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SO yrararyvory ’ - ‘ais ” hie QALASYS t UNIVERSIDAD CATOLICA ANDRES BELLO =} ee Facultad de Humonidades y Educacin Escuela de Letras APUNTES DE HISTORIA DEL ARTE TOMO II DEL RENACIMIENTO AL BARROCO Femando Areliono S.J b CAPITULO IX, LA PINTURA ITALIANA HASTA FINES DEL SIGLO >'V_ El enacimiento, - Las ideas acerca del complejo fendmeno del Re- ——— " pacimiento han ido evolucionando a lo largo del presente siglo. Hasta fines cel siglo pasado privaba una definicidn des- criptiva, en la que se subrayaban los caracteres que lo separan tanto de la Edad Media como de la €20ca moderna. Pero, sobre toco en los dlti- mos cuarenta afios, se ha tratado de conprender la continu dad de la ac- tividad humana, goniendo empefio en descubrir lo que hay ce comin en-- tre al fin de la Edad Media y los comienzos del Aenacimiento, Los que consideraban el Xenacimiento como un fend neno aislado, solfan acenuar el aspecto pagano del humanis~0, cnientras que los historiadores mds - tec.entes, por el contrario, han puesto en evidencia el impulso religio- $0, que jugé un navel tan importante en la ereacidn de esa actitud men- tal que se conoce con el nombre de enaci niento. Fred Berence, en su obra "La Renaissance italienne" (1°54), co mienza la historia de este perfodo con las grandes figuras del "“Trecento” (siglo XIV), el Papa Bonifacio VIII, Dante y Giotto, porque niensa que -- para entender las obras plena nente renacentistas del "Quattocento" (si- glo XV) hay que conocer a fondo el siglo anterior. Fl problema de sa ber ei e: Renacimiento italiano prolonga el Medioevo o si nor el contra~ rio nace como reaccién contra el espiritu medieval, ha preocunado y con razén a los historiadores. No se puede negar cue el human smo me- dieval y el hu nanisrno bizantino son ias fuentes en que bebieron los gran | des italianos cel siglo XIV como Dante, Petrarca, Bocaccio, Giotto y - los Pisanos (Nicolas y Juan de Pisa). Sin embargo, estos artistas se -- distinguen Ge sus sredecesores vor el espfritu due los anima. Flos trang forman el antiguo humanis~0, ce la mina nanera que el Quattrocento — aprovechard todos los cie-sentos anteriores para fundirlos en una sinte- sis superior. Las dltimas investigaciones han cemostrado que ia idea del Renaci- miento, o sea, de la renovacién humana, resnonde a una asniracidn re- ligiosa que era general en la Edad Media, la de volver a los orfgenes -- cristianos, tal como lo sofiaba San Francisco de Asis, Efectivamente, Ja renovacion de la civilizacién italiana fue re.igiosa y mora en el siglo XII, antes de convertirse en renovacién artistica, literaria, filosdfica y cientifica en los siglos XIVy XV. E. eritico inglés John Ruskin (--- 71817-1700) fue el primero en comprender gue la fuerza de los artistas jtalianos del Renacimiento tuvo su origen en esa fuente de inspiracién di- vina que la Edad Media les habfa transmitido, aunque ellos afiadiesen / Capitulo 1X nuevos y ands profundos conocimientos acerca cel hombre ¥ ge la natura- Ue cierts que estos artistas creyeron que habian dado una pueve © wero es pronio de los creadores de n roto todos los nuentes con el 'g itaiianos se consideraron como los tni- in y Cesoreciaron a las generaciones an. ee que toda Europa se contagiié de este ‘en entrado el siglo XIX prevalecié leza. da a un arte enterrado durante sigloss (ma nueva civilizacién el imaginarse que ha pasado. A partir de entonces lo} cos representantes ce la civilizaci6r teriores como barbaras. El hecho desprecio por la Fdad Media, y hasta bi la idea general ce que desnuée de la noche del Medioves el Renacimiento - Fa bie reoueitado y sacaco a la luz del cia a la vida civilizada- El cerrilis- wabije an Voltaire y su total incomprensién del arte roménico ¥ gotico, es signo de toda una época. 1c imaginacién, los italianos hicieron en los albores del Aenacimiento descubrimientos que han queflaco come elenen-- pomenenacis leet aeiviliaaciom woceroe tea \aan tence eescubrieron svhombre y se entusias maron tanto con el hallazgo que crearon ih esne- tie de religion del humanismo exaltando la dignidad intrinseca del hom-- bre y su cualidad de centro del un-verso, Pero esta divinizacién del how bre no significa que se olvidase a Dios. Dotados de un gran oder & En el descubrimiento del hombre tuvo no poca importanc a el conoci- mieute do lac obras de a antiguedad clésica griega y latinay que se juss” a cers para promover el Cesarrollo arménico de la persona f Telueo ae creyé algdn tie-apo que la antiguedad clsica habia Renaci niento, pero hoy se sabe que los estu-- Ge loe hu nan:stas fueron la consecuencia y nO Su vercadero origen estuvo en la renovacién. Ydelo la antiguedad crist.ana, y se desa- creador la antiguedad pagana. Dan ris mo es més franciscano que ron las mé: dad humana. sido el verdadero origen del dios histéricos y filolégicos la causa del Renaci-nient >. religiosa y moral, que toms por mo rrollo hasta comorender en su espirit te toma por maestro a Virgilio, virgiliano. pero €u hu nai iglesia frente at naciente humanis-no renacen- limitaciones impuestas por la afirma cl orden sobre natural o de la gracia. los Padres de la Iglesia que acepta- smo insuperablee en lel orden humano. y casi en visperas del nue- abi bautizado a Aristéte lacién del Cristianismo ~ Cuél fue la posic.dn de 1a I tista? La de su aceptacidn, salvo las cin de un orden superior al humano, El ejemplo lo habian dado siglos antes, ron la filosofi’a y las letras cldsicas co’ Sen Agustin habfa cristianizado ai divino Platén, vo human‘s...o Santo Tomas de Aquino (+1274), hi lee de-mostranco asf el nocer de absorcién y asi-nil wet c jos progresos ce 1a hunanidad ene: orden natural. Los Santos Pacres y los tedlogos se revelaron ta abién co no humanistas al reconocer que el ¥ -den sobrenatural, lejos de destruir al natural se levanta precisamente s0- bre ét, De acuerdo con esta trayectoria, de tan arge. tradicién en laigle-- “fo cristiano envueve una alta esti nacién no sdlo de la cig a en gen Vereeeecenns 6 sia. el humanis. nidad de la persona human we [e+ Canitule 1X peral, sino ve toy 13 bu vano y ce tune 19t crcaciones bu anas -ne.a- yendo naturalmente las creaciones Griveticas. Durante el Renacimen = yoaee migmo que en oe siglos anteri2res, 1a fon necenas ce las ar - oe eating siendo 1a Iglesia Catsiica. Me ‘atin, los temas Ge lag ar - tee Sigeticas continuaron siendo en gan 9arte religiosos. Adeimds, 20F tee toca a ia aintura, lo# 7intores italian »¢ Ce jos eighos XIV y XV, - to Gadieron inspicarse, como los arquitectos ¥ escultores, en moceloe ne aecntigdedad cldsica, »>Fque no lye comocian, Nila arguitectura roménica, ni la arquite chars gética, se nacio- palizaron fntegea. sente en Italia co.s0 en DEFO8 naises ce la Eurona oc - Ticental, porque 1a tracicién clésica en ce) cavigo ce la arquitectura no se habia nerdico nunca. En cardio la tradicién victérica estaba total - vente do ninada or el arte bizantino, ¥ POF 660 el renaci niento de 1a erga italiana fué ante todo una reacciGn conte 1s fSr-nulas tradicio- cites de la nintura bizantina. Asi resulta due Italia entré, por medio - de la nintura, en el circulo ce 1a civilizacién gstica ¢omtinante eff el - vesto de Europa, ei bien conservando con notable vigor su indesenden - the y suoriginalidad. Y lo hace trans{or | janco la forma y la conce> ~ Gian figurativa ce la vintura orincinal sente Se la cecoracién “rural al fresco, Son los grandes Gecoradores, 69 9 Cimabue, Giotto y Simone Martini, 10 original al azte italiano del siglo XIV. i 5 que los tintores ce cabaliete, Tos que t aprimen su § En rigor 1a pintura italiana orerrenacentisi sodria Hamarse - gotica, 10 jniswo que la sintura francesa © esoafiola del siglo XIV. En aeenonento en que los artistas italianos deter-nin™, & tientas, las for- ot orn eetilo que oscila entre lo sintoresco Y 10 “nonunental, €l ar- fo qotico ni esté agotaco n: ha desargviledo todavia toda su potenciali - nel gétieo estaba snuy lejos de ser una (97-03 muerta ce civiliza - con cuando se crearon los grandes taller’s italianos de Siena, Floren- Cio" pacua y Asis; incluso en leno sigh XV consetve Bt Siena suca - cakes croacor. El desarrollo ce la vintura italians &% Florencia y en - fhona en el sigh XIV, ¢ inclue> en la ori mera mnitad del siglo XV en lo que se refiere a Siena, puede conside raise como un enriqueci miento de FF —————_—C® nueva era. Entre la Fcad Media y el Aenaciaiento hay une clara diferencia ene) modo de pensar y en el nroceso de 1a creacion artistica, y DoT O- er clarte existe una innegable afinidad entre 18 antigiiedad y el Aenaci - ees, Efectivamente, en Grecia, cesnués del perfodo arcdico, los - crtistas estudiaron la naturaleza, no 7are ‘coniarla servilmente, sind - aera idealizarla, cando asf un estilo al objeto natural. En otros térmi- pos, eu proceso creador iba de lo concrete cel objeto natural a lo abs - vorteo del estilo. En cambio, durante la Fead Media no se partid-del - pels we /e+ Capftulo IX estudio directo de la naturaleza, al Los tenplos se decoraban con co. oel 9 de los Santor que cl escultor nintor que es el ahora nas “nodelo abstracto que le trasmtia | en una obra de arte tenia que ser tr eentimiento caba, pues, a la inversa que el d to del modelo tradicional, tenia qu vital. Durante los siglos XIII y XIV, de lo abstracto a lo concreto. ‘a vesar de su votencia de realizacién. do el mismo aroceso creacort descubrirse incluso en Giotto, Pero, desnués de Masaccio, es evi dad concreta de la naturaleza sara la abstraccién. La teorfa de la vision, orencia a nrincizios del siglo XV, transfor fué créada en Fl pecto de la nintura durante siglos, del siglo XX, noca er F1 siste.sa inaug’ tenido categoria ce cogmna vara la actual. Después de la pintura renacenti ntica o realista se ha funcado si sica, roma de la naturaleza concreta y real, dad cada vez «1 nuestro siglo, se ha sentido 1a mmo fuente de insviracidn, ya se te métrico, ya Créateurs de la Renaissance, oF Venturi, - Albert Skira, pag. 9-11 Renacimiento, sor Galienne El influjo de Bizancio. na todo el oriente euroneo, gran pa deade el siglo VI basta el sigl sible al influjo de Bizancio, como na y toma cel siglo VI al IX, y lo xu. Hoy se tiene y profunda que hace medio siglo. cirectamente nos interes, tico del >ropio artista. le los antiguos: n que reaparecié de nuevo el urado en Florencia @ y ha tenid ue se imvonia una refor a. de lo desconotide y ce lo sure Los origenes de la nintura italiana se enlazan c nenos durante el perfodo ro adni- imagenes de Cristo, de la Virgen- nintor no babia visto nunca. El - nartia de un - a tradicién y que para convertirse - ansformado en imdgenes segiin el - ‘Su proceso creador se verifi - partiendo de lo abstrac- ¢ realizar lo concreto de una imagen los italianos continuaron siguien- Esto suede dente que el sintor carte de la reali- sunergirse luego en la at ndsfera de de naturaleza cientifica, que - id elas precisasnente hasta los conienzos - arte abstracto. srincinios eel siglo XV ha- nayoria de los estetas hasta la época ta, la ointura barroca, neoclé- emnpre en el estudio objetivo jo lugar una vuelta a la reali- Pero desde los comienzos - siver a lo abstracto co-, necesidad de wi ate de una forma o de une s)acio geo- eal (La Peinture Italienne, Les Lionello Venturi y 2osabianca Skira- y ia Pintura italiana, De Bizancio al - prancastel, Ediciones Garriga, pag. 8-")- ‘on el arte bizantino, que do rte de Italia y otras regiones de Euro- 9 XIII, Italia fué varticularmente sen- lo testi nonian los nosaicos de Rave- 's de Sicilia y Venecia cel siglo XI al - para el arte bizantino una comprensién mas vasta - Los bizantinistas, no sip razén, re- ah «+ /.+ Capitulo 1X claman para el arte de Bizancio el derecho de ciudadania en un muro - Gue sdlo concede valor relativo a la visidn tridimensional, erspectiva = $eldeica del tenaci-niento, De hecho este arte estatica, conten rlativo, vceorativo y estilizaGor, fundado en la unidad de la imagen y en la sim » y donee reina ora la inmovilidad completa, - ora un equilibrio eecante de movi-aientos acovpasados, tiene cada dia — orgs adentoe y ad-niradores entre el viblico mocerno (Francastel, vag. 13) plicidad cel cibujo depura Caca generacicn vuelve a escribir la historia del arte y la histo = ria en general centr> ce eu nrovia nersvectiva, En los ditimos cincuen- ta adios s¢ hat revisaco juicios artifsticos que antes nasadan nor dogma de fg. Artistas casi desconocidss, como Duccio, Paolo Uceello y Piero de~ lla Francesca, han sido revalorizados, nientras otros han nerdido el fa- vor do la erftica. Lo tinico razonable es tener comprensidn nara el ar - te ue todas las Gpocas. Todo arte, Mdmese clasico, bizantino, ro gotico o renacentista, fud en su tiemno una novecac, frecuenterente re dnico, Golucionaria, y ha legado a la poeteridad obras in-sortales, Es posible - que nuestra éooca sea solo nseudo revolucionaria y estéril y que pocas - ce sus obras tengan en si la secnilla de la inmortalidad. Prente al concepto de la belleza ideal, de ascendencia plétdnica gue de hecho ha ingpirado las obras de arte mds excelsas y mae verdu- tables de la humanidad, revalece hoy el concerto relativista ce que to- @a visién del arte es valida, a condiciSn ce que procuzca obras de arte auténticas, Puede, ues, producir verdaceras obras artisticas: el arte abstracto y el figurative, el arte estilizante y el realista, el arte inspi- ermitirfan obtener un efec - to pldstico, sino que vrefiere los contrastee ce efecto victérico, que si- guen siempre el mismo ritno, Las imdgenes, los gestos, las for‘nas, = ser colores se repiten; es un arte coral, sin solistas; de ahi su cardcter subline, su cualidac religiosa y eu limitacidn, que es la falta de indivi- dualidad de las indgenes (Skira, 17). 