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do, a mi juicio, una cuestién abjerta), cuanto de explicaren qué
oe aiuto tal programa y en qué circunstancias resulta 0 no n3-
sors) intenter aplicarlo. En concreto, me propongo hacer lo
Siguiente: 1) distinguir ef postulaco general de que hay und
sete tacultades psicologicas de una versién particular de!
lgmo que denominaré la tesis de \a modularidad; 2) enume-
iar algunas de Ias propiedades que los sistemas cognitivos 1o-
Gulares pueden exhibir en virtud de su cardcter modular; ¥ 3)
Considerar si es posible formular una hipdtesis plausible acerca
Se aué procesos mentales pueden tener un cardcter moduler.
adie ef final del estudio, intentaré asimismo hacer algo por
7) desligar Tas euestiones de las tacultades y la modularidad de
10 que denominaré la tesis de os Confines Epistemologicos, 9
Ia nocién de que existen unas consiricciones determinadas de
forme endogena sobre las cleses de problemas que los seres
Rimsnos pueden resolver y, consecuentemente, sobre [0s tipos
de fenémenos que podemos conocer.
Ato largo de esta obra voy a cefiirme al tema de fa psicolo~
{gia do los procesos cognitivos, ya que es la Unica clase de psi.
Sijogia que conozco en parte, Con todo, el camino va ser
fargo y 2190 tortuoso, defectos por los que deseo disculparme
eantemano, En mi propia defensa puedo alegar que, aunque
Gienso. quo 21 resurgimiento del programa que propone [a psi.
cologia de las facultades ha sido de enorme utilidad a fa hora
de ampliar el abanico de alternativas de estudio a disposicién
Ge los psicélogos cognitivos, y aunque estimo que es muy pro
‘able que la tesis de la moduilaridad demuestre ser verdadera en
ciguna de sus versiones, el ambiente que ha radeadio las discu-
Gianes mas recientes sobre el tema ha sido mas bien confuso,
habiandose defendido a un tiempo postulados conceptualmen-
vivarsos y no igualmente plausibles, segin espero demostrar.
Por otra parte, ain queda mucho terreno por explorar. El pro-
poner un inventario de facultades psicoldgicas equivale a. pos:
Polar una teoria de la estructura de la mente, Todos estos t6-
eas tienen una enorme importancia y requieren ser tratados
en protundided.
PRIMERA PARTE
J.A. Fodor
La modularidad de ia mente
Madrid: Morata, 1986
[original en inglés de 1983]
CUATRO EXPLICACIONES
DE LA ESTRUCTURA MENTAL
ee
La conducta se encuentra organizada, aunque su organiza
cién es un fenémeno derivado; la estructura de la conducta
Guarda la misma relacién con ia estructura de la mente que la
Ge un efecto con su causa. En esto se resume la doctrine men
talista ortodoxa, que es la que varios @ asumir a lo largo de la
exposicion que ahora se inicia: las explicaciones psicolégicas
ortodoxas dan cuenta de la organizacién de la conducta ape
fando a unos principios que, segiin ellas, explican la estructura
de la mente
Pero den qué consiste dicha estructura? Es cierto que ésta
no es precisamente una pregunta muy clara, pero no por ello es
‘eno’ fructifera, En esta seccion me propongo considerar
la psicologia de las facultades como una de las respuestas plau-
sibles que se pueden ofrecer a esta pregunta, (En rigor, se trata,
tomo en seguida podré comprobarse, de dos tipos de respues-
fa) El objeto fundamental de esta primera parte es Dosquejar
fa naturaleza de la razon tedrica de la doctrina de las facultades
22 bese de contrastarla con diversas explicaciones alternativas de
fa mente. El modo de desentrafiar estas opciones se aparta en
ciertos aspectos del estilo que considero normal, aunque tal
Vez resulte esclarecedor en este caso apartarse de la norma
Con todo, quisiera aclarar desde el comienzo que las posturas
que voy a feviser no deben considerarse mutuamente exclu-
Yentes, Por el contrario, el punto de vista que en Ultimo termiLa modulrited dela mente
Ccunteo expleaciones de i estructura mental a
no defenderé serd, en algunos aspectos, descaradamente ecléc:
tieo.
1,1, El neocartesianismo: Ia estructura de la mente
entendida como estructura del conocimiento
Como casi todo el mundo sabe, Ia doctrina de Descaaes de
las ideas innatas se halla nuevamente de actualidad y, sobre todo
bajo la tutela de CHowsky, se la interpreta de manera explicita
como una teor‘a relativa al modo en que la mente se halla ini
cial, intrinseca y genéticamente estructurada en facultades u
"érganos” psicolégicos. A mi modo de ver, este resurgimiento
del cartesianismo es un bien indiscutible. No obstante, conside-
ro que es necesario distinguir le psicologia de las facultades
de corte neocartesiano de otras versiones bastente diferentes
de la misma doctrina con las que suele confundirse y de cuya
retorica ha tendico a apropierse. En realidad, la mayor parte
de este trabajo se ocupe de defender un concepto de facultad
psicolégica algo distinto del constructo chomskyano de
gano mental” y que seguramente el propio Descartes habri
Gesaprobado. La exposicion que sigue tiene por objeto contras-
tar algunas de les corrientes a que he hecho alusién.
