ asumir a lo largo de la exposicion que ahora se inicia: las explicaciones psicolégicas ortodoxas dan cuenta de la organizacién de la conducta ape fando a unos principios que, segiin ellas, explican la estructura de la mente Pero den qué consiste dicha estructura? Es cierto que ésta no es precisamente una pregunta muy clara, pero no por ello es ‘eno’ fructifera, En esta seccion me propongo considerar la psicologia de las facultades como una de las respuestas plau- sibles que se pueden ofrecer a esta pregunta, (En rigor, se trata, tomo en seguida podré comprobarse, de dos tipos de respues- fa) El objeto fundamental de esta primera parte es Dosquejar fa naturaleza de la razon tedrica de la doctrina de las facultades 22 bese de contrastarla con diversas explicaciones alternativas de fa mente. El modo de desentrafiar estas opciones se aparta en ciertos aspectos del estilo que considero normal, aunque tal Vez resulte esclarecedor en este caso apartarse de la norma Con todo, quisiera aclarar desde el comienzo que las posturas que voy a feviser no deben considerarse mutuamente exclu- Yentes, Por el contrario, el punto de vista que en Ultimo termi La modulrited dela mente Ccunteo expleaciones de i estructura mental a no defenderé serd, en algunos aspectos, descaradamente ecléc: tieo. 1,1, El neocartesianismo: Ia estructura de la mente entendida como estructura del conocimiento Como casi todo el mundo sabe, Ia doctrina de Descaaes de las ideas innatas se halla nuevamente de actualidad y, sobre todo bajo la tutela de CHowsky, se la interpreta de manera explicita como una teor‘a relativa al modo en que la mente se halla ini cial, intrinseca y genéticamente estructurada en facultades u "érganos” psicolégicos. A mi modo de ver, este resurgimiento del cartesianismo es un bien indiscutible. No obstante, conside- ro que es necesario distinguir le psicologia de las facultades de corte neocartesiano de otras versiones bastente diferentes de la misma doctrina con las que suele confundirse y de cuya retorica ha tendico a apropierse. En realidad, la mayor parte de este trabajo se ocupe de defender un concepto de facultad psicolégica algo distinto del constructo chomskyano de gano mental” y que seguramente el propio Descartes habri Gesaprobado. La exposicion que sigue tiene por objeto contras- tar algunas de les corrientes a que he hecho alusién. En resumidas cuentas, el postulado fundamental del neocar- tesianismo es que “la estructura (psicolégica) intrinseca es rica... y diversa” (Cuomsky, 1980, p. 3). Esta opinion se halla en contraste con todas las formas de empirismo, las cuales “asumen que el desarrollo es uniforme a través de todos los do minios (cognitivos) y que las propiedades intr insecas del esta- do inicial (de la mente) son homogéneas e indiferenciadas, asuncién que comparten un amplio espectro de autores desde Sknwen hasta PAceT (quienes, por lo demds, difieren en mu: cchas otras cosas)” (ib/d.). Las cuestiones relativas al innatismo aparecerdn una y otra vez, de uno u otro modo, a lo largo de esta obra. Pero por el momento prefiero dejarlas de lado para intentar descubrir qué concepto de estructura mental subyace ‘a este estilo neocartesiano de construir teor as psicolégicas. Cuowsky es muy aficionado a hablar de las estructuras men. tales en términos de analogia anatémica con el corazén, las extremidades, las alas y otros miambros u Organos. “Una ma- era provechosa de reflexionar sobre la facultad del lenguaje, la fecultad de los nimeros y otres facultades andlogas seria considerarlas como ‘érganos mentales’ semejantes al corazén, al sisteme visual 0 al sistema de coor ién y planificacion motoras. Da la impresin de que no hay una linea clara de de- mareacién entre los Grganos ffsicos, los sistemas perceptivo y motor y las facultades cognitivas en los aspectos referidos” (ibid.). Hay, por supuesto, una justificacién a esta analogia, basada en el argumento (enteramente plausible, desde mi pun- t0 de vista) de que el desarrollo ontogenético, tanto en lo rete- rente a las facultades mentales como a los drganos corporales, debe entenderse como el despliegue de un “proceso determi- nado de manera intrinseca”. Concretamente, “... todos damos por sentado que el organismo no aprende a desarroliar brazos 6a alcanzar la pubertad... Al examinar la mente y sus produc tos, la situacién no es cualitativamente distinta de lo que ocurre en el caso del cuerpo” (ibid., pp. 2-3). Sin embargo, Bunque el argumento de CHomsky esté bien planteado, su ter- minologia es equivoca en ciertos aspectos; hay importantes distinciones que resultan oscurecidas por un uso del término “estructura” apl riminada a los érganos corporales y @ las facultades psicolégicas en su acepcién neo: cartesiana. Tanto es as{, que sdlo cuando se pone énfasis en estas distinciones es cuando se empieza a ver con claridad en qué consiste realmente la explicacin neocartesiana de Is es: tructura mental. ‘Al examinar el problema con detalle, resulta que lo que Cuomsxy considera innato es principalmente un determinado corpus de informacién: el nifio “nace sabiendo”, por asi decir, clertos hechos acerca de las constricciones universales sobre las, Be snguas humanes. Lo que explica la asimilacién defini- tiva de las capacidades linguisticas maduras es la integracién de ‘estos conocimientos innatos con un corpus de “datos lingiiisti- . @j., con las observaciones que el tra de las expresi tenecientes a su misma comunidad Lo més importante desde la perspective neocartesiana no es tal vez que lo innato haya de ser, en términos rigurosos, cono- cimiento Al fin y al cabo el conocimiento es ~al menos se- gin dicen muchos filésofos— entre otras cosas un concepto Aormative que esté muy relacionado con la satisfaccién de ciertas normas de justificacién. El propio CHowsky parece dis- puesto a abandonar el postulado de que los principios lingiiis ticos universales se conocen de manera innata en beneficio de Fa La modularidad dele mente ‘otro postulado basado en un neol: e} cual tales principios se smo (y por eso mismo pu- ‘cognoscen” (cogni- les; fo que es ‘ser algo que puede constituir el valor de una variable proposicional en esquemas tales como "x sabe (/cree, Jeognosce) que P’ 2 Veamos por qué razén es importante. Como he sefialado antes, el destino de la (supuesta] informacién innata es inter- actuar con los datos lingilisticos primarios del nifio, y a esta interacci6n se la considera computacional. Ahora bien, e! concep- to de computacién se halla intrinsecemente relacionado con icacién, la confirmacién y la consecuencia légica. En concreto, una computacién es una transformacién de representaciones que respeta estos tipos de relaciones seménticas (véase Fooon, 1975; HAUGELAND, 1981). No obstante, tales relaciones seménticas sdlo se veri categorias de p”. La idea de que lo innato tiene contenido proposicional por tanto, parte de una determinada forma de concebir la ontogénesis de tas capacidades mentales, a saber, aquella que considera que en el desarrollo cognitivo lo que viene dado de icos primarios bien para seleccionar una de las posi ‘tices que le proporciona una "Teoria Linguistica Gene- ral" representada de manera innata (CHoms

Vous aimerez peut-être aussi