7 Cuando Cimabue se pone a pintar a San Francisco, aterrizaen - el mundo ce loz ho ndres. No habfa conocido al santo, pero lo pinta ep - ‘Asis, donde todo, hasta las piedras, hablan de él. Todos sabfan que San Prancises era nequefio y flaco, con un roetro devoraco dor la ascéticas ~ pero Cimabue transforma los rasgos de este rostro para revelar en ellos in tension, la Nana interior que consusifa aguella vida. Esta obra mace tra de revelacion humana es una aislada entre las obras de Cimabué ¢ in- a oe ee vege alld del Renacimiento y anuncia la sens'bilidac nocerna {ib.). Ee una pintura al fresco, que se halla en la iglesia inferior de San Francisco de Asie. Pictro Cavallini, Si no fué ro-nano de naci siento, Cavallini lo ~ a" fug al menos nor su trabajo y es tenido nor - nintor romano, Parece que £¢ distinguid nrinero co 19 autor ce mosai- eas. Lorenzo Ghiberti (1373-1455), el gran escultor florentino, en sus Conmentarii", en los que se interesa por log nintores de Florencia, - Sica y Roma, tributa grances elogios a los nosaicos de Cavallini, ast como 4 sus frescos. Se le puerien atribuir con seguridad, entre otros, los froscos dc la iglesia de Santa Cecilia cel Trastévere en Roma, que- con nerfecta idea de su genio y de su estilo. Menos espiritual que Ci - cmabud, ge znuestra mas Cueflo de su forma nldstica, nds asentado, mas Ulésies. En la cecoracién mural de Santa Cecilia es conde suarte s° - hace mis personal y mds desligado de la tradicidn. Los frescos datan aproximada nente ce 1293 (el artista nacié entre 1240 y 1279, y murié en- the 1344 y 136% parece que muri centenario); el mejor conservado re - nresenta el Juicio Final. Las figuras de los Apdstoles que, junto con la Virgen y San Juan Bautista, rodean a Jesucristo, revelan una reciecan” bre y un realismo, que son lo opuesto de la concepcidn innaterial y es- che wee - w/o. Canitulo 1X El pintor pone gran esmero en la forma - tilizada del estilo bizantino. El color es atercio - pléstica, obteniéndolo vor nedio eel claroscuro. pelado y profundo, y las zonas claras de tonalidades suaves se ywuzta ponen 2 las zonas ms oscuras (Skira, 3Z). Lo nuevo en el arte de Ca- sotlini su trata aicnto del personaje humanot el artista no pretende ya - reoresentar la esencia y él sfinbolo a través ce una figura humana es ~ tilizada o generalizada, sino fijar un cuervo y un rostro que toman su- substancia de la realidad viva (Prancastel, 2a¢- 22). Duccio di Buoninsegna. Nacido entre 1250 y 1260, Duccio es snd joven que Cimabué, un poco ma - yor que Giotto y conternpordneo de Cavallini. La primera fecha eegu: - ya de su vida es el afio 1278, cuando recibe del Munic pio de Siena cua- renta sueldos vor un trabajo de decoracién, Llevé una vida turbulenta @ indisciplinaca, se entra-npé infinidad de veces, nasd gor Epocas ce - abundancia y prosperiad, pero cuando «iurid en 1319, su cujer y sus hijos tuvieron que renunciar 2 la herencia 2orque no bastaba para pa - gar las deudas. Se le atribuye la Hamada Madonna Rucellai, pintada - hacia 1235, actualmente en los Uffizi, aunque otros criticos se la dis - estra es la "Macsté" (La Virgen en Majestad) de - a actualmente en el Museo de la cateéral - cuten, £u obra la catedral de Siena, expuest u "Opera del Duomo". Duccio acestd en 1308 el encargo de pintar una Virgen en Majes- tad para la catecral y sujetdndose a las severas cldusulas del contrato . ejecuté su obra en tres afios, La enor fnasoara ce madera, pintdda por ambas partes. En el recto 9 cara se vé a la Virgen en Majestad, sentaca en sutrono y ro ~ deada de los santos protectores de Siena, de Anéstoles y ce dngeles. En el verso hay 38 escenas de la vida ue Cristo. La oredela esté de - coraca ta mbién con escenas evangélicast siete en el recto y diez en el verso, Un cronista anénino conte nporéneo describe el entusiasmo del pueblo de Siena, que se reuniS en masa ante el taller del artista - ‘cuando la obra estuvo lista, y entre cantos de alegria condujo proce ~ "a la iglesia catedral. Algunos cuadros de la 4e co-nnosicién tiene la forma - de una grao sionalmente la " Maest predela andan dispersos por diferentes Museos. Duccio se nantiene todavia fiel a la tradicién cecorativa bizan- tina, pero introduce un elemento nuevo que es el espfritu del arte g6 tico, que revela en una gran elegancia y en el refina-niento de la linea. No se sabe dénde puco el artista ponerse en contacto con el arte gotico, nero el hecho es que en su obra -naestra, la Maestd, se descubre ese hélito fresco que es la particinacién activa de un artista en una corrien- ths = hh nt " , ’ Ls wefss Capitulo 1X co r y te nueva y evolutiva, La pintura de Ditcio parece inspirada en laes - r cultura gética, aunque tal vez vid ta U.én vmarfiles y miniaturae. En - todo caso tiene el sentido del relieve, y esta transposicién victérica - ' del volumen ee su aportacidn 3ersonal al arte. Asfel color desemve - r fia un nape que no esta ya dictado Gnica-aente vor los imperativos de la ey ar-nonia sino también vor la sugestién cel volumen (Francastel, pag. - , 53). . La escuela de Siena, Tiene gran i avortancia en la historia de - ’ la pintura renacentista. Sus origenes no estan estuciacss, y préctica vente Duccio ci Buoninsegna es su orimera figura de imnvortancia, Pero Gesce fines del siglo XIII hasta mediados del siglo XV el arte sienés manifiesta. una eontinuidad y una homogenei~ Gad, dentro de las variaciones 7ersonales de cada artista, que permi ten 2olicarle el concesto de escuela y de estilo tal vez co mds razén- que a otras escuelas italianas, sin excluir la florentina, En tie npo de Duccio, Siena alcanzé gran imzortancia. El 4 ce septiembre ce 1260, las tropas de Siena derrotaron a los florentinos en la batalla de Monta- perti, y su victoria inauguré una era de orosneridad y de noder, que se reflejé en el cultivo del arte. Giotto de Bondone. (1267-1337). La aparicidn de Giotto en el - ~~" _ ‘cielo de la pintara italiana fué tenida tiempo nor un prodigio y desde entonces su figura ha estado ni nbaca de : un halo ndgics Sue conte mpordneos, desde los grandes noetas a los- cronistas, hadlan de su genio en tér uinos enco nidsticos, y a partir cel siglo XV los escritores le atribuyen ci -ailagro de haber sacado a la - pintura de las tinieblas ce la Edad Media. Es conocido el elogio que le tributa el Dante en eu Divina Comedia (Purgatorio, XI): Credette Cimabue nelle vittura Tener lo camo, e¢ ora ha Giotto el gri¢o Si che la fama di colui e oscura, “Cimabue creia poseer el primer lugar en la pintura, y hoy es - Giotto el acla-nacs, tanto que la gloria del otro queda Oscurecida'’, Bo- caccio observa nas precisamente que Gictto hizo renacer la vintura, - que habia estado supultada durante siglos. Fete es tal vez el orimer ~ testimonio de la conciencia de un renaci niento y es importante notar - que haya sido la pintura la que sugirid senejante idea. El mismo sen - timiento tuvo Cennino Cennini cuando en su "Libro dell'Arte", ce orin- cipios del siglo XV, dice que Giotto tradujo al latin la lengua pictdrica que hasta entonces habia sido el griego, es decir el estilo bizantino. oe -10- . Caytulo Ix Glotto naciS el nfo 1267 en Colle Vesnognano, cerca de Floren = cia, Sobre su juventud y su forracidn artistica no se sabe prdcticamen= ce jn. Ghiberti y Vasari lo hacen ciscipulo ce Cimabue, nero st ast- tug, no es facil ciecernir en la ovra ce Giotto la huella cel maestro. iste, Padua y Florencia sefialan tres etapas de la actividad creadora de Giotto y tres concepeiones diferentes del arte. En Acts, Giotto trata ce Hiberaree de la tracicidn de Cimabué y de la tradicién bizantina en gene” borates veyus se aprovecka ce los avances cebidos a la clvilizacién ad thea, como son: la humanizacidn de la divinidad, el interés por la forma pldetica y la clariad ce los colores en los temas sagrados. Giotto crea oot un nuevo tina de dintura gitica, adivinando la nueva civilizacién que Finalmente, en su tercera etana, en Flo- at maneja sus formas con se - (Skira, - Florencia iba a car al mundo. su revolucisn pictérica esta hech: rencia, de ver a través ce sa propia imaginacién guridad y no se cansa pag. 50). ‘A lo largo del siglo XIII se construyeron en Asis sobre la tu nba de San francisco, dos iglesias - ie estilo roménico con bévedas de ~ bra;.la superior es de estilo 36 - sal fresco por Cimabué, - Giotto en Asis. superpuestas. La iglesia inferior es d cafién que dejan la basilica en la penuc ‘Las cos iglesias fueron Gecorada Siotro Lorenzetti y Sindn Martini, y ademas por Giotto y sus discipulos La mayoria de los historiacores del arte acepta hoy 1a atribucién a Gio - toa te los frescos que representan la vida ce San Francisco, una atribu - cin nuy diecutida por la crition alesana, Giotto ejecutd ea obra hacia- ciao 1207, invitado vor el general de los franciscanos, Giovanni di Mu- fo, que gobernd la Odéen de 12°6 a 1304. El cielo de la vida ce San = Peanciseo eetd en la iglesia suderior y se desarrolla en 28 frescos, pin- tados en eu nayoria por el ~nismo artista y algunos vor sus discipulos bajo su direccién. Cuando Giotto covnensé a trabajar, la igle sit estaba ya ter-ninada y en parte vecoraca, Giotto era todavia joven y no tenia Vodavfa el dominio de su estilo, Sin embargo ya deja entrever algunas te ake cualidades caracterfaticas: voldmenes poderoses y gestos tnicos, ‘on la escena ce San Francisco predicanco 2 los pd tico francés. coin, por ejemplo, - jaros. to haya eclipeado a la ce Asis, ‘Aunque la obra posterior de Giott los frescos os subesti nar el aspecto revolucionario de cordar que en tiempo de los Duccio ¥ i 3g Giotto, la eetilizacion de tradicidn bizantina era la manera comdn seente ac.nitida y cualquier Gesviacién de aquella rutina significaba enton ponen tere toea(perta:bedcra’y (Puce pientloe fr cecoe da Dewi ua sotto reyolucionario con relacién al pasado. La armazén hierdtica tradi- canal ee resquebraja por todas partes, haciendo Ge Giotto un continundor wife no por eso debem de la vida cel santo. Hay que re Canitis Ix. /. ole directo de Cavallini, pero més avanzado. Enk etapa siguiente, que ce la de Pacua, Giotto se cesembarazard de lo que atin le queda dei grafismo, un poco blando y vago, correspondiente a la época de las formas (Francastel, 37). t Giotto en Padua.- El genio ce Giotto se revela plenamente en los — “frescos de la Capilla Scrovegni de Padua, Ma- mada también Casilla ce a Arena jor haberse levantado sobre las rui- nas del antiguo anfiteatro romano de la ciudad. La capilla, cue estaba 1 préxi-na ai nalacio de los Scrovegni, fue er-gida por el seflor Enrico - 1 co no expiacién por las culpas de su nadre, el patricio Reginaldo Scro- ; vegni, al que por sus abusos como usurero encerré el Dante en el sén- timo ‘eireulo ce su infierno, La capilla exsiatoria, comenzada en 1305, fue consagrada el 25 ce marzo de 1305, y Giotto la decoré mientras se ulti naba su construccién. Fl decorado consiste en 38 escenas de la vi- a de San Joaquin y Santa Ana y de ia Vida de !a Virgen y de Cristo. Las escenas cubren los muros la terales de la nave y el arco que en-uarea el nresbiterio, Afortnadamente estos frescos se han conservado en buen estado hasta nuestros dias Los frescos de Padua nos muestran a un Giotto que ha dado con su verdadero ca sino, En vez de aferrarse a lo narrativo, pone tod> su esfuerzo en ia co npos.c.6n y en la manifestacién de un momento de in- tensidad en cada cscena. Este momento de intensidad se mamifiesta ye ce una manera estdtica, como en las escenas de la vida de San Joaquin, de a Anunciac én o de las Bocas ce Cand, ya de una manera dramética en gue todo es noviniento, co-no engl Descendimiento de la Cruz. Giotto construye todo un ‘nundo con sz¢ leyes y su estructura interna, cuyos diversos ele sentoe se unen y se ar nonizan gracias al intensd - sentimiento religioso cel autor. Fl sentido plastic» cel pintor dd a ca- da ersonaje y a caca cetaile de las escenas una intensidad psicoldgica que es su cello personal, El conoci mento de la escultura gética r-n-- €ié a Giotto servicios inaoreciables en esta conce .cidn de la pintura, Algunas de sus figuras, como la ¢e San Joaguin dormido, las de Santa A na o la Virgen arrodilladas, la ce Cirsto en la escena del Noli me tange~ re", narecen hallarse en relacidn con los relieves ce los i:nagineros -- franceses, con las escultvras de las catedrales géticas 0 con las obras Ge los escultores de Pisa. Este influjo gético en la obra de Giotto ha sido objeto de muchas discusiones Giotto en @lorencia.- _ Ciaando Giotto comenzé a trabajar en Flo- rencia hacia 1311, la c.udad habia consoli- or Jo. Capitulo 1x -12- yore ‘Toscana. Givit. ceearr 115 una nizd a los angeles y lee puso ve! Artis, XIIL, pag. 35%). stiduras El Museo del Louvre guarda el = Virgen orocedente de la iglesia de Santo do con el botin que Napoledn recogis en 1812, catalogado como wna antigua el momento de ser coronada en el cielo coros de angeles y de la com: sirvid de siodelo 0 la por sus discipulos y a ‘ono la habfan representads los artistas géticos ¥ tia las palabrae con un grac nica preciosa, bordada en oro ros fantdsticos con alas mf: pled aquellas pluas tore: oafi’a de santos y santas. a Virgen del convento de San Marcos para otras del mis.ao artis- @miradores. La Virgen no a un jardin en cuyo Paraiso, El Arcéngel se a - jos novi - os artistas orientales pucieron 3 ricas y exquisitas que las - En otras pinturas de la mis- soladas de cielo} huma- domésticas (Pijodn, Summa - etablo de la Coronacién de la- Domings de Figsole, —Lleva - Italia, entrd en el Louvre en - tla sin valor, La Virgen aparece en por su divino Hijo, rodeada de Todavfa es més - deslumbrante la Coronacidn de 1: 8 Slico por su- > de Florencia, es una de las 3 vivo color, por su profundo 5 Por la distribucin simétrica esta pintura al temple ~ medievales; pero las ¢ - fuerza expresiva nuevas en el arte. do su poder de exnresidn & ciéndolos no sélo fisicamente bellos, © ~ gel "el buen fraile visitd seguram: - coger ally sus modelos". Los frescos del convento de _ tre 1438 y 1447. Fueron cecoradas en el refectorio pinté una gran compos! = coré también con frescos la Sala Capit natural, Fra Angélico no pudo pintar > aS s0 conjunto y una bucna parte . discroulos, entre los que se cuentan Z: li, Este dltimo le ayudé también : el Vaticano. La canilla, studio o studi @icada a los didconos mirtires San Est rada probablemente entre 1447 y 1450, parece inspirada e eras estén pintadas con una delicadeza y una El pintor religioso concentré to-_ in los roetros de sus angeles y santos, terior y de la belleza de sus sentimientos. ente el Paraiso y se le per bras mas exquisitas del Angi ‘entido religioso y por su composicidn. ‘de los grupos y la abundancia de oros, nel estilo de las miniaturas ha - ino sinbolos de su pureza in - Como observé Miguel An- nitid e8- San Marcos fueron ejecutados en- 44 celdas conescenas evangélicas icién de la Ultima Cena y de - ular y los claustros. Como es ersonalmente todo este inmen- de lor frescos se Geben sin duda a sus anobi Strozzi y Benozz0 Gozz0- ‘a decorar la capilla de Nicolds V en jiolo del Papa humanista, de - tteban y San Lorenzo, fué deco- ‘Tres lunetas con tres episo - / . s/s. Capitulo 1X 221 cios ilustran ia vice ve San Eeiebanj cinco irescus rectangulares con- tienen escenas de la vida de Lorenzo. No se puece determinar con - certeza la parte corresnondiente a la colaboracién ce Benozzo Goazo- iy de otros tree discipulos. Los frescos del Vaticano, obra de los - iltimos afios de la vida ee Fra Angélico, constituyen una etapa aparte en la carrera del pintor. En ellos parece haber aceotado las f6rmu - las de la perspectiva lineal, cuyo triunfo se afir-na por doquier en - Florencia hacia mediados de siglo . Mientras la balanza entre las- fércaulas tradicionales y ia nueva conceocidn cel espacio se mantenia oscilante, él se sirve indifercntemente ce lo tradicional y ce lo nue - vero sie apre de equilibrio ver vo y sus yuxtaposiciones inesperadas, fecto, constituyen uno de los encantos especificos de ciertas obras, - co-no el Descendi-niento de 1a Cruz o las tablas que ilustran la Vida - de los Santos Cosme y Da nidn. Los creadores del Renacimiento. Todos los artistas estudiados hasta ahora, deece Giotto a Fra Ang élico pueden considerarse con ra- zén como creadores del Renacimiento, Esta nos, pues, muy