En resumidas cuentas, el postulado fundamental del neocar-
tesianismo es que “la estructura (psicolégica) intrinseca es
rica... y diversa” (Cuomsky, 1980, p. 3). Esta opinion se halla
en contraste con todas las formas de empirismo, las cuales
“asumen que el desarrollo es uniforme a través de todos los do
minios (cognitivos) y que las propiedades intr insecas del esta-
do inicial (de la mente) son homogéneas e indiferenciadas,
asuncién que comparten un amplio espectro de autores desde
Sknwen hasta PAceT (quienes, por lo demds, difieren en mu:
cchas otras cosas)” (ib/d.). Las cuestiones relativas al innatismo
aparecerdn una y otra vez, de uno u otro modo, a lo largo de
esta obra. Pero por el momento prefiero dejarlas de lado para
intentar descubrir qué concepto de estructura mental subyace
‘a este estilo neocartesiano de construir teor as psicolégicas.
Cuowsky es muy aficionado a hablar de las estructuras men.
tales en términos de analogia anatémica con el corazén, las
extremidades, las alas y otros miambros u Organos. “Una ma-
era provechosa de reflexionar sobre la facultad del lenguaje,
la fecultad de los nimeros y otres facultades andlogas seria
considerarlas como ‘érganos mentales’ semejantes al corazén,
al sisteme visual 0 al sistema de coor ién y planificacion
motoras. Da la impresin de que no hay una linea clara de de-
mareacién entre los Grganos ffsicos, los sistemas perceptivo y
motor y las facultades cognitivas en los aspectos referidos”
(ibid.). Hay, por supuesto, una justificacién a esta analogia,
basada en el argumento (enteramente plausible, desde mi pun-
t0 de vista) de que el desarrollo ontogenético, tanto en lo rete-
rente a las facultades mentales como a los drganos corporales,
debe entenderse como el despliegue de un “proceso determi-
nado de manera intrinseca”. Concretamente, “... todos damos
por sentado que el organismo no aprende a desarroliar brazos
6a alcanzar la pubertad... Al examinar la mente y sus produc
tos, la situacién no es cualitativamente distinta de lo que
ocurre en el caso del cuerpo” (ibid., pp. 2-3). Sin embargo,
Bunque el argumento de CHomsky esté bien planteado, su ter-
minologia es equivoca en ciertos aspectos; hay importantes
distinciones que resultan oscurecidas por un uso del término
“estructura” apl riminada a los érganos
corporales y @ las facultades psicolégicas en su acepcién neo:
cartesiana. Tanto es as{, que sdlo cuando se pone énfasis en
estas distinciones es cuando se empieza a ver con claridad en
qué consiste realmente la explicacin neocartesiana de Is es:
tructura mental.
‘Al examinar el problema con detalle, resulta que lo que
Cuomsxy considera innato es principalmente un determinado
corpus de informacién: el nifio “nace sabiendo”, por asi decir,
clertos hechos acerca de las constricciones universales sobre las,
Be snguas humanes. Lo que explica la asimilacién defini-
tiva de las capacidades linguisticas maduras es la integracién de
‘estos conocimientos innatos con un corpus de “datos lingiiisti-
. @j., con las observaciones que el
tra de las expresi
tenecientes a su misma comunidad
Lo més importante desde la perspective neocartesiana no es
tal vez que lo innato haya de ser, en términos rigurosos, cono-
cimiento Al fin y al cabo el conocimiento es ~al menos se-
gin dicen muchos filésofos— entre otras cosas un concepto
Aormative que esté muy relacionado con la satisfaccién de
ciertas normas de justificacién. El propio CHowsky parece dis-
puesto a abandonar el postulado de que los principios lingiiis
ticos universales se conocen de manera innata en beneficio deFa La modularidad dele mente
‘otro postulado basado en un neol:
e} cual tales principios se
smo (y por eso mismo pu-
‘cognoscen” (cogni-
les; fo que es
‘ser algo que puede constituir el valor de una
variable proposicional en esquemas tales como "x sabe (/cree,
Jeognosce) que P’ 2
Veamos por qué razén es importante. Como he sefialado
antes, el destino de la (supuesta] informacién innata es inter-
actuar con los datos lingilisticos primarios del nifio, y a esta
interacci6n se la considera computacional. Ahora bien, e! concep-
to de computacién se halla intrinsecemente relacionado con
icacién, la confirmacién y
la consecuencia légica. En concreto, una computacién es una
transformacién de representaciones que respeta estos tipos de
relaciones seménticas (véase Fooon, 1975; HAUGELAND, 1981).
No obstante, tales relaciones seménticas sdlo se veri
categorias de
p”. La idea de que lo innato tiene contenido proposicional
por tanto, parte de una determinada forma de concebir la
ontogénesis de tas capacidades mentales, a saber, aquella que
considera que en el desarrollo cognitivo lo que viene dado de
icos primarios bien para seleccionar una de las posi
‘tices que le proporciona una "Teoria Linguistica Gene-
ral" representada de manera innata (CHoms