Encarnizamiento
terapéuticoy
cuidados paliativos
El desarrollo de las técnicas médicas, el perfeccionamiento continuo de nuevos productos
farmacéuticos y la evolucién de la actitud de los médicos y de los pacientes han acufado la
idea de que la muerte siempre es un fracaso y que hay que retrasar su desenlace a toda
costa, Los periddicos se valen esporddicamente de la obstinacién de la que son victimas pa-
cienies famosos, cuya existencia ha Hegado sin embargo a su término natural. Si bien es
provechoso para algunos, este encarnizamiento atormenta inttilmente al paciente al infli-
zirle unos suyfrimientos suplementarios. Hay partidarios de la eutanasia que han cretdo po-
der sacar de estos abusos argumentos para «justificar» el don de la muerte dulce. La euta-
nasi serta, de ese modo, la mejor conducta a adoptar en los casos en los que se considera
inoportuno el encarnizamiento. Por lo tanto, es necesario delimitar lo que es el encarniza-
miento terapéutico y precisar lo que no es; lo que es un derecho para el enfermo y lo que no
Joes. Ciertamente, hay que reconover que, « lo largo de su evolucidn, algunas enfermedades
‘acaban por no responder en absoluto a los tratamientos terapéuticos. En ese estado, mejor
que considerar la eutanasia, lo adecuado es asignar un nuero objeto a los euidadas que se
dan al enfermo. En lugar de tratar al enfermo, se trata el dolor. Por lo tanto, es necesario
informar al publico acerca de la naturaleza de los cuidados paliativos y preparar al perso-
nal médico y hospitalario para que pueda prodigar ese tipo de euidados (7. Calidad de
vida; Consentimiento informado; Eutanasia; Leyes imperfeetas e inicuas; Manipulacién
del lenguaje; Nuevo paradigma de salud; Testamentos vitales)..
En los debates actuales sobre la eutana-
a menudo se hace referencia al en-
carnizamiento terapéutico. Vamos a em-
pezar por explicar lo que significa esta
expresién y posteriormente procedere-
mos a examinar los problemas morales
que plantea esta prictica, En una se~
DEL ENCARNIZAMIENTO
TERAPEUTICO A LA EUTANASIA
{De qué se trata?
Llega a ocurrir que un paciente esté en
gunda parte, mostraremos que la alterna
tiva al encarnizamiento terapéutico no
debe ser buseada en la eutanasia, sino
en los cuidados paliativos. Finalmente
veremos lo que se puede hacer para
afrontar estos problemas’.
"Par la reacin de ete aiuto, hemos contado con
[a genera colaborsciin del De. Flovimond Lamy fas
clog, al que expresinos aq mest mis cordial aga
un estado tal que los médicos tienen la
certeza prudencial de que va a morit,
Ante esta certeza se plantea el problema
del enearnizamiento terapéutico. Este
consiste en someter al paciente a explo-
raciones 0 tratamientos fastidiosos y cos-
\lecimicnto, Sin embargo asuminos solamente la res.
ponsabilid de las posiiones defends aqui. M.S
325ENCARNIZAMIENTO TERAPEUTICO Y CUIDADOS PALIATIVOS
tosos, que tienen por finalidad prolongar
algo su vida, Sucede incluso que trata-
mientos obstinados no solo no sirven
para nada, sino que aumentan los sufri-
mientos y la incomodidad del enfermo.
Actualidad del problema
a) El encarnizamiento terapéutico ha
existido siempre. En la época contempo-
rainea ha habido casos célebres: Boume-
diene, Franco, Tito o Tancredo Neves.
En estos casos célebres, se hizo lo que a
veces se sigue haciendo hoy en dia: se
recurre a todo tipo de aparatos para pro-
Jongar una agonta, Se procede como si la
gente fuera inmortal y, en eonsecuencia,
se quiere hacer retroceder a la muerte a
toda costa,
b) El encarnizamiento terapéutico sigue
existiendo, ;Por qué? 1) Porque much
médicos consideran todavia que para
ellos la muerte es un fracaso. El enfermo
no deberia morir nunca. 2) Porque el en-
carnizamiento terapéutico, que cuesta
caro a la sociedad, también puede hacer
‘ganar mucho dineto a los médicos, a los
laboratorios y a los hospitales (por ejem-
plo: cin de aparatos, ocupac
de camas, empleo del personal, ete.