lejos de - la conéepcisn i nperante hasta hace relativamente poco tiempo que si - tuaba el Renacimiento artietico en el siglo XVI, encarndndolo en Rafa - ely Miguel Angel. Pero los Prerrafaclistas ingleses, el pintor Ingres y algunos alenanes descubrieron, en el siglo XIX, a los pintores flo - rentinos del Quattracento, y a continuaciSn ee comnenzé a retroceder - por etapas hasta el Trecento (siglo XIV) e incluso hasta fines del siglo XII para descubrir los origenes del Aenacimiento en el mismo cora - z5n de la denigrada Ecad Media. Esto es lo que he-nos intentado hacer ver en loe pintores orecedentes. Pero Mega un momento en que pueden darse los nowbres de los artistas que inician realmente el movimiento renacentieta. Un arquitecto, #ilippo Brune!leschi, un eecultor, Dona- tefio y un pintor, Masaccio, son las tres pri-ucras figuras que cesce ~ su juventud entran decidida mente en el nucvo mundo del arte. El] mayor en edad de los tree pri neros renacentistas fué Bru - nelleschi, considerads como inventor ce la perspectivacientifica para uso de los aintores y célebre por la ciipula que levanté para la cate _- éral de Santa Maria del Fiore de Florencia, Por la misma época, Do- natello demostré con cas esculturas que el estudio de la antigiledad no- dfa asociarse a un realismo vigoroso y casi popular. Masaccio, for - mado en las nuevas ideas ce Donatello y Brunelleschi, da comienzo a - la pintura renacentista con los frescos de la capilla Brancacci, en la - iglesia de los Carraelitas de Florencia, ejecutados entre 1426 y 1427. - con la colaboracién de Masolino da Panicale. La aplicscén a la pintura de las leyes de la versnectiva lineal - fue de conrecuencice incalewables oara la ~intura del Rens ci miento. A unque Brunelleschi estucio cientifica ente la nersnectiva y puso sus @S cubrimientos a disposicién de los pintores, comenzando por su joven a= snigo Masaccio, es de saber que los her nanos Van Eyck, en #landes, - sey elantaron en esto a los tintores florentinos. Ast por ese mplo, el - we io ce ia fanosa Virgen del Louvre por Jan van Eyck, de nuestra que ctoantor fla nenco ba utilizado el siste a ce la perspectiva lineal con una saaestria que los italianos rara vez igualardn, Nosexiste comparacién po iaencen tai cit Goele mio, de) quel ca eae aa wen on once de la pers pectiva lineal y de lar lineas ce fuga y el uso todavia vacilante “que de e- Maz hace Mazacclo. Las grandee obras maestras de 1a perpectivaltineal net talia cetan fechadas entre 1440 y 1479, mientras gue 1a Virgen de var Eyck es de 1419+, Esto no quiere decir que ee deba considerar a Masa-- ae van Eyck, cuyas obras probablemente no cono~ fis, ni que Brunelleschi haya sacado sus ideas del estudio de los vintores flazaences. Sin exibargo parece cierto que hubo estrechas relaciones, en io XV, entre Florencia y los Paises Bajosi rela- eden comercial, que no excluyen los contac--~ nd reno del Aenacimiento no ¢ ha creido tradicional vente - La inven! ccio como continuado! la orimera mitad cel sig cionee principalmente de 91 toe de orden cultural. Es posible que el f sea tan exclusiva nente florentino como 6 (Galienne @rancastel, El Quattrocento florentinoy Fé. Garriga, pag. 7) aren eu justo valor la importancia ¢e la in~ vserpectiva nara la sintura, La perspectiva sermitia cons o desnudo, antes ce colocar en él al hovn~ wedi ce ella ge voivian a encontras las 7ro e se eli winaban La visiSn Hoy no es facil anreci vencién de la truir sobre un alano el espaci bre, lo que significa que 99F coapiones naturales entre el hombre y la naturaleza Y G8 seeoroporciones jeraérquicas tan queridas en In Fdad Media- sotesi® asf un nuevo valor de unidad, Desde sue se bubo realizado la u- corer del cepacia, results obsoleto el procedi niento de 1a simple ore sen= tacion y fué necesario revresentar. sigue todavia el siste-na de la presenta acomafia al espacio sara desarro - lar el tema, a fin de que el observador sea llevado a ssw el curso de los aconteci nientos. El sistema se abandéné con el cescubrimiento del wee acio natural gracias a la versoectiva, Sin embargoy los artista’ de - coon Revos tie 1908 eel Renacimiento sintieron lamecesidad de conser= ee ia Mpresentacion" de la imagen, caracterfstica del Medioevor tratan- Qo de hallar cierto equilibrio entre esta ore cidn del esaacio (Skira, 110). Un Duccio, 20r ejemalo, cién, ya que en sus obras el tiesapo sentacién y la representa otros sefialan 1422, 1426 y 1436. - * Fecha inciert: \ | we /.. Canftulo 1X -23- Antes del descubriniento de las proporciones naturales entre el - hombre y Iz naturaleza, xs rrecise que la i vagen oresenta‘ia fuese ef ctemento orincival. Pero el nuevo cescubri siento habria dis nuido 1a - {enportancia del ho.nbre con respecto a 1a inmensidad de la naturaleza, wi tos florentinos cel siglo XV, consci. ntes ce la importancia Cd hom ~ bre cone centro del universo, no hubieran encontrado el modo de exal- tar seinagen, Para lograrlo, ia colocaron ga el priner plano, bajaron Ia whea del borizonte y cieron asi'la i aresién ce que la imagen surgia de sa necio natural, aunque estuviese revestida Ge una nobleza y una — cnergia que hacfan del ho-nbre un héroe. Utilizando las leyes ce 1a ners- stetiva y de ins provorciones, los vintores renacentistas no s6lo dieron 2 sus tndyence valor snonumental, sino que susieron infundirles la ten = ‘sidn del novi-iento y la conciencia de su valor moral. Un impulso fun” sen cotal mente Teliyioso realizé la {é en el ho bre y transformd el an =f tguo abandono =istico, orientado al ade alld, en una concentracién mo- wal on el interior cel individuo, De la investigacidn de los hechos y el wa titu ce la cpoca se saca la conclusion de que el Renacimiento abrié - ce nueva ruta no al nargen de la religiSn, sino gracias a una renovacisn Ge In conciencia religiosa, La elavoracidn del ideal artfstico del Rena~ Ci alento fué la obra de Brunelleschi y de Donatello a lo largo de toda su Sida Pero por Io que toca a la nintura, este ideal tuvo una anaricién ~ roventina y definitiva en la obra ce Masaccio (1. ). Masaccio. ‘Tomnaeso di Giovanni Cassai (0 Guidi) nacid el 21 de ~ dicie sbre ce 1401 en Castel Ean Giovanni, roblacién gel valleasuperior de Arno, no lejos ce Florencia. Masaccio es un dimni- native neyorativo de sunonbre, algo asi como Tomasote, wnientras Ma- Moline, el nombe ve su colaborador, e# un é: sinutivo fa ailiar, co90 = Tomasito en cevafiol. Fl anodo ¢c Masaccio, Tomds el grandote o el ma Io, como indica Vasari, no quiere cecir que fuese alo, ya que por el = 1 earie fé un h-soFe ce gran boncad, sino que era un hombre abstrai- Gay abanconacs. Vasari cice que no ee oreocunaba del vestido y ce las conn exteriores y que se olvidaba de reclanar el dinero que le debian ~ haeta que se vera obligaco nor la necesi¢ad, De hecho vivis sie ore en le miseria, Como nintor, »asd por la vida como un meteoro brillante ~ que se extinguiS cuando el artista silo contabe 23 aflos. Sus nocas obr: qastaron vara revolucionar la vintura. A los veinte afios se instald en - Florencia, inecribiéndose en la academia ée los "Medici e Sneziali", que agrunaba a médicos y artistas. Las fuentes antiguas lo can como ciser - colo de Maeolino (nacido en 1393 y uerto en 1449 0 1447), pero lo mas- que aprencié de él no su estilo sino el arte de siancjar los pinceles. La primera obra que se le atribuye es el retablo de Santa Ana, la - ee wifes Canitnlo IX -24- Virgen y Angeles probable nente obra de 1425, En 1426 pinté el Poli’ - tico ¢e Piea, que le encargs Giuliano di Colino vara su canilla fa viliar en la iglesia de los car nelitas de Pisa. Las diversas partes ce esta - obra se han disnersado y algunas ec han nerdido. Pertenecié al Polfp- tico de Pisa la Crucifixion que se guarda en el Museo de Népolee. En - tre 1426 y 1427 fueron ejecutados probable mente el fresco de la Trini - dad de la iglesia de Santa Maria Novella de Florencia, y los frescos de la capilla Brancacci de la iglesia de los carmelitas de Florencia, San - : ta Marfa del Carmine, que son su obra ods famosa. la pintura de Masaccio, - La irrupcidn brusca, breve y violenta de - Caracterfsticas Masaccio en la historia de la vintura da por resultado en pocos afios la creacidn de un mundo nuevo sobre las ruinas del pasado, Dela revolu- cién de Masaccio sale si:aple vente la nintura del Renacimientor Una - lzrga procesidn ce artistas, desde Fra Angélico a Rafael y Miguelangel, desfila por la cavilla Brancacci para aprender de los frescos de Masa - ccio el nuevo estilo. Estas ideas, admitidas generalmente vor la criti - ca moderna deben ser tomadas naturalmente con la debida moderacidn. ~ Masaccio es un revolucionario, pero debe también mucho al pasado. Su caso ce demejante al de cus grandes sucesores del Quattrocento, cada - uno de los cuales contribuird a la formacién y verfeccionamiento del nue~ vo estilo sin rechazar por cllo la totalidac del antiguo. Su gran mérito - ests en haber sido un audaz roturador del terreno y en haber abierto un - nucvo ga:nino, pero partiendo de las conquistas de sus inmediatos antece- sores. Veamos, puce, en concreto algunas de lae caracterfsticas de su genio. La perspectiva y la construccisn det espacio. - Se comprende que - habiéndose formado en la escuela de un arquitecto, Brunelleschi, y de un escultor, Donatello, ~ haya dado Masaccio tanta importancia a la perspectiva, a las nasas y a - los voltimenes, considerando a estoe elementos co-no algo verteneciente - a la esencia de su arte, lo cual ciertamente era un hecho nuevo en la his- toria de la pintura, Vasari, en su famosa obra "Sobre la vida de los mas eminentes pintores, escultores y arquitectos", dice de Masaccio que "did a sus versonajes un relieve verdaceramente propio y natural, que no se- encuentra en ninguno de los pintores que le >recedieron", Los cuerpos - humanos tienen en Masaccio un aplomo jamés visto hasta entonces en la pintura italiana,yes que, como observé tambiénrVasari, "reconocié que - las figuras cuyos pies no estan bien plantados en el suelo, carecen de to- da belleza y estilo". Los personajes de Masaccio parecen construidos - a cal y canto, robustos, bien plantados, de cuellos cortos y anchas espal- ole .-/.. Capitulo IX -25- das, de piernas edlidas y musculosas. Las carnes estén modeladas por anchas pinceladas con una técnica que se relaciona con el claroscure mucho antes de que el término se hubiera inventado, Los escorzos son valientes y seguros, contribuyendo a acentuar la imoresién de volumen- y de nersnectiva. Giotto habfa utilizado la persvertiva, nero de manera accesoria, para producir ciertos efectos, mientras que Masaccio trata de construir el espacio ce una manera mate-ndtica y racional. La Luz. - Masaccio utiliza la persvectiva para sugerir el relieve - y la profundidad, y aumenta atin esta impresion por me - cio de la luz, distribuida como si procediese de una fuente luminosa - real. Por ejemplo, se ha observado que en los frescos de la canilla - Brancacci las sombras coinciden con las que da la luz que entre por la ventana ve la capilla, Esta luz que redondea los cuerpos, ddndoles for- ma y realidad, es una de las cualidades de Masaccio que mds admira - ron los pintores del Quattrocento. La imitacién de la naturalez: El uso de la nersnectiva, del es - pacio y de la luz demuestra en Ma- saccio una sistematizacién ordenada y consciente de los medios dispo - nibles para la imitacién de la naturaleza que no >0sefa atin un Giotto. = El artigta del Renacimiento quiere imitar la naturaleza, pero tiene de - ella una conceocién que ha heredado de la antigiiedad y es la de un orden que el hombre debe tomar por modelo, El ideal que Gomina las obras © de Masaccio es el de un tipo hurnano equilibrado de acuerdo con la mds - pura tradicidn clasica, Sus personajes estan llenos de vida y ce realis - mo y son tan expresivos y poderosos como los de la escultura clasica. - Sin embargo hay que reconocer que la humanidad representada por este- artista es una humanidad enérgica, pero ruda. Sabe captar lo herdico y lo sublime en la figura humana, pero no es elegante y refinado. Tiene - la rudeza de los gigantes y de los héroes, pero no fué nintor de la belle- La Crucifixién.- El estilo personal ée Masaccio se revela ya en la Crucifixidn del Museo de Népoles, que formé nar- te del poliptico pintado para la iglesia de los Carmelitas de Pisa. El - fondo es todavia dorado, como en la Edad Media, pero la potencia pls - tica de las imagenes, su forma cerrada que les da apariencia de estatuas la formidable contencidn ce la Madre en suamplio manto, contrastando - con los brazos extendidos y el gesto desesperado ce la Magdalena, son - factores que despegan las figuras del fondo, que sdlo sirve para hacer - resaltar la intesidad de los colores (Skira, 111). i +. /.. Capitulo IX -26- Los frescos de la Capilla Brancacci.- "La capilla Brancacci de la TT iglesia de Santa Marfa del Carmen de Florencia ha tomado un lugar en la historia gracias alas - nobles composiciones pintadae por Masaccio, el artista que, junto con Brunelleschi y Donatello, cred un nuevo estilot el Renacimiento". De- esta manera sucinta expresa Salmi (Masaccio, Milén, 1948. 2a ed.) la opinidn unénime de la critica moderna. Segiin esto, la pintura del Re - nacimiento nace por obra de un genial artista de 24 0 25 afios, en esta- capilla que habia de servir de escuela a varias generaciones; la pintu - \ra del Renacimicnto, es decir, una visidn nueva del mundo basada en - la persnectiva lineal, on la imitacién de lo antiguo, en una estética - nueva del cuerpo humano, en la integracidn del naisaje, en la técnica - del modelaco, en la iluminacién racional y en la ideologia humanista. j La capilla de 1a iglesia cel Carmen toma su nombre de un rico co- merciante de sedas, Miguel o felipe Brancacci, a quien la reptiblica - florentina confiS numerosas misiones al extranjero nara oromover la - expansién del comercio de Florencia, fl regreso ce una peligrosa mi - sién en Egipto, hizo voto de mandar decorar a sus expensas la capilla- dedicada a Nuestra Sefiora cel Pueblo en la iglesia de los Carmelitas. - La decoracién fué confiada a Masaccio y a Masolino, Este tuvo que a - bandonar su trabajo antes de 1427, y Masaccio continué sdlo en la ejecu- cidn de los frescos; pero a su vez interrumpid también su trabajo vara- dirigirse a Roma, donde murié prematuramente en 1427 © 1428; no se - sabe exactamente. : Los frescos de la capilla Brancacci estan repartidos en dos hileras superpuestas y cudren enteramente los tres ‘nuros ce la canilla, Su - tema general es la historia ce San Pecro, fuera de dos frescos que re - presentan el pecado de Adén’y Eva. La decoracién de la capilla fué ter- minada por Filis:0 Lippi en la segunda mitad del siglo XV, pero no bay cificultad en reconocer la parte que corresponce a cada uno ¢e los ar - tistas. Haremos una breve descripcién de la obra de Masaccio: ” Adan y Eva. - Estan reoresentados en claroscuro, en una tonaii - dad rojiza. La luz, que entra por la ventana del - fondo, ilumina violentamente a los nersonajes confiriéndoles un sor - prendente relieve. La actitud de las figuras subraya la intensademocidn de Eva y el profundo recogimiento de Adan. / El Tributo.