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Introducción
Origen
Iniciar con el origen del concepto me parece apropiado para comprender que la Rendición
de cuentas no es un concepto nuevo. Se mencionó, por primera vez, en el siglo XVII en
Suecia durante el reinado de Carlos X, no como rendición de cuentas propiamente tal, sino
como “la intención de que los abusos cometidos por sus propios funcionarios reales
salieran a la luz pública”; para evitar esta clase de hechos, crea la figura del Ombudsman.
En la década de los años 60, el concepto aparece en los Estados Unidos y en los 70 llega a
Europa, sin embargo, ha sido más desarrollado en la cultura inglesa durante los últimos
años. Accountability o Rendición de Cuentas, es un concepto ético que nace en la cultura
anglosajona en la que, una de las primeras organizaciones preocupadas por este tema, fue
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el Institute of Social and Ethical Accountability, una organización internacional sin fines
de lucro que, desde 1996, busca promover la rendición de cuentas. Esto indica que, a través
de organizaciones sociales, se inicia un interés por educar a la sociedad en cuanto a la
necesidad de fomentar las prácticas empresariales responsables y la mayor Rendición de
Cuentas de la sociedad civil y las organizaciones públicas; de allí que, la Transparencia y
Rendición de Cuentas son instrumentos de gestión que las instituciones, tanto públicas
como privadas, intentan darle el verdadero significado ante la sociedad y la comunidad
interesada en desarraigar las injusticias sociales y la corrupción.
El origen etimológico de Rendición de Cuentas viene del Latín “reddere”, cuyo significado
es rendir (Rael, 1992). Por otro lado, “cuentas” tiene su raíz en el latín computare, palabra
formada por com que significa juntos, colectivamente más putare, que significa valuar,
juzgar, verificar, limpiar Gómez de Silva (1988). Por lo tanto, Rendición de Cuentas”, es
la acción de computar, de evaluar, juzgar o verificar colectivamente algo.
Concepto
Debo señalar aquí que el concepto “Accountability” (en inglés) y Rendición de Cuentas
(en español); aunque no es una traducción exacta, se le relaciona a la transparencia, a dar
cuentas, a estar dispuestos a explicar logros y también fracasos, como parte de una práctica
democrática. Tanto en lo público como en lo privado, ha surgido la necesidad de
transparentar acciones y decisiones, de dar cuenta a la sociedad de políticas de
administración, de informar y ser transparentes. El concepto Accountability y Rendición de
Cuentas es aún, un concepto en construcción, sin embargo, estos son sinónimos de
responsabilidad, dar cuenta, responder por, dar cumplimiento, este concepto implica
entonces, la capacidad de garantizar que las autoridades a cargo de una institución
respondan por sus acciones.
Para Simon Zadek (2005) Rendición de Cuentas es un proceso de lograr que sean
responsables los que tienen poder sobre la vida de las gentes y finalmente de un canal o
voz de expresión de la gente sobre temas que repercuten en sus propias vidas.
Definitivamente, esta gestión, constituye una responsabilidad de tipo social toda vez que
permite una comunicación de doble vía en pos de transparentar las gestiones realizadas por
quien tiene el poder en un momento determinado o que tiene la responsabilidad frente a un
grupo de personas.
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David Bonbright (2007) dice que la rendición de cuentas es una parte esencial en el
proceso de democratización, donde se crean frenos y contrapesos que aseguran que el
menos privilegiado y con menos poder puede retar y reconfigurar las dinámicas del poder
social. Asumo que, desde el punto de vista de Bonbright, el proceso de rendición de
cuentas permite la transparencia de las gestiones e impide el desbordamiento del poder
evitando hechos de corrupción e ilicitud.
Para otros autores, la rendición de cuentas abarca, de forma genérica, tres maneras
diferentes para prevenir y corregir abusos de poder: obliga al poder a abrirse a la
inspección pública, lo fuerza a explicar y, finalmente, justificar sus actos supeditándolo a la
amenaza de sanciones.
La rendición de cuentas abarca, de manera genérica, tres maneras diferentes para prevenir
y corregir abusos de poder, obliga al poder a abrirse a la inspección pública: lo fuerza a
explicar y justificar sus actos, y lo supedita a la amenaza de sanciones. Estos tres aspectos,
en su conjunto, información, justificación y castigo, convierten a la rendición de cuentas
en una empresa multifacética, la convierte en una casa conceptual amplia que hospeda
muchos términos afines como la vigilancia, la auditoría, la fiscalización o la penalización,
y todos comparten la pretensión de domesticar el ejercicio del poder. La rendición de
cuentas, como postula una definición enciclopédica, es “la capacidad de asegurar que los
funcionarios públicos respondan por sus acciones” (Hickok, 1995).
Vargas (2003) plantea que, por otra parte, existen dimensiones de la democracia propias de
la organización legal e institucional del estado y sus relaciones con los ciudadanos, cuya
ausencia o debilidad afecta profundamente la conformación de funcionamiento del
régimen político y coarta el ejercicio de los derechos ciudadanos, por esta razón, la
búsqueda de formas de control ciudadano sobre algunas áreas de la gestión y de las
políticas, es un componente de control de las iniciativas innovadoras que en muchos
países, tratan de ir más allá de la democracia electoral y por ende, se intenta desarrollar
nuevas prácticas de intervención ciudadana en la vida pública. La democracia y la
Rendición de Cuentas entonces, están íntimamente ligadas y juegan un papel, directamente
proporcional; a mayor rendición de cuentas, mayor democracia y a mayor democracia
mayor participación ciudadana y a mayor participación ciudadana, mayor fortalecimiento
de la justicia social.
