Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Código
de Legislación
Civil
Edición actualizada a 2 de julio de 2013
NIPO: 007-12-083-2
www.boe.es
publicacionesoficiales.boe.es
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
SUMARIO
§ 10. Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el texto refundido
de la Ley de Propiedad Intelectual, regularizando, aclarando y armonizando las
disposiciones legales vigentes sobre la materia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 762
– III –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
– IV –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§1
Téngase en cuenta que las referencias hechas a la llamada "adopción plena" se entienden
sustituidas por la adopción regulada en la Ley 21/1987, de 11 de noviembre, según establece el
artículo 3 de la citada Ley. Ref. BOE-A-1987-25627.
MARÍA CRISTINA
–1–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CÓDIGO CIVIL
TÍTULO PRELIMINAR
De las normas jurídicas, su aplicación y eficacia
CAPÍTULO I
Fuentes del derecho
Artículo 1.
1. Las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la costumbre y los principios
generales del derecho.
2. Carecerán de validez las disposiciones que contradigan otra de rango superior.
3. La costumbre sólo regirá en defecto de ley aplicable, siempre que no sea contraria a la
moral o al orden público, y que resulte probada.
Los usos jurídicos que no sean meramente interpretativos de una declaración de
voluntad, tendrán la consideración de costumbre.
4. Los principias generales del derecho se aplicarán en defecto de ley o costumbre, sin
perjuicio de su carácter informador del ordenamiento jurídico.
5. Las normas jurídicas contenidas en los tratados internacionales no serán de aplicación
directa en España en tanto no hayan pasado a formar parte del ordenamiento interno
mediante su publicación íntegra en el «Boletín Oficial del Estado».
6. La jurisprudencia complementará el ordenamiento jurídico con la doctrina que, de
modo reiterado, establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y
los principios generales del derecho.
7. Los Jueces y Tribunales tienen el deber inexcusable de resolver en todo caso los
asuntos de que conozcan, ateniéndose al sistema de fuentes establecido.
Artículo 2.
1. Las leyes entrarán en vigor a los veinte días de su completa publicación en el «Boletín
Oficial del Estado», si en ellas no se dispone otra cosa.
2. Las leyes sólo se derogan por otras posteriores. La derogación tendrá el alcance que
expresamente se disponga y se extenderá siempre a todo aquello que en la ley nueva, sobre
la misma materia sea incompatible con la anterior. Por la simple derogación de una ley no
recobran vigencia las que ésta hubiere derogado.
3. Las leyes no tendrán efecto retroactivo, si no dispusieren lo contrario.
CAPÍTULO II
Aplicación de las normas jurídicas
Artículo 3.
1. Las normas se interpretarán según el sentido propio de sus palabras, en relación con
el contexto, los antecedentes históricos y legislativos, y la realidad social del tiempo en que
han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquellas.
2. La equidad habrá de ponderarse en la aplicación de las normas, si bien las
resoluciones de los Tribunales sólo podrán descansar de manera exclusiva en ella cuando la
ley expresamente lo permita.
Artículo 4.
1. Procederá la aplicación analógica de las normas cuando éstas no contemplen un
supuesto específico, pero regulen otro semejante entre los que se aprecie identidad de
razón.
2. Las leyes penales, las excepcionales y las de ámbito temporal no se aplicarán a
supuestos ni en momentos distintos de los comprendidos expresamente en ellas.
–2–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 5.
1. Siempre que no se establezca otra cosa, en los plazos señalados por días, a contar de
uno determinado, quedará éste excluido del cómputo, el cual deberá empezar en el día
siguiente; y si los plazos estuviesen fijados por meses o años, se computarán de fecha a
fecha. Cuando en el mes del vencimiento no hubiera día equivalente al inicial del cómputo,
se entenderá que el plazo expira el último del mes.
2. En el cómputo civil de los plazos no se excluyen los días inhábiles.
CAPÍTULO III
Eficacia general de las normas jurídicas
Artículo 6.
1. La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento. El error de derecho
producirá únicamente aquellos efectos que las leyes determinen.
2. La exclusión voluntaria de la ley aplicable y la renuncia a los derechos en ella
reconocidos sólo serán válidas cuando no contraríen el interés o el orden público ni
perjudiquen a terceros.
3. Los actos contrarios a las normas imperativas y a las prohibitivas son nulos de pleno
derecho, salvo que en ellas se establezca un efecto distinto para el caso de contravención.
4. Los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado
prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados en fraude
de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir.
Artículo 7.
1. Los derechos deberán ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe.
2. La Ley no ampara el abuso del derecho o el ejercicio antisocial del mismo. Todo acto
u omisión que por la intención de su autor, por su objeto o por las circunstancias en que se
realice sobrepase manifiestamente los límites normales del ejercicio de un derecho, con
daño para tercero, dará lugar a la correspondiente indemnización y a la adopción de las
medidas judiciales o administrativas que impidan la persistencia en el abuso.
CAPÍTULO IV
Normas de derecho internacional privado
Artículo 8.
1. Las leyes penales, las de policía y las de seguridad pública obligan a todos los que se
hallen en territorio español.
2. (Derogado)
Artículo 9.
1. La ley personal correspondiente a las personas físicas es la determinada por su
nacionalidad. Dicha ley regirá la capacidad y el estado civil, los derechos y deberes de
familia y la sucesión por causa de muerte.
El cambio de ley personal no afectará a la mayoría de edad adquirida de conformidad
con la ley personal anterior.
2. Los efectos del matrimonio se regirán por la ley personal común de los cónyuges al
tiempo de contraerlo; en defecto de esta ley, por la ley personal o de la residencia habitual
de cualquiera de ellos, elegida por ambos en documento auténtico otorgado antes de la
celebración del matrimonio; a falta de esta elección, por la ley de la residencia habitual
–3–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 10.
1. La posesión, la propiedad, y los demás derechos sobre bienes inmuebles, así como su
publicidad, se regirán por la ley del lugar donde se hallen.
–4–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 11.
1. Las formas y solemnidades de Ios contratos, testamentos y demás actos jurídicos se
regirán por la ley del país en que se otorguen. No obstante, serán también válidos los
celebrados con las formas y solemnidades exigidas por la ley aplicable a su contenido, así
como los celebrados conforme a la ley personal del disponente o la común de los otorgantes.
Igualmente serán válidos los actos y contratos relativos a bienes inmuebles otorgados con
arreglo a las formas y solemnidades del lugar en que éstos radiquen.
Si tales actos fueren otorgados a bordo de buques o aeronaves durante su navegación,
se entenderán celebrados en el país de su abanderamiento, matrícula o registro. Los navíos
y las aeronaves militares se consideran como parte del territorio del Estado al que
pertenezcan.
2. Si la ley reguladora del contenido de los actos y contratos exigiere para su validez una
determinada forma o solemnidad, será siempre aplicada, incluso en el caso de otorgarse
aquéllos en el extranjero.
–5–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 12.
1. La calificación para determinar la norma de conflicto aplicable se hará siempre con
arreglo a la ley española.
2. La remisión al derecho extranjero se entenderá hecha a su ley material, sin tener en
cuenta el reenvío que sus normas de conflicto puedan hacer a otra ley que no sea la
española.
3. En ningún caso tendrá aplicación la ley extranjera cuando resulte contraria aI orden
público.
4. Se considerará como fraude de ley la utilización de una norma de conflicto con el fin
de eludir una ley imperativa española.
5. Cuando una norma de conflicto remita a la legislación de un Estado en el que
coexistan diferentes sistemas legislativos, la determinación del que sea aplicable entre ellos
se hará conforme a la legislación de dicho Estado.
6. Los Tribunales y autoridades aplicarán de oficio las normas de conflicto del derecho
español.
(Párrafo derogado)
CAPÍTULO V
Ámbito de aplicación de los regímenes jurídicos civiles coexistentes en el
territorio nacional
Artículo 13.
1. Las disposiciones de este título preliminar, en cuanto determinan los efectos de las
leyes y las reglas generales para su aplicación, así como las del título IV del libro I, con
excepción de las normas de este último relativas al régimen económico matrimonial, tendrán
aplicación general y directa en toda España.
2. En lo demás, y con pleno respeto a los derechos especiales o forales de las provincias
o territorios en que están vigentes, regirá el Código Civil como derecho supletorio, en defecto
del que lo sea en cada una de aquéllas según sus normas especiales.
Artículo 14.
1. La sujeción al derecho civil común o al especial o foral se determina por la vecindad
civil.
2. Tienen vecindad civil en territorio de derecho común, o en uno de los de derecho
especial o foral, los nacidos de padres que tengan tal vecindad.
Por la adopción, el adoptado no emancipado adquire la vecindad civil de los adoptantes.
3. Si al nacer el hijo, o al ser adoptado, los padres tuvieren distinta vecindad civil, el hijo
tendrá la que corresponda a aquél de los dos respecto del cual la filiación haya sido
determinada antes; en su defecto, tendrá la del lugar del nacimiento y, en último término, la
vecindad de derecho común.
Sin embargo, los padres, o el que de ellos ejerza o le haya sido atribuida la patria
potestad, podrán atribuir al hijo la vecindad civil de cualquiera de ellos en tanto no
transcurran los seis meses siguientes al nacimiento o a la adopción.
La privación o suspensión en el ejercicio de la patria potestad, o el cambio de vecindad
de los padres, no afectarán a la vecindad civil de los hijos.
En todo caso el hijo desde que cumpla catorce años y hasta que transcurra un año
después de su emancipación podrá optar bien por la vecindad civil del lugar de su
nacimiento, bien por la última vecindad de cualquiera de sus padres. Si no estuviera
amancipado, habrá de ser asistido en la opción por el representante legal.
4. El matrimonio no altera la vecindad civil. No obstante, cualquiera de los cónyuges no
separados, ya sea legalmente o de hecho, podrá, en todo momento, optar por la vecindad
civil del otro.
–6–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 15.
1. El extranjero que adquiera la nacionalidad española deberá optar, al inscribir la
adquisición de la nacionalidad, por cualquiera de las vecindades siguientes:
a) La correspondiente al lugar de residencia.
b) La del lugar del nacimiento.
c) La última vecindad de cualquiera de sus progenitores o adoptantes.
d) La del cónyuge.
Esta declaración de opción se formulará, atendiendo a la capacidad del interesado para
adquirir la nacionalidad, por el propio optante, por sí o asistido de su representante legal, o
por este último. Cuando la adquisición de la nacionalidad se haga por declaración o a
petición del representante legal, la autorización necesaria deberá determinar la vecindad civil
por la que se ha de optar.
2. El extranjero que adquiera la nacionalidad por carta de naturaleza tendrá la vecindad
civil que el Real Decreto de concesión determine, teniendo en cuenta la opción de aquél, de
acuerdo con lo que dispone el apartado anterior u otras circunstancias que concurran en el
peticionario.
3. La recuperación de la nacionalidad española lleva consigo la de aquella vecindad civil
que ostentara el interesado al tiempo de su pérdida.
4. La dependencia personal respecto a una comarca o localidad con especialidad civil
propia o distinta, dentro de la legislación especial o foral del territorio correspondiente, se
regirá por las disposiciones de este artículo y las del anterior.
Artículo 16.
1. Los conflictos de leyes que puedan surgir por la coexistencia de distintas legislaciones
civiles en el territorio nacional se resolverán según las normas contenidas en el capítulo IV
con las siguientes particularidades:
1.a Será ley personal la determinada por la vecindad civil.
2.a No será aplicable lo dispuesto en los apartados 1, 2 y 3 del artículo 12 sobre
calificación, remisión y orden público.
2. El derecho de viudedad regulado en la Compilación aragonesa corresponde a los
cónyuges sometidos al régimen económico matrimonial de dicha Compilación, aunque
después cambie su vecindad civil, con exclusión en este caso de la legítima que establezca
la ley sucesoria.
El derecho expectante de viudedad no podrá oponerse al adquirente a título oneroso y
de buena fe de los bienes que no radiquen en territorio donde se reconozca tal derecho, si el
contrato se hubiera celebrado fuera de dicho territorio, sin haber hecho constar el régimen
económico matrimonial del transmitente.
El usufructo viudal corresponde también al cónyuge supérstite cuando el premuerto
tuviese vecindad civil aragonesa en el momento de su muerte.
3. Los efectos del matrimonio entre españoles se regularán por la ley española que
resulte aplicable según los criterios del artículo 9 y, en su defecto, por el Código Civil.
En este último caso se aplicará el régimen de separación de bienes del Código Civil si
conforme a una y otra ley personal de los contrayentes hubiera de regir un sistema de
separación.
–7–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
LIBRO PRIMERO
De las personas
TÍTULO PRIMERO
De los españoles y extranjeros
Artículo 17.
1. Son españoles de origen:
a) Los nacidos de padre o madre españoles.
b) Los nacidos en España de padres extranjeros si, al menos, uno de ellos hubiera
nacido también en España. Se exceptúan los hijos de funcionario diplomático o consular
acreditado en España.
c) Los nacidos en España de padres extranjeros, si ambos carecieren de nacionalidad o
si la legislación de ninguno de ellos atribuye al hijo una nacionalidad.
d) Los nacidos en España cuya filiación no resulte determinada. A estos efectos, se
presumen nacidos en territorio español los menores de edad cuyo primer lugar conocido de
estancia sea territorio español.
2. La filiación o el nacimiento en España, cuya determinación se produzca después de
los dieciocho años de edad, no son por sí solos causa de adquisición de la nacionalidad
española. El interesado tiene entonces derecho a optar por la nacionalidad española de
origen en el plazo de dos años a contar desde aquella determinación.
Artículo 18.
La posesión y utilización continuada de la nacionalidad española durante diez años, con
buena fe y basada en un título inscrito en el Registro Civil, es causa de consolidación de la
nacionalidad, aunque se anule el título que la originó.
Artículo 19.
1. El extranjero menor de dieciocho años adoptado por un español adquiere, desde la
adopción, la nacionalidad española de origen.
2. Si el adoptado es mayor de dieciocho años, podrá optar por la nacionalidad española
de origen en el plazo de dos años a partir de la constitución de la adopción.
Artículo 20.
1. Tienen derecho a optar por la nacionalidad española:
a) Las personas que estén o hayan estado sujetas a la patria potestad de un español.
b) Aquellas cuyo padre o madre hubiera sido originariamente español y nacido en
España.
c) Las que se hallen comprendidas en el segundo apartado de los artículos 17 y 19.
2. La declaración de opción se formulará:
a) Por el representante legal del optante, menor de catorce años o incapacitado. En este
caso, la opción requiere autorización del encargado del Registro Civil del domicilio del
declarante, previo dictamen del Ministerio Fiscal. Dicha autorización se concederá en interés
del menor o incapaz.
b) Por el propio interesado, asistido por su representante legal, cuando aquél sea mayor
de catorce años o cuando, aun estando incapacitado, así lo permita la sentencia de
incapacitación.
c) Por el interesado, por sí solo, si está emancipado o es mayor de dieciocho años. La
opción caducará a los veinte años de edad, pero si el optante no estuviera emancipado
según su ley personal al llegar a los dieciocho años, el plazo para optar se prolongará hasta
que transcurran dos años desde la emancipación.
d) Por el interesado, por sí solo, dentro de los dos años siguientes a la recuperación de
la plena capacidad. Se exceptúa el caso en que haya caducado el derecho de opción
conforme al párrafo c).
–8–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 21.
1. La nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza, otorgada
discrecionalmente mediante Real Decreto, cuando en el interesado concurran circunstancias
excepcionales.
2. La nacionalidad española también se adquiere por residencia en España, en las
condiciones que señala el artículo siguiente y mediante la concesión otorgada por el Ministro
de Justicia, que podrá denegarla por motivos razonados de orden público o interés nacional.
3. En uno y otro caso la solicitud podrá formularla:
a) El interesado emancipado o mayor de dieciocho años.
b) El mayor de catorce años asistido por su representante legal.
c) El representante legal del menor de catorce años.
d) El representante legal del incapacitado o el incapacitado, por si solo o debidamente
asistido, según resulte de la sentencia de incapacitación.
En este caso y en el anterior, el representante legal sólo podrá formular la solicitud si
previamente ha obtenido autorización conforme a lo previsto en la letra a) del apartado 2 del
artículo anterior.
4. Las concesiones por carta de naturaleza o por residencia caducan a los ciento
ochenta días siguientes a su notificación, si en este plazo no comparece el interesado ante
funcionario competente para cumplir los requisitos del artículo 23.
Artículo 22.
1. Para la concesión de la nacionalidad por residencia se requiere que ésta haya durado
diez años. Serán suficientes cinco años para los que hayan obtenido la condición de
refugiado y dos años cuando se trate de nacionales de origen de países iberoamericanos,
Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal o de sefardíes.
2. Bastará el tiempo de residencia de un año para:
a) El que haya nacido en territorio español.
b) El que no haya ejercitado oportunamente la facultad de optar.
c) El que haya estado sujeto legalmente a la tutela, guarda o acogimiento de un
ciudadano o institución españoles durante dos años consecutivos, incluso si continuare en
esta situación en el momento de la solicitud.
d) El que al tiempo de la solicitud llevare un año casado con español o española y no
estuviere separado legalmente o de hecho.
e) El viudo o viuda de española o español, si a la muerte del cónyuge no existiera
separación legal o de hecho.
f) El nacido fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela, que originariamente
hubieran sido españoles.
3. En todos los casos, la residencia habrá de ser legal, continuada e inmediatamente
anterior a la petición.
A los efectos de lo previsto en el párrafo d) del apartado anterior, se entenderá que tiene
residencia legal en España el cónyuge que conviva con funcionario diplomático o consular
español acreditado en el extranjero.
4. El interesado deberá justificar, en el expediente regulado por la legislación del
Registro Civil, buena conducta cívica y suficiente grado de integración en la sociedad
española.
5. La concesión o denegación de la nacionalidad por residencia deja a salvo la vía
judicial contencioso-administrativa.
Artículo 23.
Son requisitos comunes para la validez de la adquisición de la nacionalidad española por
opción, carta de naturaleza o residencia:
a) Que el mayor de catorce años y capaz para prestar una declaración por sí jure o
prometa fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las leyes.
–9–
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 24.
1. Pierden la nacionalidad española los emancipados que, residiendo habitualmente en
el extranjero, adquieran voluntariamente otra nacionalidad o utilicen exclusivamente la
nacionalidad extranjera que tuvieran atribuida antes de la emancipación. La pérdida se
producirá una vez que transcurran tres años, a contar, respectivamente, desde la adquisición
de la nacionalidad extranjera o desde la emancipación. No obstante, los interesados podrán
evitar la pérdida si dentro del plazo indicado declaran su voluntad de conservar la
nacionalidad española al encargado del Registro Civil.
La adquisición de la nacionalidad de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea
Ecuatorial o Portugal no es bastante para producir, conforme a este apartado, la pérdida de
la nacionalidad española de origen.
2. En todo caso, pierden la nacionalidad española los españoles emancipados que
renuncien expresamente a ella, si tienen otra nacionalidad y residen habitualmente en el
extranjero.
3. Los que habiendo nacido y residiendo en el extranjero ostenten la nacionalidad
española por ser hijos de padre o madre españoles, también nacidos en el extranjero,
cuando las leyes del país donde residan les atribuyan la nacionalidad del mismo, perderán,
en todo caso, la nacionalidad española si no declaran su voluntad de conservarla ante el
encargado del Registro Civil en el plazo de tres años, a contar desde su mayoría de edad o
emancipación.
4. No se pierde la nacionalidad española, en virtud de lo dispuesto en este precepto, si
España se hallare en guerra.
Artículo 25.
1. Los españoles que no lo sean de origen perderán la nacionalidad:
a) Cuando durante un período de tres años utilicen exclusivamente la nacionalidad a la
que hubieran declarado renunciar al adquirir la nacionalidad española.
b) Cuando entren voluntariamente al servicio de las armas o ejerzan cargo político en un
Estado extranjero contra la prohibición expresa del Gobierno.
2. La sentencia firme que declare que el interesado ha incurrido en falsedad, ocultación o
fraude en la adquisición de la nacionalidad española produce la nulidad de tal adquisición, si
bien no se derivarán de ella efectos perjudiciales para terceros de buena fe. La acción de
nulidad deberá ejercitarse por el Ministerio Fiscal de oficio o en virtud de denuncia, dentro
del plazo de quince años.
Artículo 26.
1. Quien haya perdido la nacionalidad española podrá recuperarla cumpliendo los
siguientes requisitos:
a) Ser residente legal en España. Este requisito no será de aplicación a los emigrantes ni
a los hijos de emigrantes. En los demás casos podrá ser dispensado por el Ministro de
Justicia cuando concurran circunstancias excepcionales.
b) Declarar ante el encargado del Registro Civil su voluntad de recuperar la nacionalidad
española.
c) Inscribir la recuperación en el Registro Civil.
2. No podrán recuperar o adquirir, en su caso, la nacionalidad española sin previa
habilitación concedida discrecionalmente por el Gobierno, los que se encuentren incursos en
cualquiera de los supuestos previstos en el artículo anterior.
Artículo 27.
Los extranjeros gozan en España de los mismos derechos civiles que los españoles,
salvo lo dispuesto en las Leyes especiales y en los Tratados.
– 10 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 28.
Las corporaciones, fundaciones y asociaciones, reconocidas por la ley y domiciliadas en
España, gozarán de la nacionalidad española, siempre que tengan el concepto de personas
jurídicas con arreglo a las disposiciones del presente Código.
Las asociaciones domiciliadas en el extranjero tendrán en España la consideración y los
derechos que determinen los tratados o leyes especiales.
TÍTULO II
Del nacimiento y de la extinción de la personalidad civil
CAPÍTULO PRIMERO
De las personas naturales
Artículo 29.
El nacimiento determina la personalidad; pero el concebido se tiene por nacido para
todos los efectos que le sean favorables, siempre que nazca con las condiciones que
expresa el artículo siguiente.
Artículo 30.
La personalidad se adquiere en el momento del nacimiento con vida, una vez producido
el entero desprendimiento del seno materno.
Artículo 31.
La prioridad del nacimiento, en el caso de partos dobles, da al primer nacido los
derechos que la ley reconozca al primogénito.
Artículo 32.
La personalidad civil se extingue por la muerte de las personas.
(Párrafo suprimido)
Artículo 33.
Si se duda, entre dos o más personas llamadas a sucederse, quién de ellas ha muerto
primero, el que sostenga la muerte anterior de una o de otra, debe probarla; a falta de
prueba, se presumen muertas al mismo tiempo y no tiene lugar la transmisión de derechos
de uno a otro.
Artículo 34.
Respecto a la presunción de muerte del ausente y sus efectos se estará a lo dispuesto
en el título VIII de este libro.
CAPÍTULO II
De las personas jurídicas
Artículo 35.
Son personas jurídicas:
1.º Las corporaciones, asociaciones y fundaciones de interés público reconocidas por la
ley.
Su personalidad empieza desde el instante mismo en que, con arreglo a derecho,
hubiesen quedado válidamente constituidas.
– 11 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
2.º Las asociaciones de interés particular, sean civiles, mercantiles o industriales, a las
que la ley conceda personalidad propia, independiente de la de cada uno de los asociados.
Artículo 36.
Las asociaciones a que se refiere el número 2.º del artículo anterior se regirán por las
disposiciones relativas al contrato de sociedad, según la naturaleza de éste.
Artículo 37.
La capacidad civil de las corporaciones se regulará por las leyes que las hayan creado o
reconocido; la de las asociaciones por sus estatutos, y las de las fundaciones por las reglas
de su institución, debidamente aprobadas por disposición administrativa, cuando este
requisito fuere necesario.
Artículo 38.
Las personas jurídicas pueden adquirir y poseer bienes de todas clases, así como
contraer obligaciones y ejercitar acciones civiles o criminales, conforme a las leyes y reglas
de su constitución.
La Iglesia se regirá en este punto por lo concordado entre ambas potestades, y los
establecimientos de instrucción y beneficencia por lo que dispongan las leyes especiales.
Artículo 39.
Si por haber expirado el plazo durante el cual funcionaban legalmente o por haber
realizado el fin para el cual se constituyeron, o por ser ya imposible aplicar a éste la actividad
y los medios de que disponían, dejasen de funcionar las corporaciones, asociaciones y
fundaciones, se dará a sus bienes la aplicación que las leyes, o los estatutos, o las cláusulas
fundacionales, les hubiesen en esta previsión asignado. Si nada se hubiere establecido
previamente, se aplicarán esos bienes a la realización de fines análogos, en interés de la
región, provincia o municipio que principalmente debieran recoger los beneficios de las
instituciones extinguidas.
TÍTULO III
Del domicilio
Artículo 40.
Para el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones civiles, el
domicilio de las personas naturales es el lugar de su residencia habitual, y, en su caso, el
que determine la Ley de Enjuiciamiento Civil.
El domicilio de los diplomáticos residentes por razón de su cargo en el extranjero, que
gocen del derecho de extraterritorialidad, será el último que hubieren tenido en territorio
español.
Artículo 41.
Cuando ni la ley que las haya creado o reconocido ni los estatutos o las reglas de
fundación fijaren el domicilio de las personas jurídicas, se entenderá que lo tienen en el lugar
en que se halle establecida su representación legal, o donde ejerzan las principales
funciones de su instituto.
– 12 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
TÍTULO IV
Del matrimonio
CAPÍTULO PRIMERO
De la promesa de matrimonio
Artículo 42.
La promesa de matrimonio no produce obligación de contraerlo ni de cumplir lo que se
hubiere estipulado para el supuesto de su no celebración.
No se admitirá a trámite la demanda en que se pretenda su cumplimiento.
Artículo 43.
El incumplimiento sin causa de la promesa cierta de matrimonio hecha por persona
mayor de edad o por menor emancipado sólo producirá la obligación de resarcir a la otra
parte de los gastos hechos y las obligaciones contraídas en consideración al matrimonio
prometido.
Esta acción caducará al año contado desde el día de la negativa a la celebración del
matrimonio.
CAPÍTULO II
De los requisitos del matrimonio
Artículo 44.
El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio conforme a las disposiciones
de este Código.
El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean
del mismo o de diferente sexo.
Artículo 45.
No hay matrimonio sin consentimiento matrimonial.
La condición, término o modo del consentimiento se tendrá por no puesta.
Artículo 46.
No pueden contraer matrimonio:
1.° Los menores de edad no emancipados.
2.° Los que estén ligados con vínculo matrimonial.
Artículo 47.
Tampoco pueden contraer matrimonio entre sí:
1.° Los parientes en línea recta por consanguinidad o adopción.
2.° Los colaterales por consanguinidad hasta el tercer grado.
3.° Los condenados como autores o cómplices de la muerte dolosa del cónyuge de
cualquiera de ellos.
Artículo 48.
El Ministro de Justicia puede dispensar, a instancia de parte, el impedimento de muerte
dolosa del cónyuge anterior.
El Juez de Primera Instancia podrá dispensar, con justa causa y a instancia de parte, los
impedimentos del grado tercero entre colaterales y de edad a partir de los catorce años. En
los expedientes de dispensa de edad deberán ser oídos el menor y sus padres o
guardadores.
– 13 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO III
De la forma de celebración del matrimonio
Artículo 49.
Cualquier español podrá contraer matrimonio dentro o fuera de España:
1.º Ante el Juez, Alcalde o funcionario señalado por este Código.
2.º En la forma religiosa legalmente prevista.
También podrá contraer matrimonio fuera de España con arreglo a la forma establecida
por la Ley del lugar de celebración.
Artículo 50.
Si ambos contrayentes son extranjeros, podrá celebrarse el matrimonio en España con
arreglo a la forma prescrita para los españoles o cumpliendo la establecida por la ley
personal de cualquiera de ellos.
Artículo 51.
Será competente para autorizar el matrimonio:
1.º El Juez encargado del Registro Civil y el Alcalde del municipio donde se celebre el
matrimonio o concejal en quien éste delegue.
2.º En los municipios en que no resida dicho Juez, el delegado designado
reglamentariamente.
3.º El funcionario diplomático o consular encargado del Registro Civil en el extranjero.
Artículo 52.
Podrá autorizar el matrimonio del que se halle en peligro de muerte:
1. El Juez encargado del Registro Civil, el delegado o el Alcalde, aunque los
contrayentes no residan en la circunscripción respectiva.
2. En defecto del Juez, y respecto de los militares en campaña, el Oficial o Jefe superior
inmediato.
3. Respecto de los matrimonios que se celebren a bordo de nave o aeronave, el Capitán
o Comandante de la misma.
Este matrimonio no requerirá para su autorización la previa formación de expediente,
pero sí la presencia, en su celebración, de dos testigos mayores de edad, salvo imposibilidad
acreditada.
Artículo 53.
La validez del matrimonio no quedará afectada por la incompetencia o falta de
nombramiento legítimo del Juez, Alcalde o funcionario que lo autorice, siempre que al menos
uno de los cónyuges hubiera procedido de buena fe y aquéllos ejercieran sus funciones
públicamente.
Artículo 54.
Cuando concurra causa grave suficientemente probada, el Ministro de Justicia podrá
autorizar el matrimonio secreto. En este caso, el expediente se tramitará reservadamente,
sin la publicación de edictos o proclamas.
– 14 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 55.
Podrá autorizarse en el expediente matrimonial que el contrayente que no resida en el
distrito o demarcación del Juez, Alcalde o funcionario autorizante celebre el matrimonio por
apoderado a quien haya concedido poder especial en forma auténtica, pero siempre será
necesaria la asistencia personal del otro contrayente.
En el poder se determinará la persona con quien ha de celebrarse el matrimonio, con
expresión de las circunstancias personales precisas para establecer su identidad.
El poder se extinguirá por la revocación del poderdante, por la renuncia del apoderado o
por la muerte de cualquiera de ellos. En caso de revocación por el poderdante bastará su
manifestación en forma auténtica antes de la celebración del matrimonio. La revocación se
notificará de inmediato al Juez, Alcalde o funcionario autorizante.
Artículo 56.
Quienes deseen contraer matrimonio acreditarán previamente, en expediente tramitado
conforme a la legislación del Registro Civil, que reúnen los requisitos de capacidad
establecidos en este Código.
Si alguno de los contrayentes estuviere afectado por deficiencias o anomalías psíquicas,
se exigirá dictamen médico sobre su aptitud para prestar el consentimiento.
Artículo 57.
El matrimonio deberá celebrarse ante el Juez, Alcalde o funcionario correspondiente al
domicilio de cualquiera de los contrayentes y dos testigos mayores de edad.
La prestación del consentimiento podrá también realizarse, por delegación del instructor
del expediente, bien a petición de los contrayentes o bien de oficio, ante Juez, Alcalde o
funcionario de otra población distinta.
Artículo 58.
El Juez, Alcalde o funcionario, después de leídos los artículos 66, 67 y 68, preguntará a
cada uno de los contrayentes si consienten en contraer matrimonio con el otro y si
efectivamente lo contraen en dicho acto y, respondiendo ambos afirmativamente, declarará
que los mismos quedan unidos en matrimonio y extenderá la inscripción o el acta
correspondiente.
Artículo 59.
El consentimiento matrimonial podrá prestarse en la forma prevista por una confesión
religiosa inscrita, en los términos acordados con el Estado o, en su defecto, autorizados por
la legislación de éste.
Artículo 60.
El matrimonio celebrado según las normas del Derecho canónico o en cualquiera de las
formas religiosas previstas en el artículo anterior produce efectos civiles. Para el pleno
reconocimiento de los mismos se estará a lo dispuesto en el capítulo siguiente.
CAPÍTULO IV
De la inscripción del matrimonio en el Registro Civil
Artículo 61.
El matrimonio produce efectos civiles desde su celebración.
Para el pleno reconocimiento de los mismos será necesaria su inscripción en el Registro
Civil.
El matrimonio no inscrito no perjudicará los derechos adquiridos de buena fe por terceras
personas.
– 15 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 62.
El Juez, Alcalde o funcionario ante quien se celebre el matrimonio extenderá,
inmediatamente después de celebrado, la inscripción o el acta correspondiente con su firma
y la de los contrayentes y testigos.
Asimismo, practicada la inscripción o extendida el acta, el Juez, Alcalde o funcionario
entregará a cada uno de los contrayentes documento acreditativo de la celebración del
matrimonio.
Artículo 63.
La inscripción del matrimonio celebrado en España en forma religiosa se practicará con
la simple presentación de la certificación de la Iglesia o confesión respectiva, que habrá de
expresar las circunstancias exigidas por la legislación del Registro Civil.
Se denegará la práctica del asiento cuando de los documentos presentados o de los
asientos del Registro conste que el matrimonio no reúne los requisitos que para su validez
se exigen en este título.
Artículo 64.
Para el reconocimiento del matrimonio secreto basta su inscripción en el libro especial
del Registro Civil Central, pero no perjudicará los derechos adquiridos de buena fe por
terceras personas sino desde su publicación en el Registro Civil ordinario.
Artículo 65.
Salvo lo dispuesto en el artículo 63, en todos los demás casos en que el matrimonio se
hubiere celebrado sin haberse tramitado el correspondiente expediente, el Juez o funcionario
encargado del Registro, antes de practicar la inscripción, deberá comprobar si concurren los
requisitos legales para su celebración.
CAPÍTULO V
De los derechos y deberes de los cónyuges
Artículo 66.
Los cónyuges son iguales en derechos y deberes.
Artículo 67.
Los cónyuges deben respetarse y ayudarse mutuamente y actuar en interés de la familia.
Artículo 68.
Los cónyuges están obligados a vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse
mutuamente. Deberán, además, compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado y
atención de ascendientes y descendientes y otras personas dependientes a su cargo.
Artículo 69.
Se presume, salvo prueba en contrario, que los cónyuges viven juntos.
Artículo 70.
Los cónyuges fijarán de común acuerdo el domicilio conyugal y, en caso de discrepancia,
resolverá el Juez, teniendo en cuenta el interés de la familia.
Artículo 71.
Ninguno de los cónyuges puede atribuirse la representación del otro sin que le hubiere
sido conferida.
– 16 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 72.
(Suprimido)
CAPÍTULO VI
De la nulidad del matrimonio
Artículo 73.
Es nulo cualquiera que sea la forma de su celebración:
1.º El matrimonio celebrado sin consentimiento matrimonial.
2.º El matrimonio celebrado entre las personas a que se refieren los artículos 46 y 47,
salvo los casos de dispensa conforme al artículo 48.
3.º El que se contraiga sin la intervención del Juez, Alcalde o funcionario ante quien deba
celebrarse, o sin la de los testigos.
4.º El celebrado por error en la identidad de la persona del otro contrayente o en aquellas
cualidades personales que, por su entidad, hubieren sido determinantes de la prestación del
consentimiento.
5.º El contraído por coacción o miedo grave.
Artículo 74.
La acción para pedir la nulidad del matrimonio corresponde a los cónyuges, al Ministerio
Fiscal y a cualquier persona que tenga interés directo y legítimo en ella, salvo lo dispuesto
en los artículos siguientes.
Artículo 75.
Si la causa de nulidad fuere la falta de edad, mientras el contrayente sea menor sólo
podrá ejercitar la acción cualquiera de sus padres, tutores o guardadores y, en todo caso, el
Ministerio Fiscal.
Al llegar a la mayoría de edad sólo podrá ejercitar la acción el contrayente menor, salvo
que los cónyuges hubieren vivido juntos durante un año después de alcanzada aquélla.
Artículo 76.
En los casos de error, coacción o miedo grave solamente podrá ejercitar la acción de
nulidad el cónyuge que hubiera sufrido el vicio.
Caduca la acción y se convalida el matrimonio si los cónyuges hubieran vivido juntos
durante un año después de desvanecido el error o de haber cesado la fuerza o la causa del
miedo.
Artículo 77.
(Suprimido)
Artículo 78.
El Juez no acordará la nulidad de un matrimonio por defecto de forma, si al menos uno
de los cónyuges lo contrajo de buena fe, salvo lo dispuesto en el número 3 del artículo 73.
Artículo 79.
La declaración de nulidad del matrimonio no invalidará los efectos ya producidos
respecto de los hijos y del contrayente o contrayentes de buena fe.
La buena fe se presume.
Artículo 80.
Las resoluciones dictadas por los Tribunales eclesiásticos sobre nulidad de matrimonio
canónico o las decisiones pontificias sobre matrimonio rato y no consumado tendrán eficacia
en el orden civil, a solicitud de cualquiera de las partes, si se declaran ajustados al Derecho
– 17 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
del Estado en resolución dictada por el Juez civil competente conformo a las condiciones a
las que se refiere el artículo 954 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
CAPÍTULO VII
De la separación
Artículo 81.
Se decretará judicialmente la separación, cualquiera que sea la forma de celebración del
matrimonio:
1.º A petición de ambos cónyuges o de uno con el consentimiento del otro, una vez
transcurridos tres meses desde la celebración del matrimonio. A la demanda se acompañará
una propuesta de convenio regulador redactada conforme al artículo 90 de este Código.
2.º A petición de uno solo de los cónyuges, una vez transcurridos tres meses desde la
celebración del matrimonio. No será preciso el transcurso de este plazo para la interposición
de la demanda cuando se acredite la existencia de un riesgo para la vida, la integridad física,
la libertad, la integridad moral o libertad e indemnidad sexual del cónyuge demandante o de
los hijos de ambos o de cualquiera de los miembros del matrimonio.
A la demanda se acompañará propuesta fundada de las medidas que hayan de regular
los efectos derivados de la separación.
Artículo 82.
(Sin contenido)
Artículo 83.
La sentencia de separación produce la suspensión de la vida común de los casados, y
cesa la posibilidad de vincular bienes del otro cónyuge en el ejercicio de la potestad
doméstica.
Artículo 84.
La reconciliación pone término al procedimiento de separación y deja sin efecto ulterior lo
resuelto en él, pero ambos cónyuges separadamente deberán ponerlo en conocimiento del
Juez que entienda o haya entendido en el litigio.
Ello no obstante, mediante resolución judicial, serán mantenidas o modificadas las
medidas adoptadas en relación a los hijos, cuando exista causa que lo justifique.
CAPÍTULO VIII
De la disolución del matrimonio
Artículo 85.
El matrimonio se disuelve, sea cual fuere la forma y el tiempo de su celebración, por la
muerte o la declaración de fallecimiento de uno de los cónyuges y por el divorcio.
Artículo 86.
Se decretará judicialmente el divorcio, cualquiera que sea la forma de celebración del
matrimonio, a petición de uno solo de los cónyuges, de ambos o de uno con el
consentimiento del otro, cuando concurran los requisitos y circunstancias exigidos en el
artículo 81.
Artículo 87.
(Sin contenido)
– 18 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 88.
La acción de divorcio se extingue por la muerte de cualquiera de los cónyuges y por su
reconciliación, que deberá ser expresa cuando se produzca después de interpuesta la
demanda.
La reconciliación posterior al divorcio no produce efectos legales, si bien los divorciados
podrán contraer entre sí nuevo matrimonio.
Artículo 89.
La disolución del matrimonio por divorcio sólo podrá tener lugar por sentencia que así lo
declare y producirá efectos a partir de su firmeza. No perjudicará a terceros de buena fe sino
a partir de su inscripción en el Registro Civil.
CAPÍTULO IX
De los efectos comunes a la nulidad, separación y divorcio
Artículo 90.
El convenio regulador a que se refieren los artículos 81 y 86 de este Código deberá
contener, al menos, los siguientes extremos:
a) El cuidado de los hijos sujetos a la patria potestad de ambos, el ejercicio de ésta y, en
su caso, el régimen de comunicación y estancia de los hijos con el progenitor que no viva
habitualmente con ellos.
b) Si se considera necesario, el régimen de visitas y comunicación de los nietos con sus
abuelos, teniendo en cuenta, siempre, el interés de aquéllos.
c) La atribución del uso de la vivienda y ajuar familiar.
d) La contribución a las cargas del matrimonio y alimentos, así como sus bases de
actualización y garantías en su caso.
e) La liquidación, cuando proceda, del régimen económico del matrimonio
f) La pensión que conforme al artículo 97 correspondiere satisfacer, en su caso, a uno de
los cónyuges.
Los acuerdos de los cónyuges, adoptados para regular las consecuencias de la nulidad,
separación o divorcio serán aprobados por el juez, salvo si son dañosos para los hijos o
gravemente perjudiciales para uno de los cónyuges. Si las partes proponen un régimen de
visitas y comunicación de los nietos con los abuelos, el juez podrá aprobarlo previa
audiencia de los abuelos en la que éstos presten su consentimiento. La denegación de los
acuerdos habrá de hacerse mediante resolución motivada y en este caso los cónyuges
deben someter a la consideración del juez nueva propuesta para su aprobación, si procede.
Desde la aprobación judicial, podrán hacerse efectivos por la vía de apremio.
Las medidas que el Juez adopta en defecto de acuerdo, o las convenidas por los
cónyuges, podrán ser modificadas judicialmente o por nuevo convenio cuando se alteren
sustancialmente las circunstancias.
El Juez podrá establecer las garantías reales o personales que requiera el cumplimiento
del convenio.
Artículo 91.
En las sentencias de nulidad, separación o divorcio, o en ejecución de las mismas, el
Juez, en defecto de acuerdo de los cónyuges o en caso de no aprobación del mismo,
determinará conforme a lo establecido en los artículos siguientes las medidas que hayan de
sustituir a las ya adoptadas con anterioridad en relación con los hijos, la vivienda familiar, las
cargas del matrimonio, liquidación del régimen económico y las cautelas o garantías
respectivas, estableciendo las que procedan si para alguno de estos conceptos no se
hubiera adoptado ninguna. Estas medidas podrán ser modificadas cuando se alteren
sustancialmente las circunstancias.
– 19 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 92.
1. La separación, la nulidad y el divorcio no eximen a los padres de sus obligaciones
para con los hijos.
2. El Juez, cuando deba adoptar cualquier medida sobre la custodia, el cuidado y la
educación de los hijos menores, velará por el cumplimiento de su derecho a ser oídos.
3. En la sentencia se acordará la privación de la patria potestad cuando en el proceso se
revele causa para ello.
4. Los padres podrán acordar en el convenio regulador o el Juez podrá decidir, en
beneficio de los hijos, que la patria potestad sea ejercida total o parcialmente por unos de los
cónyuges.
5. Se acordará el ejercicio compartido de la guarda y custodia de los hijos cuando así lo
soliciten los padres en la propuesta de convenio regulador o cuando ambos lleguen a este
acuerdo en el transcurso del procedimiento. El Juez, al acordar la guarda conjunta y tras
fundamentar su resolución, adoptará las cautelas procedentes para el eficaz cumplimiento
del régimen de guarda establecido, procurando no separar a los hermanos.
6. En todo caso, antes de acordar el régimen de guarda y custodia, el Juez deberá
recabar informe del Ministerio Fiscal, y oír a los menores que tengan suficiente juicio cuando
se estime necesario de oficio o a petición del Fiscal, partes o miembros del Equipo Técnico
Judicial, o del propio menor, valorar las alegaciones de las partes vertidas en la
comparecencia y la prueba practicada en ella, y la relación que los padres mantengan entre
sí y con sus hijos para determinar su idoneidad con el régimen de guarda.
7. No procederá la guarda conjunta cuando cualquiera de los padres esté incurso en un
proceso penal iniciado por atentar contra la vida, la integridad física, la libertad, la integridad
moral o la libertad e indemnidad sexual del otro cónyuge o de los hijos que convivan con
ambos. Tampoco procederá cuando el Juez advierta, de las alegaciones de las partes y las
pruebas practicadas, la existencia de indicios fundados de violencia doméstica.
8. Excepcionalmente, aun cuando no se den los supuestos del apartado cinco de este
artículo, el Juez, a instancia de una de las partes, con informe favorable del Ministerio
Fiscal, podrá acordar la guarda y custodia compartida fundamentándola en que sólo de esta
forma se protege adecuadamente el interés superior del menor.
9. El Juez, antes de adoptar alguna de las decisiones a que se refieren los apartados
anteriores, de oficio o a instancia de parte, podrá recabar dictamen de especialistas
debidamente cualificados, relativo a la idoneidad del modo de ejercicio de la patria potestad
y del régimen de custodia de los menores.
Artículo 93.
El Juez, en todo caso, determinará la contribución de cada progenitor para satisfacer los
alimentos y adoptará las medidas convenientes para asegurar la efectividad y acomodación
de las prestaciones a las circunstancias económicas y necesidades de los hijos en cada
momento.
Si convivieran en el domicilio familiar hijos mayores de edad o emancipados que
carecieran de ingresos propios, el Juez, en la misma resolución, fijará los alimentos que
sean debidos conforme a los artículos 142 y siguientes de este Código.
Artículo 94.
El progenitor que no tenga consigo a los hijos menores o incapacitados gozará del
derecho de visitarlos, comunicar con ellos y tenerlos en su compañía. El Juez determinará el
tiempo, modo y lugar del ejercicio de este derecho, que podrá limitar o suspender si se
dieren graves circunstancias que así lo aconsejen o se incumplieren grave o reiteradamente
los deberes impuestos por la resolución judicial.
– 20 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Igualmente podrá determinar, previa audiencia de los padres y de los abuelos, que
deberán prestar su consentimiento, el derecho de comunicación y visita de los nietos con los
abuelos, conforme al artículo 160 de este Código, teniendo siempre presente el interés del
menor.
Artículo 95.
La sentencia firme producirá, respecto de los bienes del matrimonio, la disolución del
régimen económico matrimonial.
Si la sentencia de nulidad declara la mala fe de uno sólo de los cónyuges, el que hubiere
obrado de buena fe podrá optar por aplicar en la liquidación del régimen económico
matrimonial las disposiciones relativas al régimen de participación y el de mala fe no tendrá
derecho a participar en las ganancias obtenidas por su consorte.
Artículo 96.
En defecto de acuerdo de los cónyuges aprobado por el Juez, el uso de la vivienda
familiar y de los objetos de uso ordinario en ella corresponde a los hijos y al cónyuge en cuya
compañía queden.
Cuando algunos de los hijos queden en la compañía de uno y los restantes en la del
otro, el Juez resolverá lo procedente.
No habiendo hijos, podrá acordarse que el uso de tales bienes, por el tiempo que
prudencialmente se fije, corresponda al cónyuge no titular, siempre que atendidas las
circunstancias, lo hicieran aconsejable y su interés fuera el más necesitado de protección.
Para disponer de la vivienda y bienes indicados cuyo uso corresponda al cónyuge no
titular se requerirá el consentimiento de ambas partes o, en su caso, autorización judicial.
Artículo 97.
El cónyuge al que la separación o el divorcio produzca un desequilibrio económico en
relación con la posición del otro, que implique un empeoramiento en su situación anterior en
el matrimonio, tendrá derecho a una compensación que podrá consistir en una pensión
temporal o por tiempo indefinido, o en una prestación única, según se determine en el
convenio regulador o en la sentencia.
A falta de acuerdo de los cónyuges, el Juez, en sentencia, determinará su importe
teniendo en cuenta las siguientes circunstancias:
1.ª Los acuerdos a que hubieran llegado los cónyuges.
2.ª La edad y el estado de salud.
3.ª La cualificación profesional y las probabilidades de acceso a un empleo.
4.ª La dedicación pasada y futura a la familia.
5.ª La colaboración con su trabajo en las actividades mercantiles, industriales o
profesionales del otro cónyuge.
6.ª La duración del matrimonio y de la convivencia conyugal.
7.ª La pérdida eventual de un derecho de pensión.
8.ª El caudal y los medios económicos y las necesidades de uno y otro cónyuge.
9.ª Cualquier otra circunstancia relevante.
En la resolución judicial se fijarán las bases para actualizar la pensión y las garantías
para su efectividad.
Artículo 98.
El cónyuge de buena fe cuyo matrimonio haya sido declarado nulo tendrá derecho a una
indemnización si ha existido convivencia conyugal, atendidas las circunstancias previstas en
el artículo 97.
Artículo 99.
En cualquier momento podrá convenirse la sustitución de la pensión fijada judicialmente
conforme al artículo 97 por la constitución de una renta vitalicia, el usufructo de
determinados bienes o la entrega de un capital en bienes o en dinero.
– 21 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 100.
Fijada la pensión y las bases de su actualización en la sentencia de separación o de
divorcio, sólo podrá ser modificada por alteraciones sustanciales en la fortuna de uno u otro
cónyuges.
Artículo 101.
El derecho a la pensión se extingue por el cese de la causa que lo motivó, por contraer el
acreedor nuevo matrimonio o por vivir maritalmente con otra persona.
El derecho a la pensión no se extingue por el solo hecho de la muerte del deudor. No
obstante, los herederos de éste podrán solicitar del Juez la reducción o supresión de aquélla,
si el caudal hereditario no pudiera satisfacer las necesidades de la deuda o afectara a sus
derechos en la legítima.
CAPÍTULO X
De las medidas provisionales por demanda de nulidad, separación y divorcio
Artículo 102.
Admitida la demanda de nulidad, separación o divorcio, se producen, por ministerio de la
Ley, los efectos siguientes:
1.° Los cónyuges podrán vivir separados y cesa la presunción de convivencia conyugal.
2.° Quedan revocados los consentimientos y poderes que cualquiera de los cónyuges
hubiera otorgado al otro.
Asimismo, salvo pacto en contrario, cesa la posibilidad de vincular los bienes privativos
del otro cónyuge en el ejercicio de la potestad doméstica.
A estos efectos, cualquiera de las partes podrá instar la oportuna anotación en el
Registro Civil y, en su caso, en los de la Propiedad y Mercantil.
Artículo 103.
Admitida la demanda, el Juez, a falta de acuerdo de ambos cónyuges aprobado
judicialmente, adoptará, con audiencia de éstos, las medidas siguientes:
1.ª Determinar, en interés de los hijos, con cuál de los cónyuges han de quedar los
sujetos a la patria potestad de ambos y tomar las disposiciones apropiadas de acuerdo con
lo establecido en este Código y, en particular, la forma en que el cónyuge que no ejerza la
guarda y custodia de los hijos podrá cumplir el deber de velar por éstos y el tiempo, modo y
lugar en que podrá comunicar con ellos y tenerlos en su compañía.
Excepcionalmente, los hijos podrán ser encomendados a los abuelos, parientes u otras
personas que así lo consintieren y, de no haberlos, a una institución idónea, confiriéndoseles
las funciones tutelares que ejercerán bajo la autoridad del juez.
Cuando exista riesgo de sustracción del menor por alguno de los cónyuges o por
terceras personas podrán adoptarse las medidas necesarias y, en particular, las siguientes:
a) Prohibición de salida del territorio nacional, salvo autorización judicial previa.
b) Prohibición de expedición del pasaporte al menor o retirada del mismo si ya se
hubiere expedido.
c) Sometimiento a autorización judicial previa de cualquier cambio de domicilio del
menor.
2.ª Determinar, teniendo en cuenta el interés familiar más necesitado de protección, cuál
de los cónyuges ha de continuar en el uso de la vivienda familiar y asimismo, previo
inventario, los bienes y objetos del ajuar que continúan en ésta y los que se ha de llevar el
otro cónyuge, así como también las medidas cautelares convenientes para conservar el
derecho de cada uno.
3.ª Fijar, la contribución de cada cónyuge a las cargas del matrimonio, incluidas si
procede las «litis expensas», establecer las bases para la actualización de cantidades y
– 22 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
disponer las garantías, depósitos, retenciones u otras medidas cautelares convenientes, a fin
de asegurar la efectividad de lo que por estos conceptos un cónyuge haya de abonar al otro.
Se considerará contribución a dichas cargas el trabajo que uno de los cónyuges dedicará
a la atención de los hijos comunes sujetos a patria potestad.
4.ª Señalar, atendidas las circunstancias, los bienes gananciales o comunes que, previo
inventario, se hayan de entregar a uno u otro cónyuge y las reglas que deban observar en la
administración y disposición, así como en la obligatoria rendición de cuentas sobre los
bienes comunes o parte de ellos que reciban y los que adquieran en lo sucesivo.
5.ª Determinar, en su caso, el régimen de administración y disposición de aquellos
bienes privativos que por capitulaciones o escritura pública estuvieran especialmente
afectados a las cargas del matrimonio.
Artículo 104.
El cónyuge que se proponga demandar la nulidad, separación o divorcio de su
matrimonio puede solicitar los efectos y medidas a que se refieren los dos artículos
anteriores.
Estos efectos y medidas sólo subsistirán si, dentro de los treinta días siguientes a contar
desde que fueron inicialmente adoptados, se presenta la demanda ante el Juez o Tribunal
competente.
Artículo 105.
No incumple el deber de convivencia el cónyuge que sale del domicilio conyugal por una
causa razonable y en el plazo de treinta días presenta la demanda o solicitud a que se
refieren los artículos anteriores.
Artículo 106.
Los efectos y medidas previstos en este capítulo terminan, en todo caso, cuando sean
sustituidos por los de la sentencia estimatoria o se ponga fin al procedimiento de otro modo.
La revocación de consentimientos y poderes se entiende definitiva.
CAPÍTULO XI
Ley aplicable a la nulidad, la separación y el divorcio.
Artículo 107.
1. La nulidad del matrimonio y sus efectos se determinarán de conformidad con la ley
aplicable a su celebración.
2. La separación y el divorcio se regirán por la ley nacional común de los cónyuges en el
momento de la presentación de la demanda ; a falta de nacionalidad común, por la ley de la
residencia habitual común del matrimonio en dicho momento y, en defecto de ésta, por la ley
de la última residencia habitual común del matrimonio si uno de los cónyuges aún reside
habitualmente en dicho Estado.
En todo caso, se aplicará la ley española cuando uno de los cónyuges sea español o
resida habitualmente en España:
a) Si no resultara aplicable ninguna de las leyes anteriormente mencionadas.
b) Si en la demanda presentada ante tribunal español la separación o el divorcio se pide
por ambos cónyuges o por uno con el consentimiento del otro.
c) Si las leyes indicadas en el párrafo primero de este apartado no reconocieran la
separación o el divorcio o lo hicieran de forma discriminatoria o contraria al orden público.
– 23 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
TÍTULO V
De la paternidad y filiación
CAPÍTULO PRIMERO
De la filiación y sus efectos
Artículo 108.
La filiación puede tener lugar por naturaleza y por adopción. La filiación por naturaleza
puede ser matrimonial y no matrimonial. Es matrimonial cuando el padre y la madre están
casados entre sí.
La filiación matrimonial y la no matrimonial, así como la adoptiva, surten los mismos
efectos, conforme a las disposiciones de este Código.
Artículo 109.
La filiación determina los apellidos con arreglo a lo dispuesto en la ley.
Si la filiación está determinada por ambas líneas, el padre y la madre de común acuerdo
podrán decidir el orden de transmisión de su respectivo primer apellido, antes de la
inscripción registral. Si no se ejercita esta opción, regirá lo dispuesto en la ley.
El orden de apellidos inscrito para el mayor de los hijos regirá en las inscripciones de
nacimiento posteriores de sus hermanos del mismo vínculo.
El hijo, al alcanzar la mayor edad, podrá solicitar que se altere el orden de los apellidos.
Artículo 110.
El padre y la madre, aunque no ostenten la patria potestad, están obligados a velar por
los hijos menores y a prestarles alimentos.
Artículo 111.
Quedará excluido de la patria potestad y demás funciones tuitivas y no ostentará
derechos por ministerio de la Ley respecto del hijo o de sus descendientes, o en sus
herencias, el progenitor:
1.° Cuando haya sido condenado a causa de las relaciones a que obedezca la
generación, según sentencia penal firme.
2.° Cuando la filiación haya sido judicialmente determinada contra su oposición.
En ambos supuestos el hijo no ostentará el apellido del progenitor en cuestión más que
si lo solicita él mismo o su representante legal.
Dejarán de producir efecto estas restricciones por determinación del representante legal
del hijo aprobada judicialmente, o por voluntad del propio hijo una vez alcanzada la plena
capacidad.
Quedarán siempre a salvo las obligaciones de velar por los hijos y prestarles alimentos.
CAPÍTULO II
De la determinación y prueba de la filiación
Artículo 112.
La filiación produce sus efectos desde que tiene lugar. Su determinación legal tiene
efectos retroactivos siempre que la retroactividad sea compatible con la naturaleza de
aquéllos y la Ley no dispusiere lo contrario.
En todo caso, conservarán su validez los actos otorgados, en nombre del hijo menor o
incapaz, por su representante legal, antes de que la filiación hubiere sido determinada.
– 24 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 113.
La filiación se acredita por la inscripción en el Registro Civil, por el documento o
sentencia que la determina legalmente, por la presunción de paternidad matrimonial y, a falta
de los medios anteriores, por la posesión de estado. Para la admisión de pruebas distintas a
la inscripción se estará a lo dispuesto en la Ley de Registro Civil.
No será eficaz la determinación de una filiación en tanto resulte acreditada otra
contradictoria.
Artículo 114.
Los asientos de filiación podrán ser rectificados conforme a la Ley de Registro Civil, sin
perjuicio de lo especialmente dispuesto en el presente título sobre acciones de impugnación.
Podrán también rectificarse en cualquier momento los asientos que resulten
contradictorios con los hechos que una sentencia penal declare probados.
Artículo 115.
La filiación matrimonial materna y paterna quedará determinada legalmente:
1.° Por la inscripción del nacimiento junto con la del matrimonio de los padres.
2.° Por sentencia firme.
Artículo 116.
Se presumen hijos del marido los nacidos después de la celebración del matrimonio y
antes de los trescientos días siguientes a su disolución o a la separación legal o de hecho de
los cónyuges.
Artículo 117.
Nacido el hijo dentro de los ciento ochenta días siguientes a la celebración del
matrimonio, podrá el marido destruir la presunción mediante declaración auténtica en
contrario formalizada dentro de los seis meses siguientes al conocimiento del parto. Se
exceptúan los casos en que hubiere reconocido la paternidad expresa o tácitamente o
hubiese conocido el embarazo de la mujer con anterioridad a la celebración del matrimonio,
salvo que, en este último supuesto, la declaración auténtica se hubiera formalizado con el
consentimiento de ambos, antes del matrimonio o después del mismo, dentro de los seis
meses siguientes al nacimiento del hijo.
Artículo 118.
Aun faltando la presunción de paternidad del marido por causa de la separación legal o
de hecho de los cónyuges, podrá inscribirse la filiación como matrimonial si concurre el
consentimiento de ambos.
Artículo 119.
La filiación adquiere el carácter de matrimonial desde la fecha del matrimonio de los
progenitores cuando éste tenga lugar con posterioridad al nacimiento del hijo siempre que el
hecho de la filiación quede determinado legalmente conforme a lo dispuesto en la sección
siguiente.
Lo establecido en el párrafo anterior aprovechará, en su caso, a los descendientes del
hijo fallecido.
Artículo 120.
La filiación no matrimonial quedará determinada legalmente:
– 25 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
1.° Por el reconocimiento ante el encargado del Registro Civil, en testamento o en otro
documento público.
2.° Por resolución recaída en expediente tramitado con arreglo a la legislación del
Registro Civil.
3.° Por sentencia firme.
4.° Respecto de la madre, cuando se haga constar la filiación materna en la inscripción
de nacimiento practicada dentro de plazo, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley de Registro
Civil.
Artículo 121.
El reconocimiento otorgado por los incapaces o por quienes no puedan contraer
matrimonio por razón de edad necesitará para su validez aprobación judicial con audiencia
del Ministerio Fiscal.
Artículo 122.
Cuando un progenitor hiciere el reconocimiento separadamente, no podrá manifestar en
él la identidad del otro a no ser que esté ya determinada legalmente.
Artículo 123.
El reconocimiento de un hijo mayor de edad no producirá efectos sin su consentimiento
expreso o tácito.
Artículo 124.
La eficacia del reconocimiento del menor o incapaz requerirá el consentimiento expreso
de su representante legal o la aprobación judicial con audiencia del Ministerio Fiscal y del
progenitor, legalmente conocido.
No será necesario el consentimiento o la aprobación si el reconocimiento se hubiere
efectuado en testamento o dentro del plazo establecido para practicar la inscripción del
nacimiento. La inscripción de paternidad así practicada podrá suspenderse a simple petición
de la madre durante el año siguiente al nacimiento. Si el padre solicitara la confirmación de
la inscripción, será necesaria la aprobación judicial con audiencia del Ministerio Fiscal.
Artículo 125.
Cuando los progenitores del menor o incapaz fueren hermanos o consanguíneos en
línea recta, legalmente determinada la filiación respecto de uno, sólo podrá quedar
determinada legalmente respecto del otro, previa autorización judicial que se otorgará, con
audiencia del Ministerio Fiscal, cuando convenga al menor o incapaz.
Alcanzada por éste la plena capacidad podrá, mediante declaración auténtica, invalidar
esta última determinación si no la hubiere consentido.
Artículo 126.
El reconocimiento del ya fallecido sólo surtirá efecto si lo consintieren sus descendientes
por sí o por sus representantes legales.
CAPÍTULO III
De las acciones de filiación
Artículo 127.
(Derogado)
– 26 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 128.
(Derogado)
Artículo 129.
(Derogado)
Artículo 130.
(Derogado)
Artículo 131.
Cualquier persona con interés legítimo tiene acción para que se declare la filiación
manifestada por la constante posesión de estado.
Se exceptúa el supuesto en que la filiación que se reclame contradiga otra legalmente
determinada.
Artículo 132.
A falta de la correspondiente posesión de estado, la acción de reclamación de la filiación
matrimonial, que es imprescriptible, corresponde al padre, a la madre o al hijo.
Si el hijo falleciere antes de transcurrir cuatro años desde que alcanzase plena
capacidad, o durante el año siguiente al descubrimiento de las pruebas en que se haya de
fundar la demanda, su acción corresponde a sus herederos por el tiempo que faltare para
completar dichos plazos.
Artículo 133.
La acción de reclamación de filiación no matrimonial, cuando falte la respectiva posesión
de estado, corresponde al hijo durante toda su vida.
Si el hijo falleciere antes de transcurrir cuatro años desde que alcanzare plena
capacidad, o durante el año siguiente al descubrimiento de las pruebas en que se funde la
demanda, su acción corresponde a sus herederos por el tiempo que faltare para completar
dichos plazos.
Artículo 134.
El ejercicio de la acción de reclamación, conforme a los artículos anteriores, por el hijo o
el progenitor, permitirá en todo caso la impugnación de la filiación contradictoria.
(Párrafo derogado)
Artículo 135. .
(Derogado)
Artículo 136.
El marido podrá ejercitar la acción de impugnación de la paternidad en el plazo de un
año contado desde la inscripción de la filiación en el Registro Civil. Sin embargo, el plazo no
correrá mientras el marido ignore el nacimiento.
– 27 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 137.
La paternidad podrá ser impugnada por el hijo durante el año siguiente a la inscripción
de la filiación. Si fuere menor o incapaz, el plazo contará desde que alcance la mayoría de
edad o la plena capacidad legal.
El ejercicio de la acción, en interés del hijo que sea menor o incapacitado, corresponde,
asimismo, durante el año siguiente a la inscripción de la filiación, a la madre que ostente la
patria potestad o al Ministerio Fiscal.
Si falta en las relaciones familiares la posesión de estado de filiación matrimonial, la
demanda podrá ser interpuesta en cualquier tiempo por el hijo o sus herederos.
Artículo 138.
Los reconocimientos que determinen conforme a la Ley una filiación matrimonial podrán
ser impugnados por vicio de consentimiento conforme a lo dispuesto en el artículo 141. La
impugnación de la paternidad por otras causas se atendrá a las normas contenidas en esta
sección.
Artículo 139.
La mujer podrá ejercitar la acción de impugnación de su maternidad justificando la
suposición del parto o no ser cierta la identidad del hijo.
Artículo 140.
Cuando falte en las relaciones familiares la posesión de estado, la filiación paterna o
materna no matrimonial podrá ser impugnada por aquellos a quienes perjudique.
Cuando exista posesión de estado, la acción de impugnación corresponderá a quien
aparece como hijo o progenitor y a quienes por la filiación puedan resultar afectados en su
calidad de herederos forzosos. La acción caducará pasados cuatro años desde que el hijo,
una vez inscrita la filiación, goce de la posesión de estado correspondiente.
Los hijos tendrán en todo caso acción durante un año después de haber llegado a la
plena capacidad.
Artículo 141.
La acción de impugnación del reconocimiento realizado mediante error, violencia o
intimidación corresponde a quien lo hubiere otorgado. La acción caducará al año del
reconocimiento o desde que cesó el vicio de consentimiento, y podrá ser ejercitada o
continuada por los herederos de aquél, si hubiere fallecido antes de transcurrir el año.
TÍTULO VI
De los alimentos entre parientes
Artículo 142.
Se entiende por alimentos todo lo que es indispensable para el sustento, habitación,
vestido y asistencia médica.
– 28 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 143.
Están obligados recíprocamente a darse alimentos en toda la extensión que señala el
artículo precedente:
1.° Los cónyuges.
2.° Los ascendientes y descendientes.
Los hermanos sólo se deben los auxilios necesarios para la vida, cuando los necesiten
por cualquier causa que no sea imputable al alimentista, y se extenderán en su caso a los
que precisen para su educación.
Artículo 144.
La reclamación de alimentos cuando proceda y sean dos o más los obligados a
prestarlos se hará por el orden siguiente:
1.° Al cónyuge.
2.° A los descendientes de grado más próximo.
3.° A los ascendientes, también de grado más próximo.
4.° A los hermanos, pero estando obligados en último lugar los que sólo sean uterinos o
consanguíneos.
Entre los descendientes y ascendientes se regulará la gradación por el orden en que
sean llamados a la sucesión legítima de la persona que tenga derecho a los alimentos.
Artículo 145.
Cuando recaiga sobre dos o más personas la obligación de dar alimentos, se repartirá
entre ellas el pago de la pensión en cantidad proporcional a su caudal respectivo.
Sin embargo, en caso de urgente necesidad y por circunstancias especiales, podrá el
Juez obligar a una sola de ellas a que los preste provisionalmente, sin perjuicio de su
derecho a reclamar de los demás obligados la parte que les corresponda.
Cuando dos o más alimentistas reclamaren a la vez alimentos de una misma persona
obligada legalmente a darlos, y ésta no tuviere fortuna bastante para atender a todos, se
guardará el orden establecido en el artículo anterior, a no ser que los alimentistas
concurrentes fuesen el cónyuge y un hijo sujeto a la patria potestad, en cuyo caso éste será
preferido a aquél.
Artículo 146.
La cuantía de los alimentos será proporcionada al caudal o medios de quien los da y a
las necesidades de quien los recibe.
Artículo 147.
Los alimentos, en los casos a que se refiere el artículo anterior, se reducirán o
aumentarán proporcionalmente según el aumento o disminución que sufran las necesidades
del alimentista y la fortuna del que hubiere de satisfacerlos.
Artículo 148.
La obligación de dar alimentos será exigible desde que los necesitare, para subsistir, la
persona que tenga derecho a percibirlos, pero no se abonarán sino desde la fecha en que se
interponga la demanda.
Se verificará el pago por meses anticipados, y, cuando fallezca el alimentista, sus
herederos no estarán obligados a devolver lo que éste hubiese recibido anticipadamente.
– 29 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
El Juez, a petición del alimentista o del Ministerio Fiscal, ordenará con urgencia las
medidas cautelares oportunas para asegurar los anticipos que haga una Entidad pública u
otra persona y proveer a las futuras necesidades.
Artículo 149.
El obligado a prestar alimentos podrá, a su elección, satisfacerlos, o pagando la pensión
que se fije, o recibiendo y manteniendo en su propia casa al que tiene derecho a ellos.
Esta elección no será posible en cuanto contradiga la situación de convivencia
determinada para el alimentista por las normas aplicables o por resolución judicial. También
podrá ser rechazada cuando concurra justa causa o perjudique el interés del alimentista
menor de edad.
Artículo 150.
La obligación de suministrar alimentos cesa con la muerte del obligado, aunque los
prestase en cumplimiento de una sentencia firme.
Artículo 151.
No es renunciable ni transmisible a un tercero el derecho a los alimentos. Tampoco
pueden compensarse con lo que el alimentista deba al que ha de prestarlos.
Pero podrán compensarse y renunciarse las pensiones alimenticias atrasadas, y
transmitirse a título oneroso o gratuito el derecho a demandarlas.
Artículo 152.
Cesará también la obligación de dar alimentos:
1.º Por muerte del alimentista.
2.º Cuando la fortuna del obligado a darlos se hubiere reducido hasta el punto de no
poder satisfacerlos sin desatender sus propias necesidades y las de su familia.
3.º Cuando el alimentista pueda ejercer un oficio, profesión o industria, o haya adquirido
un destino o mejorado de fortuna, de suerte que no le sea necesaria la pensión alimenticia
para su subsistencia.
4.º Cuando el alimentista, sea o no heredero forzoso, hubiese cometido alguna falta de
las que dan lugar a la desheredación.
5.º Cuando el alimentista sea descendiente del obligado a dar alimentos, y la necesidad
de aquél provenga de mala conducta o de falta de aplicación al trabajo, mientras subsista
esta causa.
Artículo 153.
Las disposiciones que preceden son aplicables a los demás casos en que por este
Código, por testamento o por pacto se tenga derecho a alimentos, salvo lo pactado, lo
ordenado por el testador o lo dispuesto por la ley para el caso especial de que se trate.
TÍTULO VII
De las relaciones paterno-filiales
CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales
Artículo 154.
Los hijos no emancipados están bajo la potestad de los padres.
La patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de los hijos, de acuerdo con su
personalidad, y con respeto a su integridad física y psicológica.
Esta potestad comprende los siguientes deberes y facultades:
– 30 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
1.º Velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una
formación integral.
2.º Representarlos y administrar sus bienes.
Si los hijos tuvieren suficiente juicio deberán ser oídos siempre antes de adoptar
decisiones que les afecten.
Los padres podrán, en el ejercicio de su potestad, recabar el auxilio de la autoridad.
Artículo 155.
Los hijos deben:
1.° Obedecer a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad, y respetarles
siempre.
2.° Contribuir equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas
de la familia mientras convivan con ella.
Artículo 156.
La patria potestad se ejercerá conjuntamente por ambos progenitores o por uno solo con
el consentimiento expreso o tácito del otro. Serán válidos los actos que realice uno de ellos
conforme al uso social y a las circunstancias o en situaciones de urgente necesidad.
En caso de desacuerdo, cualquiera de los dos podrán acudir al Juez, quien, después de
oír a ambos y al hijo si tuviera suficiente juicio y, en todo caso, si fuera mayor de doce años,
atribuirá sin ulterior recurso la facultad de decidir al padre o a la madre. Si los desacuerdos
fueran reiterados o concurriera cualquier otra causa que entorpezca gravemente el ejercicio
de la patria potestad, podrá atribuirla total o parcialmente a uno de los padres o distribuir
entre ellos sus funciones. Esta medida tendrá vigencia durante el plazo que se fije, que no
podrá nunca exceder de dos años.
En los supuestos de los párrafos anteriores, respecto de terceros de buena fe, se
presumirá que cada uno de los progenitores actúa en el ejercicio ordinario de la patria
potestad con el consentimiento del otro.
En defecto o por ausencia, incapacidad o imposibilidad de uno de los padres, la patria
potestad será ejercida exclusivamente por el otro.
Si los padres viven separados, la patria potestad se ejercerá por aquel con quien el hijo
conviva. Sin embargo, el Juez, a solicitud fundada del otro progenitor, podrá, en interés del
hijo, atribuir al solicitante la patria potestad para que la ejerza conjuntamente con el otro
progenitor o distribuir entre el padre y la madre las funciones inherentes a su ejercicio.
Artículo 157.
El menor no emancipado ejercerá la patria potestad sobre sus hijos con la asistencia de
sus padres y, a falta de ambos, de su tutor; en casos de desacuerdo o imposibilidad, con la
del Juez.
Artículo 158.
El Juez, de oficio o a instancia del propio hijo, de cualquier pariente o del Ministerio
Fiscal, dictará:
1.º Las medidas convenientes para asegurar la prestación de alimentos y proveer a las
futuras necesidades del hijo, en caso de incumplimiento de este deber, por sus padres.
2.º Las disposiciones apropiadas a fin de evitar a los hijos perturbaciones dañosas en los
casos de cambio de titular de la potestad de guarda.
3.º Las medidas necesarias para evitar la sustracción de los hijos menores por alguno de
los progenitores o por terceras personas y, en particular, las siguientes:
a) Prohibición de salida del territorio nacional, salvo autorización judicial previa.
b) Prohibición de expedición del pasaporte al menor o retirada del mismo si ya se
hubiere expedido.
c) Sometimiento a autorización judicial previa de cualquier cambio de domicilio del
menor.
– 31 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
4.º En general, las demás disposiciones que considere oportunas, a fin de apartar al
menor de un peligro o de evitarle perjuicios.
Todas estas medidas podrán adoptarse dentro de cualquier proceso civil o penal o bien
en un procedimiento de jurisdicción voluntaria.
Artículo 159.
Si los padres viven separados y no decidieren de común acuerdo, el Juez decidirá,
siempre en beneficio de los hijos, al cuidado de qué progenitor quedarán los hijos menores
de edad. El Juez oirá, antes de tomar esta medida, a los hijos que tuvieran suficiente juicio y,
en todo caso, a los que fueran mayores de doce años.
Artículo 160.
Los progenitores, aunque no ejerzan la patria potestad, tienen el derecho de relacionarse
con sus hijos menores, excepto con los adoptados por otro o conforme a lo dispuesto en
resolución judicial.
No podrán impedirse sin justa causa las relaciones personales del hijo con sus abuelos y
otros parientes y allegados.
En caso de oposición, el juez, a petición del menor, abuelos, parientes o allegados,
resolverá atendidas las circunstancias. Especialmente deberá asegurar que las medidas que
se puedan fijar para favorecer las relaciones entre abuelos y nietos, no faculten la infracción
de las resoluciones judiciales que restrinjan o suspendan las relaciones de los menores con
alguno de sus progenitores.
Artículo 161.
Tratándose del menor acogido, el derecho que a sus padres, abuelos y demás parientes
corresponde para visitarle y relacionarse con él, podrá ser regulado o suspendido por el juez,
atendidas las circunstancias y el interés del menor.
CAPÍTULO II
De la representación legal de los hijos
Artículo 162.
Los padres que ostenten la patria potestad tienen la representación legal de sus hijos
menores no emancipados. Se exceptúan:
1.° Los actos relativos a derechos de la personalidad u otros que el hijo, de acuerdo con
las Leyes y con sus condiciones de madurez, pueda realizar por sí mismo.
2.° Aquellos en que exista conflicto de intereses entre los padres y el hijo.
3.° Los relativos a bienes que estén excluidos de la administración de los padres.
Para celebrar contratos que obliguen al hijo a realizar prestaciones personales se
requiere el previo consentimiento de éste si tuviere suficiente juicio, sin perjuicio de lo
establecido en el artículo 158.
Artículo 163.
Siempre que en algún asunto el padre y la madre tengan un interés opuesto al de sus
hijos no emancipados, se nombrará a éstos un defensor que los represente en juicio y fuera
de él. Se procederá también a este nombramiento cuando los padres tengan un interés
opuesto al del hijo menor emancipado cuya capacidad deban completar.
Si el conflicto de intereses existiera sólo con uno de los progenitores, corresponde al otro
por Ley y sin necesidad de especial nombramiento representar al menor o completar su
capacidad.
(Párrafo suprimido)
– 32 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO III
De los bienes de los hijos y de su administración
Artículo 164.
Los padres administrarán los bienes de los hijos con la misma diligencia que los suyos
propios, cumpliendo las obligaciones generales de todo administrador y las especiales
establecidas en la Ley Hipotecaria.
Se exceptúan de la administración paterna:
1. Los bienes adquiridos por título gratuito cuando el disponente lo hubiere ordenado de
manera expresa. Se cumplirá estrictamente la voluntad de éste sobre la administración de
estos bienes y destino de sus frutos.
2. Los adquiridos por sucesión en que uno o ambos de los que ejerzan la patria potestad
hubieran sido justamente desheredados o no hubieran podido heredar por causa de
indignidad, que serán administrados por la persona designada por el causante y, en su
defecto y sucesivamente, por el otro progenitor o por un administrador judicial especialmente
nombrado.
3. Los que el hijo mayor de dieciséis años hubiera adquirido con su trabajo o industria.
Los actos de administración ordinaria serán realizados por el hijo, que necesitará el
consentimiento de los padres para los que excedan de ella.
Artículo 165.
Pertenecen siempre al hijo no emancipado los frutos de sus bienes, así como todo lo que
adquiera con su trabajo o industria.
No obstante, los padres podrán destinar los del menor que viva con ambos o con uno
sólo de ellos, en la parte que le corresponda, al levantamiento de las cargas familiares, y no
estarán obligados a rendir cuentas de lo que hubiesen consumido en tales atenciones.
Con este fin se entregarán a los padres, en la medida adecuada, los frutos de los bienes
que ellos no administren. Se exceptúan los frutos de los bienes a que se refieren los
números 1 y 2 del artículo anterior y los de aquellos donados o dejados a los hijos
especialmente para su educación o carrera, pero si los padres carecieren de medios podrán
pedir al Juez que se les entregue la parte que en equidad proceda.
Artículo 166.
Los padres no podrán renunciar a los derechos de que los hijos sean titulares ni enajenar
o gravar sus bienes inmuebles, establecimientos mercantiles o industriales, objetos
preciosos y valores mobiliarios, salvo el derecho de suscripción preferente de acciones, sino
por causas justificadas de utilidad o necesidad y previa la autorización del Juez del domicilio,
con audiencia del Ministerio Fiscal.
Los padres deberán recabar autorización judicial para repudiar la herencia o legado
deferidos al hijo. Si el Juez denegase la autorización, la herencia sólo podrá ser aceptada a
beneficio de inventario.
No será necesaria autorización judicial si el menor hubiese cumplido dieciséis años y
consintiere en documento público, ni para la enajenación de valores mobiliarios siempre que
su importe se reinvierta en bienes o valores seguros.
Artículo 167.
Cuando la administración de los padres ponga en peligro el patrimonio del hijo, el Juez, a
petición del propio hijo, del Ministerio Fiscal o de cualquier pariente del menor, podrá adoptar
las providencias que estime necesarias para la seguridad y recaudo de los bienes, exigir
caución o fianza para la continuación en la administración o incluso nombrar un
Administrador.
– 33 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 168.
Al término de la patria potestad podrán los hijos exigir a los padres la rendición de
cuentas de la administración que ejercieron sobre sus bienes hasta entonces. La acción para
exigir el cumplimiento de esta obligación prescribirá a los tres años.
En caso de pérdida o deterioro de los bienes por dolo o culpa grave, responderán los
padres de los daños y perjuicios sufridos.
CAPÍTULO IV
De la extinción de la patria potestad
Artículo 169.
La patria potestad se acaba:
1.° Por la muerte o la declaración de fallecimiento de los padres o del hijo.
2.° Por la emancipación.
3.° Por la adopción del hijo.
Artículo 170.
El padre o la madre podrán ser privados total o parcialmente de su potestad por
sentencia fundada en el incumplimiento de los deberes inherentes a la misma o dictada en
causa criminal o matrimonial.
Los Tribunales podrán, en beneficio e interés del hijo, acordar la recuperación de la
patria potestad cuando hubiere cesado la causa que motivó la privación.
Artículo 171.
La patria potestad sobre los hijos que hubieran sido incapacitados quedará prorrogada,
por ministerio de la Ley, al llegar aquéllos a la mayor edad. Si el hijo mayor de edad soltero
que viviere en compañía de sus padres o de cualquiera de ellos fuere incapacitado se
rehabilitará la patria potestad, que será ejercida por quien correspondiere si el hijo fuera
menor de edad. La patria potestad prorrogada en cualquiera de estas dos formas se ejercerá
con sujeción a lo especialmente dispuesto en la resolución de incapacitación y,
subsidiariamente, en las reglas del presente título.
La patria potestad prorrogada terminará:
1.° Por la muerte o declaración de fallecimiento de ambos padres o del hijo.
2.° Por la adopción del hijo.
3.° Por haberse declarado la cesación de la incapacidad.
4.° Por haber contraído matrimonio el incapacitado.
Si al cesar la patria potestad prorrogada subsistiere el estado de incapacitación, se
constituirá la tutela o curatela, según proceda.
CAPÍTULO V
De la adopción y otras formas de protección de menores
Artículo 172.
1. La entidad pública a la que, en el respectivo territorio, esté encomendada la protección
de los menores, cuando constate que un menor se encuentra en situación de desamparo,
tiene por ministerio de la Ley la tutela del mismo y deberá adoptar las medidas de protección
necesarias para su guarda, poniéndolo en conocimiento del Ministerio Fiscal, y notificando
en legal forma a los padres, tutores o guardadores, en un plazo de cuarenta y ocho horas.
Siempre que sea posible, en el momento de la notificación se les informará de forma
– 34 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
presencial y de modo claro y comprensible de las causas que dieron lugar a la intervención
de la Administración y de los posibles efectos de la decisión adoptada.
Se considera como situación de desamparo la que se produce de hecho a causa del
incumplimiento, o del imposible o inadecuado ejercicio de los deberes de protección
establecidos por las leyes para la guarda de los menores, cuando éstos queden privados de
la necesaria asistencia moral o material.
La asunción de la tutela atribuida a la entidad pública lleva consigo la suspensión de la
patria potestad o de la tutela ordinaria. No obstante, serán válidos los actos de contenido
patrimonial que realicen los padres o tutores en representación del menor y que sean
beneficiosos para él.
2. Cuando los padres o tutores, por circunstancias graves, no puedan cuidar al menor,
podrán solicitar de la entidad pública competente que ésta asuma su guarda durante el
tiempo necesario.
La entrega de la guarda se hará constar por escrito dejando constancia de que los
padres o tutores han sido informados de las responsabilidades que siguen manteniendo
respecto del hijo, así como de la forma en que dicha guarda va a ejercerse por la
Administración.
Cualquier variación posterior de la forma de ejercicio será fundamentada y comunicada a
aquéllos y al Ministerio Fiscal.
Asimismo, se asumirá la guarda por la entidad pública cuando así lo acuerde el Juez en
los casos en que legalmente proceda.
3. La guarda asumida a solicitud de los padres o tutores o como función de la tutela por
ministerio de la ley, se realizará mediante el acogimiento familiar o el acogimiento
residencial. El acogimiento familiar se realizará por la persona o personas que determine la
Entidad Pública. El acogimiento residencial se ejercerá por el Director del centro donde se ha
acogido al menor.
Los padres o tutores del menor podrán oponerse en el plazo de dos meses a la
resolución administrativa que disponga el acogimiento cuando consideren que la modalidad
acordada no es la más conveniente para el menor o si existieran dentro del círculo familiar
otras personas más idóneas a las designadas.
4. Se buscará siempre el interés del menor y se procurará, cuando no sea contrario a
ese interés, su reinserción en la propia familia y que la guarda de los hermanos se confíe a
una misma institución o persona.
5. Si surgieren problemas graves de convivencia entre el menor y la persona o personas
a quien hubiere sido confiado en guarda, aquél o persona interesada podrá solicitar la
remoción de ésta.
6. Las resoluciones que aprecien el desamparo y declaren la asunción de la tutela por
ministerio de la ley serán recurribles ante la jurisdicción civil en el plazo y condiciones
determinados en la Ley de Enjuiciamiento Civil, sin necesidad de reclamación administrativa
previa.
7. Durante el plazo de dos años desde la notificación de la resolución administrativa por
la que se declare el desamparo, los padres que continúen ostentando la patria potestad pero
la tengan suspendida conforme a lo previsto en el número 1 de este artículo, están
legitimados para solicitar que cese la suspensión y quede revocada la declaración de
desamparo del menor, si por cambio de las circunstancias que la motivaron entienden que
se encuentran en condiciones de asumir nuevamente la patria potestad.
Igualmente están legitimados durante el mismo plazo para oponerse a las decisiones
que se adopten respecto a la protección del menor.
Pasado dicho plazo decaerá su derecho de solicitud u oposición a las decisiones o
medidas que se adopten para la protección del menor. No obstante, podrán facilitar
información a la entidad pública y al Ministerio Fiscal sobre cualquier cambio de las
circunstancias que dieron lugar a la declaración de desamparo.
8. La entidad pública, de oficio, o a instancia del Ministerio Fiscal o de persona o entidad
interesada, podrá en todo momento revocar la declaración de desamparo y decidir la vuelta
del menor con su familia si no se encuentra integrado de forma estable en otra familia o si
entiende que es lo más adecuado en interés del menor. Dicha decisión se notificará al
Ministerio Fiscal.
– 35 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 173.
1. El acogimiento familiar produce la plena participación del menor en la vida de familia e
impone a quien lo recibe las obligaciones de velar por él, tenerlo en su compañía,
alimentarlo, educarlo y procurarle una formación integral.
Este acogimiento se podrá ejercer por la persona o personas que sustituyan al núcleo
familiar del menor o por responsable del hogar funcional.
2. El acogimiento se formalizará por escrito, con el consentimiento de la entidad pública,
tenga o no la tutela o la guarda, de las personas que reciban al menor y de éste si tuviera
doce años cumplidos. Cuando fueran conocidos los padres que no estuvieran privados de la
patria potestad, o el tutor, será necesario también que presten o hayan prestado su
consentimiento, salvo que se trate de un acogimiento familiar provisional a que hace
referencia el apartado 3 de este artículo.
El documento de formalización del acogimiento familiar, a que se refiere el párrafo
anterior, incluirá los siguientes extremos:
1.º Los consentimientos necesarios.
2.º Modalidad del acogimiento y duración prevista para el mismo.
3.º Los derechos y deberes de cada una de las partes, y en particular:
a) La periodicidad de las visitas por parte de la familia del menor acogido.
b) El sistema de cobertura por parte de la entidad pública o de otros responsables civiles
de los daños que sufra el menor o de los que pueda causar a terceros.
c) La asunción de los gastos de manutención, educación y atención sanitaria.
4.º El contenido del seguimiento que, en función de la finalidad del acogimiento, vaya a
realizar la entidad pública, y el compromiso de colaboración de la familia acogedora al
mismo.
5.º La compensación económica que, en su caso, vayan a recibir los acogedores.
6.º Si los acogedores actúan con carácter profesionalizado o si el acogimiento se realiza
en un hogar funcional, se señalará expresamente.
7.º Informe de los servicios de atención a menores.
Dicho documento se remitirá al Ministerio Fiscal.
3. Si los padres o el tutor no consienten o se oponen al mismo, el acogimiento sólo podrá
ser acordado por el Juez, en interés del menor, conforme a los trámites de la Ley de
Enjuiciamiento Civil. La propuesta de la entidad pública contendrá los mismos extremos
referidos en el número anterior.
No obstante, la entidad pública podrá acordar en interés del menor, un acogimiento
familiar provisional, que subsistirá hasta tanto se produzca resolución judicial.
La entidad pública, una vez realizadas las diligencias oportunas, y concluido el
expediente, deberá presentar la propuesta al Juez de manera inmediata y, en todo caso, en
el plazo máximo de quince días.
4. El acogimiento del menor cesará:
1.º Por decisión judicial.
2.º Por decisión de las personas que lo tienen acogido, previa comunicación de éstas a
la entidad pública.
3.º A petición del tutor o de los padres que tengan la patria potestad y reclamen su
compañía.
4.º Por decisión de la entidad pública que tenga la tutela o guarda del menor, cuando lo
considere necesario para salvaguardar el interés de éste oídos los acogedores.
Será precisa resolución judicial de cesación cuando el acogimiento haya sido dispuesto
por el Juez.
5. Todas las actuaciones de formalización y cesación del acogimiento se practicarán con
la obligada reserva.
– 36 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
1.º Acogimiento familiar simple, que tendrá carácter transitorio, bien porque de la
situación del menor se prevea la reinserción de éste en su propia familia bien en tanto se
adopte una medida de protección que revista un carácter más estable.
2.º Acogimiento familiar permanente, cuando la edad u otras circunstancias del menor y
su familia así lo aconsejen y así lo informen los servicios de atención al menor. En tal
supuesto, la entidad pública podrá solicitar del Juez que atribuya a los acogedores aquellas
facultades de la tutela que faciliten el desempeño de sus responsabilidades, atendiendo en
todo caso al interés superior del menor.
3.º Acogimiento familiar preadoptivo, que se formalizará por la entidad pública cuando
ésta eleve la propuesta de adopción del menor, informada por los servicios de atención al
menor, ante la autoridad judicial, siempre que los acogedores reúnan los requisitos
necesarios para adoptar, hayan sido seleccionados y hayan prestado ante la entidad pública
su consentimiento a la adopción, y se encuentre el menor en situación jurídica adecuada
para su adopción.
La entidad pública podrá formalizar, asimismo, un acogimiento familiar preadoptivo
cuando considere, con anterioridad a la presentación de la propuesta de adopción, que fuera
necesario establecer un período de adaptación del menor a la familia. Este período será lo
más breve posible y, en todo caso, no podrá exceder del plazo de un año.
Artículo 174.
1. Incumbe al Fiscal la superior vigilancia de la tutela, acogimiento o guarda de los
menores a que se refiere esta Sección.
2. A tal fin, la entidad pública le dará noticia inmediata de los nuevos ingresos de
menores y le remitirá copia de las resoluciones administrativas y de los escritos de
formalización relativos a la constitución, variación y cesación de las tutelas, guardas y
acogimientos. Igualmente le dará cuenta de cualquier novedad de interés en las
circunstancias del menor.
El Fiscal habrá de comprobar, al menos semestralmente, la situación del menor, y
promoverá ante el Juez las medidas de protección que estime necesarias.
3. La vigilancia del Ministerio Fiscal no eximirá a la entidad pública de su responsabilidad
para con el menor y de su obligación de poner en conocimiento del Ministerio Fiscal las
anomalías que observe.
Artículo 175.
1. La adopción requiere que el adoptante sea mayor de veinticinco años. En la adopción
por ambos cónyuges basta que uno de ellos haya alcanzado dicha edad. En todo caso, el
adoptante habrá de tener, por lo menos, catorce años más que el adoptado.
2. Unicamente podrán ser adoptados los menores no emancipados. Por excepción, será
posible la adopción de un mayor de edad o de un menor emancipado cuando,
inmediatamente antes de la emancipación, hubiere existido una situación no interrumpida de
acogimiento o convivencia, iniciada antes de que el adoptando hubiere cumplido los catorces
años.
3. No puede adoptarse:
1.° A un descendiente.
2.° A un pariente en segundo grado de la línea colateral por consanguinidad o afinidad.
3.° A un pupilo por su tutor hasta que haya sido aprobada definitivamente la cuenta
general justificada de la tutela.
4. Nadie puede ser adoptado por más de una persona, salvo que la adopción se realice
conjunta o sucesivamente por ambos cónyuges. El matrimonio celebrado con posterioridad a
la adopción permite al cónyuge la adopción de los hijos de su consorte. En caso de muerte
del adoptante, o cuando el adoptante sufra la exclusión prevista en el artículo 179, es posible
una nueva adopción del adoptado.
– 37 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 176.
1. La adopción se constituye por resolución judicial, que tendrá en cuenta siempre el
interés del adoptando y la idoneidad del adoptante o adoptantes para el ejercicio de la patria
potestad.
2. Para iniciar el expediente de adopción es necesaria la propuesta previa de la entidad
pública a favor del adoptante o adoptantes que dicha entidad pública haya declarado
idóneos para el ejercicio de la patria potestad. La declaración de idoneidad podrá ser previa
a la propuesta.
No obstante, no se requiere propuesta cuando en el adoptando concurra alguna de las
circunstancias siguientes:
1.ª Ser huérfano y pariente del adoptante en tercer grado por consanguinidad o afinidad.
2.ª Ser hijo del consorte del adoptante.
3.ª Llevar más de un año acogido legalmente bajo la medida de un acogimiento
preadoptivo o haber estado bajo su tutela por el mismo tiempo.
4.ª Ser mayor de edad o menor emancipado.
3. En los tres primeros supuestos del apartado anterior podrá constituirse la adopción,
aunque el adoptante hubiere fallecido, si éste hubiese prestado ya ante el Juez su
consentimiento. Los efectos de la resolución judicial en este caso se retrotraerán a la fecha
de prestación de tal consentimiento.
Artículo 177.
1. Habrán de consentir la adopción, en presencia del Juez, el adoptante o adoptantes y
el adoptando mayor de doce años.
2. Deberán asentir a la adopción en la forma establecida en la Ley de Enjuiciamiento
Civil:
1.º El cónyuge del adoptante, salvo que medie separación legal por sentencia firme o
separación de hecho por mutuo acuerdo que conste fehacientemente.
2.º Los padres del adoptando que no se hallare emancipado, a menos que estuvieran
privados de la patria potestad por sentencia firme o incursos en causa legal para tal
privación. Esta situación sólo podrá apreciarse en procedimiento judicial contradictorio, el
cual podrá tramitarse como dispone el artículo 1.827 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
No será necesario el asentimiento cuando los que deban prestarlo se encuentren
imposibilitados para ello, imposibilidad que se apreciará motivadamente en la resolución
judicial que constituya la adopción.
El asentimiento de la madre no podrá prestarse hasta que hayan transcurrido treinta días
desde el parto.
3. Deberán ser simplemente oídos por el Juez:
1.º Los padres que no hayan sido privados de la patria potestad, cuando su asentimiento
no sea necesario para la adopción.
2.º El tutor y, en su caso, el guardador o guardadores.
3.º El adoptando menor de doce años, si tuviere suficiente juicio.
4.º La entidad pública, a fin de apreciar la idoneidad del adoptante, cuando el adoptando
lleve más de un año acogido legalmente por aquél.
Artículo 178.
1. La adopción produce la extinción de los vínculos jurídicos entre el adoptado y su
familia anterior.
2. Por excepción subsistirán los vínculos jurídicos con la familia del progenitor que,
según el caso, corresponda:
1.º Cuando el adoptado sea hijo del cónyuge del adoptante, aunque el consorte hubiere
fallecido.
2.º Cuando sólo uno de los progenitores haya sido legalmente determinado, siempre que
tal efecto hubiere sido solicitado por el adoptante, el adoptado mayor de doce años y el
progenitor cuyo vínculo haya de persistir.
3. Lo establecido en los apartados anteriores se entiende sin perjuicio de lo dispuesto
sobre impedimentos matrimoniales.
– 38 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 179.
1. El Juez, a petición del Ministerio Fiscal, del adoptado o de su representante legal,
acordará que el adoptante que hubiere incurrido en causa de privación de la patria potestad,
quede excluido de las funciones tuitivas y de los derechos que por Ley le correspondan
respecto del adoptado o sus descendientes, o en sus herencias.
2. Una vez alcanzada la plena capacidad, la exclusión sólo podrá ser pedida por el
adoptado, dentro de los dos años siguientes.
3. Dejarán de producir efecto estas restricciones por determinación del propio hijo una
vez alcanzada la plena capacidad.
Artículo 180.
1. La adopción es irrevocable.
2. El Juez acordará la extinción de la adopción a petición del padre o de la madre que,
sin culpa suya, no hubieren intervenido en el expediente en los términos expresados en el
artículo 177. Será también necesario que la demanda se interponga dentro de los dos años
siguientes a la adopción y que la extinción solicitada no perjudique gravemente al menor.
3. La extinción de la adopción no es causa de pérdida de la nacionalidad ni de la
vecindad civil adquiridas, ni alcanza a los efectos patrimoniales anteriormente producidos.
4. La determinación de la filiación que por naturaleza corresponda al adoptado no afecta
a la adopción.
5. Las personas adoptadas, alcanzada la mayoría de edad o durante su minoría de edad
representadas por sus padres, tendrán derecho a conocer los datos sobre sus orígenes
biológicos. Las Entidades Públicas españolas de protección de menores, previa notificación
a las personas afectadas, prestarán a través de sus servicios especializados el
asesoramiento y la ayuda que precisen los solicitantes para hacer efectivo este derecho.
TÍTULO VIII
De la ausencia
CAPÍTULO PRIMERO
Declaración de la ausencia y sus efectos.
Artículo 181.
En todo caso, desaparecida una persona de su domicilio o del lugar de su última
residencia, sin haberse tenido en ella más noticias, podrá el Juez, a instancia de parte
interesada o del Ministerio fiscal, nombrar un defensor que ampare y represente al
desaparecido en juicio o en los negocios que no admitan demora sin perjuicio grave. Se
exceptúan los casos en que aquél estuviese legítimamente representado o voluntariamente
conforme al artículo ciento ochenta y tres.
El cónyuge presente mayor de edad no separado legalmente, será el representante y
defensor nato del desaparecido; y por su falta, el pariente más próximo hasta el cuarto
grado, también mayor de edad. En defecto de parientes, no presencia de los mismos o
urgencia notoria, el Juez nombrará persona solvente y de buenos antecedentes, previa
audiencia del Ministerio fiscal.
También podrá adoptar, según su prudente arbitrio, las providencias necesarias a la
conservación del patrimonio.
Artículo 182.
Tiene la obligación de promover e instar la declaración de ausencia legal, sin orden de
preferencia:
Primero. El cónyuge del ausente no separado legalmente.
Segundo. Los parientes consanguíneos hasta el cuarto grado.
Tercero. El Ministerio fiscal de oficio o a virtud de denuncia.
– 39 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Podrá, también, pedir dicha declaración cualquiera persona que racionalmente estime
tener sobre los bienes del desaparecido algún derecho ejercitable en vida del mismo o
dependiente de su muerte.
Artículo 183.
Se considerará en situación de ausencia legal al desaparecido de su domicilio o de su
última residencia:
Primero. Pasado un año desde las últimas noticias o a falta de éstas desde su
desaparición, sino hubiese dejado apoderado con facultades de administración de todos sus
bienes.
Segundo. Pasados tres años, si hubiese dejado encomendada por apoderamiento la
administración de todos sus bienes.
La muerte o renuncia justificada del mandatario, o la caducidad del mandato, determina
la ausencia legal, si al producirse aquéllas se ignorase el paradero del desaparecido y
hubiere transcurrido un año desde que se tuvieron las últimas noticias, y, en su defecto,
desde su desaparición. Inscrita en el Registro Central la declaración de ausencia, quedan
extinguidos de derecho todos los mandatos generales o especiales otorgados por el
ausente.
Artículo 184.
Salvo motivo grave apreciado por el Juez, corresponde la representación del declarado
ausente, la pesquisa de su persona, la protección y administración de sus bienes y el
cumplimiento de sus obligaciones:
1.° Al cónyuge presente mayor de edad no separado legalmente o de hecho.
2.° Al hijo mayor de edad; si hubiese varios, serán preferidos los que convivían con el
ausente y el mayor al menor.
3.° Al ascendiente más próximo de menos edad de una u otra línea.
4.° A los hermanos mayores de edad que hayan convivido familiarmente con el ausente,
con preferencia del mayor sobre el menor.
En defecto de las personas expresadas, corresponde en toda su extensión a la persona
solvente de buenos antecedentes que el Juez, oído el Ministerio Fiscal, designe a su
prudente arbitrio.
Artículo 185.
El representante del declarado ausente quedará atenido a las obligaciones siguientes:
Primero. Inventariar los bienes muebles y describir los inmuebles de su representado.
Segundo. Prestar la garantía que el Juez prudencialmente fije. Quedan exceptuados los
comprendidos en los números uno, dos y tres del artículo precedente.
Tercero. Conservar y defender el patrimonio del ausente y obtener de sus bienes los
rendimientos normales de que fueren susceptibles.
Cuarto. Ajustarse a las normas que en orden a la posesión y administración de los
bienes del ausente se establecen en la Ley procesal civil.
Serán aplicables a los representantes dativos del ausente, en cuanto se adapten a su
especial representación, los preceptos que regulan el ejercicio de la tutela y las causas de
inhabilidad, remoción y excusa de los tutores.
Artículo 186.
Los representantes legítimos del declarado ausente comprendido en los números,
primero, segundo y tercero del artículo ciento ochenta y cuatro disfrutarán de la posesión
temporal del patrimonio del ausente y harán suyos los productos líquidos en la cuantía que el
Juez señale, habida consideración al importe, de los frutos, rentas y aprovechamientos,
número de hijos del ausente y obligaciones alimenticias para con los mismos, cuidados y
– 40 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 187.
Si durante el disfrute de la posesión temporal o del ejercicio de la representación dativa
alguno probase su derecho preferente a dicha posesión, será excluído el poseedor actual,
pero aquél no tendrá derecho a los productos sino a partir del día de la presentación de la
demanda.
Si apareciese el ausente, deberá restituírsele su patrimonio, pero no los productos
percibidos, salvo mala fe interviniente, en cuyo caso la restitución comprenderá también los
frutos percibidos y los debidos percibir a contar del día en que aquélla se produjo, según la
declaración judicial.
Artículo 188.
Si en el transcurso de la posesión temporal o del ejercicio de la representación dativa se
probase la muerte del declarado ausente, se abrirá la sucesión en beneficio de los que en el
momento del fallecimiento fuesen sus sucesores voluntarios o legítimos, debiendo el
poseedor temporal hacerles entrega del patrimonio del difunto, pero reteniendo, como suyos,
los productos recibidos en la cuantía señalada.
Si se presentase un tercero acreditando por documento fehaciente haber adquirido, por
compra u otro titulo, bienes del ausente, cesará la representación respecto de dichos bienes,
que quedarán a disposición de sus legítimos titulares.
Artículo 189.
El cónyuge del ausente tendrá derecho a la separación de bienes.
Artículo 190.
Para reclamar un derecho en nombre de la persona constituida en ausencia, es preciso
probar que esta persona existía en el tiempo en que era necesaria su existencia para
adquirirlo.
Artículo 191.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, abierta una sucesión a la que
estuviere llamado un ausente, acrecerá la parte de éste a sus coherederos, al no haber
persona con derecho propio para reclamarla. Los unos y los otros, en su caso, deberán
hacer, con intervención del Ministerio fiscal, inventario de dichos bienes, los cuales
reservarán hasta la declaración del fallecimiento.
Artículo 192.
Lo dispuesto en el artículo anterior se entiende sin perjuicio de las acciones de petición
de herencia u otros derechos que competan al ausente, sus representantes o
causahabientes. Estos derechos no se extinguirán sino por el transcurso del tiempo fijado
para la prescripción. En la inscripción que se haga en el Registro de los bienes inmuebles
que acrezcan a los coherederos, se expresará la circunstancia de quedar sujetos a lo que
dispone este artículo y el anterior.
– 41 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO SEGUNDO
De la declaración de fallecimiento
Artículo 193.
Procede la declaración de fallecimiento:
1º. Transcurridos diez años desde las últimas noticias habidas del ausente, o, a faltas de
éstas, desde su desaparición.
2º. Pasados cinco años desde las ultimas noticias o, en defecto de éstas, desde su
desaparición, si al expirar dicho plazo hubiere cumplido el ausente setenta y cinco años.
Los plazos expresados se computarán desde la expiración del año natural en que se
tuvieron las últimas noticias, o, en su defecto, del en que ocurrió la desaparición.
3º. Cumplido un año, contado de fecha a fecha, de un riesgo inminente de muerte por
causa de violencia contra la vida, en que una persona se hubiese encontrado sin haberse
tenido, con posterioridad a la violencia, noticias suyas. En caso de siniestro este plazo será
de tres meses.
Se presume la violencia si en una subversión de orden político o social hubiese
desaparecido una persona sin volverse a tener noticias suyas durante el tiempo expresado,
siempre que haya pasado seis meses desde la cesación de la subversión.
Artículo 194.
Procede también la declaración de fallecimiento:
1º. De los que perteneciendo a un contingente armado o unidos a él en calidad de
funcionarios auxiliares voluntarios, o en funciones informativas, hayan lomado parte en
operaciones de campaña y desaparecido en ellas luego que hayan transcurrido dos años,
contados desde la fecha del tratado de paz, y en caso de no haberse concertado, desde la
declaración oficial de fin de la guerra.
2º. De los que se encuentren a bordo de una nave naufragada o desaparecidos por
inmersión en el mar, si hubieren transcurrido tres meses desde la comprobación del
naufragio o de la desaparición sin haberse tenido noticias de aquéllos.
Se presume ocurrido el naufragio si el buque no llega a su destino, o si careciendo de
punto fijo de arribo, no retornase, luego que en cualquiera de los casos hayan transcurrido
seis meses contados desde las últimas noticias recibidas o, por falta de éstas, desde la
fecha de salida de la nave del puerto inicial del viaje.
3º. De los que se encuentren a bordo de una aeronave siniestrada, si hubieren
transcurrido tres meses desde la comprobación del siniestro, sin haberse tenido noticias de
aquéllos o, en caso de haberse encontrado restos humanos, no hubieren podido ser
identificados.
Se presume el siniestro si en viaje sobre mares, zonas desérticas o inhabitadas,
transcurrieren seis meses contados desde las últimas noticias de las personas o de la
aeronave y, en su defecto, desde la fecha de inicio del viaje. Si éste se hiciere por etapas, el
plazo indicado se computará desde el punto de despegue del que se recibieron las últimas
noticias.
Artículo 195.
Por la declaración de fallecimiento cesa la situación de ausencia legal, pero mientras
dicha declaración no se produzca, se presume que el ausenté ha vivido hasta el momento en
que deba reputársele fallecido, salvo investigaciones en contrario.
Toda declaración de fallecimiento expresará la fecha a partir de la cual se entienda
sucedida la muerte, con arreglo a lo preceptuado en los dos artículos precedentes, salvo
prueba en contrario.
(Párrafo suprimido)
– 42 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 196.
Firme la declaración de fallecimiento del ausente, se abrirá la sucesión en los bienes del
mismo, procediéndose a su adjudicación por los trámites de los juicios de testamentaría o
abintestato, según los casos, o extrajudicialmente.
Los herederos no podrán disponer a título gratuito hasta cinco años después de la
declaración del fallecimiento.
Hasta que transcurra este mismo plazo no serán entregados los legados, si los hubiese,
ni tendrán derecho a exigirlos los legatarios, salvo las mandas piadosas en sufragio del alma
del testador o los legados en favor de Instituciones de beneficencia.
Será obligación ineludible de los sucesores, aunque por tratarse de uno sólo no fuese
necesaria partición, la de formar notarialmente un inventario detallado de los bienes muebles
y una descripción de los inmuebles.
Artículo 197.
Si después de la declaración de fallecimiento se presentase el ausente o se probase su
existencia, recobrará sus bienes en el estado en que se encuentren y tendrá derecho al
precio de los que se hubieran vendido, o a los bienes que con este precio se hayan
adquirido, pero no podrá reclamar de sus sucesores rentas, frutos ni productos obtenidos
con los bienes de su sucesión, sino desde el día de su presencia o de la declaración de no
haber muerto.
CAPÍTULO TERCERO
Del registro central de ausentes
Artículo 198.
En el Registro central y público de ausentes se hará constar:
Primero. Las declaraciones judiciales de ausencia legal.
Segundo. Las declaraciones judiciales de fallecimiento.
Tercero. Las representaciones legítimas y dativas acordadas judicialmente y la extinción
de las mismas.
Cuarto. Mención circunstanciada del lugar, fecha, otorgantes y Notario autorizante de los
inventarios de bienes, muebles, y descripción de inmuebles que en este título se ordenan.
Quinto. Mención circunstanciada del auto de concesión y del lugar, fecha, otorgantes y
Notario autorizante de las escrituras de transmisiones y gravámenes que con licencia judicial
efectúen los representantes legítimos o dativos de los ausentes, y
Sexto. Mención circunstanciada del lugar, fecha, otorgantes y Notario autorizante de la
escritura de descripción o inventario de los bienes, así como de las escrituras de partición y
adjudicación realizadas a virtud de la declaración de fallecimiento o de las actas de
protocolización de los cuadernos particionales en sus respectivos casos.
TÍTULO IX
De la incapacitación
Artículo 199.
Nadie puede ser declarado incapaz sino por sentencia judicial en virtud de las causas
establecidas en la Ley.
Artículo 200.
Son causas de incapacitación las enfermedades o deficiencias persistentes de carácter
físico o psíquico que impidan a la persona gobernarse por sí misma.
– 43 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 201.
Los menores de edad podrán ser incapacitados cuando concurra en ellos causa de
incapacitación y se prevea razonablemente que la misma persistirá después de la mayoría
de edad.
TÍTULO X
De la tutela, de la curatela y de la guarda de los menores o incapacitados
CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales
Artículo 215.
La guarda y protección de la persona y bienes o solamente de la persona o de los bienes
de los menores o incapacitados se realizará, en los casos que proceda, mediante:
1. La tutela.
2. La curatela.
3. El defensor judicial.
Artículo 216.
Las funciones tutelares constituyen un deber, se ejercerán en beneficio del tutelado y
estarán bajo la salvaguarda de la autoridad judicial.
Las medidas y disposiciones previstas en el artículo 158 de este Código podrán ser
acordadas también por el Juez, de oficio o a instancia de cualquier interesado, en todos los
supuestos de tutela o guarda, de hecho o de derecho, de menores e incapaces, en cuanto lo
requiera el interés de éstos.
Artículo 217.
Sólo se admitirá la excusa de los cargos tutelares en los supuestos legalmente previstos.
Artículo 218.
Las resoluciones judiciales sobre los cargos tutelares y de curatela habrán de inscribirse
en el Registro Civil.
Dichas resoluciones no serán oponibles a terceros mientras no se hayan practicado las
oportunas inscripciones.
Artículo 219.
La inscripción de las resoluciones a que se refiere el artículo anterior, se practicará en
virtud de la comunicación que la autoridad judicial deberá remitir sin dilación al Encargado
del Registro Civil.
Artículo 220.
La persona que en el ejercicio de una función tutelar sufra daños y perjuicios, sin culpa
por su parte, tendrá derecho a la indemnización de éstos con cargo a los bienes del tutelado,
de no poder obtener por otro medio su resarcimiento.
Artículo 221.
Se prohibe a quien desempeñe algún cargo tutelar:
1. Recibir liberalidades del tutelado o de sus causahabientes, mientras que no se haya
probado definitivamente su gestión.
– 44 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO II
De la tutela
Artículo 222.
Estarán sujetos a tutela:
1.° Los menores no emancipados que no estén bajo la patria potestad.
2.° Los incapacitados, cuando la sentencia lo haya establecido.
3.° Los sujetos a la patria potestad prorrogada, al cesar ésta, salvo que proceda la
curatela.
4.° Los menores que se hallen en situación de desamparo.
Artículo 223.
Los padres podrán en testamento o documento público notarial nombrar tutor, establecer
órganos de fiscalización de la tutela, así como designar las personas que hayan de
integrarlos u ordenar cualquier disposición sobre la persona o bienes de sus hijos menores o
incapacitados.
Asimismo, cualquier persona con la capacidad de obrar suficiente, en previsión de ser
incapacitada judicialmente en el futuro, podrá en documento público notarial adoptar
cualquier disposición relativa a su propia persona o bienes, incluida la designación de tutor.
Los documentos públicos a los que se refiere el presente artículo se comunicarán de
oficio por el notario autorizante al Registro Civil, para su indicación en la inscripción de
nacimiento del interesado.
En los procedimientos de incapacitación, el juez recabará certificación del Registro Civil
y, en su caso, del registro de actos de última voluntad, a efectos de comprobar la existencia
de las disposiciones a las que se refiere este artículo.
Artículo 224.
Las disposiciones aludidas en el artículo anterior vincularán al Juez al constituir la tutela,
salvo que el beneficio del menor o incapacitado exija otra cosa, en cuyo caso lo hará
mediante decisión motivada.
Artículo 225.
Cuando existieren disposiciones en testamento o documento público notarial del padre y
de la madre, se aplicarán unas y otras conjuntamente, en cuanto fueran compatibles. De no
serlo, se adoptarán por el Juez, en decisión motivada, las que considere más convenientes
para el tutelado.
Artículo 226.
Serán ineficaces las disposiciones hechas en testamento o documento público notarial
sobre la tutela si, en el momento de adoptarlas, el disponente hubiese sido privado de la
patria potestad.
Artículo 227.
El que disponga de bienes a título gratuito en favor de un menor o incapacitado, podrá
establecer las reglas de administración de los mismos y designar la persona o personas que
hayan de ejercitarla. Las funciones no conferidas al administrador corresponden al tutor.
– 45 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 228.
Si el Ministerio Fiscal o el Juez competente tuvieren conocimiento de que existe en el
territorio de su jurisdicción alguna persona que deba ser sometida a tutela, pedirá el primero
y dispondrá el segundo, incluso de oficio, la constitución de la tutela.
Artículo 229.
Estarán obligados a promover la constitución de la tutela, desde el momento en que
conocieran el hecho que la motivare, los parientes llamados a ella y la persona bajo cuya
guarda se encuentre el menor o incapacitado, y si no lo hicieren, serán responsables
solidarios de la indemnización de los daños y perjuicios causados.
Artículo 230.
Cualquier persona podrá poner en conocimiento del Ministerio Fiscal o de la autoridad
judicial el hecho determinante de la tutela.
Artículo 231.
El Juez constituirá la tutela, previa audiencia de los parientes más próximos, de las
personas que considere oportuno, y, en todo caso, del tutelado si tuviera suficiente juicio y
siempre si fuera mayor de doce años.
Artículo 232.
La tutela se ejercerá bajo la vigilancia del Ministerio Fiscal, que actuará de oficio o a
instancia de cualquier interesado.
En cualquier momento podrá exigir del tutor que le informe sobre la situación del menor o
del incapacitado y del estado de la administración de la tutela.
Artículo 233.
El Juez podrá establecer, en la resolución por la que se constituya la tutela o en otra
posterior, las medidas de vigilancia y control que estime oportunas, en beneficio del tutelado.
Asimismo podrá, en cualquier momento, exigir del tutor que informe sobre la situación del
menor o del incapacitado y del estado de la administración.
Artículo 234.
Para el nombramiento de tutor se preferirá:
1.º Al designado por el propio tutelado, conforme al párrafo segundo del artículo 223.
2.º Al cónyuge que conviva con el tutelado.
3.º A los padres.
4.º A la persona o personas designadas por éstos en sus disposiciones de última
voluntad.
5.º Al descendiente, ascendiente o hermano que designe el juez.
Excepcionalmente, el Juez, en resolución motivada, podrá alterar el orden del párrafo
anterior o prescindir de todas las personas en él mencionadas, si el beneficio del menor o del
incapacitado así lo exigiere.
Se considera beneficiosa para el menor la integración en la vida de familia del tutor.
Artículo 235.
En defecto de las personas mencionadas en el artículo anterior, el Juez designará tutor a
quien, por sus relaciones con el tutelado y en beneficio de éste, considere más idóneo.
Artículo 236.
La tutela se ejercerá por un sólo tutor salvo:
– 46 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 237.
En el caso del número 4º del artículo anterior, si el testador lo hubiere dispuesto de modo
expreso, y en el caso del número 2º, si los padres lo solicitaran, podrá el Juez, al efectuar el
nombramiento de tutores, resolver que éstos puedan ejercitar las facultades de la tutela con
carácter solidario.
De no mediar tal clase de nombramiento, en todos los demás casos, y sin perjuicio de lo
dispuesto en los números 1 y 2, las facultades de la tutela encomendadas a varios tutores
habrán de ser ejercitadas por éstos conjuntamente, pero valdrá lo que se haga con el
acuerdo del mayor número. A falta de tal acuerdo, el Juez, después de oír a los tutores y al
tutelado si tuviere suficiente juicio, resolverá sin ulterior recurso lo que estime conveniente.
Para el caso de que los desacuerdos fueran reiterados y entorpeciesen gravemente el
ejercicio de la tutela, podrá el Juez reorganizar su funcionamiento e incluso proveer de
nuevo tutor.
Artículo 238.
En los casos de que por cualquier causa cese alguno de los tutores, la tutela subsistirá
con los restantes a no ser que al hacer el nombramiento se hubiera dispuesto otra cosa de
modo expreso.
Artículo 239.
La tutela de los menores desamparados corresponde por Ley a la entidad a que se
refiere el artículo 172.
Se procederá, sin embargo, al nombramiento de tutor conforme a las reglas ordinarias,
cuando existan personas que, por sus relaciones con el menor o por otras circunstancias,
puedan asumir la tutela con beneficio para éste.
La entidad pública a la que, en el respectivo territorio, esté encomendada la tutela de los
incapaces cuando ninguna de las personas recogidas en el artículo 234 sea nombrado tutor,
asumirá por ministerio de la ley la tutela del incapaz o cuando éste se encuentre en situación
de desamparo. Se considera como situación de desamparo la que se produce de hecho a
causa del incumplimiento o del imposible o inadecuado ejercicio de los deberes que le
incumben de conformidad a las leyes, cuando éstos queden privados de la necesaria
asistencia moral o material.
Artículo 240.
Si hubiere que designar tutor para varios hermanos, el Juez procurará que el
nombramiento recaiga en una misma persona.
– 47 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 241.
Podrán ser tutores todas las personas que se encuentren en el pleno ejercicio de sus
derechos civiles y en quienes no concurra alguna de las causas de inhabilidad establecidas
en los artículos siguientes.
Artículo 242.
Podrán ser también tutores las personas jurídicas que no tengan finalidad lucrativa y
entre cuyos fines figure la protección de menores e incapacitados.
Artículo 243.
No pueden ser tutores:
1. Los que estuvieran privados o suspendidos en el ejercicio de la patria potestad o total
o parcialmente de los derechos de guarda y educación, por resolución judicial.
2. Los que hubieren sido legalmente removidos de una tutela anterior.
3. Los condenados a cualquier pena privativa de libertad, mientras estén cumpliendo la
condena.
4. Los condenados por cualquier delito que haga suponer fundadamente que no
desempeñarán bien la tutela.
Artículo 244.
Tampoco pueden ser tutores:
1. Las personas en quienes concurra imposibilidad absoluta de hecho.
2. Los que tuvieren enemistad manifiesta con el menor o incapacitado.
3. Las personas de mala conducta o que no tuvieren manera de vivir conocida.
4. Los que tuvieren importantes conflictos de intereses con el menor o incapacitado,
mantengan con él pleito o actuaciones sobre el estado civil o sobre la titularidad de los
bienes, o los que le adeudaren sumas de consideración.
5. Los quebrados y concursados no rehabilitados, salvo que la tutela lo sea solamente de
la persona.
Artículo 245.
Tampoco pueden ser tutores los excluidos expresamente por el padre o por la madre en
sus disposiciones en testamento o documento notarial, salvo que el Juez en resolución
motivada estime otra cosa en beneficio del menor o del incapacitado.
Artículo 246.
Las causas de inhabilidad contempladas en los artículos 243.4º y 244.4º no se aplicarán
a los tutores designados en las disposiciones de última voluntad de los padres cuando
fueren conocidas por éstos en el momento de hacer la designación, salvo que el Juez, en
resolución motivada, disponga otra cosa en beneficio del menor o del incapacitado.
Artículo 247.
Serán removidos de la tutela los que después de deferida incurran en causa legal de
inhabilidad, o se conduzcan mal en el desempeño de la tutela, por incumplimiento de los
deberes propios del cargo o por notoria ineptitud de su ejercicio, o cuando surgieran
problemas de convivencia graves y continuados.
Artículo 248.
El Juez, de oficio o a solicitud del Ministerio Fiscal, del tutelado o de otra persona
interesada, decretará la remoción del tutor, previa audiencia de éste si, citado, compareciere.
Asimismo, se dará audiencia al tutelado si tuviere suficiente juicio.
– 48 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 249.
Durante la tramitación del procedimiento de remoción, podrá el Juez suspender en sus
funciones al tutor y nombrar al tutelado un defensor judicial.
Artículo 250.
Declarada judicialmente la remoción, se procederá al nombramiento de nuevo tutor en la
forma establecida en este Código.
Artículo 251.
Será excusable el desempeño de la tutela cuando por razones de edad, enfermedad,
ocupaciones personales o profesionales, por falta de vínculos de cualquier clase entre tutor y
tutelado o por cualquier otra causa, resulte excesivamente gravoso el ejercicio del cargo.
Las personas jurídicas podrán excusarse cuando carezcan de medios suficientes para el
adecuado desempeño de la tutela.
Artículo 252.
El interesado que alegue causa de excusa deberá hacerlo dentro del plazo de quince
días a contar desde que tuviera conocimiento del nombramiento.
Artículo 253.
El tutor podrá excusarse de continuar ejerciendo la tutela, siempre que hubiera persona
de parecidas condiciones para sustituirle, cuando durante el desempeño de aquélla le
sobrevenga cualquiera de los motivos de excusa contemplados en el artículo 251.
Artículo 254.
Lo dispuesto en el artículo anterior no se aplicará a la tutela encomendada a las
personas jurídicas.
Artículo 255.
Si la causa de excusa fuera sobrevenida, podrá ser alegada en cualquier momento.
Artículo 256.
Mientras se resuelva acerca de la excusa, el que la haya propuesto estará obligado a
ejercer la función.
No haciéndolo así, el Juez nombrará un defensor que le sustituya, quedando el sustituido
responsable de todos los gastos ocasionados por la excusa si ésta fuera rechazada.
Artículo 257.
El tutor designado en testamento que se excuse de la tutela al tiempo de su delación
perderá lo que, en consideración al nombramiento, le hubiere dejado el testador.
Artículo 258.
Admitida la excusa, se procederá al nombramiento de nuevo tutor.
Artículo 259.
La Autoridad judicial dará posesión de su cargo al tutor nombrado.
Artículo 260.
El Juez podrá exigir al tutor la constitución de fianza que asegure el cumplimiento de sus
obligaciones y determinará la modalidad y cuantía de la misma.
– 49 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
No obstante, la entidad pública que asuma la tutela de un menor por ministerio de la Ley
o la desempeñe por resolución judicial no precisará prestar fianza.
Artículo 261.
También podrá el Juez, en cualquier momento y con justa causa, dejar sin efecto o
modificar en todo o en parte la garantía que se hubiese prestado.
Artículo 262.
El tutor está obligado a hacer inventario de los bienes del tutelado dentro del plazo de
sesenta días, a contar de aquel en que hubiese tomado posesión de su cargo.
Artículo 263.
La Autoridad judicial podrá prorrogar este plazo en resolución motivada si concurriere
causa para ello.
Artículo 264.
El inventario se formará judicialmente con intervención del Ministerio Fiscal y con citación
de las personas que el Juez estime conveniente.
Artículo 265.
El dinero, alhajas, objetos preciosos y valores mobiliarios o documentos que, a juicio de
la Autoridad judicial, no deban quedar en poder del tutor serán depositados en un
establecimiento destinado a este efecto.
Los gastos que las anteriores medidas ocasionen correrán a cargo de los bienes del
tutelado.
Artículo 266.
El tutor que no incluya en el inventario los créditos que tenga contra el tutelado se
entenderá que los renuncia.
Artículo 267.
El tutor es el representante del menor o incapacitado, salvo para aquellos actos que
pueda realizar por si sólo ya sea por disposición expresa de la Ley o de la sentencia de
incapacitación.
Artículo 268.
Los tutores ejercerán su cargo de acuerdo con la personalidad de sus pupilos,
respetando su integridad física y psicológica.
Cuando sea necesario para el ejercicio de la tutela podrán recabar el auxilio de la
autoridad.
Artículo 269.
El tutor está obligado a velar por el tutelado y, en particular:
1. A procurarle alimentos.
2. A educar al menor y procurarle una formación integral.
3. A promover la adquisición o recuperación de la capacidad del tutelado y su mejor
inserción en la sociedad.
4. A informar al Juez anualmente sobre la situación del menor o incapacitado y rendirle
cuenta anual de su administración.
– 50 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 270.
El tutor único y, en su caso, el de los bienes es el administrador legal del patrimonio de
los tutelados y está obligado a ejercer dicha administración con la diligencia de un buen
padre de familia.
Artículo 271.
El tutor necesita autorización judicial:
1.º Para internar al tutelado en un establecimiento de salud mental o de educación o
formación especial.
2.º Para enajenar o gravar bienes inmuebles, establecimientos mercantiles o industriales,
objetos preciosos y valores mobiliarios de los menores o incapacitados, o celebrar contratos
o realizar actos que tengan carácter dispositivo y sean susceptibles de inscripción. Se
exceptúa la venta del derecho de suscripción preferente de acciones.
3.º Para renunciar derechos, así como transigir o someter a arbitraje cuestiones en que
el tutelado estuviese interesado.
4.º Para aceptar sin beneficio de inventario cualquier herencia, o para repudiar ésta o las
liberalidades.
5.º Para hacer gastos extraordinarios en los bienes.
6.º Para entablar demanda en nombre de los sujetos a tutela, salvo en los asuntos
urgentes o de escasa cuantía.
7.º Para ceder bienes en arrendamiento por tiempo superior a seis años.
8.º Para dar y tomar dinero a préstamo.
9.º Para disponer a título gratuito de bienes o derechos del tutelado.
10. Para ceder a terceros los créditos que el tutelado tenga contra él, o adquirir a título
oneroso los créditos de terceros contra el tutelado.
Artículo 272.
No necesitarán autorización judicial la partición de herencia ni la división de cosa común
realizadas por el tutor, pero una vez practicadas requerirán aprobación judicial.
Artículo 273.
Antes de autorizar o aprobar cualquiera de los actos comprendidos en los dos artículos
anteriores, el Juez oirá al Ministerio Fiscal y al tutelado, si fuese mayor de doce años o lo
considera oportuno, y recabará los informes que le sean solicitados o estime pertinentes.
Artículo 274.
El tutor tiene derecho a una retribución, siempre que el patrimonio del tutelado lo
permita. Corresponde al Juez fijar su importe y el modo de percibirlo, para lo cual tendrá en
cuenta el trabajo a realizar y el valor y la rentabilidad de los bienes, procurando en lo posible
que la cuantía de la retribución no baje del 4 por 100 ni exceda del 20 por 100 del
rendimiento líquido de los bienes.
Artículo 275.
Sólo los padres, y en sus disposiciones de última voluntad, podrán establecer que el
tutor haga suyos los frutos de los bienes del tutelado a cambio de prestarle los alimentos,
salvo que el Juez, en resolución motivada, disponga otra cosa.
Artículo 276.
La tutela se extingue:
1. Cuando el menor de edad cumple los dieciocho años, a menos que con anterioridad
hubiera sido judicialmente incapacitado.
2. Por la adaptación del tutelado menor de edad.
– 51 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 277.
También se extingue la tutela:
1. Cuando habiéndose originado por privación o suspensión de la patria potestad, el
titular de ésta la recupere.
2. Al dictarse la resolución judicial que pongan fin a la incapacitación, o que modifique la
sentencia de incapacitación en virtud de la cual se sustituye la tutela por la curatela.
Artículo 278.
Continuará el tutor en el ejercicio de su cargo si el menor sujeto a tutela hubiese sido
incapacitado antes de la mayoría de edad, conforme a lo dispuesto en la sentencia de
incapacitación.
Artículo 279.
El tutor al cesar en sus funciones deberá rendir la cuenta general justificada de su
administración ante la Autoridad judicial en el plazo de tres meses, prorrogables por el
tiempo que fuere necesario si concurre justa causa.
La acción para exigir la rendición de esta cuenta prescribe a los cinco años, contados
desde la terminación del plazo establecido para efectuarlo.
Artículo 280.
Antes de resolver sobre la aprobación de la cuenta, el Juez oirá al nuevo tutor o, en su
caso, al curador o al defensor judicial, y a la persona que hubiera estado sometida a tutela o
a sus herederos.
Artículo 281.
Los gastos necesarios de la rendición de cuentas, serán a cargo del que estuvo
sometido a tutela.
Artículo 282.
El saldo de la cuenta general devengará interés legal, a favor o en contra del tutor.
Artículo 283.
Si el saldo es a favor del tutor, devengará interés legal desde que el que estuvo sometido
a tutela sea requerido para el pago, previa entrega de sus bienes.
Artículo 284.
Si es en contra del tutor, devengará interés legal desde la aprobación de la cuenta.
Artículo 285.
La aprobación judicial no impedirá el ejercicio de las acciones que recíprocamente
puedan asistir al tutor y al tutelado o a sus causahabientes por razón de la tutela.
CAPÍTULO III
De la curatela
Artículo 286.
Están sujetos a curatela:
– 52 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 287.
Igualmente procede la curatela para las personas a quienes la sentencia de
incapacitación o, en su caso, la resolución judicial que la modifique coloquen bajo esta forma
de protección en atención a su grado de discernimiento.
Artículo 288.
En los casos del artículo 286 la curatela no tendrá otro objeto que la intervención del
curador en los actos que los menores o pródigos no puedan realizar por si solos.
Artículo 289.
La curatela de los incapacitados tendrá por objeto la asistencia del curador para aquellos
actos que expresamente imponga la sentencia que la haya establecido.
Artículo 290.
Si la sentencia de incapacitación no hubiese especificado los actos en que deba ser
necesaria la intervención del curador se entenderá que ésta se extiende a los mismos actos
en que los tutores necesitan, según este Código, autorización judicial.
Artículo 291.
Son aplicables a los curadores las normas sobre nombramiento, inhabilidad, excusa y
remoción de los tutores.
No podrán ser curadores los quebrados y concursados no rehabilitados.
Artículo 292.
Si el sometido a curatela hubiese estado con anterioridad bajo tutela, desempeñará el
cargo de curador el mismo que hubiese sido su tutor, a menos que el Juez disponga otra
cosa.
Artículo 293.
Los actos jurídicos realizados sin la intervención del curador cuando ésta sea preceptiva,
serán anulables a instancia del propio curador o de la persona sujeta a curatela, de acuerdo
con los artículos 1.301 y siguientes de este Código.
Artículo 294.
(Derogado)
Artículo 295.
(Derogado)
Artículo 296.
(Derogado)
Artículo 297.
Los actos del declarado pródigo anteriores a la demanda de prodigalidad no podrán ser
atacados por esta causa.
– 53 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 298.
(Derogado)
CAPÍTULO IV
Del defensor judicial
Artículo 299.
Se nombrará un defensor judicial que represente y ampare los intereses de quienes se
hallen en alguno de los siguientes supuestos:
1. Cuando en algún asunto exista conflicto de intereses entre los menores o
incapacitados y sus representantes legales o el curador. En el caso de tutela conjunta
ejercida por ambos padres, si el conflicto de intereses existiere sólo con uno de ellos,
corresponderá al otro por ley, y sin necesidad de especial nombramiento, representar y
amparar al menor o incapacitado.
2. En el supuesto de que, por cualquier causa, el tutor o el curador no desempeñare sus
funciones hasta que cese la causa determinante o se designe otra persona para
desempeñar el cargo.
3. En todos los demás casos previstos en este Código.
Artículo 300.
El Juez, en procedimiento de jurisdicción voluntaria, de oficio o a petición del Ministerio
Fiscal, del propio menor o de cualquier persona capaz de comparecer en juicio, nombrará
defensor a quien estime más idóneo para el cargo.
Artículo 301.
Serán aplicables al defensor judicial las causa de inhabilidad, excusas y remoción de los
tutores y curadores.
Artículo 302.
El defensor judicial tendrá las atribuciones que le haya concedido el Juez al que deberá
rendir cuentas de su gestión una vez concluida.
CAPÍTULO V
De la guarda de hecho
Artículo 303.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 203 y 228, cuando la autoridad judicial tenga
conocimiento de la existencia de un guardador de hecho podrá requerirle para que informe
de la situación de la persona y los bienes del menor o del presunto incapaz y de su
actuación en relación con los mismos, pudiendo establecer asimismo las medidas de control
y vigilancia que considere oportunas.
Artículo 304.
Los actos realizados por el guardador de hecho en interés del menor o presunto incapaz
no podrán ser impugnados si redundan en su utilidad.
– 54 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 305.
(Sin contenido)
Artículo 306.
Será aplicable al guardador de hecho lo dispuesto en el artículo 220 respecto del tutor.
TÍTULO XI
De la mayor edad y de la emancipación
Artículo 314.
La emancipación tiene lugar:
1.° Por la mayor edad.
2.° Por el matrimonio del menor.
3.° Por concesión de los que ejerzan la patria potestad.
4.° Por concesión judicial.
Artículo 315.
La mayor edad empieza a los dieciocho años cumplidos.
Para el cómputo de los años de la mayoría de edad se incluirá completo el día del
nacimiento.
Artículo 316.
El matrimonio produce de derecho la emancipación.
Artículo 317.
Para que tenga lugar la emancipación por concesión de quienes ejerzan la patria
potestad, se requiere que el menor tenga dieciséis años cumplidos y que la consienta. Esta
emancipación se otorgará por escritura pública o por comparecencia ante el Juez encargado
del Registro.
Artículo 318.
La concesión de emancipación habrá de inscribirse en el Registro Civil, no produciendo
entre tanto efectos contra terceros.
Concedida la emancipación no podrá ser revocada.
Artículo 319.
Se reputará para todos los efectos como emancipado al hijo mayor de dieciséis años que
con el consentimiento de los padres viviere independientemente de éstos. Los padres
podrán revocar este consentimiento.
Artículo 320.
El Juez podrá conceder la emancipación de los hijos mayores de dieciséis años si éstos
la pidieren y previa audiencia de los padres:
1.° Cuando quien ejerce la patria potestad contrajere nupcias o conviviere maritalmente
con persona distinta del otro progenitor.
2.° Cuando los padres vivieren separados.
3.° Cuando concurra cualquier causa que entorpezca gravemente el ejercicio de la patria
potestad.
– 55 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 321.
También podrá el Juez, previo informe del Ministerio Fiscal, conceder el beneficio de la
mayor edad al sujeto a tutela mayor de dieciséis años que lo solicitare.
Artículo 322.
El mayor de edad es capaz para todos los actos de la vida civil, salvo las excepciones
establecidas en casos especiales por este Código.
Artículo 323.
La emancipación habilita al menor para regir su persona y bienes como si fuera mayor;
pero hasta que llegue a la mayor edad no podrá el emancipado tomar dinero a préstamo,
gravar o enajenar bienes inmuebles y establecimientos mercantiles o industriales u objetos
de extraordinario valor sin consentimiento de sus padres y, a falta de ambos, sin el de su
curador.
El menor emancipado podrá por sí solo comparecer en juicio.
Lo dispuesto en este artículo es aplicable también al menor que hubiere obtenido
judicialmente el beneficio de la mayor edad.
Artículo 324.
Para que el casado menor de edad pueda enajenar o gravar bienes inmuebles,
establecimientos mercantiles u objetos de extraordinario valor que sean comunes, basta si
es mayor el otro cónyuge, el consentimiento de los dos; si también es menor, se necesitará,
además, el de los padres o curadores de uno y otro.
TÍTULO XII
Del Registro del estado civil
Artículo 325.
(Derogado)
Redacción vigente:
"Los actos concernientes al estado civil de las personas se harán constar en el Registro
destinado a este efecto."
Artículo 326.
(Derogado)
Redacción vigente:
"El Registro del estado civil comprenderá las inscripciones o anotaciones de nacimientos,
matrimonios, emancipaciones, reconocimiento y legitimaciones, defunciones, naturalizaciones y
vecindad, y estará a cargo de los Jueces municipales u otros funcionarios del orden civil en
España y de los agentes consulares o diplomáticos en el extranjero."
– 56 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 327.
(Derogado)
Redacción vigente:
"Las actas del Registro serán la prueba del estado civil, la cual sólo podrá ser suplida por
otras en el caso de que no hayan existido aquéllas o hubiesen desaparecido los libros del
Registro, o cuando ante los Tribunales se suscite contienda."
Artículo 328.
(Derogado)
Redacción vigente:
"No será necesaria la presentación del recién nacido al funcionario encargado del Registro
para la inscripción del nacimiento, bastando la declaración de la persona obligada a hacerla.
Esta declaración comprenderá todas las circunstancias exigidas por la ley; y será firmada por su
autor, o por dos testigos a su ruego, si no pudiere firmar. "
Artículo 329.
(Derogado)
Redacción vigente:
"En los matrimonios canónicos será obligación de los contrayentes facilitar al funcionario
representante del Estado que asista a su celebración todos los datos necesarios para su
inscripción en el Registro Civil. Exceptuándose los relativos a las amonestaciones, los
impedimentos y su dispensa, los cuales no se harán constar en la inscripción. "
Artículo 330.
(Derogado)
Redacción vigente:
"No tendrán efecto alguno legal las naturalizaciones mientras no aparezcan inscritas en el
Registro, cualquiera que sea la prueba con que se acrediten y la fecha en que hubiesen sido
concedidas. "
Artículo 331.
(Derogado)
– 57 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Redacción vigente:
"Los Jueces municipales y los de primera instancia, en su caso, podrán corregir las
infracciones de lo dispuesto sobre el Registro Civil, que no constituyan delito o falta, con multa
de 20 a 100 pesetas. "
Artículo 332.
(Derogado)
Redacción vigente:
"Continuará rigiendo la Ley de 17 de junio de 1870, en cuanto no esté modificada por los
artículos precedentes."
LIBRO SEGUNDO
De los bienes, de la propiedad y de sus modificaciones
TÍTULO PRIMERO
De la clasificación de los bienes
Disposición preliminar
Artículo 333.
Todas las cosas que son o pueden ser objeto de apropiación se consideran como bienes
muebles o inmuebles.
CAPÍTULO PRIMERO
De los bienes inmuebles
Artículo 334.
Son bienes inmuebles:
1.º Las tierras, edificios, caminos y construcciones de todo género adheridas al suelo.
2.º Los árboles y plantas y los frutos pendientes, mientras estuvieren unidos a la tierra o
formaren parte integrante de un inmueble.
3.º Todo lo que esté unido a un inmueble de una manera fija, de suerte que no pueda
separarse de él sin quebrantamiento de la materia o deterioro del objeto.
4.º Las estatuas, relieves, pinturas u otros objetos de uso u ornamentación, colocados en
edificios o heredades por el dueño del inmueble en tal forma que revele el propósito de
unirlos de un modo permanente al fundo.
5.º Las máquinas, vasos, instrumentos o utensilios destinados por el propietario de la
finca a la industria o explotación que se realice en un edificio o heredad, y que directamente
concurran a satisfacer las necesidades de la explotación misma.
– 58 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO II
De los bienes muebles
Artículo 335.
Se reputan bienes muebles los susceptibles de apropiación no comprendidos en el
capítulo anterior, y en general todos los que se pueden transportar de un punto a otro sin
menoscabo de la cosa inmueble a que estuvieren unidos.
Artículo 336.
Tienen también la consideración de cosas muebles las rentas o pensiones, sean
vitalicias o hereditarias, afectas a una persona o familia, siempre que no graven con carga
real una cosa inmueble, los oficios enajenados, los contratos sobre servicios públicos y las
cédulas y títulos representativos de préstamos hipotecarios.
Artículo 337.
Los bienes muebles son fungibles o no fungibles.
A la primera especie pertenecen aquellos de que no puede hacerse el uso adecuado a
su naturaleza sin que se consuman; a la segunda especie corresponden los demás.
CAPÍTULO III
De los bienes según las personas a que pertenecen
Artículo 338.
Los bienes son de dominio público o de propiedad privada.
Artículo 339.
Son bienes de dominio público:
1.º Los destinados al uso público, como los caminos, canales, ríos, torrentes, puertos y
puentes construidos por el Estado, las riberas, playas, radas y otros análogos.
2.º Los que pertenecen privativamente al Estado, sin ser de uso común, y están
destinados a algún servicio público o al fomento de la riqueza nacional, como las murallas,
fortalezas y demás obras de defensa del territorio, y las minas, mientras que no se otorgue
su concesión.
Artículo 340.
Todos los demás bienes pertenecientes al Estado, en que no concurran las
circunstancias expresadas en el artículo anterior, tienen el carácter de propiedad privada.
– 59 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 341.
Los bienes de dominio público, cuando dejen de estar destinados al uso general o a las
necesidades de la defensa del territorio, pasan a formar parte de los bienes de propiedad del
Estado.
Artículo 342.
Los bienes del Patrimonio Real se rigen por su ley especial; y, en lo que en ella no se
halle previsto, por las disposiciones generales que sobre la propiedad particular se
establecen en este Código.
Artículo 343.
Los bienes de las provincias y de los pueblos se dividen en bienes de uso público y
bienes patrimoniales.
Artículo 344.
Son bienes de uso público, en las provincias y los pueblos, los caminos provinciales y los
vecinales, las plazas, calles, fuentes y aguas públicas, los paseos y obras públicas de
servicio general, costeadas por los mismos pueblos o provincias.
Todos los demás bienes que unos y otros posean son patrimoniales y se regirán por las
disposiciones de este Código, salvo lo dispuesto en leyes especiales.
Artículo 345.
Son bienes de propiedad privada, además de los patrimoniales del Estado, de la
Provincia y del Municipio, los pertenecientes a particulares, individual o colectivamente.
Artículo 346.
Cuando por disposición de la ley, o por declaración individual, se use la expresión de
cosas o bienes inmuebles, o de cosas o bienes muebles, se entenderán comprendidos en
ella, respectivamente, los enumerados en el capítulo I y en el capítulo II.
Cuando se use tan sólo la palabra muebles no se entenderán comprendidos el dinero,
los créditos, efectos de comercio, valores, alhajas, colecciones científicas o artísticas, libros,
medallas, armas, ropas de vestir, caballerías o carruajes y sus arreos, granos, caldos y
mercancías, ni otras cosas que no tengan por principal destino amueblar o alhajar las
habitaciones, salvo el caso en que del contexto de la ley o de la disposición individual resulte
claramente lo contrario.
Artículo 347.
Cuando en venta, legado, donación u otra disposición en que se haga referencia a cosas
muebles o inmuebles se transmita su posesión o propiedad con todo lo que en ellas se halle,
no se entenderán comprendidos en la transmisión el metálico, valores, créditos y acciones
cuyos documentos se hallen en la cosa transmitida, a no ser que conste claramente la
voluntad de extender la transmisión a tales valores y derechos.
– 60 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
TÍTULO SEGUNDO
De la propiedad
CAPÍTULO PRIMERO
De la propiedad en general
Artículo 348.
La propiedad es el derecho de gozar y disponer de una cosa, sin más limitaciones que
las establecidas en las leyes.
El propietario tiene acción contra el tenedor y el poseedor de la cosa para reivindicarla.
Artículo 349.
Nadie podrá ser privado de su propiedad sino por Autoridad competente y por causa
justificada de utilidad pública, previa siempre la correspondiente indemnización.
Si no procediere este requisito, los Jueces ampararán y, en su caso, reintegrarán en la
posesión al expropiado.
Artículo 350.
El propietario de un terreno es dueño de su superficie y de lo que está debajo de ella, y
puede hacer en él las obras, plantaciones y excavaciones que le convengan, salvas las
servidumbres, y con sujeción a lo dispuesto en las leyes sobre Minas y Aguas y en los
reglamentos de policía.
Artículo 351.
El tesoro oculto pertenece al dueño del terreno en que se hallare.
Sin embargo, cuando fuere hecho el descubrimiento en propiedad ajena, o del Estado, y
por casualidad, la mitad se aplicará al descubridor.
Si los efectos descubiertos fueren interesantes para las ciencias o las artes, podrá el
Estado adquirirlos por su justo precio, que se distribuirá en conformidad a lo declarado.
Artículo 352.
Se entiende por tesoro, para los efectos de la ley, el depósito oculto e ignorado de
dinero, alhajas u otros objetos preciosos, cuya legítima pertenencia no conste.
CAPÍTULO II
Del derecho de accesión
Disposición general
Artículo 353.
La propiedad de los bienes da derecho por accesión a todo lo que ellos producen, o se
les une o incorpora, natural o artificialmente.
Artículo 354.
Pertenecen al propietario:
1.º Los frutos naturales.
2.º Los frutos industriales.
3.º Los frutos civiles.
– 61 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 355.
Son frutos naturales las producciones espontáneas de la tierra, y las crías y demás
productos de los animales.
Son frutos industriales los que producen los predios de cualquiera especie a beneficio
del cultivo o del trabajo.
Son frutos civiles el alquiler de los edificios, el precio del arrendamiento de tierras y el
importe de las rentas perpetuas, vitalicias u otras análogas.
Artículo 356.
El que percibe los frutos tiene la obligación de abonar los gastos hechos por un tercero
para su producción, recolección y conservación.
Artículo 357.
No se reputan frutos naturales, o industriales, sino los que están manifiestos o nacidos.
Respecto a los animales, basta que estén en el vientre de su madre, aunque no hayan
nacido.
Artículo 358.
Lo edificado, plantado o sembrado en predios ajenos, y las mejoras o reparaciones
hechas en ellos, pertenecen al dueño de los mismos con sujeción a lo que se dispone en los
artículos siguientes.
Artículo 359.
Todas las obras, siembras y plantaciones se presumen hechas por el propietario y a su
costa, mientras no se pruebe lo contrario.
Artículo 360.
El propietario del suelo que hiciere en él, por sí o por otro, plantaciones, construcciones u
obras con materiales ajenos, debe abonar su valor; y, si hubiere obrado de mala fe, estará,
además, obligado al resarcimiento de daños y perjuicios. El dueño de los materiales tendrá
derecho a retirarlos sólo en el caso de que pueda hacerlo sin menoscabo de la obra
construida, o sin que por ello perezcan las plantaciones, construcciones u obras ejecutadas.
Artículo 361.
El dueño del terreno en que se edificare, sembrare o plantare de buena fe tendrá
derecho a hacer suya la obra, siembra o plantación, previa la indemnización establecida en
los artículos 453 y 454, o a obligar al que fabricó o plantó a pagarle el precio del terreno, y al
que sembró, la renta correspondiente.
Artículo 362.
El que edifica, planta o siembra de mala fe en terreno ajeno pierde lo edificado, plantado
o sembrado, sin derecho a indemnización.
Artículo 363.
El dueño del terreno en que se haya edificado, plantado o sembrado con mala fe puede
exigir la demolición de la obra o que se arranque la plantación y siembra, reponiendo las
cosas a su estado primitivo a costa del que edificó, plantó o sembró.
– 62 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 364.
Cuando haya habido mala fe, no sólo por parte del que edifica, siembra o planta en
terreno ajeno, sino también por parte del dueño de éste, los derechos de uno y otro serán los
mismos que tendrían si hubieran procedido ambos de buena fe.
Se entiende haber mala fe por parte del dueño siempre que el hecho se hubiere
ejecutado a su vista, ciencia y paciencia, sin oponerse.
Artículo 365.
Si los materiales, plantas o semillas pertenecen a un tercero que no ha procedido de
mala fe, el dueño del terreno deberá responder de su valor subsidiariamente y en el solo
caso de que el que los empleó no tenga bienes con que pagar.
No tendrá lugar esta disposición si el propietario usa del derecho que le concede el
artículo 363.
Artículo 366.
Pertenece a los dueños de las heredades confinantes con las riberas de los ríos el
acrecentamiento que aquéllas reciben paulatinamente por efecto de la corriente de las
aguas.
Artículo 367.
Los dueños de las heredades confinantes con estanques o lagunas no adquieren el
terreno descubierto por la disminución natural de las aguas, ni pierden el que éstas inundan
en las crecidas extraordinarias.
Artículo 368.
Cuando la corriente de un río, arroyo o torrente segrega de una heredad de su ribera una
porción conocida de terreno y la transporta a otra heredad, el dueño de la finca a que
pertenecía la parte segregada conserva la propiedad de ésta.
Artículo 369.
Los árboles arrancados y transportados por la corriente de las aguas pertenecen al
propietario del terreno a donde vayan a parar, si no los reclaman dentro de un mes los
antiguos dueños. Si éstos los reclaman, deberán abonar los gastos ocasionados en
recogerlos o ponerlos en lugar seguro.
Artículo 370.
Los cauces de los ríos que quedan abandonados por variar naturalmente el curso de las
aguas, pertenecen a los dueños de los terrenos ribereños en toda la longitud respectiva a
cada uno. Si el cauce abandonado separaba heredades de distintos dueños, la nueva línea
divisoria correrá equidistante de unas y otras.
Artículo 371.
Las islas que se forman en los mares adyacentes a las costas de España y en los ríos
navegables y flotables, pertenecen al Estado.
Artículo 372.
Cuando en un río navegable y flotable, variando naturalmente de dirección, se abre un
nuevo cauce en heredad privada, este cauce entrará en el dominio público. El dueño de la
heredad lo recobrará siempre que las aguas vuelvan a dejarlo en seco, ya naturalmente, ya
por trabajos legalmente autorizados al efecto.
– 63 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 373.
Las islas que por sucesiva acumulación de arrastres superiores se van formando en los
ríos pertenecen a los dueños de las márgenes u orillas más cercanas a cada una, o a los de
ambas márgenes si la isla se hallase en medio del río, dividiéndose entonces
longitudinalmente por mitad. Si una sola isla así formada distase de una margen más que de
otra, será por completo dueño de ella el de la margen más cercana.
Artículo 374.
Cuando se divide en brazos la corriente del río, dejando aislada una heredad o parte de
ella, el dueño de la misma conserva su propiedad. Igualmente la conserva si queda
separada de la heredad por la corriente una porción de terreno.
Artículo 375.
Cuando dos cosas muebles, pertenecientes a distintos dueños, se unen de tal manera
que vienen a formar una sola sin que intervenga mala fe, el propietario de la principal
adquiere la accesoria, indemnizando su valor al anterior dueño.
Artículo 376.
Se reputa principal, entre dos cosas incorporadas, aquella a que se ha unido otra por
adorno, o para su uso o perfección.
Artículo 377.
Si no puede determinarse por la regla del artículo anterior cuál de las dos cosas
incorporadas es la principal, se reputará tal el objeto de más valor, y entre dos objetos de
igual valor, el de mayor volumen.
En la pintura y escultura, en los escritos, impresos, grabados y litografías, se considerará
accesoria la tabla, el metal, la piedra, el lienzo, el papel o el pergamino.
Artículo 378.
Cuando las cosas unidas pueden separarse sin detrimento, los dueños respectivos
pueden exigir la separación.
Sin embargo, cuando la cosa unida para el uso, embellecimiento o perfección de otra, es
mucho más preciosa que la cosa principal, el dueño de aquélla puede exigir su separación,
aunque sufra algún detrimento la otra a que se incorporó.
Artículo 379.
Cuando el dueño de la cosa accesoria ha hecho su incorporación de mala fe, pierde la
cosa incorporada y tiene la obligación de indemnizar al propietario de la principal los
perjuicios que haya sufrido.
Si el que ha procedido de mala fe es el dueño de la cosa principal, el que lo sea de la
accesoria tendrá derecho a optar entre que aquél le pague su valor o que la cosa de su
pertenencia se separe, aunque para ello haya que destruir la principal; y en ambos casos,
además, habrá lugar a la indemnización de daños y perjuicios.
Si cualquiera de los dueños ha hecho la incorporación a vista, ciencia y paciencia y sin
oposición del otro, se determinarán los derechos respectivos en la forma dispuesta para el
caso de haber obrado de buena fe.
Artículo 380.
Siempre que el dueño de la materia empleada sin su consentimiento tenga derecho a
indemnización, puede exigir que ésta consista en la entrega de una cosa igual en especie y
valor, y en todas sus circunstancias, a la empleada, o bien en el precio de ella, según
tasación pericial.
– 64 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 381.
Si por voluntad de sus dueños se mezclan dos cosas de igual o diferente especie, o si la
mezcla se verifica por casualidad, y en este último caso las cosas no son separables sin
detrimento, cada propietario adquirirá un derecho proporcional a la parte que le corresponda
atendido el valor de las cosas mezcladas o confundidas.
Artículo 382.
Si por voluntad de uno solo, pero con buena fe, se mezclan o confunden dos cosas de
igual o diferente especie, los derechos de los propietarios se determinarán por lo dispuesto
en el artículo anterior.
Si el que hizo la mezcla o confusión obró de mala fe, perderá la cosa de su pertenencia
mezclada o confundida, además de quedar obligado a la indemnización de los perjuicios
causados al dueño de la cosa con que hizo la mezcla.
Artículo 383.
El que de buena fe empleó materia ajena en todo o en parte para formar una obra de
nueva especie, hará suya la obra, indemnizando el valor de la materia al dueño de ésta.
Si ésta es más preciosa que la obra en que se empleó o superior en valor, el dueño de
ella podrá, a su elección, quedarse con la nueva especie, previa indemnización del valor de
la obra, o pedir indemnización de la materia.
Si en la formación de la nueva especie intervino mala fe, el dueño de la materia tiene
derecho de quedarse con la obra sin pagar nada al autor, o de exigir de éste que le
indemnice el valor de la materia y los perjuicios que se le hayan seguido.
CAPÍTULO III
Del deslinde y amojonamiento
Artículo 384.
Todo propietario tiene derecho a deslindar su propiedad, con citación de los dueños de
los predios colindantes.
La misma facultad corresponderá a los que tengan derechos reales.
Artículo 385.
El deslinde se hará en conformidad con los títulos de cada propietario y, a falta de títulos
suficientes, por lo que resultare de la posesión en que estuvieren los colindantes.
Artículo 386.
Si los títulos no determinasen el límite o área perteneciente a cada propietario, y la
cuestión no pudiera resolverse por la posesión o por otro medio de prueba, el deslinde se
hará distribuyendo el terreno objeto de la contienda en partes iguales.
Artículo 387.
Si los títulos de los colindantes indicasen un espacio mayor o menor del que comprende
la totalidad del terreno, el aumento o la falta se distribuirá proporcionalmente.
CAPÍTULO IV
Del derecho de cerrar las fincas rústicas
Artículo 388.
Todo propietario podrá cerrar o cercar sus heredades por medio de paredes, zanjas,
setos vivos o muertos, o de cualquier otro modo, sin perjuicio de las servidumbres
constituidas sobre las mismas.
– 65 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO V
De los edificios ruinosos y de los árboles que amenazan caerse
Artículo 389.
Si un edificio, pared, columna o cualquiera otra construcción amenazase ruina, el
propietario estará obligado a su demolición, o a ejecutar las obras necesarias para evitar su
caída.
Si no lo verificare el propietario de la obra ruinosa, la Autoridad podrá hacerla demoler a
costa del mismo.
Artículo 390.
Cuando algún árbol corpulento amenazare caerse de modo que pueda causar perjuicios
a una finca ajena o a los transeúntes por una vía pública o particular, el dueño del árbol está
obligado a arrancarlo y retirarlo; y si no lo verificare, se hará a su costa por mandato de la
Autoridad.
Artículo 391.
En los casos de los dos artículos anteriores, si el edificio o árbol se cayere, se estará a lo
dispuesto en los artículos 1.907 y 1.908.
TÍTULO III
De la comunidad de bienes
Artículo 392.
Hay comunidad cuando la propiedad de una cosa o un derecho pertenece pro indiviso a
varias personas.
A falta de contratos, o de disposiciones especiales, se regirá la comunidad por las
prescripciones de este título.
Artículo 393.
El concurso de los partícipes, tanto en los beneficios como en las cargas, será
proporcional a sus respectivas cuotas.
Se presumirán iguales, mientras no se pruebe lo contrario, las porciones
correspondientes a los partícipes en la comunidad.
Artículo 394.
Cada partícipe podrá servirse de las cosas comunes, siempre que disponga de ellas
conforme a su destino y de manera que no perjudique el interés de la comunidad, ni impida a
los copartícipes utilizarlas según su derecho.
Artículo 395.
Todo copropietario tendrá derecho para obligar a los partícipes a contribuir a los gastos
de conservación de la cosa o derecho común. Sólo podrá eximirse de esta obligación el que
renuncie a la parte que le pertenece en el dominio.
Artículo 396.
Los diferentes pisos o locales de un edificio o las partes de ellos susceptibles de
aprovechamiento independiente por tener salida propia a un elemento común de aquél o a la
vía pública podrán ser objeto de propiedad separada, que llevará inherente un derecho de
copropiedad sobre los elementos comunes del edificio, que son todos los necesarios para su
adecuado uso y disfrute, tales como el suelo, vuelo, cimentaciones y cubiertas; elementos
estructurales y entre ellos los pilares, vigas, forjados y muros de carga; las fachadas, con los
– 66 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 397.
Ninguno de los condueños podrá, sin consentimiento de los demás, hacer alteraciones
en la cosa común, aunque de ellas pudieran resultar ventajas para todos.
Artículo 398.
Para la administración y mejor disfrute de la cosa común serán obligatorios los acuerdos
de la mayoría de los partícipes.
No habrá mayoría sino cuando el acuerdo esté tomado por los partícipes que
representen la mayor cantidad de los intereses que constituyan el objeto de la comunidad.
Si no resultare mayoría, o el acuerdo de ésta fuere gravemente perjudicial a los
interesados en la cosa común, el Juez proveerá, a instancia de parte, lo que corresponda,
incluso nombrar un administrador.
Cuando parte de la cosa perteneciere privadamente a un partícipe o a algunos de ellos y
otra fuere común, sólo a ésta será aplicable la disposición anterior.
Artículo 399.
Todo condueño tendrá la plena propiedad de su parte y la de los frutos y utilidades que
le correspondan, pudiendo en su consecuencia enajenarla, cederla o hipotecarla, y aun
sustituir otro en su aprovechamiento, salvo si se tratare de derechos personales. Pero el
efecto de la enajenación o de la hipoteca con relación a los condueños estará limitado a la
porción que se adjudique en la división al cesar la comunidad.
Artículo 400.
Ningún copropietario estará obligado a permanecer en la comunidad. Cada uno de ellos
podrá pedir en cualquier tiempo que se divida la cosa común.
Esto no obstante, será válido el pacto de conservar la cosa indivisa por tiempo
determinado, que no exceda de diez años. Este plazo podrá prorrogarse por nueva
convención.
Artículo 401.
Sin embargo, de lo dispuesto en el artículo anterior, los copropietarios no podrán exigir la
división de la cosa común cuando de hacerla resulte inservible para el uso a que se destina.
– 67 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 402.
La división de la cosa común podrá hacerse por los interesados, o por árbitros o
amigables componedores, nombrados a voluntad de los partícipes.
En el caso de verificarse por árbitros o amigables componedores, deberán formar partes
proporcionales al derecho de cada uno, evitando en cuanto sea posible los suplementos a
metálico.
Artículo 403.
Los acreedores o cesionarios de los partícipes podrán concurrir a la división de la cosa
común y oponerse a la que se verifique sin su concurso. Pero no podrán impugnar la división
consumada, excepto en caso de fraude, o en el de haberse verificado no obstante la
oposición formalmente interpuesta para impedirla, y salvo siempre los derechos del deudor o
del cedente para sostener su validez.
Artículo 404.
Cuando la cosa fuere esencialmente indivisible, y los condueños no convinieren en que
se adjudique a uno de ellos indemnizando a los demás, se venderá y repartirá su precio.
Artículo 405.
La división de una cosa común no perjudicará a tercero, el cual conservará los derechos
de hipoteca, servidumbre u otros derechos reales que le pertenecieren antes de hacer la
partición. Conservarán igualmente su fuerza, no obstante la división, los derechos
personales que pertenezcan a un tercero contra la comunidad.
Artículo 406.
Serán aplicables a la división entre los partícipes en la comunidad las reglas
concernientes a la división de la herencia.
TÍTULO IV
De algunas propiedades especiales
CAPÍTULO PRIMERO
De las aguas
Atención: Los arts. 407 a 425 están derogados en cuanto se opongan a lo establecido en
la Ley de Aguas.
Artículo 407.
Son de dominio público:
1.º Los ríos y sus cauces naturales.
2.º Las aguas continuas o discontinuas de manantiales y arroyos que corran por sus
cauces naturales, y estos mismos cauces.
– 68 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
3.º Las aguas que nazcan continua o discontinuamente en terrenos del mismo dominio
público.
4.º Los lagos y lagunas formados por la naturaleza en terrenos públicos y sus álveos.
5.º Las aguas pluviales que discurran por barrancos o ramblas, cuyo cauce sea también
del dominio público.
6.º Las aguas subterráneas que existan en terrenos públicos.
7.º Las aguas halladas en la zona de trabajos de obras públicas, aunque se ejecuten por
concesionario.
8.º Las aguas que nazcan continua o discontinuamente en predios de particulares, del
Estado, de la provincia o de los pueblos, desde que salgan de dichos predios.
9.º Los sobrantes de las fuentes, cloacas y establecimientos públicos.
Artículo 408.
Son de dominio privado:
1.º Las aguas continuas o discontinuas que nazcan en predios de dominio privado,
mientras discurran por ellos.
2.º Los lagos y lagunas y sus álveos, formados por la naturaleza en dichos predios.
3.º Las aguas subterráneas que se hallen en éstos.
4.º Las aguas pluviales que en los mismos caigan, mientras no traspasen sus linderos.
5.º Los cauces de aguas corrientes, continuas o discontinuas, formados por aguas
pluviales, y los de los arroyos que atraviesen fincas que no sean de dominio público.
