Una de las mltiples funciones del Estado es la de coordinar, disciplinar y
organizar la vida comunitaria. Para lograr que esta sea estable y fecunda, debe desactivar los conflictos y tensiones sociales o individuales. El funcionamiento y la orientacin de esta actividad deben ser apreciados en relacin con el contexto social y poltico en el que se originan y desarrollan. Por tanto, no se trata de un proceso neutro o imparcial. A esta relacin organizada de la colectividad frente a las acciones delictuosas que amenazan su cohesin y su desarrollo armnico, se le denomina poltica criminal y todo sistema social, en este sentido, la tiene. Cuanto ms evolucionada es la sociedad, la poltica criminal deviene una estrategia frente a la delincuencia, elaborada a partir de los datos y enseanzas aportados por la observacin objetiva. La misma denominacin es utilizada para designar la disciplina o el mtodo de estudio de la reaccin contra la criminalidad, tal como es, efectivamente, practicada. Es tarea de esta disciplina describir tanto la reaccin social contra la delincuencia, como determinar los lineamientos que deben seguirse para lograr una mayor eficacia. La reaccin social contra la delincuencia forma parte del control social, el cual es una manifestacin concreta de la poltica general del Estado. As, uno de los aspectos de esta es la poltica criminal. Sin embargo, toda reaccin estatal dirigida a evitar la omisin de comportamientos delictuosos o suprimir ciertos factores que favorecen su comisin no forma parte, siempre, de la poltica criminal, ya que si bien esta goza de una cierta autonoma al interior de la poltica estatal, est comprendida en una ms amplia: la poltica social. Una buena poltica social constituye, sin ninguna duda, una condicin indispensable para una poltica criminal eficaz. El mbito social en el que implanta y desarrolla la poltica criminal no constituye, sin embargo