La segunda, es la teoría del Agente–Principal que fue utilizada originalmente para estudiar
la relación entre el dueño de una empresa (principal) y sus administradores (agente), según
esta teoría, “A” debe rendir cuentas a “B”; el derecho de un actor “A”, de exigir a un actor
“B”, que cumpla con su obligación de dar cuenta, de informar y justificar sus acciones,
decisiones y resultados bajo su dominio. La Teoría Agente – Principal ha sido trasladada al
terreno de la política y, en especial, a la teoría de la democracia, en los que se relaciona al
principal con el ciudadano y al agente con los empleados públicos elegidos, para que
actúen en su nombre y beneficio; en el caso de las universidades, las instancia
universitarias serían el agente y la comunidad universitaria y la sociedad, el principal. A
modo de ilustración, si se abre una vacante a concurso, en una universidad, el participante,
tiene la obligación de saber de antemano, los criterios de selección; y, una vez ocupada la
plaza por la persona que resulta favorecida, se debe informar cuáles fueron los factores que
puso a esta persona en una posición de ventaja ante las/los demás. ¿Por qué? Porque es
necesario conocer las limitaciones y además saber qué aspectos se necesitan mejorar en
caso de nuevos concursos y por último.
Se tiene el derecho a preguntar al gobierno, y éste, tiene la obligación de dar una respuesta;
derecho, por ejemplo, a saber qué sucede con un certificado extraviado en una universidad
o un documento extraviado en una oficina pública. En estos casos, es inaceptable, la
respuesta de un “simplemente se perdió”. Es pertinente que, los encargados de estas
instancias, den respuesta satisfactoria al usuario. Aún cuando se está frente a mudanzas de
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Para concluir ésta parte, es importante dejar claro que la transparencia y el derecho al
acceso a la información pública contribuyen a inhibir la corrupción y a hacer más eficiente
el trabajo gubernamental. Defino corrupción como la práctica de actividades ilícitas que
afectan a un país, una jurisdicción, gremio, institución o sociedad en general. Dicho de otra
forma, es un acto ilegal toda vez que una persona abusa de su poder para obtener algún
beneficio para sí mismo, para sus familiares o para sus amigos o simplemente para generar
un daño. Por otro lado, la transparencia se define como un requisito de gestión necesario
para la adecuada administración no sólo de instituciones gubernamentales si no también
académicas.
Me parece relevante hacer mención del VII Foro ANECA (Agencia Nacional de la
Evaluación de la Calidad y Acreditación), celebrado el 3 de octubre de 2006, en España,
cuyo tema fue Gobernanza y Rendición de Cuentas: las universidades ante la sociedad
del conocimiento. En este Foro, Antonio Arias (2006) plantea que debe existir mayor
control de las auditorías financieras con carácter general y anual, así como mayor
coordinación de las fiscalizaciones aprovechando los avances de la informática
presupuestaria. Por otro lado, Jesús Irrure (2006) manifiesta que las universidades, como
servicio público de la educación superior, deben rendir cuentas de sus resultados a la
sociedad y deben crear un clima de profunda confianza en su entorno social para mejorar
sus índices de financiación, tanto pública como privada.
Las universidades de América Latina y el Caribe desde finales de la década de los ochenta
del siglo XX, debido a las reformas universitarias se abocan a las exigencias de la gestión
de rendición de cuentas. Es necesario hacer mención de la declaración de la Conferencia
Regional de la Educación superior en América Latina y el Caribe (Cres 2008), celebrada
del 4 al 6 de junio de 2008, en la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia, bajo los
auspicios del Instituto Internacional de la Unesco, para la educación Superior de América
Latina y el Caribe (Iesal-Unesco) y el Ministerio de Educación Nacional de Colombia, con
la colaboración de los gobiernos de Brasil, España y la República de México.
Respecto al tema que analizo, en esta conferencia se plasman las declaraciones siguientes:
la autonomía es un derecho y una condición necesaria para el trabajo académico con
libertad, y a su vez una enorme responsabilidad para cumplir su misión con calidad,
pertinencia, eficiencia y transparencia de cara a los retos y desafíos de la sociedad.
Comprende, así mismo, la rendición social de cuentas, el compromiso social. El reto actual
es propiciar una paulatina apertura de instituciones como las universidades, que generen
una reacción en cadena hasta lo que Henri Bergson dio en llamar “Sociedades abiertas”, en
las cuales la transparencia y racionalidad del conocimiento es obtenido, elaborado y
transmitido a los asociados.
Según mi entrevistada, “la transparencia y rendición de cuentas va más allá del simple acto
de escrutinio propio de abrir o presentar información al público”. Implica la consideración
y manejo de la información como un bien público y, además, un cambio de paradigma
(modelo) cultural tanto en el ámbito social como en el organizativo. La transparencia y
rendición de cuentas representa un elemento indispensable para la efectiva gestión tanto
para las instituciones gubernamentales como académicas a los más amplios niveles.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
CIBERNÉTICAS-INFOGRAFÍA
http://www.universia.es/portada/actualidad/noticia_actualidad.jsp?noticia
http://www.consejosandalucia.org/documentos/MEMDES/capitulo04.pdf
http://www.google.com/search?hl=es&q=aneca%2Brendici%C3%B3n+de+cuentas
http://www.google.com/search?hl=es&q=rendici%C3%B3n+de+cuentas+universidadesLatinoamerica
http://ima.uni.edu.pe/fweb05/dic05/cuentas.doc
http://www.fiscalizacion.es/2009/10/09/rendicion-de-cuentas-en-las-universidades/
http://www.google.com/search?hl=es&q=CONFERENCIA+MUNDIAL+DE+PARIS&bt
http://www.up.ac.pa/ftp/principal/transparencia/RendiciónCuentas2009.pdf