En toda acequia o acueducto, el agua, el cauce, los cajeros y las márgenes serán
considerados como parte integrante de la heredad o edificio a que vayan destinadas las
aguas. Los dueños de los predios, por los cuales o por cuyos linderos pase el acueducto, no
podrán alegar dominio sobre él, ni derecho al aprovechamiento de su cauce o márgenes, a
no fundarse en títulos de propiedad expresivos del derecho o dominio que reclamen.
Artículo 409.
El aprovechamiento de las aguas públicas se adquiere:
1.º Por concesión administrativa.
2.º Por prescripción de veinte años.
Los límites de los derechos y obligaciones de estos aprovechamientos serán los que
resulten, en el primer caso, de los términos de la concesión y, en el segundo, del modo y
forma en que se haya usado de las aguas.
Artículo 410.
Toda concesión de aprovechamiento de aguas se entiende sin perjuicio de tercero.
Artículo 411.
El derecho al aprovechamiento de aguas públicas se extingue por la caducidad de la
concesión y por el no uso durante veinte años.
Artículo 412.
El dueño de un predio en que nace un manantial o arroyo, continuo o discontinuo, puede
aprovechar sus aguas mientras discurran por él; pero las sobrantes entran en la condición de
públicas, y su aprovechamiento se rige por la Ley especial de Aguas.
Artículo 413.
El dominio privado de los álveos de aguas pluviales no autoriza para hacer labores u
obras que varíen su curso en perjuicio de tercero, ni tampoco aquellas cuya destrucción, por
la fuerza de las avenidas, pueda causarlo.
– 69 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 414.
Nadie puede penetrar en propiedad privada para buscar aguas o usar de ellas sin
licencia de los propietarios.
Artículo 415.
El dominio del dueño de un predio sobre las aguas que nacen en él no perjudica los
derechos que legítimamente hayan podido adquirir a su aprovechamiento los de los predios
inferiores.
Artículo 416.
Todo dueño de un predio tiene la facultad de construir dentro de su propiedad depósitos
para conservar las aguas pluviales, con tal que no cause perjuicio al público ni a tercero.
Artículo 417.
Sólo el propietario de un predio u otra persona con su licencia puede investigar en él
aguas subterráneas.
La investigación de aguas subterráneas en terrenos de dominio público sólo puede
hacerse con licencia administrativa.
Artículo 418.
Las aguas alumbradas conforme a la Ley Especial de Aguas pertenecen al que las
alumbró.
Artículo 419.
Si el dueño de aguas alumbradas las dejare abandonadas a su curso natural, serán de
dominio público.
Artículo 420.
El dueño de un predio en que existan obras defensivas para contener el agua, o que por
la variación de su curso sea necesario construirlas de nuevo, está obligado, a su elección, a
hacer los reparos o construcciones necesarias o a tolerar que, sin perjuicio suyo, las hagan
los dueños de los predios que experimenten o estén manifiestamente expuestos a
experimentar daños.
Artículo 421.
Lo dispuesto en el artículo anterior es aplicable al caso en que sea necesario
desembarazar algún predio de las materias cuya acumulación o caída impida el curso de las
aguas con daño o peligro de tercero.
Artículo 422.
Todos los propietarios que participen del beneficio proveniente de las obras de que
tratan los dos artículos anteriores están obligados a contribuir a los gastos de su ejecución
en proporción a su interés. Los que por su culpa hubiesen ocasionado el daño serán
responsables de los gastos.
Artículo 423.
La propiedad y uso de las aguas pertenecientes a corporaciones o particulares están
sujetas a la Ley de Expropiación por causa de utilidad pública.
– 70 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 424.
Las disposiciones de este título no perjudican los derechos adquiridos con anterioridad,
ni tampoco al dominio privado que tienen los propietarios de aguas, de acequias, fuentes o
manantiales, en virtud del cual las aprovechan, venden o permutan como propiedad
particular.
Artículo 425.
En todo lo que no esté expresamente prevenido por las disposiciones de este capítulo se
estará a lo mandado por la Ley Especial de Aguas.
CAPÍTULO II
De los minerales
Artículo 426.
Todo español o extranjero podrá hacer libremente en terreno de dominio público
calicatas o excavaciones que no excedan de 10 metros de extensión en longitud o
profundidad con objeto de descubrir minerales, pero deberá dar aviso previamente a la
Autoridad local. En terrenos de propiedad privada no se podrán abrir calicatas sin que
preceda permiso del dueño o del que le represente.
Artículo 427.
Los límites del derecho mencionado en el artículo anterior, las formalidades previas y
condiciones para su ejercicio, la designación de las materias que deben considerarse como
minerales, y la determinación de los derechos que corresponden al dueño del suelo y a los
descubridores de los minerales en el caso de concesión, se regirán por la Ley Especial de
Minería.
CAPÍTULO III
De la propiedad intelectual
Artículo 428.
El autor de una obra literaria, científica o artística, tiene el derecho de explotarla y
disponer de ella a su voluntad.
Artículo 429.
La Ley sobre Propiedad Intelectual determina las personas a quienes pertenece ese
derecho, la forma de su ejercicio y el tiempo de su duración. En casos no previstos ni
resueltos por dicha ley especial se aplicarán las reglas generales establecidas en este
Código sobre la propiedad.
TÍTULO V
De la posesión
CAPÍTULO PRIMERO
De la posesión y sus especies
Artículo 430.
Posesión natural es la tenencia de una cosa o el disfrute de un derecho por una persona.
Posesión civil es esa misma tenencia o disfrute unidos a la intención de haber la cosa o
derecho como suyos.
– 71 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 431.
La posesión se ejerce en las cosas o en los derechos por la misma persona que los tiene
y los disfruta, o por otra en su nombre.
Artículo 432.
La posesión en los bienes y derechos puede tenerse en uno de dos conceptos: o en el
de dueño, o en el de tenedor de la cosa o derecho para conservarlos o disfrutarlos,
perteneciendo el dominio a otra persona.
Artículo 433.
Se reputa poseedor de buena fe al que ignora que en su título o modo de adquirir exista
vicio que lo invalide.
Se reputa poseedor de mala fe al que se halla en el caso contrario.
Artículo 434.
La buena fe se presume siempre, y al que afirma la mala fe de un poseedor corresponde
la prueba.
Artículo 435.
La posesión adquirida de buena fe no pierde este carácter sino en el caso y desde el
momento en que existan actos que acrediten que el poseedor no ignora que posee la cosa
indebidamente.
Artículo 436.
Se presume que la posesión se sigue disfrutando en el mismo concepto en que se
adquirió, mientras no se pruebe lo contrario.
Artículo 437.
Sólo pueden ser objeto de posesión las cosas y derechos que sean susceptibles de
apropiación.
CAPÍTULO II
De la adquisición de la posesión
Artículo 438.
La posesión se adquiere por la ocupación material de la cosa o derecho poseído, o por el
hecho de quedar éstos sujetos a la acción de nuestra voluntad, o por los actos propios y
formalidades legales establecidas para adquirir tal derecho.
Artículo 439.
Puede adquirirse la posesión por la misma persona que va a disfrutarla, por su
representante legal, por su mandatario y por un tercero sin mandato alguno; pero en este
último caso no se entenderá adquirida la posesión hasta que la persona en cuyo nombre se
haya verificado el acto posesorio lo ratifique.
Artículo 440.
La posesión de los bienes hereditarios se entiende transmitida al heredero sin
interrupción y desde el momento de la muerte del causante, en el caso de que llegue a
adirse la herencia.
El que válidamente repudia una herencia se entiende que no la ha poseído en ningún
momento.
– 72 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 441.
En ningún caso puede adquirirse violentamente la posesión mientras exista un poseedor
que se oponga a ello. El que se crea con acción o derecho para privar a otro de la tenencia
de una cosa, siempre que el tenedor resista la entrega, deberá solicitar el auxilio de la
Autoridad competente.
Artículo 442.
El que suceda por título hereditario no sufrirá las consecuencias de una posesión viciosa
de su causante, si no se demuestra que tenía conocimiento de los vicios que la afectaban;
pero los efectos de la posesión de buena fe no le aprovecharán sino desde la fecha de la
muerte del causante.
Artículo 443.
Los menores y los incapacitados pueden adquirir la posesión de las cosas; pero
necesitan de la asistencia de sus representantes legítimos para usar de los derechos que de
la posesión nazcan a su favor.
Artículo 444.
Los actos meramente tolerados, y los ejecutados clandestinamente y sin conocimiento
del poseedor de una cosa, o con violencia, no afectan a la posesión.
Artículo 445.
La posesión, como hecho, no puede reconocerse en dos personalidades distintas, fuera
de los casos de indivisión. Si surgiere contienda sobre el hecho de la posesión, será
preferido el poseedor actual; si resultaren dos poseedores, el más antiguo; si las fechas de
las posesiones fueren las mismas, el que presente título; y, si todas estas condiciones
fuesen iguales, se constituirá en depósito o guarda judicial la cosa, mientras se decide sobre
su posesión o propiedad por los trámites correspondientes.
CAPÍTULO III
De los efectos de la posesión
Artículo 446.
Todo poseedor tiene derecho a ser respetado en su posesión; y, si fuere inquietado en
ella, deberá ser amparado o restituido en dicha posesión por los medios que las leyes de
procedimiento establecen.
Artículo 447.
Sólo la posesión que se adquiere y se disfruta en concepto de dueño puede servir de
título para adquirir el dominio.
Artículo 448.
El poseedor en concepto de dueño tiene a su favor la presunción legal de que posee con
justo título, y no se le puede obligar a exhibirlo.
Artículo 449.
La posesión de una cosa raíz supone la de los muebles y objetos que se hallen dentro
de ella, mientras no conste o se acredite que deben ser excluidos.
Artículo 450.
Cada uno de los partícipes de una cosa que se posea en común, se entenderá que ha
poseído exclusivamente la parte que al dividirse le cupiere durante todo el tiempo que duró
– 73 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 451.
El poseedor de buena fe hace suyos los frutos percibidos mientras no sea interrumpida
legalmente la posesión.
Se entienden percibidos los frutos naturales e industriales desde que se alzan o separan.
Los frutos civiles se consideran producidos por días, y pertenecen al poseedor de la
buena fe en esa proporción.
Artículo 452.
Si al tiempo en que cesare la buena fe se hallaren pendientes algunos frutos naturales o
industriales, tendrá el poseedor derecho a los gastos que hubiere hecho para su producción,
y además a la parte del producto líquido de la cosecha proporcional al tiempo de su
posesión.
Las cargas se prorratearán del mismo modo entre los dos poseedores.
El propietario de la cosa puede, si quiere, conceder al poseedor de buena fe la facultad
de concluir el cultivo y la recolección de los frutos pendientes, como indemnización de la
parte de gastos de cultivo y del producto líquido que le pertenece; el poseedor de buena fe
que por cualquier motivo no quiera aceptar esta concesión, perderá el derecho a ser
indemnizado de otro modo.
Artículo 453.
Los gastos necesarios se abonan a todo poseedor; pero sólo el de buena fe podrá
retener la cosa hasta que se le satisfagan.
Los gastos útiles se abonan al poseedor de buena fe con el mismo derecho de retención,
pudiendo optar el que le hubiese vencido en su posesión por satisfacer el importe de los
gastos o por abonar el aumento de valor que por ellos haya adquirido la cosa.
Artículo 454.
Los gastos de puro lujo o mero recreo no son abonables al poseedor de buena fe; pero
podrá llevarse los adornos con que hubiese embellecido la cosa principal si no sufriere
deterioro, y si el sucesor en la posesión no prefiere abonar el importe de lo gastado.
Artículo 455.
El poseedor de mala fe abonará los frutos percibidos y los que el poseedor legítimo
hubiera podido percibir, y sólo tendrá derecho a ser reintegrado de los gastos necesarios
hechos para la conservación de la cosa. Los gastos hechos en mejoras de lujo y recreo no
se abonarán al poseedor de mala fe; pero podrá éste llevarse los objetos en que esos gastos
se hayan invertido, siempre que la cosa no sufra deterioro y el poseedor legítimo no prefiera
quedarse con ellos abonando el valor que tengan en el momento de entrar en la posesión.
Artículo 456.
Las mejoras provenientes de la naturaleza o del tiempo ceden siempre en beneficio del
que haya vencido en la posesión.
Artículo 457.
El poseedor de buena fe no responde del deterioro o pérdida de la cosa poseída, fuera
de los casos en que se justifique haber procedido con dolo. El poseedor de mala fe responde
del deterioro o pérdida en todo caso, y aun de los ocasionados por fuerza mayor cuando
maliciosamente haya retrasado la entrega de la cosa a su poseedor legítimo.
– 74 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 458.
El que obtenga la posesión no está obligado a abonar mejoras que hayan dejado de
existir al adquirir la cosa.
Artículo 459.
El poseedor actual que demuestre su posesión en época anterior, se presume que ha
poseído durante el tiempo intermedio, mientras no se pruebe lo contrario.
Artículo 460.
El poseedor puede perder su posesión:
1.º Por abandono de la cosa.
2.º Por cesión hecha a otro por título oneroso o gratuito.
3.º Por destrucción o pérdida total de la cosa, o por quedar ésta fuera del comercio.
4.º Por la posesión de otro, aun contra la voluntad del antiguo poseedor, si la nueva
posesión hubiese durado más de un año.
Artículo 461.
La posesión de la cosa mueble no se entiende perdida mientras se halle bajo el poder
del poseedor, aunque éste ignore accidentalmente su paradero.
Artículo 462.
La posesión de las cosas inmuebles y de los derechos reales no se entiende perdida, ni
transmitida para los efectos de la prescripción en perjuicio de tercero, sino con sujeción a lo
dispuesto en la Ley Hipotecaria.
Artículo 463.
Los actos relativos a la posesión, ejecutados o consentidos por el que posee una cosa
ajena como mero tenedor para disfrutarla o retenerla en cualquier concepto, no obligan ni
perjudican al dueño, a no ser que éste hubiese otorgado a aquél facultades expresas para
ejecutarlos o los ratificare con posterioridad.
Artículo 464.
La posesión de los bienes muebles, adquirida de buena fe, equivale al título. Sin
embargo, el que hubiese perdido una cosa mueble o hubiese sido privado de ella
ilegalmente podrá reivindicarla de quien la posea.
Si el poseedor de la cosa mueble perdida o sustraída la hubiese adquirido de buena fe
en venta pública, no podrá el propietario obtener la restitución sin reembolsar el precio dado
por ella.
Tampoco podrá el dueño de cosas empeñadas en los Montes de Piedad establecidos
con autorización del Gobierno obtener la restitución, cualquiera que sea la persona que la
hubiese empeñado, sin reintegrar antes al Establecimiento la cantidad del empeño y los
intereses vencidos.
En cuanto a las adquiridas en Bolsa, feria o mercado, o de comerciante legalmente
establecido y dedicado habitualmente al tráfico de objetos análogos, se estará a lo que
dispone el Código de Comercio.
Artículo 465.
Los animales fieros sólo se poseen mientras se hallan en nuestro poder; los
domesticados o amansados se asimilan a los mansos o domésticos si conservan la
costumbre de volver a la casa del poseedor.
– 75 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 466.
El que recupera, conforme a derecho, la posesión indebidamente perdida, se entiende
para todos los efectos que puedan redundar en su beneficio que la ha disfrutado sin
interrupción.
TÍTULO VI
Del usufructo, del uso y de la habitación
CAPÍTULO PRIMERO
Del usufructo
Artículo 467.
El usufructo da derecho a disfrutar los bienes ajenos con la obligación de conservar su
forma y sustancia, a no ser que el título de su constitución o la ley autoricen otra cosa.
Artículo 468.
El usufructo se constituye por la ley, por la voluntad de los particulares manifestada en
actos entre vivos o en última voluntad, y por prescripción.
Artículo 469.
Podrá constituirse el usufructo en todo o en parte de los frutos de la cosa, a favor de una
o varias personas, simultánea o sucesivamente, y en todo caso desde o hasta cierto día,
puramente o bajo condición. También puede constituirse sobre un derecho, siempre que no
sea personalísimo o intransmisible.
Artículo 470.
Los derechos y las obligaciones del usufructuario serán los que determine el título
constitutivo del usufructo; en su defecto, o por insuficiencia de éste, se observarán las
disposiciones contenidas en las dos secciones siguientes.
Artículo 471.
El usufructuario tendrá derecho a percibir todos los frutos naturales, industriales y civiles
de los bienes usufructuados. Respecto de los tesoros que se hallaren en la finca será
considerado como extraño.
Artículo 472.
Los frutos naturales o industriales, pendientes al tiempo de comenzar el usufructo,
pertenecen al usufructuario.
Los pendientes al tiempo de extinguirse el usufructo pertenecen al propietario.
En los precedentes casos, el usufructuario, al comenzar el usufructo, no tiene obligación
de abonar al propietario ninguno de los gastos hechos; pero el propietario está obligado a
abonar al fin del usufructo, con el producto de los frutos pendientes, los gastos ordinarios de
cultivo, simientes y otros semejantes, hechos por el usufructuario.
Lo dispuesto en este artículo no perjudica los derechos de tercero, adquiridos al
comenzar o terminar el usufructo.
– 76 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 473.
Si el usufructuario hubiere arrendado las tierras o heredades dadas en usufructo y
acabare éste antes de terminar el arriendo, sólo percibirán él o sus herederos y sucesores la
parte proporcional de la renta que debiere pagar el arrendatario.
Artículo 474.
Los frutos civiles se entienden percibidos día por día, y pertenecen al usufructuario en
proporción al tiempo que dure el usufructo.
Artículo 475.
Si el usufructo se constituye sobre el derecho a percibir una renta o una pensión
periódica, bien consista en metálico, bien en frutos, o los intereses de obligaciones o títulos
al portador, se considerará cada vencimiento como productos o frutos de aquel derecho.
Si consistiere en el goce de los beneficios que diese una participación en una
explotación industrial o mercantil cuyo reparto no tuviese vencimiento fijo, tendrán aquéllos la
misma consideración.
En uno y otro caso se repartirán como frutos civiles, y se aplicarán en la forma que
previene el artículo anterior.
Artículo 476.
No corresponden al usufructuario de un predio en que existen minas los productos de las
denunciadas, concedidas o que se hallen en laboreo al principiar el usufructo, a no ser que
expresamente se le concedan en el título constitutivo de éste, o que sea universal.
Podrá, sin embargo, el usufructuario extraer piedras, cal y yeso de las canteras para
reparaciones u obras que estuviere obligado a hacer o que fueren necesarias.
Artículo 477.
Sin embargo de lo dispuesto en el artículo anterior, en el usufructo legal podrá el
usufructuario explotar las minas denunciadas, concedidas o en laboreo, existentes en el
predio, haciendo suya la mitad de las utilidades que resulten después de rebajar los gastos,
que satisfará por mitad con el propietario.
Artículo 478.
La calidad de usufructuario no priva al que la tiene del derecho que a todos concede la
Ley de Minas para denunciar y obtener la concesión de las que existan en los predios
usufructuados, en la forma y condiciones que la misma ley establece.
Artículo 479.
El usufructuario tendrá el derecho de disfrutar del aumento que reciba por accesión la
cosa usufructuada, de las servidumbres que tenga a su favor, y en general de todos los
beneficios inherentes a la misma.
Artículo 480.
Podrá el usufructuario aprovechar por sí mismo la cosa usufructuada, arrendarla a otro y
enajenar su derecho de usufructo, aunque sea a título gratuito, pero todos los contratos que
celebre como tal usufructuario se resolverán al fin del usufructo, salvo el arrendamiento de
las fincas rústicas, el cual se considerará subsistente durante el año agrícola.
Artículo 481.
Si el usufructo comprendiera cosas que sin consumirse se deteriorasen poco a poco por
el uso, el usufructuario tendrá derecho a servirse de ellas, empleándolas según su destino, y
no estará obligado a restituirlas al concluir el usufructo sino en el estado en que se
encuentren; pero con la obligación de indemnizar al propietario del deterioro que hubieran
sufrido por su dolo o negligencia.
– 77 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 482.
Si el usufructo comprendiera cosas que no se puedan usar sin consumirlas, el
usufructuario tendrá derecho a servirse de ellas con la obligación de pagar el importe de su
avalúo al terminar el usufructo si se hubiesen dado estimadas. Cuando no se hubiesen
estimado, tendrá el derecho de restituirlas en igual cantidad y calidad, o pagar su precio
corriente al tiempo de cesar el usufructo.
Artículo 483.
El usufructuario de viñas, olivares u otros árboles o arbustos podrá aprovecharse de los
pies muertos, y aun de los tronchados o arrancados por accidente, con la obligación de
reemplazarlos por otros.
Artículo 484.
Si a consecuencia de un siniestro o caso extraordinario, las viñas, olivares u otros
árboles o arbustos hubieran desaparecido en número tan considerable que no fuese posible
o resultase demasiado gravosa la reposición, el usufructuario podrá dejar los pies muertos,
caídos o tronchados a disposición del propietario, y exigir de éste que los retire y deje el
suelo expedito.
Artículo 485.
El usufructuario de un monte disfrutará todos los aprovechamientos que pueda éste
producir según su naturaleza.
Siendo el monte tallar o de maderas de construcción, podrá el usufructuario hacer en él
las talas o las cortas ordinarias que solía hacer el dueño, y en su defecto las hará
acomodándose en el modo, porción y épocas, a la costumbre del lugar.
En todo caso hará las talas o las cortas de modo que no perjudiquen a la conservación
de la finca.
En los viveros de árboles podrá el usufructuario hacer la entresaca necesaria para que
los que queden puedan desarrollarse convenientemente.
Fuera de lo establecido en los párrafos anteriores, el usufructuario no podrá cortar
árboles por el pie como no sea para reponer o mejorar alguna de las cosas usufructuadas, y
en este caso hará saber previamente al propietario la necesidad de la obra.
Artículo 486.
El usufructuario de una acción para reclamar un predio o derecho real, o un bien mueble,
tiene derecho a ejercitarla y obligar al propietario de la acción a que le ceda para este fin su
representación y le facilite los elementos de prueba de que disponga. Si por consecuencia
del ejercicio de la acción adquiriese la cosa reclamada, el usufructo se limitará a sólo los
frutos, quedando el dominio para el propietario.
Artículo 487.
El usufructuario podrá hacer en los bienes objeto del usufructo las mejoras útiles o de
recreo que tuviere por conveniente, con tal que no altere su forma o su sustancia; pero no
tendrá por ello derecho a indemnización. Podrá, no obstante, retirar dichas mejoras, si fuere
posible hacerlo sin detrimento de los bienes.
Artículo 488.
El usufructuario podrá compensar los desperfectos de los bienes con las mejoras que en
ellos hubiese hecho.
Artículo 489.
El propietario de bienes en que otro tenga el usufructo podrá enajenarlos, pero no alterar
su forma ni sustancia, ni hacer en ellos nada que perjudique al usufructuario.
– 78 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 490.
El usufructuario de parte de una cosa poseída en común ejercerá todos los derechos que
correspondan al propietario de ella referentes a la administración y a la percepción de frutos
o intereses. Si cesare la comunidad por dividirse la cosa poseída en común, corresponderá
al usufructuario el usufructo de la parte que se adjudicare al propietario o condueño.
Artículo 491.
El usufructuario, antes de entrar en el goce de los bienes, está obligado:
1.º A formar, con citación del propietario o de su legítimo representante, inventario de
todos ellos, haciendo tasar los muebles y describiendo el estado de los inmuebles.
2.º A prestar fianza, comprometiéndose a cumplir las obligaciones que le correspondan
con arreglo a esta sección.
Artículo 492.
La disposición contenida en el número segundo del precedente artículo no es aplicable al
vendedor o donante que se hubiere reservado el usufructo de los bienes vendidos o donados
ni a los padres usufructuarios de los bienes de los hijos, ni al cónyuge sobreviviente respecto
de la cuota legal usufructuaria, si no contrajeren los padres o el cónyuge ulterior matrimonio.
Artículo 493.
El usufructuario, cualquiera que sea el título del usufructo, podrá ser dispensado de la
obligación de hacer inventario o de prestar fianza, cuando de ello no resultare perjuicio a
nadie.
Artículo 494.
No prestando el usufructuario la fianza en los casos en que deba darla, podrá el
propietario exigir que los inmuebles se pongan en administración, que los muebles se
vendan, que los efectos públicos, títulos de crédito nominativos o al portador se conviertan
en inscripciones o se depositen en un banco o establecimiento público, y que los capitales o
sumas en metálico y el precio de la enajenación de los bienes muebles se inviertan en
valores seguros.
El interés del precio de las cosas muebles y de los efectos públicos y valores, y los
productos de los bienes puestos en administración, pertenecen al usufructuario.
También podrá el propietario, si lo prefiere, mientras el usufructuario no preste fianza o
quede dispensado de ella, retener en su poder los bienes del usufructo, en calidad de
administrador, y con la obligación de entregar al usufructuario su producto líquido, deducida
la suma que por dicha administración se convenga o judicialmente se le señale.
Artículo 495.
Si el usufructuario que no haya prestado fianza reclamare, bajo caución juratoria, la
entrega de los muebles necesarios para su uso, y que se le asigne habitación para él y su
familia en una casa comprendida en el usufructo, podrá el Juez acceder a esta petición,
consultadas las circunstancias del caso.
Lo mismo se entenderá respecto de los instrumentos, herramientas y demás bienes
muebles necesarios para la industria a que se dedique.
Si no quisiere el propietario que se vendan algunos muebles por su mérito artístico o
porque tengan un precio de afección, podrá exigir que se le entreguen, afianzando el abono
del interés legal del valor en tasación.
Artículo 496.
Prestada la fianza por el usufructuario, tendrá derecho a todos los productos desde el día
en que, conforme al título constitutivo del usufructo, debió comenzar a percibirlos.
– 79 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 497.
El usufructuario deberá cuidar las cosas dadas en usufructo como un buen padre de
familia.
Artículo 498.
El usufructuario que enajenare o diere en arrendamiento su derecho de usufructo será
responsable del menoscabo que sufran las cosas usufructuadas por culpa o negligencia de
la persona que le sustituya.
Artículo 499.
Si el usufructo se constituyere sobre un rebaño o piara de ganados, el usufructuario
estará obligado a reemplazar con las crías las cabezas que mueran anual y ordinariamente,
o falten por la rapacidad de animales dañinos.
Si el ganado en que se constituyere el usufructo pereciere del todo, sin culpa del
usufructuario, por efecto de un contagio u otro acontecimiento no común, el usufructuario
cumplirá con entregar al dueño los despojos que se hubiesen salvado de esta desgracia.
Si el rebaño pereciere en parte, también por un accidente, y sin culpa del usufructuario,
continuará el usufructo en la parte que se conserve.
Si el usufructo fuere de ganado estéril, se considerará, en cuanto a sus efectos, como si
se hubiese constituido sobre cosa fungible.
Artículo 500.
El usufructuario está obligado a hacer las reparaciones ordinarias que necesiten las
cosas dadas en usufructo.
Se considerarán ordinarias las que exijan los deterioros o desperfectos que procedan del
uso natural de las cosas y sean indispensables para su conservación. Si no las hiciere
después de requerido por el propietario, podrá éste hacerlas por sí mismo a costa del
usufructuario.
Artículo 501.
Las reparaciones extraordinarias serán de cuenta del propietario. El usufructuario está
obligado a darle aviso cuando fuere urgente la necesidad de hacerlas.
Artículo 502.
Si el propietario hiciere las reparaciones extraordinarias, tendrá derecho a exigir al
usufructuario el interés legal de la cantidad invertida en ellas mientras dure el usufructo.
Si no las hiciere cuando fuesen indispensables para la subsistencia de la cosa, podrá
hacerlas el usufructuario; pero tendrá derecho a exigir del propietario, al concluir el usufructo,
el aumento de valor que tuviese la finca por efecto de las mismas obras.
Si el propietario se negare a satisfacer dicho importe, tendrá el usufructuario derecho a
retener la cosa hasta reintegrarse con sus productos.
Artículo 503.
El propietario podrá hacer las obras y mejoras de que sea susceptible la finca
usufructuada, o nuevas plantaciones en ella si fuere rústica, siempre que por tales actos no
resulte disminuido el valor del usufructo, ni se perjudique el derecho del usufructuario.
Artículo 504.
El pago de las cargas y contribuciones anuales y el de las que se consideran
gravámenes de los frutos será de cuenta del usufructuario todo el tiempo que el usufructo
dure.
– 80 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 505.
Las contribuciones que durante el usufructo se impongan directamente sobre el capital
serán de cargo del propietario.
Si éste las hubiese satisfecho, deberá el usufructuario abonarle los intereses
correspondientes a las sumas que en dicho concepto hubiese pagado y, si las anticipare el
usufructuario, deberá recibir su importe al fin del usufructo.
Artículo 506.
Si se constituyere el usufructo sobre la totalidad de un patrimonio, y al constituirse
tuviere deudas el propietario, se aplicará, tanto para la subsistencia del usufructo como para
la obligación del usufructuario a satisfacerlas, lo establecido en los artículos 642 y 643
respecto de las donaciones.
Esta misma disposición es aplicable al caso en que el propietario viniese obligado, al
constituirse el usufructo, al pago de prestaciones periódicas, aunque no tuvieran capital
conocido.
Artículo 507.
El usufructuario podrá reclamar por sí los créditos vencidos que formen parte del
usufructo si tuviese dada o diere la fianza correspondiente. Si estuviese dispensado de
prestar fianza o no hubiere podido constituirla, o la constituida no fuese suficiente, necesitará
autorización del propietario, o del Juez en su defecto, para cobrar dichos créditos.
El usufructuario con fianza podrá dar al capital que realice el destino que estime
conveniente. El usufructuario sin fianza deberá poner a interés dicho capital de acuerdo con
el propietario; a falta de acuerdo entre ambos, con autorización judicial; y, en todo caso, con
las garantías suficientes para mantener la integridad del capital usufructuado.
Artículo 508.
El usufructuario universal deberá pagar por entero el legado de renta vitalicia o pensión
de alimentos.
El usufructuario de una parte alícuota de la herencia lo pagará en proporción a su cuota.
En ninguno de los dos casos quedará obligado el propietario al reembolso.
El usufructuario de una o más cosas particulares sólo pagará el legado cuando la renta o
pensión estuviese constituida determinadamente sobre ellas.
Artículo 509.
El usufructuario de una finca hipotecada no estará obligado a pagar las deudas para
cuya seguridad se estableció la hipoteca.
Si la finca se embargare o vendiere judicialmente para el pago de la deuda, el propietario
responderá al usufructuario de lo que pierda por este motivo.
Artículo 510.
Si el usufructo fuere de la totalidad o de parte alícuota de una herencia, el usufructuario
podrá anticipar las sumas que para el pago de las deudas hereditarias correspondan a los
bienes usufructuados, y tendrá derecho a exigir del propietario su restitución, sin interés, al
extinguirse el usufructo.
Negándose el usufructuario a hacer esta anticipación, podrá el propietario pedir que se
venda la parte de los bienes usufructuados que sea necesaria para pagar dichas sumas, o
satisfacerlas de su dinero, con derecho, en este último caso, a exigir del usufructuario los
intereses correspondientes.
Artículo 511.
El usufructuario estará obligado a poner en conocimiento del propietario cualquier acto
de un tercero, de que tenga noticia, que sea capaz de lesionar los derechos de propiedad, y
– 81 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 512.
Serán de cuenta del usufructuario los gastos, costas y condenas de los pleitos
sostenidos sobre el usufructo.
Artículo 513.
El usufructo se extingue:
1.º Por muerte del usufructuario.
2.º Por expirar el plazo por el que se constituyó, o cumplirse la condición resolutoria
consignada en el título constitutivo.
3.º Por la reunión del usufructo y la propiedad en una misma persona.
4.º Por la renuncia del usufructuario.
5.º Por la pérdida total de la cosa objeto del usufructo.
6.º Por la resolución del derecho del constituyente.
7.º Por prescripción.
Artículo 514.
Si la cosa dada en usufructo se perdiera sólo en parte, continuará este derecho en la
parte restante.
Artículo 515.
No podrá constituirse el usufructo a favor de un pueblo o corporación o sociedad por más
de treinta años. Si se hubiese constituido, y antes de este tiempo el pueblo quedara yermo, o
la corporación o la sociedad se disolviera, se extinguirá por este hecho el usufructo.
Artículo 516.
El usufructo concedido por el tiempo que tarde un tercero en llegar a cierta edad,
subsistirá el número de años prefijado, aunque el tercero muera antes, salvo si dicho
usufructo hubiese sido expresamente concedido sólo en atención a la existencia de dicha
persona.
Artículo 517.
Si el usufructo estuviera constituido sobre una finca de la que forme parte un edificio, y
éste llegare a perecer, de cualquier modo que sea, el usufructuario tendrá derecho a
disfrutar del suelo y de los materiales.
Lo mismo sucederá cuando el usufructo estuviera constituido solamente sobre un edificio
y éste pereciere. Pero en tal caso, si el propietario quisiere construir otro edificio, tendrá
derecho a ocupar el suelo y a servirse de los materiales, quedando obligado a pagar al
usufructuario, mientras dure el usufructo, los intereses de las sumas correspondientes al
valor del suelo y de los materiales.
Artículo 518.
Si el usufructuario concurriere con el propietario al seguro de un predio dado en
usufructo, continuará aquél, en caso de siniestro, en el goce del nuevo edificio si se
construyere, o percibirá los intereses del precio del seguro si la reedificación no conviniere al
propietario.
Si el propietario se hubiera negado a contribuir al seguro del predio, constituyéndolo por
sí solo el usufructuario, adquirirá éste el derecho de recibir por entero en caso de siniestro el
precio del seguro, pero con obligación de invertirlo en la reedificación de la finca.
– 82 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 519.
Si la cosa usufructuada fuere expropiada por causa de utilidad pública, el propietario
estará obligado, o bien a subrogarla con otra de igual valor y análogas condiciones, o bien a
abonar al usufructuario el interés legal del importe de la indemnización por todo el tiempo
que deba durar el usufructo. Si el propietario optare por lo último, deberá afianzar el pago de
los réditos.
Artículo 520.
El usufructo no se extingue por el mal uso de la cosa usufructuada; pero si el abuso
infiriese considerable perjuicio al propietario, podrá éste pedir que se le entregue la cosa,
obligándose a pagar anualmente al usufructuario el producto líquido de la misma, después
de deducir los gastos y el premio que se le asignare por su administración.
Artículo 521.
El usufructo constituido en provecho de varias personas vivas al tiempo de su
constitución, no se extinguirá hasta la muerte de la última que sobreviviere.
Artículo 522.
Terminado el usufructo, se entregará al propietario la cosa usufructuada, salvo el
derecho de retención que compete al usufructuario o a sus herederos por los desembolsos
de que deban ser reintegrados. Verificada la entrega, se cancelará la fianza o hipoteca.
CAPÍTULO II
Del uso y de la habitación
Artículo 523.
Las facultades y obligaciones del usuario y del que tiene derecho de habitación se
regularán por el título constitutivo de estos derechos; y, en su defecto, por las disposiciones
siguientes.
Artículo 524.
El uso da derecho a percibir de los frutos de la cosa ajena los que basten a las
necesidades del usuario y de su familia, aunque ésta se aumente.
La habitación da a quien tiene este derecho la facultad de ocupar en una casa ajena las
piezas necesarias para sí y para las personas de su familia.
Artículo 525.
Los derechos de uso y habitación no se pueden arrendar ni traspasar a otro por ninguna
clase de título.
Artículo 526.
El que tuviere el uso de un rebaño o piara de ganado podrá aprovecharse de las crías,
leche y lana en cuanto baste para su consumo y el de su familia, así como también del
estiércol necesario para el abono de las tierras que cultive.
Artículo 527.
Si el usuario consumiera todos los frutos de la cosa ajena, o el que tuviere derecho de
habitación ocupara toda la casa, estará obligado a los gastos de cultivo, a los reparos
– 83 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 528.
Las disposiciones establecidas para el usufructo son aplicables a los derechos de uso y
habitación, en cuanto no se opongan a lo ordenado en el presente capítulo.
Artículo 529.
Los derechos de uso y habitación se extinguen por las mismas causas que el usufructo y
además por abuso grave de la cosa y de la habitación.
TÍTULO VII
De las servidumbres
CAPÍTULO PRIMERO
De las servidumbres en general
Artículo 530.
La servidumbre es un gravamen impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro
perteneciente a distinto dueño.
El inmueble a cuyo favor está constituida la servidumbre se llama predio dominante; el
que la sufre, predio sirviente.
Artículo 531.
También pueden establecerse servidumbres en provecho de una o más personas, o de
una comunidad, a quienes no pertenezca la finca gravada.
Artículo 532.
Las servidumbres pueden ser continuas o discontinuas, aparentes o no aparentes.
Continuas son aquellas cuyo uso es o puede ser incesante, sin la intervención de ningún
hecho del hombre.
Discontinuas son las que se usan a intervalos más o menos largos y dependen de actos
del hombre.
Aparentes, las que se anuncian y están continuamente a la vista por signos exteriores,
que revelan el uso y aprovechamiento de las mismas.
No aparentes, las que no presentan indicio alguno exterior de su existencia.
Artículo 533.
Las servidumbres son además positivas o negativas.
Se llama positiva a la servidumbre que impone al dueño del predio sirviente la obligación
de dejar hacer alguna cosa o de hacerla por sí mismo, y negativa la que prohíbe al dueño del
predio sirviente hacer algo que le sería lícito sin la servidumbre.
Artículo 534.
Las servidumbres son inseparables de la finca a la que activa o pasivamente pertenecen.
– 84 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 535.
Las servidumbres son indivisibles. Si el predio sirviente se divide entre dos o más, la
servidumbre no se modifica y cada uno de ellos tiene que tolerarla en la parte que le
corresponda.
Si es el predio dominante el que se divide entre dos o más, cada porcionero puede usar
por entero de la servidumbre, no alterando el lugar de su uso, ni agravándola de otra
manera.
Artículo 536.
Las servidumbres se establecen por la ley o por la voluntad de los propietarios. Aquéllas
se llaman legales y éstas voluntarias.
Artículo 537.
Las servidumbres continuas y aparentes se adquieren en virtud de título o por
prescripción de veinte años.
Artículo 538.
Para adquirir por prescripción las servidumbres a que se refiere el artículo anterior, el
tiempo de la posesión se contará: en las positivas, desde el día en que el dueño del predio
dominante, o el que haya aprovechado la servidumbre, hubiera empezado a ejercerla sobre
el predio sirviente; y en las negativas, desde el día en que el dueño del predio dominante
hubiera prohibido, por un acto formal, al del sirviente la ejecución del hecho que sería lícito
sin la servidumbre.
Artículo 539.
Las servidumbres continuas no aparentes y las discontinuas, sean o no aparentes, sólo
podrán adquirirse en virtud de título.
Artículo 540.
La falta de título constitutivo de las servidumbres que no pueden adquirirse por
prescripción únicamente se puede suplir por la escritura de reconocimiento del dueño del
predio sirviente, o por una sentencia firme.
Artículo 541.
La existencia de un signo aparente de servidumbre entre dos fincas, establecido por el
propietario de ambas, se considerará, si se enajenare una, como título para que la
servidumbre continúe activa y pasivamente, a no ser que, al tiempo de separarse la
propiedad de las dos fincas, se exprese lo contrario en el título de enajenación de cualquiera
de ellas, o se haga desaparecer aquel signo antes del otorgamiento de la escritura.
Artículo 542.
Al establecerse una servidumbre se entienden concedidos todos los derechos
necesarios para su uso.
Artículo 543.
El dueño del predio dominante podrá hacer, a su costa, en el predio sirviente las obras
necesarias para el uso y conservación de la servidumbre, pero sin alterarla ni hacerla más
gravosa.
– 85 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Deberá elegir para ello el tiempo y la forma convenientes a fin de ocasionar la menor
incomodidad posible al dueño del predio sirviente.
Artículo 544.
Si fuesen varios los predios dominantes, los dueños de todos ellos estarán obligados a
contribuir a los gastos de que trata el artículo anterior, en proporción al beneficio que a cada
cual reporte la obra. El que no quiera contribuir podrá eximirse renunciando a la servidumbre
en provecho de los demás.
Si el dueño del predio sirviente se utilizare en algún modo de la servidumbre, estará
obligado a contribuir a los gastos en la proporción antes expresada, salvo pacto en contrario.
Artículo 545.
El dueño del predio sirviente no podrá menoscabar de modo alguno el uso de la
servidumbre constituida.
Sin embargo, si por razón del lugar asignado primitivamente, o de la forma establecida
para el uso de la servidumbre, llegara ésta a ser muy incómoda al dueño del predio sirviente,
o le privase de hacer en él obras, reparos o mejoras importantes, podrá variarse a su costa,
siempre que ofrezca otro lugar o forma igualmente cómodos, y de suerte que no resulte
perjuicio alguno al dueño del predio dominante o a los que tengan derecho al uso de la
servidumbre.
Artículo 546.
Las servidumbres se extinguen:
1.º Por reunirse en una misma persona la propiedad del predio dominante y la del
sirviente.
2.º Por el no uso durante veinte años.
Este término principiará a contarse desde el día en que hubiera dejado de usarse la
servidumbre respecto a las discontinuas; y desde el día en que haya tenido lugar un acto
contrario a la servidumbre respecto a las continuas.
3.º Cuando los predios vengan a tal estado que no pueda usarse de la servidumbre; pero
ésta revivirá si después el estado de los predios permitiera usar de ella, a no ser que cuando
sea posible el uso, haya transcurrido el tiempo suficiente para la prescripción, conforme a lo
dispuesto en el número anterior.
4.º Por llegar el día o realizarse la condición, si la servidumbre fuera temporal o
condicional.
5.º Por la renuncia del dueño del predio dominante.
6.º Por la redención convenida entre el dueño del predio dominante y el del sirviente.
Artículo 547.
La forma de prestar la servidumbre puede prescribirse como la servidumbre misma, y de
la misma manera.
Artículo 548.
Si el predio dominante perteneciera a varios en común, el uso de la servidumbre hecho
por uno impide la prescripción respecto de los demás.
– 86 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO II
De las servidumbres legales
Artículo 549.
Las servidumbres impuestas por la ley tienen por objeto la utilidad pública o el interés de
los particulares.
Artículo 550.
Todo lo concerniente a las servidumbres establecidas para utilidad pública o comunal se
regirá por las leyes y reglamentos especiales que las determinan y, en su defecto, por las
disposiciones del presente título.
Artículo 551.
Las servidumbres que impone la ley en interés de los particulares, o por causa de
utilidad privada, se regirán por las disposiciones del presente título, sin perjuicio de lo que
dispongan las leyes, reglamentos y ordenanzas generales o locales sobre polícia urbana o
rural.
Estas servidumbres podrán ser modificadas por convenio de los interesados cuando no
lo prohíba la ley ni resulte perjuicio a tercero.
Artículo 552.
Los predios inferiores están sujetos a recibir las aguas que, naturalmente y sin obra del
hombre, descienden de los predios superiores, así como la tierra o piedra que arrastran en
su curso.
Ni el dueño del predio inferior puede hacer obras que impidan esta servidumbre, ni el del
superior obras que la graven.
Artículo 553.
Las riberas de los ríos, aun cuando sean de dominio privado, están sujetas en toda su
extensión y sus márgenes, en una zona de tres metros, a la servidumbre de uso público en
interés general de la navegación, la flotación, la pesca y el salvamento.
Los predios contiguos a las riberas de los ríos navegables o flotables están además
sujetos a la servidumbre de camino de sirga para el servicio exclusivo de la navegación y
flotación fluvial.
Si fuere necesario ocupar para ello terrenos de propiedad particular, procederá la
correspondiente indemnización.
Artículo 554.
Cuando para la derivación o toma de aguas de un río o arroyo, o para el
aprovechamiento de otras corrientes continuas o discontinuas, fuere necesario establecer
una presa, y el que haya de hacerlo no sea dueño de las riberas o terrenos en que necesite
apoyarla, podrá establecer la servidumbre de estribo de presa, previa la indemnización
correspondiente.
Artículo 555.
Las servidumbres forzosas de saca de agua y de abrevadero solamente podrán
imponerse por causa de utilidad pública en favor de alguna población o caserío, previa la
correspondiente indemnización.
– 87 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 556.
Las servidumbres de saca de agua y de abrevadero llevan consigo la obligación en los
predios sirvientes de dar paso a personas y ganados hasta el punto donde hayan de
utilizarse aquéllas, debiendo ser extensiva a este servicio la indemnización.
Artículo 557.
Todo el que quiera servirse del agua de que puede disponer para una finca suya, tiene
derecho a hacerla pasar por los predios intermedios, con obligación de indemnizar a sus
dueños, como también a los de los predios inferiores sobre los que se filtren o caigan las
aguas.
Artículo 558.
El que pretenda usar del derecho concedido en el artículo anterior está obligado:
1.º A justificar que puede disponer del agua y que ésta es suficiente para el uso a que la
destina.
2.º A demostrar que el paso que solicita es el más conveniente y menos oneroso para
tercero.
3.º A indemnizar al dueño del predio sirviente en la forma que se determine por las leyes
y reglamentos.
Artículo 559.
No puede imponerse la servidumbre de acueducto para objeto de interés privado sobre
edificios, ni sus patios o dependencias, ni sobre jardines o huertas ya existentes.
Artículo 560.
La servidumbre de acueducto no obsta para que el dueño del predio sirviente pueda
cerrarlo y cercarlo, así como edificar sobre el mismo acueducto de manera que éste no
experimente perjuicio, ni se imposibiliten las reparaciones y limpias necesarias.
Artículo 561.
Para los efectos legales, la servidumbre de acueducto será considerada como continua y
aparente, aun cuando no sea constante el paso del agua o su uso dependa de las
necesidades del predio dominante, o de un turno establecido por días o por horas.
Artículo 562.
El que para dar riego a su heredad o mejorarla, necesite construir parada o partidor en el
cauce por donde haya de recibir el agua, podrá exigir que los dueños de las márgenes
permitan su construcción, previo abono de daños y perjuicios, incluso los que se originen de
la nueva servidumbre a dichos dueños y a los demás regantes.
Artículo 563.
El establecimiento, extensión, forma y condiciones de las servidumbres de aguas de que
se trata en esta sección se regirán por la ley especial de la materia en cuanto no se halle
previsto en este Código.
Artículo 564.
El propietario de una finca o heredad, enclavada entre otras ajenas y sin salida a camino
público, tiene derecho a exigir paso por las heredades vecinas, previa la correspondiente
indemnización.
Si esta servidumbre se constituye de manera que pueda ser continuo su uso para todas
las necesidades del predio dominante estableciendo una vía permanente, la indemnización
– 88 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
consistirá en el valor del terreno que se ocupe y en el importe de los perjuicios que se
causen en el predio sirviente.
Cuando se limite al paso necesario para el cultivo de la finca enclavada entre otras y
para la extracción de sus cosechas a través del predio sirviente sin vía permanente, la
indemnización consistirá en el abono del perjuicio que ocasione este gravamen.
Artículo 565.
La servidumbre de paso debe darse por el punto menos perjudicial al predio sirviente y,
en cuanto fuere conciliable con esta regla, por donde sea menor la distancia del predio
dominante al camino público.
Artículo 566.
La anchura de la servidumbre de paso será la que baste a las necesidades del predio
dominante.
Artículo 567.
Si adquirida una finca por venta, permuta o partición, quedare enclavada entre otras del
vendedor, permutante o copartícipe, éstos están obligados a dar paso sin indemnización,
salvo pacto en contrario.
Artículo 568.
Si el paso concedido a una finca enclavada deja de ser necesario por haberla reunido su
dueño a otra que esté contigua al camino público, el dueño del predio sirviente podrá pedir
que se extinga la servidumbre, devolviendo lo que hubiera recibido por indemnización.
Lo mismo se entenderá en el caso de abrirse un nuevo camino que dé acceso a la finca
enclavada.
Artículo 569.
Si fuere indispensable para construir o reparar algún edificio pasar materiales por predio
ajeno, o colocar en él andamios u otros objetos para la obra, el dueño de este predio está
obligado a consentirlo, recibiendo la indemnización correspondiente al perjuicio que se le
irrogue.
Artículo 570.
Las servidumbres existentes de paso para ganados, conocidas con los nombres de
cañada, cordel, vereda o cualquier otro, y las de abrevadero, descansadero y majada, se
regirán por las ordenanzas y reglamentos del ramo y, en su defecto, por el uso y costumbre
del lugar.
Sin perjuicio de los derechos legítimamente adquiridos, la cañada no podrá exceder en
todo caso de la anchura de 75 metros, el cordel de 37 metros 50 centímetros, y la vereda de
20 metros.
Cuando sea necesario establecer la servidumbre forzosa de paso o la de abrevadero
para ganados, se observará lo dispuesto en esta sección y en los artículos 555 y 556. En
este caso la anchura no podrá exceder de 10 metros.
Artículo 571.
La servidumbre de medianería se regirá por las disposiciones de este título y por las
ordenanzas y usos locales en cuanto no se opongan a él, o no esté prevenido en el mismo.
Artículo 572.
Se presume la servidumbre de medianería mientras no haya un título o signo exterior o
prueba en contrario:
– 89 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
1.º En las paredes divisorias de los edificios contiguos hasta el punto común de
elevación.
2.º En las paredes divisorias de los jardines o corrales sitos en poblado o en el campo.
3.º En las cercas, vallados y setos vivos que dividen los predios rústicos.
Artículo 573.
Se entiende que hay signo exterior, contrario a la servidumbre de medianería:
1.º Cuando en las paredes divisorias de los edificios haya ventanas o huecos abiertos.
2.º Cuando la pared divisoria esté por un lado recta y a plomo en todo su paramento, y
por el otro presente lo mismo en su parte superior, teniendo en el inferior relex o retallos.
3.º Cuando resulte construida toda la pared sobre el terreno de una de las fincas, y no
por mitad entre una y otra de las dos contiguas.
4.º Cuando sufra las cargas de carreras, pisos y armaduras de una de las fincas, y no de
la contigua.
5.º Cuando la pared divisoria entre patios, jardines y heredades esté construida de modo
que la albardilla vierta hacia una de las propiedades.
6.º Cuando la pared divisoria, construida de mampostería, presente piedras llamadas
pasaderas, que de distancia en distancia salgan fuera de la superficie sólo por un lado y no
por el otro.
7.º Cuando las heredades contiguas a otras defendidas por vallados o setos vivos no se
hallen cerradas.
En todos estos casos, la propiedad de las paredes, vallados o setos se entenderá que
pertenece exclusivamente al dueño de la finca o heredad que tenga a su favor la presunción
fundada en cualquiera de los signos indicados.
Artículo 574.
Las zanjas o acequias abiertas entre las heredades se presumen también medianeras, si
no hay título o signo que demuestre lo contrario.
Hay signo contrario a la medianería cuando la tierra o broza sacada para abrir la zanja o
para su limpieza se halla de un solo lado, en cuyo caso la propiedad de la zanja pertenecerá
exclusivamente al dueño de la heredad que tenga a su favor este signo exterior.
Artículo 575.
La reparación y construcción de las paredes medianeras y el mantenimiento de los
vallados, setos vivos, zanjas y acequias, también medianeros, se costeará por todos los
dueños de las fincas que tengan a su favor la medianería, en proporción al derecho de cada
uno.
Sin embargo, todo propietario puede dispensarse de contribuir a esta carga renunciando
a la medianería, salvo el caso en que la pared medianera sostenga un edificio suyo.
Artículo 576.
Si el propietario de un edificio que se apoya en una pared medianera quisiera derribarlo,
podrá igualmente renunciar a la medianería, pero serán de su cuenta todas las reparaciones
y obras necesarias para evitar, por aquella vez solamente, los daños que el derribo pueda
ocasionar a la pared medianera.
Artículo 577.
Todo propietario puede alzar la pared medianera, haciéndolo a sus expensas e
indemnizando los perjuicios que se ocasionen con la obra, aunque sean temporales.
Serán igualmente de su cuenta los gastos de conservación de la pared, en lo que ésta se
haya levantado o profundizado sus cimientos respecto de como estaba antes; y además la
indemnización de los mayores gastos que haya que hacer para la conservación de la pared
medianera por razón de la mayor altura o profundidad que se le haya dado.
– 90 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 578.
Los demás propietarios que no hayan contribuido a dar más elevación, profundidad o
espesor a la pared podrán, sin embargo, adquirir en ella los derechos de medianería,
pagando proporcionalmente el importe de la obra y la mitad del valor del terreno sobre el que
se le hubiese dado mayor espesor.
Artículo 579.
Cada propietario de una pared medianera podrá usar de ella en proporción al derecho
que tenga en la mancomunidad; podrá, por lo tanto, edificar apoyando su obra en la pared
medianera, o introduciendo vigas hasta la mitad de su espesor, pero sin impedir el uso
común y respectivo de los demás medianeros.
Para usar el medianero de este derecho ha de obtener previamente el consentimiento de
los demás interesados en la medianería; y si no lo obtuviere, se fijarán por peritos las
condiciones necesarias para que la nueva obra no perjudique a los derechos de aquéllos.
Artículo 580.
Ningún medianero puede sin consentimiento del otro abrir en pared medianera ventana
ni hueco alguno.
Artículo 581.
El dueño de una pared no medianera, contigua a finca ajena, puede abrir en ella
ventanas o huecos para recibir luces a la altura de las carreras, o inmediatos a los techos, y
de las dimensiones de 30 centímetros en cuadro, y, en todo caso, con reja de hierro
remetida en la pared y con red de alambre.
Sin embargo, el dueño de la finca o propiedad contigua a la pared en que estuvieren
abiertos los huecos podrá cerrarlos si adquiere la medianería y no se hubiera pactado lo
contrario.
También podrá cubrirlos edificando en su terreno o levantando pared contigua a la que
tenga dicho hueco o ventana.
Artículo 582.
No se puede abrir ventanas con vistas rectas, ni balcones u otros voladizos semejantes,
sobre la finca del vecino, si no hay dos metros de distancia entre la pared en que se
construyan y dicha propiedad.
Tampoco pueden tenerse vistas de costado u oblicuas sobre la misma propiedad, si no
hay 60 centímetros de distancia.
Artículo 583.
Las distancias de que se habla en el artículo anterior se contarán en las vistas rectas
desde la línea exterior de la pared en los huecos en que no haya voladizos, desde la línea de
éstos donde los haya, y para las oblicuas desde la línea de separación de las dos
propiedades.
Artículo 584.
Lo dispuesto en el artículo 582 no es aplicable a los edificios separados por una vía
pública.
– 91 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 585.
Cuando por cualquier título se hubiere adquirido derecho a tener vistas directas,
balcones o miradores sobre la propiedad colindante, el dueño del predio sirviente no podrá
edificar a menos de tres metros de distancia, tomándose la medida de la manera indicada en
el artículo 583.
Artículo 586.
El propietario de un edificio está obligado a construir sus tejados o cubiertas de manera
que las aguas pluviales caigan sobre su propio suelo o sobre la calle o sitio público, y no
sobre el suelo del vecino. Aun cayendo sobre el propio suelo, el propietario está obligado a
recoger las aguas de modo que no causen perjuicio al predio contiguo.
Artículo 587.
El dueño del predio que sufre la servidumbre de vertiente de los tejados podrá edificar
recibiendo las aguas sobre su propio tejado o dándoles otra salida conforme a las
ordenanzas o costumbres locales y de modo que no resulte gravamen ni perjuicio alguno
para el predio dominante.
Artículo 588.
Cuando el corral o patio de una casa se halle enclavado entre otras, y no sea posible dar
salida por la misma casa a las aguas pluviales que en él se recojan, podrá exigirse el
establecimiento de la servidumbre de desagüe, dando paso a las aguas por el punto de los
predios contiguos en que sea más fácil la salida y estableciéndose el conducto de desagüe
en la forma que menos perjuicios ocasione al predio sirviente, previa la indemnización que
corresponda.
Artículo 589.
No se podrá edificar ni hacer plantaciones cerca de las plazas fuertes o fortalezas sin
sujetarse a las condiciones exigidas por las leyes, ordenanzas y reglamentos particulares de
la materia.
Artículo 590.
Nadie podrá construir cerca de una pared ajena o medianera pozos, cloacas,
acueductos, hornos, fraguas, chimeneas, establos, depósitos de materias corrosivas,
artefactos que se muevan por el vapor, o fábricas que por sí mismas o por sus productos
sean peligrosas o nocivas, sin guardar las distancias prescritas por los reglamentos y usos
del lugar, y sin ejecutar las obras de resguardo necesarias, con sujeción, en el modo, a las
condiciones que los mismos reglamentos prescriban.
A falta de reglamento se tomarán las precauciones que se juzguen necesarias, previo
dictamen pericial, a fin de evitar todo daño a las heredades o edificios vecinos.
Artículo 591.
No se podrá plantar árboles cerca de una heredad ajena sino a la distancia autorizada
por las ordenanzas o la costumbre del lugar, y, en su defecto, a la de dos metros de la línea
divisoria de las heredades si la plantación se hace de árboles altos, y a la de 50 centímetros
si la plantación es de arbustos o árboles bajos.
Todo propietario tiene derecho a pedir que se arranquen los árboles que en adelante se
plantaren a menor distancia de su heredad.
– 92 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 592.
Si las ramas de algunos árboles se extendieren sobre una heredad, jardines o patios
vecinos, tendrá el dueño de éstos derecho a reclamar que se corten en cuanto se extiendan
sobre su propiedad, y si fueren las raíces de los árboles vecinos las que se extendiesen en
suelo de otro, el dueño del suelo en que se introduzcan podrá cortarlas por sí mismo dentro
de su heredad.
Artículo 593.
Los árboles existentes en un seto vivo o medianero se presumen también medianeros, y
cualquiera de los dueños tiene derecho a exigir su derribo.
Exceptuánse los árboles que sirvan de mojones, los cuales no podrán arrancarse sino de
común acuerdo entre los colindantes.
CAPÍTULO III
De las servidumbres voluntarias
Artículo 594.
Todo propietario de una finca puede establecer en ella las servidumbres que tenga por
conveniente, y en el modo y forma que bien le pareciere, siempre que no contravenga a las
leyes ni al orden público.
Artículo 595.
El que tenga la propiedad de una finca cuyo usufructo pertenezca a otro, podrá imponer
sobre ella, sin el consentimiento del usufructuario, las servidumbres que no perjudiquen al
derecho del usufructo.
Artículo 596.
Cuando pertenezca a una persona el dominio directo de una finca y a otra el dominio útil,
no podrá establecerse sobre ella servidumbre voluntaria perpetua sin el consentimiento de
ambos dueños.
Artículo 597.
Para imponer una servidumbre sobre un fundo indiviso se necesita el consentimiento de
todos los copropietarios.
La concesión hecha solamente por algunos quedará en suspenso hasta tanto que la
otorgue el último de todos los partícipes o comuneros.
Pero la concesión hecha por uno de los copropietarios separadamente de los otros
obliga al concedente y a sus sucesores, aunque lo sean a título particular, a no impedir el
ejercicio del derecho concedido.
Artículo 598.
El título y, en su caso, la posesión de la servidumbre adquirida por prescripción
determinan los derechos del predio dominante y las obligaciones del sirviente. En su defecto,
se regirá la servidumbre por las disposiciones del presente título que le sean aplicables.
Artículo 599.
Si el dueño del predio sirviente se hubiere obligado, al constituirse la servidumbre, a
costear las obras necesarias para el uso y conservación de la misma, podrá librarse de esta
carga abandonando su predio al dueño del dominante.
Artículo 600.
La comunidad de pastos sólo podrá establecerse en lo sucesivo por concesión expresa
de los propietarios, que resulte de contrato o de última voluntad, y no a favor de una
– 93 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 601.
La comunidad de pastos en terrenos públicos, ya pertenezcan a los Municipios, ya al
Estado, se regirá por las leyes administrativas.
Artículo 602.
Si entre los vecinos de uno o más pueblos existiere comunidad de pastos, el propietario
que cercare con tapia o seto una finca, la hará libre de la comunidad. Quedarán, sin
embargo, subsistentes las demás servidumbres que sobre la misma estuviesen establecidas.
El propietario que cercare su finca conservará su derecho a la comunidad de pastos en
las otras fincas no cercadas.
Artículo 603.
El dueño de terrenos gravados con la servidumbre de pastos podrá redimir esta carga
mediante el pago de su valor a los que tengan derecho a la servidumbre.
A falta de convenio, se fijará el capital para la redención sobre la base del 4 por 100 del
valor anual de los pastos, regulado por tasación pericial.
Artículo 604.
Lo dispuesto en el artículo anterior es aplicable a las servidumbres establecidas para el
aprovechamiento de leñas y demás productos de los montes de propiedad particular.
TÍTULO VIII
Del Registro de la Propiedad
CAPÍTULO ÚNICO
Artículo 605.
El Registro de la Propiedad tiene por objeto la inscripción o anotación de los actos y
contratos relativos al dominio y demás derechos reales sobre bienes inmuebles.
Artículo 606.
Los títulos de dominio, o de otros derechos reales sobre bienes inmuebles, que no estén
debidamente inscritos o anotados en el Registro de la Propiedad, no perjudican a tercero.
Artículo 607.
El Registro de la Propiedad será público para los que tengan interés conocido en
averiguar el estado de los bienes inmuebles o derechos reales anotados o inscritos.
Artículo 608.
Para determinar los títulos sujetos a inscripción o anotación, la forma, efectos y extinción
de las mismas, la manera de llevar el Registro y el valor de los asientos de sus libros, se
estará a lo dispuesto en la Ley Hipotecaria.
– 94 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
LIBRO III
De los diferentes modos de adquirir la propiedad
Disposición preliminar
Artículo 609.
La propiedad se adquiere por la ocupación.
La propiedad y los demás derechos sobre los bienes se adquieren y transmiten por la
ley, por donación, por sucesión testada e intestada, y por consecuencia de ciertos contratos
mediante la tradición.
Pueden también adquirirse por medio de la prescripción.
TÍTULO PRIMERO
De la ocupación
Artículo 610.
Se adquieren por la ocupación los bienes apropiables por su naturaleza que carecen de
dueño, como los animales que son objeto de la caza y pesca, el tesoro oculto y las cosas
muebles abandonadas.
Artículo 611.
El derecho de caza y pesca se rige por leyes especiales.
Artículo 612.
El propietario de un enjambre de abejas tendrá derecho a perseguirlo sobre el fundo
ajeno, indemnizando al poseedor de éste el daño causado. Si estuviere cercado, necesitará
el consentimiento del dueño para penetrar en él.
Cuando el propietario no haya perseguido, o cese de perseguir el enjambre dos días
consecutivos, podrá el poseedor de la finca ocuparlo o retenerlo.
El propietario de animales amansados podrá también reclamarlos dentro de veinte días,
a contar desde su ocupación por otro. Pasado este término, pertenecerán al que los haya
cogido y conservado.
Artículo 613.
Las palomas, conejos y peces que de su respectivo criadero pasaren a otro
perteneciente a distinto dueño, serán de propiedad de éste, siempre que no hayan sido
atraídos por medio de algún artificio o fraude.
Artículo 614.
El que por casualidad descubriere un tesoro oculto en propiedad ajena tendrá el derecho
que le concede el artículo 351 de este Código.
Artículo 615.
El que encontrare una cosa mueble, que no sea tesoro, debe restituirla a su anterior
poseedor. Si éste no fuere conocido, deberá consignarla inmediatamente en poder del
Alcalde del pueblo donde se hubiese verificado el hallazgo.
El Alcalde hará publicar éste, en la forma acostumbrada, dos domingos consecutivos.
Si la cosa mueble no pudiere conservarse sin deterioro o sin hacer gastos que
disminuyan notablemente su valor, se venderá en pública subasta luego que hubiesen
pasado ocho días desde el segundo anuncio sin haberse presentado el dueño, y se
depositará su precio.
Pasados dos años, a contar desde el día de la segunda publicación, sin haberse
presentando el dueño, se adjudicará la cosa encontrada o su valor al que la hubiese hallado.
– 95 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Tanto éste como el propietario estarán obligados, cada cual en su caso, a satisfacer los
gastos.
Artículo 616.
Si se presentare a tiempo el propietario, estará obligado a abonar, a título de premio, al
que hubiese hecho el hallazgo, la décima parte de la suma o del precio de la cosa
encontrada. Cuando el valor del hallazgo excediese de 2.000 pesetas, el premio se reducirá
a la vigésima parte en cuanto al exceso.
Artículo 617.
Los derechos sobre los objetos arrojados al mar o sobre los que las olas arrojen a la
playa, de cualquier naturaleza que sean, o sobre las plantas y hierbas que crezcan en su
ribera, se determinan por leyes especiales.
TÍTULO II
De la donación
CAPÍTULO PRIMERO
De la naturaleza de las donaciones
Artículo 618.
La donación es un acto de liberalidad por el cual una persona dispone gratuitamente de
una cosa en favor de otra, que la acepta.
Artículo 619.
Es también donación la que se hace a una persona por sus méritos o por los servicios
prestados al donante, siempre que no constituyan deudas exigibles, o aquella en que se
impone al donatario un gravamen inferior al valor de lo donado.
Artículo 620.
Las donaciones que hayan de producir sus efectos por muerte del donante participan de
la naturaleza de las disposiciones de última voluntad, y se regirán por las reglas establecidas
en el capítulo de la sucesión testamentaria.
Artículo 621.
Las donaciones que hayan de producir sus efectos entre vivos se regirán por las
disposiciones generales de los contratos y obligaciones en todo lo que no se halle
determinado en este título.
Artículo 622.
Las donaciones con causa onerosa se regirán por las reglas de los contratos y las
remuneratorias por las disposiciones del presente título en la parte que excedan del valor del
gravamen impuesto.
Artículo 623.
La donación se perfecciona desde que el donante conoce la aceptación del donatario.
– 96 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO II
De las personas que pueden hacer o recibir donaciones
Artículo 624.
Podrán hacer donación todos los que puedan contratar y disponer de sus bienes.
Artículo 625.
Podrán aceptar donaciones todos los que no estén especialmente incapacitados por la
ley para ello.
Artículo 626.
Las personas que no pueden contratar no podrán aceptar donaciones condicionales u
onerosas sin la intervención de sus legítimos representantes.
Artículo 627.
Las donaciones hechas a los concebidos y no nacidos podrán ser aceptadas por las
personas que legítimamente los representarían si se hubiera verificado ya su nacimiento.
Artículo 628.
Las donaciones hechas a personas inhábiles son nulas, aunque lo hayan sido
simuladamente, bajo apariencia de otro contrato, por persona interpuesta.
Artículo 629.
La donación no obliga al donante, ni produce efecto, sino desde la aceptación.
Artículo 630.
El donatario debe, so pena de nulidad, aceptar la donación por sí o por medio de
persona autorizada con poder especial para el caso, o con poder general y bastante.
Artículo 631.
Las personas que acepten una donación en representación de otras que no puedan
hacerlo por sí, estarán obligadas a procurar la notificación y anotación de que habla el
artículo 633.
Artículo 632.
La donación de cosa mueble podrá hacerse verbalmente o por escrito.
La verbal requiere la entrega simultánea de la cosa donada. Faltando este requisito, no
surtirá efecto si no se hace por escrito y consta en la misma forma la aceptación.
Artículo 633.
Para que sea válida la donación de cosa inmueble, ha de hacerse en escritura pública,
expresándose en ella individualmente los bienes donados y el valor de las cargas que deba
satisfacer el donatario.
La aceptación podrá hacerse en la misma escritura de donación o en otra separada; pero
no surtirá efecto si no se hiciese en vida del donante.
Hecha en escritura separada, deberá notificarse la aceptación en forma auténtica al
donante, y se anotará esta diligencia en ambas escrituras.
– 97 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO III
De los efectos y limitaciones de las donaciones
Artículo 634.
La donación podrá comprender todos los bienes presentes del donante, o parte de ellos,
con tal que éste se reserve, en plena propiedad o en usufructo, lo necesario para vivir en un
estado correspondiente a sus circunstancias.
Artículo 635.
La donación no podrá comprender los bienes futuros.
Por bienes futuros se entienden aquellos de que el donante no puede disponer al tiempo
de la donación.
Artículo 636.
No obstante lo dispuesto en el artículo 634, ninguno podrá dar ni recibir, por vía de
donación, más de lo que pueda dar o recibir por testamento.
La donación será inoficiosa en todo lo que exceda de esta medida.
Artículo 637.
Cuando la donación hubiere sido hecha a varias personas conjuntamente, se entenderá
por partes iguales; y no se dará entre ellas el derecho de acrecer, si el donante no hubiese
dispuesto otra cosa.
Se exceptúan de esta disposición las donaciones hechas conjuntamente a ambos
cónyuges, entre los cuales tendrá lugar aquel derecho, si el donante no hubiese dispuesto lo
contrario.
Artículo 638.
El donatario se subroga en todos los derechos y acciones que en caso de evicción
corresponderían al donante. Éste, en cambio, no queda obligado al saneamiento de las
cosas donadas, salvo si la donación fuere onerosa, en cuyo caso responderá el donante de
la evicción hasta la concurrencia del gravamen.
Artículo 639.
Podrá reservarse el donante la facultad de disponer de algunos de los bienes donados, o
de alguna cantidad con cargo a ellos; pero, si muriere sin haber hecho uso de este derecho,
pertenecerán al donatario los bienes o la cantidad que se hubiese reservado.
Artículo 640.
También se podrá donar la propiedad a una persona y el usufructo a otra u otras, con la
limitación establecida en el artículo 781 de este Código.
Artículo 641.
Podrá establecerse válidamente la reversión en favor de sólo el donador para cualquier
caso y circunstancias, pero no en favor de otras personas sino en los mismos casos y con
iguales limitaciones que determina este Código para las sustituciones testamentarias.
La reversión estipulada por el donante en favor de tercero contra lo dispuesto en el
párrafo anterior es nula; pero no producirá la nulidad de la donación.
Artículo 642.
Si la donación se hubiere hecho imponiendo al donatario la obligación de pagar las
deudas del donante, como la cláusula no contenga otra declaración, sólo se entenderá aquél
obligado a pagar las que apareciesen contraídas antes.
– 98 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 643.
No mediando estipulación respecto al pago de deudas, sólo responderá de ellas el
donatario cuando la donación se haya hecho en fraude de los acreedores.
Se presumirá siempre hecha la donación en fraude de los acreedores cuando al hacerla
no se haya reservado el donante bienes bastantes para pagar las deudas anteriores a ella.
CAPÍTULO IV
De la revocación y reducción de las donaciones
Artículo 644.
Toda donación entre vivos, hecha por persona que no tenga hijos ni descendientes, será
revocable por el mero hecho de ocurrir cualquiera de los casos siguientes:
1.° Que el donante tenga, después de la donación, hijos, aunque sean póstumos.
2.° Que resulte vivo el hijo del donante que éste reputaba muerto cuando hizo la
donación.
Artículo 645.
Rescindida la donación por la supervivencia de hijos, se restituirán al donante los bienes
donados, o su valor si el donatario los hubiese vendido.
Si se hallaren hipotecados, podrá el donante liberar la hipoteca, pagando la cantidad que
garantice, con derecho a reclamarla del donatario.
Cuando los bienes no pudieren ser restituidos, se apreciarán por lo que valían al tiempo
de hacer la donación.
Artículo 646.
La acción de revocación por superveniencia o supervivencia de hijos prescribe por el
transcurso de cinco años, contados desde que se tuvo noticia del nacimiento del último hijo o
de la existencia del que se creía muerto.
Esta acción es irrenunciable y se transmite, por muerte del donante, a los hijos y sus
descendientes.
Artículo 647.
La donación será revocada a instancia del donante, cuando el donatario haya dejado de
cumplir alguna de las condiciones que aquél le impuso.
En este caso, los bienes donados volverán al donante, quedando nulas las
enajenaciones que el donatario hubiese hecho y las hipotecas que sobre ellos hubiese
impuesto, con la limitación establecida, en cuanto a terceros, por la Ley Hipotecaria.
Artículo 648.
También podrá ser revocada la donación, a instancia del donante, por causa de
ingratitud en los casos siguientes:
1.º Si el donatario cometiere algún delito contra la persona, el honor o los bienes del
donante.
2.º Si el donatario imputare al donante alguno de los delitos que dan lugar a
procedimientos de oficio o acusación pública, aunque lo pruebe; a menos que el delito se
hubiese cometido contra el mismo donatario, su cónyuge o los hijos constituidos bajo su
autoridad.
3.º Si le niega indebidamente los alimentos.
Artículo 649.
Revocada la donación por causa de ingratitud, quedarán, sin embargo, subsistentes las
enajenaciones e hipotecas anteriores a la anotación de la demanda de revocación en el
Registro de la Propiedad.
– 99 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 650.
En el caso a que se refiere el primer párrafo del artículo anterior, tendrá derecho el
donante para exigir del donatario el valor de los bienes enajenados que no pueda reclamar
de los terceros, o la cantidad en que hubiesen sido hipotecados.
Se atenderá al tiempo de la donación para regular el valor de dichos bienes.
Artículo 651.
Cuando se revocare la donación por alguna de las causas expresadas en el artículo 644,
o por ingratitud, y cuando se redujere por inoficiosa, el donatario no devolverá los frutos sino
desde la interposición de la demanda.
Si la revocación se fundare en haber dejado de cumplirse alguna de las condiciones
impuestas en la donación, el donatario devolverá, además de los bienes, los frutos que
hubiese percibido después de dejar de cumplir la condición.
Artículo 652.
La acción concedida al donante por causa de ingratitud no podrá renunciarse
anticipadamente. Esta acción prescribe en el término de un año, contado desde que el
donante tuvo conocimiento del hecho y posibilidad de ejercitar la acción.
Artículo 653.
No se transmitirá esta acción a los herederos del donante, si éste, pudiendo, no la
hubiese ejercitado.
Tampoco se podrá ejercitar contra el heredero del donatario, a no ser que, a la muerte
de éste, se hallase interpuesta la demanda.
Artículo 654.
Las donaciones que, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 636, sean inoficiosas
computado el valor líquido de los bienes del donante al tiempo de su muerte, deberán ser
reducidas en cuanto al exceso; pero esta reducción no obstará para que tengan efecto
durante la vida del donante y para que el donatario haga suyos los frutos.
Para la reducción de las donaciones se estará a lo dispuesto en este capítulo y en los
artículos 820 y 821 del presente Código.
Artículo 655.
Sólo podrán pedir reducción de las donaciones aquellos que tengan derecho a legítima o
a una parte alícuota de la herencia y sus herederos o causahabientes.
Los comprendidos en el párrafo anterior no podrán renunciar su derecho durante la vida
del donante, ni por declaración expresa, ni prestando su consentimiento a la donación.
Los donatarios, los legatarios que no lo sean de parte alícuota y los acreedores del
difunto, no podrán pedir la reducción ni aprovecharse de ella.
Artículo 656.
Si, siendo dos o más las donaciones, no cupieren todas en la parte disponible, se
suprimirán o reducirán en cuanto al exceso las de fecha más reciente.
– 100 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
TÍTULO III
De las sucesiones
Disposiciones generales
Artículo 657.
Los derechos a la sucesión de una persona se transmiten desde el momento de su
muerte.
Artículo 658.
La sucesión se defiere por la voluntad del hombre manifestada en testamento y, a falta
de éste, por disposición de la ley.
La primera se llama testamentaria, y la segunda, legítima.
Podrá también deferirse en una parte por voluntad del hombre, y en otra por disposición
de la ley.
Artículo 659.
La herencia comprende todos los bienes, derechos y obligaciones de una persona que
no se extingan por su muerte.
Artículo 660.
Llámase heredero al que sucede a título universal, y legatario al que sucede a título
particular.
Artículo 661.
Los herederos suceden al difunto por el hecho solo de su muerte en todos sus derechos
y obligaciones.
CAPÍTULO PRIMERO
De los testamentos
Artículo 662.
Pueden testar todos aquellos a quienes la ley no lo prohíbe expresamente.
Artículo 663.
Están incapacitados para testar:
1.º Los menores de catorce años de uno y otro sexo.
2.º El que habitual o accidentalmente no se hallare en su cabal juicio.
Artículo 664.
El testamento hecho antes de la enajenación mental es válido.
Artículo 665.
Siempre que el incapacitado por virtud de sentencia que no contenga pronunciamiento
acerca de su capacidad para testar pretenda otorgar testamento, el Notario designará dos
facultativos que previamente le reconozcan y no lo autorizará sino cuando éstos respondan
de su capacidad.
– 101 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 666.
Para apreciar la capacidad del testador se atenderá únicamente al estado en que se
halle al tiempo de otorgar el testamento.
Artículo 667.
El acto por el cual una persona dispone para después de su muerte de todos sus bienes
o de parte de ellos se llama testamento.
Artículo 668.
El testador puede disponer de sus bienes a título de herencia o de legado.
En la duda, aunque el testador no haya usado materialmente la palabra heredero, si su
voluntad está clara acerca de este concepto, valdrá la disposición como hecha a título
universal o de herencia.
Artículo 669.
No podrán testar dos o más personas mancomunadamente, o en un mismo instrumento,
ya lo hagan en provecho recíproco, ya en beneficio de un tercero.
Artículo 670.
El testamento es un acto personalísimo: no podrá dejarse su formación, en todo ni en
parte, al arbitrio de un tercero, ni hacerse por medio de comisario o mandatario.
Tampoco podrá dejarse al arbitrio de un tercero la subsistencia del nombramiento de
herederos o legatarios, ni la designación de las porciones en que hayan de suceder cuando
sean instituidos nominalmente.
Artículo 671.
Podrá el testador encomendar a un tercero la distribución de las cantidades que deje en
general a clases determinadas, como a los parientes, a los pobres o a los establecimientos
de beneficencia, así como la elección de las personas o establecimientos a quienes aquéllas
deban aplicarse.
Artículo 672.
Toda disposición que sobre institución de heredero, mandas o legados haga el testador,
refiriéndose a cédulas o papeles privados que después de su muerte aparezcan en su
domicilio o fuera de él, será nula si en las cédulas o papeles no concurren los requisitos
prevenidos para el testamento ológrafo.
Artículo 673.
Será nulo el testamento otorgado con violencia, dolo o fraude.
Artículo 674.
El que con dolo, fraude o violencia impidiere que una persona, de quien sea heredero
abintestado, otorgue libremente su última voluntad, quedará privado de su derecho a la
herencia, sin perjuicio de la responsabilidad criminal en que haya incurrido.
Artículo 675.
Toda disposición testamentaria deberá entenderse en el sentido literal de sus palabras, a
no ser que aparezca claramente que fue otra la voluntad del testador. En caso de duda se
observará lo que aparezca más conforme a la intención del testador, según el tenor del
mismo testamento.
– 102 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
El testador no puede prohibir que se impugne el testamento en los casos en que haya
nulidad declarada por la ley.
Artículo 676.
El testamento puede ser común o especial.
El común puede ser ológrafo, abierto o cerrado.
Artículo 677.
Se consideran testamentos especiales el militar, el marítimo y el hecho en país
extranjero.
Artículo 678.
Se llama ológrafo el testamento cuando el testador lo escribe por sí mismo en la forma y
con los requisitos que se determinan en el artículo 688.
Artículo 679.
Es abierto el testamento siempre que el testador manifiesta su última voluntad en
presencia de las personas que deben autorizar el acto, quedando enteradas de lo que en él
se dispone.
Artículo 680.
El testamento es cerrado cuando el testador, sin revelar su última voluntad, declara que
ésta se halla contenida en el pliego que presenta a las personas que han de autorizar el
acto.
Artículo 681.
No podrán ser testigos en los testamentos:
Primero: Los menores de edad, salvo lo dispuesto en el artículo 701.
Segundo: Los ciegos y los totalmente sordos o mudos.
Tercero: Los que no entiendan el idioma del testador.
Cuarto: Los que no estén en su sano juicio.
Quinto: El cónyuge o los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo
de afinidad del Notario autorizante y quienes tengan con éste relación de trabajo.
Artículo 682.
En el testamento abierto tampoco podrán ser testigos los herederos y legatarios en él
instituidos, sus cónyuges, ni los parientes de aquéllos, dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad.
No están comprendidos en esta prohibición los legatarios ni sus cónyuges o parientes
cuando el legado sea de algún objeto mueble o cantidad de poca importancia con relación al
caudal hereditario.
Artículo 683.
Para que un testigo sea declarado inhábil es necesario que la causa de su incapacidad
exista al tiempo de otorgarse el testamento.
Artículo 684.
Cuando el testador exprese su voluntad en lengua que el Notario no conozca, se
requerirá la presencia de un intérprete, elegido por aquél, que traduzca la disposición
testamentaria a la oficial en el lugar del otorgamiento que emplee el Notario. El instrumento
se escribirá en las dos lenguas con indicación de cuál ha sido la empleada por el testador.
– 103 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 685.
El Notario deberá conocer al testador y si no lo conociese se identificará su persona con
dos testigos que le conozcan y sean conocidos del mismo Notario, o mediante la utilización
de documentos expedidos por las autoridades públicas cuyo objeto sea identificar a las
personas. También deberá el Notario asegurarse de que, a su juicio, tiene el testador la
capacidad legal necesaria para testar.
En los casos de los artículos 700 y 701, los testigos tendrán obligación de conocer al
testador y procurarán asegurarse de su capacidad.
Artículo 686.
Si no pudiere identificarse la persona del testador en la forma prevenida en el artículo
que precede, se declarará esta circunstancia por el Notario, o por los testigos en su caso,
reseñando los documentos que el testador presente con dicho objeto y las señas personales
del mismo.
Si fuere impugnado el testamento por tal motivo, corresponderá al que sostenga su
validez la prueba de la identidad del testador.
Artículo 687.
Será nulo el testamento en cuyo otorgamiento no se hayan observado las formalidades
respectivamente establecidas en este capítulo.
Artículo 688.
El testamento ológrafo solo podrá otorgarse por personas mayores de edad.
Para que sea válido este testamento deberá estar escrito todo él y firmado por el
testador, con expresión del año, mes y día en que se otorgue.
Si contuviese palabras tachadas, enmendadas o entre renglones, las salvará el testador
bajo su firma.
Los extranjeros podrán otorgar testamento ológrafo en su propio idioma.
Artículo 689.
El testamento ológrafo deberá protocolizarse presentándolo con este objeto al Juez de
Primera Instancia del último domicilio del testador, o al del lugar en que éste hubiese
fallecido, dentro de cinco años, contados desde el día del fallecimiento. Sin este requisito no
será válido.
Artículo 690.
La persona en cuyo poder se halle depositado dicho testamento deberá presentarlo al
Juzgado luego que tenga noticias de la muerte del testador, y, no verificándolo dentro de los
diez días siguientes, será responsable de los daños y perjuicios que se causen por la
dilación.
También podrá presentarlo cualquiera que tenga interés en el testamento como
heredero, legatario, albacea o en cualquier otro concepto.
Artículo 691.
Presentado el testamento ológrafo, y acreditado el fallecimiento del testador, el Juez lo
abrirá si estuviere en pliego cerrado, rubricará con el actuario todas las hojas y comprobará
su identidad por medio de tres testigos que conozcan la letra y firma del testador, y declaren
que no abrigan duda racional de hallarse el testamento escrito y firmado de mano propia del
mismo.
– 104 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
A falta de testigos idóneos, o si dudan los examinados, y siempre que el Juez lo estime
conveniente, podrá emplearse con dicho objeto el cotejo pericial de letras.
Artículo 692.
Para la práctica de las diligencias expresadas en el artículo anterior serán citados, con la
brevedad posible, el cónyuge sobreviviente, si lo hubiere, los decendientes y los
ascendientes del testador y, en defecto de unos y otros, los hermanos.
Si estas personas no residieren dentro del partido, o se ignorase su existencia, o siendo
menores o incapacitados carecieren de representación legítima, se hará la citación al
Ministerio fiscal.
Los citados podrán presenciar la práctica de dichas diligencias y hacer en el acto, de
palabra, las observaciones oportunas sobre la autenticidad del testamento.
Artículo 693.
Si el Juez estima justificada la identidad del testamento, acordará que se protocolice, con
las diligencias practicadas, en los registros del Notario correspondiente, por el cual se darán
a los interesados las copias o testimonios que procedan. En otro caso, denegará la
protocolización.
Cualquiera que sea la resolución del Juez, se llevará a efecto, no obstante oposición,
quedando a salvo el derecho de los interesados para ejercitarlo en el juicio que corresponda.
Artículo 694.
El testamento abierto deberá ser otorgado ante Notario hábil para actuar en el lugar del
otorgamiento.
Sólo se exceptuarán de esta regla los casos expresamente determinados en esta misma
Sección
Artículo 695.
El testador expresará oralmente o por escrito su última voluntad al Notario. Redactado
por éste el testamento con arreglo a ella y con expresión del lugar, año, mes, día y hora de
su otorgamiento y advertido el testador del derecho que tiene a leerlo por sí, lo leerá el
Notario en alta voz para que el testador manifieste si está conforme con su voluntad. Si lo
estuviere, será firmado en el acto por el testador que pueda hacerlo y, en su caso, por los
testigos y demás personas que deban concurrir.
Si el testador declara que no sabe o no puede firmar, lo hará por él y a su ruego uno de
los testigos.
Artículo 696.
El Notario dará fe de conocer al testador o de haberlo identificado debidamente y, en su
defecto, efectuará la declaración prevista en el artículo 686. También hará constar que, a su
juicio, se halla el testador con la capacidad legal necesaria para otorgar testamento.
Artículo 697.
Al acto de otorgamiento deberán concurrir dos testigos idóneos:
1.° Cuando el testador declare que no sabe o no puede firmar el testamento.
2.° Cuando el testador, aunque pueda firmarlo, sea ciego o declare que no sabe o no
puede leer por sí el testamento.
Si el testador que no supiese o no pudiese leer fuera enteramente sordo, los testigos
leerán el testamento en presencia del Notario y deberán declarar que coincide con la
voluntad manifestada.
3.° Cuando el testador o el Notario lo soliciten.
– 105 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 698.
Al otorgamiento también deberán concurrir:
1.° Los testigos de conocimiento, si los hubiera, quienes podrán intervenir además como
testigos instrumentales.
2.° Los facultativos que hubieran reconocido al testador incapacitado.
3.° El intérprete que hubiera traducido la voluntad del testador a la lengua oficial
empleada por el Notario.
Artículo 699.
Todas las formalidades expresadas en esta Sección se practicarán en un solo acto que
comenzará con la lectura del testamento, sin que sea lícita ninguna interrupción, salvo la que
pueda ser motivada por algún accidente pasajero.
Artículo 700.
Si el testador se hallare en peligro inminente de muerte, puede otorgarse el testamento
ante cinco testigos idóneos, sin necesidad de Notario.
Artículo 701.
En caso de epidemia puede igualmente otorgarse el testamento sin intervención de
Notario ante tres testigos mayores de dieciséis años.
Artículo 702.
En los casos de los dos artículos anteriores se escribirá el testamento, siendo posible; no
siéndolo, el testamento valdrá aunque los testigos no sepan escribir.
Artículo 703.
El testamento otorgado con arreglo a las disposiciones de los tres artículos anteriores
quedará ineficaz si pasaren dos meses desde que el testador haya salido del peligro de
muerte, o cesado la epidemia.
Cuando el testador falleciere en dicho plazo, también quedará ineficaz el testamento si
dentro de los tres meses siguientes al fallecimiento no se acude al Tribunal competente para
que se eleve a escritura pública, ya se haya otorgado por escrito, ya verbalmente.
Artículo 704.
Los testamentos otorgados sin autorización del Notario serán ineficaces si no se elevan
a escritura pública y se protocolizan en la forma prevenida en la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Artículo 705.
Declarado nulo un testamento abierto por no haberse observado las solemnidades
establecidas para cada caso, el Notario que lo haya autorizado será responsable de los
daños y perjuicios que sobrevengan, si la falta procediere de su malicia, o de negligencia o
ignorancia inexcusables.
Artículo 706.
El testamento cerrado habrá de ser escrito.
Si lo escribiese por su puño y letra el testador pondrá al final su firma.
Si estuviese escrito por cualquier medio mecánico o por otra persona a ruego del
testador, éste pondrá su firma en todas sus hojas y al pie del testamento.
Cuando el testador no sepa o no pueda firmar, lo hará a su ruego al pie y en todas las
hojas otra persona, expresando la causa de la imposibilidad.
En todo caso, antes de la firma se salvarán las palabras enmendadas, tachadas o
escritas entre renglones.
– 106 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 707.
En el otorgamiento del testamento cerrado se observarán las solemnidades siguientes:
1.ª El papel que contenga el testamento se pondrá dentro de una cubierta, cerrada y
sellada de suerte que no pueda extraerse aquél sin romper ésta.
2.a El testador comparecerá con el testamento cerrado y sellado, o lo cerrará y sellará en
el acto, ante el Notario que haya de autorizarlo.
3.a En presencia del Notario, manifestará el testador por sí, o por medio del intérprete
previsto en el artículo 684, que el pliego que presenta contiene su testamento, expresando si
se halla escrito y firmado por él o si está escrito de mano ajena o por cualquier medio
mecánico y firmado al final y en todas sus hojas por él o por otra persona a su cargo.
4.a Sobre la cubierta del testamento extenderá el Notario la correspondiente acta de su
otorgamiento, expresando el número y la marca de los sellos con que está cerrado, y dando
fe del conocimiento del testador o de haberse identificado su persona en la forma prevenida
en los artículos 685 y 686, y de hallarse, a su juicio, el testador con la capacidad legal
necesaria para otorgar testamento.
5.a Extendida y leída el acta, la firmará el testador que pueda hacerlo y, en su caso, las
personas que deban concurrir, y la autorizará el Notario con su signo y firma.
Si el testador declara que no sabe o no puede firmar, lo hará por él y a su ruego uno de
los dos testigos idóneos que en este caso deben concurrir.
6.a También se expresará en el acta esta circunstancia, además del lugar, hora, día, mes
y año del otorgamiento.
7.a Concurrirán al acto de otorgamiento dos testigos idóneos, si así lo solicitan el testador
o el Notario.
Artículo 708.
No pueden hacer testamento cerrado los ciegos y los que no sepan o no puedan leer.
Artículo 709.
Los que no puedan expresarse verbalmente, pero sí escribir, podrán otorgar testamento
cerrado, observándose lo siguiente:
1.° El testamento ha de estar firmado por el testador. En cuanto a los demás requisitos,
se estará a lo dispuesto en el artículo 706
2.° Al hacer su presentación, el testador escribirá en la parte superior de la cubierta, a
presencia del Notario, que dentro de ella se contiene su testamento, expresando cómo está
escrito y que está firmado por él.
3.° A continuación de lo escrito por el testador se extenderá el acta de otorgamiento,
dando fe el Notario de haberse cumplido lo prevenido en el número anterior y lo demás que
se dispone en el artículo 707 en lo que sea aplicable al caso.
Artículo 710.
Autorizado el testamento cerrado, el Notario lo entregará al testador, después de poner
en el protocolo corriente copia autorizada del acta de otorgamiento.
Artículo 711.
El testador podrá conservar en su poder el testamento cerrado, o encomendar su guarda
a persona de su confianza, o depositarlo en poder del Notario autorizante para que lo guarde
en su archivo.
En este último caso el Notario dará recibo al testador y hará constar en su protocolo
corriente, al margen o a continuación de la copia del acta de otorgamiento, que queda el
testamento en su poder. Si lo retirare después el testador, firmará un recibo a continuación
de dicha nota.
Artículo 712.
El Notario o la persona que tenga en su poder un testamento cerrado deberá presentarlo
al Juez competente luego que sepa el fallecimiento del testador.
– 107 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Si no lo verifica dentro de diez días, será responsable de los daños y perjuicios que
ocasione su negligencia.
Artículo 713.
El que con dolo deje de presentar el testamento cerrado que obre en su poder dentro del
plazo fijado en el párrafo 2.º del artículo anterior, además de la responsabilidad que en él se
determina, perderá todo derecho a la herencia, si lo tuviere como heredero ab intestato o
como heredero o legatario por testamento. En esta misma pena incurrirán el que sustrajere
dolosamente el testamento cerrado del domicilio del testador o de la persona que lo tenga en
guarda o depósito y el que lo oculte, rompa o inutilice de otro modo, sin perjuicio de la
responsabilidad criminal que proceda.
Artículo 714.
Para la apertura y protocolización del testamento cerrado se observará lo prevenido en la
Ley de Enjuiciamiento Civil.
Artículo 715.
Es nulo el testamento cerrado en cuyo otorgamiento no se hayan observado las
formalidades establecidas en esta sección; y el Notario que lo autorice será responsable de
los daños y perjuicios que sobrevengan, si se probare que la falta procedió de su malicia o
de negligencia o ignorancia inexcusables. Será válido, sin embargo, como testamento
ológrafo, si todo él estuviere escrito y firmado por el testador y tuviere las demás condiciones
propias de este testamento.
Artículo 716.
En tiempo de guerra, los militares en campaña, voluntarios, rehenes, prisioneros y
demás individuos empleados en el ejército, o que sigan a éste, podrán otorgar su testamento
ante un Oficial que tenga por lo menos la categoría de Capitán.
Es aplicable esta disposición a los individuos de un ejército que se halle en país
extranjero.
Si el testador estuviere enfermo o herido, podrá otorgarlo ante el Capellán o el
Facultativo que le asista.
Si estuviere en destacamento, ante el que lo mande, aunque sea subalterno.
En todos los casos de este artículo será siempre necesaria la presencia de dos testigos
idóneos.
Artículo 717.
También podrán las personas mencionadas en el artículo anterior otorgar testamento
cerrado ante un Comisario de guerra, que ejercerá en este caso las funciones de Notario,
observándose las disposiciones de los artículos 706 y siguientes.
Artículo 718.
Los testamentos otorgados con arreglo a los dos artículos anteriores deberán ser
remitidos con la posible brevedad al cuartel general, y por éste al Ministro de la Guerra.
El Ministro, si hubiese fallecido el testador, remitirá el testamento al Juez del último
domicilio del difunto y, no siéndole conocido, al Decano de los de Madrid, para que de oficio
cite a los herederos y demás interesados en la sucesión. Éstos deberán solicitar que se
eleve a escritura pública y se protocolice en la forma prevenida en la Ley de Enjuiciamiento
Civil.
Cuando sea cerrado el testamento, el Juez procederá de oficio a su apertura en la forma
prevenida en dicha Ley, con citación e intervención del Ministerio Fiscal y, después de
abierto, lo pondrá en conocimiento de los herederos y demás interesados.
– 108 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 719.
Los testamentos mencionados en el artículo 716 caducarán cuatro meses después que
el testador haya dejado de estar en campaña.
Artículo 720.
Durante una batalla, asalto, combate y generalmente en todo peligro próximo de acción
de guerra, podrá otorgarse testamento militar de palabra ante dos testigos.
Pero este testamento quedará ineficaz si el testador se salva del peligro en cuya
consideración testó.
Aunque no se salvare, será ineficaz el testamento si no se formaliza por los testigos ante
el Auditor de guerra o funcionario de justicia que siga al ejército, procediéndose después en
la forma prevenida en el artículo 718.
Artículo 721.
Si fuese cerrado el testamento militar, se observará lo prevenido en los artículos 706 y
707; pero se otorgará ante el Oficial y los dos testigos que para el abierto exige el artículo
716, debiendo firmar todos ellos el acta de otorgamiento, como asimismo el testador, si
pudiere.
Artículo 722.
Los testamentos, abiertos o cerrados, de los que durante un viaje marítimo vayan a
bordo, se otorgarán en la forma siguiente:
Si el buque es de guerra, ante el Contador o el que ejerza sus funciones, en presencia
de dos testigos idóneos, que vean y entiendan al testador. El Comandante del buque, o el
que haga sus veces, pondrá además su visto bueno.
En los buques mercantes autorizará el testamento el Capitán, o el que haga sus veces,
con asistencia de dos testigos idóneos.
En uno y otro caso los testigos se elegirán entre los pasajeros, si los hubiere; pero uno
de ellos, por lo menos, ha de poder firmar, el cual lo hará por sí y por el testador, si éste no
sabe o no puede hacerlo.
Si el testamento fuera abierto, se observará además lo prevenido en el artículo 695, y si
fuere cerrado, lo que se ordena en la sección sexta de este capítulo, con exclusión de lo
relativo al número de testigos e intervención del Notario.
Artículo 723.
El testamento del Contador del buque de guerra y el del Capitán del mercante serán
autorizados por quien deba sustituirlos en el cargo, observándose para lo demás lo
dispuesto en el artículo anterior.
Artículo 724.
Los testamentos abiertos hechos en alta mar serán custodiados por el Comandante o
por el Capitán, y se hará mención de ellos en el Diario de navegación.
La misma mención se hará de los ológrafos y los cerrados.
Artículo 725.
Si el buque arribase a un puerto extranjero donde haya Agente diplomático o consular de
España, el Comandante del de guerra, o el Capitán del mercante, entregará a dicho Agente
copia del testamento abierto o del acta de otorgamiento del cerrado, y de la nota tomada en
el Diario.
La copia del testamento o del acta deberá llevar las mismas firmas que el original, si
viven y están a bordo los que lo firmaron; en otro caso será autorizada por el Contador o
– 109 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Capitán que hubiese recibido el testamento, o el que haga sus veces, firmando también los
que estén a bordo de los que intervinieron en el testamento.
El Agente diplomático o consular hará extender por escrito diligencia de la entrega y,
cerrada y sellada la copia del testamento o la del acta del otorgamiento si fuere cerrado, la
remitirá con la nota del Diario por el conducto correspondiente al Ministro de Marina, quien
mandará que se deposite en el Archivo de su Ministerio.
El Comandante o Capitán que haga la entrega recogerá del Agente diplomático o
consular certificación de haberlo verificado, y tomará nota de ella en el Diario de navegación.
Artículo 726.
Cuando el buque, sea de guerra o mercante, arribe al primer puerto del Reino, el
Comandante o Capitán entregará el testamento original, cerrado y sellado, a la Autoridad
marítima local, con copia de la nota tomada en el Diario; y, si hubiese fallecido el testador,
certificación que lo acredite.
La entrega se acreditará en la forma prevenida en el artículo anterior, y la Autoridad
marítima lo remitirá todo sin dilación al Ministro de Marina.
Artículo 727.
Si hubiese fallecido el testador y fuere abierto el testamento, el Ministro de Marina
practicará lo que se dispone en el artículo 718.
Artículo 728.
Cuando el testamento haya sido otorgado por un extranjero en buque español, el
Ministro de Marina remitirá el testamento al de Estado, para que por la vía diplomática se le
dé el curso que corresponda.
Artículo 729.
Si fuere ológrafo el testamento y durante el viaje falleciera el testador, el Comandante o
Capitán recogerá el testamento para custodiarlo, haciendo mención de ello en el Diario, y lo
entregará a la Autoridad marítima local, en la forma y para los efectos prevenidos en el
artículo anterior, cuando el buque arribe al primer puerto del Reino.
Lo mismo se practicará cuando sea cerrado el testamento, si lo conservaba en su poder
el testador al tiempo de su muerte.
Artículo 730.
Los testamentos, abiertos y cerrados, otorgados con arreglo a lo prevenido en esta
sección, caducarán pasados cuatro meses, contados desde que el testador desembarque en
un punto donde pueda testar en la forma ordinaria.
Artículo 731.
Si hubiera peligro de naufragio, será aplicable a las tripulaciones y pasajeros de los
buques de guerra o mercantes lo dispuesto en el artículo 720.
Artículo 732.
Los españoles podrán testar fuera del territorio nacional sujetándose a las formas
establecidas por las leyes del país en que se hallen.
También podrán testar en alta mar durante su navegación en un buque extranjero, con
sujeción a las leyes de la Nación a que el buque pertenezca.
Podrán asimismo hacer testamento ológrafo, con arreglo al art. 688, aun en los países
cuyas leyes no admitan dicho testamento.
– 110 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 733.
No será válido en España el testamento mancomunado, prohibido por el artículo 669,
que los españoles otorguen en país extranjero, aunque lo autoricen las leyes de la nación
donde se hubiese otorgado.
Artículo 734.
También podrán los españoles que se encuentren en país extranjero otorgar su
testamento, abierto o cerrado, ante el funcionario diplomático o consular de España que
ejerza funciones notariales en el lugar del otorgamiento.
En estos casos se observarán respectivamente todas las formalidades establecidas en
las Secciones quinta y sexta de este capítulo.
Artículo 735.
El Agente diplomático o consular remitirá, autorizada con su firma y sello, copia del
testamento abierto, o del acta de otorgamiento del cerrado, al Ministerio de Estado para que
se deposite en su Archivo.
Artículo 736.
El Agente diplomático o consular, en cuyo poder hubiese depositado su testamento
ológrafo o cerrado un español, lo remitirá al Ministerio de Estado cuando fallezca el testador,
con el certificado de defunción.
El Ministerio de Estado hará publicar en la Gaceta de Madrid la noticia del fallecimiento,
para que los interesados en la herencia puedan recoger el testamento y gestionar su
protocolización en la forma prevenida.
Artículo 737.
Todas las disposiciones testamentarias son esencialmente revocables, aunque el
testador exprese en el testamento su voluntad o resolución de no revocarlas.
Se tendrán por no puestas las cláusulas derogatorias de las disposiciones futuras, y
aquellas en que ordene el testador que no valga la revocación del testamento si no la hiciere
con ciertas palabras o señales.
Artículo 738.
El testamento no puede ser revocado en todo ni en parte sino con las solemnidades
necesarias para testar.
Artículo 739.
El testamento anterior queda revocado de derecho por el posterior perfecto, si el testador
no expresa en éste su voluntad de que aquél subsista en todo o en parte.
Sin embargo, el testamento anterior recobra su fuerza si el testador revoca después el
posterior y declara expresamente ser su voluntad que valga el primero.
Artículo 740.
La revocación producirá su efecto aunque el segundo testamento caduque por
incapacidad del heredero o de los legatarios en él nombrados, o por renuncia de aquél o de
éstos.
Artículo 741.
El reconocimiento de un hijo no pierde su fuerza legal aunque se revoque el testamento
en que se hizo o éste no contenga otras disposiciones, o sean nulas las demás que
contuviere.
– 111 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 742.
Se presume revocado el testamento cerrado que aparezca en el domicilio del testador
con las cubiertas rotas o los sellos quebrantados, o borradas, raspadas o enmendadas las
firmas que lo autoricen.
Este testamento será, sin embargo, válido cuando se probare haber ocurrido el
desperfecto sin voluntad ni conocimiento del testador, o hallándose éste en estado de
demencia; pero si apareciere rota la cubierta o quebrantados los sellos, será necesario
probar además la autenticidad del testamento para su validez.
Si el testamento se encontrare en poder de otra persona, se entenderá que el vicio
procede de ella y no será aquél válido como no se pruebe su autenticidad, si estuvieren rota
la cubierta o quebrantados los sellos; y si una y otros se hallaren íntegros, pero con las
firmas borradas, raspadas o enmendadas, será válido el testamento, como no se justifique
haber sido entregado el pliego en esta forma por el mismo testador.
Artículo 743.
Caducarán los testamentos, o serán ineficaces en todo o en parte las disposiciones
testamentarias, sólo en los casos expresamente prevenidos en este Código.
CAPÍTULO II
De la herencia
Artículo 744.
Podrán suceder por testamento o abintestato los que no estén incapacitados por la ley.
Artículo 745.
Son incapaces de suceder:
1.º Las criaturas abortivas, entendiéndose tales las que no reúnan las circunstancias
expresadas en el artículo 30.
2.º Las asociaciones o corporaciones no permitidas por la ley.
Artículo 746.
Las iglesias y los cabildos eclesiásticos, las Diputaciones provinciales y las provincias,
los Ayuntamientos y Municipios, los establecimientos de hospitalidad, beneficencia e
instrucción pública, las asociaciones autorizadas o reconocidas por la ley y las demás
personas jurídicas pueden adquirir por testamento con sujeción a lo dispuesto en el artículo
38.
Artículo 747.
Si el testador dispusiere del todo o parte de sus bienes para sufragios y obras piadosas
en beneficio de su alma, haciéndolo indeterminadamente y sin especificar su aplicación, los
albaceas venderán los bienes y distribuirán su importe, dando la mitad al Diocesano para
que lo destine a los indicados sufragios y a las atenciones y necesidades de la Iglesia, y la
otra mitad al Gobernador civil correspondiente para los establecimientos benéficos del
domicilio del difunto, y, en su defecto, para los de la provincia.
Artículo 748.
La institución hecha a favor de un establecimiento público bajo condición o imponiéndole
un gravamen sólo será válida si el Gobierno la aprueba.
– 112 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 749.
Las disposiciones hechas a favor de los pobres en general, sin designación de personas
ni de población, se entenderán limitadas a los del domicilio del testador en la época de su
muerte, si no constare claramente haber sido otra su voluntad.
La calificación de los pobres y la distribución de los bienes se harán por la persona que
haya designado el testador, en su defecto por los albaceas, y, si no los hubiere, por el
Párroco, el Alcalde y el Juez municipal, los cuales resolverán, por mayoría de votos, las
dudas que ocurran.
Esto mismo se hará cuando el testador haya dispuesto de sus bienes en favor de los
pobres de una parroquia o pueblo determinado.
Artículo 750.
Toda disposición en favor de persona incierta será nula, a menos que por algún evento
pueda resultar cierta.
Artículo 751.
La disposición hecha genéricamente en favor de los parientes del testador se entiende
hecha en favor de los más próximos en grado.
Artículo 752.
No producirán efecto las disposiciones testamentarias que haga el testador durante su
última enfermedad en favor del sacerdote que en ella le hubiese confesado, de los parientes
del mismo dentro del cuarto grado, o de su iglesia, cabildo, comunidad o instituto.
Artículo 753.
Tampoco surtirá efecto la disposición testamentaria en favor de quien sea tutor o curador
del testador, salvo cuando se haya hecho después de aprobadas definitivamente las cuentas
o, en el caso en que no tuviese que rendirse éstas, después de la extinción de la tutela o
curatela.
Serán, sin embargo, válidas las disposiciones hechas en favor del tutor o curador que
sea ascendiente, descendiente, hermano, hermana o cónyuge del testador.
Artículo 754.
El testador no podrá disponer del todo o parte de su herencia en favor del Notario que
autorice su testamento, o del cónyuge, parientes o afines del mismo dentro del cuarto grado,
con la excepción establecida en el artículo 682.
Esta prohibición será aplicable a los testigos del testamento abierto, otorgado con o sin
Notario.
Las disposiciones de este artículo son también aplicables a los testigos y personas ante
quienes se otorguen los testamentos especiales.
Artículo 755.
Será nula la disposición testamentaria a favor de un incapaz, aunque se la disfrace bajo
la forma de contrato oneroso o se haga a nombre de persona interpuesta.
Artículo 756.
Son incapaces de suceder por causa de indignidad:
1.º Los padres que abandonaren, prostituyeren o corrompieren a sus hijos.
2.º El que fuere condenado en juicio por haber atentado contra la vida del testador, de su
cónyuge, descendientes o ascendientes.
Si el ofensor fuere heredero forzoso, perderá su derecho a la legítima.
3.º El que hubiese acusado al testador de delito al que la Ley señale pena no inferior a la
de presidio o prisión mayor, cuando la acusación sea declarada calumniosa.
– 113 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
4.º El heredero mayor de edad que, sabedor de la muerte violenta del testador, no la
hubiese denunciado dentro de un mes a la justicia cuando ésta no hubiera procedido ya de
oficio.
Cesará esta prohibición en los casos en que, según la Ley, no hay la obligación de
acusar.
5.º El que, con amenaza, fraude o violencia, obligare al testador a hacer testamento o a
cambiarlo.
6.º El que por iguales medios impidiere a otro hacer testamento, o revocar el que tuviese
hecho, o suplantare, ocultare o alterare otro posterior.
7.º Tratándose de la sucesión de una persona con discapacidad, las personas con
derecho a la herencia que no le hubieren prestado las atenciones debidas, entendiendo por
tales las reguladas en los artículos 142 y 146 del Código Civil.
Artículo 757.
Las causas de indignidad dejan de surtir efecto si el testador las conocía al tiempo de
hacer testamento, o si habiéndolas sabido después, las remitiere en documento público.
Artículo 758.
Para calificar la capacidad del heredero o legatario se atenderá al tiempo de la muerte de
la persona de cuya sucesión se trate.
En los casos 2.º y 3.º del artículo 756 se esperará a que se dicte la sentencia firme, y en
el número 4.º a que transcurra el mes señalado para la denuncia.
Si la institución o legado fuere condicional, se atenderá además al tiempo en que se
cumpla la condición.
Artículo 759.
El heredero o legatario que muera antes de que la condición se cumpla, aunque
sobreviva al testador, no transmite derecho alguno a sus herederos.
Artículo 760.
El incapaz de suceder, que, contra la prohibición de los anteriores artículos, hubiese
entrado en la posesión de los bienes hereditarios, estará obligado a restituirlos con sus
accesiones y con todos los frutos y rentas que haya percibido.
Artículo 761.
Si el excluido de la herencia por incapacidad fuera hijo o descendiente del testador y
tuviere hijos o descendientes, adquirirán éstos su derecho a la legítima.
Artículo 762.
No puede deducirse acción para declarar la incapacidad pasados cinco años desde que
el incapaz esté en posesión de la herencia o legado.
Artículo 763.
El que no tuviere herederos forzosos puede disponer por testamento de todos sus bienes
o de parte de ellos en favor de cualquiera persona que tenga capacidad para adquirirlos.
El que tuviere herederos forzosos sólo podrá disponer de sus bienes en la forma y con
las limitaciones que se establecen en la sección quinta de este capítulo.
Artículo 764.
El testamento será válido aunque no contenga institución de heredero, o ésta no
comprenda la totalidad de los bienes, y aunque el nombrado no acepte la herencia, o sea
incapaz de heredar.
– 114 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
En estos casos se cumplirán las disposiciones testamentarias hechas con arreglo a las
leyes, y el remanente de los bienes pasará a los herederos legítimos.
Artículo 765.
Los herederos instituidos sin designación de partes heredarán por partes iguales.
Artículo 766.
El heredero voluntario que muere antes que el testador, el incapaz de heredar y el que
renuncia a la herencia no transmiten ningún derecho a sus herederos, salvo lo dispuesto en
los artículos 761 y 857.
Artículo 767.
La expresión de una causa falsa de la institución de heredero o del nombramiento de
legatario será considerada como no escrita, a no ser que del testamento resulte que el
testador no habría hecho tal institución o legado si hubiese conocido la falsedad de la causa.
La expresión de una causa contraria a derecho, aunque sea verdadera, se tendrá
también por no escrita.
Artículo 768.
El heredero instituido en una cosa cierta y determinada será considerado como legatario.
Artículo 769.
Cuando el testador nombre unos herederos individualmente y otros colectivamente,
como si dijere: «Instituyo por mis herederos a N. y a N., y a los hijos de N», los
colectivamente nombrados se considerarán como si lo fueran individualmente, a no ser que
conste de un modo claro que ha sido otra la voluntad del testador.
Artículo 770.
Si el testador instituye a sus hermanos, y los tiene carnales y de padre o madre
solamente, se dividirá la herencia como en el caso de morir intestado.
Artículo 771.
Cuando el testador llame a la sucesión a una persona y a sus hijos, se entenderán todos
instituidos simultánea y no sucesivamente.
Artículo 772.
El testador designará al heredero por su nombre y apellidos, y cuando haya dos que los
tengan iguales deberá señalar alguna circunstancia por la que se conozca al instituido.
Aunque el testador haya omitido el nombre del heredero, si lo designare de modo que no
pueda dudarse quién sea el instituido valdrá la institución.
En el testamento del adoptante la expresión genérica hijo o hijos comprende a los
adoptivos.
Artículo 773.
El error en el nombre, apellido o cualidades del heredero no vicia la institución cuando de
otra manera puede saberse ciertamente cuál sea la persona nombrada.
Si entre personas del mismo nombre y apellidos hay igualdad de circunstancias y éstas
son tales que no permiten distinguir al instituido, ninguno será heredero.
– 115 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 774.
Puede el testador sustituir una o más personas al heredero o herederos instituidos para
el caso en que mueran antes que él, o no quieran, o no puedan aceptar la herencia.
La sustitución simple, y sin expresión de casos, comprende los tres expresados en el
párrafo anterior, a menos que el testador haya dispuesto lo contrario.
Artículo 775.
Los padres y demás ascendientes podrán nombrar sustitutos a sus descendientes
menores de catorce años, de ambos sexos, para el caso de que mueran antes de dicha
edad.
Artículo 776.
El ascendiente podrá nombrar sustituto al descendiente mayor de catorce años, que,
conforme a derecho, haya sido declarado incapaz por enajenación mental.
La sustitución de que habla el párrafo anterior quedará sin efecto por el testamento del
incapacitado hecho durante un intervalo lúcido o después de haber recobrado la razón.
Artículo 777.
Las sustituciones de que hablan los dos artículos anteriores, cuando el sustituido tenga
herederos forzosos, sólo serán válidas en cuanto no perjudiquen los derechos legitimarios de
éstos.
Artículo 778.
Pueden ser sustituidas dos o más personas a una sola; y al contrario, una sola a dos o
más herederos.
Artículo 779.
Si los herederos instituidos en partes desiguales fueren sustituidos recíprocamente,
tendrán en la sustitución las mismas partes que en la institución, a no ser que claramente
aparezca haber sido otra la voluntad del testador.
Artículo 780.
El sustituto quedará sujeto a las mismas cargas y condiciones impuestas al instituido, a
menos que el testador haya dispuesto expresamente lo contrario, o que los gravámenes o
condiciones sean meramente personales del instituido.
Artículo 781.
Las sustituciones fideicomisarias en cuya virtud se encarga al heredero que conserve y
transmita a un tercero el todo o parte de la herencia, serán válidas y surtirán efecto siempre
que no pasen del segundo grado, o que se hagan en favor de personas que vivan al tiempo
del fallecimiento del testador.
Artículo 782.
Las sustituciones fideicomisarias nunca podrán gravar la legítima, salvo que graven la
legítima estricta en beneficio de un hijo o descendiente judicialmente incapacitado en los
términos establecidos en el artículo 808. Si recayeren sobre el tercio destinado a la mejora,
sólo podrán hacerse en favor de los descendientes.
Artículo 783.
Para que sean válidos los llamamientos a la sustitución fideicomisaria, deberán ser
expresos.
– 116 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 784.
El fideicomisario adquirirá derecho a la sucesión desde la muerte del testador, aunque
muera antes que el fiduciario.
El derecho de aquél pasará a sus herederos.
Artículo 785.
No surtirán efecto:
1.º Las sustituciones fideicomisarias que no se hagan de una manera expresa, ya
dándoles este nombre, ya imponiendo al sustituido la obligación terminante de entregar los
bienes a un segundo heredero.
2.º Las disposiciones que contengan prohibición perpetua de enajenar, y aun la temporal,
fuera del límite señalado en el artículo 781.
3.º Las que impongan al heredero el encargo de pagar a varias personas sucesivamente,
más allá del segundo grado, cierta renta o pensión.
4.º Las que tengan por objeto dejar a una persona el todo o parte de los bienes
hereditarios para que los aplique o invierta según instrucciones reservadas que le hubiese
comunicado el testador.
Artículo 786.
La nulidad de la sustitución fideicomisaria no perjudicará a la validez de la institución ni a
los herederos del primer llamamiento; sólo se tendrá por no escrita la cláusula fideicomisaria.
Artículo 787.
La disposición en que el testador deje a una persona el todo o parte de la herencia, y a
otra el usufructo, será válida. Si llamare al usufructo a varias personas no simultánea, sino
sucesivamente, se estará a lo dispuesto en el artículo 781.
Artículo 788.
Será válida la disposición que imponga al heredero la obligación de invertir ciertas
cantidades periódicamente en obras benéficas, como dotes para doncellas pobres,
pensiones para estudiantes o en favor de los pobres o de cualquiera establecimiento de
beneficencia o de instrucción pública, bajo las condiciones siguientes:
Si la carga se impusiere sobre bienes inmuebles y fuere temporal, el heredero o
herederos podrán disponer de la finca gravada, sin que cese el gravamen mientras que su
inscripción no se cancele.
Si la carga fuere perpetua, el heredero podrá capitalizarla e imponer el capital a interés
con primera y suficiente hipoteca.
La capitalización e imposición del capital se hará interviniendo el Gobernador civil de la
provincia y con audiencia del Ministerio Público.
En todo caso, cuando el testador no hubiere establecido un orden para la administración
y aplicación de la manda benéfica, lo hará la Autoridad administrativa a quien corresponda
con arreglo a las leyes.
Artículo 789.
Todo lo dispuesto en este capítulo respecto a los herederos se entenderá también
aplicable a los legatarios.
– 117 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 790.
Las disposiciones testamentarias, tanto a título universal como particular, podrán
hacerse bajo condición.
Artículo 791.
Las condiciones impuestas a los herederos y legatarios, en lo que no esté prevenido en
esta sección, se regirán por las reglas establecidas para las obligaciones condicionales.
Artículo 792.
Condiciones imposibles y las contrarias a las leyes o a las buenas costumbres se
tendrán por no puestas y en nada perjudicarán al heredero o legatario, aun cuando el
testador disponga otra cosa.
Artículo 793.
La condición absoluta de no contraer primero o ulterior matrimonio se tendrá por no
puesta, a menos que lo haya sido al viudo o viuda por su difunto consorte o por los
ascendientes o descendientes de éste.
Podrá, sin embargo, legarse a cualquiera el usufructo, uso o habitación, o una pensión o
prestación personal, por el tiempo que permanezca soltero o viudo.
Artículo 794.
Será nula la disposición hecha bajo condición de que el heredero o legatario haga en su
testamento alguna disposición en favor del testador o de otra persona.
Artículo 795.
La condición puramente potestativa impuesta al heredero o legatario ha de ser cumplida
por éstos, una vez enterados de ella, después de la muerte del testador.
Exceptúase el caso en que la condición, ya cumplida, no pueda reiterarse.
Artículo 796.
Cuando la condición fuere casual o mixta, bastará que se realice o cumpla en cualquier
tiempo, vivo o muerto el testador, si éste no hubiese dispuesto otra cosa.
Si hubiese existido o se hubiese cumplido al hacerse el testamento, y el testador lo
ignoraba, se tendrá por cumplida.
Si lo sabía, sólo se tendrá por cumplida cuando fuere de tal naturaleza que no pueda ya
existir o cumplirse de nuevo.
Artículo 797.
La expresión del objeto de la institución o legado, o la aplicación que haya de darse a lo
dejado por el testador, o la carga que el mismo impusiere, no se entenderán como condición,
a no parecer que ésta era su voluntad.
Lo dejado de esta manera puede pedirse desde luego, y es transmisible a los herederos
que afiancen el cumplimiento de lo mandado por el testador, y la devolución de lo percibido
con sus frutos e intereses, si faltaren a esta obligación.
Artículo 798.
Cuando, sin culpa o hecho propio del heredero o legatario, no pueda tener efecto la
institución o el legado de que trata el artículo precedente en los mismos términos que haya
ordenado el testador, deberá cumplirse en otros, los más análogos y conformes a su
voluntad.
– 118 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 799.
La condición suspensiva no impide al heredero o legatario adquirir sus respectivos
derechos y transmitirlos a sus herederos, aun antes de que se verifique su cumplimiento.
Artículo 800.
Si la condición potestativa impuesta al heredero o legatario fuere negativa, o de no hacer
o no dar, cumplirán con afianzar que no harán o no darán lo que fue prohibido por el
testador, y que, en caso de contravención, devolverán lo percibido con sus frutos e intereses.
Artículo 801.
Si el heredero fuere instituido bajo condición suspensiva, se pondrán los bienes de la
herencia en administración hasta que la condición se realice o haya certeza de que no podrá
cumplirse.
Lo mismo se hará cuando el heredero o legatario no preste la fianza en el caso del
artículo anterior.
Artículo 802.
La administración de que habla el artículo precedente se confiará al heredero o
herederos instituidos sin condición, cuando entre ellos y el heredero condicional hubiere
derecho de acrecer. Lo mismo se entenderá respecto de los legatarios.
Artículo 803.
Si el heredero condicional no tuviere coherederos, o teniéndolos no existiese entre ellos
derecho de acrecer, entrará aquél en la administración, dando fianza.
Si no la diere, se conferirá la administración al heredero presunto, también bajo fianza; y,
si ni uno ni otro afianzaren, los Tribunales nombrarán tercera persona, que se hará cargo de
ella, también bajo fianza, la cual se prestará con intervención del heredero.
Artículo 804.
Los administradores tendrán los mismos derechos y obligaciones que los que lo son de
los bienes de un ausente.
Artículo 805.
Será válida la designación de día o de tiempo en que haya de comenzar o cesar el
efecto de la institución de heredero o del legado.
En ambos casos, hasta que llegue el término señalado, o cuando éste concluya, se
entenderá llamado el sucesor legítimo. Mas en el primer caso, no entrará éste en posesión
de los bienes sino después de prestar caución suficiente, con intervención del instituido.
Artículo 806.
Legítima es la porción de bienes de que el testador no puede disponer por haberla
reservado la ley a determinados herederos, llamados por esto herederos forzosos.
Artículo 807.
Son herederos forzosos:
1.° Los hijos y descendientes respecto de sus padres y ascendientes.
2.° A falta de los anteriores, los padres y ascendientes respecto de sus hijos y
descendientes.
– 119 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 808.
Constituyen la legítima de los hijos y descendientes las dos terceras partes del haber
hereditario del padre y de la madre.
Sin embargo podrán éstos disponer de una parte de las dos que forman la legítima, para
aplicarla como mejora a sus hijos o descendientes.
Cuando alguno de los hijos o descendientes haya sido judicialmente incapacitado, el
testador podrá establecer una sustitución fideicomisaria sobre el tercio de legítima estricta,
siendo fiduciarios los hijos o descendientes judicialmente incapacitados y fideicomisarios los
coherederos forzosos.
La tercera parte restante será de libre disposición.
Artículo 809.
Constituye la legítima de los padres o ascendientes la mitad del haber hereditario de los
hijos y descendientes salvo el caso en que concurrieren con el cónyuge viudo del
descendiente causante, en cuyo supuesto será de una tercera parte de la herencia.
Artículo 810.
La legítima reservada a los padres se dividirá entre los dos por partes iguales; si uno de
ellos hubiere muerto, recaerá toda en el sobreviviente.
Cuando el testador no deje padre ni madre, pero sí ascendientes, en igual grado, de las
líneas paterna y materna, se dividirá la herencia por mitad entre ambas líneas. Si los
ascendientes fueren de grado diferente, corresponderá por entero a los más próximos de
una u otra línea.
Artículo 811.
El ascendiente que heredare de su descendiente bienes que éste hubiese adquirido por
título lucrativo de otro ascendiente, o de un hermano, se halla obligado a reservar los que
hubiere adquirido por ministerio de la ley en favor de los parientes que estén dentro del
tercer grado y pertenezcan a la línea de donde los bienes proceden.
Artículo 812.
Los ascendientes suceden con exclusión de otras personas en las cosas dadas por ellos
a sus hijos o descendientes muertos sin posteridad, cuando los mismos objetos donados
existan en la sucesión. Si hubieren sido enajenados, sucederán en todas las acciones que el
donatario tuviera con relación a ellos, y en el precio si se hubieren vendido, o en los bienes
con que se hayan sustituido, si los permutó o cambió.
Artículo 813.
El testador no podrá privar a los herederos de su legítima sino en los casos
expresamente determinados por la ley.
Tampoco podrá imponer sobre ella gravamen, ni condición, ni sustitución de ninguna
especie, salvo lo dispuesto en cuanto al usufructo de viudo y lo establecido en el artículo 808
respecto de los hijos o descendientes judicialmente incapacitados.
Artículo 814.
La preterición de un heredero forzoso no perjudica la legítima. Se reducirá la institución
de heredero antes que los legados, mejoras y demás disposiciones testamentarias.
Sin embargo, la preterición no intencional de hijos o descendientes producirá los
siguientes efectos:
1.° Si resultaren preteridos todos, se anularán las disposiciones testamentarias de
contenido patrimonial.
– 120 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
2.° En otro caso, se anulará la institución de herederos, pero valdrán las mandas y
mejoras ordenadas por cualquier título, en cuanto unas y otras no sean inoficiosas. No
obstante, la institución de heredero a favor del cónyuge sólo se anulará en cuanto perjudique
a las legítimas.
Los descendientes de otro descendiente que no hubiere sido preterido, representan a
éste en la herencia del ascendiente y no se consideran preteridos.
Si los herederos forzosos preteridos mueren antes que el testador, el testamento surtirá
todos sus efectos.
A salvo las legítimas tendrá preferencia en todo caso lo ordenado por el testador.
Artículo 815.
El heredero forzoso a quien el testador haya dejado por cualquier título menos de la
legítima que le corresponda, podrá pedir el complemento de la misma.
Artículo 816.
Toda renuncia o transacción sobre la legítima futura entre el que la debe y sus herederos
forzosos es nula, y éstos podrán reclamarla cuando muera aquél; pero deberán traer a
colación lo que hubiesen recibido por la renuncia o transacción.
Artículo 817.
Las disposiciones testamentarias que mengüen la legítima de los herederos forzosos se
reducirán, a petición de éstos, en lo que fueren inoficiosas o excesivas.
Artículo 818.
Para fijar la legítima se atenderá al valor de los bienes que quedaren a la muerte del
testador, con deducción de las deudas y cargas, sin comprender entre ellas las impuestas en
el testamento.
Al valor líquido de los bienes hereditarios se agregará el de las donaciones
colacionables.
Artículo 819.
Las donaciones hechas a los hijos, que no tengan el concepto de mejoras, se imputarán
en su legítima.
Las donaciones hechas a extraños se imputarán a la parte libre de que el testador
hubiese podido disponer por su última voluntad.
En cuanto fueren inoficiosas o excedieren de la cuota disponible, se reducirán según las
reglas de los artículos siguientes.
Artículo 820.
Fijada la legítima con arreglo a los dos artículos anteriores, se hará la reducción como
sigue:
1.º Se respetarán las donaciones mientras pueda cubrirse la legítima, reduciendo o
anulando, si necesario fuere, las mandas hechas en testamento.
2.º La reducción de éstas se hará a prorrata, sin distinción alguna.
Si el testador hubiere dispuesto que se pague cierto legado con preferencia a otros, no
sufrirá aquél reducción sino después de haberse aplicado éstos por entero al pago de la
legítima.
3.º Si la manda consiste en un usufructo o renta vitalicia, cuyo valor se tenga por superior
a la parte disponible, los herederos forzosos podrán escoger entre cumplir la disposición
testamentaria o entregar al legatario la parte de la herencia de que podía disponer
libremente el testador.
– 121 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 821.
Cuando el legado sujeto a reducción consista en una finca que no admita cómoda
división, quedará ésta para el legatario si la reducción no absorbe la mitad de su valor, y en
caso contrario para los herederos forzosos; pero aquél y éstos deberán abonarse su
respectivo haber en dinero.
El legatario que tenga derecho a legítima podrá retener toda la finca, con tal que su valor
no supere, el importe de la porción disponible y de la cuota que le corresponda por legítima.
Si los herederos o legatarios no quieren usar del derecho que se les concede en este
artículo se venderá la finca en pública subasta, a instancia de cualquiera de los interesados.
Artículo 822.
La donación o legado de un derecho de habitación sobre la vivienda habitual que su
titular haga a favor de un legitimario persona con discapacidad, no se computará para el
cálculo de las legítimas si en el momento del fallecimiento ambos estuvieren conviviendo en
ella.
Este derecho de habitación se atribuirá por ministerio de la ley en las mismas
condiciones al legitimario discapacitado que lo necesite y que estuviera conviviendo con el
fallecido, a menos que el testador hubiera dispuesto otra cosa o lo hubiera excluido
expresamente, pero su titular no podrá impedir que continúen conviviendo los demás
legitimarios mientras lo necesiten.
El derecho a que se refieren los dos párrafos anteriores será intransmisible.
Lo dispuesto en los dos primeros párrafos no impedirá la atribución al cónyuge de los
derechos regulados en los artículos 1406 y 1407 de este Código, que coexistirán con el de
habitación.
Artículo 823.
El padre o la madre podrán disponer en concepto de mejora a favor de alguno o algunos
de sus hijos o descendientes, ya lo sean por naturaleza ya por adopción, de una de las dos
terceras partes destinadas a legítima.
Artículo 824.
No podrán imponerse sobre la mejora otros gravámenes que los que se establezcan en
favor de los legitimarios o sus descendientes.
Artículo 825.
Ninguna donación por contrato entre vivos, sea simple o por causa onerosa, en favor de
hijos o descendientes, que sean herederos forzosos, se reputará mejora, si el donante no ha
declarado de una manera expresa su voluntad de mejorar.
Artículo 826.
La promesa de mejorar o no mejorar, hecha por escritura pública en capitulaciones
matrimoniales, será válida.
La disposición del testador contraria a la promesa no producirá efecto.
Artículo 827.
La mejora, aunque se haya verificado con entrega de bienes, será revocable, a menos
que se haya hecho por capitulaciones matrimoniales o por contrato oneroso celebrado con
un tercero.
– 122 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 828.
La manda o legado hecho por el testador a uno de los hijos o descendientes no se
reputará mejora sino cuando el testador haya declarado expresamente ser ésta su voluntad,
o cuando no quepa en la parte libre.
Artículo 829.
La mejora podrá señalarse en cosa determinada. Si el valor de ésta excediere del tercio
destinado a la mejora y de la parte de legítima correspondiente al mejorado, deberá éste
abonar la diferencia en metálico a los demás interesados.
Artículo 830.
La facultad de mejorar no puede encomendarse a otro.
Artículo 831.
1. No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, podrán conferirse facultades al
cónyuge en testamento para que, fallecido el testador, pueda realizar a favor de los hijos o
descendientes comunes mejoras incluso con cargo al tercio de libre disposición y, en
general, adjudicaciones o atribuciones de bienes concretos por cualquier título o concepto
sucesorio o particiones, incluidas las que tengan por objeto bienes de la sociedad conyugal
disuelta que esté sin liquidar.
Estas mejoras, adjudicaciones o atribuciones podrán realizarse por el cónyuge en uno o
varios actos, simultáneos o sucesivos. Si no se le hubiere conferido la facultad de hacerlo en
su propio testamento o no se le hubiere señalado plazo, tendrá el de dos años contados
desde la apertura de la sucesión o, en su caso, desde la emancipación del último de los hijos
comunes.
Las disposiciones del cónyuge que tengan por objeto bienes específicos y determinados,
además de conferir la propiedad al hijo o descendiente favorecido, le conferirán también la
posesión por el hecho de su aceptación, salvo que en ellas se establezca otra cosa.
2. Corresponderá al cónyuge sobreviviente la administración de los bienes sobre los que
pendan las facultades a que se refiere el párrafo anterior.
3. El cónyuge, al ejercitar las facultades encomendadas, deberá respetar las legítimas
estrictas de los descendientes comunes y las mejoras y demás disposiciones del causante
en favor de ésos.
De no respetarse la legítima estricta de algún descendiente común o la cuota de
participación en los bienes relictos que en su favor hubiere ordenado el causante, el
perjudicado podrá pedir que se rescindan los actos del cónyuge en cuanto sea necesario
para dar satisfacción al interés lesionado.
Se entenderán respetadas las disposiciones del causante a favor de los hijos o
descendientes comunes y las legítimas cuando unas u otras resulten suficientemente
satisfechas aunque en todo o en parte lo hayan sido con bienes pertenecientes sólo al
cónyuge que ejercite las facultades.
4. La concesión al cónyuge de las facultades expresadas no alterará el régimen de las
legítimas ni el de las disposiciones del causante, cuando el favorecido por unas u otras no
sea descendiente común. En tal caso, el cónyuge que no sea pariente en línea recta del
favorecido tendrá poderes, en cuanto a los bienes afectos a esas facultades, para actuar por
cuenta de los descendientes comunes en los actos de ejecución o de adjudicación relativos
a tales legítimas o disposiciones.
Cuando algún descendiente que no lo sea del cónyuge supérstite hubiera sufrido
preterición no intencional en la herencia del premuerto, el ejercicio de las facultades
encomendadas al cónyuge no podrá menoscabar la parte del preterido.
5. Las facultades conferidas al cónyuge cesarán desde que hubiere pasado a ulterior
matrimonio o a relación de hecho análoga o tenido algún hijo no común, salvo que el
testador hubiera dispuesto otra cosa.
6. Las disposiciones de los párrafos anteriores también serán de aplicación cuando las
personas con descendencia común no estén casadas entre sí.
– 123 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 832.
Cuando la mejora no hubiere sido señalada en cosa determinada, será pagada con los
mismos bienes hereditarios, observándose, en cuanto puedan tener lugar, las reglas
establecidas en los artículos 1.061 y 1.062 para procurar la igualdad de los herederos en la
partición de bienes.
Artículo 833.
El hijo o descendiente mejorado podrá renunciar a la herencia y aceptar la mejora.
Artículo 834.
El cónyuge que al morir su consorte no se hallase separado de éste judicialmente o de
hecho, si concurre a la herencia con hijos o descendientes, tendrá derecho al usufructo del
tercio destinado a mejora.
Artículo 835.
Si entre los cónyuges separados hubiera mediado reconciliación notificada al Juzgado
que conoció de la separación de conformidad con el artículo 84 de este Código, el
sobreviviente conservará sus derechos.
Artículo 836.
(Suprimido)
Artículo 837.
No existiendo descendientes, pero sí ascendientes, el cónyuge sobreviviente tendrá
derecho al usufructo de la mitad de la herencia.
(Párrafo suprimido)
Artículo 838.
No existiendo descendientes ni ascendientes el cónyuge sobreviviente tendrá derecho al
usufructo de los dos tercios de la herencia.
Artículo 839.
Los herederos podrán satisfacer al cónyuge su parte de usufructo, asignándole una renta
vitalicia, los productos de determinados bienes, o un capital en efectivo, procediendo de
mutuo acuerdo y, en su defecto, por virtud de mandato judicial.
Mientras esto no se realice, estarán afectos todos los bienes de la herencia al pago de la
parte de usufructo que corresponda al cónyuge.
Artículo 840.
Cuando el cónyuge viudo concurra con hijos sólo del causante, podrá exigir que su
derecho de usufructo le sea satisfecho, a elección de los hijos, asignándole un capital en
dinero o un lote de bienes hereditarios.
Artículo 841.
El testador, o el contador-partidor expresamente autorizado por aquél, podrá adjudicar
todos los bienes hereditarios o parte de ellos a alguno de los hijos o descendientes
ordenando que se pague en metálico la porción hereditaria de los demás legitimarios.
También corresponderá la facultad de pago en metálico en el mismo supuesto del
párrafo anterior al contador partidor dativo a que se refiero el artículo 1.057 del Código Civil.
– 124 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 842.
No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, cualquiera de los hijos o descendientes
obligados a pagar en metálico la cuota hereditaria de sus hermanos podrá exigir que dicha
cuota sea satisfecha en bienes de la herencia, debiendo observarse, en tal caso, lo prescrito
por los artículos 1.058 a 1.063 de este Código.
Artículo 843.
Salvo confirmación expresa de todos los hijos o descendientes la partición a que se
refieren los dos artículos anteriores requerirá aprobación judicial.
Artículo 844.
La decisión de pago en metálico no producirá efectos si no se comunica a los
perceptores en el plazo de un año desde la apertura de la sucesión. El pago deberá hacerse
en el plazo de otro año más, salvo pacto en contrario. Corresponderán al perceptor de la
cantidad las garantías legales establecidas para el legatario de cantidad.
Transcurrido el plazo sin que el pago haya tenido lugar, caducará la facultad conferida a
los hijos o descendientes por el testador o el contador-partidor y se procederá a repartir la
herencia según las disposiciones generales sobre la partición.
Artículo 845.
La opción de que tratan los artículos anteriores no afectará a los legados de cosa
específica.
Artículo 846.
Tampoco afectará a las disposiciones particionales del testador señaladas en cosas
determinadas.
Artículo 847.
Para fijar la suma que haya de abonarse a los hijos o descendientes se atenderá al valor
que tuvieren los bienes al tiempo de liquidarles la porción correspondiente, teniendo en
cuenta los frutos o rentas hasta entonces producidas. Desde la liquidación, el crédito
metálico devengará el interés legal.
Artículo 848.
La desheredación sólo podrá tener lugar por alguna de las causas que expresamente
señala la ley.
Artículo 849.
La desheredación sólo podrá hacerse en testamento, expresando en él la causa legal en
que se funde.
Artículo 850.
La prueba de ser cierta la causa de la desheredación corresponderá a los herederos del
testador si el desheredado la negare.
Artículo 851.
La desheredación hecha sin expresión de causa, o por causa cuya certeza, si fuere
contradicha, no se probare, o que no sea una de las señaladas en los cuatro siguientes
artículos, anulará la institución de heredero en cuanto perjudique al desheredado; pero
valdrán los legados, mejoras y demás disposiciones testamentarias en lo que no perjudiquen
a dicha legítima.
– 125 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 852.
Son justas causas para la desheredación, en los términos que específicamente
determinan los artículos ochocientos cincuenta y tres, ochocientos cincuenta y cuatro y
ochocientos cincuenta y cinco, las de incapacidad por indignidad para suceder, señaladas en
el artículo setecientos cincuenta y seis con los números 1º, 2º, 3º, 5º y 6º.
Artículo 853.
Serán también justas causas para desheredar a los hijos y descendientes, además de
las señaladas en el artículo 756 con los números 2, 3, 5 y 6, las siguientes:
1.ª Haber negado, sin motivo legítimo, los alimentos al padre o ascendiente que le
deshereda.
2.ª Haberle maltratado de obra o injuriado gravemente de palabra.
3.ª (Suprimida)
4.ª (Suprimida)
Artículo 854.
Serán justas causas para desheredar a los padres y ascendientes, además de las
señaladas en el artículo 756 con los números 1, 2, 3, 5 y 6, las siguientes:
1.ª Haber perdido la patria potestad por las causas expresadas en el artículo 170.
2.ª Haber negado los alimentos a sus hijos o descendientes sin motivo legítimo.
3.ª Haber atentado uno de los padres contra la vida del otro, si no hubiere habido entre
ellos reconciliación.
Artículo 855.
Serán justas causas para desheredar al cónyuge, además de las señaladas en el artículo
756 con los números 2.º, 3.º, 5.º y 6.º, las siguientes:
1.ª Haber incumplido grave o reiteradamente los deberes conyugales.
2.ª Las que dan lugar a la pérdida de la patria potestad, conforme el artículo 170.
3.ª Haber negado alimentos a los hijos o al otro cónyuge.
4.ª Haber atentado contra la vida del cónyuge testador, si no hubiere mediado
reconciliación.
(Párrafo suprimido)
Artículo 856.
La reconciliación posterior del ofensor y del ofendido priva a éste del derecho de
desheredar, y deja sin efecto la desheredación ya hecha.
Artículo 857.
Los hijos o descendientes del desheredado ocuparán su lugar y conservarán los
derechos de herederos forzosos respecto a la legítima.
Artículo 858.
El testador podrá gravar con mandas y legados no sólo a su heredero, sino también a los
legatarios.
Éstos no estarán obligados a responder del gravamen sino hasta donde alcance el valor
del legado.
Artículo 859.
Cuando el testador grave con un legado a uno de los herederos, él sólo quedará
obligado a su cumplimiento.
– 126 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 860.
El obligado a la entrega del legado responderá en caso de evicción, si la cosa fuere
indeterminada y se señalase sólo por género o especie.
Artículo 861.
El legado de cosa ajena si el testador, al legarla, sabía que lo era, es válido. El heredero
estará obligado a adquirirla para entregarla al legatario; y, no siéndole posible, a dar a éste
su justa estimación.
La prueba de que el testador sabía que la cosa era ajena corresponde al legatario.
Artículo 862.
Si el testador ignoraba que la cosa que legaba era ajena, será nulo el legado.
Pero será válido si la adquiere después de otorgado el testamento.
Artículo 863.
Será válido el legado hecho a un tercero de una cosa propia del heredero o de un
legatario, quienes, al aceptar la sucesión, deberán entregar la cosa legada o su justa
estimación, con la limitación establecida en el artículo siguiente.
Lo dispuesto en el párrafo anterior se entiende sin perjuicio de la legítima de los
herederos forzosos.
Artículo 864.
Cuando el testador, heredero o legatario tuviesen sólo una parte o un derecho en la cosa
legada, se entenderá limitado el legado a esta parte o derecho, a menos que el testador
declare expresamente que lega la cosa por entero.
Artículo 865.
Es nulo el legado de cosas que están fuera del comercio.
Artículo 866.
No producirá efecto el legado de cosa que al tiempo de hacerse el testamento fuera ya
propia del legatario, aunque en ella tuviese algún derecho otra persona.
Si el testador dispone expresamente que la cosa sea liberada de este derecho o
gravamen, valdrá en cuanto a esto el legado.
Artículo 867.
Cuando el testador legare una cosa empeñada o hipotecada para la seguridad de alguna
deuda exigible, el pago de ésta quedará a cargo del heredero.
Si por no pagar el heredero lo hiciere el legatario, quedará éste subrogado en el lugar y
derechos del acreedor para reclamar contra el heredero.
Cualquiera otra carga perpetua o temporal, a que se halle afecta la cosa legada, pasa
con ésta al legatario; pero en ambos casos las rentas y los intereses o réditos devengados
hasta la muerte del testador son carga de la herencia.
Artículo 868.
Si la cosa legada estuviere sujeta a usufructo, uso o habitación, el legatario deberá
respetar estos derechos hasta que legalmente se extingan.
Artículo 869.
El legado quedará sin efecto:
– 127 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 870.
El legado de un crédito contra tercero, o el de perdón o liberación de una deuda del
legatario, sólo surtirá efecto en la parte del crédito o de la deuda subsistente al tiempo de
morir el testador.
En el primer caso, el heredero cumplirá con ceder al legatario todas las acciones que
pudieran competirle contra el deudor.
En el segundo, con dar al legatario carta de pago, si la pidiere.
En ambos casos, el legado comprenderá los intereses que por el crédito o la deuda se
debieren al morir el testador.
Artículo 871.
Caduca el legado de que se habla en el artículo anterior si el testador, después de
haberlo hecho, demandare judicialmente al deudor para el pago de su deuda, aunque éste
no se haya realizado al tiempo del fallecimiento.
Por el legado hecho al deudor de la cosa empeñada sólo se entiende remitido el derecho
de prenda.
Artículo 872.
El legado genérico de liberación o perdón de las deudas comprende las existentes al
tiempo de hacerse el testamento, no las posteriores.
Artículo 873.
El legado hecho a un acreedor no se imputará en pago de su crédito, a no ser que el
testador lo declare expresamente.
En este caso, el acreedor tendrá derecho a cobrar el exceso del crédito o del legado.
Artículo 874.
En los legados alternativos se observará lo dispuesto para las obligaciones de la misma
especie, salvas las modificaciones que se deriven de la voluntad expresa del testador.
Artículo 875.
El legado de cosa mueble genérica será válido aunque no haya cosas de su género en la
herencia.
El legado de cosa inmueble no determinada sólo será válido si la hubiere de su género
en la herencia.
La elección será del heredero, quien cumplirá con dar una cosa que no sea de la calidad
inferior ni de la superior.
Artículo 876.
Siempre que el testador deje expresamente la elección al heredero o al legatario, el
primero podrá dar, o el segundo elegir, lo que mejor les pareciere.
– 128 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 877.
Si el heredero o legatario no pudiere hacer la elección en el caso de haberle sido
concedida, pasará su derecho a los herederos; pero, una vez hecha la elección, será
irrevocable.
Artículo 878.
Si la cosa legada era propia del legatario a la fecha del testamento, no vale el legado,
aunque después haya sido enajenada.
Si el legatario la hubiese adquirido por título lucrativo después de aquella fecha, nada
podrá pedir por ello; mas si la adquisición se hubiese hecho por título oneroso, podrá pedir al
heredero que le indemnice de lo que haya dado por adquirirla.
Artículo 879.
El legado de educación dura hasta que el legatario sea mayor de edad.
El de alimentos dura mientras viva el legatario, si el testador no dispone otra cosa.
Si el testador no hubiere señalado cantidad para estos legados, se fijará según el estado
y condición del legatario y el importe de la herencia.
Si el testador acostumbró en vida dar al legatario cierta cantidad de dinero u otras cosas
por vía de alimentos, se entenderá legada la misma cantidad, si no resultare en notable
desproporción con la cuantía de la herencia.
Artículo 880.
Legada una pensión periódica o cierta cantidad anual, mensual o semanal, el legatario
podrá exigir la del primer período, así que muera el testador, y la de los siguientes en el
principio de cada uno de ellos, sin que haya lugar a la devolución aunque el legatario muera
antes que termine el período comenzado.
Artículo 881.
El legatario adquiere derecho a los legados puros y simples desde la muerte del
testador, y lo transmite a sus herederos.
Artículo 882.
Cuando el legado es de cosa específica y determinada, propia del testador, el legatario
adquiere su propiedad desde que aquél muere, y hace suyos los frutos o rentas pendientes,
pero no las rentas devengadas y no satisfechas antes de la muerte.
La cosa legada correrá desde el mismo instante a riesgo del legatario, que sufrirá, por lo
tanto, su pérdida o deterioro, como también se aprovechará de su aumento o mejora.
Artículo 883.
La cosa legada deberá ser entregada con todos sus accesorios y en el estado en que se
halle al morir el testador.
Artículo 884.
Si el legado no fuere de cosa específica y determinada, sino genérico o de cantidad, sus
frutos e intereses desde la muerte del testador corresponderán al legatario cuando el
testador lo hubiese dispuesto expresamente.
Artículo 885.
El legatario no puede ocupar por su propia autoridad la cosa legada, sino que debe pedir
su entrega y posesión al heredero o al albacea, cuando éste se halle autorizado para darla.
– 129 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 886.
El heredero debe dar la misma cosa legada, pudiendo hacerlo, y no cumple con dar su
estimación.
Los legados en dinero deberán ser pagados en esta especie, aunque no lo haya en la
herencia.
Los gastos necesarios para la entrega de la cosa legada serán a cargo de la herencia,
pero sin perjuicio de la legítima.
Artículo 887.
Si los bienes de la herencia no alcanzaren para cubrir todos los legados, el pago se hará
en el orden siguiente:
1.º Los legados remuneratorios.
2.º Los legados de cosa cierta y determinada, que forme parte del caudal hereditario.
3.º Los legados que el testador haya declarado preferentes.
4.º Los de alimentos.
5.º Los de educación.
6.º Los demás a prorrata.
Artículo 888.
Cuando el legatario no pueda o no quiera admitir el legado, o éste, por cualquier causa,
no tenga efecto, se refundirá en la masa de la herencia, fuera de los casos de sustitución y
derecho de acrecer.
Artículo 889.
El legatario no podrá aceptar una parte del legado y repudiar la otra, si ésta fuere
onerosa.
Si muriese antes de aceptar el legado dejando varios herederos, podrá uno de éstos
aceptar y otro repudiar la parte que le corresponda en el legado.
Artículo 890.
El legatario de dos legados, de los que uno fuere oneroso, no podrá renunciar éste y
aceptar el otro. Si los dos son onerosos o gratuitos, es libre para aceptarlos todos o repudiar
el que quiera.
El heredero que sea al mismo tiempo legatario podrá renunciar la herencia y aceptar el
legado, o renunciar éste y aceptar aquélla.
Artículo 891.
Si toda la herencia se distribuye en legados, se prorratearán las deudas y gravámenes
de ella entre los legatarios a proporción de sus cuotas, a no ser que el testador hubiera
dispuesto otra cosa.
Artículo 892.
El testador podrá nombrar uno o más albaceas.
Artículo 893.
No podrá ser albacea el que no tenga capacidad para obligarse.
El menor no podrá serlo, ni aún con la autorización del padre o del tutor.
Artículo 894.
El albacea puede ser universal o particular.
– 130 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 895.
Cuando los albaceas fueren mancomunados, sólo valdrá lo que todos hagan de
consuno, o lo que haga uno de ellos legalmente autorizado por los demás, o lo que, en caso
de disidencia, acuerde el mayor número.
Artículo 896.
En los casos de suma urgencia podrá uno de los albaceas mancomunados practicar,
bajo su responsabilidad personal, los actos que fueren necesarios, dando cuenta
inmediatamente a los demás.
Artículo 897.
Si el testador no establece claramente la solidaridad de los albaceas, ni fija el orden en
que deben desempeñar su encargo, se entenderán nombrados mancomunadamente y
desempeñarán el cargo como previenen los dos artículos anteriores.
Artículo 898.
El albaceazgo es cargo voluntario, y se entenderá aceptado por el nombrado para
desempeñarlo si no se excusa dentro de los seis días siguientes a aquel en que tenga
noticia de su nombramiento, o, si éste le era ya conocido, dentro de los seis días siguientes
al en que supo la muerte del testador.
Artículo 899.
El albacea que acepta este cargo se constituye en la obligación de desempeñarlo; pero
lo podrá renunciar alegando causa justa al prudente arbitrio del Juez.
Artículo 900.
El albacea que no acepte el cargo, o lo renuncie sin justa causa, perderá lo que le
hubiese dejado el testador, salvo siempre el derecho que tuviere a la legítima.
Artículo 901.
Los albaceas tendrán todas las facultades que expresamente les haya conferido el
testador y no sean contrarias a las leyes.
Artículo 902.
No habiendo el testador determinado especialmente las facultades de los albaceas,
tendrán las siguientes:
1.ª Disponer y pagar los sufragios y el funeral del testador con arreglo a lo dispuesto por
él en el testamento; y, en su defecto, según la costumbre del pueblo.
2.ª Satisfacer los legados que consistan en metálico, con el conocimiento y beneplácito
del heredero.
3.ª Vigilar sobre la ejecución de todo lo demás ordenado en el testamento, y sostener,
siendo justo, su validez en juicio y fuera de él.
4.ª Tomar las precauciones necesarias para la conservación y custodia de los bienes,
con intervención de los herederos presentes.
Artículo 903.
Si no hubiere en la herencia dinero bastante para el pago de funerales y legados, y los
herederos no lo aprontaren de lo suyo, promoverán los albaceas la venta de los bienes
muebles; y no alcanzando éstos, la de los inmuebles, con intervención de los herederos.
– 131 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 904.
El albacea, a quien el testador no haya fijado plazo, deberá cumplir su encargo dentro de
un año, contado desde su aceptación, o desde que terminen los litigios que se promovieren
sobre la validez o nulidad del testamento o de algunas de sus disposiciones.
Artículo 905.
Si el testador quisiere ampliar el plazo legal, deberá señalar expresamente el de la
prórroga. Si no lo hubiese señalado, se entenderá prorrogado el plazo por un año.
Si, transcurrida esta prórroga, no se hubiese todavía cumplido la voluntad del testador,
podrá el Juez conceder otra por el tiempo que fuere necesario, atendidas las circunstancias
del caso.
Artículo 906.
Los herederos y legatarios podrán, de común acuerdo, prorrogar el plazo del albaceazgo
por el tiempo que crean necesario; pero, si el acuerdo fuese sólo por mayoría, la prórroga no
podrá exceder de un año.
Artículo 907.
Los albaceas deberán dar cuenta de su encargo a los herederos.
Si hubieren sido nombrados no para entregar los bienes a herederos determinados, sino
para darles la inversión o distribución que el testador hubiese dispuesto en los casos
permitidos por derecho, rendirán sus cuentas al Juez.
Toda disposición del testador contraria a este artículo será nula.
Artículo 908.
El albaceazgo es cargo gratuito. Podrá, sin embargo, el testador señalar a los albaceas
la remuneración que tenga por conveniente; todo sin perjuicio del derecho que les asista
para cobrar lo que les corresponda por los trabajos de partición u otros facultativos.
Si el testador lega o señala conjuntamente a los albaceas alguna retribución, la parte de
los que no admitan el cargo acrecerá a los que lo desempeñen.
Artículo 909.
El albacea no podrá delegar el cargo si no tuviese expresa autorización del testador.
Artículo 910.
Termina el albaceazgo por la muerte, imposibilidad, renuncia o remoción del albacea, y
por el lapso del término señalado por el testador, por la ley y, en su caso, por los
interesados.
Artículo 911.
En los casos del artículo anterior, y en el de no haber el albacea aceptado el cargo,
corresponderá a los herederos la ejecución de la voluntad del testador.
– 132 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO III
De la sucesión intestada
Artículo 912.
La sucesión legítima tiene lugar:
1.º Cuando uno muere sin testamento, o con testamento nulo, o que haya perdido
después su validez.
2.º Cuando el testamento no contiene institución de heredero en todo o en parte de los
bienes o no dispone de todos los que corresponden al testador. En este caso, la sucesión
legítima tendrá lugar solamente respecto de los bienes de que no hubiese dispuesto.
3.º Cuando falta la condición puesta a la institución del heredero, o éste muere antes que
el testador, o repudia la herencia sin tener sustituto y sin que haya lugar al derecho de
acrecer.
4.º Cuando el heredero instituido es incapaz de suceder.
Artículo 913.
A falta de herederos testamentarios, la ley defiere a los parientes del difunto, al viudo o
viuda y al Estado.
Artículo 914.
Lo dispuesto sobre la incapacidad para suceder por testamento es aplicable igualmente
a la sucesión intestada.
Artículo 915.
La proximidad del parentesco se determina por el número de generaciones. Cada
generación forma un grado.
Artículo 916.
La serie de grados forma la línea, que puede ser directa o colateral.
Se llama directa la constituida por la serie de grados entre personas que descienden una
de otra.
Y colateral la constituida por la serie de grados entre personas que no descienden unas
de otras, pero que proceden de un tronco común.
Artículo 917.
Se distingue la línea recta en descendente y ascendente.
La primera une al cabeza de familia con los que descienden de él.
La segunda liga a una persona con aquellos de quienes desciende.
Artículo 918.
En las líneas se cuentan tantos grados como generaciones o como personas,
descontando la del progenitor.
En la recta se sube únicamente hasta el tronco. Así, el hijo dista del padre un grado, dos
del abuelo y tres del bisabuelo.
En la colateral se sube hasta el tronco común y después se baja hasta la persona con
quien se hace la computación. Por esto, el hermano dista dos grados del hermano, tres del
tío, hermano de su padre o madre, cuatro del primo hermano y así en adelante.
– 133 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 919.
El cómputo de que trata el artículo anterior rige en todas las materias.
Artículo 920.
Llámase doble vínculo al parentesco por parte del padre y de la madre conjuntamente.
Artículo 921.
En las herencias, el pariente más próximo en grado excluye al más remoto, salvo el
derecho de representación en los casos en que deba tener lugar.
Los parientes que se hallaren en el mismo grado heredarán por partes iguales, salvo lo
que se dispone en el artículo 949 sobre el doble vínculo.
Artículo 922.
Si hubiere varios parientes de un mismo grado, y alguno o algunos no quisieren o no
pudieren suceder, su parte acrecerá a los otros del mismo grado, salvo el derecho de
representación cuando deba tener lugar.
Artículo 923.
Repudiando la herencia el pariente más próximo, si es solo, o, si fueren varios, todos los
parientes más próximos llamados por la ley heredarán los del grado siguiente por su propio
derecho y sin que puedan representar al repudiante.
Artículo 924.
Llámase derecho de representación el que tienen los parientes de una persona para
sucederle en todos los derechos que tendría si viviera o hubiera podido heredar.
Artículo 925.
El derecho de representación tendrá siempre lugar en la línea recta descendente, pero
nunca en la ascendente.
En la línea colateral sólo tendrá lugar en favor de los hijos de hermanos, bien sean de
doble vínculo, bien de un solo lado.
Artículo 926.
Siempre que se herede por representación, la división de la herencia se hará por
estirpes, de modo que el representante o representantes no hereden más de lo que
heredaría su representado, si viviera.
Artículo 927.
Quedando hijos de uno o más hermanos del difunto, heredarán a éste por
representación si concurren con sus tíos. Pero si concurren solos, heredarán por partes
iguales.
Artículo 928.
No se pierde el derecho de representar a una persona por haber renunciado su herencia.
Artículo 929.
No podrá representarse a una persona viva sino en los casos de desheredación o
incapacidad.
– 134 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO IV
Del orden de suceder según la diversidad de líneas
Artículo 930.
La sucesión corresponde en primer lugar a la línea recta descendente.
Artículo 931.
Los hijos y sus descendientes suceden a sus padres y demás ascendientes sin distinción
de sexo, edad o filiación.
Artículo 932.
Los hijos del difunto le heredarán siempre por su derecho propio, dividiendo la herencia
en partes iguales.
Artículo 933.
Los nietos y demás descendientes heredarán por derecho de representación, y, si
alguno hubiese fallecido dejando varios herederos, la porción que le corresponda se dividirá
entre éstos por partes iguales.
Artículo 934.
Si quedaren hijos y descendientes de otros hijos que hubiesen fallecido, los primeros
heredarán por derecho propio, y los segundos, por derecho de representación.
Artículo 935.
A falta de hijos y descendientes del difunto le heredarán sus ascendientes.
Artículo 936.
El padre y la madre heredarán por partes iguales.
Artículo 937.
En el caso de que sobreviva uno solo de los padres, éste sucederá al hijo en toda su
herencia.
Artículo 938.
A falta de padre y de madre sucederán los ascendientes más próximos en grado.
Artículo 939.
Si hubiere varios ascendientes de igual grado pertenecientes a la misma línea, dividirán
la herencia por cabezas.
Artículo 940.
Si los ascendientes fueren de líneas diferentes, pero de igual grado, la mitad
corresponderá a los ascendientes paternos y la otra mitad a los maternos.
Artículo 941.
En cada línea la división se hará por cabezas.
– 135 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 942.
Lo dispuesto en esta Sección se entiende sin perjuicio de lo ordenado en los artículos
811 y 812, que es aplicable a la sucesión intestada y a la testamentaria.
Artículo 943.
A falta de las personas comprendidas en las dos Secciones que preceden, herederán el
cónyuge y los parientes colaterales por el orden que se establece en los artículos siguientes.
Artículo 944.
En defecto de ascendientes y descendientes, y antes que los colaterales, sucederá en
todos los bienes del difunto el cónyuge sobreviviente.
Artículo 945.
No tendrá lugar el llamamiento a que se refiere el artículo anterior si el cónyuge estuviere
separado judicialmente o de hecho.
Artículo 946.
Los hermanos e hijos de hermanos suceden con preferencia a los demás colaterales.
Artículo 947.
Si no existieran más que hermanos de doble vínculo, éstos heredarán por partes iguales.
Artículo 948.
Si concurrieren hermanos con sobrinos, hijos de hermanos de doble vínculo, los
primeros heredarán por cabezas y los segundos por estirpes.
Artículo 949.
Si concurrieren hermanos de padre y madre con medio hermanos, aquéllos tomarán
doble porción que éstos en la herencia.
Artículo 950.
En el caso de no existir sino medio hermanos, unos por parte de padre y otros por la de
la madre, heredarán todos por partes iguales, sin ninguna distinción de bienes.
Artículo 951.
Los hijos de los medio hermanos sucederán por cabezas o por estirpes, según las reglas
establecidas para los hermanos de doble vínculo.
Artículo 952.
(Suprimido)
Artículo 953.
(Suprimido)
Artículo 954.
No habiendo cónyuge supérstite, ni hermanos ni hijos de hermanos, sucederán en la
herencia del difunto los demás parientes del mismo en línea colateral hasta el cuarto grado,
más allá del cual no se extiende el derecho de heredar abintestato.
– 136 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 955.
La sucesión de estos colaterales se verificará sin distinción de líneas ni preferencia entre
ellos por razón del doble vínculo.
Artículo 956.
A falta de personas que tengan derecho a heredar conforme a lo dispuesto en las
precedentes Secciones, heredará el Estado, quien asignará una tercera parte de la herencia
a Instituciones municipales del domicilio del difunto de Beneficencia, Instrucción, Acción
social o profesionales, sean de carácter público o privado; y otra tercera parte, a
Instituciones provinciales de los mismos carácteres, de la provincia del finado, prefiriendo,
tanto entre unas como entre otras, aquéllas a las que el causante haya pertenecido por su
profesión y haya consagrado su máxima actividad, aunque sean de carácter general. La otra
tercera parte se destinará a la Caja de Amortización de la Deuda pública, salvo que, por la
naturaleza de los bienes heredados, el Consejo de Ministros acuerde darles, total o
parcialmente, otra aplicación.
Artículo 957.
Los derechos y obligaciones del Estado, así como los de las Instituciones o Entidades a
quienes se asignen las dos terceras partes de los bienes, en el caso del artículo 956, serán
los mismos que los de los demás herederos, pero se entenderá siempre aceptada la
herencia a beneficio de inventario, sin necesidad de declaración alguna sobre ello, a los
efectos que enumera el artículo 1023.