¢) El encarnizamiento terapéutico nunca
deberta haber existido, 1) Deseansa sobr
una concepcién errénea de la medicina,
de la enfermedad que se ha vuelto irre:
versible y de la muerte. Esta concepcién
ervénea puede proceder de distintas eau-
sas: la muerte percibida como un fracaso
que hay que evitar a toda costa; el senti-
miento de que hay que utilizar todas las
técnicas disponibles; no es raro ya que
se descuide toda preocupacién econé-
mica porque es la colectividad la que
paga. 2) Hoy en dia, el encarnizamiento
terapéutico se invoca para autorizar la
eutanasia. La concepeién errénea que
aabamos de destacar puede conducir a
326
algo todavia mas grave que ella misma,
como es la eutanasia, La autorizacion de
esta se reclama precisamente como un
medio para evitar el encamizamiento te-
rapéutico.
El punto de vista
de la moral general
Procede renunciar a las téc1
dinarias siempre y euando se
ciertas condiciones, que son las
tessa que el méico eng Le tera de
que el enfermo esta al final de su vida; b)
que ya no haya nada que hacer para tra-
tar la enfermedad que lleva a la muerte:
) que se haya informado al paciente de
lad de recurrir a los euidados
' d) que, en la medida de lo po-
ble, el acuerdo del paciente sea reco-
nocido o incluso expresado claramente.
cas extraor-
mplan
El punto de vista
de la moral social
4a) Desde este punto de vista, el encami-
zamiento terapéutico también plantea
problemas, En efecto, el encarniza-
mniento terapéutico conlleva unos gastos
considerables en reconocimientos y tra-
tamientos indtiles. La justicia exige que
esas sumas sean destinadas a investiga-
ciones o a tratamientos ditiles para otras
enfermedades. b) En el mismo orden de
ideas, es moralmente inaceptable que el
encarnizamiento terapéutico se practi
que dentro de un espititu de lucro por el
médico yf por la clinica. gPor que? 1)
Es una forma de robo a la comunidad. 4
Por otra parte, no se puede utilizar a
motibundo como medio de entique
miento*.
* CLI. Kast, Fundamentacisn dela metafisia de las
cures, scionENCARNIZAMIENTO TERAPEUTICO Y CUIDADOS PALIATIVOS,
{La eutanasia como solucién?
La eutanasia no ofrece una alternativa
ceptable al encarnizamiento terapéu-
0.
4a) E1 término eutanasia solo deberia ser
ulilizado para designar una conducta
que consiste en provocar intencionada-
mente la muerte a alguien. Esta muerte
se puede provocar de distintas maneras:
1r administracién de productos que
ocasionan la muerte (potasio, cianuro,
barbitdricos, curare, ete
ediante diferentes téenicas, como la
asfixia por gas téxico, también sefialadas,
recientemente:
— por parada deliberada de toda ali-
mentaci6n e hidratacién, precisa
ara que resulte la muerte,
b) La eutanasia se preconiza por distintos
‘motivos. La eutanasia se presenta como
una alternativa al encarnizamiento tera-
peéutico, partiendo de distintos tipos de
arguments, entre los que se encuentran:
— la compasién: «hacer morir al en-
fermo para que ya no sufra>:
— el eugenismo: eliminar a los seres hu-
manos aquejados de alguna grave mal-
formacién;
— el coste del enearnizami
tico que tiene que soportar la sociedad
para mantener a los enfermos’.
¢) Desde el punto de vista moral, el pre-
cepto «No matards> se afirma en todas
las grandes tradiciones religiosas y mo-
rales de la humanidad. No se justifiea
que nadie dé muerte a otro, cualquiera
que sea la intencién de este acto, aun
aparentemente buena, Ninguna sociedad
juede autorizar que se mate aun en-
jermo para sacar adelante las cajas de
to terapéu-
Para una dicesién mésen prfunidad sobre sts ro-
‘lemas ef, K. Scuask — M. Seuoovans, Euthanase, Le
Aossier Bindi: Moche (Parts, Le Sarnent 2002),
Jas mutualidades o las finanzas del Es-
lado.
d) Resumiendo:
— provocar su muerte no es la manera
de ayudar a alguien a que muera digna-
menie;
— a verdadera alternativa al encamiza-
miento terapéutico se debe buscar en los
cuidados paliativos,
DEL ENCARNIZAMIENTO
TERAPEUTICO
A.LOS CUIDADOS PALIATIVOS
{De qué se trata?