- Es la obra nds célebre de Masaccio. El tema es - «+ /.+ Capitulo IX -27- td tomade del evangelio de San Mateo (cao, 17, 24-27): "Entrando en = eee ———————— =e —_—_ carr ep gosteni niente cel te~lo) y le dijexont Vuestro macs - Teac peel cidraema?. Y él resvondid: Cierto que sf Cuando iba eee ee eae fagay le salid Jesus paso y le dijot... Véte al mar, echa ae em cae el primer pez que piques, dbrele la boca, y en ella - fuiinade yao cstatera: tomala y dala por avy por ti", El fresco re vaduce ioe tres pasos sucesivos del relator en el centro aparece Cris- oronsteads de los Apsstole s en el momento de ser detenidos por el 2u- r rr —————S rT money Ine monedas ce plata ce la boca cel pez rr lejos, se ve a Pedro to wetlerecha, Pedro entcega el tributo ante las puertas de la ciudad. Le perapectiva revela los tres tiempos del relato. an Pedro y San Juan distribuyendo limosnas,- El fondo-represen - er ta Las colina cel - valle el Arno, sobre las que se destaca un edificio en perspective 9 - blicua, segtin la doctrina ce Brunelieschi. gan Pedro bautizands. - En esta escena, escribe Vasari "se ve lo figura de un hombre desnudo que tirita de frfo y que siempre exeité la admiracién de los artistas antiguos ¥ mo ~ Gernoe", A la iequierda se ven dos jévenes con trajes del siglo XV. San Pedro curando a los enfermos.- Se encuentra, como los dos - = frescos anteriores, en el mu- observa que por el estilo de los edificios se ro del fondo. Mario Sa! eve que Masaccio ha situado la eecena en un suburbio de Florencia (Prefecto Ge Antiaquia). Este frescofocupa el - muro de la izquierda, cebajo del Tributot fué eomenzado por Masaccio y terminado «ds tarde por Filipoino Liapi. - San Pedro resucitands al hijo de Tesfilo. san Petro en la edtedra de Antioguia,- Este fresco, que se encuen- tra al lado del precedente se cree que fud ejecutado por Masaceio solo. Los personajes repre sen= tados en torno al Apéstol son retratos de contempordneos; el joven que - se ve en escorzo es quizd el autorretrato dei pintor. eee +» /.+ Capitulo IX -28- 7 El freeco éc la Trinidad, - Maeaccio pinté un fresco con laima - = ——————__ gen de la Trinidad en la iglesia de - = Santa Marfa Novella de @lorencia. Desplazado dentro de la misma i - glesia, volvié a colocarse en su lugar 9ri nitive en 1954. La composi- cidn agrupa al Pacre.Eterno, a Cristo Crucificado y al Espfritu Santo : en forma ce paloma, con la Virgen y San Juan; a los lados se ven los - a retratos dc los conantes. Aqui, co.a0 escribe Mario Salmi (0. c. pag. = 14), "Masaccio se sintié atrafdo por la iiisqueda ce la perspectiva, si- - guiendo las lineas de la capilla Barbadori ce Santa Felicité, obra ce - Bruneleschi". La béveda artesonaco, vista en perspectiva, da una a - sornbrosa impresién de profundidad, como ya observé Vasari. i = Ante las obras de Masaccio se siente enseguida el valor hérpico - 4genes, su potencia monumental, su dignidad soberana. Los ~ ée sus ir freécos de la capilla Brancacci contienen un potencial dramético excep- cional, que no estalla, pero que encierra una fuente ce inagotable ener- pia herdica. : Paolo Uccello. - (13%°-1475). Paolo de Dono, conocido con el mo- 7 te ve Uccello (pajaro), nacid en Florencia yen - tré uy joven co-no aprendiz o mozo de taller (garzone di bottega) en - - el taller del escultor Ghiberti, que trabajaba entonces en la segunda - ~ puerta de bronce del Baptisterio de la ciudad del Arno. Pero yaen - 1415 ee halla inscrito en la academia de los "Medici e Speziali" que ~ admitia a los pintores pero no a los escultores. En 1425, después de hacer testamento, partis para Venecia, donce permanecié hasta 1430. - Hay poco informe acerca de sus actividades en la ciudad de las lagu - ~ nas, pero se sabe que tomé parte en la reparacidn de los decorados de San Marcos y que ejecutd algunos mosaicos, entre ellos uno de San - Pedro, hoy perdido. Vuelto a Florencia recibid numerosos trabajos, mejoré su situacién econémica, co-apré en 1434 una casa y en esta - - Epoca de su vida fué relativamente feliz. Trabajé sobre todo en Flo - - rencia pintando en la catedral, en Sante Maria Novella , en San Minato al Monte y en el palacio ce los Médici. Hacia 1445 estuvo en Padua - con su a-mgo Donatello, conée segiin Vasari decoré la casa de los Vi - - taliani. Pinté también varios cuadros para el duque de Urbino. Mu - - rid en Florencia el afio 1475;. segiin parece en el hospital y completa - ~ mente arruinado. Vasari, si bien no comprendié la imprtancia del arte de Uccello, - hace en sus "Vidas" un retrato del artista que parece exacto; lo descri- 7 be “solitario, extravagante, melancélico y pobre, preocupdndose siem- wiles v/s Capitulo IX -29- gre, sin gesege the at ee tac coeae inde diffciice ¢ imoosibies cel - arte", Uccello pinté mucho en su larga vida, pero son relativamente ‘pocac las obras suyas bien atestiguadas que han llegado en buen ee ~ tado hasta nosotros. Los frescos del Claustro Verde de Santa Marfa- Novella, con escenas del Génesis, estén muy estropeados, aunque sir- ven todavia nara dar idea de la sotencia del autor. De las obras coneervadas ce Uccello las mas importantes sont los tres panelos de 1a batalla de San 2omano, hoy en los Museos de Floren cia, Parfs y Londres; algunos retratos; el Milagro de la Hostia del Pa- tacio de Urbino, y La Caza del Museo e Oxford. La Batalla de San Aomano.- Los tres cuadros de la Batalla de - San Romano fueron pintados para el palacio de los Médici y celebran la victoria de losMlorentinos,~cagita = Readds por Nicola Mayrucci di Tolentino contra los sieneses. Los cua- Gros se designan hoy por el lubar de su conservacién: La batalla de - Londres (National Gallery), 1a batalla de los Uffizi (Florencia) y la ba- talla del Louvre (Paris). La batalla parece mas bien un torneo de ca - pallerfa, y de hecho en un inventario del palacio ce los “Médici del alto - 1503 las obras se catalogan como "Torneos Antiguos". Tal vez se ins pizé cl pintor en alguna de aquellas fiestas ilu~inadas por antorchas ~ Cayos efectos luminosos lla naron la atencién del artista. El nintor - Sreocupado toda su vida con los problenas de la persnectiva, parece = Gue aqui se olvida de ella,” Los caballoe no estin ordenados de acuerdo gon las leyes de la persnectiva, y no existe ni coherencia en el espacio ni profundidaé ec los volinencs. Y sin embargo Uccello ha creado en - vetoes tres cuadros una de las obras mds bellas ce la época. A vesar de la ausoncia de una estructura en perepectiva, a pesar de los deeacier - tos en cuanto al naturalis-no arcaizante, a vesar de los paisajes trecen- tistas y de la alta linea del horizonte, a pesar de la afic:dn a loe objctos sucltos y a la tapicerfa, que son rastros de una influencia nérdica, la Batalla de San Xo-nano es Ia obra ce un renacentista y la actitud crea - dora del artista e¢ la de un moderno. Las esneculaciones sobre la re - lacién entre la forma y la luz, entre la linea y la superficie, sdlo se - conciben en el aubiente racionalista del siglo XV florentino. Filippo Lippi, - (14962-1469), El pintor carmelita fra Filippo Li- ‘pai, tuvo una vida aventurera, en el curso de la - cual mostré un tempera.nento de artista consumado, Huérfano desde - fu infancia, fug adritido a los ocho como educanéo en el convento de - los carraelitas de Florencia y al cumplir los quince afios tomé el habi wefe. Canitulo IX -30- do uel Caraen y vivid on ol aig ow convents Laets 1432, Mientras tan- to ae habfa revelado como pintor y como tal fué patrocinado por Gosme 0 Mtalicie. Siendo ya conocido por sus numnerosas obras, se encargs ot ias2 ce la cocurocisn vt ia caiedral de Prato, donde pints toda una- Serie de frescos con la ayuda de. fra Diamante, Los frescos de Prato To ocuparon durante doce 308, pero ecto no le impidié pintar otras > muchas dbeas, casi todas de tec.a mariano: La Virgen con el Nilo, La Anuneiacién, La Coronaci6n, etc. Su alti na gran obra fueron los fres- cos de la catecral ve Orvieto, que dejé casi ter ninados a su muerte. Tre 1456, snientras trabajaba en Prato, tuvo un2 aventura con Lucrecia Buti, monja del convento de Santa Margarita, que le sirvid de modelo. Despags del nacimiento ce su hijo Pilipino, que ocupa tambign un pues- to honroso en la historia de la pintura renacentista, el Papa Pio IL, a - instencias de Cosme de Médicis, dispensd a la pareja de los votos y au torizé su matrimonio religioso. ET temperamento impulsivo de Fra Filippo dejé su marca en su ~ produccidn artfstica. Sus cualidades y sus defectos de hombre se tra - vacen en su obra por umcoT:0sicidn a menudo desarticulada y una con- cepeidn del esnacio a veces aproximativa, pero al mismo tie apo por = Gee vision dei zaundo Nena de gracia. La eszontaneidad, la frescura ~ Ge sus colores y de sus formas y ciertos hallazgos expresivos, hacen= Algunos de sus sotivos As origina - de él un pintor muy atrayente. les se repetirén indefinidamente en la 9intura italiana durante muchos- la figura fe-aenina que canina casi danzando con ~ jos oliegues de su vestido ondcando en torno a su cuerpo} y sobre todo Ine poses casi faviliares que da a sus Virgenes con el Nifo, 0 la acti- ted extética con que la Madre contempla arrodillada a su divino Hijo. - Las actitudes ce sue Madonas y de sus dngeles son otros tantos pasos hacia una hunanizac.6n del arte, La representacidn de la Virgen do = wmimaba entonces, to mismo que después, toda la pintura religiosa y los cintores renacentistas expresaban en los rostros de la Virgen, junto - Al ideal fstico, el ideal de la gracia femenina. afios; por eje aplo, Casidesconocido por {a critica a princi- pios de siglo, Piero della Francesca se ha convertido en uno de los grandes fdolos de la pintura, La critica - reciente le concede un sitio aparte en la historia del arte italiano. La tazén es que Piero parece ser la suma y co-pendio de todas las ten - dencias anteriores y cl punto de partida de todo lo que vino después, ~ ‘0 en Florencia, sino en toda Italia, Todos los elementos de su- sentidos por otros y han sido mas o - pero la sintesis total le pertenece Piero della Francesca. - no s0l estilo han sido mas o menos pre: menos heredados por otros artistas: a él solo y muere con él. we/.+ Capitulo 1X -31- Piero della #rancesca nacié catre 119 y 1429 en Borgo San Seipol- cro, cerca de Arezzo. El afio 1239 estd ya en Florencia trabajando - con Denenico Veneziano en los frescos ce la iglesia de San Egidio, hoy perdidos. Fn 1142 so encuentra de nuevo en su ciudad natal, conde ¢ Jocuta cl poliptico de La Misericordia con ia ayuda de un pintor floren- tino, Casi de la nis na fecha (1445) 0 n0co posterior debe ser Fl Bau- tismo de Cristo actual mente en Id National Gallery de Londres. -Traba- j6 ceepuée en Urbino, Umini y Perrara, Todo sarece indicar que en = taold pronto relaciones anistosae con la corte de Urbino, ya que dedi - <6 a los duques eus obras tedricas y ade nds pinté los retratos del du - gue, Federico de Montefeltro y ce su esooea, Dattista Sforza En 1451 Piero se encuentra en afmini, donde Gecora la capilla de lag reliquias cc la iglesia de San Francisco, Hamada de los Malatesta. El fresco representa a Pandolfo Malatesta delante del rey San Segis - mundo, La obra ds onumental de “iero della Francesca”son los - frescos de la capilla mayor de San francisco en Arezzo, que forma - un ciclo completo acerca de La leyenda de la Vera Cruz, con episo ~ dios inspirados en la Leyenda Dorada de Jacobo Vordgine. El trabajo de Arezzo dura varioe afos y no se ter ninan hasta 146. Durante ese tiempo Piere reaparece en Borgo y hace dos viajes a Roma, ejecutan do al mismo tie po otros trabajosamenores. De 1469 a 1470 reside ya cn Urbino ya en Borgo San Sepolero, donde acepta algunos cargos 74- blicos, Establecido definitivamente en su ciudad natal, se dedicé a ~ escribir varios tratados teSricos; hacia el fin ce su vida -perdis la - vista, Murid el 12 de octubre de 1492, El cetilo de Piero no evolucions apenas, vorque desde eu primera obra estaba ya for..ado. Sin e argo se pucce notar en cl Bautismo, ~ obra de sujuventuc, “aie belleza ideal que en la Virgen ce los Angeles, que gata de eu iti Loe frescos ce Arezzo “uestran el equilibrio seguro y perfecto de la - madurez, Peto en todo caso se trata unicamente de matices apenas - Epoca, conde hay “de realism> y vida concreta. perceptibles. Todos los pintores de 1a época que dieron especial importancia 3 - la perspectiva, cependieron de Masaccio. Pero no asi Piero, que tie- pe una manera propia de concebirla. Para Masaccio habia sido co-no- Gna ventana abierta al conocimiento; Piero della Francesca participa - de la opinidn de Platdn, que cree que la geometria es capaz ella sola - de dar a la forma su belleza abeoluta. En consecuencia, Picro hizo - @e la forma regular y geométrica su ideal transcendente y su expérien- cia de la realidad, Como hombre de ciencia escribid en sus ltimos - Afios tratados tedricos acerea de la perspectiva y ¢e los chernos regu- c/s Capitulo 1X -32- laree (De prospectiva pingenci, y De quinque corporibus regularibus); pero afortunadamente pintS no como tedrico sino como artista. Fué un Bhamorado de las reglas, pero no les guard6 fidelidad (Skira, pag. 127) Piero es taibién original en el modo de presentar sus imagenes - Para que una imagen victérica sea "preeentaca", ticne gue evitar el - movi niento. Giotto y Masaccio babfan subrayado la presentacién de - sus indgence carjandolas de un potencial de movimiento que las hicie - ra capaces de expreearse. Piero cid a sus imAqenes tal aplo-o y tal - ceo y la estatica, cone rigor formal que no se nota la rigidez, sino el » si cada una de cilae fuee un todo arquitectdnico. De ahi su monumen - talidac, que es muy diferente de la de Masaccio y mucho menos eubor - dinada a una experiencia real. La plastica de Piero cella Francesca es aids potente, ods sintéti - ca y mas abstracta que la de Masaccio. Este la conseguia por mnedio cel dio de zonas de colores claros - Claroseuro; Piero la desplicga 9or y oscuros, e ta concepeidn ce totalmente nueva, y es la basa de la llamada forma - cromitica o pictorial, La luz envuelve y crea la forvna ce una manera - is rica y ade completa que en los pintores anteriores, incluyendo a - Domenico Veneziano (Skira, 128). Piero della Francesca apreciaba la impersonalidad y ausencia de - emocién individual como una cualidad excelente de las cosas. Por ra - zones pura-nente estéticae escogié para sus pinturas tipos herciileos y fuertes; hasta eus Virgenes y Santas tienen algo de varonil, Al mis 0+ tiempo prefirid para fondos de sus obras, paisajes de gran severidad y dignidad que sintonizaran con la gravedad ce sus personajes. Sus fig ras tenfan que ser de gran estatura mozal y todo lo que las rodeaba, - paisajes naturalee o fondos arquitectSnicos, debia tener cardcter esta- tico y mesurado, Con un repertorio ‘nds bien reducidos de imagenes - Piero cred la mas extraordinaria variedad de eecenas misticas y