Artículo 958.
Para que el Estado pueda apoderarse de los bienes hereditarios habrá de preceder
declaración judicial de heredero, adjudicándole los bienes por falta de herederos legítimos.
CAPÍTULO V
Disposiciones comunes a las herencias por testamento o sin él
Artículo 959.
Cuando la viuda crea haber quedado encinta, deberá ponerlo en conocimiento de los
que tengan a la herencia un derecho de tal naturaleza que deba desaparecer o disminuir por
el nacimiento del póstumo.
Artículo 960.
Los interesados a que se refiere el precedente artículo podrán pedir al Juez municipal o
al de primera instancia, donde lo hubiere, que dicte las providencias convenientes para evitar
la suposición de parto, o que la criatura que nazca pase por viable, no siéndolo en realidad.
Cuidará el Juez de que las medidas que dicte no ataquen al pudor ni a la libertad de la
viuda.
Artículo 961.
Háyase o no dado el aviso de que habla el artículo 959, al aproximarse la época del
parto, la viuda deberá ponerlo en conocimiento de los mismos interesados. Éstos tendrán
derecho a nombrar persona de su confianza que se cerciore de la realidad del
alumbramiento.
Si la persona designada fuere rechazada por la paciente, hará el Juez el nombramiento,
debiendo éste recaer en facultativo o en mujer.
– 137 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 962.
La omisión de estas diligencias no basta por sí sola para acreditar la suposición del parto
o la falta de viabilidad del nacido.
Artículo 963.
Cuando el marido hubiere reconocido en documento público o privado la certeza de la
preñez de su esposa, estará ésta dispensada de dar el aviso que previene el artículo 959,
pero quedará sujeta a cumplir lo dispuesto en el 961.
Artículo 964.
La viuda que quede encinta, aun cuando sea rica, deberá ser alimentada de los bienes
hereditarios, habida consideración a la parte que en ellos pueda tener el póstumo si naciere
y fuere viable.
Artículo 965.
En el tiempo que medie hasta que se verifique el parto, o se adquiera la certidumbre de
que éste no tendrá lugar, ya por haber ocurrido aborto, ya por haber pasado con exceso el
término máximo para la gestación, se proveerá a la seguridad y administración de los bienes
en la forma establecida para el juicio necesario de testamentaría.
Artículo 966.
La división de la herencia se suspenderá hasta que se verifique el parto o el aborto, o
resulte por el transcurso del tiempo que la viuda no estaba encinta.
Sin embargo, el administrador podrá pagar a los acreedores, previo mandato judicial.
Artículo 967.
Verificado el parto o el aborto, o transcurrido el término de la gestación, el administrador
de los bienes hereditarios cesará en su encargo y dará cuenta de su desempeño a los
herederos o a sus legítimos representantes.
Artículo 968.
Además de la reserva impuesta en el artículo 811, el viudo o viuda que pase a segundo
matrimonio estará obligado a reservar a los hijos y descendientes del primero la propiedad
de todos los bienes que haya adquirido de su difunto consorte por testamento, por sucesión
intestada, donación u otro cualquier título lucrativo; pero no su mitad de gananciales.
Artículo 969.
La disposición del artículo anterior es aplicable a los bienes que, por los títulos en él
expresados, haya adquirido el viudo o viuda de cualquiera de los hijos de su primer
matrimonio y los que haya habido de los parientes del difunto por consideración a éste.
Artículo 970.
Cesará la obligación de reservar cuando los hijos de un matrimonio, mayores de edad,
que tengan derecho a los bienes, renuncien expresamente a él, o cuando se trate de cosas
dadas o dejadas por los hijos a su padre o a su madre, sabiendo que estaban segunda vez
casados.
Artículo 971.
Cesará además la reserva si al morir el padre o la madre que contrajo segundo
matrimonio no existen hijos ni descendientes del primero.
– 138 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 972.
A pesar de la obligación de reservar, podrá el padre o madre, segunda vez casado,
mejorar en los bienes reservables a cualquiera de los hijos o descendientes del primer
matrimonio, conforme a lo dispuesto en el artículo 823.
Artículo 973.
Si el padre o la madre no hubiere usado, en todo o en parte, de la facultad que le
concede el artículo anterior, los hijos y descendientes del primer matrimonio sucederán en
los bienes sujetos a reserva, conforme a las reglas prescritas para la sucesión en línea
descendente, aunque a virtud de testamento hubiesen heredado desigualmente al cónyuge
premuerto o hubiesen repudiado su herencia.
El hijo desheredado justamente por el padre o por la madre perderá todo derecho a la
reserva, pero si tuviere hijos o descendientes, se estará a lo dispuesto en el artículo 857 y en
el número 2 del artículo 164.
Artículo 974.
Serán válidas las enajenaciones de los bienes inmuebles reservables hechas por el
cónyuge sobreviviente antes de celebrar segundas bodas, con la obligación, desde que las
celebrare, de asegurar el valor de aquéllos a los hijos y descendientes del primer
matrimonio.
Artículo 975.
La enajenación que de los bienes inmuebles sujetos a reserva hubiere hecho el viudo o
la viuda después de contraer segundo matrimonio subsistirá únicamente si a su muerte no
quedan hijos ni descendientes del primero, sin perjuicio de lo dispuesto en la Ley
Hipotecaria.
Artículo 976.
Las enajenaciones de los bienes muebles hechas antes o después de contraer segundo
matrimonio serán válidas, salva siempre la obligación de indemnizar.
Artículo 977.
El viudo o la viuda, al repetir matrimonio, hará inventariar todos los bienes sujetos a
reserva, anotar en el Registro de la Propiedad la calidad de reservables de los inmuebles
con arreglo a lo dispuesto en la Ley Hipotecaria y tasar los muebles.
Artículo 978.
Estará, además, obligado el viudo o viuda, al repetir matrimonio, a asegurar con
hipoteca:
1.º La restitución de los bienes muebles no enajenados en el estado que tuvieren al
tiempo de su muerte.
2.º El abono de los deterioros ocasionados o que se ocasionaren por su culpa o
negligencia.
3.º La devolución del precio que hubiese recibido por los bienes muebles enajenados o la
entrega del valor que tenían al tiempo de la enajenación, si ésta se hubiese hecho a título
gratuito.
4.º El valor de los bienes inmuebles válidamente enajenados.
Artículo 979.
Lo dispuesto en los artículos anteriores para el caso de segundo matrimonio rige
igualmente en el tercero y ulteriores.
– 139 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 980.
La obligación de reservar impuesta en los anteriores artículos será también aplicable:
1.° Al viudo que durante el matrimonio haya tenido o en estado de viudez tenga un hijo
no matrimonial.
2.° Al viudo que adopte a otra persona. Se exceptúa el caso de que el adoptado sea hijo
del consorte de quien descienden los que serían reservatorios.
Dicha obligación de reservar surtirá efecto, respectivamente, desde el nacimiento o la
adopción del hijo.
Artículo 981.
En las sucesiones legítimas la parte del que repudia la herencia acrecerá siempre a los
coherederos.
Artículo 982.
Para que en la sucesión testamentaria tenga lugar el derecho de acrecer, se requiere:
1.º Que dos o más sean llamados a una misma herencia, o a una misma porción de ella,
sin especial designación de partes.
2.º Que uno de los llamados muera antes que el testador, o que renuncie la herencia, o
sea incapaz de recibirla.
Artículo 983.
Se entenderá hecha la designación por partes sólo en el caso de que el testador haya
determinado expresamente una cuota para cada heredero.
La frase «por mitad o por partes iguales» u otras que, aunque designen parte alícuota,
no fijan ésta numéricamente o por señales que hagan a cada uno dueño de un cuerpo de
bienes separado, no excluyen el derecho de acrecer.
Artículo 984.
Los herederos a quienes acrezca la herencia sucederán en todos los derechos y
obligaciones que tendría el que no quiso o no pudo recibirla.
Artículo 985.
Entre los herederos forzosos el derecho de acrecer sólo tendrá lugar cuando la parte de
libre disposición se deje a dos o más de ellos, o a alguno de ellos y a un extraño.
Si la parte repudiada fuere la legítima, sucederán en ella los coherederos por su derecho
propio, y no por el derecho de acrecer.
Artículo 986.
En la sucesión testamentaria, cuando no tenga lugar el derecho de acrecer, la porción
vacante del instituido, a quien no se hubiese designado sustituto, pasará a los herederos
legítimos del testador, los cuales la recibirán con las mismas cargas y obligaciones.
Artículo 987.
El derecho de acrecer tendrá también lugar entre los legatarios y los usufructuarios en
los términos establecidos para los herederos.
Artículo 988.
La aceptación y repudiación de la herencia son actos enteramente voluntarios y libres.
– 140 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 989.
Los efectos de la aceptación y de la repudiación se retrotraen siempre al momento de la
muerte de la persona a quien se hereda.
Artículo 990.
La aceptación o la repudiación de la herencia no podrá hacerse en parte, a plazo, ni
condicionalmente.
Artículo 991.
Nadie podrá aceptar ni repudiar sin estar cierto de la muerte de la persona a quien haya
de heredar y de su derecho a la herencia.
Artículo 992.
Pueden aceptar o repudiar una herencia todos los que tienen la libre disposición de sus
bienes.
La aceptación de la que se deje a los pobres corresponderá a las personas designadas
por el testador para calificarlo y distribuir los bienes, y en su defecto a las que señala el
artículo 749, y se entenderá aceptada a beneficio de inventario.
Artículo 993.
Los legítimos representantes de las asociaciones, corporaciones y fundaciones capaces
de adquirir podrán aceptar la herencia que a las mismas se dejare; mas para repudiarla
necesitan la aprobación judicial, con audiencia del Ministerio público.
Artículo 994.
Los establecimientos públicos oficiales no podrán aceptar ni repudiar herencia sin la
aprobación del Gobierno.
Artículo 995.
Cuando la herencia sea aceptada sin beneficio de ínventario, por persona casada y no
concurra el otro cónyuge, prestando su consentimiento a la aceptación, no responderán de
las deudas hereditarias los bienes de la sociedad conyugal.
Artículo 996.
Si la sentencia de incapacitación por enfermedades o deficiencias físicas o psíquicas no
dispusiere otra cosa, el sometido a curatela podrá, asistido del curador, aceptar la herencia
pura y simplemente o a beneficio de inventario.
Artículo 997.
La aceptación y la repudiación de la herencia, una vez hechas, son irrevocables, y no
podrán ser impugnadas sino cuando adoleciesen de algunos de los vicios que anulan el
consentimiento, o apareciese un testamento desconocido.
Artículo 998.
La herencia podrá ser aceptada pura y simplemente o a beneficio de inventario.
Artículo 999.
La aceptación pura y simple puede ser expresa o tácita.
Expresa es la que se hace en documento público o privado.
Tácita es la que se hace por actos que suponen necesariamente la voluntad de aceptar,
o que no habría derecho a ejecutar sino con la cualidad de heredero.
Los actos de mera conservación o administración provisional no implican la aceptación
de la herencia, si con ellos no se ha tomado el título o la cualidad de heredero.
– 141 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1000.
Entiéndese aceptada la herencia:
1.º Cuando el heredero vende, dona o cede su derecho a un extraño, a todos sus
coherederos o a alguno de ellos.
2.º Cuando el heredero la renuncia, aunque sea gratuitamente, a beneficio de uno o más
de sus coherederos.
3.º Cuando la renuncia por precio a favor de todos sus coherederos indistintamente;
pero, si esta renuncia fuere gratuita y los coherederos a cuyo favor se haga son aquellos a
quienes debe acrecer la porción renunciada, no se entenderá aceptada la herencia.
Artículo 1001.
Si el heredero repudia la herencia en perjuicio de sus propios acreedores, podrán éstos
pedir al Juez que los autorice para aceptarla en nombre de aquél.
La aceptación sólo aprovechará a los acreedores en cuanto baste a cubrir el importe de
sus créditos. El exceso, si lo hubiere, no pertenecerá en ningún caso al renunciante, sino
que se adjudicará a las personas a quienes corresponda según las reglas establecidas en
este Código.
Artículo 1002.
Los herederos que hayan sustraído u ocultado algunos efectos de la herencia pierden la
facultad de renunciarla y quedan con el carácter de herederos puros y simples, sin perjuicio
de las penas en que hayan podido incurrir.
Artículo 1003.
Por la aceptación pura y simple, o sin beneficio de inventario, quedará el heredero
responsable de todas las cargas de la herencia, no sólo con los bienes de ésta, sino también
con los suyos propios.
Artículo 1004.
Hasta pasados nueve días después de la muerte de aquel de cuya herencia se trate, no
podrá intentarse acción contra el heredero para que acepte o repudie.
Artículo 1005.
Instando, en juicio, un tercer interesado para que el heredero acepte o repudie, deberá el
Juez señalar a éste un término, que no pase de treinta días, para que haga su declaración;
apercibido de que, si no lo hace, se tendrá la herencia por aceptada.
Artículo 1006.
Por muerte del heredero sin aceptar ni repudiar la herencia pasará a los suyos el mismo
derecho que él tenía.
Artículo 1007.
Cuando fueren varios los herederos llamados a la herencia, podrán los unos aceptarla y
los otros repudiarla. De igual libertad gozará cada uno de los herederos para aceptarla pura
y simplemente o a beneficio de inventario.
Artículo 1008.
La repudiación de la herencia deberá hacerse en instrumento público auténtico, o por
escrito presentado ante el Juez competente para conocer de la testamentaría o del
abintestato.
– 142 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1009.
El que es llamado a una misma herencia por testamento y ab intestato y la repudia por el
primer título, se entiende haberla repudiado por los dos.
Repudiándola como heredero ab intestato y sin noticia de su título testamentario, podrá
todavía aceptarla por éste.
Artículo 1010.
Todo heredero puede aceptar la herencia a beneficio de inventario, aunque el testador
se lo haya prohibido.
También podrá pedir la formación de inventario antes de aceptar o repudiar la herencia,
para deliberar sobre este punto.
Artículo 1011.
La aceptación de la herencia a beneficio de inventario podrá hacerse ante Notario, o por
escrito ante cualquiera de los Jueces que sean competentes para prevenir el juicio de
testamentaría o ab intestato.
Artículo 1012.
Si el heredero a que se refiere el artículo anterior se hallare en país extranjero, podrá
hacer dicha declaración ante el Agente diplomático o consular de España que esté habilitado
para ejercer las funciones de Notario en el lugar del otorgamiento.
Artículo 1013.
La declaración a que se refieren los artículos anteriores no producirá efecto alguno si no
va precedida o seguida de un inventario fiel y exacto de todos los bienes de la herencia,
hecho con las formalidades y dentro de los plazos que se expresarán en los artículos
siguientes.
Artículo 1014.
El heredero que tenga en su poder los bienes de la herencia o parte de ellos y quiera
utilizar el beneficio de inventario o el derecho de deliberar, deberá manifestarlo al Juez
competente para conocer de la testamentaría, o del ab intestato, dentro de diez días
siguientes al en que supiere ser tal heredero, si reside en el lugar donde hubiese fallecido el
causante de la herencia. Si residiere fuera, el plazo será de treinta días.
En uno y otro caso, el heredero deberá pedir a la vez la formación del inventario y la
citación a los acreedores y legatarios para que acudan a presenciarlo si les conviniere.
Artículo 1015.
Cuando el heredero no tenga en su poder la herencia o parte de ella, ni haya practicado
gestión alguna como tal heredero, los plazos expresados en el artículo anterior se contarán
desde el día siguiente al en que expire el plazo que el Juez le hubiese fijado para aceptar o
repudiar la herencia conforme al artículo 1.005, o desde el día en que la hubiese aceptado o
hubiera gestionado como heredero.
Artículo 1016.
Fuera de los casos a que se refieren los dos anteriores artículos, si no se hubiere
presentado ninguna demanda contra el heredero, podrá éste aceptar a beneficio de
inventario, o con el derecho de deliberar, mientras no prescriba la acción para reclamar la
herencia.
– 143 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1017.
El inventario se principiará dentro de los treinta días siguientes a la citación de los
acreedores y legatarios, y concluirá dentro de otros sesenta.
Si por hallarse los bienes a larga distancia, o ser muy cuantiosos, o por otra causa justa,
parecieren insuficientes dichos sesenta días, podrá el Juez prorrogar este término por el
tiempo que estime necesario, sin que pueda exceder de un año.
Artículo 1018.
Si por culpa o negligencia del heredero no se principiare o no se concluyere el inventario
en los plazos y con las solemnidades prescritas en los artículos anteriores, se entenderá que
acepta la herencia pura y simplemente.
Artículo 1019.
El heredero que se hubiese reservado el derecho de deliberar, deberá manifestar al
Juzgado, dentro de treinta días contados desde el siguiente al en que se hubiere concluido el
inventario, si acepta o repudia la herencia.
Pasados los treinta días sin hacer dicha manifestación, se entenderá que la acepta pura
y simplemente.
Artículo 1020.
En todo caso el Juez podrá proveer, a instancia de parte interesada, durante la
formación del inventario y hasta la aceptación de la herencia, a la administración y custodia
de los bienes hereditarios con arreglo a lo que se prescriba para el juicio de testamentaría en
la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Artículo 1021.
El que reclame judicialmente una herencia de que otro se halle en posesión por más de
un año, si venciere en el juicio, no tendrá obligación de hacer inventario para gozar de este
beneficio, y sólo responderá de las cargas de la herencia con los bienes que le sean
entregados.
Artículo 1022.
El inventario hecho por el heredero que después repudie la herencia aprovechará a los
sustitutos y a los herederos ab intestato, respecto de los cuales los treinta días para deliberar
y para hacer la manifestación que previene el artículo 1.019 se contarán desde el siguiente
al en que tuvieren conocimiento de la repudiación.
Artículo 1023.
El beneficio de inventario produce en favor del heredero los efectos siguientes:
1.º El heredero no queda obligado a pagar las deudas y demás cargas de la herencia
sino hasta donde alcancen los bienes de la misma.
2.º Conserva contra el caudal hereditario todos los derechos y acciones que tuviera
contra el difunto.
3.º No se confunden para ningún efecto, en daño del heredero, sus bienes particulares
con los que pertenezcan a la herencia.
Artículo 1024.
El heredero perderá el beneficio de inventario:
1.º Si a sabiendas dejare de incluir en el inventario alguno de los bienes, derechos o
acciones de la herencia.
2.º Si antes de completar el pago de las deudas y legados enajenase bienes de la
herencia sin autorización judicial o la de todos los interesados, o no diese al precio de lo
vendido la aplicación determinada al concederle la autorización.
– 144 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1025.
Durante la formación del inventario y el término para deliberar no podrán los legatarios
demandar el pago de sus legados.
Artículo 1026.
Hasta que resulten pagados todos los acreedores conocidos y los legatarios, se
entenderá que se halla la herencia en administración.
El administrador, ya lo sea el mismo heredero, ya cualquiera otra persona, tendrá, en
ese concepto, la representación de la herencia para ejercitar las acciones que a ésta
competan y contestar a las demandas que se interpongan contra la misma.
Artículo 1027.
El administrador no podrá pagar los legados sino después de haber pagado a todos los
acreedores.
Artículo 1028.
Cuando haya juicio pendiente entre los acreedores sobre la preferencia de sus créditos,
serán pagados por el orden y según el grado que señale la sentencia firme de graduación.
No habiendo juicio pendiente entre los acreedores, serán pagados los que primero se
presenten; pero, constando que alguno de los créditos conocidos es preferente, no se hará
el pago sin previa caución a favor del acreedor de mejor derecho.
Artículo 1029.
Si después de pagados los legados aparecieren otros acreedores, éstos sólo podrán
reclamar contra los legatarios en el caso de no quedar en la herencia bienes suficientes para
pagarles.
Artículo 1030.
Cuando para el pago de los créditos y legados sea necesaria la venta de bienes
hereditarios, se realizará ésta en la forma establecida en la Ley de Enjuiciamiento Civil
respecto a los ab intestatos y testamentarías, salvo si todos los herederos, acreedores y
legatarios acordaren otra cosa.
Artículo 1031.
No alcanzando los bienes hereditarios para el pago de las deudas y legados, el
administrador dará cuenta de su administración a los acreedores y legatarios que no
hubiesen cobrado por completo, y será responsable de los perjuicios causados a la herencia
por culpa o negligencia suya.
Artículo 1032.
Pagados los acreedores y legatarios, quedará el heredero en el pleno goce del
remanente de la herencia.
Si la herencia hubiese sido administrada por otra persona, ésta rendirá al heredero la
cuenta de su administración, bajo la responsabilidad que impone el artículo anterior.
Artículo 1033.
Las costas del inventario y los demás gastos a que dé lugar la administración de la
herencia aceptada a beneficio de inventario y la defensa de sus derechos serán de cargo de
la misma herencia. Exceptúanse aquellas costas en que el heredero hubiese sido
condenado personalmente por su dolo o mala fe.
Lo mismo se entenderá respecto de las causadas para hacer uso del derecho de
deliberar, si el heredero repudia la herencia.
– 145 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1034.
Los acreedores particulares del heredero no podrán mezclarse en las operaciones de la
herencia aceptada por éste a beneficio de inventario hasta que sean pagados los acreedores
de la misma y los legatarios; pero podrán pedir la retención o embargo del remanente que
pueda resultar a favor del heredero.
CAPÍTULO VI
De la colación y partición
Artículo 1035.
El heredero forzoso que concurra, con otros que también lo sean, a una sucesión deberá
traer a la masa hereditaria los bienes o valores que hubiese recibido del causante de la
herencia, en vida de éste, por dote, donación u otro título lucrativo, para computarlo en la
regulación de las legítimas y en la cuenta de partición.
Artículo 1036.
La colación no tendrá lugar entre los herederos forzosos si el donante así lo hubiese
dispuesto expresamente o si el donatario repudiare la herencia, salvo el caso en que la
donación deba reducirse por inoficiosa.
Artículo 1037.
No se entiende sujeto a colación lo dejado en testamento si el testador no dispusiere lo
contrario, quedando en todo caso a salvo las legítimas.
Artículo 1038.
Cuando los nietos sucedan al abuelo en representación del padre, concurriendo con sus
tíos o primos, colacionarán todo lo que debiera colacionar el padre si viviera, aunque no lo
hayan heredado.
También colacionarán lo que hubiesen recibido del causante de la herencia durante la
vida de éste, a menos que el testador hubiese dispuesto lo contrario, en cuyo caso deberá
respetarse su voluntad si no perjudicare a la legítima de los coherederos.
Artículo 1039.
Los padres no estarán obligados a colacionar en la herencia de sus ascendientes lo
donado por éstos a sus hijos.
Artículo 1040.
Tampoco se traerán a colación las donaciones hechas al consorte del hijo; pero si
hubieren sido hechas por el padre conjuntamente a los dos, el hijo estará obligado a
colacionar la mitad de la cosa donada.
Artículo 1041.
No estarán sujetos a colación los gastos de alimentos, educación, curación de
enfermedades, aunque sean extraordinarias, aprendizaje, equipo ordinario, ni los regalos de
costumbre.
Tampoco estarán sujetos a colación los gastos realizados por los padres y ascendientes
para cubrir las necesidades especiales de sus hijos o descendientes con discapacidad
Artículo 1042.
No se traerán a colación, sino cuando el padre lo disponga o perjudiquen a la legítima,
los gastos que éste hubiere hecho para dar a sus hijos una carrera profesional o artística;
– 146 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
pero cuando proceda colacionarlos, se rebajará de ellos lo que el hijo habría gastado
viviendo en la casa y compañía de sus padres.
Artículo 1043.
Serán colacionables las cantidades satisfechas por el padre para redimir a sus hijos de la
suerte de soldado, pagar sus deudas, conseguirles un título de honor y otros gastos
análogos.
Artículo 1044.
Los regalos de boda, consistentes en joyas, vestidos y equipos, no se reducirán como
inoficiosos sino en la parte que excedan en un décimo o más de la cantidad disponible por
testamento.
Artículo 1045.
No han de traerse a colación y partición las mismas cosas donadas, sino su valor al
tiempo en que se evalúen los bienes hereditarios.
El aumento o deterioro físico posterior a la donación y aun su pérdida total, casual o
culpable, será a cargo y riesgo o beneficio del donatario.
Artículo 1046.
La dote o donación hecha por ambos cónyuges se colacionará por mitad en la herencia
de cada uno de ellos. La hecha por uno solo se colacionará en su herencia.
Artículo 1047.
El donatario tomará de menos en la masa hereditaria tanto como ya hubiese recibido,
percibiendo sus coherederos el equivalente, en cuanto sea posible, en bienes de la misma
naturaleza, especie y calidad.
Artículo 1048.
No pudiendo verificarse lo prescrito en el artículo anterior, si los bienes donados fueren
inmuebles, los coherederos tendrán derecho a ser igualados en metálico o valores
mobiliarios al tipo de cotización; y, no habiendo dinero ni valores cotizables en la herencia,
se venderán otros bienes en pública subasta en la cantidad necesaria.
Cuando los bienes donados fueren muebles, los coherederos sólo tendrán derecho a ser
igualados en otros muebles de la herencia por el justo precio, a su libre elección.
Artículo 1049.
Los frutos e intereses de los bienes sujetos a colación no se deben a la masa hereditaria
sino desde el día en que se abra la sucesión.
Para regularlos, se atenderá a las rentas e intereses de los bienes hereditarios de la
misma especie que los colacionados.
Artículo 1050.
Si entre los coherederos surgiere contienda sobre la obligación de colacionar o sobre los
objetos que han de traerse a colación, no por eso dejará de proseguirse la partición,
prestando la correspondiente fianza.
Artículo 1051.
Ningún coheredero podrá ser obligado a permanecer en la indivisión de la herencia, a
menos que el testador prohíba expresamente la división.
Pero, aun cuando la prohíba, la división tendrá siempre lugar mediante alguna de las
causas por las cuales se extingue la sociedad.
– 147 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1052.
Todo coheredero que tenga la libre administración y disposición de sus bienes podrá
pedir en cualquier tiempo la partición de la herencia.
Por los incapacitados y por los ausentes deberán pedirla sus representantes legítimos.
Artículo 1053.
Cualquiera de los cónyuges podrá pedir la partición de la herencia sin intervención del
otro.
Artículo 1054.
Los herederos bajo condición no podrán pedir la partición hasta que aquélla se cumpla.
Pero podrán pedirla los otros coherederos, asegurando competentemente el derecho de los
primeros para el caso de cumplirse la condición; y, hasta saberse que ésta ha faltado o no
puede ya verificarse, se entenderá provisional la partición.
Artículo 1055.
Si antes de hacerse la partición muere uno de los coherederos, dejando dos o más
herederos, bastará que uno de éstos la pida; pero todos los que intervengan en este último
concepto deberán comparecer bajo una sola representación.
Artículo 1056.
Cuando el testador hiciere, por acto entre vivos o por última voluntad, la partición de sus
bienes, se pasará por ella, en cuanto no perjudique a la legítima de los herederos forzosos.
El testador que en atención a la conservación de la empresa o en interés de su familia
quiera preservar indivisa una explotación económica o bien mantener el control de una
sociedad de capital o grupo de éstas podrá usar de la facultad concedida en este artículo,
disponiendo que se pague en metálico su legítima a los demás interesados. A tal efecto, no
será necesario que exista metálico suficiente en la herencia para el pago, siendo posible
realizar el abono con efectivo extrahereditario y establecer por el testador o por el contador-
partidor por él designado aplazamiento, siempre que éste no supere cinco años a contar
desde el fallecimiento del testador; podrá ser también de aplicación cualquier otro medio de
extinción de las obligaciones. Si no se hubiere establecido la forma de pago, cualquier
legitimario podrá exigir su legítima en bienes de la herencia. No será de aplicación a la
partición así realizada lo dispuesto en el artículo 843 y en el párrafo primero del artículo 844.
Artículo 1057.
El testador podrá encomendar por acto «inter vivos» o «mortis causa» para después de
su muerte la simple facultad de hacer la partición a cualquier persona que no sea uno de los
coherederos.
No habiendo testamento, contador-partidor en él designado o vacante el cargo, el Juez,
a petición de herederos y legatarios que representen, al menos, el 50 por 100 del haber
hereditario, y con citación de los demás interesados, si su domicilio fuere conocido, podrá
nombrar un contador-partidor dativo, según las reglas que la Ley de Enjuiciamiento Civil
establece para la designación de Peritos. La partición así realizada requerirá aprobación
judicial, salvo confirmación expresa de todos los herederos y legatarios.
Lo dispuesto en este artículo y en el anterior se observará aunque entre los coherederos
haya alguno sometido a patria potestad o tutela, o a curatela por prodigalidad o por
enfermedades o deficiencias físicas o psíquicas; pero el contador partidor deberá en estos
casos inventariar los bienes de la herencia, con citación de los representantes legales o
curadores de dichas personas.
– 148 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1058.
Cuando el testador no hubiese hecho la partición, ni encomendado a otro esta facultad,
si los herederos fueren mayores y tuvieren la libre administración de sus bienes, podrán
distribuir la herencia de la manera que tengan por conveniente.
Artículo 1059.
Cuando los herederos mayores de edad no se entendieren sobre el modo de hacer la
partición, quedará a salvo su derecho para que lo ejerciten en la forma prevenida en la Ley
de Enjuiciamiento Civil.
Artículo 1060.
Cuando los menores o incapacitados estén legalmente representados en la partición, no
será necesaria la intervención ni la aprobación judicial.
El defensor judicial designado para representar a un menor o incapacitado en una
partición, deberá obtener la aprobación del Juez, si éste no hubiera dispuesto otra cosa al
hacer el nombramiento.
Artículo 1061.
En la partición de la herencia se ha de guardar la posible igualdad, haciendo lotes o
adjudicando a cada uno de los coherederos cosas de la misma naturaleza, calidad o
especie.
Artículo 1062.
Cuando una cosa sea indivisible o desmerezca mucho por su división, podrá adjudicarse
a uno, a calidad de abonar a los otros el exceso en dinero.
Pero bastará que uno solo de los herederos pida su venta en pública subasta, y con
admisión de licitadores extraños, para que así se haga.
Artículo 1063.
Los coherederos deben abonarse recíprocamente en la partición las rentas y frutos que
cada uno haya percibido de los bienes hereditarios, las impensas útiles y necesarias hechas
en los mismos, y los daños ocasionados por malicia o negligencia.
Artículo 1064.
Los gastos de partición, hechos en interés común de todos los coherederos, se
deducirán de la herencia; los hechos en interés particular de uno de ellos, serán a cargo del
mismo.
Artículo 1065.
Los títulos de adquisición o pertenencia serán entregados al coheredero adjudicatario de
la finca o fincas a que se refieran.
Artículo 1066.
Cuando el mismo título comprenda varias fincas adjudicadas a diversos coherederos, o
una sola que se haya dividido entre dos a más, el título quedará en poder del mayor
interesado en la finca o fincas, y se facilitarán a los otros copias fehacientes, a costa del
caudal hereditario. Si el interés fuere igual, el título se entregará, a falta de acuerdo, a quien
por suerte corresponda.
Siendo original, aquel en cuyo poder quede deberá también exhibirlo a los demás
interesados cuando lo pidieren.
– 149 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1067.
Si alguno de los herederos vendiere a un extraño su derecho hereditario antes de la
partición, podrán todos o cualquiera de los coherederos subrogarse en lugar del comprador,
reembolsándole el precio de la compra, con tal que lo verifiquen en término de un mes, a
contar desde que esto se les haga saber.
Artículo 1068.
La partición legalmente hecha confiere a cada heredero la propiedad exclusiva de los
bienes que le hayan sido adjudicados.
Artículo 1069.
Hecha la partición, los coherederos estarán recíprocamente obligados a la evicción y
saneamiento de los bienes adjudicados.
Artículo 1070.
La obligación a que se refiere el artículo anterior sólo cesará en los siguientes casos:
1.º Cuando el mismo testador hubiese hecho la partición, a no ser que aparezca, o
racionalmente se presuma, haber querido lo contrario, y salva siempre la legítima.
2.º Cuando se hubiese pactado expresamente al hacer la partición.
3.º Cuando la evicción proceda de causa posterior a la partición, o fuere ocasionada por
culpa del adjudicatario.
Artículo 1071.
La obligación recíproca de los coherederos a la evicción es proporcionada a su
respectivo haber hereditario; pero si alguno de ellos resultare insolvente, responderán de su
parte los demás coherederos en la misma proporción, deduciéndose la parte
correspondiente al que deba ser indemnizado.
Los que pagaren por el insolvente conservarán su acción contra él para cuando mejore
de fortuna.
Artículo 1072.
Si se adjudicare como cobrable un crédito, los coherederos no responderán de la
insolvencia posterior del deudor hereditario, y sólo serán responsables de su insolvencia al
tiempo de hacerse la partición.
Por los créditos calificados de incobrables no hay responsabilidad; pero, si se cobran en
todo o en parte, se distribuirá lo percibido proporcionalmente entre los herederos.
Artículo 1073.
Las particiones pueden rescindirse por las mismas causas que las obligaciones.
Artículo 1074.
Podrán también ser rescindidas las particiones por causa de lesión en más de la cuarta
parte, atendido el valor de las cosas cuando fueron adjudicadas.
Artículo 1075.
La partición hecha por el difunto no puede ser impugnada por causa de lesión, sino en el
caso de que perjudique la legítima de los herederos forzosos o de que aparezca, o
racionalmente se presuma, que fue otra la voluntad del testador.
– 150 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1076.
La acción rescisoria por causa de lesión durará cuatro años, contados desde que se hizo
la partición.
Artículo 1077.
El heredero demandado podrá optar entre indemnizar el daño o consentir que se
proceda a nueva partición.
La indemnización puede hacerse en numerario o en la misma cosa en que resultó el
perjuicio.
Si se procede a nueva partición, no alcanzará ésta a los que no hayan sido perjudicados
ni percibido más de lo justo.
Artículo 1078.
No podrá ejercitar la acción rescisoria por lesión el heredero que hubiese enajenado el
todo o una parte considerable de los bienes inmuebles que le hubieren sido adjudicados.
Artículo 1079.
La omisión de alguno o algunos objetos o valores de la herencia no da lugar a que se
rescinda la partición por lesión, sino a que se complete o adicione con los objetos o valores
omitidos.
Artículo 1080.
La partición hecha con preterición de alguno de los herederos no se rescindirá, a no ser
que se pruebe que hubo mala fe o dolo por parte de los otros interesados; pero éstos
tendrán la obligación de pagar al preterido la parte que proporcionalmente le corresponda.
Artículo 1081.
La partición hecha con uno a quien se creyó heredero sin serlo será nula.
Artículo 1082.
Los acreedores reconocidos como tales podrán oponerse a que se lleve a efecto la
partición de la herencia hasta que se les pague o afiance el importe de sus créditos.
Artículo 1083.
Los acreedores de uno o más de los coherederos podrán intervenir a su costa en la
partición para evitar que ésta se haga en fraude o perjuicio de sus derechos.
Artículo 1084.
Hecha la partición, los acreedores podrán exigir el pago de sus deudas por entero de
cualquiera de los herederos que no hubiere aceptado la herencia a beneficio de inventario, o
hasta donde alcance su porción hereditaria, en el caso de haberla admitido con dicho
beneficio.
En uno y otro caso el demandado tendrá derecho a hacer citar y emplazar a sus
coherederos, a menos que por disposición del testador, o a consecuencia de la partición,
hubiere quedado él solo obligado al pago de la deuda.
Artículo 1085.
El coheredero que hubiese pagado más de lo que corresponda a su participación en la
herencia podrá reclamar de los demás su parte proporcional.
Esto mismo se observará cuando, por ser la deuda hipotecaria o consistir en cuerpo
determinado, la hubiese pagado íntegramente. El adjudicatario, en este caso, podrá reclamar
– 151 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
de sus coherederos sólo la parte proporcional, aunque el acreedor le haya cedido sus
acciones y subrogándole en su lugar.
Artículo 1086.
Estando alguna de las fincas de la herencia gravada con renta o carga real perpetua, no
se procederá a su extinción, aunque sea redimible, sino cuando la mayor parte de los
coherederos lo acordare.
No acordándolo así, o siendo la carga irredimible, se rebajará su valor o capital del de la
finca, y ésta pasará con la carga al que le toque en lote o por adjudicación.
Artículo 1087.
El coheredero acreedor del difunto puede reclamar de los otros el pago de su crédito,
deducida su parte proporcional como tal heredero, y sin perjuicio de lo establecido en la
sección 5.ª, capítulo VI, de este título.
LIBRO IV
De las obligaciones y contratos
TÍTULO PRIMERO
De las obligaciones
CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales
Artículo 1088.
Toda obligación consiste en dar, hacer o no hacer alguna cosa.
Artículo 1089.
Las obligaciones nacen de la ley, de los contratos y cuasi contratos, y de los actos y
omisiones ilícitos o en que intervenga cualquier género de culpa o negligencia.
Artículo 1090.
Las obligaciones derivadas de la ley no se presumen. Sólo son exigibles las
expresamente determinadas en este Código o en leyes especiales, y se regirán por los
preceptos de la ley que las hubiere establecido; y, en lo que ésta no hubiere previsto, por las
disposiciones del presente libro.
Artículo 1091.
Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes
contratantes, y deben cumplirse a tenor de los mismos.
Artículo 1092.
Las obligaciones civiles que nazcan de los delitos o faltas se regirán por las
disposiciones del Código Penal.
Artículo 1093.
Las que se deriven de actos u omisiones en que intervenga culpa o negligencia no
penadas por la ley, quedarán sometidas a las disposiciones del capítulo II del título XVI de
este libro.
– 152 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO II
De la naturaleza y efecto de las obligaciones
Artículo 1094.
El obligado a dar alguna cosa lo está también a conservarla con la diligencia propia de
un buen padre de familia.
Artículo 1095.
El acreedor tiene derecho a los frutos de la cosa desde que nace la obligación de
entregarla. Sin embargo, no adquirirá derecho real sobre ella hasta que le haya sido
entregada.
Artículo 1096.
Cuando lo que deba entregarse sea una cosa determinada, el acreedor,
independientemente del derecho que le otorga el artículo 1.101, puede compeler al deudor a
que realice la entrega.
Si la cosa fuere indeterminada o genérica, podrá pedir que se cumpla la obligación a
expensas del deudor.
Si el obligado se constituye en mora, o se halla comprometido a entregar una misma
cosa a dos o más personas diversas, serán de su cuenta los casos fortuitos hasta que se
realice la entrega.
Artículo 1097.
La obligación de dar cosa determinada comprende la de entregar todos sus accesorios,
aunque no hayan sido mencionados.
Artículo 1098.
Si el obligado a hacer alguna cosa no la hiciere, se mandará ejecutar a su costa.
Esto mismo se observará si la hiciere contraviniendo al tenor de la obligación. Además
podrá decretarse que se deshaga lo mal hecho.
Artículo 1099.
Lo dispuesto en el párrafo segundo del artículo anterior se observará también cuando la
obligación consista en no hacer y el deudor ejecutare lo que le había sido prohibido.
Artículo 1100.
Incurren en mora los obligados a entregar o a hacer alguna cosa desde que el acreedor
les exija judicial o extrajudicialmente el cumplimiento de su obligación.
No será, sin embargo, necesaria la intimación del acreedor para que la mora exista:
1.º Cuando la obligación o la ley lo declaren así expresamente.
2.º Cuando de su naturaleza y circunstancias resulte que la designación de la época en
que había de entregarse la cosa o hacerse el servicio, fue motivo determinante para
establecer la obligación.
En las obligaciones recíprocas ninguno de los obligados incurre en mora si el otro no
cumple o no se allana a cumplir debidamente lo que le incumbe. Desde que uno de los
obligados cumple su obligación, empieza la mora para el otro.
Artículo 1101.
Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados los que en el
cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad, y los que de
cualquier modo contravinieren al tenor de aquéllas.
– 153 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1102.
La responsabilidad procedente del dolo es exigible en todas las obligaciones. La
renuncia de la acción para hacerla efectiva es nula.
Artículo 1103.
La responsabilidad que proceda de negligencia es igualmente exigible en el
cumplimiento de toda clase de obligaciones; pero podrá moderarse por los Tribunales según
los casos.
Artículo 1104.
La culpa o negligencia del deudor consiste en la omisión de aquella diligencia que exija
la naturaleza de la obligación y corresponda a las circunstancias de las personas, del tiempo
y del lugar.
Cuando la obligación no exprese la diligencia que ha de prestarse en su cumplimiento,
se exigirá la que correspondería a un buen padre de familia.
Artículo 1105.
Fuera de los casos expresamente mencionados en la ley, y de los en que así lo declare
la obligación, nadie responderá de aquellos sucesos que no hubieran podido preverse, o
que, previstos, fueran inevitables.
Artículo 1106.
La indemnización de daños y perjuicios comprende, no sólo el valor de la pérdida que
hayan sufrido, sino también el de la ganancia que haya dejado de obtener el acreedor,
salvas las disposiciones contenidas en los artículos siguientes.
Artículo 1107.
Los daños y perjuicios de que responde el deudor de buena fe son los previstos o que se
hayan podido prever al tiempo de constituirse la obligación y que sean consecuencia
necesaria de su falta de cumplimiento.
En caso de dolo responderá el deudor de todos los que conocidamente se deriven de la
falta de cumplimiento de la obligación.
Artículo 1108.
Si la obligación consistiere en el pago de una cantidad de dinero, y el deudor incurriere
en mora, la indemnización de daños y perjuicios, no habiendo pacto en contrario, consistirá
en el pago de los intereses convenidos, y a falta de convenio, en el interés legal.
(Párrafo derogado)
Artículo 1109.
Los intereses vencidos devengan el interés legal desde que son judicialmente
reclamados, aunque la obligación haya guardado silencio sobre este punto.
En los negocios comerciales se estará a lo que dispone el Código de Comercio.
Los Montes de Piedad y Cajas de Ahorro se regirán por sus reglamentos especiales.
Artículo 1110.
El recibo del capital por el acreedor, sin reserva alguna respecto a los intereses, extingue
la obligación del deudor en cuanto a éstos.
El recibo del último plazo de un débito, cuando el acreedor tampoco hiciere reservas,
extinguirá la obligación en cuanto a los plazos anteriores.
– 154 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1111.
Los acreedores, después de haber perseguido los bienes de que esté en posesión el
deudor para realizar cuanto se les debe, pueden ejercitar todos los derechos y acciones de
éste con el mismo fin, exceptuando los que sean inherentes a su persona; pueden también
impugnar los actos que el deudor haya realizado en fraude de su derecho.
Artículo 1112.
Todos los derechos adquiridos en virtud de una obligación son transmisibles con
sujeción a las leyes, si no se hubiese pactado lo contrario.
CAPÍTULO III
De las diversas especies de obligaciones
Artículo 1113.
Será exigible desde luego toda obligación cuyo cumplimiento no dependa de un suceso
futuro o incierto, o de un suceso pasado, que los interesados ignoren.
También será exigible toda obligación que contenga condición resolutoria, sin perjuicio
de los efectos de la resolución
Artículo 1114.
En las obligaciones condicionales la adquisición de los derechos, así como la resolución
o pérdida de los ya adquiridos, dependerán del acontecimiento que constituya la condición.
Artículo 1115.
Cuando el cumplimiento de la condición dependa de la exclusiva voluntad del deudor, la
obligación condicional será nula. Si dependiere de la suerte o de la voluntad de un tercero, la
obligación surtirá todos sus efectos con arreglo a las disposiciones de este Código.
Artículo 1116.
Las condiciones imposibles, las contrarias a las buenas costumbres y las prohibidas por
la ley anularán la obligación que de ellas dependa.
La condición de no hacer una cosa imposible se tiene por no puesta.
Artículo 1117.
La condición de que ocurra algún suceso en un tiempo determinado extinguirá la
obligación desde que pasare el tiempo o fuere ya indudable que el acontecimiento no tendrá
lugar.
Artículo 1118.
La condición de que no acontezca algún suceso en tiempo determinado hace eficaz la
obligación desde que pasó el tiempo señalado o sea ya evidente que el acontecimiento no
puede ocurrir.
Si no hubiere tiempo fijado, la condición deberá reputarse cumplida en el que
verosímilmente se hubiese querido señalar, atendida la naturaleza de la obligación.
Artículo 1119.
Se tendrá por cumplida la condición cuando el obligado impidiese voluntariamente su
cumplimiento.
– 155 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1120.
Los efectos de la obligación condicional de dar, una vez cumplida la condición, se
retrotraen al día de la constitución de aquélla. Esto no obstante, cuando la obligación
imponga recíprocas prestaciones a los interesados, se entenderán compensados unos con
otros los frutos e intereses del tiempo en que hubiese estado pendiente la condición. Si la
obligación fuere unilateral, el deudor hará suyos los frutos e intereses percibidos, a menos
que por la naturaleza y circunstancias de aquélla deba inferirse que fue otra la voluntad del
que la constituyó.
En las obligaciones de hacer y no hacer, los Tribunales determinarán, en cada caso, el
efecto retroactivo de la condición cumplida.
Artículo 1121.
El acreedor puede, antes del cumplimiento de las condiciones, ejercitar las acciones
procedentes para la conservación de su derecho.
El deudor puede repetir lo que en el mismo tiempo hubiese pagado.
Artículo 1122.
Cuando las condiciones fueren puestas con el intento de suspender la eficacia de la
obligación de dar, se observarán las reglas siguientes, en el caso de que la cosa mejore o se
pierda o deteriore pendiente la condición:
1.ª Si la cosa se perdió sin culpa del deudor, quedará extinguida la obligación.
2.ª Si la cosa se perdió por culpa del deudor, éste queda obligado al resarcimiento de
daños y perjuicios.
Entiéndese que la cosa se pierde cuando perece, queda fuera del comercio o
desaparece de modo que se ignora su existencia, o no se puede recobrar.
3.ª Cuando la cosa se deteriora sin culpa del deudor, el menoscabo es de cuenta del
acreedor.
4.ª Deteriorándose por culpa del deudor, el acreedor podrá optar entre la resolución de la
obligación y su cumplimiento, con la indemnización de perjuicios en ambos casos.
5.ª Si la cosa se mejora por su naturaleza, o por el tiempo, las mejoras ceden en favor
del acreedor.
6.ª Si se mejora a expensas del deudor, no tendrá éste otro derecho que el concedido al
usufructuario.
Artículo 1123.
Cuando las condiciones tengan por objeto resolver la obligación de dar, los interesados,
cumplidas aquéllas, deberán restituirse lo que hubiesen percibido.
En el caso de pérdida, deterioro o mejora de la cosa, se aplicarán al que deba hacer la
restitución las disposiciones que respecto al deudor contiene el artículo precedente.
En cuanto a las obligaciones de hacer y no hacer, se observará, respecto a los efectos
de la resolución, lo dispuesto en el párrafo segundo del artículo 1.120.
Artículo 1124.
La facultad de resolver las obligaciones se entiende implícita en las recíprocas, para el
caso de que uno de los obligados no cumpliere lo que le incumbe.
El perjudicado podrá escoger entre exigir el cumplimiento o la resolución de la
obligación, con el resarcimiento de daños y abono de intereses en ambos casos. También
podrá pedir la resolución, aun después de haber optado por el cumplimiento, cuando éste
resultare imposible.
El Tribunal decretará la resolución que se reclame, a no haber causas justificadas que le
autoricen para señalar plazo.
Esto se entiende sin perjuicio de los derechos de terceros adquirentes, con arreglo a los
artículos 1.295 y 1.298 y a las disposiciones de la Ley Hipotecaria.
– 156 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1125.
Las obligaciones para cuyo cumplimiento se haya señalado un día cierto sólo serán
exigibles cuando el día llegue.
Entiéndese por día cierto aquel que necesariamente ha de venir, aunque se ignore
cuándo.
Si la incertidumbre consiste en si ha de llegar o no el día, la obligación es condicional, y
se regirá por las reglas de la sección precedente.
Artículo 1126.
Lo que anticipadamente se hubiese pagado en las obligaciones a plazo, no se podrá
repetir.
Si el que pagó ignoraba, cuando lo hizo, la existencia del plazo, tendrá derecho a
reclamar del acreedor los intereses o los frutos que éste hubiese percibido de la cosa.
Artículo 1127.
Siempre que en las obligaciones se designa un término, se presume establecido en
beneficio de acreedor y deudor, a no ser que del tenor de aquellas o de otras circunstancias
resultara haberse puesto en favor del uno o del otro.
Artículo 1128.
Si la obligación no señalare plazo, pero de su naturaleza y circunstancias se dedujere
que ha querido concederse al deudor, los Tribunales fijarán la duración de aquél.
También fijarán los Tribunales la duración del plazo cuando éste haya quedado a
voluntad del deudor.
Artículo 1129.
Perderá el deudor todo derecho a utilizar el plazo:
1.º Cuando, después de contraída la obligación, resulte insolvente, salvo que garantice la
deuda.
2.º Cuando no otorgue al acreedor las garantías a que estuviese comprometido.
3.º Cuando por actos propios hubiese disminuido aquellas garantías después de
establecidas, y cuando por caso fortuito desaparecieran, a menos que sean inmediatamente
sustituidas por otras nuevas e igualmente seguras.
Artículo 1130.
Si el plazo de la obligación está señalado por días a contar desde uno determinado,
quedará éste excluido del cómputo, que deberá empezar en el día siguiente.
Artículo 1131.
El obligado alternativamente a diversas prestaciones debe cumplir por completo una de
éstas.
El acreedor no puede ser compelido a recibir parte de una y parte de otra.
Artículo 1132.
La elección corresponde al deudor, a menos que expresamente se hubiese concedido al
acreedor.
El deudor no tendrá derecho a elegir las prestaciones imposibles, ilícitas o que no
hubieran podido ser objeto de la obligación.
– 157 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1133.
La elección no producirá efecto sino desde que fuere notificada.
Artículo 1134.
El deudor perderá el derecho de elección cuando de las prestaciones a que
alternativamente estuviese obligado, sólo una fuere realizable.
Artículo 1135.
El acreedor tendrá derecho a la indemnización de daños y perjuicios cuando por culpa
del deudor hubieran desaparecido todas las cosas que alternativamente fueron objeto de la
obligación, o se hubiera hecho imposible el cumplimiento de ésta.
La indemnización se fijará tomando por base el valor de la última cosa que hubiese
desaparecido, o el del servicio que últimamente se hubiera hecho imposible.
Artículo 1136.
Cuando la elección hubiere sido expresamente atribuida al acreedor, la obligación cesará
de ser alternativa desde el día en que aquélla hubiese sido notificada al deudor.
Hasta entonces las responsabilidades del deudor se regirán por las siguientes reglas:
1.ª Si alguna de las cosas se hubiese perdido por caso fortuito, cumplirá entregando la
que el acreedor elija entre las restantes, o la que haya quedado, si una sola subsistiera.
2.ª Si la pérdida de alguna de las cosas hubiese sobrevenido por culpa del deudor, el
acreedor podrá reclamar cualquiera de las que subsistan, o el precio de la que, por culpa de
aquél, hubiera desaparecido.
3.ª Si todas las cosas se hubiesen perdido por culpa del deudor, la elección del acreedor
recaerá sobre su precio.
Las mismas reglas se aplicarán a las obligaciones de hacer o de no hacer, en el caso de
que algunas o todas las prestaciones resultaren imposibles.
Artículo 1137.
La concurrencia de dos o más acreedores o de dos o más deudores en una sola
obligación no implica que cada uno de aquéllos tenga derecho a pedir, ni cada uno de éstos
deba prestar íntegramente las cosas objeto de la misma. Sólo habrá lugar a esto cuando la
obligación expresamente lo determine, constituyéndose con el carácter de solidaria.
Artículo 1138.
Si del texto de las obligaciones a que se refiere el artículo anterior no resulta otra cosa, el
crédito o la deuda se presumirán divididos en tantas partes iguales como acreedores o
deudores haya, reputándose créditos o deudas distintos unos de otros.
Artículo 1139.
Si la división fuere imposible, sólo perjudicarán al derecho de los acreedores los actos
colectivos de éstos y sólo podrá hacerse efectiva la deuda procediendo contra todos los
deudores. Si alguno de éstos resultare insolvente, no estarán los demás obligados a suplir
su falta.
Artículo 1140.
La solidaridad podrá existir aunque los acreedores y deudores no estén ligados del
propio modo y por unos mismos plazos y condiciones.
– 158 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1141.
Cada uno de los acreedores solidarios puede hacer lo que sea útil a los demás, pero no
lo que les sea perjudicial.
Las acciones ejercitadas contra cualquiera de los deudores solidarios perjudicarán a
todos éstos.
Artículo 1142.
El deudor puede pagar la deuda a cualquiera de los acreedores solidarios; pero, si
hubiere sido judicialmente demandado por alguno, a éste deberá hacer el pago.
Artículo 1143.
La novación, compensación, confusión o remisión de la deuda, hechas por cualquiera de
los acreedores solidarios o con cualquiera de los deudores de la misma clase, extinguen la
obligación, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1.146.
El acreedor que haya ejecutado cualquiera de estos actos, así como el que cobre la
deuda, responderá a los demás de la parte que les corresponde en la obligación.
Artículo 1144.
El acreedor puede dirigirse contra cualquiera de los deudores solidarios o contra todos
ellos simultáneamente. Las reclamaciones entabladas contra uno no serán obstáculo para
las que posteriormente se dirijan contra los demás, mientras no resulte cobrada la deuda por
completo.
Artículo 1145.
El pago hecho por uno de los deudores solidarios extingue la obligación.
El que hizo el pago sólo puede reclamar de sus codeudores la parte que a cada uno
corresponda, con los intereses del anticipo.
La falta de cumplimiento de la obligación por insolvencia del deudor solidario será
suplida por sus codeudores, a prorrata de la deuda de cada uno.
Artículo 1146.
La quita o remisión hecha por el acreedor de la parte que afecte a uno de los deudores
solidarios, no libra a éste de su responsabilidad para con los codeudores, en el caso de que
la deuda haya sido totalmente pagada por cualquiera de ellos.
Artículo 1147.
Si la cosa hubiese perecido o la prestación se hubiese hecho imposible sin culpa de los
deudores solidarios, la obligación quedará extinguida.
Si hubiese mediado culpa de parte de cualquiera de ellos, todos serán responsables,
para con el acreedor, del precio y de la indemnización de daños y abono de intereses, sin
perjuicio de su acción contra el culpable o negligente.
Artículo 1148.
El deudor solidario podrá utilizar, contra las reclamaciones del acreedor, todas las
excepciones que se deriven de la naturaleza de la obligación y las que le sean personales.
De las que personalmente correspondan a los demás sólo podrá servirse en la parte de
deuda de que éstos fueren responsables.
Artículo 1149.
La divisibilidad o indivisibilidad de las cosas objeto de las obligaciones en que hay un
solo deudor y un solo acreedor no altera ni modifica los preceptos del capítulo II de este
título.
– 159 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1150.
La obligación indivisible mancomunada se resuelve en indemnizar daños y perjuicios
desde que cualquiera de los deudores falta a su compromiso. Los deudores que hubiesen
estado dispuestos a cumplir los suyos, no contribuirán a la indemnización con más cantidad
que la porción correspondiente del precio de la cosa o del servicio en que consistiere la
obligación.
Artículo 1151.
Para los efectos de los artículos que preceden, se reputarán indivisibles las obligaciones
de dar cuerpos ciertos y todas aquellas que no sean susceptibles de cumplimiento parcial.
Las obligaciones de hacer serán divisibles cuando tengan por objeto la prestación de un
número de días de trabajo, la ejecución de obras por unidades métricas u otras cosas
análogas que por su naturaleza sean susceptibles de cumplimiento parcial.
En las obligaciones de no hacer, la divisibilidad o indivisibilidad se decidirá por el
carácter de la prestación en cada caso particular.
Artículo 1152.
En las obligaciones con cláusula penal, la pena sustituirá a la indemnización de daños y
el abono de intereses en caso de falta de cumplimiento, si otra cosa no se hubiere pactado.
Sólo podrá hacerse efectiva la pena cuando ésta fuere exigible conforme a las
disposiciones del presente Código.
Artículo 1153.
El deudor no podrá eximirse de cumplir la obligación pagando la pena, sino en el caso de
que expresamente le hubiese sido reservado este derecho. Tampoco el acreedor podrá
exigir conjuntamente el cumplimiento de la obligación y la satisfacción de la pena, sin que
esta facultad le haya sido claramente otorgada.
Artículo 1154.
El Juez modificará equitativamente la pena cuando la obligación principal hubiera sido en
parte o irregularmente cumplida por el deudor.
Artículo 1155.
La nulidad de la cláusula penal no lleva consigo la de la obligación principal.
La nulidad de la obligación principal lleva consigo la de la cláusula penal.
CAPÍTULO IV
De la extinción de las obligaciones
Disposiciones generales
Artículo 1156.
Las obligaciones se extinguen:
Por el pago o cumplimiento.
Por la pérdida de la cosa debida.
Por la condonación de la deuda.
Por la confusión de los derechos de acreedor y deudor.
Por la compensación.
Por la novación.
– 160 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1157.
No se entenderá pagada una deuda sino cuando completamente se hubiese entregado
la cosa o hecho la prestación en que la obligación consistía.
Artículo 1158.
Puede hacer el pago cualquier persona, tenga o no interés en el cumplimiento de la
obligación, ya lo conozca y lo apruebe, o ya lo ignore el deudor.
El que pagare por cuenta de otro podrá reclamar del deudor lo que hubiese pagado, a no
haberlo hecho contra su expresa voluntad.
En este caso sólo podrá repetir del deudor aquello en que le hubiera sido útil el pago.
Artículo 1159.
El que pague en nombre del deudor, ignorándolo éste, no podrá compeler al acreedor a
subrogarle en sus derechos.
Artículo 1160.
En las obligaciones de dar no será válido el pago hecho por quien no tenga la libre
disposición de la cosa debida y capacidad para enajenarla. Sin embargo, si el pago hubiere
consistido en una cantidad de dinero o cosa fungible, no habrá repetición contra el acreedor
que la hubiese gastado o consumido de buena fe.
Artículo 1161.
En las obligaciones de hacer el acreedor no podrá ser compelido a recibir la prestación o
el servicio de un tercero, cuando la calidad y circunstancias de la persona del deudor se
hubiesen tenido en cuenta al establecer la obligación.
Artículo 1162.
El pago deberá hacerse a la persona en cuyo favor estuviese constituida la obligación, o
a otra autorizada para recibirla en su nombre.
Artículo 1163.
El pago hecho a una persona incapacitada para administrar sus bienes será válido en
cuanto se hubiere convertido en su utilidad.
También será válido el pago hecho a un tercero en cuanto se hubiere convertido en
utilidad del acreedor.
Artículo 1164.
El pago hecho de buena fe al que estuviere en posesión del crédito, liberará al deudor.
Artículo 1165.
No será válido el pago hecho al acreedor por el deudor después de habérsele ordenado
judicialmente la retención de la deuda.
Artículo 1166.
El deudor de una cosa no puede obligar a su acreedor a que reciba otra diferente, aun
cuando fuere de igual o mayor valor que la debida.
Tampoco en las obligaciones de hacer podrá ser sustituido un hecho por otro contra la
voluntad del acreedor.
– 161 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1167.
Cuando la obligación consista en entregar una cosa indeterminada o genérica, cuya
calidad y circunstancias no se hubiesen expresado, el acreedor no podrá exigirla de la
calidad superior, ni el deudor entregarla de la inferior.
Artículo 1168.
Los gastos extrajudiciales que ocasione el pago serán de cuenta del deudor. Respecto
de los judiciales, decidirá el Tribunal con arreglo a la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Artículo 1169.
A menos que el contrato expresamente lo autorice, no podrá compelerse al acreedor a
recibir parcialmente las prestaciones en que consista la obligación.
Sin embargo, cuando la deuda tuviere una parte líquida y otra ilíquida, podrá exigir el
acreedor y hacer el deudor el pago de la primera sin esperar a que se liquide la segunda.
Artículo 1170.
El pago de las deudas de dinero deberá hacerse en la especie pactada y, no siendo
posible entregar la especie, en la moneda de plata u oro que tenga curso legal en España.
La entrega de pagarés a la orden, o letras de cambio u otros documentos mercantiles,
sólo producirá los efectos del pago cuando hubiesen sido realizados, o cuando por culpa del
acreedor se hubiesen perjudicado.
Entre tanto la acción derivada de la obligación primitiva quedará en suspenso.
Artículo 1171.
El pago deberá ejecutarse en el lugar que hubiese designado la obligación.
No habiéndose expresado y tratándose de entregar una cosa determinada, deberá
hacerse el pago donde ésta existía en el momento de constituirse la obligación.
En cualquier otro caso, el lugar del pago será el del domicilio del deudor.
De la imputación de pagos
Artículo 1172.
El que tuviere varias deudas de una misma especie en favor de un solo acreedor, podrá
declarar, al tiempo de hacer el pago, a cuál de ellas debe aplicarse.
Si aceptare del acreedor un recibo en que se hiciese la aplicación del pago, no podrá
reclamar contra ésta, a menos que hubiera mediado causa que invalide el contrato.
Artículo 1173.
Si la deuda produce interés, no podrá estimarse hecho el pago por cuenta del capital
mientras no estén cubiertos los intereses.
Artículo 1174.
Cuando no pueda imputarse el pago según las reglas anteriores, se estimará satisfecha
la deuda más onerosa al deudor entre las que estén vencidas.
Si éstas fueren de igual naturaleza y gravamen, el pago se imputará a todas a prorrata.
Artículo 1175.
El deudor puede ceder sus bienes a los acreedores en pago de sus deudas. Esta cesión,
salvo pacto en contrario, sólo libera a aquél de responsabilidad por el importe líquido de los
bienes cedidos. Los convenios que sobre el efecto de la cesión se celebren entre el deudor y
– 162 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
sus acreedores se ajustarán a las disposiciones del título XVII de este libro, y a lo que
establece la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Artículo 1176.
Si el acreedor a quien se hiciere el ofrecimiento de pago se negare sin razón a admitirlo,
el deudor quedará libre de responsabilidad mediante la consignación de la cosa debida.
La consignación por sí sola producirá el mismo efecto cuando se haga estando el
acreedor ausente o cuando esté incapacitado para recibir el pago en el momento en que
deba hacerse, y cuando varias personas pretendan tener derecho a cobrar, o se haya
extraviado el título de la obligación.
Artículo 1177.
Para que la consignación de la cosa debida libere al obligado, deberá ser previamente
anunciada a las personas interesadas en el cumplimiento de la obligación.
La consignación será ineficaz si no se ajusta estrictamente a las disposiciones que
regulan el pago.
Artículo 1178.
La consignación se hará depositando las cosas debidas a disposición de la Autoridad
judicial, ante quien se acreditará el ofrecimiento, en su caso, y el anuncio de la consignación
en los demás.
Hecha la consignación, deberá notificarse también a los interesados.
Artículo 1179.
Los gastos de la consignación, cuando fuere procedente, serán de cuenta del acreedor.
Artículo 1180.
Hecha debidamente la consignación, podrá el deudor pedir al Juez que mande cancelar
la obligación.
Mientras el acreedor no hubiere aceptado la consignación, o no hubiere recaído la
declaración judicial de que está bien hecha, podrá el deudor retirar la cosa o cantidad
consignada, dejando subsistente la obligación.
Artículo 1181.
Si, hecha la consignación, el acreedor autorizase al deudor para retirarla, perderá toda
preferencia que tuviere sobre la cosa. Los codeudores y fiadores quedarán libres.
Artículo 1182.
Quedará extinguida la obligación que consista en entregar una cosa determinada cuando
ésta se perdiere o destruyere sin culpa del deudor y antes de haberse éste constituido en
mora.
Artículo 1183.
Siempre que la cosa se hubiese perdido en poder del deudor, se presumirá que la
pérdida ocurrió por su culpa y no por caso fortuito, salvo prueba en contrario, y sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo 1.096.
– 163 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1184.
También quedará liberado el deudor en las obligaciones de hacer cuando la prestación
resultare legal o físicamente imposible.
Artículo 1185.
Cuando la deuda de cosa cierta y determinada procediere de delito o falta, no se eximirá
al deudor del pago de su precio, cualquiera que hubiese sido el motivo de la pérdida, a
menos que, ofrecida por él la cosa al que la debía recibir, éste se hubiese sin razón negado
a aceptarla.
Artículo 1186.
Extinguida la obligación por la pérdida de la cosa, corresponderán al acreedor todas las
acciones que el deudor tuviere contra terceros por razón de ésta.
Artículo 1187.
La condonación podrá hacerse expresa o tácitamente.
Una y otra estarán sometidas a los preceptos que rigen las donaciones inoficiosas. La
condonación expresa deberá, además, ajustarse a las formas de la donación.
Artículo 1188.
La entrega del documento privado justificativo de un crédito, hecha voluntariamente por
el acreedor al deudor, implica la renuncia de la acción que el primero tenía contra el
segundo.
Si para invalidar esta renuncia se pretendiere que es inoficiosa, el deudor y sus
herederos podrán sostenerla probando que la entrega del documento se hizo en virtud del
pago de la deuda.
Artículo 1189.
Siempre que el documento privado de donde resulte la deuda se hallare en poder del
deudor, se presumirá que el acreedor lo entregó voluntariamente, a no ser que se pruebe lo
contrario.
Artículo 1190.
La condonación de la deuda principal extinguirá las obligaciones accesorias; pero la de
éstas dejará subsistente la primera.
Artículo 1191.
Se presumirá remitida la obligación accesoria de prenda cuando la cosa pignorada,
después de entregada al acreedor, se hallare en poder del deudor.
Artículo 1192.
Quedará extinguida la obligación desde que se reúnan en una misma persona los
conceptos de acreedor y de deudor.
Se exceptúa el caso en que esta confusión tenga lugar en virtud de título de herencia, si
ésta hubiese sido aceptada a beneficio de inventario.
Artículo 1193.
La confusión que recae en la persona del deudor o del acreedor principal, aprovecha a
los fiadores. La que se realiza en cualquiera de éstos no extingue la obligación.
– 164 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1194.
La confusión no extingue la deuda mancomunada sino en la porción correspondiente al
acreedor o deudor en quien concurran los dos conceptos.
Artículo 1195.
Tendrá lugar la compensación cuando dos personas, por derecho propio, sean
recíprocamente acreedoras y deudoras la una de la otra.
Artículo 1196.
Para que proceda la compensación, es preciso:
1.º Que cada uno de los obligados lo esté principalmente, y sea a la vez acreedor
principal del otro.
2.º Que ambas deudas consistan en una cantidad de dinero, o, siendo fungibles las
cosas debidas, sean de la misma especie y también de la misma calidad, si ésta se hubiese
designado.
3.º Que las dos deudas estén vencidas.
4.º Que sean líquidas y exigibles.
5.º Que sobre ninguna de ellas haya retención o contienda promovida por terceras
personas y notificada oportunamente al deudor.
Artículo 1197.
No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, el fiador podrá oponer la compensación
respecto de lo que el acreedor debiere a su deudor principal.
Artículo 1198.
El deudor que hubiere consentido en la cesión de derechos hecha por un acreedor a
favor de un tercero, no podrá oponer al cesionario la compensación que le correspondería
contra el cedente.
Si el acreedor le hizo saber la cesión y el deudor no la consintió, puede oponer la
compensación de las deudas anteriores a ella, pero no la de las posteriores.
Si la cesión se realiza sin conocimiento del deudor, podrá éste oponer la compensación
de los créditos anteriores a ella y de los posteriores hasta que hubiese tenido conocimiento
de la cesión.
Artículo 1199.
Las deudas pagaderas en diferentes lugares pueden compensarse mediante
indemnización de los gastos de transporte o cambio al lugar del pago.
Artículo 1200.
La compensación no procederá cuando alguna de las deudas proviniere de depósito o
de las obligaciones del depositario o comodatario.
Tampoco podrá oponerse al acreedor por alimentos debidos por título gratuito.
Artículo 1201.
Si una persona tuviere contra sí varias deudas compensables, se observará en el orden
de la compensación lo dispuesto respecto a la imputación de pagos.
Artículo 1202.
El efecto de la compensación es extinguir una y otra deuda en la cantidad concurrente,
aunque no tengan conocimiento de ella los acreedores y deudores.
– 165 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1203.
Las obligaciones pueden modificarse:
1.º Variando su objeto o sus condiciones principales.
2.º Sustituyendo la persona del deudor.
3.º Subrogando a un tercero en los derechos del acreedor.
Artículo 1204.
Para que una obligación quede extinguida por otra que la sustituya, es preciso que así se
declare terminantemente, o que la antigua y la nueva sean de todo punto incompatibles.
Artículo 1205.
La novación, que consiste en sustituirse un nuevo deudor en lugar del primitivo, puede
hacerse sin el conocimiento de éste, pero no sin el consentimiento del acreedor.
Artículo 1206.
La insolvencia del nuevo deudor, que hubiese sido aceptado por el acreedor, no hará
revivir la acción de éste contra el deudor primitivo, salvo que dicha insolvencia hubiese sido
anterior y pública o conocida del deudor al delegar su deuda.
Artículo 1207.
Cuando la obligación principal se extinga por efecto de la novación, sólo podrán subsistir
las obligaciones accesorias en cuanto aprovechen a terceros que no hubiesen prestado su
consentimiento.
Artículo 1208.
La novación es nula si lo fuere también la obligación primitiva, salvo que la causa de
nulidad sólo pueda ser invocada por el deudor, o que la ratificación convalide los actos nulos
en su origen.
Artículo 1209.
La subrogación de un tercero en los derechos del acreedor no puede presumirse fuera
de los casos expresamente mencionados en este Código.
En los demás será preciso establecerla con claridad para que produzca efecto.
Artículo 1210.
Se presumirá que hay subrogación:
1.º Cuando un acreedor pague a otro acreedor preferente.
2.º Cuando un tercero, no interesado en la obligación, pague con aprobación expresa o
tácita del deudor.
3.º Cuando pague el que tenga interés en el cumplimiento de la obligación, salvos los
efectos de la confusión en cuanto a la porción que le corresponda.
Artículo 1211.
El deudor podrá hacer la subrogación sin consentimiento del acreedor, cuando para
pagar la deuda haya tomado prestado el dinero por escritura pública, haciendo constar su
propósito en ella, y expresando en la carta de pago la procedencia de la cantidad pagada.
Artículo 1212.
La subrogación transfiere al subrogado el crédito con los derechos a él anexos, ya contra
el deudor, ya contra los terceros, sean fiadores o poseedores de las hipotecas.
– 166 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1213.
El acreedor, a quien se hubiere hecho un pago parcial, puede ejercitar su derecho por el
resto con preferencia al que se hubiere subrogado en su lugar a virtud del pago parcial del
mismo crédito.
CAPÍTULO V
De la prueba de las obligaciones
Disposiciones generales.
Artículo 1214.
(Derogado)
Artículo 1215.
(Derogado)
Artículo 1216.
Son documentos públicos los autorizados por un Notario o empleado público
competente, con las solemnidades requeridas por la ley.
Artículo 1217.
Los documentos en que intervenga Notario público se regirán por la legislación notarial.
Artículo 1218.
Los documentos públicos hacen prueba, aun contra tercero, del hecho que motiva su
otorgamiento y de la fecha de éste.
También harán prueba contra los contratantes y sus causahabientes, en cuanto a las
declaraciones que en ellos hubiesen hecho los primeros.
Artículo 1219.
Las escrituras hechas para desvirtuar otra escritura anterior entre los mismos
interesados, sólo producirán efecto contra terceros cuando el contenido de aquéllas hubiese
sido anotado en el registro público competente o al margen de la escritura matriz y del
traslado o copia en cuya virtud hubiera procedido el tercero.
Artículo 1220.
Las copias de los documentos públicos de que exista matriz o protocolo, impugnadas por
aquellos a quienes perjudiquen, sólo tendrán fuerza probatoria cuando hayan sido
debidamente cotejadas.
Si resultare alguna variante entre la matriz y la copia, se estará al contenido de la
primera.
Artículo 1221.
Cuando hayan desaparecido la escritura matriz, el protocolo o los expedientes originales,
harán prueba:
1.º Las primeras copias, sacadas por el funcionario público que las autorizara.
2.º Las copias ulteriores, libradas por mandato judicial, con citación de los interesados.
3.º Las que, sin mandato judicial, se hubiesen sacado en presencia de los interesados y
con su conformidad.
– 167 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
A falta de las copias mencionadas, harán prueba cualesquiera otras que tengan la
antigüedad de treinta o más años, siempre que hubiesen sido tomadas del original por el
funcionario que lo autorizó u otro encargado de su custodia.
Las copias de menor antigüedad, o que estuviesen autorizadas por funcionario público
en quien no concurran las circunstancias mencionadas en el párrafo anterior, sólo servirán
como un principio de prueba por escrito.
La fuerza probatoria de las copias de copia será apreciada por los Tribunales según las
circunstancias.
Artículo 1222.
La inscripción, en cualquier registro público, de un documento que haya desaparecido,
será apreciada según las reglas de los dos últimos párrafos del artículo precedente.
Artículo 1223.
La escritura defectuosa, por incompetencia del Notario o por otra falta en la forma, tendrá
el concepto de documento privado, si estuviese firmada por los otorgantes.
Artículo 1224.
Las escrituras de reconocimiento de un acto o contrato nada prueban contra el
documento en que éstos hubiesen sido consignados, si por exceso u omisión se apartaren
de él, a menos que conste expresamente la novación del primero.
Artículo 1225.
El documento privado, reconocido legalmente, tendrá el mismo valor que la escritura
pública entre los que lo hubiesen suscrito y sus causahabientes.
Artículo 1226.
(Derogado)
Artículo 1227.
La fecha de un documento privado no se contará respecto de terceros sino desde el día
en que hubiese sido incorporado o inscrito en un registro público, desde la muerte de
cualquiera de los que lo firmaron, o desde el día en que se entregase a un funcionario
público por razón de su oficio.
Artículo 1228.
Los asientos, registros y papeles privados únicamente hacen prueba contra el que los ha
escrito en todo aquello que conste con claridad; pero el que quiera aprovecharse de ellos
habrá de aceptarlos en la parte que le perjudiquen.
Artículo 1229.
La nota escrita o firmada por el acreedor a continuación, al margen o al dorso de una
escritura que obre en su poder, hace prueba en todo lo que sea favorable al deudor.
Lo mismo se entenderá de la nota escrita o firmada por el acreedor al dorso, al margen o
a continuación del duplicado de un documento o recibo que se halle en poder del deudor.
En ambos casos, el deudor que quiera aprovecharse de lo que le favorezca, tendrá que
pasar por lo que le perjudique.
Artículo 1230.
Los documentos privados hechos para alterar lo pactado en escritura pública, no
producen efecto contra tercero.
– 168 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
TÍTULO II
De los contratos
CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales
Artículo 1254.
El contrato existe desde que una o varias personas consienten en obligarse, respecto de
otra u otras, a dar alguna cosa o prestar algún servicio.
Artículo 1255.
Los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por
conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral ni al orden público.
Artículo 1256.
La validez y el cumplimiento de los contratos no pueden dejarse al arbitrio de uno de los
contratantes.
Artículo 1257.
Los contratos sólo producen efecto entre las partes que los otorgan y sus herederos;
salvo, en cuanto a éstos, el caso en que los derechos y obligaciones que proceden del
contrato no sean transmisibles, o por su naturaleza, o por pacto, o por disposición de la ley.
Si el contrato contuviere alguna estipulación en favor de un tercero, éste podrá exigir su
cumplimiento, siempre que hubiese hecho saber su aceptación al obligado antes de que
haya sido aquélla revocada.
Artículo 1258.
Los contratos se perfeccionan por el mero consentimiento, y desde entonces obligan, no
sólo al cumplimiento de lo expresamente pactado, sino también a todas las consecuencias
que, según su naturaleza, sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley.
Artículo 1259.
Ninguno puede contratar a nombre de otro sin estar por éste autorizado o sin que tenga
por la ley su representación legal.
El contrato celebrado a nombre de otro por quien no tenga su autorización o
representación legal será nulo, a no ser que lo ratifique la persona a cuyo nombre se otorgue
antes de ser revocado por la otra parte contratante.
Artículo 1260.
No se admitirá juramento en los contratos. Si se hiciere, se tendrá por no puesto.
– 169 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO II
De los requisitos esenciales para la validez de los contratos
Disposición general
Artículo 1261.
No hay contrato sino cuando concurren los requisitos siguientes:
1.º Consentimiento de los contratantes.
2.º Objeto cierto que sea materia del contrato.
3.º Causa de la obligación que se establezca.
Artículo 1262.
El consentimiento se manifiesta por el concurso de la oferta y de la aceptación sobre la
cosa y la causa que han de constituir el contrato.
Hallándose en lugares distintos el que hizo la oferta y el que la aceptó, hay
consentimiento desde que el oferente conoce la aceptación o desde que, habiéndosela
remitido el aceptante, no pueda ignorarla sin faltar a la buena fe. El contrato, en tal caso, se
presume celebrado en el lugar en que se hizo la oferta.
En los contratos celebrados mediante dispositivos automáticos hay consentimiento
desde que se manifiesta la aceptación.
Artículo 1263.
No pueden prestar consentimiento.
1.º Los menores no emancipados
2.º Los incapacitados.
Artículo 1264.
La incapacidad declarada en el artículo anterior está sujeta a las modificaciones que la
ley determina, y se entiende sin perjuicio de las incapacidades especiales que la misma
establece.
Artículo 1265.
Será nulo el consentimiento prestado por error, violencia, intimidación o dolo.
Artículo 1266.
Para que el error invalide el consentimiento, deberá recaer sobre la sustancia de la cosa
que fuere objeto del contrato, o sobre aquellas condiciones de la misma que principalmente
hubiesen dado motivo a celebrarlo.
El error sobre la persona sólo invalidará el contrato cuando la consideración a ella
hubiere sido la causa principal del mismo.
El simple error de cuenta sólo dará lugar a su corrección.
Artículo 1267.
Hay violencia cuando para arrancar el consentimiento se emplea una fuerza irresistible.
Hay intimidación cuando se inspira a uno de los contratantes el temor racional y fundado
de sufrir un mal inminente y grave en su persona o bienes, o en la persona o bienes de su
cónyuge, descendientes o ascendientes.
Para calificar la intimidación debe atenderse a la edad y a la condición de la persona.
El temor de desagradar a las personas a quienes se debe sumisión y respeto no anulará
el contrato.
– 170 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1268.
La violencia o intimidación anularán la obligación, aunque se hayan empleado por un
tercero que no intervenga en el contrato.
Artículo 1269.
Hay dolo cuando, con palabras o maquinaciones insidiosas de parte de uno de los
contratantes, es inducido el otro a celebrar un contrato que, sin ellas, no hubiera hecho.
Artículo 1270.
Para que el dolo produzca la nulidad de los contratos, deberá ser grave y no haber sido
empleado por las dos partes contratantes.
El dolo incidental sólo obliga al que lo empleó a indemnizar daños y perjuicios.
Artículo 1271.
Pueden ser objeto de contrato todas las cosas que no están fuera del comercio de los
hombres, aun las futuras.
Sobre la herencia futura no se podrá, sin embargo, celebrar otros contratos que aquéllos
cuyo objeto sea practicar entre vivos la división de un caudal y otras disposiciones
particionales, conforme a lo dispuesto en el artículo 1056.
Pueden ser igualmente objeto de contrato todos los servicios que no sean contrarios a
las leyes o a las buenas costumbres.
Artículo 1272.
No podrán ser objeto de contrato las cosas o servicios imposibles.
Artículo 1273.
El objeto de todo contrato debe ser una cosa determinada en cuanto a su especie. La
indeterminación en la cantidad no será obstáculo para la existencia del contrato, siempre que
sea posible determinarla sin necesidad de nuevo convenio entre los contratantes.
Artículo 1274.
En los contratos onerosos se entiende por causa, para cada parte contratante, la
prestación o promesa de una cosa o servicio por la otra parte; en los remuneratorios, el
servicio o beneficio que se remunera, y en los de pura beneficencia, la mera liberalidad del
bienhechor.
Artículo 1275.
Los contratos sin causa, o con causa ilícita, no producen efecto alguno. Es ilícita la
causa cuando se opone a las leyes o a la moral.
Artículo 1276.
La expresión de una causa falsa en los contratos dará lugar a la nulidad, si no se
probase que estaban fundados en otra verdadera y lícita.
Artículo 1277.
Aunque la causa no se exprese en el contrato, se presume que existe y que es lícita
mientras el deudor no pruebe lo contrario.
– 171 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO III
De la eficacia de los contratos
Artículo 1278.
Los contratos serán obligatorios, cualquiera que sea la forma en que se hayan
celebrado, siempre que en ellos concurran las condiciones esenciales para su validez.
Artículo 1279.
Si la ley exigiere el otorgamiento de escritura u otra forma especial para hacer efectivas
las obligaciones propias de un contrato, los contratantes podrán compelerse recíprocamente
a llenar aquella forma desde que hubiese intervenido el consentimiento y demás requisitos
necesarios para su validez.
Artículo 1280.
Deberán constar en documento público:
1.º Los actos y contratos que tengan por objeto la creación, transmisión, modificación o
extinción de derechos reales sobre bienes inmuebles.
2.º Los arrendamientos de estos mismos bienes por seis o más años, siempre que deban
perjudicar a tercero.
3.º Las capitulaciones matrimoniales y sus modificaciones.
4.º La cesión, repudiación y renuncia de los derechos hereditarios o de los de la
sociedad conyugal.
5.º El poder para contraer matrimonio, el general para pleitos y los especiales que deban
presentarse en juicio; el poder para administrar bienes, y de cualquier otro que tenga por
objeto un acto redactado o que deba redactarse en escritura pública, o haya de perjudicar a
tercero.
6.º La cesión de acciones o derechos procedentes de un acto consignado en escritura
pública.
También deberán hacerse constar por escrito, aunque sea privado, los demás contratos
en que la cuantía de las prestaciones de uno o de los dos contratantes exceda de 1.500
pesetas.
CAPÍTULO IV
De la interpretación de los contratos
Artículo 1281.
Si los términos de un contrato son claros y no dejan duda sobre la intención de los
contratantes, se estará al sentido literal de sus cláusulas.
Si las palabras parecieren contrarias a la intención evidente de los contratantes,
prevalecerá ésta sobre aquéllas.
Artículo 1282.
Para juzgar de la intención de los contratantes, deberá atenderse principalmente a los
actos de éstos, coetáneos y posteriores al contrato.
Artículo 1283.
Cualquiera que sea la generalidad de los términos de un contrato, no deberán
entenderse comprendidos en él cosas distintas y casos diferentes de aquellos sobre que los
interesados se propusieron contratar.
Artículo 1284.
Si alguna cláusula de los contratos admitiere diversos sentidos, deberá entenderse en el
más adecuado para que produzca efecto.
– 172 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1285.
Las cláusulas de los contratos deberán interpretarse las unas por las otras, atribuyendo a
las dudosas el sentido que resulte del conjunto de todas.
Artículo 1286.
Las palabras que puedan tener distintas acepciones serán entendidas en aquella que
sea más conforme a la naturaleza y objeto del contrato.
Artículo 1287.
El uso o la costumbre del país se tendrán en cuenta para interpretar las ambigüedades
de los contratos, supliendo en éstos la omisión de cláusulas que de ordinario suelen
establecerse.
Artículo 1288.
La interpretación de las cláusulas oscuras de un contrato no deberá favorecer a la parte
que hubiese ocasionado la oscuridad.
Artículo 1289.
Cuando absolutamente fuere imposible resolver las dudas por las reglas establecidas en
los artículos precedentes, si aquéllas recaen sobre circunstancias accidentales del contrato,
y éste fuere gratuito, se resolverán en favor de la menor transmisión de derechos e
intereses. Si el contrato fuere oneroso, la duda se resolverá en favor de la mayor
reciprocidad de intereses.
Si las dudas de cuya resolución se trata en este artículo recayesen sobre el objeto
principal del contrato, de suerte que no pueda venirse en conocimiento de cuál fue la
intención o voluntad de los contratantes, el contrato será nulo.
CAPÍTULO V
De la rescisión de los contratos
Artículo 1290.
Los contratos válidamente celebrados pueden rescindirse en los casos establecidos por
la ley.
Artículo 1291.
Son rescindibles:
1.º Los contratos que pudieren celebrar los tutores sin autorización judicial, siempre que
las personas a quienes representan hayan sufrido lesión en más de la cuarta parte del valor
de las cosas que hubiesen sido objeto de aquéllos.
2.º Los celebrados en representación de los ausentes, siempre que éstos hayan sufrido
la lesión a que se refiere el número anterior.
3.º Los celebrados en fraude de acreedores, cuando éstos no puedan de otro modo
cobrar lo que se les deba.
4.º Los contratos que se refieran a cosas litigiosas, cuando hubiesen sido celebrados por
el demandado sin conocimiento y aprobación de las partes litigantes o de la Autoridad
judicial competente.
5.º Cualesquiera otros en que especialmente lo determine la Ley.
Artículo 1292.
Son también rescindibles los pagos hechos en estado de insolvencia por cuenta de
obligaciones a cuyo cumplimiento no podría ser compelido el deudor al tiempo de hacerlos.
– 173 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1293.
Ningún contrato se rescindirá por lesión, fuera de los casos mencionados en los números
1.º y 2.º del artículo 1.291.
Artículo 1294.
La acción de rescisión es subsidiaria; no podrá ejercitarse sino cuando el perjudicado
carezca de todo otro recurso legal para obtener la reparación del perjuicio.
Artículo 1295.
La rescisión obliga a la devolución de las cosas que fueron objeto del contrato con sus
frutos, y del precio con sus intereses; en consecuencia, sólo podrá llevarse a efecto cuando
el que la haya pretendido pueda devolver aquello a que por su parte estuviese obligado.
Tampoco tendrá lugar la rescisión cuando las cosas, objeto del contrato, se hallaren
legalmente en poder de terceras personas que no hubiesen procedido de mala fe.
En este caso podrá reclamarse la indemnización de perjuicios al causante de la lesión.
Artículo 1296.
La rescisión de que trata el número 2.º del artículo 1.291 no tendrá lugar respecto de los
contratos celebrados con autorización judicial.
Artículo 1297.
Se presumen celebrados en fraude de acreedores todos aquellos contratos por virtud de
los cuales el deudor enajenare bienes a título gratuito.
También se presumen fraudulentas las enajenaciones a título oneroso, hechas por
aquellas personas contra las cuales se hubiese pronunciado antes sentencia condenatoria
en cualquier instancia o expedido mandamiento de embargo de bienes.
Artículo 1298.
El que hubiese adquirido de mala fe las cosas enajenadas en fraude de acreedores,
deberá indemnizar a éstos de los daños y perjuicios que la enajenación les hubiese
ocasionado, siempre que por cualquier causa le fuera imposible devolverlas.
Artículo 1299.
La acción para pedir la rescisión dura cuatro años.
Para las personas sujetas a tutela y para los ausentes, los cuatro años no empezarán
hasta que haya cesado la incapacidad de los primeros, o sea conocido el domicilio de los
segundos.
CAPÍTULO VI
De la nulidad de los contratos
Artículo 1300.
Los contratos en que concurran los requisitos que expresa el artículo 1.261 pueden ser
anulados, aunque no haya lesión para los contratantes, siempre que adolezcan de alguno de
los vicios que los invalidan con arreglo a la ley.
Artículo 1301.
La acción de nulidad sólo durará cuatro años. Este tiempo empezará a correr:
En los casos de intimidación o violencia, desde el dia en que éstas hubiesen cesado.
En los de error, o dolo, o falsedad de la causa, desde la consumación del contrato.
Cuando la acción se refiera a los contratos celebrados por Ios menores o incapacitados,
desde que salieren de tutela.
– 174 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Si la acción se dirigiese a invalidar actos o contratos realizados por uno de los cónyuges
sin consentimiento del otro, cuando este consentimiento fuere necesario, desde el día de la
disolución de la sociedad conyugal o del matrimonio salvo que antes hubiese tenido
conocimiento suficiente de dicho acto o contrato.
Artículo 1302.
Pueden ejercitar la acción de nulidad de los contratos los obligados principal o
subsidiariamente en virtud de ellos. Las personas capaces no podrán, sin embargo, alegar la
incapacidad de aquellos con quienes contrataron; ni los que causaron la intimidación o
violencia, o emplearon el dolo o produjeron el error, podrán fundar su acción en estos vicios
del contrato.
Artículo 1303.
Declarada la nulidad de una obligación, los contratantes deben restituirse
recíprocamente las cosas que hubiesen sido materia del contrato, con sus frutos, y el precio
con los intereses, salvo lo que se dispone en los artículos siguientes.
Artículo 1304.
Cuando la nulidad proceda de la incapacidad de uno de los contratantes, no está
obligado el incapaz a restituir sino en cuanto se enriqueció con la cosa o precio que
recibiera.
Artículo 1305.
Cuando la nulidad provenga de ser ilícita la causa u objeto del contrato, si el hecho
constituye un delito o falta común a ambos contratantes, carecerán de toda acción entre sí, y
se procederá contra ellos, dándose, además, a las cosas o precio que hubiesen sido materia
del contrato, la aplicación prevenida en el Código Penal respecto a los efectos o
instrumentos del delito o falta.
Esta disposición es aplicable al caso en que sólo hubiere delito o falta de parte de uno de
los contratantes; pero el no culpado podrá reclamar lo que hubiese dado, y no estará
obligado a cumplir lo que hubiera prometido.
Artículo 1306.
Si el hecho en que consiste la causa torpe no constituyere delito ni falta, se observarán
las reglas siguientes:
1.ª Cuando la culpa esté de parte de ambos contratantes, ninguno de ellos podrá repetir
lo que hubiera dado a virtud del contrato, ni reclamar el cumplimiento de lo que el otro
hubiese ofrecido.
2.ª Cuando esté de parte de un solo contratante, no podrá éste repetir lo que hubiese
dado a virtud del contrato, ni pedir el cumplimiento de lo que se le hubiera ofrecido. El otro,
que fuera extraño a la causa torpe, podrá reclamar lo que hubiera dado, sin obligación de
cumplir lo que hubiera ofrecido.
Artículo 1307.
Siempre que el obligado por la declaración de nulidad a la devolución de la cosa no
pueda devolverla por haberse perdido, deberá restituir los frutos percibidos y el valor que
tenía la cosa cuando se perdió, con los intereses desde la misma fecha.
Artículo 1308.
Mientras uno de los contratantes no realice la devolución de aquello a que en virtud de la
declaración de nulidad esté obligado, no puede el otro ser compelido a cumplir por su parte
lo que le incumba.
– 175 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1309.
La acción de nulidad queda extinguida desde el momento en que el contrato haya sido
confirmado válidamente.
Artículo 1310.
Sólo son confirmables los contratos que reúnan los requisitos expresados en el artículo
1.261.
Artículo 1311.
La confirmación puede hacerse expresa o tácitamente. Se entenderá que hay
confirmación tácita cuando, con conocimiento de la causa de nulidad, y habiendo ésta
cesado, el que tuviese derecho a invocarla ejecutase un acto que implique necesariamente
la voluntad de renunciarlo.
Artículo 1312.
La confirmación no necesita el concurso de aquel de los contratantes a quien no
correspondiese ejercitar la acción de nulidad.
Artículo 1313.
La confirmación purifica al contrato de los vicios de que adoleciera desde el momento de
su celebración.
Artículo 1314.
También se extinguirá la acción de nulidad de los contratos cuando la cosa, objeto de
éstos, se hubiese perdido por dolo o culpa del que pudiera ejercitar aquélla.
Si la causa de la acción fuere la incapacidad de alguno de los contratantes, la pérdida de
la cosa no será obstáculo para que la acción prevalezca, a menos que hubiese ocurrido por
dolo o culpa del reclamante después de haber adquirido la capacidad.
TÍTULO III
Del régimen económico matrimonial
CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales
Artículo 1315.
El régimen económico del matrimonio será el que los cónyuges estipulen en
capitulaciones matrimoniales, sin otras limitaciones que las establecidas en este Código.
Artículo 1316.
A falta de capitulaciones o cuando éstas sean ineficaces, el régimen será el de la
sociedad de gananciales.
Artículo 1317.
La modificación del régimen económico matrimonial realizada durante el matrimonio no
perjudicará en ningún caso los derechos ya adquiridos por terceros.
Artículo 1318.
Los bienes de los cónyuges están sujetos al levantamiento de las cargas del matrimonio.
Cuando uno de los cónyuges incumpliere su deber de contribuir al levantamiento de
estas cargas, el Juez, a instancia del otro, dictará las medidas cautelares que estime
– 176 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1319.
Cualquiera de los cónyuges podrá realizar los actos encaminados a atender las
necesidades ordinarias de la familia, encomendadas a su cuidado, conforme al uso del lugar
y a las circunstancias de la misma.
De las deudas contraídas en el ejercicio de esta potestad responderán solidariamente los
bienes comunes y los del cónyuge que contraiga la deuda y, subsidiariamente, los del otro
cónyuge.
El que hubiere aportado caudales propios para satisfacción de tales necesidades tendrá
derecho a ser reintegrado de conformidad con su régimen matrimonial.
Artículo 1320.
Para disponer de los derechos sobre la vivienda habitual y los muebles de uso ordinario
de la familia, aunque tales derechos pertenezcan a uno solo de los cónyuges, se requerirá el
consentimiento de ambos o, en su caso, autorización judicial.
La manifestación errónea o falsa del disponente sobre el carácter de la vivienda no
perjudicará al adquirente de buena fe.
Artículo 1321.
Fallecido uno de los cónyuges, las ropas, el mobiliario y enseres que constituyan el ajuar
de la vivienda habitual común de los esposos se entregarán al que sobreviva, sin
computárselo en su haber.
No se entenderán comprendidos en el ajuar las alhajas, objetos artísticos, históricos y
otros de extraordinario valor.
Artículo 1322.
Cuando la Ley requiera para un acto de administración o disposición que uno de los
cónyuges actúe con el consentimiento del otro, los realizados sin él y que no hayan sido
expresa o tácitamente confirmados podrán ser anulados a instancia del cónyuge cuyo
consentimiento se haya omitido o de sus herederos.
No obstante, serán nulos los actos a título gratuito sobre bienes comunes si falta, en
tales casos, el consentimiento del otro cónyuge.
Artículo 1323.
Los cónyuges podrán transmitirse por cualquier título bienes y derechos y celebrar entre
sí toda clase de contratos.
Artículo 1324.
Para probar entre cónyuges que determinados bienes son propios de uno de ellos, será
bastante la confesión del otro, pero tal confesión por sí sola no perjudicará a los herederos
forzosos del confesante, ni a los acreedores, sean de la comunidad o de cada uno de los
cónyuges.
– 177 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO II
De las capitulaciones matrimoniales
Artículo 1325.
En capitulaciones matrimoniales podrán los otorgantes estipular, modificar o sustituir el
régimen económico de su matrimonio o cualesquiera otras disposiciones por razón del
mismo.
Artículo 1326.
Las capitulaciones matrimoniales podrán otorgarse antes o después de celebrado el
matrimonio.
Artículo 1327.
Para su validez, las capitulaciones habrán de constar en escritura pública.
Artículo 1328.
Será nula cualquier estipulación contraria a las Leyes o a las buenas costumbres o
limitativa de la igualdad de derechos que corresponda a cada cónyuge.
Artículo 1329.
El menor no emancipado que con arreglo a la Ley pueda casarse podrá otorgar
capitulaciones, pero necesitará el concurso y consentimiento de sus padres o tutor, salvo
que se limite a pactar el régimen de separación o el de participación.
Artículo 1330.
El incapacitado judicialmente sólo podrá otorgar capitulaciones matrimoniales con la
asistencia de sus padres, tutor o curador.
Artículo 1331.
Para que sea válida la modificación de las capitulaciones matrimoniales deberá
realizarse con la asistencia y concurso de las personas que en éstas intervinieron como
otorgantes si vivieren y la modificación afectare a derechos concedidos por tales personas.
Artículo 1332.
La existencia de pactos modificativos de anteriores capitulaciones se indicará mediante
nota en la escritura que contenga la anterior estipulación y el Notario lo hará constar en las
copias que expida.
Artículo 1333.
En toda inscripción de matrimonio en el Registro Civil se hará mención, en su caso, de
las capitulaciones matrimoniales que se hubieren otorgado, así como de los pactos,
resoluciones judiciales y demás hechos que modifiquen el régimen económico del
matrimonio. Si aquéllas o éstos afectaren a inmuebles, se tomará razón en el Registro de la
Propiedad, en la forma y a los efectos previstos en la Ley Hipotecaria.
Artículo 1334.
Todo lo que se estipule en capitulaciones desde el supuesto de futuro matrimonio
quedará sin efecto en el caso de no contraerse en el plazo de un año.
Artículo 1335.
La invalidez de las capitulaciones matrimoniales se regirá por las reglas generales de los
contratos. Las consecuencias de la anulación no perjudicarán a terceros de buena fe.
– 178 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO III
De las donaciones por razón de matrimonio
Artículo 1336.
Son donaciones por razón de matrimonio las que cualquier persona hace, antes de
celebrarse, en consideración al mismo y en favor de uno o de los dos esposos.
Artículo 1337.
Estas donaciones se rigen por las reglas ordinarias en cuanto no se modifiquen por los
artículos siguientes.
Artículo 1338.
El menor no emancipado que con arreglo a la Ley pueda casarse, también puede en
capitulaciones matrimoniales o fuera de ellas hacer donaciones por razón de su matrimonio,
con la autorización de sus padres o del tutor. Para aceptarlas, se estará a lo dispuesto en el
título II del libro III de este Código.
Artículo 1339.
Los bienes donados conjuntamente a los esposos pertenecerán a ambos en pro indiviso
ordinario y por partes iguales, salvo que el donante haya dispuesto otra cosa.
Artículo 1340.
El que diere o prometiere por razón de matrimonio sólo estará obligado a saneamiento
por evicción o vicios ocultos si hubiere actuado con mala fe.
Artículo 1341.
Por razón de matrimonio los futuros esposos podrán donarse bienes presentes.
Igualmente podrán donarse antes del matrimonio en capitulaciones bienes futuros, sólo
para el caso de muerte, y en la medida marcada por las disposiciones referentes a la
sucesión testada.
Artículo 1342.
Quedarán sin efecto las donaciones por razón de matrimonio si no llegara a contraerse
en el plazo de un año.
Artículo 1343.
Estas donaciones serán revocables por las causas comunes, excepto la supervivencia o
superveniencia de hijos.
En las otorgadas por terceros, se reputará incumplimiento de cargas, además de
cualesquiera otras específicas a que pudiera haberse subordinado la donación, la anulación
del matrimonio por cualquier causa, la separación y el divorcio si al cónyuge donatario le
fueren imputables, según la sentencia, los hechos que los causaron.
En las otorgadas por los contrayentes, se reputará incumplimiento de cargas, además de
las específicas, la anulación del matrimonio si el donatario hubiere obrado de mala fe. Se
estimará ingratitud además de los supuestos legales, el que el donatario incurra en causa de
desheredación del artículo 855 o le sea imputable, según la sentencia, la causa de
separación o divorcio.
– 179 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO IV
De la sociedad de gananciales
Artículo 1344.
Mediante la sociedad de gananciales se hacen comunes para los cónyuges las
ganancias o beneficios obtenidos indistintamente por cualquiera de ellos, que les serán
atribuidos por mitad al disolverse aquella.
Artículo 1345.
La sociedad de gananciales empezará en el momento de la celebración del matrimonio
o, posteriormente, al tiempo de pactarse en capitulaciones.
Artículo 1346.
Son privativos de cada uno de los cónyuges:
1.° Los bienes y derechos que le pertenecieran al comenzar la sociedad.
2.° Los que adquiera después por título gratuito.
3.° Los adquiridos a costa o en sustitución de bienes privativos.
4.° Los adquiridos por derecho de retracto perteneciente a uno solo de los cónyuges.
5.° Los bienes y derechos patrimoniales inherentes a la persona y los no transmisibles
ínter vivos.
6.° El resarcimiento por daños inferidos a la persona de uno de los cónyuges o a sus
bienes privativos.
7.° Las ropas y objetos de uso personal que no sean de extraordinario valor.
8.° Los instrumentos necesarios para el ejercicio de la profesión u oficio, salvo cuando
éstos sean parte integrante o pertenencias de un establecimiento o explotación de carácter
común.
Los bienes mencionados en los apartados 4.° y 8.° no perderán su carácter de privativos
por el hecho de que su adquisición se haya realizado con fondos comunes; pero, en este
caso, la sociedad será acreedora del cónyuge propietario por el valor satisfecho.
Artículo 1347.
Son bienes gananciales:
1.° Los obtenidos por el trabajo o la industria de cualquiera de los cónyuges.
2.° Los frutos, rentas o intereses que produzcan tanto los bienes privativos como los
gananciales.
3.° Los adquiridos a título oneroso a costa del caudal común, bien se haga la adquisición
para la comunidad, bien para uno solo de los esposos.
4.° Los adquiridos por derecho de retracto de carácter ganancial, aun cuando lo fueran
con fondos privativos, en cuyo caso la sociedad será deudora del cónyuge por el valor
satisfecho.
5.° Las Empresas y establecimientos fundados durante la vigencia de la sociedad por
uno cualquiera de los cónyuges a expensas de los bienes comunes. Si a la formación de la
Empresa o establecimiento concurren capital privativo y capital común, se aplicará lo
dispuesto en el artículo 1.354.
Artículo 1348.
Siempre que pertenezca privativamente a uno de los cónyuges una cantidad o crédito
pagadero en cierto número de años, no serán gananciales las sumas que se cobren en los
plazos vencidos durante el matrimonio, sino que se estimarán capital de uno u otro cónyuge,
según a quien pertenezca el crédito.
– 180 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1349.
El derecho de usufructo o de pensión, perteneciente a uno de los cónyuges, formará
parte de sus bienes propios; pero los frutos, pensiones o intereses devengados durante el
matrimonio serán gananciales.
Artículo 1350.
Se reputarán gananciales las cabezas de ganado que al disolverse la sociedad excedan
del número aportado por cada uno de los cónyuges con carácter privativo.
Artículo 1351.
Las ganancias obtenidas por cualquiera de los cónyuges en el juego o las procedentes
de otras causas que eximan de la restitución pertenecerán a la sociedad de gananciales.
Artículo 1352.
Las nuevas acciones u otros títulos o participaciones sociales suscritos como
consecuencia de la titularidad de otros privativos serán también privativos. Asimismo lo
serán las cantidades obtenidas por la enajenación del derecho a suscribir.
Si para el pago de la suscripción se utilizaren fondos comunes o se emitieran las
acciones con cargo a los beneficios, se reembolsará el valor satisfecho.
Artículo 1353.
Los bienes donados o dejados en testamento a los cónyuges conjuntamente y sin
especial designación de partes, constante la sociedad, se entenderán gananciales, siempre
que la liberalidad fuera aceptada por ambos y el donante o testador no hubiere dispuesto lo
contrario.
Artículo 1354.
Los bienes adquiridos mediante precio o contraprestación, en parte ganancial y en parte
privativo, corresponderán pro indiviso a la sociedad de gananciales y al cónyuge o cónyuges
en proporción al valor de las aportaciones respectivas.
Artículo 1355.
Podrán los cónyuges, de común acuerdo, atribuir la condición de gananciales a los
bienes que adquieran a título oneroso durante el matrimonio, cualquiera que sea la
procedencia del precio o contraprestación y la forma y plazos en que se satisfaga.
Si la adquisición se hiciere en forma conjunta y sin atribución de cuotas, se presumirá su
voluntad favorable al carácter ganancial de tales bienes.
Artículo 1356.
Los bienes adquiridos por uno de los cónyuges, constante la sociedad por precio
aplazado, tendrán naturaleza ganancial si el primer desembolso tuviera tal carácter, aunque
los plazos restantes se satisfagan con dinero privativo. Si el primer desembolso tuviere
carácter privativo, el bien será de esta naturaleza.
Artículo 1357.
Los bienes comprados a plazos por uno de los cónyuges antes de comenzar la sociedad
tendrán siempre carácter privativo, aun cuando la totalidad o parte del precio aplazado se
satisfaga con dinero ganancial.
Se exceptúan la vivienda y ajuar familiares, respecto de los cuales se aplicará el artículo
1.354.
– 181 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1358.
Cuando conforme a este Código los bienes sean privativos o gananciales, con
independencia de la procedencia del caudal con que la adquisición se realice, habrá de
reembolsarse el valor satisfecho a costa, respectivamente, del caudal común o del propio,
mediante el reintegro de su importe actualizado al tiempo de la liquidación.
Artículo 1359.
Las edificaciones, plantaciones y cualesquiera otras mejoras que se realicen en los
bienes gananciales y en los privativos tendrán el carácter correspondiente a los bienes a que
afecten, sin perjuicio del reembolso del valor satisfecho.
No obstante, si la mejora hecha en bienes privativos fuese debida a la inversión de
fondos comunes o a la actividad de cualquiera de los cónyuges, la sociedad será acreedora
del aumento del valor que los bienes tengan como consecuencia de la mejora, al tiempo de
la disolución de la sociedad o de la enajenación del bien mejorado.
Artículo 1360.
Las mismas reglas del artículo anterior se aplicarán a los incrementos patrimoniales
incorporados a una explotación, establecimiento mercantil u otro género de empresa.
Artículo 1361.
Se presumen gananciales los bienes existentes en el matrimonio mientras no se pruebe
que pertenecen privativamente a uno de los dos cónyuges.
Artículo 1362.
Serán de cargo de la sociedad de gananciales los gastos que se originen por alguna de
las siguientes causas:
1.ª El sostenimiento de la familia, la alimentación y educación de los hijos comunes y las
atenciones de previsión acomodadas a los usos y a las circunstancias de la familia.
La alimentación y educación de los hijos de uno solo de los cónyuges correrá a cargo de
la sociedad de gananciales cuando convivan en el hogar familiar. En caso contrario, los
gastos derivados de estos conceptos serán sufragados por la sociedad de gananciales, pero
darán lugar a reintegro en el momento de la liquidación.
2.ª La adquisición, tenencia y disfrute de los bienes comunes.
3.ª La administración ordinaria de los bienes privativos de cualquiera de los cónyuges.
4.ª La explotación regular de los negocios o el desempeño de la profesión, arte u oficio
de cada cónyuge.
Artículo 1363.
Serán también de cargo de la sociedad las cantidades donadas o prometidas por ambos
cónyuges de común acuerdo, cuando no hubiesen pactado que hayan de satisfacerse con
los bienes privativos de uno de ellos en todo o en parte.
Artículo 1364.
El cónyuge que hubiere aportado bienes privativos para los gastos o pagos que sean de
cargo de la sociedad tendrá derecho a ser reintegrado del valor a costa del patrimonio
común.
Artículo 1365.
Los bienes gananciales responderán directamente frente al acreedor de las deudas
contraídas por un cónyuge:
– 182 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1366.
Las obligaciones extracontractuales de un cónyuge, consecuencia de su actuación en
beneficio de la sociedad conyugal o en el ámbito de la administración de los bienes, serán de
la responsabilidad y cargo de aquélla, salvo si fuesen debidas a dolo o culpa grave del
cónyuge deudor.
Artículo 1367.
Los bienes gananciales responderán en todo caso de las obligaciones contraídas por los
dos cónyuges conjuntamente o por uno de ellos con el consentimiento expreso del otro.
Artículo 1368.
También responderán los bienes gananciales de las obligaciones contraídas por uno
solo de los cónyuges en caso de separación de hecho para atender a los gastos de
sostenimiento, previsión y educación de los hijos que estén a cargo de la sociedad de
gananciales.
Artículo 1369.
De las deudas de un cónyuge que sean, además, deudas de la sociedad responderán
también solidariamente los bienes de ésta.
Artículo 1370.
Por el precio aplazado del bien ganancial adquirido por un cónyuge sin el consentimiento
del otro responderá siempre el bien adquirido, sin perjuicio de la responsabilidad de otros
bienes según las reglas de este Código.
Artículo 1371.
Lo perdido y pagado durante el matrimonio por alguno de los cónyuges en cualquier
clase de juego no disminuirá su parte respectiva de los gananciales siempre que el importe
de aquella pérdida pudiere considerarse moderada con arreglo al uso y circunstancias de la
familia.
Artículo 1372.
De lo perdido y no pagado por alguno de los cónyuges en los juegos en que la ley
concede acción para reclamar lo que se gane responden exclusivamente los bienes
privativos del deudor.
Artículo 1373.
Cada cónyuge responde con su patrimonio personal de las deudas propias y, si sus
bienes privativos no fueran suficientes para hacerlas efectivas, el acreedor podrá pedir el
embargo de bienes gananciales, que será inmediatamente notificado al otro cónyuge y éste
podrá exigir que en la traba se sustituyan los bienes comunes por la parte que ostenta el
cónyuge deudor en la sociedad conyugal, en cuyo caso el embargo llevará consigo la
disolución de aquélla.
Si se realizase la ejecución sobre bienes comunes, se reputará que el cónyuge deudor
tiene recibido a cuenta de su participación el valor de aquéllos al tiempo en que los abone
con otros caudales propios o al tiempo de liquidación de la sociedad conyugal.
– 183 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1374.
Tras la disolución a que se refiere el artículo anterior se aplicará el régimen de
separación de bienes, salvo que, en el plazo de tres meses, el cónyuge del deudor opte en
documento público por el comienzo de una nueva sociedad de gananciales.
Artículo 1375.
En defecto de pacto en capitulaciones, la gestión y disposiciones de los bienes
gananciales corresponde conjuntamente a los cónyuges, sin perjuicio de lo que se determina
en los artículos siguientes.
Artículo 1376.
Cuando en la realización de actos de administración fuere necesario el consentimiento
de ambos cónyuges y uno se hallare impedido para prestarlo, o se negare injustificadamente
a ello, podrá el Juez suplirlo si encontrare fundada la petición.
Artículo 1377.
Para realizar actos de disposición a título oneroso sobre bienes gananciales se requerirá
el consentimiento de ambos cónyuges.
Si uno lo negare o estuviere impedido para prestarlo, podrá el Juez, previa información
sumaria, autorizar uno o varios actos dispositivos cuando lo considere de interés para la
familia. Excepcionalmente acordará las limitaciones o cautelas que estime convenientes.
Artículo 1378.
Serán nulos los actos a título gratuito si no concurre el consentimiento de ambos
cónyuges. Sin embargo, podrá cada uno de ellos realizar con los bienes gananciales
liberalidades de uso.
Artículo 1379.
Cada uno de los cónyuges podrá disponer por testamento de la mitad de los bienes
gananciales.
Artículo 1380.
La disposición testamentaria de un bien ganancial producirá todos sus efectos si fuere
adjudicado a la herencia del testador. En caso contrario se entenderá legado el valor que
tuviera al tiempo del fallecimiento.
Artículo 1381.
Los frutos y ganancias de los patrimonios privativos y las ganancias de cualquiera de los
cónyuges forman parte del haber de la sociedad y están sujetos a las cargas y
responsabilidades de la sociedad de gananciales. Sin embargo, cada cónyuge, como
administrador de su patrimonio privativo, podrá a este solo efecto disponer de los frutos y
productos de sus bienes.
Artículo 1382.
Cada cónyuge podrá, sin el consentimiento del otro, pero siempre con su conocimiento,
tomar como anticipo el numerario ganancial que le sea necesario, de acuerdo con los usos y
circunstancias de la familia, para el ejercicio de su profesión o la administración ordinaria de
sus bienes.
– 184 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1383.
Deben los cónyuges informarse recíproca y periódicamente sobre la situación y
rendimientos de cualquier actividad económica suya.
Artículo 1384.
Serán válidos los actos de administración de bienes y los de disposición de dinero o
títulos valores realizados por el cónyuge a cuyo nombre figuren o en cuyo poder se
encuentren.
Artículo 1385.
Los derechos de crédito, cualquiera que sea su naturaleza, serán ejercitados por aquel
de los cónyuges a cuyo nombre aparezcan constituidos.
Cualquiera de los cónyuges podrá ejercitar la defensa de los bienes y derechos comunes
por vía de acción o de excepción.
Artículo 1386.
Para realizar gastos urgentes de carácter necesario, aun cuando sean extraordinarios,
bastará el consentimiento de uno sólo de los cónyuges.
Artículo 1387.
La administración y disposición de los bienes de la sociedad de gananciales se
transferirá por ministerio de la ley al cónyuge que sea tutor o representante legal de su
consorte.
Artículo 1388.
Los Tribunales podrán conferir la administración a uno solo de los cónyuges cuando el
otro se encontrare en imposibilidad de prestar consentimiento o hubiere abandonado la
familia o existiere separación de hecho.
Artículo 1389.
El cónyuge en quien recaiga la administración en virtud de lo dispuesto en los dos
artículos anteriores tendrá para ello plenas facultades, salvo que el Juez, cuando lo
considere de interés para la familia, y previa información sumaria, establezca cautelas o
limitaciones.
En todo caso, para realizar actos de disposición sobre inmuebles, establecimientos
mercantiles, objetos preciosos o valores mobiliarios, salvo el derecho de suscripción
preferente, necesitará autorización judicial.
Artículo 1390.
Si como consecuencia de un acto de administración o de disposición llevado a cabo por
uno solo de los cónyuges hubiere éste obtenido un beneficio o lucro exclusivo para él u
ocasionado dolosamente un daño a la sociedad, será deudor a la misma por su importe,
aunque el otro cónyuge no impugne cuando proceda la eficacia del acto.
Artículo 1391.
Cuándo el cónyuge hubiere realizado un acto en fraude de los derechos de su consorte
será, en todo caso, de aplicación lo dispuesto en el artículo anterior y, además, si el
adquirente hubiere procedido de mala fe, el acto será rescindible.
Artículo 1392.
La sociedad de gananciales concluirá de pleno derecho:
– 185 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1393.
También concluirá por decisión judicial la sociedad de gananciales, a petición de uno de
los cónyuges, en alguno de los casos siguientes:
1.° Haber sido el otro cónyuge judicialmente incapacitado, declarado pródigo, ausente o
en quiebra o concurso de acreedores, o condenado por abandono de familia.
Para que el Juez acuerde la disolución bastará que el cónyuge que la pidiere presente la
correspondiente resolución judicial.
2.° Venir el otro cónyuge realizando por sí solo actos dispositivos o de gestión
patrimonial que entrañen fraude, daño o peligro para los derechos del otro en la sociedad.
3.° Llevar separado de hecho más de un año por acuerdo mutuo o por abandono del
hogar.
4.° Incumplir grave y reiteradamente el deber de informar sobre la marcha y rendimientos
de sus actividades económicas.
En cuanto a la disolución de la sociedad por el embargo de la parte de uno de los
cónyuges por deudas propias, se estará a lo especialmente dispuesto en este Código.
Artículo 1394.
Los efectos de la disolución prevista en el artículo anterior se producirán desde la fecha
en que se acuerde. De seguirse pleito sobre la concurrencia de la causa de disolución,
iniciada la tramitación del mismo, se practicará el inventario, y el Juez adoptará las medidas
necesarias para la administración del caudal, requiriéndose, licencia judicial para todos los
actos que excedan de la administración ordinaria.
Artículo 1395.
Cuando la sociedad de gananciales se disuelva por nulidad del matrimonio y uno de los
cónyuges hubiera sido declarado de mala fe, podrá el otro optar por la liquidación del
régimen matrimonial según las normas de esta Sección o por las disposiciones relativas al
régimen de participación, y el contrayente de mala fe no tendrá derecho a participar en las
ganancias obtenidas por su consorte.
Artículo 1396.
Disuelta la sociedad se procederá a su liquidación, que comenzará por un inventario del
activo y pasivo de la sociedad.
Artículo 1397.
Habrán de comprenderse en el activo:
1.° Los bienes gananciales existentes en el momento de la disolución.
2.° El importe actualizado del valor que tenían los bienes al ser enajenados por negocio
ilegal o fraudulento si no hubieran sido recuperados.
3.° El importe actualizado de las cantidades pagadas por la sociedad que fueran de
cargo sólo de un cónyuge y en general las que constituyen créditos de la sociedad contra
éste.
Artículo 1398.
El pasivo de la sociedad estará integrado por las siguientes partidas:
1.ª Las deudas pendientes a cargo de la sociedad.
– 186 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
2.ª El importe actualizado del valor de los bienes privativos cuando su restitución deba
hacerse en metálico por haber sido gastados en interés de la sociedad.
Igual regla se aplicará a los deterioros producidos en dichos bienes por su uso en
beneficio de la sociedad.
3.ª El importe actualizado de las cantidades que, habiendo sido pagadas por uno solo de
los cónyuges, fueran de cargo de la sociedad y, en general, las que constituyan créditos de
los cónyuges contra la sociedad.
Artículo 1399.
Terminado el inventario se pagarán en primer lugar las deudas de la sociedad,
comenzando por las alimenticias que, en cualquier caso, tendrán preferencia.
Respecto de las demás, si el caudal inventariado no alcanzase para ello, se observará lo
dispuesto para la concurrencia y prelación de créditos.
Artículo 1400.
Cuando no hubiera metálico suficiente para el pago de las deudas podrán ofrecerse con
tal fin adjudicaciones de bienes gananciales, pero si cualquier partícipe o acreedor lo pide se
procederá a enajenarlos y pagar con su importe.
Artículo 1401.
Mientras no se hayan pagado por entero las deudas de la sociedad, los acreedores
conservarán sus créditos contra el cónyuge deudor. El cónyuge no deudor responderá con
los bienes que le hayan sido adjudicados, si se hubiere formulado debidamente, inventario
judicial o extrajudicial.
Si como consecuencia de ello resultare haber pagado uno de los cónyuges mayor
cantidad de la que le fuere imputable, podrá repetir contra el otro.
Artículo 1402.
Los acreedores de la sociedad de gananciales tendrán en su liquidación los mismos
derechos que le reconocen las Leyes en la partición y liquidación de las herencias.
Artículo 1403.
Pagadas las deudas y cargas de la sociedad se abonarán las indemnizaciones y
reintegros debidos a cada cónyuge hasta donde alcance el caudal inventariado, haciendo las
compensaciones que correspondan cuando el cónyuge sea deudor de la sociedad.
Artículo 1404.
Hechas las deducciones en el caudal inventariado que prefijan los artículos anteriores, el
remanente constituirá el haber de la sociedad de gananciales, que se dividirá por mitad entre
los cónyuges o sus respectivos herederos.
Artículo 1405.
Si uno de los cónyuges resultare en el momento de la liquidación acreedor personal del
otro, podrá exigir que se le satisfaga su crédito adjudicándole bienes comunes, salvo que el
deudor pague voluntariamente.
Artículo 1406.
Cada cónyuge tendrá derecho a que se incluyan con preferencia en su haber, hasta
donde éste alcance:
1.° Los bienes de uso personal no incluidos en el número 7 del artículo 1.346.
2.° La explotación económica que gestione efectivamente.
3.° El local donde hubiese venido ejerciendo su profesión.
4.° En caso de muerte del otro cónyuge, la vivienda donde tuviese la residencia habitual.
– 187 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1407.
En los casos de los números 3 y 4 del artículo anterior podrá el cónyuge pedir, a su
elección, que se le atribuyan los bienes en propiedad o que se constituya sobre ellos a su
favor un derecho de uso o habitación. Si el valor de los bienes o el derecho superara al del
haber del cónyuge adjudicatario, deberá éste abonar la diferencia en dinero.
Artículo 1408.
De la masa común de bienes se darán alimentos a los cónyuges o, en su caso, al
sobreviviente y a los hijos mientras se haga la liquidación del caudal inventariado y hasta
que se les entregue su haber; pero se les rebajarán de éste en la parte que excedan de los
que les hubiese correspondido en razón de frutos y rentas.
Artículo 1409.
Siempre que haya de ejecutarse simultáneamente la liquidación de gananciales de dos o
más matrimonios contraídos por una misma persona para determinar el capital de cada
sociedad se admitirá toda clase de pruebas en defecto de inventarios. En caso de duda se
atribuirán los gananciales a las diferentes sociedades proporcionalmente, atendiendo al
tiempo de su duración y a los bienes e ingresos de los respectivos cónyuges.
Artículo 1410.
En todo lo no previsto en este capítulo sobre formación de inventario, reglas sobre
tasación y ventas de bienes, división del caudal, adjudicaciones a los partícipes y demás que
no se halle expresamente determinado, se observará lo establecido para la partición y
liquidación de la herencia.
CAPÍTULO V
Del régimen de participación
Artículo 1411.
En el régimen de participación cada uno de los cónyuges adquiere derecho a participar
en las ganancias obtenidas por su consorte durante el tiempo en que dicho régimen haya
estado vigente.
Artículo 1412.
A cada cónyuge le corresponde la administración, el disfrute y la libre disposición tanto
de los bienes que le pertenecían en el momento de contraer matrimonio como de los que
pueda adquirir después por cualquier título.
Artículo 1413.
En todo lo no previsto en este capítulo se aplicarán, durante la vigencia del régimen de
participación, las normas relativas al de separación de bienes.
Artículo 1414.
Si los casados en régimen de participación adquirieran conjuntamente algún bien o
derecho, les pertenece en pro indiviso ordinario.
Artículo 1415.
El régimen de participación se extingue en los casos prevenidos para la sociedad de
gananciales, aplicándose lo dispuesto en los artículos 1.394 y 1.395.
– 188 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1416.
Podrá pedir un cónyuge la terminación del régimen de participación cuando la irregular
administración del otro comprometa gravemente sus intereses.
Artículo 1417.
Producida la extinción se determinaran las ganancias por las diferencias entre los
patrimonios inicial y final de cada cónyuge.
Artículo 1418.
Se estimará constituido el patrimonio inicial de cada cónyuge:
1.° Por los bienes y derechos que le pertenecieran al empezar el régimen.
2.° Por los adquiridos después a título de herencia, donación o legado.
Artículo 1419.
Se deducirán las obligaciones del cónyuge al empezar el régimen y, en su caso, las
sucesorias o las cargas inherentes a la donación o legado, en cuanto no excedan de los
bienes heredados o donados.
Artículo 1420.
Si el pasivo fuese superior al activo no habrá patrimonio inicial.
Artículo 1421.
Los bienes constitutivos del patrimonio inicial se estimarán según el estado y valor que
tuvieran al empezar el régimen o, en su caso, al tiempo en que fueron adquiridos.
El importe de la estimación deberá actualizarse el día en que el régimen haya cesado.
Artículo 1422.
El patrimonio final de cada cónyuge estará formado por los bienes y derechos de que
sea titular en el momento de la terminación del régimen, con deducción de las obligaciones
todavía no satisfechas.
Artículo 1423.
Se incluirá en el patrimonio finad el valor de los bienes de que uno de los cónyuges
hubiese dispuesto a título gratuito sin el consentimiento de su consorte, salvo si se tratase de
liberalidades de uso.
Artículo 1424.
La misma regla se aplicará respecto de los actos realizados por uno de los cónyuges en
fraude de los derechos del otro.
Artículo 1425.
Los bienes constitutivos del patrimonio final se estimarán según el estado y valor que
tuvieren en el momento de la terminación del régimen y los enajenados gratuita o
fraudulentamente, conforme al estado que tenían el día de la enajenación y por el valor que
hubieran tenido si se hubiesen conservado hasta el día de la terminación.
Artículo 1426.
Los créditos que uno de los cónyuges tenga frente al otro, por cualquier título, incluso por
haber atendido o cumplido obligaciones de aquél, se computarán también en el patrimonio
final del cónyuge acreedor y se deducirán del patrimonio del cónyuge deudor.
– 189 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1427.
Cuando la diferencia entre los patrimonios final e inicial de uno y otro cónyuge arroje
resultado positivo, el cónyuge cuyo patrimonio haya experimentado menor incremento
percibirá la mitad de la diferencia entre su propio incremento y el del otro cónyuge.
Artículo 1428.
Cuando únicamente uno de los patrimonios arroje resultado positivo, el derecho de la
participación consistirá, para el cónyuge no titular de dicho patrimonio, en la mitad de aquel
incremento.
Artículo 1429.
Al constituirse el régimen podrá pactarse una participación distinta de la que establecen
los dos artículos anteriores, pero deberá regir por igual y en la misma proporción respecto de
ambos patrimonios y en favor de ambos cónyuges.
Artículo 1430.
No podrá convenirse una participación que no sea por mitad si existen descendientes no
comunes.
Artículo 1431.
El crédito de participación deberá ser satisfecho en dinero. Si mediaren dificultades
graves para el pago inmediato, el Juez podrá conceder aplazamiento, siempre que no
exceda de tres años y que la deuda y sus intereses legales queden suficientemente
garantizados.
Artículo 1432.
El crédito de participación podrá pagarse mediante la adjudicación de bienes concretos,
por acuerdo de los interesados o si lo concediese el Juez a petición fundada del deudor.
Artículo 1433.
Si no hubiese bienes en el patrimonio deudor para hacer efectivo el derecho de
participación en ganancias, el cónyuge acreedor podrá impugnar las enajenaciones que
hubieren sido hechas a título gratuito sin su consentimiento y aquellas que hubieren sido
realizadas en fraude de sus derechos.
Artículo 1434.
Las acciones de impugnación a que se refiere el artículo anterior caducarán a los dos
años de extinguido el régimen de participación y no se darán contra los adquirentes a título
oneroso y de buena fe.
CAPÍTULO VI
Del régimen de separación de bienes
Artículo 1435.
Existirá entre los cónyuges separación de bienes.
1.° Cuando así lo hubiesen convenido.
2.° Cuando los cónyuges hubieren pactado en capitulaciones matrimoniales que no
regirá entre ellos la sociedad de gananciales, sin expresar las reglas por que hayan de
regirse sus bienes.
3.° Cuando se extinga, constante matrimonio, la sociedad de gananciales o el régimen
de participación, salvo que por voluntad de los interesados fuesen sustituidos por otro
régimen distinto.
– 190 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1436.
La demanda de separación de bienes y la sentencia firme en que se declare se deberán
anotar e inscribir, respectivamente, en el Registro de la Propiedad que corresponda, si
recayere sobre bienes inmuebles. La sentencia firme se anotará también en el Registro Civil.
Artículo 1437.
En el régimen de separación pertenecerán a cada cónyuge los bienes que tuviese en el
momento inicial del mismo y, los que después adquiera por cualquier título. Asimismo
corresponderá a cada uno la administración, goce y libre disposición de tales bienes.
Artículo 1438.
Los cónyuges contribuirán al sostenimiento de las cargas del matrimonio. A falta de
convenio lo harán proporcionalmente a sus respectivos recursos económicos. El trabajo para
la casa será computado como contribución a las cargas y dará derecho a obtener una
compensación que el Juez señalará, a falta de acuerdo, a la extinción del régimen de
separación.
Artículo 1439.
Si uno de los cónyuges hubiese administrado o gestionado bienes o intereses del otro,
tendrá las mismas obligaciones y responsabilidades que un mandatario, pero no tendrá
obligación de rendir cuentas de los frutos percibidos y consumidos, salvo cuando se
demuestre que los invirtió en atenciones distintas del levantamiento de las cargas del
matrimonio.
Artículo 1440.
Las obligaciones contraídas por cada cónyuge serán de su exclusiva responsabilidad.
En cuanto a las obligaciones contraídas en el ejercicio de la potestad doméstica ordinaria
responderán ambos cónyuges en la forma determinada por los artículos 1.319 y 1.438 de
este Código.
Artículo 1441.
Cuando no sea posible acreditar a cuál de los cónyuges pertenece algún bien o derecho,
corresponderá a ambos por mitad.
Artículo 1442.
Declarado un cónyuge en quiebra o concurso, se presumirá, salvo prueba en contrario,
en beneficio de los acreedores, que fueron en su mitad donados por él los bienes adquiridos
a título oneroso por el otro durante el año anterior a la declaración o en el periodo a que
alcance la retroacción de la quiebra. Esta presunción no regirá si los cónyuges están
separados judicialmente o de hecho.
Artículo 1443.
La separación de bienes decretada no se alterará por la reconciliación de los cónyuges
en caso de separación personal o por la desaparición de cualquiera de las demás causas
que la hubiesen motivado.
Artículo 1444.
No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, los cónyuges pueden acordar en
capitulaciones que vuelvan a regir las mismas reglas que antes de la separación de bienes.
Harán constar en las capitulaciones los bienes que cada uno aporte de nuevo y se
considerarán éstos privativos, aunque, en todo o en parte, hubieren tenido carácter
ganancial antes de la liquidación practicada por causa de la separación.
– 191 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
TÍTULO IV
Del contrato de compra y venta
CAPÍTULO PRIMERO
De la naturaleza y forma de este contrato
Artículo 1445.
Por el contrato de compra y venta uno de los contratantes se obliga a entregar una cosa
determinada y el otro a pagar por ella un precio cierto, en dinero o signo que lo represente.
Artículo 1446.
Si el precio de la venta consistiera parte en dinero y parte en otra cosa, se calificará el
contrato por la intención manifiesta de los contratantes. No constando ésta, se tendrá por
permuta, si el valor de la cosa dada en parte del precio excede al del dinero o su
equivalente; y por venta en el caso contrario.
Artículo 1447.
Para que el precio se tenga por cierto bastará que lo sea con referencia a otra cosa
cierta, o que se deje su señalamiento al arbitrio de persona determinada.
Si ésta no pudiere o no quisiere señalarlo, quedará ineficaz el contrato.
Artículo 1448.
También se tendrá por cierto el precio en la venta de valores, granos, líquidos y demás
cosas fungibles, cuando se señale el que la cosa vendida tuviera en determinado día, bolsa
o mercado, o se fije un tanto mayor o menor que el precio del día, bolsa o mercado, con tal
que sea cierto.
Artículo 1449.
El señalamiento del precio no podrá nunca dejarse al arbitrio de uno de los contratantes.
Artículo 1450.
La venta se perfeccionará entre comprador y vendedor, y será obligatoria para ambos, si
hubieren convenido en la cosa objeto del contrato y en el precio, aunque ni la una ni el otro
se hayan entregado.
Artículo 1451.
La promesa de vender o comprar, habiendo conformidad en la cosa y en el precio, dará
derecho a los contratantes para reclamar recíprocamente el cumplimiento del contrato.
Siempre que no pueda cumplirse la promesa de compra y venta, regirá para vendedor y
comprador, según los casos, lo dispuesto acerca de las obligaciones y contratos en el
presente libro.
Artículo 1452.
El daño o provecho de la cosa vendida, después de perfeccionado el contrato, se
regulará por lo dispuesto en los artículos 1.096 y 1.182.
Esta regla se aplicará a la venta de cosas fungibles hecha aisladamente y por un solo
precio, o sin consideración a su peso, número o medida.
Si las cosas fungibles se vendieren por un precio fijado con relación al peso, número o
medida, no se imputará el riesgo al comprador hasta que se hayan pesado, contado o
medido, a no ser que éste se haya constituido en mora.
– 192 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1453.
La venta hecha a calidad de ensayo o prueba de la cosa vendida, y la venta de las cosas
que es costumbre gustar o probar antes de recibirlas, se presumirán hechas siempre bajo
condición suspensiva.
Artículo 1454.
Si hubiesen mediado arras o señal en el contrato de compra y venta, podrá rescindirse el
contrato allanándose el comprador a perderlas, o el vendedor a devolverlas duplicadas.
Artículo 1455.
Los gastos de otorgamiento de escrituras serán de cuenta del vendedor, y los de la
primera copia y los demás posteriores a la venta serán de cuenta del comprador, salvo pacto
en contrario.
Artículo 1456.
La enajenación forzosa por causa de utilidad pública se regirá por lo que establezcan las
leyes especiales.
CAPÍTULO II
De la capacidad para comprar o vender
Artículo 1457.
Podrán celebrar el contrato de compra y venta todas las personas a quienes este Código
autoriza para obligarse, salvo las modificaciones contenidas en los artículos siguientes.
Artículo 1458.
Los cónyuges podrán venderse bienes recíprocamente.
Artículo 1459.
No podrán adquirir por compra, aunque sea en subasta pública o judicial, por sí ni por
persona alguna intermedia:
1.º Los que desempeñen algún cargo tutelar, los bienes de la persona o personas que
estén bajo su guarda o protección.
2.º Los mandatarios, los bienes de cuya administración o enajenación estuviesen
encargados.
3.º Los albaceas, los bienes confiados a su cargo.
4.º Los empleados públicos, los bienes del Estado, de los Municipios, de los pueblos y de
los establecimientos también públicos, de cuya administración estuviesen encargados.
Esta disposición regirá para los Jueces y peritos que de cualquier modo intervinieren en
la venta.
5.º Los Magistrados, Jueces, individuos del Ministerio Fiscal, Secretarios de Tribunales y
Juzgados y Oficiales de Justicia, los bienes y derechos que estuviesen en litigio ante el
Tribunal, en cuya jurisdicción o territorio ejercieran sus respectivas funciones, extendiéndose
esta prohibición al acto de adquirir por cesión.
Se exceptuará de esta regla el caso en que se trate de acciones hereditarias entre
coherederos, o de cesión en pago de créditos, o de garantía de los bienes que posean.
La prohibición contenida en este número 5.º comprenderá a los Abogados y
Procuradores respecto a los bienes y derechos que fueren objeto de un litigio en que
intervengan por su profesión y oficio.
– 193 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO III
De los efectos del contrato de compra y venta cuando se ha perdido la cosa
vendida
Artículo 1460.
Si al tiempo de celebrarse la venta se hubiese perdido en su totalidad la cosa objeto de
la misma, quedará sin efecto el contrato.
Pero si se hubiese perdido sólo en parte, el comprador podrá optar entre desistir del
contrato o reclamar la parte existente, abonando su precio en proporción al total convenido.
CAPÍTULO IV
De las obligaciones del vendedor
Artículo 1461.
El vendedor está obligado a la entrega y saneamiento de la cosa objeto de la venta.
Artículo 1462.
Se entenderá entregada la cosa vendida cuando se ponga en poder y posesión del
comprador.
Cuando se haga la venta mediante escritura pública, el otorgamiento de ésta equivaldrá
a la entrega de la cosa objeto del contrato, si de la misma escritura no resultare o se
dedujere claramente lo contrario.
Artículo 1463.
Fuera de los casos que expresa el artículo precedente, la entrega de los bienes muebles
se efectuará: por la entrega de las llaves del lugar o sitio donde se hallan almacenados o
guardados, y por el solo acuerdo o conformidad de los contratantes, si la cosa vendida no
puede trasladarse a poder del comprador en el instante de la venta, o si éste la tenía ya en
su poder por algún otro motivo.
Artículo 1464.
Respecto de los bienes incorporales, regirá lo dispuesto en el párrafo 2.º del artículo
1.462. En cualquier otro caso en que éste no tenga aplicación se entenderá por entrega el
hecho de poner en poder del comprador los títulos de pertenencia, o el uso que haga de su
derecho el mismo comprador, consintiéndolo el vendedor.
Artículo 1465.
Los gastos para la entrega de la cosa vendida serán de cuenta del vendedor, y los de su
transporte o traslación de cargo del comprador, salvo el caso de estipulación especial.
Artículo 1466.
El vendedor no estará obligado a entregar la cosa vendida si el comprador no le ha
pagado el precio o no se ha señalado en el contrato un plazo para el pago.
Artículo 1467.
Tampoco tendrá obligación el vendedor de entregar la cosa vendida cuando se haya
convenido en un aplazamiento o término para el pago, si después de la venta se descubre
que el comprador es insolvente, de tal suerte que el vendedor corre inminente riesgo de
perder el precio.
– 194 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1468.
El vendedor deberá entregar la cosa vendida en el estado en que se hallaba al
perfeccionarse el contrato.
Todos los frutos pertenecerán al comprador desde el día en que se perfeccionó el
contrato.
Artículo 1469.
La obligación de entregar la cosa vendida comprende la de poner en poder del
comprador todo lo que exprese el contrato, mediante las reglas siguientes:
Si la venta de bienes inmuebles se hubiese hecho con expresión de su cabida, a razón
de un precio por unidad de medida o número, tendrá obligación el vendedor de entregar al
comprador, si éste lo exige, todo cuanto se haya expresado en el contrato; pero si esto no
fuere posible, podrá el comprador optar entre una rebaja proporcional del precio o la
rescisión del contrato, siempre que, en este último caso, no baje de la décima parte de la
cabida la disminución de la que se le atribuyera al inmueble.
Lo mismo se hará, aunque resulte igual cabida, si alguna parte de ella no es de la
calidad expresada en el contrato.
La rescisión, en este caso, sólo tendrá lugar a voluntad del comprador, cuando el menos
valor de la cosa vendida exceda de la décima parte del precio convenido.
Artículo 1470.
Si, en el caso del artículo precedente, resultare mayor cabida o número en el inmueble
que los expresados en el contrato, el comprador tendrá la obligación de pagar el exceso de
precio si la mayor cabida o número no pasa de la vigésima parte de los señalados en el
mismo contrato; pero si excedieren de dicha vigésima parte, el comprador podrá optar entre
satisfacer el mayor valor del inmueble o desistir del contrato.
Artículo 1471.
En la venta de un inmueble, hecha por precio alzado y no a razón de un tanto por unidad
de medida o número, no tendrá lugar el aumento o disminución del mismo, aunque resulte
mayor o menor cabida o número de los expresados en el contrato.
Esto mismo tendrá lugar cuando sean dos o más fincas las vendidas por un solo precio,
pero si, además de expresarse los linderos, indispensables en toda enajenación de
inmuebles, se designaren en el contrato su cabida o número, el vendedor estará obligado a
entregar todo lo que se comprenda dentro de los mismos linderos, aun cuando exceda de la
cabida o número expresados en el contrato; y, si no pudiere, sufrirá una disminución en el
precio, proporcional a lo que falte de cabida o número, a no ser que el contrato quede
anulado por no conformarse el comprador con que se deje de entregar lo que se estipuló.
Artículo 1472.
Las acciones que nacen de los tres artículos anteriores prescribirán a los seis meses,
contados desde el día de la entrega.
Artículo 1473.
Si una misma cosa se hubiese vendido a diferentes compradores, la propiedad se
transferirá a la persona que primero haya tomado posesión de ella con buena fe, si fuere
mueble.
Si fuere inmueble, la propiedad pertenecerá al adquirente que antes la haya inscrito en el
Registro.
Cuando no haya inscripción, pertenecerá la propiedad a quien de buena fe sea primero
en la posesión; y, faltando ésta, a quien presente título de fecha más antigua, siempre que
haya buena fe.
– 195 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1474.
En virtud del saneamiento a que se refiere el artículo 1.461, el vendedor responderá al
comprador:
1.º De la posesión legal y pacífica de la cosa vendida.
2.º De los vicios o defectos ocultos que tuviere.
Artículo 1475.
Tendrá lugar la evicción cuando se prive al comprador, por sentencia firme y en virtud de
un derecho anterior a la compra, de todo o parte de la cosa comprada.
El vendedor responderá de la evicción aunque nada se haya expresado en el contrato.
Los contratantes, sin embargo, podrán aumentar, disminuir o suprimir esta obligación
legal del vendedor.
Artículo 1476.
Será nulo todo pacto que exima al vendedor de responder de la evicción, siempre que
hubiere mala fe de su parte.
Artículo 1477.
Cuando el comprador hubiese renunciado el derecho al saneamiento para el caso de
evicción, llegado que sea éste, deberá el vendedor entregar únicamente el precio que tuviere
la cosa vendida al tiempo de la evicción, a no ser que el comprador hubiese hecho la
renuncia con conocimiento de los riesgos de la evicción y sometiéndose a sus
consecuencias.
Artículo 1478.
Cuando se haya estipulado el saneamiento o cuando nada se haya pactado sobre este
punto, si la evicción se ha realizado, tendrá el comprador derecho a exigir del vendedor:
1.º La restitución del precio que tuviere la cosa vendida al tiempo de la evicción, ya sea
mayor o menor que el de la venta.
2.º Los frutos o rendimientos, si se le hubiere condenado a entregarlos al que le haya
vencido en juicio.
3.º Las costas del pleito que haya motivado la evicción y, en su caso, las del seguido con
el vendedor para el saneamiento.
4.º Los gastos del contrato, si los hubiese pagado el conprador.
5.º Los daños e intereses y los gastos voluntarios o de puro recreo u ornato, si se vendió
de mala fe.
Artículo 1479.
Si el comprador perdiere, por efecto de la evicción, una parte de la cosa vendida de tal
importancia con relación al todo que sin dicha parte no la hubiera comprado, podrá exigir la
rescisión del contrato; pero con la obligación de devolver la cosa sin más gravámenes que
los que tuviese al adquirirla.
Esto mismo se observará cuando se vendiesen dos o más cosas conjuntamente por un
precio alzado, o particular para cada una de ellas, si constase claramente que el comprador
no habría comprado la una sin la otra.
Artículo 1480.
El saneamiento no podrá exigirse hasta que haya recaído sentencia firme, por la que se
condene al comprador a la pérdida de la cosa adquirida o de parte de la misma.
– 196 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1481.
El vendedor estará obligado al saneamiento que corresponda, siempre que resulte
probado que se le notificó la demanda de evicción a instancia del comprador. Faltando la
notificación, el vendedor no estará obligado al saneamiento.
Artículo 1482.
El comprador demandado solicitará, dentro del término que la Ley de Enjuiciamiento Civil
señala para contestar a la demanda, que ésta se notifique al vendedor o vendedores en el
plazo más breve posible.
La notificación se hará como la misma ley establece para emplazar a los demandados.
El término de contestación para el comprador quedará en suspenso ínterin no expiren los
que para comparecer y contestar a la demanda se señalen al vendedor o vendedores, que
serán los mismos plazos que determina para todos los demandados la expresada Ley de
Enjuiciamiento Civil, contados desde la notificación establecida por el párrafo primero de
este artículo.
Si los citados de evicción no comparecieren en tiempo y forma, continuará, respecto del
comprador, el término para contestar a la demanda.
Artículo 1483.
Si la finca vendida estuviese gravada, sin mencionarlo la escritura, con alguna carga o
servidumbre no aparente, de tal naturaleza que deba presumirse no la habría adquirido el
comprador si la hubiera conocido, podrá pedir la rescisión del contrato, a no ser que prefiera
la indemnización correspondiente.
Durante un año, a contar desde el otorgamiento de la escritura, podrá el comprador
ejercitar la acción rescisoria o solicitar la indemnización.
Transcurrido el año, sólo podrá reclamar la indemnización dentro de un período igual, a
contar desde el día en que haya descubierto la carga o servidumbre.
§ 2.º Del saneamiento por los defectos o gravámenes ocultos de la cosa vendida
Artículo 1484.
El vendedor estará obligado al saneamiento por los defectos ocultos que tuviere la cosa
vendida, si la hacen impropia para el uso a que se la destina, o si disminuyen de tal modo
este uso que, de haberlos conocido el comprador, no la habría adquirido o habría dado
menos precio por ella; pero no será responsable de los defectos manifiestos o que
estuvieren a la vista, ni tampoco de los que no lo estén, si el comprador es un perito que, por
razón de su oficio o profesión, debía fácilmente conocerlos.
Artículo 1485.
El vendedor responde al comprador del saneamiento por los vicios o defectos ocultos de
la cosa vendida, aunque los ignorase.
Esta disposición no regirá cuando se haya estipulado lo contrario, y el vendedor ignorara
los vicios o defectos ocultos de lo vendido.
Artículo 1486.
En los casos de los dos artículos anteriores, el comprador podrá optar entre desistir del
contrato, abonándosele los gastos que pagó, o rebajar una cantidad proporcional del precio,
a juicio de peritos.
Si el vendedor conocía los vicios o defectos ocultos de la cosa vendida y no los
manifestó al comprador, tendrá éste la misma opción y además se le indemnizará de los
daños y perjuicios, si optare por la rescisión.
– 197 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1487.
Si la cosa vendida se perdiere por efecto de los vicios ocultos, conociéndolos el
vendedor, sufrirá éste la pérdida, y deberá restituir el precio y abonar los gastos del contrato,
con los daños y perjuicios. Si no los conocía, debe sólo restituir el precio y abonar los gastos
del contrato que hubiese pagado el comprador.
Artículo 1488.
Si la cosa vendida tenía algún vicio oculto al tiempo de la venta, y se pierde después por
caso fortuito o por culpa del comprador, podrá éste reclamar del vendedor el precio que
pagó, con la rebaja del valor que la cosa tenía al tiempo de perderse.
Si el vendedor obró de mala fe, deberá abonar al comprador los daños e intererses.
Artículo 1489.
En las ventas judiciales nunca habrá lugar a la responsabilidad por daños y perjuicios;
pero sí a todo lo demás dispuesto en los artículos anteriores.
Artículo 1490.
Las acciones que emanan de lo dispuesto en los cinco artículos precedentes se
extinguirán a los seis meses, contados desde la entrega de la cosa vendida.
Artículo 1491.
Vendiéndose dos o más animales juntamente, sea en un precio alzado, sea señalándolo
a cada uno de ellos, el vicio redhibitorio de cada uno dará solamente lugar a su redhibición, y
no a la de los otros, a no ser que aparezca que el comprador no habría comprado el sano o
sanos sin el vicioso.
Se presume esto último cuando se compra un tiro, yunta, pareja o juego, aunque se haya
señalado un precio separado a cada uno de los animales que lo componen.
Artículo 1492.
Lo dispuesto en el artículo anterior respecto de la venta de animales se entiende
igualmente aplicable a la de otras cosas.
Artículo 1493.
El saneamiento por los vicios ocultos de los animales y ganados no tendrá lugar en las
ventas hechas en feria o en pública subasta, ni en la de caballerías enajenadas como de
desecho, salvo el caso previsto en el artículo siguiente.
Artículo 1494.
No serán objeto del contrato de venta los ganados y animales que padezcan
enfermedades contagiosas. Cualquier contrato que se hiciere respecto de ellos será nulo.
También será nulo el contrato de venta de los ganados y animales, si, expresándose en
el mismo contrato el servicio o uso para que se adquieren, resultaren inútiles para prestarlo.
Artículo 1495.
Cuando el vicio oculto de los animales, aunque se haya practicado reconocimiento
facultativo, sea de tal naturaleza que no basten los conocimientos periciales para su
descubrimiento, se reputará redhibitorio.
Pero si el profesor, por ignorancia o mala fe, dejara de descubrirlo o manifestarlo, será
responsable de los daños y perjuicios.
– 198 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1496.
La acción redhibitoria que se funde en los vicios o defectos de los animales, deberá
interponerse dentro de cuarenta días, contados desde el de su entrega al comprador, salvo
que, por el uso en cada localidad, se hallen establecidos mayores o menores plazos.
Esta acción en las ventas de animales sólo se podrá ejercitar respecto de los vicios y
defectos de los mismos que estén determinados por la ley o por los usos locales.
Artículo 1497.
Si el animal muriese a los tres días de comprado, será responsable el vendedor, siempre
que la enfermedad que ocasionó la muerte existiera antes del contrato, a juicio de los
facultativos.
Artículo 1498.
Resuelta la venta, el animal deberá ser devuelto en el estado en que fue vendido y
entregado, siendo responsable el comprador de cualquier deterioro debido a su negligencia,
y que no proceda del vicio o defecto redhibitorio.
Artículo 1499.
En las ventas de animales y ganados con vicios redhibitorios, gozará también el
comprador de la facultad expresada en el artículo 1.486; pero deberá usar de ella dentro del
mismo término que para el ejercicio de la acción redhibitoria queda respectivamente
señalado.
CAPÍTULO V
De las obligaciones del comprador
Artículo 1500.
El comprador está obligado a pagar el precio de la cosa vendida en el tiempo y lugar
fijado por el contrato.
Si no se hubieren fijado, deberá hacerse el pago en el tiempo y lugar en que se haga la
entrega de la cosa vendida.
Artículo 1501.
El comprador deberá intereses por el tiempo que medie entre la entrega de la cosa y el
pago del precio, en los tres casos siguientes:
1.º Si así se hubiere convenido.
2.º Si la cosa vendida y entregada produce fruto o renta.
3.º Si se hubiere constituido en mora, con arreglo al artículo 1.100.
Artículo 1502.
Si el comprador fuere perturbado en la posesión o dominio de la cosa adquirida, o tuviere
fundado temor de serlo por una acción reivindicatoria o hipotecaria, podrá suspender el pago
del precio hasta que el vendedor haya hecho cesar la perturbación o el peligro, a no ser que
afiance la devolución del precio en su caso, o se haya estipulado que, no obstante
cualquiera contingencia de aquella clase, el comprador estará obligado a verificar el pago.
Artículo 1503.
Si el vendedor tuviere fundado motivo para temer la pérdida de la cosa inmueble vendida
y el precio, podrá promover inmediatamente la resolución de la venta.
Si no existiere este motivo, se observará lo dispuesto en el artículo 1.124.
– 199 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1504.
En la venta de bienes inmuebles, aun cuando se hubiera estipulado que por falta de
pago del precio en el tiempo convenido tendrá lugar de pleno derecho la resolución del
contrato, el comprador podrá pagar, aun después de expirado el término, ínterin no haya
sido requerido judicialmente o por acta notarial. Hecho el requerimiento, el Juez no podrá
concederle nuevo término.
Artículo 1505.
Respecto de los bienes muebles, la resolución de la venta tendrá lugar de pleno
derecho, en interés del vendedor, cuando el comprador, antes de vencer el término fijado
para la entrega de la cosa, no se haya presentado a recibirla, o, presentándose, no haya
ofrecido al mismo tiempo el precio, salvo que para el pago de éste se hubiese pactado
mayor dilación.
CAPÍTULO VI
De la resolución de la venta
Artículo 1506.
La venta se resuelve por las mismas causas que todas las obligaciones y, además, por
las expresadas en los capítulos anteriores, y por el retracto convencional o por el legal.
Artículo 1507.
Tendrá lugar el retracto convencional cuando el vendedor se reserve el derecho de
recuperar la cosa vendida, con obligación de cumplir lo expresado en el artículo 1.518 y lo
demás que se hubiese pactado.
Artículo 1508.
El derecho de que trata el artículo anterior durará, a falta de pacto expreso, cuatro años
contados desde la fecha del contrato.
En caso de estipulación, el plazo no podrá exceder de diez años.
Artículo 1509.
Si el vendedor no cumple lo prescrito en el artículo 1.518, el comprador adquirirá
irrevocablemente el dominio de la cosa vendida.
Artículo 1510.
El vendedor podrá ejercitar su acción contra todo poseedor que traiga su derecho del
comprador, aunque en el segundo contrato no se haya hecho mención del retracto
convencional; salvo lo dispuesto en la Ley Hipotecaria respecto de terceros.
Artículo 1511.
El comprador sustituye al vendedor en todos sus derechos y acciones.
Artículo 1512.
Los acreedores del vendedor no podrán hacer uso del retracto convencional contra el
comprador, sino después de haber hecho excusión en los bienes del vendedor.
– 200 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1513.
El comprador con pacto de retroventa de una parte de finca indivisa que adquiera la
totalidad de la misma en el caso del artículo 404, podrá obligar al vendedor a redimir el todo,
si éste quiere hacer uso del retracto.
Artículo 1514.
Cuando varios, conjuntamente y en un solo contrato, vendan una finca indivisa con pacto
de retro, ninguno de ellos podrá ejercitar este derecho más que por su parte respectiva.
Lo mismo se observará si el que ha vendido por sí solo una finca ha dejado varios
herederos, en cuyo caso cada uno de éstos sólo podrá redimir la parte que hubiese
adquirido.
Artículo 1515.
En los casos del artículo anterior, el comprador podrá exigir de todos los vendedores o
coherederos que se pongan de acuerdo sobre la redención de la totalidad de la cosa
vendida; y, si así no lo hicieren, no se podrá obligar al comprador al retracto parcial.
Artículo 1516.
Cada uno de los copropietarios de una finca indivisa, que hubiese vendido
separadamente su parte, podrá ejercitar, con la misma separación, el derecho de retracto
por su porción respectiva, y el comprador no podrá obligarle a redimir la totalidad de la finca.
Artículo 1517.
Si el comprador dejare varios herederos, la acción de retracto no podrá ejercitarse contra
cada uno sino por su parte respectiva, ora se halle indivisa, ora se haya distribuido entre
ellos.
Pero si se ha dividido la herencia, y la cosa vendida se ha adjudicado a uno de los
herederos, la acción de retracto podrá intentarse contra él por el todo.
Artículo 1518.
El vendedor no podrá hacer uso del derecho de retracto sin reembolsar al comprador el
precio de la venta, y además:
1.º Los gastos del contrato y cualquier otro pago legítimo hecho para la venta.
2.º Los gastos necesarios y útiles hechos en la cosa vendida.
Artículo 1519.
Cuando al celebrarse la venta hubiese en la finca frutos manifiestos o nacidos, no se
hará abono ni prorrateo de los que haya al tiempo del retracto.
Si no los hubo al tiempo de la venta, y los hay al del retracto, se prorratearán entre el
retrayente y el comprador, dando a éste la parte correspondiente al tiempo que poseyó la
finca en el último año, a contar desde la venta.
Artículo 1520.
El vendedor que recobre la cosa vendida, la recibirá libre de toda carga o hipoteca
impuesta por el comprador, pero estará obligado a pasar por los arriendos que éste haya
hecho de buena fe y según costumbre del lugar en que radique.
Artículo 1521.
El retracto legal es el derecho de subrogarse, con las mismas condiciones estipuladas en
el contrato, en lugar del que adquiere una cosa por compra o dación en pago.
– 201 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1522.
El copropietario de una cosa común podrá usar del retracto en el caso de enajenarse a
un extraño la parte de todos los demás condueños o de alguno de ellos.
Cuando dos o más copropietarios quieran usar del retracto, sólo podrán hacerlo a
prorrata de la porción que tengan en la cosa común.
Artículo 1523.
También tendrán el derecho de retracto los propietarios de las tierras colindantes cuando
se trate de la venta de una finca rústica cuya cabida no exceda de una hectárea.
El derecho a que se refiere el párrafo anterior no es aplicable a las tierras colindantes
que estuvieren separadas por arroyos, acequias, barrancos, caminos y otras servidumbres
aparentes en provecho de otras fincas.
Si dos o más colindantes usan del retracto al mismo tiempo será preferido el que de ellos
sea dueño de la tierra colindante de menor cabida; y si las dos la tuvieran igual, el que
primero lo solicite.
Artículo 1524.
No podrá ejercitarse el derecho de retracto legal sino dentro de nueve días, contados
desde la inscripción en el Registro, y en su defecto, desde que el retrayente hubiera tenido
conocimiento de la venta.
El retracto de comuneros excluye el de colindantes.
Artículo 1525.
En el retracto legal tendrá lugar lo dispuesto en los artículos 1.511 y 1.518.
CAPÍTULO VII
De la transmisión de créditos y demás derechos incorporales
Artículo 1526.
La cesión de un crédito, derecho o acción no surtirá efecto contra tercero sino desde que
su fecha deba tenerse por cierta en conformidad a los artículos 1.218 y 1.227.
Si se refiere a un inmueble, desde la fecha de su inscripción en el Registro.
Artículo 1527.
El deudor que antes de tener conocimiento de la cesión satisfaga al acreedor quedará
libre de la obligación.
Artículo 1528.
La venta o cesión de un crédito comprende la de todos los derechos accesorios, como la
fianza, hipoteca, prenda o privilegio.
Artículo 1529.
El vendedor de buena fe responderá de la existencia y legitimidad del crédito al tiempo
de la venta, a no ser que se haya vendido como dudoso; pero no de la solvencia del deudor,
a menos de haberse estipulado expresamente, o de que la insolvencia fuese anterior y
pública.
Aun en estos casos sólo responderá del precio recibido y de los gastos expresados en el
número primero del artículo 1.518.
El vendedor de mala fe responderá siempre del pago de todos los gastos y de los daños
y perjuicios.
– 202 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1530.
Cuando el cedente de buena fe se hubiese hecho responsable de la solvencia del
deudor, y los contratantes no hubieran estipulado nada sobre la duración de la
responsabilidad, durará ésta sólo un año, contado desde la cesión del crédito, si estaba ya
vencido el plazo.
Si el crédito fuere pagadero en término o plazo todavía no vencido, la responsabilidad
cesará un año después del vencimiento.
Si el crédito consistiere en una renta perpetua, la responsabilidad se extinguirá a los diez
años, contados desde la fecha de la cesión.
Artículo 1531.
El que venda una herencia sin enumerar las cosas de que se compone, sólo estará
obligado a responder de su cualidad de heredero.
Artículo 1532.
El que venda alzadamente o en globo la totalidad de ciertos derechos, rentas o
productos, cumplirá con responder de la legitimidad del todo en general; pero no estará
obligado al saneamiento de cada una de las partes de que se compongan, salvo en el caso
de evicción del todo o de la mayor parte.
Artículo 1533.
Si el vendedor se hubiese aprovechado de algunos frutos o hubiese percibido alguna
cosa de la herencia que vendiere, deberá abonarlos al comprador si no se hubiese pactado
lo contrario.
Artículo 1534.
El comprador deberá, por su parte, satisfacer al vendedor todo lo que éste haya pagado
por las deudas y cargas de la herencia y por los créditos que tenga contra la misma, salvo
pacto en contrario.
Artículo 1535.
Vendiéndose un crédito litigioso, el deudor tendrá derecho a extinguirlo, reembolsando al
cesionario el precio que pagó, las costas que se le hubiesen ocasionado y los intereses del
precio desde el día en que éste fue satisfecho.
Se tendrá por litigioso un crédito desde que se conteste a la demanda relativa al mismo.
El deudor podrá usar de su derecho dentro de nueve días, contados desde que el
cesionario le reclame el pago.
Artículo 1536.
Se exceptúan de lo dispuesto en el artículo anterior la cesión o ventas hechas:
1.º A un coheredero o condueño del derecho cedido.
2.º A un acreedor en pago de su crédito.
3.º Al poseedor de una finca sujeta al derecho litigioso que se ceda.
CAPÍTULO VIII
Disposición general
Artículo 1537.
Todo lo dispuesto en este título se entiende con sujeción a lo que respecto de bienes
inmuebles se determina en la Ley Hipotecaria.
– 203 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
TÍTULO V
De la permuta
Artículo 1538.
La permuta es un contrato por el cual cada uno de los contratantes se obliga a dar una
cosa para recibir otra.
Artículo 1539.
Si uno de los contratantes hubiese recibido la cosa que se le prometió en permuta, y
acreditase que no era propia del que la dio, no podrá ser obligado a entregar la que él ofreció
en cambio, y cumplirá con devolver la que recibió.
Artículo 1540.
El que pierda por evicción la cosa recibida en permuta, podrá optar entre recuperar la
que dio en cambio, o reclamar la indemnización de daños y perjuicios; pero sólo podrá usar
del derecho a recuperar la cosa que él entregó mientras ésta subsista en poder del otro
permutante, y sin perjuicio de los derechos adquiridos entre tanto sobre ella con buena fe por
un tercero.
Artículo 1541.
En todo lo que no se halle especialmente determinado en este título, la permuta se regirá
por las disposiciones concernientes a la venta.
TÍTULO VI
Del contrato de arrendamiento
CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales
Artículo 1542.
El arrendamiento puede ser de cosas, o de obras o servicios.
Artículo 1543.
En el arrendamiento de cosas, una de las partes se obliga a dar a la otra el goce o uso
de una cosa por tiempo determinado y precio cierto.
Artículo 1544.
En el arrendamiento de obras o servicios, una de las partes se obliga a ejecutar una obra
o a prestar a la otra un servicio por precio cierto.
Artículo 1545.
Los bienes fungibles que se consumen con el uso no pueden ser materia de este
contrato.
– 204 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO II
De los arrendamientos de fincas rústicas y urbanas
Artículo 1546.
Se llama arrendador al que se obliga a ceder el uso de la cosa, ejecutar la obra o prestar
el servicio, y arrendatario al que adquiere el uso de la cosa o el derecho a la obra o servicio
que se obliga a pagar.
Artículo 1547.
Cuando hubiese comenzado la ejecución de un contrato de arrendamiento verbal y
faltare la prueba del precio convenido, el arrendatario devolverá al arrendador la cosa
arrendada, abonándole, por el tiempo que la haya disfrutado, el precio que se regule.
Artículo 1548.
Los padres o tutores, respecto de los bienes de los menores o incapacitados, y los
administradores de bienes que no tengan poder especial, no podrán dar en arrendamiento
las cosas por término que exceda de seis años.
Artículo 1549.
Con relación a terceros, no surtirán efecto los arrendamientos de bienes raíces que no
se hallen debidamente inscritos en el Registro de la Propiedad.
Artículo 1550.
Cuando en el contrato de arrendamiento de cosas no se prohíba expresamente, podrá el
arrendatario subarrendar en todo o en parte la cosa arrendada, sin perjuicio de su
responsabilidad al cumplimiento del contrato para con el arrendador.
