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> DELA LAGUNA SOBRE EL INTELECTO SOBRE EL INTELECTO Abi-l-Walid Ibn Rusd (Averroes) "i by Edicion e introduccion de Andrés Martinez Lorca La psicologia constituys un tema de interés permanente y principal para ol filésofo cordobés Averroes. Alo largo de mis Ue treinta afios, y de manera inusual en él, legé a comentar hhasta tees veces (en forma de compendio, de parifrasisy de ‘comentario literal) el breve teatado aristotélico Sobre el alma, ‘que constituye una introduccién general a las obras biol6gi ‘cas del Estagirita, Aristételes teoriza sobre el alma con mirada de naturalista. Averroes, por su parte, continga y profundiza el naturalism aristoréico. [La cuestién principal a la que intenta responder Averroes ‘en su triple lectura del innovador texto aristotélico es ésta eémo funciona la mente humana? De abi que el eje desu psi ‘calogfa sea la noética y que el término «intelecto» represente el ‘objeto central de su rellexién. Una de las miitples dificultades {que suurgen en este proceso explicativo puede resumirse ast Zcémo es posible que el ser human, individual y perecedero, ‘pueda aleanzat una verdad cienifica universal eterna? Las fo- Fas de Averroes aqui expuiestas significaron una verdadera re volucién en el pensamiento medieval, provocaron las més vi ‘vas polémicas en el Ambito filos6fico-teologico y abrieron el amino a la autonomia cientifica de la psicologia Ta presente edicién ofrece los principates fragmentos de Jos tres comentarios averrofstas dedicados al estudio de la fa ccultad racional Es la primera ver que se retinen en un solo li- bro tales textos, Las traducciones respectivas som obra de Sal- vador Gémez Nogales, Abdelali Elamrani-Yamal y Andrés ‘Martinez Lorca, El yolumen se abre con tun amplio andlisis de la noética de Averroes, que tiene en cuenta el conjunto de su ‘obra, si bien el hilo conductor es, por razones obvias, el Gran Conientario al libro Sobee el alma de Aristteles, su escrito de tema psicol6gico mis valioso, aunque précticamente descono- cido hasta ahora en castellano. Como ayuda a los estudiosos, el editor ha elaborado también un Léxico trilingte (latin ‘griego-castellano) de los términos fundamentales de la noética lristotélico-averrofsta y una amplia Bibliografia centcada en las ‘Andrés Mactinez Lorca, editor de este voluimen, es catedré tico de Filosofia Medieval en la UNED (Madrid) y director desde sucreacion de la coleccisn «Al-Andalus. Textos y Estudios». Ade- Ins de numerosos aticulos sobre filosofia griega y medieval, ha publicado, entre otros, los siguientes libros: La psicologia de Ave- Froes. Comentario al libro sobre ef alma de Aristotles (en cola boracién con $, Gomez Nogales, 1987), Atomos, hombres y dio- ses, Estudios deflosofla grigga (1988) y Ensayos sobre a filosofia, en al-Andalus (editor, 1990). Ha sido también editor de Al en- ‘uentro de Averroes (1993) y colaborador de Elotsa Llayero Ruiz fn laedicion de Sa'id Al-Andalust, Historia de la filosofiay de fas ‘iencias o Libro de las Categorfas de las naciones (2000), ambos fitulos publieados en esta misma coleeci6n, SOBRE EL INTELECTO SOBRE EL INTELECTO introduccién de Ande pi-L-Walid Ibn Rud (Averroes) 's Martinex Lorea AL / ANDALUS del intelectual paestino Textos y Estudios Edward W. Said Diigida por Andes Mariner Lorca © Eediloril Tota, S.A, 2004 Ferox, 55, 28008 Madrid Teldfono: 91 543.03 61 an 91 543.14 88 Emil edloral@roto.e2 hitpi/vwantotoves © Andiés Martner Lorca, 2004 IBN. @ Depésio Legal M3 Marla inpresion, SL NDIC IntRODUCCION: LA NOETICA DE AVERROES. PROGRE EL PENSAMIENTO MEDIEVAL: Andrés M 1. Averroes y la psicologia 1, Obras de Averroes sobre psicologia 5 El Gran Coment problemas filolégicos y hermenéuticos libro Sobre alma de AvistOteles: 1, Una psicologta nacuralista 2. Bases de la noética de Averrocs 1 3, El problema de los universales 4 La concepcién del intelect 47 El intelecto y sus cl 5s UI, Nota sobre las traducciones 7 AVERROES SOBRE EL INTELECTO 1. CoMPENDIO DEL LIBRO SOBRE HL ALMA DE ARISTOTELES 1, ComenaRio MeDio AL Linko SORRE E. ALMA DE ARISTOTELES 95 TI, Gran COMENTARIO AL 1880 SOBRE EL ALMA DE ARISTOTELES un Léxico trilingie (latin gr 163 Bibliografi Fuentes 167 i71 a PROLOGO Este libro, como todos, tiene su pequef ahora recordar, En la primavera de 1986, Salvador Gémez Nogales y yo comenzamos a preparar la versin castellana del Epitome De ‘Anima de Averroes, cuy. publicado él mismo tn afio antes con el patrocinio internacional de la Mediaeval Academy of America y de la Union Académique Internationale. Acordamos que él revisara la traducci6n que ya tenia lista y la anotara ampliamente; yo, por mi parte, harfa una introduccién general a la psicologia de Arist6teles, basada en el estudio del texto griego a la uz de la reciente historiogratia filos6fi ca. Trabajé a fondo el De Anima y pude comprobar entonces la falta de buenos estudios generales sobre el tema en nuestra bibliografia A finales de 1987, y cuando acababa de morir Gémez Nogales en un desgraciado accidente de trAfico, publiqué en la UNEI es que inclufa la primera traduccién del Epitome a una lengua moderna, acompafiada de traductor, una extensa introducci6n mia