4) Son unos cuidados que no sanan, Se
prodigan a pacientes incurables, es de-
cir, que no tienen medio de curacién, y
ntran padeciendo grandes
sf pues, por ejemplo, se
deja de aplicar la quimioterapia a un en-
feimo, pero se le sigue cuidando.
b) De una manera més precisa, los ct
dados paliativos consisten en:
1) Tratar el dolor. 2)'Tratar los sintomas:
v6mitos, opresién, estrefimiento, obs-
truccién respiratoria y evacuacién de fle-
mas, etc. 3) Se puede recurrir a los anti-
bidticos, si permiten disminuir los
dolores del paciente frenando el proceso
eecioso, que puede ser doloroso, y si
contribuyen a atenuar su afliccién. 4)
Dar un apoyo psicolégico: escuchar al
enfermo, contactos con la familia y los
allegados, apoyo religioso, ete. 5) Por lo
tanto es inoportuno decir al enfermo:
«No puedo hacer nada por usted», ya
que se hacen o se pueden hacer un mon-
t6n de cosas por él,
c) Los cuidados paliativos conllevan el
recurso a productos contra el dolor. Esta
je plantear problemas
327ENCARNIZAMIENTO TERAPEUTICO Y CUIDADOS PALIATIVOS
morales, 1) Se distinguen generalmente
tres clases de productos anti-dolor. Los
problemas morales se plantean sobre
todo a propésito del uso de los opidceos
y,en particular, de la morfina. Para sim-
plificar, hablaremos de morfina, 2) La
actitud frente a la morfina ha evolucio-
nado muchfsimo, Antes, se daba morfina
en funcién de la necesidad. Ahora no se
duila en proporeionar morfina de manera
continwada aplicando dosis progresivas
jue Hegan a ser a veces enormes. El en-
fermo sufre mucho menos y permanece
consciente. 3) Es posible que la morfina
acorte algo la vida, en particular en la
fase terminal de la enfermedad. Pero se
trata de una consecuencia no intencio-
nada de un acto bueno: tratar el dolor au-
mentando de ese modo la calidad de vida
del enfermo,
Examen de casos
4) Dormir al enfermo. En algunos casos
particularmente graves, donde los anal-
gésicos no llegan a aliviar suficiente-
mente, se procede a veces a dormir al
enfermo. Esta situacién puede ser provi-
sional o definitiva. 1) Es provisional,
‘cuando el paciente se despierta y se pro
sigue e% jdlados paliativos. 2) Es
definitiva en easos muy excepeionales,
en los que el paciente es sumido en una
especie de coma, por ejemplo, con batbi-
turicos. En el transcurso de este coma
rovocado, la enfermedad incurable va a
evar al paciente a la muerte, La apre-
ciacién moral de este segundo caso se
puede resumir asf: ’) El enfermo sulte
tanto que se le aplica una medicacién
para que duerma profundamente, lo que,
de manera secundaria e involuntatia, va
a acorlar su vida Esto no es la eutanasia:
si se le hubiera queride dar muerte, se
habria inyectado al enfermo una dosis
masiva de barbitiricos 0 de otros pro-
328
ductos, por ejemplo, potasio, 0 se le ha-
brian aplicado dosis mortales de otros
sreparados. b’) Sin embargo, sigue ha-
Biendo un problema moral que hay que
considerar: el enfermo queda definitiva-
mente inconsciente. Por tanto, hay que
asegurarse previamente el consenti
miento consciente del paciente para ser
dormido. c*) Deberfa consultarse un
grupo de ayuda a la decisién, emanacién
de un comité de ética. En efecto, esta-
mos aquf ante un caso tfpico de excep-
cidn, donde el médico y/o la enfermera
no deberian tomar solos una decisién de
esta importancia.
b) Los recién nacidos. El caso de los
cién nacidos aquejados de malformacio-
nes graves e incurables que van a desem-
bocar tarde o temprano en la muerte,
merece también un esclarecimiento mo-
ral. 1) Estos pequefios pacientes tienen
la misma dignidad y los mismos der
chos que los demas seres humanos. 2) A
estos pequefios pacientes se les aplican
los mismos prine ipios éticos que los que
valen para los pacientes adultos grave-
mente enfermos e incurables. Por tanto,
estos nifios tienen derecho a la hidrat
cin, a la alimentacién, a la higiene y,
eventualmente, a los antibidticos. Tienen,
derecho, llegado el caso, a medicaciones
contra ei dolor. Pero las téenieas extraor~
dinarias para prolongar un poco la vida,
es decir, el encarnizamiento, no son mo:
ralmente exigibles. 3) En este caso hay
que tener en cuenta también los costes
En particular existe un deber de justicia
que es el de no perjudicar a los otros ni-
ios
c) La desescalada terapéutica. 1) Sucede
que se pasa, mds o menos, de un encar-
nizamiento terapéutico a un abandono de
lados. Semejante paso debe ser con-
siderado como una forma de eutanasia.
En este caso, el médico cosifiea a la per-
sona, la reduce a rango de objeto y comoENCARNIZAMIENTO TERAPEUTICO Y CUIDADOS PALIATIVOS,
tal se produce igualmente en el caso del
encarnizamiento terapéutico, 2) La de-
sescalada terapéutica, 0 cese progresivo
de cuidados terapéuticos que se hacen
nttiles, debe ser relevada por los cuida-
dos paliativos.