Artículo 1551.
Sin perjuicio de su obligación para con el subarrendador, queda el subarrendatario
obligado a favor del arrendador por todos los actos que se refieran al uso y conservación de
la cosa arrendada en la forma pactada entre el arrendador y el arrendatario.
Artículo 1552.
El subarrendatario queda también obligado para con el arrendador por el importe del
precio convenido en el subarriendo que se halle debiendo al tiempo del requerimiento,
considerando no hechos los pagos adelantados, al no haberlos verificado con arreglo a la
costumbre.
Artículo 1553.
Son aplicables al contrato de arrendamiento las disposiciones sobre saneamiento
contenidas en el título de la compraventa.
En los casos en que proceda la devolución del precio, se hará la disminución
proporcional al tiempo que el arrendatario haya disfrutado de la cosa.
Artículo 1554.
El arrendador está obligado:
1.º A entregar al arrendatario la cosa objeto del contrato.
– 205 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
2.º A hacer en ella durante el arrendamiento todas las reparaciones necesarias a fin de
conservarla en estado de servir para el uso a que ha sido destinada.
3.º A mantener al arrendatario en el goce pacífico del arrendamiento por todo el tiempo
del contrato.
Artículo 1555.
El arrendatario está obligado:
1.º A pagar el precio del arrendamiento en los términos convenidos.
2.º A usar de la cosa arrendada como un diligente padre de familia, destinándola al uso
pactado; y, en defecto de pacto, al que se infiera de la naturaleza de la cosa arrendada
según la costumbre de la tierra.
3.º A pagar los gastos que ocasione la escritura del contrato.
Artículo 1556.
Si el arrendador o el arrendatario no cumplieren las obligaciones expresadas en los
artículos anteriores, podrán pedir la rescisión del contrato y la indemnización de daños y
perjuicios, o sólo esto último, dejando el contrato subsistente.
Artículo 1557.
El arrendador no puede variar la forma de la cosa arrendada.
Artículo 1558.
Si durante el arrendamiento es necesario hacer alguna reparación urgente en la cosa
arrendada que no pueda diferirse hasta la conclusión del arriendo, tiene el arrendatario
obligación de tolerar la obra, aunque le sea muy molesta, y aunque durante ella se vea
privado de una parte de la finca.
Si la reparación dura más de cuarenta días, debe disminuirse el precio del arriendo a
proporción del tiempo y de la parte de la finca de que el arrendatario se vea privado.
Si la obra es de tal naturaleza que hace inhabitable la parte que el arrendatario y su
familia necesitan para su habitación, puede éste rescindir el contrato.
Artículo 1559.
El arrendatario está obligado a poner en conocimiento del propietario, en el más breve
plazo posible, toda usurpación o novedad dañosa que otro haya realizado o abiertamente
prepare en la cosa arrendada.
También está obligado a poner en conocimiento del dueño, con la misma urgencia, la
necesidad de todas las reparaciones comprendidas en el número segundo del artículo 1.554.
En ambos casos será responsable el arrendatario de los daños y perjuicios que por su
negligencia se ocasionaren al propietario.
Artículo 1560.
El arrendador no está obligado a responder de la perturbación de mero hecho que un
tercero causare en el uso de la finca arrendada; pero el arrendatario tendrá acción directa
contra el perturbador.
No existe perturbación de hecho cuando el tercero, ya sea la Administración, ya un
particular, ha obrado en virtud de un derecho que le corresponde.
Artículo 1561.
El arrendatario debe devolver la finca, al concluir el arriendo, tal como la recibió, salvo lo
que hubiese perecido o se hubiera menoscabado por el tiempo o por causa inevitable.
Artículo 1562.
A falta de expresión del estado de la finca al tiempo de arrendarla, la ley presume que el
arrendatario la recibió en buen estado, salvo prueba en contrario.
– 206 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1563.
El arrendatario es responsable del deterioro o pérdida que tuviere la cosa arrendada, a
no ser que pruebe haberse ocasionado sin culpa suya.
Artículo 1564.
El arrendatario es responsable del deterioro causado por las personas de su casa.
Artículo 1565.
Si el arrendamiento se ha hecho por tiempo determinado, concluye el día prefijado sin
necesidad de requerimiento.
Artículo 1566.
Si al terminar el contrato, permanece el arrendatario disfrutando quince días de la cosa
arrendada con aquiescencia del arrendador, se entiende que hay tácita reconducción por el
tiempo que establecen los artículos 1.577 y 1.581, a menos que haya precedido
requerimiento.
Artículo 1567.
En el caso de la tácita reconducción, cesan respecto de ella las obligaciones otorgadas
por un tercero para la seguridad del contrato principal.
Artículo 1568.
Si se pierde la cosa arrendada o alguno de los contratantes falta al cumplimiento de lo
estipulado, se observará respectivamente lo dispuesto en los artículos 1.182 y 1.183 y en los
1.101 y 1.124.
Artículo 1569.
El arrendador podrá desahuciar judicialmente al arrendatario por alguna de las causas
siguientes:
1.ª Haber expirado el término convencional o el que se fija para la duración de los
arrendamientos en los artículos 1.577 y 1.581.
2.ª Falta de pago en el precio convenido.
3.ª Infracción de cualquiera de las condiciones estipuladas en el contrato.
4.ª Destinar la cosa arrendada a usos o servicios no pactados que la hagan desmerecer,
o no sujetarse en su uso a lo que se ordena en el número segundo del artículo 1.555.
Artículo 1570.
Fuera de los casos mencionados en el artículo anterior, tendrá el arrendatario derecho a
aprovechar los términos establecidos en los artículos 1.577 y 1.581.
Artículo 1571.
El comprador de una finca arrendada tiene derecho a que termine el arriendo vigente al
verificarse la venta, salvo pacto en contrario y lo dispuesto en la Ley Hipotecaria.
Si el comprador usare de este derecho, el arrendatario podrá exigir que se le deje
recoger los frutos de la cosecha que corresponda al año agrícola corriente y que el vendedor
le indemnice los daños y perjuicios que se le causen.
Artículo 1572.
El comprador con pacto de retraer no puede usar de la facultad de desahuciar al
arrendatario hasta que haya concluido el plazo para usar del retracto.
– 207 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1573.
El arrendatario tendrá, respecto de las mejoras útiles y voluntarias, el mismo derecho
que se concede al usufructuario.
Artículo 1574.
Si nada se hubiere pactado sobre el lugar y tiempo del pago del arrendamiento, se
estará, en cuanto al lugar, a lo dispuesto en el artículo 1.171; y, en cuanto al tiempo, a la
costumbre de la tierra.
Artículo 1575.
El arrendatario no tendrá derecho a rebaja de la renta por esterilidad de la tierra
arrendada o por pérdida de frutos proveniente de casos fortuitos ordinarios; pero sí, en caso
de pérdida de más de la mitad de frutos, por casos fortuitos extraordinarios e imprevistos,
salvo siempre el pacto especial en contrario.
Entiéndese por casos fortuitos extraordinarios: el incendio, guerra, peste, inundación
insólita, langosta, terremoto u otro igualmente desacostumbrado, y que los contratantes no
hayan podido racionalmente prever.
Artículo 1576.
Tampoco tiene el arrendatario derecho a rebaja de la renta cuando los frutos se han
perdido después de estar separados de su raíz o tronco.
Artículo 1577.
El arrendamiento de un predio rústico, cuando no se fija su duración, se entiende hecho
por todo el tiempo necesario para la recolección de los frutos que toda la finca arrendada
diere en un año o pueda dar por una vez, aunque pasen dos o más años para obtenerlos.
El de tierras labrantías, divididas en dos o más hojas, se entiende por tantos años
cuantas sean éstas.
Artículo 1578.
El arrendatario saliente debe permitir al entrante el uso del local y demás medios
necesarios para las labores preparatorias del año siguiente; y, recíprocamente, el entrante
tiene obligación de permitir al colono saliente lo necesario para la recolección y
aprovechamiento de los frutos, todo con arreglo a la costumbre del pueblo.
Artículo 1579.
El arrendamiento por aparcería de tierras de labor, ganados de cría o establecimientos
fabriles e industriales, se regirá por las disposiciones relativas al contrato de sociedad y por
las estipulaciones de las partes, y, en su defecto, por la costumbre de la tierra.
Artículo 1580.
En defecto de pacto especial, se estará a la costumbre del pueblo para las reparaciones
de los predios urbanos que deban ser de cuenta del propietario. En caso de duda se
entenderán de cargo de éste.
Artículo 1581.
Si no se hubiese fijado plazo al arrendamiento, se entiende hecho por años cuando se
ha fijado un alquiler anual, por meses cuando es mensual, por días cuando es diario.
– 208 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1582.
Cuando el arrendador de una casa, o de parte de ella, destinada a la habitación de una
familia, o de una tienda, o almacén, o establecimiento industrial, arrienda también los
muebles, el arrendamiento de éstos se entenderá por el tiempo que dure el de la finca
arrendada.
CAPÍTULO III
Del arrendamiento de obras y servicios
Artículo 1583.
Puede contratarse esta clase de servicios sin tiempo fijo, por cierto tiempo, o para una
obra determinada. El arrendamiento hecho por toda la vida es nulo.
Artículo 1584.
El criado doméstico destinado al servicio personal de su amo, o de la familia de éste, por
tiempo determinado, puede despedirse y ser despedido antes de expirar el término; pero, si
el amo despide al criado sin justa causa, debe indemnizarle pagándole el salario devengado
y el de quince días más.
El amo será creído, salvo prueba en contrario:
1.º Sobre el tanto del salario del sirviente doméstico.
2.º Sobre el pago de los salarios devengados en el año corriente.
Artículo 1585.
Además de lo prescrito en los artículos anteriores, se observará acerca de los amos y
sirvientes lo que determinen las leyes y reglamentos especiales.
Artículo 1586.
Los criados de labranza, menestrales, artesanos y demás trabajadores asalariados por
cierto término para cierta obra, no pueden despedirse ni ser despedidos antes del
cumplimiento del contrato, sin justa causa.
Artículo 1587.
La despedida de los criados, menestrales, artesanos y demás trabajadores asalariados,
a que se refieren los artículos anteriores, da derecho para desposeerles de la herramienta y
edificios que ocuparen por razón de su cargo.
Artículo 1588.
Puede contratarse la ejecución de una obra conviniendo en que el que la ejecute ponga
solamente su trabajo o su industria, o que también suministre el material.
Artículo 1589.
Si el que contrató la obra se obligó a poner el material, debe sufrir la pérdida en el caso
de destruirse la obra antes de ser entregada, salvo si hubiese habido morosidad en recibirla.
– 209 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1590.
El que se ha obligado a poner sólo su trabajo o industria, no puede reclamar ningún
estipendio si se destruye la obra antes de haber sido entregada, a no ser que haya habido
morosidad para recibirla, o que la destrucción haya provenido de la mala calidad de los
materiales, con tal que haya advertido oportunamente esta circunstancia al dueño.
Artículo 1591.
El contratista de un edificio que se arruinase por vicios de la construcción, responde de
los daños y perjuicios si la ruina tuviere lugar dentro de diez años, contados desde que
concluyó la construcción; igual responsabilidad, y por el mismo tiempo, tendrá el arquitecto
que la dirigiere, si se debe la ruina a vicio del suelo o de la dirección.
Si la causa fuere la falta del contratista a las condiciones del contrato, la acción de
indemnización durará quince años.
Artículo 1592.
El que se obliga a hacer una obra por piezas o por medida, puede exigir del dueño que la
reciba por partes y que la pague en proporción. Se presume aprobada y recibida la parte
satisfecha.
Artículo 1593.
El arquitecto o contratista que se encarga por un ajuste alzado de la construcción de un
edificio u otra obra en vista de un plano convenido con el propietario del suelo, no puede
pedir aumento de precio aunque se haya aumentado el de los jornales o materiales; pero
podrá hacerlo cuando se haya hecho algún cambio en el plano que produzca aumento de
obra, siempre que hubiese dado su autorización el propietario.
Artículo 1594.
El dueño puede desistir, por su sola voluntad, de la construcción de la obra aunque se
haya empezado, indemnizando al contratista de todos sus gastos, trabajo y utilidad que
pudiera obtener de ella.
Artículo 1595.
Cuando se ha encargado cierta obra a una persona por razón de sus cualidades
personales, el contrato se rescinde por la muerte de esta persona.
En este caso el propietario debe abonar a los herederos del constructor, a proporción del
precio convenido, el valor de la parte de obra ejecutada y de los materiales preparados,
siempre que de estos materiales reporte algún beneficio.
Lo mismo se entenderá si el que contrató la obra no puede acabarla por alguna causa
independiente de su voluntad.
Artículo 1596.
El contratista es responsable del trabajo ejecutado por las personas que ocupare en la
obra.
Artículo 1597.
Los que ponen su trabajo y materiales en una obra ajustada alzadamente por el
contratista, no tienen acción contra el dueño de ella sino hasta la cantidad que éste adeude a
aquél cuando se hace la reclamación.
Artículo 1598.
Cuando se conviniere que la obra se ha de hacer a satisfacción del propietario, se
entiende reservada la aprobación, a falta de conformidad, al juicio pericial correspondiente.
Si la persona que ha de aprobar la obra es un tercero, se estará a lo que éste decida.
– 210 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1599.
Si no hubiere pacto o costumbre en contrario, el precio de la obra deberá pagarse al
hacerse la entrega.
Artículo 1600.
El que ha ejecutado una obra en cosa mueble tiene el derecho de retenerla en prenda
hasta que se le pague.
Sección tercera. De los transportes por agua y tierra, tanto de personas como
de cosas
Artículo 1601.
Los conductores de efectos por tierra o por agua están sujetos, en cuanto a la guarda y
conservación de las cosas que se les confían, a las mismas obligaciones que respecto a los
posaderos se determinan en los artículos 1.783 y 1.784.
Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de lo que respecto a transporte por
mar y tierra establece el Código de Comercio.
Artículo 1602.
Responden igualmente los conductores de la pérdida y de las averías de las cosas que
reciben, a no ser que prueben que la pérdida o la avería ha provenido de caso fortuito o de
fuerza mayor.
Artículo 1603.
Lo dispuesto en estos artículos se entiende sin perjuicio de lo que prevengan las leyes y
los reglamentos especiales.
TÍTULO VII
De los censos
CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales
Artículo 1604.
Se constituye el censo cuando se sujetan algunos bienes inmuebles al pago de un canon
o rédito anual en retribución de un capital que se recibe en dinero, o del dominio pleno o
menos pleno que se transmite de los mismos bienes.
Artículo 1605.
Es enfitéutico el censo cuando una persona cede a otra el dominio útil de una finca,
reservándose el directo y el derecho a percibir del enfiteuta una pensión anual en
reconocimiento de este mismo dominio.
Artículo 1606.
Es consignativo el censo cuando el censatario impone sobre un inmueble de su
propiedad el gravamen del canon o pensión que se obliga a pagar al censualista por el
capital que de éste recibe en dinero.
– 211 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1607.
Es reservativo el censo cuando una persona cede a otra el pleno dominio de un
inmueble, reservándose el derecho a percibir sobre el mismo inmueble una pensión anual
que deba pagar el censatario.
Artículo 1608.
Es de la naturaleza del censo que la cesión del capital o de la cosa inmueble sea
perpetua o por tiempo indefinido; sin embargo, el censatario podrá redimir el censo a su
voluntad aunque se pacte lo contrario, siendo esta disposición aplicable a los censos que
hoy existen.
Puede, no obstante, pactarse que la redención del censo no tenga lugar durante la vida
del censualista o de una persona determinada, o que no pueda redimirse en cierto número
de años, que no excederá de veinte en el consignativo, ni de sesenta en el reservativo y
enfitéutico.
Artículo 1609.
Para llevar a efecto la redención, el censatario deberá avisarlo al censualista con un año
de antelación o anticiparle el pago de una pensión anual.
Artículo 1610.
Los censos no pueden redimirse parcialmente sino en virtud de pacto expreso.
Tampoco podrán redimirse contra la voluntad del censualista, sin estar al corriente el
pago de las pensiones.
Artículo 1611.
Para la redención de los censos constituidos antes de la promulgación de este Código, si
no fuere conocido el capital, se regulará éste por la cantidad que resulte, computada la
pensión al 3 por 100.
Si la pensión se paga en frutos, se estimarán éstos, para determinar el capital, por el
precio medio que hubiesen tenido en el último quinquenio.
Lo dispuesto en este artículo no será aplicable a los foros, subforos, derechos de
superficie y cualesquiera otros gravámenes semejantes, en los cuales el principio de la
redención de los dominios será regulado por una ley especial.
Artículo 1612.
Los gastos que se ocasionen para la redención y liberación del censo serán de cuenta
del censatario, salvo los que se causen por oposición temeraria, a juicio de los Tribunales.
Artículo 1613.
La pensión o canon de los censos se determinará por las partes al otorgar el contrato.
Podrá consistir en dinero o frutos.
Artículo 1614.
Las pensiones se pagarán en los plazos convenidos; y, a falta de convenio, si consisten
en dinero, por años vencidos, a contar desde la fecha del contrato, y, si en frutos, al fin de la
respectiva recolección.
Artículo 1615.
Si no se hubiere designado en el contrato el lugar en que hayan de pagarse las
pensiones, se cumplirá esta obligación en el que radique la finca gravada con el censo,
siempre que el censualista o su apoderado tuvieren su domicilio en el término municipal del
mismo pueblo. No teniéndolo, y sí el censatario, en el domicilio de éste se hará el pago.
– 212 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1616.
El censualista, al tiempo de entregar el recibo de cualquier pensión, puede obligar al
censatario a que le dé un resguardo en que conste haberse hecho el pago.
Artículo 1617.
Pueden transmitirse a título oneroso o lucrativo las fincas gravadas con censos, y lo
mismo el derecho a percibir la pensión.
Artículo 1618.
No pueden dividirse entre dos o más personas las fincas gravadas con censo sin el
consentimiento expreso del censualista, aunque se adquieran a título de herencia.
Cuando el censualista permita la división, se designará con su consentimiento la parte
del censo con que quedará gravada cada porción, constituyéndose tantos censos distintos
cuantas sean las porciones en que se divida la finca.
Artículo 1619.
Cuando se intente adjudicar la finca gravada con censo a varios herederos, y el
censualista no preste su consentimiento para la división, se pondrá a licitación entre ellos.
A falta de conformidad, o no ofreciéndose por alguno de los interesados el precio de
tasación, se venderá la finca con la carga, repartiéndose el precio entre los herederos.
Artículo 1620.
Son prescriptibles tanto el capital como las pensiones de los censos, conforme a lo que
se dispone en el título XVIII de este libro.
Artículo 1621.
A pesar de lo dispuesto en el artículo 1.110, será necesario el pago de dos pensiones
consecutivas para suponer satisfechas todas las anteriores.
Artículo 1622.
El censatario está obligado a pagar las contribuciones y demás impuestos que afecten a
la finca acensuada.
Al verificar el pago de la pensión podrá descontar de ella la parte de los impuestos que
corresponda al censualista.
Artículo 1623.
Los censos producen acción real sobre la finca gravada. Además de la acción real podrá
el censualista ejercitar la personal para el pago de las pensiones atrasadas, y de los daños e
intereses cuando hubiere lugar a ello.
Artículo 1624.
El censatario no podrá pedir el perdón o reducción de la pensión por esterilidad
accidental de la finca, ni por la pérdida de sus frutos.
Artículo 1625.
Si por fuerza mayor o caso fortuito se pierde o inutiliza totalmente la finca gravada con
censo, quedará éste extinguido, cesando el pago de la pensión.
Si se pierde sólo en parte, no se eximirá el censatario de pagar la pensión, a no ser que
prefiera abandonar la finca al censualista.
Interviniendo culpa del censatario, quedará sujeto, en ambos casos, al resarcimiento de
daños y perjuicios.
– 213 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1626.
En el caso del párrafo primero del artículo anterior, si estuviere asegurada la finca, el
valor del seguro quedará afecto al pago del capital del censo y de las pensiones vencidas, a
no ser que el censatario prefiera invertirlo en reedificar la finca, en cuyo caso revivirá el
censo con todos sus efectos, incluso el pago de las pensiones no satisfechas. El censualista
podrá exigir del censatario que asegure la inversión del valor del seguro en la reedificación
de la finca.
Artículo 1627.
Si la finca gravada con censo fuere expropiada por causa de utilidad pública, su precio
estará afecto al pago del capital del censo y de las pensiones vencidas, quedando éste
extinguido.
La precedente disposición es también aplicable al caso en que la expropiación forzosa
sea solamente de parte de la finca, cuando su precio baste para cubrir el capital del censo.
Si no bastare, continuará gravando el censo sobre el resto de la finca, siempre que su
precio sea suficiente para cubrir el capital censual y un 25 por 100 más del mismo. En otro
caso estará obligado el censatario a sustituir con otra garantía la parte expropiada, o a
redimir el censo, a su elección, salvo lo dispuesto para el enfitéutico en el artículo 1.631.
CAPÍTULO II
Del censo enfitéutico
Artículo 1628.
El censo enfitéutico sólo puede establecerse sobre bienes inmuebles y en escritura
pública.
Artículo 1629.
Al constituirse el censo enfitéutico se fijará en el contrato, bajo pena de nulidad, el valor
de la finca y la pensión anual que haya de satisfacerse.
Artículo 1630.
Cuando la pensión consista en una cantidad determinada de frutos, se fijarán en el
contrato su especie y calidad.
Si consiste en una parte alícuota de los que produzca la finca, a falta de pacto expreso
sobre la intervención que haya de tener el dueño directo, deberá el enfiteuta darle aviso
previo, o a su representante, del día en que se proponga comenzar la recolección de cada
clase de frutos, a fin de que pueda, por sí mismo o por medio de su representante,
presenciar todas las operaciones hasta percibir la parte que le corresponda.
Dado el aviso, el enfiteuta podrá levantar la cosecha, aunque no concurra el dueño
directo ni su representante o interventor.
Artículo 1631.
En el caso de expropiación forzosa se estará a lo dispuesto en el párrafo primero del
artículo 1.627, cuando sea expropiada toda la finca.
Si sólo lo fuere en parte, se distribuirá el precio de lo expropiado entre el dueño directo y
el útil, recibiendo aquél la parte del capital del censo que proporcionalmente corresponda a
la parte expropiada, según el valor que se dio a toda la finca al constituirse el censo o que
haya servido de tipo para la redención, y el resto corresponderá al enfiteuta.
En este caso continuará el censo sobre el resto de la finca, con la correspondiente
reducción en el capital y las pensiones, a no ser que el enfiteuta opte por la redención total o
por el abandono a favor del dueño directo.
– 214 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1632.
El enfiteuta hace suyos los productos de la finca y de sus accesiones.
Tiene los mismos derechos que corresponderían al propietario en los tesoros y minas
que se descubran en la finca enfitéutica.
Artículo 1633.
Puede el enfiteuta disponer del predio enfitéutico y de sus accesiones, tanto por actos
entre vivos como de última voluntad, dejando a salvo los derechos del dueño directo, y con
sujeción a lo que establecen los artículos que siguen.
Artículo 1634.
Cuando la pensión consista en una parte alícuota de los frutos de la finca enfitéutica, no
podrá imponerse servidumbre ni otra carga que disminuya los productos sin consentimiento
expreso del dueño directo.
Artículo 1635.
El enfiteuta podrá donar o permutar libremente la finca, poniéndolo en conocimiento del
dueño directo.
Artículo 1636.
Corresponden recíprocamente al dueño directo y al útil el derecho de tanteo y el de
retracto, siempre que vendan o den en pago su respectivo dominio sobre la finca enfitéutica.
Esta disposición no es aplicable a las enajenaciones forzosas por causa de utilidad
pública.
Artículo 1637.
Para los efectos del artículo anterior, el que trate de enajenar el dominio de una finca
enfitéutica deberá avisarlo al otro condueño, declarándole el precio definitivo que se le
ofrezca, o en que pretenda enajenar su dominio.
Dentro de los veinte días siguientes al del aviso, podrá el condueño hacer uso del
derecho de tanteo, pagando el precio indicado. Si no lo verifica, perderá este derecho y
podrá llevarse a efecto la enajenación.
Artículo 1638.
Cuando el dueño directo, o el enfiteuta en su caso, no haya hecho uso del derecho de
tanteo a que se refiere el artículo anterior, podrá utilizar el de retracto para adquirir la finca
por el precio de la enajenación.
En este caso deberá utilizarse el retracto dentro de los nueve días útiles siguientes al del
otorgamiento de la escritura de venta. Si ésta se ocultare, se contará dicho término desde la
inscripción de la misma en el Registro de la Propiedad.
Se presume la ocultación cuando no se presenta la escritura en el Registro dentro de los
nueve días siguientes al de su otorgamiento.
Independientemente de la presunción, la ocultación puede probarse por los demás
medios legales.
Artículo 1639.
Si se hubiere realizado la enajenación sin el previo aviso que ordena el artículo 1.637, el
dueño directo, y en su caso el útil, podrán ejercitar la acción de retracto en todo tiempo hasta
que transcurra un año, contando desde que la enajenación se inscriba en el Registro de la
Propiedad.
– 215 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1640.
En las ventas judiciales de fincas enfitéuticas, el dueño directo y el útil, en sus casos
respectivos, podrán hacer uso del derecho de tanteo, dentro del término fijado en los edictos
para el remate, pagando el precio que sirva de tipo para la subasta, y del de retracto dentro
de los nueve días útiles siguientes al del otorgamiento de la escritura.
En este caso no será necesario el aviso previo que exige el artículo 1.637.
Artículo 1641.
Cuando sean varias las fincas enajenadas sujetas a un mismo censo, no podrá utilizarse
el derecho de tanteo ni el de retracto respecto de unas con exclusión de las otras.
Artículo 1642.
Cuando el dominio directo o el útil pertenezca pro indiviso a varias personas, cada una
de ellas podrá hacer uso del derecho de retracto con sujeción a las reglas establecidas para
el de comuneros, y con preferencia del dueño directo, si se hubiese enajenado parte del
dominio útil; o el enfiteuta, si la enajenación hubiese sido del dominio directo.
Artículo 1643.
Si el enfiteuta fuere perturbado en su derecho por un tercero que dispute el dominio
directo o la validez de la enfiteusis, no podrá reclamar la correspondiente indemnización del
dueño directo si no le cita de evicción conforme a lo prevenido en el artículo 1.481.
Artículo 1644.
En las enajenaciones a título oneroso de fincas enfitéuticas sólo se pagará laudemio al
dueño directo cuando se haya estipulado expresamente en el contrato de enfiteusis.
Si al pactarlo no se hubiera señalado cantidad fija, ésta consistirá en el 2 por 100 del
precio de la enajenación.
En las enfiteusis anteriores a la promulgación de este Código, que estén sujetas al pago
de laudemio, aunque no se haya pactado, seguirá esta prestación en la forma
acostumbrada, pero no excederá del 2 por 100 del precio de la enajenación cuando no se
haya contratado expresamente otra mayor.
Artículo 1645.
La obligación de pagar el laudemio corresponde al adquirente, salvo pacto en contrario.
Artículo 1646.
Cuando el enfiteuta hubiese obtenido del dueño directo licencia para la enajenación o le
hubiese dado el aviso previo que previene el artículo 1.637, no podrá el dueño directo
reclamar, en su caso, el pago de laudemio sino dentro del año siguiente al día en que se
inscriba la escritura en el Registro de la Propiedad. Fuera de dichos casos, esta acción
estará sujeta a la prescripción ordinaria.
Artículo 1647.
Cada veintinueve años podrá el dueño directo exigir el reconocimiento de su derecho por
el que se encuentre en posesión de la finca enfitéutica.
Los gastos del reconocimiento serán de cuenta del enfiteuta, sin que pueda exigírsele
ninguna otra prestación por este concepto.
Artículo 1648.
Caerá en comiso la finca, y el dueño directo podrá reclamar su devolución:
1.º Por falta de pago de la pensión durante tres años consecutivos.
2.º Si el enfiteuta no cumple la condición estipulada en el contrato o deteriora
gravemente la finca.
– 216 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1649.
En el caso primero del artículo anterior, para que el dueño directo pueda pedir el comiso,
deberá requerir de pago al enfiteuta judicialmente o por medio de Notario; y, si no paga
dentro de los treinta días siguientes al requerimiento, quedará expedito el derecho de aquél.
Artículo 1650.
Podrá el enfiteuta librarse del comiso en todo caso, redimiendo el censo y pagando las
pensiones vencidas dentro de los treinta días siguientes al requerimiento de pago o al
emplazamiento de la demanda.
Del mismo derecho podrán hacer uso los acreedores del enfiteuta hasta los treinta días
siguientes al en que el dueño directo haya recobrado el pleno dominio.
Artículo 1651.
La redención del censo enfitéutico consistirá en la entrega en metálico, y de una vez, al
dueño directo del capital que se hubiese fijado como valor de la finca al tiempo de
constituirse el censo, sin que pueda exigirse ninguna otra prestación, a menos que haya sido
estipulada.
Artículo 1652.
En el caso de comiso, o en el de rescisión por cualquier causa del contrato de enfiteusis,
el dueño directo deberá abonar las mejoras que hayan aumentado el valor de la finca,
siempre que este aumento subsista al tiempo de devolverla.
Si ésta tuviese deterioros por culpa o negligencia del enfiteuta, serán compensables con
las mejoras, y en lo que no basten quedará el enfiteuta obligado personalmente a su pago, y
lo mismo al de las pensiones vencidas y no prescritas.
Artículo 1653.
A falta de herederos testamentarios descendientes, ascendientes, cónyuge supérstite y
parientes dentro del sexto grado del último enfiteuta, volverá la finca al dueño directo en el
estado en que se halle, si no dispuso de ella el enfiteuta en otra forma.
Artículo 1654.
Queda suprimido para lo sucesivo el contrato de subenfiteusis.
Artículo 1655.
Los foros y cualesquiera otros gravámenes de naturaleza análoga que se establezcan
desde la promulgación de este Código, cuando sean por tiempo indefinido, se regirán por las
disposiciones establecidas para el censo enfitéutico en la sección que precede.
Si fueren temporales o por tiempo limitado, se estimarán como arrendamientos y se
regirán por las disposiciones relativas a este contrato.
Artículo 1656.
El contrato en cuya virtud el dueño del suelo cede su uso para plantar viñas por el tiempo
que vivieren las primeras cepas, pagándole el cesionario una renta o pensión anual en frutos
o en dinero, se regirá por las reglas siguientes:
1.ª Se tendrá por extinguido a los cincuenta años de la concesión, cuando en ésta no se
hubiese fijado expresamente otro plazo.
2.ª También quedará extinguido por muerte de las primeras cepas, o por quedar
infructíferas las dos terceras partes de las plantadas.
3.ª El cesionario o colono puede hacer renuevos y mugrones durante el tiempo del
contrato.
– 217 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
4.ª No pierde su carácter este contrato por la facultad de hacer otras plantaciones en el
terreno concedido, siempre que sea su principal objeto la plantación de viñas.
5.ª El cesionario puede transmitir libremente su derecho a título oneroso o gratuito, pero
sin que pueda dividirse el uso de la finca, a no consentirlo expresamente su dueño.
6.ª En las enajenaciones a título oneroso, el cedente y el cesionario tendrán
recíprocamente los derechos de tanteo y de retracto, conforme a lo prevenido para la
enfiteusis y con la obligación de darse el aviso previo que se ordena en el artículo 1.637.
7.ª El colono o cesionario puede dimitir o devolver la finca al cedente cuando le
convenga, abonando los deterioros causados por su culpa.
8.ª El cesionario no tendrá derecho a las mejoras que existan en la finca al tiempo de la
extinción del contrato, siempre que sean necesarias o hechas en cumplimiento de lo
pactado.
En cuanto a las útiles y voluntarias, tampoco tendrá derecho a su abono, a no haberlas
ejecutado con consentimiento por escrito del dueño del terreno, obligándose a abonarlas. En
este caso se abonarán dichas mejoras por el valor que tengan al devolver la finca.
9.ª El cedente podrá hacer uso de la acción de desahucio por cumplimiento del término
del contrato.
10. Cuando después de terminado el plazo de los cincuenta años o el fijado
expresamente por los interesados, continuare el cesionario en el uso y aprovechamiento de
la finca por consentimiento tácito del cedente, no podrá aquél ser desahuciado sin el aviso
previo que éste deberá darle con un año de antelación para la conclusión del contrato.
CAPÍTULO III
Del censo consignativo
Artículo 1657.
Cuando se pacte el pago en frutos de la pensión del censo consignativo, deberá fijarse la
especie, cantidad y calidad de los mismos, sin que pueda consistir en una parte alícuota de
los que produzca la finca acensuada.
Artículo 1658.
La redención del censo consignativo consistirá en la devolución al censualista, de una
vez y en metálico, del capital que hubiese entregado para constituir el censo.
Artículo 1659.
Cuando se proceda por acción real contra la finca acensuada para el pago de pensiones,
si lo que reste del valor de la misma no fuera suficiente para cubrir el capital del censo y un
25 por 100 más del mismo, podrá el censualista obligar al censatario a que, a su elección,
redima el censo o complete la garantía, o abandone el resto de la finca a favor de aquél.
Artículo 1660.
También podrá el censualista hacer uso del derecho establecido en el artículo anterior en
los demás casos en que el valor de la finca sea insuficiente para cubrir el capital del censo y
un 25 por 100 más, si concurre alguna de las circunstancias siguientes:
1.ª Que haya disminuido el valor de la finca por culpa o negligencia del censatario.
En tal caso éste será además responsable de los daños y perjuicios.
2.ª Que haya dejado de pagar la pensión por dos años consecutivos.
3.ª Que el censatario haya sido declarado en quiebra, concurso o insolvencia.
– 218 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO IV
Del censo reservativo
Artículo 1661.
No puede constituirse válidamente el censo reservativo sin que preceda la valoración de
la finca por estimación conforme de las partes o por justiprecio de peritos.
Artículo 1662.
La redención de este censo se verificará entregando el censatario al censualista, de una
vez y en metálico, el capital que se hubiese fijado conforme al artículo anterior.
Artículo 1663.
La disposición del artículo 1.657 es aplicable al censo reservativo.
Artículo 1664.
En los casos previstos en los artículos 1.659 y 1.660, el deudor del censo reservativo
sólo podrá ser obligado a redimir el censo, o a que abandone la finca a favor del censualista.
TÍTULO VIII
De la sociedad
CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales
Artículo 1665.
La sociedad es un contrato por el cual dos o más personas se obligan a poner en común
dinero, bienes o industria, con ánimo de partir entre sí las ganancias.
Artículo 1666.
La sociedad debe tener un objeto lícito y establecerse en interés común de los socios.
Cuando se declare la disolución de una sociedad ilícita, las ganancias se destinarán a
los establecimientos de beneficencia del domicilio de la sociedad, y, en su defecto, a los de
la provincia.
Artículo 1667.
La sociedad civil se podrá constituir en cualquier forma, salvo que se aportaren a ella
bienes inmuebles o derechos reales, en cuyo caso será necesaria la escritura pública.
Artículo 1668.
Es nulo el contrato de sociedad, siempre que se aporten bienes inmuebles, si no se hace
un inventario de ellos, firmado por las partes, que deberá unirse a la escritura.
Artículo 1669.
No tendrán personalidad jurídica las sociedades cuyos pactos se mantengan secretos
entre los socios, y en que cada uno de éstos contrate en su propio nombre con los terceros.
Esta clase de sociedades se regirá por las disposiciones relativas a la comunidad de
bienes.
– 219 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1670.
Las sociedades civiles, por el objeto a que se consagren, pueden revestir todas las
formas reconocidas por el Código de Comercio. En tal caso, les serán aplicables sus
disposiciones en cuanto no se opongan a las del presente Código.
Artículo 1671.
La sociedad es universal o particular.
Artículo 1672.
La sociedad universal puede ser de todos los bienes presentes o de todas las ganancias.
Artículo 1673.
La sociedad de todos los bienes presentes es aquella por la cual las partes ponen en
común todos los que actualmente les pertenecen, con ánimo de partirlos entre sí, como
igualmente todas las ganancias que adquieran con ellos.
Artículo 1674.
En la sociedad universal de todos los bienes presentes, pasan a ser propiedad común de
los socios los bienes que pertenecían a cada uno, así como todas las ganancias que
adquieran con ellos.
Puede también pactarse en ella la comunicación recíproca de cualesquiera otras
ganancias; pero no pueden comprenderse los bienes que los socios adquieran
posteriormente por herencia, legado o donación, aunque sí sus frutos.
Artículo 1675.
La sociedad universal de ganancias comprende todo lo que adquieran los socios por su
industria o trabajo mientras dure la sociedad.
Los bienes muebles o inmuebles que cada socio posee al tiempo de la celebración del
contrato, continúan siendo de dominio particular, pasando sólo a la sociedad el usufructo.
Artículo 1676.
El contrato de sociedad universal, celebrado sin determinar su especie, sólo constituye la
sociedad universal de ganancias.
Artículo 1677.
No pueden contraer sociedad universal entre sí las personas a quienes está prohibido
otorgarse recíprocamente alguna donación o ventaja.
Artículo 1678.
La sociedad particular tiene únicamente por objeto cosas determinadas, su uso, o sus
frutos, o una empresa señalada, o el ejercicio de una profesión o arte.
CAPÍTULO II
De las obligaciones de los socios
Artículo 1679.
La sociedad comienza desde el momento mismo de la celebración del contrato, si no se
ha pactado otra cosa.
– 220 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1680.
La sociedad dura por el tiempo convenido; a falta de convenio, por el tiempo que dure el
negocio que haya servido exclusivamente de objeto a la sociedad, si aquél por su naturaleza
tiene una duración limitada; y en cualquier otro caso, por toda la vida de los asociados, salvo
la facultad que se les reserva en el artículo 1.700 y lo dispuesto en el artículo 1.704.
Artículo 1681.
Cada uno es deudor a la sociedad de lo que ha prometido aportar a ella.
Queda también sujeto a la evicción en cuanto a las cosas ciertas y determinadas que
haya aportado a la sociedad, en los mismos casos y de igual modo que lo está el vendedor
respecto del comprador.
Artículo 1682.
El socio que se ha obligado a aportar una suma en dinero y no la ha aportado, es de
derecho deudor de los intereses desde el día en que debió aportarla, sin perjuicio de
indemnizar, además, los daños que hubiese causado.
Lo mismo tiene lugar respecto a las sumas que hubiese tomado de la caja social,
principiando a contarse los intereses desde el día en que las tomó para su beneficio
particular.
Artículo 1683.
El socio industrial debe a la sociedad las ganancias que durante ella haya obtenido en el
ramo de industria que sirve de objeto a la misma.
Artículo 1684.
Cuando un socio autorizado para administrar cobra una cantidad exigible, que le era
debida en su propio nombre, de una persona que debía a la sociedad otra cantidad también
exigible, debe imputarse lo cobrado en los dos créditos a proporción de su importe, aunque
hubiese dado el recibo por cuenta de sólo su haber; pero, si lo hubiere dado por cuenta del
haber social, se imputará todo en éste.
Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de que el deudor pueda usar de la
facultad que se le concede en el artículo 1.172, en el solo caso de que el crédito personal del
socio le sea más oneroso.
Artículo 1685.
El socio que ha recibido por entero su parte en un crédito social sin que hayan cobrado
la suya los demás socios, queda obligado, si el deudor cae después en insolvencia, a traer a
la masa social lo que recibió, aunque hubiera dado el recibo por sola su parte.
Artículo 1686.
Todo socio debe responder a la sociedad de los daños y perjuicios que ésta haya sufrido
por culpa del mismo y no puede compensarlos con los beneficios que por su industria le
haya proporcionado.
Artículo 1687.
El riesgo de las cosas ciertas y determinadas, no fungibles, que se aportan a la sociedad
para que sólo sean comunes su uso y sus frutos, es del socio propietario.
Si las cosas aportadas son fungibles, o no pueden guardarse sin que se deterioren, o si
se aportaron para ser vendidas, el riesgo es de la sociedad. Tambien lo será, a falta de pacto
especial, el de las cosas aportadas con estimación hecha en el inventario, y en este caso la
reclamación se limitará al precio en que fueron tasadas.
– 221 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1688.
La sociedad responde a todo socio de las cantidades que haya desembolsado por ella y
del interés correspondiente; también le responde de las obligaciones que con buena fe haya
contraído para los negocios sociales y de los riesgos inseparables de su dirección.
Artículo 1689.
Las pérdidas y ganancias se repartirán en conformidad a lo pactado. Si sólo se hubiera
pactado la parte de cada uno en las ganancias, será igual su parte en las pérdidas.
A falta de pacto, la parte de cada socio en las ganancias y pérdidas debe ser
proporcionada a lo que haya aportado. El socio que lo fuere sólo de industria tendrá una
parte igual a la del que menos haya aportado. Si además de su industria hubiere aportado
capital, recibirá también la parte proporcional que por él le corresponda.
Artículo 1690.
Si los socios se han convenido en confiar a un tercero la designación de la parte de cada
uno en las ganancias y pérdidas, solamente podrá ser impugnada la designación hecha por
él cuando evidentemente haya faltado a la equidad. En ningún caso podrá reclamar el socio
que haya principiado a ejecutar la decisión del tercero, o que no la haya impugnado en el
término de tres meses, contados desde que le fue conocida.
La designación de pérdidas y ganancias no puede ser encomendada a uno de los
socios.
Artículo 1691.
Es nulo el pacto que excluye a uno o más socios de toda parte en las ganancias o en las
pérdidas.
Sólo el socio de industria puede ser eximido de toda responsabilidad en las pérdidas.
Artículo 1692.
El socio nombrado administrador en el contrato social puede ejercer todos los actos
administrativos sin embargo de la oposición de sus compañeros, a no ser que proceda de
mala fe; y su poder es irrevocable sin causa legítima.
El poder otorgado después del contrato, sin que en éste se hubiera acordado conferirlo,
puede revocarse en cualquier tiempo.
Artículo 1693.
Cuando dos o más socios han sido encargados de la administración social sin
determinarse sus funciones, o sin haberse expresado que no podrán obrar los unos sin el
consentimiento de los otros, cada uno puede ejercer todos los actos de administración
separadamente; pero cualquiera de ellos puede oponerse a las operaciones del otro antes
de que éstas hayan producido efecto legal.
Artículo 1694.
En el caso de haberse estipulado que los socios administradores no hayan de funcionar
los unos sin el consentimiento de los otros, se necesita el concurso de todos para la validez
de los actos, sin que pueda alegarse la ausencia o imposibilidad de alguno de ellos, salvo si
hubiere peligro inminente de un daño grave o irreparable para la sociedad.
Artículo 1695.
Cuando no se haya estipulado el modo de administrar, se observarán las reglas
siguientes:
1.ª Todos los socios se considerarán apoderados, y lo que cualquiera de ellos hiciere por
sí solo, obligará a la sociedad; pero cada uno podrá oponerse a las operaciones de los
demás antes que hayan producido efecto legal.
– 222 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
2.ª Cada socio puede servirse de las cosas que componen el fondo social según
costumbre de la tierra, con tal que no lo haga contra el interés de la sociedad, o de tal modo
que impida el uso a que tienen derecho sus compañeros.
3.ª Todo socio puede obligar a los demás a costear con él los gastos necesarios para la
conservación de las cosas comunes.
4.ª Ninguno de los socios puede, sin el consentimiento de los otros, hacer novedad en
los bienes inmuebles sociales, aunque alegue que es útil a la sociedad.
Artículo 1696.
Cada socio puede por sí solo asociarse un tercero en su parte; pero el asociado no
ingresará en la sociedad sin el consentimiento unánime de los socios, aunque aquél sea
administrador.
Artículo 1697.
Para que la sociedad quede obligada con un tercero por los actos de uno de los socios,
se requiere:
1.º Que el socio haya obrado en su carácter de tal, por cuenta de la sociedad.
2.º Que tenga poder para obligar a la sociedad en virtud de un mandato expreso o tácito.
3.º Que haya obrado dentro de los límites que le señala su poder o mandato.
Artículo 1698.
Los socios no quedan obligados solidariamente respecto de las deudas de la sociedad; y
ninguno puede obligar a los otros por un acto personal, si no le han conferido poder para
ello.
La sociedad no queda obligada respecto a tercero por actos que un socio haya realizado
en su propio nombre o sin poder de la sociedad para ejecutarlo, pero queda obligada para
con el socio en cuanto dichos actos hayan redundado en provecho de ella.
Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de lo establecido en la regla 1.ª del
artículo 1.695.
Artículo 1699.
Los acreedores de la sociedad son preferentes a los acreedores de cada socio sobre los
bienes sociales. Sin perjuicio de este derecho, los acreedores particulares de cada socio
pueden pedir el embargo y remate de la parte de éste en el fondo social.
CAPÍTULO III
De los modos de extinguirse la sociedad
Artículo 1700.
La sociedad se extingue:
1.º Cuando expira el término por que fue constituida.
2.º Cuando se pierde la cosa, o se termina el negocio que le sirve de objeto.
3.º Por muerte, insolvencia, incapacitación o declaración de prodigalidad de cualquiera
de los socios, y en el caso previsto en el artículo 1.699.
4.º Por la voluntad de cualquiera de los socios, con sujeción a lo dispuesto en los
artículos 1.705 y 1.707.
Se exceptúan de lo dispuesto en los números 3.º y 4.º de este artículo las sociedades a
que se refiere el artículo 1.670, en los casos en que deban subsistir con arreglo al Código de
Comercio.
– 223 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1701.
Cuando la cosa específica, que un socio había prometido aportar a la sociedad, perece
antes de efectuada la entrega, su pérdida produce la disolución de la sociedad.
También se disuelve la sociedad en todo caso por la pérdida de la cosa cuando,
reservándose su propiedad el socio que la aporta, sólo ha transferido a la sociedad el uso o
goce de la misma.
Pero no se disuelve la sociedad por la pérdida de la cosa cuando ésta ocurre después
que la sociedad ha adquirido la propiedad de ella.
Artículo 1702.
La sociedad constituida por tiempo determinado puede prorrogarse por consentimiento
de todos los socios.
El consentimiento puede ser expreso o tácito, y se justificará por los medios ordinarios.
Artículo 1703.
Si la sociedad se prorroga después de expirado el término, se entiende que se constituye
una nueva sociedad. Si se prorroga antes de expirado el término, continúa la sociedad
primitiva.
Artículo 1704.
Es válido el pacto de que, en el caso de morir uno de los socios, continúe la sociedad
entre los que sobrevivan. En este caso el heredero del que haya fallecido sólo tendrá
derecho a que se haga la partición, fijándola en el día de la muerte de su causante; y no
participará de los derechos y obligaciones ulteriores sino en cuanto sean una consecuencia
necesaria de lo hecho antes de aquel día.
Si el pacto fuere que la sociedad ha de continuar con el heredero, será guardado, sin
perjuicio de lo que se determina en el número 4.º del artículo 1.700.
Artículo 1705.
La disolución de la sociedad por la voluntad o renuncia de uno de los socios únicamente
tiene lugar cuando no se ha señalado término para su duración, o no resulta éste de la
naturaleza del negocio.
Para que la renuncia surta efecto, debe ser hecha de buena fe en tiempo oportuno;
además debe ponerse en conocimiento de los otros socios.
Artículo 1706.
Es de mala fe la renuncia cuando el que la hace se propone apropiarse para sí solo el
provecho que debía ser común. En este caso el renunciante no se libra para con sus socios,
y éstos tienen facultad para excluirle de la sociedad.
Se reputa hecha en tiempo inoportuno la renuncia, cuando, no hallándose las cosas
íntegras, la sociedad está interesada en que se dilate su disolución. En este caso continuará
la sociedad hasta la terminación de los negocios pendientes.
Artículo 1707.
No puede un socio reclamar la disolución de la sociedad que, ya sea por disposición del
contrato, ya por la naturaleza del negocio, ha sido constituida por tiempo determinado, a no
intervenir justo motivo, como el de faltar uno de los compañeros a sus obligaciones, el de
inhabilitarse para los negocios sociales, u otro semejante, a juicio de los Tribunales.
Artículo 1708.
La partición entre socios se rige por las reglas de las herencias, así en su forma como en
las obligaciones que de ella resultan. Al socio de industria no puede aplicarse ninguna parte
de los bienes aportados, sino sólo sus frutos y los beneficios, conforme a lo dispuesto en el
artículo 1.689, a no haberse pactado expresamente lo contrario.
– 224 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
TÍTULO IX
Del mandato
CAPÍTULO PRIMERO
De la naturaleza, forma y especies del mandato
Artículo 1709.
Por el contrato de mandato se obliga una persona a prestar algún servicio o hacer
alguna cosa, por cuenta o encargo de otra.
Artículo 1710.
El mandato puede ser expreso o tácito.
El expreso puede darse por instrumento público o privado y aun de palabra.
La aceptación puede ser también expresa o tácita, deducida esta última de los actos del
mandatario.
Artículo 1711.
A falta de pacto en contrario, el mandato se supone gratuito.
Esto no obstante, si el mandatario tiene por ocupación el desempeño de servicios de la
especie a que se refiere el mandato, se presume la obligación de retribuirlo.
Artículo 1712.
El mandato es general o especial.
El primero comprende todos los negocios del mandante.
El segundo, uno o más negocios determinados.
Artículo 1713.
El mandato, concebido en términos generales, no comprende más que los actos de
administración.
Para transigir, enajenar, hipotecar o ejecutar cualquier otro acto de riguroso dominio, se
necesita mandato expreso.
La facultad de transigir no autoriza para comprometer en árbitros o amigables
componedores.
Artículo 1714.
El mandatario no puede traspasar los límites del mandato.
Artículo 1715.
No se consideran traspasados los límites del mandato si fuese cumplido de una manera
más ventajosa para el mandante que la señalada por éste.
Artículo 1716.
El menor emancipado puede ser mandatario pero el mandante sólo tendrá acción contra
él en conformidad a lo dispuesto respecto a las obligaciones de los menores.
Artículo 1717.
Cuando el mandatario obra en su propio nombre el mandante no tiene acción contra las
personas con quienes el mandatario ha contratado, ni éstas tampoco contra el mandante.
En este caso el mandatario es el obligado directamente en favor de la persona con quien
ha contratado, como si el asunto fuera personal suyo. Exceptúase el caso en que se trate de
cosas propias del mandante.
– 225 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de las acciones entre mandante y
mandatario.
CAPÍTULO II
De las obligaciones del mandatario
Artículo 1718.
El mandatario queda obligado por la aceptación a cumplir el mandato, y responde de los
daños y perjuicios que, de no ejecutarlo, se ocasionen al mandante.
Debe también acabar el negocio que ya estuviese comenzado al morir el mandante, si
hubiere peligro en la tardanza.
Artículo 1719.
En la ejecución del mandato ha de arreglarse el mandatario a las instrucciones del
mandante.
A falta de ellas, hará todo lo que, según la naturaleza del negocio, haría un buen padre
de familia.
Artículo 1720.
Todo mandatario está obligado a dar cuenta de sus operaciones y a abonar al mandante
cuanto haya recibido en virtud del mandato, aun cuando lo recibido no se debiera al
segundo.
Artículo 1721.
El mandatario puede nombrar sustituto si el mandante no se lo ha prohibido; pero
responde de la gestión del sustituto:
1.º Cuando no se le dio facultad para nombrarlo.
2.º Cuando se le dio esta facultad, pero sin designar la persona, y el nombrado era
notoriamente incapaz o insolvente.
Lo hecho por el sustituto nombrado contra la prohibición del mandante será nulo.
Artículo 1722.
En los casos comprendidos en los dos números del artículo anterior puede además el
mandante dirigir su acción contra el sustituto.
Artículo 1723.
La responsabilidad de dos o más mandatarios, aunque hayan sido instituidos
simultáneamente, no es solidaria si no se ha expresado así.
Artículo 1724.
El mandatario debe intereses de las cantidades que aplicó a usos propios desde el día
en que lo hizo, y de las que quede debiendo después de fenecido el mandato, desde que se
haya constituido en mora.
Artículo 1725.
El mandatario que obre en concepto de tal no es responsable personalmente a la parte
con quien contrata, sino cuando se obliga a ello expresamente o traspasa los límites del
mandato sin darle conocimiento suficiente de sus poderes.
– 226 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1726.
El mandatario es responsable, no solamente del dolo, sino también de la culpa, que
deberá estimarse con más o menos rigor por los Tribunales según que el mandato haya sido
o no retribuido.
CAPÍTULO III
De las obligaciones del mandante
Artículo 1727.
El mandante debe cumplir todas las obligaciones que el mandatario haya contraído
dentro de los límites del mandato.
En lo que el mandatario se haya excedido, no queda obligado el mandante sino cuando
lo ratifica expresa o tácitamente.
Artículo 1728.
El mandante debe anticipar al mandatario, si éste lo pide, las cantidades necesarias para
la ejecución del mandato.
Si el mandatario las hubiera anticipado, debe reembolsarlas el mandante, aunque el
negocio no haya salido bien, con tal que esté exento de culpa el mandatario.
El reembolso comprenderá los intereses de la cantidad anticipada, a contar desde el día
en que se hizo la anticipación.
Artículo 1729.
Debe también el mandante indemnizar al mandatario de todos los daños y perjuicios que
le haya causado el cumplimiento del mandato, sin culpa ni imprudencia del mismo
mandatario.
Artículo 1730.
El mandatario podrá retener en prenda las cosas que son objeto del mandato hasta que
el mandante realice la indemnización y reembolso de que tratan los dos artículos anteriores.
Artículo 1731.
Si dos o más personas han nombrado un mandatario para un negocio común, le quedan
obligadas solidariamente para todos los efectos del mandato.
CAPÍTULO IV
De los modos de acabarse el mandato
Artículo 1732.
El mandato se acaba:
1.º Por su revocación.
2.º Por renuncia o incapacitación del mandatario.
3.º Por muerte, declaración de prodigalidad o por concurso o insolvencia del mandante o
del mandatario.
El mandato se extinguirá, también, por la incapacitación sobrevenida del mandante a no
ser que en el mismo se hubiera dispuesto su continuación o el mandato se hubiera dado
para el caso de incapacidad del mandante apreciada conforme a lo dispuesto por éste. En
estos casos, el mandato podrá terminar por resolución judicial dictada al constituirse el
organismo tutelar o posteriormente a instancia del tutor.
– 227 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1733.
El mandante puede revocar el mandato a su voluntad, y compeler al mandatario a la
devolución del documento en que conste el mandato.
Artículo 1734.
Cuando el mandato se haya dado para contratar con determinadas personas, su
revocación no puede perjudicar a éstas si no se les ha hecho saber.
Artículo 1735.
El nombramiento de nuevo mandatario para el mismo negocio produce la revocación del
mandato anterior desde el día en que se hizo saber al que lo había recibido, salvo lo
dispuesto en el artículo que precede.
Artículo 1736.
El mandatario puede renunciar al mandato poniéndolo en conocimiento del mandante. Si
éste sufriere perjuicios por la renuncia, deberá indemnizarle de ellos el mandatario, a menos
que funde su renuncia en la imposibilidad de continuar desempeñando el mandato sin grave
detrimento suyo.
Artículo 1737.
El mandatario, aunque renuncie al mandato con justa causa, debe continuar su gestión
hasta que el mandante haya podido tomar las disposiciones necesarias para ocurrir a esta
falta.
Artículo 1738.
Lo hecho por el mandatario, ignorando la muerte del mandante u otra cualquiera de las
causas que hacen cesar el mandato, es válido y surtirá todos sus efectos respecto a los
terceros que hayan contratado con él de buena fe.
Artículo 1739.
En el caso de morir el mandatario, deberán sus herederos ponerlo en conocimiento del
mandante y proveer entre tanto a lo que las circunstancias exijan en interés de éste.
TÍTULO X
Del préstamo
Disposición general
Artículo 1740.
Por el contrato de préstamo, una de las partes entrega a la otra, o alguna cosa no
fungible para que use de ella por cierto tiempo y se la devuelva, en cuyo caso se llama
comodato, o dinero u otra cosa fungible, con condición de devolver otro tanto de la misma
especie y calidad, en cuyo caso conserva simplemente el nombre de préstamo.
El comodato es esencialmente gratuito.
El simple préstamo puede ser gratuito o con pacto de pagar interés.
– 228 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO PRIMERO
Del comodato
Artículo 1741.
El comodante conserva la propiedad de la cosa prestada. El comodatario adquiere el uso
de ella, pero no los frutos; si interviene algún emolumento que haya de pagar el que
adquiere el uso, la convención deja de ser comodato.
Artículo 1742.
Las obligaciones y derechos que nacen del comodato pasan a los herederos de ambos
contrayentes, a no ser que el préstamo se haya hecho en contemplación a la persona del
comodatario, en cuyo caso los herederos de éste no tienen derecho a continuar en el uso de
la cosa prestada.
Artículo 1743.
El comodatario está obligado a satisfacer los gastos ordinarios que sean de necesidad
para el uso y conservación de la cosa prestada.
Artículo 1744.
Si el comodatario destina la cosa a un uso distinto de aquel para que se prestó, o la
conserva en su poder por más tiempo del convenido, será responsable de su pérdida,
aunque ésta sobrevenga por caso fortuito.
Artículo 1745.
Si la cosa prestada se entregó con tasación y se pierde, aunque sea por caso fortuito,
responderá el comodatario del precio, a no haber pacto en que expresamente se le exima de
responsabilidad.
Artículo 1746.
El comodatario no responde de los deterioros que sobrevengan a la cosa prestada por el
solo efecto del uso y sin culpa suya.
Artículo 1747.
El comodatario no puede retener la cosa prestada a pretexto de lo que el comodante le
deba, aunque sea por razón de expensas.
Artículo 1748.
Todos los comodatarios a quienes se presta conjuntamente una cosa responden
solidariamente de ella, al tenor de lo dispuesto en esta sección.
Artículo 1749.
El comodante no puede reclamar la cosa prestada sino después de concluido el uso para
que la prestó. Sin embargo, si antes de estos plazos tuviere el comodante urgente necesidad
de ella, podrá reclamar la restitución.
– 229 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1750.
Si no se pactó la duración del comodato ni el uso a que había de destinarse la cosa
prestada, y éste no resulta determinado por la costumbre de la tierra, puede el comodante
reclamarla a su voluntad.
En caso de duda, incumbe la prueba al comodatario.
Artículo 1751.
El comodante debe abonar los gastos extraordinarios causados durante el contrato para
la conservación de la cosa prestada, siempre que el comodatario lo ponga en su
conocimiento antes de hacerlos, salvo cuando fueren tan urgentes que no pueda esperarse
el resultado del aviso sin peligro.
Artículo 1752.
El comodante que, conociendo los vicios de la cosa prestada, no los hubiere hecho
saber al comodatario, responderá a éste de los daños que por aquella causa hubiese sufrido.
CAPÍTULO II
Del simple préstamo
Artículo 1753.
El que recibe en préstamo dinero u otra cosa fungible, adquiere su propiedad, y está
obligado a devolver al acreedor otro tanto de la misma especie y calidad.
Artículo 1754.
La obligación del que toma dinero a préstamo se regirá por lo dispuesto en el artículo
1.170 de este Código.
Si lo prestado es otra cosa fungible, o una cantidad de metal no amonedado, el deudor
debe una cantidad igual a la recibida y de la misma especie y calidad, aunque sufra
alteración en su precio.
Artículo 1755.
No se deberán intereses sino cuando expresamente se hubiesen pactado.
Artículo 1756.
El prestatario que ha pagado intereses sin estar estipulados, no puede reclamarlos ni
imputarlos al capital.
Artículo 1757.
Los establecimientos de préstamos sobre prendas quedan, además, sujetos a los
reglamentos que les conciernen.
TÍTULO XI
Del depósito
CAPÍTULO PRIMERO
Del depósito en general y de sus diversas especies
Artículo 1758.
Se constituye el depósito desde que uno recibe la cosa ajena con la obligación de
guardarla y de restituirla.
– 230 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1759.
El depósito puede constituirse judicial o extrajudicialmente.
CAPÍTULO II
Del depósito propiamente dicho
Artículo 1760.
El depósito es un contrato gratuito, salvo pacto en contrario.
Artículo 1761.
Sólo pueden ser objeto del depósito las cosas muebles.
Artículo 1762.
El depósito extrajudicial es necesario o voluntario.
Artículo 1763.
Depósito voluntario es aquel en que se hace la entrega por la voluntad del depositante.
También puede realizarse el depósito por dos o más personas que se crean con derecho a
la cosa depositada, en un tercero, que hará la entrega, en su caso, a la que corresponda.
Artículo 1764.
Si una persona capaz de contratar acepta el depósito hecho por otra incapaz, queda
sujeta a todas las obligaciones del depositario, y puede ser obligada a la devolución por el
tutor, curador o administrador de la persona que hizo el depósito, o por ésta misma, si llega a
tener capacidad.
Artículo 1765.
Si el depósito ha sido hecho por una persona capaz en otra que no lo es, sólo tendrá el
depositante acción para reivindicar la cosa depositada mientras exista en poder del
depositario, o a que éste le abone la cantidad en que se hubiese enriquecido con la cosa o
con el precio.
Artículo 1766.
El depositario está obligado a guardar la cosa y restituirla, cuando le sea pedida, al
depositante, o a sus causahabientes, o a la persona que hubiese sido designada en el
contrato. Su responsabilidad, en cuanto a la guarda y la pérdida de la cosa, se regirá por lo
dispuesto en el título I de este libro.
Artículo 1767.
El depositario no puede servirse de la cosa depositada sin permiso expreso del
depositante.
En caso contrario, responderá de los daños y perjuicios.
Artículo 1768.
Cuando el depositario tiene permiso para servirse o usar de la cosa depositada, el
contrato pierde el concepto de depósito y se convierte en préstamo o comodato.
– 231 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1769.
Cuando la cosa depositada se entrega cerrada y sellada, debe restituirla el depositario
en la misma forma, y responderá de los daños y perjuicios si hubiese sido forzado el sello o
cerradura por su culpa.
Se presume la culpa en el depositario, salvo la prueba en contrario.
En cuanto al valor de lo depositado, cuando la fuerza sea imputable al depositario, se
estará a la declaración del depositante, a no resultar prueba en contrario.
Artículo 1770.
La cosa depositada será devuelta con todos sus productos y accesiones.
Consistiendo el depósito en dinero, se aplicará al depositario lo dispuesto respecto al
mandatario en el artículo 1.724.
Artículo 1771.
El depositario no puede exigir que el depositante pruebe ser propietario de la cosa
depositada.
Sin embargo, si llega a descubrir que la cosa ha sido hurtada y quién es su verdadero
dueño, debe hacer saber a éste el depósito.
Si el dueño, a pesar de esto, no reclama en el término de un mes, quedará libre de toda
responsabilidad el depositario, devolviendo la cosa depositada a aquel de quien la recibió.
Artículo 1772.
Cuando sean dos o más los depositantes, si no fueren solidarios y la cosa admitiere
división, no podrá pedir cada uno de ellos más que su parte.
Cuando haya solidaridad, o la cosa no admita división, regirá lo dispuesto en los artículos
1.141 y 1.142 de este Código.
Artículo 1773.
Cuando el depositante pierde, después de hacer el depósito, su capacidad para
contratar, no puede devolverse el depósito sino a los que tengan la administración de sus
bienes y derechos.
Artículo 1774.
Cuando al hacerse el depósito se designó lugar para la devolución, el depositario debe
llevar a él la cosa depositada; pero los gastos que ocasione la traslación serán de cargo del
depositante.
No habiéndose designado lugar para la devolución, deberá ésta hacerse en el que se
halle la cosa depositada, aunque no sea el mismo en que se hizo el depósito, con tal que no
haya intervenido malicia de parte del depositario.
Artículo 1775.
El depósito debe ser restituido al depositante cuando lo reclame, aunque en el contrato
se haya fijado un plazo o tiempo determinado para la devolución.
Esta disposición no tendrá lugar cuando judicialmente haya sido embargado el depósito
en poder del depositario, o se haya notificado a éste la oposición de un tercero a la
restitución o traslación de la cosa depositada.
Artículo 1776.
El depositario que tenga justos motivos para no conservar el depósito podrá, aun antes
del término designado, restituirlo al depositante; y, si éste lo resiste, podrá obtener del Juez
su consignación.
– 232 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1777.
El depositario que por fuerza mayor hubiese perdido la cosa depositada y recibido otra
en su lugar, estará obligado a entregar ésta al depositante.
Artículo 1778.
El heredero del depositario que de buena fe haya vendido la cosa que ignoraba ser
depositada, sólo está obligado a restituir el precio que hubiese recibido o a ceder sus
acciones contra el comprador en el caso de que el precio no se le haya pagado.
Artículo 1779.
El depositante está obligado a reembolsar al depositario los gastos que haya hecho para
la conservación de la cosa depositada y a indemnizarle de todos los perjuicios que se le
hayan seguido del depósito.
Artículo 1780.
El depositario puede retener en prenda la cosa depositada hasta el completo pago de lo
que se le deba por razón del depósito.
Artículo 1781.
Es necesario el depósito:
1.º Cuando se hace en cumplimiento de una obligación legal.
2.º Cuando tiene lugar con ocasión de alguna calamidad, como incendio, ruina, saqueo,
naufragio u otras semejantes.
Artículo 1782.
El depósito comprendido en el número 1.º del artículo anterior se regirá por las
disposiciones de la ley que lo establezca y, en su defecto, por las del depósito voluntario.
El comprendido en el número 2.º se regirá por las reglas del depósito voluntario.
Artículo 1783.
Se reputa también depósito necesario el de los efectos introducidos por los viajeros en
las fondas y mesones. Los fondistas o mesoneros responden de ellos como tales
depositarios, con tal que se hubiese dado conocimiento a los mismos, o a sus dependientes,
de los efectos introducidos en su casa, y que los viajeros, por su parte, observen las
prevenciones que dichos posaderos o sus sustitutos les hubiesen hecho sobre cuidado y
vigilancia de los efectos.
Artículo 1784.
La responsabilidad a que se refiere el artículo anterior comprende los daños hechos en
los efectos de los viajeros, tanto por los criados o dependientes de los fondistas o
mesoneros como por los extraños; pero no los que provengan de robo a mano armada, o
sean ocasionados por otro suceso de fuerza mayor.
– 233 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
CAPÍTULO III
Del secuestro
Artículo 1785.
El depósito judicial o secuestro tiene lugar cuando se decreta el embargo o el
aseguramiento de bienes litigiosos.
Artículo 1786.
El secuestro puede tener por objeto así los bienes muebles como los inmuebles.
Artículo 1787.
El depositario de los bienes u objetos secuestrados no puede quedar libre de su encargo
hasta que se termine la controversia que lo motivó, a no ser que el Juez lo ordenare por
consentir en ello todos los interesados o por otra causa legítima.
Artículo 1788.
El depositario de bienes secuestrados está obligado a cumplir respecto de ellos todas las
obligaciones de un buen padre de familia.
Artículo 1789.
En lo que no se hallare dispuesto en este Código, el secuestro judicial se regirá por las
disposiciones de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
TÍTULO XII
De los contratos aleatorios o de suerte
CAPÍTULO PRIMERO
Disposición general
Artículo 1790.
Por el contrato aleatorio, una de las partes, o ambas recíprocamente, se obligan a dar o
hacer alguna cosa en equivalencia de lo que la otra parte ha de dar o hacer para el caso de
un acontecimiento incierto, o que ha de ocurrir en tiempo indeterminado.
CAPÍTULO II
Del contrato de alimentos
Artículo 1791.
Por el contrato de alimentos una de las partes se obliga a proporcionar vivienda,
manutención y asistencia de todo tipo a una persona durante su vida, a cambio de la
transmisión de un capital en cualquier clase de bienes y derechos.
Artículo 1792.
De producirse la muerte del obligado a prestar los alimentos o de concurrir cualquier
circunstancia grave que impida la pacífica convivencia de las partes, cualquiera de ellas
podrá pedir que la prestación de alimentos convenida se pague mediante la pensión
actualizable a satisfacer por plazos anticipados que para esos eventos hubiere sido prevista
en el contrato o, de no haber sido prevista, mediante la que se fije judicialmente.
– 234 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1793.
La extensión y calidad de la prestación de alimentos serán las que resulten del contrato
y, a falta de pacto en contrario, no dependerá de las vicisitudes del caudal y necesidades del
obligado ni de las del caudal de quien los recibe.
Artículo 1794.
La obligación de dar alimentos no cesará por las causas a que se refiere el artículo 152,
salvo la prevista en su apartado primero.
Artículo 1795.
El incumplimiento de la obligación de alimentos dará derecho al alimentista sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo 1792, para optar entre exigir el cumplimiento, incluyendo el
abono de los devengados con anterioridad a la demanda, o la resolución del contrato, con
aplicación, en ambos casos, de las reglas generales de las obligaciones recíprocas.
En caso de que el alimentista opte por la resolución, el deudor de los alimentos deberá
restituir inmediatamente los bienes que recibió por el contrato, y, en cambio, el juez podrá,
en atención a las circunstancias, acordar que la restitución que, con respeto de lo que
dispone el artículo siguiente, corresponda al alimentista quede total o parcialmente aplazada,
en su beneficio, por el tiempo y con las garantías que se determinen.
Artículo 1796.
De las consecuencias de la resolución del contrato, habrá de resultar para el alimentista,
cuando menos, un superávit suficiente para constituir, de nuevo, una pensión análoga por el
tiempo que le quede de vida.
Artículo 1797.
Cuando los bienes o derechos que se transmitan a cambio de los alimentos sean
registrables, podrá garantizarse frente a terceros el derecho del alimentista con el pacto
inscrito en el que se dé a la falta de pago el carácter de condición resolutoria explícita,
además de mediante el derecho de hipoteca regulado en el artículo 157 de la Ley
Hipotecaria.
CAPÍTULO III
Del juego y de la apuesta
Artículo 1798.
La ley no concede acción para reclamar lo que se gana en un juego de suerte, envite o
azar; pero el que pierde no puede repetir lo que haya pagado voluntariamente, a no ser que
hubiese mediado dolo, o que fuera menor, o estuviera inhabilitado para administrar sus
bienes.
Artículo 1799.
Lo dispuesto en el artículo anterior respecto del juego es aplicable a las apuestas.
Se consideran prohibidas las apuestas que tienen analogía con los juegos prohibidos.
Artículo 1800.
No se consideran prohibidos los juegos que contribuyen al ejercicio del cuerpo, como
son los que tienen por objeto adiestrarse en el manejo de las armas, las carreras a pie o a
caballo, las de carros, el juego de pelota y otros de análoga naturaleza.
Artículo 1801.
El que pierde en un juego o apuesta de los no prohibidos queda obligado civilmente.
– 235 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
La autoridad judicial puede, sin embargo, no estimar la demanda cuando la cantidad que
se cruzó en el juego o en la apuesta sea excesiva, o reducir la obligación en lo que
excediere de los usos de un buen padre de familia.
CAPÍTULO IV
De la renta vitalicia
Artículo 1802.
El contrato aleatorio de renta vitalicia obliga al deudor a pagar una pensión o rédito anual
durante la vida de una o más personas determinadas por un capital en bienes muebles o
inmuebles, cuyo dominio se le transfiere desde luego con la carga de la pensión.
Artículo 1803.
Puede constituirse la renta sobre la vida del que da el capital, sobre la de un tercero o
sobre la de varias personas.
También puede constituirse a favor de aquella o aquellas personas sobre cuya vida se
otorga, o a favor de otra u otras personas distintas.
Artículo 1804.
Es nula la renta constituida sobre la vida de una persona muerta a la fecha del
otorgamiento, o que en el mismo tiempo se halle padeciendo una enfermedad que llegue a
causar su muerte dentro de los veinte días siguientes a aquella fecha.
Artículo 1805.
La falta de pago de las pensiones vencidas no autoriza al perceptor de la renta vitalicia a
exigir el reembolso del capital ni a volver a entrar en la posesión del predio enajenado; sólo
tendrá derecho a reclamar judicialmente el pago de las rentas atrasadas y el aseguramiento
de las futuras.
Artículo 1806.
La renta correspondiente al año en que muere el que la disfruta se pagará en proporción
a los días que hubiese vivido; si debía satisfacerse por plazos anticipados, se pagará el
importe total del plazo que durante su vida hubiese empezado a correr.
Artículo 1807.
El que constituye a título gratuito una renta sobre sus bienes, puede disponer, al tiempo
del otorgamiento, que no estará sujeta dicha renta a embargo por obligaciones del
pensionista.
Artículo 1808.
No puede reclamarse la renta sin justificar la existencia de la persona sobre cuya vida
esté constituido.
– 236 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
TÍTULO XIII
De las transacciones y compromisos
CAPÍTULO PRIMERO
De las transacciones
Artículo 1809.
La transacción es un contrato por el cual las partes, dando, prometiendo o reteniendo
cada una alguna cosa, evitan la provocación de un pleito o ponen término al que había
comenzado.
Artículo 1810.
Para transigir sobre los bienes y derechos de los hijos bajo la patria potestad se
aplicarán las mismas reglas que para enajenarlos.
Artículo 1811.
El tutor no puede transigir sobre los derechos de la persona que tiene en guarda, sino en
la forma prescrita en el presente Código.
Artículo 1812.
Las corporaciones que tengan personalidad jurídica sólo podrán transigir en la forma y
con los requisitos que necesiten para enajenar sus bienes.
Artículo 1813.
Se puede transigir sobre la acción civil proveniente de un delito; pero no por eso se
extinguirá la acción pública para la imposición de la pena legal.
Artículo 1814.
No se puede transigir sobre el estado civil de las personas, ni sobre las cuestiones
matrimoniales, ni sobre alimentos futuros.
Artículo 1815.
La transacción no comprende sino los objetos expresados determinadamente en ella, o
que, por una inducción necesaria de sus palabras, deban reputarse comprendidos en la
misma.
La renuncia general de derechos se entiende sólo de los que tienen relación con la
disputa sobre que ha recaído la transacción.
Artículo 1816.
La transacción tiene para las partes la autoridad de la cosa juzgada; pero no procederá
la vía de apremio sino tratándose del cumplimiento de la transacción judicial.
Artículo 1817.
La transacción en que intervenga error, dolo, violencia o falsedad de documentos, está
sujeta a lo dispuesto en el artículo 1.265 de este Código.
Sin embargo, no podrá una de las partes oponer el error de hecho a la otra siempre que
ésta se haya apartado por la transacción de un pleito comenzado.
Artículo 1818.
El descubrimiento de nuevos documentos no es causa para anular o rescindir la
transacción, si no ha habido mala fe.
– 237 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1819.
Si estando decidido un pleito por sentencia firme, se celebrase transacción sobre él por
ignorar la existencia de la sentencia firme alguna de las partes interesadas, podrá ésta pedir
que se rescinda la transacción.
La ignorancia de una sentencia que pueda revocarse, no es causa para atacar la
transacción.
CAPÍTULO II
De los compromisos
Artículo 1820.
(Sin contenido)
Artículo 1821.
(Sin contenido)
TÍTULO XIV
De la fianza
CAPÍTULO PRIMERO
De la naturaleza y extensión de la fianza
Artículo 1822.
Por la fianza se obliga uno a pagar o cumplir por un tercero, en el caso de no hacerlo
éste.
Si el fiador se obligare solidariamente con el deudor principal, se observará lo dispuesto
en la sección 4.ª, capítulo III, título I, de este libro.
Artículo 1823.
La fianza puede ser convencional, legal o judicial, gratuita o a título oneroso.
Puede también constituirse, no sólo a favor del deudor principal, sino al del otro fiador,
consintiéndolo, ignorándolo y aun contradiciéndolo éste.
Artículo 1824.
La fianza no puede existir sin una obligación válida.
Puede, no obstante, recaer sobre una obligación cuya nulidad pueda ser reclamada a
virtud de una excepción puramente personal del obligado, como la de la menor edad.
Exceptúase de la disposición del párrafo anterior el caso de préstamo hecho al hijo de
familia.
Artículo 1825.
Puede también prestarse fianza en garantía de deudas futuras, cuyo importe no sea aún
conocido; pero no se podrá reclamar contra el fiador hasta que la deuda sea líquida.
Artículo 1826.
El fiador puede obligarse a menos, pero no a más que el deudor principal, tanto en la
cantidad como en lo oneroso de las condiciones.
Si se hubiera obligado a más, se reducirá su obligación a los límites de la del deudor.
– 238 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1827.
La fianza no se presume: debe ser expresa y no puede extenderse a más de lo
contenido en ella.
Si fuere simple o indefinida, comprenderá no sólo la obligación principal, sino todos sus
accesorios, incluso los gastos del juicio, entendiéndose, respecto de éstos, que no
responderá sino de los que se hayan devengado después que haya sido requerido el fiador
para el pago.
Artículo 1828.
El obligado a dar fiador debe presentar persona que tenga capacidad para obligarse y
bienes suficientes para responder de la obligación que garantiza. El fiador se entenderá
sometido a la jurisdicción del Juez del lugar donde esta obligación debe cumplirse.
Artículo 1829.
Si el fiador viniere al estado de insolvencia, puede el acreedor pedir otro que reúna las
cualidades exigidas en el artículo anterior. Exceptúase el caso de haber exigido y pactado el
acreedor que se le diera por fiador una persona determinada.
CAPÍTULO II
De los efectos de la fianza
Artículo 1830.
El fiador no puede ser compelido a pagar al acreedor sin hacerse antes excusión de
todos los bienes del deudor.
Artículo 1831.
La excusión no tiene lugar:
1.º Cuando el fiador haya renunciado expresamente a ella.
2.º Cuando se haya obligado solidariamente con el deudor.
3.º En el caso de quiebra o concurso del deudor.
4.º Cuando éste no pueda ser demandado judicialmente dentro del Reino.
Artículo 1832.
Para que el fiador pueda aprovecharse del beneficio de la excusión, debe oponerlo al
acreedor luego que éste le requiera para el pago, y señalarle bienes del deudor realizables
dentro del territorio español, que sean suficientes para cubrir el importe de la deuda.
Artículo 1833.
Cumplidas por el fiador todas las condiciones del artículo anterior, el acreedor negligente
en la excusión de los bienes señalados es responsable, hasta donde ellos alcancen, de la
insolvencia del deudor que por aquel descuido resulte.
Artículo 1834.
El acreedor podrá citar al fiador cuando demande al deudor principal, pero quedará
siempre a salvo el beneficio de excusión, aunque se dé sentencia contra los dos.
Artículo 1835.
La transacción hecha por el fiador con el acreedor no surte efecto para con el deudor
principal.
La hecha por éste tampoco surte efecto para con el fiador, contra su voluntad.
– 239 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1836.
El fiador de un fiador goza del beneficio de excusión, tanto respecto del fiador como del
deudor principal.
Artículo 1837.
Siendo varios los fiadores de un mismo deudor y por una misma deuda, la obligación a
responder de ella se divide entre todos. El acreedor no puede reclamar a cada fiador sino la
parte que le corresponda satisfacer, a menos que se haya estipulado expresamente la
solidaridad.
El beneficio de división contra los cofiadores cesa en los mismos casos y por las mismas
causas que el de excusión contra el deudor principal.
Artículo 1838.
El fiador que paga por el deudor debe ser indemnizado por éste.
La indemnización comprende:
1.º La cantidad total de la deuda.
2.º Los intereses legales de ella desde que se haya hecho saber el pago al deudor,
aunque no los produjese para el acreedor.
3.º Los gastos ocasionados al fiador después de poner éste en conocimiento del deudor
que ha sido requerido para el pago.
4.º Los daños y perjuicios, cuando procedan.
La disposición de este artículo tiene lugar aunque la fianza se haya dado ignorándolo el
deudor.
Artículo 1839.
El fiador se subroga por el pago en todos los derechos que el acreedor tenía contra el
deudor.
Si ha transigido con el acreedor, no puede pedir al deudor más de lo que realmente haya
pagado.
Artículo 1840.
Si el fiador paga sin ponerlo en noticia del deudor, podrá éste hacer valer contra él todas
las excepciones que hubiera podido oponer al acreedor al tiempo de hacerse el pago.
Artículo 1841.
Si la deuda era a plazo y el fiador la pagó antes de su vencimiento, no podrá exigir
reembolso del deudor hasta que el plazo venza.
Artículo 1842.
Si el fiador ha pagado sin ponerlo en noticia del deudor, y éste, ignorando el pago, lo
repite por su parte, no queda al primero recurso alguno contra el segundo, pero sí contra el
acreedor.
Artículo 1843.
El fiador, aun antes de haber pagado, puede proceder contra el deudor principal:
1.º Cuando se ve demandado judicialmente para el pago.
2.º En caso de quiebra, concurso o insolvencia.
3.º Cuando el deudor se ha obligado a relevarle de la fianza en un plazo determinado, y
este plazo ha vencido.
4.º Cuando la deuda ha llegado a hacerse exigible, por haber cumplido el plazo en que
debe satisfacerse.
– 240 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
5.º Al cabo de diez años, cuando la obligación principal no tiene término fijo para su
vencimiento, a menos que sea de tal naturaleza que no pueda extinguirse sino en un plazo
mayor de los diez años.
En todos estos casos la acción del fiador tiende a obtener relevación de la fianza o una
garantía que lo ponga a cubierto de los procedimientos del acreedor y del peligro de
insolvencia en el deudor.
Artículo 1844.
Cuando son dos o más los fiadores de un mismo deudor y por una misma deuda, el que
de ellos haya pagado podrá reclamar de cada uno de los otros la parte que
proporcionalmente le corresponda satisfacer.
Si alguno de ellos resultare insolvente, la parte de éste recaerá sobre todos en la misma
proporción.
Para que pueda tener lugar la disposición de este artículo, es preciso que se haya hecho
el pago en virtud de demanda judicial, o hallándose el deudor principal en estado de
concurso o quiebra.
Artículo 1845.
En el caso del artículo anterior podrán los cofiadores oponer al que pagó las mismas
excepciones que habrían correspondido al deudor principal contra el acreedor y que no
fueren puramente personales del mismo deudor.
Artículo 1846.
El subfiador, en caso de insolvencia del fiador por quien se obligó, queda responsable a
los cofiadores en los mismos términos que lo estaba el fiador.
CAPÍTULO III
De la extinción de la fianza
Artículo 1847.
La obligación del fiador se extingue al mismo tiempo que la del deudor, y por las mismas
causas que las demás obligaciones.
Artículo 1848.
La confusión que se verifica en la persona del deudor y en la del fiador cuando uno de
ellos hereda al otro, no extingue la obligación del subfiador.
Artículo 1849.
Si el acreedor acepta voluntariamente un inmueble, u otros cualesquiera efectos en pago
de la deuda, aunque después los pierda por evicción, queda libre el fiador.
Artículo 1850.
La liberación hecha por el acreedor a uno de los fiadores sin el consentimiento de los
otros aprovecha a todos hasta donde alcance la parte del fiador a quien se ha otorgado.
Artículo 1851.
La prórroga concedida al deudor por el acreedor sin el consentimiento del fiador extingue
la fianza.
– 241 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1852.
Los fiadores, aunque sean solidarios, quedan libres de su obligación siempre que por
algún hecho del acreedor no puedan quedar subrogados en los derechos, hipotecas y
privilegios del mismo.
Artículo 1853.
El fiador puede oponer al acreedor todas las excepciones que competan al deudor
principal y sean inherentes a la deuda; mas no las que sean puramente personales del
deudor.
CAPÍTULO IV
De la fianza legal y judicial
Artículo 1854.
El fiador que haya de darse por disposición de la ley o de providencia judicial, debe tener
las cualidades prescritas en el artículo 1.828.
Artículo 1855.
Si el obligado a dar fianza en los casos del artículo anterior no la hallase, se le admitirá
en su lugar una prenda o hipoteca que se estime bastante para cubrir su obligación.
Artículo 1856.
El fiador judicial no puede pedir la excusión de bienes del deudor principal.
El subfiador, en el mismo caso, no puede pedir ni la del deudor ni la del fiador.
TÍTULO XV
De los contratos de prenda, hipoteca y anticresis
CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones comunes a la prenda y a la hipoteca
Artículo 1857.
Son requisitos esenciales de los contratos de prenda e hipoteca:
1.º Que se constituya para asegurar el cumplimiento de una obligación principal.
2.º Que la cosa pignorada o hipotecada pertenezca en propiedad al que la empeña o
hipoteca.
3.º Que las personas que constituyan la prenda o hipoteca tengan la libre disposición de
sus bienes o, en caso de no tenerla, se hallen legalmente autorizadas al efecto.
Las terceras personas extrañas a la obligación principal pueden asegurar ésta
pignorando o hipotecando sus propios bienes.
Artículo 1858.
Es también de esencia de estos contratos que, vencida la obligación principal, puedan
ser enajenadas las cosas en que consiste la prenda o hipoteca para pagar al acreedor.
Artículo 1859.
El acreedor no puede apropiarse las cosas dadas en prenda o hipoteca, ni disponer de
ellas.
– 242 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1860.
La prenda y la hipoteca son indivisibles, aunque la deuda se divida entre los
causahabientes del deudor o del acreedor.
No podrá, por tanto, el heredero del deudor que haya pagado parte de la deuda pedir
que se extinga proporcionalmente la prenda o la hipoteca mientras la deuda no haya sido
satisfecha por completo.
Tampoco podrá el heredero del acreedor que recibió su parte de la deuda devolver la
prenda ni cancelar la hipoteca en perjuicio de los demás herederos que no hayan sido
satisfechos.
Se exceptúa de estas disposiciones el caso en que, siendo varias las cosas dadas en
hipoteca o en prenda, cada una de ellas garantice solamente una porción determinada del
crédito.
El deudor, en este caso, tendrá derecho a que se extinga la prenda o la hipoteca a
medida que satisfaga la parte de deuda de que cada cosa responda especialmente.
Artículo 1861.
Los contratos de prenda e hipoteca pueden asegurar toda clase de obligaciones, ya sean
puras, ya estén sujetas a condición suspensiva o resolutoria.
Artículo 1862.
La promesa de constituir prenda o hipoteca sólo produce acción personal entre los
contratantes, sin perjuicio de la responsabilidad criminal en que incurriere el que defraudase
a otro ofreciendo en prenda o hipoteca como libres las cosas que sabía estaban gravadas, o
fingiéndose dueño de las que no le pertenecen.
CAPÍTULO II
De la prenda
Artículo 1863.
Además de los requisitos exigidos en el artículo 1.857, se necesita, para constituir el
contrato de prenda, que se ponga en posesión de ésta al acreedor, o a un tercero de común
acuerdo.
Artículo 1864.
Pueden darse en prenda todas las cosas muebles que están en el comercio, con tal que
sean susceptibles de posesión.
Artículo 1865.
No surtirá efecto la prenda contra tercero si no consta por instrumento público la certeza
de la fecha.
Artículo 1866.
El contrato de prenda da derecho al acreedor para retener la cosa en su poder o en el de
la tercera persona a quien hubiese sido entregada, hasta que se le pague el crédito.
Si mientras el acreedor retiene la prenda, el deudor contrajese con él otra deuda exigible
antes de haberse pagado la primera, podrá aquél prorrogar la retención hasta que se les
satisfagan ambos créditos, aunque no se hubiese estipulado la sujeción de la prenda a la
seguridad de la segunda deuda.
– 243 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1867.
El acreedor debe cuidar de la cosa dada en prenda con la diligencia de un buen padre de
familia; tiene derecho al abono de los gastos hechos para su conservación, y responde de su
pérdida o deterioro conforme a las disposiciones de este Código.
Artículo 1868.
Si la prenda produce intereses, compensará el acreedor los que perciba con los que se
le deben; y, si no se le deben, o en cuanto excedan de los legítimamente debidos, los
imputará al capital.
Artículo 1869.
Mientras no llegue el caso de ser expropiado de la cosa dada en prenda, el deudor sigue
siendo dueño de ella.
Esto no obstante, el acreedor podrá ejercitar las acciones que competan al dueño de la
cosa pignorada para reclamarla o defenderla contra tercero.
Artículo 1870.
El acreedor no podrá usar la cosa dada en prenda sin autorización del dueño, y si lo
hiciere o abusare de ella en otro concepto, puede el segundo pedir que se la constituya en
depósito.
Artículo 1871.
No puede el deudor pedir la restitución de la prenda contra la voluntad del acreedor
mientras no pague la deuda y sus intereses, con las expensas en su caso.
Artículo 1872.
El acreedor a quien oportunamente no hubiese sido satisfecho su crédito, podrá
proceder por ante Notario a la enajenación de la prenda. Esta enajenación habrá de hacerse
precisamente en subasta pública y con citación del deudor y del dueño de la prenda en su
caso. Si en la primera subasta no hubiese sido enajenada la prenda, podrá celebrarse una
segunda con iguales formalidades; y, si tampoco diere resultado, podrá el acreedor hacerse
dueño de la prenda. En este caso estará obligado a dar carta de pago de la totalidad de su
crédito.
Si la prenda consistiere en valores cotizables, se venderán en la forma prevenida por el
Código de Comercio.
Artículo 1873.
Respecto a los Montes de Piedad y demás establecimientos públicos, que por instituto o
profesión prestan sobre prendas, se observarán las leyes y reglamentos especiales que les
conciernan y, subsidiariamente, las disposiciones de este título.
CAPÍTULO TERCERO
De la hipoteca
Artículo 1874.
Sólo podrán ser objeto del contrato de hipoteca:
1.º Los bienes inmuebles.
2.º Los derechos reales enajenables con arreglo a las leyes, impuestos sobre bienes de
aquella clase.
– 244 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1875.
Además de los requisitos exigidos en el artículo 1.857, es indispensable, para que la
hipoteca quede válidamente constituida, que el documento en que se constituya sea inscrito
en el Registro de la Propiedad.
Las personas a cuyo favor establece hipoteca la ley, no tienen otro derecho que el de
exigir el otorgamiento e inscripción del documento en que haya de formalizarse la hipoteca,
salvo lo que dispone la Ley Hipotecaria en favor del Estado, las provincias y los pueblos, por
el importe de la última anualidad de los tributos, así como de los aseguradores por el premio
del seguro.
Artículo 1876.
La hipoteca sujeta directa e inmediatamente los bienes sobre que se impone, cualquiera
que sea su poseedor, al cumplimiento de la obligación para cuya seguridad fue constituida.
Artículo 1877.
La hipoteca se extiende a las accesiones naturales, a las mejoras, a los frutos
pendientes y rentas no percibidas al vencer la obligación, y al importe de las
indemnizaciones concedidas o debidas al propietario por los aseguradores de los bienes
hipotecados, o en virtud de expropiación por causa de utilidad pública, con las declaraciones,
ampliaciones y limitaciones establecidas por la ley, así en el caso de permanecer la finca en
poder del que la hipotecó, como en el de pasar a manos de un tercero.
Artículo 1878.
El crédito hipotecario puede ser enajenado o cedido a un tercero en todo o en parte, con
las formalidades exigidas por la ley.
Artículo 1879.
El acreedor podrá reclamar del tercer poseedor de los bienes hipotecados el pago de la
parte de crédito asegurada con los que el último posee, en los términos y con las
formalidades que la ley establece.
Artículo 1880.
La forma, extensión y efectos de la hipoteca, así como lo relativo a su constitución,
modificación y extinción y a lo demás que no haya sido comprendido en este capítulo, queda
sometido a las prescripciones de la Ley Hipotecaria, que continúa vigente.
CAPÍTULO IV
De la anticresis
Artículo 1881.
Por la anticresis el acreedor adquiere el derecho de percibir los frutos de un inmueble de
su deudor, con la obligación de aplicarlos al pago de los intereses, si se debieren, y después
al del capital de su crédito.
Artículo 1882.
El acreedor, salvo pacto en contrario, está obligado a pagar las contribuciones y cargas
que pesen sobre la finca.
Lo está asimismo a hacer los gastos necesarios para su conservación y reparación.
Se deducirán de los frutos las cantidades que emplee en uno y otro objeto.
Artículo 1883.
El deudor no puede readquirir el goce del inmueble sin haber pagado antes enteramente
lo que debe a su acreedor.
– 245 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Pero éste, para librarse de las obligaciones que le impone el artículo anterior, puede
siempre obligar al deudor a que entre de nuevo en el goce de la finca, salvo pacto en
contrario.
Artículo 1884.
El acreedor no adquiere la propiedad del inmueble por falta de pago de la deuda dentro
del plazo convenido.
Todo pacto en contrario será nulo. Pero el acreedor en este caso podrá pedir, en la
forma que previene la Ley de Enjuiciamiento Civil, el pago de la deuda o la venta del
inmueble.
Artículo 1885.
Los contratantes pueden estipular que se compensen los intereses de la deuda con los
frutos de la finca dada en anticresis.
Artículo 1886.
Son aplicables a este contrato el último párrafo del artículo 1.857, el párrafo 2.º del
artículo 1.866 y los artículos 1.860 y 1.861.
TÍTULO XVI
De las obligaciones que se contraen sin convenio
CAPÍTULO PRIMERO
De los cuasi contratos
Artículo 1887.
Son cuasi contratos los hechos lícitos y puramente voluntarios, de los que resulta
obligado su autor para con un tercero y a veces una obligación recíproca entre los
interesados.
Artículo 1888.
El que se encarga voluntariamente de la agencia o administración de los negocios de
otro, sin mandato de éste, está obligado a continuar su gestión hasta el término del asunto y
sus incidencias, o a requerir al interesado para que le sustituya en la gestión, si se hallase en
estado de poder hacerlo por sí.
Artículo 1889.
El gestor oficioso debe desempeñar su encargo con toda la diligencia de un buen padre
de familia, e indemnizar los perjuicios que por su culpa o negligencia se irroguen al dueño de
los bienes o negocios que gestione.
Los Tribunales, sin embargo, podrán moderar la importancia de la indemnización según
las circunstancias del caso.
Artículo 1890.
Si el gestor delegare en otra persona todos o algunos de los deberes de su cargo,
responderá de los actos del delegado, sin perjuicio de la obligación directa de éste para con
el propietario del negocio.
La responsabilidad de los gestores, cuando fueren dos o más, será solidaria.
– 246 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1891.
El gestor de negocios responderá del caso fortuito cuando acometa operaciones
arriesgadas que el dueño no tuviese costumbre de hacer, o cuando hubiese pospuesto el
interés de éste al suyo propio.
Artículo 1892.
La ratificación de la gestión por parte del dueño del negocio produce los efectos del
mandato expreso.
Artículo 1893.
Aunque no hubiese ratificado expresamente la gestión ajena, el dueño de bienes o
negocios que aproveche las ventajas de la misma será responsable de las obligaciones
contraídas en su interés, e indemnizará al gestor los gastos necesarios y útiles que hubiese
hecho y los perjuicios que hubiese sufrido en el desempeño de su cargo.
La misma obligación le incumbirá cuando la gestión hubiera tenido por objeto evitar
algún perjuicio inminente y manifiesto, aunque de ella no resultase provecho alguno.
Artículo 1894.
Cuando, sin conocimiento del obligado a prestar alimentos, los diese un extraño, éste
tendrá derecho a reclamarlos de aquél, a no constar que los dio por oficio de piedad y sin
ánimo de reclamarlos.
Los gastos funerarios proporcionados a la calidad de la persona y a los usos de la
localidad deberán ser satisfechos, aunque el difunto no hubiese dejado bienes, por aquellos
que en vida habrían tenido la obligación de alimentarle.
Artículo 1895.
Cuando se recibe alguna cosa que no había derecho a cobrar, y que por error ha sido
indebidamente entregada, surge la obligación de restituirla.
Artículo 1896.
El que acepta un pago indebido, si hubiera procedido de mala fe, deberá abonar el
interés legal cuando se trate de capitales, o los frutos percibidos o debidos percibir cuando la
cosa recibida los produjere.
Además responderá de los menoscabos que la cosa haya sufrido por cualquier causa, y
de los perjuicios que se irrogaren al que la entregó, hasta que la recobre. No se prestará el
caso fortuito cuando hubiese podido afectar del mismo modo a las cosas hallándose en
poder del que las entregó.
Artículo 1897.
El que de buena fe hubiera aceptado un pago indebido de cosa cierta y determinada,
sólo responderá de las desmejoras o pérdidas de ésta y de sus accesiones, en cuanto por
ellas se hubiese enriquecido. Si la hubiese enajenado, restituirá el precio o cederá la acción
para hacerlo efectivo.
Artículo 1898.
En cuanto al abono de mejoras y gastos hechos por el que indebidamente recibió la
cosa, se estará a lo dispuesto en el título V del libro II.
Artículo 1899.
Queda exento de la obligación de restituir el que, creyendo de buena fe que se hacía el
pago por cuenta de un crédito legítimo y subsistente, hubiese inutilizado el título, o dejado
prescribir la acción, o abandonado las prendas, o cancelado las garantías de su derecho. El
– 247 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
que pagó indebidamente sólo podrá dirigirse contra el verdadero deudor o los fiadores
respecto de los cuales la acción estuviese viva.
Artículo 1900.
La prueba del pago incumbe al que pretende haberlo hecho. También corre a su cargo la
del error con que lo realizó, a menos que el demandado negare haber recibido la cosa que
se le reclame. En este caso, justificada por el demandante la entrega, queda relevado de
toda prueba. Esto no limita el derecho del demandado para acreditar que le era debido lo
que se supone que recibió.
Artículo 1901.
Se presume que hubo error en el pago cuando se entregó cosa que nunca se debió o
que ya estaba pagada; pero aquel a quien se pida la devolución puede probar que la entrega
se hizo a título de liberalidad o por otra causa justa.
CAPÍTULO II
De las obligaciones que nacen de culpa o negligencia
Artículo 1902.
El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está
obligado a reparar el daño causado.
Artículo 1903.
La obligación que impone el artículo anterior es exigible no sólo por los actos u
omisiones propios, sino por los de aquellas personas de quienes se debe responder.
Los padres son responsables de los daños causados por los hijos que se encuentren
bajo su guarda.
Los tutores lo son de los perjuicios causados por los menores o incapacitados que están
bajo su autoridad y habitan en su compañía.
Lo son igualmente los dueños o directores de un establecimiento o empresa respecto de
los perjuicios causados por sus dependientes en el servicio de los ramos en que los tuvieran
empleados, o con ocasión de sus funciones.
(Párrafo suprimido)
Las personas o entidades que sean titulares de un Centro docente de enseñanza no
superior responderán por los daños y perjuicios que causen sus alumnos menores de edad
durante los períodos de tiempo en que los mismos se hallen bajo el control o vigilancia del
profesorado del Centro, desarrollando actividades escolares o extraescolares y
complementarias.
La responsabilidad de que trata este artículo cesará cuando las personas en él
mencionadas prueben que emplearon toda la diligencia de un buen padre de familia para
prevenir el daño.
Artículo 1904.
El que paga el daño causado por sus dependientes puede repetir de éstos lo que
hubiese satisfecho.
Cuando se trate de Centros docentes de enseñanza no superior, sus titulares podrás
exigir de los profesores las cantidades satisfechas, si hubiesen incurrido en dolo o culpa
grave en el ejercicio de sus funciones que fuesen causa del daño.
Artículo 1905.
El poseedor de un animal, o el que se sirve de él, es responsable de los perjuicios que
causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta responsabilidad en el caso de
que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiese sufrido.
– 248 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1906.
El propietario de una heredad de caza responderá del daño causado por ésta en las
fincas vecinas, cuando no haya hecho lo necesario para impedir su multiplicación o cuando
haya dificultado la acción de los dueños de dichas fincas para perseguirla.
Artículo 1907.
El propietario de un edificio es responsable de los daños que resulten de la ruina de todo
o parte de él, si ésta sobreviniere por falta de las reparaciones necesarias.
Artículo 1908.
Igualmente responderán los propietarios de los daños causados:
1.º Por la explosión de máquinas que no hubiesen sido cuidadas con la debida diligencia,
y la inflamación de sustancias explosivas que no estuviesen colocadas en lugar seguro y
adecuado.
2.º Por los humos excesivos, que sean nocivos a las personas o a las propiedades.
3.º Por la caída de árboles colocados en sitios de tránsito, cuando no sea ocasionada por
fuerza mayor.
4.º Por las emanaciones de cloacas o depósitos de materias infectantes, construidos sin
las precauciones adecuadas al lugar en que estuviesen.
Artículo 1909.
Si el daño de que tratan los dos artículos anteriores resultare por defecto de
construcción, el tercero que lo sufra podrá repetir contra el arquitecto, o, en su caso, contra
el constructor, dentro del tiempo legal.
Artículo 1910.
El cabeza de familia que habita una casa o parte de ella, es responsable de los daños
causados por las cosas que se arrojaren o cayeren de la misma.
TÍTULO XVII
De la concurrencia y prelación de créditos
CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales
Artículo 1911.
Del cumplimiento de las obligaciones responde el deudor con todos sus bienes,
presentes y futuros.
CAPÍTULO II
De la clasificación de créditos
Artículo 1921.
Los créditos se clasificarán, para su graduación y pago, por el orden y en los términos
que en este capítulo se establecen.
En caso de concurso, la clasificación y graduación de los créditos se regirá por lo
establecido en la Ley Concursal.
– 249 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1922.
Con relación a determinados bienes muebles del deudor, gozan de preferencia:
1.º Los créditos por construcción, reparación, conservación o precio de venta de bienes
muebles que estén en poder del deudor, hasta donde alcance el valor de los mismos.
2.º Los garantizados con prenda que se halle en poder del acreedor, sobre la cosa
empeñada y hasta donde alcance su valor.
3.º Los garantizados con fianza de efectos o valores, constituida en establecimiento
público o mercantil, sobre la fianza y por el valor de los efectos de la misma.
4.º Los créditos por transporte, sobre los efectos transportados, por el precio del mismo,
gastos y derechos de conducción y conservación, hasta la entrega y durante treinta días
después de ésta.
5.º Los de hospedaje, sobre los muebles del deudor existentes en la posada.
6.º Los créditos por semillas y gastos de cultivo y recolección anticipados al deudor,
sobre los frutos de la cosecha para que sirvieron.
7.º Los créditos por alquileres y rentas de un año, sobre los bienes muebles del
arrendatario existentes en la finca arrendada y sobre los frutos de la misma.
Si los bienes muebles sobre que recae la preferencia hubieren sido sustraídos, el
acreedor podrá reclamarlos de quien los tuviese, dentro del término de treinta días, contados
desde que ocurrió la sustracción.
Artículo 1923.
Con relación a determinados bienes inmuebles y derechos reales del deudor, gozan de
preferencia:
1.º Los créditos a favor del Estado, sobre los bienes de los contribuyentes, por el importe
de la última anualidad, vencida y no pagada, de los impuestos que graviten sobre ellos.
2.º Los créditos de los aseguradores, sobre los bienes asegurados, por los premios del
seguro de dos años; y, si fuere el seguro mutuo, por los dos últimos dividendos que se
hubiesen repartido.
3.º Los créditos hipotecarios y los refaccionarios, anotados e inscritos en el Registro de
la Propiedad, sobre los bienes hipotecados o que hubiesen sido objeto de la refacción.
4.º Los créditos preventivamente anotados en el Registro de la Propiedad, en virtud de
mandamiento judicial, por embargos, secuestros o ejecución de sentencias, sobre los bienes
anotados, y sólo en cuanto a créditos posteriores.
5.º Los refaccionarios no anotados ni inscritos, sobre los inmuebles a que la refacción se
refiera y sólo respecto a otros créditos distintos de los expresados en los cuatro números
anteriores.
Artículo 1924.
Con relación a los demás bienes muebles e inmuebles del deudor, gozan de preferencia:
1.º Los créditos a favor de la provincia o del municipio, por los impuestos de la última
anualidad vencida y no pagada, no comprendidos en el artículo 1.923, número 1.º
2.º Los devengados:
A) (Derogada)
B) Por los funerales del deudor, según el uso del lugar, y también los de su cónyuge y
los de sus hijos constituidos bajo su patria potestad, si no tuviesen bienes propios.
C) Por gastos de la última enfermedad de las mismas personas, causados en el último
año, contado hasta el día del fallecimiento.
D) Por los salarios y sueldos de los trabajadores por cuenta ajena y del servicio
doméstico correspondientes al último año.
E) Por las cuotas correspondientes a los regimenes obligatorios de subsidios, seguros
sociales y mutualismo laboral por el mismo período de tiempo que señala el apartado
anterior siempre que no tengan reconocida mayor preferencia con arreglo al artículo
precedente.
– 250 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1925.
No gozarán de preferencia los créditos de cualquiera otra clase, o por cualquier otro
título, no comprendidos en los artículos anteriores.
CAPÍTULO III
De la prelación de créditos
Artículo 1926.
Los créditos que gozan de preferencia con relación a determinados bienes muebles
excluyen a todos los demás hasta donde alcance el valor del mueble a que la preferencia se
refiere.
Si concurren dos o más respecto a determinados muebles, se observarán, en cuanto a la
prelación para su pago, las reglas siguientes:
1.ª El crédito pignoraticio excluye a los demás hasta donde alcance el valor de la cosa
dada en prenda.
2.ª En el caso de fianza, si estuviere ésta legítimamente constituida a favor de más de un
acreedor, la prelación entre ellos se determinará por el orden de fechas de la prestación de
la garantía.
3.ª Los créditos por anticipos de semillas, gastos de cultivo y recolección serán
preferidos a los de alquileres y rentas sobre los frutos de la cosecha para que aquéllos
sirvieron.
4.ª En los demás casos, el precio de los muebles se distribuirá a prorrata entre los
créditos que gocen de especial preferencia con relación a los mismos.
Artículo 1927.
Los créditos que gozan de preferencia con relación a determinados bienes inmuebles o
derechos reales, excluyen a todos los demás por su importe hasta donde alcance el valor del
inmueble o derecho real a que la preferencia se refiera.
Si concurrieren dos o más créditos respecto a determinados inmuebles o derechos
reales, se observarán, en cuanto a su respectiva prelación, las reglas siguientes:
1.ª Serán preferidos, por su orden, los expresados en los números 1.º y 2.º del artículo
1.923 a los comprendidos en los demás números del mismo.
2.ª Los hipotecarios y refaccionarios, anotados o inscritos, que se expresan en el número
3.º del citado artículo 1.923 y los comprendidos en el número 4.º del mismo gozarán de
prelación entre sí por el orden de antigüedad de las respectivas inscripciones o anotaciones
en el Registro de la Propiedad.
3.ª Los refaccionarios no anotados ni inscritos en el Registro a que se refiere el número
5.º del artículo 1.923 gozarán de prelación entre sí por el orden inverso de su antigüedad.
Artículo 1928.
El remanente del caudal del deudor, después de pagados los créditos que gocen de
preferencia con relación a determinados bienes, muebles o inmuebles, se acumulará a los
bienes libres que aquél tuviere para el pago de los demás créditos.
– 251 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1929.
Los créditos que no gocen de preferencia con relación a determinados bienes, y los que
la gozaren, por la cantidad no realizada o cuando hubiese prescrito el derecho a la
preferencia, se satisfarán conforme a las reglas siguientes:
1.ª Por el orden establecido en el artículo 1.924.
2.ª Los preferentes por fechas, por el orden de éstas, y los que la tuviesen común, a
prorrata.
3.ª Los créditos comunes a que se refiere el artículo 1.925, sin consideración a sus
fechas.
TÍTULO XVIII
De la prescripción
CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales
Artículo 1930.
Por la prescripción se adquieren, de la manera y con las condiciones determinadas en la
ley, el dominio y demás derechos reales.
También se extinguen del propio modo por la prescripción los derechos y las acciones,
de cualquier clase que sean.
Artículo 1931.
Pueden adquirir bienes o derechos por medio de la prescripción las personas capaces
para adquirirlos por los demás modos legítimos.
Artículo 1932.
Los derechos y acciones se extinguen por la prescripción en perjuicio de toda clase de
personas, inclusas las jurídicas, en los términos prevenidos por la ley.
Queda siempre a salvo, a las personas impedidas de administrar sus bienes, el derecho
para reclamar contra sus representantes legítimos cuya negligencia hubiese sido causa de la
prescripción.
Artículo 1933.
La prescripción ganada por un copropietario o comunero aprovecha a los demás.
Artículo 1934.
La prescripción produce sus efectos jurídicos a favor y en contra de la herencia antes de
haber sido aceptada y durante el tiempo concedido para hacer inventario y para deliberar.
Artículo 1935.
Las personas con capacidad para enajenar pueden renunciar la prescripción ganada
pero no el derecho de prescribir para lo sucesivo.
Entiéndese tácitamente renunciada la prescripción cuando la renuncia resulta de actos
que hacen suponer el abandono del derecho adquirido.
– 252 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1936.
Son susceptibles de prescripción todas las cosas que están en el comercio de los
hombres.
Artículo 1937.
Los acreedores, y cualquiera otra persona interesada en hacer valer la prescripción,
podrán utilizarla a pesar de la renuncia expresa o tácita del deudor o propietario.
Artículo 1938.
Las disposiciones del presente título se entienden sin perjuicio de lo que en este Código
o en leyes especiales se establezca respecto a determinados casos de prescripción.
Artículo 1939.
La prescripción comenzada antes de la publicación de este Código se regirá por las
leyes anteriores al mismo; pero si desde que fuere puesto en observancia transcurriese todo
el tiempo en él exigido para la prescripción, surtirá ésta su efecto, aunque por dichas leyes
anteriores se requiriese mayor lapso de tiempo.
CAPÍTULO II
De la prescripción del dominio y demás derechos reales
Artículo 1940.
Para la prescripción ordinaria del dominio y demás derechos reales se necesita poseer
las cosas con buena fe y justo título por el tiempo determinado en la ley.
Artículo 1941.
La posesión ha de ser en concepto de dueño, pública, pacífica y no interrumpida.
Artículo 1942.
No aprovechan para la posesión los actos de carácter posesorio ejecutados en virtud de
licencia o por mera tolerancia del dueño.
Artículo 1943.
La posesión se interrumpe, para los efectos de la prescripción, natural o civilmente.
Artículo 1944.
Se interrumpe naturalmente la posesión cuando por cualquier causa se cesa en ella por
más de un año.
Artículo 1945.
La interrupción civil se produce por la citación judicial hecha al poseedor, aunque sea por
mandato de Juez incompetente.
Artículo 1946.
Se considerará no hecha y dejará de producir interrupción la citación judicial:
1.º Si fuere nula por falta de solemnidades legales.
2.º Si el actor desistiere de la demanda o dejare caducar la instancia.
3.º Si el poseedor fuere absuelto de la demanda.
– 253 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1947.
También se produce interrupción civil por el acto de conciliación, siempre que dentro de
dos meses de celebrado se presente ante el Juez la demanda sobre posesión o dominio de
la cosa cuestionada.
Artículo 1948.
Cualquier reconocimiento expreso o tácito que el poseedor hiciere del derecho del dueño
interrumpe asimismo la posesión.
Artículo 1949.
Contra un título inscrito en el Registro de la Propiedad no tendrá lugar la prescripción
ordinaria del dominio o derechos reales en perjuicio de tercero, sino en virtud de otro título
igualmente inscrito, debiendo empezar a correr el tiempo desde la inscripción del segundo.
Artículo 1950.
La buena fe del poseedor consiste en la creencia de que la persona de quien recibió la
cosa era dueño de ella, y podía transmitir su dominio.
Artículo 1951.
Las condiciones de la buena fe exigidas para la posesión en los artículos 433, 434, 435 y
436 de este Código, son igualmente necesarias para la determinación de aquel requisito en
la prescripción del dominio y demás derechos reales.
Artículo 1952.
Entiéndese por justo título el que legalmente baste para transferir el dominio o derecho
real de cuya prescripción se trate.
Artículo 1953.
El título para la prescripción ha de ser verdadero y válido.
Artículo 1954.
El justo título debe probarse; no se presume nunca.
Artículo 1955.
El dominio de los bienes muebles se prescribe por la posesión no interrumpida de tres
años con buena fe.
También se prescribe el dominio de las cosas muebles por la posesión no interrumpida
de seis años, sin necesidad de ninguna otra condición.
En cuanto al derecho del dueño para reivindicar la cosa mueble perdida o de que
hubiese sido privado ilegalmente, así como respecto a las adquiridas en venta pública, en
bolsa, feria o mercado, o de comerciante legalmente establecido y dedicado habitualmente al
tráfico de objetos análogo, se estará a lo dispuesto en el artícuo 464 de este Código.
Artículo 1956.
Las cosas muebles hurtadas o robadas no podrán ser prescritas por los que las hurtaron
o robaron, ni por los cómplices o encubridores, a no haber prescrito el delito o falta, o su
pena, y la acción para exigir la responsabilidad civil, nacida del delito o falta.
Artículo 1957.
El dominio y demás derechos reales sobre bienes inmuebles se prescriben por la
posesión durante diez años entre presentes y veinte entre ausentes, con buena fe y justo
título.
– 254 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1958.
Para los efectos de la prescripción se considera ausente al que reside en el extranjero o
en ultramar.
Si parte del tiempo estuvo presente y parte ausente, cada dos años de ausencia se
reputarán como uno para completar los diez de presente.
La ausencia que no fuere de un año entero y continuo no se tomará en cuenta para el
cómputo.
Artículo 1959.
Se prescriben también el dominio y demás derechos reales sobre los bienes inmuebles
por su posesión no interrumpida durante treinta años, sin necesidad de título ni de buena fe,
y sin distinción entre presentes y ausentes, salvo la excepción determinada en el artículo
539.
Artículo 1960.
En la computación del tiempo necesario para la prescripción se observarán las reglas
siguientes:
1.ª El poseedor actual puede completar el tiempo necesario para la prescripción, uniendo
al suyo el de su causante.
2.ª Se presume que el poseedor actual, que lo hubiera sido en época anterior, ha
continuado siéndolo durante el tiempo intermedio, salvo prueba en contrario.
3.ª El día en que comienza a contarse el tiempo se tiene por entero; pero el último debe
cumplirse en su totalidad.
CAPÍTULO III
De la prescripción de las acciones
Artículo 1961.
Las acciones prescriben por el mero lapso del tiempo fijado por la ley.
Artículo 1962.
Las acciones reales sobre bienes muebles prescriben a los seis años de perdida la
posesión, salvo que el poseedor haya ganado por menos término el dominio, conforme al
artículo 1.955, y excepto los casos de extravío y venta pública, y los de hurto o robo, en que
se estará a lo dispuesto en el párrafo 3.º del mismo artículo citado.
Artículo 1963.
Las acciones reales sobre bienes inmuebles prescriben a los treinta años.
Entiéndese esta disposición sin perjuicio de lo establecido para la adquisición del
dominio o derechos reales por prescripción.
Artículo 1964.
La acción hipotecaria prescribe a los veinte años, y las personales que no tengan
señalado término especial de prescripción, a los quince.
Artículo 1965.
No prescribe entre coherederos, condueños o propietarios de fincas colindantes la
acción para pedir la partición de la herencia, la división de la cosa común o el deslinde de las
propiedades contiguas.
– 255 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1966.
Por el transcurso de cinco años prescriben las acciones para exigir el cumplimiento de
las obligaciones siguientes:
1.ª La de pagar pensiones alimenticias.
2.ª La de satisfacer el precio de los arriendos, sean éstos de fincas rústicas o de fincas
urbanas.
3.ª La de cualesquiera otros pagos que deben hacerse por años o en plazos más breves.
Artículo 1967.
Por el transcurso de tres años prescriben las acciones para el cumplimiento de las
obligaciones siguientes:
1.ª La de pagar a los Jueces, Abogados, Registradores, Notarios, Escribanos, Peritos,
Agentes y Curiales sus honorarios y derechos, y los gastos y desembolsos que hubiesen
realizado en el desempeño de sus cargos u oficios en los asuntos a que las obligaciones se
refieran.
2.ª La de satisfacer a los Farmacéuticos las medicinas que suministraron; a los
Profesores y Maestros sus honorarios y estipendios por la enseñanza que dieron, o por el
ejercicio de su profesión, arte u oficio.
3.ª La de pagar a los menestrales, criados y jornaleros el importe de sus servicios, y el
de los suministros o desembolsos que hubiesen hecho concernientes a los mismos.
4.ª La de abonar a los posaderos la comida y habitación, y a los mercaderes el precio de
los géneros vendidos a otros que no lo sean, o que siéndolo se dediquen a distinto tráfico.
El tiempo para la prescripción de las acciones a que se refieren los tres párrafos
anteriores se contará desde que dejaron de prestarse los respectivos servicios.
Artículo 1968.
Prescriben por el transcurso de un año:
1.º La acción para recobrar o retener la posesión.
2.º La acción para exigir la responsabilidad civil por injuria o calumnia y por las
obligaciones derivadas de la culpa o negligencia de que se trata en el artículo 1.902, desde
que lo supo el agraviado.
Artículo 1969.
El tiempo para la prescripción de toda clase de acciones, cuando no haya disposición
especial que otra cosa determine, se contará desde el día en que pudieron ejercitarse.
Artículo 1970.
El tiempo para la prescripción de las acciones que tienen por objeto reclamar el
cumplimiento de obligaciones de capital, con interés o renta, corre desde el último pago de la
renta o del interés.
Lo mismo se entiende respecto al capital del censo consignativo.
En los censos enfitéutico y reservativo se cuenta asimismo el tiempo de la prescripción
desde el último pago de la pensión o renta.
Artículo 1971.
El tiempo de la prescripción de las acciones para exigir el cumplimiento de obligaciones
declaradas por sentencia comienza desde que la sentencia quedó firme.
Artículo 1972.
El término de la prescripción de las acciones para exigir rendición de cuentas corre
desde el día en que cesaron en sus cargos los que debían rendirlas.
El correspondiente a la acción por el resultado de las cuentas, desde la fecha en que fue
éste reconocido por conformidad de las partes interesadas.
– 256 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Artículo 1973.
La prescripción de las acciones se interrumpe por su ejercicio ante los Tribunales, por
reclamación extrajudicial del acreedor y por cualquier acto de reconocimiento de la deuda
por el deudor.
Artículo 1974.
La interrupción de la prescripción de acciones en las obligaciones solidarias aprovecha o
perjudica por igual a todos los acreedores y deudores.
Esta disposición rige igualmente respecto a los herederos del deudor en toda clase de
obligaciones.
En las obligaciones mancomunadas, cuando el acreedor no reclame de uno de los
deudores más que la parte que le corresponda, no se interrumpe por ello la prescripción
respecto a los otros codeudores.
Artículo 1975.
La interrupción de la prescripción contra el deudor principal por reclamación judicial de la
deuda, surte efecto también contra su fiador; pero no perjudicará a éste la que se produzca
por reclamaciones extrajudiciales del acreedor o reconocimientos privados del deudor.
DISPOSICIÓN FINAL
Artículo 1976.
Quedan derogados todos los cuerpos legales, usos y costumbres que constituyen el
derecho civil común en todas las materias que son objeto de este Código, y quedarán sin
fuerza y vigor, así en su concepto de leyes directamente obligatorias como en el de derecho
supletorio. Esta disposición no es aplicable a las leyes que en este Código se declaran
subsistentes.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Las variaciones introducidas por este Código, que perjudiquen derechos adquiridos
según la legislación civil anterior, no tendrán efecto retroactivo.
Para aplicar la legislación que corresponda, en los casos que no estén expresamente
determinados en el Código, se observarán las reglas siguientes:
Primera.
Se regirán por la legislación anterior al Código los derechos nacidos, según ella, de
hechos realizados bajo su régimen, aunque el Código los regule de otro modo o no los
reconozca. Pero si el derecho apareciere declarado por primera vez en el Código, tendrá
efecto, desde luego, aunque el hecho que lo origine se verificara bajo la legislación anterior,
siempre que no perjudique a otro derecho adquirido de igual origen.
Segunda.
Los actos y contratos celebrados bajo el régimen de la legislación anterior, y que sean
válidos con arreglo a ella, surtirán todos sus efectos según la misma, con las limitaciones
establecidas en estas reglas. En su consecuencia serán válidos los testamentos, aunque
sean mancomunados, los poderes para testar y las memorias testamentarias que se
hubiesen otorgado o escrito antes de regir el Código, y producirán su efecto las cláusulas ad
cautelam, los fideicomisos para aplicar los bienes según instrucciones reservadas del
testador y cualesquiera otros actos permitidos por la legislación precedente; pero la
revocación o modificación de estos actos o de cualquiera de las cláusulas contenidas en
ellos no podrá verificarse, después de regir el Código, sino testando con arreglo al mismo.
– 257 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Tercera.
Las disposiciones del Código que sancionan con penalidad civil o privación de derechos
actos u omisiones que carecían de sanción en las leyes anteriores, no son aplicables al que,
cuando éstas se hallaban vigentes, hubiese incurrido en la omisión o ejecutado el acto
prohibido por el Código.
Cuando la falta esté también penada por la legislación anterior, se aplicará la disposición
más benigna.
Cuarta.
Las acciones y los derechos nacidos y no ejercitados antes de regir el Código subsistirán
con la extensión y en los términos que les reconociera la legislación precedente; pero
sujetándose, en cuanto a su ejercicio, duración y procedimientos para hacerlos valer, a lo
dispuesto en el Código. Si el ejercicio del derecho o de la acción se hallara pendiente de
procedimientos oficiales empezados bajo la legislación anterior, y éstos fuesen diferentes de
los establecidos por el Código, podrán optar los interesados por unos o por otros.
Quinta.
Quedan emancipados y fuera de la patria potestad los hijos que hubiesen cumplido
veintitrés años al empezar a regir el Código; pero si continuaren viviendo en la casa y a
expensas de sus padres, podrán éstos conservar el usufructo, la administración y los demás
derechos que estén disfrutando sobre los bienes de su peculio, hasta el tiempo en que los
hijos deberían salir de la patria potestad según la legislación anterior.
Sexta.
El padre que voluntariamente hubiese emancipado a un hijo, reservándose algún
derecho sobre sus bienes adventicios, podrá continuar disfrutándolo hasta el tiempo en que
el hijo debería salir de la patria potestad con arreglo a la legislación anterior.
Séptima.
Los padres, las madres y los abuelos que se hallen ejerciendo la curatela de sus
descendientes, no podrán retirar las fianzas que tengan constituidas, ni ser obligados a
constituirlas si no las hubieran prestado, ni a completarlas si resultaren insuficientes las
prestadas.
Octava.
Los tutores y curadores nombrados bajo el régimen de la legislación anterior y con
sujeción a ella conservarán su cargo, pero sometiéndose, en cuanto a su ejercicio, a las
disposiciones del Código.
Esta regla es también aplicable a los poseedores y a los administradores interinos de
bienes ajenos, en los casos en que la ley los establece.
Novena.
Las tutelas y curatelas, cuya constitución definitiva esté pendiente de la resolución de los
Tribunales al empezar a regir el Código, se constituirán con arreglo a la legislación anterior,
sin perjuicio de lo dispuesto en la regla que precede.
Décima.
Los Jueces y los Fiscales municipales no procederán de oficio al nombramiento de los
consejos de familia sino respecto a los menores cuya tutela no estuviere aún definitivamente
constituida al empezar a regir el Código. Cuando el tutor o curador hubiere comenzado ya a
ejercer su cargo, no se procederá al nombramiento del consejo hasta que lo solicite alguna
de las personas que deban formar parte de él, o el mismo tutor o curador existente; y, entre
tanto, quedará en suspenso el nombramiento del protutor.
– 258 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 1 Código civil
Undécima.
Los expedientes de adopción, los de emancipación voluntaria y los de dispensa de ley
pendientes ante el Gobierno o los Tribunales, seguirán su curso con arreglo a la legislación
anterior, a menos que los padres o solicitantes de la gracia desistan de seguir este
procedimiento y prefieran el establecido en el Código.
Duodécima.
Los derechos a la herencia del que hubiese fallecido, con testamento o sin él, antes de
hallarse en vigor el Código, se regirán por la legislación anterior. La herencia de los
fallecidos después, sea o no con testamento, se adjudicará y repartirá con arreglo al Código;
pero cumpliendo, en cuanto éste lo permita, las disposiciones testamentarias. Se respetarán,
por lo tanto, las legítimas, las mejoras y los legados, pero reduciendo su cuantía, si de otro
modo no se pudiera dar a cada partícipe en la herencia lo que le corresponda según el
Código.
Décimotercera.
Los casos no comprendidos directamente en las disposiciones anteriores se resolverán
aplicando los principios que les sirven de fundamento.
DISPOSICIONES ADICIONALES
Primera.
El Presidente del Tribunal Supremo y los de las Audiencias Territoriales elevarán al
Ministerio de Gracia y Justicia, al fin de cada año, una Memoria, en la que, refiriéndose a los
negocios de que hayan conocido durante el mismo las Salas de lo civil, señalen las
deficiencias y dudas que hayan encontrado al aplicar este Código. En ella harán constar
detalladamente las cuestiones y puntos de derecho controvertidos y los artículos u omisiones
del Código que han dado ocasión a las dudas del Tribunal.
Segunda.
El Ministerio de Gracia y Justicia pasará estas Memorias y un ejemplar de la Estadística
civil del mismo año a la Comisión General de Codificación.
Tercera.
En vista de estos datos, de los progresos realizados en otros países que sean utilizables
en el nuestro y de la jurisprudencia del Tribunal Supremo, la Comisión de Codificación
formulará y elevará al Gobierno cada diez años las reformas que convenga introducir.
Cuarta.
La referencia que a personas con discapacidad se realiza en los artículos 756, 822 y
1041, se entenderá hecha al concepto definido en la Ley de protección patrimonial de las
personas con discapacidad y de Modificación del Código Civil, de la Ley de Enjuiciamiento
Civil y de la Normativa Tributaria con esta finalidad.
– 259 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§2
JUAN CARLOS I
REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
Ley.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
I
El derecho de todos a una tutela judicial efectiva, expresado en el apartado primero del
artículo 24 de la Constitución, coincide con el anhelo y la necesidad social de una Justicia
civil nueva, caracterizada precisamente por la efectividad.
Justicia civil efectiva significa, por consustancial al concepto de Justicia, plenitud de
garantías procesales. Pero tiene que significar, a la vez, una respuesta judicial más pronta,
mucho más cercana en el tiempo a las demandas de tutela, y con mayor capacidad de
transformación real de las cosas. Significa, por tanto, un conjunto de instrumentos
encaminados a lograr un acortamiento del tiempo necesario para una definitiva
determinación de lo jurídico en los casos concretos, es decir, sentencias menos alejadas del
comienzo del proceso, medidas cautelares más asequibles y eficaces, ejecución forzosa
menos gravosa para quien necesita promoverla y con más posibilidades de éxito en la
satisfacción real de los derechos e intereses legítimos.
Ni la naturaleza del crédito civil o mercantil ni las situaciones personales y familiares que
incumbe resolver en los procesos civiles justifican un período de años hasta el logro de una
resolución eficaz, con capacidad de producir transformaciones reales en las vidas de
quienes han necesitado acudir a los tribunales civiles.
La efectividad de la tutela judicial civil debe suponer un acercamiento de la Justicia al
justiciable, que no consiste en mejorar la imagen de la Justicia, para hacerla parecer más
accesible, sino en estructurar procesalmente el trabajo jurisdiccional de modo que cada
asunto haya de ser mejor seguido y conocido por el tribunal, tanto en su planteamiento inicial
y para la eventual necesidad de depurar la existencia de óbices y falta de presupuestos
procesales -nada más ineficaz que un proceso con sentencia absolutoria de la instancia-,
– 260 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
II
Con todas sus disposiciones encaminadas a estas finalidades, esta nueva Ley de
Enjuiciamiento Civil se alinea con las tendencias de reforma universalmente consideradas
más razonables y con las experiencias de más éxito real en la consecución de una tutela
judicial que se demore sólo lo justo, es decir, lo necesario para la insoslayable confrontación
procesal, con las actuaciones precisas para preparar la sentencia, garantizando su acierto.
No se aceptan ya en el mundo, a causa de la endeblez de sus bases jurídicas y de sus
fracasos reales, fórmulas simplistas de renovación de la Justicia civil, inspiradas en unos
pocos elementos entendidos como panaceas. Se ha advertido ya, por ejemplo, que el
cambio positivo no estriba en una concentración a ultranza de los actos procesales, aplicada
a cualquier tipo de casos. Tampoco se estima aconsejable ni se ha probado eficaz una
alteración sustancial de los papeles atribuibles a los protagonistas de la Justicia civil.
Son conocidos, por otra parte, los malos resultados de las reformas miméticas, basadas
en el trasplante de institutos procesales pertenecientes a modelos jurídicos diferentes. La
identidad o similitud de denominaciones entre Tribunales o entre instrumentos procesales no
constituye base razonable y suficiente para ese mimetismo. Y aún menos razonable resulta
el impulso, de ordinario inconsciente, de sustituir en bloque la Justicia propia por la de otros
países o áreas geográficas y culturales. Una tal sustitución es, desde luego, imposible, pero
la mera influencia de ese impulso resulta muy perturbadora para las reformas legales: se
generan nuevos y más graves problemas, sin que apenas se propongan y se logren mejoras
apreciables.
El aprovechamiento positivo de instituciones y experiencias ajenas requiere que unas y
otras sean bien conocidas y comprendidas, lo que significa cabal conocimiento y
comprensión del entero modelo o sistema en que se integran, de sus principios inspiradores,
de sus raíces históricas, de los diversos presupuestos de su funcionamiento, empezando por
los humanos, y de sus ventajas y desventajas reales.
Esta Ley de Enjuiciamiento Civil se ha elaborado rechazando, como método para el
cambio, la importación e implantación inconexa de piezas aisladas, que inexorablemente
conduce a la ausencia de modelo o de sistema coherente, mezclando perturbadoramente
modelos opuestos o contradictorios. La Ley configura una Justicia civil nueva en la medida
en que, a partir de nuestra actual realidad, dispone, no mediante palabras y preceptos
aislados, sino con regulaciones plenamente articuladas y coherentes, las innovaciones y
cambios sustanciales, antes aludidos, para la efectividad, con plenas garantías, de la tutela
que se confía a la Jurisdicción civil.
En la elaboración de una nueva Ley procesal civil y común, no cabe despreocuparse del
acierto de las sentencias y resoluciones y afrontar la reforma con un rechazable
reduccionismo cuantitativo y estadístico, sólo preocupado de que los asuntos sean resueltos,
y resueltos en el menor tiempo posible. Porque es necesaria una pronta tutela judicial en
verdad efectiva y porque es posible lograrla sin merma de las garantías, esta Ley reduce
drásticamente trámites y recursos, pero, como ya se ha dicho, no prescinde de cuanto es
– 261 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
razonable prever como lógica y justificada manifestación de la contienda entre las partes y
para que, a la vez, el momento procesal de dictar sentencia esté debidamente preparado.
III
Con perspectiva histórica y cultural, se ha de reconocer el incalculable valor de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, de 1881. Pero con esa misma perspectiva, que incluye el sentido de la
realidad, ha de reconocerse, no ya el agotamiento del método de las reformas parciales para
mejorar la impartición de justicia en el orden jurisdiccional civil, sino la necesidad de una Ley
nueva para procurar acoger y vertebrar, con radical innovación, los planteamientos
expresados en los apartados anteriores.
La experiencia jurídica de más de un siglo debe ser aprovechada, pero se necesita un
Código procesal civil nuevo, que supere la situación originada por la prolija complejidad de la
Ley antigua y sus innumerables retoques y disposiciones extravagantes. Es necesaria, sobre
todo, una nueva Ley que afronte y dé respuesta a numerosos problemas de imposible o muy
difícil resolución con la ley del siglo pasado. Pero, sobre todo, es necesaria una Ley de
Enjuiciamiento Civil nueva, que, respetando principios, reglas y criterios de perenne valor,
acogidos en las leyes procesales civiles de otros países de nuestra misma área cultural,
exprese y materialice, con autenticidad, el profundo cambio de mentalidad que entraña el
compromiso por la efectividad de la tutela judicial, también en órdenes jurisdiccionales
distintos del civil, puesto que esta nueva Ley está llamada a ser ley procesal supletoria y
común.
Las transformaciones sociales postulan y, a la vez, permiten una completa renovación
procesal que desborda el contenido propio de una o varias reformas parciales. A lo largo de
muchos años, la protección jurisdiccional de nuevos ámbitos jurídico-materiales ha
suscitado, no siempre con plena justificación, reglas procesales especiales en las modernas
leyes sustantivas. Pero la sociedad y los profesionales del Derecho reclaman un cambio y
una simplificación de carácter general, que no se lleven a cabo de espaldas a la realidad,
con frecuencia más compleja que antaño, sino que provean nuevos cauces para tratar
adecuadamente esa complejidad. Testimonio autorizado del convencimiento acerca de la
necesidad de esa renovación son los numerosos trabajos oficiales y particulares para una
nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, que se han producido en las últimas décadas.
Con sentido del Estado, que es conciencia clara del debido servicio desinteresado a la
sociedad, esta Ley no ha prescindido, sino todo lo contrario, de esos trabajos. Los
innumerables preceptos acertados de la Ley de 1881, la ingente jurisprudencia y doctrina
generada por ella, los muchos informes y sugerencias recibidos de distintos órganos y
entidades, así como de profesionales y expertos prestigiosos, han sido elementos de gran
valor e interés, también detenidamente considerados para elaborar esta Ley de
Enjuiciamiento Civil. Asimismo, se han examinado con suma atención y utilidad, tanto el
informe preceptivo del Consejo General del Poder Judicial como el solicitado al Consejo de
Estado. Cabe afirmar, pues, que la elaboración de esta Ley se ha caracterizado, como era
deseable y conveniente, por una participación excepcionalmente amplia e intensa de
instituciones y de personas cualificadas.
IV
En esta Ley se rehuyen por igual, tanto la prolijidad como el esquematismo, propio de
algunas leyes procesales extranjeras, pero ajeno a nuestra tradición y a un elemental detalle
en la regulación procedimental, que los destinatarios de esta clase de Códigos han venido
considerando preferible, como más acorde con su certera y segura aplicación. Así, pues, sin
caer en excesos reguladores, que, por querer prever toda incidencia, acaban suscitando más
cuestiones problemáticas que las que resuelven, la presente Ley aborda numerosos asuntos
y materias sobre las que poco o nada decía la Ley de 1881.
Al colmar esas lagunas, esta Ley aumenta, ciertamente, su contenido, pero no por ello
se hace más extensa -al contrario- ni más complicada, sino más completa. Es misión y
responsabilidad del legislador no dejar sin respuesta clara, so capa de falsa sencillez, los
problemas reales, que una larga experiencia ha venido poniendo de relieve.
– 262 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
V
En cuanto a su contenido general, esta Ley se configura con exclusión de la materia
relativa a la denominada jurisdicción voluntaria, que, como en otros países, parece preferible
regular en ley distinta, donde han de llevarse las disposiciones sobre una conciliación que ha
dejado de ser obligatoria y sobre la declaración de herederos sin contienda judicial. También
se obra en congruencia con el ya adoptado criterio de que una ley específica se ocupe del
Derecho concursal. Las correspondientes disposiciones de la Ley de Enjuiciamiento Civil de
1881 permanecerán en vigor sólo hasta la aprobación y vigencia de estas leyes.
En coincidencia con anteriores iniciativas, la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil aspira
también a ser Ley procesal común, para lo que, a la vez, se pretende que la vigente Ley
Orgánica del Poder Judicial, de 1985, circunscriba su contenido a lo que indica su
denominación y se ajuste, por otra parte, a lo que señala el apartado primero del artículo 122
de la Constitución. La referencia en este precepto al "funcionamiento" de los Juzgados y
Tribunales no puede entenderse, y nunca se ha entendido, ni por el legislador
postconstitucional ni por la jurisprudencia y la doctrina, como referencia a las normas
procesales, que, en cambio, se mencionan expresamente en otros preceptos
constitucionales.
Así, pues, no existe impedimento alguno y abundan las razones para que la Ley
Orgánica del Poder Judicial se desprenda de normas procesales, no pocas de ellas atinadas,
pero impropiamente situadas y productoras de numerosas dudas al coexistir con las que
contienen las Leyes de Enjuiciamiento. Como es lógico, la presente Ley se beneficia de
cuanto de positivo podía hallarse en la regulación procesal de 1985.
– 263 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
VI
La nueva Ley de Enjuiciamiento Civil sigue inspirándose en el principio de justicia rogada
o principio dispositivo, del que se extraen todas sus razonables consecuencias, con la vista
puesta, no sólo en que, como regla, los procesos civiles persiguen la tutela de derechos e
intereses legítimos de determinados sujetos jurídicos, a los que corresponde la iniciativa
procesal y la configuración del objeto del proceso, sino en que las cargas procesales
atribuidas a estos sujetos y su lógica diligencia para obtener la tutela judicial que piden,
pueden y deben configurar razonablemente el trabajo del órgano jurisdiccional, en beneficio
de todos.
De ordinario, el proceso civil responde a la iniciativa de quien considera necesaria una
tutela judicial en función de sus derechos e intereses legítimos. Según el principio procesal
citado, no se entiende razonable que al órgano jurisdiccional le incumba investigar y
comprobar la veracidad de los hechos alegados como configuradores de un caso que
pretendidamente requiere una respuesta de tutela conforme a Derecho. Tampoco se grava
al tribunal con el deber y la responsabilidad de decidir qué tutela, de entre todas las posibles,
puede ser la que corresponde al caso. Es a quien cree necesitar tutela a quien se atribuyen
las cargas de pedirla, determinarla con suficiente precisión, alegar y probar los hechos y
aducir los fundamentos jurídicos correspondientes a las pretensiones de aquella tutela.
Justamente para afrontar esas cargas sin indefensión y con las debidas garantías, se
impone a las partes, excepto en casos de singular simplicidad, estar asistidas de abogado.
Esta inspiración fundamental del proceso -excepto en los casos en que predomina un
interés público que exige satisfacción- no constituye, en absoluto, un obstáculo para que,
como se hace en esta Ley, el tribunal aplique el Derecho que conoce dentro de los límites
marcados por la faceta jurídica de la causa de pedir. Y menos aún constituye el repetido
principio ningún inconveniente para que la Ley refuerce notablemente las facultades
coercitivas de los tribunales respecto del cumplimiento de sus resoluciones o para sancionar
comportamientos procesales manifiestamente contrarios al logro de una tutela efectiva. Se
trata, por el contrario, de disposiciones armónicas con el papel que se confía a las partes, a
las que resulta exigible asumir con seriedad las cargas y responsabilidades inherentes al
proceso, sin perjudicar a los demás sujetos de éste y al funcionamiento de la Administración
de Justicia.
VII
En el ámbito de las disposiciones generales, la Ley introduce numerosas innovaciones
con tres grandes finalidades: regular de modo más completo y racional materias y cuestiones
diversas, hasta ahora carentes de regulación legal; procurar un mejor desarrollo de las
actuaciones procesales; y reforzar las garantías de acierto en la sentencia.
A todas las disposiciones generales sobre la jurisdicción y la competencia, los sujetos del
proceso, sus actos y diligencias, las resoluciones judiciales, los recursos, etc., concede la
– 264 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Ley la importancia que merecen, a fin de que constituyan pautas realmente aplicables en las
distintas fases del proceso, sin necesidad de reiterar normas y regulaciones enteras.
En cuanto a las partes, la Ley contiene nuevos preceptos que regulan esa materia de
modo más completo y con más orden y claridad, superando, a efectos procesales, el
dualismo de las personas físicas y las jurídicas y con mejora de otros aspectos, relativos a la
sucesión procesal, a la intervención adhesiva litisconsorcial y a la intervención provocada.
Asimismo, el papel y responsabilidad de los litigantes se perfila más precisamente al
regularse de modo expreso y unitario los actos de disposición (renuncia, allanamiento y
desistimiento y transacción), así como, en su más adecuada sede, la carga de la alegación y
de la prueba. Las normas sobre estas materias explicitan lo que es conquista pacífica de la
jurisprudencia y de la ciencia jurídica e importan no poco para el desenlace del proceso
mediante una sentencia justa.
A propósito de las partes, aunque en verdad desborde ampliamente lo que es su
reconocimiento y tratamiento procesal, parece oportuno dar razón del modo en que la
presente Ley aborda la realidad de la tutela de intereses jurídicos colectivos, llevados al
proceso, no ya por quien se haya visto lesionado directamente y para su individual
protección, o por grupos de afectados, sino por personas jurídicas constituidas y legalmente
habilitadas para la defensa de aquellos intereses.
Esta realidad, mencionada mediante la referencia a los consumidores y usuarios, recibe
en esta Ley una respuesta tributaria e instrumental de lo que disponen y puedan disponer en
el futuro las normas sustantivas acerca del punto, controvertido y difícil, de la concreta tutela
que, a través de las aludidas entidades, se quiera otorgar a los derechos e intereses de los
consumidores y usuarios en cuanto colectividades. Como cauce para esa tutela, no se
considera necesario un proceso o procedimiento especial y sí, en cambio, una serie de
normas especiales, en los lugares oportunos.
Por un lado, la actuación procesal de las personas jurídicas y de los grupos se hace
posible sin dificultad en cuanto a su personalidad, capacidad y representación procesales. Y,
por otro lado, tras una norma previsora de la singular legitimación de dichas entidades, la
Ley incluye, en los lugares adecuados, otros preceptos sobre llamamiento al proceso de
quienes, sin ser demandantes, puedan estar directamente interesados en intervenir, sobre
acumulación de acciones y de procesos y acerca de la sentencia y su ejecución forzosa.
La amplitud de la intervención procesal prevista con carácter general permite desechar
una obligatoria acumulación inicial de demandas, con el retraso a que obligaría en la
sustanciación de los procesos, un retraso que impediría, con mucha frecuencia, la
efectividad de la tutela pretendida. En cuanto a la eficacia subjetiva de las sentencias, la
diversidad de casos de protección impone evitar una errónea norma generalizadora. Se
dispone, en consecuencia, que el tribunal indicará la eficacia que corresponde a la sentencia
según su contenido y conforme a la tutela otorgada por la vigente ley sustantiva protectora
de los derechos e intereses en juego. De este modo, la Ley no provee instrumentos
procesales estrictamente circunscritos a las previsiones actuales de protección colectiva de
los consumidores y usuarios, sino que queda abierta a las modificaciones y cambios que en
las leyes sustantivas puedan producirse respecto de dicha protección.
Finalmente, se opta por no exigir caución previa ni regular de modo especial la condena
en costas en los procesos a que se está haciendo referencia. En cuanto a la gratuidad de la
asistencia jurídica, no es la Ley de Enjuiciamiento Civil la norma adecuada para decidir a qué
entidades, y en qué casos, ha de reconocerse u otorgarse.
La obligada representación mediante procurador y la imperativa asistencia de abogado
se configuran en esta Ley sin variación sustancial respecto de las disposiciones anteriores.
La experiencia, avalada por unánimes informes en este punto, garantiza el acierto de esta
decisión. Sin embargo, la presente Ley no deja de responder a exigencias de
racionalización: se elimina el requisito del bastanteo de los poderes, desde hace tiempo
desprovisto de sentido y se unifica del todo el ámbito material en el que la representación por
procurador y la asistencia de abogado son necesarias. Las responsabilidades de
procuraduría y abogacía se acentúan en el nuevo sistema procesal, de modo que se subraya
la justificación de sus respectivas funciones.
Por lo que respecta a la jurisdicción y a la competencia, la Ley regula la declinatoria
como instrumento único para el control, a instancia de parte, de esos presupuestos
– 265 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 266 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
VIII
El objeto del proceso civil es asunto con diversas facetas, todas ellas de gran
importancia. Son conocidas las polémicas doctrinales y las distintas teorías y posiciones
acogidas en la jurisprudencia y en los trabajos científicos. En esta Ley, la materia es
regulada en diversos lugares, pero el exclusivo propósito de las nuevas reglas es resolver
problemas reales, que la Ley de 1881 no resolvía ni facilitaba resolver.
Se parte aquí de dos criterios inspiradores: por un lado, la necesidad de seguridad
jurídica y, por otro, la escasa justificación de someter a los mismos justiciables a diferentes
procesos y de provocar la correspondiente actividad de los órganos jurisdiccionales, cuando
la cuestión o asunto litigioso razonablemente puede zanjarse en uno solo.
Con estos criterios, que han de armonizarse con la plenitud de las garantías procesales,
la presente Ley, entre otras disposiciones, establece una regla de preclusión de alegaciones
de hechos y de fundamentos jurídicos, ya conocida en nuestro Derecho y en otros
ordenamientos jurídicos. En la misma línea, la Ley evita la indebida dualidad de
controversias sobre nulidad de los negocios jurídicos -una, por vía de excepción ; otra, por
vía de demanda o acción-, trata diferenciadamente la alegación de compensación y precisa
el ámbito de los hechos que cabe considerar nuevos a los efectos de fundar una segunda
pretensión en apariencia igual a otra anterior. En todos estos puntos, los nuevos preceptos
se inspiran en sólida jurisprudencia y doctrina.
Con la misma inspiración básica de no multiplicar innecesariamente la actividad
jurisdiccional y las cargas de todo tipo que cualquier proceso conlleva, el régimen de la
pluralidad de objetos pretende la economía procesal y, a la vez, una configuración del ámbito
objetivo de los procesos que no implique una complejidad inconveniente en razón del
– 267 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
procedimiento que se haya de seguir o que, simplemente, dificulte, sin razón suficiente, la
sustanciación y decisión de los litigios. De ahí que se prohíba la reconvención que no guarde
relación con las pretensiones del actor y que, en los juicios verbales, en general, se limite la
acumulación de acciones.
La regulación de la acumulación de acciones se innova, con carácter general, mediante
diversos perfeccionamientos y, en especial, con el de un tratamiento procesal preciso, hasta
ahora inexistente. En cuanto a la acumulación de procesos, se aclaran los presupuestos que
la hacen procedente, así como los requisitos y los óbices procesales de este instituto,
simplificando el procedimiento en cuanto resulta posible. Además, la Ley incluye normas
para evitar un uso desviado de la acumulación de procesos: no se admitirá la acumulación
cuando el proceso o procesos ulteriores puedan evitarse mediante la excepción de
litispendencia o si lo que se plantea en ellos pudo suscitarse mediante acumulación inicial de
acciones, ampliación de la demanda o a través de la reconvención.
IX
El Título V, dedicado a las actuaciones judiciales, presenta ordenadamente normas
traídas de la Ley Orgánica del Poder Judicial, con algunos perfeccionamientos aconsejados
por la experiencia. Cabe destacar un singular énfasis en las disposiciones sobre la necesaria
publicidad y presencia del Juez o de los Magistrados -no sólo el Ponente, si se trata de
órgano colegiadoen los actos de prueba, comparecencias y vistas. Esta insistencia en
normas generales encontrará luego plena concreción en la regulación de los distintos
procesos, pero, en todo caso, se sanciona con nulidad radical la infracción de lo dispuesto
sobre presencia judicial o inmediación en sentido amplio.
En cuanto a la dación de fe, la Ley rechaza algunas propuestas contrarias a esa esencial
función de los Secretarios Judiciales, si bien procura no extender esta responsabilidad de los
fedatarios más allá de lo que resulta verdaderamente necesario y, por añadidura, posible.
Así, la Ley exige la intervención del fedatario público judicial para la constancia fehaciente de
las actuaciones procesales llevadas a cabo en el tribunal o ante él y reconoce la recepción
de escritos en el registro que pueda haberse establecido al efecto, entendiendo que la fe
pública judicial garantiza los datos de dicho registro relativos a la recepción.
La documentación de las actuaciones podrá llevarse a cabo, no sólo mediante actas,
notas y diligencias, sino también con los medios técnicos que reúnan las garantías de
integridad y autenticidad. Y las vistas y comparecencias orales habrán de registrarse o
grabarse en soportes aptos para la reproducción.
Los actos de comunicación son regulados con orden, claridad y sentido práctico. Y se
pretende que, en su propio interés, los litigantes y sus representantes asuman un papel más
activo y eficaz, descargando de paso a los tribunales de un injustificado trabajo gestor y,
sobre todo, eliminando "tiempos muertos", que retrasan la tramitación.
Pieza importante de este nuevo diseño son los procuradores de los Tribunales, que, por
su condición de representantes de las partes y de profesionales con conocimientos técnicos
sobre el proceso, están en condiciones de recibir notificaciones y de llevar a cabo el traslado
a la parte contraria de muchos escritos y documentos. Para la tramitación de los procesos
sin dilaciones indebidas, se confía también en los mismos Colegios de Procuradores para el
eficaz funcionamiento de sus servicios de notificación, previstos ya en la Ley Orgánica del
Poder Judicial.
La preocupación por la eficacia de los actos de comunicación, factor de indebida
tardanza en la resolución de no pocos litigios, lleva a la Ley a optar decididamente por
otorgar relevancia a los domicilios que consten en el padrón o en entidades o Registros
públicos, al entender que un comportamiento cívica y socialmente aceptable no se
compadece con la indiferencia o el descuido de las personas respecto de esos domicilios. A
efectos de actos de comunicación, se considera también domicilio el lugar de trabajo no
ocasional.
En esta línea, son considerables los cambios en el régimen de los citados actos de
comunicación, acudiendo a los edictos sólo como último y extremo recurso.
Si en el proceso es preceptiva la intervención de procurador o si, no siéndolo, las partes
se personan con esa representación, los actos de comunicación, cualquiera que sea su
objeto, se llevan a cabo con los procuradores. Cuando no es preceptiva la representación
– 268 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 269 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 270 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 271 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
X
El Libro II de la presente Ley, dedicado a los procesos declarativos, comprende, dentro
del Capítulo referente a las disposiciones comunes, las reglas para determinar el proceso
que se ha de seguir. Esta determinación se lleva a cabo combinando criterios relativos a la
materia y a la cuantía. Pero la materia no sólo se considera en esta Ley, como en la de
1881, factor predominante respecto de la cuantía, sino elemento de muy superior relevancia,
como lógica consecuencia de la preocupación de esta Ley por la efectividad de la tutela
judicial. Y es que esa efectividad reclama que por razón de la materia, con independencia de
la evaluación dineraria del interés del asunto, se solvente con rapidez -con más rapidez que
hasta ahora- gran número de casos y cuestiones.
Es éste un momento oportuno para dar razón del tratamiento que, con la mirada puesta
en el artículo 53.2 de la Constitución, esta Ley otorga, en el ámbito procesal civil, a una
materia plural, pero susceptible de consideración unitaria: los derechos fundamentales.
Además de entender, conforme a unánime interpretación, que la sumariedad a que se
refiere el citado precepto de la Constitución no ha de entenderse en el sentido estricto o
técnico-jurídico, de ausencia de cosa juzgada a causa de una limitación de alegaciones y
prueba, resulta imprescindible, para un adecuado enfoque del tema, la distinción entre los
derechos fundamentales cuya violación se produce en la realidad extraprocesal y aquellos
que, por su sustancia y contenido, sólo pueden ser violados o infringidos en el seno de un
proceso.
En cuanto a los primeros, pueden y deben ser llevados a un proceso para su rápida
protección, que se tramite con preferencia: el hecho o comportamiento, externo al proceso,
generador de la pretendida violación del derecho fundamental, se residencia después
jurisdiccionalmente. Y lo que quiere el concreto precepto constitucional citado es, sin duda
alguna, una tutela judicial singularmente rápida.
En cambio, respecto de los derechos fundamentales que, en sí mismos, consisten en
derechos y garantías procesales, sería del todo ilógico que a su eventual violación
respondiera el Derecho previendo, en el marco de la jurisdicción ordinaria, tanto uno o varios
procedimientos paralelos como un proceso posterior a aquél en que tal violación se produzca
y no sea reparada. Es patente que con lo primero se entraría de lleno en el territorio de lo
absurdo. Y lo segundo supondría duplicar los procesos jurisdiccionales. Y aún cabría hablar
de duplicación -del todo ineficaz y paradójicamente contraria a lo pretendido- como mínimo,
pues en ese segundo proceso, contemplado como hipótesis, también podría producirse o
– 272 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 273 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
ciertos casos para la admisibilidad de la demanda y establecen con claridad que, como es
lógico y razonable, cabe presentar en momentos no iniciales aquellos documentos relativos
al fondo, pero cuya relevancia sólo se haya puesto de manifiesto a consecuencia de las
alegaciones de la parte contraria.
Aquí como en otros puntos, la Ley acentúa las cargas de las partes, restringiendo al
máximo la posibilidad de remitirse a expedientes, archivos o registros públicos. Los
supuestos de presentación no inicial de los documentos y otros escritos e instrumentos
relativos al fondo se regulan con exactitud y se sustituye la promesa o juramento de no
haberlos conocido o podido obtener con anterioridad por la carga de justificar esa
circunstancia. Congruentemente, el tribunal es facultado para decidir la improcedencia de
tener en cuenta los documentos si, con el desarrollo de las actuaciones, no apareciesen
justificados el desconocimiento y la imposibilidad. En casos en que se aprecie mala fe o
ánimo dilatorio en la presentación del documento, el tribunal podrá además imponer multa.
En cuanto a la regulación de la entrega de copias de escritos y documentos y su traslado
a las demás partes, es innovación de importancia la ya aludida de encomendar el traslado a
los Procuradores, cuando éstos intervengan y se hayan personado. El tribunal tendrá por
efectuado el traslado desde que le conste la entrega de las copias al servicio de notificación
organizado por el Colegio de Procuradores. De este modo, se descarga racionalmente a los
órganos jurisdiccionales y, singularmente, al personal no jurisdiccional de un trabajo, que,
bien mirado, resulta innecesario e impropio que realicen, en inevitable detrimento de otros.
Pero, además, el nuevo sistema permitirá, como antes se apuntó, eliminar "tiempos
muertos", pues desde la presentación con traslado acreditado, comenzarán a computarse los
plazos para llevar a cabo cualquier actuación procesal ulterior.
XI
Por tratarse de normas comunes a todos los procesos declarativos en primera instancia
y, cuando proceda, en la segunda, parece más acertado situar las normas sobre la prueba
entre las disposiciones generales de la actividad jurisdiccional declarativa que en el seno de
las que articulan un determinado tipo procedimental.
La prueba, así incardinada y con derogación de los preceptos del Código Civil carentes
de otra relevancia que la procesal, se regula en esta Ley con la deseable unicidad y claridad,
además de un amplio perfeccionamiento, en tres vertientes distintas.
Por un lado, se determina el objeto de la prueba, las reglas sobre la iniciativa de la
actividad probatoria y sobre su admisibilidad, conforme a los criterios de pertinencia y
utilidad, al que ha de añadirse la licitud, a cuyo tratamiento procesal, hasta ahora inexistente,
se provee con sencillos preceptos.
Por otro lado, en cuanto a lo procedimental, frente a la dispersión de la práctica de la
prueba, se introduce una novedad capital, que es la práctica de toda la prueba en el juicio o
vista, disponiéndose que las diligencias que, por razones y motivos justificados, no puedan
practicarse en dichos actos públicos, con garantía plena de la presencia judicial, habrán de
llevarse a cabo con anterioridad a ellos. Además, se regula la prueba anticipada y el
aseguramiento de la prueba, que en la Ley de 1881 apenas merecían alguna norma aislada.
Finalmente, los medios de prueba, junto con las presunciones, experimentan en esta Ley
numerosos e importantes cambios. Cabe mencionar, como primero de todos ellos, la
apertura legal a la realidad de cuanto puede ser conducente para fundar un juicio de certeza
sobre las alegaciones fácticas, apertura incompatible con la idea de un número determinado
y cerrado de medios de prueba. Además resulta obligado el reconocimiento expreso de los
instrumentos que permiten recoger y reproducir palabras, sonidos e imágenes o datos, cifras
y operaciones matemáticas.
En segundo término, cambia, en la línea de la mayor claridad y flexibilidad, el modo de
entender y practicar los medios de prueba más consagrados y perennes.
La confesión, en exceso tributaria de sus orígenes históricos, en gran medida superados,
y, por añadidura, mezclada con el juramento, es sustituida por una declaración de las partes,
que se aleja extraordinariamente de la rigidez de la "absolución de posiciones". Esta
declaración ha de versar sobre las preguntas formuladas en un interrogatorio libre, lo que
garantiza la espontaneidad de las respuestas, la flexibilidad en la realización de preguntas y,
en definitiva, la integridad de una declaración no preparada.
– 274 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 275 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
recae la carga de alegar y probar. Y, por ello, se introducen los dictámenes de peritos
designados por las partes y se reserva la designación por el tribunal de perito para los casos
en que así le sea solicitado por las partes o resulte estrictamente necesario.
De esta manera, la práctica de la prueba pericial adquiere también una simplicidad muy
distinta de la complicación procedimental a que conducía la regulación de la Ley de 1881. Se
excluye la recusación de los peritos cuyo dictamen aporten las partes, que sólo podrán ser
objeto de tacha, pero a todos los peritos se exige juramento o promesa de actuación
máximamente objetiva e imparcial y respecto de todos ellos se contienen en esta Ley
disposiciones conducentes a someter sus dictámenes a explicación, aclaración y
complemento, con plena contradicción.
Así, la actividad pericial, cuya regulación decimonónica reflejaba el no resuelto dilema
acerca de su naturaleza -si medio de prueba o complemento o auxilio del juzgador-,
responde ahora plenamente a los principios generales que deben regir la actividad
probatoria, adquiriendo sentido su libre valoración. Efecto indirecto, pero nada desdeñable,
de esta necesaria clarificación es la solución o, cuando menos, importante atenuación del
problema práctico, muy frecuente, de la adecuada y tempestiva remuneración de los peritos.
Mas, por otra parte, la presente Ley, al entender la enorme diversidad de operaciones y
manifestaciones que entraña modernamente la pericia, se aparta decididamente de la
regulación de 1881 para reconocer sin casuismos la diversidad y amplitud de este medio de
prueba, con atención a su frecuente carácter instrumental respecto de otros medios de
prueba, que no sólo se manifiesta en el cotejo de letras.
En cuanto al interrogatorio de testigos, consideraciones semejantes a las reseñadas
respecto de la declaración de las partes, han aconsejado que la Ley opte por establecer que
el interrogatorio sea libre desde el principio. En esta sede se regula también el interrogatorio
sobre hechos consignados en informes previamente aportados por las partes y se prevé la
declaración de personas jurídicas, públicas y privadas, de modo que junto a especialidades
que la experiencia aconseja, quede garantizada la contradicción y la inmediación en la
práctica de la prueba.
La Ley, que concibe con más amplitud el reconocimiento judicial, acoge también entre
los medios de prueba, como ya se ha dicho, los instrumentos que permiten recoger y
reproducir, no sólo palabras, sonidos e imágenes, sino aquéllos otros que sirven para el
archivo de datos y cifras y operaciones matemáticas.
Introducidas en la presente Ley las presunciones como método de fijar la certeza de
ciertos hechos y regulada suficientemente la carga de la prueba, pieza clave de un proceso
civil en el que el interés público no sea predominante, puede eliminarse la dualidad de
regulaciones de la prueba civil, mediante la derogación de algunos preceptos del Código
Civil.
XII
Enseña la experiencia, en todo el mundo, que si, tras las iniciales alegaciones de las
partes, se acude de inmediato a un acto oral, en que, antes de dictar sentencia también de
forma inmediata, se concentren todas las actividades de alegación complementaria y de
prueba, se corre casi siempre uno de estos dos riesgos: el gravísimo, de que los asuntos se
resuelvan sin observancia de todas las reglas que garantizan la plena contradicción y sin la
deseable atención a todos los elementos que han de fundar el fallo, o el consistente en que
el tiempo que en apariencia se ha ganado acudiendo inmediatamente al acto del juicio o
vista se haya de perder con suspensiones e incidencias, que en modo alguno pueden
considerarse siempre injustificadas y meramente dilatorias, sino con frecuencia necesarias
en razón de la complejidad de los asuntos.
Por otro lado, es una exigencia racional y constitucional de la efectividad de la tutela
judicial que se resuelvan, cuanto antes, las eventuales cuestiones sobre presupuestos y
óbices procesales, de modo que se eviten al máximo las sentencias que no entren sobre el
fondo del asunto litigioso y cualquier otro tipo de resolución que ponga fin al proceso sin
resolver sobre su objeto, tras costosos esfuerzos baldíos de las partes y del tribunal.
En consecuencia, como ya se apuntó, sólo es conveniente acudir a la máxima
concentración de actos para asuntos litigiosos desprovistos de complejidad o que reclamen
– 276 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
una tutela con singular rapidez. En otros casos, la opción legislativa prudente es el juicio
ordinario, con su audiencia previa dirigida a depurar el proceso y a fijar el objeto del debate.
Con estas premisas, la Ley articula con carácter general dos cauces distintos para la
tutela jurisdiccional declarativa: de un lado, la del proceso que, por la sencillez expresiva de
la denominación, se da en llamar "juicio ordinario" y, de otro, la del "juicio verbal".