al De Anima, indices y un rio espaiol-griego-drabe. Este fue el comienzo de mi interés filoséfico por la psicologia aristotélico-averroista. Puede decirse «que mi maestro y amigo me contagié su pasién por ella En afios posteriores impulsé la renovacidn de los estudios sobre Averroes a través tanto de la docencia de la filosoffa medieval en mi Universidad, la UNED, como de la investigacién propia de su pensamiento y de la edici6n, Fruto de ello fue la publicacién de los voliimenes Ensayos sobre la filosofia Barcelona, 1990), y Al encuentro de Averroes (Trotta, Madrid, edicién critica del texto 4rabe habia esa obra 46 notas, un breve prologo del en al-Andalus (Anthropos, 1 1993), que tuvieron buena acogida entre los medievalistas espatio- les y extranjeros, asi como de varios articulos cientificos en revista yecializadas. Con motivo del centenario de la muerte de Averroes celebrado en 1998, preparé varias conferencias cuyo eje central fue el estudio de diversos aspectos de la psicologia averrofsta, Entre ellas debo destacar la comunicacién presentada al Simposio Internacional que, bajo el titulo Averroes and the Aristotelian heritage, tuvo lugar en el Istituto Universitario Orientale de Napoles, dirigido por la profeso: ra Carmela Baffioni Mis frecuentes lecturas de los textos de Averroes, la evolucin de los estudios sobre el filésofo cordobés en el ambito internacional y mi interés en la recepcién de Averroes por la Escoléstica, incluido llamado «averroismo latino», me llevaron al convencimiento de que era necesario investigar a fondo la psicologia del filésofo cordobés en su conjunto, pero de modo preferente en la principal obra, el Tafsir del De Anima, y que habfa que centrarse en la noética, por constituir el nécleo conceptual de dicho comentatio. Me animaba a ello el observar que, si bien Gémez Nogales comen: 26 2 leerla y a difundirla en algunos de sus primeros articulos, pronto abandonarfa esta linea de investigacién para concentrarse en Ia preparacién de la futura edici6n critica del Epitome De Anima, cen su traduccidn castellana, a cuya génesis me acabo de teferir, y en la redaccién de diversos trabajos relacionados con este inicial co: mentario de Averroes al tratado aristotélico De Anima, luego supe rado por sus escritos posteriores, y en especial por el Tafsir 0 Gran Comentario, Entre los estudiosos espafioles, dejando a un lado la inteligente sintesis de Miguel Cruz Hernandez en su conocida monografia, s6lo Idoia Maiza se esforz6 en hacer una cala en el Tafsir, con la finalidad de contextualizar la aportacién a la psicolo ‘g(a del Tahafut, en una valiosa tesis doctoral que, bajo mi direccién, Tey6 el aflo 1997 en la UNED y que se ha editado no hace mucho tiempo (La concepcién de la filasofia en Averroes. Andliss rftico del ‘Tahafut al-tahafut, Trotta/UNED, Madrid, 2001), En conclusién, no existe hasta ahora en castellano ningiin andlisis global del Tafsir del De Anima, ni tampoco estudios parciales sobre el mismo, salvo Jos articulos que hace més de treinta afios publicara Salvador G6- mez Nogales. Esta laguna es tanto més llamativa cuanto que la psicologia aristotélica fecund6 el pensamiento medieval gracias a Avertoes, y, ademés, la innovadora noétiea de éste trajo como consecuencia, segiin ha esctito Alain de Libera, el haber abierto la mayor crisis filos6fica que haya conocido Occidente en estos mil afios de histo- ia olvidada que se llama Edad Media», Ese olvido entre nosotros s6lo se pede explicar por la extrema dificultad del tema, por la ausenicia de bibliografia secundaria y por la descarnada edicién critica de la traduccién latina (Ginico texto disponible, ya que des aparecié el original drabe y no se conserva tampoco tr hebrea) que deja al lector sumido en la perplejidad, Tales dificultades filol6gicas y filos6ficas me han tentado en ms de una ocasi6n a abandonar este estudio que ahora sale a la luz como libro. No lo he hecho porque creo que es preferible intentar avanzar en terra incognita, aprovechando las contribuciones de algunos investigadores que nos han precedido (sobre todo, de mi colega francés Alain de Libera), que caminar por caminos trillados repitiendo los t6picos de la tradicién. Pienso que con mucho esfuet 20 y alggin talento es posible hacer progresar nuestro conocimiento del tema, Con esa esperanza he trabajado en silencio durante varios fos. También, con el deseo de ser util a futuros estudiosos que puedan mejorar lo ahora hecho. El volumen se abre con un amplio andlisis de la noética de Averroes, redactado por el editor, que tiene en cuenta el conjunto de sti obra, aunque el hilo conductor sea, por razones obvias, el Gran Comentario al libro Sobre el alma de Aristoteles. Pero como no hay nada que pueda sustituir a los propios textos filos6ficos, se han insertado en estas paginas los principales fragmentos de los tres comentarios en los que Averroes responde a la cuestién de cémo funciona la mente humana. Es la primera vez. que se resinen en un solo libro esas valiosas aportaciones de la noética de Averroes, eje de las polémicas més fecundas del pensamiento medieval y germen de la Modernidad curopea. Asi, seré posible estudiar de modo riguroso la evolucién de la noética