Cog tus manos mi viejita, las coga porque saba que un
da cualquiera ya no estaras conmigo Te abrazaba cada vez que te vea. Siempre estabas ms con DIOS todos los das. Mi DIOS te tuvo aqu pero siempre perteneciste a el Pelusita, caprichosa incomprendida y difcil siempre me pregunte por que no te parecas a tus oraciones y al mirarte en el espejo brillabas. Me di cuenta que el camino no era lo suficientemente largo para ti que yo no envejecera vindote ya madurar como una flor que se marchita lentamente. Por eso la oracin del sagrado corazn de Jess es tu mejor regalo.
Tu interior de nia, tuvo que encontrarse con una fuerte
enfermedad que te consumi. Hoy te extrao, el lago, el ro, la calle, el caf, la panadera, el cine, el computador, ya no reemplazan; el tiempo pas y la soledad te tiene. A la memoria de mi madre Ofelia cano... en un da como hoy que la recordamos. Luis Carlos Zamora Cano Derechos Reservados