Estos procesos acogen, en algunos casos gracias a disposiciones particulares, los
litigios que hasta ahora se ventilaban a través de cuatro procesos ordinarios, así como todos
los incidentes no regulados expresamente, con lo que cabe suprimir también el
procedimiento incidental común. Y esta nueva Ley de Enjuiciamiento Civil permite también
afrontar, sin merma de garantías, los asuntos que eran contemplados hasta hoy en más de
una docena de leyes distintas de la procesal civil común. Buena prueba de ello son la
disposición derogatoria y las disposiciones finales.
Así, pues, se simplifican, con estos procedimientos, los cauces procesales de muchas y
muy diversas tutelas jurisdiccionales. Lo que no se hace, porque carecería de razón y
sentido, es prescindir de particularidades justificadas, tanto por lo que respecta a
presupuestos especiales de admisibilidad o procedibilidad como en lo relativo a ciertos
aspectos del procedimiento mismo.
Lo exigible y deseable no es unificar a ultranza, sino suprimir lo que resulta innecesario
y, sobre todo, poner término a una dispersión normativa a todas luces excesiva. No cabe,
por otra parte, ni racional ni constitucionalmente, cerrar el paso a disposiciones legales
posteriores, sino sólo procurar que los preceptos que esta Ley contiene sean, por su
previsión y flexibilidad, suficientes para el tratamiento jurisdiccional de materias y problemas
nuevos.
La Ley diseña los procesos declarativos de modo que la inmediación, la publicidad y la
oralidad hayan de ser efectivas. En los juicios verbales, por la trascendencia de la vista ; en
el ordinario, porque tras demanda y contestación, los hitos procedimentales más
sobresalientes son la audiencia previa al juicio y el juicio mismo, ambos con la inexcusable
presencia del juzgador.
A grandes rasgos, el desarrollo del proceso ordinario puede resumirse como sigue.
En la audiencia previa, se intenta inicialmente un acuerdo o transacción de las partes,
que ponga fin al proceso y, si tal acuerdo no se logra, se resuelven las posibles cuestiones
sobre presupuestos y óbices procesales, se determinan con precisión las pretensiones de
las partes y el ámbito de su controversia, se intenta nuevamente un acuerdo entre los
litigantes y, en caso de no alcanzarse y de existir hechos controvertidos, se proponen y
admiten las pruebas pertinentes.
En el juicio, se practica la prueba y se formulan las conclusiones sobre ésta, finalizando
con informes sobre los aspectos jurídicos, salvo que todas las partes prefieran informar por
escrito o el tribunal lo estime oportuno. Conviene reiterar, además, que de todas las
actuaciones públicas y orales, en ambas instancias, quedará constancia mediante los
instrumentos oportunos de grabación y reproducción, sin perjuicio de las actas necesarias.
La Ley suprime las denominadas "diligencias para mejor proveer", sustituyéndolas por
unas diligencias finales, con presupuestos distintos de los de aquéllas. La razón principal
para este cambio es la coherencia con la ya referida inspiración fundamental que, como
regla, debe presidir el inicio, desarrollo y desenlace de los procesos civiles. Además, es
conveniente cuanto refuerce la importancia del acto del juicio, restringiendo la actividad
previa a la sentencia a aquello que sea estrictamente necesario. Por tanto, como diligencias
finales sólo serán admisibles las diligencias de pruebas, debidamente propuestas y
admitidas, que no se hubieren podido practicar por causas ajenas a la parte que las hubiera
interesado.
La Ley considera improcedente llevar a cabo nada de cuanto se hubiera podido proponer
y no se hubiere propuesto, así como cualquier actividad del tribunal que, con merma de la
igualitaria contienda entre las partes, supla su falta de diligencia y cuidado. Las excepciones
a esta regla han sido meditadas detenidamente y responden a criterios de equidad, sin que
supongan ocasión injustificada para desordenar la estructura procesal o menoscabar la
igualdad de la contradicción.
En cuanto al carácter sumario, en sentido técnico-jurídico, de los procesos, la Ley
dispone que carezcan de fuerza de cosa juzgada las sentencias que pongan fin a aquéllos
– 277 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
en que se pretenda una rápida tutela de la posesión o tenencia, las que decidan sobre
peticiones de cese de actividades ilícitas en materia de propiedad intelectual o industrial, las
que provean a una inmediata protección frente obras nuevas o ruinosas, así como las que
resuelvan sobre el desahucio o recuperación de fincas por falta de pago de la renta o alquiler
o sobre la efectividad de los derechos reales inscritos frente a quienes se opongan a ellos o
perturben su ejercicio, sin disponer de título inscrito que legitime la oposición o la
perturbación. La experiencia de ineficacia, inseguridad jurídica y vicisitudes procesales
excesivas aconseja, en cambio, no configurar como sumarios los procesos en que se
aduzca, como fundamento de la pretensión de desahucio, una situación de precariedad:
parece muy preferible que el proceso se desenvuelva con apertura a plenas alegaciones y
prueba y finalice con plena efectividad. Y los procesos sobre alimentos, como otros sobre
objetos semejantes, no han de confundirse con medidas provisionales ni tienen por qué
carecer, en su desenlace, de fuerza de cosa juzgada. Reclamaciones ulteriores pueden estar
plenamente justificadas por hechos nuevos.
XIII
Esta Ley contiene una sola regulación del recurso de apelación y de la segunda
instancia, porque se estima injustificada y perturbadora una diversidad de regímenes. En
razón de la más pronta tutela judicial, dentro de la seriedad del proceso y de la sentencia, se
dispone que, resuelto el recurso de reposición contra las resoluciones que no pongan fin al
proceso, no quepa interponer apelación y sólo insistir en la eventual disconformidad al
recurrir la sentencia de primera instancia. Desaparecen, pues, prácticamente, las
apelaciones contra resoluciones interlocutorias. Y con la oportuna disposición transitoria, se
pretende que este nuevo régimen de recursos sea de aplicación lo más pronto posible.
La apelación se reafirma como plena revisión jurisdiccional de la resolución apelada y, si
ésta es una sentencia recaída en primera instancia, se determina legalmente que la segunda
instancia no constituye un nuevo juicio, en que puedan aducirse toda clase de hechos y
argumentos o formularse pretensiones nuevas sobre el caso. Se regula, coherentemente, el
contenido de la sentencia de apelación, con especial atención a la singular congruencia de
esa sentencia.
Otras disposiciones persiguen aumentar las posibilidades de corregir con garantías de
acierto eventuales errores en el juicio fáctico y, mediante diversos preceptos, se procura
hacer más sencillo el procedimiento y lograr que, en el mayor número de casos posible, se
dicte en segunda instancia sentencia sobre el fondo.
Cabe mencionar que la presente Ley, que prescinde del concepto de adhesión a la
apelación, generador de equívocos, perfila y precisa el posible papel de quien, a la vista de
la apelación de otra parte y siendo inicialmente apelado, no sólo se opone al recurso sino
que, a su vez, impugna el auto o sentencia ya apelado, pidiendo su revocación y sustitución
por otro que le sea más favorable.
La Ley conserva la separación entre una inmediata preparación del recurso, con la que
se manifiesta la voluntad de impugnación, y la ulterior interposición motivada de ésta. No
parece oportuno ni diferir el momento en que puede conocerse la firmeza o el mantenimiento
de la litispendencia, con sus correspondientes efectos, ni apresurar el trabajo de
fundamentación del recurso. Pero, para una mejor tramitación, se introduce la innovación
procedimental consistente en disponer que el recurrente lleve a cabo la preparación y la
interposición ante el tribunal que dicte la resolución recurrida, remitiéndose después los
autos al superior. Lo mismo se establece respecto de los recursos extraordinarios.
XIV
Por coherencia plena con una verdadera preocupación por la efectividad de la tutela
judicial y por la debida atención a los problemas que la Administración de Justicia presenta
en todo el mundo, esta Ley pretende una superación de una idea, no por vulgar menos
influyente, de los recursos extraordinarios y, en especial, de la casación, entendidos, si no
como tercera instancia, sí, muy frecuentemente, como el último paso necesario, en muchos
casos, hacia la definición del Derecho en el caso concreto.
– 278 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Como quiera que este planteamiento resulta insostenible en la realidad y entraña una
cierta degeneración o deformación de importantes instituciones procesales, está siendo
general, en los países de nuestro mismo sistema jurídico e incluso en aquéllos con sistemas
muy diversos, un cuidadoso estudio y una detenida reflexión acerca del papel que es
razonable y posible que desempeñen los referidos recursos y el órgano u órganos que
ocupan la posición o las posiciones supremas en la organización jurisdiccional.
Con la convicción de que la reforma de la Justicia, en este punto como en otros, no
puede ni debe prescindir de la historia, de la idiosincrasia particular y de los valores positivos
del sistema jurídico propio, la tendencia de reforma que se estima acertada es la que tiende
a reducir y mejorar, a la vez, los grados o instancias de enjuiciamiento pleno de los casos
concretos para la tutela de los derechos e intereses legítimos de los sujetos jurídicos,
circunscribiendo, en cambio, el esfuerzo y el cometido de los tribunales superiores en razón
de necesidades jurídicas singulares, que reclamen un trabajo jurídico de especial calidad y
autoridad.
Desde hace tiempo, la casación civil presenta en España una situación que, como se
reconoce generalmente, es muy poco deseable, pero en absoluto fácil de resolver con un
grado de aceptación tan general como su crítica. Esta Ley ha partido, no sólo de la
imposibilidad, sino también del error teórico y práctico que entrañaría concebir que la
casación perfecta es aquélla de la que no se descarta ninguna materia ni ninguna sentencia
de segunda instancia.
Además de ser ésa una casación completamente irrealizable en nuestra sociedad, no es
necesario ni conveniente, porque no responde a criterios razonables de justicia, que cada
caso litigioso, con los derechos e intereses legítimos de unos justiciables aún en juego,
pueda transitar por tres grados de enjuiciamiento jurisdiccional, siquiera el último de esos
enjuiciamientos sea el limitado y peculiar de la casación. No pertenece a nuestra tradición
histórica ni constituye exigencia constitucional alguna que la función nomofiláctica de la
casación se proyecte sobre cualesquiera sentencias ni sobre cualesquiera cuestiones y
materias.
Nadie ha cuestionado, sin embargo, que la renovación de nuestra Justicia civil se haga
conforme a los valores positivos, sólidamente afianzados, del propio sistema jurídico y
jurisdiccional, sin incurrir en la imprudencia de desechar instituciones enteras y sustituirlas
por otras de nueva factura o por piezas de modelos jurídicos y judiciales muy diversos del
nuestro. Así, pues, ha de mantenerse en sustancia la casación, con la finalidad y efectos que
le son propios, pero con un ámbito objetivo coherente con la necesidad, antes referida, de
doctrina jurisprudencial especialmente autorizada.
Los límites de cuantía no constituyen por sí solos un factor capaz de fijar de modo
razonable y equitativo ese ámbito objetivo. Y tampoco parece oportuno ni satisfactorio para
los justiciables, ávidos de seguridad jurídica y de igualdad de trato, que la configuración del
nuevo ámbito casacional, sin duda necesaria por razones y motivos que trascienden
elementos coyunturales, se lleve a cabo mediante una selección casuística de unos cuantos
asuntos de "interés casacional", si este elemento se deja a una apreciación de índole muy
subjetiva.
La presente Ley ha operado con tres elementos para determinar el ámbito de la
casación. En primer lugar, el propósito de no excluir de ella ninguna materia civil o mercantil ;
en segundo término, la decisión, en absoluto gratuita, como se dirá, de dejar fuera de la
casación las infracciones de leyes procesales ; finalmente, la relevancia de la función de
crear autorizada doctrina jurisprudencial. Porque ésta es, si se quiere, una función indirecta
de la casación, pero está ligada al interés público inherente a ese instituto desde sus
orígenes y que ha persistido hasta hoy.
En un sistema jurídico como el nuestro, en el que el precedente carece de fuerza
vinculante -sólo atribuida a la ley y a las demás fuentes del Derecho objetivo-, no carece ni
debe carecer de un relevante interés para todos la singularísima eficacia ejemplar de la
doctrina ligada al precedente, no autoritario, pero sí dotado de singular autoridad jurídica.
De ahí que el interés casacional, es decir, el interés trascendente a las partes procesales
que puede presentar la resolución de un recurso de casación, se objetive en esta Ley, no
sólo mediante un parámetro de cuantía elevada, sino con la exigencia de que los asuntos
sustanciados en razón de la materia aparezcan resueltos con infracción de la ley sustantiva,
– 279 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
desde luego, pero, además, contra doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo (o en su
caso, de los Tribunales Superiores de Justicia) o sobre asuntos o cuestiones en los que
exista jurisprudencia contradictoria de las Audiencias Provinciales. Se considera, asimismo,
que concurre interés casacional cuando las normas cuya infracción se denuncie no lleven en
vigor más tiempo del razonablemente previsible para que sobre su aplicación e
interpretación haya podido formarse una autorizada doctrina jurisprudencial, con la
excepción de que sí exista tal doctrina sobre normas anteriores de igual o similar contenido.
De este modo, se establece con razonable objetividad la necesidad del recurso. Esta
objetivación del "interés casacional", que aporta más seguridad jurídica a los justiciables y a
sus abogados, parece preferible al método consistente en atribuir al propio tribunal
casacional la elección de los asuntos merecedores de su atención, como desde algunas
instancias se ha propugnado. Entre otras cosas, la objetivación elimina los riesgos de
desconfianza y desacuerdo con las decisiones del tribunal.
Establecido un nuevo sistema de ejecución provisional, la Ley no considera necesario ni
oportuno generalizar la exigencia de depósito para el acceso al recurso de casación (o al
recurso extraordinario por infracción de ley procesal). El depósito previo, además de
representar un factor de encarecimiento de la Justicia, de desigual incidencia sobre los
justiciables, plantea, entre otros, el problema de su posible transformación en obstáculo del
ejercicio del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, conforme al principio de
igualdad. La ejecutividad provisional de las sentencias de primera y segunda instancia
parece suficiente elemento disuasorio de los recursos temerarios o de intención simplemente
dilatoria.
El sistema de recursos extraordinarios se completa confiando en todo caso las
cuestiones procesales a las Salas de lo Civil de los Tribunales Superiores de Justicia. La
separación entre el recurso de casación y el recurso extraordinario dedicado a las
infracciones procesales ha de contribuir, sin duda, a la seriedad con que éstas se aleguen.
Además, este recurso extraordinario por infracción procesal amplía e intensifica la tutela
judicial ordinaria de los derechos fundamentales de índole procesal, cuyas pretendidas
violaciones generan desde hace más de una década gran parte de los litigios.
Nada tiene de heterodoxo, ni orgánica ni procesalmente y menos aún, si cabe,
constitucionalmente, cuando ya se han consumido dos instancias, circunscribir con rigor
lógico el recurso extraordinario de casación y exigir a quien esté convencido de haberse
visto perjudicado por graves infracciones procesales que no pretenda, simultáneamente, la
revisión de infracciones de Derecho sustantivo.
Si se está persuadido de que se ha producido una grave infracción procesal, que
reclama reposición de las actuaciones al estado anterior a esa infracción, no cabe ver
imposición irracional en la norma que excluye pretender al mismo tiempo una nueva
sentencia, en vez de tal reposición de las actuaciones. Si el recurso por infracción procesal
es estimado, habrá de dictarse una nueva sentencia y si ésta incurriere en infracciones del
Derecho material o sustantivo, podrá recurrirse en casación la sentencia, como en el
régimen anterior a esta Ley.
Verdad es que, en comparación con el tratamiento dispensado a los limitados tipos de
asuntos accesibles a la casación según la Ley de 1881 y sus numerosas reformas, en el
recurso de casación de esta Ley no cabrá ya pretender la anulación de la sentencia recurrida
con reenvío a la instancia y, a la vez, subsidiariamente, la sustitución de la sentencia de
instancia por no ser conforme al Derecho sustantivo. Pero, además de que esta nueva Ley
contiene mejores instrumentos para la corrección procesal de las actuaciones, se ha
considerado más conforme con las necesidades sociales, con el conjunto de los institutos
jurídicos de nuestro Ordenamiento y con el origen mismo del instituto casacional, que una
razonable configuración de la carga competencial del Tribunal Supremo se lleve a cabo
concentrando su actividad en lo sustantivo.
No cabe olvidar, por lo demás, que, conforme a la Ley de 1881, si se interponía un
recurso de casación que adujese, a la vez, quebrantamiento de forma e infracciones
relativas a la sentencia, se examinaba y decidía primero acerca del pretendido
quebrantamiento de forma y si el recurso se estimaba por este concepto, los autos eran
reenviados al Tribunal de instancia, para que dictara nueva sentencia, que, a su vez, podría
ser, o no, objeto de nuevo recurso de casación, por "infracción de ley", por quebrantamiento
– 280 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
de las formas esenciales del juicio" o por ambos conceptos. Nada sustancialmente distinto,
con mecanismos nuevos para acelerar los trámites, se prevé en esta Ley para el caso de
que, respecto de la misma sentencia, distintos litigantes opten, cada uno de ellos, por un
distinto recurso extraordinario.
El régimen de recursos extraordinarios establecido en la presente Ley quizá es, en el
único punto de la opción entre casación y recurso extraordinario por infracción procesal,
menos "generoso" que la casación anterior con los litigantes vencidos y con sus
Procuradores y Abogados, pero no es menos "generoso" con el conjunto de los justiciables
y, como se acaba de apuntar, la opción por una casación circunscrita a lo sustantivo se ha
asumido teniendo en cuenta el conjunto de los institutos jurídicos de tutela previstos en
nuestro ordenamiento.
No puede desdeñarse, en efecto, la consideración de que, al amparo del artículo 24 de la
Constitución, tienen cabida legal recursos de amparo -la gran mayoría de ellos- sobre
muchas cuestiones procesales. Esas cuestiones procesales son, a la vez, "garantías
constitucionales" desde el punto de vista del artículo 123 de la Constitución. Y como quiera
que, a la vista de los artículos 161.1, letra b) y 53.2 del mismo texto constitucional, parece
constitucionalmente inviable sustraer al Tribunal Constitucional todas las materias incluidas
en el artículo 24 de nuestra norma fundamental, a la doctrina del Tribunal Constitucional hay
que atenerse. Hay, pues, según nuestra norma fundamental, una instancia única y suprema
de interpretación normativa en muchas materias procesales. Para otras, como se verá, se
remodela por completo el denominado recurso en interés de la ley.
Los recursos de amparo por invocación del artículo 24 de la Constitución han podido
alargar mucho, hasta ahora, el horizonte temporal de una sentencia irrevocable, ya
excesivamente prolongado en la jurisdicción ordinaria según la Ley de 1881 y sus
posteriores reformas. Pues bien: esos recursos de amparo fundados en violaciones del
artículo 24 de la Constitución dejan de ser procedentes si no se intentó en cada caso el
recurso extraordinario por infracción procesal.
Por otro lado, con este régimen de recursos extraordinarios, se reducen
considerablemente las posibilidades de fricción o choque entre el Tribunal Supremo y el
Tribunal Constitucional. Este deslindamiento no es un principio inspirador del sistema de
recursos extraordinarios, pero sí un criterio en absoluto desdeñable, con un efecto
beneficioso. Porque el respetuoso acatamiento de la salvedad en favor del Tribunal
Constitucional en lo relativo a "garantías constitucionales" puede ser y es conveniente que
se armonice con la posición del Tribunal Supremo, una posición general de superioridad que
el artículo 123 de la Constitución atribuye al alto Tribunal Supremo con la misma claridad e
igual énfasis que la referida salvedad.
El recurso de casación ante el Tribunal Supremo puede plantearse, en resumen, con
estos dos objetos:
1.º las sentencias que dicten las Audiencias Provinciales en materia de derechos
fundamentales, excepto los que reconoce el artículo 24 de la Constitución, cuando infrinjan
normas del ordenamiento jurídico aplicables para resolver las cuestiones objeto del proceso;
2.º las sentencias dictadas en segunda instancia por las Audiencias Provinciales, siempre
que incurran en similar infracción de normas sustantivas y, además, el recurso presente un
interés trascendente a la tutela de los derechos e intereses legítimos de unos concretos
justiciables, establecido en la forma que ha quedado dicha.
Puesto que los asuntos civiles en materia de derechos fundamentales pueden ser
llevados en todo caso al Tribunal Constitucional, cabría entender que está de más su acceso
a la casación ante el Tribunal Supremo. Siendo éste un criterio digno de atenta
consideración, la Ley ha optado, como se acaba de decir, por una disposición contraria.
Las razones de esta opción son varias y diversas. De una parte, los referidos asuntos no
constituyen una grave carga de trabajo jurisdiccional. Por otra, desde el momento
constituyente mismo se estimó conveniente establecer la posibilidad del recurso casacional
en esa materia, sin que se hayan manifestado discrepancias ni reticencias sobre este
designio, coherente, no sólo con el propósito de esta Ley en el sentido de no excluir de la
casación ninguna materia civil -y lo son, desde luego, los derechos inherentes a la
personalidad, máximamente constitucionalizados-, sino también con la idea de que el
Tribunal Supremo es también, de muy distintos modos, Juez de la Constitución, al igual que
– 281 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
XV
Por último, como pieza de cierre y respecto de cuestiones procesales no atribuidas al
Tribunal Constitucional, se mantiene el recurso en interés de la ley ante la Sala de lo Civil del
Tribunal Supremo, un recurso concebido para la deseable unidad jurisprudencial, pero
configurado de manera muy distinta que el actual, para los casos de sentencias firmes
divergentes de las Salas de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia.
Están legitimados para promover esta actividad, no sólo el Ministerio Fiscal, sino el
Defensor del Pueblo y las personas jurídicas de Derecho público que acrediten interés
legítimo en la existencia de doctrina jurisprudencial sobre la cuestión o cuestiones
procesales que en el recurso se susciten. No se trata, es cierto, de un recurso en sentido
propio, pues la sentencia que se dicte no revocará otra sentencia no firme (ni rescindirá la
firme), pero se opta por mantener esta denominación, en aras de lo que resulta, por los
precedentes, más expresivo y comunicativo.
Merced al recurso en interés de la ley, además de completarse las posibilidades de crear
doctrina jurisprudencial singularmente autorizada, por proceder del Tribunal Supremo, no
quedan las materias procesales excluidas del quehacer del alto tribunal, mientras no se
produzca colisión con el recurso de amparo que corresponde al Tribunal Constitucional. Por
el contrario, la competencia, el esfuerzo y el interés de los legitimados garantizan que el
Tribunal Supremo, constitucionalmente superior en todos los órdenes, pero no llamado por
nuestra Constitución a conocer de todo tipo de asuntos, como es obvio, habrá de seguir
ocupándose de cuestiones procesales de importancia.
Entre las sentencias que dicte el Tribunal Supremo en virtud de este instrumento y las
sentencias pronunciadas por el Tribunal Constitucional en su ámbito propio, no faltará una
doctrina jurisprudencial que sirva de guía para la aplicación e interpretación de las normas
procesales en términos de seguridad jurídica e igualdad, compatibles y armónicos con la
libertad de enjuiciamiento propia de nuestro sistema y con la oportuna evolución de la
jurisprudencia.
En este punto, y para terminar lo relativo a los recursos extraordinarios, parece oportuno
recordar que, precisamente en nuestro sistema jurídico, la jurisprudencia o el precedente
goza de relevancia práctica por su autoridad y fuerza ejemplar, pero no por su fuerza
vinculante. Esa autoridad, nacida de la calidad de la decisión, de su justificación y de la
cuidadosa expresión de ésta, se está revelando también la más importante en los sistemas
jurídicos del llamado "case law". Y ha sido y seguirá siendo la única atribuible, más allá del
caso concreto, a las sentencias dictadas en casación.
Por todo esto, menospreciar las resoluciones del Tribunal Supremo en cuanto carezcan
de eficacia directa sobre otras sentencias o sobre los derechos de determinados sujetos
jurídicos no sería ni coherente con el valor siempre atribuido en nuestro ordenamiento a la
doctrina jurisprudencial ni acorde con los más rigurosos estudios iuscomparatísticos y con
las modernas tendencias, antes ya aludidas, sobre el papel de los órganos jurisdiccionales
situados en el vértice o cúspide de la Administración de Justicia.
XVI
La regulación de la ejecución provisional es, tal vez, una de las principales innovaciones
de este texto legal. La nueva Ley de Enjuiciamiento Civil representa una decidida opción por
– 282 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 283 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
XVII
En cuanto a la ejecución forzosa propiamente dicha, esta Ley, a diferencia de la de 1881,
presenta una regulación unitaria, clara y completa. Se diseña un proceso de ejecución
idóneo para cuanto puede considerarse genuino título ejecutivo, sea judicial o contractual o
se trate de una ejecución forzosa común o de garantía hipotecaria, a la que se dedica una
especial atención. Pero esta sustancial unidad de la ejecución forzosa no debe impedir las
particularidades que, en no pocos puntos, son enteramente lógicas. Así, en la oposición a la
ejecución, las especialidades razonables en función del carácter judicial o no judicial del
título o las que resultan necesarias cuando la ejecución se dirige exclusivamente contra
bienes hipotecados o pignorados.
Ningún régimen legal de ejecución forzosa puede evitar ni compensar la morosidad
crediticia, obviamente previa al proceso, ni pretender que todos los acreedores verán
siempre satisfechos todos sus créditos. La presente Ley no pretende contener una nueva
fórmula en esa línea de utopía. Pero sí contiene un conjunto de normas que, por un lado,
protegen mucho más enérgicamente que hasta ahora al acreedor cuyo derecho presente
suficiente constancia jurídica y, por otro, regulan situaciones y problemas que hasta ahora
apenas se tomaban en consideración o, simplemente, se ignoraban legalmente.
La Ley regula con detalle lo relativo a las partes y sujetos intervinientes en la ejecución,
así como la competencia, los recursos y actos de impugnación de resoluciones y
– 284 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 285 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 286 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
instancia y sin que el nuevo régimen de ejecución provisional pueda constituir, en cuanto a la
ejecución pendiente, una respuesta adecuada al referido problema.
En cuanto a la tercería de mejor derecho o de preferencia, se mantiene en esta Ley, pero
con importantes innovaciones, como son la previsión del allanamiento del ejecutante o de su
desistimiento de la ejecución, así como la participación del tercerista en los costes
económicos de una ejecución forzosa no promovida por él. Por otra parte, a diferencia de la
tercería de dominio, en la de mejor derecho es necesaria una sentencia del tribunal con
fuerza definitoria del crédito y de su preferencia, aunque esta sentencia no prejuzgue otras
acciones.
No son pocos los cambios y, sobre todo, el orden y previsión que esta Ley introduce en
el procedimiento de apremio o fase de realización, previo avalúo, de los bienes afectados a
la ejecución, según su diferente naturaleza. Además de colmar numerosas lagunas, se
establece una única subasta, con disposiciones encaminadas a lograr, dentro de lo posible
según las reglas del mercado, un resultado más satisfactorio para el deudor ejecutante,
procurando, además, reducir el coste económico.
Con independencia de las mejoras introducidas en la regulación de la subasta, la Ley
abre camino a vías de enajenación forzosa alternativas que, en determinadas circunstancias,
permitirán agilizar la realización y mejorar su rendimiento. Así, se regulan los convenios de
realización entre ejecutante y ejecutado y la posibilidad de que, a instancia del ejecutante o
con su conformidad, el Juez acuerde que el bien se enajene por persona o entidad
especializada, al margen, por tanto, de la subasta judicial.
La convocatoria de la subasta, especialmente cuando de inmuebles se trate, se regula
de manera que resulte más indicativa del valor del bien. La enajenación en subasta de
bienes inmuebles recibe la singular atención legislativa que merece, con especial cuidado
sobre los aspectos registrales y la protección de terceros. En relación con la subsistencia y
cancelación de cargas se ha optado por mantener el sistema de subsistencia de las cargas
anteriores al gravamen que se ejecuta y cancelación de las cargas posteriores, sistema que
se complementa deduciendo del avalúo el importe de las cargas subsistentes para
determinar el valor por el que los inmuebles han de salir a subasta. Esta solución presenta la
ventaja de que asegura que las cantidades que se ofrezcan en la subasta, por pequeñas que
sean, van a redundar siempre en beneficio de la ejecución pendiente, lo que no se
conseguiría siempre con la tradicional liquidación de cargas.
Otra importante novedad en materia de enajenación forzosa de inmuebles se refiere al
régimen de audiencia y eventual desalojo de los ocupantes de los inmuebles enajenados en
un proceso de ejecución. Nada preveía al respecto la Ley de 1881, que obligaba a los
postores, bien a realizar costosas averiguaciones por su cuenta, bien a formular sus ofertas
en condiciones de absoluta incertidumbre sobre si encontrarían ocupantes o no; sobre si los
eventuales ocupantes tendrían derecho o no a mantener su situación y, en fin, sobre si, aun
no teniendo los ocupantes derecho a conservar la posesión de la finca, sería necesario o no
acudir a un quizá largo y costoso proceso declarativo para lograr el desalojo. Todo esto,
como es natural, no contribuía precisamente a hacer atractivo ni económicamente eficiente
el mercado de las subastas judiciales.
La presente Ley sale al paso del problema de los ocupantes procurando, primero, que en
el proceso de ejecución se pueda tener noticia de su existencia. A esta finalidad se orienta la
previsión de que, en la relación de bienes que ha de presentar el ejecutado, se indique,
respecto de los inmuebles, si están ocupados y, en su caso, por quién y con qué título. Por
otro lado, se dispone que se comunique la existencia de la ejecución a los ocupantes de que
se tenga noticia a través de la manifestación de bienes del ejecutado o de cualquier otro
modo, concediéndoles un plazo de diez días para presentar al tribunal de la ejecución los
títulos que justifiquen su situación. Además, se ordena que en el anuncio de la subasta se
exprese, con el posible detalle, la situación posesoria del inmueble, para que los eventuales
postores puedan evaluar las dificultades que encontraría un eventual desalojo.
Finalmente, se regula un breve incidente, dentro de la ejecución, que permite desalojar
inmediatamente a quienes puedan ser considerados ocupantes de mero hecho o sin título
suficiente. Sólo el desalojo de los ocupantes que hayan justificado tener un título que pueda
ser suficiente para mantener la posesión, requerirá acudir al proceso declarativo que
– 287 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
corresponda. De esta forma, la Ley da una respuesta prudente y equilibrada al problema que
plantean los ocupantes.
También se regula con mayor realismo la administración para pago, que adquiere
autonomía respecto de la realización mediante enajenación forzosa. En conjunto, los
preceptos de este capítulo IV del Libro III de la Ley aprovechan la gran experiencia
acumulada a lo largo de años en que, a falta muchas veces de normas precisas, se han ido
poniendo de relieve diversos problemas reales y se han buscado soluciones y formulado
propuestas con buen sentido jurídico.
La Ley dedica un capítulo especial a las particularidades de la ejecución sobre bienes
hipotecados o pignorados. En este punto, se mantiene, en lo sustancial, el régimen
precedente de la ejecución hipotecaria, caracterizado por la drástica limitación de las causas
de oposición del deudor a la ejecución y de los supuestos de suspensión de ésta. El Tribunal
Constitucional ha declarado reiteradamente que este régimen no vulnera la Constitución e
introducir cambios sustanciales en el mismo podría alterar gravemente el mercado del
crédito hipotecario, lo que no parece en absoluto aconsejable.
La nueva regulación de la ejecución sobre bienes hipotecados o pignorados supone un
avance respecto de la situación precedente ya que, en primer lugar, se trae a la Ley de
Enjuiciamiento Civil la regulación de los procesos de ejecución de créditos garantizados con
hipoteca, lo que refuerza el carácter propiamente jurisdiccional de estas ejecuciones, que ha
sido discutido en ocasiones; en segundo término, se regulan de manera unitaria las
ejecuciones de créditos con garantía real, eliminando la multiplicidad de regulaciones
existente en la actualidad; y, finalmente, se ordenan de manera más adecuada las actuales
causas de suspensión de la ejecución, distinguiendo las que constituyen verdaderos
supuestos de oposición a la ejecución (extinción de la garantía hipotecaria o del crédito y
disconformidad con el saldo reclamado por el acreedor), de los supuestos de tercería de
dominio y prejudicialidad penal, aunque manteniendo, en todos los casos, el carácter
restrictivo de la suspensión del procedimiento.
Mención especial ha de hacerse del cambio relativo a la ejecución no dineraria. Era
preciso, sin duda, modificar un regulación claramente superada desde muy distintos puntos
de vista. Esta Ley introduce los requerimientos y multas coercitivas dirigidas al cumplimiento
de los deberes de hacer y no hacer y se aparta así considerablemente de la inmediata
inclinación a la indemnización pecuniaria manifestada en la Ley de 1881. Sin embargo, se
evitan las constricciones excesivas, buscando el equilibrio entre el interés y la justicia de la
ejecución en sus propios términos, por un lado y, por otro, el respeto a la voluntad y el
realismo de no empeñarse en lograr coactivamente prestaciones a las que son inherentes
los rasgos personales del cumplimiento voluntario.
XVIII
En cuanto a las medidas cautelares, esta Ley las regula en un conjunto unitario de
preceptos, del que sólo se excluyen, por las razones que más adelante se dirán, los relativos
a las medidas específicas de algunos procesos civiles especiales. Se supera así una
lamentable situación, caracterizada por escasas e insuficientes normas, dispersas en la Ley
de 1881 y en otros muchos cuerpos legales.
El referido conjunto de preceptos no es, empero, el resultado de agrupar la regulación de
las medidas cautelares que pudieran considerarse "clásicas", estableciendo sus
presupuestos y su procedimiento. Esta Ley ha optado por sentar con claridad las
características generales de las medidas que pueden ser precisas para evitar que se frustre
la efectividad de una futura sentencia, perfilando unos presupuestos y requisitos igualmente
generales, de modo que resulte un régimen abierto de medidas cautelares y no un sistema
de número limitado o cerrado. Pero la generalidad y la amplitud no son vaguedad,
inconcreción o imprudencia. La Ley se apoya en doctrina y jurisprudencia sólidas y de
general aceptación.
El "fumus boni iuris" o apariencia de buen derecho, el peligro de la mora procesal y la
prestación de caución son, desde luego, factores fundamentales imprescindibles para la
adopción de medidas cautelares. La instrumentalidad de las medidas cautelares respecto de
la sentencia que pueda otorgar una concreta tutela y, por tanto, la accesoriedad y
provisionalidad de las medidas se garantizan suficientemente con normas adecuadas. Se
– 288 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
procura, con disposiciones concretas, que las medidas cautelares no se busquen por sí
mismas, como fin exclusivo o primordial de la actividad procesal. Pero ha de señalarse que
se establece su régimen de modo que los justiciables dispongan de medidas más enérgicas
que las que hasta ahora podían pedir. Se trata de que las medidas resulten en verdad
eficaces para lograr, no sólo que la sentencia de condena pueda ejecutarse de alguna
manera, sino para evitar que sea ilusoria, en sus propios términos.
Aunque necesarias para conjurar el "periculum in mora", las medidas cautelares no dejan
de entrañar, como es sabido, otros peligros y riesgos. De modo que es preciso también
regular cuidadosamente, y así se ha pretendido en esta Ley, la oposición a las medidas
cautelares, su razonable sustitución, revisión y modificación y las posibles contracautelas o
medidas que neutralicen o enerven las cautelares, haciéndolas innecesarias o menos
gravosas.
Las medidas cautelares pueden solicitarse antes de comenzar el proceso, junto con la
demanda o pendiente ya el litigio. Como regla, no se adoptan sin previa contradicción, pero
se prevé que, en casos justificados, puedan acordarse sin oír al sujeto pasivo de la medida
que se pretende. En dichos casos, se establece una oposición inmediatamente posterior. En
la audiencia previa o en la oposición, pero también más tarde, puede entrar en juego la
contracautela que sustituya la medida cautelar que se pretende o que ya se haya acordado.
Frente a alguna posición partidaria de atribuir el conocimiento y resolución acerca de las
medidas cautelares a un órgano jurisdiccional distinto del competente para el proceso
principal, la Ley opta por no separar la competencia, sin perjuicio de que no implique
sumisión, respecto del proceso, la actuación de la parte pasiva en el procedimiento relativo a
medidas solicitadas antes de la interposición de la demanda.
Esta opción no desconoce el riesgo de que la decisión sobre las medidas cautelares,
antes de la demanda o ya en el seno del proceso, genere algunos prejuicios o impresiones
en favor o en contra de la posición de una parte, que puedan influir en la sentencia. Pero,
además de que ese riesgo existe también al margen de las medidas cautelares, pues el
prejuicio podría generarse en la audiencia previa al juicio o tras la lectura de demanda y
contestación, esta Ley se funda en una doble consideración.
Considera la Ley, por un lado, que todos los Jueces y Magistrados están en condiciones
de superar impresiones provisionales para ir atendiendo imparcialmente a las sucesivas
pretensiones de las partes y para atenerse, en definitiva, a los hechos probados y al Derecho
que haya de aplicarse.
Y, por otra, no se pierde de vista que las medidas cautelares han de guardar siempre
relación con lo que se pretende en el proceso principal e incluso con vicisitudes y
circunstancias que pueden variar durante su pendencia, de suerte que es el órgano
competente para dicho proceso quien se encuentra en la situación más idónea para resolver,
en especial si se tiene en cuenta la posibilidad de alzamiento y modificación de las medidas
o de su sustitución por una equitativa contracautela. Todo esto, sin contar con la menor
complejidad procedimental que comporta no separar la competencia.
XIX
La Ley establece los procesos especiales imprescindibles.
En primer lugar, los que, con inequívocas e indiscutibles particularidades, han de servir
de cauce a los litigios en asuntos de capacidad, filiación y matrimoniales. Se trae así a la Ley
procesal común, terminando con una situación deplorable, lo que en ella debe estar, pero
que hasta ahora se ha debido rastrear o incluso deducir de disposiciones superlativamente
dispersas, oscuras y problemáticas.
En segundo lugar, los procesos de división judicial de patrimonios, rúbrica bajo la que se
regulan la división judicial de la herencia y el nuevo procedimiento para la liquidación del
régimen económico matrimonial, que permitirán solventar cuestiones de esa índole que no
se hayan querido o podido resolver sin contienda judicial. Y, por último, dos procesos en
cierto modo más novedosos que los anteriores: el juicio monitorio y el proceso cambiario.
Por lo que respecta a los procesos en que no rige el principio dispositivo o debe ser
matizada su influencia en razón de un indiscutible interés público inherente al objeto
procesal, la Ley no se limita a codificar, sino que, con pleno respeto a las reglas sustantivas,
de las que el proceso ha de ser instrumental, diseña procedimientos sencillos y presta
– 289 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
singular atención a los problemas reales mostrados por la experiencia. Destacables resultan
las medidas cautelares específicas que se prevén y que, en aras de las ventajas prácticas de
una regulación procesal agrupada y completa sobre estas materias, se insertan en estos
procesos especiales, en vez de llevarlas, conforme a criterios sistemáticos tal vez
teóricamente más perfectos, a la regulación general de tales medidas.
Para la división judicial de la herencia diseña la Ley un procedimiento mucho más simple
y menos costoso que el juicio de testamentaría de la Ley de 1881. Junto a este
procedimiento, se regula otro específicamente concebido para servir de cauce a la
liquidación judicial del régimen económico matrimonial, con el que se da respuesta a la
imperiosa necesidad de una regulación procesal clara en esta materia que se ha puesto
reiteradamente de manifiesto durante la vigencia de la legislación precedente.
En cuanto al proceso monitorio, la Ley confía en que, por los cauces de este
procedimiento, eficaces en varios países, tenga protección rápida y eficaz el crédito dinerario
líquido de muchos justiciables y, en especial, de profesionales y empresarios medianos y
pequeños.
En síntesis, este procedimiento se inicia mediante solicitud, para la que pueden
emplearse impresos o formularios, dirigida al Juzgado de Primera Instancia del domicilio del
deudor, sin necesidad de intervención de procurador y abogado. Punto clave de este
proceso es que con la solicitud se aporten documentos de los que resulte una base de
buena apariencia jurídica de la deuda. La ley establece casos generales y otros concretos o
típicos. Es de señalar que la eficacia de los documentos en el proceso monitorio se
complementa armónicamente con el reforzamiento de la eficacia de los genuinos títulos
ejecutivos extrajudiciales.
Si se trata de los documentos que la ley misma considera base de aquella apariencia o si
el tribunal así lo entiende, quien aparezca como deudor es inmediatamente colocado ante la
opción de pagar o "dar razones", de suerte que si el deudor no comparece o no se opone,
está suficientemente justificado despachar ejecución, como se dispone. En cambio, si se
"dan razones", es decir, si el deudor se opone, su discrepancia con el acreedor se sustancia
por los cauces procesales del juicio que corresponda según la cuantía de la deuda
reclamada. Este juicio es entendido como proceso ordinario y plenario y encaminado, por
tanto, a finalizar, en principio, mediante sentencia con fuerza de cosa juzgada.
Si el deudor no comparece o no se opone, se despacha ejecución según lo dispuesto
para las sentencias judiciales. En el seno de esta ejecución forzosa cabe la limitada
oposición prevista en su lugar, pero con la particularidad de que se cierra el paso a un
proceso ordinario en que se reclame la misma deuda o la devolución de lo que pudiera
obtenerse en la ejecución derivada del monitorio. Este cierre de las posibilidades de litigar es
conforme y coherente con la doble oportunidad de defensa que al deudor le asiste y resulta
necesario para dotar de eficacia al procedimiento monitorio.
Conviene advertir, por último, en cuanto al proceso monitorio, que la Ley no desconoce
la realidad de las regulaciones de otros países, en las que este cauce singular no está
limitado por razón de la cuantía. Pero se ha considerado más prudente, al introducir este
instrumento de tutela jurisdiccional en nuestro sistema procesal civil, limitar la cuantía a una
cifra razonable, que permite la tramitación de reclamaciones dinerarias no excesivamente
elevadas, aunque superiores al límite cuantitativo establecido para el juicio verbal.
El juicio cambiario, por su parte, no es sino el cauce procesal que merecen los créditos
documentados en letras de cambio, cheques y pagarés. Se trata de una protección
jurisdiccional singular, instrumental de lo dispuesto en la ley especial sobre esos
instrumentos del tráfico jurídico. La eficaz protección del crédito cambiario queda asegurada
por el inmediato embargo preventivo, que se convierte automáticamente en ejecutivo si el
deudor no formula oposición o si ésta es desestimada. Fuera de los casos de estimación de
la oposición, el embargo preventivo sólo puede alzarse ante la alegación fundada de
falsedad de la firma o de falta absoluta de representación, configurándose así, en esta Ley,
un sistema de tutela jurisdiccional del crédito cambiario de eficacia estrictamente equivalente
al de la legislación derogada.
– 290 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
XX
Mediante las disposiciones adicionales segunda y tercera se pretende, por un lado,
hacer posibles las actualizaciones y adaptaciones de cuantía que en el futuro sean
convenientes, entre las cuales la determinada por la plena implantación del euro y, por otra
parte, la efectiva disposición de nuevos medios materiales para la constancia de vistas,
audiencias y comparecencias.
En cuanto a la disposición adicional segunda, el mantenimiento de la cuantía en pesetas
junto a la cuantía en euros, en ciertos casos, obedece al propósito de facilitar la
determinación del procedimiento que se ha de seguir en primera instancia y la posibilidad de
acceso a algunos recursos, evitando tener que convertir a moneda europea las cuantías que
consten en documentos y registros, quizá largamente ajenas a dicha moneda, en que haya
de fundarse la cuantificación.
Las disposiciones transitorias prevén, conforme a criterios racionales de fácil
comprensión y aplicación, los problemas que se pueden suscitar en cuanto a los procesos
pendientes al tiempo de entrar en vigor la Ley, tras la vacación de un año prevista en la
correspondiente disposición final. El criterio general, que se va aplicando a los distintos
casos, es el de la más rápida efectividad de la nueva Ley.
La disposición derogatoria contiene gran número de normas, a consecuencia de la
misma naturaleza de esta Ley y de su empeño por evitar la simple cláusula derogatoria
general, conforme a lo dispuesto en el apartado segundo del artículo 2 del Código Civil. El
fácil expediente de la mera cláusula general no sólo es reprochable desde el punto de vista
de la técnica jurídica y, en concreto, de la legislativa, sino que genera con frecuencia graves
problemas.
En su primer apartado, la disposición derogatoria se refiere, en primer lugar, a la misma
Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881, con necesarias excepciones temporales a la derogación
general, en razón de futuras Leyes reguladoras de la materia concursal, de la jurisdicción
voluntaria y de la cooperación jurídica internacional en materia civil.
Además, se derogan preceptos procesales hasta ahora de una veintena de leyes
distintas, así como, entre otros, el Decreto de 21 de noviembre de 1952, sobre normas
procesales de Justicia Municipal, y el Decreto-Ley sobre embargo de empresas, de 20 de
octubre de 1969. En numerosas ocasiones, esos preceptos son sustituidos por normas
nuevas en la presente Ley. Otras veces, se integran en ella. Y, en ciertos casos, son
modificados por medio de disposiciones finales, de diversa índole, a las que enseguida se
hará referencia.
En lo que afecta al Código Civil, ha de destacarse que, si bien se suprimen las normas
relativas a los medios de prueba, se mantienen aquellos preceptos relativos a los
documentos que pueden tener relevancia, y no pequeña, en el tráfico jurídico. Algunos de
esos preceptos que permanecen mencionan expresamente la prueba, pero, además de no
ser contradictorios, sino armónicos, con los de esta Ley, ha de entenderse que tratan de la
certeza y eficacia extrajudiciales. La raigambre de dichas normas ha aconsejado no
derogarlas, sin perjuicio de la posibilidad de que, en el futuro, sean perfeccionadas.
En cuanto a las disposiciones finales, algunas se limitan a poner en consonancia las
remisiones de leyes especiales a la Ley de Enjuiciamiento Civil. Otras, en cambio, modifican
la redacción de ciertos preceptos en razón de las innovaciones contenidas en esta Ley. Tal
es el caso, por ejemplo, de ciertos apartados del artículo 15 y de la disposición adicional
primera de la Ley de Venta a Plazos de Bienes Muebles. Introducido en nuestro
ordenamiento el proceso monitorio y contempladas expresamente en la ley las deudas por
plazos impagados contra lo previsto en los contratos regulados en dicha ley, parece obligado
que la virtualidad consistente en llevar aparejada ejecución, atribuida a ciertos títulos, haya
de acomodarse a lo dispuesto para ésta.
La modificación del artículo 11 de la Ley de Arbitraje viene exigida por el cambio en el
tratamiento procesal de la jurisdicción que la presente Ley opera. Pero, además, ha de
contribuir a reforzar la eficacia de la institución arbitral, pues será posible, en adelante, que la
sumisión a árbitros se haga valer dentro del proceso judicial de modo que el tribunal se
abstenga de conocer al comienzo, y no al final, de dicho proceso, como ocurría a
consecuencia de configurar como excepción dilatoria la alegación de compromiso.
– 291 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
TÍTULO PRELIMINAR
De las normas procesales y su aplicación
LIBRO I
De las disposiciones generales relativas a los juicios civiles
TÍTULO I
De la comparecencia y actuación en juicio
– 292 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO I
De la capacidad para ser parte, la capacidad procesal y la legitimación
– 293 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 294 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO II
De la pluralidad de partes
Artículo 12. Litisconsorcio.
1. Podrán comparecer en juicio varias personas, como demandantes o como
demandados, cuando las acciones que se ejerciten provengan de un mismo título o causa de
pedir.
2. Cuando por razón de lo que sea objeto del juicio la tutela jurisdiccional solicitada sólo
pueda hacerse efectiva frente a varios sujetos conjuntamente considerados, todos ellos
habrán de ser demandados, como litisconsortes, salvo que la ley disponga expresamente
otra cosa.
– 295 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
5.ª Caso de que en la sentencia resultase absuelto el tercero, las costas se podrán
imponer a quien solicitó su intervención con arreglo a los criterios generales del artículo 394
de esta ley.
– 296 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO III
De la sucesión procesal
– 297 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO IV
Del poder de disposición de las partes sobre el proceso y sobre sus
pretensiones
Artículo 21. Allanamiento.
1. Cuando el demandado se allane a todas las pretensiones del actor, el tribunal dictará
sentencia condenatoria de acuerdo con lo solicitado por éste, pero si el allanamiento se
hiciera en fraude de ley o supusiera renuncia contra el interés general o perjuicio de tercero,
se dictará auto rechazándolo y seguirá el proceso adelante.
2. Cuando se trate de un allanamiento parcial el tribunal, a instancia del demandante,
podrá dictar de inmediato auto acogiendo las pretensiones que hayan sido objeto de dicho
allanamiento. Para ello será necesario que, por la naturaleza de dichas pretensiones, sea
posible un pronunciamiento separado que no prejuzgue las restantes cuestiones no
allanadas, respecto de las cuales continuará el proceso. Este auto será ejecutable conforme
a lo establecido en los artículos 517 y siguientes de esta Ley.
3. Si el allanamiento resultase del compromiso con efectos de transacción previsto en el
apartado 3 del artículo 437 para los juicios de desahucio por falta de pago de rentas o
cantidades debidas, o por expiración legal o contractual del plazo, la resolución que
– 298 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO V
De la representación procesal y la defensa técnica
– 299 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 300 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 301 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
1.º Por la revocación expresa o tácita del poder, luego que conste en los autos. Se
entenderá revocado tácitamente el poder por el nombramiento posterior de otro procurador
que se haya personado en el asunto.
Si, en este último caso, el procurador que viniere actuando en el juicio suscitare cuestión
sobre la efectiva existencia o sobre la validez de la representación que se atribuya el que
pretenda sustituirle, previa audiencia de la persona o personas que aparezcan como
otorgantes de los respectivos poderes, se resolverá la cuestión por medio de decreto.
2.º Por renuncia voluntaria o por cesar en la profesión o ser sancionado con la
suspensión en su ejercicio. En los dos primeros casos, estará el procurador obligado a poner
el hecho, con anticipación y de modo fehaciente, en conocimiento de su poderdante y del
Tribunal. En caso de suspensión, el Colegio de Procuradores correspondiente lo hará saber
al Tribunal.
Mientras no acredite en los autos la renuncia o la cesación y se le tenga por renunciante
o cesante, no podrá el procurador abandonar la representación de su poderdante, en la que
habrá de continuar hasta que éste provea a la designación de otro dentro del plazo de diez
días.
Transcurridos éstos sin que se haya designado nuevo procurador, el Secretario judicial
dictará resolución en la que tendrá a aquél por definitivamente apartado de la representación
que venía ostentando.
3.º Por fallecimiento del poderdante o del procurador.
En el primer caso, estará el procurador obligado a poner el hecho en conocimiento del
Tribunal, acreditando en forma el fallecimiento y, si no presentare nuevo poder de los
herederos o causahabientes del finado, se estará a lo dispuesto en el artículo 16.
Cuando fallezca el procurador, el Secretario judicial hará saber al poderdante la
defunción, a fin de que proceda a la designación de nuevo procurador en el plazo de diez
días.
4.º Por separarse el poderdante de la pretensión o de la oposición que hubiere formulado
y, en todo caso, por haber terminado el asunto o haberse realizado el acto para el que se
hubiere otorgado el poder.
2. Cuando el poder haya sido otorgado por el representante legal de una persona
jurídica, el administrador de una masa patrimonial o patrimonio separado, o la persona que,
conforme a la ley, actúe en juicio representando a un ente sin personalidad, los cambios en
la representación o administración de dichas personas jurídicas, masas patrimoniales o
patrimonios separados, o entes sin personalidad no extinguirán el poder del procurador ni
darán lugar a nueva personación.
– 302 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
gratuita. En este último caso, el tribunal podrá acordar la suspensión del proceso hasta que
se produzca el reconocimiento o denegación de dicho derecho o la designación provisional
de abogado y procurador.
3. La facultad de acudir al proceso con la asistencia de los profesionales a que se refiere
el apartado 1 de este artículo corresponderá también al demandado, cuando el actor no vaya
asistido por abogado o procurador. El demandado comunicará al tribunal su decisión en el
plazo de tres días desde que se le notifique la demanda, dándose cuenta al actor de tal
circunstancia. Si el demandante quisiere entonces valerse también de abogado y procurador,
lo comunicará al tribunal en los tres días siguientes a la recepción de la notificación, y, si
solicitare el reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica gratuita, se podrá acordar la
suspensión en los términos prevenidos en el apartado anterior.
4. En la notificación en que se comunique a una parte la intención de la parte contraria
de servirse de abogado y procurador, se le informará del derecho que les corresponde según
el artículo 6.3 de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, a fin de que puedan realizar la
solicitud correspondiente.
5. Cuando la intervención de abogado y procurador no sea preceptiva, de la eventual
condena en costas de la parte contraria a la que se hubiese servido de dichos profesionales
se excluirán los derechos y honorarios devengados por los mismos, salvo que el Tribunal
aprecie temeridad en la conducta del condenado en costas o que el domicilio de la parte
representada y defendida esté en lugar distinto a aquel en que se ha tramitado el juicio,
operando en este último caso las limitaciones a que se refiere el apartado 3 del artículo 394
de esta ley. También se excluirán, en todo caso, los derechos devengados por el procurador
como consecuencia de aquellas actuaciones de carácter meramente facultativo que hubieran
podido ser practicadas por las Oficinas judiciales.
– 303 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
TÍTULO II
De la jurisdicción y de la competencia
CAPÍTULO I
De la jurisdicción de los tribunales civiles y las cuestiones prejudiciales
– 304 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
2. Los tribunales civiles españoles se abstendrán de conocer de los asuntos que se les
sometan cuando concurra en ellos alguna de las circunstancias siguientes:
1.ª Cuando se haya formulado demanda o solicitado ejecución respecto de sujetos o
bienes que gocen de inmunidad de jurisdicción o de ejecución conforme a las normas del
Derecho Internacional Público.
2.ª Cuando, en virtud de un tratado o convenio internacional en el que España sea parte,
el asunto se encuentre atribuido con carácter exclusivo a la jurisdicción de otro Estado.
3.ª Cuando no comparezca el demandado emplazado en debida forma, en los casos en
que la competencia internacional de los tribunales españoles únicamente pudiera fundarse
en la sumisión tácita de las partes.
– 305 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
la que pudiere favorecer el documento renunciare a él. Hecha la renuncia, se ordenará por el
Secretario judicial que el documento sea separado de los autos.
6. Las suspensiones a que se refiere este artículo se alzarán por el Secretario judicial
cuando se acredite que el juicio criminal ha terminado o que se encuentra paralizado por
motivo que haya impedido su normal continuación.
7. Si la causa penal sobre falsedad de un documento obedeciere a denuncia o querella
de una de las partes y finalizare por resolución en que se declare ser auténtico el documento
o no haberse probado su falsedad, la parte a quien hubiere perjudicado la suspensión del
proceso civil podrá pedir en éste indemnización de daños y perjuicios, con arreglo a lo
dispuesto en los artículos 712 y siguientes.
CAPÍTULO II
De las reglas para determinar la competencia
– 306 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 307 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 51. Fuero general de las personas jurídicas y de los entes sin personalidad.
1. Salvo que la Ley disponga otra cosa, las personas jurídicas serán demandadas en el
lugar de su domicilio. También podrán ser demandadas en el lugar donde la situación o
relación jurídica a que se refiera el litigio haya nacido o deba surtir efectos, siempre que en
dicho lugar tengan establecimiento abierto al público o representante autorizado para actuar
en nombre de la entidad.
2. Los entes sin personalidad podrán ser demandados en el domicilio de sus gestores o
en cualquier lugar en que desarrollen su actividad.
– 308 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 309 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
17.º En los procesos contra las resoluciones y actos que dicte la Dirección General de
los Registros y del Notariado en materia de Registro Civil, a excepción de las solicitudes de
nacionalidad por residencia, será competente el Juzgado de Primera Instancia de la capital
de provincia del domicilio del recurrente.
Téngase en cuenta que el punto 17 entra en vigor el 22 de julio de 2014, según establece la
disposición final 10 de la Ley 20/2011, de 21 de julio. Ref. BOE-A-2011-12628.
2. Cuando las normas del apartado anterior de este artículo no fueren de aplicación a los
litigios en materia de seguros, ventas a plazos de bienes muebles corporales y contratos
destinados a su financiación, así como en materia de contratos de prestación de servicios o
relativos a bienes muebles cuya celebración hubiera sido precedida de oferta pública, será
competente el tribunal del domicilio del asegurado, comprador o prestatario o el del domicilio
de quien hubiere aceptado la oferta, respectivamente.
– 310 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 311 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO III
De la declinatoria
– 312 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO IV
De los recursos en materia de jurisdicción y competencia
CAPÍTULO V
Del reparto de los asuntos
– 313 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
TÍTULO III
De la acumulación de acciones y de procesos
CAPÍTULO I
De la acumulación de acciones
– 314 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
el plazo de cinco días, manteniendo las acciones cuya acumulación fuere posible.
Transcurrido el término sin que se produzca la subsanación, o si se mantuviera la
circunstancia de no acumulabilidad entre las acciones que se pretendieran mantener por el
actor, dará cuenta al Tribunal para que por el mismo se resuelva sobre la admisión de la
demanda.
CAPÍTULO II
De la acumulación de procesos
– 315 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
verbal que hubiere sido acumulado, a fin de que siga los trámites previstos para el juicio
ordinario.
2. Cuando los procesos estuvieren pendientes ante distintos tribunales, no cabrá su
acumulación si el tribunal del proceso más antiguo careciere de competencia objetiva por
razón de la materia o por razón de la cuantía para conocer del proceso o procesos que se
quieran acumular.
3. Tampoco procederá la acumulación cuando la competencia territorial del tribunal que
conozca del proceso más moderno tenga en la Ley carácter inderogable para las partes.
4. Para que sea admisible la acumulación de procesos será preciso que éstos se
encuentren en primera instancia, y que en ninguno de ellos haya finalizado el juicio a que se
refiere el artículo 433 de esta Ley.
– 316 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 317 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 318 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 319 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
TÍTULO IV
De la abstención y la recusación
CAPÍTULO I
De la abstención y recusación: disposiciones generales
– 320 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO II
De la abstención de Jueces, Magistrados, Secretarios Judiciales, Fiscales y del
personal al servicio de los tribunales civiles
– 321 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO III
De la recusación de Jueces y Magistrados
– 322 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 323 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO IV
De la recusación de los Secretarios Judiciales de los Tribunales civiles
– 324 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO V
De la recusación de los funcionarios pertenecientes a los Cuerpos de Gestión
Procesal y Administrativa, de Tramitación Procesal y Administrativa, y de
Auxilio Judicial
– 325 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO VI
De la recusación de los peritos
– 326 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
En caso de estimar la recusación, el perito recusado será sustituido por el suplente. Si,
por ser el suplente el recusado, no hubiere más peritos, se procederá conforme a lo
dispuesto en el artículo 342 de la presente Ley.
4. Contra la resolución que resuelva sobre la recusación del perito no cabrá recurso
alguno, sin perjuicio del derecho de las partes a plantear la cuestión en la instancia superior.
Artículo 128. Costas.
El régimen de condena en costas aplicable a la recusación de los peritos será el mismo
previsto para el incidente de recusación de Jueces y Magistrados.
TÍTULO V
De las actuaciones judiciales
CAPÍTULO I
Del lugar de las actuaciones judiciales
CAPÍTULO II
Del tiempo de las actuaciones judiciales
– 327 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
2. Se considerarán urgentes las actuaciones del tribunal cuya demora pueda causar
grave perjuicio a los interesados o a la buena administración de justicia, o provocar la
ineficacia de una resolución judicial.
3. Para las actuaciones urgentes a que se refiere el apartado anterior serán hábiles los
días del mes de agosto, sin necesidad de expresa habilitación. Tampoco será necesaria la
habilitación para proseguir en horas inhábiles, durante el tiempo indispensable, las
actuaciones urgentes que se hubieren iniciado en horas hábiles.
4. Contra las resoluciones de habilitación de días y horas inhábiles no se admitirá
recurso alguno.
– 328 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
correspondiente sello en el que se hará constar la Oficina judicial ante la que se presenta y
el día y hora de la presentación.
4. En todo caso, se dará a la parte recibo de los escritos y documentos que presenten
con expresión de la fecha y hora de presentación. También podrá hacerse constar la
recepción de escritos y documentos en copia simple presentada por la parte.
5. Cuando las Oficinas judiciales y los sujetos intervinientes en un proceso dispongan de
medios técnicos que permitan el envío y la normal recepción de escritos iniciadores y demás
escritos y documentos, de forma tal que esté garantizada la autenticidad de la comunicación
y quede constancia fehaciente de la remisión y recepción íntegras y de la fecha en que se
hicieren, los escritos y documentos podrán enviarse por aquellos medios, acusándose recibo
del mismo modo y se tendrán por presentados, a efectos de ejercicio de los derechos y de
cumplimiento de deberes en la fecha y hora que conste en el resguardo acreditativo de su
presentación. En caso de que la presentación tenga lugar en día u hora inhábil a efectos
procesales conforme a la ley, se entenderá efectuada el primer día y hora hábil siguiente.
A efectos de prueba y del cumplimiento de requisitos legales que exijan disponer de los
documentos originales o de copias fehacientes, se estará a lo previsto en el artículo 162.2 de
esta Ley.
Cuando la presentación de escritos perentorios dentro de plazo, por los medios técnicos
a que se refiere este apartado, no sea posible por interrupción no planificada del servicio de
comunicaciones telemáticas o electrónicas, el remitente podrá proceder a su presentación en
la Oficina judicial el primer día hábil siguiente acompañando el justificante de dicha
interrupción.
6. En cuanto al traslado de los escritos y documentos, se estará a lo dispuesto en el
Capítulo IV del Título I del Libro II, pero podrá aquél efectuarse, a los procuradores o a las
demás partes, conforme a lo previsto en el apartado anterior, cuando se cumplan los
requisitos que establece.
Artículo 136. Preclusión.
Transcurrido el plazo o pasado el término señalado para la realización de un acto
procesal de parte se producirá la preclusión y se perderá la oportunidad de realizar el acto
de que se trate. El Secretario Judicial dejará constancia del transcurso del plazo por medio
de diligencia y acordará lo que proceda o dará cuenta al tribunal a fin de que dicte la
resolución que corresponda.
CAPÍTULO III
De la inmediación, la publicidad y la lengua oficial
– 329 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 330 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 331 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO IV
De la fe pública judicial y de la documentación de las actuaciones
– 332 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
tales garantías. En este caso, la celebración del acto no requerirá la presencia en la sala del
Secretario judicial salvo que lo hubieran solicitado las partes, al menos dos días antes de la
celebración de la vista, o que excepcionalmente lo considere necesario el Secretario judicial
atendiendo a la complejidad del asunto, al número y naturaleza de las pruebas a practicar, al
número de intervinientes, a la posibilidad de que se produzcan incidencias que no pudieran
registrarse, o a la concurrencia de otras circunstancias igualmente excepcionales que lo
justifiquen. En estos casos, el Secretario judicial extenderá acta sucinta en los términos
previstos en el artículo anterior.
El Secretario judicial deberá custodiar el documento electrónico que sirva de soporte a la
grabación.
Las partes podrán pedir, a su costa, copia de las grabaciones originales.
CAPÍTULO V
De los actos de comunicación judicial
– 333 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
efectuado por los medios y con los requisitos que establece el apartado 1 del artículo 162 de
esta Ley.
3. Cuando la entrega de algún documento o despacho que deba acompañarse al acto de
comunicación tenga lugar en fecha posterior a la recepción del acto de comunicación, éste
se tendrá por realizado cuando conste efectuada la entrega del documento, siempre que los
efectos derivados de la comunicación estén vinculados al documento.
– 334 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 335 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 159. Comunicaciones con testigos, peritos y otras personas que no sean parte en
el juicio.
1. Las comunicaciones que deban hacerse a testigos, peritos y otras personas que, sin
ser parte en el juicio, deban intervenir en él, se remitirán a sus destinatarios con arreglo a lo
dispuesto en el apartado 1 del artículo 160. La remisión se hará al domicilio que designe la
parte interesada, pudiendo realizarse, en su caso, las averiguaciones a que se refiere el
artículo 156.
2. Cuando conste en autos el fracaso de la comunicación mediante remisión o las
circunstancias del caso lo aconsejen, atendidos el objeto de la comunicación y la naturaleza
de las actuaciones que de ella dependan, el Secretario judicial ordenará que se proceda con
arreglo a lo dispuesto en el artículo 161.
3. Las personas a que se refiere este artículo deberán comunicar a la Oficina judicial
cualquier cambio de domicilio que se produzca durante la sustanciación del proceso. En la
primera comparecencia que efectúen se les informará de esta obligación.
– 336 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 337 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 338 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 339 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO VI
Del auxilio judicial
Artículo 171. Exhorto.
1. El auxilio judicial se solicitará por el Tribunal que lo requiera mediante exhorto dirigido
a la Oficina judicial del que deba prestarlo y que contendrá:
1.º La designación de los tribunales exhortante y exhortado.
2.º La indicación del asunto que motiva la expedición del exhorto.
3.º La designación de las personas que sean parte en el asunto, así como de sus
representantes y defensores.
4.º La indicación de las actuaciones cuya práctica se interesa.
5.º Cuando las actuaciones interesadas hayan de practicarse dentro de un plazo, se
indicará también la fecha en la que éste finaliza.
6.º Si para el cumplimiento del exhorto fuera preciso acompañar documentos, se hará
expresa mención de todos ellos.
– 340 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 341 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO VII
De la sustanciación, vista y decisión de los asuntos
1. Los Secretarios Judiciales darán cuenta a la Sala, al ponente o al Juez, en cada caso,
de los escritos y documentos presentados en el mismo día o en el siguiente día hábil,
cuando contuvieran peticiones o pretensiones que exijan pronunciamiento de aquellos.
Lo mismo harán respecto a las actas que se hubieren autorizado fuera de la presencia
judicial.
2. También darán cuenta, en el siguiente día hábil, del transcurso de los plazos
procesales y del consiguiente estado de los autos cuando a su vencimiento deba dictarse la
oportuna resolución por el Juez o Magistrado, así como de las resoluciones que hubieren
dictado que no fueran de mera tramitación.
3. Los funcionarios del Cuerpo de Gestión Procesal y Administrativa darán a su vez
cuenta al Secretario judicial de la tramitación de los procedimientos, en particular cuando
ésta exija una interpretación de ley o de normas procesales, sin perjuicio de informar al titular
del órgano judicial cuando fueran requeridos para ello.
Artículo 179. Impulso procesal y suspensión del proceso por acuerdo de las partes.
1. Salvo que la ley disponga otra cosa, el Secretario judicial dará de oficio al proceso el
curso que corresponda, dictando al efecto las resoluciones necesarias.
2. El curso del procedimiento se podrá suspender de conformidad con lo que se
establece en el apartado 4 del artículo 19 de la presente ley, y se reanudará si lo solicita
cualquiera de las partes. Si, transcurrido el plazo por el que se acordó la suspensión, nadie
pidiere, en los cinco días siguientes, la reanudación del proceso, el Secretario judicial
acordará archivar provisionalmente los autos y permanecerán en tal situación mientras no se
solicite la continuación del proceso o se produzca la caducidad de instancia.
– 342 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
1.º El despacho ordinario y el cuidado de la tramitación de los asuntos que le hayan sido
turnados, sin perjuicio del impulso que corresponda al Secretario judicial.
2.º Examinar la proposición de medios de prueba que las partes presenten e informar
sobre su admisibilidad, pertinencia y utilidad.
3.º Informar los recursos interpuestos contra las decisiones del Tribunal y los recursos
interpuestos contra las decisiones del Secretario judicial que deba resolver el Tribunal.
4.º Dictar las providencias y proponer las demás resoluciones que deba dictar el
Tribunal.
5.º Redactar las resoluciones que dicte el Tribunal, sin perjuicio de lo dispuesto en el
párrafo segundo del artículo 203.
– 343 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 344 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 345 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
siempre que acredite suficientemente que, al amparo del artículo 183, intentó, sin resultado,
un nuevo señalamiento que evitara la coincidencia.
En este caso, tendrá preferencia la vista relativa a causa criminal con preso y, en defecto
de esta actuación, la del señalamiento más antiguo, y si los dos señalamientos fuesen de la
misma fecha, se suspenderá la vista correspondiente al procedimiento más moderno.
No se acordará la suspensión de la vista si la comunicación de la solicitud para que
aquélla se acuerde se produce con más de tres días de retraso desde la notificación del
señalamiento que se reciba en segundo lugar. A estos efectos deberá acompañarse con la
solicitud copia de la notificación del citado señalamiento.
Lo dispuesto en el párrafo anterior no será de aplicación a las vistas relativas a causa
criminal con preso, sin perjuicio de la responsabilidad en que se hubiere podido incurrir.
7.º Por haberse acordado la suspensión del curso de las actuaciones o resultar
procedente tal suspensión de acuerdo con lo dispuesto por esta ley.
2. Toda suspensión que el Secretario judicial acuerde se hará saber en el mismo día o
en el día hábil siguiente al Tribunal y se comunicará por el Secretario a las partes
personadas y a quienes hubiesen sido citados judicialmente en calidad de testigos, peritos o
en otra condición.
– 346 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
señalamiento, y si las partes no hicieren uso de ese derecho, empezará a correr el plazo
para dictar resolución.
3. En el caso a que se refiere el presente artículo sólo se admitirán las recusaciones
basadas en causas que no hubieran podido conocerse antes del comienzo de la vista.
Artículo 192 bis. Cambio del Secretario judicial después del señalamiento. Posible
recusación.
Lo dispuesto en los tres artículos anteriores será de aplicación a los Secretarios
Judiciales respecto de aquellas actuaciones que hayan de celebrarse únicamente ante ellos.
– 347 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
cesado en el cargo por renuncia, transcurso del plazo para el que fueron nombrados o por
cumplir la edad de setenta y dos años.
2.º Hubiesen sido suspendidos del ejercicio de sus funciones.
3.º Hubiesen accedido a cargo público o profesión incompatible con el ejercicio de la
función jurisdiccional o pasado a la situación de excedencia voluntaria para presentarse
como candidatos a cargos de elección popular.
– 348 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
de los que hubieren concurrido a la anterior y de aquel o aquellos que deban sustituir a los
impedidos, siendo en este caso aplicable lo dispuesto en los artículos 190 a 192 de la
presente Ley.
3. Lo dispuesto en el apartado anterior se aplicará también cuando alguno de los
Magistrados que participaron en la vista no pueda intervenir en la deliberación y votación por
hallarse en alguno de los casos previstos en el apartado 2 del artículo 194.
Artículo 200. Impedimento del Juez o del Secretario judicial que hubiere asistido a la vista o
comparecencia.
1. En los Tribunales unipersonales, cuando después de la vista se imposibilitare el Juez
que hubiere asistido a ella y no pudiere dictar la resolución ni siquiera con la asistencia del
Secretario judicial, se celebrará nueva vista presidida por el Juez que sustituya al impedido.
Lo mismo se hará cuando el Juez que haya participado en la vista no pueda dictar la
resolución por hallarse comprendido en alguno de los casos previstos en el apartado 2 del
artículo 194.
2. Lo anterior será de aplicación a los Secretarios Judiciales que no pudieren dictar
resolución, bien porque se imposibilitaren o porque incurrieran en los supuestos
contemplados en el artículo 194 bis, después de celebrada la comparecencia ante ellos.
Artículo 202. Discordias.
1. Cuando en la votación de una resolución no resultare mayoría de votos sobre
cualquiera de los pronunciamientos de hecho o de derecho que deban hacerse, volverán a
discutirse y a votarse los puntos en que hayan disentido los votantes.
2. Si no se obtuviere acuerdo, la discordia se resolverá mediante celebración de nueva
vista, concurriendo los Magistrados que hubieran asistido a la primera, aumentándose dos
más, si hubiese sido impar el número de los discordantes, y tres en el caso de haber sido
par. Concurrirá para ello, en primer lugar, el Presidente de la Sala o Sección, si no hubiere
ya asistido; en segundo lugar, los Magistrados de la misma Sala que no hayan visto el pleito;
en tercer lugar, el Presidente de la Audiencia; y, finalmente, los Magistrados de las demás
Salas o Secciones, con preferencia de los del mismo orden jurisdiccional, según el orden
que por la Sala de Gobierno se acuerde.
3. El que deba presidir la Sala compuesta según el apartado anterior hará el
señalamiento, mediante providencia, de las vistas de discordia y designaciones oportunas.
4. Cuando en la votación de una resolución por la Sala prevista en el segundo apartado
de este artículo no se reuniere tampoco mayoría sobre los puntos discordados, se procederá
a nueva votación, sometiendo sólo a ésta los dos pareceres que hayan obtenido mayor
número de votos en la precedente.
– 349 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO VIII
De las resoluciones procesales
Sección 1.ª De las clases, forma y contenido de las resoluciones y del modo de
dictarlas, publicarlas y archivarlas
– 350 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
1.ª Se dictará diligencia de ordenación cuando la resolución tenga por objeto dar a los
autos el curso que la ley establezca.
2.ª Se dictará decreto cuando se admita a trámite la demanda, cuando se ponga término
al procedimiento del que el Secretario tuviera atribuida competencia exclusiva y, en cualquier
clase de procedimiento, cuando fuere preciso o conveniente razonar lo resuelto.
3.ª Se dictarán diligencias de constancia, comunicación o ejecución a los efectos de
reflejar en autos hechos o actos con trascendencia procesal.
3. En los procesos de ejecución se seguirán, en lo que resulten aplicables, las reglas
establecidas en los apartados anteriores.
– 351 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
4.ª El fallo, que se acomodará a lo previsto en los artículos 216 y siguientes, contendrá,
numerados, los pronunciamientos correspondientes a las pretensiones de las partes, aunque
la estimación o desestimación de todas o algunas de dichas pretensiones pudiera deducirse
de los fundamentos jurídicos, así como el pronunciamiento sobre las costas. También
determinará, en su caso, la cantidad objeto de la condena, sin que pueda reservarse su
determinación para la ejecución de la sentencia, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
219 de esta Ley.
– 352 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 353 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 354 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 355 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO IX
De la nulidad de las actuaciones
– 356 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
subsanación, declarar, previa audiencia de las partes, la nulidad de todas las actuaciones o
de alguna en particular.
En ningún caso podrá el tribunal, con ocasión de un recurso, decretar de oficio una
nulidad de las actuaciones que no haya sido solicitada en dicho recurso, salvo que apreciare
falta de jurisdicción o de competencia objetiva o funcional o se hubiese producido violencia o
intimidación que afectare a ese tribunal.
Artículo 231. Subsanación.
El Tribunal y el Secretario judicial cuidarán de que puedan ser subsanados los defectos
en que incurran los actos procesales de las partes.
– 357 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO X
De la reconstrucción de los autos
– 358 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
4. Cuando entre las partes existiere desacuerdo total o parcial, el Secretario judicial
convocará a las partes y al Ministerio Fiscal a vista ante el Tribunal, que habrá de celebrarse
en los diez días siguientes y en la que se propondrá la prueba que sea precisa, que se
practicará en el mismo acto, o si ello no fuera posible, en el plazo de quince días. El Tribunal
resolverá mediante auto la forma en que deben quedar reconstituidas las actuaciones, o la
imposibilidad de su reconstitución. Contra dicho auto podrá interponerse recurso de
apelación.
TÍTULO VI
De la cesación de las actuaciones judiciales y de la caducidad de la instancia
Artículo 238. Exclusión de la caducidad por fuerza mayor o contra la voluntad de las partes.
No se producirá caducidad de la instancia o del recurso si el procedimiento hubiere
quedado paralizado por fuerza mayor o por cualquiera otra causa contraria o no imputable a
la voluntad de las partes o interesados.
TÍTULO VII
De la tasación de costas
– 359 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Se considerarán gastos del proceso aquellos desembolsos que tengan su origen directo
e inmediato en la existencia de dicho proceso, y costas la parte de aquéllos que se refieran
al pago de los siguientes conceptos:
1.º Honorarios de la defensa y de la representación técnica cuando sean preceptivas.
2.º Inserción de anuncios o edictos que de forma obligada deban publicarse en el curso
del proceso.
3.º Depósitos necesarios para la presentación de recursos.
4.º Derechos de peritos y demás abonos que tengan que realizarse a personas que
hayan intervenido en el proceso.
5.º Copias, certificaciones, notas, testimonios y documentos análogos que hayan de
solicitarse conforme a la Ley, salvo los que se reclamen por el tribunal a registros y
protocolos públicos, que serán gratuitos.
6.º Derechos arancelarios que deban abonarse como consecuencia de actuaciones
necesarias para el desarrollo del proceso.
7.º La tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional, cuando sea preceptiva. No se
incluirá en las costas del proceso el importe de la tasa abonada en los procesos de ejecución
de las hipotecas constituidas para la adquisición de vivienda habitual. Tampoco se incluirá
en los demás procesos de ejecución derivados de dichos préstamos o créditos hipotecarios
cuando se dirijan contra el propio ejecutado o contra los avalistas.
2. Los titulares de créditos derivados de actuaciones procesales podrán reclamarlos de
la parte o partes que deban satisfacerlos sin esperar a que el proceso finalice y con
independencia del eventual pronunciamiento sobre costas que en éste recaiga.
– 360 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 361 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
TÍTULO VIII
De la buena fe procesal
LIBRO II
De los procesos declarativos
TÍTULO I
De las disposiciones comunes a los procesos declarativos
CAPÍTULO I
De las reglas para determinar el proceso correspondiente
– 362 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 363 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
6.º Las que pretendan que el tribunal resuelva, con carácter sumario, la demolición o
derribo de obra, edificio, árbol, columna o cualquier otro objeto análogo en estado de ruina y
que amenace causar daños a quien demande.
7.º Las que, instadas por los titulares de derechos reales inscritos en el Registro de la
Propiedad, demanden la efectividad de esos derechos frente a quienes se oponga a ellos o
perturben su ejercicio, sin disponer de título inscrito que legitime la oposición o la
perturbación.
8.º Las que soliciten alimentos debidos por disposición legal o por otro título.
9.º Las que supongan el ejercicio de la acción de rectificación de hechos inexactos y
perjudiciales.
10.º Las que pretendan que el tribunal resuelva, con carácter sumario, sobre el
incumplimiento por el comprador de las obligaciones derivadas de los contratos inscritos en
el Registro de Venta a Plazos de Bienes Muebles y formalizados en el modelo oficial
establecido al efecto, al objeto de obtener una sentencia condenatoria que permita dirigir la
ejecución exclusivamente sobre el bien o bienes adquiridos o financiados a plazos.
11.º Las que pretendan que el tribunal resuelva, con carácter sumario, sobre el
incumplimiento de un contrato de arrendamiento financiero, de arrendamiento de bienes
muebles, o de un contrato de venta a plazos con reserva de dominio, siempre que estén
inscritos en el Registro de Venta a Plazos de Bienes Muebles y formalizados en el modelo
oficial establecido al efecto, mediante el ejercicio de una acción exclusivamente encaminada
a obtener la inmediata entrega del bien al arrendador financiero, al arrendador o al vendedor
o financiador en el lugar indicado en el contrato, previa declaración de resolución de éste, en
su caso.
12.º Las que supongan el ejercicio de la acción de cesación en defensa de los intereses
colectivos y difusos de los consumidores y usuarios.
13.º Las que pretendan la efectividad de los derechos reconocidos en el artículo 160 del
Código Civil. En estos casos el juicio verbal se sustanciará con las peculiaridades dispuestas
en el capítulo I del título I del libro IV de esta ley.
2. Se decidirán también en el juicio verbal las demandas cuya cuantía no exceda de seis
mil euros y no se refieran a ninguna de las materias previstas en el apartado 1 del artículo
anterior.
– 364 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
tanteo o de opción de compra ; cuando el bien se reclame como objeto de una compraventa,
tiene preferencia como criterio de valoración el precio pactado en el contrato, siempre que no
sea inferior en el caso de los inmuebles a su valor catastral.
5.º Cuando el proceso verse sobre la posesión, y no sea aplicable otra regla de este
artículo.
6.º A las acciones de deslinde, amojonamiento y división de la cosa común.
4.ª En los casos en que la reclamación verse sobre usufructo o la nuda propiedad, el
uso, la habitación, el aprovechamiento por turnos u otro derecho real limitativo del dominio
no sujeto a regla especial, el valor de la demanda se fijará atendiendo a la base imponible
tributaria sobre la que gire el impuesto para la constitución o transmisión de estos derechos.
5.ª El valor de una demanda relativa a una servidumbre será el precio satisfecho por su
constitución si constare y su fecha no fuese anterior en más de cinco años. En otro caso, se
estimará por las reglas legales establecidas para fijar el precio de su constitución al tiempo
del litigio, cualquiera que haya sido el modo de adquirirla, y, a falta de ellas, se considerará
como cuantía la vigésima parte del valor de los predios dominante y sirviente, teniendo en
cuenta lo dispuesto en la regla segunda de este artículo sobre bienes muebles e inmuebles.
6.ª En las demandas relativas a la existencia, inexistencia, validez o eficacia de un
derecho real de garantía, el valor será el del importe de las sumas garantizadas por todos los
conceptos.
7.ª En los juicios sobre el derecho a exigir prestaciones periódicas, sean temporales o
vitalicias, se calculará el valor por el importe de una anualidad multiplicado por diez, salvo
que el plazo de la prestación fuera inferior a un año, en que se estará al importe total de la
misma.
8.ª En los juicios que versen sobre la existencia, validez o eficacia de un título
obligacional, su valor se calculará por el total de lo debido, aunque sea pagadero a plazos.
Este criterio de valoración será aplicable en aquellos procesos cuyo objeto sea la creación,
modificación o extinción de un título obligacional o de un derecho de carácter personal,
siempre que no sea aplicable otra regla de este artículo.
9.ª En los juicios sobre arrendamientos de bienes, salvo cuando tengan por objeto
reclamaciones de las rentas o cantidades debidas, la cuantía de la demanda será el importe
de una anualidad de renta, cualquiera que sea la periodicidad con que ésta aparezca fijada
en el contrato.
10.ª En aquellos casos en que la demanda verse sobre valores negociados en Bolsa, la
cuantía vendrá determinada por la media del cambio medio ponderado de los mismos,
determinado conforme a la legislación aplicable durante el año natural anterior a la fecha de
interposición de la demanda, o por la media del cambio medio ponderado de los valores
durante el período en que éstos se hubieran negociado en Bolsa, cuando dicho período
fuera inferior al año.
Si se trata de valores negociados en otro mercado secundario, la cuantía vendrá
determinada por el tipo medio de negociación de los mismos durante el año natural anterior
a la interposición de la demanda, en el mercado secundario en el que se estén negociando,
o por el tipo medio de negociación durante el tiempo en que se hubieran negociado en el
mercado secundario, cuando los valores se hayan negociado en dicho mercado por un
período inferior al año.
El tipo medio de negociación o, en su caso, la media del cambio medio ponderado, se
acreditará por certificación expedida por el órgano rector del mercado secundario de que se
trate.
Si los valores carecen de negociación, la cuantía se calculará de acuerdo con las normas
de valoración contable vigentes en el momento de interposición de la demanda.
11.ª Cuando la demanda tenga por objeto una prestación de hacer, su cuantía consistirá
en el coste de aquello cuya realización se inste o en el importe de los daños y perjuicios
derivados del incumplimiento, sin que en este caso sean acumulables ambas cantidades,
salvo si además de instarse el cumplimiento, se pretende también la indemnización. El
importe o cálculo de los daños y perjuicios habrá de ser tenido en cuenta cuando la
prestación sea personalísima o consista en un no hacer, y ello incluso si lo que se insta con
carácter principal es el cumplimiento.
– 365 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 366 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
ninguna de las reglas legales de determinación de la cuantía, o porque, aun existiendo regla
de cálculo aplicable, no se pudiera determinar aquélla al momento de interponer la demanda,
ésta se sustanciará conforme a los cauces del juicio ordinario.
CAPÍTULO II
De las diligencias preliminares
– 367 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
3.º Por petición del que se considere heredero, coheredero o legatario, de exhibición, por
quien lo tenga en su poder, del acto de última voluntad del causante de la herencia o legado.
4.º Por petición de un socio o comunero para que se le exhiban los documentos y
cuentas de la sociedad o comunidad, dirigida a éstas o al consocio o condueño que los
tenga en su poder.
5.º Por petición del que se considere perjudicado por un hecho que pudiera estar
cubierto por seguro de responsabilidad civil, de que se exhiba el contrato de seguro por
quien lo tenga en su poder.
5.º bis. Por la petición de la historia clínica al centro sanitario o profesional que la
custodie, en las condiciones y con el contenido que establece la ley.
6.º Por petición de quien pretenda iniciar un proceso para la defensa de los intereses
colectivos de consumidores y usuarios al objeto de concretar a los integrantes del grupo de
afectados cuando, no estando determinados, sean fácilmente determinables. A tal efecto el
tribunal adoptará las medidas oportunas para la averiguación de los integrantes del grupo,
de acuerdo a las circunstancias del caso y conforme a los datos suministrados por el
solicitante, incluyendo el requerimiento al demandado para que colabore en dicha
determinación.
7.º Mediante la solicitud, formulada por quien pretenda ejercitar una acción por infracción
de un derecho de propiedad industrial o de un derecho de propiedad intelectual cometida
mediante actos desarrollados a escala comercial, de diligencias de obtención de datos sobre
el origen y redes de distribución de las mercancías o servicios que infringen un derecho de
propiedad intelectual o de propiedad industrial y, en particular, los siguientes:
a) Los nombres y direcciones de los productores, fabricantes, distribuidores,
suministradores y prestadores de las mercancías y servicios, así como de quienes, con fines
comerciales, hubieran estado en posesión de las mercancías.
b) Los nombres y direcciones de los mayoristas y minoristas a quienes se hubieren
distribuido las mercancías o servicios.
c) Las cantidades producidas, fabricadas, entregadas, recibidas o encargadas, y las
cantidades satisfechas como precio por las mercancías o servicios de que se trate y los
modelos y características técnicas de las mercancías.
Las diligencias consistirán en el interrogatorio de:
a) Quien el solicitante considere autor de la violación.
b) Quien, a escala comercial, haya prestado o utilizado servicios o haya estado en
posesión de mercancías que pudieran haber lesionado los derechos de propiedad industrial
o intelectual.
c) Quien, a escala comercial, haya utilizado servicios o haya estado en posesión de
mercancías que pudieran haber lesionado los derechos de propiedad industrial o intelectual.
d) Aquel a quien los anteriores hubieren atribuido intervención en los procesos de
producción, fabricación, distribución o prestación de aquellas mercancías y servicios.
La solicitud de estas diligencias podrá extenderse al requerimiento de exhibición de
todos aquellos documentos que acrediten los datos sobre los que el interrogatorio verse.
8.º Por petición de quien pretenda ejercitar una acción por infracción de un derecho de
propiedad industrial o de un derecho de propiedad intelectual cometida mediante actos
desarrollados a escala comercial, de la exhibición de los documentos bancarios, financieros,
comerciales o aduaneros, producidos en un determinado tiempo y que se presuman en
poder de quien sería demandado como responsable. La solicitud deberá acompañarse de un
principio de prueba de la realidad de la infracción que podrá consistir en la presentación de
una muestra de los ejemplares, mercancías o productos en los que materialice aquella
infracción. El solicitante podrá pedir que el Secretario extienda testimonio de los documentos
exhibidos si el requerido no estuviera dispuesto a desprenderse del documento para su
incorporación a la diligencia practicada. Igual solicitud podrá formular en relación con lo
establecido en el último párrafo del número anterior.
A los efectos de los números 7.º y 8.º de este apartado, se entiende por actos
desarrollados a escala comercial aquellos que son realizados para obtener beneficios
económicos o comerciales directos o indirectos.
– 368 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 257. Competencia.
1. Será competente para resolver sobre las peticiones y solicitudes a que se refiere el
artículo anterior el juez de primera instancia o de lo mercantil, cuando proceda, del domicilio
de la persona que, en su caso, hubiera de declarar, exhibir o intervenir de otro modo en las
actuaciones que se acordaran para preparar el juicio.
En los casos de los números 6.º, 7.º, 8.º y 9.º del apartado 1 del artículo anterior, será
competente el tribunal ante el que haya de presentarse la demanda determinada. Si, en
estos casos, se solicitasen nuevas diligencias, a raíz del resultado de las hasta entonces
practicadas, podrán instarse del mismo tribunal o bien del que, a raíz de los hechos
averiguados en la anterior diligencia, resultaría competente para conocer de la misma
pretensión o de nuevas pretensiones que pudieran eventualmente acumularse.
2. No se admitirá declinatoria en las diligencias preliminares, pero el Juez al que se
soliciten revisará de oficio su competencia y si entendiese que no le corresponde conocer de
la solicitud, se abstendrá de conocer indicando al solicitante el Juzgado de Primera Instancia
al que debe acudir. Si éste se inhibiere en su competencia, decidirá el conflicto negativo el
tribunal inmediato superior común, según lo previsto en el artículo 60 de la presente Ley.
– 369 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
propiedad industrial o de propiedad intelectual del solicitante de las medidas, con prohibición
de divulgarla o comunicarla a terceros. A instancia de cualquier interesado, el tribunal podrá
atribuir carácter reservado a las actuaciones, para garantizar la protección de los datos e
información que tuvieran carácter confidencial.
– 370 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO III
De la presentación de documentos, dictámenes, informes y otros medios e
instrumentos
– 371 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
1.º Las certificaciones y testimonios que acrediten haber terminado el proceso y haberse
en él reclamado o recurrido cuando se interponga demanda de responsabilidad civil contra
Jueces y Magistrados por daños y perjuicios causados en el ejercicio de sus funciones, con
dolo, culpa o ignorancia inexcusable.
2.º Los documentos que justifiquen cumplidamente el título en cuya virtud se piden
alimentos, cuando éste sea el objeto de la demanda.
3.º Los documentos que constituyan un principio de prueba del título en que se funden
las demandas de retracto y, cuando la consignación del precio se exija por ley o por contrato,
el documento que acredite haber consignado, si fuere conocido, el precio de la cosa objeto
de retracto o haberse constituido caución que garantice la consignación en cuanto el precio
se conociere.
4.º El documento en que conste fehacientemente la sucesión "mortis causa" en favor del
demandante, así como la relación de los testigos que puedan declarar sobre la ausencia de
poseedor a título de dueño o usufructuario, cuando se pretenda que el tribunal ponga al
demandante en posesión de unos bienes que se afirme haber adquirido en virtud de aquella
sucesión.
5.º Aquellos otros documentos que esta u otra Ley exija expresamente para la admisión
de la demanda.
– 372 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
instrumentos relativos al fondo del asunto cuando se hallen en alguno de los casos
siguientes:
1.º Ser de fecha posterior a la demanda o a la contestación o, en su caso, a la audiencia
previa al juicio, siempre que no se hubiesen podido confeccionar ni obtener con anterioridad
a dichos momentos procesales.
2.º Tratarse de documentos, medios o instrumentos anteriores a la demanda o
contestación o, en su caso, a la audiencia previa al juicio, cuando la parte que los presente
justifique no haber tenido antes conocimiento de su existencia.
3.º No haber sido posible obtener con anterioridad los documentos, medios o
instrumentos, por causas que no sean imputables a la parte, siempre que haya hecho
oportunamente la designación a que se refiere el apartado 2 del artículo 265, o en su caso,
el anuncio al que se refiere el número 4.º del apartado primero del artículo 265 de la
presente Ley.
2. Cuando un documento, medio o instrumento sobre hechos relativos al fondo del
asunto, se presentase una vez precluidos los actos a que se refiere el apartado anterior, las
demás partes podrán alegar en el juicio o en la vista la improcedencia de tomarlo en
consideración, por no encontrarse en ninguno de los casos a que se refiere el apartado
anterior. El tribunal resolverá en el acto y, si apreciare ánimo dilatorio o mala fe procesal en
la presentación del documento, podrá, además, imponer al responsable una multa de 180 a
1.200 euros.
CAPÍTULO IV
De las copias de los escritos y documentos y su traslado
– 373 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 274. Traslado por el tribunal de las copias a las otras partes interesadas, cuando
no intervengan procuradores.
Cuando las partes no actúen representadas por Procurador, firmarán las copias de los
escritos y documentos que presenten, respondiendo de su exactitud, y dichas copias se
entregarán por el Secretario Judicial a la parte o partes contrarias.
La presentación y el traslado de las copias podrán realizarse por los medios y con el
resguardo acreditativo de su recepción a que se refiere el apartado 5 del artículo 135 de esta
Ley, cuando se cumplan los presupuestos y requisitos que establece.
– 374 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
en que se entienda efectuado el traslado cuando se utilicen los medios técnicos a que se
refieren los apartados 5 y 6 del artículo 135 de esta Ley.
CAPÍTULO V
De la prueba: disposiciones generales
– 375 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 376 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 377 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
4. Cuando, también sin mediar previa excusa, no compareciere un litigante que hubiese
sido citado para responder a interrogatorio, se estará a lo dispuesto en el artículo 304 y se
impondrá a aquél la multa prevista en el apartado 1 de este artículo.
– 378 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 379 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO VI
De los medios de prueba y las presunciones
– 380 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 381 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 382 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 383 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
2. En todo lo demás, los tribunales valorarán las declaraciones de las partes y de las
personas a que se refiere el apartado 2 del artículo 301 según las reglas de la sana crítica,
sin perjuicio de lo que se dispone en los artículos 304 y 307.
– 384 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
original o matriz, a presencia, si concurrieren, de las partes y de sus defensores, que serán
citados al efecto.
3. Cuando de un cotejo o comprobación resulte la autenticidad o exactitud de la copia o
testimonio impugnados, las costas, gastos y derechos que origine el cotejo o comprobación
serán exclusivamente de cargo de quien hubiese formulado la impugnación. Si, a juicio del
tribunal, la impugnación hubiese sido temeraria, podrá imponerle, además, una multa de 120
a 600 euros.
– 385 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 386 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
susceptible de recurso alguno, pero la parte a quien interese podrá reproducir su petición en
la segunda instancia.
Cuando estuvieren dispuestos a exhibirlos voluntariamente, no se les obligará a que los
presenten en la Oficina judicial, sino que, si así lo exigieren, irá el Secretario judicial a su
domicilio para testimoniarlos.
2. A los efectos del apartado anterior, no se considerarán terceros los titulares de la
relación jurídica controvertida o de las que sean causa de ella, aunque no figuren como
partes en el juicio.
– 387 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
tomando en consideración tanto lo que pueda favorecer como lo que sea susceptible de
causar perjuicio a cualquiera de las partes, y que conoce las sanciones penales en las que
podría incurrir si incumpliere su deber como perito.
3. Salvo acuerdo en contrario de las partes, no se podrá solicitar dictamen a un perito
que hubiera intervenido en una mediación o arbitraje relacionados con el mismo asunto.
– 388 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 389 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 390 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 346. Emisión y ratificación del dictamen por el perito que el Tribunal designe.
El perito que el Tribunal designe emitirá por escrito su dictamen, que hará llegar al
Tribunal en el plazo que se le haya señalado. De dicho dictamen se dará traslado por el
Secretario judicial a las partes por si consideran necesario que el perito concurra al juicio o a
la vista a los efectos de que aporte las aclaraciones o explicaciones que sean oportunas. El
Tribunal podrá acordar, en todo caso, mediante providencia, que considera necesaria la
presencia del perito en el juicio o la vista para comprender y valorar mejor el dictamen
realizado.
– 391 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
1.º Exposición completa del dictamen, cuando esa exposición requiera la realización de
otras operaciones, complementarias del escrito aportado, mediante el empleo de los
documentos, materiales y otros elementos a que se refiere el apartado 2 del artículo 336.
2.º Explicación del dictamen o de alguno o algunos de sus puntos, cuyo significado no se
considerase suficientemente expresivo a los efectos de la prueba.
3.º Respuestas a preguntas y objeciones, sobre método, premisas, conclusiones y otros
aspectos del dictamen.
4.º Respuestas a solicitudes de ampliación del dictamen a otros puntos conexos, por si
pudiera llevarse a cabo en el mismo acto y a efectos, en cualquier caso, de conocer la
opinión del perito sobre la posibilidad y utilidad de la ampliación, así como del plazo
necesario para llevarla a cabo.
5.º Crítica del dictamen de que se trate por el perito de la parte contraria.
6.º Formulación de las tachas que pudieren afectar al perito.
2. El tribunal podrá también formular preguntas a los peritos y requerir de ellos
explicaciones sobre lo que sea objeto del dictamen aportado, pero sin poder acordar, de
oficio, que se amplíe, salvo que se trate de peritos designados de oficio conforme a lo
dispuesto en el apartado 5 del artículo 339.
– 392 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 393 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 394 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
referentes a ese mismo hecho, si considerare que con las emitidas ya ha quedado
suficientemente ilustrado.
– 395 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
2. El tribunal decidirá sobre las preguntas planteadas en el mismo acto del interrogatorio,
admitiendo las que puedan resultar conducentes a la averiguación de hechos y
circunstancias controvertidos, que guarden relación con el objeto del juicio.
Se inadmitirán las preguntas que no se refieran a los conocimientos propios de un testigo
según el artículo 360.
3. Si pese a haber sido inadmitida, se respondiese una pregunta, la respuesta no
constará en acta.
– 396 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 397 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
en el artículo 367 de esta Ley, en cuyo caso se podrá actuar conforme a lo que señala el
apartado 2 de dicho artículo.
– 398 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
persona jurídica o entidad. También podrá admitir, a instancia de parte, cualquier prueba
pertinente y útil para contradecir tal declaración.
4. Lo dispuesto en los apartados anteriores no será de aplicación a las entidades
públicas cuando, tratándose de conocer hechos de las características establecidas en el
apartado 1, pudieran obtenerse de aquéllas certificaciones o testimonios, susceptibles de
aportarse como prueba documental.
5. A las declaraciones reguladas en los apartados anteriores se aplicarán, en cuanto sea
posible, las demás normas de la presente sección.
Artículo 384. De los instrumentos que permitan archivar, conocer o reproducir datos
relevantes para el proceso.
1. Los instrumentos que permitan archivar, conocer o reproducir palabras, datos, cifras y
operaciones matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra clase, que, por ser
relevantes para el proceso, hayan sido admitidos como prueba, serán examinados por el
tribunal por los medios que la parte proponente aporte o que el tribunal disponga utilizar y de
modo que las demás partes del proceso puedan, con idéntico conocimiento que el tribunal,
alegar y proponer lo que a su derecho convenga.
2. Será de aplicación a los instrumentos previstos en el apartado anterior lo dispuesto en
el apartado 2 del artículo 382. La documentación en autos se hará del modo más apropiado
a la naturaleza del instrumento, bajo la fe del Secretario Judicial, que, en su caso, adoptará
también las medidas de custodia que resulten necesarias.
3. El tribunal valorará los instrumentos a que se refiere el apartado primero de este
artículo conforme a las reglas de sana crítica aplicables a aquéllos según su naturaleza.
– 399 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO VII
De las cuestiones incidentales
– 400 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO VIII
De la condena en costas
– 401 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
inestimables se valorarán en 18.000 euros, salvo que, en razón de la complejidad del asunto,
el tribunal disponga otra cosa.
No se aplicará lo dispuesto en el párrafo anterior cuando el tribunal declare la temeridad
del litigante condenado en costas.
Cuando el condenado en costas sea titular del derecho de asistencia jurídica gratuita,
éste únicamente estará obligado a pagar las costas causadas en defensa de la parte
contraria en los casos expresamente señalados en la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita.
4. En ningún caso se impondrán las costas al Ministerio Fiscal en los procesos en que
intervenga como parte.
TÍTULO II
Del juicio ordinario
CAPÍTULO I
De las alegaciones iniciales
– 402 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
numerados y separados los hechos y los fundamentos de derecho y se fijará con claridad y
precisión lo que se pida.
2. Junto a la designación del actor se hará mención del nombre y apellidos del
procurador y del abogado, cuando intervengan.
3. Los hechos se narrarán de forma ordenada y clara con objeto de facilitar su admisión
o negación por el demandado al contestar. Con igual orden y claridad se expresarán los
documentos, medios e instrumentos que se aporten en relación con los hechos que
fundamenten las pretensiones y, finalmente, se formularán, valoraciones o razonamientos
sobre éstos, si parecen convenientes para el derecho del litigante.
4. En los fundamentos de derecho, además de los que se refieran al asunto de fondo
planteado, se incluirán, con la adecuada separación, las alegaciones que procedan sobre
capacidad de las partes, representación de ellas o del procurador, jurisdicción, competencia
y clase de juicio en que se deba sustanciar la demanda, así como sobre cualesquiera otros
hechos de los que pueda depender la validez del juicio y la procedencia de una sentencia
sobre el fondo.
5. En la petición, cuando sean varios los pronunciamientos judiciales que se pretendan,
se expresarán con la debida separación. Las peticiones formuladas subsidiariamente, para el
caso de que las principales fuesen desestimadas, se harán constar por su orden y
separadamente.
– 403 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 404 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 405 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO II
De la audiencia previa al juicio
– 406 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
sentencias y convenios judicialmente aprobados. Dicho acuerdo podrá impugnarse por las
causas y en la forma que se prevén para la transacción judicial.
3. Si las partes no hubiesen llegado a un acuerdo o no se mostrasen dispuestas a
concluirlo de inmediato, la audiencia continuará según lo previsto en los artículos siguientes.
Cuando se hubiera suspendido el proceso para acudir a mediación, terminada la misma,
cualquiera de las partes podrá solicitar que se alce la suspensión y se señale fecha para la
continuación de la audiencia.
– 407 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 408 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 409 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 410 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
las partes indicando el hecho o hechos que, a su juicio, podrían verse afectados por la
insuficiencia probatoria. Al efectuar esta manifestación, el tribunal, ciñéndose a los
elementos probatorios cuya existencia resulte de los autos, podrá señalar también la prueba
o pruebas cuya práctica considere conveniente.
En el caso a que se refiere el párrafo anterior, las partes podrán completar o modificar
sus proposiciones de prueba a la vista de lo manifestado por el tribunal.
2. Una vez admitidas las pruebas pertinentes y útiles se procederá a señalar la fecha del
juicio, que deberá celebrarse en el plazo de un mes desde la conclusión de la audiencia.
Siempre que el señalamiento pueda hacerse en el mismo acto, se hará por el Juez,
teniendo en cuenta las necesidades de la agenda programada de señalamientos y las
demás circunstancias contenidas en el artículo 182.4.
En los restantes casos se fijará la fecha por el Secretario judicial, conforme a lo
prevenido en el artículo 182.
3. A solicitud de parte, cuando toda la prueba o gran parte de ella hubiera de realizarse
fuera del lugar en que tenga su sede el Tribunal que conozca del pleito, el Tribunal podrá
acordar que el juicio se señale por el Secretario judicial para su celebración dentro del plazo
de dos meses.
4. Las pruebas que no hayan de practicarse en el acto del juicio se llevarán a cabo con
anterioridad a éste.
5. Las partes deberán indicar qué testigos y peritos se comprometen a presentar en el
juicio y cuáles, por el contrario, han de ser citados por el tribunal. La citación se acordará en
la audiencia y se practicará con la antelación suficiente.
También las partes deberán señalar qué declaraciones e interrogatorios consideran que
han de realizarse a través del auxilio judicial. El tribunal decidirá lo que proceda a ese
respecto y, en caso de que estime necesario recabar el auxilio judicial, acordará en el acto la
remisión de los exhortos oportunos, dando a las partes un plazo de tres días a los efectos de
que presenten, cuando fuere necesario, una lista de preguntas. En cualquier caso, la falta de
cumplimentación de tales exhortos no suspenderá el acto del juicio.
6. No será necesario citar para el juicio a las partes que, por sí o por medio de su
procurador, hayan comparecido a la audiencia previa.
7. Cuando, de manera excepcional y motivada, y por razón de las pruebas admitidas,
fuese de prever que el juicio no podrá finalizar en una sola sesión dentro del día señalado, la
citación lo expresará así, indicando si la sesión o sesiones ulteriores se llevarán a cabo en el
día o días inmediatamente sucesivos o en otros, que se señalarán por el Secretario judicial,
con expresión en todo caso de la hora en que las sesiones del juicio hayan de dar comienzo.
8. Cuando la única prueba que resulte admitida sea la de documentos, y éstos ya se
hubieran aportado al proceso sin resultar impugnados, o cuando se hayan presentado
informes periciales, y ni las partes ni el tribunal solicitaren la presencia de los peritos en el
juicio para la ratificación de su informe, el tribunal procederá a dictar sentencia, sin previa
celebración del juicio, dentro de los veinte días siguientes a aquel en que termine la
audiencia.
CAPÍTULO III
Del juicio
– 411 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO IV
De la sentencia
Artículo 434. Sentencia.
1. La sentencia se dictará dentro de los veinte días siguientes a la terminación del juicio.
2. Si, dentro del plazo para dictar sentencia y conforme a lo prevenido en los artículos
siguientes, se acordasen diligencias finales, quedará en suspenso el plazo para dictar
aquélla.
3. Se podrá suspender el plazo para dictar sentencia en los procedimientos sobre la
aplicación de los artículos 81 y 82 del Tratado de la Comunidad Europea o de los artículos 1
y 2 de la Ley de Defensa de la Competencia cuando el tribunal tenga conocimiento de la
existencia de un expediente administrativo ante la Comisión Europea, la Comisión Nacional
de la Competencia o los órganos competentes de las Comunidades Autónomas y resulte
necesario conocer el pronunciamiento del órgano administrativo. Dicha suspensión se
adoptará motivadamente, previa audiencia de las partes, y se notificará al órgano
administrativo. Este, a su vez, habrá de dar traslado de su resolución al tribunal.
Contra el auto de suspensión del proceso sólo se dará recurso de reposición.
– 412 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
TÍTULO III
Del juicio verbal
– 413 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
y exista conexión entre las pretensiones de la reconvención y las que sean objeto de la
demanda principal.
2. Cuando en los juicios verbales el demandado oponga un crédito compensable, deberá
notificárselo al actor al menos cinco días antes de la vista.
Si la cuantía del crédito compensable que pudiere alegar el demandado fuese superior a
la que determine que se siga el juicio verbal, el tribunal tendrá por no hecha tal alegación,
advirtiéndolo así al demandado, para que use de su derecho ante el tribunal y por los
trámites que correspondan.
3. No se admitirá en los juicios verbales la acumulación objetiva de acciones, salvo las
excepciones siguientes:
1ª. La acumulación de acciones basadas en unos mismos hechos, siempre que proceda,
en todo caso, el juicio verbal.
2ª. La acumulación de la acción de resarcimiento de daños y perjuicios a otra acción que
sea prejudicial de ella.
3ª. La acumulación de las acciones en reclamación de rentas o cantidades análogas
vencidas y no pagadas, cuando se trate de juicios de desahucios de finca por falta de pago o
por expiración legal o contractual del plazo, con independencia de la cantidad que se
reclame. Asimismo, también podrán acumularse las acciones ejercitadas contra el fiador o
avalista solidario previo requerimiento de pago no satisfecho.
4ª. En los procedimientos de separación, divorcio o nulidad y en los que tengan por
objeto obtener la eficacia civil de las resoluciones o decisiones eclesiásticas, cualquiera de
los cónyuges podrá ejercer simultáneamente la acción de división de la cosa común respecto
de los bienes que tengan en comunidad ordinaria indivisa. Si hubiere diversos bienes en
régimen de comunidad ordinaria indivisa y uno de los cónyuges lo solicitare, el tribunal
puede considerarlos en conjunto a los efectos de formar lotes o adjudicarlos.
4. Podrán acumularse las acciones que uno tenga contra varios sujetos o varios contra
uno siempre que se cumplan los requisitos establecidos en el artículo 72 y en el apartado 1
del artículo 73 de la presente Ley.
– 414 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 415 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 416 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
4. En el caso del número 10.º del apartado 1 del artículo 250, admitida la demanda, el
tribunal ordenará la exhibición de los bienes a su poseedor, bajo apercibimiento de incurrir
en desobediencia a la autoridad judicial, y su inmediato embargo preventivo, que se
asegurará mediante depósito, con arreglo a lo previsto en esta ley. Cuando, al amparo de lo
dispuesto en el número 11.º del apartado 1 del artículo 250, se ejerciten acciones basadas
en el incumplimiento de un contrato de arrendamiento financiero, arrendamiento de bienes
muebles o contrato de venta a plazos con reserva de dominio, admitida la demanda el
tribunal ordenará el depósito del bien cuya entrega se reclame. No se exigirá caución al
demandante para la adopción de estas medidas cautelares, ni se admitirá oposición del
demandado a las mismas. Tampoco se admitirán solicitudes de modificación o de sustitución
de las medidas por caución.
Además de lo dispuesto en el párrafo anterior, el Secretario judicial emplazará al
demandado por cinco días para que se persone en las actuaciones, por medio de
procurador, al objeto de anunciar su oposición a la demanda por alguna de las causas
previstas en el apartado 3 del artículo 444. Si el demandado dejare transcurrir el plazo sin
anunciar su oposición, o si pretendiera fundar ésta en causa no comprendida en el apartado
3 del artículo 444, se dictará, sin más trámites, sentencia estimatoria de las pretensiones del
actor.
Cuando el demandado anuncie su oposición a la reclamación con arreglo a lo previsto en
el párrafo anterior, el Secretario judicial citará a las partes para la vista y, si el demandado no
asistiera a la misma sin concurrir justa causa o asistiera, pero no formulara oposición o
pretendiera fundar ésta en causa no comprendida en el apartado 3 del artículo 444, se
dictará, sin más trámites, sentencia estimatoria de las pretensiones del actor. En estos casos
el demandado, además, será sancionado con multa de hasta la quinta parte del valor de la
reclamación, con un mínimo de ciento ochenta euros.
Contra la sentencia que se dicte en los casos de ausencia de oposición a que se refieren
los dos párrafos anteriores no se dará recurso alguno.
– 417 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
instándolas a que asistan a una sesión informativa. Las partes de común acuerdo podrán
también solicitar la suspensión del proceso de conformidad con lo previsto en el artículo
19.4, para someterse a mediación o arbitraje.
4. Si no se suscitasen las cuestiones procesales a que se refieren los apartados
anteriores o si, suscitadas, se resolviese por el tribunal la continuación del juicio, se dará la
palabra a las partes para fijar con claridad los hechos relevantes en que fundamenten sus
pretensiones. Si no hubiere conformidad sobre ellos, se propondrán las pruebas y, una vez
admitidas las que no sean impertinentes o inútiles, se practicarán seguidamente.
La proposición de prueba de las partes podrá completarse con arreglo a lo dispuesto en
el apartado 1 del artículo 429.
– 418 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
notificación, que tendrá lugar el día más próximo posible dentro de los cinco siguientes al de
la sentencia.
Sin perjuicio de lo anterior, en las sentencias de condena por allanamiento a que se
refieren los apartados 3 de los artículos 437 y 440, en previsión de que no se verifique por el
arrendatario el desalojo voluntario en el plazo señalado, se fijará con carácter subsidiario día
y hora en que tendrá lugar, en su caso, el lanzamiento directo del demandado, que se llevará
a término sin necesidad de ulteriores trámites en un plazo no superior a 15 días desde la
finalización de dicho periodo voluntario. Del mismo modo, en las sentencias de condena por
incomparecencia del demandado, se procederá al lanzamiento en la fecha fijada sin más
trámite.»
2. No producirán efectos de cosa juzgada las sentencias que pongan fin a los juicios
verbales sobre tutela sumaria de la posesión ni las que decidan sobre la pretensión de
desahucio o recuperación de finca, rústica o urbana, dada en arrendamiento, por impago de
la renta o alquiler o por expiración legal o contractual del plazo, y sobre otras pretensiones
de tutela que esta Ley califique como sumarias.
3. Carecerán también de efectos de cosa juzgada las sentencias que se dicten en los
juicios verbales en que se pretenda la efectividad de derechos reales inscritos frente a
quienes se opongan a ellos o perturben su ejercicio, sin disponer de título inscrito.
4. Tampoco tendrán efectos de cosa juzgada las resoluciones judiciales a las que, en
casos determinados, las leyes nieguen esos efectos.
TÍTULO IV
De los recursos
CAPÍTULO I
De los recursos: disposiciones generales
– 419 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO II
De los recursos de reposición y revisión
– 420 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO III
Del recurso de apelación y de la segunda instancia
– 421 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 422 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 423 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
2. La resolución deberá ser dictada dentro de los diez días siguientes a la terminación de
la vista. Si no se hubiere celebrado vista, el auto o la sentencia habrán de dictarse en el
plazo de un mes a contar desde el día siguiente a aquel en que se hubieran recibido los
autos en el Tribunal competente para la apelación.
3. Si la infracción procesal alegada se hubiera cometido al dictar sentencia en la primera
instancia, el Tribunal de apelación, tras revocar la sentencia apelada, resolverá sobre la
cuestión o cuestiones que fueran objeto del proceso.
4. Cuando no sea de aplicación lo dispuesto en el apartado anterior de este artículo y la
infracción procesal fuere de las que originan la nulidad radical de las actuaciones o de parte
de ellas, el Tribunal lo declarará así mediante providencia, reponiéndolas al estado en que
se hallasen cuando la infracción se cometió.
No se declarará la nulidad de actuaciones, si el vicio o defecto procesal pudiere ser
subsanado en la segunda instancia, para lo que el Tribunal concederá un plazo no superior a
diez días, salvo que el vicio se pusiere de manifiesto en la vista y fuere subsanable en el
acto.
Producida la subsanación y, en su caso, oídas las partes y practicada la prueba
admisible, el Tribunal de apelación dictará resolución sobre la cuestión o cuestiones objeto
del pleito.
5. El auto o sentencia que se dicte en apelación deberá pronunciarse exclusivamente
sobre los puntos y cuestiones planteados en el recurso y, en su caso, en los escritos de
oposición o impugnación a que se refiere el artículo 461. La resolución no podrá perjudicar al
apelante, salvo que el perjuicio provenga de estimar la impugnación de la resolución de que
se trate, formulada por el inicialmente apelado.
6. Se podrá suspender el plazo para dictar sentencia en los procedimientos sobre la
aplicación de los artículos 81 y 82 del Tratado de la Comunidad Europea o de los artículos 1
y 2 de la Ley de Defensa de la Competencia cuando el Tribunal tenga conocimiento de la
existencia de un expediente administrativo ante la Comisión Europea, la Comisión Nacional
de la Competencia o los órganos competentes de las Comunidades Autónomas y resulte
necesario conocer el pronunciamiento del órgano administrativo. Dicha suspensión se
adoptará motivadamente, previa audiencia de las partes, y se notificará al órgano
administrativo. Este, a su vez, habrá de dar traslado de su resolución al Tribunal.
Contra el auto de suspensión del proceso sólo se dará recurso de reposición.
– 424 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO IV
Del recurso extraordinario por infracción procesal
– 425 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 473. Admisión.
1. Recibidos los autos en el tribunal, se pasarán las actuaciones al Magistrado ponente
para que se instruya y someta a la deliberación de la Sala lo que haya de resolverse sobre la
admisión o inadmisión del recurso extraordinario por infracción procesal.
2. El recurso extraordinario por infracción procesal se inadmitirá en los siguientes casos:
1.º Si se apreciare en este trámite la falta de los requisitos establecidos en los artículos
467, 468 y 469.
2.º Si el recurso careciere manifiestamente de fundamento.
La Sala, antes de resolver, pondrá de manifiesto la posible causa de inadmisión del
recurso a las partes personadas para que, en el plazo de diez días, formulen las alegaciones
que estimen procedentes.
Si la Sala entendiere que concurre alguna de las causas de inadmisión, dictará auto
declarando la inadmisión del recurso y la firmeza de la resolución recurrida. Si la causa de
inadmisión no afectara más que a alguna de las infracciones alegadas, resolverá también
mediante auto la admisión del recurso respecto de las demás que el recurso denuncie.
3. No se dará recurso alguno contra el auto que resuelva sobre la admisión del recurso
extraordinario por infracción procesal.
– 426 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO V
Del recurso de casación
– 427 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 428 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Sala, existiese doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo sobre dicha norma o sobre otra
anterior de contenido igual o similar.
Asimismo se inadmitirá el recurso en los casos del segundo párrafo del apartado 3 del
artículo 477, cuando el Tribunal Superior de Justicia correspondiente considere que ha
sentado doctrina sobre la norma discutida o sobre otra anterior de contenido igual o similar.
3. La Sala, antes de resolver, pondrá de manifiesto mediante providencia la posible
causa de inadmisión del recurso de casación a las partes personadas para que, en el plazo
de diez días, formulen las alegaciones que estimen procedentes.
4. Si la Sala entendiere que concurre alguna de las causas de inadmisión, dictará auto
declarando la inadmisión del recurso de casación y la firmeza de la resolución recurrida. Si la
causa de inadmisión no afectara más que a alguna de las infracciones alegadas, resolverá
también mediante auto la admisión del recurso respecto de las demás que el recurso
denuncie.
5. Contra el auto que resuelva sobre la admisión del recurso de casación no se dará
recurso alguno.
– 429 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
3. Cuando el recurso de casación sea de los previstos en el número 3.o del apartado 2
del artículo 477, si la sentencia considerara fundado el recurso, casará la resolución
impugnada y resolverá sobre el caso, declarando lo que corresponda según los términos en
que se hubiere producido la oposición a la doctrina jurisprudencial o la contradicción o
divergencia de jurisprudencia.
Los pronunciamientos de la sentencia que se dicte en casación en ningún caso afectarán
a las situaciones jurídicas creadas por las sentencias, distintas de la impugnada, que se
hubieren invocado.
CAPÍTULO VI
Del recurso en interés de la ley
– 430 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 493. Sentencia.
La sentencia que se dicte en los recursos en interés de la ley respetará, en todo caso,
las situaciones jurídicas particulares derivadas de las sentencias alegadas y, cuando fuere
estimatoria, fijará en el fallo la doctrina jurisprudencial. En este caso, se publicará en el
"Boletín Oficial del Estado" y, a partir de su inserción en él, complementará el ordenamiento
jurídico, vinculando en tal concepto a todos los Jueces y tribunales del orden jurisdiccional
civil diferentes al Tribunal Supremo.
CAPÍTULO VII
Del recurso de queja
TÍTULO V
De la rebeldía y de la rescisión de sentencias firmes y nueva audiencia al
demandado rebelde
– 431 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 432 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 501. Rescisión de sentencia firme a instancias del rebelde. Casos en que procede.
Los demandados que hayan permanecido constantemente en rebeldía podrán pretender,
del tribunal que la hubiere dictado, la rescisión de la sentencia firme en los casos siguientes:
1.º De fuerza mayor ininterrumpida, que impidió al rebelde comparecer en todo
momento, aunque haya tenido conocimiento del pleito por haber sido citado o emplazado en
forma.
2.º De desconocimiento de la demanda y del pleito, cuando la citación o emplazamiento
se hubieren practicado por cédula, a tenor del artículo 161, pero ésta no hubiese llegado a
poder del demandado rebelde por causa que no le sea imputable.
3.º De desconocimiento de la demanda y del pleito, cuando el demandado rebelde haya
sido citado o emplazado por edictos y haya estado ausente del lugar en que se haya seguido
el proceso y de cualquier otro lugar del Estado o de la Comunidad Autónoma, en cuyos
Boletines Oficiales se hubiesen publicado aquéllos.
Artículo 506. Costas.
1. Cuando se declare no haber lugar a la rescisión solicitada por el litigante condenado
en rebeldía, se impondrán a éste todas las costas del procedimiento.
2. Si se dictare sentencia estimando procedente la rescisión, no se impondrán las costas
a ninguno de los litigantes, salvo que el tribunal aprecie temeridad en alguno de ellos.
– 433 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
TÍTULO VI
De la revisión de sentencias firmes
Artículo 510. Motivos.
Habrá lugar a la revisión de una sentencia firme:
1.º Si después de pronunciada, se recobraren u obtuvieren documentos decisivos, de los
que no se hubiere podido disponer por fuerza mayor o por obra de la parte en cuyo favor se
hubiere dictado.
2.º Si hubiere recaído en virtud de documentos que al tiempo de dictarse ignoraba una
de las partes haber sido declarados falsos en un proceso penal, o cuya falsedad declarare
después penalmente.
3.º Si hubiere recaído en virtud de prueba testifical o pericial, y los testigos o los peritos
hubieren sido condenados por falso testimonio dado en las declaraciones que sirvieron de
fundamento a la sentencia.
4.º Si se hubiere ganado injustamente en virtud de cohecho, violencia o maquinación
fraudulenta.
– 434 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 513. Depósito.
1. Para poder interponer la demanda de revisión será indispensable que a ella se
acompañe documento justificativo de haberse depositado en el establecimiento destinado al
efecto la cantidad de 300 euros. Esta cantidad será devuelta si el tribunal estimare la
demanda de revisión.
2. La falta o insuficiencia del depósito mencionado, cuando no se subsane dentro del
plazo que el Secretario judicial señale al efecto, que no será en ningún caso superior a cinco
días, determinará que el Tribunal repela de plano la demanda.
Artículo 514. Sustanciación.
1. Presentada y admitida la demanda de revisión, el Secretario judicial solicitará que se
remitan al Tribunal todas las actuaciones del pleito cuya sentencia se impugne, y emplazará
a cuantos en él hubieren litigado, o a sus causahabientes, para que dentro del plazo de
veinte días contesten a la demanda, sosteniendo lo que convenga a su derecho.
2. Contestada la demanda de revisión o transcurrido el plazo anterior sin haberlo hecho,
se dará a las actuaciones la tramitación establecida para los juicios verbales.
3. En todo caso, el Ministerio Fiscal deberá informar sobre la revisión antes de que se
dicte sentencia sobre si ha o no lugar a la estimación de la demanda.
4. Si se suscitaren cuestiones prejudiciales penales durante la tramitación de la revisión,
se aplicarán las normas generales establecidas en el artículo 40 de la presente Ley, sin que
opere ya el plazo absoluto de caducidad a que se refiere el apartado 1 del artículo 512.
Artículo 516. Decisión.
1. Si el tribunal estimare procedente la revisión solicitada, lo declarará así, y rescindirá la
sentencia impugnada. A continuación mandará expedir certificación del fallo, y devolverá los
autos al tribunal del que procedan para que las partes usen de su derecho, según les
convenga, en el juicio correspondiente.
En este juicio, habrán de tomarse como base y no podrán discutirse las declaraciones
hechas en la sentencia de revisión.
2. Si el tribunal desestimare la revisión solicitada, se condenará en costas al demandante
y perderá el depósito que hubiere realizado.
3. Contra la sentencia que dicte el tribunal de revisión no se dará recurso alguno.
– 435 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
LIBRO III
De la ejecución forzosa y de las medidas cautelares
TÍTULO I
De los títulos ejecutivos
CAPÍTULO I
De las sentencias y demás títulos ejecutivos
– 436 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO II
De los títulos ejecutivos extranjeros
– 437 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
TÍTULO II
De la ejecución provisional de resoluciones judiciales
CAPÍTULO I
De la ejecución provisional: disposiciones generales
CAPÍTULO II
De la ejecución provisional de sentencias de condena dictadas en primera
instancia
– 438 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
traslado a la parte apelante del escrito del apelado adhiriéndose al recurso, y siempre antes
de que haya recaído sentencia en éste.
2. Cuando se solicite la ejecución provisional después de haberse remitido los autos al
Tribunal competente para resolver la apelación, el solicitante deberá obtener previamente de
éste testimonio de lo que sea necesario para la ejecución y acompañar dicho testimonio a la
solicitud.
Si la ejecución provisional se hubiere solicitado antes de la remisión de los autos a que
se refiere el párrafo anterior, el Secretario judicial expedirá el testimonio antes de hacer la
remisión.
3. Solicitada la ejecución provisional, el tribunal la despachará salvo que se tratare de
sentencia comprendida en el artículo 525 o que no contuviere pronunciamiento de condena
en favor del solicitante.
4. Contra el auto que deniegue la ejecución provisional se dará recurso de apelación,
que se tramitará y resolverá con carácter preferente. Contra el auto que despache la
ejecución provisional no se dará recurso alguno, sin perjuicio de la oposición que pueda
formular el ejecutado conforme a lo dispuesto en el artículo siguiente.
– 439 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 440 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO III
De la ejecución provisional de sentencias de condena dictadas en segunda
instancia
– 441 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
2. En los casos a los que se refiere el apartado anterior la ejecución provisional podrá
solicitarse en cualquier momento desde la notificación de la resolución que tenga por
interpuesto el recurso extraordinario por infracción procesal o el recurso de casación y
siempre antes de que haya recaído sentencia en estos recursos.
La solicitud se presentará ante el tribunal que haya conocido del proceso en primera
instancia, acompañando certificación de la sentencia cuya ejecución provisional se pretenda,
así como testimonio de cuantos particulares se estimen necesarios, certificación y testimonio
que deberán obtenerse del tribunal que haya dictado la sentencia de apelación o, en su
caso, del órgano competente para conocer del recurso que se haya interpuesto contra ésta.
3. La oposición a la ejecución provisional y a medidas ejecutivas concretas, en segunda
instancia, se regirá por lo dispuesto en los artículos 528 a 531 de esta Ley.
TÍTULO III
De la ejecución: disposiciones generales
CAPÍTULO I
De las partes de la ejecución
– 442 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 443 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO II
Del tribunal competente
– 444 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
ningún caso, las reglas sobre sumisión expresa o tácita contenidas en la sección 2.a del
capítulo II del Título II del Libro I.
Si hubiese varios ejecutados, será competente el tribunal que, con arreglo al párrafo
anterior, lo sea respecto de cualquier ejecutado, a elección del ejecutante.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, cuando la ejecución recaiga sólo sobre
bienes especialmente hipotecados o pignorados, la competencia se determinará con arreglo
a lo dispuesto en el artículo 684 de esta Ley.
4. En todos los supuestos reseñados en los apartados que anteceden corresponderá al
Secretario judicial la concreción de los bienes del ejecutado a los que ha de extenderse el
despacho de la ejecución, la adopción de todas las medidas necesarias para la efectividad
del despacho, ordenando los medios de averiguación patrimonial que fueran necesarios
conforme a lo establecido en los artículos 589 y 590 de esta ley, así como las medidas
ejecutivas concretas que procedan.
5. En los procesos de ejecución adoptarán la forma de auto las resoluciones del Tribunal
que:
1.º Contengan la orden general de ejecución por la que se autoriza y despacha la misma.
2.º Decidan sobre oposición a la ejecución definitiva basada en motivos procesales o de
fondo.
3.º Resuelvan las tercerías de dominio.
4.º Aquellas otras que se señalen en esta ley.
6. Adoptarán la forma de decreto las resoluciones del Secretario judicial que determinen
los bienes del ejecutado a los que ha de extenderse el despacho de la ejecución y aquellas
otras que se señalen en esta ley.
7. El Tribunal decidirá por medio de providencia en los supuestos en que así
expresamente se señale, y en los demás casos, las resoluciones que procedan se dictarán
por el Secretario judicial a través de diligencias de ordenación, salvo cuando proceda
resolver por decreto.
CAPÍTULO III
Del despacho de la ejecución
– 445 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 446 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
contenido del título, dictará auto conteniendo la orden general de ejecución y despachando
la misma.
2. El citado auto expresará:
1.º La persona o personas a cuyo favor se despacha la ejecución y la persona o
personas contra quien se despacha ésta.
2.º Si la ejecución se despacha en forma mancomunada o solidaria.
3.º La cantidad, en su caso, por la que se despacha la ejecución, por todos los
conceptos.
4.º Las precisiones que resulte necesario realizar respecto de las partes o del contenido
de la ejecución, según lo dispuesto en el título ejecutivo, y asimismo respecto de los
responsables personales de la deuda o propietarios de bienes especialmente afectos a su
pago o a los que ha de extenderse la ejecución, según lo establecido en el artículo 538 de
esta ley.
3. Dictado el auto por el Juez o Magistrado, el Secretario judicial responsable de la
ejecución, en el mismo día o en el siguiente día hábil a aquél en que hubiera sido dictado el
auto despachando ejecución, dictará decreto en el que se contendrán:
1.º Las medidas ejecutivas concretas que resultaren procedentes, incluido si fuera
posible el embargo de bienes.
2.º Las medidas de localización y averiguación de los bienes del ejecutado que
procedan, conforme a lo previsto en los artículos 589 y 590 de esta ley.
3.º El contenido del requerimiento de pago que deba hacerse al deudor; en los casos en
que la ley establezca este requerimiento.
4. Contra el auto autorizando y despachando la ejecución no se dará recurso alguno, sin
perjuicio de la oposición que pueda formular el ejecutado.
5. Contra el decreto dictado por el Secretario judicial cabrá interponer recurso directo de
revisión, sin efecto suspensivo, ante el Tribunal que hubiere dictado la orden general de
ejecución.
Artículo 553. Notificación.
El auto que autorice y despache ejecución así como el decreto que en su caso hubiera
dictado el Secretario judicial, junto con copia de la demanda ejecutiva, serán notificados
simultáneamente al ejecutado o, en su caso, al procurador que le represente, sin citación ni
emplazamiento, para que en cualquier momento pueda personarse en la ejecución,
entendiéndose con él, en tal caso, las ulteriores actuaciones.
– 447 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO IV
De la oposición a la ejecución y de la impugnación de actos de ejecución
contrarios a la ley o al título ejecutivo
– 448 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
apartado 2 del artículo 517, el ejecutado sólo podrá oponerse a ella, en el tiempo y en la
forma prevista en el artículo anterior, si se funda en alguna de las causas siguientes:
1.ª Pago, que pueda acreditar documentalmente.
2.ª Compensación de crédito líquido que resulte de documento que tenga fuerza
ejecutiva.
3.ª Pluspetición o exceso en la computación a metálico de las deudas en especie.
4.ª Prescripción y caducidad.
5.ª Quita, espera o pacto o promesa de no pedir, que conste documentalmente.
6.ª Transacción, siempre que conste en documento público.
7.ª Que el título contenga cláusulas abusivas.
2. Si se formulare la oposición prevista en el apartado anterior, el Secretario judicial
mediante diligencia de ordenación suspenderá el curso de la ejecución.
– 449 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 450 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
1.º Por medio del recurso de reposición establecido en la presente ley si la infracción
constara o se cometiera en resolución del Tribunal de la ejecución o del Secretario judicial.
2.º Por medio del recurso de apelación en los casos en que expresamente se prevea en
esta Ley.
3.º Mediante escrito dirigido al Tribunal si no existiera resolución expresa frente a la que
recurrir. En el escrito se expresará con claridad la resolución o actuación que se pretende
para remediar la infracción alegada.
2. Si se alegase que la infracción entraña nulidad de actuaciones o el Tribunal lo
estimase así, se estará a lo dispuesto en los artículos 225 y siguientes. Cuando dicha
nulidad hubiera sido alegada ante el Secretario judicial o éste entendiere que hay causa para
declararla, dará cuenta al Tribunal que autorizó la ejecución para que resuelva sobre ello.
CAPÍTULO V
De la suspensión y término de la ejecución
– 451 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 452 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
TÍTULO IV
De la ejecución dineraria
CAPÍTULO I
De la ejecución dineraria: disposiciones generales
– 453 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 454 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 455 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO II
Del requerimiento de pago
CAPÍTULO III
Del embargo de bienes
– 456 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 457 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 458 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 459 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 460 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 461 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 462 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 463 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 464 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 465 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 466 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
1. Si el depositario fuera persona distinta del ejecutante, del ejecutado y del tercero
poseedor del bien mueble objeto del depósito tendrá derecho al reembolso de los gastos
ocasionados por el transporte, conservación, custodia, exhibición y administración de los
bienes, pudiendo acordarse por el Secretario judicial encargado de la ejecución, mediante
diligencia de ordenación, el adelanto de alguna cantidad por el ejecutante, sin perjuicio de su
derecho al reintegro en concepto de costas.
El tercero depositario también tendrá derecho a verse resarcido de los daños y perjuicios
que sufra a causa del depósito.
2. Cuando las cosas se depositen en entidad o establecimiento adecuados, según lo
previsto en el apartado 1 del artículo 626, se fijará por el Secretario judicial responsable de la
ejecución, mediante diligencia de ordenación, una remuneración acorde con las tarifas y
precios usuales. El ejecutante habrá de hacerse cargo de esta remuneración, sin perjuicio de
su derecho al reintegro en concepto de costas.
– 467 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 468 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO IV
Del procedimiento de apremio
– 469 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 470 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 471 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 472 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 645. Publicidad.
1. A toda subasta se dará publicidad por medio de edictos, que se fijarán en el sitio
destacado, público y visible en la sede de la Oficina judicial y lugares públicos de costumbre.
Además, a instancia del ejecutante o del ejecutado y si el Secretario judicial responsable
de la ejecución lo juzga conveniente, se dará a la subasta la publicidad que resulte
razonable, utilizando los medios públicos y privados que sean más adecuados a la
naturaleza y valor de los bienes que se pretende realizar.
2. Cada parte estará obligada al pago de los gastos derivados de las medidas que, para
la publicidad de la subasta, hubieran solicitado, sin perjuicio de incluir en la liquidación de
costas los gastos que, por este concepto, soporte el ejecutante.
– 473 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
2. El Secretario judicial anunciará el bien o lote de bienes que se subasta y las sucesivas
posturas que se produzcan. De existir medios técnicos y con el objeto de lograr la mejor
realización, en el acto de la subasta podrán realizarse pujas electrónicas bajo la dirección del
Secretario judicial.
3. La subasta terminará con el anuncio de la mejor postura y el nombre de quien la haya
formulado.
Terminada la subasta, se levantará acta de ella, expresando el nombre de quienes
hubieran participado y de las posturas que formularon.
– 474 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 475 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
3. En el caso de que la ejecución resultase insuficiente para saldar toda la cantidad por
la que se hubiera despachado ejecución más los intereses y costas devengados durante la
ejecución, dicha cantidad se imputará por el siguiente orden: intereses remuneratorios,
principal, intereses moratorios y costas. Además el tribunal expedirá certificación acreditativa
del precio del remate, y de la deuda pendiente por todos los conceptos, con distinción de la
correspondiente a principal, a intereses remuneratorios, a intereses de demora y a costas.
– 476 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
dentro de los tres días siguientes, resolviéndose mediante auto, no susceptible de recurso,
en los cinco días siguientes.
3. Transcurridos veinte días desde el requerimiento al ejecutado y a los acreedores sin
que ninguno de ellos haya contestado, se entenderá que la carga, a los solos efectos de la
ejecución, se encuentra actualizada al momento del requerimiento en los términos fijados en
el título preferente.
– 477 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 478 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
En tal caso se observará lo prevenido en la regla 5.ª del artículo 140 del Reglamento para la
ejecución de la Ley Hipotecaria.
– 479 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 480 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
por el que el bien hubiese salido a subasta o si la cantidad que se le deba por todos los
conceptos es inferior a ese porcentaje, por el 60 por cien. Se aplicará en todo caso la regla
de imputación de pagos contenida en el artículo 654.3.
Cuando el acreedor, en el plazo de veinte días, no hiciere uso de esa facultad, el
Secretario judicial procederá al alzamiento del embargo, a instancia del ejecutado.
– 481 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 482 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO V
De las particularidades de la ejecución sobre bienes hipotecados o pignorados
– 483 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 684. Competencia.
1. Para conocer de los procedimientos a que se refiere el presente capítulo será
competente:
1.º Si los bienes hipotecados fueren inmuebles, el Juzgado de Primera Instancia del
lugar en que radique la finca y si ésta radicare en más de un partido judicial, lo mismo que si
fueren varias y radicaren en diferentes partidos, el Juzgado de Primera Instancia de
cualquiera de ellos, a elección del demandante, sin que sean aplicables en este caso las
normas sobre sumisión expresa o tácita contenidas en la presente Ley.
2.º Si los bienes hipotecados fueren buques, el Juzgado de Primera Instancia al que se
hubieran sometido las partes en el título constitutivo de la hipoteca y, en su defecto, el
Juzgado del lugar en que se hubiere constituido la hipoteca, el del puerto en que se
encuentre el buque hipotecado, el del domicilio del demandado o el del lugar en que radique
el Registro en que fue inscrita la hipoteca, a elección del actor.
3.º Si los bienes hipotecados fueren muebles, el Juzgado de Primera Instancia al que las
partes se hubieran sometido en la escritura de constitución de hipoteca y, en su defecto, el
del partido judicial donde ésta hubiere sido inscrita. Si fueren varios los bienes hipotecados e
inscritos en diversos Registros, será competente el Juzgado de Primera Instancia de
cualquiera de los partidos judiciales correspondientes, a elección del demandante.
4.º Si se tratase de bienes pignorados, el Juzgado de Primera Instancia al que las partes
se hubieren sometido en la escritura o póliza de constitución de la garantía y, en su defecto,
el del lugar en que los bienes se hallen, estén almacenados o se entiendan depositados.
2. El tribunal examinará de oficio su propia competencia territorial.
– 484 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 485 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 486 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 487 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 693. Reclamación limitada a parte del capital o de los intereses cuyo pago deba
hacerse en plazos diferentes. Vencimiento anticipado de deudas a plazos.
1. Lo dispuesto en este Capítulo será aplicable al caso en que deje de pagarse una parte
del capital del crédito o los intereses, cuyo pago deba hacerse en plazos, si vencieren al
menos tres plazos mensuales sin cumplir el deudor su obligación de pago o un número de
cuotas tal que suponga que el deudor ha incumplido su obligación por un plazo al menos
equivalente a tres meses. Así se hará constar por el Notario en la escritura de constitución.
Si para el pago de alguno de los plazos del capital o de los intereses fuere necesario
enajenar el bien hipotecado, y aún quedaren por vencer otros plazos de la obligación, se
verificará la venta y se transferirá la finca al comprador con la hipoteca correspondiente a la
parte del crédito que no estuviere satisfecha.
2. Podrá reclamarse la totalidad de lo adeudado por capital y por intereses si se hubiese
convenido el vencimiento total en caso de falta de pago de, al menos, tres plazos mensuales
sin cumplir el deudor su obligación de pago o un número de cuotas tal que suponga que el
deudor ha incumplido su obligación por un plazo, al menos, equivalente a tres meses, y este
convenio constase en la escritura de constitución.
3. En el caso a que se refiere el apartado anterior, el acreedor podrá solicitar que, sin
perjuicio de que la ejecución se despache por la totalidad de la deuda, se comunique al
deudor que, hasta el día señalado para la celebración de la subasta, podrá liberar el bien
mediante la consignación de la cantidad exacta que por principal e intereses estuviere
vencida en la fecha de presentación de la demanda, incrementada, en su caso, con los
vencimientos del préstamo y los intereses de demora que se vayan produciendo a lo largo
del procedimiento y resulten impagados en todo o en parte. A estos efectos, el acreedor
podrá solicitar que se proceda conforme a lo previsto en el apartado 2 del artículo 578.
Si el bien hipotecado fuese la vivienda habitual, el deudor podrá, aun sin el
consentimiento del acreedor, liberar el bien mediante la consignación de las cantidades
expresadas en el párrafo anterior.
Liberado un bien por primera vez, podrá liberarse en segunda o ulteriores ocasiones
siempre que, al menos, medien tres años entre la fecha de la liberación y la del
requerimiento de pago judicial o extrajudicial efectuada por el acreedor.
Si el deudor efectuase el pago en las condiciones previstas en los apartados anteriores,
se tasarán las costas, que se calcularán sobre la cuantía de las cuotas atrasadas abonadas,
con el límite previsto en el artículo 575.1 bis y, una vez satisfechas éstas, el Secretario
judicial dictará decreto liberando el bien y declarando terminado el procedimiento. Lo mismo
se acordará cuando el pago lo realice un tercero con el consentimiento del ejecutante.
– 488 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
admitirá la oposición cuando el saldo que arroje dicha libreta sea distinto del que resulte de
la presentada por el ejecutante.
No será necesario acompañar libreta cuando el procedimiento se refiera al saldo
resultante del cierre de cuentas corrientes u operaciones similares derivadas de contratos
mercantiles otorgados por entidades de crédito, ahorro o financiación en los que se hubiere
convenido que la cantidad exigible en caso de ejecución será la especificada en certificación
expedida por la entidad acreedora, pero el ejecutado deberá expresar con la debida
precisión los puntos en que discrepe de la liquidación efectuada por la entidad.
3.ª En caso de ejecución de bienes muebles hipotecados o sobre los que se haya
constituido prenda sin desplazamiento, la sujeción de dichos bienes a otra prenda, hipoteca
mobiliaria o inmobiliaria o embargo inscritos con anterioridad al gravamen que motive el
procedimiento, lo que habrá de acreditarse mediante la correspondiente certificación
registral.
4.ª El carácter abusivo de una cláusula contractual que constituya el fundamento de la
ejecución o que hubiese determinado la cantidad exigible.
2. Formulada la oposición a la que se refiere el apartado anterior, el Secretario judicial
suspenderá la ejecución y convocará a las partes a una comparecencia ante el Tribunal que
hubiera dictado la orden general de ejecución, debiendo mediar quince días desde la
citación, comparecencia en la que el Tribunal oirá a las partes, admitirá los documentos que
se presenten y acordará en forma de auto lo que estime procedente dentro del segundo día.
3. El auto que estime la oposición basada en las causas 1.ª y 3.ª del apartado 1 de este
artículo mandará sobreseer la ejecución; el que estime la oposición basada en la causa 2.ª
fijará la cantidad por la que haya de seguirse la ejecución.
De estimarse la causa 4.ª, se acordará el sobreseimiento de la ejecución cuando la
cláusula contractual fundamente la ejecución. En otro caso, se continuará la ejecución con la
inaplicación de la cláusula abusiva.
4. Contra el auto que ordene el sobreseimiento de la ejecución o la inaplicación de una
cláusula abusiva podrá interponerse recurso de apelación.
Fuera de estos casos, los autos que decidan la oposición a que se refiere este artículo
no serán susceptibles de recurso alguno y sus efectos se circunscribirán exclusivamente al
proceso de ejecución en que se dicten.
– 489 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
deuda, se ventilarán en el juicio que corresponda, sin producir nunca el efecto de suspender
ni entorpecer el procedimiento que se establece en el presente capítulo.
La competencia para conocer de este proceso se determinará por las reglas ordinarias.
2. Al tiempo de formular la reclamación a que se refiere el apartado anterior o durante el
curso de juicio a que diere lugar, podrá solicitarse que se asegure la efectividad de la
sentencia que se dicte en el mismo, con retención del todo o de una parte de la cantidad
que, por el procedimiento que se regula en este capítulo, deba entregarse al acreedor.
El tribunal, mediante providencia, decretará esta retención en vista de los documentos
que se presenten, si estima bastantes las razones que se aleguen. Si el que solicitase la
retención no tuviera solvencia notoria y suficiente, el tribunal deberá exigirle previa y
bastante garantía para responder de los intereses de demora y del resarcimiento de
cualesquiera otros daños y perjuicios que puedan ocasionarse al acreedor.
3. Cuando el acreedor afiance a satisfacción del tribunal la cantidad que estuviere
mandada retener a las resultas del juicio a que se refiere el apartado primero, se alzará la
retención.
TÍTULO V
De la ejecución no dineraria
CAPÍTULO I
De las disposiciones generales
CAPÍTULO II
De la ejecución por deberes de entregar cosas
– 490 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 491 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO III
De la ejecución por obligaciones de hacer y no hacer
– 492 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 493 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO IV
De la liquidación de daños y perjuicios, frutos y rentas y la rendición de
cuentas
– 494 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
necesario, nombrar un perito que dictamine sobre la efectiva producción de los daños y su
evaluación en dinero. En tal caso, fijará el plazo para que emita dictamen y lo entregue en el
Juzgado y la vista oral no se celebrará hasta pasados diez días a contar desde el siguiente
al traslado del dictamen a las partes.
– 495 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
TÍTULO VI
De las medidas cautelares
CAPÍTULO I
De las medidas cautelares: disposiciones generales
Artículo 723. Competencia.
1. Será tribunal competente para conocer de las solicitudes sobre medidas cautelares el
que esté conociendo del asunto en primera instancia o, si el proceso no se hubiese iniciado,
el que sea competente para conocer de la demanda principal.
2. Para conocer de las solicitudes relativas a medidas cautelares que se formulen
durante la sustanciación de la segunda instancia o de un recurso extraordinario por
infracción procesal o de casación, será competente el tribunal que conozca de la segunda
instancia o de dichos recursos.
– 496 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 497 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO II
Del procedimiento para la adopción de medidas cautelares
– 498 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 499 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
dentro de los diez días siguientes sin necesidad de seguir el orden de los asuntos
pendientes cuando así lo exija la efectividad de la medida cautelar.
2. En la vista, actor y demandado podrán exponer lo que convenga a su derecho,
sirviéndose de cuantas pruebas dispongan, que se admitirán y practicarán si fueran
pertinentes en razón de los presupuestos de las medidas cautelares. También podrán pedir,
cuando sea necesario para acreditar extremos relevantes, que se practique reconocimiento
judicial, que, si se considerare pertinente y no pudiere practicarse en el acto de la vista, se
llevará a cabo en el plazo de cinco días.
Asimismo, se podrán formular alegaciones relativas al tipo y cuantía de la caución. Y
quien debiere sufrir la medida cautelar podrá pedir al tribunal que, en sustitución de ésta,
acuerde aceptar caución sustitutoria, conforme a lo previsto en el artículo 746 de esta Ley.
3. Contra las resoluciones del tribunal sobre el desarrollo de la comparecencia, su
contenido y la prueba propuesta no cabrá recurso alguno, sin perjuicio de que, previa la
oportuna protesta, en su caso, puedan alegarse las infracciones que se hubieran producido
en la comparecencia en el recurso contra el auto que resuelva sobre las medidas cautelares.
– 500 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO III
De la oposición a las medidas cautelares adoptadas sin audiencia del
demandado
CAPÍTULO IV
De la modificación y alzamiento de las medidas cautelares
– 501 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
recurso contra la sentencia. En este caso se dará cuenta al tribunal, que oída la parte
contraria y con anterioridad a remitir los autos al órgano competente para resolver el recurso
contra la sentencia, resolverá lo procedente sobre la solicitud, atendiendo a la subsistencia
de los presupuestos y circunstancias que justificasen el mantenimiento o la adopción de
dichas medidas.
2. Si la estimación de la demanda fuere parcial, el tribunal, con audiencia de la parte
contraria, decidirá mediante auto sobre el mantenimiento, alzamiento o modificación de las
medidas cautelares acordadas.
CAPÍTULO V
De la caución sustitutoria de las medidas cautelares
– 502 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
LIBRO IV
De los procesos especiales
TÍTULO I
De los procesos sobre capacidad, filiación, matrimonio y menores
CAPÍTULO I
De las disposiciones generales
– 503 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
1.º En los procesos de declaración de prodigalidad, así como en los que se refieran a
filiación, paternidad y maternidad, siempre que no existan menores, incapacitados o
ausentes interesados en el procedimiento.
2.º En los procesos de nulidad matrimonial por minoría de edad, cuando el cónyuge que
contrajo matrimonio siendo menor ejercite, después de llegar a la mayoría de edad, la acción
de nulidad.
3.º En los procesos de nulidad matrimonial por error, coacción o miedo grave.
4.º En los procesos de separación y divorcio.
3. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, las pretensiones que se
formulen en los procesos a que se refiere este Título y que tengan por objeto materias sobre
las que las partes puedan disponer libremente, según la legislación civil aplicable, podrán ser
objeto de renuncia, allanamiento, transacción o desistimiento, conforme a lo previsto en el
capítulo IV del Título I del Libro I de esta Ley.
Artículo 752. Prueba.
1. Los procesos a que se refiere este Título se decidirán con arreglo a los hechos que
hayan sido objeto de debate y resulten probados, con independencia del momento en que
hubieren sido alegados o introducidos de otra manera en el procedimiento.
Sin perjuicio de las pruebas que se practiquen a instancia del Ministerio Fiscal y de las
demás partes, el tribunal podrá decretar de oficio cuantas estime pertinentes.
2. La conformidad de las partes sobre los hechos no vinculará al tribunal, ni podrá éste
decidir la cuestión litigiosa basándose exclusivamente en dicha conformidad o en el silencio
o respuestas evasivas sobre los hechos alegados por la parte contraria. Tampoco estará el
tribunal vinculado, en los procesos a que se refiere este título, a las disposiciones de esta
Ley en materia de fuerza probatoria del interrogatorio de las partes, de los documentos
públicos y de los documentos privados reconocidos.
3. Lo dispuesto en los apartados anteriores será aplicable asimismo a la segunda
instancia.
4. Respecto de las pretensiones que se formulen en los procesos a que se refieren este
título, y que tengan por objeto materias sobre las que las partes pueden disponer libremente
según la legislación civil aplicable, no serán de aplicación las especialidades contenidas en
los apartados anteriores.
Artículo 753. Tramitación.
1. Salvo que expresamente se disponga otra cosa, los procesos a que se refiere este
título se sustanciarán por los trámites del juicio verbal, pero el Secretario judicial dará
traslado de la demanda al Ministerio Fiscal, cuando proceda, y a las demás personas que,
conforme a la ley, deban ser parte en el procedimiento, hayan sido o no demandados,
emplazándoles para que la contesten en el plazo de veinte días, conforme a lo establecido
en el artículo 405 de la presente ley.
2. En la celebración de la vista de juicio verbal en estos procesos y de la comparecencia
a que se refiere el artículo 771 de la presente ley, una vez practicadas las pruebas el
Tribunal permitirá a las partes formular oralmente sus conclusiones, siendo de aplicación a
tal fin lo establecido en los apartados 2, 3 y 4 del artículo 433.
3. Los procesos a los que se refiere este título serán de tramitación preferente siempre
que alguno de los interesados en el procedimiento sea menor, incapacitado o esté en
situación de ausencia legal.
– 504 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO II
De los procesos sobre la capacidad de las personas
Artículo 756. Competencia.
Será competente para conocer de las demandas sobre capacidad y declaración de
prodigalidad el Juez de Primera Instancia del lugar en que resida la persona a la que se
refiera la declaración que se solicite.
– 505 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Artículo 760. Sentencia.
1. La sentencia que declare la incapacitación determinará la extensión y los límites de
ésta, así como el régimen de tutela o guarda a que haya de quedar sometido el incapacitado,
y se pronunciará, en su caso, sobre la necesidad de internamiento, sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo 763.
2. En el caso a que se refiere el apartado 2 del artículo anterior, si el tribunal accede a la
solicitud, la sentencia que declare la incapacitación o la prodigalidad nombrará a la persona
o personas que, con arreglo a la Ley, hayan de asistir o representar al incapaz y velar por él.
3. La sentencia que declare la prodigalidad determinará los actos que el pródigo no
puede realizar sin el consentimiento de la persona que deba asistirle.
– 506 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
efectuarse en el plazo máximo de setenta y dos horas desde que el internamiento llegue a
conocimiento del tribunal.
Téngase en cuenta que los incisos destacados se declaran inconstitucionales por Sentencia
del TC 132/2010, de 2 de diciembre. Ref. BOE-A-2011-274.
CAPÍTULO III
De los procesos sobre filiación, paternidad y maternidad
– 507 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
2. En todos los procesos a que se refiere este capítulo, a la muerte del actor, sus
herederos podrán continuar las acciones ya entabladas.
CAPÍTULO IV
De los procesos matrimoniales y de menores
Artículo 769. Competencia.
1. Salvo que expresamente se disponga otra cosa, será tribunal competente para
conocer de los procedimientos a que se refiere este capítulo el Juzgado de Primera Instancia
del lugar del domicilio conyugal. En el caso de residir los cónyuges en distintos partidos
judiciales, será tribunal competente, a elección del demandante o de los cónyuges que
soliciten la separación o el divorcio de mutuo acuerdo, el del último domicilio del matrimonio
o el de residencia del demandado.
Los que no tuvieren domicilio ni residencia fijos podrán ser demandados en el lugar en
que se hallen o en el de su última residencia, a elección del demandante y, si tampoco
– 508 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
pudiere determinarse así la competencia, corresponderá ésta al tribunal del domicilio del
actor.
2. En el procedimiento de separación o divorcio de mutuo acuerdo a que se refiere el
artículo 777, será competente el Juez del último domicilio común o el del domicilio de
cualquiera de los solicitantes.
3. En los procesos que versen exclusivamente sobre guarda y custodia de hijos menores
o sobre alimentos reclamados por un progenitor contra el otro en nombre de los hijos
menores, será competente el Juzgado de Primera Instancia del lugar del último domicilio
común de los progenitores. En el caso de residir los progenitores en distintos partidos
judiciales, será tribunal competente, a elección del demandante, el del domicilio del
demandado o el de la residencia del menor.
4. El tribunal examinará de oficio su competencia.
Son nulos los acuerdos de las partes que se opongan a lo dispuesto en este artículo.
Artículo 770. Procedimiento.
Las demandas de separación y divorcio, salvo las previstas en el artículo 777, las de
nulidad del matrimonio y las demás que se formulen al amparo del título IV del libro I del
Código Civil, se sustanciarán por los trámites del juicio verbal, conforme a lo establecido en
el capítulo I de este título, y con sujeción, además, a las siguientes reglas:
1.ª A la demanda deberá acompañarse la certificación de la inscripción del matrimonio y,
en su caso, las de inscripción de nacimiento de los hijos en el Registro Civil, así como los
documentos en que el cónyuge funde su derecho. Si se solicitaran medidas de carácter
patrimonial, el actor deberá aportar los documentos de que disponga que permitan evaluar la
situación económica de los cónyuges y, en su caso, de los hijos, tales como declaraciones
tributarias, nóminas, certificaciones bancarias, títulos de propiedad o certificaciones
registrales.
2.ª La reconvención se propondrá con la contestación a la demanda. El actor dispondrá
de 10 días para contestarla.
Sólo se admitirá la reconvención:
a) Cuando se funde en alguna de las causas que puedan dar lugar a la nulidad del
matrimonio.
b) Cuando el cónyuge demandado de separación o de nulidad pretenda el divorcio.
c) Cuando el cónyuge demandado de nulidad pretenda la separación.
d) Cuando el cónyuge demandado pretenda la adopción de medidas definitivas, que no
hubieran sido solicitadas en la demanda, y sobre las que el tribunal no deba pronunciarse de
oficio.
3.ª A la vista deberán concurrir las partes por sí mismas, con apercibimiento de que su
incomparecencia sin causa justificada podrá determinar que se consideren admitidos los
hechos alegados por la parte que comparezca para fundamentar sus peticiones sobre
medidas definitivas de carácter patrimonial. También será obligatoria la presencia de los
abogados respectivos.
4.ª Las pruebas que no puedan practicarse en el acto de la vista se practicarán dentro
del plazo que el Tribunal señale, que no podrá exceder de treinta días.
Durante este plazo, el Tribunal podrá acordar de oficio las pruebas que estime
necesarias para comprobar la concurrencia de las circunstancias en cada caso exigidas por
el Código Civil para decretar la nulidad, separación o divorcio, así como las que se refieran a
hechos de los que dependan los pronunciamientos sobre medidas que afecten a los hijos
menores o incapacitados, de acuerdo con la legislación civil aplicable. Si el procedimiento
fuere contencioso y se estime necesario de oficio o a petición del fiscal, partes o miembros
del equipo técnico judicial o del propio menor, se oirá a los hijos menores o incapacitados si
tuviesen suficiente juicio y, en todo caso, a los mayores de doce años.
En las exploraciones de menores en los procedimientos civiles se garantizará por el Juez
que el menor pueda ser oído en condiciones idóneas para la salvaguarda de sus intereses,
sin interferencias de otras personas y, recabando excepcionalmente el auxilio de
especialistas cuando ello sea necesario.
– 509 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 510 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 511 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 512 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO V
De la oposición a las resoluciones administrativas en materia de protección de
menores, del procedimiento para determinar la necesidad de asentimiento en la
– 513 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Téngase en cuenta que esta rúbrica entra en vigor el 22 de julio de 2014, según establece
la disposición final 10 de la Ley 20/2011, de 21 de julio. Ref. BOE-A-2011-12628.
Redacción vigente:
"De la oposición a las resoluciones administrativas en materia de protección de menores y
del procedimiento para determinar la necesidad de asentimiento en la adopción".
– 514 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
Téngase en cuenta que este artículo entra en vigor el 22 de julio de 2014, según establece
la disposición final 10 de la Ley 20/2011, de 21 de julio. Ref. BOE-A-2011-12628.
TÍTULO II
De la división judicial de patrimonios
CAPÍTULO I
De la división de la herencia
– 515 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
defensor judicial y, respecto de los ausentes, cuando se presenten en el juicio o puedan ser
citados personalmente, aunque vuelvan a ausentarse.
5. Los acreedores a que se refiere el apartado 5 del artículo anterior serán convocados
por el Secretario judicial a la Junta cuando estuvieren personados en el procedimiento. Los
que no estuvieren personados no serán citados, pero podrán participar en ella si concurren
en el día señalado aportando los títulos justificativos de sus créditos.
– 516 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
2. Pasado dicho término sin hacerse oposición o luego que los interesados hayan
manifestado su conformidad, el Secretario judicial dictará decreto aprobando las operaciones
divisorias, mandando protocolizarlas.
3. Cuando en tiempo hábil se hubiere formalizado la oposición a las operaciones
divisorias, el Secretario judicial convocará al contador y a las partes a una comparecencia
ante el Tribunal, que se celebrará dentro de los diez días siguientes.
4. Si en la comparecencia se alcanzara la conformidad de todos los interesados respecto
a las cuestiones promovidas, se ejecutará lo acordado y el contador hará en las operaciones
divisorias las reformas convenidas, que serán aprobadas con arreglo a lo dispuesto en el
apartado 2 de este artículo.
5. Si no hubiere conformidad, el tribunal oirá a las partes y admitirá las pruebas que
propongan y que no sean impertinentes o inútiles, continuando la sustanciación del
procedimiento con arreglo a lo dispuesto para el juicio verbal.
La sentencia que recaiga se llevará a efecto con arreglo a lo dispuesto en el artículo
siguiente, pero no tendrá eficacia de cosa juzgada, pudiendo los interesados hacer valer los
derechos que crean corresponderles sobre los bienes adjudicados en el juicio ordinario que
corresponda.
6. Cuando, conforme a lo establecido en el artículo 40 de esta ley, se hubieran
suspendido las actuaciones por estar pendiente causa penal en que se investigue un delito
de cohecho cometido en el avalúo de los bienes de la herencia, la suspensión se alzará por
el Secretario judicial, sin esperar a que la causa finalice por resolución firme, en cuanto los
interesados, prescindiendo del avalúo impugnado, presentaren otro hecho de común
acuerdo, en cuyo caso se dictará sentencia con arreglo a lo que resulte de éste.
– 517 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 518 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 519 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
podrá subsistir la intervención, si así se solicita, hasta que se haga entrega a cada heredero
de los bienes que les hayan sido adjudicados.
2. Durante la sustanciación del procedimiento de división judicial de la herencia podrán
pedir los herederos, de común acuerdo, que cese la intervención judicial. El Secretario
judicial así lo acordará mediante decreto, salvo cuando alguno de los interesados sea menor
o incapacitado y no tenga representante legal o cuando haya algún heredero ausente al que
no haya podido citarse por ignorarse su paradero.
3. Si hubiera acreedores reconocidos en el testamento o por los coherederos o con
derecho documentado en un título ejecutivo, que se hubieran opuesto a que se lleve a efecto
la partición de la herencia hasta que se les pague o afiance el importe de sus créditos, no se
acordará la cesación de la intervención hasta que se produzca el pago o afianzamiento.
– 520 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
3. Pasado dicho término sin hacerse oposición a las cuentas, el Secretario judicial dictará
decreto aprobándolas y declarando exento de responsabilidad al administrador. En el mismo
decreto mandará devolver al administrador la caución que hubiere prestado.
4. Si las cuentas fueren impugnadas en tiempo hábil, se dará traslado del escrito de
impugnación al cuentadante para que conteste conforme a lo previsto por los artículos 404 y
siguientes, continuando la tramitación con arreglo a lo dispuesto para el juicio verbal.
– 521 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
4.º Sobre los demás ingresos que haya en la administración, por conceptos diversos de
los expresados en los párrafos precedentes, el Secretario judicial le señalará del 4 al 10 por
ciento, teniendo en consideración los productos del caudal y el trabajo de la administración.
2. También podrá acordar el Secretario judicial, mediante decreto, cuando lo considere
justo, que se abonen al administrador los gastos de viajes que tenga necesidad de hacer
para el desempeño de su cargo.