de Averroes a lo largo de mas de treinta afios de vida intelectual. Del Compendio hemos utilizado la traduccién pionera de Salva- dor Gémez Nogales, cuyos herederos nos han facilitado amable- mente su reproduccién. Para el Comentario Medio nos hemos servido de la traduceién francesa de Abdelali Elamrani-Yamal, cuya generosidad agradecemos. Y del Gran Comentario, que segu‘a sienco un desconocido en lengua castellana, publicamos la tradi ci6n anotada de Andrés Martinez Lorca. He elaborado también un léxico trilingiie de los términos fun- damentales de la noética aristotélico-averroista, con la esperanza de 13 que se convierta en dil instrumento filolégico para orientarse en el Jenguaje de Escoto, Cierra el volumen una amplia bibliograffa centrada en las fuentes, que redacté asimismo el editor ‘Aspiro, en definitiva, a continuar la meritoria labor que dejé interrumpida mi maestro y amigo Salvador Gomez Nogales, inten- tando enriquecer nuestra visién del gran sabio cordobés, que toda via hoy nos fascina por su profundidad especulativa y su espfritu eritico. Creo que con la recuperacién de su noética, mas la recons: trucci6n totalizadora de su legado llevada a cabo por Miguel Cruz Herndndez y la reinterpretaci6n de su filosoffa en clave racionalista claborada por Mohamed Abed Yabri, Averroes vuelve a ser lo que represent6 en el Medievo y en el Renacimiento: un clésico actual. Deseo expresar un cordial agradecimiento a dos colegas de mi Universidad que, con sus atinadas observaciones filol6gicas y lexi- cograficas, han hecho mejorar mi trabajo como traductor: Antonio ‘andez, del Departamento de Filologga Clasica, y An- suez Rey, del Departamento de Lingifstica General Sin la paciencia y comprensién de mi familia, en especial de mi esposa, Rosalfa, y de mi hijo Ulises, no hubiera podido culminar este largo esfuerzo, mezcla de erudicién y reflexién, que hoy some- to gustoso a la critica del lector. ANDRés Martinez Lonca LA NOETICA DE AVERROES. PROGRESO Y RUPTURA EN EL PENSAMIENTO MEDIEVAL «Siendo todo esto ast, me parecié conveniente escribir cudl 8 mi opinién sobre ello. Y si esto que expongo no fuere completo, sera [al menos} principio de algo perfecto. Pido, por tanto, a los hermanos que lean esta obea que pongan por escrito sus duds, pues quiza mediante ello se enconta- tila verdad, sies que yo no la enconteé. Y sila he encon- trado, como imagino, entonces se manifestaré por medio de fecto, como dice Aristéte valida por si sola» esas dificultades. La verdad, en les, concuerda consigo misma y se (Averroes, Commentarium Maginum in Aristotelis De Ani- ma libros, Il, 5, 362-369) I. AVERROES YA PSICOLOGIA 1. Obras de Averroes sobre psicologia La psicologia constituy6 un tema de interés permanente y preferen- te en el pensamiento de Averroes. El tratado aristotélico Sobre el alma lleg6 a comentarlo hasta tres veces: en forma de compendio, de parifrasis y de comentario literal, algo inusual en él pues s6lo llegé a realizar esta triple tarea hermenéutica en otras cuatro oca- siones (sobre los Segundos analiticos, la Fisica, el De Caelo y la Metafisica). Veamos el estado actual de estas fuentes textuales. rimer lugar, el Pani kitdb al-nafs o Compendio del libro alma, Disponemos de una buena edicién del texto arabe ANDAES MARTINEZ LORCA reparada por Salvador Gémez Nogales', quien aproveché prefe Femcment un valiose manuserto de ia Bibliowea Nacional de Madrid (Ms. n.° 5.000), que corregia y mejoraba el més antiguo de la Biblioteca Sultaniyya de El Cairo (Ms. n.° 1.186). Yo mismo edité después la traduccién castellana, ultimada poco antes de morir por mex Nogales?, y que represent6 una novedad en la bibliogeafia internacional, pues fue la primera versién moderna de una obra psicolégica de Averroes. Del comentario medio o paréfrasis hay dos manuscritos, Parts, Biblioteca Nacional (Ms. 1.009) y Médena, Biblioteca Estense (Ms. 13, redactado en Zaragoza el aiio 1356), que contienen el texto Arabe en caracteres hebreos. Hay una traduccién latina de este Taljis que se conserva en la Biblioteca Vaticana’. A un estudioso norteamericano le debemos la primera edicién arabe de este co- mentario', Disponemos también de la edicién de un capitulo de esta obra’, que incluye traduecién alemana. El investigador marroqui ‘Abdelali Elamrani-Yamal tiene redactada una traduccién francesa, inédita hasta ahora y de la que ya ha adelantado una parte’ El comentario literal o tafsir no se ha conservado por desgracia en el original érabe, ni tampoco existe versiGn hebrea, sino \inica- mente traduccién latina medieval’. A los problemas filol6gicos y 1. Avoois Oper Epitome De Ain it Sastor Gee Nogales, CSI! Insts Hlopano heb de Calan, hast, 1985. Formaba parte del , «sentido», «significacin» y dad» (como ha sefialado Elamrani-Yamal a propésito del Taljis det De Anima), y con el que los traductores arabes transvasaban el nombre griego de légos pero también los de néenra, didnoia, én- noia, theoria y pragma, De Libera ha reconocido que intentio esta omnipresente en estas paginas, e incluso ha Ilegado a calificarlo de «el término sin duda més importante de todo el Gran Comentario» A pesar de reconocer dle manera expresa su polisemia, se ha inclina- do, sin