pro - fanas. Dirfase que la humanidad queda reducida en sus obras a una - sola familia con abundantes personas de diferente sexo, edad y condi ~ cidn, pero todas con el mis no sello familiar (Pijoan, Summa Artis, ~ XILL, pag. 417). La dualidad entre la teoria cientifica y la realizacién sensible de - la mis na fué sin duda la cauea ce la torcida interpretacién gue en los ~ siglos siguientes separé a Piero de lostaficionados al arte haciéndole - aparecer tan pronto co.10 un arcaizante como un cientifico frie, prisio- nero de sus {Srmulas. Nuestra én0ca, que se debate también entre el - espiritu positivo de las nuevas cienciae y la rebusca de una forma artis- mn las que un color representa la luz, y otro la sormmbra. Es- se scat | | of.» Capitulo IX -33- fica capaz uc expresario, estd on situacisn de co sprender mejor al - gran artista que se _empefé tenazmente en 1a dificil tarea de conciliar see temulae cientificae con su exresisn plastica, Piero encontré el rmie de equilibrio no a travée del paisaje o de la arquitecturas SiN), = eene representacién de la figura humana. Esta es la que constituys - saeco el orine pia Ia gran cuestian nara el sintor, y también desde ef seincioio se orientd cecidida mente hacia 1a solucién final que serd la - # aeeainacién a la sonumentalicad (Francastel, F Quattrocento, pas 49). El -niemo artista que coneibid y realizé la pintura mony nental fag ’ ta.abién uno de los gue contribuy6 a su cli ninacién. Enel miso ci - . clo de los frescos de Arezzo, donde Piero llega a la perfeccién monu - - cle ial en su Cortejo de la reina de Sabé, hace eu apariciGn und nueva experiencia en los lanceros de la Victoria de Constantino, Ordenados owPGlag, los caballeroe armados de lanzas axgen del dngulo Yzquierdo del fresco dando la mas acabada impresidn de perspectiva. Prdactica- vnente sugen Cel infinito. Fl breve paisaje que separa: los dos bandos denne aeepea en cl inuro un corredor oblicuo, Por mas que el pintor see ooe apjetos el resto de la superficie (lanzas, insignias y estandar” Faia ceedaya sie s) ket core cor etece None Cnr el ica erernes tehaaa queda desteu(da por la perapectiva, La ointura mural cn pest pectiva nace con la Victoria de Constantino y este ensayo ocasional de - cee eee eel que triunfard en el porveniz frente a le realizaciGn monumen: tal de los otzoe frescos de Arezzo (ib. 52) Benozz0 Gozzoli (1429-1407). Benozzo di Lese et Sandro apoda- ~ go Gozaoli, nacié en Florencia y se forms como pintor al lado de #ra Angélico, al que ayues en la decoracién de la ca - pilla (studiolo 0 gebinete) de Nicole V en el Vaticano. Pu cl suce sor Bel Angélica, pero sin aquella profunda eepiritualidad de} pintor domi sera Mgenoezo aprendis de él la gracia ingenua de las comnosic.ones: rie evgnucioso euidaco en embellecer las figuras con detalles preciolots a eine claro y brillante y Ia fina observacicn de los mis variados tt = Sos humanos, pero le falté aquel toque divino que transfiguraba las 0 - pore del Angélico. Los frescos de Benozzo Gozzoli estan repartidos en tres conjuntos princicalest los frescos de la iglesia de San Francisco - cee Montefalco de Umbria; los de la iglesia de San Agustin, en san Gimi- gnano y los eélebres frescos det Cementerio de Pisa, casi totalmente seatruidos durante la ditime guerra ( 1945). La obra més popular de Benozzo es el Cortejo de los Reyes Magos, fresco pintado en la capilla del Palacio Riccardi, de los Médicisd El - whee . +/+ Capitulo 1X -34- Cortejo, juntamente con tos Angeles en acoracidn y la Anunciacién a - fué ejecutado entre 1459 y 1480. El encargo le fué becho los pastores, ‘9 (Pedro de Médicie), en vida de su nadre Cosme - sor Piero ée Gosi de Médicis, En ci cortejo ec distinguen los retratos de varios niem - bros de la fa-ailia famosa florentina. Melozzo da forli,- (1433-1494) Nacié en Forli y se formé con - —"__ ‘Piero cella Francesca, 1 Papa Sixto IV lo - Namé para gue decorara la Biblisteca del Vaticano, pero de los free - cos de las tres salas, no queda mds que el plafén que representa al Pa- pa rodeado de sus familiares en el acto de nombrar bibliotecario al - historiador Platina. El frescodesté hoy en la Pinacoteca Vaticana. Me- lozzo pinté también en Roma el Adside de la iglesia de los Santos Apds- toles, donde habfa una Asceneién del Sefior, entre Angeles Arrancados Ge su sitio, loe frescos, mutilados y cn fragmentos, pasaron en parte- al Vaticano. Los Angeles de Melozzo son una de las preciosidades de - Roma. Cada uno pulsa un instrumento misico con solemne eleganciat el violin, el laud o la pandereta. Ghirlandaio, - (1449-1494). Domenico, hijo de Toramaso de Curra- ~ =" do Bigordi, conocido con el nombre de Ghirlandaio, nacié en Florencia y fué fundador de toda una dinastia de nintores. Co- menz6 por ejercer el oficio de orfebre, pero luego se dedicé a la pintu- ra, lo mis-no que sus hermanos David y Benedetto y su cufiado Bastiano Mainardi, Todo el grupo trabajaba junto y no es facil saber que cofres- ponde a cada uno en las obras pintadas ror Domenico. Su hijo Ridolfo y su nieto Miguel fueron ta nbién pintores, Diseipulo de Alessio Baldo- vinetti (1427- 1499), lo mismo que Andrea Verrocchio y Pollaiuolo, asi- ciones de] maestro (autor de la admirada Virgen del per - mil pronto las lec Louvre); contrariamente a la mayor parte de sus contempezdneos, manecié fiel a las antiguas tradiciones de la pintura al fresco yal ten - ple. A partir de 1489 su actividad es incesante tanto en Florencia como en Roma. En 1431 el vapa Sixto IV le encargs narte de la decoracién de la nueva Capilla que Heva el nombre del Pontificd, la Sixtina. Tra- bajé en ella en compaaifa de otros célebres maestros florentinosk Botti- celli, Perugino y Cosimo oselli. Ghirlandaio pinté el fresco de la Vo- cacién de los Apéstoles Pedro y Andrés, -nuy inftuido por la técnica de Masaccio. Pero todas las dbras de los florentinos quedaron oscureci - das por los frescos que en la ~isra Capilla Sixtina pints Miguelangel. Ghirlandaio fué un pintor notable, que dominé su oficio sin preten- der revolucionar el campo de la pintura. Entre otras muchas obras: de- Capftulo IX -35- coré con frescos el Palacio de la Sefioria, 1a iglesia de la T inidad ce - Florencia, la de Santa Maria No ella o la Nueva y la de Ognissanti en la nis na Florencia. 12 Adoracidn de Ioe Reyes Magos del Museo de los Uffizi, la Adoracién de los Pastores (Academia de Fiorencia), la Vie.tacién del Louvre y el Viejo de la verruga, con su nieto (Louvre), figuran entre sue obras mds conocidas, Andrea Mantegna. - (1431-1506). Nacié cerca de Videnza, An-- Z drea Mantegna es el orimer >intor renacentis ta del Norte ce Italia y su obra e¢ en cierto modo :a clave que per mite conprenccr el desarrollo ulterior del arte italiano nortefio. Cuando Mantegna se formé, el gusto gético predoninaba ain en el Norte y dejé su huella en sus prieras obras; pero ta nbién se acvierte en ellas el influjo toseano. Uccello, Piero della Franceeca, Donatello y Filippo — Lippi tralnjaron en ciudades del norte de ta Peninsula y sus obras i preeionaron a los artistas locales, principal mente al joven Mantegna. En sue pinturas supo realizar la sintesis de las aportaciones nuevas del arte toscano y de las tradic ones géticas. El tempera nento co »plejo ce Mantegna se dejé impresionar profun- danente por el nuevo arte renacentista de los florentinos y se dedicé a- pasionadamente al estudio ée la acqueologia. Asi el humanis no ar-- Gicnte ce los artistas florentinos adonté en Mantegna un carécter mas li- terario; cons:deraba las nuevas tencencias artisticas como una recons-- truccién del nunco cldsico, lo que le levé a interesarse por todas las obras Ce la antiguedad y a convertirse en un erudite coleccionsta., Lo- renzo el Magnifico, que visitd al nintér en 1466, se quedé adm rado ce la riqueza de sus colecciones. El concebir el Renaci riento co-no un - museo de arquesiogia era partic de un equivoco, gue hubiera desor:en- tado a Mantegna si su tempera mento avasionado no io hubiera arrastra- do a traducir en expresién artYstica un elemento uranente intelectual. ‘Aunque sof con bacer revivir en sus cua¢ros la grandeza de las anti- guas esculturas, dié de hecho a sus creaciones un aspecto dramatico, que no €e co npagina con el ideal Gel dasicismo griego. Anére Mantegna fue un artista precoz, A los diez afios anarece ya cono aprendiz en ei registro ce ia corsoracidn ce pintores de Padua. En 1443, a los diecisiete alos, co-nzarte con otros pintores el encargo de Gecorar con vinturas al fresco la cavilla Ovetari en la iglesia ce los Eremitani de Padua. La canilla fue destrufda por una bo-nba el 11 de marzo de 1°44, En encro de 145° fue nombrado pintor oficial de la corte de los Gonzaga en Mantua, donde legé a convertirse en un 9ersona je. Al perfoco de Mantua pertenecent e: famoso Cristo muerto, en es- ‘corzo, del que hizo cos versiones; las mas conocida es la del Museo Bre- fe ./.. Capitulo IX =36- ra de Milan; los frescos de 1a Cémara de los esposos, en el palacio du- cal de Mantua; y numerogos cuadros religiosos y profanos. El escorzo de Cristo muerto, del Museo Brera, goza de justa fama por su fuerza de expresién unida al virtuosis.no de la ejecucisn, Es - ciertamente uno ce los cecorzos mas atrevidos de la historia de la pin - tura. La Crucifixién del Musco del Louvre cs la tablacentral de la pre- dela de un triptico de altar, pintado vara la iglesia de San Zendn de Ve- rona (terminado en 145°). El San Sebastidn del rnismo Museo cel Lou - vre es de fecha discutida; provaslemente es de 1467. Los frescog de la Cimara de los Esposos, ter-ninados en 1474, com prenden: elementos decagativos en el techo, que imitan bajorelieves an- tiguos; decoracién de los arranquesde la béveda con bustos de empera = dores romanos, trabajos ce Hércules y episodios del mito de-Orfeos Grx pod de cazadores contra fondo de paisaje; Encuentro del marqués Luis de Gonzaga con su hijo cl Cardenal Francesco; marqués en reunidn. la Familia y la corte del = (@4807-1479). Este artista siciliano, naci- é9 en Mesina hacia 1430 y conocido sobre olucién del arte pictéri Antonello da Me sei todo como retratista, tiene imoortancia en la ev co de la segunda -nitad del siglo XV por haber sido el primero que rea - lizd una sitesis cntre el arte toscano y el arte flamenco. Vasari preten- de que Antonello hizo un viaje a Flandes, donde habria conocido la téeni- ca de la pintura al oleo e-npleada por los hermanos Van Eyck, Nada com firma esta hipétesis de Vasari. El contacto de Antonello con la pintura flarnenca tuvo lugar en la corte de Napoles, donde dominaban entonces - las costumbres y Ia cultura cspafiola y conde vivian varios vintores cs - pafioles de tradicidn fla enca. Ade nds cl rey de Népoles, Alfonso V - de Aragén, posefa una i nportante coleccidn de cuadros flamencos, en tre ellos varios de los Van Eyck y de Roger van der Weyden. Por si - esto fuera poco, el pintor Colantonio, maestro de Antonello, practica - ba coxigran pericia e! estilo flamenco. Sin duda fué también en Napoles donde el pintor de Mesina sc inicid en el arte florentino. Es también de valor hietSrico la influencia de Antonello en la es ~ Llegé a Vonecia hacia 1475, fecha que marca una eta- ja hietoria ce la pintura de Venecia, Permanecié - ‘el Retablo de San Ca - cuela veneciana. pa fundamental en | dos afios en la ciudad y pinté entre otras obras, siano, parcialmente conservado en el Museo de Viena. Por influjo de- Antonello, Giovanni Bellini sc aparté del estilo de su cufiado Andrea - Mantegna para acomodarse al estilo del pintor siciliano, Su ejemplo - /.. Capitulo IX -37- fag seguido por Alvise Vivarini y mis tarde por Cima di Conegliano, - Bartolomes Montagna y toda una generacién de nintores venecianos. Las mejores obras de Antonello estén repartidas por los Museos ce Londres, Paris, Viena, Estacos Unidos, Dresde, Berl“in y diver - sas ciucades de Italia. Entre los cuadroe «nds conocidos se encuentran Cristo bendiciendo (National Gallery de Londree), La Anunziata (Museo Ge Paterno), el detrato ce hombre ce la Galeria Borghese (Roma), San Scbaatign (Museo de Drade). 12 Crucifixin (Musto de Amberes). La - Virgen cel Aoenrio (Museo de Mesina), y el Condottiero (Jouvre). El - Retrato de hombre tiene todas las ¢ 30, incisivo, sentido eecultdrico y ualicaces de su estilo: dibujo preci- matizado cromatismo. Giovanni Bellini,- (1430-1516), El artista que logré elévar la —e—‘pintura veneciana a la altura de la toscana y ~ que fué precursos ¢e la floracién a rtistica de Venecia en el siglo XVI oe Giovanni Bellini, hijo de un pintor, Jacobo, considerado entre 1430 ¥ 1450 co:no cl mejor pintor de la Sefiorfa. Jacobo reforms la tradi — vign gética, do ninante on el Norte de Italia, impulsado por una cult ta humanfetica clegante y superficial, Giovanni fué hermano ¢el pin ~ tor Gentile y cufiado de Andrea Mantegna. Sin salir del efrcule fami - liar, Giovanni Bellini se asimil5 con prodigiosa facilidad tanto la tra- dicidn gética refor nadade su padre , como el dibujo incisive y construc- tivo de Mantegna. Pero pronto cayé en {a cuenta de que a la fineza del uno y a la eneryfa cel otro les faltal ba un n0co de humanidad y este to= que humano ee cl que quiso afiadir 2 sus obras. Giovanni Bellino tenia gina de poeta, de poeta profundamente cristiano, que sabia servirse - de todo, de le celicadeza del color mani st? te la Virgen y el Nifio. El Cristo bs piritualidacdan ardiente, que no se deben a Mantegna. yotico y dc la fuerza del dibujo hu - para dar exresidn a su piedad ante la Pasidn de Cristo o an endicienco del Louvre tiene una es presta atencidn a lo que sus for nas Giovanni Bellini trabajé durante trece afios en la decoracidn de la - Gaidel Gran Consejo det palacio ducal de Venecia. Toda su obra pere- cié en 1577 al incendiarse el palaci merosos cuadros de caballete y ret: cia. De 14% a 1504 tuvo frecuente gas de Mantua, Te encargé varies trabajos. Las cartas, qu un docunento precioso para conoce Ultimos afios de su larga vida, Bell 9. Mientras tanto pinté también nu- ablos para varias iglesias de Vene - omnereio epistolar con los Gonza - narticularmente con la marquesa Isabel Gonzaga, que - se han conservado, son - rel cardcter del pintor. Hasta los ini continud siendo el primer ointor Qe Venecia, "Muy viejo, ero todavia el mejor en I pintura”, escri - s+ /s+ Capitulo IX -33- bia en 1506 Alberto Durero cuando visits Venecia. La actividad ce Bellini sc ceearrollé sobre todo en la segunda ai- tad del siglo XV, pero presencia también los co.nienaos del siglo XVI. A caballo sobre cos mundoe, pertenece espiritualmente al primero, - pero os de los gue prevara el eegundo y participa de él, Como gintor- fenové a menudo su cetilo, Aprendid incluso de sus discipulos, abmo Giorgione y Tiziano. De los grandes pintores de la época, cono Man- tegna, Antonello y Piero della Prancesca, toad Gnica.nente loe ete = jentos que se aco-nodaban a su genio y en todo caso convirtié cualquier influjo en aigo entera-nenie personal. Entre sus muchas obras s¢ pue- den citar: Cristo bendiciendo, del