CAPÍTULO II
Del procedimiento para la liquidación del régimen económico matrimonial
Artículo 807. Competencia.
Será competente para conocer del procedimiento de liquidación el Juzgado de Primera
Instancia que esté conociendo o haya conocido del proceso de nulidad, separación o
divorcio, o aquel ante el que se sigan o se hayan seguido las actuaciones sobre disolución
del régimen económico matrimonial por alguna de las causas previstas en la legislación civil.
– 522 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 523 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
TÍTULO III
De los procesos monitorio y cambiario
CAPÍTULO I
Del proceso monitorio
Artículo 813. Competencia.
Será exclusivamente competente para el proceso monitorio el Juzgado de Primera
Instancia del domicilio o residencia del deudor o, si no fueren conocidos, el del lugar en que
el deudor pudiera ser hallado a efectos del requerimiento de pago por el Tribunal, salvo que
se trate de la reclamación de deuda a que se refiere el número 2.º del apartado 2 del artículo
812, en cuyo caso será también competente el Juzgado del lugar en donde se halle la finca,
a elección del solicitante.
En todo caso, no serán de aplicación las normas sobre sumisión expresa o tácita
contenidas en la sección 2.ª del capítulo II del Título II del Libro I.
Si, tras la realización de las correspondientes averiguaciones por el secretario Judicial
sobre el domicilio o residencia, éstas son infructuosas o el deudor es localizado en otro
partido judicial, el juez dictará auto dando por terminado el proceso, haciendo constar tal
circunstancia y reservando al acreedor el derecho a instar de nuevo el proceso ante el
Juzgado competente.
– 524 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 525 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
CAPÍTULO II
Del juicio cambiario
Artículo 820. Competencia.
Será competente para el juicio cambiario el Juzgado de Primera Instancia del domicilio
del demandado.
Si el tenedor del título demandare a varios deudores cuya obligación surge del mismo
título, será competente el domicilio de cualquiera de ellos, quienes podrán comparecer en
juicio mediante una representación independiente.
No serán aplicables las normas sobre sumisión expresa o tácita contenida en la sección
2.ª del capítulo II, Título II del Libro I.
Artículo 822. Pago.
Si el deudor cambiario atiende el requerimiento de pago se procederá como dispone el
artículo 583, pero las costas serán de cargo del deudor.
– 526 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 527 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
obstante lo anterior, junto a las nuevas cuantías en moneda europea, se mantendrán las
establecidas en pesetas por esta Ley en las reglas sobre determinación de la clase de juicio
que se ha de seguir y sobre acceso a los recursos.
– 528 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 529 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
en las fechas que le corresponda actuar en turno de asistencia continuada para que la
Oficina de Señalamiento Inmediato realice directamente dichos señalamientos.
El Consejo General del Poder Judicial, previo informe favorable del Ministerio de Justicia,
dictará los Reglamentos necesarios para regular la organización y funcionamiento del
sistema programado de señalamientos, el establecimiento de los turnos de asistencia
continuada entre los Juzgados de Primera Instancia y el fraccionamiento de franjas horarias
para la realización directa de los señalamientos.
Sexta. Las normas de reparto de los partidos judiciales en que se constituyan Oficinas de
Señalamiento Inmediato atribuirán el conocimiento de los procedimientos contemplados en
el apartado 2 de esta disposición a aquel Juzgado de Primera Instancia que haya de actuar
en turno de asistencia continuada en la fecha en que se realicen los señalamientos de las
vistas y comparecencias a que se refiere la regla cuarta.
4. En las actuaciones realizadas en el ámbito de esta disposición adicional, los
procuradores de las partes personadas podrán practicar, si así lo solicitan y a costa de la
parte que representen, las notificaciones, citaciones, emplazamientos y requerimientos, por
cualquiera de los medios admitidos con carácter general en esta ley.
Se tendrán por válidamente realizados estos actos de comunicación cuando quede
constancia suficiente de haber sido practicados en la persona o en el domicilio del
destinatario.
A estos efectos, el procurador acreditará, bajo su responsabilidad personal, la identidad y
condición del receptor del acto de comunicación, cuidando de que en la copia quede
constancia de su firma y de la fecha en que se realice.
En las comunicaciones por medio de entrega de copia de la resolución o cédula en el
domicilio del destinatario, se estará a lo dispuesto en el artículo 161 en lo que sea aplicable,
debiendo el procurador acreditar la concurrencia de las circunstancias contempladas en
dicho precepto, para lo que podrá auxiliarse de dos testigos o de cualquier otro medio
idóneo.
– 530 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 531 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 532 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 533 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
2. El artículo 103 de la Ley de Propiedad Intelectual, texto refundido por Real Decreto
legislativo 1/1996, de 12 de abril, quedará redactado en los siguientes términos:
"Artículo 150. Legitimación.
Las entidades de gestión, una vez autorizadas, estarán legitimadas en los
términos que resulten de sus propios estatutos, para ejercer los derechos confiados a
su gestión y hacerlos valer en toda clase de procedimientos administrativos o
judiciales.
Para acreditar dicha legitimación, la entidad de gestión únicamente deberá
aportar al inicio del proceso copia de sus estatutos y certificación acreditativa de su
autorización administrativa. El demandado sólo podrá fundar su oposición en la falta
de representación de la actora, la autorización del titular del derecho exclusivo o el
pago de la remuneración correspondiente."
"Artículo 22. Procedimiento.
Los procesos en materia de competencia desleal se tramitarán con arreglo a lo
dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Civil para el juicio ordinario."
– 534 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
"1. Los litigios civiles que puedan surgir al amparo de la presente Ley se
resolverán en el juicio que corresponda conforme a la Ley de Enjuiciamiento Civil."
2. El artículo 133 de la Ley 11/1986, de 20 de marzo, de Patentes, quedará redactado en
los siguientes términos:
"Quien ejercite o vaya a ejercitar una acción de las previstas en la presente Ley,
podrá solicitar del órgano judicial que haya de entender de aquélla la adopción de las
medidas cautelares tendentes a asegurar la efectividad de dichas acciones, siempre
que justifique la explotación de la patente objeto de la acción en los términos del
artículo 83 de la presente Ley o que ha iniciado unos preparativos serios y efectivos
a tales efectos."
– 535 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 536 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 537 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 538 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 539 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 540 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
"A los procesos seguidos sin que haya comparecido el demandado, les serán de
aplicación las normas contenidas en el Título V del Libro II de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, con las especialidades siguientes:"
6. Regla 3.ª del artículo 183
"El plazo para solicitar la audiencia será de tres meses desde la notificación de la
sentencia en el "Boletín Oficial" correspondiente en los supuestos y condiciones
previstos en el artículo 501 de la Ley de Enjuiciamiento Civil."
7. Artículo 186
"Los recursos de reposición y de súplica se sustanciarán de conformidad con lo
prevenido para el recurso de reposición en la Ley de Enjuiciamiento Civil."
8. Artículo 234
"Contra cualquier sentencia dictada por los órganos del orden jurisdiccional social
procederá el recurso de revisión previsto en la Ley de Enjuiciamiento Civil. El recurso
se interpondrá ante la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, que habrá de
resolverlo con arreglo a lo dispuesto en dicha Ley de Enjuiciamiento, si bien el
depósito para recurrir tendrá la cuantía que en la presente Ley se señala para los
recursos de casación."
9. Artículo 235.1
"1. Las sentencias firmes se llevarán a efecto en la forma establecida en la Ley
de Enjuiciamiento Civil para la ejecución de sentencias, con las especialidades
previstas en esta Ley."
10. Artículo 261.2
"2. Si lo embargado fueren valores, se venderán en la forma establecida para
ellos en la Ley de Enjuiciamiento Civil."
– 541 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 542 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
"Todos los días y horas del año serán hábiles para la instrucción de las causas
criminales, sin necesidad de habilitación especial."
6. Artículo 852
"En todo caso, el recurso de casación podrá interponerse fundándose en la
infracción de precepto constitucional."
– 543 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
2.ª Solamente podrá presentarse recurso extraordinario por infracción procesal sin
formular recurso de casación frente a las resoluciones recurribles en casación a que se
refieren los números 1.º y 2.º del apartado segundo del artículo 477 de esta Ley.
3.ª Cuando un litigante pretenda recurrir una resolución por infracción procesal y en
casación, habrá de interponer ambos recursos en un mismo escrito. A la interposición de
dichos recursos y a la remisión de los autos, les serán de aplicación los plazos establecidos
en los artículos 479 y 482, respectivamente.
4.ª Siempre que se interpongan contra una misma resolución recurso por infracción
procesal y recurso de casación, se tramitarán ambos en un único procedimiento. Cuando se
trate de recursos presentados por distintos litigantes, se procederá a su acumulación.
5.ª Si se tramitaren conjuntamente recurso por infracción procesal y recurso de casación,
la Sala examinará, en primer lugar, si la resolución recurrida es susceptible de recurso de
casación, y si no fuere así, acordará la inadmisión del recurso por infracción procesal.
Cuando el recurso por infracción procesal se hubiese formulado fundando
exclusivamente su procedencia en el número 3.º del apartado segundo del artículo 477, la
Sala resolverá si procede la admisión o inadmisión del recurso de casación, y si acordare la
inadmisión, se inadmitirá, sin más trámites, el recurso por infracción procesal. Sólo en el
caso de que el recurso de casación resultare admisible, se procederá a resolver sobre la
admisión del recurso extraordinario por infracción procesal.
6.ª Admitidos los recursos a que se refiere la regla anterior, se resolverá siempre en
primer lugar el recurso extraordinario por infracción procesal y, sólo cuando éste se
desestime, se examinará y resolverá el recurso de casación. En tal caso, la desestimación
del recurso por infracción procesal y la decisión sobre el recurso de casación se contendrán
en una misma sentencia.
7.ª Cuando se hubiese recurrido la sentencia por infracción procesal al amparo del
motivo 2.º del apartado primero del artículo 469, la Sala, de estimar el recurso por ese
motivo, dictará nueva sentencia, teniendo en cuenta, en su caso, lo que se hubiere alegado
como fundamento del recurso de casación. Del mismo modo resolverá la Sala si se alegare y
estimare producida una vulneración del artículo 24 de la Constitución que sólo afectase a la
sentencia.
8.ª Contra las sentencias dictadas resolviendo recursos extraordinarios por infracción
procesal y recursos de casación no cabrá recurso alguno.
2. En tanto las Salas de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia
carezcan de competencia para conocer, con carácter general, de los recursos
extraordinarios por infracción procesal, no serán de aplicación los artículos 466, 468 y 472,
así como los artículos 488 a 493 y el apartado cuarto del artículo 476. Lo dispuesto en el
último párrafo del apartado segundo del artículo 476 no será de aplicación en los casos en
que se estime el recurso extraordinario por infracción procesal fundado en el motivo 2.º del
apartado primero del artículo 469 o en vulneraciones del artículo 24 de la Constitución que
únicamente afectaran a la sentencia recurrida.
Las referencias a los Tribunales Superiores de Justicia, contenidas en el artículo 472 se
entenderán hechas a la Sala que sea competente para conocer del recurso de casación.
– 544 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 545 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 546 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
pago, sin perjuicio de la posibilidad de formular la reclamación del crédito a través del juicio
que corresponda con arreglo a las normas procesales nacionales o comunitarias.
El demandante responderá devolviendo el formulario C enviado en el plazo que se haya
especificado. Si se acepta la propuesta de requerimiento europeo de pago parcial, la parte
restante del crédito inicial podrá ser reclamada a través del juicio que corresponda con
arreglo a las normas procesales nacionales o comunitarias.
5. La desestimación de la petición de requerimiento europeo de pago se adoptará
mediante auto, de conformidad con el artículo 11. Igualmente, se informará al demandante
de los motivos de la desestimación en la forma prevista en el formulario D del anexo IV del
Reglamento (CE) n.º 1896/2006. Dicho auto no será susceptible de recurso.
6. La expedición de un requerimiento europeo de pago se adoptará mediante decreto en
el plazo máximo de treinta días desde la fecha de presentación de la petición, y en la forma
prevista en el formulario E del anexo V del Reglamento (CE) n.º 1896/2006, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 12 del citado Reglamento.
El plazo de treinta días no comprenderá el tiempo empleado por el demandante para
completar, rectificar o modificar la petición.
7. El demandado podrá presentar en el plazo de treinta días desde la notificación del
requerimiento escrito de oposición, valiéndose del formulario F del anexo VI del Reglamento
(CE) n.º 1896/2006 y con arreglo al artículo 16 del mismo.
En la notificación del requerimiento se advertirá al demandado que el cómputo de los
plazos se regirá por el Reglamento 1182/71 del Consejo, de 3 de junio de 1971, por el que
se determinan las normas aplicables a los plazos, fechas y términos, sin que se excluyan los
días inhábiles.
8. En el caso de que se presente escrito de oposición en el plazo señalado, el secretario
judicial comunicará al demandante que ha de instar la continuación del asunto por el
procedimiento que corresponda con arreglo a las normas procesales españolas ante el
Juzgado de Primera Instancia, de lo Mercantil o de lo Social que corresponda, a menos que
ya hubiera solicitado expresamente que, en dicho supuesto, se ponga fin al proceso.
En el caso de que en el plazo señalado no se haya formulado oposición o no se haya
pagado la deuda, el secretario judicial pondrá fin al proceso monitorio declarando ejecutivo el
requerimiento europeo de pago mediante decreto y en la forma prevista en el formulario G
del anexo VII del Reglamento (CE) n.º 1896/2006, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 18 del citado Reglamento.
El requerimiento europeo de pago se entregará al demandante debidamente
testimoniado por el secretario judicial, bien sobre el original bien sobre la copia, haciendo
constar esta circunstancia.
9. La competencia para la revisión de un requerimiento europeo de pago corresponde al
órgano jurisdiccional que lo haya expedido. El procedimiento para la revisión de un
requerimiento europeo de pago por las causas previstas en el artículo 20.1 del Reglamento
(CE) n.º 1896/2006 se tramitará y resolverá de conformidad con lo previsto para la rescisión
de sentencias firmes a instancia del litigante rebelde en los artículos 501 y concordantes de
esta Ley.
La revisión prevista en el artículo 20.2 del Reglamento (CE) n.º 1896/2006 se tramitará
por medio del incidente de nulidad de actos judiciales previsto en el artículo 241 de la Ley
Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial.
10. Las notificaciones efectuadas por el tribunal con ocasión de la tramitación de un
proceso monitorio europeo y de la expedición del requerimiento europeo de pago se llevarán
a cabo con arreglo a lo dispuesto en esta Ley, siempre que se trate de medios de
comunicación previstos en el Reglamento (CE) n.º 1896/2006, prioritariamente por medios
informáticos o telemáticos y, en su defecto, por cualquier otro medio que también permita
tener constancia de la entrega al demandado del acto de comunicación.
11. Las cuestiones procesales no previstas en el Reglamento (CE) n.º 1896/2006 para la
expedición de un requerimiento europeo de pago se regirán por lo previsto en esta Ley para
el proceso monitorio.
12. Los originales de los formularios contenidos en los anexos del Reglamento (CE) n.º
1896/2006 integrarán el procedimiento tanto en los casos en los que España sea Estado
emisor del requerimiento europeo de pago como en los casos en los que España sea Estado
– 547 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
de ejecución del mismo. A los efectos oportunos, se expedirán las copias testimoniadas que
correspondan.
13. La competencia para la ejecución en España de un requerimiento europeo de pago
que haya adquirido fuerza ejecutiva corresponde al Juzgado de Primera Instancia del
domicilio del demandado.
Igualmente, le corresponderá la denegación de la ejecución del requerimiento europeo
de pago, a instancia del demandado, así como la limitación de la ejecución, la constitución
de garantía o la suspensión del procedimiento de ejecución a que se refieren los artículos 22
y 23 del Reglamento (CE) n.º 1896/2006.
14. Sin perjuicio de lo que dispongan las normas contenidas en el Reglamento (CE) n.º
1896/2006, los procedimientos de ejecución en España de los requerimientos europeos de
pago expedidos en otros Estados miembros se regirán por lo dispuesto en esta Ley.
La tramitación de la denegación de la ejecución del requerimiento europeo de pago, así
como la limitación de la ejecución, su suspensión o la constitución de garantía, se llevarán a
cabo con arreglo a lo dispuesto en los artículos 556 y siguientes de esta Ley, y se resolverán
mediante auto no susceptible de recurso.
15. Cuando deba ejecutarse en España un requerimiento europeo de pago, el
demandante deberá presentar ante el Juzgado competente una traducción oficial al
castellano o a la lengua oficial de la Comunidad Autónoma en cuyo territorio tengan lugar las
actuaciones judiciales de dicho requerimiento, certificada en la forma prevista en el artículo
21 del Reglamento (CE) n.º 1896/2006.
– 548 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
resolverá mediante auto que el asunto se tramite por el procedimiento que corresponda con
arreglo a las normas procesales españolas.
5. Las notificaciones efectuadas con ocasión de la tramitación de un proceso europeo de
escasa cuantía se llevarán a cabo con arreglo a lo dispuesto en esta Ley, siempre que se
trate de medios de comunicación previstos en el Reglamento (CE) n.º 861/2007,
prioritariamente por medios informáticos o telemáticos y, en su defecto, por cualquier otro
medio que también permita tener constancia de la entrega al demandado del acto de
comunicación.
6. Contra la sentencia que ponga fin al proceso europeo de escasa cuantía podrá
interponerse el recurso que corresponda de acuerdo con esta Ley.
7. La competencia para la ejecución en España de una sentencia dictada en otro Estado
miembro de la Unión Europea que ponga fin a un proceso europeo de escasa cuantía
corresponde al Juzgado de Primera Instancia del domicilio del demandado.
Igualmente, le corresponderá la denegación de la ejecución de la sentencia, a instancia
del demandado, así como la limitación de la ejecución, la constitución de garantía o la
suspensión del procedimiento de ejecución a que se refieren los artículos 22 y 23 del
Reglamento (CE) n.º 861/2007.
8. Los procedimientos de ejecución en España de las sentencias dictadas en otros
Estados miembros de la Unión Europea que pongan fin a un proceso europeo de escasa
cuantía se regirán por lo dispuesto en esta Ley.
La tramitación de la denegación de la ejecución de la sentencia, así como la limitación de
la ejecución, su suspensión o la constitución de garantía, se llevarán a cabo con arreglo a lo
dispuesto en los artículos 556 y siguientes de esta Ley, sin que en ningún caso la sentencia
pueda ser objeto de revisión en cuanto al fondo, y se resolverán mediante auto no
susceptible de recurso.
9. Cuando deba ejecutarse en España una sentencia dictada en otro Estado miembro de
la Unión Europea que ponga fin a un proceso europeo de escasa cuantía, el demandante
deberá presentar ante el Juzgado competente una traducción oficial al castellano o a la
lengua oficial de la Comunidad Autónoma en cuyo territorio tengan lugar las actuaciones
judiciales del certificado de dicha sentencia, certificada en la forma prevista en el apartado 2
del artículo 21 del Reglamento (CE) n.º 861/2007.
10. Los originales de los formularios contenidos en los anexos del Reglamento (CE) n.º
861/2007, integrarán los autos tanto en los casos en los que sea un tribunal español el que
resuelva el proceso europeo de escasa cuantía como en los casos en los que España sea
Estado de ejecución del mismo. A los efectos oportunos, se expedirán las copias
testimoniadas que correspondan.
– 549 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 2 Ley de enjuiciamiento civil
– 550 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§3
Ministerio de Justicia
«BOE» núm. 58, de 27 de febrero de 1946
Última modificación: 15 de mayo de 2013
Referencia: BOE-A-1946-2453
EXPOSICIÓN
La Ley de treinta de diciembre de mil novecientos cuarenta y cuatro, que introduce
considerables reformas en el derecho hipotecario, autoriza al Gobierno en su Disposición
adicional segunda para publicar, en el plazo máximo de un año, una nueva redacción de la
Ley Hipotecaria, cuya finalidad debe consistir en armonizar debidamente los textos legales
vigentes, en abreviar el contenido de los asientos del Registro, sin mengua de los principios
fundamentales del sistema, y en dar a los preceptos legales una más que adecuada
ordenación sistemática y la necesaria unidad de estilo, sirviendo de base para todo ello,
además de las disposiciones de la Ley Hipotecaria y la de su Reforma, las del Reglamento,
la jurisprudencia del Tribunal Supremo y la doctrina de la Dirección General de los Registros
y del Notariado.
Tan difícil y delicada tarea ha sido acometida por el Ministro que suscribe desde el
momento mismo en que se posesionó de su cargo, cuando iban ya transcurridos casi ocho
de los doce meses del plazo concedido por las Cortes para la publicación de la nueva Ley.
La Comisión designada al efecto en el Centro directivo correspondiente ha consagrado
actividad sin tasa, en una labor constante, a dar cima, dentro del término legal, al arduo
trabajo que le fue encomendado; y fruto de su celo es el texto refundido que por este
Decreto se sanciona.
Ateniéndose con fidelidad a las directrices señaladas por la Ley de mil novecientos
cuarenta y cuatro, el nuevo texto se limita a dar cumplimiento a lo que ésta determina como
normas inexcusables de su redacción.
Se ha introducido, a tal fin, una nueva ordenación de los títulos de la Ley para darles
más sistemática distribución, colocando en primer término todos los relativos a las materias
sustantivas y dejando para el final los atinentes a la parte adjetiva y orgánica, reguladora de
la Dirección General y del Cuerpo de Registradores. Y aunque el nuevo texto comprende
menor número de artículos que el anterior, se ha procurado conservar la misma numeración
a los más importantes y más frecuentemente citados en sentencias y resoluciones, no sólo
por respeto, que podría pecar de excesivo, a una tradición, sino también por facilitar en lo
futuro el conocimiento y aplicación de la doctrina jurisprudencial relativa a las materias
reguladas por aquellos artículos.
Han sido trasladados al nuevo texto algunos preceptos reglamentarios, de indudable
jerarquía legislativa, tales como los referentes a la competencia por razón de circunscripción
– 551 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
territorial de los Registros y a la salvaguardia judicial de sus asientos; y del mismo modo,
numerosos artículos de la Ley, de simple contenido ordenancista o de detalle, han sido
suprimidos para su incorporación al Reglamento, por considerarse que, si era lógica su
inclusión en la Ley primitiva, cuando por vez primera se implantaba en España la institución
del Registro, resultaba inconveniente mantenerlos ahora, dado su evidente carácter
reglamentario.
Asimismo, se ha procurado, en lo posible, unificar el estilo de las dos Leyes refundidas,
mediante leves correcciones gramaticales y sustituciones de locuciones y vocablos arcaicos
o en desuso en la actual nomenclatura jurídica; si bien para una labor minuciosa y acertada
en tal sentido habría sido necesario contar con el tiempo suficiente para nuevas revisiones
de la redacción del texto.
En cuanto a la mayor brevedad de los asientos del Registro, aspiración expresada por el
legislador en armonía con las exigencias modernas, que requieren la máxima sencillez y
claridad en las fórmulas de inscripción, el nuevo texto simplifica no sólo la redacción de los
asientos principales, en los que se refleja el historial del dominio y de los derechos reales
sobre inmuebles, sino también la del asiento de presentación, cuya importancia es tan
capital en nuestro sistema inmobiliario. La reducción al mínimo de los requisitos formales de
todos los asientos, sin menoscabo de los principios esenciales del sistema, unida a la
supresión de las menciones de derechos que pueden y deben ser objeto de inscripción
especial, así como la eliminación de los derechos de naturaleza netamente personal u
obligacional del ámbito inmunizante del Registro, han de contribuir poderosamente a la
claridad de éste y a facilitar su publicidad, haciéndolo más asequible al directo conocimiento
de los interesados.
Se han incorporado a la nueva Ley en su integridad los preceptos de la de reforma de mil
novecientos cuarenta y cuatro, casi literalmente o con pequeñas correcciones de estilo, y
alguno de ellos con nueva ordenación sistemática. Ocioso sería tratar de explicar la
profundidad y sustancia de las modificaciones e innovaciones que estos nuevos artículos
introducen en el conjunto de la legislación hipotecaria, pues fueron explicadas y puestas de
relieve en la magistral exposición de motivos de la referida Ley de mil novecientos cuarenta y
cuatro.
Haciendo uso de las facultades concedidas por el legislador al Ministerio de Justicia en
orden a la organización territorial de los Registros y a la regulación del Estatuto Orgánico de
los Registradores, se han incluido en el nuevo texto los preceptos indispensables para
armonizarlos con las disposiciones vigentes y especialmente para llevar a la práctica el
expreso mandato legislativo referente a la sustitución de las clases de los Registros por las
categorías personales de los Registradores. Con el nuevo texto, que regula de modo
definitivo estas materias, se agota y consume la autorización concedida por el legislador; y
de este modo las nuevas normas que establecen el régimen orgánico de los funcionarios
que sirven los Registros adquieren su tradicional rango legislativo.
Cumpliendo, pues, dentro de los estrictos límites y plazo predeterminados el mandato de
las Cortes, el Ministro que suscribe tiene el honor de someter a la aprobación del Jefe del
Estado y de su Consejo de Ministros el adjunto proyecto de
DECRETO
A propuesta del Ministro de Justicia, de conformidad con el Consejo de Estado y previa
deliberación del Consejo de Ministros
DISPONGO:
Artículo único.
Se aprueba la nueva redacción oficial de la Ley Hipotecaria y se autoriza al Ministro de
Justicia para que, en cumplimiento de lo ordenado por la segunda disposición adicional de la
Ley de treinta de diciembre de mil novecientos cuarenta y cuatro, y en el artículo único de la
Ley de treinta y uno de diciembre de mil novecientos cuarenta y cinco, publique el texto
adjunto en el Boletin Oficial del Estado.
– 552 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
LEY HIPOTECARIA
TÍTULO PRIMERO
Del Registro de la Propiedad y de los títulos sujetos a inscripción
Artículo 1.
El Registro de la Propiedad tiene por objeto la inscripción o anotación de los actos y
contratos relativos al dominio y demás derechos reales sobre bienes inmuebles.
Las expresadas inscripciones o anotaciones se harán en el Registro en cuya
circunscripción territorial radiquen los inmuebles.
Los asientos del Registro practicados en los libros que se determinan en los artículos
doscientos treinta y ocho y siguientes, en cuanto se refieran a los derechos inscribibles,
están bajo la salvaguardia de los Tribunales y producen todos sus efectos mientras no se
declare su inexactitud en los términos establecidos en esta Ley.
Artículo 2.
En los Registros expresados en el artículo anterior se inscribirán:
Primero. Los títulos traslativos o declarativos del dominio de los inmuebles o de los
derechos reales impuestos sobre los mismos.
Segundo. Los títulos en que se constituyan, reconozcan, transmitan, modifiquen o
extingan derechos de usufructo, uso, habitación, enfiteusis, hipoteca, censos, servidumbres
y otros cualesquiera reales.
Tercero. Los actos y contratos en cuya virtud se adjudiquen a alguno bienes inmuebles o
derechos reales, aunque sea con la obligación de transmitirlos a otro o de invertir su importe
en objeto determinado.
Cuarto. Las resoluciones judiciales en que se declare la incapacidad legal para
administrar la ausencia, el fallecimiento y cualesquiera otras por las que se modifique la
capacidad civil de las personas en cuanto a la libre disposición de sus bienes.
Quinto. Los contratos de arrendamiento de bienes inmuebles, y los subarriendos,
cesiones y subrogaciones de los mismos.
Sexto. Los títulos de adquisición de los bienes inmuebles y derechos reales que
pertenezcan al Estado, o a las corporaciones civiles o eclesiásticas, con sujeción a lo
establecido en las leyes o reglamentos.
Artículo 3.
Para que puedan ser inscritos los títulos expresados en el artículo anterior, deberán estar
consignados en escritura pública, ejecutoria o documento auténtico expedido por Autoridad
judicial o por el Gobierno o sus Agentes, en la forma que prescriban los reglamentos.
Artículo 4.
También se inscribirán en el Registro los títulos expresados en el artículo segundo,
otorgados en país extranjero, que tengan fuerza en España con arreglo a las leyes, y las
ejecutorias pronunciadas por Tribunales extranjeros a que deba darse cumplimiento en
España, con arreglo a la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Artículo 5.
Los títulos referentes al mero o simple hecho de poseer no serán inscribibles.
– 553 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
TÍTULO II
De la forma y efectos de la inscripción
Artículo 6.
La inscripción de los títulos en el Registro podrá pedirse indistintamente:
a) Por el que adquiera el derecho.
b) Por el que lo transmita.
c) Por quien tenga interés en asegurar el derecho que se deba inscribir.
d) Por quien tenga la representación de cualquiera de ellos.
Artículo 7.
La primera inscripción de cada finca en el Registro de la Propiedad será de dominio y se
practicará con arreglo a los procedimientos regulados en el Título VI de esta Ley.
El titular de cualquier derecho real impuesto sobre finca cuyo dueño no hubiere inscrito
su dominio, podrá solicitar la inscripción de su derecho con sujeción a las normas prescritas
en el Reglamento.
Artículo 8.
Cada finca tendrá desde que se inscriba por primera vez un número diferente y
correlativo.
Las inscripciones que se refieran a una misma finca tendrán otra numeración correlativa
y especial.
Se inscribirán como una sola finca bajo un mismo número:
Primero.–El territorio, término redondo o lugar de cada foral en Galicia o Asturias,
siempre que reconozcan un solo dueño directo o varios proindiviso, aunque esté dividido en
suertes o porciones, dadas en dominio útil o foro a diferentes colonos, si su conjunto se halla
comprendido dentro de los linderos de dicho término.
Se estimará único el señorío directo para los efectos de la inscripción, aunque sean
varios los que, a título de señores directos, cobren rentas o pensiones de un foral o lugar,
siempre que la tierra aforada no se halle dividida entre ellos por el mismo concepto.
Segundo.–Toda explotación agrícola, con o sin casa de labor, que forme una unidad
orgánica, aunque esté constituida por predios no colindantes, y las explotaciones industriales
que formen un cuerpo de bienes unidos o dependientes entre sí.
Tercero.–Las fincas urbanas y edificios en general, aunque pertenezcan a diferentes
dueños en dominio pleno o menos pleno.
Cuarto.–Los edificios en régimen de propiedad por pisos cuya construcción esté
concluida o, por lo menos, comenzada.
En la inscripción se describirán, con las circunstancias prescritas por la Ley, además del
inmueble en su conjunto, sus distintos pisos o locales susceptibles de aprovechamiento
independiente, asignando a éstos un número correlativo, escrito en letra y la cuota de
participación que a cada uno corresponde en relación con el inmueble. En la inscripción del
solar o del edificio en conjunto se harán constar los pisos meramente proyectados.
Se incluirán además aquellas reglas contenidas en el título y en los estatutos que
configuren el contenido y ejercicio de esta propiedad.
La inscripción se practicará a favor del dueño del inmueble constituyente del régimen o
de los titulares de todos y cada uno de sus pisos o locales.
Quinto.–Los pisos o locales de un edificio en régimen de propiedad horizontal, siempre
que conste previamente en la inscripción del inmueble la constitución de dicho régimen.
Artículo 9.
Toda inscripción que se haga en el Registro expresará las circunstancias siguientes:
Primera. La naturaleza, situación y linderos de los inmuebles objeto de la inscripción, o a
los cuales afecte el derecho que deba inscribirse, y su medida superficial, nombre y número,
si constaren del título.
– 554 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 10.
En la inscripción de los contratos en que haya mediado precio o entrega en metálico, se
hará constar el que resulte del título, así como la forma en que se hubiese hecho o
convenido el pago.
Artículo 11.
La expresión del aplazamiento del pago, conforme al artículo anterior, no surtirá efectos
en perjuicio de tercero, a menos que se garantice aquél con hipoteca o se dé a la falta de
pago el carácter de condición resolutoria explícita. En ambos casos, si el precio aplazado se
refiere a la transmisión de dos o más fincas, se determinará el correspondiente a cada una
de ellas.
Lo dispuesto en el párrafo precedente se aplicará a las permutas o adjudicaciones en
pago cuando una de las partes tuviere que abonar a la otra alguna diferencia en dinero o en
especie.
Artículo 12.
En la inscripción del derecho real de hipoteca se expresará el importe del principal de la
deuda y, en su caso, el de los intereses pactados, o, el importe máximo de la
responsabilidad hipotecaria, identificando las obligaciones garantizadas, cualquiera que sea
la naturaleza de éstas y su duración.
Las cláusulas de vencimiento anticipado y demás cláusulas financieras de las
obligaciones garantizadas por hipoteca a favor de las entidades a las que se refiere el
artículo 2 de la Ley 2/1981, de 25 de marzo, de Regulación del Mercado Hipotecario, en
caso de calificación registral favorable de las cláusulas de trascendencia real, se harán
constar en el asiento en los términos que resulten de la escritura de formalización.
– 555 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 13.
Los derechos reales limitativos, los de garantía y, en general, cualquier carga o limitación
del dominio o de los derechos reales, para que surtan efectos contra terceros, deberán
constar en la inscripción de la finca o derecho sobre que recaigan.
Las servidumbres reales podrán también hacerse constar en la inscripción del predio
dominante, como cualidad del mismo.
Artículo 14.
El título de la sucesión hereditaria, a los efectos del Registro, es el testamento, el
contrato sucesorio, la declaración judicial de herederos abintestato o el acta de notoriedad a
que se refiere el artículo 979 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Para inscribir bienes y adjudicaciones concretas deberán determinarse en escritura
pública o por sentencia firme los bienes, o parte indivisa de los mismos que correspondan o
se adjudiquen a cada titular o heredero, con la sola excepción de lo ordenado en el párrafo
siguiente.
Cuando se tratare de heredero único, y no exista ningún interesado con derecho a
legítima, ni tampoco Comisario o persona autorizada para adjudicar la herencia, el título de
la sucesión, acompañado de los documentos a que se refiere el artículo dieciséis de esta
Ley, bastará para inscribir directamente a favor del heredero los bienes y derechos de que
en el Registro era titular el causante.
Artículo 15.
Los derechos del legitimario de parte alícuota que no pueda promover el juicio de
testamentaría por hallarse autorizado el heredero para pagar las legítimas en efectivo o en
bienes no inmuebles, así como los de los legitimarios sujetos a la legislación especial
catalana, se mencionarán en la inscripción de los bienes hereditarios.
La asignación de bienes concretos para pago o su afección en garantía de las legítimas,
se hará constar por nota marginal.
Las referidas menciones se practicarán con los documentos en cuya virtud se inscriban
los bienes a favor de los herederos, aunque en aquéllos no hayan tenido intervención los
legitimarios.
Las disposiciones de este artículo producirán efecto solamente respecto de los terceros
protegidos por el artículo treinta y cuatro, no entre herederos y legitimarios, cuyas relaciones
se regirán por las normas civiles aplicables a la herencia del causante.
Contra dichos terceros los legitimarios no podrán ejercitar otras ni más acciones que las
que se deriven de las menciones referidas, a tenor de las reglas que siguen:
a) Durante los cinco primeros años de la fecha de la mención, quedarán solidariamente
afectos al pago de la legítima todos los bienes de la herencia en la cuantía y forma que las
leyes determinen, cualesquiera que sean las disposiciones del causante o los acuerdos del
Comisario, Contador-Partidor o Albacea, con facultad de partir, heredero distributario,
heredero de confianza, usufructuario con facultad de señalar y pagar legítimas u otras
personas con análogas facultades, nombrados por el causante en acto de última voluntad
contractual o testamentaria.
Esta mención quedará sin efecto y se estará a lo dispuesto en los números segundo y
tercero de la letra b) del presente artículo, si el legitimario hubiese aceptado bienes
determinados o cantidad cierta para pago de dichas legítimas o concretado su garantía
sobre uno o más inmuebles de la herencia.
b) Transcurridos los cinco primeros años de su fecha, los efectos de la mención serán
los siguientes:
Primero. Cuando el causante, o por su designación las personas expresadas en el
párrafo primero del apartado a), no hubieran fijado el importe de dichas legítimas, ni
concretado su garantía sobre ciertos bienes inmuebles, ni asignado bienes determinados
para el pago de las mismas, continuará surtiendo plenos efectos la mención solidaria
expresada en la letra a) precedente, hasta cumplidos veinte años del fallecimiento del
causante.
– 556 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Segundo. Cuando las mismas personas se hubieren limitado a asignar una cantidad
cierta para pago de las legítimas, quedarán solidariamente sujetos a la efectividad de las
mismas todos los bienes de la herencia, durante el plazo antes indicado. No obstante, si
dentro de los cinco años siguientes a su constancia en el Registro de la Propiedad, los
legitimarios no hubieren impugnado por insuficiente tal asignación, transcurrido que sea este
plazo podrá cancelarse la mención solidaria expresada en el apartado a) siempre que
justifique el heredero haber depositado suma bastante en un establecimiento bancario o
Caja oficial, a las resultas del pago de las legítimas en la cantidad asignada y de sus
intereses de cinco años al tipo legal.
Tercero. Cuando las supradichas personas hubieren asignado bienes ciertos para el
pago de las legítimas, o concretado la garantía de las mismas sobre bienes determinados, el
legitimario solamente podrá hacer efectivos sus derechos sobre dichos bienes en la forma
que disponga el correspondiente título sucesorio o acto particional.
Cuarto. Cuando el causante hubiere desheredado a algún legitimario o manifestado en el
título sucesorio que ciertas legítimas fueron totalmente satisfechas, se entenderá que los
legitimarios aludidos aceptan respecto de terceros la desheredación o las manifestaciones
del causante si durante el plazo determinado en el apartado a) de este artículo no
impugnaren dicha disposición.
Dentro de los plazos de vigencia de las menciones por derechos legitimarios, los
herederos podrán, sin necesidad de autorización alguna, cancelar hipotecas, redimir censos,
cobrar precios aplazados, retrovender y, en general, extinguir otros derechos análogos de
cuantía determinada o determinable aritméticamente, que formen parte de la herencia,
siempre que el importe así obtenido o la cantidad cierta o parte alícuota del mismo que
conste en el Registro como responsabilidad especial por legítimas, afectante al derecho
extinguido, se invierta en valores del Estado, que se depositarán, con intervención del
Notario, en un establecimiento bancario o Caja oficial, a las resultas del pago de las
legítimas.
Los depósitos a que hacen referencia el párrafo anterior y el número segundo, letra b) de
este artículo, podrán ser retirados por los herederos transcurridos veinte años, a contar
desde el fallecimiento del causante, siempre que no hubieren sido aceptados o reclamados
por los legitimarios dentro del plazo indicado.
Las menciones reguladas en los números primero, segundo y tercero del apartado b,
caducarán sin excepción cumplidos veinte años desde el fallecimiento del causante.
Los bienes hereditarios se inscribirán sin mención alguna de derechos legitimarios,
cuando la herencia tenga ingreso en el Registro después de transcurridos veinte años desde
el fallecimiento del causante.
Artículo 16.
Los dueños de bienes inmuebles o derechos reales por testamento u otro título universal
o singular, que no los señale y describa individualmente, podrán obtener su inscripción,
presentando dicho título con el documento, en su caso, que pruebe haberles sido aquél
transmitido y justificando con cualquier otro documento fehaciente que se hallan
comprendidos en él los bienes que traten de inscribir.
Artículo 17.
Inscrito o anotado preventivamente en el Registro cualquier título traslativo o declarativo
del dominio de los inmuebles o de los derechos reales impuestos sobre los mismos, no
podrá inscribirse o anotarse ningún otro de igual o anterior fecha que se le oponga o sea
incompatible, por el cual se transmita o grave la propiedad del mismo inmueble o derecho
real.
Si sólo se hubiera extendido el asiento de presentación, no podrá tampoco inscribirse o
anotarse ningún otro título de la clase antes expresada durante el término de sesenta días,
contados desde el siguiente al de la fecha del mismo asiento.
– 557 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 18.
Los Registradores calificarán, bajo su responsabilidad, la legalidad de las formas
extrínsecas de los documentos de toda clase, en cuya virtud se solicite la inscripción, así
como la capacidad de los otorgantes y la validez de los actos dispositivos contenidos en las
escrituras públicas, por lo que resulte de ellas y de los asientos del Registro.
El plazo máximo para inscribir el documento será de quince días contados desde la
fecha del asiento de presentación. El registrador en la nota a pie de título, si la calificación es
positiva, o en la calificación negativa deberá expresar inexcusablemente la fecha de la
inscripción y, en su caso, de la calificación negativa a los efectos del cómputo del plazo de
quince días. Si el título hubiera sido retirado antes de la inscripción, tuviera defectos
subsanables o existiera pendiente de inscripción un título presentado con anterioridad, el
plazo de quince días se computará desde la fecha de la devolución del título, la subsanación
o la inscripción del título previo, respectivamente. En estos casos, la vigencia del asiento de
presentación se entenderá prorrogada hasta la terminación del plazo de inscripción. Por
razones extraordinarias, debidamente acreditadas, la Dirección General de los Registros y
del Notariado podrá, a solicitud del registrador competente formulada dentro de los dos
primeros días de plazo de inscripción, ampliar hasta quince días más como máximo dicho
plazo. Si la Dirección General no contesta en el plazo de dos días contados desde que
tuviera entrada la solicitud, se entenderá que ésta ha sido desestimada. El registrador no
podrá recurrir contra la decisión expresa o presunta que adopte la Dirección General.
Si, transcurrido el plazo máximo señalado en el párrafo anterior, no hubiere tenido lugar
la inscripción, el interesado podrá instar del registrador ante quien se presentó el título que la
lleve a cabo en el término improrrogable de tres días o la aplicación del cuadro de
sustituciones previsto en el artículo 275 bis de esta ley. Igualmente, si transcurrido el plazo
de tres días el registrador no inscribe el título, el interesado podrá instar la aplicación del
cuadro de sustituciones.
La inscripción realizada fuera de plazo por el registrador titular producirá una reducción
de aranceles de un treinta por ciento, sin perjuicio de la aplicación del régimen sancionador
correspondiente. A los efectos del adecuado cumplimiento del plazo de inscripción, los
registradores deberán remitir a la Dirección General de los Registros y del Notariado en los
primeros veinte días de los meses de abril, julio, octubre y enero una estadística en formato
electrónico que contenga el número de títulos presentados y fecha de inscripción de los
mismos, así como el porcentaje de títulos inscritos fuera del plazo previsto en este artículo.
La Dirección General de Registros y del Notariado concretará mediante Instrucción el
formato electrónico y datos que deban remitir los registradores.
Si un Registro de la Propiedad estuviese a cargo de dos o más registradores, se
procurará, en lo posible, la uniformidad de los criterios de calificación. A tal efecto, llevarán el
despacho de los documentos con arreglo al convenio de distribución de materias o sectores
que acuerden. El convenio y sus modificaciones posteriores deberán ser sometidos a la
aprobación de la Dirección General de los Registros y del Notariado.
Siempre que el registrador a quien corresponda la calificación de un documento
apreciare defectos que impidan practicar la operación solicitada, los pondrá en conocimiento
del cotitular o cotitulares del mismo sector o del sector único. Antes del transcurso del plazo
máximo establecido para la inscripción del documento les pasará la documentación, y el que
entendiere que la operación es procedente la practicará bajo su responsabilidad antes de
expirar dicho plazo.
En la calificación negativa el registrador a quien corresponda deberá expresar que la
misma se ha extendido con la conformidad de los cotitulares. Si falta dicha indicación, la
calificación se entenderá incompleta, sin perjuicio de que los legitimados para ello ya puedan
recurrirla, instar la intervención del sustituto, o pedir expresamente que se complete. No se
tendrá en cuenta una calificación incompleta para interrumpir el plazo en que debe hacerse
la calificación. Los cotitulares serán también responsables a todos los efectos de la
calificación a la que prestan su conformidad.
El registrador que calificare un documento conocerá de todas las incidencias que se
produzcan hasta la terminación del procedimiento registral.
– 558 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 19.
Cuando el Registrador notare alguna falta en el título conforme al artículo anterior, la
manifestará a los que pretendan la inscripción, para que, si quieren, recojan el documento y
subsanen la falta durante la vigencia del asiento de presentación. Si no lo recogen o no
subsanan la falta a satisfacción del Registrador, devolverá el documento para que puedan
ejercitarse los recursos correspondientes, sin perjuicio de hacer la anotación preventiva que
ordena el artículo cuarenta y dos en su número nueve, si se solicita expresamente.
En el caso de no hacerse la anotación preventiva, el asiento de presentación del título
continuará produciendo sus efectos durante los sesenta días antes expresados.
Artículo 19 bis.
Si la calificación es positiva, el Registrador inscribirá y expresará en la nota de despacho,
al pie del título, los datos identificadores del asiento, así como las afecciones o derechos
cancelados con ocasión de su práctica. Si el estado registral de titularidad o cargas fuere
discordante con el reflejado en el título, librará nota simple informativa.
La calificación negativa, incluso cuando se trate de inscripción parcial en virtud de
solicitud del interesado, deberá ser firmada por el Registrador, y en ella habrán de constar
las causas impeditivas, suspensivas o denegatorias y la motivación jurídica de las mismas,
ordenada en hechos y fundamentos de derecho, con expresa indicación de los medios de
impugnación, órgano ante el que debe recurrirse y plazo para interponerlo, sin perjuicio de
que el interesado ejercite, en su caso, cualquier otro que entienda procedente.
Si el registrador califica negativamente el título, sea total o parcialmente, dentro o fuera
del plazo a que se refiere el artículo 18 de la Ley, el interesado podrá recurrir ante la
Dirección General de los Registros y del Notariado o bien instar la aplicación del cuadro de
sustituciones previsto en el artículo 275 bis de la Ley.
Los interesados tendrán el derecho a solicitar al Registrador del cuadro de sustituciones
la calificación de los títulos presentados, en los supuestos previstos en el párrafo anterior,
conforme a las siguientes reglas:
1.ª El interesado deberá ejercer su derecho en los quince días siguientes a la notificación
de la calificación negativa, durante la vigencia del asiento de presentación, mediante la
aportación al registrador sustituto del testimonio íntegro del título presentado y de la
documentación complementaria.
2.ª El Registrador sustituto que asuma la inscripción del título lo comunicará al
Registrador sustituido, pudiendo con carácter previo y en orden a esta finalidad solicitar que
se le aporte información registral completa, de no existir o ser insuficiente la remitida con el
testimonio íntegro del título.
El Registrador sustituido hará constar dicha comunicación, en el mismo día de su
recepción o el siguiente hábil, por nota al margen del asiento de presentación, indicando que
se ha ejercido el derecho a solicitar la calificación de los títulos a un Registrador de los
incluidos en el cuadro de sustituciones, la identidad de éste y el Registro del que sea titular.
A partir de la fecha de recepción de la comunicación referida, el Registrador sustituido
deberá suministrar al Registrador sustituto información continuada relativa a cualquier nueva
circunstancia registral que pudiera afectar a la práctica del asiento.
3.ª Si el Registrador sustituto calificara positivamente el título, en los diez días siguientes
al de la fecha de la comunicación prevista en la regla anterior, ordenará al Registrador
sustituido que extienda el asiento solicitado, remitiéndole el texto comprensivo de los
términos en que deba practicarse aquél, junto con el testimonio íntegro del título y
documentación complementaria.
En todo caso, en el asiento que se extienda, además de las circunstancias que procedan
de conformidad con su naturaleza, deberá constar la identidad del Registrador sustituto y el
Registro del que fuera titular.
Extendido el asiento, el Registrador sustituido lo comunicará al Registrador sustituto, y
devolverá el título al presentante con nota al pie del mismo, extendida conforme a la
legislación hipotecaria.
– 559 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
4.ª Si el Registrador sustituto asumiera la inscripción parcial del título se procederá del
modo previsto en las reglas segunda y tercera. Dicha inscripción parcial sólo podrá
practicarse si media consentimiento del presentante o del interesado.
5.ª Si el registrador sustituto calificara negativamente el título, devolverá éste al
interesado a los efectos de interposición del recurso frente a la calificación del registrador
sustituido ante la Dirección General de los Registros y del Notariado, el cual deberá ceñirse
a los defectos señalados por el registrador sustituido con los que el registrador sustituto
hubiera manifestado su conformidad.
En la calificación el registrador sustituto se ajustará a los defectos señalados por el
registrador sustituido y respecto de los que los interesados hubieran motivado su
discrepancia en el escrito en el que soliciten su intervención, no pudiendo versar sobre
ninguna otra pretensión basada en otros motivos o en documentos no presentados en
tiempo y forma. Para fundar su decisión podrá pedir informe al Colegio de Registradores de
la Propiedad y Mercantiles de España, que lo evacuará a través de sus servicios de
estudios, todo ello bajo responsabilidad del registrador y sin que pueda excederse del plazo
de calificación.
6.ª Practicado el asiento solicitado, corresponderá al Registrador sustituto el cincuenta
por ciento de los aranceles devengados y al Registrador sustituido el cincuenta por ciento
restante.
Los derechos arancelarios se abonarán por el interesado a cada Registrador en su parte
correspondiente.
7.ª Las comunicaciones que se deban practicar conforme a las reglas precedentes se
realizarán por correo, fax, correo electrónico o cualquier otro medio telemático que permita
tener constancia de su recepción.
Artículo 20.
Para inscribir o anotar títulos por los que se declaren, transmitan, graven, modifiquen o
extingan el dominio y demás derechos reales sobre inmuebles, deberá constar previamente
inscrito o anotado el derecho de la persona que otorgue o en cuyo nombre sean otorgados
los actos referidos.
En el caso de resultar inscrito aquel derecho a favor de persona distinta de la que
otorgue la transmisión o gravamen, los Registradores denegarán la inscripción solicitada.
Cuando no resultare inscrito a favor de persona alguna el expresado derecho y no se
acredite fuere inscribible con arreglo al artículo doscientos cinco, los Registradores harán
anotación preventiva a solicitud del interesado, la cual subsistirá durante el plazo que señala
el artículo noventa y seis de esta Ley.
No será necesaria la previa inscripción o anotación a favor de los mandatarios,
representantes, liquidadores, albaceas y demás personas que con carácter temporal actúen
como órganos de representación y dispongan de intereses ajenos en la forma permitida por
las leyes.
Tampoco será precisa dicha inscripción previa para inscribir los documentos otorgados
por los herederos:
Primero. Cuando ratifiquen contratos privados realizados por su causante, siempre que
consten por escrito y firmados por éste.
Segundo. Cuando vendieren o cedieren a un coheredero fincas adjudicadas proindiviso a
los vendedores o cedentes, pero en la inscripción que se haga habrá de expresarse dicha
previa adjudicación proindiviso con referencia al título en que así constare. Y
Tercero. Cuando se trate de testimonios de decretos de adjudicación o escritura de venta
verificada en nombre de los herederos del ejecutado en virtud de ejecución de sentencia,
con tal que el inmueble o derecho real se halle inscrito a favor del causante.
Cuando en una partición de herencia, verificada después del fallecimiento de algún
heredero, se adjudiquen a los que lo fuesen de éste los bienes que a aquél correspondían,
deberá practicarse la inscripción a favor de los adjudicatarios, pero haciéndose constar en
ella las transmisiones realizadas.
No podrá tomarse anotación de demanda, embargo o prohibición de disponer, ni
cualquier otra prevista en la ley, si el titular registral es persona distinta de aquella contra la
– 560 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 21.
1. Los documentos relativos a contratos o actos que deban inscribirse expresarán, por lo
menos, todas las circunstancias que necesariamente debe contener la inscripción y sean
relativas a las personas de los otorgantes, a las fincas y a los derechos inscritos.
2. Las escrituras públicas relativas a actos o contratos por los que se declaren,
constituyan, transmitan, graven, modifiquen o extingan a título oneroso el dominio y los
demás derechos reales sobre bienes inmuebles, cuando la contraprestación consistiera, en
todo o en parte, en dinero o signo que lo represente, deberán expresar, además de las
circunstancias previstas en el apartado anterior, la identificación de los medios de pago
empleados por las partes, en los términos previstos en el artículo 24 de la Ley del Notariado,
de 28 de mayo de 1862.
3. En las escrituras de préstamo hipotecario sobre vivienda deberá constar el carácter,
habitual o no, que pretenda atribuirse a la vivienda que se hipoteque. Se presumirá, salvo
prueba en contrario, que en el momento de la ejecución judicial del inmueble es vivienda
habitual si así se hiciera constar en la escritura de constitución.
Artículo 22.
El Notario que cometiere alguna omisión que impida inscribir el acto o contrato, conforme
a lo dispuesto en el artículo anterior, la subsanará extendiendo a su costa una nueva
escritura, si fuere posible, e indemnizando, en su caso, a los interesados de los perjuicios
que les ocasione su falta.
Artículo 23.
El cumplimiento de las condiciones suspensivas, resolutorias o rescisorias de los actos o
contratos inscritos, se hará constar en el Registro, bien por medio de una nota marginal, si
se consuma la adquisición del derecho, bien por una nueva inscripción a favor de quien
corresponda, si la resolución o rescisión llega a verificarse.
Artículo 24.
Se considera como fecha de la inscripción para todos los efectos que ésta deba producir,
la fecha del asiento de presentación que deberá constar en la inscripción misma.
Artículo 25.
Para determinar la preferencia entre dos o más inscripciones de igual fecha, relativas a
una misma finca, se atenderá a la hora de la presentación en el Registro de los títulos
respectivos.
Artículo 26.
Las prohibiciones de disponer o enajenar se harán constar en el Registro de la
Propiedad y producirán efecto con arreglo a las siguientes normas:
Primera. Las establecidas por la Ley que, sin expresa declaración judicial o
administrativa, tengan plena eficacia jurídica, no necesitarán inscripción separada y especial
y surtirán sus efectos como limitaciones legales del dominio.
Segunda. Las que deban su origen inmediato a alguna resolución judicial o
administrativa serán objeto de anotación preventiva.
Tercera. Las impuestas por el testador o donante en actos o disposiciones de última
voluntad, capitulaciones matrimoniales, donaciones y demás actos a título gratuito, serán
inscribibles siempre que la legislación vigente reconozca su validez.
– 561 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 27.
Las prohibiciones de disponer que tengan su origen en actos o contratos de los no
comprendidos en el artículo anterior, no tendrán acceso al Registro, sin perjuicio de que
mediante hipoteca o cualquier otra forma de garantía real se asegure su cumplimiento.
Artículo 28.
Las inscripciones de fincas o derechos reales adquiridos por herencia o legado, no
surtirán efecto en cuanto a tercero hasta transcurridos dos años desde la fecha de la muerte
del causante. Exceptúanse las inscripciones por título de herencia testada o intestada,
mejora o legado a favor de herederos forzosos.
Artículo 29.
La fe pública del Registro no se extenderá a la mención de derechos susceptibles de
inscripción separada y especial.
Artículo 30.
Las inscripciones de los títulos expresados en los artículos segundo y cuarto serán nulas
si en ellas se omite o se expresa con inexactitud sustancial alguna de las circunstancias
comprendidas en el artículo nueve, sin perjuicio de lo establecido en esta Ley sobre
rectificación de errores.
Artículo 31.
La nulidad de las inscripciones de que trata el artículo precedente, no perjudicará el
derecho anteriormente adquirido por un tercero protegido con arreglo al artículo treinta y
cuatro.
Artículo 32.
Los títulos de dominio o de otros derechos reales sobre bienes inmuebles, que no estén
debidamente inscritos o anotados en el Registro de la Propiedad, no perjudican a tercero.
Artículo 33.
La inscripción no convalida los actos o contratos que sean nulos con arreglo a las leyes.
Artículo 34.
El tercero que de buena fe adquiera a título oneroso algún derecho de persona que en el
Registro aparezca con facultades para transmitirlo, será mantenido en su adquisición, una
vez que haya inscrito su derecho, aunque después se anule o resuelva el del otorgante por
virtud de causas que no consten en el mismo Registro.
La buena fe del tercero se presume siempre mientras no se pruebe que conocía la
inexactitud del Registro.
Los adquirentes a título gratuito no gozarán de más protección registral que la que
tuviere su causante o transferente.
Artículo 35.
A los efectos de la prescripción adquisitiva en favor del titular inscrito, será justo título la
inscripción, y se presumirá que aquél ha poseído pública, pacífica, ininterrumpidamente y de
buena fe durante el tiempo de vigencia del asiento y de los de sus antecesores de quienes
traiga causa.
Artículo 36.
Frente a titulares inscritos que tengan la condición de terceros con arreglo al artículo
treinta y cuatro, sólo prevalecerá la prescripción adquisitiva consumada o la que pueda
consumarse dentro del año siguiente a su adquisición, en los dos supuestos siguientes:
– 562 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 37.
Las acciones rescisorias, revocatorias y resolutorias no se darán contra tercero que haya
inscrito los títulos de sus respectivos derechos conforme a lo prevenido en esta Ley.
Se exceptúan de la regla contenida en el párrafo anterior:
Primero. Las acciones rescisorias y resolutorias que deban su origen a causas que
consten explícitamente en el Registro.
Segundo. Las de revocación de donaciones, en el caso de no cumplir el donatario
condiciones inscritas en el Registro.
Tercero. Las de retracto legal, en los casos y términos que las leyes establecen.
Cuarto. Las acciones rescisorias de enajenaciones hechas en fraude de acreedores, las
cuales perjudicarán a tercero:
a) Cuando hubiese adquirido por título gratuito.
b) Cuando, habiendo adquirido por título oneroso hubiese sido cómplice en el fraude. El
simple conocimiento de haberse aplazado el pago del precio no implicará, por sí solo,
complicidad en el fraude.
En ambos casos no perjudicará a tercero la acción rescisoria que no se hubiere
entablado dentro del plazo de cuatro años, contados desde el día de la enajenación
fraudulenta.
En el caso de que la acción resolutoria, revocatoria o rescisoria no se pueda dirigir contra
tercero, conforme a lo dispuesto en el párrafo primero de este artículo, se podrán ejercitar
entre las partes las acciones personales que correspondan.
Artículo 38.
A todos los efectos legales se presumirá que los derechos reales inscritos en el Registro
existen y pertenecen a su titular en la forma determinada por el asiento respectivo. De igual
modo se presumirá que quien tenga inscrito el dominio de los inmuebles o derechos reales
tiene la posesión de los mismos.
Como consecuencia de lo dispuesto anteriormente, no podrá ejercitarse ninguna acción
contradictoria del dominio de inmuebles o derechos reales inscritos a nombre de persona o
– 563 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 39.
Por inexactitud del Registro se entiende todo desacuerdo que en orden a los derechos
inscribibles exista entre el Registro y la realidad jurídica extrarregistral.
Artículo 40.
La rectificación del Registro sólo podrá ser solicitada por el titular del dominio o derecho
real que no esté inscrito, que lo esté erróneamente o que resulte lesionado por el asiento
inexacto, y se practicará con arreglo a las siguientes normas:
a) Cuando la inexactitud proviniere de no haber tenido acceso al Registro alguna relación
jurídica inmobiliaria, la rectificación tendrá lugar: primero, por la toma de razón del título
correspondiente, si hubiere lugar a ello; segundo, por la reanudación del tracto sucesivo, con
arreglo a lo dispuesto en el Título VI de esta Ley, y tercero, por resolución judicial,
ordenando la rectificación.
b) Cuando la inexactitud debiera su origen a la extinción de algún derecho inscrito o
anotado, la rectificación se hará mediante la correspondiente cancelación, efectuada
conforme a lo dispuesto en el Título IV o en virtud del procedimiento de liberación que
establece el Título VI.
c) Cuando la inexactitud tuviere lugar por nulidad o error de algún asiento, se rectificará
el Registro en la forma que determina el Título VII.
d) Cuando la inexactitud procediere de falsedad, nulidad o defecto del título que hubiere
motivado el asiento y, en general, de cualquier otra causa de las no especificadas
anteriormente, la rectificación precisará el consentimiento del titular o, en su defecto,
resolución judicial.
En los casos en que haya de solicitarse judicialmente la rectificación, se dirigirá la
demanda contra todos aquellos a quienes el asiento que se trate de rectificar conceda algún
derecho, y se sustanciará por los trámites del juicio declarativo correspondiente. Si se
deniega totalmente la acción de rectificación ejercitada, se impondrán las costas al actor; si
sólo se deniega en parte, decidirá el Juez a su prudente arbitrio.
La acción de rectificación será inseparable del dominio o derecho real de que se derive.
En ningún caso la rectificación del Registro perjudicará los derechos adquiridos por
tercero a título oneroso de buena fe durante la vigencia del asiento que se declare inexacto.
Artículo 41.
Las acciones reales procedentes de los derechos inscritos podrán ejercitarse a través del
juicio verbal regulado en la Ley de Enjuiciamiento Civil, contra quienes, sin título inscrito, se
opongan a aquellos derechos o perturben su ejercicio. Estas acciones, basadas en la
– 564 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
legitimación registral que reconoce el artículo 38, exigirán siempre que por certificación del
registrador se acredite la vigencia, sin contradicción alguna, del asiento correspondiente.
TÍTULO III
De las anotaciones preventivas
Artículo 42.
Podrán pedir anotación preventiva de sus respectivos derechos en el Registro
correspondiente:
Primero. El que demandare en juicio la propiedad de bienes inmuebles o la constitución,
declaración, modificación o extinción de cualquier derecho real.
Segundo. El que obtuviere a su favor mandamiento de embargo que se haya hecho
efectivo en bienes inmuebles del deudor.
Tercero. El que en cualquier juicio obtuviese sentencia ejecutoria condenando al
demandado, la cual deba llevarse a efecto por los trámites establecidos en la Ley de
Enjuiciamiento Civil.
Cuarto. El que, demandando en juicio ordinario el cumplimiento de cualquiera obligación,
obtuviere, con arreglo a las leyes, providencia ordenando el secuestro o prohibiendo la
enajenación de bienes inmuebles.
Quinto. El que propusiere demanda con objeto de obtener alguna de las resoluciones
judiciales expresadas en el número cuarto del artículo segundo de esta Ley.
Sexto. Los herederos respecto de su derecho hereditario, cuando no se haga especial
adjudicación entre ellos de bienes concretos, cuotas o partes indivisas de los mismos.
Séptimo. El legatario que no tenga derecho, según las leyes, a promover el juicio de
testamentaría.
Octavo. El acreedor refaccionario, mientras duren las obras que sean objeto de la
refacción.
Noveno. El que presentare en el Registro algún título cuya inscripción no pueda hacerse
por algún defecto subsanable, por imposibilidad del Registrador, o cuando este inicie de
oficio el procedimiento de rectificación de errores que observe en algún asiento ya practicado
en la forma que reglamentariamente se determine.
Décimo. El que en cualquiera otro caso tuviese derecho a exigir anotación preventiva,
conforme a lo dispuesto en ésta o en otra Ley.
Artículo 43.
En el caso del número primero del artículo anterior, no podrá hacerse la anotación
preventiva sino cuando se ordene por providencia judicial, dictada a instancia de parte
legítima y en virtud de documento bastante al prudente arbitrio del juzgador.
En el caso del número segundo del mismo artículo, cuando se trate de juicio ejecutivo,
será obligatoria la anotación, según lo dispuesto en el artículo mil cuatrocientos cincuenta y
tres de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
En el caso del número quinto del repetido artículo deberá hacerse también la anotación
en virtud de providencia judicial, que podrá dictarse de oficio, cuando no hubiere interesados
que la reclamen, siempre que el juzgador, a su prudente arbitrio, lo estime conveniente para
asegurar el efecto de la sentencia que pueda recaer en el juicio.
Artículo 44.
El acreedor que obtenga anotación a su favor en los casos de los números segundo,
tercero y cuarto del artículo cuarenta y dos, tendrá para el cobro de su crédito la preferencia
establecida en el artículo mil novecientos veintre y tres del Código Civil.
Artículo 45.
La adjudicación de bienes inmuebles de una herencia, concurso o quiebra, hecha o que
se haga para pago de deudas reconocidas contra la misma universalidad de bienes no
– 565 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
producirá garantía alguna de naturaleza real en favor de los respectivos acreedores, a no ser
que en la misma adjudicación se hubiese estipulado expresamente.
Los acreedores cuyos créditos consten en escritura pública o por sentencia firme podrán,
sin embargo, obtener anotación preventiva de su derecho sobre las fincas que se hubieren
adjudicado para pago de sus respectivos créditos, siempre que la soliciten dentro de los
ciento ochenta días siguientes a la adjudicación, a no ser que conste en el Registro el pago
de aquéllos.
Artículo 46.
El derecho hereditario, cuando no se haga especial adjudicación a los herederos de
bienes concretos, cuotas o partes indivisas de los mismos, sólo podrá ser objeto de
anotación preventiva. Esta anotación podrá ser solicitada por cualquiera de los que tengan
derecho a la herencia o acrediten un interés legítimo en el derecho que se trate de anotar.
Si la anotación fuere pedida por los herederos, legitimarios o personas que tengan
derecho a promover el juicio de testamentaría, se hará mediante solicitud, acompañada de
los documentos previstos en el artículo dieciséis. En los demás casos se practicará mediante
providencia judicial, obtenida por los trámites establecidos en el artículo cincuenta y siete.
El derecho hereditario anotado podrá transmitirse, gravarse y ser objeto de otra
anotación.
Artículo 47.
El legatario de bienes inmuebles determinados o de créditos o pensiones consignados
sobre ellos podrá pedir en cualquier tiempo anotación preventiva de su derecho.
Esta anotación sólo podrá practicarse sobre los mismos bienes objeto del legado.
Artículo 48.
El legatario de género o cantidad podrá pedir la anotación preventiva de su valor, dentro
de los ciento ochenta días siguientes a la muerte del testador, sobre cualesquiera bienes
inmuebles de la herencia, bastantes para cubrirlo, siempre que no hubieren sido legados
especialmente a otros.
No será obstáculo para la anotación preventiva que otro legatario de género o cantidad
haya obtenido otra anotación a su favor sobre los mismos bienes.
Artículo 49.
Si el heredero quisiere inscribir a su favor los bienes de la herencia o anotar su derecho
hereditario dentro del expresado plazo de los ciento ochenta días, y no hubiere para ello
impedimento legal, podrá hacerlo, con tal de que renuncien previamente y en escritura
pública todos los legatarios a su derecho de anotación, o que en defecto de renuncia
expresa se les notifique judicialmente, con treinta días de anticipación, la solicitud del
heredero, a fin de que durante dicho término puedan hacer uso de aquel derecho.
Si alguno de los legatarios no fuere persona cierta, el Juez o Tribunal mandará hacer la
anotación preventiva de su legado, bien a instancia del mismo heredero o de otro interesado,
bien de oficio.
El heredero que solicitare la inscripción a su favor de los bienes de la herencia dentro de
los referidos ciento ochenta días, podrá anotar preventivamente, desde luego, dicha
solicitud.
Esta anotación no se convertirá en inscripción definitiva hasta que los legatarios hayan
obtenido o renunciado la anotación de sus legados o haya transcurrido el plazo de los ciento
ochenta días.
Artículo 50.
El legatario que obtuviere anotación preventiva, será preferido a los acreedores del
heredero que haya aceptado la herencia sin beneficio de inventario y a cualquiera otro que,
con posterioridad a dicha anotación, adquiera algún derecho sobre los bienes anotados; pero
entendiéndose que esta preferencia es solamente en cuanto al importe de dichos bienes.
– 566 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 51.
La anotación preventiva dará preferencia, en cuanto al importe de los bienes anotados, a
los legatarios que hayan hecho uso de su derecho dentro de los ciento ochenta días
señalados en el artículo cuarenta y ocho, sobre los que no lo hicieren del suyo en el mismo
término.
Los que dentro de éste lo hayan realizado, no tendrán preferencia entre sí, sin perjuicio
de la que corresponda al legatario de especie o a cualquiera otro, respecto de los demás,
con arreglo a la legislación civil, tanto en ese caso como en el de no haber pedido su
anotación.
Artículo 52.
El legatario que no lo fuere de especie y dejare transcurrir el plazo señalado en el
artículo cuarenta y ocho sin hacer uso de su derecho, sólo podrá exigir después la anotación
preventiva sobre los bienes de la herencia que subsistan en poder del heredero; pero no
surtirá efecto contra el que antes haya adquirido o inscrito algún derecho sobre los bienes
hereditarios.
Artículo 53.
El legatario que, transcurridos los ciento ochenta días, pidiese anotación sobre los
bienes hereditarios que subsistan en poder del heredero, no obtendrá por ello preferencia
alguna sobre los demás legatarios que omitan esta formalidad, ni logrará otra ventaja que la
de ser antepuesto para el cobro de su legado a cualquier acreedor del heredero que con
posterioridad adquiera algún derecho sobre los bienes anotados.
Artículo 54.
La anotación pedida fuera de término podrá hacerse sobre bienes anotados dentro de él
a favor de otro legatario, siempre que subsistan en poder del heredero; pero el legatario que
la obtuviere no cobrará su legado sino en cuanto alcanzare el importe de los bienes,
después de satisfechos los que dentro del término hicieron su anotación.
Artículo 55.
La anotación preventiva de los legados y de los créditos refaccionarios no se decretará
judicialmente sin audiencia previa y sumaria de los que puedan tener interés en
contradecirla.
Artículo 56.
La anotación preventiva de legados podrá hacerse por convenio entre las partes o por
mandato judicial, presentando al efecto en el Registro el título en que se funde el derecho del
legatario.
Artículo 57.
Cuando hubiere de hacerse la anotación de legados o de derecho hereditario por
mandato judicial, acudirá el interesado al Juez o Tribunal competente exponiendo su
derecho, presentando los títulos en que se funde y señalando los bienes que pretenda
anotar. El Juez o Tribunal, oyendo a los interesados en juicio verbal, dictará providencia,
bien denegando la pretensión o bien accediendo a ella.
En este último caso señalará los bienes que hayan de ser anotados y el Secretario
judicial librará el correspondiente mandamiento al Registrador, con inserción literal de lo
prevenido para que lo ejecute.
Artículo 58.
Si pedida judicialmente la anotación por un legatario acudiere otro ejercitando igual
derecho respecto a los mismos bienes, será también oído en el juicio.
– 567 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 59.
El acreedor refaccionario podrá exigir anotación sobre la finca refaccionada por las
cantidades que, de una vez o sucesivamente, anticipare, presentando el contrato por escrito
que en cualquier forma legal haya celebrado con el deudor.
Esta anotación surtirá, respecto al crédito refaccionario, todos los efectos de la hipoteca.
Artículo 60.
No será necesario que los títulos en cuya virtud se pida la anotación preventiva de
créditos refaccionarios determinen fijamente la cantidad de dinero o efectos en que consistan
los mismos créditos, y bastará que contengan los datos suficientes para liquidarlos al
terminar las obras contratadas.
Artículo 61.
Si la finca que haya de ser objeto de la refacción estuviere sujeta a cargas o derechos
reales inscritos, no se hará la anotación, sino bien en virtud de convenio unánime por
escritura pública entre el propietario y las personas a cuyo favor estuvieren constituidas
aquéllas sobre el objeto de la refacción misma y el valor de la finca antes de empezar las
obras, o bien en virtud de providencia judicial, dictada en expediente instruido para hacer
constar dicho valor, y con citación de todas las indicadas personas.
Artículo 62.
Si alguno de los que tuvieren a su favor las cargas o derechos reales expresados en el
artículo anterior no fuere persona cierta, estuviere ausente, ignorándose su paradero, o
negare su consentimiento, no podrá hacerse la anotación sino por providencia judicial.
Artículo 63.
El valor que en cualquier forma se diere a la finca que ha de ser refaccionada, antes de
empezar las obras, se hará constar en la anotación del crédito.
Artículo 64.
Las personas a cuyo favor estuvieren constituidos derechos reales sobre la finca
refaccionada, cuyo valor se haga constar en la forma prescrita en los artículos precedentes,
conservarán su derecho de preferencia respecto al acreedor refaccionario, pero solamente
por un valor igual al que se hubiere declarado a la misma finca.
El acreedor refaccionario será considerado como hipotecario respecto a lo que exceda el
valor de la finca al de las cargas o derechos reales anteriormente mencionados, y en todo
caso, respecto a la diferencia entre el precio dado a la misma finca antes de las obras y el
que alcanzare en su enajenación judicial.
Artículo 65.
Las faltas de los títulos sujetos a inscripción pueden ser subsanables o insubsanables.
Si el título tuviere alguna falta subsanable, el Registrador suspenderá la inscripción y
extenderá anotación preventiva cuando la solicite el que presentó el título.
En el caso de contener alguna falta insubsanable se denegará la inscripción, sin poder
hacerse la anotación preventiva.
Para distinguir las faltas subsanables de las insubsanables y extender o no, en su
consecuencia, la anotación preventiva a que se refiere este artículo, atenderá el Registrador
tanto al contenido como a las formas y solemnidades del título y a los asientos del Registro
con él relacionados.
Artículo 66.
Los interesados podrán reclamar contra el acuerdo de calificación del registrador, por el
cual suspende o deniega el asiento solicitado. La reclamación podrá iniciarse ante la
Dirección General de los Registros y del Notariado o bien directamente ante el Juzgado de
– 568 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Primera Instancia competente. Sin perjuicio de ello, podrán también acudir, si quieren, a los
Tribunales de Justicia para ventilar y contender entre sí acerca de la validez o nulidad de los
mismos títulos. En el caso de que se suspendiera la inscripción por faltas subsanables del
título y no se solicitare la anotación preventiva, podrán los interesados subsanar las faltas en
los sesenta días que duran los efectos del asiento de presentación. Si se extiende la
anotación preventiva, podrá hacerse en el tiempo que ésta subsista, según el artículo 96 de
esta Ley.
Cuando se hubiere denegado la inscripción y el interesado, dentro de los sesenta días
siguientes al de la fecha del asiento de presentación, propusiera demanda ante los
Tribunales de Justicia para que se declare la validez del título, podrá pedirse anotación
preventiva de la demanda, y la que se practique se retrotraerá a la fecha del asiento de
presentación. Después de dicho término no surtirá efecto la anotación preventiva de la
demanda, sino desde su fecha.
En el caso de recurrir contra la calificación, todos los términos expresados en los dos
párrafos anteriores quedarán en suspenso desde el día en que se interponga la demanda o
el recurso hasta el de su resolución definitiva.
Artículo 67.
En el caso de hacerse la anotación por no poderse practicar la inscripción por falta de
algún requisito subsanable, podrá exigir el interesado que el Registrador le dé copia de dicha
anotación, autorizada con su firma, en la cual conste si hay o no pendientes de registro
algunos otros títulos relativos al mismo inmueble y cuáles sean éstos, en su caso.
Artículo 68.
Las providencias decretando o denegando la anotación preventiva en los casos primero,
quinto, sexto y séptimo del artículo cuarenta y dos serán apelables en un solo efecto.
En el caso octavo del mismo artículo será apelable en ambos la providencia cuando se
haya opuesto a la anotación el que tuviere a su favor algún derecho real anterior sobre el
inmueble anotado.
Artículo 69.
El que pudiendo pedir la anotación preventiva de un derecho, dejase de hacerlo dentro
de término señalado al efecto, no podrá después inscribirlo o anotarlo a su favor en perjuicio
de tercero que haya inscrito el mismo derecho, adquiriéndolo de persona que aparezca en el
Registro con facultad de transmitirlo.
Artículo 70.
Cuando la anotación preventiva de un derecho se convierta en inscripción definitiva del
mismo, surtirá ésta sus efectos desde la fecha de la anotación.
Artículo 71.
Los bienes inmuebles o derechos reales anotados podrán ser enajenados o gravados,
pero sin perjuicio del derecho de la persona a cuyo favor se haya hecho la anotación.
Artículo 72.
Las anotaciones preventivas contendrán las circunstancias que se exigen para las
inscripciones en cuanto resulten de los títulos o documentos presentados para exigir las
mismas anotaciones.
Las que deban su origen a providencia de embargo o secuestro expresarán la causa que
haya dado lugar a ello, y el importe de la obligación que los hubiere originado.
Artículo 73.
Todo mandamiento judicial disponiendo hacer una anotación preventiva expresará las
circunstancias que deba ésta contener, según lo prevenido en el artículo anterior, si
– 569 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
resultasen de los títulos y documentos que se hayan tenido a la vista para dictar la
providencia de anotación.
Cuando la anotación deba comprender todos los bienes de una persona, como en los
casos de incapacidad y otros análogos, el Registrador anotará todos los que se hallen
inscritos a su favor.
También podrán anotarse en este caso los bienes no inscritos, siempre que el Juez o el
Tribunal lo ordene y se haga previamente su inscripción a favor de la persona gravada por
dicha anotación.
Artículo 74.
Si los títulos o documentos en cuya virtud se pida judicial o extrajudicialmente, la
anotación preventiva no contuvieren las circunstancias que ésta necesite para su validez, se
consignarán dichas circunstancias por los interesados en el escrito en que, de común
acuerdo, soliciten la anotación. No habiendo avenencia, el que solicite la anotación
consignará en el escrito en que la pida dichas circunstancias, y, previa audiencia del otro
interesado sobre su exactitud, el Juez o Tribunal decidirá lo que proceda.
Artículo 75.
La anotación preventiva será nula cuando por ella no pueda venirse en conocimiento de
la finca o derecho anotado, de la persona a quien afecte la anotación o de la fecha de ésta.
TÍTULO IV
De la extinción de las inscripciones y anotaciones preventivas
Artículo 76.
Las inscripciones no se extinguen, en cuanto a tercero, sino por su cancelación o por la
inscripción de la transferencia del dominio o derecho real inscrito a favor de otra persona.
Artículo 77.
Las anotaciones preventivas se extinguen por cancelación, por caducidad o por su
conversión en inscripción.
Artículo 78.
La cancelación de las inscripciones y anotaciones preventivas podrá ser total o parcial.
Artículo 79.
Podrá pedirse y deberá ordenarse, en su caso, la cancelación total de las inscripciones o
anotaciones preventivas:
Primero. Cuando se extinga por completo el inmueble objeto de las mismas.
Segundo. Cuando se extinga también por completo el derecho inscrito o anotado.
Tercero. Cuando se declare la nulidad del título en cuya virtud se hayan hecho.
Cuarto. Cuando se declare su nulidad por falta de alguno de sus requisitos esenciales,
conforme a lo dispuesto en esta Ley.
Artículo 80.
Podrá pedirse y deberá decretarse, en su caso, la cancelación parcial:
Primero. Cuando se reduzca el inmueble objeto de la inscripción o anotación preventiva.
Segundo. Cuando se reduzca el derecho inscrito o anotado.
Artículo 81.
La ampliación de cualquier derecho inscrito será objeto de una nueva inscripción, en la
cual se hará referencia a la del derecho ampliado.
– 570 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 82.
Las inscripciones o anotaciones preventivas hechas en virtud de escritura pública, no se
cancelarán sino por sentencia contra la cual no se halle pendiente recurso de casación, o por
otra escritura o documento auténtico, en el cual preste su consentimiento para la cancelación
la persona a cuyo favor se hubiere hecho la inscripción o anotación, o sus causahabientes o
representantes legítimos.
Podrán, no obstante, ser canceladas sin dichos requisitos cuando el derecho inscrito o
anotado quede extinguido por declaración de la Ley o resulte así del mismo título en cuya
virtud se practicó la inscripción o anotación preventiva.
Si constituida la inscripción o anotación por escritura pública, procediere su cancelación
y no consintiere en ella aquel a quien ésta perjudique, podrá el otro interesado exigirla en
juicio ordinario.
Lo dispuesto en el presente artículo se entiende sin perjuicio de las normas especiales
que sobre determinadas cancelaciones se comprenden en esta Ley.
A solicitud del titular registral de cualquier derecho sobre la finca afectada, podrá
procederse a la cancelación de condiciones resolutorias en garantía del precio aplazado a
que se refiere el artículo 11 de esta Ley y de hipotecas en garantía de cualquier clase de
obligación, para las que no se hubiera pactado un plazo concreto de duración, cuando haya
transcurrido el plazo señalado en la legislación civil aplicable para la prescripción de la
acciones derivadas de dichas garantías o el más breve que a estos efectos se hubiera
estipulado al tiempo de su constitución, contados desde el día en que la prestación cuyo
cumplimiento se garantiza debió ser satisfecha en su totalidad según el Registro, siempre
que dentro del año siguiente no resulte del mismo que han sido renovadas, interrumpida la
prescripción o ejecutada debidamente la hipoteca.
Artículo 83.
Las inscripciones o anotaciones hechas en virtud de mandamiento judicial no se
cancelarán sino por providencia ejecutoria.
Si los interesados convinieren válidamente en la cancelación, acudirán al Juez o al
Tribunal competente por medio de un escrito, manifestándolo así, y después de ratificarse en
su contenido, si no hubiere ni pudiere haber perjuicio para tercero, se dictará providencia
ordenando la cancelación.
También dictará el Juez o el Tribunal la misma providencia cuando sea procedente,
aunque no consienta en la cancelación la persona en cuyo favor se hubiere hecho.
Artículo 84.
Será competente para ordenar la cancelación de una anotación preventiva o su
conversión en inscripción definitiva el Juez o Tribunal que la haya mandado hacer o aquel a
quien haya correspondido legalmente el conocimiento del negocio que dio lugar a ella.
Artículo 85.
La anotación preventiva se cancelará no sólo cuando se extinga el derecho anotado,
sino también cuando en la escritura se convenga o en la providencia se disponga convertirla
en inscripción definitiva.
Si se hubiere hecho la anotación sin escritura pública y se tratase de cancelarla sin
convertirla en inscripción definitiva, podrá hacerse también la cancelación mediante
documentos de la misma especie que los que se hubieren presentado para hacer la
anotación.
Artículo 86.
Las anotaciones preventivas, cualquiera que sea su origen, caducarán a los cuatro años
de la fecha de la anotación misma, salvo aquellas que tengan señalado en la Ley un plazo
más breve. No obstante, a instancia de los interesados o por mandato de las autoridades
que las decretaron, podrán prorrogarse por un plazo de cuatro años más, siempre que el
mandamiento ordenando la prórroga sea presentado antes de que caduque el asiento. La
– 571 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 87.
La anotación preventiva a favor del legatario que no lo sea de especie, caducará al año
de su fecha.
Si el legado no fuere exigible a los diez meses, se considerará subsistente la anotación
hasta dos meses después de la fecha en que pueda exigirse.
Si antes de extinguirse la anotación preventiva resultare ser insuficiente para la
seguridad del legado, por razón de las cargas o condiciones especiales de los bienes sobre
que recaiga, podrá pedir el legatario que se constituya otra sobre bienes diferentes, siempre
que los haya en la herencia susceptibles de ser anotados.
Artículo 88.
El legatario de rentas o pensiones periódicas impuestas por el testador
determinadamente a cargo de alguno de los herederos o de otros legatarios, sin declarar
personal esta obligación, tendrá derecho, dentro del plazo señalado en el artículo anterior, a
exigir que la anotación preventiva que oportunamente hubiere constituido de su derecho, se
convierta en inscripción de hipoteca.
Artículo 89.
El heredero o legatario gravado con la pensión deberá constituir la hipoteca de que trata
el artículo anterior sobre los mismos bienes objeto de la anotación, si se le adjudicaren, o
sobre cualesquiera otros inmuebles de la herencia que se le adjudiquen.
La elección corresponderá, en todo caso, a dicho heredero o legatario gravado, y el
pensionista deberá admitir la hipoteca que aquél le ofrezca, siempre que sea bastante y la
imponga sobre bienes procedentes de la herencia.
Artículo 90.
El pensionista que no hubiere obtenido anotación preventiva podrá exigir también en
cualquier tiempo la constitución de hipoteca en garantía de su derecho sobre los bienes de la
herencia que subsistan en poder del heredero o se hayan adjudicado al heredero o legatario
gravado, con sujeción a lo dispuesto en el artículo anterior.
La inscripción de la hipoteca, en este caso, no surtirá efecto sino desde su fecha.
Artículo 91.
El pensionista que hubiere obtenido anotación preventiva no podrá exigir que se le
hipotequen bienes distintos de los anotados, si éstos fueran suficientes para asegurar el
legado. Si no lo fueran, podrá exigir el complemento de su hipoteca sobre otros bienes de la
herencia, pero con sujeción, en cuanto a estos últimos, a lo dispuesto en el segundo párrafo
del artículo anterior.
Artículo 92.
La anotación a favor del acreedor refaccionario caducará a los sesenta días de concluida
la obra objeto de la refacción.
Artículo 93.
El acreedor refaccionario podrá pedir la conversión de su anotación preventiva en
inscripción de hipoteca, si al expirar el término señalado en el artículo anterior no estuviere
aún pagado por completo de su crédito, por no haber vencido el plazo estipulado en el
contrato.
– 572 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 94.
Para convertir en inscripción de hipoteca la anotación de crédito refaccionario se
liquidará éste, si no fuere líquido, y se otorgará escritura pública.
Artículo 95.
Las cuestiones que se susciten entre el acreedor y el deudor sobre la liquidación del
crédito refaccionario o sobre la constitución de la hipoteca se decidirán en juicio ordinario.
Mientras éste se sustancie y termine, subsistirá la anotación preventiva y producirá todos sus
efectos.
Artículo 96.
La anotación preventiva por defectos subsanables del título caducará a los sesenta días
de su fecha.
Este plazo se podrá prorrogar hasta ciento ochenta días por justa causa y en virtud de
providencia judicial.
Artículo 97.
Cancelado un asiento se presume extinguido el derecho a que dicho asiento se refiera.
Artículo 98.
Los derechos personales no asegurados especialmente, las menciones de derechos
susceptibles de inscripción especial y separada y los legados no legitimarios que no hayan
sido anotados preventivamente dentro del plazo legal no tendrán la consideración de
gravámenes a los efectos de esta Ley y serán cancelados por el Registrador a instancia de
parte interesada.
Artículo 99.
Los Registradores calificarán, bajo su responsabilidad, la legalidad de los documentos en
cuya virtud se soliciten las cancelaciones y la capacidad de los otorgantes, en los términos
prevenidos para las inscripciones por los artículos dieciocho y concordantes de esta Ley.
Artículo 100.
Los Registradores calificarán también, bajo su responsabilidad, la competencia de los
Jueces o Tribunales que ordenen las cancelaciones, cuando no firmare el despacho el
mismo que hubiere decretado la inscripción o anotación preventiva.
Si dudaren de la competencia del Juez o Tribunal darán cuenta al presidente de la
Audiencia respectiva, el cual decidirá lo que estime procedente.
Artículo 101.
Cuando el Presidente de la Audiencia declare la competencia del Juez o Tribunal, el
Registrador hará desde luego la cancelación.
Si declara la incompetencia, el mismo Registrador comunicará esta decisión al
interesado, devolviéndole el despacho.
Artículo 102.
Contra la decisión del Presidente podrá recurrirse, tanto por los Jueces y Tribunales
como por los interesados, a la Audiencia, la cual, oyendo a las partes, determinará lo que
estime justo.
– 573 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 103.
La cancelación de toda inscripción o anotación preventiva contendrá necesariamente las
siguientes circunstancias:
Primera. La clase y fecha del documento en cuya virtud se haga la cancelación y el
nombre del Notario que lo haya autorizado o el del Juez, Tribunal o Autoridad que lo hubiere
expedido.
Segunda. El nombre y apellidos de la persona a cuya instancia o con cuyo
consentimiento se verifique la cancelación.
Tercera. La expresión de quedar cancelado total o parcialmente el asiento de que se
trate.
Cuarta. La parte del inmueble que haya desaparecido, o la parte del derecho que se
extinga y la que subsista, cuando se trate de cancelación parcial.
Quinta. La fecha de la presentación en el Registro del título en que se haya convenido o
mandado la cancelación.
Cuando la cancelación se practique en el caso del párrafo segundo del artículo ochenta y
dos, se expresará la razón determinante de la extinción del derecho inscrito o anotado.
Cuando se cancele una anotación preventiva en virtud de documento privado, cuyas
firmas no se hallen legitimadas, la cancelación expresará la fe de conocimiento por el
Registrador, de los que suscriban el documento o de los testigos, en su defecto.
La omisión de cualquiera de estas circunstancias determinará la nulidad del asiento de
cancelación.
TÍTULO V
De las hipotecas
Artículo 104.
La hipoteca sujeta directa e inmediatamente los bienes sobre que se impone, cualquiera
que sea su poseedor, al cumplimiento de la obligación para cuya seguridad fue constituida.
Artículo 105.
La hipoteca podrá constituirse en garantía de toda clase de obligaciones y no alterará la
responsabilidad personal ilimitada del deudor que establece el artículo mil novecientos once
del Código Civil.
Artículo 106.
Podrán ser hipotecados:
Primero. Los bienes inmuebles susceptibles de inscripción.
Segundo. Los derechos reales enajenables, con arreglo a las leyes, impuestos sobre los
mismos bienes.
Artículo 107.
Podrán también hipotecarse:
Primero. El derecho de usufructo, pero quedando extinguida la hipoteca, cuando
concluya el mismo usufructo por un hecho ajeno a la voluntad del usufructuario. Si
concluyere por su voluntad, subsistirá la hipoteca hasta que se cumpla la obligación
asegurada, o hasta que venza el tiempo en que el usufructo habría naturalmente concluido a
no mediar el hecho que le puso fin.
Segundo. La mera propiedad, en cuyo caso, si el usufructo se consolidare con ella en la
persona del propietario, no sólo subsistirá la hipoteca, sino que se extenderá también al
mismo usufructo, como no se haya pactado lo contrario.
– 574 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 108.
No se podrán hipotecar:
Primero. Las servidumbres, a menos que se hipotequen juntamente con el predio
dominante, y exceptuándose, en todo caso, la de aguas, la cual podrá ser hipotecada.
Segundo. Los usufructos legales, excepto el concedido al cónyuge viudo por el Código
Civil.
Tercero. El uso y la habitación.
Artículo 109.
La hipoteca se extiende a las accesiones naturales, a las mejoras y al importe de las
indemnizaciones concedidas o debidas al propietario por razón de los bienes hipotecados.
Artículo 110.
Conforme a lo dispuesto en el artículo anterior, se entenderán hipotecados juntamente
con la finca, aunque no se mencionen en el contrato, siempre que correspondan al
propietario:
Primero. Las mejoras que consistan en nuevas plantaciones, obras de riego o desagüe,
obras de reparación, seguridad, transformación, comodidad, adorno o elevación de los
edificios y cualesquiera otras semejantes que no consistan en agregación de terrenos,
excepto por accesión natural, o en nueva construcción de edificios donde antes no los
hubiere.
– 575 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 111.
Salvo pacto expreso o disposición legal en contrario, la hipoteca, cualquiera que sea la
naturaleza y forma de la obligación que garantice, no comprenderá:
Primero. Los objetos muebles que se hallen colocados permanentemente en la finca
hipotecada, bien para su adorno, comodidad o explotación, o bien para el servicio de alguna
industria, a no ser que no puedan separarse sin quebranto de la materia o deterioro del
objeto.
Segundo. Los frutos, cualquiera que sea la situación en que se encuentren.
Tercero. Las rentas vencidas y no satisfechas al tiempo de exigirse el cumplimiento de la
obligación garantizada.
Artículo 112.
Cuando la finca hipotecada pasare a un tercer poseedor, no será extensiva la hipoteca a
los muebles colocados permanentemente en los edificios, ni a las mejoras que no consistan
en obras de reparación, seguridad o transformación, siempre que unos u otras se hayan
costeado por el nuevo dueño, ni a los frutos pendientes y rentas vencidas que sean de la
pertenencia del mismo.
Artículo 113.
El dueño de las accesiones o mejoras que no se entiendan hipotecadas, según lo
dispuesto en el artículo anterior, podrá exigir su importe en todo caso o bien retener los
objetos en que consistan, si esto último pudiere hacerse sin menoscabo del valor del resto
de la finca.
Si exigiere su importe no podrá detener el cumplimiento de la obligación principal bajo el
pretexto de hacer efectivo su derecho, sino que habrá de cobrar lo que le corresponda con el
precio de la misma finca cuando se enajene para pagar el crédito.
Si las accesiones o mejoras no pudieran separarse sin menoscabo de la finca, el dueño
de las mismas cobrará su importe, aunque la cantidad restante no alcance para cubrir el
crédito hipotecario; mas si pudieran ser separadas sin dicho menoscabo y aquél hubiere
optado, sin embargo, por no llevárselas, se enajenarán con separación del predio, y su
precio, tan sólo, quedará a disposición de dicho dueño.
Artículo 114.
Salvo pacto en contrario, la hipoteca constituida a favor de un crédito que devengue
interés no asegurará, con perjuicio de tercero, además del capital, sino los intereses de los
dos últimos años transcurridos y la parte vencida de la anualidad corriente.
En ningún caso podrá pactarse que la hipoteca asegure intereses por plazo superior a
cinco años.
Los intereses de demora de préstamos o créditos para la adquisición de vivienda
habitual, garantizados con hipotecas constituidas sobre la misma vivienda, no podrán ser
superiores a tres veces el interés legal del dinero y sólo podrán devengarse sobre el principal
pendiente de pago. Dichos intereses de demora no podrán ser capitalizados en ningún caso,
salvo en el supuesto previsto en el artículo 579.2.a) de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
– 576 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 115.
Para asegurar los intereses vencidos y no satisfechos que no estuvieren garantizados
conforme al artículo anterior el acreedor podrá exigir del deudor ampliación de la hipoteca
sobre los mismos bienes hipotecados.
Esta ampliación no perjudicará en ningún caso los derechos reales inscritos con
anterioridad a ella.
Si la finca hipotecada no perteneciera al deudor no podrá el acreedor exigir que se
constituya sobre ella la referida ampliación, pero podrá ejercitar igual derecho respecto a
cualesquiera otros bienes inmuebles del deudor que puedan ser hipotecados.
Artículo 116.
El acreedor por pensiones atrasadas de censo no podrá repetir contra la finca
acensuada, con perjuicio de otro acreedor, hipotecario o censualista posterior, sino en los
términos y con las restricciones establecidas en los artículos ciento catorce y párrafos
primero y segundo del ciento quince; pero podrá exigir hipoteca en el caso y con las
limitaciones que tiene derecho a hacerlo el acreedor hipotecario, cualquiera que sea el
poseedor de la finca acensuada.
Artículo 117.
Cuando la finca hipotecada se deteriorare, disminuyendo de valor, por dolo, culpa o
voluntad del dueño, podrá el acreedor hipotecario solicitar del Juez de Primera Instancia del
partido en que esté situada la finca, que le admita justificación sobre estos hechos; y si de la
que diere resultare su exactitud y fundado el temor de que sea insuficiente la hipoteca, se
dictará providencia mandando al propietario hacer o no hacer lo que proceda para evitar o
remediar el daño.
Si después insistiere el propietario en el abuso, dictará el Juez nueva providencia
poniendo el inmueble en administración judicial.
En todos estos casos se seguirá el procedimiento establecido en los artículos
setecientos veinte y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Artículo 118.
En caso de venta de finca hipotecada, si el vendedor y el comprador hubieren pactado
que el segundo se subrogará no sólo en las responsabilidades derivadas de la hipoteca, sino
también en la obligación personal con ella garantizada, quedará el primero desligado de
dicha obligación, si el acreedor prestare su consentimiento expreso o tácito.
Si no se hubiere pactado la transmisión de la obligación garantizada, pero el comprador
hubiere descontado su importe del precio de la venta, o lo hubiese retenido y al vencimiento
de la obligación fuere ésta satisfecha por el deudor que vendió la finca, quedará subrogado
éste en el lugar del acreedor hasta tanto que por el comprador se le reintegre el total importe
retenido o descontado.
Artículo 119.
Cuando se hipotequen varias fincas a la vez por un solo crédito, se determinará la
cantidad o parte de gravamen de que cada una deba responder.
Artículo 120.
Fijada en la inscripción la parte de crédito de que deba responder cada uno de los bienes
hipotecados, no se podrá repetir contra ellos con perjuicio de tercero, sino por la cantidad a
que respectivamente estén afectos y la que a la misma corresponda por razón de intereses,
con arreglo a lo prescrito en los anteriores artículos.
Artículo 121.
Lo dispuesto en el artículo anterior se entenderá sin perjuicio de que, si la hipoteca no
alcanzare a cubrir la totalidad del crédito, pueda el acreedor repetir por la diferencia contra
– 577 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
las demás fincas hipotecadas que conserve el deudor en su poder; pero sin prelación, en
cuanto a dicha diferencia, sobre los que, después de inscrita la hipoteca, hayan adquirido
algún derecho real en las mismas fincas.
Artículo 122.
La hipoteca subsistirá íntegra, mientras no se cancele, sobre la totalidad de los bienes
hipotecados, aunque se reduzca la obligación garantizada, y sobre cualquiera parte de los
mismos bienes que se conserve, aunque la restante haya desaparecido; pero sin perjuicio de
lo que se dispone en los dos siguientes artículos.
Artículo 123.
Si una finca hipotecada se dividiere en dos o más, no se distribuirá entre ellas el crédito
hipotecario, sino cuando voluntariamente lo acordaren el acreedor y el deudor. No
verificándose esta distribución, podrá repetir el acreedor por la totalidad de la suma
asegurada contra cualquiera de las nuevas fincas en que se haya dividido la primera o
contra todas a la vez.
Artículo 124.
Dividida la hipoteca constituida para la seguridad de un crédito entre varias fincas, y
pagada la parte del mismo crédito con que estuviere gravada alguna de ellas, se podrá exigir
por aquel a quien interese la cancelación parcial de la hipoteca en cuanto a la misma finca.
Si la parte de crédito pagada se pudiere aplicar a la liberación de una o de otra de las fincas
gravadas por no ser inferior al importe de la responsabilidad especial de cada una, el deudor
elegirá la que haya de quedar libre.
Artículo 125.
Cuando sea una la finca hipotecada, o cuando siendo varias no se haya señalado la
responsabilidad de cada una, por ocurrir el caso previsto en el artículo ciento veintitrés, no se
podrá exigir la liberación de ninguna parte de los bienes hipotecados, cualquiera que sea la
del crédito que el deudor haya satisfecho.
Artículo 126.
Cuando en juicio ejecutivo seguido conforme a las disposiciones de la Ley de
Enjuiciamiento Civil se persiguieren bienes hipotecados, y éstos hubiesen pasado a poder de
un tercer poseedor, podrá el acreedor reclamar de éste el pago de la parte de crédito
asegurada con los que el mismo posee, si al vencimiento del plazo no lo verifica el deudor
después de requerido judicialmente o por Notario.
Requerido el tercer poseedor de uno de los dos modos expresados en el párrafo
anterior, deberá verificar el pago del crédito con los intereses correspondientes, conforme a
lo dispuesto en el artículo ciento catorce, o desamparar los bienes hipotecados.
Si el tercer poseedor no paga ni desampara los bienes será responsable con los suyos
propios, además de los hipotecados, de los intereses devengados desde el requerimiento y
de las costas judiciales a que por su morosidad diere lugar. En el caso de que el tercer
poseedor desampare los bienes hipotecados, se considerarán éstos en poder del deudor, a
fin de que pueda dirigirse contra los mismos el procedimiento ejecutivo.
Artículo 127.
Lo dispuesto en el artículo anterior será igualmente aplicable al caso en que deje de
pagarse una parte del capital del crédito o de los intereses, cuyo pago deba hacerse en
plazos diferentes, si venciere alguno de ellos sin cumplir el deudor su obligación.
Cuando para el pago de alguno de los plazos del capital o de los intereses fuere
necesario enajenar la finca hipotecada y aún quedaran por vencer otros plazos de la
obligación, se practicará lo dispuesto en el párrafo segundo del artículo ciento treinta y cinco.
Si el comprador no quisiere la finca con la carga de la hipoteca que queda por satisfacer, se
– 578 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
depositará su importe con los intereses que le correspondan, para que sea pagado el
acreedor al vencimiento de los plazos pendientes.
Se considerarán también como terceros poseedores, para los efectos del artículo ciento
veintiséis, los designados en el párrafo segundo del ciento treinta y cuatro.
Si hubiere más de un tercer poseedor por pertenecer a una persona la propiedad o el
dominio directo y a otra el usufructo o el dominio útil, se entenderá con ambas el
requerimiento.
Al vencimiento del plazo para el pago de la deuda, el acreedor podrá pedir que se
despache mandamiento de ejecución contra todos los bienes hipotecados, estén o no en
poder de uno o varios terceros poseedores; pero éstos no podrán ser requeridos al pago,
sino después de haberlo sido el deudor y no haberlo realizado.
Cada uno de los terceros poseedores, si se opusiere, será considerado como parte en el
procedimiento respecto de los bienes hipotecados que posea, y se entenderán siempre con
el mismo y el deudor todas las diligencias relativas al embargo y venta de dichos bienes,
debiendo el tercer poseedor otorgar la escritura de venta u otorgarse de oficio en su
rebeldía.
Será juez o tribunal competente para conocer del procedimiento el que lo fuera respecto
del deudor. No se suspenderá en ningún caso el procedimiento ejecutivo por las
reclamaciones de un tercero, si no estuvieren fundadas en un título anteriormente inscrito, ni
por la muerte del deudor o del tercer poseedor. En caso de concurso regirá lo establecido en
la Ley Concursal.
Artículo 128.
La acción hipotecaria prescribirá a los veinte años, contados desde que pueda ser
ejercitada.
Artículo 129.
1. La acción hipotecaria podrá ejercitarse:
a) Directamente contra los bienes hipotecados sujetando su ejercicio a lo dispuesto en el
Título IV del Libro III de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, con las
especialidades que se establecen en su Capítulo V.
b) O mediante la venta extrajudicial del bien hipotecado, conforme al artículo 1.858 del
Código Civil, siempre que se hubiera pactado en la escritura de constitución de la hipoteca
sólo para el caso de falta de pago del capital o de los intereses de la cantidad garantizada.
2. La venta extrajudicial se realizará ante Notario y se ajustará a los requisitos y
formalidades siguientes:
a) El valor en que los interesados tasen la finca para que sirva de tipo en la subasta no
podrá ser distinto del que, en su caso, se haya fijado para el procedimiento de ejecución
judicial directa, ni podrá en ningún caso ser inferior al 75 por cien del valor señalado en la
tasación realizada conforme a lo previsto en la Ley 2/1981, de 25 de marzo, de Regulación
del Mercado Hipotecario.
b) La estipulación en virtud de la cual los otorgantes pacten la sujeción al procedimiento
de venta extrajudicial de la hipoteca deberá constar separadamente de las restantes
estipulaciones de la escritura y deberá señalar expresamente el carácter, habitual o no, que
pretenda atribuirse a la vivienda que se hipoteque. Se presumirá, salvo prueba en contrario,
que en el momento de la venta extrajudicial el inmueble es vivienda habitual si así se hubiera
hecho constar en la escritura de constitución.
c) La venta extrajudicial sólo podrá aplicarse a las hipotecas constituidas en garantía de
obligaciones cuya cuantía aparezca inicialmente determinada, de sus intereses ordinarios y
de demora liquidados de conformidad con lo previsto en el título y con las limitaciones
señaladas en el artículo 114.
En el caso de que la cantidad prestada esté inicialmente determinada pero el contrato de
préstamo garantizado prevea el reembolso progresivo del capital, a la solicitud de venta
extrajudicial deberá acompañarse un documento en el que consten las amortizaciones
– 579 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 130.
El procedimiento de ejecución directa contra los bienes hipotecados sólo podrá
ejercitarse como realización de una hipoteca inscrita, sobre la base de aquellos extremos
contenidos en el título que se hayan recogido en el asiento respectivo.
Artículo 131.
Las anotaciones preventivas de demanda de nulidad de la propia hipoteca o
cualesquiera otras que no se basen en alguno de los supuestos que puedan determinar la
suspensión de la ejecución quedarán canceladas en virtud del mandamiento de cancelación
a que se refiere el artículo 133, siempre que sean posteriores a la nota marginal de
expedición de certificación de cargas. No se podrá inscribir la escritura de carta de pago de
la hipoteca mientras no se haya cancelado previamente la citada nota marginal, mediante
mandamiento judicial al efecto.
Artículo 132.
A los efectos de las inscripciones y cancelaciones a que den lugar los procedimientos de
ejecución directa sobre los bienes hipotecados, la calificación del registrador se extenderá a
los extremos siguientes:
– 580 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 133.
El testimonio expedido por el Secretario judicial comprensivo del decreto de remate o
adjudicación y del que resulte la consignación, en su caso, del precio, será título bastante
para practicar la inscripción de la finca o derecho adjudicado a favor del rematante o
adjudicatario, siempre que se acompañe el mandamiento de cancelación de cargas a que se
refiere el artículo 674 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
El mandamiento de cancelación de cargas y el testimonio del decreto de remate o
adjudicación podrán constar en un solo documento en el que se consignará, en todo caso, el
cumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo anterior y las demás circunstancias
que sean necesarias para practicar la inscripción y la cancelación.
Artículo 134.
El testimonio del decreto de adjudicación y el mandamiento de cancelación de cargas,
determinarán la inscripción de la finca o derecho a favor del adjudicatario y la cancelación de
la hipoteca que motivó la ejecución, así como la de todas las cargas, gravámenes e
inscripciones de terceros poseedores que sean posteriores a ellas, sin excepción, incluso las
que se hubieran verificado con posterioridad a la nota marginal de expedición de certificación
de cargas en el correspondiente procedimiento.
Tan sólo subsistirán las declaraciones de obras nuevas y divisiones horizontales
posteriores, cuando de la inscripción de la hipoteca resulte que ésta se extiende por ley o por
pacto a las nuevas edificaciones.
Artículo 135.
El Registrador deberá comunicar al Juzgado o Tribunal ante quien se sustancie un
procedimiento ejecutivo, incluso cuando recaiga directamente sobre bienes hipotecados, la
extensión de ulteriores asientos que puedan afectar a la ejecución.
Artículo 136.
Las inscripciones y cancelaciones de las hipotecas se sujetarán a las reglas establecidas
en los títulos segundo y cuarto para las inscripciones y cancelaciones en general, sin
perjuicio de las especiales contenidas en este título.
Artículo 137.
Las hipotecas son voluntarias o legales.
Artículo 138.
Son hipotecas voluntarias las convenidas entre partes o impuestas por disposición del
dueño de los bienes sobre que se establezcan y sólo podrán constituirlas quienes tengan la
– 581 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
libre disposición de aquéllos o, en caso de no tenerla, se hallen autorizados para ello con
arreglo a las leyes.
Artículo 139.
Los que, con arreglo al artículo anterior, tienen la facultad de constituir hipotecas
voluntarias, podrán hacerlo por sí o por medio de apoderado, con poder especial bastante.
Artículo 140.
No obstante lo dispuesto en el artículo ciento cinco, podrá válidamente pactarse en la
escritura de constitución de la hipoteca voluntaria que la obligación garantizada se haga
solamente efectiva sobre los bienes hipotecados.
En este caso, la responsabilidad del deudor y la acción del acreedor, por virtud del
préstamo hipotecario, quedarán limitadas al importe de los bienes hipotecados, y no
alcanzarán a los demás bienes del patrimonio del deudor.
Cuando la hipoteca así constituida afectase a dos o más fincas y el valor de alguna de
ellas no cubriese la parte de crédito de que responda, podrá el acreedor repetir por la
diferencia exclusivamente contra las demás fincas hipotecadas, en la forma y con las
limitaciones establecidas en el artículo ciento veintiuno.
Artículo 141.
En las hipotecas voluntarias constituidas por acto unilateral del dueño de la finca
hipotecada, la aceptación de la persona a cuyo favor se establecieron o inscribieron se hará
constar en el Registro por nota marginal, cuyos efectos se retrotraerán a la fecha de la
constitución de la misma.
Si no constare la aceptación después de transcurridos dos meses, a contar desde el
requerimiento que a dicho efecto se haya realizado, podrá cancelarse la hipoteca a petición
del dueño de la finca, sin necesidad del consentimiento de la persona a cuyo favor se
constituyó.
Artículo 142.
La hipoteca constituida para la seguridad de una obligación futura o sujeta a condiciones
suspensivas inscritas, surtirá efecto, contra tercero, desde su inscripción, si la obligación
llega a contraerse o la condición a cumplirse.
Si la obligación asegurada estuviere sujeta a condición resolutoria inscrita, surtirá la
hipoteca su efecto, en cuanto a tercero, hasta que se haga constar en el Registro el
cumplimiento de la condición.
Artículo 143.
Cuando se contraiga la obligación futura o se cumpla la condición suspensiva, de que
trata el párrafo primero del artículo anterior, podrán los interesados hacerlo constar así por
medio de una nota al margen de la inscripción hipotecaria.
Artículo 144.
Todo hecho o convenio entre las partes, que pueda modificar o destruir la eficacia de
una obligación hipotecaria anterior, como el pago, la compensación, la espera, el pacto o
promesa de no pedir, la novación del contrato primitivo y la transacción o compromiso, no
surtirá efecto contra tercero, como no se haga constar en el Registro por medio de una
inscripción nueva, de una cancelación total o parcial o de una nota marginal, según los
casos.
Artículo 145.
Para que las hipotecas voluntarias queden válidamente establecidas, se requiere:
Primero. Que se hayan constituido en escritura pública.
Segundo. Que la escritura se haya inscrito en el Registro de la Propiedad.
– 582 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 146.
El acreedor hipotecario podrá repetir contra los bienes hipotecados por el pago de los
intereses vencidos, cualquiera que sea la época en que deba verificarse el reintegro del
capital; mas si hubiere un tercero interesado en dichos bienes, a quien pueda perjudicar la
repetición, no podrá exceder la cantidad que por ella se reclame de la garantizada con
arreglo al artículo ciento catorce.
Artículo 147.
La parte de intereses que el acreedor no pueda exigir por la acción real hipotecaria podrá
reclamarla del obligado por la personal, siendo considerado respecto a ella, en caso de
concurso, como acreedor escriturario y salvo lo dispuesto en el artículo ciento cuarenta.
Artículo 148.
Cuando se redima un censo gravado con hipoteca, tendrá derecho el acreedor
hipotecario a que el redimente, a su elección, le pague su crédito por completo con los
intereses vencidos y por vencer, o le reconozca su misma hipoteca sobre la finca que estuvo
gravada con el censo.
En este último caso se hará una nueva inscripción de la hipoteca, la cual expresará
claramente aquella circunstancia, y surtirá efecto desde la fecha de la inscripción anterior.
Artículo 149.
El crédito o préstamo garantizado con hipoteca podrá cederse en todo o en parte de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 1.526 del Código Civil. La cesión de la titularidad
de la hipoteca que garantice un crédito o préstamo deberá hacerse en escritura pública e
inscribirse en el Registro de la Propiedad.
El deudor no quedará obligado por dicho contrato a más que lo estuviere por el suyo.
El cesionario se subrogará en todos los derechos del cedente.
Artículo 150.
Cuando la hipoteca se hubiere constituido para garantizar obligaciones transferibles por
endoso o títulos al portador, el derecho hipotecario se entenderá transferido, con la
obligación o con el título sin necesidad de dar de ello conocimiento al deudor ni de hacerse
constar la transferencia en el Registro.
Artículo 151.
Si en los casos en que deba hacerse, se omite dar conocimiento al deudor de la cesión
del crédito hipotecario, será el cedente responsable de los perjuicios que pueda sufrir el
cesionario por consecuencia de esta falta.
Artículo 152.
Los derechos o créditos asegurados con hipoteca legal no podrán cederse sino cuando
haya llegado el caso de exigir su importe.
Artículo 153.
Podrá constituirse hipoteca en garantía de cuentas corrientes de crédito, determinándose
en la escritura la cantidad máxima de que responda la finca y el plazo de duración, haciendo
constar si éste es o no prorrogable, y, caso de serlo, la prórroga posible y los plazos de
liquidación de la cuenta.
Si al vencimiento del término fijado por los otorgantes o de la prórroga, en su caso, el
acreedor no se hubiere reintegrado del saldo de la cuenta, podrá utilizar la acción hipotecaria
para su cobro en la parte que no exceda de la cantidad asegurada con la hipoteca por el
procedimiento establecido en los artículos 129 y siguientes. A la escritura y demás
documentos designados en la regla 3.ª del artículo 131 deberá acompañar el que acredite el
importe líquido de la cantidad adeudada.
– 583 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Para ello será necesaria la presentación del ejemplar que obre en poder del actor de la
libreta que a continuación se dice.
Para que pueda determinarse al tiempo de la reclamación la cantidad líquida a que
asciende, los interesados llevarán una libreta de ejemplares duplicados: uno en poder del
que adquiere la hipoteca y otro en el del que la otorga, en los cuales, al tiempo de todo cobro
o entrega se hará constar, con aprobación y firma de ambos interesados, cada uno de los
asientos de la cuenta corriente.
No obstante, en las cuentas corrientes abiertas por los Bancos, Cajas de Ahorro y
Sociedades de crédito debidamente autorizadas, podrá convenirse que, a los efectos de
proceder ejecutivamente, el saldo puede acreditarse mediante una certificación de la Entidad
acreedora. En este caso, para proceder a la ejecución se notificará, judicial o notarialmente,
al deudor un extracto de la cuenta, pudiendo éste alegar en la misma forma, dentro de los
ocho días siguientes, error o falsedad.
Si el deudor opusiere error, el Juez competente para entender del procedimiento de
ejecución, a petición de una de las partes, citará a éstas, dentro del término de ocho días, a
una comparecencia, y, después de oírlas, admitirá los documentos que se presenten, y
acordará, dentro de los tres días, lo que estime procedente. El auto que se dicte será
apelable en un solo efecto, y el recurso se sustanciará por los trámites de apelación de los
incidentes.
Cuando se alegare falsedad y se incoe causa criminal, quedará interrumpido el
procedimiento hasta que en dicha causa recaiga sentencia firme o auto de sobreseimiento
libre o provisional.
Opuesta por el deudor alguna de estas excepciones, no podrá aducirlas nuevamente en
los juicios ejecutivos que, para hacer efectivo dicho saldo, puedan entablarse, sin perjuicio
de que en su día ejercite cuantas acciones le competan en los procedimientos civiles o
criminales correspondientes.
Artículo 154.
La constitución de hipotecas para garantizar títulos transmisibles por endoso o al
portador, deberá hacerse por medio de escritura pública, que se inscribirá en el Registro o
Registros de la Propiedad a que correspondan los bienes que se hipotequen, o en el del
arranque o cabeza de la obra pública, cuando sea de esta clase la garantía hipotecaria,
haciéndose en este caso breve referencia en los demás Registros por cuyo territorio
atraviese aquélla, a continuación de las inscripciones de referencia de la de dominio, que
deben constar en los mismos.
– 584 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 155.
El procedimiento para hacer efectiva la acción hipotecaria nacida de los títulos, tanto
nominativos como al portador, será el establecido en los artículos ciento veintinueve y
siguientes de esta Ley, cualquiera que fuere el importe de la cantidad reclamada. Con los
títulos u obligaciones deberá acompañarse un certificado de inscripción de la hipoteca en el
Registro de la Propiedad, y el requerimiento de pago al deudor o al tercer poseedor de la
finca, si lo hubiere, habrá de hacerse en el domicilio de los mismos, aunque no residan en el
lugar del juicio, o subsidiariamente a las personas que expresa el artículo 131 de esta Ley.
En el caso de existir otros títulos con igual derecho que los que sean base de la
ejecución, habrá de verificarse la subasta y la venta de las fincas objeto del procedimiento,
dejando subsistentes las hipotecas correspondientes al valor total de dichos títulos, y
entendiéndose que el rematante las acepta y se subroga en ellas, sin destinarse a su pago o
extinción el precio del remate, en armonía con lo dispuesto en los artículos cientro treinta y
uno y ciento treinta y cinco de esta Ley, y quedando derogado lo que sobre este particular se
establece en el artículo mil quinientos diecisiete de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Lo dispuesto en el presente artículo no es aplicable a las obligaciones emitidas por las
Compañías de Ferrocarriles y demás Obras Públicas y por las de crédito territorial, las
cuales continuarán rigiéndose por las disposiciones del Código de Comercio y demás
referentes a las mismas.
Artículo 156.
La cancelación de las inscripciones de hipotecas constituidas en garantía de títulos
transmisibles por endoso se efectuará presentándose la escritura otorgada por los que
hayan cobrado los créditos, en la cual debe constar haberse inutilizado en el acto del
otorgamiento los títulos endosables, o solicitud firmada por dichos interesados y por el
deudor, a la cual se acompañen inutilizados los referidos títulos, o bien previo ofrecimiento y
consignación del importe de los títulos, hecha en los casos y con los requisitos prevenidos
en los artículos mil ciento setenta y seis y siguientes del Código Civil.
Las inscripciones de hipotecas constituidas con objeto de garantizar títulos al portador se
cancelarán totalmente si se hiciere constar por acta notarial estar recogida y en poder del
deudor toda la emisión de los títulos debidamente inutilizados.
Asimismo procederá la cancelación total si se presentasen, por lo menos, las tres
cuartas partes de los títulos emitidos y se asegurase el pago de los restantes, consignando
su importe y el de los intereses que procedan en el establecimiento público destinado al
efecto. La cancelación, en este caso, deberá acordarse por sentencia, previos dos
llamamientos por edictos, publicados en el BOLETIN OFICIAL DEL ESTADO, y tiempo de
dos meses cada llamamiento, a cuantos se consideren con derecho a oponerse a la
cancelación.
Podrán también cancelarse parcialmente dichas hipotecas presentando acta notarial de
estar recogidas y en poder del deudor, debidamente inutilizadas, obligaciones por un valor
equivalente al importe de la hipoteca parcial que se trate de extinguir, siempre que dichas
obligaciones asciendan, por lo menos, a la décima parte del total de la emisión. En este
caso, si son varias las fincas hipotecadas, podrán cancelarse completamente las
inscripciones de hipoteca de una o varias fincas, cuya responsabilidad sea igual al valor de
– 585 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 157.
Podrá constituirse hipoteca en garantía de rentas o prestaciones periódicas.
En la inscripción se hará constar el acto o contrato por el cual se hubieran constituido las
rentas o prestaciones y el plazo, modo y forma con que deban ser satisfechas.
El acreedor de dichas rentas o prestaciones periódicas podrá ejecutar estas hipotecas
utilizando el procedimiento sumario establecido en los artículos ciento veitinueve y siguientes
de esta Ley. El que remate los bienes gravados con tal hipoteca los adquirirá con
subsistencia de la misma y de la obligación de pago de la pensión o prestación hasta su
vencimiento. Iguales efectos producirá la hipoteca en cuanto a tercero; pero respecto a las
pensiones vencidas y no satisfechas, no perjudicarán a éste sino en los términos señalados
en los artículos ciento catorce y párrafo primero y segundo del ciento quince de esta Ley.
Salvo pacto en contrario, transcurridos seis meses desde la fecha en que, a tenor de lo
consignado en el Registro, debiera haberse satisfecho la última pensión o prestación, el
titular del inmueble podrá solicitar la cancelación de la hipoteca, siempre que no conste
asiento alguno que indique haberse modificado el contrato o formulado reclamación contra el
deudor sobre pago de dichas pensiones o prestaciones.
Artículo 158.
Sólo serán hipotecas legales las admitidas expresamente por las leyes con tal carácter.
Las personas a cuyo favor concede la Ley hipoteca legal no tendrán otro derecho que el
de exigir la constitución de una hipoteca especial suficiente para la garantía de su derecho.
Artículo 159.
Para que las hipotecas legales queden válidamente establecidas se necesita la
inscripción del título en cuya virtud se constituyan.
Artículo 160.
Las personas a cuyo favor reconoce la Ley hipoteca legal podrán exigir dicha hipoteca
sobre cualesquiera bienes inmuebles o derechos reales de que pueda disponer el obligado a
prestarla, en cualquier tiempo, aunque haya cesado la causa que le diere fundamento, como
el matrimonio, la tutela, la patria potestad o la administración, siempre que esté pendiente de
cumplimiento la obligación que se debiera haber asegurado.
– 586 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 161.
La hipoteca legal, una vez constituida e inscrita, surte los mismos efectos que la
voluntaria, sin más especialidades que las expresamente determinadas en esta Ley,
cualquiera que sea la persona que deba ejercitar los derechos que la misma hipoteca
confiera.
Artículo 162.
Si para la constitución de alguna hipoteca legal se ofrecieren diferentes bienes y no
convinieren los interesados en la parte de responsabilidad que haya de pesar sobre cada
uno, conforme a lo dispuesto en el artículo ciento diecinueve, decidirá el Juez o el Tribunal,
previo dictamen de peritos.
Del mismo modo, decidirá el Juez o el Tribunal las cuestiones que se susciten entre los
interesados sobre la calificación de suficiencia de los bienes ofrecidos para la constitución de
cualquiera hipoteca legal.
Artículo 163.
En cualquier tiempo en que llegaren a ser insuficientes las hipotecas legales inscritas
podrán reclamar su ampliación o deberán pedirla los que, con arreglo a esta Ley, tengan
respectivamente el derecho o la obligación de exigirlas y de calificar su suficiencia.
Artículo 164.
Las hipotecas legales inscritas subsistirán hasta que se extingan los derechos para cuya
seguridad se hubieren constituido, y se cancelarán en los mismos términos que las
voluntarias.
Artículo 165.
Para constituir o ampliar judicialmente y a instancia de parte cualquiera hipoteca legal se
procederá con sujeción a las reglas siguientes:
Primera. El que tenga derecho a exigirla presentará un escrito en el Juzgado o Tribunal
del domicilio del obligado a prestarla, pidiendo que se constituya la hipoteca, fijando la
cantidad por que deba constituirse y señalando los bienes que puedan ser gravados con ella,
o, por lo menos, el Registro donde deban constar inscritos los que posea la misma persona
obligada.
Segunda. A este escrito acompañará precisamente el título o documentos que produzca
el derecho de hipoteca legal, y si fuere posible, una certificación del Registrador en que
consten todos los bienes hipotecables que posea el demandado.
Tercera. El Juez o el Tribunal, en su vista, mandará comparecer a su presencia a todos
los interesados en la constitución de la hipoteca, a fin de que se avengan, si fuere posible,
en cuanto al modo de verificarla.
Cuarta. Si se avinieren, mandará el Juez o el Tribunal constituir la hipoteca en los
términos que se hayan convenido.
Quinta. Si no se avinieren, ya sea en cuanto a la obligación de hipotecar o ya en cuanto
a la cantidad que deba asegurarse o a la suficiencia de la hipoteca ofrecida, se hará traslado
del escrito de demanda al demandado y seguirá el juicio los trámites establecidos para los
incidentes en la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Artículo 166.
En los casos en que el Juez o el Tribunal deba proceder de oficio para exigir la
constitución de una hipoteca legal, dispondrá que el Registrador correspondiente le remita la
certificación prevenida en la regla segunda del artículo anterior; en su vista, mandará
comparecer al obligado a constituir la hipoteca, y con su audiencia y la del Ministerio Fiscal,
seguirá después el juicio por los trámites que quedan prescritos.
– 587 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 167.
Lo dispuesto en los dos anteriores artículos se entenderá sin perjuicio de las reglas
establecidas sobre hipotecas por bienes reservables y sobre fianza de los tutores, y no será
aplicable a la hipoteca legal a favor del Estado, de las provincias o de los pueblos sino
cuando los Reglamentos administrativos no establecieren otro procedimiento para exigirla.
Artículo 168.
Tendrán derecho a exigir hipoteca legal:
Primero. Las mujeres casadas sobre los bienes de sus maridos:
a) Por las dotes que les hayan sido entregadas solemnemente bajo fe de Notario.
b) Por los parafernales que con la solemnidad anteriormente dicha hayan entregado a
sus maridos.
c) Por las donaciones que los mismos maridos les hayan prometido dentro de los límites
de la Ley.
d) Por cualesquiera otros bienes que las mujeres hayan aportado al matrimonio y
entregado a sus maridos con la misma solemnidad.
Segundo. Los reservatarios sobre los bienes de los reservistas en los casos señalados
por los artículos ochocientos once, novecientos sesenta y ocho y novecientos ochenta del
Código Civil y en cualesquiera otros comprendidos en leyes o fueros especiales.
Tercero. Los hijos sometidos a la patria potestad por los bienes de su propiedad
usufructuados o administrados por el padre o madre que hubieran contraído segundo
matrimonio, y sobre los bienes de los mismos padres.
Cuarto. Los menores o incapacitados sobre los bienes de sus tutores, por los que éstos
administren y por la responsabilidad en que incurrieren, a no ser que presten, en lugar de la
fianza hipotecaria, otra garantía establecida y autorizada por el Código Civil.
Quinto. El Estado, las Provincias y los Pueblos, sobre los bienes de los que contraten
con ellos o administren sus intereses, por las responsabilidades que contrajeron éstos, de
conformidad con lo establecido en las leyes y reglamentos.
Sexto. El Estado sobre los bienes de los contribuyentes en los casos establecidos en
esta Ley, además de la preferencia que a su favor se reconoce en el artículo ciento noventa
y cuatro; y
Séptimo. Los aseguradores sobre los bienes de los asegurados, también en los casos
establecidos en esta Ley, además de la preferencia que a su favor reconoce el artículo
ciento noventa y seis.
Artículo 169.
La mujer casada a cuyo favor reconoce esta Ley hipoteca legal tendrá derecho:
Primero. A que el marido inscriba a nombre propio e hipoteque en favor de su mujer los
bienes inmuebles y derechos reales que reciba como dote estimada u otros bastantes para
asegurar la devolución de su importe.
Segundo. A que se inscriban en el Registro, a nombre de la misma, si ya no lo estuvieren
en calidad de dotales o parafernales, o por el concepto legal que les corresponda, todos los
demás bienes inmuebles y derechos reales que el marido reciba como inestimados y deba
devolver, en su caso.
Tercero. A que el marido asegure, con hipoteca especial suficiente, todos los demás
bienes no comprendidos en los párrafos anteriores y que se le entreguen por razón de
matrimonio.
Artículo 170.
La dote confesada por el marido, cuya entrega no constare o constare sólo por
documento privado, no surtirá más efecto que el de las obligaciones personales.
– 588 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
No obstante, la mujer que tuviere a su favor dote confesada por el marido antes de la
celebración del matrimonio o dentro del primer año de él, podrá exigir en cualquier tiempo
que el mismo marido se la asegure con hipoteca, siempre que haga constar judicialmente la
existencia de los bienes dotales o la de otros semejantes o equivalentes en el momento de
deducir su reclamación.
Artículo 171.
Siempre que el Registrador inscriba bienes de dote estimada a favor del marido hará de
oficio la inscripción hipotecaria a favor de la mujer, salvo que ésta hubiere renunciado a su
derecho o que la hipoteca se hubiere constituido sobre bienes diferentes.
Si el título presentado para la primera de dichas inscripciones no fuere suficiente para
hacer la segunda, se suspenderán una y otra, tomando de ambas la anotación preventiva
que proceda.
Artículo 172.
La hipoteca legal constituida por el marido a favor de la mujer garantizará la restitución
de los bienes o derechos asegurados, sólo en los casos en que dicha restitución deba
verificarse, conforme a las leyes y con las limitaciones que éstas determinan, y dejará de
surtir efecto y podrá cancelarse siempre que por cualquiera causa legítima quede
dispensado el marido de la obligación de restituir.
Artículo 173.
La cantidad que deba asegurarse por razón de dote estimada no excederá en ningún
caso del importe de la estimación, y si se redujese el de la misma dote, por exceder de la
cuantía que el derecho permite, se reducirá igualmente la hipoteca en la misma proporción,
previa la cancelación parcial correspondiente.
Artículo 174.
Cuando se constituya dote inestimada en bienes no inmuebles, se apreciarán éstos con
el único objeto de fijar la cantidad que deba asegurar la hipoteca, para el caso de que no
subsistan los mismos bienes al tiempo de su restitución; mas sin que por ello pierda dicha
dote su calidad de inestimada, si fuera calificada así en la escritura dotal.
Artículo 175.
La hipoteca para asegurar las donaciones por razón de matrimonio sólo tendrá lugar en
el caso de que se ofrezcan por el marido como aumento de la dote. Si se ofrecieren sin este
requisito, sólo producirán obligación personal, quedando al arbitrio del marido asegurarlas o
no con hipoteca.
Artículo 176.
El marido no podrá ser obligado a constituir hipoteca por los bienes parafernales
muebles de su mujer, sino cuando éstos le sean entregados para su administración por
escritura pública y bajo la fe de Notario.
Para constituir esta hipoteca se apreciarán los bienes o se fijará su valor por los que
tienen la facultad de exigirla y de calificar su suficiencia.
Artículo 177.
Entiéndese por bienes aportados al matrimonio, para los efectos del párrafo último del
número primero del artículo ciento sesenta y ocho, aquellos que bajo cualquier concepto,
con arreglo a fueros o costumbres locales, traiga la mujer a la sociedad conyugal, siempre
que se entreguen al marido, por escritura pública y bajo fe de Notario, para que los
administre, bien sea con estimación que cause venta o bien con la obligación de
conservarlos y devolverlos a la disolución del matrimonio.
– 589 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Cuando la entrega de los bienes de que trata el párrafo anterior constare solamente por
confesión del marido, no podrá exigirse la constitución de la hipoteca dotal sino en los casos
y términos prescritos en el artículo ciento setenta.
Artículo 178.
La constitución de hipoteca e inscripción de bienes de que trata el artículo ciento sesenta
y nueve sólo podrá exigirse por la misma mujer, si estuviese casada y fuere mayor de edad.
Si no hubiere contraído aún matrimonio, o habiéndolo contraído fuere menor, deberán
ejercitar aquel derecho en su nombre y calificar la suficiencia de la hipoteca que se
constituya, el padre, la madre o el que diere la dote o los bienes que se deban asegurar.
Artículo 179.
A falta de las personas mencionadas en el artículo anterior, y siendo menor la mujer,
esté o no casada, deberán pedir que se hagan efectivos los mismos derechos el tutor, el
protutor, el Consejo de familia o cualquiera de sus vocales, y si no lo pidieren, el Fiscal
solicitará, de oficio o a instancia de cualquier persona, que se compela al marido a la
constitución de la hipoteca.
Los Jueces municipales y los comarcales tendrán también obligación de excitar el celo
del Ministerio Fiscal, a fin de que cumpla lo preceptuado en el párrafo anterior.
Artículo 180.
Si el marido careciere de bienes con que constituir la hipoteca de que trata el número
tercero del artículo ciento sesenta y nueve, quedará obligado a constituirla sobre los
primeros inmuebles o derechos reales que adquiera, pero sin que esta obligación pueda
perjudicar a tercero mientras que no se inscriba la hipoteca.
Artículo 181.
Cuando los bienes dotales consistan en rentas o pensiones perpetuas, si llegaren a
enajenarse, se asegurará su devolución constituyendo hipoteca por el capital que las
mismas rentas o pensiones representen, capitalizadas al interés legal.
Si las pensiones a que se refiere el párrafo anterior fueren temporales y pudieren o
debieren subsistir después de la disolución del matrimonio, se constituirá la hipoteca por la
cantidad en que convengan los cónyuges, y, en defecto de convenio, por la que fije el Juez o
Tribunal.
Artículo 182.
Las disposiciones de esta Ley sobre la hipoteca dotal no alteran ni modifican las
contenidas en los artículos ochocientos ochenta, ochocientos ochenta y uno y novecientos
nueve del Código de Comercio.
Artículo 183.
La mujer podrá exigir la subrogación de su hipoteca en otros bienes del marido en
cualquier tiempo que lo crea conveniente, desde que haya consentido por escrito en la
enajenación o gravamen de los inmuebles afectos a su dote o como condición previa para
prestar dicho consentimiento.
Si la mujer se hallare en el caso previsto en el artículo ciento setenta y ocho, podrán
también ejercitar este derecho, en su nombre, las personas designadas en el mismo artículo
y en el siguiente.
Artículo 184.
El viudo o la viuda que por repetir matrimonio esté obligado a reservar determinados
bienes deberá, con intervención judicial, hacer inventario de todos ellos, inscribirlos, si ya no
– 590 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 185.
Cuando los reservatarios sean ciertos y mayores de edad, sólo ellos podrán exigir el
cumplimiento de las obligaciones contenidas en el artículo anterior; si fueren menores o
incapacitados, lo exigirán en su nombre las personas que deban representarlos legalmente.
En uno y otro caso, la escritura pública otorgada entre el reservista y los reservatarios o sus
representantes legales será título bastante para la inscripción o para hacer constar la calidad
de reservables en el asiento correspondiente, según procediera.
Artículo 186.
El reservista también podrá, sin el concurso de los reservatarios o de sus representantes
legales, hacer constar en el Registro la calidad de reservables de los inmuebles o constituir
hipoteca especial suficiente para asegurar las restituciones exigidas por la Ley, acudiendo al
Juez competente con sujeción a los trámites determinados en el Reglamento hipotecario.
Artículo 187.
Si transcurrieren ciento ochenta días desde que nazca la obligación de reservar sin
haberse dado cumplimiento por el reservista a lo establecido en los artículos anteriores, los
derechos reconocidos por éstos a favor de los reservatarios podrán ser exigidos por sus
parientes, cualquiera que sea su grado, el albacea del cónyuge premuerto y, en su defecto,
el Ministerio Fiscal. Si concurrieren con la misma pretensión dos o más de dichas personas,
se dará preferencia a quien primero lo hubiere reclamado. La hipoteca en este caso se
constituirá conforme al artículo ciento sesenta y cinco de esta Ley.
Artículo 188.
El Juez o Tribunal que intervenga en los casos a que se refieren los dos artículos
anteriores cuidará, bajo su responsabilidad, de que se hagan los asientos correspondientes
en el Registro.
Artículo 189.
Si el reservista no tuviere bienes que hipotecar, se instruirá también el expediente
prevenido en el artículo ciento ochenta y seis, con el único fin de hacer constar la reserva y
su cuantía.
La providencia que en tal caso recaiga se limitará a declarar lo que proceda sobre estos
puntos y la obligación del reservista de hipotecar los primeros inmuebles que adquiera.
Subsección 3.ª De la hipoteca por los bienes de los que están bajo la patria potestad
Artículo 190.
Los hijos a cuyo favor reconoce el artículo ciento sesenta y ocho hipoteca legal tendrán
derecho:
Primero. A que los bienes inmuebles de su pertenencia se inscriban a su favor, si ya no
lo estuvieren.
Segundo. A que su padre o, en su caso, la madre, si tuvieren bienes hipotecables,
aseguren con hipoteca los bienes que no sean inmuebles pertenecientes a los mismos hijos.
Si los bienes inmuebles del padre o madre fueren insuficientes, se constituirá, sin embargo,
sobre ellos la hipoteca, sin perjuicio de ampliarla a otros que adquieran después, en caso de
que así se les exija.
– 591 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 191.
Podrán pedir en nombre de los hijos que se hagan efectivos los derechos expresados en
el artículo anterior:
Primero. Las personas de quienes procedan los bienes.
Segundo. Los herederos o albaceas de dichas personas.
Tercero. Los ascendientes del menor.
Cuarto. El Ministerio Fiscal en defecto de las personas antes expresadas.
Artículo 192.
La fianza hipotecaria que deberán prestar los tutores, conforme al número cuarto del
artículo ciento sesenta y ocho, se regulará por lo dispuesto en los artículos doscientos
cincuenta y dos al doscientos sesenta del Código Civil en todo lo referente a su cuantía,
calificación, disminución y aumento, a las personas que puedan pedir su inscripción, a las
responsabilidades que debe asegurar y a los tutores exentos de la obligación de constituirla.
No se podrá cancelar totalmente dicha fianza hipotecaria hasta que, aprobadas las
cuentas de la tutela, el tutor haya extinguido todas las responsabilidades de su gestión, salvo
el caso de que hubiere sido sustituida por otra fianza hipotecaria o pignoraticia en virtud de
acuerdo ejecutivo del Consejo de familia.
Artículo 193.
La Autoridad a quien corresponda deberá exigir la constitución de hipotecas especiales
sobre los bienes de los que manejen fondos públicos o contraten con el Estado, las
provincias o los pueblos en todos los casos y en la forma que prescriban los reglamentos
administrativos.
Artículo 194.
El Estado, las Provincias o los Pueblos tendrán preferencia sobre cualquier otro acreedor
y sobre el tercer adquirente, aunque hayan inscrito sus derechos en el Registro, para el
cobro de la anualidad corriente y de la última vencida y no satisfecha de las contribuciones o
impuestos que graven a los bienes inmuebles.
A los efectos del párrafo anterior, se entenderá por anualidad vencida la constituida por
los cuatro trimestres del ejercicio económico anterior al corriente, sea cualquiera la fecha y
periodicidad de la obligación fiscal de pago.
Para tener igual preferencia por mayor suma que la correspondiente a dichas dos
anualidades, podrán exigir el Estado, las Provincias o los Pueblos la constitución de una
hipoteca especial, en la forma que determinen los Reglamentos administrativos. Esta
hipoteca no surtirá efecto sino desde la fecha en que quede inscrita.
Artículo 195.
El asegurador de bienes inmuebles tendrá derecho a exigir una hipoteca especial sobre
los bienes asegurados, cuyo dueño no haya satisfecho las primas del seguro de dos o más
años, o de dos o más de los últimos dividendos pasivos, si el seguro fuere mutuo.
Artículo 196.
Mientras no se devenguen las primas de los dos años o los dos últimos dividendos, en
su caso, tendrá el crédito del asegurador preferencia sobre los demás créditos.
– 592 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 197.
Devengados y no satisfechos los dos dividendos o las dos anualidades de que tratan los
dos artículos anteriores, deberá constituirse la hipoteca por toda la cantidad que se debiere,
y la inscripción no surtirá efecto sino desde su fecha.
TÍTULO VI
De la concordancia entre el Registro y la realidad jurídica
Artículo 198.
La concordancia entre el Registro y la realidad jurídica extrarregistral se llevará a cabo,
según los casos, por la primera inscripción de las fincas que no estén inscritas a favor de
persona alguna, por la reanudación del tracto sucesivo interrumpido y por el expediente de
liberación de cargas y gravámenes.
Artículo 199.
La inmatriculación de fincas que no estén inscritas a favor de persona alguna se
practicará:
a) Mediante expediente de dominio.
b) Mediante el título público de su adquisición, complementado por acta de notoriedad
cuando no se acredite de modo fehaciente el título adquisitivo del transmitente o enajenante.
c) Mediante el certificado a que se refiere el artículo doscientos seis, sólo en los casos
que en el mismo se indican.
Artículo 200.
La reanudación del tracto sucesivo interrumpido se verificará mediante acta de
notoriedad o expediente de dominio.
Por cualquiera de estos medios o por el autorizado en el artículo doscientos cinco se
podrá hacer constar en el Registro la mayor cabida de fincas ya inscritas.
Artículo 201.
El expediente de dominio se tramitará con sujeción a las siguientes reglas:
Primera. Será Juez competente, cualquiera que sea el valor de la finca o fincas objeto
del mismo, el de Primera Instancia del partido en que radiquen o en que estuviere situada su
parte principal.
Segunda. Se iniciará el expediente por un escrito al que deberá acompañarse una
certificación acreditativa del estado actual da la finca en el Catastro Topográfico Parcelario o,
en su defecto, en el Avance Catastral, Registro Fiscal o Amillaramiento, y otra del Registro
de la Propiedad, que expresará, según los casos:
a) La falta de inscripción, en su caso, de la finca que se pretenda inmatricular.
b) La descripción actual según el Registro y la última inscripción del dominio de la finca
cuya extensión se trate de rectificar.
c) La última inscripción de dominio y todas las demás que estuvieren vigentes,
cualquiera que sea su clase, cuando se trate de reanudar el tracto sucesivo interrumpido del
dominio o de los derechos reales.
En los supuestos a) y c) del párrafo anterior se acompañarán asimismo los documentos
acreditativos del derecho del solicitante, si los tuviere, y, en todo caso, cuantos se estimaren
oportunos para la justificación de la petición que hiciere en su escrito.
Tercera. El Secretario judicial dará traslado de este escrito al Ministerio Fiscal, citará a
aquellos que, según la certificación del Registro, tengan algún derecho real sobre la finca, a
aquel de quien procedan los bienes o a sus causahabientes, si fueren conocidos, y al que
tenga catastrada o amillarada la finca a su favor, y convocará a las personas ignoradas a
quienes pueda perjudicar la inscripción solicitada por medio de edictos. Estos se fijarán en
– 593 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
los tablones de anuncios, del Ayuntamiento y del Juzgado a que pertenezca la finca, a fin de
que, dentro de los diez días siguientes a la citación o a la publicación de los edictos, puedan
comparecer ante el Juzgado para alegar lo que a su derecho convenga.
Dichos edictos se publicarán también en el Boletín Oficial de la provincia si el valor total
de la finca o fincas comprendidas en el expediente es superior a ciento cincuenta euros, y si
excediere de trescientos euros deberán publicarse, además, en uno de los periódicos de
mayor circulación de la provincia.
En los casos a) y b) de la regla 2.ª se citará, además, a los titulares de los predios
colindantes, y en los a) y c) de la misma, al poseedor de hecho de la finca, si fuere rústica, o
al portero, o, en su defecto, a uno de los inquilinos, si fuere urbana.
Cuarta. Transcurrido el plazo fijado, podrá el actor y todos los interesados que hayan
comparecido proponer, en un plazo de seis días, las pruebas que estimen pertinentes para
justificar sus derechos.
Quinta. Practicadas las pruebas en el plazo de diez días, a contar de la fecha de su
admisión, oirá el Juzgado, durante otro plazo igual, por escrito, sobre las reclamaciones y
pruebas que se hayan presentado, al Ministerio Fiscal y a cuantos hubieren concurrido al
expediente, y en vista de lo que alegaren y calificando dichas pruebas por la crítica racional,
dictará auto, dentro del quinto día, declarando justificados o no los extremos solicitados en el
escrito inicial. Este auto será apelable en ambos efectos por el Ministerio Fiscal o por
cualquiera de los interesados, sustanciándose la apelación por los trámites establecidos en
la Ley de Enjuiciamiento Civil para los incidentes.
Sexta. Consentido o confirmado el auto, será, en su caso, título bastante para la
inscripción solicitada.
Séptima. Cuando el valor total de la finca o fincas comprendidas en el expediente sea
inferior a treinta euros, será verbal la audiencia a que se refiere la regla 5.ª.
Artículo 202.
Los expedientes tramitados con arreglo al artículo anterior serán inscribibles, aunque en
el Registro apareciesen inscripciones contradictorias, siempre que éstas tengan más de
treinta años de antigüedad y el titular de las mismas haya sido citado en debida forma y no
hubiere formulado oposición.
También serán inscribibles, aunque las inscripciones contradictorias sean de menos de
treinta años de antigüedad, si el titular de las mismas o sus causahabientes hubieren sido
oídos en el expediente.
Si el titular del asiento contradictorio de menos de treinta años de antigüedad o sus
causahabientes no comparecieren después de haber sido citados tres veces —una de ellas,
al menos, personalmente—, se les tendrá por renunciantes a los derechos que pudieran
asistirles en el expediente, y éste será también inscribible.
Artículo 203.
Las actas de notoriedad a que se refiere el artículo doscientos se tramitarán con sujeción
a las reglas establecidas en la legislación notarial y a lo prescrito en las siguientes:
Primera. Serán autorizadas por Notario hábil para actuar en el lugar en que radiquen las
fincas.
Segunda. El requerimiento al Notario se hará por persona que demuestre interés en el
hecho que se trate de acreditar.
Tercera. El interesado, que deberá aseverar con juramento y bajo pena de falsedad en
documento público, la certeza del hecho mismo, presentará al Notario necesariamente una
certificación del estado actual de la finca en el Catastro Topográfico Parcelario o, en su
defecto, en el Avance Catastral, Registro Fiscal o Amillaramiento y otra del Registro de la
Propiedad del mismo contenido señalado en la regla segunda del artículo doscientos uno.
Cuarta. Iniciada el acta, el Notario lo notificará, personalmente o por cédula, a las
personas que, según lo dicho y acreditado por el requirente, o lo que resulte de las
expresadas certificaciones, tengan algún derecho sobre la finca.
La misma notificación, en su caso, se hará a las personas determinadas en el último
párrafo de la regla tercera del artículo doscientos uno.
– 594 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 204.
Las actas de notoriedad tramitadas a fines de la reanudación del tracto sucesivo sólo
podrán inscribirse cuando las inscripciones contradictorias tengan más de treinta años de
antigüedad, sin haber sufrido alteración, y el Notario hubiese notificado personalmente su
tramitación a los titulares de las mismas o a sus causahabientes.
Artículo 205.
Serán inscribibles, sin necesidad de la previa inscripción, los títulos públicos otorgados
por personas que acrediten de modo fehaciente haber adquirido el derecho con anterioridad
a la fecha de dichos títulos, siempre que no estuviere inscrito el mismo derecho a favor de
otra persona y se publiquen edictos en el tablón de anuncios del Ayuntamiento donde radica
la finca, expedidos por el Registrador con vista de los documentos presentados.
En el asiento que se practique se expresarán necesariamente las circunstancias
esenciales de la adquisición anterior, tomándolas de los mismos documentos o de otros
presentados al efecto.
Artículo 206.
El Estado, la Provincia, el Municipio y las Corporaciones de Derecho público o servicios
organizados que forman parte de la estructura política de aquél y las de la Iglesia Católica,
cuando carezcan del título escrito de dominio, podrán inscribir el de los bienes inmuebles
que les pertenezcan mediante la oportuna certificación librada por el funcionario a cuyo
cargo esté la administración de los mismos, en la que se expresará el título de adquisición o
el modo en que fueron adquiridos.
Mediante certificación administrativa, librada en los términos indicados en el párrafo
anterior y con los demás requisitos en cada caso establecidos, podrán inscribirse la
declaración de obra nueva, mejoras y división horizontal de fincas urbanas, y, siempre que
no afecten a terceros, las operaciones de agrupación, división, agregación y segregación de
fincas del Estado y de los demás entes públicos estatales certificantes.
– 595 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 207.
Las inscripciones de inmatriculación practicadas con arreglo a lo establecido en los dos
artículos anteriores no surtirán efectos respecto de tercero hasta transcurridos dos años
desde su fecha.
Artículo 208.
Las nuevas plantaciones, así como la construcción de edificios o mejoras de una finca
urbana, podrán inscribirse en el Registro por su descripción en los títulos referentes al
inmueble. También podrán inscribirse mediante escritura pública, en la que el contratista de
la obra manifieste estar reintegrado de su importe por el propietario, o en la que éste
describa la edificación, acompañando certificado del Arquitecto Director de la obra o del
Arquitecto municipal.
Artículo 209.
El procedimiento de liberación de gravámenes se aplicará para cancelar hipotecas,
cargas, gravámenes y derechos reales constituidos sobre cosa ajena que hayan prescrito
con arreglo a la legislación civil, según la fecha que conste en el Registro.
Artículo 210.
Los expedientes de liberación se tramitarán con sujeción a las siguientes reglas:
Primera. Será Juez competente, cualquiera que sea la cuantía del gravamen a cancelar,
el de primera instancia del partido en que radiquen los bienes, y si la finca que se pretende
liberar está situada en dos o más partidos, el de aquel en que esté la parte principal,
considerándose como tal la que contenga la casa-habitación del dueño o, en su defecto, la
casa-labor, y, si tampoco la hubiere, la parte de mayor cabida.
Si la liberación se ha de referir a un ferrocarril, canal u otra obra de análoga naturaleza
que atraviese varios partidos, se considerará parte principal aquélla en que esté el punto de
arranque de la obra.
Segunda. El titular de la finca o derecho gravado con las cargas cuya liberación se
pretende comparecerá ante el Juzgado sin necesidad de Abogado ni Procurador,
presentando un escrito, al que acompañará una certificación del Registro que acredite su
calidad de titular y en la que se insertará literalmente la mención, anotación o inscripción que
se pretenda cancelar.
– 596 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
término de ocho días sobre si se han cumplido las formalidades prevenidas en esta ley. Si el
Ministerio Fiscal encontrare algunos defectos, se subsanarán, y si no los hallare, así como
una vez subsanados los que señalare, el Juez dictará sentencia.
Si el titular del asiento que se pretenda cancelar hubiere sido citado personalmente, no
será necesaria la publicación de los edictos que previene esta regla.
Octava. La sentencia que se dicte, en cualquiera de los supuestos comprendidos en las
tres reglas precedentes, será apelable en ambos efectos, sustanciándose la apelación por
los trámites de los incidentes.
Novena. Será título bastante para obtener la cancelación el testimonio literal de la
sentencia firme.
TÍTULO VII
De la rectificación de los errores en los asientos
Artículo 211.
Los errores cometidos en los asientos del Registro a que se refiere el apartado c) del
artículo cuarenta, podrán ser materiales o de concepto.
Artículo 212.
Se entenderá que se comete error material cuando sin intención conocida se escriban
unas palabras por otras, se omita la expresión de alguna circunstancia formal de los asientos
o se equivoquen los nombres propios o las cantidades al copiarlas del título, sin cambiar por
ello el sentido general de la inscripción o asiento de que se trate, ni el de ninguno de sus
conceptos.
Artículo 213.
Los Registradores podrán rectificar por sí, bajo su responsabilidad, los errores materiales
cometidos:
Primero. En los asientos de inscripción, anotación preventiva o cancelación, cuyos
respectivos títulos se conserven en el Registro.
Segundo. En los asientos de presentación, notas marginales e indicaciones de
referencias, aunque los títulos no obren en la oficina del Registro, siempre que la inscripción
principal respectiva baste para dar a conocer el error y sea posible rectificarlo por ella.
Artículo 214.
Los Registradores no podrán rectificar, sin la conformidad del interesado que posea el
título inscrito, o sin una providencia judicial en su defecto, los errores materiales cometidos:
Primero. En inscripciones, anotaciones preventivas o cancelaciones cuyos títulos no
existan en el Registro.
Segundo. Los asientos de presentación y notas, cuando dichos errores no puedan
comprobarse por las inscripciones principales respectivas y no existan tampoco los títulos en
la oficina del Registro.
Artículo 215.
Los errores materiales no podrán salvarse con enmiendas, tachas ni raspaduras, ni por
otro medio que un asiento nuevo, en el cual se exprese y rectifique claramente el error
cometido en el anterior, a no ser que el error se advierta antes de ser firmado el asiento y
pueda subsanarse en éste con claridad mediante la oportuna confrontación.
Artículo 216.
Se entenderá que se comete error de concepto cuando al expresar en la inscripción
alguno de los contenidos en el título se altere o varíe su verdadero sentido.
– 597 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 217.
Los errores de concepto cometidos en inscripciones, anotaciones o cancelaciones, o en
otros asientos referentes a ellas, cuando no resulten claramente de las mismas, no se
rectificarán sin el acuerdo unánime de todos los interesados y del Registrador, o una
providencia judicial que lo ordene.
Los mismos errores cometidos en asientos de presentación y notas, cuando la
inscripción principal respectiva baste para darlos a conocer, podrá rectificarlos por sí el
Registrador.
Artículo 218.
El Registrador, o cualquiera de los interesados en una inscripción, podrá oponerse a la
rectificación que otro solicite por causa de error de concepto, siempre que a su juicio esté
conforme el concepto que se suponga equivocado con el correspondiente en el título a que
la inscripción se refiera.
La cuestión que se suscite con este motivo se decidirá en juicio ordinario.
Artículo 219.
Los errores de concepto se rectificarán por medio de una nueva inscripción, la cual se
hará mediante la presentación del mismo título ya inscrito, si el Registrador reconociere el
error o el Juez o el Tribunal lo declarare; y en virtud de un título nuevo, si el error fuere
producido por la redacción vaga, ambigua o inexacta del título primitivo, y las partes
convinieren en ello, o lo declare así una sentencia judicial.
Artículo 220.
El concepto rectificado no surtirá efecto en ningún caso sino desde la fecha de la
rectificación, sin perjuicio del derecho que puedan tener los terceros para reclamar contra la
falsedad o nulidad del título a que se refiere el asiento que contenía el error de concepto o
del mismo asiento.
TÍTULO VIII
De la publicidad de los Registros
Artículo 221.
Los Registros serán públicos para quienes tengan interés conocido en averiguar el
estado de los bienes inmuebles o derechos reales inscritos.
El interés se presumirá en toda autoridad, empleado o funcionario público que actúe por
razón de su oficio o cargo.
Artículo 222.
1. Los Registradores pondrán de manifiesto los libros del Registro en la parte necesaria
a las personas que, a su juicio, tengan interés en consultarlos, sin sacar los libros de la
oficina, y con las precauciones convenientes para asegurar su conservación.
2. La manifestación, que debe realizar el Registrador, del contenido de los asientos
registrales tendrá lugar por nota simple informativa o por certificación, mediante el
tratamiento profesional de los mismos, de modo que sea efectiva la posibilidad de publicidad
sin intermediación, asegurando, al mismo tiempo, la imposibilidad de su manipulación o
televaciado.
3. En cada tipo de manifestación se hará constar su valor jurídico. La información
continuada no alterará la naturaleza de la forma de manifestación elegida, según su
respectivo valor jurídico.
4. La obligación del Registrador al tratamiento profesional de la publicidad formal implica
que la misma se exprese con claridad y sencillez, sin perjuicio de los supuestos legalmente
– 598 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
– 599 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 223.
Los Registradores expedirán certificaciones:
Primero. De los asientos de todas clases que existan en el Registro, relativos a bienes o
a personas que los interesados señalen.
Segundo. De asientos determinados que los mismos interesados designen, bien fijando
concretamente los que sean, o bien refiriéndose a los que existan de una o más especies
sobre ciertos bienes, o a cargo o en favor de personas señaladas.
Tercero. De no existir asientos de ninguna especie, o de especie determinada, sobre
ciertos bienes o a nombre de ciertas personas.
Artículo 224.
Las certificaciones expresadas en el artículo anterior podrán referirse, bien a un período
fijo y señalado, bien a todo el transcurrido desde la primitiva instalación o reconstitución, en
su caso, del Registro respectivo.
Artículo 225.
La libertad o gravamen de los bienes inmuebles o derechos reales sólo podrá acreditarse
en perjuicio de tercero por certificación del Registro.
– 600 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 226.
Cuando las certificaciones no fueren conformes con los asientos de su referencia, se
estará a lo que de éstos resulte, salvo la acción del perjudicado por ellas, para exigir la
indemnización correspondiente del Registrador que haya cometido la falta.
Artículo 227.
Los Registradores expedirán certificación a instancia de quien, a su juicio, tenga interés
conocido en averiguar el estado del inmueble o derecho real de que se trate, o en virtud de
mandamiento judicial.
La instancia deberá hacerse por escrito y podrá presentarse en la oficina del Registro o
remitirse por vía telemática.
La certificación se expedirá, a elección del solicitante, en papel o en formato electrónico,
en los términos que reglamentariamente se establezcan.
Artículo 228.
Si el registrador se niega a la manifestación de los libros del Registro o a expedir
certificación de lo que en ellos conste, el interesado podrá recurrir la decisión de éste ante la
Dirección General de los Registros y del Notariado, siendo de aplicación lo dispuesto en los
artículos 327 y 328 de la Ley Hipotecaria en lo relativo a la legitimación para recurrir, plazo,
lugar de presentación del recurso, formación del expediente y contenido del informe del
registrador, plazo de resolución y revisión jurisdiccional de ésta.
Artículo 229.
Las solicitudes de los interesados y los mandamientos de los Jueces, Tribunales o
Secretarios judiciales en cuya virtud deban certificar los Registradores, expresarán con toda
claridad:
1.º La especie de certificación que con arreglo al artículo 223 se exija, y si ha de ser
literal o en relación.
2.º Los datos e indicaciones que, según la especie de dicha certificación, basten para dar
a conocer al Registrador los bienes o personas de que se trate.
3.º El período de tiempo a que la certificación deba contraerse.
Artículo 230.
Las certificaciones se darán de los asientos de los libros de inscripciones.
Cuando al tiempo de expedirlas existiere algún título pendiente de inscripción en el
Registro, que debiera comprenderse en la certificación pedida, y cuando se trate de acreditar
la libertad de alguna finca, o la no existencia de algún derecho, el Registrador certificará
también de los correspondientes asientos del Diario.
Artículo 231.
Salvo lo dispuesto en el artículo anterior, los Registradores no certificarán de los asientos
del Diario con sus notas, sino cuando el Juez, el Tribunal o el Secretario judicial lo mande o
los interesados lo pidan expresamente.
Artículo 232.
Las certificaciones se expedirán literales o en relación, según se mandaren dar o se
pidieren.
Las certificaciones literales comprenderán íntegramente los asientos a que se refieran.
Las certificaciones en relación expresarán todas las circunstancias que los mismos
asientos contuvieren, necesarias para su validez; las cargas que a la sazón pesen sobre el
inmueble o derecho inscrito, según la inscripción relacionada, y cualquier otro punto que el
interesado señale o juzgue importante el Registrador.
– 601 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 233.
Los Registradores, previo examen de los libros, extenderán las certificaciones con
relación únicamente a los bienes, personas y períodos designados en la solicitud o
mandamiento, sin referir en ella más asientos ni circunstancias que los exigidos, salvo lo
dispuesto en el párrafo segundo del artículo doscientos treinta y en el doscientos treinta y
cuatro; pero sin omitir tampoco ninguno que pueda considerarse comprendido en los
términos de dicho mandamiento o solicitud.
Artículo 234.
Cuando se pidiere o mandare dar certificación de una inscripción o anotación, y la que se
señalare estuviera extinguida conforme a los artículos setenta y seis y setenta y siete, el
Registrador insertará a continuación de ella, literalmente o en relación, el asiento que haya
producido la extinción.
Artículo 235.
Cuando se pida certificación de los gravámenes de un inmueble y no aparezca del
Registro ninguno vigente, impuesto en la época o por las personas designadas, lo expresará
así el Registrador.
Si resulta algún gravamen, lo insertará literal o en relación, conforme a lo prevenido en el
artículo doscientos treinta y dos, expresándose a continuación que no aparece ningún otro
subsistente.
Artículo 236.
Los Registradores expedirán las certificaciones que se les pidan, en el más breve
término posible, pero sin que éste pueda exceder nunca del correspondiente a cuatro días
por cada finca, cuyas inscripciones, libertad o gravámenes se trate de acreditar.
Artículo 237.
Transcurrido el término fijado en el artículo anterior, podrá el interesado utilizar el recurso
que concede el artículo doscientos veintiocho.
TÍTULO IX
Del modo de llevar los Registros
Artículo 238.
El Registro de la Propiedad se llevará en libros foliados y visados judicialmente.
Los libros de los Registros de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles deberán
llevarse por medios informáticos que permitan en todo momento el acceso telemático a su
contenido.
El Registro dispondrá de un sistema de sellado temporal que dejará constancia del
momento en que el soporte papel se trasladó a soporte informático.
En caso de destrucción de los libros, se sustituirán con arreglo a lo dispuesto en las
Leyes de 15 de agosto de 1873 y 5 de julio de 1938.
Artículo 239.
Los libros expresados en el artículo anterior serán uniformes para todos los Registros y
se formarán bajo la dirección del Ministerio de Justicia, con todas las precauciones
convenientes, a fin de impedir cualesquiera fraudes o falsedades que pudieran cometerse en
ellos.
Artículo 240.
Sólo harán fe los libros que lleven los Registradores formados con arreglo a lo prevenido
en el artículo anterior.
– 602 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 241.
Los libros del Registro no se sacarán por ningún motivo de la oficina del Registrador;
todas las diligencias judiciales o extrajudiciales que exijan la presentación de dichos libros se
practicarán precisamente en la misma oficina.
Artículo 242.
En los libros de inscripciones de cada Registro se practicarán las inscripciones,
anotaciones preventivas, cancelaciones y notas de todos los títulos sujetos a inscripción,
según los artículos segundo y cuarto.
Artículo 243.
El Registro de la propiedad se llevará abriendo uno particular a cada finca en el libro
correspondiente. Todas las inscripciones, anotaciones y cancelaciones posteriores relativas
a la misma finca se practicarán a continuación, sin dejar claros entre los asientos.
Artículo 244.
Se abrirá un libro para cada término municipal que en todo o en parte esté enclavado en
el territorio de un Registro.
La Dirección General de los Registros y del Notariado podrá acordar, por razones de
conveniencia pública, que un término municipal se divida en dos o más secciones y que se
abra un libro de inscripciones para cada una de ellas.
Artículo 245.
Cuando un título comprenda varios inmuebles o derechos reales que radiquen en un
mismo término municipal, la primera inscripción que se verifique contendrá todas las
circunstancias prescritas en el artículo noveno, y en las otras sólo se describirá la finca, si
fuere necesario, o se determinará el derecho real objeto de cada una de ellas, y se
expresarán la naturaleza del acto o contrato y los nombres del transferente y adquirente,
refiriéndose en todo lo demás a aquella primera inscripción y citándose el libro y folio en que
se encuentre.
Artículo 246.