embargo, por traducirlo siempre en francés por intention para conectar as{ con los desarrollos escolasticos que aparecen en. las nociones de intencionalidad» y «ser intencional», a costa de mantener de esa manera la ambigtiedad’”. Este mismo estudioso ha llamado también la atencién sobre algunas formullaciones desviadas © equivocas del Gran Comentario cuyo origen se encuentra en la traduecién arabo-latina, como, por ejemplo, la pareja de términos formatio-fides que traduce los términos arabes tasawwurtasdig y que él, con buen criterio, vierte por la pareja «representacién: asentimiento». Un tercer problema viene dado por la introduecién de los co- ‘mentarios griegos en la lectura del texto aristorélico por Averroes. Indiquemos cuales fucron estos comentarios griegos sobre el De Anima y cuando se redactaron. Alejandro de Aftodisia escribié su «at la prdeticacrstiana de los eremitas en cuanto que, al tener wna natoralezs ie petfecta que los demés hombres, podeianbastarse asi mismos al margen de la soci dad humana, Cf, A, Martinez Lorea, «El concepto de 'eivieas’ nla teora politica de Toms de Aquinos: Veritas Revista de Filosofia y Ciencias Hlumanas de la Pont ficia Universidade Catslica do Rio Grande do Sul (Por Alege, Basil) 150 (1993), p26 57. Linteligonce ot la pensé, cit pp. 26-27 558. Sobre las transformaciones experimentadss pore aristoelismo ateavés de los comentaristas eregos puede verse Aristotle tamsformed. The Ancient Commen- {ators and ther influence, ed. de Richatd Sorabj, Cornell Univesity Press, New York, 1990, 31 ANDRES HARTINEZ LORCA libro Sobre el alma hacia el aio 200 de nuestra era, Averroes cita con frecuencia a Alejandro en el Gran Comentario; en algunas cocasiones se refiere expresamente al libro ya mencionado; y en otras, a su Tratado sobre ef intelecto™., De este peripatético procede, como ya indiqué antes, la triple divisién del nots: physikos 0 hyliks, cs decir, intelecto material; em béxei, o intelecto habitual; y poie tik6s, 0 sea, intelecto agente o creativo. En cl siglo 1V redacté su Pardfrasis al De Anima Temistio, fil6sofo ecléctico que tendié a uni platonismo y aristotelismo. Averroes también lo cita bastante en este comentario®, En el siglo Vi se sittian cronolégicamente otros dos comentaristas griegos, Juan Filopén y Simplicio, que no pare- cen haber influido en el pensador andalust a juzgar por la ausencia de referencia a ambos. El primero de ellos escribié varios comenta- rios al Corpus aristotelicum, entre los que debemos destacar uno Sobre el alma, Como pensador cristiano, defiende la idea de crea- cién y rechaza la doctrina de la eternidad del mundo en su conocido tratado Contra Proclo, sobre la eternidad del mundo, EL filésofo neo- platénico Simplicio de Cilicia fue el tiltimo gran doxégrafo y se dlistingue por su profundidad y erudicién, Entre sus comentarios al Corpus aristotelicur se encuentra uno sobre el De Anima. Por otra parte, el que dedicé a la Fisica aristotélica representa la fuente més importante para la reconstruccidn de las doctrinas de los presocrati cos. Por altimo, un monje bizantino llamado Sofonias (siglos xu x1v) es autor, entre otras obras, de una pardfrasis sobre el De Anima. Averroes aproveché en su comentario la labor hermenéutica de los grandes comentaristas griegos, constituyéndose de hecho en su principal difusor en la Edad Media, Incluye entre ellos a Teofrasto (colaborador de Aristételes y su sucesor al frente del Liceo}, Alejan- dro de Afrodisia, Temistio y al peripatético Nicolis*. Muestra un 59. Cl, Conmmentaion Magninan ed. cit. de Crawford, 9p. 18, 118, 148, 231, 299, 311-312, 393-398, 405, 420, 431, 432, 433, 440, 443, 444, 445, 486, 447, 448, 451, 453, 463, 481-485, 488-489, 495-496, 998 y S01 60. ibid, pp. 394, 395 y 482-483. 61. Ibid, pp. 394, 483 y 484, 62. Ibid, pp. 19, 35, 26, 299, 308, 389-391, 406, 432,433, 444-446, 447, 448, 452-453, 480, 487, 489, 496 y SOL. En una ocasinalude de modo concreto ‘su Liber de anima p. 480, ‘63. Segin M, Hayduck, editor de Flop, libro II no habri sido redactado por dl sino por Stephenus Alexandrinus,osea, Esteban de Alejandela autor de quien se conserva un comentario al De Interpretation (64. Ente «Nicolas Peripatetiens ex citado sélo dos veces, pp. 432y $24; de él mmenciona un resumen sobre del De Motu Animaliam que le fue de mucha wilidad, 30 nrropuceion alto aprecio por Teofrasto, Alejandro y Temistio, euyas opiniones sobre puntos controvertidos expone con objetividad y pondera después de modo critico, En general, muestra mas afinidad hacia ‘Temistio que hacia Alejandro, aunque no por ello deja de aceptar algunas de las interpretaciones de éste. El profesor De Libera ha puesto el énfasis en Ia influencia de Temistio, Hegando a afirmar la sdependencia de Averroes respecto a Temistio». Para explicar este punto ha recurrido a una acertada metéfora, de sabor plat6nico: El texto del Gras Comentario esti, pues, rejido de eniltiples hilos (incluidos en ellos fs tomados en préstamo a Alejandro) sobre una tama heredada de Temistio®: Un cuarto problema procede de la dificultad objetiva que entra fia la noética de Aristételes. Como he escrito en otto lugar, el capitulo 5 del libro Ill del De Anima es