Iniciativas
Y FORMACIONES ADAPTADAS
1. Es ungente erear unos ceniros de cui-
dados paliativos evitando que, en la me-
dida de lo posible, estos se encuentren
en hospitales, que por de
orientados a Tos cuidados curativos. La
proximidad de estos dos tipos de unida-
des de cuidados, curativos y paliativos,
puede prestarse a confusién y a ambi-
siedad
ueden servir de inspiracién centros con
una larga experiencia en cuidados palia
Livos, como el centro St Christopher de
Londres, w otros ya existentes,
Los equipos moviles que se desplazan al
domicilio del paciente para prodigarle
unos cuidados paliativos también mere-
cen ser imitados y multiplicados.
Estas experiencia, y otras més, contri-
buyen efieazmente a que se deseche la
dea de recurrir al encarnizamiento tera-
péutico. Ciertas experiencias realizadas
en Inglaterra merecen ser conocidas me-
jor. Por desgracia, las unidades de eui-
dads paliativos son hoy demasiado poco
rnumerosas y ademas s¢ las presenta sin
razén como demasiado costosas,
2. En la formacién profesional de los mé:
dicos y del personal médico, hay varios
juntos que deben ser mejorados, entre
[esque se encuentra la ensenanza sobre
44) los cuidados paliativos y, en particu
lar, el buen uso de la morfina: b) el sen-
tido cristiano del dolor: la reflexién teo-
logica, asf como la practica pastoral
sobre este tema, han evolucionado de
modo notable desde Pio XI; c) las posi
bles desviaciones de la prictica médica
bajo las presiones convergentes de las
leyes, de los medios de comunicacién,
de los sondeos, de las familias, de las
‘mutualidades, de los fondos de jubilacio-
nes, de las compaiias de seguros, etc.;
d) la diferencia entre la moralidad y la
legalidad. A esta cuestion se pueden
aadir la objecién de eoneiencia y la lie
bertad terapéutiea, Con demasiada fre
cuencia, los colegios médicos tienen ten-
deneia a alinearse con la ley; e) cuando
todos los médicos hayan sido bien forma-
dos para impartir cuidados paliativos y
estos tiltimos se hayan mejorado tam-
bién, la eutanasia se preconizaré y se so-
licitaré eada vex menos.
3. La formacién moral y religiosa de los
médicos tiene una importancia capital y
demasiado a menudo es insuficiente.
Esta formacién debe preparar al médico
para el juicio moral. a) La medicina no
es una ciencia exacta, y conoc
sorpresas, Por tanto, hay que
médico en la vi
iciar al
ud de la prudencia, El
médico necesitard esta virtud en grado
sumo en el momento en que. con otros,
deba tomar la decision de detener los
ccuidados curativos; b) en todas las situa-
jones que estamos evocando aqui, es de
wortancia capital que el enfermo sea
informado, escuchado, y que su voluntad
sea respetada, También debe ser respe-
tada la libertad terapéutica del médico,
iluminado por una ética médica profun-
damente respetuosa con el hombre; ¢) el
médico deberd estar preparado tambien
para afrontar la muerte como un aconte-
cimiento natural, y no como un fracaso.
La referencia religiosa que concieme al
sentido de la muerte es esencial aqui,
tanto para el paciente como para el mé=
dico; d) el ejemplo inglés muestra que la
préctica de los euidados paliativos, a do-
329ENCARNIZAMIENTO TERAPEUTICO Y CUIDADOS PALIATIVOS
micilio o en centros especializados, ha
alraido a muchos médicos pro-vida, Es-
tos, a su ver, influyen en otros miembros
del eolectivo médico,
4, En el marco de la formacién de sacer-
dotes y de aquellos que los asisten, debe
rfa preverse un espacio mas importante
pars segura un servicio pastoral de civ
iidad a fos enfermos terminales y a los
jue los euidan.
9, Ln experiencia demuestra qu, pair
que se legisla, se abren
ss puertas a todo tipo de desviaciones y a
a multiplicacién de fos casos. Es lo que ha
‘currido ya con el aborto. a) Se invoca el
‘encarnizamiento terapéutico para autori-
zar y legalizar la eutanasia, precisamente
330
con la finalidad de evitarlo; b) Las desvia-
jones, que la ley pretendia contener, de-
jan de ser desviaciones a partir del mo-
mento en que la ley las autoriza. Desde
entonces aumenta él ntimero de eutana-
sias al suponerse que evitan el encamiza-
miento terapéutico; c) en resumen, se
debe extremar la rigilancia ya que, su-
cumbiendo a la téctica de las pequenas
concesiones progresivas, los miembros
del personal médico pueden ve
trados a renuneiar poco a poeo, si
cuenta, a unas referencias morales y re
giosas cada vez més necesarias en ‘a ejer-
Cicio de su vocacién profesional.
Michel Schooyans