Si el título a que se refiere el artículo anterior fuere de constitución de hipoteca, deberá
expresarse, además de lo prescrito en dicho artículo, la parte de crédito de que responda
cada una de las fincas o derechos y el valor que se les haya asignado para caso de subasta.
Artículo 247.
Si los bienes o derechos contenidos en un mismo título estuvieren situados en dos o más
términos municipales, lo dispuesto en los dos artículos anteriores se aplicará a cada uno de
dichos términos.
Si alguno o algunos de éstos se hubieren dividido en Secciones, cada sección se
considerará como si fuera un término municipal.
Artículo 248.
1. El contenido de los Libros del Registro deberá ser actualizado en el mismo día en que
se presenten los títulos a inscripción, si dicha presentación se efectúa en horas de oficina.
Dicha actualización deberá realizarse con independencia del medio utilizado para la
presentación de los títulos. El registrador deberá disponer de los medios materiales y
personales necesarios para cumplir con la obligación de actualización. Si no fuera posible
extender el asiento de presentación, se estará a lo dispuesto en el apartado primero del
artículo 417 del Reglamento Hipotecario.
Igualmente, y antes de la hora de apertura al público, deberán incorporarse las
modificaciones que resulten de la presentación de aquellos títulos que se hubiera efectuado
en el día hábil precedente fuera de horas, atendiendo al riguroso orden de ingreso si se
– 603 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 249.
Los asientos del Diario se extenderán por el orden con que se presenten los títulos, sin
dejar claros ni huecos entre ellos, se numerarán correlativamente en el acto de extenderlos,
y expresarán necesariamente:
Primero. El nombre y apellidos del que presente el título.
Segundo. La hora de su presentación.
Tercero. La especie de título presentado, su fecha y Autoridad o Notario que lo suscriba.
Cuarto. El derecho que se constituya, reconozca, transmita, modifique o extinga por el
título que se pretenda inscribir.
Quinto. La naturaleza de la finca o derecho real que sea objeto del título presentado, con
expresión de su situación y de su nombre y número, si lo tuviere.
– 604 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 250.
Cuando el Registrador extienda en el libro correspondiente la inscripción, anotación
preventiva, cancelación o nota a que se refiera el asiento de presentación, lo expresará así
al margen de dicho asiento, indicando el tomo y folio en que aquélla se hallare, así como el
número que tuviere la finca en el Registro y el que se haya dado a la inscripción u otro
asiento que se hubiere practicado.
Artículo 251.
Todos los días no feriados, a la hora previamente señalada para cerrar el Registro, en la
forma que determinen los Reglamentos, se cerrará el Diario por medio de una diligencia que
extenderá y firmará el Registrador inmediatamente después del último asiento que hubiere
hecho. En ella se hará constar el número de asientos extendidos en el día, o la
circunstancia, en su caso, de no haberse practicado ninguno.
Artículo 252.
Los asientos de presentación hechos fuera de las horas en que deba estar abierto el
Registro, serán nulos.
Artículo 253.
1. (Derogado)
2. (Derogado)
3. En los supuestos de denegación o suspensión de la inscripción del derecho contenido
en el título, después de la nota firmada por el Registrador, hará constar éste, si lo solicita el
interesado en la práctica del asiento, en un apartado denominado "observaciones'', los
medios de subsanación, rectificación o convalidación de las faltas o defectos subsanables e
insubsanables de que adolezca la documentación presentada a efectos de obtener el asiento
solicitado. En este supuesto, si la complejidad del caso lo aconseja, el interesado en la
inscripción podrá solicitar dictamen vinculante o no vinculante, bajo la premisa, cuando sea
vinculante, del mantenimiento de la situación jurídico registral y de la adecuación del medio
subsanatorio al contenido de dicho dictamen. Todo ello sin perjuicio de la plena libertad del
interesado para subsanar los defectos a través de los medios que estime más adecuados
para la protección de su derecho.
Artículo 254.
1. Ninguna inscripción se hará en el Registro de la Propiedad sin que se acredite
previamente el pago de los impuestos establecidos o que se establecieren por las leyes, si
los devengare el acto o contrato que se pretenda inscribir.
2. No se practicará ninguna inscripción en el Registro de la Propiedad de títulos relativos
a actos o contratos por los que se adquieran, declaren, constituyan, transmitan, graven,
modifiquen o extingan el dominio y los demás derechos reales sobre bienes inmuebles, o a
cualesquiera otros con trascendencia tributaria, cuando no consten en aquellos todos los
números de identificación fiscal de los comparecientes y, en su caso, de las personas o
entidades en cuya representación actúen.
3. No se practicará ninguna inscripción en el Registro de la Propiedad de títulos relativos
a actos o contratos por los que se declaren, constituyan, transmitan, graven, modifiquen o
extingan a título oneroso el dominio y los demás derechos reales sobre bienes inmuebles,
cuando la contraprestación consistiera, en todo o en parte, en dinero o signo que lo
represente, si el fedatario público hubiere hecho constar en la Escritura la negativa de los
comparecientes a identificar, en todo o en parte, los datos o documentos relativos a los
medios de pago empleados.
– 605 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 255.
No obstante lo previsto en el artículo anterior, podrá extenderse el asiento de
presentación antes de que se verifique el pago del impuesto; mas en tal caso se suspenderá
la calificación y la inscripción u operación solicitada y se devolverá el título al que lo haya
presentado, a fin de que se satisfaga dicho impuesto.
Pagado éste, se extenderá la inscripción o asiento de que se trate y sus efectos se
retrotraerán a la fecha del asiento de presentación, si se hubiere devuelto el título dentro del
plazo de vigencia del mismo.
Si se devolviere el título después de los sesenta días, deberá extenderse nuevo asiento
de presentación, y los efectos de la inscripción u operación que se verifique se retrotraerán
solamente a la fecha del nuevo asiento.
En el caso de que por causa legítima debidamente justificada no se hubiere pagado el
impuesto dentro de los sesenta días, se suspenderá dicho término hasta que se realice el
pago, expresándose esta suspensión por nota marginal en el asiento de presentación, la
cual se extenderá, siempre que al Registrador no le conste la certeza del hecho, en vista del
oportuno documento acreditativo.
En estos casos el asiento de presentación caducará a los ciento ochenta días de su
fecha.
Artículo 256.
Las cartas de pago de los impuestos satisfechos por actos o contratos sujetos a
inscripción se presentarán y quedarán archivadas en el Registro. El Registrador que no las
conservare será responsable directamente de las cantidades que hayan dejado de
satisfacerse a la Hacienda.
Artículo 257.
Para que en virtud de resolución judicial pueda hacerse cualquier asiento en el Registro,
expedirá el Juez, Tribunal o Secretario judicial, por duplicado, el mandamiento
correspondiente, excepto cuando se trate de ejecutorias.
El Registrador devolverá uno de los ejemplares al mismo Juez, Tribunal o Secretario
judicial que lo haya expedido o al interesado que lo haya presentado, con nota firmada
expresiva de quedar cumplido en la forma que proceda; y conservará el otro en su oficina,
extendiendo en él una nota rubricada igual a la que hubiere puesto en el ejemplar devuelto.
Estos documentos se archivarán numerados por el orden de su presentación.
Artículo 258.
1. El Registrador, sin perjuicio de los servicios prestados a los consumidores por los
centros de información creados por su colegio profesional, garantizará a cualquier persona
interesada la información que le sea requerida, durante el horario habilitado al efecto, en
orden a la inscripción de derechos sobre bienes inmuebles, los requisitos registrales, los
recursos contra la calificación y la minuta de inscripción.
– 606 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
TÍTULO X
De la Dirección e Inspección de los Registros
Artículo 259.
Los Registros de la Propiedad dependerán del Ministerio de Justicia. Todos los asuntos
a ellos referentes están encomendados a la Dirección General de los Registros y del
Notariado.
Artículo 260.
Corresponderá a la Dirección General de los Registros y del Notariado:
Primero. Proponer directamente al Ministro de Justicia o adoptar por sí en los casos que
determinen los preceptos legales o reglamentarios, las disposiciones necesarias para
asegurar en los Registros de la Propiedad la observancia de esta Ley y de los Reglamentos
que se dicten para su ejecución.
Segundo. Instruir los expedientes que se formen para la provisión de los Registros
vacantes, y para celebrar las oposiciones, en los casos en que fueren necesarias, como
también los que tengan por objeto la separación de los funcionarios de la Dirección General
o de los Registradores, proponiendo la resolución definitiva que en cada caso proceda con
arreglo a las leyes.
Tercero. Resolver los recursos gubernativos que se interpongan contra las calificaciones
que de los títulos hagan los Registradores, y las dudas que se ofrezcan a dichos funcionarios
acerca de la inteligencia y ejecución de esta Ley o de los Reglamentos, en cuanto no exijan
disposiciones de carácter general que deban adoptarse por el Ministerio de Justicia.
Cuarto. Formar y publicar los estados del movimiento de la propiedad y de los derechos
reales sobre inmuebles, con arreglo a los datos que faciliten los Registradores.
Quinto. Ejercer la inspección y vigilancia de todos los Registros de la Propiedad.
Sexto. Corregir disciplinariamente a los Registradores por las faltas cometidas en el
desempeño de su cargo y proponer al Ministro de Justicia la destitución, postergación o
traslado de aquellos funcionarios cuando reglamentariamente proceda.
Séptimo. Comunicar las órdenes que dicte en cualquier forma el Ministro de Justicia,
relativas a los servicios encomendados a la Dirección General, y autorizar su publicación,
cuando proceda, en los periódicos oficiales.
Las demás atribuciones de la Dirección, su organización y régimen, se fijarán por el
Reglamento.
– 607 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 261.
El Cuerpo Facultativo que sirve la Dirección General, se compone del Subdirector y dos
Oficiales Letrados, Jefes Superiores de Administración civil; un Oficial Letrado, Jefe de
Administración de primera clase; otro Oficial Letrado, Jefe de Administración de segunda
clase, y cuatro Auxiliares Letrados, Jefes de Negociado de primera clase, correspondientes a
las cuatro Secciones que actualmente integran aquélla.
Artículo 262.
Las plazas del Cuerpo Facultativo en las vacantes que ocurran, se proveerán
necesariamente por ascenso riguroso, y la última de los Auxiliares, en turno alterno, por
oposición libre entre Licenciados en Derecho o por concurso de méritos en la forma que
determine el Reglamento, entre Registradores de la Propiedad y Notarios con más de cinco
años de servicios efectivos en sus cargos, quienes quedarán, si obtienen plaza, excedentes
en el escalafón de origen, con los derechos inherentes al estado de excedencia.
Artículo 263.
El personal del Cuerpo Facultativo que ingrese por oposición directa al mismo tiene,
desde su ingreso en el Centro Directivo, la asimilación a Registrador de la Propiedad y
Notario, la cual se podrá hacer efectiva en las siguientes condiciones:
a) Haber prestado cinco años de servicios como Facultativo en la Dirección General.
b) Solicitar vacante en concurso ordinario de Registros de la Propiedad o Notarías, sin
reserva de turno, computándosele la antigüedad por la que tenga en el Cuerpo Facultativo.
c) En los concursos notariales y en turno de clase se entenderá al Facultativo asimilado
a Notario de primera cuando lleve quince años de servicios efectivos; de segunda, cuando
lleve diez, y de tercera, cuando lleve menos de diez.
El Notario o Registrador que ingrese en la Dirección, conservará los derechos que
tuviera en el Escalafón de origen, pero no podrá reingresar en el mismo en tanto no haya
prestado cinco años de servicios efectivos en aquélla, ni tampoco consolidará derechos en el
Escalafón de la misma.
El Notario, con relación al Cuerpo de Registradores, y el Registrador respecto al de
Notarios, se considerarán en la misma situación que los que hayan ingresado en la Dirección
por oposición directa.
Los funcionarios que hicieren uso de su derecho de asimilación, quedarán excedentes
en el Escalafón del Cuerpo Facultativo.
Artículo 264.
Los funcionarios del Cuerpo Facultativo de la Dirección podrán ser declarados, a su
instancia, en situación de excedencia, por el plazo mínimo de un año, y durante ésta
continuarán figurando en el escalafón correspondiente en concepto de excedentes
voluntarios, sin derecho al percibo de haberes, pero ascendiendo en aquél como si prestaran
servicio.
Cuando soliciten volver al servicio activo de la Dirección ocuparán la primera vacante de
su categoría que se produzca con posterioridad a la presentación de la solicitud de reingreso
y, hasta tanto ocurra, podrán desempeñar provisionalmente cualquiera otra vacante.
Artículo 265.
Los expresados funcionarios Facultativos no podrán ser gubernativamente separados,
sino por justa causa relativa al cumplimiento de los deberes de su destino, en virtud de
expediente instruido por el Director y previa consulta del Consejo de Estado, debiendo ser
oído el interesado, a fin de que por escrito formule sus descargos acerca del hecho que
motive el expediente.
En caso de suprimirse alguna de las plazas del mencionado Cuerpo Facultativo, quien la
desempeñare tendrá derecho, mientras no pueda ocupar otra, a las dos terceras partes de
sus haberes.
– 608 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 266.
El Subdirector y los Oficiales que sean Jefes de Sección del Centro Directivo
constituirán, reunidos bajo la presidencia del Director, la Junta Consultiva de la Dirección
General.
Dicha Junta emitirá dictamen necesariamente cuando se trate de adoptar o proponer
alguna disposición de carácter general sobre los servicios encomendados a la Dirección, y
será oída, asimismo, en la resolución de recursos gubernativos y consultas de solución
dudosa, a propuesta del Jefe de la Sección, en los expedientes de ingreso y separación del
personal facultativo, y siempre que el Director, además, lo considere conveniente.
Artículo 267.
La Dirección General ejercerá las funciones de inspección y vigilancia a que se refiere el
número quinto del artículo doscientos sesenta, bien directamente, bien por medio de los
Presidentes de las Audiencias territoriales, del Colegio Nacional de Registradores o de los
mismos Registradores, cuando lo crea conveniente para el mejor servicio. La delegación
comprenderá en cada caso las atribuciones al efecto necesarias.
Artículo 268.
La Dirección podrá acordar y practicar, directamente o mediante delegación, las visitas
de inspección a los Registros que considere convenientes para conocer el estado en que se
encuentren, bien generales a todo el Registro bien parciales a determinados libros o
documentos del mismo.
Artículo 269.
Los Presidentes de las Audiencias serán inspectores permanentes de los Registros de
su territorio y podrán ejercer las facultades que en tal concepto les corresponden,
inmediatamente o por medio de otros Magistrados o Jueces de primera instancia de carrera.
Anualmente remitirán dichos Presidentes a la Dirección General un parte circunstanciado
del estado en que se hallaren los Registros sujetos a su inspección.
Artículo 270.
Los Registradores remitirán el día último de cada semestre al Presidente de la Audiencia
de su territorio, una certificación duplicada en la que harán constar, bajo su responsabilidad,
el estado de su Registro, con los datos y en la forma que determine el Reglamento.
El Presidente de la Audiencia devolverá, luego de sellado, uno de los ejemplares de
dicha certificación al Registrador, el cual lo archivará, a efecto de su comprobación en las
visitas de inspección.
Artículo 271.
Si al practicarse la inspección se observare alguna falta de formalidad por parte de los
Registradores en el modo de llevar los Registros o cualquiera infracción de la Ley o de los
Reglamentos para su ejecución, el Inspector adoptará las disposiciones necesarias para
corregirlas y, en su caso, sancionarlas con arreglo a la misma Ley. Del mismo modo
procederá la Dirección General si la falta resultare comprobada por el contenido de la
certificación semestral.
Si la falta o infracción notada pudiere ser calificada de delito, pasarán el tanto de culpa al
Juzgado competente.
Siempre que la Dirección General suspenda a algún Registrador, nombrará otro que le
reemplace interinamente, con sujeción a las normas reglamentarias sobre interinidades.
Artículo 272.
Las comisiones de servicio que se concedan a los Registradores o Notarios en la
Dirección General, se conferirán únicamente para auxiliar los trabajos de carácter
extraordinario que se encomienden a dicha Dirección General; pero por ningún concepto
– 609 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
podrá exceder su número de tres Registradores y de tres Notarios los que a la vez
desempeñen las expresadas comisiones.
La duración de estas comisiones no podrá exceder de un año, que se podrá prorrogar, si
mediare necesidad del servicio público, solamente por un plazo igual.
Artículo 273.
Los Registradores podrán consultar directamente con la Dirección General cualquiera
duda que se les ofrezca sobre la inteligencia y ejecución de esta Ley o de su Reglamento, en
cuanto verse sobre la organización o funcionamiento del Registro, y sin que en ningún caso
puedan ser objeto de consulta las materias o cuestiones sujetas a su calificación.
TÍTULO XI
De la demarcación de los Registros y del nombramiento, cualidades y deberes
de los Registradores
Artículo 274.
Cada Registro de la propiedad estará a cargo de un Registrador, salvo el caso de
excepción a que se refiere el artículo doscientos setenta y cinco.
Los Registradores de la Propiedad tienen el carácter de funcionarios públicos para todos
los efectos legales y tendrán tratamiento de Señoría en los actos de oficio.
Artículo 275.
Subsistirán los Registros de la Propiedad en todas las poblaciones en que se hallen
establecidos. No obstante, el Ministerio de Justicia, a propuesta de la Dirección General de
los Registros y del Notariado, y con las formalidades reglamentarias, cuando así convenga al
servicio público, atendido el volumen y movimiento de la titulación sobre bienes inmuebles y
derechos reales, podrá, oyendo al Consejo de Estado, acordar el establecimiento de nuevos
Registros de la Propiedad en determinadas localidades, así como la modificación o
supresión de los existentes.
Podrá asimismo la Dirección General proceder a la división personal de algún Registro,
una vez acordada por el Ministro su división material y en tanto se lleve a cabo ésta, previo
expediente y con arreglo al Reglamento. Esa división, que tendrá carácter provisional, se
llevará a efecto, en todo caso, vacante el Registro, el cual se anunciará en concurso para su
provisión con dos Registradores.
Los Registros que en lo sucesivo se dividan funcionarán con un solo libro Diario, común
para los que se establezcan como consecuencia de la división.
Para alterar la circunscripción territorial que en la actualidad corresponde a cada
Registro, fuera de los casos de los dos párrafos anteriores, deberá existir motivo de
necesidad o conveniencia pública, que se hará constar en el expediente, y será oído el
Consejo de Estado.
Artículo 276.
Cada Registrador tendrá la categoría personal que con arreglo a su número en el
escalafón le corresponda.
Tendrán categoría de primera clase los que ocupen uno de los ciento veinticinco
primeros números del escalafón; de segunda, los comprendidos entre el ciento veintiséis y el
– 610 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 277.
El ingreso en el Cuerpo de Registradores se efectuará mediante oposición, ajustada al
Reglamento redactado por la Dirección General. Los opositores aprobados constituirán el
Cuerpo de Aspirantes y serán nombrados Registradores efectivos con arreglo a lo dispuesto
en el párrafo tercero del artículo doscientos ochenta y cuatro.
Cuando quedaren únicamente por colocar cinco Aspirantes, la Dirección convocará
nueva oposición, a fin de cubrir cincuenta plazas, número máximo que por ningún concepto
podrá ser ampliado.
Artículo 278.
El nombramiento de los Registradores se hará por el Ministerio de Justicia.
Artículo 279.
Para ser nombrado Registrador se requiere:
Primero. Ser español, varón y mayor de veintitrés años de edad.
Segundo. Ser Licenciado en Derecho.
Artículo 280.
No podrán ser Registradores:
Primero. Los fallidos o concursados que no hayan obtenido rehabilitación.
Segundo. Los deudores al Estado o a fondos públicos, como segundos contribuyentes, o
por alcance de cuentas.
Tercero. Los procesados criminalmente contra los que se haya dictado auto de prisión,
mientras no haya quedado sin efecto.
Cuarto. Los condenados a penas graves.
Artículo 281.
El cargo de Registrador es incompatible con el de Juez o Fiscal Municipal o Comarcal,
Notario y, en general, con todo empleo o cargo público, en propiedad o por sustitución, esté
o no retribuido con fondos del Estado, de la Provincia o del Municipio.
Artículo 282.
No se dará posesión de su cargo a los que sean nombrados Registradores, sin que
presten previamente una fianza en la forma y cuantía que fijará el Reglamento.
Si el nombrado Registrador no prestare dicha fianza, deberá depositar en algún Banco
autorizado por la Ley la cuarta parte de los honorarios que devengue, hasta completar la
suma de la garantía.
Artículo 283.
La fianza de los Registradores y el depósito, en su caso, quedarán afectos, mientras no
se devuelvan, a las responsabilidades en que aquéllos incurran por razón de su cargo, con
preferencia a cualesquiera otras obligaciones de los mismos Registradores.
La fianza o el depósito, en su caso, no se devolverán a los Registradores hasta que
hubieren cesado en el ejercicio de su cargo.
– 611 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 284.
La provisión de los Registros vacantes se efectuará siempre por concurso de rigurosa
antigüedad entre Registradores, apreciada aquélla con arreglo al Escalafón vigente al tiempo
de resolverse el concurso.
Los Registradores que hubieren sido corregidos disciplinariamente con privación de
ascenso no podrán solicitar en dichos concursos durante el tiempo por el que se les haya
impuesto la corrección.
Los Registros que no fueren solicitados en el concurso por ningún Registrador se
proveerán entre Aspirantes por el orden de numeración en que los haya colocado el Tribunal
censor.
Artículo 285.
A los únicos efectos del cómputo de la antigüedad en los concursos para provisión de
Registros, se entenderá que los Registradores que sirvan en las posesiones de Guinea y
que lleven dos años completos de servicios efectivos en las mismas tendrán antigüedad de
seis años de servicios prestados en cualquier Registro de la Península.
Artículo 286.
Los Registradores no podrán permutar sus destinos sino mediante justa causa, a juicio
de la Dirección General y siempre que concurran las circunstancias siguientes:
Primera. Que los Registradores tengan la misma categoría personal.
Segunda. Que los productos de uno de los Registros a que la permuta se refiera no
excedan a los del otro en una cuarta parte, según los datos estadísticos del último
quinquenio.
Tercera. Que ninguno de los permutantes haya cumplido la edad de sesenta y cuatro
años.
Si la permuta se concediere, no podrán los Registradores permutantes obtener otro
Registro por concurso o por nueva permuta, ni ser declarados excedentes voluntarios, hasta
dos años después de la aprobación de aquélla.
Artículo 287.
Los Registradores de la propiedad podrán ser declarados, a su instancia, excedentes por
tiempo que no será nunca menor de un año. Cumplido este plazo, podrán volver al servicio
activo, solicitando vacantes en concurso ordinario.
No se dará curso a la solicitud de excedencia voluntaria cuando el interesado se halle
sometido a expediente de remoción, traslación, corrección u otro análogo.
Los Registradores que, por ser miembros de Cámaras legislativas, quedasen en
situación de excedencia, permanecerán en la misma durante el tiempo que desempeñen
dichos cargos, pudiendo quedar, a su instancia, reservado el Registro que desempeñaren
para volver al mismo cuando se reintegren al servicio activo por haber cesado en la
representación.
Artículo 288.
Los Registradores no podrán ausentarse del punto de su residencia oficial en los días no
feriados y durante las horas de oficina sino en los casos siguientes:
Primero. Cuando tuvieren que hacerlo con objeto de entregar los fondos recaudados por
el impuesto de Derechos reales y transmisión de bienes o por otra justa causa, pero dando
parte por medio de comunicación al Presidente de la Audiencia, así del día en que se
ausenten como del motivo que a ello les obliga, y dejando al sustituto encargado del
Registro. En estas ausencias no podrán invertir más que el tiempo que prudencialmente
necesiten para cumplir aquel deber o para atender a la causa que las motiva, dando
conocimiento al mismo Presidente de su regreso.
– 612 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Segundo. Cuando hayan obtenido licencia. La Dirección podrá concedérsela por el plazo
máximo, en cada año, de dos meses, siempre que, a su juicio, medie justa causa. El Ministro
podrá prorrogar este plazo por otro mes.
Los Presidentes de las Audiencias darán cuenta inmediata a la Dirección de la fecha en
que se ausenten y regresen los Registradores.
Artículo 289.
Los Registradores no podrán ser destituidos ni trasladados a otros Registros, contra su
voluntad, sino por sentencia judicial o por el Ministro de Justicia, en virtud de expediente
instruido por la Dirección, con audiencia del interesado y en vista de los informes que
considere necesarios.
Para que la destitución o traslación puedan decretarse por el Ministerio de Justicia, se
deberá acreditar en el expediente alguna falta cometida por el Registrador en el ejercicio de
su cargo o que le haga desmerecer en el concepto público, y será oído el Consejo de
Estado.
Artículo 290.
El Registrador que cese en el desempeño de su cargo por reforma o supresión del
Registro será considerado excedente forzoso y deberá solicitar inmediatamente otro Registro
en los concursos que se celebren.
Durante el tiempo que permanezca en dicha situación de excedencia, y como máximo
seis meses, tendrá los derechos que la legislación de Clases Pasivas pueda reconocerle con
arreglo a sus años de servicio activo y al sueldo regulador que, según su categoría personal,
le correspondería en caso de jubilación, conforme al artículo siguiente.
Artículo 291.
Los Registradores podrán ser jubilados a su instancia, por imposibilidad física
debidamente acreditada o por haber cumplido sesenta y cinco años de edad. Podrán serlo
por la Administración en los casos previstos en la legislación general del Estado. La
jubilación será forzosa para el Registrador que hubiere cumplido los setenta años.
A efectos de su clasificación, se entenderá como sueldo regulador, solamente para la
declaración del haber que hayan de disfrutar con arreglo a la legislación de Clases Pasivas,
y a falta de otro mayor que pudiere corresponderles:
a) Para los Registradores que al jubilarse tengan categoría personal de primera clase y
ocupen uno de los doce primeros números del Escalafón, el sueldo de Magistrados de
término; para los que ocupen del número trece al cincuenta, el de Magistrados de ascenso, y
para los que ocupen del número cincuenta y uno al ciento veinticinco, el de Magistrados de
entrada.
b) Para los que tengan categoría personal de segunda clase, el sueldo de los Jueces de
Primera Instancia de término.
c) Para los que tengan categoría personal de tercera clase, el de los Jueces de Primera
Instancia de ascenso.
d) Y finalmente, para los que tengan categoría personal de cuarta clase, el de los Jueces
de Primera Instancia de entrada.
Artículo 292.
Luego que los Registradores tomen posesión del cargo propondrán al Presidente de la
Audiencia de su territorio el nombramiento de un sustituto que los reemplace en sus
ausencias y enfermedades, pudiendo elegir para ello, bien a alguno de los Oficiales del
mismo Registro, o bien a otra persona de su confianza.
Si el Presidente de la Audiencia se conformare con la propuesta, expedirá desde luego el
nombramiento al sustituto; si no se conformare por algún motivo grave, mandará al
Registrador que le proponga otra persona.
El sustituto desempeñará sus funciones bajo la responsabilidad del Registrador, y será
removido siempre que éste lo solicite.
– 613 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 293.
Los Registradores formarán al final de cada año y remitirán a la Dirección General
estados comprensivos de las enajenaciones de inmuebles, de los derechos reales
constituidos sobre los mismos, de las hipotecas y de los préstamos hechos durante el año,
en la forma y con las circunstancias que determine el Reglamento.
Artículo 294.
Los Registradores percibirán los honorarios que se establezcan en su Arancel, que
aprobará el Ministerio de Justicia, y costearán los gastos necesarios para el funcionamiento
y conservación de los Registros.
Artículo 295.
Reglamentariamente se determinará la existencia, organización y medios económicos
del Colegio Nacional de Registradores de la Propiedad, así como sus fines, principalmente
mutualistas y de asociación.
TÍTULO XII
De la responsabilidad y del régimen disciplinario de los registradores
Artículo 296.
Los Registradores responderán civilmente, en primer lugar, con sus fianzas, y en
segundo, con sus demás bienes, de todos los daños y perjuicios que ocasionen:
Primero. Por no asentar en el Diario, no inscribir o no anotar preventivamente en el
término señalado en la Ley los títulos que se presenten al Registro.
Segundo. Por error o inexactitud cometidos en inscripciones, cancelaciones, anotaciones
preventivas o notas marginales.
Tercero. Por no cancelar sin fundado motivo alguna inscripción o anotación, u omitir el
asiento de alguna nota marginal, en el término correspondiente.
Cuarto. Por cancelar alguna inscripción, anotación preventiva o nota marginal, sin el
título y los requisitos que exige esta Ley.
Quinto. Por error u omisión en las certificaciones de inscripción o de libertad de los
inmuebles o derechos reales, o por no expedir dichas certificaciones en el término señalado
en esta Ley.
Artículo 297.
Los errores, inexactitudes u omisiones expresadas en el artículo anterior no serán
imputables al Registrador cuando tengan su origen en algún defecto del título inscrito y no
sea de los que notoriamente deberían haber motivado la denegación o la suspensión de la
inscripción, anotación o cancelación.
Artículo 298.
La rectificación de errores cometidos en asientos de cualquiera especie, y que no traigan
su origen de otros cometidos en los respectivos títulos, no librará al Registrador de la
responsabilidad en que pueda incurrir por los perjuicios que hayan ocasionado los mismos
asientos antes de ser rectificados.
Artículo 299.
El Registrador será responsable con su fianza y con sus bienes de las indemnizaciones y
multas a que pueda dar lugar la actuación de su sustituto en el Registro mientras esté a su
cargo.
– 614 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 300.
El que por error, malicia o negligencia del Registrador perdiere un derecho real o la
acción para reclamarlo podrá exigir, desde luego, del mismo Registrador el importe de lo que
hubiere perdido.
El que por las mismas causas pierda sólo la hipoteca que asegure una obligación, podrá
exigir que el Registrador, a su elección, le proporcione otra hipoteca igual a la perdida o
deposite, desde luego, la cantidad asegurada para responder en su día de dicha obligación.
Artículo 301.
El que por error, malicia o negligencia del Registrador quede libre de alguna carga o
limitación inscritas será responsable solidariamente con el mismo Registrador del pago de
las indemnizaciones a que éste sea condenado por su falta.
Artículo 302.
Siempre que en el caso del artículo anterior indemnice el Registrador al perjudicado,
podrá repetir la cantidad que por tal concepto pagare contra el que por su falta haya
resultado favorecido.
Cuando el perjudicado dirigiere su acción contra el favorecido por dicha falta, no podrá
repetir contra el Registrador sino en el caso de que no llegue a obtener la indemnización
reclamada o alguna parte de ella.
Artículo 303.
Toda demanda que se deduzca contra el Registrador para exigirle la responsabilidad se
presentará y sustanciará ante el Juzgado o Tribunal a que corresponda el Registro en que se
haya cometido la falta.
Artículo 304.
Cuando por sentencia ejecutoria se condene a un Registrador a la indemnización de
daños y perjuicios, se publicarán edictos en el BOLETIN OFICIAL DEL ESTADO y en el de
la provincia correspondiente, si hubieren de hacerse efectivas las responsabilidades con la
fianza, por no satisfacer el condenado el importe de la indemnización.
En virtud de este edicto podrán deducir sus respectivas demandas los que se crean
perjudicados por otros actos del mismo Registrador, y si no lo hicieren en el término de
noventa días se llevará a efecto la sentencia.
Artículo 305.
Si se dedujeren dentro del término de los noventa días algunas reclamaciones,
continuará suspendida la ejecución de la sentencia hasta que recaiga sobre ellas resolución
firme, a no ser que la fianza bastare notoriamente para cubrir el importe de dichas
reclamaciones después de cumplida la ejecutoria.
Artículo 306.
Cuando la fianza no alcanzare a cubrir todas las reclamaciones que se declaren
procedentes, se prorrateará su importe entre los que las hayan formulado.
Lo dispuesto en el párrafo anterior se entenderá sin perjuicio de la responsabilidad de los
demás bienes del Registrador.
Artículo 307.
La Dirección General de los Registros y del Notariado suspenderá, desde luego, al
Registrador condenado por ejecutoria a la indemnización de daños y perjuicios, si en el
término de diez días no completare o repusiere su fianza o no asegurase a los reclamantes
las resultas de los respectivos juicios.
– 615 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 308.
El perjudicado por los actos de un Registrador que no deduzca su demanda en el
término de los noventa días señalados en el artículo trescientos cuatro deberá ser
indemnizado con lo que restare de la fianza o de los bienes del mismo Registrador y sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo trescientos uno.
Artículo 309.
Si admitida la demanda de indemnización no pareciere bastante para asegurar su
importe el de la fianza, deberá el Juez o Tribunal decretar, a instancia del actor, una
anotación preventiva sobre los bienes del Registrador.
Artículo 310.
Cuando un Registrador fuere condenado a la vez a la indemnización de daños y
perjuicios y al pago de multas se abonarán con preferencia los primeros.
Artículo 311.
La acción para pedir la indemnización de los daños y perjuicios causados por los actos
de los Registradores prescribirá al año de ser conocidos los mismos perjuicios por el que
pueda reclamarlos y no durará en ningún caso más tiempo que el señalado por el Código
Civil para la prescripción de las acciones personales, contándose desde la fecha en que la
falta haya sido cometida.
Artículo 312.
El Juez o Tribunal ante quien fuere demandado un Registrador para la indemnización de
perjuicios causados por sus actos dará inmediatamente conocimiento de la demanda a la
Dirección General de los Registros y del Notariado y, en su día, de la sentencia que recaiga.
Artículo 313.
El régimen disciplinario de los Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes
Muebles se regirá por lo establecido en los artículos siguientes y en las restantes normas de
desarrollo. Supletoriamente, a falta de normas especiales, se aplicará lo dispuesto en las
normas reguladoras del régimen disciplinario de los funcionarios civiles del Estado, excepto
en lo referente a la tipificación de las infracciones.
Se considerarán infracciones muy graves, graves o leves de los Registradores de la
Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles, las siguientes:
A) Son infracciones muy graves:
a) El abandono del servicio.
b) Las conductas constitutivas de delito doloso relacionadas con la prestación de la fe
pública registral que causen daño a la Administración o a los particulares declaradas en
sentencia firme.
c) Las conductas que hayan acarreado sanción administrativa, en resolución firme, por
infracción grave de disposiciones en materia de prevención de blanqueo de capitales,
tributaria, de mercado de valores u otras previstas en la legislación especial que resulte
aplicable, siempre que dicha infracción esté directamente relacionada con el ejercicio de su
profesión.
d) La inscripción de títulos contrarios a lo dispuesto en las Leyes o sus Reglamentos o a
sus formas y reglas esenciales, siempre que se deriven perjuicios graves para el
presentante, para terceros o para la Administración y que no se trate de meras cuestiones
interpretativas u opinables en Derecho.
e) La reincidencia en la comisión de infracciones graves en el plazo de dos años siempre
que hubieran sido sancionadas por resolución firme.
– 616 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
– 617 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 314.
Las sanciones que pueden ser impuestas a los Registradores, sin perjuicio de lo previsto
en la legislación registral en relación a la traba de su fianza, son las siguientes:
a) Apercibimiento.
b) Multa.
c) Suspensión de los derechos de ausencia, licencia o traslación voluntaria hasta dos
años.
d) Postergación en la antigüedad en la carrera cien puestos.
e) Traslación forzosa.
f) Suspensión de funciones hasta cinco años.
g) Separación del servicio.
En la sanción de multa existirá una escala de tres tramos: menor, entre 600 y 3.000
euros ; media, entre 3.001 y 12.000 euros y mayor entre 12.001 y 30.000 euros. En caso de
reiteración podrá multiplicarse dicha cuantía hasta un máximo del cien por cien de la multa a
pagar.
Las infracciones muy graves se sancionarán con multa en el último tramo, traslación
forzosa, suspensión de funciones y separación del servicio.
Las infracciones graves con multa a partir del tramo medio de la escala, con suspensión
de los derechos reglamentarios de ausencia, licencia o traslación voluntaria y con
postergación.
Las infracciones leves sólo podrán ser sancionadas con apercibimiento, con multa de
tramo menor o con suspensión de los derechos reglamentarios de ausencia, licencia o
traslación voluntaria.
Las sanciones se graduarán atendiendo en cada caso concreto, esencialmente, a la
trascendencia que para la prestación de la función registral tenga la infracción cometida, la
existencia de intencionalidad o reiteración y la entidad de los perjuicios ocasionados.
– 618 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
La imposición de una sanción por infracción grave o muy grave llevará aneja, como
sanción accesoria, la privación de la aptitud para ser elegido miembro de los órganos de
gobierno del Colegio Nacional de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España
mientras no se haya obtenido rehabilitación.
El Registrador separado del servicio causará baja en el escalafón y perderá todos sus
derechos, excepto los derivados de la previsión, en los casos en que correspondan.
Artículo 315.
Son órganos competentes en la imposición de la sanción, el Colegio de Registradores de
la Propiedad y Mercantiles de España, a través de la Junta de Gobierno o de las Juntas
Territoriales o Autonómicas, la Dirección General de los Registros y del Notariado y el
Ministro de Justicia.
El Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España, a través de la
Junta de Gobierno o de las Juntas Territoriales y Autonómicas, podrá imponer las sanciones
de apercibimiento y multa en los tramos menor y medio.
La Dirección General de los Registros y del Notariado será el órgano competente para
imponer las sanciones no reservadas a la Juntas Territoriales y Autonómicas excepto la
separación del servicio.
La separación del servicio sólo podrá ser impuesta por el Ministro de Justicia.
Artículo 316.
Las infracciones prescribirán a los cuatro meses, en el caso de infracciones leves ; a los
dos años las infracciones graves y a los cuatro años las infracciones muy graves
computados desde su comisión.
Los mismos plazos serán necesarios en los mismos supuestos, para la prescripción de
las sanciones computados desde el día siguiente al que adquiera firmeza la resolución en
que se impongan.
La incoación de procedimiento penal no será obstáculo para la iniciación de un
expediente disciplinario por los mismos hechos, mas no se dictará resolución en éste en
tanto no haya recaído sentencia o auto de sobreseimiento firmes en la causa penal.
En todo caso, la declaración de hechos probados contenida en la resolución que pone
término al procedimiento penal vinculará a la que se dicte en el expediente disciplinario, sin
perjuicio de la distinta calificación jurídica que puedan merecer en una y otra vía.
Sólo podrá recaer sanción penal y disciplinaria sobre los mismos hechos cuando no
hubiere identidad de fundamento jurídico y de bien jurídico protegido.
Artículo 317.
A salvo las medidas cautelares que puedan adoptar los juzgados o tribunales
competentes, las sanciones disciplinarias de apercibimiento y multa se ejecutarán cuando
quede agotada la vía administrativa. Las sanciones de postergación, traslación, suspensión
de funciones y separación de servicio, se ejecutarán cuando sean firmes.
El Ministro de Justicia, en el supuesto de la separación del servicio, o el Director general
de los Registros y del Notariado en los restantes casos, podrán suspender provisionalmente
en el ejercicio de sus funciones a cualquier Registrador respecto del que se haya ordenado
incoar procedimiento disciplinario por infracción muy grave o grave, si ello fuere necesario
para asegurar la debida instrucción del expediente o para impedir que continúe el daño al
interés público o de terceros. La resolución acordando la suspensión provisional, que
agotará la vía administrativa, será recurrible independientemente.
Los Registradores sancionados podrán obtener la cancelación en sus expedientes
personales de las sanciones anotadas cuando haya transcurrido un año desde que ganó
firmeza la orden, resolución o acuerdo sancionador si la falta fue leve, dos años si fue grave
y cuatro años si fue muy grave, salvo si los efectos de la sanción se extendieren a plazos
superiores, en cuyo caso será necesario el transcurso de éstos.
– 619 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 318.
No podrán imponerse sanciones por infracciones graves o muy graves sino en virtud del
procedimiento ordinario que establezca el Reglamento Hipotecario. El plazo máximo para
dictar y notificar la resolución será de nueve meses, ampliables por otros tres mediante
acuerdo motivado del órgano que decidió la iniciación del procedimiento.
La imposición de sanciones por infracción leve se hará en procedimiento abreviado que
sólo requerirá la previa audiencia del inculpado. En estos casos, el plazo máximo para dictar
y notificar la resolución será de tres meses.
Transcurridos los expresados plazos máximos, el procedimiento quedará caducado, pero
la caducidad no producirá por sí sola la prescripción de la infracción.
TÍTULO XIII
De los documentos no inscritos
Artículo 319.
Los Juzgados y Tribunales ordinarios y especiales, los Consejos y las Oficinas del
Estado no admitirán ningún documento o escritura de que no se haya tomado razón en el
Registro por los cuales se constituyan, reconozcan, transmitan, modifiquen o extingan
derechos reales sujetos a inscripción, si el objeto de la presentación fuere hacer efectivo, en
perjuicio de tercero, un derecho que debió ser inscrito. Si tales derechos hubieran tenido ya
acceso al Registro, la inadmisión procederá, cualquiera que sea la persona contra quien se
pretenda hacerlos valer ante los Tribunales, Consejos y Oficinas expresados.
Se exceptúa de dicha prohibición la presentación de documentos o escrituras a los
efectos fiscales o tributarios.
En los expedientes de expropiación forzosa que se sigan contra el que tenga los bienes
en concepto de poseedor no será necesario que éstos tengan tomada razón de dicha
situación en el Registro.
Artículo 320.
No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, podrá admitirse el documento no inscrito
y que debió serlo si el objeto de la presentación fuere únicamente corroborar otro título
posterior inscrito o ejercitar la acción de rectificación del Registro.
Artículo 321.
También podrá admitirse el documento expresado en el artículo anterior cuando se
presente para pedir la declaración de nulidad y consiguiente cancelación de algún asiento
que impida verificar la inscripción de aquel documento.
TÍTULO XIV
Recursos contra la calificación
Artículo 322.
La calificación negativa del documento o de concretas cláusulas del mismo deberá
notificarse al presentante y al Notario autorizante del título presentado y, en su caso, a la
autoridad judicial o al funcionario que lo haya expedido.
Dicha notificación se efectuará de conformidad con lo previsto en los artículos 58 y 59 de
la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y
del Procedimiento Administrativo Común. A tal efecto, será válida la notificación practicada
por vía telemática si el interesado lo hubiere manifestado así al tiempo de la presentación del
título y queda constancia fehaciente.
Igualmente deberá notificarse la calificación negativa de cláusulas concretas cuando la
calificación suspensiva o denegatoria no afecte a la totalidad del título, el cual podrá
inscribirse parcialmente a solicitud del interesado. En este caso, podrán practicarse asientos
– 620 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 323.
Si la calificación fuere negativa o el registrador denegare la práctica de la inscripción de
los títulos no calificados en plazo, se entenderá prorrogado automáticamente el asiento de
presentación por un plazo de sesenta días contados desde la fecha de la última notificación
a que se refiere el artículo anterior. De esta fecha se dejará constancia por nota al margen
del asiento de presentación.
La duración de la prórroga y del plazo para interponer recurso gubernativo empezará a
contar, en el caso de que se vuelva a presentar el título calificado durante la vigencia del
asiento de presentación sin haberse subsanado los defectos en los términos resultantes de
la nota de calificación, desde la notificación de ésta.
Vigente el asiento de presentación, el interesado o el Notario autorizante del título y, en
su caso, la autoridad judicial o el funcionario que lo hubiere expedido, podrán solicitar dentro
del plazo de sesenta días a que se refiere el párrafo anterior que se practique la anotación
preventiva prevista en el artículo 42.9 de la Ley Hipotecaria.
Artículo 324.
Las calificaciones negativas del registrador podrán recurrirse potestativamente ante la
Dirección General de los Registros y del Notariado en la forma y según los trámites previstos
en los artículos siguientes, o ser impugnadas directamente ante los juzgados de la capital de
la provincia a la que pertenezca el lugar en que esté situado el inmueble, siendo de
aplicación las normas del juicio verbal y observándose, en la medida en que le sean
aplicables, las disposiciones contenidas en el artículo 328 de esta Ley.
Cuando el conocimiento del recurso esté atribuido por los Estatutos de Autonomía a los
órganos jurisdiccionales radicados en la Comunidad Autónoma en que esté demarcado el
Registro de la Propiedad, el recurso se interpondrá ante el órgano jurisdiccional competente.
Si se hubiera interpuesto ante la mencionada Dirección General, ésta lo remitirá a dicho
órgano.
Artículo 325.
Estarán legitimados para interponer este recurso:
a) La persona, natural o jurídica, a cuyo favor se hubiera de practicar la inscripción, quien
tenga interés conocido en asegurar los efectos de ésta, como transferente o por otro
concepto, y quien ostente notoriamente o acredite en forma auténtica la representación legal
o voluntaria de unos y otros para tal objeto ; el defecto o falta de acreditación de la
representación se podrá subsanar en el plazo que habrá de concederse para ello, no
superior a diez días, salvo que las circunstancias del caso así lo requieran ;
b) el Notario autorizante o aquel en cuya sustitución se autorice el título, en todo caso ;
c) la autoridad judicial o funcionario competente de quien provenga la ejecutoria,
mandamiento o el título presentado ;
d) el Ministerio Fiscal, cuando la calificación se refiera a documentos expedidos por los
Jueces, Tribunales o Secretarios judiciales en el seno de los procesos civiles o penales en
los que deba ser parte con arreglo a las leyes, todo ello sin perjuicio de la legitimación de
quienes ostenten la condición de interesados conforme a lo dispuesto en este número.
La subsanación de los defectos indicados por el Registrador en la calificación no
impedirá a cualquiera de los legitimados, incluido el que subsanó, la interposición del
recurso.
– 621 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Artículo 326.
El recurso deberá recaer exclusivamente sobre las cuestiones que se relacionen directa
e inmediatamente con la calificación del Registrador, rechazándose cualquier otra pretensión
basada en otros motivos o en documentos no presentados en tiempo y forma.
El plazo para la interposición será de un mes y se computará desde la fecha de la
notificación de la calificación.
El escrito del recurso deberá expresar, al menos:
a) El órgano al que se dirige el recurso.
b) El nombre y apellidos del recurrente y, en su caso, cargo y destino del mismo.
c) La calificación que se recurre, con expresión del documento objeto de la misma y de
los hechos y fundamentos de derecho.
d) Lugar, fecha y firma del recurrente y, en su caso, identificación del medio y del lugar
que se señale a efectos de notificaciones.
e) En el supuesto de presentación en los términos previstos en el artículo 327 párrafo
tercero de la presente ley, deberá constar el domicilio del Registro del que se recurre la
calificación del registrador, a los efectos de que sea inmediatamente remitido por el órgano
que lo ha recibido a dicho Registrador.
El cómputo de los plazos a los que se refiere el presente capítulo se hará de acuerdo
con lo dispuesto en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
Artículo 327.
El recurso, en el caso de que el recurrente opte por iniciarlo ante la Dirección General de
los Registros y del Notariado, se presentará en el registro que calificó para dicho Centro
Directivo, debiéndose acompañar a aquél el título objeto de la calificación, en original o por
testimonio, y una copia de la calificación efectuada.
Al recibir el recurso, el titular del Registro que calificó deberá expedir recibo acreditativo
con expresión de la fecha de presentación del mismo o, en su caso, sellar la copia que le
presente el recurrente, con idéntico contenido.
Asimismo, podrá presentarse en los registros y oficinas previstos en el artículo 38.4 de la
Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y
del Procedimiento Administrativo Común, o en cualquier Registro de la Propiedad para que
sea inmediatamente remitido al Registrador cuya calificación o negativa a practicar la
inscripción se recurre. Al recibirse el recurso en este último, deberá procederse de
conformidad con lo dispuesto en el párrafo anterior.
A efectos de la prórroga del asiento de presentación se entenderá como fecha de
interposición del recurso la de su entrada en el Registro de la Propiedad cuya calificación o
negativa a practicar la inscripción se recurre.
Si no hubiera recurrido el notario autorizante, autoridad judicial o funcionario que expidió
el título, el registrador, en el plazo de cinco días, deberá trasladar a éstos el recurso para
que, en los cinco días siguientes a contar desde su recepción realicen las alegaciones que
consideren oportunas. Igualmente lo trasladará a los titulares cuyos derechos consten
presentados, inscritos, anotados o por nota al margen en el Registro y que puedan resultar
perjudicados por la resolución que recaiga en su día. Cuando la nota desestimatoria se
funde en la falta u omisión de una licencia o autorización de cualquier autoridad u organismo
público o de la falta u omisión del consentimiento de una persona física o jurídica, el
Registrador les notificará la interposición, en su caso, del recurso.
El Registrador que realizó la calificación podrá, a la vista del recurso y, en su caso, de
las alegaciones presentadas, rectificar la calificación en los cinco días siguientes a que
hayan tenido entrada en el Registro los citados escritos, accediendo a su inscripción en todo
o en parte, en los términos solicitados, debiendo comunicar su decisión al recurrente y, en su
caso, al Notario, autoridad judicial o funcionario en los diez días siguientes a contar desde
que realizara la inscripción.
Si mantuviera la calificación formará expediente conteniendo el título calificado, la
calificación efectuada, el recurso, su informe y, en su caso, las alegaciones del Notario,
autoridad judicial o funcionario no recurrente, remitiéndolo, bajo su responsabilidad, a la
– 622 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Dirección General en el inexcusable plazo de cinco días contados desde el siguiente al que
hubiera concluido el plazo indicado en el número anterior.
La falta de emisión en plazo de los informes previstos en este precepto no impedirá la
continuación del procedimiento hasta su resolución, sin perjuicio de la responsabilidad a que
ello pudiera dar lugar.
La Dirección General deberá resolver y notificar el recurso interpuesto en el plazo de tres
meses, computados desde que el recurso tuvo su entrada en Registro de la Propiedad cuya
calificación se recurre. Transcurrido este plazo sin que recaiga resolución se entenderá
desestimado el recurso quedando expedita la vía jurisdiccional, sin perjuicio de la
responsabilidad disciplinaria a que ello diere lugar.
Publicada en el ''Boletín Oficial del Estado'' la resolución expresa por la que se estime el
recurso, tendrá carácter vinculante para todos los registradores mientras no se anule por los
Tribunales. La anulación de aquélla, una vez firme, será publicada del mismo modo.
Habiéndose estimado el recurso, el registrador practicará la inscripción en los términos
que resulten de la resolución. El plazo para practicar los asientos procedentes, si la
resolución es estimatoria, o los pendientes, si es desestimatoria, empezará a contarse desde
que hayan transcurrido dos meses desde su publicación en el "Boletín Oficial del Estado", a
cuyo efecto, hasta que transcurra dicho plazo, seguirá vigente la prórroga del asiento de
presentación. En caso de desestimación presunta por silencio administrativo, la prórroga del
asiento de presentación vencerá cuando haya transcurrido un año, y un día hábil, desde la
fecha de la interposición del recurso gubernativo. En todo caso será preciso que no conste al
registrador interposición del recurso judicial a que se refiere el artículo siguiente.
Si se hubieran inscrito los documentos calificados en virtud de subsanación de los
defectos expresados en la calificación, la rectificación del asiento precisará el consentimiento
del titular del derecho inscrito y surtirá sus efectos sin perjuicio de lo establecido en el
artículo 34 de la Ley Hipotecaria.
Artículo 328.
Las calificaciones negativas del registrador y en su caso, las resoluciones expresas y
presuntas de la Dirección General de los Registros y del Notariado en materia del recurso
contra la calificación de los registradores serán recurribles ante los órganos del orden
jurisdiccional civil, siendo de aplicación las normas del juicio verbal.
La demanda deberá interponerse dentro del plazo de dos meses, contados de la
notificación de la calificación o, en su caso, de la resolución dictada por la Dirección General,
o, tratándose de recursos desestimados por silencio administrativo, en el plazo de cinco
meses y un día desde la fecha de interposición del recurso, ante los juzgados de la capital
de la provincia a la que pertenezca el lugar en que esté situado el inmueble y, en su caso,
los de Ceuta o Melilla.
Están legitimados para la interposición de la misma los que lo estuvieren para recurrir
ante la Dirección General de los Registros y del Notariado. A este fin, recibido el expediente,
el Secretario judicial a la vista de cuantos aparezcan como interesados en el mismo, les
emplazará para que puedan comparecer y personarse en los autos en el plazo de nueve
días.
Carecen de legitimación para recurrir la resolución de la Dirección General el Colegio de
Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España, el Consejo General del Notariado y
los Colegios Notariales. El notario autorizante del título o su sucesor en el protocolo, así
como el registrador de la propiedad, mercantil y de bienes muebles cuya calificación
negativa hubiera sido revocada mediante resolución expresa de la Dirección General de los
Registros y del Notariado podrán recurrir la resolución de ésta cuando la misma afecte a un
derecho o interés del que sean titulares. El Juez que conozca del recurso interpuesto podrá
exigir al recurrente la prestación de caución o fianza para evitar cualquier perjuicio al
otorgante del acto o negocio jurídico que haya sido calificado negativamente.
La Administración del Estado estará representada y defendida por el Abogado del
Estado. No obstante, cuando se trate de la inscripción de derechos en los que la
Administración ostente un interés directo, la demanda deberá dirigirse contra el Ministerio
Fiscal.
– 623 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Lo establecido en este artículo se entiende sin perjuicio del derecho que asiste a los
interesados a contender entre sí acerca de la eficacia o ineficacia del acto o negocio
contenido en el título calificado o la de este mismo. El procedimiento judicial en ningún caso
paralizará la resolución definitiva del recurso. Quien propusiera la demanda para que se
declare la validez del título podrá pedir anotación preventiva de aquélla, y la que se practique
se retrotraerá a la fecha del asiento de presentación ; después de dicho término no surtirá
efecto la anotación preventiva de la demanda sino desde su fecha.
Artículo 329.
(Derogado)
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Primera.
Caducarán y no surtirán efecto alguno, siendo canceladas de oficio o a instancia de
parte, aunque hubiesen sido relacionadas o referidas en títulos o inscripciones posteriores:
A) Las menciones de cualquier clase que en primero de julio de mil novecientos cuarenta
y cinco tuvieren quince o más años de fecha.
Cuando las menciones de derechos susceptibles de inscripción especial y separada
tengan menos de quince años de fecha y dentro del plazo de dos años, a contar desde el
primero de enero de mil novecientos cuarenta y cinco, no hubieren sido inscritas o anotadas
en la forma procedente, así como las de derechos personales que existan en los Registros
de la Propiedad en la expresada fecha de primero de enero de mil novecientos cuarenta y
cinco, caducarán y no surtirán efecto alguno, una vez transcurrido el citado plazo de dos
años, pasado el cual deberán ser canceladas por los Registradores, de oficio o a instancia
de parte.
B) Las menciones de legítima o afecciones por derechos legitimarios que se refieran a
sucesiones causadas con más de treinta años de antigüedad en primero de enero de mil
novecientos cuarenta y cinco. Para las menciones de esta clase, de origen más reciente, el
plazo de caducidad establecido en el artículo quince comenzará a contarse desde el primero
de julio de mil novecientos cuarenta y cinco, sin que en ningún caso exceda de treinta años,
contados desde la fecha de defunción del causante.
Segunda.
Habrán incurrido en caducidad y, por tanto, se cancelarán a instancia de parte
interesada, las anotaciones preventivas que en primero de julio de mil novecientos cuarenta
y cinco cuenten quince años o más de fecha. Las anotaciones preventivas que en el mismo
día tengan dos o más años y menos de quince de fecha podrán ser objeto de una prórroga
cuadrienal única, dentro de los dos años siguientes, y, transcurrido este plazo o la prórroga
en su caso, caducarán y serán canceladas a instancia de parte interesada. Las anotaciones
preventivas de menos de dos años de fecha al entrar en vigor esta Ley se regirán por las
prescripciones del artículo setenta y seis de la misma.
Tercera.
Caducarán las inscripciones de hipoteca que en primero de enero de mil novecientos
cuarenta y cinco cuenten con más de treinta años de antigüedad a partir de la fecha del
vencimiento del crédito sin haber sufrido modificación, si dentro del plazo de dos años,
contados desde el referido día primero de enero de mil novecientos cuarenta y cinco, no han
sido novadas, interrumpida su prescripción o ejercitada debidamente la acción hipotecaria, y
asimismo las que, constituidas con anterioridad a dicho día, vayan cumpliendo en lo
sucesivo los treinta años de antigüedad, con las mismas condiciones y requisitos.
– 624 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
Cuarta.
Surtirán todos los efectos determinados por la legislación anterior las inscripciones de
posesión existentes en primero de enero de mil novecientos cuarenta y cinco o las que se
practiquen en virtud de informaciones iniciadas antes de dicha fecha.
Quinta.
Los procedimientos ejecutivos por razón de hipotecas iniciados con posterioridad a
primero de enero de mil novecientos cuarenta y cinco, aunque se refieran a hipotecas
inscritas con anterioridad a dicha fecha, se regirán por la presente Ley, incluso aquellos en
los que se hubiere pactado cualquier procedimiento especial para la ejecución.
En todo caso podrá utilizarse el procedimiento ejecutivo ordinario o el admitido por leyes
especiales cuando proceda.
Las resoluciones judiciales recaídas en los procedimientos ejecutivos por razón de
hipotecas, incoados con anterioridad a la indicada fecha, serán inscribibles con arreglo a la
legislación anterior.
Sexta.
A los actuales funcionarios del Cuerpo Facultativo de la Dirección General de los
Registros y del Notariado se les reconoce exclusivamente la asimilación a Notarios de
primera con cinco años de antigüedad en la clase, a partir de la fecha en que cumplieron los
quince años de servicios, conforme al Decreto de cinco de julio de mil novecientos cuarenta
y cinco, e igualmente se les reconoce la asimilación a Registradores de la Propiedad con la
antigüedad desde la toma de su posesión.
Séptima.
La limitación de efectos de las inscripciones de herencia establecida en el artículo
veintiocho sólo se computará en la forma establecida por el mismo en las inscripciones
practicadas a partir del primero de julio de mil novecientos cuarenta y cinco. En las
practicadas con anterioridad, dicha limitación se regirá por lo establecido en la legislación
anterior.
Octava.
Los Registradores que al publicarse esta Ley sirvan Registro que, conforme a la anterior
clasificación de los mismos, sean de categoría superior a la personal que a aquéllos
corresponda por su número en el Escalafón, la conservarán para todos los efectos, salvo los
del turno de clase, después de treinta y uno de diciembre de mil novecientos cuarenta y seis.
Novena.
Los concursos que para la provisión de Registros vacantes se convoquen hasta el treinta
y uno de diciembre de mil novecientos cuarenta y seis, se regirán por las normas de la Ley
Hipotecaria de dieciséis de diciembre de mil novecientos nueve y disposiciones posteriores
complementarias.
El cómputo de la antigüedad de los Registradores que sirvan en las posesiones del Golfo
de Guinea y lleven dos años completos de servicios en las mismas, a que se refiere el
artículo doscientos ochenta y cinco, no empezará a efectuarse hasta el primero de enero de
mil novecientos cuarenta y siete.
Décima.
En treinta y uno de diciembre de mil novecientos cuarenta y seis quedarán caducadas,
sin excepción, todas las comisiones de servicio concedidas a los Registradores en la
Dirección General de los Registros y del Notariado y en los demás Centros ministeriales, no
pudiéndose en lo sucesivo ordenar nuevas comisiones de servicio sino en los términos y con
las limitaciones taxativamente señalados por esta Ley.
– 625 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 3 Ley hipotecaria
– 626 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§4
Disposición derogada, con efectos de 22 de julio de 2014, una vez quede extinguido el
régimen transitorio, por la disposición derogatoria.1 de la Ley 20/2011, de 21 de julio. Ref. BOE-
A-2011-12628.
I. La Ley del Registro Civil hasta ahora vigente publicada como provisional, sigue
teniendo, después de más de ochenta años, méritos suficientes para figurar dignamente
entre otras más modernas, a las que quizá supere por su buena técnica legislativa y la
solidez y equilibrio de sus principios cardinales, que continúan siendo base inconmovible de
todo buen sistema de registro de estado de las personas. Hay en ella, sin embargo,
preceptos legales que, como el que establece la inalterabilidad de las inscripciones salvo en
virtud, de ejecutoria dictada en largo proceso contencioso, resultan de un rigor incompatible
con la vida práctica. La inscripción fuera de plazo, la reconstitución de Registros y la
rectificación gubernativa, constituían lagunas que fueron llenándose con disposiciones sin
rango adecuado. Asimismo, la publicación del Código Civil, y, particularmente, la regulación
de la vecindad civil; los efectos civiles del matrimonio canónico y la nueva ordenación de la
nacionalidad imponían una alteración importante del texto legal. De otra parte, debía
eliminarse cuanto significara casuismo y repetición, propio sólo de una Ley experimental,
pero no aconsejable en el estado actual de la institución, Todo ello determinó el estudio y la
redacción de un proyecto de Ley en el que se mantuviesen los principios fundamentales del
sistema vigente y en el que se acogieran sólo aquellas novedades aconsejadas por su
evidente conveniencia y encaminada a conseguir un registro más completo y flexible, sin
perjuicio de conservar e incluso aumentar las garantías actuales. Se ha procurado así seguir
un criterio sistemático y simplificador, reservando, como es tradicional en la ordenación de
los Registros, aquellas normas de carácter casuístico, complementario e interpretativo al
Reglamento, disposición que, por su rango, siempre será más adaptable a las exigencias y
enseñanzas de la práctica. La sustitución, finalmente, por una Ley y un Reglamento de la
multitud de disposiciones, de diferentes rango y época, carentes de las mínimas condiciones
de certeza, simplicidad y unidad orgánica, tan necesarias a todo sistema normativo, justifica
de por sí la reforma aunque no se hubieran alcanzado otras metas.
II. La presente Ley respeta el punto de vista clásico sobre la misión del Registro civil,
concebido como instrumento para la constancia oficial de la existencia, estado civil y
condición de las personas. En relación a la Ley que se deroga, el nuevo sistema dará al
– 627 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
– 628 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
interesada una situación ventajosa contra las falsas atribuciones de filiación. En la misma
línea de facilitar la constancia en el Registro de la filiación natural, la nueva Ley permite el
reconocimiento por la simple declaración, en cualquier tiempo, ante el encargado del
Registro, siempre que concurra, según el caso, el consentimiento del hijo o la aprobación
judicial.
De otra parte, se ha tratado de obviar las dificultades que en supuestos frecuentísimos
suscitaba el llamado reconocimiento forzoso; bastará expediente gubernativo —simple, pero
con suficientes garantías— para la inscripción de la filiación natural en los casos que
taxativamente se establecen. La Ley también ha afrontado el difícil problema de la publicidad
de la filiación cuando ésta no es conocida o no es legítima, y ha tratado de resolverlo
restringiendo la manifestación del folio de nacimiento y haciendo posibles las certificaciones
sin constancia de filiación, a la vez que da desarrollo legal, en el punto concreto de la
filiación, al principio de igualdad ante la Ley del artículo tercero del Fuero de los Españoles.
VI. En principio, también se ha seguido, en orden a los nombres y apellidos, el sistema
tradicional. Las novedades en cuanto al nombre propio están encaminadas a lograr que
realmente sea un signo distintivo, procurando a la vez la concordancia entre el nombre civil y
el que se imponga en el bautismo. Otras novedades, como la de apellidos del hijo natural o
del adoptivo, responden a intereses sentimentales muy atendibles. La competencia
administrativa en los cambios tiene una regulación formalmente más flexible a la vez que
más automática en su aspecto material.
VII. La regulación de la nacionalidad y vecindad en orden al Registro ha quedado
notablemente aligerada. La trascendencia de la nacionalidad en la vida jurídica y la
especialización de funciones ha determinado la centralización en el Ministerio de Justicia de
todo tipo de intervención administrativa en la nacionalidad, lo que no puede significar que se
prescinda de los informes de las autoridades gubernativas dependientes de otros Ministerios
sobre la existencia de razones para conceder o denegar una nacionalidad. Otras novedades
responden a la necesidad de completar algún precepto sustantivo, terminando con algunas
dudas incompatibles con la certeza que debe tener el estado civil, y facilitando la prueba de
la nacionalidad.
VIII. En la regulación de la inscripción del matrimonio canónico se ha procurado la
adaptación al régimen concordatario y al Código Civil; se ha entendido además que, aunque
se trata de dos clases distintas de matrimonio, no había razones suficientes para distinguir,
en cuanto a la eficacia de la inscripción, entre matrimonio canónico y civil, criterio de
asimilación que también se sigue en orden al matrimonio secreto. Conforme al nuevo texto,
los hechos que modifican al régimen de la sociedad conyugal no perjudican a terceros de
buena fe, sino desde la indicación de su existencia al margen de la inscripción del
matrimonio. Se introduce así un sistema de publicidad de los regímenes de bienes, con el
que se alcanzarán los altos fines pretendidos. La regulación de la eficacia de la publicidad de
este dato, aunque con algún precedente en el Derecho comparado está inspirada
claramente en el artículo mil trescientos veintidós del Código Civil.
IX. La novedad más importante en la Sección tercera, «Defunciones», viene constituida
por la posibilidad de la inscripción aunque el cadáver hubiere desaparecido o se hubiere
inhumado. No se pretende desvirtuar los preceptos del Código sobre la declaración de
fallecimiento, puesto que en los supuestos contemplados en la nueva Ley se sabe, sin duda
alguna, que la persona ha fallecido.
X. La Sección cuarta, «Tutelas y representaciones legales», absorbe el contenido del
Registro de Tutelas y la parte del Registro central de Ausentes, que no comprende la
Sección primera. No todos los hechos que constituían el contenido de aquellos Registros
producen inscripción: hay hechos que, por su naturaleza, no se compadecen con los efectos
de estos asientos y que, por tanto, son simplemente objeto de anotación. La determinación
de los supuestos concretos de representaciones legales se confía al Reglamento.
XI. En orden a los expedientes gubernativos, se ha acogido y, conforme a la experiencia,
mejorado el sistema introducido por numerosas y dispersas disposiciones que desarrollaron,
completaron y suavizaron la Ley provisional. Pudiera, a primera vista parecer extraño que en
cierto tipo de rectificaciones se requiera, no sólo audiencia, sino dictamen favorable del
Ministerio Fiscal. Se trata de casos en que una aplicación rigurosa de los principios más
puros exigiría para la rectificación el juicio ordinario. Necesidades prácticas obligan a admitir
– 629 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
un procedimiento más fácil, pero en el que, en compensación, se han reforzado las garantías
con esta especial intervención del representante y defensor del interés público. El Registro
Civil no goza de la presunción de integridad y, por tanto, no constituye prueba de los hechos
negativos. Sin embargo, en la vida jurídica se necesita una prueba de estos hechos. A
proporcionarla, con el alcance reducido que es posible, y también a constituir la prueba
misma de los hechos inscribibles, cuando en Registro no puede proporcionarla, está
encaminado un especial expediente que termina con una declaración de valor simplemente
presuntivo. En este expediente también puede declararse el domicilio de los apátridas,
dando así alguna seguridad a su estatuto personal.
XII. De acuerdo con los principios del Código Civil, la Ley no tiene efecto restrictivo
respecto de los hechos inscritos, aunque regula la inscripción de los no inscritos antes de su
vigencia. Una Ley que aspira a regular todos los aspectos del Registro agotando con el
Reglamento la totalidad de la materia registral, había de derogar en conjunto, y así lo hace
ésta, todas las demás disposiciones relativas al mismo. De esta regla se exceptúan las
disposiciones del Código Civil, que continúan en vigor en cuanto no estén modificadas por lo
establecido en esta Ley.
En su virtud, y de conformidad con la propuesta elaborada por las Cortes Españolas,
DISPONGO:
TÍTULO I
Disposiciones generales
Artículo primero.
En el Registro Civil se inscribirán los hechos concernientes al estado civil de las
personas y aquellos otros que determina la Ley.
Constituyen, por tanto, su objeto:
Primero. El nacimiento.
Segundo. La filiación.
Tercero. El nombre y apellidos.
Cuarto. La emancipación y habilitación de edad.
Quinto. Las modificaciones judiciales de la capacidad de las personas o que éstas han
sido declaradas en concurso, quiebra o suspensión de pagos.
Sexto. Las declaraciones de ausencia o fallecimiento.
Séptimo. La nacionalidad y vecindad.
Octavo. La patria potestad, tutela y demás representaciones que señala la Ley.
Noveno. El matrimonio; y
Décimo. La defunción.
Artículo segundo.
El Registro Civil constituye la prueba de los hechos inscritos. Sólo en los casos de falta
de inscripción o en los que no fuere posible certificar el asiento, se admitirán otros medios de
prueba; pero en el primer supuesto será requisito indispensable para su admisión que, previa
o simultáneamente, se haya instado la inscripción omitida o la reconstitución del asiento.
Artículo tercero.
No podrán impugnarse en juicio los hechos inscritos en el Registro sin que a la vez se
inste la rectificación del asiento correspondiente.
Artículo cuarto.
La inexactitud de un asiento en el Registro Civil se podrá plantear como cuestión
prejudicial a la vista de la certificación admitida en cualquier juicio.
– 630 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
El Juez, oídos la parte contraria y el Ministerio Fiscal, sólo admitirá la cuestión prejudicial
cuando, a su criterio, pueda tener influencia decisiva en el pleito entablado y se aporte un
principio de prueba de la inexactitud alegada. La admisión no interrumpirá el procedimiento,
pero suspenderá el fallo hasta que recaiga sentencia o resolución firme sobre la inexactitud.
Dicha suspensión quedará sin efecto si al mes siguiente de ser notificada no se acredita
que se ha promovido el procedimiento adecuado para resolver la inexactitud alegada.
Cuando la naturaleza y estado del proceso lo consientan, se ventilará la cuestión
prejudicial en el mismo.
Para el procedimiento criminal rige lo dispuesto en sus leyes especiales.
Artículo quinto.
Las inscripciones relativas a la ausencia, declaración de fallecimiento y tutelas producen
los efectos establecidos en esta Ley y los que el Código Civil señala para la toma de razón
en el Registro de Tutelas y en el Central de Ausentes.
Artículo sexto.
El Registro es público para quienes tengan interés en conocer los asientos, con las
excepciones que prevean ésta u otras leyes.
La publicidad se realiza por manifestación y examen de los libros, previa autorización,
tratándose de Registros Municipales, del Juez de Primera Instancia, y por certificación de
alguno o de todos los asientos del mismo folio, literal o en extracto, o negativa si no los
hubiere.
Si la certificación no se refiere a todo el folio, se hará constar, bajo la responsabilidad del
encargado del Registro, que en lo omitido no hay nada que amplíe, restrinja o modifique lo
inserto, y si lo hay se hará necesariamente relación de ello en la certificación.
Las inscripciones registrales podrán ser objeto de tratamiento automatizado.
Artículo séptimo.
Las certificaciones son documentos públicos.
Cuando la certificación no fuese conforme con el asiento a que se refiere, se estará a lo
que de éste resulte, sin perjuicio de la responsabilidad que proceda.
Artículo octavo.
En el Libro de Familia se certificará, a todos los efectos, gratuitamente, de los hechos y
circunstancias que determine el Reglamento, inmediatamente de la inscripción de los
mismos.
TÍTULO II
De los órganos del Registro
Artículo noveno.
El Registro Civil depende del Ministerio de Justicia. Todos los asuntos a él referentes
están encomendados a la Dirección General de los Registros y del Notariado.
Los encargados del Registro, cualesquiera que sean los cargos o empleos que
desempeñen, deben cumplir, para todo cuanto se refiere al Registro Civil, las órdenes e
instrucciones del Ministerio de Justicia y de la Dirección General del ramo, aun cuando les
fueren comunicadas directamente.
Artículo diez.
El Registro Civil está integrado:
Primero. Por los Registros Municipales, a cargo del Juez municipal o comarcal, asistido
del Secretario, salvo lo dispuesto en el artículo siguiente.
– 631 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
Artículo once.
Existirá, cuando menos, un Registro para cada término municipal, salvo la Sección
cuarta, que será única para toda la circunscripción del Juzgado Municipal o Comarcal
correspondiente.
En las poblaciones en que haya más de un Juzgado Municipal, los Registros seguirán a
cargo de los Jueces municipales, asistidos por Secretarios de la Justicia Municipal, en la
forma que establezca el Reglamento.
Los Jueces de Paz, en los Registros Municipales respectivos, actuarán asistidos de los
Secretarios, por delegación del Juez municipal o comarcal correspondiente.
Artículo doce.
Los Cónsules extenderán por duplicado las inscripciones que abren folio en el Registro a
su cargo, uno de cuyos ejemplares será remitido al Registro Central para su debida
incorporación. En uno y otro Registro se extenderán en virtud de parte, enviado por conducto
reglamentario, todas las inscripciones marginales que se practiquen en cualquiera de ellos.
Artículo trece.
La inspección superior del Registro Civil corresponde exclusivamente al Ministerio de
Justicia, ejerciéndola bajo su inmediata dependencia la Dirección General en la forma que en
el Reglamento se disponga.
La inspección ordinaria de los Registros Municipales se ejerce por el correspondiente
Juez de Primera Instancia.
Artículo catorce.
Las infracciones relativas al Registro que no constituyan delito o falta serán corregidas,
según su importancia, con multa que no exceda de dos mil pesetas, sin perjuicio, en su caso,
de las correcciones administrativas a que hubiere lugar.
El Ministro puede imponer multas en la máxima cuantía; las que impongan la Dirección,
el Juez de Primera Instancia o el encargado del Registro no podrán exceder,
respectivamente, de mil quinientas, mil o quinientas pesetas.
TÍTULO III
Reglas generales de competencia
Artículo quince.
En el Registro constarán los hechos inscribibles que afectan a los españoles y los
acaecidos en territorio español, aunque afecten a extranjeros.
En todo caso se inscribirán los hechos ocurridos fuera de España, cuando las
correspondientes inscripciones deban servir de base a inscripciones exigidas por el derecho
español.
Artículo dieciséis.
1. Los nacimientos, matrimonios y defunciones se inscribirán en el Registro Municipal o
Consular del lugar en que acaecen.
Si se desconoce dicho lugar, la inscripción de nacimiento o defunción se hará en el
Registro correspondiente a aquél en que se encuentre el niño abandonado o el cadáver.
Será Registro competente para la inscripción de los ocurridos en el curso de un viaje, el
del lugar en que se dé término al mismo. Si se tratare de fallecimiento, el del lugar donde
haya de efectuarse el enterramiento o, en su defecto, el de primera arribada.
– 632 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
En caso de naufragio, el Registro competente será el del lugar donde se instruyan las
primeras diligencias.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, los nacimientos acaecidos en
territorio español, cuando su inscripción se solicite dentro del plazo, podrán inscribirse en el
Registro Civil Municipal correspondiente al domicilio del progenitor o progenitores legalmente
conocidos.
La solicitud se formulará, de común acuerdo, por los representantes legales del nacido o,
en su caso, por el único representante legal de éste, acompañándose a la petición la
documentación que reglamentariamente se establezca para justificar el domicilio común de
los padres o del solo progenitor conocido.
En las inscripciones de nacimiento extendidas como consecuencia de lo establecido en
este apartado, se considerará a todos los efectos legales que el lugar del nacimiento del
inscrito es el municipio en el que se haya practicado el asiento. Las certificaciones en
extracto sólo harán mención de este término municipal.
3. En los casos de adopción internacional, el adoptante o los adoptantes de común
acuerdo, pueden solicitar directamente en el Registro Civil de su domicilio que se extienda la
inscripción principal de nacimiento y la marginal de adopción, así como la extensión en el
folio que entonces corresponda, de una nueva inscripción de nacimiento en la que constarán
solamente, además de los datos del nacimiento y del nacido, las circunstancias personales
de los padres adoptivos, la oportuna referencia al matrimonio de éstos y la constancia de su
domicilio como lugar de nacimiento del adoptado.
4. Igualmente, en las inscripciones de nacimiento que sean consecuencia de la
adquisición de la nacionalidad española por ciudadanos cuyo lugar de nacimiento sea un
país extranjero, los interesados podrán solicitar, en el momento de levantarse el acta de
juramento o promesa de fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las Leyes, que se
extienda la inscripción de nacimiento en el Registro Civil Municipal correspondiente al
domicilio en el que se haya instruido el oportuno expediente registral.
5. El Registro Civil en el que se practique la inscripción de nacimiento acaecido en el
extranjero conforme a lo dispuesto en los apartados 3 y 4 de este artículo, comunicará dicha
inscripción al Registro Civil Central, que seguirá siendo competente para todos los demás
actos de estado civil que afecten al inscrito.
Artículo diecisiete.
El Juez encargado del Registro que tenga competencia para la inscripción la tiene
también para los actos previos gubernativos o de jurisdicción voluntaria atribuidos a la
Justicia Municipal.
Artículo dieciocho.
En el Registro Central se inscribirán los hechos para cuya inscripción no resulte
competente ningún otro Registro y aquellos que no puedan inscribirse por concurrir
circunstancias excepcionales de guerra u otras cualesquiera que impidan el funcionamiento
del Registro correspondiente.
Igualmente se llevarán en el Registro Central los libros formados con los duplicados de
las inscripciones consulares y de las inscripciones de nacimiento practicadas en los
Registros Municipales del domicilio conforme a lo dispuesto en el apartado 5 del artículo 16.
También se inscribirá en el Registro Civil Central el fallecimiento de las personas de
nacionalidad extranjera al servicio de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Seguridad
españolas, siempre que dicho fallecimiento hubiera ocurrido durante una misión u operación
fuera de España y que el sistema registral del Estado donde hubiera ocurrido el hecho no
practicare la pertinente inscripción, sin perjuicio de trasladar la inscripción realizada al
Registro del Estado del cual fuere nacional la persona fallecida.
Asimismo se llevarán en el Registro Central los libros formados con los duplicados de las
inscripciones sobre modificaciones judiciales de la capacidad de obrar, constitución y
modificación de cargos tutelares, prórroga o rehabilitación de la patria potestad, medidas
judiciales sobre guarda o administración de presuntos incapaces o menores no sujetos a
patria potestad, vigilancia o control de tales cargos, y constitución de patrimonios protegidos
y designación y modificación de administradores de patrimonios protegidos practicadas en
– 633 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
Artículo diecinueve.
La inscripción de nacimiento, matrimonio o defunción ocurridos en el curso de un viaje
marítimo o aéreo, en campaña o en las circunstancias excepcionales a que se refiere el
párrafo primero del artículo anterior; en lazareto, cárcel, cuartel, hospital u otro
establecimiento público análogo, en lugar incomunicado o en determinados núcleos de
población distantes de la Oficina del Registro, podrá practicarse, cualquiera que sea el
tiempo transcurrido, en virtud de acta levantada, con los requisitos del asiento
correspondiente, por las autoridades o funcionarios que señale el Reglamento.
Los reconocimientos hechos en dichas actas de nacimiento tienen el mismo valor que los
hechos en la inscripción.
En caso de viaje o de circunstancias que impidieran la demora, el acta de nacimiento
puede levantarse antes de las veinticuatro horas del hecho, pero entonces será necesario
demostrar, para practicar la inscripción, la supervivencia del nacido a dicho plazo.
Artículo veinte.
Las inscripciones principales con sus asientos marginales serán trasladadas, a petición
de las personas que tengan interés cualificado en ello, en los casos siguientes:
Primero. Las de nacimiento, al Registro del domicilio del nacido o de sus representantes
legales. En caso de adopción internacional, el adoptante o adoptantes de común acuerdo
podrán solicitar que en la nueva inscripción conste su domicilio en España como lugar de
nacimiento del adoptado. A las inscripciones así practicadas les será de aplicación lo
dispuesto en el párrafo final del artículo 16.
Segundo. Las de matrimonio, al Registro del domicilio de los cónyuges.
Tercero. Las referentes a defunciones acaecidas en el curso de un viaje, al Registro del
último domicilio conocido del difunto.
Cuarto. Las practicadas en el Registro Central por imposibilidad del Registro
competente, a este último Registro, una vez desaparecida la imposibilidad.
En todo caso, realizado el traslado, quedarán sin vigencia los asientos de procedencia,
que serán cancelados haciendo referencia a los nuevos asientos.
Artículo veintiuno.
Los funcionarios del Registro Civil no podrán extender asientos, expedir certificaciones ni
intervenir con tal carácter en ningún acto, diligencia o expediente que se refiera a su persona
o a la de su cónyuge, parientes o afines en línea recta o en la colateral hasta el segundo
grado.
Artículo veintidós.
La invalidez de las actuaciones realizadas por quien sin estar legítimamente encargado
del Registro hubiere públicamente ejercido sus funciones, sólo perjudica a quienes obraron
de mala fe.
TÍTULO IV
De los asientos en general y modos de practicarlos
Artículo veintitrés.
Las inscripciones se practican en virtud de documento auténtico o, en los casos
señalados en la Ley, por declaración en la forma que ella prescribe.
También podrán practicarse, sin necesidad de previo expediente, por certificación de
asientos extendidos en Registros extranjeros, siempre que no haya duda de la realidad del
hecho inscrito y de su legalidad conforme a la Ley española.
– 634 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
Artículo veinticuatro.
Están obligados a promover sin demora la inscripción:
Primero. Los designados en cada caso por la Ley.
Segundo. Aquellos a quienes se refiere el hecho inscribible, o sus herederos.
Tercero. El Ministerio Fiscal.
Las autoridades y funcionarios no comprendidos en los números anteriores a quienes
consten por razón de sus cargos los hechos no inscritos, están obligados a comunicarlos al
Ministerio Fiscal.
Artículo veinticinco.
El Juez competente para la ejecución de las sentencias y resoluciones firmes, civiles o
canónicas, sujetas a inscripción, deberá promover ésta, y a tal efecto, remitirá testimonio
bastante al encargado del Registro.
Artículo veintiséis.
El encargado del Registro velará por la concordancia del Registro y la realidad, excitando
al Ministerio Fiscal, advirtiendo a los interesados y comunicándose con los demás órganos
del Registro Civil.
Artículo veintisiete.
El encargado del Registro competente calificará los hechos cuya inscripción se solicite
por lo que resulte de las declaraciones y documentos presentados o del mismo Registro.
En cuanto a las declaraciones, la calificación comprenderá la capacidad e identidad del
declarante. La de las sentencias y resoluciones se limitará a la competencia y clase de
procedimiento seguido, formalidades extrínsecas de los documentos presentados y asientos
del propio Registro.
Artículo veintiocho.
Inmediatamente de formularse las declaraciones o de ser presentados los documentos
necesarios, el encargado del Registro extenderá los asientos o dictará resolución razonada
denegándolos. Si tuviere dudas fundadas sobre la exactitud de aquellas declaraciones,
realizará antes de extenderlas, y en el plazo de diez días, las comprobaciones oportunas.
Artículo veintinueve.
Las decisiones del encargado del Registro son recurribles durante treinta días en vía
gubernativa ante el Juez de Primera Instancia correspondiente, con apelación en igual
tiempo ante la Dirección General, sin que quepa ulterior recurso, a salvo, cuando
corresponda, la vía judicial ordinaria.
Entablado el recurso, quedan en suspenso los plazos establecidos para la inscripción
correspondiente y la practicada pende de la resolución definitiva.
Artículo treinta.
La inscripción se llevará a efecto en unidad de acto. En caso de interrupción se
extenderá, en cuanto sea posible, nuevo asiento, en el que, ante todo, se expresará la
interrupción sufrida y su causa. La inscripción interrumpida se cancelará haciendo referencia
al nuevo asiento.
– 635 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
– 636 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
TÍTULO V
De las Secciones del Registro
CAPÍTULO I
De la inscripción de nacimientos
Artículo cuarenta.
Son inscribibles los nacimientos en que concurran las condiciones establecidas en el
artículo 30 del Código Civil.
– 637 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
CAPÍTULO II
De la filiación
– 638 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
Artículo cincuenta.
No podrá extenderse asiento alguno contradictorio con el estado de filiación que prueba
el Registro mientras no se disponga otra cosa por sentencia firme dictada en juicio
declarativo con audiencia del Ministerio Fiscal.
CAPÍTULO III
Del nombre y apellidos
– 639 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
No puede imponerse al nacido nombre que ostente uno de sus hermanos, a no ser que
hubiera fallecido, así como tampoco su traducción usual a otra lengua.
A petición del interesado o de su representante legal, el encargado del Registro sustituirá
el nombre propio de aquél por su equivalente onomástico en cualquiera de las lenguas
españolas.
– 640 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
Artículo sesenta.
Para el cambio de nombre y apellidos a que se refiere el artículo anterior se requiere, en
todo caso, justa causa y que no haya perjuicio de tercero.
CAPÍTULO IV
De la nacionalidad y vecindad civil
– 641 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
Artículo setenta.
Los efectos civiles del matrimonio canónico o civil se producirán desde la celebración.
Para que los efectos sean reconocidos bastará la inscripción del matrimonio. Sin embargo,
cuando la inscripción sea solicitada transcurridos cinco días, no perjudicará los derechos
legítimamente adquiridos por terceras personas.
Para los efectos civiles del matrimonio secreto o de conciencia, basta su inscripción en el
Libro Especial de Matrimonios Secretos, pero no perjudicará los derechos legítimamente
adquiridos por terceras personas, sino desde su publicación en el Registro Civil.
– 642 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
Artículo ochenta.
A petición del interesado o del Ministerio Fiscal se anotarán:
Primero. El matrimonio canónico contraído, «in articulo mortis», o sólo ante testigos, en
tanto no se certifique canónicamente su existencia.
Segundo. El civil mientras no se acredite debidamente que ambos contrayentes no
profesan la religión católica o la libertad de los mismos por inexistencia de impedimentos.
– 643 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
– 644 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
Artículo noventa.
Las demás representaciones legales mencionadas se inscribirán en el Registro del lugar
en que se constituyan. La inscripción de la administración del caudal relicto establecida por
el causante se practicará en el Registro de su último domicilio en España, o, en su defecto,
en el lugar donde estuvieren la mayor parte de los bienes.
TÍTULO VI
De la rectificación y otros procedimientos
– 645 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
TÍTULO VII
Régimen económico
Artículo ciento.
Por excepción rigen, a los efectos económicos, las reglas de la jurisdicción voluntaria:
Primero. En los expedientes de cambio de nombre o de apellidos distintos del apellido
Expósito y análogos.
Segundo. En los motivados por infracción de las obligaciones que impone esta Ley. En
estos casos se impondrán las costas al infractor, que, a este efecto, será previamente citado.
Tercero. En los expedientes para declaraciones con valor de simple presunción.
– 646 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 4 Ley sobre el registro civil
DISPOSICIONES ADICIONALES
Primera.
A los efectos establecidos en el artículo 6 de la presente Ley, las referencias que en la
misma se realizan a los libros y asientos registrales, podrán entenderse referidas a los
ficheros automatizados de datos registrales y al tratamiento de éstos.
Segunda.
En todas las peticiones y expedientes relativos a la nacionalidad y al nombre y a los
apellidos, las solicitudes de los interesados no podrán entenderse estimadas por silencio
administrativo.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA
La presente Ley regirá, respecto de los hechos acaecidos a partir de su vigencia, y en
cuanto a los anteriores, sujetos a inscripción, aun no inscritos.
En todo caso, los procedimientos establecidos en el título VI son aplicables a las
inscripciones anteriores; si al regir esta Ley hubiese procedimientos empezados bajo la
legislación anterior y éstos fueren diferentes de los establecidos por aquélla, podrán optar los
interesados por unos o por otros.
DISPOSICIONES FINALES
Primera.
Continúan en vigor las disposiciones del Código Civil relativas al Registro en cuanto no
estén modificadas por lo establecido en esta Ley. Quedan incorporados, conforme a la Ley y
al Reglamento, al Registro Civil el de Tutelas y el de Ausentes.
Segunda.
Esta Ley comenzará a regir el primero de enero de mil novecientos cincuenta y nueve.
Dentro del plazo indicado se aprobará el nuevo Reglamento del Registro Civil.
A partir de la fecha de entrada en vigor de la Ley quedarán derogadas las demás
disposiciones relativas al Registro Civil.
Tercera.
Reglamentariamente se establecerán los requisitos, la forma de practicar los asientos y
expedir certificaciones y las demás condiciones que afecten al establecimiento y gestión de
los ficheros automatizados de datos registrales.
– 647 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§5
JUAN CARLOS I
REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
ley.
PREÁMBULO
I
La importancia del Registro Civil demanda la adopción de un nuevo modelo que se
ajuste tanto a los valores consagrados en la Constitución de 1978 como a la realidad actual
de la sociedad española.
Aunque la vigente Ley del Registro Civil, de 8 de junio de 1957, ha dado muestras de su
calidad técnica y de su capacidad de adaptación a lo largo de estos años, es innegable que
la relevancia de las transformaciones habidas en nuestro país exige un cambio normativo en
profundidad que, recogiendo los aspectos más valiosos de la institución registral, la acomode
plenamente a la España de hoy, cuya realidad política, social y tecnológica es
completamente distinta a la de entonces.
La Constitución de 1978 sitúa a las personas y a sus derechos en el centro de la acción
pública. Y ese inequívoco reconocimiento de la dignidad y la igualdad ha supuesto el
progresivo abandono de construcciones jurídicas de épocas pasadas que configuraban el
estado civil a partir del estado social, la religión, el sexo, la filiación o el matrimonio.
Un Registro Civil coherente con la Constitución ha de asumir que las personas –iguales
en dignidad y derechos- son su única razón de ser, no sólo desde una perspectiva individual
y subjetiva sino también en su dimensión objetiva, como miembros de una comunidad
políticamente organizada.
Por este motivo, la Ley abandona la vieja preocupación por la constatación territorial de
los hechos concernientes a las personas, sustituyéndola por un modelo radicalmente distinto
que prioriza el historial de cada individuo, liberándolo de cargas administrativas y
equilibrando la necesaria protección de su derecho fundamental a la intimidad con el
carácter público del Registro Civil.
– 648 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
En este sentido, la Ley suprime el tradicional sistema de división del Registro Civil en
Secciones -nacimientos, matrimonios, defunciones, tutelas y representaciones legales- y
crea un registro individual para cada persona a la que desde la primera inscripción que se
practique se le asigna un código personal.
Asimismo, en la presente Ley se incorpora tanto la Convención de los derechos del niño
de 20 de noviembre de 1989, ratificada por España el 30 de noviembre de 1990, como la
Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, de 13 de diciembre de
2006, ratificada por España el 23 de noviembre de 2007.
II
La modernización del Registro Civil también hace pertinente que su llevanza sea
asumida por funcionarios públicos distintos de aquellos que integran el poder judicial del
Estado, cuyo cometido constitucional es juzgar y ejecutar lo juzgado.
En efecto, la aplicación al Registro Civil de técnicas organizativas y de gestión de
naturaleza administrativa permitirá una mayor uniformidad de criterios y una tramitación más
ágil y eficiente de los distintos expedientes, sin merma alguna del derecho de los ciudadanos
a una tutela judicial efectiva, pues todos los actos del Registro Civil quedan sujetos a control
judicial.
Esta Ley deslinda con claridad las tradicionales funciones gubernativas y judiciales que
por inercia histórica todavía aparecen entremezcladas en el sistema de la Ley de 1957, y
aproxima nuestro modelo de Registro Civil al existente en otros países de nuestro entorno,
en los que también se ha optado por un órgano o entidad de naturaleza administrativa con el
fin de prestar un servicio público de mayor calidad, sin perjuicio de la garantía judicial de los
derechos de los ciudadanos.
Puesto que la materia a la que el funcionamiento del Registro Civil se refiere es el estado
civil de las personas y en ciertos aspectos, el derecho de familia, la jurisdicción competente
es la civil. No obstante, se exceptúa la nacionalidad por residencia, respecto de la que
persisten las razones que aconsejaron trasladar esta materia a la jurisdicción contencioso-
administrativa con la entrada en vigor de la Ley 18/1990, de 17 de diciembre, de reforma del
Código Civil.
III
Esa misma vocación modernizadora hace que en la Ley se diseñe un Registro Civil único
para toda España, informatizado y accesible electrónicamente.
El Registro Civil se configura como una base de datos única que permite compaginar la
unidad de la información con la gestión territorializada y la universalidad en el acceso. Este
salto conceptual, que implica la superación del Registro físicamente articulado en libros
custodiados en oficinas distribuidas por toda España, obliga a un replanteamiento de toda su
estructura organizativa, que ahora ha de tener por objetivo principal eximir al ciudadano de la
carga de tener que acudir presencialmente a las oficinas del Registro.
Un Registro Civil electrónico exige una estructura organizativa bien distinta de la actual.
Estructura que, además, ha de tener presente a las Comunidades Autónomas.
A todo ello se dedica el título III de esta Ley, en el que se contempla una organización
del Registro Civil mucho más sencilla que la anterior, diferenciándose entre Oficinas
Generales, Oficina Central y Oficinas Consulares, dotadas de funciones y competencias
propias, aunque dependiendo de la Dirección General de los Registros y del Notariado en
tanto que centro superior directivo, consultivo y responsable último del Registro Civil.
Existirá una Oficina General por cada Comunidad o Ciudad Autónoma y otra más por
cada 500.000 habitantes, al frente de la cual se encontrará un Encargado al que se le
asignan las funciones de recepción de declaraciones y solicitudes, la tramitación y resolución
de expedientes, la práctica de inscripciones y, en su caso, la expedición de certificaciones. A
la Oficina Central le corresponde, entre otras funciones, practicar las inscripciones derivadas
de resoluciones dictadas por la Dirección General de los Registros y del Notariado en los
expedientes que son de su competencia. En cuanto a las Oficinas Consulares, su régimen
jurídico no difiere sustancialmente del vigente.
– 649 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
IV
La Ley concibe el Registro Civil como un registro electrónico, en el que se practican
asientos informáticos, que organiza la publicidad y da fe de los hechos y actos del estado
civil. Desde esta concepción se incorpora el uso de las nuevas tecnologías y de la firma
electrónica.
El régimen de la publicidad del Registro Civil se articula a partir de dos instrumentos: la
certificación electrónica y el acceso de la Administración, en el ejercicio de sus funciones
públicas, a la información registral. Este último se concibe como el instrumento preferente de
publicidad, de tal forma que sólo en casos excepcionales el ciudadano deberá presentar
certificaciones de datos del Registro Civil.
El carácter electrónico del Registro Civil no significa alterar la garantía de privacidad de
los datos contenidos en el mismo. Aunque el Registro Civil está excluido del ámbito de
aplicación de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de
Carácter Personal, se presta una especial protección a los datos, en tanto contengan
información que afecta a la esfera de la intimidad de la persona. Lo relevante es que los
datos protegidos sólo pertenecen a su titular y a él corresponde autorizar que sean
facilitados a terceros.
V
En relación con los aspectos sustantivos de la Ley, merece una mención especial el
título VI, relativo a hechos y actos inscribibles. Respecto de la inscripción de nacimiento, se
mantienen los criterios generales y se prevé la remisión de los datos del nacido a través de
un documento oficial por los responsables de los centros sanitarios. A cada nacido se le
abrirá un registro individual y le será asignado un código personal.
El nombre y apellidos se configura como un elemento de identidad del nacido derivado
del derecho de la personalidad y como tal se incorpora a la inscripción de nacimiento. Con el
fin de avanzar en la igualdad de género se prescinde de la histórica prevalencia del apellido
paterno frente al materno permitiendo que ambos progenitores sean los que decidan el
orden de los apellidos. Igualmente se sistematiza y agiliza el procedimiento de cambio de
nombres y apellidos y se somete, como regla general, a la competencia del Encargado del
Registro Civil. En cuanto a la filiación, se elimina toda referencia a la no matrimonial, con
plena equiparación a la matrimonial.
La instrucción del expediente matrimonial y la celebración del matrimonio compete a los
Ayuntamientos, los cuales deberán remitir de oficio la documentación preceptiva al Registro
Civil. Los Cónsules autorizarán, celebrarán e inscribirán los matrimonios de españoles en el
extranjero. No se modifica la comunicación al Registro Civil de los matrimonios celebrados
en forma religiosa.
De modo similar a la del nacimiento se regula la inscripción de la defunción mediante la
remisión del documento oficial, acompañado de parte médico, por los centros sanitarios. Se
mantiene el requisito de la práctica previa de la inscripción de fallecimiento para proceder a
la inhumación o incineración.
La descentralización introducida por la Constitución de 1978 está presente, no sólo
desde el punto de vista territorial, sino también desde la perspectiva de la distribución de
competencias. Así, se contempla el acceso al Registro Civil de actos regulados en algunos
Derechos civiles especiales como, por ejemplo, las autotutelas, apoderamientos preventivos
o especialidades en materia de régimen económico del matrimonio. Igualmente, se prevé la
utilización de las lenguas cooficiales, tanto en la inscripción como en la expedición de
certificaciones. Además, la Ley garantiza la adecuada coexistencia de la competencia estatal
– 650 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
sobre Registro Civil y las de carácter ejecutivo que corresponden a las Comunidades
Autónomas.
VI
La normativa de Derecho internacional privado se contiene en el título X de la Ley con
una actualización de las soluciones jurídicas influidas por el avance de la legislación europea
y la creciente importancia del elemento extranjero con acceso al Registro Civil. La
coherencia del modelo exige a este respecto mantener la unidad, dentro de las
particularidades inherentes a cada sector.
Una de las mayores novedades se centra en la inscripción de documentos judiciales
extranjeros. De este modo, se permite no sólo la inscripción previo exequátur sino también la
posibilidad de que el Encargado del Registro Civil realice la inscripción tras proceder a un
reconocimiento incidental.
La complejidad inherente a las situaciones internacionales justifica que la inscripción de
documentos extranjeros judiciales y no judiciales, así como de certificaciones extranjeras,
corresponda con carácter exclusivo a la Oficina Central del Registro. La Oficina Central se
configura además como la autoridad encargada en materia de cooperación internacional en
todas aquellas materias sometidas a la Ley.
VII
El articulado se completa con disposiciones adicionales, transitorias y finales, así como
con una disposición derogatoria.
Se deroga la Ley de Registro Civil de 8 de junio de 1957 que, no obstante, seguirá
siendo aplicada en tanto quede extinguido el complejo régimen transitorio previsto en la Ley.
De este modo se prevé un régimen de incorporación progresiva de los registros individuales
y se mantienen temporalmente los efectos que el ordenamiento vigente atribuye al Libro de
Familia. Igualmente se derogan expresamente los preceptos del Código civil que resultan
incompatibles con las previsiones de la presente Ley.
En efecto, puesto que se prescindirá del Libro de Familia –que pierde sentido dentro del
modelo moderno que se ha configurado en la presente Ley– se ha previsto que en cada
registro individual conste una hoja o extracto en la que figuren los datos personales de la
vida del individuo. Consecuentemente con este diseño de la hoja individual, y en la
búsqueda de una mayor simplicidad y eficiencia del sistema, la Ley distingue entre las
inscripciones, las anotaciones registrales y, por último, el asiento de cancelación.
Se modifica la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, a fin de determinar el
órgano judicial y el procedimiento para conocer de los recursos frente a las resoluciones de
la Dirección General de los Registros y del Notariado en materia de estado civil. Dichas
previsiones no serán de aplicación a los recursos frente a resoluciones relativas a la
adquisición de nacionalidad por residencia, cuya regulación y competencia judicial no se
modifica.
La desjudicialización del Registro Civil impone la derogación del artículo 86 de la Ley
Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial –que se lleva a cabo a través de Ley
Orgánica complementaria–, y de lo previsto en la Ley 38/1998, de 28 de diciembre, de Planta
y Demarcación Judicial, respecto a los Registros Civiles.
La complejidad de la Ley y el cambio radical respecto al modelo anterior aconsejan un
extenso plazo de vacatio legis, que se ha fijado en tres años, para permitir la progresiva
puesta en marcha del nuevo modelo, evitando disfunciones en el tratamiento de la
información registral y la implementación de la nueva estructura organizativa.
– 651 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
TÍTULO I
El Registro Civil. Disposiciones generales
CAPÍTULO PRIMERO
Naturaleza, contenido y competencias del Registro Civil
– 652 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
Artículo 8. Comunicación entre las Oficinas del Registro Civil y con las Administraciones
Públicas.
1. Las Oficinas del Registro Civil se comunicarán entre sí a través de medios
electrónicos.
2. Todas las Administraciones y funcionarios públicos, en el ejercicio de sus
competencias y bajo su responsabilidad, tendrán acceso a los datos que consten en el
Registro Civil único con las excepciones relativas a los datos especialmente protegidos
previstas en esta Ley. Dicho acceso se efectuará igualmente mediante procedimientos
electrónicos con los requisitos y prescripciones técnicas que sean establecidas dentro del
Esquema Nacional de Interoperabilidad y del Esquema Nacional de Seguridad.
– 653 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
CAPÍTULO SEGUNDO
Derechos y deberes ante el Registro Civil
TÍTULO II
Principios de funcionamiento del Registro Civil
– 654 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
– 655 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
TÍTULO III
Estructura y dependencia del Registro Civil
CAPÍTULO PRIMERO
Oficinas del Registro Civil
– 656 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
Civil en cada una de las islas en que exista un Registro Civil al entrar en vigor la presente
Ley.
2. Al frente de cada Oficina General del Registro Civil estará un Encargado del Registro
Civil, que ejercerá sus funciones bajo la dependencia de la Dirección General de los
Registros y del Notariado. Excepcionalmente y por necesidades del servicio, se podrá
designar más de un Encargado.
3. Corresponderá al Ministerio de Justicia y a las Comunidades Autónomas con
competencias ejecutivas en la materia designar a los Encargados de las Oficinas Generales
del Registro Civil en sus respectivos ámbitos territoriales.
4. Son funciones de las Oficinas Generales del Registro Civil:
1.ª Recibir y documentar declaraciones de conocimiento y de voluntad en materias
propias de su competencia, así como expedir certificaciones.
2.ª Recibir por vía electrónica o presencial solicitudes o formularios, así como otros
documentos que sirvan de título para practicar un asiento en el Registro Civil.
3.ª Tramitar y resolver los expedientes de Registro Civil que les atribuya el ordenamiento
jurídico.
4.ª Practicar las inscripciones y demás asientos de su competencia.
5.ª Expedir certificaciones de los asientos registrales.
6.ª Cualesquiera otras que determine la Dirección General de los Registros y del
Notariado.
CAPÍTULO SEGUNDO
La Dirección General de los Registros y del Notariado
– 657 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
TÍTULO IV
Títulos que acceden al Registro Civil. Control de legalidad
CAPÍTULO PRIMERO
Títulos que acceden al Registro Civil
CAPÍTULO SEGUNDO
Control de legalidad
– 658 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
TÍTULO V
Los asientos registrales
CAPÍTULO PRIMERO
Competencia para efectuar los asientos
– 659 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
por medios electrónicos a la Oficina del Registro Civil testimonio de la resolución judicial
referida.
CAPÍTULO SEGUNDO
Reglas generales para la práctica de asientos
CAPÍTULO TERCERO
Clases de asientos
Artículo 39. Inscripciones.
1. La inscripción es la modalidad de asiento a través de la cual acceden al Registro Civil
los hechos y actos relativos al estado civil de las personas y aquellos otros determinados por
esta Ley.
2. Los efectos de la inscripción son los previstos en los artículos 17 y 18 de la presente
Ley.
– 660 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
5.º La sentencia o resolución extranjera que afecte al estado civil, en tanto no se obtenga
el exequátur o el reconocimiento incidental en España.
6.º La sentencia o resolución canónica cuya ejecución en cuanto a efectos civiles no
haya sido decretada aún por el Tribunal correspondiente.
7.º La desaparición.
8.º Las actuaciones tutelares y de otras figuras tuitivas previstas en la Ley, en los casos
que reglamentariamente se determinen.
9.º El acogimiento, la guarda administrativa y la guarda de hecho.
10.º Aquellos otros hechos o actos cuya anotación se prevea en esta u otra ley.
Artículo 41. Cancelaciones.
Los asientos de cancelación privan de eficacia, total o parcial, al asiento registral de
cualquier clase por nulidad del propio asiento, por ineficacia o inexistencia del hecho o del
acto o por cualquier otra causa establecida por la ley.
La cancelación se practicará en virtud de título adecuado, ya sea de oficio o a solicitud
del interesado.
CAPÍTULO CUARTO
Promoción de la inscripción y de otros asientos
TÍTULO VI
Hechos y actos inscribibles
CAPÍTULO PRIMERO
Inscripción de nacimiento
– 661 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
2. La inscripción hace fe del hecho, fecha, hora y lugar del nacimiento, identidad, sexo y,
en su caso, filiación del inscrito.
3. La inscripción de nacimiento se practicará en virtud de declaración formulada en
documento oficial debidamente firmado por el o los declarantes, acompañada del parte
facultativo. En defecto de éste, deberá aportarse la documentación acreditativa en los
términos que reglamentariamente se determinen.
El Encargado de la Oficina General o Consular, una vez recibida y examinada la
documentación, practicará inmediatamente la inscripción de nacimiento. Tal inscripción
determinará la apertura de un nuevo registro individual, al que se asignará un código
personal en los términos previstos en el artículo 6 de la presente Ley.
4. No constará la filiación paterna en los casos en que se constate que la madre tiene
vínculo matrimonial con persona distinta de la que figura en la declaración o sea de
aplicación la presunción prevista en el artículo 116 del Código civil. En estos casos, se
practicará la inscripción de nacimiento de forma inmediata y se procederá a la apertura de un
expediente registral.
En los casos de filiación adoptiva, se hará constar la resolución judicial que constituya la
adopción, quedando sometida al régimen de publicidad restringida previsto en la presente
Ley.
5. Una vez practicada la inscripción, el Encargado expedirá certificación literal de la
inscripción de nacimiento y la remitirá al domicilio señalado a tal fin por el declarante o
declarantes.
– 662 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
– 663 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
– 664 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
CAPÍTULO SEGUNDO
Inscripciones relativas al matrimonio
– 665 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
CAPÍTULO TERCERO
Inscripción de la defunción
– 666 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
CAPÍTULO CUARTO
Otras inscripciones
– 667 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
– 668 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
CAPÍTULO QUINTO
Inscripciones en circunstancias excepcionales
TÍTULO VII
Publicidad del Registro Civil
CAPÍTULO PRIMERO
Instrumentos de publicidad registral
– 669 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
CAPÍTULO SEGUNDO
Datos sometidos a régimen de protección especial
– 670 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
TÍTULO VIII
Régimen de recursos
Artículo 85. Recursos contra las decisiones adoptadas por los Encargados de las Oficinas
del Registro Civil.
1. Contra las decisiones adoptadas por los Encargados de las Oficinas Central,
Generales y Consulares del Registro Civil en el ámbito de las competencias atribuidas por
esta Ley, los interesados sólo podrán interponer recurso ante la Dirección General de los
Registros y del Notariado, en el plazo de un mes.
2. En el caso de denegación de inscripción de sentencias y otras resoluciones judiciales
extranjeras cuya competencia corresponde a la Oficina Central del Registro Civil, el
interesado sólo podrá instar procedimiento judicial de exequátur.
TÍTULO IX
Los procedimientos registrales
CAPÍTULO PRIMERO
Reglas generales de los procedimientos registrales
– 671 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
CAPÍTULO SEGUNDO
Rectificación de los asientos del Registro Civil
CAPÍTULO TERCERO
Declaraciones con valor de simple presunción
– 672 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
TÍTULO X
Normas de Derecho internacional privado
– 673 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
Artículo 100. Acreditación del contenido y vigencia de la ley aplicable a los hechos y actos
relativos al estado civil.
1. El contenido y vigencia del Derecho extranjero en relación con la adecuación a éste de
un hecho o acto, la observancia de las formas y solemnidades extranjeras y la aptitud y
capacidad legal necesarias para el acto, se podrán acreditar, entre otros medios, mediante la
aseveración o informe de un Notario o Cónsul español, o de un Diplomático, Cónsul o
autoridad competente del país cuya legislación resulte aplicable.
– 674 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
– 675 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
– 676 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
Disposición transitoria sexta. Valor histórico de los libros y documentos que obran en los
archivos del Registro Civil.
Los libros y documentos que a la fecha de la entrada en vigor de esta Ley obren en los
archivos del Registro Civil se considerarán patrimonio documental con valor histórico en los
términos previstos por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, y por
consiguiente no podrán ser destruidos.
– 677 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
los progenitores en el plazo de dos años desde su publicación en el «Boletín Oficial del
Estado».
– 678 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
«Artículo 30.
La personalidad se adquiere en el momento del nacimiento con vida, una vez
producido el entero desprendimiento del seno materno.»
– 679 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 5 Ley del registro civil (entrada en vigor: 22/07/2014)
nacionalidad española tras haber contraído matrimonio con un extranjero con posterioridad
al 5 de agosto de 1954, fecha de entrada en vigor de la Ley de 15 julio de 1954, siempre que
no transmitiesen la nacionalidad española a sus hijos, por seguir éstos la del padre, y
formalicen su declaración en tal sentido en el plazo de un año desde la entrada en vigor de
la presente disposición.
– 680 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§6
TÍTULO I
De los notarios
Artículo 1.
El Notario es el funcionario público autorizado para dar fe, conforme a las leyes, de los
contratos y demás actos extrajudiciales.
Habrá en todo el Reino una sola clase de estos funcionarios.
Artículo 2.
El Notario que requerido para dar fe de cualquier acto público o particular extrajudicial
negare sin justa causa la intervención de su oficio, incurrirá en la responsabilidad a que
hubiere lugar con arreglo a las leyes.
Artículo 3.
Cada partido judicial constituye distrito de Notariado, dentro del cual se crearán tantas
Notarías cuantas se estimen necesarias para el servicio público, tomando en cuenta la
población, la frecuencia y facilidad de las transacciones, las circunstancias de localidad y la
decorosa subsistencia de los Notarios.
Artículo 4.
Al tiempo de la creación de las Notarías, fijará el Gobierno el punto de residencia de
cada uno de los Notarios, oyendo a la Audiencia del territorio, al Gobernador de la provincia
y a la Diputación provincial, y no podrá hacer alteraciones en lo sucesivo sino oyendo a la
misma Audiencia y al Consejo de Estado.
– 681 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado
Artículo 5.
Cada Notario formará por sí protocolo.
Artículo 6.
En caso de muerte, enfermedad, ausencia, inhabilitación o cualquiera otro género de
imposibilidad de un Notario, se encargará del protocolo y le sustituirá el que al tiempo de la
creación de las notarías haya sido designado para este objeto.
En los distritos judiciales cada uno de los Notarios sustituirá al otro en caso de muerte,
ausencia o imposibilidad.
Cuando esto no fuere posible por cualquier causa, el Juez de primera instancia habilitará
sustituto accidental de entre los Notarios más inmediatos hasta la resolución del Gobierno, al
cual dará parte por medio del Regente de la Audiencia.
Este, a su vez, dictará las disposiciones convenientes para asegurar el servicio público
hasta la resolución del Gobierno.
El sustituto cesará en el desempeño de su cargo tan luego como tome posesión el
nuevamente electo, o deje de existir la imposibilidad del Notario a quien sustituya.
Artículo 7.
La residencia habitual de los Notarios ha de ser el punto designado en la creación de su
respectivo oficio.
Artículo 8.
Los Notarios podrán ejercer indistintamente dentro del partido judicial en que se halle su
Notaría.
Las poblaciones en que hubiere más de un Juzgado de primera instancia se reputarán,
para el efecto de este artículo, como un solo partido judicial.
Artículo 9.
El Ministro de Gracia y Justicia es el Notario mayor del Reino, con las atribuciones que
hasta hoy ha ejercido.
TÍTULO II
Requisitos para obtener y ejercer la fe pública
Artículo 10.
Los que aspiren a realizar las pruebas selectivas para el ingreso en el Notariado, deben
reunir, en la fecha en que termine el plazo de presentación de las instancias, las condiciones
siguientes:
1. Ser español u ostentar la nacionalidad de cualquier país miembro de la Unión
Europea.
2. Ser mayor de edad.
3. No encontrarse comprendido en ninguno de los casos que incapacitan o imposibilitan
para el ejercicio del cargo de Notario.
4. Ser Doctor o Licenciado en Derecho o haber concluido los estudios de esta
Licenciatura.
Si el título procediera de un Estado miembro de la Unión Europea, deberá presentarse el
certificado acreditativo del reconocimiento u homologación del título equivalente, conforme a
la Directiva 89/48, de 21 de diciembre de 1988, al Real Decreto 1665/1991, de 24 de octubre
y demás normas de transposición y desarrollo.
Artículo 11.
Los Notarios serán de nombramiento Real.
– 682 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado
Artículo 12.
Las Notarías se proveerán por oposición ante las Audiencias, que propondrán al
Gobierno a los tres opositores que crean más beneméritos.
Artículo 13.
Quedan abolidas las prestaciones de Fiat, media annata y otras de esta clase para
obtener título de ejercicio.
Los Notarios pagaran por ejercer su cargo el impuesto al que están sujetas las demás
profesiones análogas.
Artículo 14.
El Notario, para tomar posesión de su oficio, constituirá en las Cajas del Estado, en
calidad de fianza y como garantía para el ejercicio de su cargo, un depósito en títulos de la
Deuda pública que produzca una renta anual según las condiciones de cada localidad, o
acreditará que la disfruta en fincas propias, rústicas o urbanas, y quedará suspenso cuando
falten estas garantías hasta que las reponga.
Artículo 15.
Los Notarios, para entrar en el ejercicio de su cargo, jurarán ante la Audiencia del
territorio obediencia y fidelidad al Rey, guardar la Constitución y las leyes, y cumplir bien y
lealmente su cargo.
Artículo 16.
El ejercicio del Notario es incompatible con todo cargo que lleve aneja jurisdicción, con
cualquier empleo público que devengue sueldo o gratificación de los presupuestos
generales, provinciales o municipales, y con los cargos que le obliguen a residir fuera de su
domicilio.
Sin embargo, en los pueblos que pasen de 20.000 almas podrán admitir, aun fuera de su
domicilio, los cargos de Diputados a Cortes o Diputados provinciales.
TÍTULO III
Del protocolo y copias del mismo que constituyen instrumento público
Artículo 17.
1. El Notario redactará escrituras matrices, intervendrá pólizas, extenderá y autorizará
actas, expedirá copias, testimonios, legitimaciones y legalizaciones y formará protocolos y
Libros-Registros de operaciones.
Las escrituras públicas tienen como contenido propio las declaraciones de voluntad, los
actos jurídicos que impliquen prestación de consentimiento, los contratos y los negocios
jurídicos de todas clases.
Es escritura matriz la original que el Notario ha de redactar sobre el contrato o acto
sometido a su autorización, firmada por los otorgantes, por los testigos instrumentales, o de
conocimiento en su caso, y firmada y signada por el mismo Notario.
Es primera copia el traslado de la escritura matriz que tiene derecho a obtener por
primera vez cada uno de los otorgantes. A los efectos del artículo 517.2.4.º de la Ley 1/2000,
de 7 de enero, de Enjuiciamiento civil, se considerará título ejecutivo aquella copia que el
interesado solicite que se expida con tal carácter. Expedida dicha copia el Notario insertará
mediante nota en la matriz su fecha de expedición e interesado que la solicitó.
Las pólizas intervenidas tienen como contenido exclusivo los actos y contratos de
carácter mercantil y financiero que sean propios del tráfico habitual y ordinario de al menos
uno de sus otorgantes, quedando excluidos de su ámbito los demás actos y negocios
jurídicos, especialmente los inmobiliarios.
– 683 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado
Artículo 17 bis.
1. Los instrumentos públicos a que se refiere el artículo 17 de esta Ley, no perderán
dicho carácter por el sólo hecho de estar redactados en soporte electrónico con la firma
electrónica avanzada del notario y, en su caso, de los otorgantes o intervinientes, obtenida la
de aquél de conformidad con la Ley reguladora del uso de firma electrónica por parte de
notarios y demás normas complementarias.
2. Reglamentariamente se regularán los requisitos indispensables para la autorización o
intervención y conservación del instrumento público electrónico en lo no previsto en este
artículo.
En todo caso, la autorización o intervención notarial del documento público electrónico
ha de estar sujeta a las mismas garantías y requisitos que la de todo documento público
notarial y producirá los mismos efectos. En consecuencia:
a) Con independencia del soporte electrónico, informático o digital en que se contenga el
documento público notarial, el notario deberá dar fe de la identidad de los otorgantes, de que
– 684 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado
Artículo 18.
No podrán expedirse segundas o posteriores copias de la escritura matriz sino en virtud
de mandato judicial, y con citación de los interesados o del Promotor fiscal cuando se
ignoren éstos o estén ausentes del pueblo en que esté la Notaría.
Será innecesaria dicha citación en los actos unilaterales, y aun en los demás cuando
pidan la copia todos los interesados.
Artículo 19.
Los Notarios autorizarán todos los instrumentos públicos con su firma, y con la rúbrica y
signo que propongan y se les dé al expedirles los títulos de ejercicio.
No podrán variar en lo sucesivo, sin Real autorización, la rúbrica ni el signo.
En cada Audiencia habrá un libro en que los Notarios pongan su firma, rúbrica y signo
después de haber jurado su plaza.
Artículo 20.
No podrán autorizar los Notarios ningún instrumento público inter vivos sin la presencia
al menos de dos testigos.
Artículo 21.
No podrán ser testigos en los instrumentos públicos los parientes, escribientes o criados
del Notario autorizante.
Tampoco podrán serlo los parientes de las partes interesadas en los instrumentos, ni los
del Notario, unos y otros dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
– 685 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado
Artículo 22.
Ningún Notario podrá autorizar contratos que contengan disposición en su favor, o en
que alguno de los otorgantes sea pariente suyo dentro del cuarto grado civil o segundo de
afinidad.
Artículo 23.
Los notarios darán fe en las escrituras públicas y en aquellas actas que por su índole
especial lo requieran de que conocen a las partes o de haberse asegurado de su identidad
por los medios supletorios establecidos en las leyes y reglamentos.
Serán medios supletorios de identificación, en defecto del conocimiento personal del
Notario, los siguientes:
a) La afirmación de dos personas, con capacidad civil, que conozcan al otorgante y sean
conocidas del Notario, siendo aquéllos responsables de la identificación.
b) La identificación de una de las partes contratantes por la otra, siempre que de esta
última dé fe de conocimiento el Notario.
c) La referencia a carnets o documentos de identidad con retrato y firma expedidos por
las autoridades públicas, cuyo objeto sea identificar a las personas.
El Notario en este caso responderá de la concordancia de los datos personales,
fotografía y firma estampados en el documento de identidad exhibido, con las del
compareciente.
d) El cotejo de firma con la indubitada de un instrumento público anterior en que se
hubiere dado por el Notario fe de conocimiento del firmante.
El Notario que diere fe de conocimiento de alguno de los otorgantes, inducido a error
sobre la personalidad de estos por la actuación maliciosa de ellos mismos o de otras
personas, no incurrirá en responsabilidad criminal, la cual será exigida únicamente cuando
proceda con dolo. En tal supuesto el Notario, sin perjuicio de lo anterior, será
inmediatamente sometido a expediente de corrección disciplinaria con la obligación de
indemnizar los daños y perjuicios que se hayan producido por tal error a terceros
interesados.
Si se trata de escrituras públicas relativas a actos o contratos por los que se adquieran,
declaren, constituyan, transmitan, graven, modifiquen o extingan el dominio y los demás
derechos reales sobre bienes inmuebles, o a cualesquiera otros con trascendencia tributaria,
los comparecientes acreditarán ante el Notario autorizante sus números de identificación
fiscal y los de las personas o entidades en cuya representación actúen, de los que quedará
constancia en la escritura.
Artículo 24.
En todo instrumento público consignará el Notario su nombre y vecindad, los nombres y
vecindad de los testigos, y el lugar, año y día del otorgamiento.
Los notarios en su consideración de funcionarios públicos deberán velar por la
regularidad no sólo formal sino material de los actos o negocios jurídicos que autorice o
intervenga, por lo que están sujetos a un deber especial de colaboración con las autoridades
judiciales y administrativas.
En consecuencia, este deber especial exige del Notario el cumplimiento de aquellas
obligaciones que en el ámbito de su competencia establezcan dichas autoridades.
En las escrituras relativas a actos o contratos por los que se declaren, transmitan,
graven, modifiquen o extingan a título oneroso el dominio y los demás derechos reales sobre
bienes inmuebles se identificarán, cuando la contraprestación consistiere en todo o en parte
en dinero o signo que lo represente, los medios de pago empleados por las partes. A tal fin,
y sin perjuicio de su ulterior desarrollo reglamentario, deberá identificarse si el precio se
recibió con anterioridad o en el momento del otorgamiento de la escritura, su cuantía, así
como si se efectuó en metálico, cheque, bancario o no, y, en su caso, nominativo o al
portador, otro instrumento de giro o bien mediante transferencia bancaria.
Igualmente, en las escrituras públicas citadas el Notario deberá incorporar la declaración
previa del movimiento de los medios de pago aportadas por los comparecientes cuando
– 686 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado
Artículo 25.
Los instrumentos públicos se redactarán en lengua castellana, y se escribirán con letra
clara, sin abreviaturas y sin blancos.
Tampoco podrán usarse en ellos guarismos en la expresión de fechas o cantidades.
Los Notarios darán fe de haber leído a las partes y a los testigos instrumentales la
escritura íntegra, o de haberles permitido que la lean, a su elección, antes de que la firmen, y
a los de conocimiento lo que a ellos se refiera, y de haber advertido a unos y a otros que
tienen el derecho de leerla por sí.
Artículo 26.
Serán nulas las adiciones, apostillas, entrerenglonaduras, raspaduras y testados en las
escrituras matrices, siempre que no se salven al fin de éstas con aprobación expresa de las
partes y firmas de los que deban de suscribir el instrumento.
Artículo 27.
Serán nulos los instrumentos públicos:
1.º Que contengan alguna disposición a favor del Notario que los autorice.
2.º En que sean testigos los parientes de las partes en ellos interesadas en el grado de
que queda hecho mérito, o los parientes, escribientes o criados del mismo Notario.
3.º Aquellos en que el Notario no de fe del conocimiento de los otorgantes, o no supla
esta diligencia en la forma establecida en el artículo 23 de esta Ley, o en que no aparezcan
las firmas de las partes y testigos cuando deban hacerlo, y la firma, rúbrica y signo del
notario.
Artículo 28.
No producirán efecto las disposiciones a favor de parientes, dentro del grado
anteriormente prohibido, del que autorizó el instrumento en que se hicieron.
Artículo 29.
Lo dispuesto en los artículos que preceden, relativamente a la forma de los instrumentos
y al número y cualidades de los testigos, y a la capacidad de adquirir lo dejado o mandado
por el testador, no es aplicable a los testamentos, y demás disposiciones mortis causa, en
las cuales regirá la Ley o leyes especiales del caso.
Artículo 30.
(Derogado)
Artículo 31.
Sólo el Notario a cuyo cargo esté legalmente el protocolo podrá dar copias de él.
– 687 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado
Artículo 32.
Ni la escritura matriz ni el libro protocolo podrán ser extraídos del edificio en que se
custodien, ni aun por Decreto judicial u orden superior, salva para su traslación al archivo
correspondiente y en los casos de fuerza mayor.
Podrá, sin embargo, ser desglosada del protocolo la escritura matriz contra la cual
aparezcan indicios o méritos bastantes para considerarla cuerpo de un delito, precediendo al
efecto providencia del juzgado que conozca de él, y dejando en todo caso testimonio literal
de aquélla, con intervención del Ministerio Fiscal.
Los Notarios no permitirán tampoco sacar de su archivo ningún documento que se halle
bajo su custodia por razón de su oficio, ni dejarán examinarlo en todo ni en parte, como ni
tampoco el protocolo, no precediendo Decreto judicial, sino a las partes interesadas con
derecho adquirido, sus herederos o causa-habientes. En los casos, sin embargo,
determinados por las leyes, y en virtud de mandamiento judicial, pondrán de manifiesto en
sus archivos el protocolo o protocolos a fin de extender en su virtud las diligencias que se
hallen acordadas.
Artículo 33.
Los Notarios remitirán por conducto del Juez de primera instancia del partido al Regente
de la Audiencia, en los ocho primeros días de cada mes, índices de las escrituras matrices
otorgadas en el anterior, expresando los números ordinales de éstas en el protocolo.
En los índices se expresará, respecto de cada instrumento, el nombre de los otorgantes,
el de los testigos instrumentales, el de los testigos de conocimiento en su caso, la fecha del
otorgamiento y el objeto del acto o contrato.
Artículo 34.
Los Notarios llevarán un libro reservado, en que insertarán, con la numeración
correspondiente, copia de la carpeta de los testamentos y codicilos cerrados, cuyo
otorgamiento hubieren autorizado, y los protocolos de los testamentos y codicilos abiertos
cuando los testadores lo solicitaren, y remitirán un índice reservado también al Regente de la
Audiencia por conducto del Juez de primera instancia, en los términos establecidos en el
artículo anterior. No es necesario que haya un libro para cada año.
Artículo 35.
Salvo que otra cosa dispongan los Convenios Internacionales, las Comisiones rogatorias
extrajudiciales, de carácter civil o mercantil, que tengan por objeto la notificación o entrega
de documentos, podrán practicarse notarialmente en los términos que reglamentariamente
se establezcan.
TÍTULO IV
De la propiedad y custodia de los protocolos e inspección de las notarías
Artículo 36.
Los protocolos pertenecen al Estado. Los Notarios los conservarán, con arreglo a las
leyes, como archiveros de los mismos y bajo su responsabilidad.
Artículo 37.
Habrá en cada Audiencia, y bajo su inspección, un archivo general de escrituras
públicas.
Estos archivos se formarán con los protocolos de las Notarías comprendidas en el
territorio respectivo de cada Audiencia que cuenten más de veinticinco años de fecha. Los
veinticinco protocolos más modernos formarán el archivo del Notario a cuyo cargo esté la
Notaría, que remitirá anualmente, en fin de Diciembre, con seguridad, al regente de la
Audiencia, el protocolo que debe ser depositado en el archivo general.
– 688 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado
Artículo 38.
En los casos de vacante de una Notaría, y de inhabilitación o incapacidad de un Notario,
el que con arreglo al artículo 6.° de esta Ley deba encargarse de la Notaría recibirá bajo
inventario los protocolos y demás documentos para entregarlos con igual formalidad al
mismo notario, si se habilitase, o en otro caso a su sucesor en el oficio.
El Juez de primera instancia en las cabezas de partido, y el de paz en los demás
pueblos, intervendrán en el inventario y en la entrega.
Artículo 39.
En el caso de inutilizarse el todo o parte de un protocolo, el Notario dará cuenta al Juez y
al Promotor fiscal del partido, y éstos respectivamente al Regente y Fiscal de la Audiencia,
para que instruido con citación de partes el oportuno expediente, cotejados los índices y
libros, y examinados los Registros de Hipotecas, se repongan en la parte posible los
protocolos y los libros.
Artículo 40.
Los Jueces de primera instancia visitarán cuando lo estimen conveniente las Notarías
comprendidas en su partido.
El Gobierno y el Regente de la Audiencia podrán decretar visitas extraordinarias, para
las que sólo nombrarán Magistrados, Jueces o individuos del Ministerio Fiscal.
TÍTULO V
Del Gobierno y disciplina de los Notarios
Artículo 41.
Habrá Colegios de Notarios en los puntos que el Gobierno designe.
A cada Colegio pertenecerán todos los Notarios del territorio señalado al mismo.
Artículo 42.
Los Colegios serán dirigidos por Juntas, y en ellas tendrán la Autoridad judicial, y el
Ministerio Fiscal la intervención que se establezca en los reglamentos.
Artículo 43.
Por faltas de disciplina y otras que puedan afectar al decoro de la profesión, podrán las
Juntas directivas de los Colegios amonestar a los Notarios, reprenderlos por escrito y
multarlos gubernativamente hasta en cantidad de 25 duros. En caso de reincidencia, darán
parte a las Audiencias, las cuales podrán multar hasta en 100 duros, dando conocimiento
además al Ministerio de Gracia y Justicia para que se ponga nota en los respectivos
expedientes de los Notarios, todo sin perjuicio de lo demás que procediere en justicia, y
salvas también cualesquiera otras atribuciones disciplinarias de los jueces y Audiencias.
Artículo 44.
Los Notarios no podrán ser suspensos ni privados de oficio gubernativamente,
exceptuando, en cuanto a la suspensión, el caso prevenido en el artículo 14.
– 689 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado
TÍTULO VI
Derechos y premios de los Notarios
Artículo 45.
El Gobierno, oídas las Audiencias, presentará a las Cortes el correspondiente proyecto
de Ley para establecer el arancel que fije los derechos notariales.
Artículo 46.
El Notario que se inutilizare para el ejercicio de su profesión por librar los protocolos de
inundación, incendio u otra fuerza mayor, tendrá derecho a una pensión.
Si muriese por la misma causa, su viuda e hijos menores tendrán igual derecho.
Disposiciones generales
Artículo 47.
El Gobierno dictará las instrucciones y reglamentos que sean necesarios para el
cumplimiento de esta Ley.
Artículo 48.
Se declaran derogadas las leyes, disposiciones y costumbres generales o locales
contrarias a su tenor.
Disposiciones transitorias
Primera.
No obstante la incompatibilidad establecida en el artículo 16 de esta Ley, los Escribanos
y Notarios que actualmente, además de sus Escribanías, intervienen en los actos judiciales,
continuarán desempeñando uno y otro cargo mientras no vacaren natural o legalmente.
Segunda.
Los depósitos de escrituras públicas que hoy existieren en poder de particulares pasarán
al archivo de las Notarías que el Gobierno designe, previas las formalidades del caso y las
indemnizaciones que procedan.
Tercera.
Se reincorporarán al Estado desde luego, previa indemnización, todos los oficios de fe
pública enajenados vacantes en la actualidad, y los que no lo estuvieren a medida que
fueren vacando.
Cuarta.
Los dueños de los oficios de la fe pública enajenados o confirmados con la cláusula de
reversión a la Corona por el precio de egresión u otra cantidad determinada, serán
indemnizados con arreglo a dicha cláusula.
Los demás dueños de oficios enajenados recibirán por indemnización: primero, el
importe de la egresión y confirmación; segundo, la cantidad que conste satisfecha por
suplemento.
Las corporaciones poseedoras de tales oficios, cuyos gastos no se satisfagan por los
presupuestos del Estado, se considerarán comprendidas en el párrafo anterior si no han sido
indemnizadas con la creación de otros oficios análogos.
En casos de duda, el Gobierno decidirá, oyendo al Consejo de estado o a alguna de sus
Secciones, y dejando a los interesados los recursos de derecho para ante el propio Consejo.
– 690 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 6 Ley del notariado
Quinta.
El derecho a la indemnización se declarará por el Ministerio de Gracia y Justicia. Las
indemnizaciones se abonarán por el Ministerio de Hacienda.
Sexta.
Los dueños de oficios enajenados que renuncien en debida forma la indemnización de
que tratan las disposiciones anteriores tendrán el derecho de presentar para sí, o de
presentar por una sola vez en las Notarías que en los mismos pueblos o distrito reemplacen
a los oficios suprimidos, a persona que reúna todos los requisitos prescritos en el artículo 10
de esta Ley. En este caso, los dueños o los así presentados no entrarán por oposición, pero
sufrirán un examen riguroso en la forma que el Gobierno determine por regla general. Si el
dueño o propuesto no reúne las circunstancias requeridas, o no obtuviese aprobación en el
examen, podrá hacerse nueva presentación.
Séptima.
Los nombramientos para Notarías vacantes, hechos con anterioridad a la publicación de
esta Ley por las corporaciones o particulares que tenían este derecho, surtirán su efecto sin
embargo de lo dispuesto en los artículos 7.° y 3.°, quedando sujetos los nombrados a las
demás prescripciones de la misma Ley.
Las Notarías a que se refieran estos nombramientos no estarán en el caso de
reincorporarse al Estado hasta nueva vacante.
Octava.
Los Notarios nombrados con arreglo a esta Ley podrán ser autorizados por el Gobierno
para servir en comisión las Escribanías de los Juzgados de primera instancia en los partidos
en que la necesidad lo exija hasta que se publique la Ley de organización judicial, o se
disponga lo conveniente sobre Escribanos actuarios.
Novena.
Quedan dispensados de los ejercicios de oposición que establece el artículo 12 de esta
Ley los pasantes o aspirantes matriculados en los antiguos Colegios de Notarios antes del
18 de Octubre de 1838 que tienen derechos adquiridos a las plazas que resulten vacantes
en sus respectivos Colegios, a quienes se declara con preferencia para obtener dichas
plazas a medida que vacaren y por el orden de antigüedad en los aspirantes matriculados,
que deberán probar su aptitud, sujetándose a un riguroso examen en la forma que dispondrá
el Gobierno, a no haber sido ya examinados y aprobados por las Audiencias al tiempo de
publicarse esta Ley.
Décima.
El Gobierno queda autorizado para resolver las dudas que ocurran, previa audiencia del
Consejo de Estado o de alguna de sus secciones.
Undécima.
Hasta que los avances tecnológicos hagan posible que la matriz u original del documento
notarial se autorice o intervenga y se conserve en soporte electrónico, la regulación del
documento público electrónico contenida en este artículo se entenderá aplicable
exclusivamente a las copias de las matrices de escrituras y actas así como, en su caso, a la
reproducción de las pólizas intervenidas.
– 691 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§7
– 692 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
– 693 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
– 694 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
DISPONGO:
CAPÍTULO I
Disposiciones generales
Artículo primero.
La presente Ley tiene por objeto la regulación de la forma especial de propiedad
establecida en el artículo 396 del Código Civil, que se denomina propiedad horizontal.
– 695 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
Artículo segundo.
Esta Ley será de aplicación:
a) A las comunidades de propietarios constituidas con arreglo a lo dispuesto en el
artículo 5.
b) A las comunidades que reúnan los requisitos establecidos en el artículo 396 del
Código Civil y no hubiesen otorgado el título constitutivo de la propiedad horizontal.
Estas comunidades se regirán, en todo caso, por las disposiciones de esta Ley en lo
relativo al régimen jurídico de la propiedad, de sus partes privativas y elementos comunes,
así como en cuanto a los derechos y obligaciones recíprocas de los comuneros.
c) A los complejos inmobiliarios privados, en los términos establecidos en esta Ley.
d) A las subcomunidades, entendiendo por tales las que resultan cuando, de acuerdo
con lo dispuesto en el título constitutivo, varios propietarios disponen, en régimen de
comunidad, para su uso y disfrute exclusivo, de determinados elementos o servicios
comunes dotados de unidad e independencia funcional o económica.
e) A las entidades urbanísticas de conservación en los casos en que así lo dispongan
sus estatutos.
CAPÍTULO II
Del régimen de la propiedad por pisos o locales.
Artículo tercero.
En el régimen de propiedad establecido en el artículo 396 del Código Civil corresponde a
cada piso o local:
a) El derecho singular y exclusivo de propiedad sobre un espacio suficientemente
delimitado y susceptible de aprovechamiento independiente, con los elementos
arquitectónicos e instalaciones de todas clases, aparentes o no, que estén comprendidos
dentro de sus límites y sirvan exclusivamente al propietario, así como el de los anejos que
expresamente hayan sido señalados en el título, aunque se hallen situados fuera del espacio
delimitado.
b) La copropiedad, con los demás dueños de pisos o locales, de los restantes elementos,
pertenencias y servicios comunes.
A cada piso o local se atribuirá una cuota de participación con relación al total del valor
del inmueble y referida a centésimas del mismo. Dicha cuota servirá de módulo para
determinar la participación en las cargas y beneficios por razón de la comunidad. Las
mejoras o menoscabos de cada piso o local no alterarán la cuota atribuida, que sólo podrá
variarse de acuerdo con lo establecido en los artículos 10 y 17 de esta Ley.
Cada propietario puede libremente disponer de su derecho, sin poder separar los
elementos que lo integran y sin que la transmisión del disfrute afecte a las obligaciones
derivadas de este régimen de propiedad.
Artículo cuarto.
La acción de división no procederá para hacer cesar la situación que regula esta ley.
Sólo podrá ejercitarse por cada propietario proindiviso sobre un piso o local determinado,
circunscrita al mismo, y siempre que la proindivisión no haya sido establecida de intento para
el servicio o utilidad común de todos los propietarios.
Artículo quinto.
El título constitutivo de la propiedad por pisos o locales describirá, además del inmueble
en su conjunto, cada uno de aquéllos al que se asignará número correlativo. La descripción
del inmueble habrá de expresar las circunstancias exigidas en la legislación hipotecaria y los
– 696 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
servicios e instalaciones con que cuente el mismo. La de cada piso o local expresará su
extensión, linderos, planta en la que se hallare y los anejos, tales como garaje, buhardilla o
sótano.
En el mismo título se fijará la cuota de participación que corresponde a cada piso o local,
determinada por el propietario único del edificio al iniciar su venta por pisos, por acuerdo de
todos los propietarios existentes, por laudo o por resolución judicial. Para su fijación se
tomará como base la superficie útil de cada piso o local en relación con el total del inmueble,
su emplazamiento interior o exterior, su situación y el uso que se presuma racionalmente
que va a efectuarse de los servicios o elementos comunes.
El título podrá contener, además, reglas de constitución y ejercicio del derecho y
disposiciones no prohibidas por la ley en orden al uso o destino del edificio, sus diferentes
pisos o locales, instalaciones y servicios, gastos, administración y gobierno, seguros,
conservación y reparaciones, formando un estatuto privativo que no perjudicará a terceros si
no ha sido inscrito en el Registro de la Propiedad.
En cualquier modificación del título, y a salvo lo que se dispone sobre validez de
acuerdos, se observarán los mismos requisitos que para la constitución.
Artículo sexto.
Para regular los detalles de la convivencia y la adecuada utilización de los servicios y
cosas comunes, y dentro de los límites establecidos por la Ley y los estatutos, el conjunto de
propietarios podrá fijar normas de régimen interior que obligarán también a todo titular
mientras no sean modificadas en la forma prevista para tomar acuerdos sobre la
administración.
Artículo séptimo.
1. El propietario de cada piso o local podrá modificar los elementos arquitectónicos,
instalaciones o servicios de aquél cuando no menoscabe o altere la seguridad del edificio, su
estructura general, su configuración o estado exteriores, o perjudique los derechos de otro
propietario, debiendo dar cuenta de tales obras previamente a quien represente a la
comunidad.
En el resto del inmueble no podrá realizar alteración alguna y si advirtiere la necesidad
de reparaciones urgentes deberá comunicarlo sin dilación al administrador.
2. Al propietario y al ocupante del piso o local no les está permitido desarrollar en él o en
el resto del inmueble actividades prohibidas en los estatutos, que resulten dañosas para la
finca o que contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas,
insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas.
El presidente de la comunidad, a iniciativa propia o de cualquiera de los propietarios u
ocupantes, requerirá a quien realice las actividades prohibidas por este apartado la
inmediata cesación de las mismas, bajo apercibimiento de iniciar las acciones judiciales
procedentes.
Si el infractor persistiere en su conducta el Presidente, previa autorización de la Junta de
propietarios, debidamente convocada al efecto, podrá entablar contra él acción de cesación
que, en lo no previsto expresamente por este artículo, se sustanciará a través del juicio
ordinario.
Presentada la demanda, acompañada de la acreditación del requerimiento fehaciente al
infractor y de la certificación del acuerdo adoptado por la Junta de propietarios, el juez podrá
acordar con carácter cautelar la cesación inmediata de la actividad prohibida, bajo
apercibimiento de incurrir en delito de desobediencia. Podrá adoptar asimismo cuantas
medidas cautelares fueran precisas para asegurar la efectividad de la orden de cesación. La
demanda habrá de dirigirse contra el propietario y, en su caso, contra el ocupante de la
vivienda o local.
Si la sentencia fuese estimatoria podrá disponer, además de la cesación definitiva de la
actividad prohibida y la indemnización de daños y perjuicios que proceda, la privación del
derecho al uso de la vivienda o local por tiempo no superior a tres años, en función de la
gravedad de la infracción y de los perjuicios ocasionados a la comunidad. Si el infractor no
fuese el propietario, la sentencia podrá declarar extinguidos definitivamente todos sus
derechos relativos a la vivienda o local, así como su inmediato lanzamiento.
– 697 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
Artículo octavo.
(Derogado).
Artículo noveno.
1. Son obligaciones de cada propietario:
a) Respetar las instalaciones generales de la comunidad y demás elementos comunes,
ya sean de uso general o privativo de cualquiera de los propietarios, estén o no incluidos en
su piso o local, haciendo un uso adecuado de los mismos y evitando en todo momento que
se causen daños o desperfectos.
b) Mantener en buen estado de conservación su propio piso o local e instalaciones
privativas, en términos que no perjudiquen a la comunidad o a los otros propietarios,
resarciendo los daños que ocasione por su descuido o el de las personas por quienes deba
responder.
c) Consentir en su vivienda o local las reparaciones que exija el servicio del inmueble y
permitir en él las servidumbres imprescindibles requeridas para la realización de obras,
actuaciones o la creación de servicios comunes llevadas a cabo o acordadas conforme a lo
establecido en la presente Ley, teniendo derecho a que la comunidad le resarza de los
daños y perjuicios ocasionados.
d) Permitir la entrada en su piso o local a los efectos prevenidos en los tres apartados
anteriores.
e) Contribuir, con arreglo a la cuota de participación fijada en el título o a lo
especialmente establecido, a los gastos generales para el adecuado sostenimiento del
inmueble, sus servicios, cargas y responsabilidades que no sean susceptibles de
individualización.
Los créditos a favor de la comunidad derivados de la obligación de contribuir al
sostenimiento de los gastos generales correspondientes a las cuotas imputables a la parte
vencida de la anualidad en curso y los tres años anteriores tienen la condición de preferentes
a efectos del artículo 1.923 del Código Civil y preceden, para su satisfacción, a los citados en
los números 3.º, 4.º y 5.º de dicho precepto, sin perjuicio de la preferencia establecida a
favor de los créditos salariales en el texto refundido de la Ley del Estatuto de los
Trabajadores, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo.
El adquirente de una vivienda o local en régimen de propiedad horizontal, incluso con
título inscrito en el Registro de la Propiedad, responde con el propio inmueble adquirido de
las cantidades adeudadas a la comunidad de propietarios para el sostenimiento de los
gastos generales por los anteriores titulares hasta el límite de los que resulten imputables a
la parte vencida de la anualidad en la cual tenga lugar la adquisición y a los tres años
naturales anteriores. El piso o local estará legalmente afecto al cumplimiento de esta
obligación.
En el instrumento público mediante el que se transmita, por cualquier título, la vivienda o
local el transmitente, deberá declarar hallarse al corriente en el pago de los gastos generales
de la comunidad de propietarios o expresar los que adeude. El transmitente deberá aportar
en este momento certificación sobre el estado de deudas con la comunidad coincidente con
su declaración, sin la cual no podrá autorizarse el otorgamiento del documento público, salvo
que fuese expresamente exonerado de esta obligación por el adquirente. La certificación
será emitida en el plazo máximo de siete días naturales desde su solicitud por quien ejerza
las funciones de secretario, con el visto bueno del presidente, quienes responderán, en caso
de culpa o negligencia, de la exactitud de los datos consignados en la misma y de los
perjuicios causados por el retraso en su emisión.
f) Contribuir, con arreglo a su respectiva cuota de participación, a la dotación del fondo
de reserva que existirá en la comunidad de propietarios para atender las obras de
conservación y reparación de la finca y, en su caso, para las obras de rehabilitación.
El fondo de reserva, cuya titularidad corresponde a todos los efectos a la comunidad,
estará dotado con una cantidad que en ningún caso podrá ser inferior al 5 por ciento de su
último presupuesto ordinario.
– 698 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
Con cargo al fondo de reserva la comunidad podrá suscribir un contrato de seguro que
cubra los daños causados en la finca o bien concluir un contrato de mantenimiento
permanente del inmueble y sus instalaciones generales.
g) Observar la diligencia debida en el uso del inmueble y en sus relaciones con los
demás titulares y responder ante éstos de las infracciones cometidas y de los daños
causados.
h) Comunicar a quien ejerza las funciones de secretario de la comunidad, por cualquier
medio que permita tener constancia de su recepción, el domicilio en España a efectos de
citaciones y notificaciones de toda índole relacionadas con la comunidad. En defecto de esta
comunicación se tendrá por domicilio para citaciones y notificaciones el piso o local
perteneciente a la comunidad, surtiendo plenos efectos jurídicos las entregadas al ocupante
del mismo.
Si intentada una citación o notificación al propietario fuese imposible practicarla en el
lugar prevenido en el párrafo anterior, se entenderá realizada mediante la colocación de la
comunicación correspondiente en el tablón de anuncios de la comunidad, o en lugar visible
de uso general habilitado al efecto, con diligencia expresiva de la fecha y motivos por los que
se procede a esta forma de notificación, firmada por quien ejerza las funciones de secretario
de la comunidad, con el visto bueno del presidente. La notificación practicada de esta forma
producirá plenos efectos jurídicos en el plazo de tres días naturales.
i) Comunicar a quien ejerza las funciones de secretario de la comunidad, por cualquier
medio que permita tener constancia de su recepción, el cambio de titularidad de la vivienda o
local.
Quien incumpliere esta obligación seguirá respondiendo de las deudas con la comunidad
devengadas con posterioridad a la transmisión de forma solidaria con el nuevo titular, sin
perjuicio del derecho de aquél a repetir sobre éste.
Lo dispuesto en el párrafo anterior no será de aplicación cuando cualquiera de los
órganos de gobierno establecidos en el artículo 13 haya tenido conocimiento del cambio de
titularidad de la vivienda o local por cualquier otro medio o por actos concluyentes del nuevo
propietario, o bien cuando dicha transmisión resulte notoria.
2. Para la aplicación de las reglas del apartado anterior se reputarán generales los
gastos que no sean imputables a uno o varios pisos o locales, sin que la no utilización de un
servicio exima del cumplimiento de las obligaciones correspondientes, sin perjuicio de lo
establecido en el artículo 17.4.
Artículo diez.
1. Tendrán carácter obligatorio y no requerirán de acuerdo previo de la Junta de
propietarios, impliquen o no modificación del título constitutivo o de los estatutos, y vengan
impuestas por las Administraciones Públicas o solicitadas a instancia de los propietarios, las
siguientes actuaciones:
a) Los trabajos y las obras que resulten necesarias para el adecuado mantenimiento y
cumplimiento del deber de conservación del inmueble y de sus servicios e instalaciones
comunes, incluyendo en todo caso, las necesarias para satisfacer los requisitos básicos de
seguridad, habitabilidad y accesibilidad universal, así como las condiciones de ornato y
cualesquiera otras derivadas de la imposición, por parte de la Administración, del deber legal
de conservación.
b) Las obras y actuaciones que resulten necesarias para garantizar los ajustes
razonables en materia de accesibilidad universal y, en todo caso, las requeridas a instancia
de los propietarios en cuya vivienda o local vivan, trabajen o presten servicios voluntarios,
personas con discapacidad, o mayores de setenta años, con el objeto de asegurarles un uso
adecuado a sus necesidades de los elementos comunes, así como la instalación de rampas,
ascensores u otros dispositivos mecánicos y electrónicos que favorezcan la orientación o su
comunicación con el exterior, siempre que el importe repercutido anualmente de las mismas,
una vez descontadas las subvenciones o ayudas públicas, no exceda de doce
mensualidades ordinarias de gastos comunes. No eliminará el carácter obligatorio de estas
obras el hecho de que el resto de su coste, más allá de las citadas mensualidades, sea
asumido por quienes las hayan requerido.
– 699 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
Artículo once.
(Derogado).
Artículo doce.
(Derogado).
– 700 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
Artículo trece.
1. Los órganos de gobierno de la comunidad son los siguientes:
a) La Junta de propietarios.
b) El presidente y, en su caso, los vicepresidentes.
c) El secretario.
d) El administrador.
En los estatutos, o por acuerdo mayoritario de la Junta de propietarios, podrán
establecerse otros órganos de gobierno de la comunidad, sin que ello pueda suponer
menoscabo alguno de las funciones y responsabilidades frente a terceros que esta Ley
atribuye a los anteriores.
2. El presidente será nombrado, entre los propietarios, mediante elección o,
subsidiariamente, mediante turno rotatorio o sorteo. El nombramiento será obligatorio, si bien
el propietario designado podrá solicitar su relevo al juez dentro del mes siguiente a su
acceso al cargo, invocando las razones que le asistan para ello. El juez, a través del
procedimiento establecido en el artículo 17.3.ª, resolverá de plano lo procedente, designando
en la misma resolución al propietario que hubiera de sustituir, en su caso, al presidente en el
cargo hasta que se proceda a nueva designación en el plazo que se determine en la
resolución judicial.
Igualmente podrá acudirse al juez cuando, por cualquier causa, fuese imposible para la
Junta designar presidente de la comunidad.
3. El presidente ostentará legalmente la representación de la comunidad, en juicio y
fuera de él, en todos los asuntos que la afecten.
4. La existencia de vicepresidentes será facultativa. Su nombramiento se realizará por el
mismo procedimiento que el establecido para la designación del presidente.
Corresponde al vicepresidente, o a los vicepresidentes por su orden, sustituir al
presidente en los casos de ausencia, vacante o imposibilidad de éste, así como asistirlo en
el ejercicio de sus funciones en los términos que establezca la Junta de propietarios.
5. Las funciones del secretario y del administrador serán ejercidas por el presidente de la
comunidad, salvo que los estatutos o la Junta de propietarios por acuerdo mayoritario,
dispongan la provisión de dichos cargos separadamente de la presidencia.
6. Los cargos de secretario y administrador podrán acumularse en una misma persona o
bien nombrarse independientemente.
El cargo de administrador y, en su caso, el de secretario-administrador podrá ser ejercido
por cualquier propietario, así como por personas físicas con cualificación profesional
suficiente y legalmente reconocida para ejercer dichas funciones. También podrá recaer en
corporaciones y otras personas jurídicas en los términos establecidos en el ordenamiento
jurídico.
7. Salvo que los estatutos de la comunidad dispongan lo contrario, el nombramiento de
los órganos de gobierno se hará por el plazo de un año.
Los designados podrán ser removidos de su cargo antes de la expiración del mandato
por acuerdo de la Junta de propietarios, convocada en sesión extraordinaria.
8. Cuando el número de propietarios de viviendas o locales en un edificio no exceda de
cuatro podrán acogerse al régimen de administración del artículo 398 del Código Civil, si
expresamente lo establecen los estatutos.
Artículo catorce.
Corresponde a la Junta de propietarios:
a) Nombrar y remover a las personas que ejerzan los cargos mencionados en el artículo
anterior y resolver las reclamaciones que los titulares de los pisos o locales formulen contra
la actuación de aquéllos.
b) Aprobar el plan de gastos e ingresos previsibles y las cuentas correspondientes.
c) Aprobar los presupuestos y la ejecución de todas las obras de reparación de la finca,
sean ordinarias o extraordinarias, y ser informada de las medidas urgentes adoptadas por el
administrador de conformidad con lo dispuesto en el artículo 20.c).
d) Aprobar o reformar los estatutos y determinar las normas de régimen interior.
– 701 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
Artículo quince.
1. La asistencia a la Junta de propietarios será personal o por representación legal o
voluntaria, bastando para acreditar ésta un escrito firmado por el propietario.
Si algún piso o local perteneciese «pro indiviso» a diferentes propietarios éstos
nombrarán un representantes para asistir y votar en las juntas.
Si la vivienda o local se hallare en usufructo, la asistencia y el voto corresponderá al
nudo propietario, quien, salvo manifestación en contrario, se entenderá representado por el
usufructuario, debiendo ser expresa la delegación cuando se trate de los acuerdos a que se
refiere la regla primera del artículo 17 o de obras extraordinarias y de mejora.
2. Los propietarios que en el momento de iniciarse la junta no se encontrasen al corriente
en el pago de todas las deudas vencidas con la comunidad y no hubiesen impugnado
judicialmente las mismas o procedido a la consignación judicial o notarial de la suma
adeudada, podrán participar en sus deliberaciones si bien no tendrán derecho de voto. El
acta de la Junta reflejará los propietarios privados del derecho de voto, cuya persona y cuota
de participación en la comunidad no será computada a efectos de alcanzar las mayorías
exigidas en esta Ley.
Artículo dieciséis.
1. La Junta de propietarios se reunirá por lo menos una vez al año para aprobar los
presupuestos y cuentas y en las demás ocasiones que lo considere conveniente el
presidente o lo pidan la cuarta parte de los propietarios, o un número de éstos que
representen al menos el 25 por 100 de las cuotas de participación.
2. La convocatoria de las Juntas la hará el presidente y, en su defecto, los promotores de
la reunión, con indicación de los asuntos a tratar, el lugar, día y hora en que se celebrará en
primera o, en su caso, en segunda convocatoria, practicándose las citaciones en la forma
establecida en el artículo 9. La convocatoria contendrá una relación de los propietarios que
no estén al corriente en el pago de las deudas vencidas a la comunidad y advertirá de la
privación del derecho de voto si se dan los supuestos previstos en el artículo 15.2.
Cualquier propietario podrá pedir que la Junta de propietarios estudie y se pronuncie
sobre cualquier tema de interés para la comunidad; a tal efecto dirigirá escrito, en el que
especifique claramente los asuntos que pide sean tratados, al presidente, el cual los incluirá
en el orden del día de la siguiente Junta que se celebre.
Si a la reunión de la Junta no concurriesen, en primera convocatoria, la mayoría de los
propietarios que representen, a su vez, la mayoría de las cuotas de participación se
procederá a una segunda convocatoria de la misma, esta vez sin sujeción a "quórum".
La Junta se reunirá en segunda convocatoria en el lugar, día y hora indicados en la
primera citación, pudiendo celebrarse el mismo día si hubiese transcurrido media hora desde
la anterior. En su defecto, será nuevamente convocada, conforme a los requisitos
establecidos en este artículo, dentro de los ocho días naturales siguientes a la Junta no
celebrada, cursándose en este caso las citaciones con una antelación mínima de tres días.
3. La citación para la Junta ordinaria anual se hará, cuando menos, con seis días de
antelación, y para las extraordinarias, con la que sea posible para que pueda llegar a
conocimiento de todos los interesados. La Junta podrá reunirse válidamente aun sin la
convocatoria del presidente, siempre que concurran la totalidad de los propietarios y así lo
decidan.
Artículo diecisiete.
Los acuerdos de la Junta de propietarios se sujetarán a las siguientes reglas:
1. La instalación de las infraestructuras comunes para el acceso a los servicios de
telecomunicación regulados en el Real Decreto-ley 1/1998, de 27 de febrero, sobre
infraestructuras comunes en los edificios para el acceso a los servicios de telecomunicación,
o la adaptación de los existentes, así como la instalación de sistemas comunes o privativos,
de aprovechamiento de energías renovables, o bien de las infraestructuras necesarias para
– 702 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
– 703 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
Artículo dieciocho.
1. Los acuerdos de la Junta de Propietarios serán impugnables ante los tribunales de
conformidad con lo establecido en la legislación procesal general, en los siguientes
supuestos:
a) Cuando sean contrarios a la ley o a los estatutos de la comunidad de propietarios.
b) Cuando resulten gravemente lesivos para los intereses de la propia comunidad en
beneficio de uno o varios propietarios.
c) Cuando supongan un grave perjuicio para algún propietario que no tenga obligación
jurídica de soportarlo o se hayan adoptado con abuso de derecho.
2. Estarán legitimados para la impugnación de estos acuerdos los propietarios que
hubiesen salvado su voto en la Junta, los ausentes por cualquier causa y los que
indebidamente hubiesen sido privados de su derecho de voto. Para impugnar los acuerdos
de la Junta el propietario deberá estar al corriente en el pago de la totalidad de las deudas
vencidas con la comunidad o proceder previamente a la consignación judicial de las mismas.
Esta regla no será de aplicación para la impugnación de los acuerdos de la Junta relativos al
establecimiento o alteración de las cuotas de participación a que se refiere el artículo 9 entre
los propietarios.
3. La acción caducará a los tres meses de adoptarse el acuerdo por la Junta de
propietarios, salvo que se trate de actos contrarios a la ley o a los estatutos, en cuyo caso la
acción caducará al año. Para los propietarios ausentes dicho plazo se computará a partir de
la comunicación del acuerdo conforme al procedimiento establecido en el artículo 9.
4. La impugnación de los acuerdos de la Junta no suspenderá su ejecución, salvo que el
juez así lo disponga con carácter cautelar, a solicitud del demandante, oída la comunidad de
propietarios.
– 704 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
Artículo diecinueve.
1. Los acuerdos de la Junta de propietarios se reflejarán en un libro de actas diligenciado
por el Registrador de la Propiedad en la forma que reglamentariamente se disponga.
2. El acta de cada reunión de la Junta de propietarios deberá expresar, al menos, las
siguientes circunstancias:
a) La fecha y el lugar de celebración.
b) El autor de la convocatoria y, en su caso, los propietarios que la hubiesen promovido.
c) Su carácter ordinario o extraordinario y la indicación sobre su celebración en primera o
segunda convocatoria.
d) Relación de todos los asistentes y sus respectivos cargos, así como de los
propietarios representados, con indicación, en todo caso, de sus cuotas de participación.
e) El orden del día de la reunión.
f) Los acuerdos adoptados, con indicación, en caso de que ello fuera relevante para la
validez del acuerdo, de los nombres de los propietarios que hubieren votado a favor y en
contra de los mismos, así como de las cuotas de participación que respectivamente
representen.
3. El acta deberá cerrarse con las firmas del presidente y del secretario al terminar la
reunión o dentro de los diez días naturales siguientes. Desde su cierre los acuerdos serán
ejecutivos, salvo que la Ley previere lo contrario.
El acta de las reuniones se remitirá a los propietarios de acuerdo con el procedimiento
establecido en el artículo 9.
Serán subsanables los defectos o errores del acta siempre que la misma exprese
inequívocamente la fecha y lugar de celebración, los propietarios asistentes, presentes o
representados, y los acuerdos adoptados, con indicación de los votos a favor y en contra, así
como las cuotas de participación que respectivamente suponga y se encuentre firmada por
el presidente y el secretario. Dicha subsanación deberá efectuarse antes de la siguiente
reunión de la Junta de propietarios, que deberá ratificar la subsanación.
4. El secretario custodiará los libros de actas de la Junta de propietarios. Asimismo
deberá conservar, durante el plazo de cinco años, las convocatorias, comunicaciones,
apoderamientos y demás documentos relevantes de las reuniones.
Artículo veinte.
1. Corresponde al administrador:
a) Velar por el buen régimen de la casa, sus instalaciones y servicios, y hacer a estos
efectos las oportunas advertencias y apercibimientos a los titulares.
b) Preparar con la debida antelación y someter a la Junta el plan de gastos previsibles,
proponiendo los medios necesarios para hacer frente a los mismos.
c) Atender a la conservación y entretenimiento de la casa, disponiendo las reparaciones
y medidas que resulten urgentes, dando inmediata cuenta de ellas al presidente o, en su
caso, a los propietarios.
d) Ejecutar los acuerdos adoptados en materia de obras y efectuar los pagos y realizar
los cobros que sean procedentes.
e) Actuar, en su caso, como secretario de la Junta y custodiar a disposición de los
titulares la documentación de la comunidad.
f) Todas las demás atribuciones que se confieran por la Junta.
Artículo veintiuno.
1. Las obligaciones a que se refieren los apartados e) y f) del artículo 9 deberán
cumplirse por el propietario de la vivienda o local en el tiempo y forma determinados por la
Junta. En caso contrario, el presidente o el administrador, si así lo acordase la junta de
propietarios, podrá exigirlo judicialmente a través del proceso monitorio.
2. La utilización del procedimiento monitorio requerirá la previa certificación del acuerdo
de la Junta aprobando la liquidación de la deuda con la comunidad de propietarios por quien
actúe como secretario de la misma, con el visto bueno del presidente, siempre que tal
– 705 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
Artículo veintidós.
1. La comunidad de propietarios responderá de sus deudas frente a terceros con todos
los fondos y créditos a su favor. Subsidiariamente y previo requerimiento de pago al
propietario respectivo, el acreedor podrá dirigirse contra cada propietario que hubiese sido
parte en el correspondiente proceso por la cuota que le corresponda en el importe
insatisfecho.
2. Cualquier propietario podrá oponerse a la ejecución si acredita que se encuentra al
corriente en el pago de la totalidad de las deudas vencidas con la comunidad en el momento
de formularse el requerimiento a que se refiere el apartado anterior.
Si el deudor pagase en el acto de requerimiento, serán de su cargo las costas causadas
hasta ese momento en la parte proporcional que le corresponda.
Artículo veintitrés.
El régimen de propiedad horizontal se extingue:
Primero. Por la destrucción del edificio, salvo pacto en contrario. Se estimará producida
aquélla cuando el coste de la reconstrucción exceda del cincuenta por ciento del valor de la
finca al tiempo de ocurrir el siniestro, a menos que el exceso de dicho coste esté cubierto por
un seguro.