el texto més polémico de todo el Corpus aristotelicum. Las 16 lineas del original griego (430a 10-25) han provocado tal cantidad de comentarios que constituyen por sf mismas un importante apartado en la historia de la filosoffa éCémo explicar el excepcional interés que han despertado en Epocas y pensadores tan distintos? Creo que ello se debe a un conjunto de factores de muy diversa indole. De un lado, porque representan la culminacién de la psicologfa aristotélica; y de otto, por ser el ms serio intento de desvelar el fancionamiento de la mente humana en una noética radicalmente nueva, Pero también por las derivaciones metafisico-teolégicas (por ejemplo, la relacién entre el nofis y la divinidad, la inmortalidad del intelecto desde la perspectiva del viviente, su individualidad 0 no, etc.) y por el pe- caliar estilo literario, mas parecido a un guién conceptual para uso propio que a una elaborada exposicién doctrinal. La permanente seduccién especulativa que ha ¢jercido este texto quiza compense, en cietto modo, su t6pica dificultad hermenéutica, En el propio Liceo arrancé el debate sobre la noética aristorélica, que iria in ya que sain confesa Averroes, no pudo mancjt dicectamente el tatado biolbgico de Arisstlee, 65. A. de Libera, op cit p. 34. Una huella de Ia influencia de Alejandco de [Afrodisia puede verse en el C26, pp. 463-464 de la ed. de Crawford, donde Ave~ oes restinge la afiemacién atstvéicn dela vaides universal de Tos sensibles ropios. 66. Cf. sNuevo horizonte de a psicologia de Aretteess, en Atomos, hombres 1 doses. Estudios de flosofi erie, ct, pp. 129 38. 92 ANDRES MARTINEZ LORCA crescendo a través de las sucesivas lecturas de los comentaristas riegos, a los que acabo de aludir Y un quinto problema tiene su origen en la complejidad de la noética arabe. Los filésof0s islimicos prestaron pronto atencién ala psicologia, debido a la permanente infhencia de Aristoteles. Al-Kindi escribid, ademas de un resumen del De Anima, estos tres tratados: Epistola sobre el intelecto, Epistola sobre la doctrina del alma com pendiada del libro de Aristoteles y Platén y que conduce alos filéso~ fos, ¥ un Discurso sobre el alma, compendio breve. En el primero de cellos distingue al-Kindi estos cuatro intelectos: intelecto primero, intelecto en potencia, intelecto adquirido e intelecto segundo. Como ha sugerido Emilio Tornero, el proceso del conocimiento se produ- ciria de este modo: BI intelecto primero dispensa al alma, que esté en potencia de ‘conocer —intelecto en potencia—, las formas inteigibles que se hhallan en acto en él, alas cuales formas se une el alma. Estas formas, centonees, en cuanto propiedad del alma, constitayen el intelecto adquirido de ésta, Este intelecto adquirido, a su vez, en cuanto se ‘manifiesta en su despliegue operativo, se constituye en el intelecto segundo”. Es probable la influencia auf de la doctrina de Juan Filopén sobre el nots. AL-Firabt, por su parte, coment6 el De Anima de Arist6teles y de Alejandro de Afrodisia y escribié dos importantes tratados psico- logicos: Discurso sobre los significados del ténmino intelecto,tradu- cio al latfn medieval con el tiulo De intellectu*, y Epistola sobre la esencia del alma. Este gran pensador istémico enriqueci6 el concep- to de ‘agi o intelecto que, segin los diversos planteamientos que oftece el Corpus aristotelicum, queda vinculado no sélo a los principios del conocimiento cientifico y a la direccién de Ia accién ‘moral sino también al movimiento del universo como «motor del 67. ALKindi. La transformacién de wn pensemiento religioso en wn pensamien- 10 raciona, cit, p. 212. (68. Magila ft ma'dntal-agl es su tala érabe, La ediciin princeps del texto Arabe la publicé F. Dieterei en Leiden el ao 1830, acompafada de traduccion lemanas hay también traducciéa italiana de F. Lucchetta, publicada en Padua en 1974, y posterior raduccién castllana de R. Ramén Guerrero, Madeid, 1981. La vetsin latina medieval se ralizé sobre un ejemplar andalust, probablemente et ‘Toledo; hay edicidn de E, Gilson reimpresa en Vsin Pais, 1986, 34 primer cielo», Se concentr6, sin embargo, en el intelecto especulati- vo que diversificara en estos cuatro aspectos: intelecto en potencia © material, que «es una disposicion [...] para recibir las impresiones de los inteligibles»; intelecto en acto, que se alcanza «cuando adquiere las formas de los seres», proceso en el que se identifican intelecto ¢ inteligible; intelecto adquirido, que consiste én la re- flexién sobre los inteligibles en acto, y mediante el cual pueden InrRoouccion El intelecto humano desarvolla estas dos actividades: captar los inteligibles y producirlos. Pero, écdmo se generan? Segin Averroes, de dos modos: naturalmente (son las primeras proposiciones, que ignoramos cuando, de dénde y cémo aparecieron); y voluntaria- mente (son los inteligibles adquiridos a partir de las primeras proposiciones, y, por tanto, producidos)!. En el Epitome, y dentro del capitulo dedicado a la potencia especulativa, Averroes lleva a cabo un anilisis de los inteligibles que vale la pena resumir aqui. En primer lugar, los inteligibles son eternos: {.