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Torre de Babel

Del Ser a la Nada


Rodrigo Alexander Uribe Cevallos*
(Monlogo basado en las frases encontradas en el papel de bao que el
Tiliches llevaba en la bolsa izquierda de su pantaln junto con cuatro paquetes
de gasas esterilizadas. El cuerpo nunca fue identificado por un familiar por lo
cual no se sabe su nombre. La nica informacin que se tiene sobre l proviene
de una denuncia por violencia que el joven Juanito Gaona interpuso en su
contra, nueve das antes de que reportaran el cuerpo, por la cual fue detenido
y puesto en libertad tras seis das ya que el joven no regres a identificarlo;
segn la versin del joven Gaona el susodicho lo agredi sin motivo alguno,
presuntamente debido a una intoxicacin por inhalar limpiador de PVC, por su
parte, el Tiliches refiri: ese puto gerito quera ensearme a vivir que porque
soy un pinche ignorante. Hasta la fecha se ignora el autor o autores del
homicidio pero se especula que fue por un ajuste de cuentas entre grupos
delictivos que pelean por la plaza. Despus de tres das los restos del Tiliches
fueron depositados en la fosa comn.)
Un vrtice espacial se encuentra al vrtice del tiempo. Recorro infame la
banqueta mientras me percibo extenso. Soy nulo en el futuro cual ambiguo en
la memoria. Asimilo el Infinito cuando me percato de que omnipresente soy en
la experiencia. Estando presente soy ilimitado y limitado soy ausente. Sobre mi
saliva escupo hasta que en ella sea representado. Soy construccin de
procesos, procesado hacia la nada. Sutil espasmo de existencia dentro de un
sistema fctico. Acomplejado por mi facultad cognoscente, voy ignorante. El
indulto de lo culto hacia lo bruto sabe a mierda digerida. En un sistema binario
y jerrquico, de la violencia, no hay salida. Por lo cual, en cualquier prctica
social, como opcin, siempre se encuentra la muerte. La inmensidad radica en
que la bala no atraviese por mi frente y de la veracidad de la infinita
divisibilidad del espacio depende que la puta del balcn me regale una
mamada. Lo ms real en esta vida fue monear y, ahora, ver mi sangre
derramada. De rodillas ante la barranca me entrego al devenir de la materia.
Un nmero que siempre fui en esencia, entre restos un tanto inidentificables,
se suma para hacer ms robusta la estadstica. La muerte no es cuestin de
mstica sino de un juego en el cual se miden los poderes.

*Estudiante de Filosofa, Facultad de Humanidades, UAEM.

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