Museo del Louvres la Oracidn en el Jardin de los Olivos (National Gallery, Londres); la Virgen y el Niflo, ~ ‘con San Juan Bautista y una Santa (Museo de la Academia, Venecia); la Pieté de Rimini; la Transfiguracién de Nepoles; el Retrato del-dux - Loredantl; San Francieco recibiendo los estigmas (Coleccion Frick de Nueva York); la Virgen entre San Pablo y San Jorge (Academia de Ve~ necia); la Pieté del Museo Brera (Mildn)etc. Sanéro Botticelli, - (1445-1510). Hoy es Sandro Botticelli uno de — los artistas italianos mas ad-nirado per todo el mundo. Para la mayoria de las personas cuitas es actualmente la mas acabada del Quattrocento florentino. Querido y - Boreciado por sus ilustres conte:npordneos, fué olvidado deepuée de = ‘skimuerte y durante tree siglos nadie fijé en él su atencidn, fuera de algun erudito que lo citaba como un artista extrafio y peculiar de se gunda categoria. Como otros pintores italianos del Quattrocento, fué descubierto nor artistas y escritores inglesee de la era victoriana, - especial-nente 20r el orerrafaelista Dante Gabriel Rosseti, por el 20¢- ta Swinburne y por los criticos Walter Pater y uskin, En la actuali- ncebir que un pintor ce tanta envergadura haya ue a raiz de su des - personificacién dad apenas podemos co1 sido desconocido por tanto tiemo y nos extrafia q cubrimiento se viera solo en él a un exaquisito orimitivo, gracia triste y decadente, Hay cierta tristeza nostalgica en el refina~ Go arte de Botticelli, pero esto es tnicamente un aspecto de su com - plicado cardcter e incluso este aepecto se expresa en él con una fuer- zacy una virilidad extraordinarias. leno de una dencia del mundo en - Botticelli tenia plena conciencia de la deca‘ habfa vivido desde su juventud; de ahf su tristeza y su inquictud que religiosa, La palabra ardiente de Savoranola sacudié su conciencia y revelé su aungustia, aunque como ciudadano no tomé el partido del reformador. En Masaccio, Addn y Eva abandonan el Paraiso abru - mados y afligidos, pero tienen conciencia de que un dia lo volverdn . ale ./.. Capitulo IX -39- a encontrar; en caibio los personajes de Botticelli saben que estan pros- critos para siempre del Paraiso perdido: los unos sonrien triste mente- eet) civinoy pero mi unce Bio = Jos otror sienen ja ia mirada en ek i tros tienen ya confiaza en cl poder ili nitado que les habfa dado el Rena- ‘iiento. Con la muerte de Lorenzo el Magnifico, en 1492, la poten - agai con Botticelli Mega a su- cia y el brillo de Clorencia de'cae y sx ap. ocaso la confiaza en el hombre. Segiin una leyenda que circulaba entonces, tos hombres eran “ange- les que habiendo querido yer nanecer newtralcs en la querella entre — Dios y Lucifer, habfan cido expatriados a la tierra sara expiar eu thi~ bieza, Este sentimiento del exilio parece tipico de los personajes de- Botticelli, loe s heroes, Su misma Venue no tiene nad2 de voluptuosa y se parece mas iemoe de sus Virgenes y Santos¢ queade sus diosas y ‘a una santa que a la diosa del amor; ella también da la impresidn de - ser una victima exniatoria, obligada a bajar de la patria de las almas para sufrir cn la tierra (Berence, pag. 221). La covnpreneién de la figura y ce la obra de Botticelli se ha faci - litado con los estudios histéricos y criticos del Quattrocento. Elin - glés Walter Pater escribia a -nediados cel siglo pasado: "Botticelli in fiance a sur personajes, sagrados y profanos, una especial y “muy re - servada emocin, en cierto raodo anyelical; son coro seres que se en= contraran desplazacos de este undo, desterrados aguifen el suelo, sin poder desarrollar sus cualidades, aunque conscientes de su pasion y tnergfa, Esto da a cllos y a la obra de Botticelli un sentimiento ée i nofable melancolia", uskin (1390) consideraba a Botticelli, igual que a Fra Angélico, exponente del re mantic: eo ¢ristianot "Sus persona~ jes exprecan arrepentirsiento pur necio de una languidez gue ler hace ‘extrafios a la realidad; son con alae en pena que desearfan ser an- geles" (Pijosn, Suma, XHL, pag. 446). Todo esto que vieron loe prerrafaclistas y criticos ingleees en la obra de Botticelli es cierto, pero no es todo; la critica del siglo XX - ha completado le imagen del pintor con el estudio de las fuentee con- temporgneas, que han descubierto en la obra del pintor un aire sano y viril, ade “de de muy buen juicio y perfecta proporcisn. Junto al - - Botticelli triste y nostdlgico hay que poner, pues, al Botticelli viril y atrevido, profundo conocedor de suarte , maestro de todos los £¢- , cretos de la serepcectiva, de la anatomia, de la construccidn de la fi- t gura humana y del movi-niento. Diseipulo de Filippo Lippi, recibe Ademds sugestiones ce Pollaiuolo, de Andrea Castagno y de Verrocchiot ; Getd en posesién de todos los conscimientos de sus predecesores, ¥ - Sin embargo marcha a “nenudo contra corriente y marca el comienzo - wifes ++ /.. Capitulo Ix -4- de la crisis que conoci la civilizacién florentina a fines del siglo XV. Sandra ci Filivepi, Ulanado Botticelli gor el apodo de su heraa- no mayor Giovanni, nacié en Florencia en 1445, siendo el ditmo de los siete hijos de un pobre curtidor del barrio de la iglesia de Ognissanti. Sandro 0 Aleseandro fué adoptado por su hermano Giovanni, que le lo vaba 24 afios. Probablemente gracias a otro hermano, Antonio, que - era dorador y por su oficio tenia contacto con ios pintores, fue admi tido desde joven en cl taller (sottega) de Filinse Lippi, cuyo influjo es visible en Botticelli, # los 22 afios era ya una personalidad en el mun do artstico de Florencia, Fn 1472 formaba ya parte de la academia - de pintores de San Lucas. A partir de esta fecha tiene en su taller co- mo discipulo a Filipino Ligpi, hijo de Filippo Lippi. Por entonces. —- entra en relacidn con los Médicis, benefidiandose de la proteccidn de Lorenzo el Magnifico, poeta y conocedor del arte, que habia hacho de su corte un cendculo de artistas, fildsofbs y poctas. A pesar de su ca- racter dificil estos primeros afios de pintor debieron ser los més fe - lices de la vida de Botticelli. Vasari, que no Megé 2 conocer nersonaleente a Botticelli, pero - que estuvo en contacto con personas que lo trataron, dice que desde su infancia "estaba constantemente mal humorado: no encontraba gusto en nada, ni en lecr ni en escribir, ni en Mevar cuentas, tanto que cl va - are, desesperads por la maneréexcéntrica del muchacho, lo puso a apren- €er el arte de slatero". De mayor did nuestras de cardcter melanes- lico. Vivid soltero cn casa de sus hermanos. Cuando le recomnendaron aue se casara, contestd que una vez habia sofiado que estaba casado y - fué tal euespanto, que se desperté a redianoche y se puso a sasear do un lado a otro hasta cl amanecer por temor a que le volviera cn suios- la pesadilla del matrimonio. Sin embargo no vivi huratio y apartado de las gentes. No edlo - fué miembro activo del brillante circulo de los Médicie, mino que cn - Su misrao taller o on casa ce sus hermanos reunia un cendculo de in » telectuales que bautizaron con el nombre de Acade vai di Scioperanti o Academia de los desocupados, tal vez para burlarse un poco de la A - cademio Platénica que habfan fundaco los Médicis. La Corte de los Médi Cuando Botticelli entre en contacto - con los Médicis, los jefes de la casa estan en plena juventud. Lorenzo, que acaba de casarse, ticne vaintidin afios, y su her-nano Giuliano, diecisiete. El joven pintor saa >ronto - @ ser intimo del palacio de la Via Longa y de las villas campestres de Qe los Médicis. Laanistad entre un artista de humilde familia y la pri = aera ere acca eon cudecice my temeel eniaem tens ina parte 10s principes se convierten de guerreros en ho-abres cultos ~ gue reciben desde jévenes una esmerada educaciGn, y por Ota los ar - Iie ce aa oentan ce cateporia cn la ecti waerjn cel pidblico, galen de su > cnonicato y covsiencan a firvar sus obras. Sunergido en ei culte ¥ re Caen cre cetion Mecieteyicor e:7 0 las) orcacso tomascntons: a cree de eae Mecenas, y auncuc no contécamoe con ¢l testi nonio Ack = aac Torena>, lag misinas rinturas ée Botticelli hablan vor si Solas, En cl awolio cfreuls que rodeaba a Lorenco de Médicis, daban el eee aan eee reo de Ia Mirdndola, is joven,venéré née tarée a afiacit Su seine paonal,, Fn la corte ce Lorenzo se habla sobre todo de poesia ¥ - Tiosofis, La filosofia que priva cn aquel cendculo es una mezcla 60F 7 srendente de ideas antiguas y ce astrologla. Marsilio Ficino, amige de Coane de Médicis y oreceator de sus hijos, que rigen ahora los destt » cote Florencia, es cl gran sacerdote cel slatonismo. En la Acade ia woe nica, gue se reunia en 1a villa suburbana de los Médicis en Poggio a Calano, habia sie wore una lémpara encendida ante el busto del arene fildsofo. Bruaca vente, a la edad ce oro de Ia civilizacién italiana, simbo - licada or la corte de los Médicis, sucedid una énoca tumultuoss oara- vada por Ia intervencidn extranjesa. Durante su vids Lorenzo ¢] Mag- sae Petipe anaciguar an\oiciones, codicias y rivatidades y mantener el cguilibrio entre Ios niltiples Estados italianos. Pero la tor newa 80° feecneadend a noco de eu muerte, ocurrida en 14°2. Carlos VIII de Peancia eruzé los Alpes al frente de un brillante ejército con ero también un bombre terriblemente fandtico, eualtado, terco y desobediente, y mascmetido en politica de lo que com pete aun fraile, Este es el juicio definitive det historiador de los Pa - pas Ludvig von Pastor. Lanz6 terribles invectivas contra Alejandro - VIy Lorenzo de Médicie; sero ya antes de que conociera nada ée los - Borjas estaba obeesionado con eu idea de que el undo estaba corrom= = pido por los pecados y que si no venia pronto la reforma no tardaria - el castigo de Dios. En un principio Savoranola n> se arrogaba el don profético: vati- cinaba catéstrofes y cactigos, «nas no por inspiracién divina, sino - uuras fundadas en las Eeccituras y en lo que veia; pero le- rdadero profeta y en 1492 tuvo sus pri neras visioncs apocalipticas. Cuando Carlos VIII sc decidi a - entrar en Italia, a instanciae de Ludovico el Moro, regente ce Milin, Savoranola pened que la espada del rey francés libertarfa a Floren - cia y serfa el instrumento de la venganza civina y asi lo anuncid dee de el piloito, invitando abiertamente al "Nuevo Ciro” a pasar los mnontes, Cuando se supo que Carlos VIII se hallaba ya dentro ce Ita- lia, el pucblo aclamé a Savarenola como profeta. Piero de Médicis, sucesor de Lorenzo, corric al frente francés a tratar de paz con el invasor, y acahé por dejar en sus manos el gobierno de #lorencia. - Fntretanto, la ciudad se aizé contra los Médicis, proclamando la - libertad republicana, y Savoranola se puso al frente del nuevo régi - men denocrético. Convertido de hecho en dictador, empezéda re - for-na de la ciudad, elabord una Constitucién, reorganizé los i »pucs- toe, regle-nenté la vida pliblica y privada, y coo escribia el emba - jador de Mantua, en novie-nbre de 1494, "hacpueeto la noblacion en - tal espanta, que todos se han dado a la niedad, viven a pan y agua tres dias ala se-iana, y sdlo dos eas to nan caldo y vino”, La ciudad~ ‘se convirtié en un enorme .nonasterio, lo que prueba que lor floren- tinos no eran tan denravados como loe habia pintado el fandtico frai- le. fianalmente Cristo fué proclanado rey de @lorencia. por conjeti g6 un momento en que se creyé ve Los excesoe de Savoranola obligaron al Papa a intervenir; en 1495 ordend al do-ninico que se dirigiese a 2oma, nero Savoranola no obe- decid, Después de agotar todos los ~nedios nacificos, el Papa lo ex - comulgé; pero el fraile se mantuvo en su rebel Al fin el “isno - pueblo se cansé de la cictadura del do-inico, y su prestigio cay6 ner 4. ../.. Capitulo TX -43- tos auclos al negarse a pasar por la prueba delfuego. Fl convento de San Marcos fué aealtado por las turbas, Savoranola fué encarcelado y : Tuego #0 netido a juicio, del que salié condenado a la hora junta nen- te con dos de eus compafieros. Los tres caddveres fueron quemnados y sus cenizas arrajadas al Arno. Fra el 23 de mayo de 1498, Savo- ranola tenia 45 aflos. EI gobierno ee Savoranola ahuyent5 de Tlorencia a pintores, €8 ~ cultores, «asics, arquitectos y hu sanistas. La vida renacis en Flo- pero la ciudad y el Qenacimients habfan recibido uno de !os primeros golves mortales, = — rencia con la desanaricién del dictador religioso; Con loe artistas florentinos, Ia cultura renacentista emigré.2 Roma. Botticelli y Savoranola.- Vasari dice que Botticelli fué un "pia = gnone", un Horén que es como Hama - ban a los activos propugnadores de las ideas de Savoranola, nero na - rece cosa averiguadac que no llegé a tanto. Mientras su hermano Siv jnone tuvo que cscanar de Florencia en 149° nor haberse Comprome- fide demasiado co:o nartidario del reformador, el pintor pudo perma necer en Florencia y no fué molestado a pesar de que habia .nstalado su taller en ¢ Savoranola. Pero si no fué partidario volitico de Savoranola, es in @udable que las oredicaciones religiosas y morales del dominico oro dujeron un fuerte :mpacto en su conciencia, que se tradujo incluso en su produccisn artistica. Abandoné los asuntos profanos y volvid a los tenas religiosoe, pero no tanto a los te-nas amables de la Adoracién de los Magos o ce la Virgen con ei Nifio rodeada de angeles, sino a - tos te vas nds serios y profundos de la PasiSn. La crisis final de es- e Simone durante los cuatro afios del gobierno de - te delicado esoiritu se dibuja final nente sobre un fondo de anarga s0- ledad, Se sabe que estuvo cnfer ~o los ilti os afios de su vida, tal - yer paralitico, y que murid en la miseriay Su semo arte narece que be extinguid con él. Su sutil e intelectual hunanidad, a distancia de - pocos afios, no es yaamprendide por los contempordneos de Miguel ngel y de Rafacl. Murid el 17 de mayo de 1510 y fué enterzado en el ‘cementerio de Ognisaanti cerca de su casa natal. La Pri:navera de Botticclli.- La Primavera y el Nacimiento de - —— Venus, de Sandro Botticelli son hoy dos de las obras aids conocidas y ad.~iradas de todo el arte italiano. ~ Se fecha generalmente la Primavera en 1473 y el Naciniiento de Venus en 1485, Ambas obras fueron pintadas, segiin parece, pare dos pri - mos de Lorenzo el Magnilico, Ila nados Lorenzo y Giovanni, huérfa - wah .-/.