-J los inteligibles existen siempre en acto y [... no son engendea: dos, Puesto que yodo fo engendrado es cotruptbe por estar do tado de material, Més adelante, distingue al inteligible en si del inteligible en un sujeto concreto, distincién que explicaria precisamente su multipli- cidad: (J la existencia de estas formas en un sujeto individualizado es distinta de su existencia como inteligible, Y esto porque esas formas som tuna en cuanto que son inteligibles, y son miltiples en cuanto aque son individuales y estén en la materia" Siguiendo a Arist6teles, afirma igualmente la identidad entre intelecto e inteligible: Ota cosa que también es peculiar de esta percepeién intelectual es el que la percepcidn en ella sea idéntica al pescipiente. Y por eso se dice que el intelecto es lo inteligible en si mismo. {..] Y no sucede esto en el sentido de la misma manera!® Por otra parte, interpretando fielmente el concepto atistotélico de no‘is, més alla de la terminologta, el filésofo cordobés resalta el cardcter activo del intelecto, a diferencia de la sensaci6n: Y lo que también es peculiar de estos intligibles es el que su pereepcion no se reales por una pasion como es el eso del 139, GC, I), 36, p. 496, 140. Epitome De Anima, tad. cit, § 108, p. 197. 141. hid, §108, p. 198. 142. bid, § 111, pp. 199-200. 143. Bid, § 112, p. 200. En su gran obra especulativa Tahdfut al-tabafut podemos leer algunos textos complementarios del Tafsir del De Anima y que incluso permiten aclarar mejor la concepcién averrofsta del intelec to. En la cuesti6n 3, que trata de Dios como constructor del mundo, hhallamos esta atinada definici6n: «el intelecto humano es la percep: cidn de las formas de los seres existentes en cuanto liberados de la materia», Mis adelante, en la cuestién 16, donde se aborda el problema de la relacién entre esencia y attibutos divinos, Averroes lleva a cabo una magnifica exposicién sobre cl intelecto y los inteligibles que merece ser reproducida: Pero si una cosa no se encuentea en Ia materia, evidentemente es ‘cognoscibles y esto es patente como consecuencia del hecho de que las formas dotadas de materia, si son abstrafdas de la materia en el alma, legan a ser conocimiento e intelecto. El intelecto no es otta ‘cosa sino la forma liberada de la materia Si el llegar a set conoci miento e intelecto es verdadero para las cosas que segin la natura: leza no estén separadas (de la matevialidad), sera ain més verdade ro para las cosas que, segin la naturaleza, ya lo estén. Puesto que lo que esinteligible de las cosas es su realidad mis profunds, y dado ‘que el intelecto no es otra cosa sino la percepcidn de los inteligi bles, nuestro intelecto, en cuanto es un inteligible, es inteigible por si mismo. No hay, asi, diferencia alguna entre el intelecto y los ineligibles, excepto por el hecho que los intelgibles son inteligi bles de cosis que no son, segin su naturaleza,intelecto, sino que lo Hlegan a ser cuando el intelecto extrae sus formas de la materia Desde este punto de vista, nuestro intelecto no coincide con el intligible bajo algiin aspecto. Pero si algo no esté ya ligado a la materia, el intelecto que se deriva de él es ineligible en todos los aspectos, y éste es el caso de la inteleccién de los intligibles Tenemos aqui tres tesis basicas, expuestas gradualmente en la argumentaci6n: 1) el intelecto es la percepcidn de los inteligibles; 2) el intelecto es inteligible por si; 3) el intelecto se identifica con los inteligibles cuando estén en acto, es decir, cuando el objeto del intelecto es inmaterial. El origen de la argumentaci6n es la polémica con Algacel, pero su sustancia es plenamente atistotélica: el nos es inteligible como lo son sus objeto 144, Lincorenzaany city § 215, p. 240. 145._ bit § 338, p. 333 146. Cl De Anima, 429b 23-4309, donde Arisétlesplancea dos aporas res: pectoal nots, una de ellos Ia que acabamos de comentat, o sea, Ia inteligilidad del invelecto mismo, S44 Al término de esta cuestién 16 del Tahdfut Averroes plantea un interesante problema, la relacién entre ciencia divina y conocimien- to humano, muy debatido en el Kalan islimico y en la Escoléstica cristiana, Con su habitual agudeza, el fil6sofo cordobés distingue entre ambos Ahora bien, el hombre, en cuanto estd compuesto de un sustrato y conoce los existentes en aquel sustrato, tended necesariamente una ciencia distinta de su esencia (...) ya que el sustrato es causa de cambio en el conocimiento y en la esencia, Puesto que el hombre es hombre, y es ademnés el més excelente de todos los seres sensibles, no por esencia sino gracias al intelecto que esti unide a su esencia, cs necesario que lo que es la Inteligencia por esencia {Dios}, sea el ands excelente de todos los seres existences y tascienda todas las imperfecciones que afectan al intelecto humano' Por tanto, s6lo la intelecci6n divina seria perfecta, al identifi carse en es Inteligencia suprema su esencia y su ciencia Bl intelecto y sus clases Como es sabido, en el capitulo 5 del libro THI del De Anima, uno de los textos més comentados y debatidos en la historia de la filosofia, Atistoteles distingue dos intelectos, el nots pathetikés 0 intelecto receptivo, y el nos poietikas, es decir, el intelecto creativo o agente. Averroes conocia bien esta division bipartita, y la explica con acierto. Asi, reconoce a partir de Arist6teles «que hay en el alma dos partes del intelecto, una de las cuales es receptiva, y la otra que es agenten"", En otta ocasién, subrayard la misma distincién aun que con un lenguaje mas riguroso: {.