Segundo. Por conversión en propiedad o copropiedad ordinarias.
CAPÍTULO III
Del régimen de los complejos inmobiliarios privados
Artículo veinticuatro.
1. El régimen especial de propiedad establecido en el artículo 396 del Código Civil será
aplicable aquellos complejos inmobiliarios privados que reúnan los siguientes requisitos:
– 706 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
a) Estar integrados por dos o más edificaciones o parcelas independientes entre sí cuyo
destino principal sea la vivienda o locales.
b) Participar los titulares de estos inmuebles, o de las viviendas o locales en que se
encuentren divididos horizontalmente, con carácter inherente a dicho derecho, en una
copropiedad indivisible sobre otros elementos inmobiliarios, viales, instalaciones o servicios.
2. Los complejos inmobiliarios privados a que se refiere el apartado anterior podrán:
a) Constituirse en una sola comunidad de propietarios a través de cualquiera de los
procedimientos establecidos en el párrafo segundo del artículo 5. En este caso quedarán
sometidos a las disposiciones de esta Ley, que les resultarán íntegramente de aplicación.
b) Constituirse en una agrupación de comunidades de propietarios. A tal efecto, se
requerirá que el título constitutivo de la nueva comunidad agrupada sea otorgado por el
propietario único del complejo o por los presidentes de todas las comunidades llamadas a
integrar aquélla, previamente autorizadas por acuerdo mayoritario de sus respectivas Juntas
de propietarios. El título constitutivo contendrá la descripción del complejo inmobiliario en su
conjunto y de los elementos, viales, instalaciones y servicios comunes. Asimismo fijará la
cuota de participación de cada una de las comunidades integradas, las cuales responderán
conjuntamente de su obligación de contribuir al sostenimiento de los gastos generales de la
comunidad agrupada. El título y los estatutos de la comunidad agrupada serán inscribibles
en el Registro de la Propiedad.
3. La agrupación de comunidades a que se refiere el apartado anterior gozará, a todos
los efectos, de la misma situación jurídica que las comunidades de propietarios y se regirá
por las disposiciones de esta Ley, con las siguientes especialidades:
a) La Junta de propietarios estará compuesta, salvo acuerdo en contrario, por los
presidentes de las comunidades integradas en la agrupación, los cuales ostentarán la
representación del conjunto de los propietarios de cada comunidad.
b) La adopción de acuerdos para los que la ley requiera mayorías cualificadas exigirá, en
todo caso, la previa obtención de la mayoría de que se trate en cada una de las Juntas de
propietarios de las comunidades que integran la agrupación.
c) Salvo acuerdo en contrario de la Junta no será aplicable a la comunidad agrupada lo
dispuesto en el artículo 9 de esta Ley sobre el fondo de reserva.
La competencia de los órganos de gobierno de la comunidad agrupada únicamente se
extiende a los elementos inmobiliarios, viales, instalaciones y servicios comunes. Sus
acuerdos no podrá menoscabar en ningún caso las facultades que corresponden a los
órganos de gobierno de las comunidades de propietarios integradas en la agrupación de
comunidades.
4. A los complejos inmobiliarios privados que no adopten ninguna de las formas jurídicas
señaladas en el apartado 2 les serán aplicables, supletoriamente respecto de los pactos que
establezcan entre sí los copropietarios, las disposiciones de esta Ley, con las mismas
especialidades señaladas en el apartado anterior.
DISPOSICIÓN ADICIONAL
1. Sin perjuicio de las disposiciones que en uso de sus competencias adopten las
Comunidades Autónomas, la constitución del fondo de reserva regulado en el artículo 9.1.f)
se ajustará a las siguientes reglas:
a) El fondo deberá constituirse en el momento de aprobarse por la Junta de propietarios
el presupuesto ordinario de la comunidad correspondiente al ejercicio anual inmediatamente
posterior a la entrada en vigor de la presente disposición.
Las nuevas comunidades de propietarios constituirán el fondo de reserva al aprobar su
primer presupuesto ordinario.
b) En el momento de su constitución el fondo estará dotado con una cantidad no inferior
al 2,5 por 100 del presupuesto ordinario de la comunidad. A tal efecto, los propietarios
deberán efectuar previamente las aportaciones necesarias en función de su respectiva cuota
de participación.
– 707 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 7 Ley de propiedad horizontal
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Primera.
La presente ley regirá todas las comunidades de propietarios, cualquiera que sea el
momento en que fueron creadas y el contenido de sus estatutos, que no podrán ser
aplicados en contradicción con lo establecido en la misma.
En el plazo de dos años, a contar desde la publicación de esta ley en el «Boletín Oficial
del Estado», las comunidades de propietarios deberán adaptar sus estatutos a lo dispuesto
en ella en lo que estuvieren en contradicción con sus preceptos.
Transcurridos los dos años, cualquiera de los propietarios podrá instar judicialmente la
adaptación prevenida en la presente disposición por el procedimiento señalado en el número
segundo del artículo dieciséis.
Segunda.
En los actuales estatutos reguladores de la propiedad por pisos, en los que esté
establecido el derecho de tanteo y retracto en favor de los propietarios, se entenderán los
mismos modificados en el sentido de quedar sin eficacia tal derecho, salvo que, en nueva
junta, y por mayoría que represente, al menos, el 80 por 100 de los titulares, se acordaré el
mantenimiento de los citados derechos de tanteo y retracto en favor de los miembros de la
comunidad.
DISPOSICIÓN FINAL
Quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a lo establecido en esta ley.
– 708 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§8
JUAN CARLOS I
REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
Ley.
PREAMBULO
1
El régimen jurídico de los arrendamientos urbanos se encuentra en la actualidad
regulado por el texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964, aprobado por
el Decreto 4104/1964, de 24 de diciembre.
Los principios que inspiraron la reforma de la legislación arrendaticia llevada a cabo en
1964, según reza la Exposición de Motivos de la Ley 40/1964, fueron los de atemperar el
movimiento liberalizador de la propiedad urbana a las circunstancias económicas del país y a
las exigencias de la justicia. Sin embargo, el texto refundido no llegó a alcanzar sus objetivos
de desbloquear la situación de las rentas congeladas. El citado texto consagró, además, un
régimen de subrogaciones, tanto ínter vivos como mortis causa, favorable a los intereses del
arrendatario.
Ambas circunstancias determinaron un marco normativo que la práctica ha puesto de
manifiesto que fomentaba escasamente la utilización del instituto arrendaticio.
Ante estas circunstancias, el Real Decreto-ley 2/1985, de 30 de abril, sobre Medidas de
Política Económica, introdujo dos modificaciones en la regulación del régimen de los
arrendamientos urbanos que han tenido un enorme impacto en el desarrollo posterior de
este sector. Estas modificaciones fueron la libertad para la transformación de viviendas en
locales de negocio y la libertad para pactar la duración del contrato, suprimiendo el carácter
obligatorio de la prórroga forzosa en los contratos de arrendamientos urbanos.
El Real Decreto-ley 2/1985 ha tenido resultados mixtos. Por un lado, ha permitido que la
tendencia a la disminución en el porcentaje de viviendas alquiladas que se estaba
produciendo a principios de la década de los ochenta se detuviera, aunque no ha podido
revertir sustancialmente el signo de la tendencia. Por otro lado, sin embargo, ha generado
– 709 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
2
La regulación de los arrendamientos de vivienda presenta novedades significativas,
fundamentalmente en relación con su duración. En este sentido, se ha optado por establecer
un plazo mínimo de duración del contrato de cinco años, por entender que un plazo de estas
características permite una cierta estabilidad para las unidades familiares que les posibilita
contemplar al arrendamiento como alternativa válida a la propiedad. Al mismo tiempo, no es
un plazo excesivo que pudiera constituir un freno para que tanto los propietarios privados
como los promotores empresariales sitúen viviendas en este mercado.
Este plazo mínimo de duración se articula a partir del libre pacto entre las partes sobre la
duración inicial del contrato más un sistema de prórrogas anuales obligatorias hasta alcanzar
el mínimo de cinco años de duración, si el pacto inicial hubiera sido por un plazo inferior.
Se introduce también en la ley un mecanismo de prórroga tácita, transcurrido como
mínimo el plazo de garantía de cinco años, que da lugar a un nuevo plazo articulado,
asimismo, sobre períodos anuales, de tres años.
El reconocimiento de la existencia de situaciones que exigen plazos inferiores de
duración ha hecho que la ley prevea esta posibilidad, aunque vinculada en exclusiva a la
necesidad, conocida al tiempo de la celebración del contrato, de recuperar el uso de la
vivienda arrendada para domicilio del propio arrendador.
El establecimiento de un plazo de duración limitado permite mitigar el impacto que el
instituto de las subrogaciones pudiera tener sobre el equilibrio de las prestaciones. En la
medida en que el derecho de las personas subrogadas a continuar en el uso de la vivienda
– 710 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
3
La ley abandona la distinción tradicional entre arrendamientos de vivienda y
arrendamientos de locales de negocio y asimilados para diferenciar entre arrendamientos de
vivienda, que son aquellos dedicados a satisfacer la necesidad de vivienda permanente del
arrendatario, su cónyuge o sus hijos dependientes, y arrendamientos para usos distintos al
de vivienda, categoría ésta que engloba los arrendamientos de segunda residencia, los de
temporada, los tradicionales de local de negocio y los asimilados a éstos.
Este nuevo categorismo se asienta en la idea de conceder medidas de protección al
arrendatario sólo allí donde la finalidad del arrendamiento sea la satisfacción de la necesidad
de vivienda del individuo y de su familia, pero no en otros supuestos en los que se satisfagan
necesidades económicas, recreativas o administrativas.
Para ello, en la regulación de los arrendamientos para uso distinto al de vivienda, la ley
opta por dejar al libre pacto de las partes todos los elementos del contrato, configurándose
una regulación supletoria del libre pacto que también permite un amplio recurso al régimen
del Código Civil.
Se regulan así, con carácter supletorio de la voluntad expresa de arrendador y
arrendatario, el régimen de obligaciones de conservación y obras, el derecho de adquisición
preferente, el de traspaso y las subrogaciones mortis causa, aunque limitadas al cónyuge e
hijos del arrendatario que continúen la actividad.
– 711 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
4
La fianza arrendaticia mantiene su carácter obligatorio, tanto en vivienda como en uso
distinto, fijándose su cuantía en una o dos mensualidades de renta, según sea
arrendamiento de vivienda o de uso distinto. Al mismo tiempo se permite a las Comunidades
Autónomas con competencias en materia de vivienda que regulen su depósito obligatorio en
favor de la propia Comunidad, ya que los rendimientos generados por estos fondos se han
revelado como una importante fuente de financiación de las políticas autonómicas de
vivienda, que se considera debe de mantenerse.
5
En la regulación de los procesos arrendaticios se establece que la competencia para
conocer de las controversias corresponde, en todo caso, al Juez de Primera Instancia del
lugar donde esté sita la finca urbana, excluyendo la posibilidad de modificar la competencia
funcional por vía de sumisión expresa o tácita a Juez distinto.
Esto no obsta para recordar la posibilidad de que las partes en la relación jurídica
puedan pactar, para la solución de sus conflictos, la utilización del procedimiento arbitral.
La tramitación de los procesos arrendaticios se defiere al juicio de cognición, haciendo
salvedad expresa de los supuestos de aplicación del juicio de desahucio y del juicio verbal
cuando se ejecuten, en este último caso, acciones para determinar rentas o importes que
corresponda abonar al arrendatario.
Se regulan, asimismo, las condiciones en las que el arrendatario podrá enervar la acción
en los desahucios promovidos por la falta de pago de cantidades debidas por virtud de la
relación arrendaticia. Esta regulación matiza de forma significativa las posibilidades de
enervación y rehabilitación contenidas en el texto refundido de 1964.
En los supuestos de acumulación de acciones se ha establecido, junto a la regulación
tradicional, la posibilidad de acumulación que asiste a los arrendatarios cuando las acciones
ejercitadas se funden en hechos comunes y se dirijan contra el mismo arrendador. También
se permite a éste en los supuestos de resolución del contrato por falta de pago, el ejercicio
acumulado y simultáneo de la acción de resolución del contrato y la reclamación de las
cantidades adeudadas.
Por último, y como novedad más significativa de la ley en materia procesal, se establece
la regulación del recurso de casación en materia arrendaticia por entender que la materia,
dada su importancia y la trascendencia de los cambios normativos que esta norma introduce,
debe poder ser objeto de una doctrina jurisprudencial elaborada en sede del Tribunal
Supremo. Como notas más características del recurso de casación pueden señalarse las
siguientes: sólo serán susceptibles de dicho recurso las sentencias dictadas en los procesos
seguidos por los trámites del juicio de cognición, siempre que las sentencias de primera y
segunda instancia no sean conformes, y la renta de los contratos se encuentre por debajo de
los límites que por ley se consagran.
6
Por lo que se refiere a los contratos existentes a la entrada en vigor de esta ley, los
celebrados al amparo del Real Decreto-ley 2/1985 no presentan una especial problemática
puesto que ha sido la libre voluntad de las partes la que ha determinado el régimen de la
relación en lo que a duración y renta se refiere. Por ello, estos contratos continuarán hasta
su extinción sometidos al mismo régimen al que hasta ahora lo venían estando. En ese
momento, la nueva relación arrendaticia que se pueda constituir sobre la finca quedará
sujeta a la nueva normativa. De esta regulación no quedan exceptuados los contratos que,
– 712 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
– 713 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
arrendamientos en los que se desarrollan actividades con un potencial económico tal que
coloquen a los titulares de estos contratos en posiciones de equilibrio respecto de los
arrendadores a la hora de negociar nuevas condiciones arrendaticias.
En cuanto a la renta pagada en estos contratos, se reproduce el esquema de revisión
establecido para los arrendamientos de viviendas, graduando temporalmente el ritmo de la
revisión en función de las categorías antes expuestas.
Para favorecer la continuidad de los arrendatarios, la ley regula una figura de nueva
creación que es el derecho de arrendamiento preferente, que concede al arrendatario un
derecho preferente a continuar en el uso del local arrendado al tiempo de la extinción del
contrato, frente a cualquier tercero en condiciones de mercado.
Asimismo, se estipula un derecho indemnizatorio en caso de no continuar en el uso del
local arrendado cuando otra persona, sea el propietario o sea un nuevo arrendatario, pueda
beneficiarse de la clientela generada por la actividad del antiguo arrendatario.
En cuanto a los arrendamientos asimilados, tanto al inquilinato como al local de negocio,
se les da un tratamiento similar al de los arrendamientos de local de negocio, en materia de
duración y de régimen de renta.
TÍTULO I
Ámbito de la ley
– 714 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
TÍTULO II
De los arrendamientos de vivienda
CAPÍTULO I
Normas generales
– 715 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
CAPÍTULO II
De la duración del contrato
– 716 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
estará a lo dispuesto en el citado artículo 1.571 del Código Civil, además de que
corresponda indemnizar los daños y perjuicios causados.
– 717 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
– 718 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
en el apartado anterior, salvo en que los padres septuagenarios serán preferidos a los
descendientes. Entre los descendientes y entre los ascendientes, tendrá preferencia el más
próximo en grado, y entre los hermanos, el de doble vínculo sobre el medio hermano.
Los casos de igualdad se resolverán en favor de quien tuviera una minusvalía igual o
superior al 65 por 100; en defecto de esta situación, de quien tuviera mayores cargas
familiares y, en última instancia, en favor del descendiente de menor edad, el ascendiente de
mayor edad o el hermano más joven.
3. El arrendamiento se extinguirá si en el plazo de tres meses desde la muerte del
arrendatario el arrendador no recibe notificación por escrito del hecho del fallecimiento, con
certificado registral de defunción, y de la identidad del subrogado, indicando su parentesco
con el fallecido y ofreciendo, en su caso, un principio de prueba de que cumple los requisitos
legales para subrogarse. Si la extinción se produce, todos los que pudieran suceder al
arrendatario, salvo los que renuncien a su opción notificándolo por escrito al arrendador en el
plazo del mes siguiente al fallecimiento, quedarán solidariamente obligados al pago de la
renta de dichos tres meses.
Si el arrendador recibiera en tiempo y forma varias notificaciones cuyos remitentes
sostengan su condición de beneficiarios de la subrogación, podrá el arrendador
considerarles deudores solidarios de las obligaciones propias del arrendatario, mientras
mantengan su pretensión de subrogarse.
4. En arrendamientos cuya duración inicial sea superior a tres años, las partes podrán
pactar que no haya derecho de subrogación en caso de fallecimiento del arrendatario,
cuando éste tenga lugar transcurridos los tres primeros años de duración del arrendamiento,
o que el arrendamiento se extinga a los tres años cuando el fallecimiento se hubiera
producido con anterioridad.
CAPÍTULO III
De la renta
– 719 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
términos pactados por las partes. En defecto de pacto expreso, el contrato se actualizará
aplicando a la renta correspondiente a la anualidad anterior la variación porcentual
experimentada por el índice general nacional del sistema de índices de precios de consumo
en un período de doce meses inmediatamente anteriores a la fecha de cada actualización,
tomando como mes de referencia para la primera actualización el que corresponda al último
índice que estuviera publicado en la fecha de celebración del contrato, y en las sucesivas, el
que corresponda al último aplicado.
2. La renta actualizada será exigible al arrendatario a partir del mes siguiente a aquel en
que la parte interesada lo notifique a la otra parte por escrito, expresando el porcentaje de
alteración aplicado y acompañando, si el arrendatario lo exigiera, la oportuna certificación del
Instituto Nacional de Estadística.
Será válida la notificación efectuada por nota en el recibo de la mensualidad del pago
precedente.
– 720 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
CAPÍTULO IV
De los derechos y obligaciones de las partes
– 721 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
– 722 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
CAPÍTULO V
De la suspensión, resolución y extinción del contrato
– 723 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
TÍTULO III
De los arrendamientos para uso distinto del de vivienda
– 724 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
la pérdida de clientela ocurrida con respecto a la que tuviera en el local anterior, calculada
con respecto a la habida durante los seis primeros meses de la nueva actividad.
2. Si el arrendatario iniciara dentro de los seis meses siguientes a la extinción del
arrendamiento una actividad diferente o no iniciara actividad alguna, y el arrendador o un
tercero desarrollan en la finca dentro del mismo plazo la misma actividad o una afín a la
desarrollada por el arrendatario, la indemnización será de una mensualidad por año de
duración del contrato, con un máximo de dieciocho mensualidades.
Se considerarán afines las actividades típicamente aptas para beneficiarse, aunque sólo
en parte de la clientela captada por la actividad que ejerció el arrendatario.
En caso de falta de acuerdo entre las partes sobre la cuantía de la indemnización, la
misma será fijada por el árbitro designado por aquéllas.
TÍTULO IV
Disposiciones comunes
Artículo 36. Fianza.
1. A la celebración del contrato será obligatoria la exigencia y prestación de fianza en
metálico en cantidad equivalente a una mensualidad de renta en el arrendamiento de
viviendas y de dos en el arrendamiento para uso distinto del de vivienda.
2. Durante los tres primeros años de duración del contrato, la fianza no estará sujeta a
actualización. Pero cada vez que el arrendamiento se prorrogue, el arrendador podrá exigir
que la fianza sea incrementada, o el arrendatario que disminuya, hasta hacerse igual a una o
dos mensualidades de la renta vigente, según proceda, al tiempo de la prórroga.
3. La actualización de la fianza durante el período de tiempo en que el plazo pactado
para el arrendamiento exceda de tres años, se regirá por lo estipulado al efecto por las
partes. A falta de pacto específico, lo acordado sobre actualización de la renta se presumirá
querido también para la actualización de la fianza.
4. El saldo de la fianza en metálico que deba ser restituido al arrendatario al final del
arriendo, devengará el interés legal, transcurrido un mes desde la entrega de las llaves por el
mismo sin que se hubiere hecho efectiva dicha restitución.
5. Las partes podrán pactar cualquier tipo de garantía del cumplimiento por el
arrendatario de sus obligaciones arrendaticias adicional a la fianza en metálico.
6. Quedan exceptuadas de la obligación de prestar fianza la Administración General del
Estado, las Administraciones de las Comunidades Autónomas y las entidades que integran
la Administración Local, los organismos autónomos, las entidades públicas empresariales y
demás entes públicos vinculados o dependientes de ellas, y las Mutuas de Accidentes de
Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social en su función pública de
colaboración en la gestión de la Seguridad Social, así como sus Centros y Entidades
Mancomunados, cuando la renta haya de ser satisfecha con cargo a sus respectivos
presupuestos.
– 725 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
TÍTULO V
Procesos arrendaticios
Artículo 38. Competencia.
(Derogado)
Artículo 39. Procedimiento.
(Derogado)
– 726 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
– 727 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
«Artículo 1.687,3.
Las sentencias dictadas por las Audiencias en los juicios de desahucio que no
tengan regulación especial, salvo las dictadas en juicio de desahucio por falta de
pago de la renta, las dictadas en procesos sobre arrendamientos urbanos seguidos
por los trámites del juicio de cognición, en este último supuesto cuando no fuesen
conformes con la dictada en primera instancia, y las recaídas en los juicios de
retracto, cuando en todos los casos alcancen la cuantía requerida para esta clase de
recursos en los declarativos ordinarios.
No obstante, si se tratase de arrendamiento de vivienda bastará con que la
cuantía exceda de 1.500.000 pesetas.
Se entenderá que son conformes la sentencia de apelación y de primera
instancia aunque difieran en lo relativo a la imposición de costas.»
– 728 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
– 729 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
los hijos que conviviesen con él durante los dos años anteriores a su fallecimiento; en
defecto de los anteriores, se podrán subrogar los ascendientes del arrendatario que
estuviesen a su cargo y conviviesen con él con tres años, como mínimo, de antelación a la
fecha de su fallecimiento.
El contrato se extinguirá al fallecimiento del subrogado, salvo que lo fuera un hijo del
arrendatario no afectado por una minusvalía igual o superior al 65 por 100, en cuyo caso se
extinguirá a los dos años o en la fecha en que el subrogado cumpla veinticinco años, si ésta
fuese posterior.
No obstante, si el subrogado fuese el cónyuge y al tiempo de su fallecimiento hubiese
hijos del arrendatario que conviviesen con aquél, podrá haber una ulterior subrogación. En
este caso, el contrato quedará extinguido a los dos años o cuando el hijo alcance la edad de
veinticinco años si esta fecha es posterior, o por su fallecimiento si está afectado por la
minusvalía mencionada en el párrafo anterior.
5. Al fallecimiento de la persona que, a tenor de lo dispuesto en los artículos 24.1 y 58
del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964, se hubiese subrogado en
la posición del inquilino antes de la entrada en vigor de la presente ley, sólo se podrá
subrogar su cónyuge no separado legalmente o de hecho y, en su defecto, los hijos del
arrendatario que habitasen en la vivienda arrendada y hubiesen convivido con él durante los
dos años anteriores a su fallecimiento.
El contrato se extinguirá al fallecimiento del subrogado, salvo que lo fuera un hijo del
arrendatario no afectado por una minusvalía igual o superior al 65 por 100, en cuyo caso se
extinguirá a los dos años o cuando el hijo alcance la edad de veinticinco años si esta fecha
es posterior.
No se autorizan ulteriores subrogaciones.
6. Al fallecimiento de la persona que de acuerdo con el artículo 59 del texto refundido de
la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964 ocupase la vivienda por segunda subrogación no
se autorizan ulteriores subrogaciones.
7. Los derechos reconocidos en los apartados 4 y 5 de esta disposición al cónyuge del
arrendatario, serán también de aplicación respecto de la persona que hubiera venido
conviviendo con el arrendatario de forma permanente en análoga relación de afectividad a la
de cónyuge, con independencia de su orientación sexual, durante, al menos, los dos años
anteriores al tiempo del fallecimiento, salvo que hubieran tenido descendencia en común, en
cuyo caso bastará la mera convivencia.
8. Durante los diez años siguientes a la entrada en vigor de la ley, si la subrogación
prevista en los apartados 4 y 5 anteriores se hubiera producido a favor de hijos mayores de
sesenta y cinco años o que fueren perceptores de prestaciones públicas por jubilación o
invalidez permanente en grado de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez el
contrato se extinguirá por el fallecimiento del hijo subrogado.
9. Corresponde a las personas que ejerciten la subrogación contemplada en los
apartados 4, 5 y 7 de esta disposición probar la condición de convivencia con el arrendatario
fallecido que para cada supuesto proceda.
La condición de convivencia con el arrendatario fallecido deberá ser habitual y darse
necesariamente en la vivienda arrendada.
Serán de aplicación a la subrogación por causa de muerte regulada en los apartados 4 a
7 anteriores, las disposiciones sobre procedimiento y orden de prelación establecidas en el
artículo 16 de la presente ley.
En ningún caso los beneficiarios de una subrogación podrán renunciarla a favor de otro
de distinto grado de prelación.
C) Otros derechos del arrendador.
10. Para las anualidades del contrato que se inicien a partir de la entrada en vigor de
esta ley, el arrendador tendrá los siguientes derechos:
10.1 En el Impuesto sobre el Patrimonio, el valor del inmueble arrendado se determinará
por capitalización al 4 por 100 de la renta devengada, siempre que el resultado sea inferior al
que resultaría de la aplicación de las reglas de valoración de bienes inmuebles previstas en
la Ley del Impuesto sobre el Patrimonio.
– 730 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
10.2 Podrá exigir del arrendatario el total importe de la cuota del Impuesto sobre Bienes
Inmuebles que corresponda al inmueble arrendado. Cuando la cuota no estuviese
individualizada se dividirá en proporción a la superficie de cada vivienda.
10.3 Podrá repercutir en el arrendatario el importe de las obras de reparación necesarias
para mantener la vivienda en estado de servir para el uso convenido, en los términos
resultantes del artículo 108 del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de
1964 o de acuerdo con las reglas siguientes:
1.ª Que la reparación haya sido solicitada por el arrendatario o acordada por resolución
judicial o administrativa firme.
En caso de ser varios los arrendatarios afectados, la solicitud deberá haberse efectuado
por la mayoría de los arrendatarios afectados o, en su caso, por arrendatarios que
representen la mayoría de las cuotas de participación correspondientes a los pisos
afectados.
2.ª Del capital invertido en los gastos realizados, se deducirán los auxilios o ayudas
públicas percibidos por el propietario.
3.ª Al capital invertido se le sumará el importe del interés legal del dinero correspondiente
a dicho capital calculado para un período de cinco años.
4.ª El arrendatario abonará anualmente un importe equivalente al 10 por 100 de la
cantidad referida en la regla anterior, hasta su completo pago.
En el caso de ser varios los arrendatarios afectados, la cantidad referida en la regla
anterior se repartirá entre éstos de acuerdo con los criterios establecidos en el apartado 2
del artículo 19 de la presente ley.
5.ª La cantidad anual pagada por el arrendatario no podrá superar la menor de las dos
cantidades siguientes: cinco veces su renta vigente más las cantidades asimiladas a la
misma o el importe del salario mínimo interprofesional, ambas consideradas en su cómputo
anual.
10.4 Si el arrendador hubiera optado por realizar la repercusión con arreglo a lo
dispuesto en el artículo 108 antes citado, la repercusión se hará de forma proporcional a la
superficie de la finca afectada.
10.5 Podrá repercutir en el arrendatario el importe del coste de los servicios y suministros
que se produzcan a partir de la entrada en vigor de la ley.
Se exceptúa el supuesto en que por pacto expreso entre las partes todos estos gastos
sean por cuenta del arrendador.
D) Actualización de la renta.
11. La renta del contrato podrá ser actualizada a instancia del arrendador previo
requerimiento fehaciente al arrendatario.
Este requerimiento podrá ser realizado en la fecha en que, a partir de la entrada en vigor
de la ley, se cumpla una anualidad de vigencia del contrato.
Efectuado dicho requerimiento, en cada uno de los años en que aplique esta
actualización, el arrendador deberá notificar al arrendatario el importe de la actualización,
acompañando certificación del Instituto Nacional de Estadística expresiva de los índices
determinantes de la cantidad notificada.
La actualización se desarrollará de acuerdo con las siguientes reglas:
1.ª La renta pactada inicialmente en el contrato que dio origen al arrendamiento deberá
mantener, durante cada una de las anualidades en que se desarrolle la actualización, con la
renta actualizada, la misma proporción que el Indice General Nacional del Sistema de
Indices de Precios de Consumo o que el Indice General Nacional o Indice General Urbano
del Sistema de Indices de Costes de la Vida del mes anterior a la fecha del contrato con
respecto al Indice correspondiente al mes anterior a la fecha de actualización.
En los arrendamientos de viviendas comprendidos en el artículo 6.º, 2, del texto
refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964 celebrados con anterioridad al 12
de mayo de 1956, se tomará como renta inicial la revalorizada a que se refiere el artículo
96.10 del citado texto refundido, háyase o no exigido en su día por el arrendador; y, como
índice correspondiente a la fecha del contrato, el del mes de junio de 1964.
– 731 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
Límite
Número de personas
en número de veces
que convivan
el salario mínimo
en la vivienda arrendada
interprofesional
1ó2 2,5
– 732 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
Límite
Número de personas
en número de veces
que convivan
el salario mínimo
en la vivienda arrendada
interprofesional
3ó4 3
Más de 4 3,5
b) En cinco años, cuando la indicada suma sea igual o superior a 5,5 veces el salario
mínimo interprofesional.
En este caso, los porcentajes exigibles de la renta actualizada serán el doble de los
indicados en la letra a) anterior.
10.ª Lo dispuesto en el presente apartado sustituirá a lo dispuesto para los
arrendamientos de vivienda en los números 1 y 4 del artículo 100 del texto refundido de la
Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964.
– 733 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
B) Extinción y subrogación.
2. Los contratos que en la fecha de entrada en vigor de la presente ley se encuentren en
situación de prórroga legal, quedarán extinguidos de acuerdo con lo dispuesto en los
apartados 3 a 4 siguientes.
3. Los arrendamientos cuyo arrendatario fuera una persona fisica se extinguirán por su
jubilación o fallecimiento, salvo que se subrogue su cónyuge y continúe la misma actividad
desarrollada en el local.
En defecto de cónyuge supérstite que continúe la actividad o en caso de haberse
subrogado éste, a su jubilación o fallecimiento, si en ese momento no hubieran transcurrido
veinte años a contar desde la aprobación de la ley, podrá subrogarse en el contrato un
descendiente del arrendatario que continúe la actividad desarrollada en el local. En este
caso, el contrato durará por el número de años suficiente hasta completar veinte años a
contar desde la entrada en vigor de la ley.
La primera subrogación prevista en los párrafos anteriores no podrá tener lugar cuando
ya se hubieran producido en el arrendamiento dos transmisiones de acuerdo con lo previsto
en el artículo 60 del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos. La segunda
subrogación prevista no podrá tener lugar cuando ya se hubiera producido en el
arrendamiento una transmisión de acuerdo con lo previsto en el citado artículo 60.
El arrendatario actual y su cónyuge, si se hubiera subrogado, podrán traspasar el local
de negocio en los términos previstos en el artículo 32 del texto refundido de la Ley de
Arrendamientos Urbanos.
Este traspaso permitirá la continuación del arrendamiento por un mínimo de diez años a
contar desde su realización o por el número de años que quedaren desde el momento en
que se realice el traspaso hasta computar veinte años a contar desde la aprobación de la
ley.
Cuando en los diez años anteriores a la entrada en vigor de la ley se hubiera producido
el traspaso del local de negocio, los plazos contemplados en este apartado se incrementarán
en cinco años.
Se tomará como fecha del traspaso, a los efectos de este apartado, la de la escritura a
que se refiere el artículo 32 del texto refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de
1964.
4. Los arrendamientos de local de negocio cuyo arrendatario sea una persona jurídica se
extinguirán de acuerdo con las reglas siguientes:
1.ª Los arrendamientos de locales en los que se desarrollen actividades comerciales, en
veinte años.
Se consideran actividades comerciales a estos efectos las comprendidas en la División 6
de la tarifa del Impuesto sobre Actividades Económicas.
Se exceptúan los locales cuya superficie sea superior a 2.500 metros cuadrados, en
cuyo caso, la extinción se producirá en cinco años.
2.ª Los arrendamientos de locales en los que se desarrollen actividades distintas de
aquéllas a las que se refiere la regla 1.ª a las que correspondan cuotas según las tarifas del
Impuesto sobre Actividades Económicas:
- De menos de 85.000 pesetas, en veinte años.
- Entre 85.001 y 130.000 pesetas, en quince años.
- Entre 130.001 y 190.000 pesetas, en diez años.
- De más de 190.000 pesetas, en cinco años.
Las cuotas que deben ser tomadas en consideración a los efectos dispuestos en el
presente apartado son las cuotas mínimas municipales o cuotas mínimas según tarifa, que
incluyen, cuando proceda, el complemento de superficie, correspondientes al ejercicio 1994.
En aquellas actividades a las que corresponda una bonificación en la cuota del Impuesto
sobre Actividades Económicas, dicha bonificación se aplicará a la cuota mínima municipal o
cuota mínima según tarifa a los efectos de determinar la cantidad que corresponda.
Los plazos citados en las reglas anteriores se contarán a partir de la entrada en vigor de
la presente ley. Cuando en los diez años anteriores a dicha entrada en vigor se hubiera
producido el traspaso del local de negocio, los plazos de extinción de los contratos se
– 734 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
Actualización a partir
Porcentaje exigible
de la entrada en vigor
de la renta actualizada
de la ley
1.º 10
2.º 20
3.º 35
4.º 60
5.º 100
– 735 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
– 736 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
– 737 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 8 Ley de arrendamientos urbanos
– 738 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§9
JUAN CARLOS I
REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
Ley.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
1. Justificación de la reforma
Los derechos otorgados a los ciudadanos por los artículos 24 y 25 de la Constitución son
corolario evidente de la concepción social o asistencial del Estado Democrático de Derecho,
tal y como ha sido configurado por nuestra Norma Fundamental. En lógica coherencia con
los contenidos de estos preceptos constitucionales, y al objeto de asegurar a todas las
personas el acceso a la tutela judicial efectiva, el artículo 119 del propio texto constitucional
previene que la Justicia será gratuita cuando así lo disponga la ley y, en todo caso, respecto
de quienes acrediten insuficiencia de recursos para litigar. Con todo ello, nuestra Norma
Fundamental diseña un marco constitucional regulador del derecho a la tutela judicial que
incluye, por parte del Estado, una actividad prestacional encaminada a la provisión de los
medios necesarios para hacer que este derecho sea real y efectivo incluso cuando quien
desea ejercerlo carezca de recursos económicos.
Suprimidas por la Ley 25/1986 las tasas judiciales, el núcleo de los costes económicos
derivados del acceso a la tutela judicial viene determinado por la intervención en el mismo,
por imperativo legal, en la mayor parte de las ocasiones, de profesionales especializados en
la defensa y representación de los derechos e intereses legítimos. En efecto, una vez que el
Estado ha renunciado a la percepción de cualquier cantidad por el acceso al aparato judicial,
son los honorarios de abogados, de procuradores y, en su caso, de cualesquiera otros
profesionales, así como el coste de la obtención de las pruebas documentales o periciales
necesarias, los que implican un coste económico inasumible para los ciudadanos que no
disponen de los recursos económicos necesarios para hacerles frente.
La previsión constitucional del artículo 119 ha sido ya objeto de desarrollo por la Ley
Orgánica 6/1985, del Poder Judicial, que en sus artículos 20.2 y 440.2 recoge el mandato
– 739 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
constitucional y remite, para la regulación del sistema de justicia gratuita, a la ley ordinaria.
En virtud de esta reserva de ley, corresponde al legislador ordinario dar cumplimiento a la
encomienda constitucional de que se articule un sistema de justicia gratuita para aquellos
que carezcan de recursos.
2. Vocación unificadora
A esa finalidad responde la presente Ley, cuyo objeto es regular un sistema de justicia
gratuita que permita a los ciudadanos que acrediten insuficiencia de recursos para litigar,
proveerse de los profesionales necesarios para acceder a la tutela judicial efectiva y ver
adecuadamente defendidos sus derechos e intereses legítimos. Se trata, pues, de una ley
cuyos beneficiarios y destinatarios directos son todos los ciudadanos que pretendan acceder
a la tutela judicial efectiva y vean obstaculizado dicho acceso en razón de su situación
económica. La finalidad es, por tanto, garantizar el acceso a la Justicia en condiciones de
igualdad a todos los ciudadanos.
Frente a la dispersa legislación procesal que hasta ahora ha regulado la justicia gratuita,
esta norma viene a unificar en sí misma el nuevo sistema legal de justicia gratuita; así pues,
tal y como fue entendido por la Cámara Baja al aprobar por unanimidad en su sesión
celebrada el 10 de mayo de 1994 la moción consecuencia de interpelación presentada por el
Grupo Parlamentario Federal Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, ratificada por la
Resolución de 9 de febrero de 1995, la presente Ley regula un sistema único, concentrado
en una sola norma, con las lógicas consecuencias de claridad y certeza que redundan, en
definitiva, en un incremento de la seguridad jurídica.
– 740 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
Enjuiciamiento Civil tenía establecido hasta hoy, la extensión del derecho puede llegar a ser
total, incluyendo todas las prestaciones que lo integran.
Sin perjuicio de todo lo anterior, quedará siempre garantizado el derecho de los
interesados a la libre designación de abogado y procurador.
5. Actuación administrativa
A pesar de que la evaluación del cumplimiento de los requisitos para gozar del derecho a
la asistencia jurídica gratuita no es en sentido estricto una función jurisdiccional, así se ha
mantenido tradicionalmente en nuestra legislación procesal.
Lejos de esa concepción, constituye esencial propósito de la Ley la «desjudicialización»
del procedimiento para reconocer el derecho a la asistencia jurídica gratuita, optándose así
por las más modernas pautas que configuran dicha función como una actividad
esencialmente administrativa.
La traslación del reconocimiento del derecho a sede administrativa responde a dos
motivos: en primer término, se descarga a los Juzgados y Tribunales de una tarea que
queda fuera de los márgenes constitucionales del ejercicio de la potestad jurisdiccional y, en
segundo lugar, se agiliza la resolución de las solicitudes de los ciudadanos mediante una
tramitación sumaria y normalizada. El reconocimiento del derecho pasa, por tanto, a
convertirse en una función que descansa sobre el trabajo previo de los Colegios
profesionales, que inician la tramitación ordinaria de las solicitudes, analizan las
pretensiones y acuerdan designaciones o denegaciones provisionales, y, por otra parte,
sobre la actuación de unos nuevos órganos administrativos, las Comisiones de Asistencia
Jurídica Gratuita, como órganos formalmente responsables de la decisión final, y en cuya
composición se hallan representadas las instancias intervinientes en el proceso.
No quiere ello decir que los órganos jurisdiccionales pierdan todo su peso en el
reconocimiento, ya que la Ley garantiza suficientemente el control judicial sobre la aplicación
efectiva del derecho, habilitando a aquéllos para decidir sobre el mismo, en vía de recurso.
6. Financiación pública
Esta meta legal de proporcionar a los ciudadanos que lo precisen un sistema rápido y
eficaz de justicia gratuita se articula, como hasta ahora, sobre la base de un servicio público,
prestado por la Abogacía y la Procuraduría, financiado con fondos igualmente públicos. De
hecho, conforme a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y de
nuestro Tribunal Constitucional, el Estado es el responsable del recto funcionamiento del
servicio por la sola obligación constitucional de proveer a la defensa de quienes carezcan de
recursos; esta jurisprudencia ha dejado claramente establecida la responsabilidad pública en
tal sentido, como deber positivo del Estado de garantizar el derecho de acceso a la Justicia
o, lo que es lo mismo, a la tutela judicial efectiva como derecho fundamental que es.
Ello conduce a la obligación de establecer mecanismos de control que aseguren el
adecuado destino de los fondos públicos asignados al servicio, de tal forma que no se
beneficien de dichos fondos quienes no precisen de asistencia alguna.
Así pues, la Ley fija los criterios básicos de la financiación del servicio, cuyo coste
deberá ser periódicamente evaluado por los poderes públicos, que en todo caso deberán
seguir el principio de que el servicio de asistencia jurídica gratuita esté digna y
suficientemente remunerado, haciéndose efectiva su retribución en plazos razonables. Tanto
lo relativo a la financiación, como las reglas referentes a la prestación y funcionamiento del
servicio se conciben con la flexibilidad y generalidad propias de una norma de rango legal,
que habrán de permitir que su desarrollo por normas de rango inferior facilite el adecuado
ajuste a las cambiantes situaciones económicas y sociales, evitando así la petrificación del
ordenamiento y la consagración en normas con la rigidez legal de materias que, por su
propia naturaleza, son susceptibles de sucesivas transformaciones en muy poco tiempo. Tal
regulación reglamentaria fue llevada a cabo con carácter urgente, y como paso inicial y
transitorio de la actual reforma del sistema de justicia gratuita, mediante el Real Decreto
– 741 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
7. Ordenación competencial
La Ley resulta, en fin, respetuosa con la ordenación competencial que deriva de nuestra
Norma Fundamental y de los Estatutos de Autonomía, explicitando los títulos competenciales
que, de conformidad con las reglas 3.ª, 5.ª, 6.ª y 18.ª del artículo 149.1 de la Constitución
Española, habilitan al Estado para establecer la nueva regulación, y permitiendo que ésta
pueda complementarse con naturalidad con las normas que dicten las Comunidades
Autónomas en ejercicio de sus competencias estatutarias.
CAPÍTULO I
Derecho a la asistencia jurídica gratuita
– 742 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
– 743 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
– 744 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
8. Reducción del 80 por 100 de los derechos arancelarios que correspondan por el
otorgamiento de escrituras públicas y por la obtención de copias y testimonios notariales no
contemplados en el número anterior, cuando tengan relación directa con el proceso y sean
requeridos por el órgano judicial en el curso del mismo, o sirvan para la fundamentación de
la pretensión del beneficiario de la justicia gratuita.
9. Reducción del 80 por 100 de los derechos arancelarios que correspondan por la
obtención de notas, certificaciones, anotaciones, asientos e inscripciones en los Registros de
la Propiedad y Mercantil, cuando tengan relación directa con el proceso y sean requeridos
por el órgano judicial en el curso del mismo, o sirvan para la fundamentación de la
pretensión del beneficiario de la justicia gratuita.
10. Los derechos arancelarios a que se refieren los apartados 8 y 9 de este artículo no
se percibirán cuando el interesado acredite ingresos por debajo del salario mínimo
interprofesional.
CAPÍTULO II
Competencia y procedimiento para el reconocimiento del derecho a la
asistencia jurídica gratuita
– 745 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
– 746 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
– 747 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
– 748 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
del proceso o si la solicitud se realiza con anterioridad a la iniciación del mismo el Juez
Decano competente, a declarar el derecho en su integridad y a requerir a los Colegios
profesionales la designación provisional de abogado y procurador, en su caso. Ello sin
perjuicio de lo que resulte de las eventuales impugnaciones contra tal estimación presunta.
– 749 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
El Secretario judicial comunicará dicha resolución por el medio más rápido posible a los
Colegios de Abogados y de Procuradores, tramitándose a continuación la solicitud según lo
previsto en los artículos precedentes.
CAPÍTULO III
Organización de los servicios de asistencia letrada, defensa y representación
gratuitas
– 750 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
CAPÍTULO IV
Designación de abogado y de procurador de oficio
– 751 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
o sin que el Abogado pida su interrupción por falta de la documentación necesaria para
evaluar la pretensión, éste queda obligado a asumir la defensa.
Salvo lo dispuesto en el artículo anterior, la defensa del acusado o imputado será
obligatoria.
Artículo 33. Tramitación.
1. Solicitada por el abogado la interrupción del plazo previsto en el artículo anterior, por
falta de la documentación necesaria, la Comisión requerirá al interesado para que la
presente en un plazo máximo de diez días.
Transcurrido este plazo sin que el interesado haya presentado dicha documentación, la
Comisión archivará la solicitud.
Presentada la documentación, ésta se aportará al abogado, reanudándose el plazo para
analizar la viabilidad de la pretensión.
Si la Comisión estima que la documentación con la que cuenta el abogado, en el
momento de la solicitud, es suficiente para analizar la viabilidad de la pretensión principal,
inadmitirá la solicitud de interrupción, reanudándose el plazo para formulación de la
insostenibilidad desde la notificación de la resolución de inadmisión.
2. Formulada la insostenibilidad de la pretensión, la Comisión recabará del Colegio de
Abogados un dictamen sobre su viabilidad que deberá emitirse en el plazo de 15 días.
Se solicitará, asimismo, informe fundado del Ministerio Fiscal cuando el dictamen del
Colegio de Abogados coincidiera con el del abogado designado. Dicho informe se emitirá en
el plazo de seis días.
– 752 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
CAPÍTULO V
Subvención y supervisión de los servicios de asistencia jurídica gratuita
Artículo 37. Subvención.
El Ministerio de Justicia e Interior subvencionará, con cargo a sus dotaciones
presupuestarias, la implantación y prestación de los servicios de asistencia jurídica gratuita
por los Colegios de Abogados y de Procuradores.
El importe de la subvención se aplicará fundamentalmente a retribuir las actuaciones
profesionales previstas en los apartados 1 a 3 del artículo 6 de esta Ley, cuando tengan por
destinatarios a quienes hayan obtenido el reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica
gratuita.
– 753 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
CAPÍTULO VI
Régimen disciplinario
CAPÍTULO VII
Aplicación en España de tratados y convenios internacionales sobre asistencia
jurídica gratuita
Artículo 45. Tramitación.
La tramitación de las solicitudes de justicia gratuita a que se refiere el artículo anterior, se
ajustará a las reglas de procedimiento establecidas en esta Ley, con las siguientes
excepciones:
a) El plazo para la impugnación prevista en el artículo 20 será de dos meses.
– 754 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
CAPÍTULO VIII
Asistencia jurídica gratuita en los litigios transfronterizos de la Unión Europea
– 755 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
– 756 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
– 757 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
Artículo 53. Tramitación.
1. Los derechos contemplados en el artículo 52 podrán solicitarse ante el Colegio de
Abogados que corresponda a la residencia habitual o domicilio del solicitante.
Si el Colegio de Abogados estimara que la petición carece de modo manifiesto de
fundamento o no entra dentro del ámbito de aplicación de este Capítulo, se lo notificará al
solicitante en el plazo de cinco días, y trasladará la solicitud a la Comisión de Asistencia
Jurídica Gratuita para que decida de manera definitiva sobre la negativa a remitir la solicitud.
2. Corresponderá al Colegio de Abogados transmitir la solicitud de asistencia jurídica
gratuita a las autoridades receptoras del Estado miembro de la Unión Europea donde se
encuentre el Tribunal competente para el litigio de que se trate. Se remitirá en el plazo de 15
días a partir de la fecha en que la solicitud se encuentre cumplimentada en la lengua o en
una de las lenguas aceptadas por el Estado miembro de la autoridad receptora y también los
documentos acreditativos, traducidos, si fuera necesario, a alguna de dichas lenguas.
3. Sin perjuicio de lo previsto en el apartado anterior, el solicitante podrá beneficiarse de
los derechos contemplados en el artículo 52 y presentar por sí mismo la solicitud de justicia
gratuita ante la autoridad receptora competente del Estado miembro en el que se halle el
Tribunal o en el que deba ejecutarse la resolución.
– 758 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
– 759 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
– 760 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 9 Ley de asistencia jurídica gratuita
– 761 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10
Ministerio de Cultura
«BOE» núm. 97, de 22 de abril de 1996
Última modificación: 31 de diciembre de 2011
Referencia: BOE-A-1996-8930
DISPONGO:
– 762 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
LIBRO I
De los derechos de autor
TÍTULO I
Disposiciones generales
Artículo 2. Contenido.
La propiedad intelectual está integrada por derechos de carácter personal y patrimonial,
que atribuyen al autor la plena disposición y el derecho exclusivo a la explotación de la obra,
sin más limitaciones que las establecidas en la Ley.
Artículo 3. Características.
Los derechos de autor son independientes, compatibles y acumulables con:
1.º La propiedad y otros derechos que tengan por objeto la cosa material a la que está
incorporada la creación intelectual.
2.º Los derechos de propiedad industrial que puedan existir sobre la obra.
3.º Los otros derechos de propiedad intelectual reconocidos en el Libro II de la presente
Ley.
– 763 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
TÍTULO II
Sujeto, objeto y contenido
CAPÍTULO I
Sujetos
– 764 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
CAPÍTULO II
Objeto
Artículo 13. Exclusiones.
No son objeto de propiedad intelectual las disposiciones legales o reglamentarias y sus
correspondientes proyectos, las resoluciones de los órganos jurisdiccionales y los actos,
– 765 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
CAPÍTULO III
Contenido
– 766 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
Artículo 18. Reproducción.
Se entiende por reproducción la fijación directa o indirecta, provisional o permanente, por
cualquier medio y en cualquier forma, de toda la obra o de parte de ella, que permita su
comunicación o la obtención de copias.
Artículo 19. Distribución.
1. Se entiende por distribución la puesta a disposición del público del original o de las
copias de la obra, en un soporte tangible, mediante su venta, alquiler, préstamo o de
cualquier otra forma.
2. Cuando la distribución se efectúe mediante venta u otro título de transmisión de la
propiedad, en el ámbito de la Unión Europea, por el propio titular del derecho o con su
consentimiento, este derecho se agotará con la primera, si bien sólo para las ventas y
transmisiones de propiedad sucesivas que se realicen en dicho ámbito territorial.
3. Se entiende por alquiler la puesta a disposición de los originales y copias de una obra
para su uso por tiempo limitado y con un beneficio económico o comercial directo o indirecto.
Quedan excluidas del concepto de alquiler la puesta a disposición con fines de
exposición, de comunicación pública a partir de fonogramas o de grabaciones audiovisuales,
incluso de fragmentos de unos y otras, y la que se realice para consulta in situ.
4. Se entiende por préstamo la puesta a disposición de originales y copias de una obra
para su uso por tiempo limitado sin beneficio económico o comercial directo ni indirecto
siempre que dicho préstamo se lleve a cabo a través de establecimientos accesibles al
público.
Se entenderá que no existe beneficio económico o comercial directo ni indirecto cuando
el préstamo efectuado por un establecimiento accesible al público dé lugar al pago de una
cantidad que no exceda de lo necesario para cubrir los gastos de funcionamiento. Esta
cantidad no podrá incluir total o parcialmente el importe del derecho de remuneración que
deba satisfacerse a los titulares de derechos de propiedad intelectual conforme a lo
dispuesto por el apartado segundo del artículo 37.
5. Lo dispuesto en este artículo en cuanto al alquiler y al préstamo no se aplicará a los
edificios ni a las obras de artes aplicadas.
– 767 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 768 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
Artículo 21. Transformación.
1. La transformación de una obra comprende su traducción, adaptación y cualquier otra
modificación en su forma de la que se derive una obra diferente.
Cuando se trate de una base de datos a la que hace referencia el artículo 12 de la
presente Ley se considerará también transformación, la reordenación de la misma.
2. Los derechos de propiedad intelectual de la obra resultado de la transformación
corresponderán al autor de esta última, sin perjuicio del derecho del autor de la obra
preexistente de autorizar, durante todo el plazo de protección de sus derechos sobre ésta, la
explotación de esos resultados en cualquier forma y en especial mediante su reproducción,
distribución, comunicación pública o nueva transformación.
– 769 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
TÍTULO III
Duración, límites y salvaguardia de otras disposiciones legales
CAPÍTULO I
Duración
– 770 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
CAPÍTULO II
Límites
– 771 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
cualesquiera otros de la misma clase, citando la fuente y el autor si el trabajo apareció con
firma y siempre que no se hubiese hecho constar en origen la reserva de derechos. Todo
ello sin perjuicio del derecho del autor a percibir la remuneración acordada o, en defecto de
acuerdo, la que se estime equitativa.
Cuando se trate de colaboraciones literarias será necesaria, en todo caso, la oportuna
autorización del autor.
2. Igualmente, se podrán reproducir, distribuir y comunicar las conferencias, alocuciones,
informes ante los Tribunales y otras obras del mismo carácter que se hayan pronunciado en
público, siempre que esas utilizaciones se realicen con el exclusivo fin de informar sobre la
actualidad. Esta última condición no será de aplicación a los discursos pronunciados en
sesiones parlamentarias o de corporaciones públicas. En cualquier caso, queda reservado al
autor el derecho a publicar en colección tales obras.
– 772 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
vez, la comunicación pública autorizada. Para nuevas difusiones de la obra así registrada
será necesaria la cesión del derecho de reproducción y de comunicación pública.
4. Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de lo previsto en el artículo 20
de la presente Ley.
Artículo 39. Parodia.
No será considerada transformación que exija consentimiento del autor la parodia de la
obra divulgada, mientras no implique riesgo de confusión con la misma ni se infiera un daño
a la obra original o a su autor.
– 773 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
CAPÍTULO III
Salvaguardia de aplicación de otras disposiciones legales
TÍTULO IV
Dominio público
TÍTULO V
Transmisión de los derechos
CAPÍTULO I
Disposiciones generales
– 774 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 775 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 776 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
CAPÍTULO II
Contrato de edición
Artículo 58. Concepto.
Por el contrato de edición el autor o sus derechohabientes ceden al editor, mediante
compensación económica, el derecho de reproducir su obra y el de distribuirla. El editor se
obliga a realizar estas operaciones por su cuenta y riesgo en las condiciones pactadas y con
sujeción a lo dispuesto en esta Ley.
– 777 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 778 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
1.º Entregar al editor en debida forma para su reproducción y dentro del plazo convenido
la obra objeto de la edición.
2.º Responder ante el editor de la autoría y originalidad de la obra y del ejercicio pacífico
de los derechos que le hubiese cedido.
3.º Corregir las pruebas de la tirada, salvo pacto en contrario.
Artículo 68. Resolución.
1. Sin perjuicio de las indemnizaciones a que tenga derecho, el autor podrá resolver el
contrato de edición en los casos siguientes:
a) Si el editor no realiza la edición de la obra en el plazo y condiciones convenidos.
b) Si el editor incumple alguna de las obligaciones mencionadas en los apartados 2.º, 4.º
y 5.º del artículo 64, no obstante el requerimiento expreso del autor exigiéndole su
cumplimiento.
c) Si el editor procede a la venta como saldo o a la destrucción de los ejemplares que le
resten de la edición, sin cumplir los requisitos establecidos en el artículo 67 de esta Ley.
d) Si el editor cede indebidamente sus derechos a un tercero.
e) Cuando, previstas varias ediciones y agotada la última realizada, el editor no efectúe
la siguiente edición en el plazo de un año desde que fuese requerido para ello por el autor.
Una edición se considerará agotada a los efectos de este artículo cuando el número de
ejemplares sin vender sea inferior al 5 por 100 del total de la edición y, en todo caso, inferior
a 100.
f) En los supuestos de liquidación o cambio de titularidad de la empresa editorial,
siempre que no se haya iniciado la reproducción de la obra, con devolución, en su caso, de
las cantidades percibidas como anticipo.
2. Cuando por cese de la actividad del editor o a consecuencia de un procedimiento
concursal se suspenda la explotación de la obra, la autoridad judicial, a instancia del autor,
podrá fijar un plazo para que se reanude aquélla, quedando resuelto el contrato de edición si
así no se hiciere.
– 779 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
3.ª Por el transcurso de diez años desde la cesión si la remuneración se hubiera pactado
exclusivamente a tanto alzado de acuerdo con lo establecido en el artículo 46, apartado 2.d),
de esta Ley.
4.ª En todo caso, a los quince años de haber puesto el autor al editor en condiciones de
realizar la reproducción de la obra.
CAPÍTULO III
Contrato de representación teatral y ejecución musical
Artículo 74. Concepto.
Por el contrato regulado en este capítulo, el autor o sus derechohabientes ceden a una
persona natural o jurídica el derecho de representar o ejecutar públicamente una obra
literaria, dramática, musical, dramático-musical, pantomímica o coreográfica, mediante
compensación económica. El cesionario se obliga a llevar a cabo la comunicación pública de
la obra en las condiciones convenidas y con sujeción a lo dispuesto en esta Ley.
– 780 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 781 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
TÍTULO VI
Obras cinematográficas y demás obras audiovisuales
Artículo 86. Concepto.
1. Las disposiciones contenidas en el presente Título serán de aplicación a las obras
cinematográficas y demás obras audiovisuales, entendiendo por tales las creaciones
expresadas mediante una serie de imágenes asociadas, con o sin sonorización incorporada,
que estén destinadas esencialmente a ser mostradas a través de aparatos de proyección o
por cualquier otro medio de comunicación pública de la imagen y del sonido, con
independencia de la naturaleza de los soportes materiales de dichas obras.
2. Todas las obras enunciadas en el presente artículo se denominarán en lo sucesivo
obras audiovisuales.
– 782 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
Artículo 87. Autores.
Son autores de la obra audiovisual en los términos previstos en el artículo 7 de esta Ley:
1. El director-realizador.
2. Los autores del argumento, la adaptación y los del guión o los diálogos.
3. Los autores de las composiciones musicales, con o sin letra, creadas especialmente
para esta obra.
– 783 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
TÍTULO VII
Programas de ordenador
– 784 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 785 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
necesiten tal reproducción deberá disponerse de autorización para ello, que otorgará el
titular del derecho.
b) La traducción, adaptación, arreglo o cualquier otra transformación de un programa de
ordenador y la reproducción de los resultados de tales actos, sin perjuicio de los derechos de
la persona que transforme el programa de ordenador.
c) Cualquier forma de distribución pública incluido el alquiler del programa de ordenador
original o de sus copias.
A tales efectos, cuando se produzca cesión del derecho de uso de un programa de
ordenador, se entenderá, salvo prueba en contrario, que dicha cesión tiene carácter no
exclusivo e intransferible, presumiéndose, asimismo, que lo es para satisfacer únicamente
las necesidades del usuario. La primera venta en la Unión Europea de una copia de un
programa por el titular de los derechos o con su consentimiento, agotará el derecho de
distribución de dicha copia, salvo el derecho de controlar el subsiguiente alquiler del
programa o de una copia del mismo.
– 786 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
legítimos intereses del titular de los derechos o sea contraria a una explotación normal del
programa informático.
LIBRO II
De los otros derechos de propiedad intelectual y de la protección «sui generis»
de las bases de datos
TÍTULO I
Derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes
Artículo 106. Fijación.
1. Corresponde al artista intérprete o ejecutante el derecho exclusivo de autorizar la
fijación de sus actuaciones.
2. Dicha autorización deberá otorgarse por escrito.
– 787 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
Artículo 107. Reproducción.
1. Corresponde al artista intérprete o ejecutante el derecho exclusivo de autorizar la
reproducción, según la definición establecida en el artículo 18, de las fijaciones de sus
actuaciones.
2. Dicha autorización deberá otorgarse por escrito.
3. Este derecho podrá transferirse, cederse o ser objeto de la concesión de licencias
contractuales.
– 788 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
Artículo 109. Distribución.
1. El artista intérprete o ejecutante tiene, respecto de la fijación de sus actuaciones, el
derecho exclusivo de autorizar su distribución, según la definición establecida por el artículo
19.1 de esta Ley. Este derecho podrá transferirse, cederse o ser objeto de concesión de
licencias contractuales.
2. Cuando la distribución se efectúe mediante venta u otro título de transmisión de la
propiedad, en el ámbito de la Unión Europea, por el propio titular del derecho o con su
consentimiento, este derecho se agotará con la primera, si bien sólo para las ventas y
transmisiones de propiedad sucesivas que se realicen en dicho ámbito territorial
3. A los efectos de este Título, se entiende por alquiler de fijaciones de las actuaciones la
puesta a disposición de las mismas para su uso por tiempo limitado y con un beneficio
económico o comercial directo o indirecto.
Quedan excluidas del concepto de alquiler la puesta a disposición con fines de
exposición, de comunicación pública a partir de fonogramas o de grabaciones audiovisuales,
incluso de fragmentos de unos y otras, y la que se realice para consulta «in situ»:
1.º Cuando el artista intérprete o ejecutante celebre individual o colectivamente con un
productor de grabaciones audiovisuales contratos relativos a la producción de las mismas,
se presumirá que, salvo pacto en contrario en el contrato y a salvo del derecho irrenunciable
a la remuneración equitativa a que se refiere el apartado siguiente, ha transferido sus
derechos de alquiler.
2.º El artista intérprete o ejecutante que haya transferido o cedido a un productor de
fonogramas o de grabaciones audiovisuales su derecho de alquiler respecto de un
fonograma, o un original, o una copia de una grabación audiovisual, conservará el derecho
irrenunciable a obtener una remuneración equitativa por el alquiler de los mismos. Tales
remuneraciones serán exigibles de quienes lleven a efecto las operaciones de alquiler al
público de los fonogramas o grabaciones audiovisuales en su condición de
derechohabientes de los titulares de los correspondientes derechos de autorizar dicho
alquiler y se harán efectivas a partir del 1 de enero de 1997.
El derecho contemplado en el párrafo anterior se hará efectivo a través de las entidades
de gestión de los derechos de propiedad intelectual.
4. A los efectos de este Título, se entiende por préstamo de las fijaciones de las
actuaciones la puesta a disposición de las mismas para su uso por tiempo limitado sin
beneficio económico o comercial directo o indirecto, siempre que dicho préstamo se lleve a
cabo a través de establecimientos accesibles al público.
Se entenderá que no existe beneficio económico o comercial directo ni indirecto cuando
el préstamo efectuado por un establecimiento accesible al público dé lugar al pago de una
cantidad que no exceda de lo necesario para cubrir sus gastos de funcionamiento.
Quedan excluidas del concepto de préstamo las operaciones mencionadas en el párrafo
segundo del anterior apartado 3 y las que se efectúen entre establecimientos accesibles al
público.
– 789 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
formalizarse por escrito, valdrá el acuerdo mayoritario de los intérpretes. Esta obligación no
alcanza a los solistas ni a los directores de orquesta o de escena.
TÍTULO II
Derechos de los productores de fonogramas
Artículo 114. Definiciones.
1. Se entiende por fonograma toda fijación exclusivamente sonora de la ejecución de una
obra o de otros sonidos.
2. Es productor de un fonograma la persona natural o jurídica bajo cuya iniciativa y
responsabilidad se realiza por primera vez la mencionada fijación. Si dicha operación se
efectúa en el seno de una empresa, el titular de ésta será considerado productor del
fonograma.
Artículo 115. Reproducción.
Corresponde al productor de fonogramas el derecho exclusivo de autorizar su
reproducción, según la definición establecida en el artículo 18.
Este derecho podrá transferirse, cederse o ser objeto de concesión de licencias
contractuales.
– 790 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
Artículo 117. Distribución.
1. Corresponde al productor de fonogramas el derecho exclusivo de autorizar la
distribución, según la definición establecida en el artículo 19.1 de esta Ley, de los
fonogramas y la de sus copias. Este derecho podrá transferirse, cederse o ser objeto de la
concesión de licencias contractuales.
2. Cuando la distribución se efectúe mediante venta u otro título de transmisión de la
propiedad, en el ámbito de la Unión Europea, por el propio titular del derecho o con su
consentimiento, este derecho se agotará con la primera, si bien sólo para las ventas y
transmisiones de propiedad sucesivas que se realicen en dicho ámbito territorial.
3. Se considera comprendida en el derecho de distribución la facultad de autorizar la
importación y exportación de copias del fonograma con fines de comercialización.
4. A los efectos de este Título, se entiende por alquiler de fonogramas la puesta a
disposición de los mismos para su uso por tiempo limitado y con un beneficio económico o
comercial directo o indirecto.
Quedan excluidas del concepto de alquiler la puesta a disposición con fines de
exposición, de comunicación pública a partir de fonogramas o de fragmentos de éstos, y la
que se realice para consulta «in situ».
5. A los efectos de este Título se entiende por préstamo de fonogramas la puesta a
disposición para su uso, por tiempo limitado, sin beneficio económico o comercial, directo ni
indirecto, siempre que dicho préstamo se lleve a cabo a través de establecimientos
accesibles al público.
Se entenderá que no existe beneficio económico o comercial, directo ni indirecto, cuando
el préstamo efectuado por un establecimiento accesible al público dé lugar al pago de una
cantidad que no exceda de lo necesario para cubrir sus gastos de funcionamiento.
Quedan excluidas del concepto de préstamo las operaciones mencionadas en el párrafo
segundo del anterior apartado 4 y las que se efectúen entre establecimientos accesibles al
público.
– 791 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
Todos los plazos se computarán desde el 1 de enero del año siguiente al momento de la
grabación, publicación o comunicación al público.
TÍTULO III
Derechos de los productores de las grabaciones audiovisuales
Artículo 120. Definiciones.
1. Se entiende por grabaciones audiovisuales las fijaciones de un plano o secuencia de
imágenes, con o sin sonido, sean o no creaciones susceptibles de ser calificadas como
obras audiovisuales en el sentido del artículo 86 de esta Ley.
2. Se entiende por productor de una grabación audiovisual, la persona natural o jurídica
que tenga la iniciativa y asuma la responsabilidad de dicha grabación audiovisual.
Artículo 121. Reproducción.
Corresponde al productor de la primera fijación de una grabación audiovisual el derecho
exclusivo de autorizar la reproducción del original y sus copias, según la definición
establecida en el artículo 18.
Este derecho podrá transferirse, cederse o ser objeto de concesión de licencias
contractuales.
Artículo 123. Distribución.
1. Corresponde al productor de la primera fijación de una grabación audiovisual el
derecho exclusivo de autorizar la distribución, según la definición establecida en el artículo
19.1 de esta Ley, del original y de las copias de la misma. Este derecho podrá transferirse,
cederse o ser objeto de concesión de licencias contractuales.
2. Cuando la distribución se efectúe mediante venta u otro título de transmisión de la
propiedad, en el ámbito de la Unión Europea, por el propio titular del derecho o con su
consentimiento, este derecho se agotará con la primera, si bien sólo para las ventas y
transmisiones de propiedad sucesivas que se realicen en dicho ámbito territorial.
3. A los efectos de este Título, se entiende por alquiler de grabaciones audiovisuales la
puesta a disposición para su uso por tiempo limitado y con un beneficio económico o
comercial directo o indirecto.
Quedan excluidas del concepto de alquiler la puesta a disposición con fines de
exposición, la comunicación pública a partir de la primera fijación de una grabación
audiovisual y sus copias, incluso de fragmentos de una y otras, y la que se realice para
consulta «in situ».
– 792 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
TÍTULO IV
Derechos de las entidades de radiodifusión
– 793 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
TÍTULO V
La protección de las meras fotografías
TÍTULO VI
La protección de determinadas producciones editoriales
TÍTULO VII
Disposiciones comunes a los otros derechos de propiedad intelectual
– 794 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
TÍTULO VIII
Derecho "sui generis" sobre las bases de datos
– 795 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 796 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
LIBRO III
De la protección de los derechos reconocidos en esta Ley
TÍTULO I
Acciones y procedimientos
– 797 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
Artículo 140. Indemnización.
1. La indemnización por daños y perjuicios debida al titular del derecho infringido
comprenderá no sólo el valor de la pérdida que haya sufrido, sino también el de la ganancia
que haya dejado de obtener a causa de la violación de su derecho. La cuantía
indemnizatoria podrá incluir, en su caso, los gastos de investigación en los que se haya
incurrido para obtener pruebas razonables de la comisión de la infracción objeto del
procedimiento judicial.
2. La indemnización por daños y perjuicios se fijará, a elección del perjudicado, conforme
a alguno de los criterios siguientes:
a) Las consecuencias económicas negativas, entre ellas la pérdida de beneficios que
haya sufrido la parte perjudicada y los beneficios que el infractor haya obtenido por la
utilización ilícita.
En el caso de daño moral procederá su indemnización, aun no probada la existencia de
perjuicio económico. Para su valoración se atenderá a las circunstancias de la infracción,
gravedad de la lesión y grado de difusión ilícita de la obra.
b) La cantidad que como remuneración hubiera percibido el perjudicado, si el infractor
hubiera pedido autorización para utilizar el derecho de propiedad intelectual en cuestión.
3. La acción para reclamar los daños y perjuicios a que se refiere este artículo prescribirá
a los cinco años desde que el legitimado pudo ejercitarla.
– 798 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
Artículo 142. Procedimiento.
(Derogado)
TÍTULO II
El Registro de la Propiedad Intelectual
TÍTULO III
Símbolos o indicaciones de la reserva de derechos
– 799 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
TÍTULO IV
Las entidades de gestión de los derechos reconocidos en la Ley
Artículo 147. Requisitos.
Las entidades legalmente constituidas que tengan establecimiento en territorio español y
pretendan dedicarse, en nombre propio o ajeno, a la gestión de derechos de explotación u
otros de carácter patrimonial, por cuenta y en interés de varios autores u otros titulares de
derechos de propiedad intelectual, deberán obtener la oportuna autorización del Ministerio
de Cultura, con objeto de garantizar una adecuada protección de la propiedad intelectual.
Esta autorización habrá de publicarse en el "Boletín Oficial del Estado"».
Estas entidades, a fin de garantizar la protección de la propiedad intelectual, no podrán
tener ánimo de lucro y, en virtud de la autorización, podrán ejercer los derechos de
propiedad intelectual confiados a su gestión y tendrán los derechos y obligaciones que en
este Título se establecen.
Artículo 150. Legitimación.
Las entidades de gestión, una vez autorizadas, estarán legitimadas en los términos que
resulten de sus propios estatutos, para ejercer los derechos confiados a su gestión y
hacerlos valer en toda clase de procedimientos administrativos o judiciales.
Para acreditar dicha legitimación, la entidad de gestión únicamente deberá aportar al
inicio del proceso copia de sus estatutos y certificación acreditativa de su autorización
administrativa. El demandado sólo podrá fundar su oposición en la falta de representación de
la actora, la autorización del titular del derecho exclusivo o el pago de la remuneración
correspondiente.
– 800 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
Artículo 151. Estatutos.
Sin perjuicio de lo que dispongan otras normas que les sean de aplicación, en los
estatutos de las entidades de gestión se hará constar:
1. La denominación, que no podrá ser idéntica a la de otras entidades, ni tan semejante
que pueda inducir a confusiones.
2. El objeto y fines, que será la gestión de los derechos de propiedad intelectual
especificándose aquellos que vayan a administrar.
Asimismo, podrán realizar actividades distintas a la gestión de los derechos de propiedad
intelectual siempre que las mismas estén vinculadas al ámbito cultural de la entidad y se
cumpla el requisito de ausencia de ánimo de lucro establecido en el artículo 147.
3. Las clases de titulares de derechos comprendidos en la gestión y, en su caso, las
distintas categorías de aquéllos a efectos de su participación en la administración de la
entidad.
4. Las condiciones para la adquisición y pérdida de la cualidad de socio. En todo caso,
los socios deberán ser titulares de derechos de los que haya de gestionar la entidad, y el
número de ellos no podrá ser inferior a diez.
5. Los derechos de los socios y, en particular, el régimen de voto, que podrá
establecerse teniendo en cuenta criterios de ponderación que limiten razonablemente el voto
plural. En materia relativa a sanciones de exclusión de socios, el régimen de voto será
igualitario.
6. Los deberes de los socios y su régimen disciplinario.
7. Los órganos de gobierno y representación de la entidad y su respectiva competencia,
así como las normas relativas a la convocatoria, constitución y funcionamiento de los de
carácter colegiado, con prohibición expresa de adoptar acuerdos respecto de los asuntos
que no figuren en el orden del día.
8. El procedimiento de elección de los socios administradores.
9. El patrimonio inicial y los recursos económicos previstos.
10. Las reglas a que han de someterse los sistemas de reparto de la recaudación.
11. El régimen de control de la gestión económica y financiera de la entidad.
12. El destino del patrimonio o activo neto resultante en los supuestos de liquidación de
la entidad que, en ningún caso, podrá ser objeto de reparto entre los socios.
– 801 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 802 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 803 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 804 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
concertados con organizaciones extranjeras de su misma clase, así como los documentos
mencionados en el artículo 156 de esta Ley.
TÍTULO V
Protección de las medidas tecnológicas y de la información para la gestión de
derechos
– 805 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
LIBRO IV
Del ámbito de aplicación de la Ley
Artículo 163. Autores.
1. Se protegerán, con arreglo a esta Ley, los derechos de propiedad intelectual de los
autores españoles, así como de los autores nacionales de otros Estados miembros de la
Unión Europea.
Gozarán, asimismo, de estos derechos:
a) Los nacionales de terceros países con residencia habitual en España.
– 806 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 807 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
b) Cuando sean nacionales de terceros países y publiquen en España por primera vez o,
dentro de los treinta días siguientes a que lo hayan sido en otro país, las obras
mencionadas. No obstante, el Gobierno podrá restringir el alcance de este principio, en el
caso de nacionales de Estados que no protejan suficientemente las obras o publicaciones de
españoles en supuestos análogos.
2. En todo caso, los titulares a que se refiere el párrafo b) del apartado anterior gozarán
de la protección que les corresponde en virtud de los Convenios y Tratados internacionales
en los que España sea parte y, en su defecto, estarán equiparados a los productores de
fonogramas y a los de obras o grabaciones audiovisuales, a los realizadores de meras
fotografías y a los editores de las obras mencionadas en el artículo 129, cuando éstos, a su
vez, lo estén a los nacionales en el país respectivo.
3. Los plazos de protección previstos en los artículos 119 y 125 de esta Ley serán
igualmente aplicables a los mencionados titulares que no sean nacionales de la Unión
Europea siempre que tengan garantizada su protección en España mediante algún Convenio
internacional. No obstante, sin perjuicio de las obligaciones internacionales que
correspondan, el plazo de protección expirará en la fecha prevista en el país del que sea
nacional el titular sin que, en ningún caso, la duración pueda exceder de la establecida en
los artículos anteriormente mencionados.
– 808 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 809 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 810 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
legislación de los Estados miembros sobre derechos de propiedad intelectual o que en dicha
fecha cumplan los criterios necesarios para la protección en virtud de las referidas
disposiciones.
– 811 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 812 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 10 Ley de propiedad intelectual
– 813 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
I
La adecuación socioeconómica de las estructuras de las explotaciones agrarias es un
elemento clave en cualquier estrategia de modernización de la agricultura que pretenda
mejorar su competitividad en los mercados y consolidar empresas viables, capaces de
generar niveles de renta y de ocupación satisfactorios. Por ello, la reforma o mejora
estructural es especialmente necesaria en una buena parte de la agricultura española que, a
pesar de los cambios, a veces muy profundos, que se vienen produciendo en los últimos
años, se caracteriza por tener todavía acusadas deficiencias estructurales, tanto en términos
globales y territoriales, como en relación a otros países con los que comparte intereses y
mercados cada día más abiertos y competitivos. Un elemento decisivo en esa mejora
estructural ha de ser la movilidad de la tierra, y uno de los mecanismos más idóneos para
lograr este objetivo es la figura del arrendamiento.
II
La Constitución Española de 1978, en su artículo 130.1, encomienda a los poderes
públicos "la modernización y desarrollo de todos los sectores económicos y, en particular de
la agricultura, de la ganadería, de la pesca y de la artesanía, a fin de equiparar el nivel de
vida de todos los españoles". En consecuencia, el establecimiento de una adecuada
regulación de los arrendamientos rústicos, en cuanto coadyuva a la modernización de las
explotaciones agrarias, se convierte no ya en un instrumento de política económica y social,
sino también en un mandato constitucional dirigido a los poderes públicos. Y concretamente
al Estado, en virtud del artículo 149.1 de la Norma Fundamental, cuya regla 8.a atribuye a
aquél la competencia exclusiva sobre "legislación civil, sin perjuicio de la conservación,
modificación y desarrollo por las comunidades autónomas de los derechos civiles, forales o
especiales, allí donde existan".
– 814 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
III
En las últimas décadas, se han observado diferentes tendencias en la tenencia de la
tierra en España que, sin duda, han influido en su movilidad y en el proceso de ajuste
estructural. En este sentido, se constata un aumento relativo del arrendamiento respecto a
las demás formas de tenencia de la tierra. Así, la reestructuración de los años 60 está
asociada con una fuerte expansión del arrendamiento. Por el contrario, en los 70 y, sobre
todo, los 80, se reduce la intensidad del redimensionamiento de las explotaciones como
consecuencia del bloqueo en la movilidad de la tierra al frenarse la expansión de los
arrendamientos, en parte, por efecto de la Ley de Arrendamientos Rústicos de 1980. Esta ley
vino a adaptar la institución a la nueva Constitución de 1978, así como a situarla en la
perspectiva de la integración plena de España en la Unión Europea y, en fin, como toda
norma cabal debe hacerlo, respondió a las circunstancias de nuestra agricultura,
radicalmente distintas entonces, no ya de las de su antecesora, la Ley de 1935, sino de las
propias de los años 60 y 70. Se impone ahora una revisión, por diferentes motivos.
En la Unión Europea se están produciendo cambios de gran trascendencia en el
pensamiento que inspira las reformas de la política agrícola común. El desafío fundamental
que se plantea es lograr un aumento de la eficiencia de las explotaciones, que compense
posibles pérdidas de renta a agricultores y ganaderos.
Generalmente se estima que ello requiere explotaciones mucho mayores que las
actuales, en términos de superficie y de rendimientos, y, sobre todo, una dinamización del
mercado de la tierra. Y es aquí donde aparece el instrumento arrendaticio como uno de los
más indicados para lograr nuevas tierras, que los agricultores con vocación de permanencia
puedan agregar a las suyas. Existen, así, núcleos rurales donde unos pocos empresarios
llevan en cultivo todo el término, manteniendo labradas y vivas las tierras, y permitiendo que
sigan siendo comunidades viables, capaces de acoger, por otra parte, el turismo de los
habitantes de la ciudad, lo que proporciona a su vez rentas complementarias a los
agricultores, que permiten cumplir la doble función de producción de alimentos y
conservación del medio ambiente. Fue la Declaración de Cork, de 9 de noviembre de 1996
(de donde surgen en gran medida las nuevas tendencias de reordenación de las
explotaciones) la que asumió inequívocamente el objetivo del desarrollo rural, incorporado,
desde entonces, al marco del sector agrario.
Por lo que se refiere a las características presentes de la agricultura, se han producido
cambios de gran relieve que exigen nuevas normas para las nuevas realidades y
perspectivas de futuro, que se traducen en la actualidad en la necesidad de mejorar las
condiciones de vida y el nivel de empleo, así como la diversificación de la actividad
económica en el medio rural.
Es previsible que en el futuro continúe la tendencia a la disminución de la población
activa agraria, sin que ello suponga desconocer los favorables efectos de las políticas de
ayudas a la instalación de jóvenes agricultores que, junto a otros factores, tienden a moderar
esa disminución. Las estadísticas revelan que casi la mitad de los responsables de
explotación agraria declaran no tener sucesor en ella. De acuerdo con el Censo Agrario de
1999, había en esa fecha 746.944 explotaciones dirigidas por un titular de 55 o más años
que carecía de sucesor, lo que supone el 44 por ciento de las explotaciones con empresario
persona física y el 42,3 por ciento del total de explotaciones censadas (aproximadamente el
20 por ciento de la superficie censada total), que son las que podrían desaparecer durante el
próximo decenio. Es deseable que las tierras que queden sin cultivar puedan pasar a otros,
lo que les permitirá agrupar una buena base superficial: existe ya una tendencia clara,
especialmente en el sur de España, a la proliferación de sociedades de administración o
arrendamiento de fincas ajenas, que ha de dar como frutos unidades de producción
mayores, más tecnificadas, mejor informatizadas, con una integración más intensa en redes
de comercialización, llevadas, pues, con criterios empresariales.
En este sentido, las estimaciones realizadas apuntan a que en el próximo decenio
abandonarán la actividad agraria entre 400.000 y 500.000 explotaciones que liberarán
alrededor de cuatro millones de hectáreas, que teóricamente quedarán disponibles para su
incorporación a otras explotaciones, normalmente bajo la forma de arrendamiento. Por ello
resulta necesaria una revisión de su régimen jurídico, que aumente su eficacia y permita
canalizar las superficies liberadas al redimensionamiento o mejora de las explotaciones con
– 815 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
IV
En el capítulo I se consagra el objetivo de dar primacía a la autonomía de la voluntad de
las partes (artículo 1), en todo aquello que no sea contrario al muy limitado contenido
imperativo de la ley. Se incluye no sólo el arrendamiento de fincas, sino también de
explotaciones (artículo 2), así como una referencia al régimen de los derechos de producción
agrícola en caso de arrendamiento (artículo 3), todo ello en concordancia con la importancia
que estas figuras han adquirido en el derecho comunitario.
El capítulo II regula las partes contratantes, donde se introducen importantes novedades,
como lo es permitir celebrar el contrato a cualquier persona física o jurídica con capacidad
de contratar y a las comunidades de bienes, una forma asociativa crecientemente utilizada,
tal y como pone de manifiesto el Censo Agrario de 1999 (artículo 9).
Destaca el cambio de orientación que representa la supresión del requisito de la
"profesionalidad", exigido por la Ley de 1980, y del tope cuantitativo que ésta dejó
establecido para evitar la acumulación de tierras.
Puede decirse que la norma fracasó en su aplicación práctica, ya que la misma ley había
desvirtuado su alcance al permitir que fueran arrendatarias las sociedades con requisitos
mínimos, bien fáciles de constituir, amén de carecer de sanciones adecuadas el
incumplimiento de tales normas. Fue una reforma sin paralelo en ningún otro Estado
comunitario, con la que se pretendía proteger al "agricultor a título principal", personaje
central en el edificio de las estructuras agrarias europeas, desde los Reglamentos socio-
estructurales de 1972. Sin embargo, el criterio comunitario cambia en el importante
Reglamento (CE) n.º 1257/1999 del Consejo, de 17 de mayo de 1999, sobre la ayuda al
desarrollo rural a cargo del Fondo Europeo de Orientación y de Garantía Agrícola (FEOGA),
por el que se modifican y derogan determinados reglamentos. Esta norma prescinde por
completo de aquella figura del agricultor a título principal (ATP), aunque respete la normativa
en la materia de cada Estado miembro, basando la nueva política estructural en el criterio de
viabilidad de las explotaciones agrarias.
La evolución reciente de la titularidad de las explotaciones en España muestra un
notable descenso de las explotaciones individuales, en tanto que aquellas cuyo titular es una
persona jurídica privada (así, las sociedades mercantiles o las cooperativas) están
adquiriendo un papel muy destacado en la reestructuración de la agricultura española, sin
que ello suponga desconocer el papel y la necesaria protección de la explotación familiar,
imprescindible para garantizar un adecuado desarrollo social en el medio rural.
Uno de los aspectos fundamentales de la nueva norma es la duración del arrendamiento,
regulada en el capítulo IV. La experiencia liberalizadora de la Ley de 1995 ha sido, como
antes se dijo, básica para configurar la actual regulación, que sigue ese mismo camino,
acortando incluso el plazo de cinco años a tres, y estableciendo un sistema de prórrogas
tácitas por tres años.
Hay países comunitarios de nuestro entorno donde se ha llegado a admitir la total
libertad de pacto en este punto de la duración, lo que en España ha parecido excesivo, pues
no cabe duda de que el arrendatario precisa de algún tiempo para amortizar los capitales
empleados y dotar a su empresa de la indispensable estabilidad.
Ahora bien, la reforma de 1995 puso de manifiesto que, modificada de esa forma la
duración, se venía abajo la piedra angular sobre la que se construyeron tanto la Ley de 1935
como la de 1980, pues, en realidad, lo que se había hecho al negar las prórrogas legales era
– 816 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
CAPÍTULO I
Disposiciones generales
– 817 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
sean compatibles con su naturaleza y siempre en defecto de lo que las partes hayan
expresamente acordado.
– 818 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
CAPÍTULO II
Partes contratantes
– 819 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
espacio natural y protección del medio ambiente, al igual que las turísticas, cinegéticas y
artesanales realizadas en su explotación.
4. El menor cuyas fincas o explotaciones hayan sido arrendadas por su padre, madre o
tutor podrá poner fin al contrato una vez emancipado, siempre que haya transcurrido la
duración mínima prevista en el artículo 12, y lo comunicará al arrendatario en el plazo de
seis meses desde que alcanzó dicho estado o, en su caso, desde que falte un año para que
se cumpla el plazo mínimo de duración. En todo caso, la denuncia del contrato no surtirá
efecto hasta transcurrido un año desde su realización.
5. También podrán ser arrendatarias las entidades u organismos de las Administraciones
Públicas que estén facultados, conforme a sus normas reguladoras, para la explotación de
fincas rústicas.
6. En todo caso, no podrán ser arrendatarios de fincas rústicas, las personas físicas que,
por sí o por persona física o jurídica interpuesta, sean ya titulares de una explotación agraria,
o de varias, cuyas dimensiones y demás características serán fijadas en las distintas
comarcas del país por los órganos competentes de las Comunidades Autónomas, sin que
puedan exceder en total de 500 hectáreas de secano o 50 de regadío.
Cuando se trate de finca para aprovechamiento ganadero en régimen extensivo, el límite
máximo será de 1.000 hectáreas.
En el caso de las cooperativas agrarias y las cooperativas creadas para la explotación
comunitaria de la tierra, el límite anterior se multiplicará por el número de miembros que las
compongan.
No será de aplicación la limitación a las entidades u organismos de las Administraciones
Públicas que estén facultados conforme a sus normas reguladoras para la explotación o
subarriendo de fincas rústicas.
7. No podrán ser arrendatarios las personas y entidades extranjeras. Se exceptúan, no
obstante:
a) Las personas físicas y jurídicas y otras entidades nacionales de los Estados miembros
de la Unión Europea, del Espacio Económico Europeo, y de países con los que exista un
convenio internacional que extienda el régimen jurídico previsto para los ciudadanos de los
Estados mencionados.
b) Las personas físicas que carezcan de la nacionalidad española, que no estén
excluidas del ámbito de aplicación de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre
derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, y que se
encuentren autorizadas a permanecer en España en situación de residencia permanente, de
acuerdo con dicha Ley Orgánica y su desarrollo reglamentario.
c) Las personas jurídicas y otras entidades nacionales de los demás Estados que
apliquen a los españoles el principio de reciprocidad en esta materia.
CAPÍTULO III
Forma
– 820 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
A falta de pacto entre las partes y salvo prueba en contrario, se presumirá la existencia
de arrendamiento siempre que el arrendatario esté en posesión de la finca, y si no constase
el importe de la renta, ésta será equivalente a las de mercado en esa zona o comarca.
La escritura pública de enajenación de finca rústica deberá expresar la circunstancia de
si ésta se encuentra o no arrendada, como condición para su, inscripción en el Registro de la
Propiedad.
2. Los arrendamientos de explotación, por la propia naturaleza de los mismos, deberán ir
acompañados de un inventario circunstanciado de los diversos elementos que integran la
explotación, del estado de conservación en que los recibe el arrendatario y de cuantas
circunstancias sean necesarias para el adecuado desenvolvimiento del contrato.
CAPÍTULO IV
Duración del arrendamiento
CAPÍTULO V
Renta
Artículo 14. Pago.
El pago de la renta se verificará en la forma y lugar pactados y, en defecto de pacto o
costumbre aplicable, se abonará en metálico por años vencidos en el domicilio del
arrendatario.
El arrendador deberá entregar al arrendatario recibo del pago.
– 821 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
CAPÍTULO VI
Gastos y mejoras
– 822 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
propia del empresario agrario en el desempeño normal de su actividad, sin que por ello
tenga derecho a disminución de la renta, ni a la prórroga del arriendo, salvo que por acuerdo
de las partes o de las propias disposiciones legales o resoluciones judiciales o
administrativas, resultase otra cosa.
2. El arrendatario no puede, salvo acuerdo expreso entre las partes, hacer desaparecer
las paredes, vallas, setos vivos o muertos, zanjas y otras formas de cerramiento o cercado
del predio arrendado, si separan dos o más fincas integradas en una misma unidad de
explotación, salvo en los tramos necesarios para permitir el paso adecuado de tractores,
maquinaria agrícola y cuando las labores de cultivo lo requieran, sin perjuicio de lo que
establezca la legislación sobre protección del medio ambiente y protección del patrimonio
histórico y de la obligación de devolver las cosas al término del arriendo tal como las recibió,
de conformidad con lo dispuesto en el artículo 1561 del Código Civil.
3. Las mejoras hechas durante el arrendamiento se presume que han sido efectuadas a
cargo del arrendatario.
4. Finalizado el contrato de arrendamiento, el arrendatario tendrá derecho a pedir una
indemnización al arrendador por el aumento del valor de la finca arrendada por las mejoras
realizadas, siempre que éstas se hayan efectuado con el consentimiento del arrendador.
CAPÍTULO VII
Enajenación y subarriendo
– 823 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
– 824 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
CAPÍTULO VIII
Terminación del arrendamiento
– 825 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
Artículo 26. Rescisión.
Tanto el arrendador, como el arrendatario, podrán rescindir el contrato por el
incumplimiento de la otra parte de la obligación de satisfacer gastos de conservación y
mejoras, en los términos de los artículos 18, 19 y 20 de esta ley.
Artículo 27. Efectos.
El arrendatario saliente debe permitir al entrante el uso del local y demás medios
necesarios para las labores preparatorias del año siguiente y, recíprocamente, el entrante
tiene obligación de permitir al saliente lo necesario para la recolección y aprovechamiento de
los frutos, en la forma prevista en el artículo 1578 del Código Civil.
CAPÍTULO IX
De las aparcerías
Artículo 31. Duración.
La duración del contrato será la libremente pactada y, en defecto de pacto, se estimará
que es la de un año agrícola, entendiéndose prorrogado por un período de un año, en los
mismos términos que los señalados para el arrendamiento en el artículo 12. En los contratos
de duración anual o inferior, la notificación previa de finalización del contrato se efectuará, al
menos, con seis meses de antelación.
Si se hubiera convenido la aparcería para la realización de un cultivo determinado, con la
excepción de los leñosos permanentes, y siempre que dicho cultivo tenga una duración
superior a un año, el plazo mínimo de duración será el tiempo necesario para completar una
rotación o ciclo de cultivo.
A la finalización del contrato de aparecería, si el titular de la finca pretende realizar un
contrato de arrendamiento, el aparcero tendrá derecho preferente, en igualdad de
– 826 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
CAPÍTULO X
Normas procesales
– 827 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
– 828 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 11 Ley de arrendamientos rústicos
– 829 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12
JUAN CARLOS I
REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
ley.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
I
España se ha mostrado siempre sensible a los requerimientos de armonización del
régimen jurídico del arbitraje, en particular del comercial internacional, para favorecer la
difusión de su práctica y promover la unidad de criterios en su aplicación, en la convicción de
que una mayor uniformidad en las leyes reguladoras del arbitraje ha de propiciar su mayor
eficacia como medio de solución de controversias.
La Ley 36/1988, de 5 de diciembre, de Arbitraje, es tributaria de esta vocación, ya antes
manifestada explícitamente en el Real Decreto 1094/1981, de 22 de mayo, que abrió las
puertas al arbitraje comercial internacional, teniendo en cuenta que "el incremento de las
relaciones comerciales internacionales, en particular en el área iberoamericana, y la
inexistencia de adecuados servicios de arbitraje comercial internacional en nuestro país
determina que la utilización de la técnica arbitral por empresarios y comerciantes de la citada
área se efectúe con referencia a instituciones de otro contexto cultural idiomático, con el
efecto negativo que ello representa para España y la pérdida que para nuestro país significa
la ruptura de las vinculaciones con los citados países en materia de tan creciente interés
común".
Esta ley prolonga esa sensibilidad, esa vocación y esa práctica, pero con la pretensión
de producir un salto cualitativo. Así, su principal criterio inspirador es el de basar el régimen
jurídico español del arbitraje en la Ley Modelo elaborada por la Comisión de las Naciones
Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, de 21 de junio de 1985 (Ley Modelo de
CNUDMI/UNCITRAL), recomendada por la Asamblea General en su Resolución 40/72, de
11 de diciembre de 1985, "teniendo en cuenta las exigencias de la uniformidad del derecho
procesal arbitral y las necesidades de la práctica del arbitraje comercial internacional". El
– 830 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
legislador español sigue la recomendación de las Naciones Unidas, acoge como base la Ley
Modelo y, además, toma en consideración los sucesivos trabajos emprendidos por aquella
Comisión con el propósito de incorporar los avances técnicos y atender a las nuevas
necesidades de la práctica arbitral, particularmente en materia de requisitos del convenio
arbitral y de adopción de medidas cautelares.
La Ley Modelo responde a un sutil compromiso entre las tradiciones jurídicas europeo-
continental y anglosajona producto de un cuidado estudio del derecho comparado. Su
redacción no responde, por ello, plenamente a los cánones tradicionales de nuestro
ordenamiento, pero facilita su difusión entre operadores pertenecientes a áreas económicas
con las que España mantiene activas y crecientes relaciones comerciales. Los agentes
económicos de dichas áreas adquirirán, por tanto, mayor certidumbre sobre el contenido del
régimen jurídico del arbitraje en España, lo que facilitará y aun impulsará que se pacten
convenios arbitrales en los que se establezca nuestro país como lugar del arbitraje. La Ley
Modelo resulta más asequible a los operadores económicos del comercio internacional,
habituados a una mayor flexibilidad y adaptabilidad de las normas a las peculiaridades de
casos concretos surgidos en escenarios muy diversos.
La nueva ley se dicta con conciencia de los innegables avances que su precedente, la
Ley 36/1988, de 5 de diciembre, de Arbitraje, supuso para la regulación y modernización del
régimen de esta institución en nuestro ordenamiento jurídico. Durante su vigencia se ha
producido una notable expansión del arbitraje en nuestro país; ha aumentado en gran
medida el tipo y el número de relaciones jurídicas, sobre todo contractuales, para las que las
partes pactan convenios arbitrales; se ha asentado el arbitraje institucional; se han
consolidado prácticas uniformes, sobre todo en arbitrajes internacionales; se ha generado un
cuerpo de doctrina estimable; y se ha normalizado la utilización de los procedimientos
judiciales de apoyo y control del arbitraje.
Sin embargo, las consideraciones hechas anteriormente revelan que, partiendo del
acervo descrito, resulta necesario impulsar otro nuevo e importante avance en la regulación
de la institución mediante la señalada incorporación de nuestro país al elenco creciente de
Estados que han adoptado la Ley Modelo. Además, el tiempo transcurrido desde la entrada
en vigor de la Ley 36/1988 ha permitido detectar en ella lagunas e imperfecciones.
El arbitraje es una institución que, sobre todo en su vertiente comercial internacional, ha
de evolucionar al mismo ritmo que el tráfico jurídico, so pena de quedarse desfasada. La
legislación interna de un país en materia de arbitraje ha de ofrecer ventajas o incentivos a las
personas físicas y jurídicas para que opten por esta vía de resolución de conflictos y porque
el arbitraje se desarrolle en el territorio de ese Estado y con arreglo a sus normas. Por
consiguiente, tanto las necesidades de mejora y seguimiento de la evolución del arbitraje
como la acomodación a la Ley Modelo hacen necesaria la promulgación de esta ley.
II
La nueva regulación se sistematiza en nueve títulos.
El título I contiene las disposiciones generales sobre arbitraje.
El artículo 1 determina el ámbito de aplicación de la ley sobre la base de los siguientes
criterios:
En primer lugar, se dejan a salvo, como no podía ser de otro modo, las disposiciones
contenidas en convenios internacionales de los que España sea parte.
En segundo lugar, en lo que respecta a la contraposición entre arbitraje ordinario y
arbitrajes especiales, esta ley pretende ser una ley general, aplicable, por tanto,
íntegramente a todos los arbitrajes que no tengan una regulación especial; pero también
supletoriamente a los arbitrajes que la tengan, salvo en lo que sus especialidades se
opongan a lo previsto en esta ley o salvo que alguna norma legal disponga expresamente su
inaplicabilidad.
En tercer lugar, en lo que respecta a la contraposición entre arbitraje interno y arbitraje
internacional, esta ley opta claramente por una regulación unitaria de ambos.
Dentro de lo que se ha dado en llamar la alternativa entre dualismo (que el arbitraje
internacional sea regulado totalmente o en gran medida por preceptos distintos que el
arbitraje interno) y monismo (que, salvo contadas excepciones, los mismos preceptos se
apliquen por igual al arbitraje interno e internacional), la ley sigue el sistema monista. Son
– 831 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
pocas y muy justificadas las normas en que el arbitraje internacional requiere una regulación
distinta de la del arbitraje interno. Aun con la conciencia de que el arbitraje internacional
responde en muchas ocasiones a exigencias distintas, esta ley parte de la base -corroborada
por la tendencia actual en la materia- de que una buena regulación del arbitraje internacional
ha de serlo también para el arbitraje interno, y viceversa. La Ley Modelo, dado que se gesta
en el seno de la CNUDMI/UNCITRAL, está concebida específicamente para el arbitraje
comercial internacional ; pero su inspiración y soluciones son perfectamente válidas, en la
inmensa mayoría de los casos, para el arbitraje interno. Esta ley sigue en este aspecto el
ejemplo de otras recientes legislaciones extranjeras, que han estimado que la Ley Modelo no
sólo resulta adecuada para el arbitraje comercial internacional, sino para el arbitraje en
general.
En cuarto lugar, la delimitación del ámbito de aplicación de la ley es territorial. No
obstante, hay determinados preceptos, relativos a ciertos casos de intervención judicial, que
deben aplicarse también a aquellos arbitrajes que se desarrollen o se hayan desarrollado en
el extranjero. El criterio, en todo caso, es también territorial, puesto que se trata de normas
procesales que han de ser aplicadas por nuestros tribunales.
El artículo 2 regula las materias objeto de arbitraje sobre la base del criterio de la libre
disposición, como hacía la Ley 36/1988. Sin embargo, se reputa innecesario que esta ley
contenga ningún elenco, siquiera ejemplificativo, de materias que no son de libre disposición.
Basta con establecer que la arbitrabilidad de una controversia coincide con la disponibilidad
de su objeto para las partes. En principio, son cuestiones arbitrables las cuestiones
disponibles. Es concebible que por razones de política jurídica haya o pueda haber
cuestiones que sean disponibles para las partes y respecto de las que se quiera excluir o
limitar su carácter arbitrable. Pero ello excede del ámbito de una regulación general del
arbitraje y puede ser objeto, en su caso, de disposiciones específicas en otros textos legales.
Respecto de las materias objeto de arbitraje se introduce también la regla, para el
arbitraje internacional, de que los Estados y entes dependientes de ellos no puedan hacer
valer las prerrogativas de su ordenamiento jurídico. Se pretende con ello que, a estos
efectos, el Estado sea tratado exactamente igual que un particular.
El artículo 3 regula la determinación del carácter internacional del arbitraje, que resulta
relevante para la aplicación de aquellos artículos que contienen reglas especiales para los
arbitrajes internacionales que se desarrollen en nuestro territorio. Así, se establece por
primera vez en nuestro ordenamiento en qué casos un arbitraje es internacional; lo que debe
facilitar la interpretación y aplicación de esta ley en el contexto del tráfico jurídico
internacional. Además, debe tenerse en cuenta que existen convenios internacionales cuya
aplicación exige una definición previa del arbitraje internacional. La determinación del
carácter internacional del arbitraje sigue sustancialmente los criterios de la Ley Modelo. A
éstos resulta conveniente añadir otro: que la relación jurídica de la que dimana la
controversia afecte a los intereses del comercio internacional. Se trata de un criterio
ampliamente desarrollado en otros ordenamientos, con el que se pretende dar cabida a
supuestos en que, aunque no concurran los elementos anteriormente establecidos por la ley,
resulte indudable su carácter internacional a la luz de las circunstancias del caso. Por otra
parte, la ley evita la confusión que la pluralidad de domicilios de una persona, admitida en
otros ordenamientos, podría causar a la hora de determinar si un arbitraje es internacional o
no.
El artículo 4 contiene una serie de reglas de interpretación, entre las que tienen especial
relevancia las que dotan de contenido a las normas legales dispositivas de esta ley mediante
la remisión, por voluntad de las partes, a la de una institución arbitral o al contenido de un
reglamento arbitral. Así, esta ley parte en la mayoría de sus reglas de que debe primar la
autonomía de la voluntad de las partes. Mas esa voluntad se entiende integrada por las
decisiones que pueda adoptar, en su caso, la institución administradora del arbitraje, en
virtud de sus normas, o las que puedan adoptar los árbitros, en virtud del reglamento arbitral
al que las partes se hayan sometido. Se produce, por tanto, una suerte de integración del
contenido del contrato de arbitraje o convenio arbitral, que, por mor de esta disposición, pasa
a ser en tales casos un contrato normativo. De este modo, la autonomía privada en materia
de arbitraje se puede manifestar tanto directamente, a través de declaraciones de voluntad
de las partes, como indirectamente, mediante la declaración de voluntad de que el arbitraje
– 832 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
sea administrado por una institución arbitral o se rija por un reglamento arbitral. En este
sentido, la expresión institución arbitral hace referencia a cualquier entidad, centro u
organización de las características previstas que tenga un reglamento de arbitraje y,
conforme a él, se dedique a la administración de arbitrajes. Pero se precisa que las partes
pueden someterse a un concreto reglamento sin encomendar la administración del arbitraje
a una institución, en cuyo caso el reglamento arbitral también integra la voluntad de las
partes.
El artículo 5 establece las reglas sobre notificaciones, comunicaciones y cómputo de
plazos, que se aplican tanto a las actuaciones tendentes a poner en marcha el arbitraje
como al conjunto de su tramitación. Se regulan la forma, el lugar y el tiempo de las
notificaciones y comunicaciones. Respecto del cómputo de los plazos por días, se dispone
que se trata de días naturales. Esta regla no es aplicable en el seno de los procedimientos
judiciales de apoyo o control del arbitraje, en que rigen las normas procesales, pero sí a los
plazos establecidos, en su caso, para la iniciación de dichos procedimientos, como, por
ejemplo, el ejercicio de la acción de anulación del laudo.
El artículo 6 contiene una disposición sobre renuncia tácita a las facultades de
impugnación, directamente inspirada -como tantas otras- en la Ley Modelo, que obliga a las
partes en el arbitraje a la denuncia tempestiva e inmediata de las violaciones de normas
dispositivas, esto es, aplicables en defecto de voluntad de las partes.
El artículo 7, sobre intervención judicial en el arbitraje, es un corolario del denominado
efecto negativo del convenio arbitral, que impide a los tribunales conocer de las
controversias sometidas a arbitraje. De este modo, la intervención judicial en los asuntos
sometidos a arbitraje ha de limitarse a los procedimientos de apoyo y control, expresamente
previstos por la ley.
El artículo 8 contiene, directamente o por remisión, las normas de competencia objetiva y
territorial para el conocimiento de todos los procedimientos de apoyo y control del arbitraje,
incluso de aquellos que no se encuentran regulados en esta ley, sino en la de Enjuiciamiento
Civil. Para el exequátur de laudos extranjeros se atribuye competencia a las Audiencias
Provinciales, en vez de -como hasta ahora- a la Sala Primera del Tribunal Supremo, con la
finalidad de descargar a ésta y ganar celeridad.
III
El título II regula los requisitos y efectos del convenio arbitral, sin perjuicio de la
aplicación de las normas generales sobre contratos en todo lo no específicamente previsto
en esta ley. En líneas generales, la ley trata de perfeccionar la legislación anterior,
precisando algunos puntos que se habían revelado problemáticos.
Han de destacarse algunas novedades introducidas respecto de los requisitos de forma
del convenio arbitral.
La ley refuerza el criterio antiformalista. Así, aunque se mantiene la exigencia de que el
convenio conste por escrito y se contemplan las diversas modalidades de constancia escrita,
se extiende el cumplimiento de este requisito a los convenios arbitrales pactados en soportes
que dejen constancia, no necesariamente escrita, de su contenido y que permitan su
consulta posterior. Se da así cabida y se reconoce la validez al uso de nuevos medios de
comunicación y nuevas tecnologías. Se consagra también la validez de la llamada cláusula
arbitral por referencia, es decir, la que no consta en el documento contractual principal, sino
en un documento separado, pero se entiende incorporada al contenido del primero por la
referencia que en él se hace al segundo. Asimismo, la voluntad de las partes sobre la
existencia del convenio arbitral se superpone a sus requisitos de forma. En lo que respecta a
la ley aplicable al convenio arbitral, se opta por una solución inspirada en un principio de
conservación o criterio más favorable a la validez del convenio arbitral. De este modo, basta
que el convenio arbitral sea válido con arreglo a cualquiera de los tres regímenes jurídicos
señalados en el apartado 6 del artículo 9: las normas elegidas por las partes, las aplicables
al fondo de la controversia o el derecho español.
La ley mantiene los llamados efectos positivo y negativo del convenio arbitral. Respecto
de este último, se mantiene la regla de que debe ser hecho valer por las partes y
específicamente por el demandado a través de la declinatoria. Además, se precisa que la
pendencia de un proceso judicial en el que se haya interpuesto declinatoria no impide que el
– 833 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
IV
El título III se dedica a la regulación de la figura del árbitro o árbitros. La ley prefiere las
expresiones árbitro o árbitros a la de tribunal arbitral, que puede causar confusión con los
tribunales judiciales. Además, en la mayor parte de los preceptos la referencia a los árbitros
incluye tanto los supuestos en que hay un colegio arbitral como aquellos en los que el árbitro
es único.
La ley opta por establecer que a falta de acuerdo de las partes se designará un solo
árbitro. Es ésta una opción guiada por razones de economía. En cuanto a la capacidad para
ser árbitro, se opta por el criterio de la mayor libertad de las partes, como es hoy la regla
general en los países más avanzados en materia de arbitraje: nada impone la ley, salvo que
se trate de personas naturales con capacidad de obrar plena. Serán las partes directamente
o las instituciones arbitrales las que con total libertad y sin restricciones -no adecuadas a la
realidad del arbitraje- designen a los árbitros. Sólo para los casos en que resulte necesario
suplir la voluntad de las partes, la ley prevé y regula las situaciones que pueden presentarse
en la designación de los árbitros, para evitar la paralización del arbitraje. En estos casos es
necesaria la actuación judicial, si bien se pretende, de un lado, que el procedimiento judicial
pueda ser rápido y, de otro, dar criterios al Juez de Primera Instancia para realizar la
designación. Muestras de lo primero son la remisión al juicio verbal y la no recurribilidad
separada de las resoluciones interlocutorias que el Juzgado dicte en este procedimiento, así
como de la que proceda a la designación. Muestra de lo segundo es la regla acerca de la
conveniencia de que en los arbitrajes internacionales el árbitro único o el tercer árbitro sea
de nacionalidad diferente a la de las partes. Debe destacarse, además, que el juez no está
llamado en este procedimiento a realizar, ni de oficio ni a instancia de parte, un control de
validez del convenio arbitral o una verificación de la arbitrabilidad de la controversia, lo que,
de permitirse, ralentizaría indebidamente la designación y vaciaría de contenido la regla de
que son los árbitros los llamados a pronunciarse, en primer término, sobre su propia
competencia. Por ello, el juez sólo debe desestimar la petición de nombramiento de árbitros
en el caso excepcional de inexistencia de convenio arbitral, esto es, cuando prima facie
pueda estimar que realmente no existe un convenio arbitral; pero el juez no está llamado en
este procedimiento a realizar un control de los requisitos de validez del convenio.
Se establece el deber de todos los árbitros, al margen de quien los haya designado, de
guardar la debida imparcialidad e independencia frente a las partes en el arbitraje. Garantía
de ello es su deber de revelar a las partes cualquier hecho o circunstancia susceptible de
poner en duda su imparcialidad o independencia. Se elimina el reenvío a los motivos de
abstención y recusación de jueces y magistrados, por considerar que no siempre son
adecuados en materia de arbitraje ni cubren todos los supuestos, y se prefiere una cláusula
general.
Respecto del procedimiento de recusación, la premisa es una vez más la libertad de las
partes, ya sea por acuerdo directo o por remisión a un reglamento arbitral. En su defecto, se
establece que sean el árbitro o los árbitros quienes decidan sobre la recusación, sin perjuicio
de poder hacer valer los motivos de recusación como causa de anulación del laudo. La
posibilidad de acudir directamente a los tribunales frente a la decisión desestimatoria de la
recusación tendría, sin duda, la ventaja de una certidumbre preliminar sobre la imparcialidad,
pero se prestaría a una utilización dilatoria de esta facultad.
– 834 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
Se estima que serán mucho menos frecuentes los supuestos en que una recusación
será indebidamente desestimada y dará lugar a la nulidad de todo el procedimiento arbitral
que los casos en que se formularían pretensiones inmediatas ante la autoridad judicial con la
finalidad de dilatar el procedimiento.
La ley se ocupa igualmente de otros supuestos que pueden conducir al cese de alguno
de los árbitros en sus funciones y al nombramiento de sustituto. Se prevé la posibilidad de
que en tales casos haya que repetir actuaciones ya practicadas, pero no se obliga a ello.
V
El título IV se dedica a la importante cuestión de la competencia de los árbitros.
El artículo 22 establece la regla, capital para el arbitraje, de que los árbitros tienen
potestad para decidir sobre su competencia. Es la regla que la doctrina ha bautizado con la
expresión alemana Kompetenz-Kompetenz y que la Ley de 1988 ya consagraba en términos
menos precisos. Esta regla abarca lo que se conoce como separabilidad del convenio
arbitral respecto del contrato principal, en el sentido de que la validez del convenio arbitral no
depende de la del contrato principal y que los árbitros tienen competencia para juzgar incluso
sobre la validez del convenio arbitral. Además, bajo el término genérico de competencia han
de entenderse incluidas no sólo las cuestiones que estrictamente son tales, sino
cualesquiera cuestiones que puedan obstar a un pronunciamiento de fondo sobre la
controversia (salvo las relativas a las personas de los árbitros, que tienen su tratamiento
propio). La ley establece la carga de que las cuestiones relativas a la competencia de los
árbitros sean planteadas a limine. Ha de resaltarse que el hecho de que una de las partes
colabore activamente en la designación de los árbitros no supone ningún tipo de renuncia
tácita a hacer valer la incompetencia objetiva de éstos. Es una lógica consecuencia de la
regla de Kompetenz-Kompetenz: si son los árbitros los que han de decidir sobre su propia
competencia, la parte está simplemente contribuyendo a designar a quien o a quienes
podrán decidir sobre dicha competencia. Lo contrario abocaría a la parte a una situación
absurda: debería permanecer pasiva durante la designación de los árbitros para poder luego
alegar su falta de competencia sobre la controversia. La regla de la alegación previa de las
cuestiones atinentes a la competencia de los árbitros tiene una razonable modulación en los
casos en que la alegación tardía está, a juicio de los árbitros, justificada, en la medida en
que la parte no pudo realizar esa alegación con anterioridad y que su actitud durante el
procedimiento no puede ser interpretada como una aceptación de la competencia de los
árbitros. Queda a la apreciación de los árbitros la conveniencia de que las cuestiones
relativas a su competencia sean resueltas con carácter previo o junto con las cuestiones de
fondo.
La ley parte de la base de que los árbitros pueden dictar tantos laudos como consideren
necesarios, ya sea para resolver cuestiones procesales o de fondo; o dictar un solo laudo
resolviendo todas ellas.
El artículo 23 incorpora una de las principales novedades de la ley: la potestad de los
árbitros para adoptar medidas cautelares. Dicha potestad puede ser excluida por las partes,
directamente o por remisión a un reglamento arbitral; pero en otro caso se considera que la
aceptan. La ley ha considerado preferible no entrar a determinar el ámbito de esta potestad
cautelar.
Obviamente, los árbitros carecen de potestad ejecutiva, por lo que para la ejecución de
las medidas cautelares será necesario recurrir a la autoridad judicial, en los mismos términos
que si de un laudo sobre el fondo se tratara.
Sin embargo, si dentro de la actividad cautelar cabe distinguir entre una vertiente
declarativa y otra ejecutiva, esta ley les reconoce a los árbitros la primera, salvo acuerdo en
contrario de las partes. Esta norma no deroga ni restringe la posibilidad, prevista en los
artículos 8 y 11 de esta ley y en la Ley de Enjuiciamiento Civil, de que la parte interesada
inste de la autoridad judicial la adopción de medidas cautelares. Las potestades arbitral y
judicial en materia cautelar son alternativas y concurrentes, sin perjuicio del juego del
principio de buena fe procesal.
– 835 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
VI
El título V regula las actuaciones arbitrales. La ley vuelve a partir del principio de
autonomía de la voluntad y establece como únicos límites al mismo y a la actuación de los
árbitros el derecho de defensa de las partes y el principio de igualdad, que se erigen en
valores fundamentales del arbitraje como proceso que es.
Garantizado el respeto a estas normas básicas, las reglas que sobre el procedimiento
arbitral se establecen son dispositivas y resultan, por tanto, aplicables sólo si las partes nada
han acordado directamente o por su aceptación de un arbitraje institucional o de un
reglamento arbitral.
De este modo, las opciones de política jurídica que subyacen a estos preceptos quedan
subordinadas siempre a la voluntad de las partes.
En lo que respecta al lugar del arbitraje, hay que destacar que se permite la celebración
de audiencias y de deliberaciones en sede distinta de la del arbitraje. La determinación del
lugar o sede del arbitraje es jurídicamente relevante en muchos aspectos, pero su fijación no
debe suponer rigidez para el desarrollo del procedimiento.
El inicio del arbitraje se fija en el momento en que una parte recibe el requerimiento de la
otra de someter la controversia a decisión arbitral. Parece lógico que los efectos jurídicos
propios del inicio del arbitraje se produzcan ya en ese momento, incluso aunque no esté
perfectamente delimitado el objeto de la controversia. Las soluciones alternativas permitirían
actuaciones tendentes a dificultar el procedimiento.
La determinación del idioma o idiomas del arbitraje corresponde lógicamente a las partes
y, en su defecto, a los árbitros. No obstante, salvo que alguna de las partes se oponga, se
permite que se aporten documentos o se practiquen actuaciones en idioma no oficial del
arbitraje sin necesidad de traducción. Con ello se consagra una regla práctica muy
extendida, que admite la aportación de documentos o declaraciones en otro idioma.
En el arbitraje no se reproducen necesariamente siempre las posiciones procesales
activa y pasiva de un proceso judicial; o no en los mismos términos. Al fin y al cabo, la
determinación del objeto de la controversia, siempre dentro del ámbito del convenio arbitral,
se produce de forma progresiva. Sin embargo, la práctica arbitral demuestra que quien inicia
el arbitraje formula en todo caso una pretensión frente a la parte o partes contrarias y se
convierte, por tanto, en actor; y ello sin perjuicio de que el demandado pueda reconvenir.
Parece, por tanto, razonable que, sin perjuicio de la libertad de las partes, el procedimiento
arbitral se estructure sobre la base de una dualidad de posiciones entre demandante y
demandado. Esta conveniencia, sin embargo, debe ser flexibilizada a la hora de configurar
los requisitos de los actos de las partes en defensa de sus respectivas posiciones. De este
modo, no se establecen propiamente requisitos de forma y contenido de los escritos de
alegaciones de las partes. La función de la demanda y de la contestación a que se refiere el
artículo 29 no es sino la de ilustrar a los árbitros sobre el objeto de la controversia, sin
perjuicio de alegaciones ulteriores. No entran aquí en juego las reglas propias de los
procesos judiciales en cuanto a requisitos de demanda y contestación, documentos a
acompañar o preclusión. El procedimiento arbitral, incluso en defecto de acuerdo de las
partes, se configura con gran flexibilidad, acorde con las exigencias de la institución.
Esa flexibilidad se da también en el desarrollo ulterior del procedimiento. Cabe que el
procedimiento sea en ciertos casos predominantemente escrito, si las circunstancias del
caso no exigen la celebración de audiencias.
Sin embargo, la regla es la celebración de audiencias para la práctica de pruebas. La ley
trata de evitar, además, que la inactividad de las partes pueda paralizar el arbitraje o
comprometer la validez del laudo.
La fase probatoria del arbitraje está también presidida por la máxima libertad de las
partes y de los árbitros -siempre que se respeten el derecho de defensa y el
principio de igualdad- y por la máxima flexibilidad. La ley establece únicamente normas
sobre la prueba pericial, de singular importancia en el arbitraje contemporáneo, aplicables en
defecto de voluntad de las partes.
Estas normas están encaminadas a permitir tanto los dictámenes emitidos por peritos
designados directamente por las partes como los emitidos por peritos designados, de oficio o
a instancia de parte, por los árbitros, y a garantizar la debida contradicción respecto de la
pericia.
– 836 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
Se regula igualmente la asistencia judicial para la práctica de pruebas, que es una de las
tradicionales funciones de apoyo judicial al arbitraje. La asistencia no tiene que consistir
necesariamente en que el tribunal practique determinadas pruebas; en ciertos casos, bastará
con otras medidas que permitan a los árbitros practicarlas por sí mismos, como, por ejemplo,
medidas de aseguramiento o requerimientos de exhibición de documentos.
VII
El título VI se dedica al laudo y a otras posibles formas de terminación del procedimiento
arbitral. El artículo 34 regula la importante cuestión de qué normas han de aplicarse a la
resolución del fondo de la controversia, sobre la base de los siguientes criterios: 1.o) La
premisa es, una vez más, como en la Ley de 1988, la libertad de las partes. 2.o) Se invierte
la regla que la ley de 1988 contenía a favor del arbitraje de equidad. La preferencia por el
arbitraje de derecho en defecto de acuerdo de las partes es la orientación más generalizada
en el panorama comparado. Resulta, además, muy discutible que la voluntad de las partes
de someterse a arbitraje, sin más especificaciones, pueda presumirse que incluya la de que
la controversia sea resuelta en equidad y no sobre la base de los mismos criterios jurídicos
que si hubiere de resolver un tribunal. El arbitraje de equidad queda limitado a los casos en
que las partes lo hayan pactado expresamente, ya sea a través de una remisión literal a la
"equidad", o a términos similares como decisión "en conciencia", "ex aequo et bono", o que
el árbitro actuará como "amigable componedor". No obstante, si las partes autorizan la
decisión en equidad y al tiempo señalan normas jurídicas aplicables, los árbitros no pueden
ignorar esta última indicación. 3.o) Siguiendo la orientación de los ordenamientos más
avanzados, se suprime la exigencia de que el derecho aplicable deba tener relación con la
relación jurídica o con la controversia, ya que se trata de un requisito de difusos contornos y
difícil control. 4.o) La ley prefiere la expresión "normas jurídicas aplicables" a la de "derecho
aplicable", en la medida en que esta última parece englobar la exigencia de remisión a un
concreto ordenamiento jurídico de un Estado, cuando en algunos casos lo que ha de
aplicarse son normas de varios ordenamientos o reglas comunes del comercio internacional.
5.o) La ley no sujeta a los árbitros a un sistema de reglas de conflicto.
En la adopción de decisiones, cuando se trata de un colegio arbitral, y sin perjuicio de las
reglas que directa o indirectamente puedan fijar las partes, se mantiene la lógica regla de la
mayoría y la de que a falta de decisión mayoritaria decide el presidente. Se introduce la
norma que permite habilitar al presidente para decidir cuestiones de procedimiento,
entendiéndose por tales, a estos efectos, no cualesquiera cuestiones distintas al fondo de la
controversia, sino, más limitadamente, las relativas a la mera tramitación o impulso
procesales.
Se prevé la posibilidad de que los árbitros dicten un laudo sobre la base del contenido de
un previo acuerdo alcanzado por las partes. Esta previsión, que podría reputarse innecesaria
-dado que las partes tienen poder de disposición sobre el objeto de la controversia-, no lo es,
porque a través de su incorporación a un laudo el contenido del acuerdo adquiere la eficacia
jurídica de aquél. Los árbitros no pueden rechazar esta petición discrecionalmente, sino sólo
por una causa jurídica fundada.
La ley no hace sino dar cobertura legal a algo ya frecuente en la práctica y que no
merece objeción alguna.
En cuanto al contenido del laudo, ha de destacarse el reconocimiento legal de la
posibilidad de dictar laudos parciales, que pueden versar sobre alguna parte del fondo de la
controversia o sobre otras cuestiones, como la competencia de los árbitros o medidas
cautelares.
La ley pretende dar cabida a fórmulas flexibles de resolución de los litigios que son
comunes en la práctica arbitral. Así, por ejemplo, que primero se decida acerca de si existe
responsabilidad del demandado y sólo después se decida, si es el caso, la cuantía de la
condena.
El laudo parcial tiene el mismo valor que el laudo definitivo y, respecto de la cuestión que
resuelve, su contenido es invariable.
Respecto de la forma del laudo, debe destacarse que -análogamente a lo dispuesto para
el convenio arbitralla ley permite no sólo que el laudo conste por escrito en soportes
electrónicos, ópticos o de otro tipo, sino también que no conste en forma escrita, siempre
– 837 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
que en todo caso quede constancia de su contenido y sea accesible para su ulterior
consulta. Tanto en la regulación de los requisitos de forma del convenio arbitral como en la
de los del laudo la ley considera necesario admitir la utilización de cualesquiera tecnologías
que cumplan los requisitos señalados. Pueden, pues, desarrollarse arbitrajes en que se
utilicen tan sólo soportes informáticos, electrónicos o digitales, si las partes así lo consideran
conveniente.
La ley introduce la novedad de que el plazo para emitir el laudo, en defecto de acuerdo
de las partes, se compute desde la presentación de la contestación o desde la expiración del
plazo para presentarla. Esta novedad responde a la necesidad de que la celeridad propia del
arbitraje sea adecuada a las exigencias prácticas. Un plazo de seis meses desde la
aceptación de los árbitros se ha revelado en no pocos casos de imposible cumplimiento y
obliga en ocasiones a una tramitación excesivamente rápida o a la omisión de ciertos actos
de alegación o, sobre todo, de prueba, por la exigencia de cumplir el plazo para dictar el
laudo. La ley considera que es igualmente razonable que la prórroga del plazo pueda ser
acordada por los árbitros directamente y que no necesite el acuerdo de todas las partes.
El freno a un posible retraso injustificado en la decisión de la controversia se encuentra,
entre otras causas, en la responsabilidad de los árbitros.
En materia de condena en costas se introducen ciertas precisiones sobre su contenido
posible.
Se suprime el carácter preceptivo de la protocolización notarial del laudo. Esta exigencia
es desconocida en prácticamente todas las legislaciones de arbitraje, por lo que se opta por
no mantenerla, salvo que alguna de las partes lo pida antes de que el laudo se notifique, por
considerarlo conveniente a sus intereses. El laudo es, por tanto, válido y eficaz aunque no
haya sido protocolizado, de modo que el plazo para ejercitar la acción de anulación
transcurre desde su notificación, sin que sea necesario que la protocolización, cuando haya
sido pedida, preceda a la notificación. Y tampoco la fuerza ejecutiva del laudo se hace
depender de su protocolización, aunque en el proceso de ejecución, llegado el caso, el
ejecutado podrá hacer valer por vía de oposición la falta de autenticidad del laudo, supuesto
que puede presumirse excepcional.
La ley contempla determinadas formas de terminación anormal del procedimiento arbitral
y da respuesta al problema de la extensión del deber de los árbitros de custodia de las
actuaciones.
En la regulación de la corrección y aclaración del laudo se modifican los plazos, para
hacerlos más ade cuados a la realidad, y se distingue en función de que el arbitraje sea
interno o internacional, dado que en este último caso puede bien suceder que las dificultades
de deliberación de los árbitros en un mismo lugar sean mayores. Se introduce además la
figura del complemento del laudo para suplir omisiones.
VIII
El título VII regula la anulación y revisión del laudo.
Respecto de la anulación, se evita la expresión "recurso", por resultar técnicamente
incorrecta. Lo que se inicia con la acción de anulación es un proceso de impugnación de la
validez del laudo. Se sigue partiendo de la base de que los motivos de anulación del laudo
han de ser tasados y no han de permitir, como regla general, una revisión del fondo de la
decisión de los árbitros. El elenco de los motivos y su apreciabilidad de oficio o sólo a
instancia de parte se inspiran en la Ley Modelo. Se amplía el plazo para el ejercicio de la
acción de anulación, lo que no ha de perjudicar a la parte que haya obtenido
pronunciamientos de condena a su favor, porque el laudo, aun impugnado, tiene fuerza
ejecutiva.
El procedimiento para el ejercicio de la acción de anulación trata de conjugar las
exigencias de rapidez y de mejor defensa de las partes. Así, tras una demanda y una
contestación escritas, se siguen los trámites del juicio verbal.
IX
El título VIII se dedica a la ejecución forzosa del laudo.
– 838 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
En realidad, la Ley de Enjuiciamiento Civil contiene todas las normas, tanto generales
como específicas, sobre esta materia. Esta ley se ocupa únicamente de la posibilidad de
ejecución forzosa del laudo durante la pendencia del procedimiento en que se ejercite la
acción de anulación.
La ley opta por atribuir fuerza ejecutiva al laudo aunque sea objeto de impugnación.
Ningún sentido tendría que la ejecutividad del laudo dependiera de su firmeza en un
ordenamiento que permite ampliamente la ejecución provisional de sentencias. La
ejecutividad del laudo no firme se ve matizada por la facultad del ejecutado de obtener la
suspensión de la ejecución mediante la prestación de caución para responder de lo debido,
más las costas y los daños y perjuicios derivados de la demora en la ejecución. Se trata de
una regulación que trata de ponderar los intereses de ejecutante y ejecutado.
X
El título IX regula el exequátur de laudos extranjeros, compuesto por un único precepto
en el que, además de mantenerse la definición de laudo extranjero como aquel que no ha
sido dictado en España, se hace un reenvío a los convenios internacionales en los que
España sea parte y, sobre todo, al Convenio de Nueva York de 1958. Dado que España no
ha formulado reserva alguna a este convenio, resulta aplicable con independencia de la
naturaleza comercial o no de la controversia y de si el laudo ha sido o no dictado en un
Estado parte en el convenio. Esto significa que el ámbito de aplicación del Convenio de
Nueva York en España hace innecesario un régimen legal interno de exequátur de laudos
extranjeros, sin perjuicio de lo que pudieran disponer otros convenios internacionales más
favorables.
TÍTULO I
Disposiciones generales
– 839 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
Artículo 8. Tribunales competentes para las funciones de apoyo y control del arbitraje.
1. Para el nombramiento y remoción judicial de árbitros será competente la Sala de lo
Civil y de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma donde tenga
lugar el arbitraje; de no estar éste aún determinado, la que corresponda al domicilio o
– 840 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
TÍTULO II
Del convenio arbitral y sus efectos
– 841 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
TÍTULO III
De los árbitros
– 842 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
– 843 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
– 844 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
TÍTULO IV
De la competencia de los árbitros
– 845 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
TÍTULO V
De la sustanciación de las actuaciones arbitrales
– 846 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
– 847 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
sean aplicables sobre medios de prueba. Esta asistencia podrá consistir en la práctica de la
prueba ante el tribunal competente o en la adopción por éste de las concretas medidas
necesarias para que la prueba pueda ser practicada ante los árbitros.
2. Si así se le solicitare, el Tribunal practicará la prueba bajo su exclusiva dirección. En
otro caso, el Tribunal se limitará a acordar las medidas pertinentes. En ambos supuestos el
Secretario judicial entregará al solicitante testimonio de las actuaciones.
TÍTULO VI
Del pronunciamiento del laudo y de la terminación de las actuaciones
– 848 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
A los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, se entenderá que el laudo consta por
escrito cuando de su contenido y firmas quede constancia y sean accesibles para su ulterior
consulta en soporte electrónico, óptico o de otro tipo.
4. El laudo deberá ser siempre motivado, a menos que se trate de un laudo pronunciado
en los términos convenidos por las partes conforme al artículo anterior.
5. Constarán en el laudo la fecha en que ha sido dictado y el lugar del arbitraje,
determinado de conformidad con el apartado 1 del artículo 26. El laudo se considerará
dictado en ese lugar.
6. Con sujeción a lo acordado por las partes, los árbitros se pronunciarán en el laudo
sobre las costas del arbitraje, que incluirán los honorarios y gastos de los árbitros y, en su
caso, los honorarios y gastos de los defensores o representantes de las partes, el coste del
servicio prestado por la institución administradora del arbitraje y los demás gastos originados
en el procedimiento arbitral.
7. Los árbitros notificarán el laudo a las partes en la forma y en el plazo que éstas hayan
acordado o, en su defecto, mediante entrega a cada una de ellas de un ejemplar firmado de
conformidad con lo dispuesto en el apartado 3, dentro del mismo plazo establecido en el
apartado 2.
8. El laudo podrá ser protocolizado notarialmente.
Cualquiera de las partes, a su costa, podrá instar de los árbitros, antes de la notificación,
que el laudo sea protocolizado.
– 849 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
TÍTULO VII
De la anulación y de la revisión del laudo
Artículo 41. Motivos.
1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y
pruebe:
a) Que el convenio arbitral no existe o no es válido.
b) Que no ha sido debidamente notificada de la designación de un árbitro o de las
actuaciones arbitrales o no ha podido, por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
c) Que los árbitros han resuelto sobre cuestiones no sometidas a su decisión.
d) Que la designación de los árbitros o el procedimiento arbitral no se han ajustado al
acuerdo entre las partes, salvo que dicho acuerdo fuera contrario a una norma imperativa de
esta Ley, o, a falta de dicho acuerdo, que no se han ajustado a esta ley.
e) Que los árbitros han resuelto sobre cuestiones no susceptibles de arbitraje.
f) Que el laudo es contrario al orden público.
2. Los motivos contenidos en los párrafos b), e) y f) del apartado anterior podrán ser
apreciados por el tribunal que conozca de la acción de anulación de oficio o a instancia del
Ministerio Fiscal en relación con los intereses cuya defensa le está legalmente atribuida.
3. En los casos previstos en los párrafos c) y e) del apartado 1, la anulación afectará sólo
a los pronunciamientos del laudo sobre cuestiones no sometidas a decisión de los árbitros o
no susceptibles de arbitraje, siempre que puedan separarse de las demás.
4. La acción de anulación del laudo habrá de ejercitarse dentro de los dos meses
siguientes a su notificación o, en caso de que se haya solicitado corrección, aclaración o
complemento del laudo, desde la notificación de la resolución sobre esta solicitud, o desde la
expiración del plazo para adoptarla.
Artículo 42. Procedimiento.
1. La acción de anulación se sustanciará por los cauces del juicio verbal, sin perjuicio de
las siguientes especialidades:
a) La demanda deberá presentarse conforme a lo establecido en el artículo 399 de la Ley
1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, acompañada de los documentos justificativos
de su pretensión, del convenio arbitral y del laudo, y, en su caso, contendrá la proposición de
los medios de prueba cuya práctica interese el actor.
b) El Secretario Judicial dará traslado de la demanda al demandado, para que conteste
en el plazo de veinte días. En la contestación, acompañada de los documentos justificativos
de su oposición, deberá proponer todos los medios de prueba de que intente valerse. De
este escrito, y de los documentos que lo acompañan, se dará traslado al actor para que
pueda presentar documentos adicionales o proponer la práctica de prueba.
c) Contestada la demanda o transcurrido el correspondiente plazo, el Secretario Judicial
citará a la vista, si así lo solicitan las partes en sus escritos de demanda y contestación. Si
en sus escritos no hubieren solicitado la celebración de vista, o cuando la única prueba
propuesta sea la de documentos, y éstos ya se hubieran aportado al proceso sin resultar
impugnados, o en el caso de los informes periciales no sea necesaria la ratificación, el
Tribunal dictará sentencia, sin más trámite.
– 850 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
TÍTULO VIII
De la ejecución forzosa del laudo
TÍTULO IX
Del exequátur de laudos extranjeros
– 851 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 12 Ley de arbitraje
– 852 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13
JUAN CARLOS I
REY DE ESPAÑA
A todos los que la presenten vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
ley.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
I
Las circunstancias económicas y demográficas de determinados países, en los que
muchos niños no han podido encontrar un ambiente propicio para su desarrollo, unido al
descenso de la natalidad en España, han originado que en los últimos años el número de
menores extranjeros adoptados por españoles o residentes en España se haya
incrementado notablemente. En dicha situación surgen nuevas necesidades y demandas
sociales de las que se han hecho eco numerosas instituciones tanto públicas como privadas,
que han trasladado al Gobierno la necesidad de adecuar el ordenamiento jurídico a la
realidad social actual.
El aumento de adopciones constituidas en el extranjero supone, a su vez, un desafío
jurídico de grandes proporciones para el legislador, que debe facilitar los instrumentos
normativos precisos para que la adopción tenga lugar con las máximas garantías y respeto a
los intereses de los menores a adoptar, posibilitando el desarrollo armónico de la
personalidad del niño en el contexto de un medio familiar propicio. Todo ello en el marco de
la más escrupulosa seguridad jurídica que redunda siempre en beneficio de todos los
participantes en la adopción internacional, especialmente y en primer lugar, en beneficio del
menor adoptado. El transcurso de los años ha proporcionado perspectiva suficiente para
apreciar la oportunidad de una Ley que pusiera fin a la dispersión normativa característica de
la legislación anterior y reuniera una regulación completa de las cuestiones de derecho
internacional privado necesariamente presentes en todo proceso de adopción internacional.
– 853 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
II
La presente Ley conjuga los principios y valores de nuestra Constitución con las
disposiciones de los instrumentos internacionales en materia de adopción que son parte de
nuestro ordenamiento jurídico. En especial, es preciso poner de manifiesto la trascendencia
que tienen en esta nueva ordenación los principios contenidos en el Convenio de las
Naciones Unidas sobre los derechos del niño, de 20 de noviembre de 1989, en la
Declaración de Naciones Unidas sobre los principios sociales y jurídicos aplicables a la
protección y al bienestar de los niños, considerados sobre todo desde el ángulo de las
prácticas en materia de adopción y de colocación familiar en los planos nacional e
internacional (Resolución de la Asamblea General 41/1985, de 3 de diciembre de 1986), en
el Convenio relativo a la protección del niño y a la cooperación en materia de adopción
internacional, hecho en La Haya el 29 de mayo de 1993, ratificado por España mediante
Instrumento de 30 de junio de 1995.
Un referente de gran importancia en España ha sido el trabajo llevado a cabo en la
Comisión del Senado sobre adopción internacional, cuyas conclusiones, elaboradas con las
aportaciones de autoridades y expertos en la materia, han marcado una línea y camino a
seguir en el enfoque de este fenómeno social.
En aplicación de la Constitución y de los instrumentos legales internacionales en vigor
para España, esta nueva norma concibe la adopción internacional como una medida de
protección de los menores que no pueden encontrar una familia en sus países de origen y
establece las garantías necesarias y adecuadas para asegurar que las adopciones
internacionales se realicen, ante todo, en interés superior del niño y con respeto a sus
derechos. Asimismo, se pretende evitar y prevenir la sustracción, la venta o el tráfico de
niños, asegurando al mismo tiempo la no discriminación del menor por razón de nacimiento,
nacionalidad, raza, sexo, deficiencia o enfermedad, religión, lengua, cultura, opinión o
cualquier otra circunstancia personal, familiar o social.
Cabe añadir que la presente Ley debe ser siempre interpretada con arreglo al principio
del interés superior de los menores, que prevalecerá sobre cualquier otro interés legítimo
que pudiera concurrir en los procesos de adopción internacional.
III
La Ley tiene por objeto una regulación normativa sistemática, coherente y actualizada
que permite dar respuesta al fenómeno de la adopción internacional en España.
El articulado se divide en tres Títulos. Bajo la rúbrica «Disposiciones generales», el Título
I establece el ámbito de aplicación y la intervención de las Entidades Públicas competentes
en materia de protección de menores, con especial detenimiento en la especificación de las
funciones que desarrollan las Entidades Colaboradoras en la adopción internacional.
Así, en el Capítulo I se establece el ámbito de aplicación de la norma, el objetivo
pretendido por esta Ley de establecimiento de garantías de las adopciones tomando siempre
como guía el interés superior de los menores, y se señala cuáles son los principios que
informan la adopción internacional en consonancia con la Convención de los Derechos del
Niño de 20 de noviembre de 1989 y el Convenio de La Haya de 29 de mayo de 1993 sobre
la protección de los derechos del niño y cooperación en materia de adopción internacional.
Cierra este Capítulo la determinación de las circunstancias que impiden la adopción, en esa
línea de procurar que las adopciones tengan lugar únicamente cuando existen las garantías
mínimas suficientes.
En el Capítulo II se recoge la intervención de las Entidades Públicas de Protección de
Menores en el procedimiento de adopción y las funciones de intermediación que únicamente
podrán llevarse a cabo por Entidades Colaboradoras previamente acreditadas por la Entidad
Pública española competente y por la autoridad correspondiente del país de origen de los
menores.
La función intermediadora que se atribuye en exclusiva a estas Entidades Colaboradoras
ha impuesto al legislador la tarea de configurar un marco jurídico que conjugue la prestación
integral del servicio que tienen encomendado con unos mecanismos básicos para su
acreditación y control, que deberá ser ejercido por las Entidades Públicas competentes.
– 854 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
– 855 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
resultan aplicables para concretar los efectos legales que surten en España las adopciones
constituidas en el extranjero.
Con base en lo anterior, la Ley establece un régimen para el reconocimiento en España
de las adopciones constituidas por autoridades extranjeras en defecto de normativa
internacional aplicable. Dicho régimen gira en torno a una idea elemental: la adopción sólo
será reconocida en España si se ha constituido válidamente en el Estado de origen y si,
además, satisface determinadas exigencias de regularidad jurídica o que giren en torno al
interés del adoptando. De ese modo, se evita que una adopción que no haya sido
regularmente constituida en un país extranjero, pueda desplegar efectos legales en España
y que las adopciones constituidas sin un respeto suficiente a los mínimos niveles de justicia,
con especial atención al interés del menor, surtan efectos en España.
A tal efecto, las autoridades españolas y en especial, los Encargados del Registro Civil,
deberán controlar, en todo caso, que la adopción haya sido constituida por autoridad
extranjera competente, que dicha autoridad respetó sus propias normas de Derecho
Internacional Privado y constituyó, por tanto, una adopción válida en dicho país. Deberá
constatar asimismo que la adopción constituida en país extranjero surte, según la ley
aplicada a su constitución, los mismos efectos sustanciales que la adopción regulada en la
legislación española, que los adoptantes han sido declarados idóneos para adoptar, y que,
en el caso de adoptando español, se haya emitido el consentimiento de la Entidad Pública
correspondiente a la última residencia del adoptando en España y, finalmente, que el
documento presentado en España y que contiene el acto de adopción constituida ante
autoridad extranjera, reúna las suficientes garantías formales de autenticidad.
La Ley incorpora igualmente, una regulación, hasta ahora inexistente en nuestro
Derecho positivo, relativa a los efectos en España de la adopción simple o menos plena
legalmente constituida por autoridad extranjera, así como la posibilidad de conversión en una
adopción con plenitud de efectos, estableciendo los factores que deben concurrir en cada
caso para que la autoridad española competente acuerde la transformación.
Concluye el articulado de la Ley con un Título III en el que se regula el régimen jurídico-
privado de los casos internacionales de acogimiento familiar y otras medidas de protección
de menores.
IV
Se completa la Ley con la modificación de determinados artículos del Código Civil. En
primer lugar, la que impone el contenido del Título II de la Ley en el artículo 9.5 del Código
Civil, que pasa a cumplir una mera función de remisión a la Ley de adopción internacional.
Por otro lado se aprovecha el evidente vínculo que une la adopción con la protección de
los menores para abordar la reforma de los artículos 154, 172, 180 y 268 del Código Civil.
Además de mejorarse la redacción de estos preceptos, se da respuesta de este modo a los
requerimientos del Comité de Derechos del Niño, que ha mostrado su preocupación por la
posibilidad de que la facultad de corrección moderada que hasta ahora se reconoce a los
padres y tutores pueda contravenir el artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del
Niño de 20 de noviembre de 1989.
Estas reformas serán de aplicación supletoria respecto del derecho propio de aquellas
Comunidades Autónomas que lo posean.
– 856 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
TÍTULO I
Disposiciones generales
CAPÍTULO I
Ámbito de aplicación
– 857 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
CAPÍTULO II
Entidades Públicas y Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional
– 858 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
– 859 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
donde también esté acreditada, a efectos de que puedan iniciar la investigación que, en su
caso, consideren oportuna.
6. Las Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional designarán la persona que
actuará como representante de la Entidad y de las familias ante la autoridad del país de
origen del menor. Los profesionales empleados por las Entidades Colaboradoras de
Adopción Internacional en los países de origen de los menores se considerarán personal
adscrito a la Entidad, que será responsable de los actos de dichos profesionales en el
ejercicio de sus funciones de intermediación. Estos profesionales deberán ser evaluados por
el órgano competente para la acreditación de la Entidad Colaboradora.
7. Corresponderá a las Comunidades Autónomas competentes en la materia, la
acreditación, seguimiento y control de las Entidades Colaboradoras de Adopción
Internacional que actúen en su ámbito territorial, de acuerdo con la normativa autonómica
aplicable.
8. Para el seguimiento y control de las Entidades Colaboradoras de Adopción
Internacional se establecerá la correspondiente coordinación interautonómica con respecto a
aquellas que estén acreditadas en más de una Comunidad Autónoma.
CAPÍTULO III
Capacidad y requisitos para la adopción internacional
– 860 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
– 861 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
TÍTULO II
Normas de Derecho Internacional Privado relativas a la adopción internacional
CAPITULO I
Competencia para la constitución de la adopción internacional
– 862 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
CAPÍTULO II
Ley aplicable a la adopción
– 863 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
CAPÍTULO III
Efectos en España de la adopción constituida por autoridades extranjeras
– 864 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
– 865 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
marginal de adopción conforme a las normas contenidas en los artículos 12 y 16.3 de la Ley
del Registro Civil.
– 866 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
TÍTULO III
Otras medidas de protección de menores
CAPÍTULO I
Competencia y ley aplicable
CAPÍTULO II
Efectos de las decisiones extranjeras en materia de protección de menores.
– 867 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
– 868 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
estable en otra familia o si entiende que es lo más adecuado en interés del menor.
Dicha decisión se notificará al Ministerio Fiscal.»
Cuatro. Se adiciona un nuevo número al artículo 180 que queda redactado en los
siguientes términos:
«5.º Las personas adoptadas, alcanzada la mayoría de edad o durante su
minoría de edad representadas por sus padres, tendrán derecho a conocer los datos
sobre sus orígenes biológicos. Las Entidades Públicas españolas de protección de
menores, previa notificación a las personas afectadas, prestarán a través de sus
servicios especializados el asesoramiento y la ayuda que precisen los solicitantes
para hacer efectivo este derecho.»
Cinco. El artículo 268 queda redactado en los siguientes términos:
«Los tutores ejercerán su cargo de acuerdo con la personalidad de sus pupilos,
respetando su integridad física y psicológica.
Cuando sea necesario para el ejercicio de la tutela podrán recabar el auxilio de la
autoridad.»
«141 bis.
En los casos previstos en los dos artículos anteriores, en las copias simples,
testimonios y certificaciones que expidan los Secretarios Judiciales, cualquiera que
sea el soporte que se utilice para ello, cuando sea necesario para proteger el
superior interés de los menores y para preservar su intimidad, deberán omitirse los
datos personales, imágenes, nombres y apellidos, domicilio, o cualquier otro dato o
circunstancia que directa o indirectamente pudiera permitir su identificación.»
Dos. Se añade un nuevo párrafo final al artículo 164 de la Ley de Enjuiciamiento Civil
con el siguiente texto:
«Artículo 164.
En todo caso en la comunicación o publicación a que se refieren los párrafos
anteriores, en atención al superior interés de los menores y para preservar su
intimidad, deberán omitirse los datos personales, nombres y apellidos, domicilio, o
cualquier otro dato o circunstancia que directa o indirectamente pudiera permitir su
identificación.»
Tres. El artículo 779 queda redactado en los siguientes términos:
– 869 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 13 Ley de adopción internacional
– 870 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14
JUAN CARLOS I
REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente
ley.
PREÁMBULO
I
Una de las funciones esenciales del Estado de Derecho es la garantía de la tutela judicial
de los derechos de los ciudadanos. Esta función implica el reto de la implantación de una
justicia de calidad capaz de resolver los diversos conflictos que surgen en una sociedad
moderna y, a la vez, compleja.
En este contexto, desde la década de los años setenta del pasado siglo, se ha venido
recurriendo a nuevos sistemas alternativos de resolución de conflictos, entre los que destaca
la mediación, que ha ido cobrando una importancia creciente como instrumento
complementario de la Administración de Justicia.
Entre las ventajas de la mediación es de destacar su capacidad para dar soluciones
prácticas, efectivas y rentables a determinados conflictos entre partes y ello la configura
como una alternativa al proceso judicial o a la vía arbitral, de los que se ha de deslindar con
claridad. La mediación está construida en torno a la intervención de un profesional neutral
que facilita la resolución del conflicto por las propias partes, de una forma equitativa,
permitiendo el mantenimiento de las relaciones subyacentes y conservando el control sobre
el final del conflicto.
II
A pesar del impulso que en los últimos años ha experimentado en España, en el ámbito
de las Comunidades Autónomas, hasta la aprobación del Real Decreto-ley 5/2012 se carecía
de una ordenación general de la mediación aplicable a los diversos asuntos civiles y
mercantiles, al tiempo que asegurara su conexión con la jurisdicción ordinaria, haciendo así
– 871 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
III
El modelo de mediación se basa en la voluntariedad y libre decisión de las partes y en la
intervención de un mediador, del que se pretende una intervención activa orientada a la
solución de la controversia por las propias partes. El régimen que contiene la Ley se basa en
la flexibilidad y en el respeto a la autonomía de la voluntad de las partes, cuya voluntad,
expresada en el acuerdo que la pone fin, podrá tener la consideración de título ejecutivo, si
las partes lo desean, mediante su elevación a escritura pública. En ningún caso pretende
esta norma encerrar toda la variedad y riqueza de la mediación, sino tan sólo sentar sus
bases y favorecer esta alternativa frente a la solución judicial del conflicto. Es aquí donde se
encuentra, precisamente, el segundo eje de la mediación, que es la deslegalización o
pérdida del papel central de la ley en beneficio de un principio dispositivo que rige también
en las relaciones que son objeto del conflicto.
La figura del mediador es, de acuerdo con su conformación natural, la pieza esencial del
modelo, puesto que es quien ayuda a encontrar una solución dialogada y voluntariamente
querida por las partes. La actividad de mediación se despliega en múltiples ámbitos
profesionales y sociales, requiriendo habilidades que en muchos casos dependen de la
propia naturaleza del conflicto. El mediador ha de tener, pues, una formación general que le
permita desempeñar esa tarea y sobre todo ofrecer garantía inequívoca a las partes por la
responsabilidad civil en que pudiese incurrir.
Igualmente, la Ley utiliza el término mediador de manera genérica sin prejuzgar que sea
uno o varios.
– 872 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
Se tiene presente el papel muy relevante en este contexto de los servicios e instituciones
de mediación, que desempeñan una tarea fundamental a la hora de ordenar y fomentar los
procedimientos de mediación.
Corolario de esta regulación es el reconocimiento del acuerdo de mediación como título
ejecutivo, lo que se producirá con su ulterior elevación a escritura pública, cuya ejecución
podrá instarse directamente ante los tribunales. En la regulación del acuerdo de mediación
radica el tercer eje de la mediación, que es la desjuridificación, consistente en no determinar
de forma necesaria el contenido del acuerdo restaurativo o reparatorio.
El marco flexible que procura la Ley pretende ser un aliciente más para favorecer el
recurso a la mediación, de tal forma que no tenga repercusión en costes procesales
posteriores ni se permita su planteamiento como una estrategia dilatoria del cumplimiento de
las obligaciones contractuales de las partes. Así se manifiesta en la opción de la suspensión
de la prescripción cuando tenga lugar el inicio del procedimiento frente a la regla general de
su interrupción, con el propósito de eliminar posibles desincentivos y evitar que la mediación
pueda producir efectos jurídicos no deseados.
La presente Ley se circunscribe estrictamente al ámbito de competencias del Estado en
materia de legislación mercantil, procesal y civil, que permiten articular un marco para el
ejercicio de la mediación, sin perjuicio de las disposiciones que dicten las Comunidades
Autónomas en el ejercicio de sus competencias.
Con el fin de facilitar el recurso a la mediación, se articula un procedimiento de fácil
tramitación, poco costoso y de corta duración en el tiempo.
IV
El articulado de esta Ley se estructura en cinco títulos.
En el título I, bajo la rúbrica «Disposiciones generales», se regula el ámbito material y
espacial de la norma, su aplicación a los conflictos transfronterizos, los efectos de la
mediación sobre los plazos de prescripción y caducidad, así como las instituciones de
mediación.
El título II enumera los principios informadores de la mediación, a saber: el principio de
voluntariedad y libre disposición, el de imparcialidad, el de neutralidad y el de
confidencialidad. A estos principios se añaden las reglas o directrices que han de guiar la
actuación de las partes en la mediación, como son la buena fe y el respeto mutuo, así como
su deber de colaboración y apoyo al mediador.
El título III contiene el estatuto mínimo del mediador, con la determinación de los
requisitos que deben cumplir y de los principios de su actuación. Para garantizar su
imparcialidad se explicitan las circunstancias que el mediador ha de comunicar a las partes,
siguiéndose en esto el modelo del Código de conducta europeo para mediadores.
El título IV regula el procedimiento de mediación. Es un procedimiento sencillo y flexible
que permite que sean los sujetos implicados en la mediación los que determinen libremente
sus fases fundamentales. La norma se limita a establecer aquellos requisitos imprescindibles
para dar validez al acuerdo que las partes puedan alcanzar, siempre bajo la premisa de que
alcanzar un acuerdo no es algo obligatorio, pues, a veces, como enseña la experiencia
aplicativa de esta institución, no es extraño que la mediación persiga simplemente mejorar
relaciones, sin intención de alcanzar un acuerdo de contenido concreto.
Finalmente, el título V establece el procedimiento de ejecución de los acuerdos,
ajustándose a las previsiones que ya existen en el Derecho español y sin establecer
diferencias con el régimen de ejecución de los acuerdos de mediación transfronterizos cuyo
cumplimiento haya de producirse en otro Estado; para ello se requerirá su elevación a
escritura pública como condición necesaria para su consideración como título ejecutivo.
V
Las disposiciones finales cohonestan la regulación con el encaje de la mediación con los
procedimientos judiciales.
Se reforman, así, la Ley 3/1993, de 22 de marzo, Básica de las Cámaras Oficiales de
Comercio, Industria y Navegación, y la Ley 2/1974, de 13 de febrero, de Colegios
– 873 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
Profesionales, para incluir entre sus funciones, junto al arbitraje, la mediación, permitiendo
así su actuación como instituciones de mediación.
Se operan también una serie de modificaciones de carácter procesal que facilitan la
aplicación de la mediación dentro del proceso civil. Se regula así la facultad de las partes
para disponer del objeto del juicio y someterse a mediación, así como la posibilidad de que
sea el juez el que invite a las partes a llegar a un acuerdo y, a tal fin, se informen de la
posibilidad de recurrir a la mediación. Se trata de una novedad que, dentro del respeto a la
voluntad de las partes, trata de promover la mediación y las soluciones amistosas de los
litigios. Por otro lado, se prevé la declinatoria como remedio frente al incumplimiento de los
pactos de sometimiento a mediación o frente a la presentación de una demanda estando en
curso la misma.
La modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil comprende, por último, la de los
preceptos necesarios para la inclusión del acuerdo de mediación dentro de los títulos que
dan derecho al despacho de la ejecución.
Con estas modificaciones se articula la adecuada interrelación entre la mediación y el
proceso civil, reforzando la eficacia de esta institución.
VI
Por último, esta Ley reforma la Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el acceso a las
profesiones de Abogado y Procurador de los Tribunales, con el objetivo de dar satisfacción a
las legítimas expectativas de los estudiantes de Derecho que, en el momento de la
publicación de aquella Ley, se encontraban matriculados en sus estudios universitarios y,
como consecuencia de la publicación de la misma, ven completamente alteradas las
condiciones de acceso a las profesiones de abogado y procurador.
Con arreglo a la Ley 34/2006, para obtener el título profesional de abogado o procurador
de los tribunales es necesario, además de estar en posesión del título universitario de
licenciado en Derecho o del correspondiente título de grado, probar su capacitación
profesional mediante la superación de la correspondiente formación especializada y de
carácter oficial que se adquiere a través de cursos de formación acreditados por el Ministerio
de Justicia y el Ministerio de Educación, así como superar una posterior evaluación.
La modificación que se aprueba es congruente con la exposición de motivos de la propia
Ley 34/2006, que declara como objetivo no quebrar «las expectativas actuales de los
estudiantes de la licenciatura o grado en Derecho». Sin embargo, la vacatio legis de cinco
años que fijó inicialmente la Ley se ha revelado insuficiente para dar satisfacción a un
colectivo de estudiantes que no han podido completar sus estudios en dicho periodo de
cinco años. Se trataría de resolver problemas de los estudiantes que se matricularon en
licenciaturas de Derecho con anterioridad al 31 de octubre de 2006, momento en el que no
se exigían los títulos profesionales para el ejercicio de las profesiones de abogado y
procurador y que no han podido finalizar sus estudios en el citado plazo. Por una omisión no
querida del legislador, dichos estudiantes sufren una discriminación, puesto que se quiebran
las expectativas legítimas que tenían en el momento en el que comenzaron a cursar sus
estudios en Derecho. Pero, además, se aprovecha la ocasión para reconocer un régimen
especial de acceso al ejercicio profesional para los licenciados en Derecho, cualquiera que
sea el momento en que inicien o finalicen sus estudios, atendiendo de este modo a diversas
iniciativas planteadas en sede parlamentaria.
Por otra parte, se contempla la situación de los poseedores de títulos extranjeros
susceptibles de homologación al título español de licenciado en Derecho, mediante la
introducción de una nueva disposición adicional que permite acceder a las profesiones
jurídicas a quienes hubiesen iniciado el procedimiento de homologación antes de la entrada
en vigor de la Ley.
La futura modificación contemplará la expedición de los títulos profesionales por parte
del Ministerio de Justicia.
Además, para acabar con la incertidumbre generada por el apartado 3 de la disposición
transitoria única de la citada Ley 34/2006, se introduce una mejora técnica en la redacción
aclarando que no es necesario estar en posesión del título de licenciado o grado en
Derecho, sino que basta estar en condiciones de obtenerlo, es decir, no es necesario estar
en la posesión material del título, sino haber concluido los estudios cuando entra en vigor la
– 874 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
Ley. Con ello se salvaguardan los derechos de los licenciados que habiendo finalizado sus
estudios, por el retraso o descuido en la solicitud de los títulos a las universidades queden
excluidos del ámbito de la disposición transitoria de la Ley.
TÍTULO I
Disposiciones generales
Artículo 1. Concepto.
Se entiende por mediación aquel medio de solución de controversias, cualquiera que sea
su denominación, en que dos o más partes intentan voluntariamente alcanzar por sí mismas
un acuerdo con la intervención de un mediador.
– 875 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
TÍTULO II
Principios informadores de la mediación
Artículo 8. Neutralidad.
Las actuaciones de mediación se desarrollarán de forma que permitan a las partes en
conflicto alcanzar por sí mismas un acuerdo de mediación, actuando el mediador de acuerdo
con lo dispuesto en el artículo 13.
Artículo 9. Confidencialidad.
1. El procedimiento de mediación y la documentación utilizada en el mismo es
confidencial. La obligación de confidencialidad se extiende al mediador, que quedará
protegido por el secreto profesional, a las instituciones de mediación y a las partes
intervinientes de modo que no podrán revelar la información que hubieran podido obtener
derivada del procedimiento.
2. La confidencialidad de la mediación y de su contenido impide que los mediadores o
las personas que participen en el procedimiento de mediación estén obligados a declarar o
aportar documentación en un procedimiento judicial o en un arbitraje sobre la información y
documentación derivada de un procedimiento de mediación o relacionada con el mismo,
excepto:
– 876 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
a) Cuando las partes de manera expresa y por escrito les dispensen del deber de
confidencialidad.
b) Cuando, mediante resolución judicial motivada, sea solicitada por los jueces del orden
jurisdiccional penal.
3. La infracción del deber de confidencialidad generará responsabilidad en los términos
previstos en el ordenamiento jurídico.
TÍTULO III
Estatuto del mediador
– 877 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
TÍTULO IV
Procedimiento de mediación
– 878 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
– 879 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
– 880 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
TÍTULO V
Ejecución de los acuerdos
– 881 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
Disposición derogatoria.
Queda derogado el Real Decreto-ley 5/2012, de 5 de marzo, de mediación en asuntos
civiles y mercantiles.
– 882 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
sobre lo que sea objeto del mismo, excepto cuando la ley lo prohíba o establezca
limitaciones por razones de interés general o en beneficio de tercero.»
Dos. Se modifica el artículo 39, que pasa a tener la siguiente redacción:
– 883 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
Ocho. El párrafo segundo del apartado 1 del artículo 347 queda redactado de la forma
siguiente:
«El tribunal sólo denegará las solicitudes de intervención que, por su finalidad y
contenido, hayan de estimarse impertinentes o inútiles, o cuando existiera un deber
de confidencialidad derivado de la intervención del perito en un procedimiento de
mediación anterior entre las partes.»
Nueve. El segundo párrafo del apartado 1 del artículo 395 pasa a tener la siguiente
redacción:
«Se entenderá que, en todo caso, existe mala fe, si antes de presentada la
demanda se hubiese formulado al demandado requerimiento fehaciente y justificado
de pago, o si se hubiera iniciado procedimiento de mediación o dirigido contra él
demanda de conciliación.»
Diez. Se sustituye el segundo párrafo del apartado 1 del artículo 414 por los siguientes:
«En esta convocatoria, si no se hubiera realizado antes, se informará a las partes
de la posibilidad de recurrir a una negociación para intentar solucionar el conflicto,
incluido el recurso a una mediación, en cuyo caso éstas indicarán en la audiencia su
decisión al respecto y las razones de la misma.
La audiencia se llevará a cabo, conforme a lo establecido en los artículos
siguientes, para intentar un acuerdo o transacción de las partes que ponga fin al
proceso, examinar las cuestiones procesales que pudieran obstar a la prosecución
de éste y a su terminación mediante sentencia sobre su objeto, fijar con precisión
dicho objeto y los extremos, de hecho o de derecho, sobre los que exista
controversia entre las partes y, en su caso, proponer y admitir la prueba.
En atención al objeto del proceso, el tribunal podrá invitar a las partes a que
intenten un acuerdo que ponga fin al proceso, en su caso a través de un
procedimiento de mediación, instándolas a que asistan a una sesión informativa.»
Once. Los apartados 1 y 3 del artículo 415 pasan a tener la siguiente redacción:
«1. Comparecidas las partes, el tribunal declarará abierto el acto y comprobará si
subsiste el litigio entre ellas.
Si manifestasen haber llegado a un acuerdo o se mostrasen dispuestas a
concluirlo de inmediato, podrán desistir del proceso o solicitar del tribunal que
homologue lo acordado.
Las partes de común acuerdo podrán también solicitar la suspensión del proceso
de conformidad con lo previsto en el artículo 19.4, para someterse a mediación o
arbitraje.
En este caso, el tribunal examinará previamente la concurrencia de los requisitos
de capacidad jurídica y poder de disposición de las partes o de sus representantes
debidamente acreditados, que asistan al acto.»
«3. Si las partes no hubiesen llegado a un acuerdo o no se mostrasen dispuestas
a concluirlo de inmediato, la audiencia continuará según lo previsto en los artículos
siguientes.
Cuando se hubiera suspendido el proceso para acudir a mediación, terminada la
misma, cualquiera de las partes podrá solicitar que se alce la suspensión y se señale
fecha para la continuación de la audiencia.»
Doce. Se añade una excepción 4.ª al apartado 3 del artículo 438, con la siguiente
redacción:
«4.ª En los procedimientos de separación, divorcio o nulidad y en los que tengan
por objeto obtener la eficacia civil de las resoluciones o decisiones eclesiásticas,
cualquiera de los cónyuges podrá ejercer simultáneamente la acción de división de la
cosa común respecto de los bienes que tengan en comunidad ordinaria indivisa. Si
hubiere diversos bienes en régimen de comunidad ordinaria indivisa y uno de los
cónyuges lo solicitare, el tribunal puede considerarlos en conjunto a los efectos de
formar lotes o adjudicarlos.»
– 884 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
– 885 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
– 886 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
– 887 –
CÓDIGO DE LEGISLACIÓN CIVIL
§ 14 Ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles
– 888 –