+ Capitulo Ix -44- inmensa fortuna. La Srimavera - nos desde nifios y herederos de una 14.y se conserva en la Galeria o Muy es una tabla de 2,93 metros por 3, seo de los Uffizi. Desde los prerrafaclistas se ha visto toda clase de sfmbolos en la que el te:aa le fud ipucsto al autor y que el el cuadro le fué dado por Va- Primavera, Sabe mos - nombre de Prinavere con que ec conoce Evidentemente no se trata de una mera g! de Giuliano de Médicis y Simonetta Vespucci, lacionado con lae disquisiciones de la A - El cuadro es una maravillosa - sari. Jorificacidn de los amo res, tal vez platénicos, sino de algo més profundo rel cademia Platénica acerca del amor. trama de alegorias humanisticas, que feflejan la influencia de las ideas pooplatSnicas do Ficino y de su circulo en la corte de los Médicis. | En el contro de la cochposicién se ve a Venus, como pagsonificacién de la fucraa ereadora y ordenadera de la Naturaleza, la @vsa del anor en gus dos aspectos ce Venus Urania y Venus Genitrix, la Venue a quien - Ficiny veia co no la personificacidn a norosa de la misma Humanitas, ~ ya la que cant5 Poliziano cn bellas estanciast "Como en escolta tu Hijp- exo nnata, Venue hermosa, madre del amor. — Céfiro el prado de colores baa, — csparcienco la frescura de su olor" (Giostra, 77). A - la dorecha del cuadro, el Céfiro sensual y oloroso sopla sobre Flora, - la diosa de las flores y del renacimiento de la tierra, acompafiada por el stmbolo del anor corséreo, aientras cuc a la izquierda Mercurio - ¥ las Tree Gracias ropresentan el anor platénico, que es furor de Ta Yaente dirigids hacia la Belleza ideal y la Sabidurfa y ademde, segrin Ficino, "duewo y sefior de todas las artes" (Dino Formaggio, Bottice - lik pag. 14). El cuadro que se conserva ta: obién en - los Uffizi, es algo menor que la Prima- vora (1,75 por 2,78) y esté pintado al temple sobre lienzo. Fl cuadroy = ¢ supone parejo de la Primavora, repite una vez mde el - siciones de los fildsofos humanis- El Nacimicnto de Venus. - que siempre 6. tema de Venus, tan caro a las disqui tas. Aguf también se han hecho referencias a las "Stanze” de Polizia ho y de otros poetas de la Spoca, que parecen descripciones del cua - tho de Botticelli; pero ciertamente la obra suge mds de un ambiente, - gel efrculo neoplaténico florentino, gue de un preciso fragmento des - ‘Venus, empujada por cl soplo de los Céfiros, salida de la - de la Belleza que unifica en si el Es- pfritu y la Naturaleza, aparece sobre una concha entre una Huvia de mientras una de las Gracias'(Horas) se dispone a cubrir su = El nacimiento de Afrodita Anadio ~ de Apeles, que sirvis de ins - criptivo. espuma del mar como el milagro flores, desnudez con un manto recamado. mene fué el tema de una famosa pintura Me /.+ Capitulo IX -45- piracidn a numerosas esculturas griegas sobre todo de Ia época hele - vretiea, Pero la Venus de Botticelli no ha conocido a los griegos ni a los romanos, sino que sc encarna por primera vez sobre la tierra, pir ra, sensible y casta, Marte y Venus.- Eltercer cuadro de tema mitoldgico, entre las = — obras més famosas de Botticelli, es una tabla de 9,69 por 1,73, pintada en 1476 o 1483 y conservada cn la National Ga - nery de Londres, La indecision de Ia fecha estd en relacisn con las ~ diecasiones acerca del centido cel cuadro, Algunos ven en éI los retraa_ tos de Gialiano de Médicis y de Simonetta Vespucci, fallecida en 14765 - stros buscan en él una representacién de alguna pagina postica de Poli- Ginns o de algdn otro poeta, Probablemente hay que ver aqui también - tn tipico tema neoplaténics, es decir, la alegoria de Venus, eimbolo de la Sabidurfa y de la Humanitas, personificacién de la Razdn, de la Armo- nia y de la CivilizaciSn, que ha vencido y ador-necido a Marte, imagen - de la violencia y de la guerra, Enel cuerpo soberbiamente dibujado de Marte, mde que en ninguna otra obra de Botticelli, resplandece una de las mas altas expresiones del culto a la belleza corporal de la Floren - da humanfstica y de la delicada melancolia que el pintor imprime en - ella. Sin negar la transcendencia neoplaténica del grupo de Marte y Ve~ nus, weneralmente admite que la Venus cs un retrato de Simonetta Vee pucci, euyo fino rostro reprodujo Botticelli en nurmerosos cuadros, in Bhuso después de su muerte prematura. Es indudable que el pintor co- focis y admiré a Simonetta, que ha pasado a ser una figura legendaria on Ia historia del arte florentino gracias, entre otros, a Botticelli y @ Ine povefas que le cedicaron los is grandes poetas de Ta época, como Angelo Poliziano y Lorenzo de Médicis. Simonetta Cattaneo se habia - casado casi nifia con el banquero florentino Marco Vespueci, de la ca - snarilla intima de los Médicis. La joven brilld como una estrella fu = gaz en la corte de Lorenzo y Gluliano de Médicis, fascinando a los dos hermanos ya toda Florencia. Murié tisica a los Veintitrés afios. Lo- tense de Médicis describe asi su entierro: "Ademds de sy belleza, ous ihancras eran tan atractivas que cualquier persona que la conocid sen- tis como si ella le entregara todo su carifio. Su muerte produjo pena cxtremada en los que asi la admiraban, y cuando era Wevada al lugar ~ Gel sepulero, con la cara descubierta, los que la habfan visto antes vir Va ee apretaban pare ver por ultima vez el objeto de su adoracién ya wS-Apalaban el funeral con ligrimas". El mismo Lorenzo describe asi a Simonetta en sus Memdpias: "Su porte era serio, sin ser severos - dulce y placentero, sin asomo de coqueteria o vulgaridad. Sus ojos, = Vives, no manifestaban arrogancia ni eoberbia. Su cuerp 0 era finamen- .-/.. Capitulo IX ~46- te proporcionado, y entre las dems mujeres aparecfa de superior dig- nidad y, no obstante, libre de toda clase de formalidad 0 afectacién. - Sus centi nicntos eran siempre justos y sorprendentes, tal coo he tra- tado de revelar en mis sonetos. Su comprensién era superior a la que pide su sexo, pero sin aparentar carse cuenta de ello y sin caer en el ~ error, tan comin entre las sujeree, que cuando sobrepasan el nivel se hacen insoportables" (cita en Pijodn, Suma, XIII, pag. 456). Parece que sus amores con Giuliano fueron de cardcter intelectual o platénico, ya que no se puso tacha a su moralidad, Giuliano compartfa con Loren zo el gobierno de Florencia, iunque dejaba hacer a su hermano mayor. Murid asesinado en 1473, 7 La Adoracién de los Magos. - (Uffizi, 14777). El retablo de ma - dera de la Adoracién de los Magos (1, 11 por 1,34), actualmente en el Museo de los Uffizi, fué encargado por Giovanni di Zanobi del Lama, agente de la banca Médicis, para - su altar en Santa Maria la Nueva. Los Reyes Magos y algunos perso- najes de su séquito son retratos de los Médicis y de sus allegados, i- dentificados por Vasari y por la critica en general con ligeras varian- tes. El anciano rey es Cosme de Médicis; Piero y Giovanni, hijos de Cosme estan de rodillas; Lorenzo estd a la izquierda con una espada, - y al otro lado Giuliano, F1 ultimo personaje a la derecha es probable- mente el autorretrato del pintor. En la National Galiery de Londres - hay ota Adoracién de los Magos (0,5 por 1,39), atribuida anterior - mente a @ilippino Lippi; procede cel Museo del Ermitage. En la mis- ma National Gallery eeté el Circulo de la Adoracién de los Magos = (1, 35 ée didmetro), pintado hacia 1472. Las Madonas ce Botticelli.- Entre las obras rds populares de Bo- tticelli figuran sus numerosos cuadros de la Virgen con el Nifio, rodeada de Angeles y santos, todos con el im confundible sello de Botticelli, La Virgen es una joven doncella de gram des ojos extdticos, algo palida, como sufriendo de su propia grandeza y belleza. Las Madonas de Botticelli forman una encantadora galeria- de figuras atrayentes y lenas de honda espiritualidad, en cierto modo andloga a la serie de Ia Virgenes de Rafael, Sin embargo, que dife - rencia en la manera de interpretar la virginidad, la feminidad y la ma- ternidad Tanto las Madonas de Rafael como las de Botticelli represem tan la mujer en flor y exaltan su pureza y su hermosura; pero en las - Virgenes de Rafael resplandecen las cualidades naturales de la mujer ideal, mientras que las de Botticelli, mds conscientes de su grandeza y dignidad, y por lo tanto meditabundas y pensativas, parecen més 80 - brehumanas. Entre las Madonas de Botticelli nerecen citarse: p «+ /++ Capitulo EX -47- La Virgen del rosal: tabla del Museo del Louvre (93 x 69 cm), = pintada hacia 1463, La Madonna Guidi: tabla del Louvre, pintada hacia 1467. La Coronacién de la Virgen, 0 Circulo del Magnificat, la- mado asi porauc el Nifio sefiala l canto de Maria en el li - bro abierts. El tondo (rotondo) o cfreulo tiene 1, 12 de did metro. La tabla pintaca hacia 1482, estd en la Galeria ce los Uffizi. Parece gue ha sido bastante restaurada. La Virgen de la granada: Tabla circular de 1, 43 de didmnetro, de la Galeria de los Uffizi, pintada hacia 1486-87, Hamada de la granada: porque el Nifio Neva el fruto simbo = lo de la plenitue. Retablo cn madera, de 1,50 por 1,56, pintado- para el convento de la Magdalena de Castella, - Florencia, entre 1483 y 1490, La Anunciacis San Agustin: Fresco de la iglesia de Ognissanti de Florencia, tado hacia 1439. Esta vigorosa figura explica el jui- cio de un contepordneo que habla del arte viril de Botticelli, Bafia - da en un color luminoso, la forma libre del santo se afirma plastica - mente y en su mirada se adivina el presentimiento de un destino tragi- frescos de la Capilla Sixtina.- El Papa Sixto IV, una vez resuel- ta la tirantez que reinaba entre - la Santa Sede y Florencia, Mamé a Roma a varios pintores florentinos para que trabajasen en la decoracién de la Sixtina al lado del Perugino y de Signorelli. Boticelli fué dontratado en 1481 juntamente con Dome- nico Ghirlandaio y Cosimo Roselli, Esta generalmente admitido que - Botticelli es el autor de los siguientes frescos: Tentacidn de Cristo y Curacién del leproso; Cuatro episodios de la juventud de Moisés; Cas- tigo de Coré, Datdn y Abirdn; el Papa Sotero. Navidad Mfstica.- Esta tela de la National Gallery de Londres - (1, 08 por 0,75, leva en la parte superior, so bre la danza en circulo de los angeles, una inscripcién apocaliptica, - w/o. Capitulo IX -43- disturbios ce Italia y al diablo que sera donde el pintor se refiere a los La obra es de 1500, - eneadenado y precipitado como en esta pintura. Sraca, de 198 Ultimor afive del vintor y es una profesfon de su renova - da eepiritualicad, En torno al nacimiento de Cristo, una esperanta de paz lanza a hombres y angeles a arrojarse los unos en brazos de los = otros. Son dos frescos de alta cali - dad pintados por Botticelli en - una galerfa de Ia Villa Tornabuoni, que luego pass a manne ce hos Te weni. Los frescos, ocultos por mucho tiempo, reaparecicron debajo ~ del enjabelgado en 1373 y después fueron desorendidos y vendicos a) = Museo del Louvre. Se pens6 primero que representaban escenas con~ aeentorativas del ~natrimonio de Lorenzo Tornabuoni y Giovanna degli Albizi, pero hoy ee descarta esta hipdtesis. Frescos ce la Villa Tornabuoni. - Tabla de 0,2 por 0,91, de la Galeria de los U ffizi, pintada entre 1490 y 1295; obra por tanto - de la ditima época de Botticelli. En este cuadro traté de reconetruir sea famoea pintura de Apeles, siguiendo en todos sus detallesla des- Gripcion que de ella hizo Luciano, uno de los autores griegos conoci (oe on Plorencia por la traduccidn( latina ¢ italiana) de Ledn Bautis ~ fa Alberti, Luciano cuenta que un pintor rival acusé a Apeles de cone pirar contra Tolomeo Filopator. El rey de Egipto se proponia mata i6 la verdad, aunque slo después due la - la reputacién cel pintor por el suelo. El - sentad> en cl tribunal entre la Ignoran- rastra por los Detras vie~ La Calumnia. - a Apeles cuando se descubr: Calumnia habfa arrastrado rey, con orejas de aeno, esté Gia y la Sospecha; de cara avanza la Calumnia, que ar! Cabellos al Odio, acompafiada por la Insidia y el Fraude. nen la Penitencia y al fin la Verdad desnuda. Botticelli pinté numerosos retratos de personajes de - cu tiempo, entre los que se hallan los siguientes: 1) Aetrato de joven; tabla del Museo Pitti de Florencia, pintada hacia 1469-70) 2) Retrato ce Giuliano Médicis; tabla de la Academia Carra- ra de Bérgamo. El retrato parece ejecutado sobre la mascarilla mor tuoria de Giuliano, mnuerto en 1478, 3) Retrato de hombre con la me- Gulla de Cosme el Vicjo; pintura en madera de la Galeria de los Uffizi. Se ha notado su semojanza con el autorretrato da Batdigelli en la Ado- parece suficien - temente fuerte y violento. Sus personajes son gigantes siempre dis - pucstos a batirse. Pero cuando se trata del sufrimiento de la humani- dad, de la pasisn o de la muerte de Cristo, sabe imprimir en los ros- tros de sus personajes la huella profunda del dolor. La seriedad es ~ piritual de Castagno c@ cvidente. Su energia pldstica se identifica con la hondura del sufrimiento y su color luminoso revela los matices nds delicados del dolor moral. Es famoso el fresco de la Crucifixién, en el Museo de Sant'Apollonia, de Florencia. w+/.+ Capitulo IX -50- Aleseio Baldovinetti, - (1427-1299). Nacid en Florencia ce pa - ———{=_ dres comerciantes, En 1448 se inscri - bid en el gremio de pintores y cinco ios més tarde trabajaba en los frescos de Santa Maria Novella ce florencia al lado de Domenico y ‘Andrea del Castagno. De 1471 2 1497 trabajé en loe frescos de la - iglesia de la Trinicac, Su obra 74s admirada es la Virgen y el Ni - fio del Museo del Louvre. Antonio Pollaiuolo.- (1432-1498). Nacido en Floren€ia, es al - =————~ “go anterior @ Botticelli, aunque muere am _ tes que él. Pero asi como Botticelli expresa en eu obra la angustia - de un mundo que agoniza, Pollaiuols conoce todavia el entusiasmo de los pintores de la generacién anterior, El profundo sentido de liber - tad pictérica que se desprende de su obra y Ja fuerza de su dibujo, ha- cen de i un artista exinio, Fué pintor, dibujante, grabador, arqui - tecto, orfebre y escultor, sobresaliendo en todas estas artes. Fué - hijo de un mercader de pollos (de allf su apodo; su educacién artistica tuvo lugar en el taller de un orfebre; un hermano menor le ayudé en - casi todas sus obras. Mientras la generacién anterior se interesS - particularmente por los problemas de la perspectiva, Pollaiuolo y - sue contempordneos se entusias aron con la anatomia. Fl estudio - Gel cuerpo humano extendia cl campo de investigacidn de la visidn ar tistica, No se trataba ya de una reproduccidn fiel de la naturaleza, * ino de un nuevo descubrimiento del mundo, Entre las pinturas més - célebres de Pollaiuolo se pueden citar: El Martirio de San Sebastian, - de la National Gallery de Londres, y Apolo y Dafne, del mismo Museo. El seo Condé, de Chantilly, posee el bello Retrato de Simonetta Veo (atribuido por otros a Piero de Cosimo, nacido en 1462 0 143 pucei ella muerta kn 1476) Earlo Crivelli, - (14307-14992). Firmaba sus obras "Opus Ca - roli Crivelli Veneti" y se considera como pin - tor veneziano, aunque era originario de Las Marcas, como Gentile da fabriano. Ee un pintor arcaizante, comparado con sus contempord - neos, que se complace en multiplicar los motivos decorativos. Algu- ‘nas de sus Madonas parecen obra de orfebrerfa, Parece un bizantino extraviado en pleno Renacimiento. Luca Signorelli. - (1445-1523). Nacié en Cortona, cerca del la ~ go Trasizneno, pero vivid desde joven en Are zz0, donde fué discipulo de Piero della Francesca, Autor de numero- sos cuadros religiosos, debe su fama sobre todo a sus pinturas mura- ../.. Capitulo IX -51- les, como lat que pintS af freeco en la Abadia ce Monte Oliveto Mayor, en la capilla de San Bricio de la catedral de Orvieto y en la Cepilla Six tina del Vaticans ,'oc tltimos episodios de la Vida de Moisés). Acaba- dos eus trabajos de Orvieto y Roma, se establecid de nuevo en Cortona