--J el intelecto que existe en nosotros tiene dos actividades (..}, tuna de las cuales es del género de la afeccién, passionis (y €s pensar), y otea del género de la accién, actionis (y consiste en extract las formas y despojarlas de la materia)", Sin embargo, cuando habla de las clases de intelecto en el Gran Comentario al De Anima, se refiere a una division tripartita e 147. Lincoerenztny cit, §§ 364-365, p. 354 148. GCsM, 5, p. 406, ls, 557-559. La expresion due partes intellctns muestra 1 descuida terminolggieo de Averroes, (recuente a veces, como cuando, sin adver- Girlo al lector, introduce la terminologia de los comentatists griegos mezclandola con la sya 149. GO, Il, 36, p. 495, bs 463-466. 6s introduce un tertium genus intellectus, Bl texto clave para explicar esto es el ntimero 18 del libro II, donde ya se introducen los tres, intelectos en el lema aristotélico a comentar. Es dificil saber si Averroes manej6 una traduccién corrupta, si Escoto leyé mal o si los copistas arabes introdujeron esa alteracién™. En este paso Averroes habla de intelecto material, de intelecto habitual y de intelecto agente. El primero es receptivo, el segundo es un intelecto producido que hace que aquél pueda concebir todo, y el tercero hace pasar al inteligible de la potencia al acto", El stercer inte- lecto», es decir, el afiadido en la tradicién arabe, es el intelecto en habito, el cual procede de Alejandro de Afrodisia. Por otra parte, cuando el hombre logra la unién con el intelecto agente, alean- zando asf la maxima perfeccién posible, se llega a un nuevo intelecto, el intelecto adquirido (intellectus adeptus). Encontra- ‘mos, por tanto, en el filésofo cordobés una cusdruple divisién del intelecto. Averroes distingue, ademés, entre «intelecto en sentido estricto» e «intelecto en sentido amplio» a la hora de nombrar al intellectus passivus aristotélico, al que identifica con la facultad imaginativa™. Es conveniente advertir ya que, del mismo modo que en Aris- t6teles el novis poietilds y el no‘is pathetikés no son dos intelectos diferentes sino dos procesos del conocimiento humano, uno recep- tivo y otro creativo, asi en Averroes los respectivos intelectos representan las sucesivas fases por las que atraviesa el intelecto hhumano en la génesis del conocimiento. El mismo lo indica a veces, y algunas de sus vacilaciones terminolégicas tienen ahi su origen, como es el caso muy significativo de llamar «diferencias del inte- ecto» a lo que habitualmente designamos como clases de intelecto. Salvador Gémez Nogales subrayé con razén este punto, hasta centonces oscurecido en buena parte de la historiogeafia filosética ‘Acabo de aludir a las dificultades que a veces plantea el descui- do terminolégico de Averroes, quien en unas paginas pasa de hablar de «partes del intelecto» a «actividades del intelecto» o wdiferencias del intelecto» para nombrar simplemente los diversos intelectos. Algiin critico contemporineo ha censurado un defecto similar en 150, Alain de Libera a analizado en detalle las diverss hipdtesis en Averroés, Lineligence et te pense, cit m. 411, pp. 270-271 151. GG, I, 18, pp. 437-438, 152, GC, I, 5, p. 387s. 17-22 yp. 409, L 640. ax InrroouccioN Arist6teles", No creo que en el caso del fil6sofo cordobés ello se deba a su reconocida admiracién hacia el Estagitita... Es mas proba- ble que el origen de estas deficiencias se encuentre en la propia evolucién de su noética, en el peso de la terminologia heredada de Jos comentaristas griegos, asf como en las condiciones de redaccién de sus comentarios. La descarnada edicion de Crawford tampoco ayuda mucho en este aspecto. Su «Index nominum et rerum» contiene tal néimero de acepciones en el nombre intellectus que casi produce vértigo. S6lo en algunos casos identifica los sinénimos 0 aclara los desajustes terminolégicos del texto, Veamos primero las clases de intelecto que se incluyen: intellectus adeptus, intellectus continuatus nobiscum, intellectus in actu, intellectus in potentia, intellectus agens, intellectus in habitu, intellectus speculativus, inte- Hectus generatus, intellectus materialis, intellectus operans, intellec- tus passibilis ¢ intellectus recipiens. Concentrémonos ahora en los términos fundamentales que venimos estudiando en la noética de ‘Averroes, al tiempo que indicamos entre paréntesis sus correspon- dientes sinénimos: intellectus materialis (intellectus in potentia, intellectus recipiens, intellectus patiens), intellectus in habitu (inte- Hectus speculativus, intellectus generatus), intellectus agens (inte- Hectus in actu, intellectus operans), intellectus adeptus, intellectus passivus (virtus imaginativa). ‘Veamos ahora cémo concibe Averroes el intelecto agente en es- tas paginas del Tafsir. Lo primero que nos llama la atencidn es esta tesis, an novedosa en el mundo medieval y opuesta a la mantenida hasta entonces por los fildsofos islimicos: el intelecto agente es intrinseco al hombre, intellectus agens existit in anima nobis". La considera plenamente aristotélica y resefia que fue aceptada por Temistio, Teofrasto y otros comentaristas. En otra ocasién acude ‘Averroes a la teoria hilemérfica para mostrar la naturaleza de este intelecto: Puesto que aquello por lo cual algo realiza su accién propia es la forma, y nosotros realizamos mediante el intelecto agente nuestra 153, «Aristételes nunca esconsecuente en su terminologise (I. Ding, Arisote- les, Darstellung snd Interpretation seines Denkens, Carl Winter, Heidelberg, 1966, p.618). 154. GG, 5, p. 390, |. 99. Enel Epitome la formulacién es en forma negat- ‘va,0 ea contra un intelecto agente extrinseco al hombre, y su exprsi6n lingistiea resulta oscuta:«¥ tampoco se necesita aqui hacer intervenir aun modo extrinseco, ‘que sea de Is enisma especie que el movil, sélo que distinto de él» (Eptiome De ‘Anima, trad. cit, § 125, pp. 208-209). 37 accién pro nosotros", es necesatio que el intelecto sea una forma ert En consecuencia, e intelecto agente es no solo la causa eficiente de muestro conocimiento sino, al mismo tiempo, también su causa formal. Por no admicir esta doble atribucién, critica el filésofo cordobés a al-Farabi"™, El intelecto agente crea los inteligibles y «nunca cesa de engen drat y de crear en sentido absoluto»'™. Y, a diferencia del intelecto ‘material, se encuentra siempre en acto. Ademés, es inmaterial y eterno. En el Comentario Medio al De Anima, escrito unos quince aos antes del Gran Comentario, Averroes habfa explicado bien la naturaleza del intelecto agente: Bs evidente que este intelecto que, por un lado, es forma para nosotros y, por otto, agente de los inteligibles, esta separado y es inengendrable e incoreuptible. Fl agente, en efecto, debe ser siem- pre més noble que el objeto de Ia accién, y el principio mis noble {que la materia, Este intelecto es aquel en el cual la inteleccion y lo ppensado son una y la misma cosa por esencia, ya que él no piensa ninguna otra cosa que sea exterior a su esencia. Es, pues, necesario ‘que haya un intelecto agente porque el agente del intelecto debe ser tn intelecto, al no poder dar el agente sino lo que es semejante en Por otra parte, en otras obras de madurez.aprovecha Averroes para matizar su posici6n sobre este punto. Asi, por ejemplo, en el “Tafsirde la Metafisica, libro lam, donde, en polémica con Alejandro de Afrodisia, defiende que el intelecto agente es como la forma en el intelecto material «y que es él que por una parte crea los inteligibles y por otra los recibe, quiero decir, que es él [el intelecto agente] quien los crea en tanto que es forma y los recibe en tanto que intelecto materials', En el Tabdfut, signiendo a Aristételes, deduce la inmaterialidad del intelecto agente del hecho de que éste pueda pensar todas las cosas: 155, GC, IM, 36, pp. 499-500, I, 586-590 156, GC, MH, 36, p. 48, I. 180-184 y p. $02, ls, 658-660. 157, GC, II, 5, p. 408, Por exo, preferimos lamare sntlecto creativow repro rroes porque con ella seexplica caramente que aqui no se habla de alms, sino de potenciae 0 facultades del alma, Esto mismo volveed a subrayarlo mis adelante 2 ropdsito de las diversas clases de inteleto. 15. De intentione passions jae afirmar que el intelecto no es pasivo, no contradice et que la relacién de él respecto al inteligible sea como la de la sensacién respecto a lo sensible, sino que el conceder que posee esta analogia implica necesariamente que no est sujeto a cambio, Y nos fuerza a tal interpretacién el que sea evidente por si, 0 casi, que el intelecto tien esta relacién, y que ello representa como un principio para saber que ni es pasivo, ni esté sujeto a cambio, Texto 4. Es preciso, pues, si piensa todas las cosas, que sea no mezclado, como dice Anaxagoras, para que mande, 0 sca, para que conozca, Porque si en él apareciera algo, lo que aparezca impedira lo extraito, ya que es otra cosa Oportetigitur, si intelligit omnia, ut sit non mixtum, sicut dixit Anaxagoras, ut imperet, scilicet ut cognoscat, Si entint in €0 apparue- rit, apparens impediet alien, quia es aliud (429a 18-20), ‘Tras haber afirmado {Aristételes} que el intelecto. material receptor'® debe pertenecer al género de las potencias pasivas, y que a pesar de esto no experimenta cambio en la recepcién [del inteligi- ble}, porque ni es un cuerpo, ni una potencia en el cuerpo, ofrece tuna demostracién de ello, Es necesario que si cl intelecto aprehende” todo lo que existe fuera del alma, sea considerado en este aspecto, antes de la apre- hensién, dentro del género de las potencias pasivas y no de las activas, y que no esté mezclado con los cuerpos, es decir, que ni sea cuerpo, ni una potencia natural o animal en un cuerpo, como dice Anaxagoras. Yes necesario que no esté merzclado, para que aprehenda todas las cosas y las reciba, Pues si estuviera mezelado, entonces seria un ‘cuerpo 0 una potencia en un cuerpo y si fuera una de estas [dos cosas}, tendrfa una forma propia, la cual le impediria recibir una forma ajena. Hay que reflexionar ahora sobre estas proposiciones en las que 16, Este paso esté dedicada al intlecto material y constitaye un inenta de

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