y vivid como un gran sefior, limiténdose a dirigir los trabajos de su - taller de pintura. Andrea Verrocchio. - (1436-1438). Andrea di Cione, que tomé el- ~ nombre de su naestro el orfebre Verrocchio, nacié en Florencia y fué orfebre, pintor y escultor. Como escultor su frié la influencia de Donatello y se relacionS con Luca della Robbia. — - Su obra escultérica nde famosa ce ‘1 mi vertocarstre cel Coenttiers Co- Neoni, encargado por la Sefiorfa ce Venecia. Aunque fué principalmen te escutor, tiene también importancia como pintor, entre otras cosas por haber sido maestro de Leonardo de Vinci. Su pintura mds célebre es el Bautismo ce Cristo, de la Galeria de los Uffizi, en el cual puso- su mano Leonardo) tal voz algiin otro discipulo de Verrocchio. Se a- tribuye a Vinci el Angel de la izquierda y parte del paisaje. ~ (1450-1523). Pietro Vanucci, Hamado el Perugino, - nacid en Castel della Pieve (Usabrfa), cerca de 1 lago Trasimeno. Entré como aprendiz en casa de un pintor de Perusa, pe- ro perfeccioné mas tarde su cetilo en Arezzo junto a Piero della Fran cesca, y mde terde en el taller de Verrocchio, en Slorencia, donde - conocié a Botticelli, Ghirlandaio, Pollaiuolo y Leonardo de Vinci. Ya en 1481 debfa estar acreditado como pintor, puesto que fué uno de los pintores invitados por Sixto IV para decorar su capilla ¢el Vaticano. - Perugino pint freecos en el paramento del fondo, donde més tarde vi- no el Juicio Final de Miguelangel. En la pared lateral ejecutd dos fres- cos: La Entrega ce las Llaves a San Pedro, y cl Viaje de Moisés; este filtimo fué en gran parte pintado por su discipulo Pinturicchio, Es au- tor de numerosascMadonas y Retablos. Suarte de la composicién y su manera de expresar el paisaje lejano bafiado de luz, estén plenamente logrados en sus obras, pero éstas en general no presentan otro inte - rée que el de la propagacion a gran escala de algunos rasgoe genera - les del nuevo eetilo, que él encuentra ya hecho. Fué maestro de Ra - fael, que le ayudé en la ejecucién de algunas de eus obras, como el ~ Triptico de la Cartuja de Pavia (National Gallery de Londres) y en el Retablo de la Asincién, de la Academia de Artes de Florencia. Pinturiechio. - (1854-1513). Bernardino ¢i Beto, Hamado Pintu- .s/.. Capitulo Ix ~52- ca y iné dieeipuly det Perugino, al que eiguis a ricchio, nacid ca t Roma, Ademis de sus trabajos en la Capilla Sixtina, realizé otros - en el Palacio Chigi, en los Departamentos Borja del Vaticano, en San- ta Marfa del Pueblo, ete. En 1502 comenzd la gran obra de su vidat - la decoracidn monumental de la Biblioteca Piccolomini de Siena, A - Pinturicchio se deben los srimeros decorados de interiores concebidos en funcién de la monunentalidad. Ast, en la Biblioteca Piccolomini - profundiza las arcadae cn falso relieve, a fiadindoles intradoses:pinta- dos, y en los Aposentze Borja cubre lae pilaetras de arabescos a imi - tacidn de estucos antiguos. Todo el arte del decorado de interiores de los siglos XVI y XVII, e-pezando por las Estancias de Rafael en el - Vaticano, sugge de los principios sentados por Pinturiechio, a quien - se debe reconocer su papel de iniciador en este terreno (Francastel, - pag. 105). (14602 -1526), Nacido de una familia vene - ciana, Vittore Carpaccio vivid y murié en - Yenecia, Como artista estuvo siempre intimamente ligado con su ciu- dad natal, que fué para él su fuente directa de inspiracién, a pesar de su aficidn a los mptivos orientales,a pesar de la influencia de sus dre- Vittore Carpaccio. decesores y contemporéncos. Estuvo en estrecha relacién con los Bellini y debid ser ciecipulo de Gentile y colaborador de algunas de - sus obras. Las pinturas ce Carpaccio, lo nnismo que las de Gentile - Bellini y Cima da Conegliano, son un reflejo de la vida conte mpordnea en Venecia, particularmente de las fiestas y procesiones terrestres y acudticae que for-naban parte de las funciones puiblicas del estado vene- diano. Carpaccio tuvo un “undo nds restringido que el de Giovanni - Bellini; 6u especialidad fud la vida suntuosa que lo rodeaba, Sin em - bargo, él también fué un poeta y la impresién directa de lo que veta dita sus obras un encanto especial. La serie de "Santa Ursula", de la Aca- demia de Venecia, es cu obra maestra; pero su obra mas curiosa y mds conocida es el cuadro de "Las Cortesanas" (Venecia). Leonardo De Vinci. - (1452-1519). Tiene su lugar propio eno - tro capitulo, como creador del estilo mo- derno del siglo XVI. - Jeera Ep na naron erator oe aa st CAPITULO X . LA PINTURA ELA MENCA (de Van Eyck a Bruegel) Los Primitivos Flamencos. - Todavia se usa el nombre de primi ere vos |e moncos ic( mismo quel de primitivos francesce 0 espafioles, para designar a los pintores an- teriores a la época renacentista 0 clasica de cnda pafs, es decir, a - los pintores romdnicos y géticos. Lo mismo ocurrid con los pintores del Trecento y el Quattrocento italiano, hasta que se vid que habia que buscar las raices del Ycnacimiento en el corazén de la Edad Media. = El llamar primitives a los pintores flamencos ¢el siglo XV y parte del XVI es totalmente inpropiado si por primitivo se entiende algo que es- +4 ent sus comienzos y que no ha Iegado a su perfecto desarrollo, ya - que la pintura fla-renca, desde la primera mitad del siglo XV se dis - tingue por su refinamiento y su perfeccidn técnica. No faltaron buenos pintores flamencos antes del siglo XV, pero la mayorfinde ellos trabajaba en territorio francés al amparo de los re - yes de Francia o de los duques de Borgofia. Muchas de las pinturas - flamencas del siglo XIV se han perdido porque fueron sustituidas en - las iglesiae por otras mis recientes a lo largo del siglo XV. De los - fltimos aos del siglo XIV queda el magnifico retablo de Melchor Broe- derlam, conservado en el Musco de Dijén, que puede considerarse co- mo la primera manifestacién del nuevo estilo. Se supone que los pin - tores flamencos que trabajaban en Francia sufrieron el influjo de los - pintores franceses ce la corte de Paris, Bourges y Dijén, particular - mente de los niniaturistas y tal vez de los escultores. El floreciniento de la pintura en Flandes coincide con la época de mayor esplendor del ducado de Borgofia, que desde principios del si - glo XV tuvo su centro principal en los Pafses Bajos. Elauge de la - pintura flamenca fué en parte determinado por la famosa batalla de - Azincourt (1415), en la que el ejército francés fué derrotado por las - tropas inglesas de Enrique V, que se apoderé ¢e la Normandia. La - nobleza de Francia quedS diezmada y con ello escased el ntimero de - los mecenas. Al miemo tiempo crecid el poder de Borgofia, sobre to do después del advenimicnto de Felipe el Bueno (1396-1467) que anexio- né a suducado Hainaut, Brabante, Namur, Limburgo, Luxemburgo y- Holanda, haciendo de Borgofia una gran potencia. El condado de Flan- des lo obtuvo su abuelo Felipe el Atrevido (132-1404) por unién matri- monial con la condesa heredera. Bajo el gobierno de Felipe el Bueno, el ducado se organizé como un estado centralizado y su corte fué de - las nds fastuosas de Europa. Las ciudades industriales y comercia - -e/.. Capftulo X -54- les Ge @landes, coco Bruselas, Gante, Lovaina, Tournai y sobre to - do Brujas, el primer centro bancario de Europa, conocieron una pros peridad econé-nica que hizo del pai’s una de las regiones mds ricas de~ Occidente, Se crearon algunas fortunas colosales, como la de Torama- s0 Portinari, representante de la banca de los Médicis, de cuya espo- sa, Marfa Portinari, bizo un soberbio retrato Hans Menlinc, icos - mecenas pertenccientes a la corte y a la rica burguesia, favorecicron las artes y esto explica que la pintura encontrara el clima propicio - para su extraordinario desarrollo (Cf, Robert Genaille, De van Eyck - a Bruegel, pag. 5). Consideracioncs Generales. - Fl arte flamenco de los siglos XV - — y XVI se conoce atin imperfectamen te y presenta no pocoe problemas que han dado lugar a demasiadas - discusiones, Los archivos de Flandee han conservado los nombres de muchos pintores, cuyas obras no se han identificado, y por otra par ~ te existen millaree de cuadros de autor desconocido. El paciente tra~ bajo de los historiadores y criticos de arte a partir de la Exposicién- de Brujas en*1902, cuando por vez primera fueron reunidas y estudia- das cuatrocientas obras de primitivos flamencos, ha arrojado mucha luz sobre lacconfusién reinante hasta entonces, pero atin asi en muchos casos lae atribuciones no pasan de ser hipotéticas 0 provisionales. - Incluso de los artistas mds importantes, como van Eyck, Roger van’ ~ der Weyden, Dieric Bouts, Hugo van der Goes y Memilinc, es relati - vamente poco lo que sabemos y muy pocos de sus cuadros tienen firma © documentacién que los identifique con plena seguridad ( Genaille, - o.c. pag, 5). La Técnica.- Se suele afirmar que van Eyck fué el inventor de la pintura al dleo, repitiendo una idea lanzada por Va- sari; lo que si es cierto es que perfeccioné su técnica y que tanto él - como sus contempordneos y sucesores lograron con la pintura al dleo una calidad y una belleza que en vano han intentado imitar algunos pin toree modernos. No se conoce el secreto del proceso o de la formula que esapleaban. Durante mucho tie npo se ha dudado entre una emul - siGn especial y un barniz sutil; hasta se ha dicho que mezclaban los - colores en huevo; pero un reciente examen quimico del poliptico de la #Adoracidn del Corderog de van Eyck, ha revelado claramente el em = pleo de un aceite secante mezclado seguramente con una resina natu - ral y ha cescartado el uso del huevo como aglutinante del color. Pero de aqui no se pueden sacar conclusiones de tipo general por lo que se refiere al conjunto de los pintores. whe .+/s+ Capitulo X 55 Conservacidn de la Obrae. - No convicne olvidar que hoy no vemos las pinturas flamencas tal como eran en su estado original. Lae injurias del tiempo, la ignorancia ¢ incuria de ciertos porcedores, la astucia y desaprensidn de los traficantes © ~ incluso las fluctuaciones de la moda, han ¢ejado su huella en muchos = cuadros y retablos, que han sido a veces divididos y retocados por na- nos mds 0 ‘nenos pecadoras. Casi todos los cuadros que han legado = hasta nosotros han eido restaurados. Asi, por ejemplo, la Adoracidn - del Cordero, ha sufrido traslados, divisiones, dcterioros por incendios y unas euince restauracionee, Otros muchos cuadros han sido someth = dos a limpiezas y repintes para 2cultar desperfectos 9 nuevos barniza — dos oa restauraciones demasiado atrevidas que le dan la engafiosa bri - Hantez de una pintura nueva. A veces hay detalles afiadidos mis tarde - (Como la torre de Utrecht en la Adoracién del Cordero) o sustitucién de tuna cabeza por otra, como en la Salutacién ‘Angélica atribuida a Roger - van der Weyden, del Museo del Louvre, de la que se corté un rectangu- lo de madera para cambiar la figura del donante. A pesar de todo es - posible precisar los caracteres generales de la pintura flamenca del - siglo XV basdndose en las obras ciertas de tes. Caractercs fundamentales de la pintura sus figuras mds importan - flamenca,- La mayorfade las obras cs de cardcter religioso, fuera de algunos retratos o cuadros de tema‘hier torieo o decorative, encargados por principes, magnates o magistra - dos municipales. Durante el siglo XV los pi para una clientela religiosa, es decir, para intores trabajan sobre todo cabildoe parroquiales, a - hades, canénigos, burgueses pladosos y cofradias ce artesanos, que - encargan una obra para ofrecerla a una igle casa como objeto de devocién privada. f si consiste en cuadros de altar o retablos de bhi sia o para conservarla en ~ la mayor parte de las obras ojae méviles, llamados — - eipticos, tripticos o polipticos segiin que tengan dos, tres o mds hojas. ‘Los temas estén tomados, naturalmente, de los libros sagrados, par - ticularmente de los Evangelios, y de las vi quiere decir que los asuntos se repiten y qu con una iconograffa tradicional. La origina’ Jas de los Santos. Esto - © son tratados de acuerdo lidad de los pintores no - esté, puce, en la temstica o en la composicién, sino en ciertos deta - Nes significativos, en el sentimiento de las for nas, en la inflexisn de jas Ifneas, en la presencia o en el acorde de ciertos tipnezsy en la crea- cidn de emociones por medio de la armonia del color y de la forma. Los artistas del siglo XV practican su profesién dentro de la or - ganizacidn dcl gremio de pintores que asegura la formacién de: pin = tor haciéndolo pasar por los grados de apre ndiz, oficial y maestro; = fe -56- Capitulo X solo después de realizar una obra maestra, se le permite la inscrip- én como maestro y el ejercicio de la bella profesidn. El anhelo de logar una perfeccidn duradera se ve cn la cuidadosa eleccidn de los - materiales: colorantes de origen preferentemente animal, un agluti- nante puro y robusto y barnices finoet El cuadro es concebido como - un objeto precioso, cone una pieza de esmalte o de orfebreria, que re queria a veces varios afios de trabajo y la particioacidn de todo un ta— ler. Fl mismo marco, de madera tallada y dorada, es de por si una obra de arte que acentda cl cardcter precioso del conjunto, Se distingue ~ por su ex-- tremada minuciosidad, tanto en los detalles como en la composicidn - general: las figuras aparecen sobrecargadas de mil nenudos motives Gecorativos, co no si el pintor temiera el vacio y deseara acumiular so- bre la tabla los innumerables dones de la Naturaleza. En loz cuadros - flamencos pode os admirar todo un “nundo de pequefios detalles que -- contribuyen a sulrayar un matiz amable, emocionante, enternecedor © simplemente fastuoso: una florecilla, un fruto, una joya, un vaso, na lémpara, un rico brocado, una corona o mitra preciosa; el juego de un nifio} escenas en la lejanfa en que aparecen rios, lagos, molinos, - caballeros, cisnes, etc. Caracteres de la pintura flamenca en sus detalles ue La pintura flamenca Tres perfodos enh pintura del siglo XV. - del siglo XV ee pue- de dividir en tres perfodos? 1) Entre 1420 y 1445 dominan dos grandes figuras, que i- nauguran el nuevo estilo: Jan van Fyck, poeta de la luz y de lo real, de lo maravilloso y de lo humano, con u- na serena interpretacidn de los misterios de la fé, y el Maestro de Plémalle, prendado de la singularidad de los objetos y de las formas, para quien el detalle importa tan to como el conjunto, pero penetrado ya de un amor de la tierra vista como un parafso y de un amor y respeto al - hombre considerado como rey de ese paraiso. 2) Entre 1445 y 1470, los decubrimientos se amplian y se ~~ velan a la vez, como si se retrocediera al antiguo gusto gético. En esta segunda época son mas numerosas las - grandes figuras, Roger van der Weyden es un pintor que por una parte se apega al simbolismo gotico, de estiliza- cion lineal y p hondamente religioso, y por otra, introdu- w+ /s+ Capitulo X ose ce ela pintura el elemento de la e.nocidn, ya patética ya anable, y - formas que eirve de inspiracién a todo el - site fla senco posterior. {in €>bargo un Petrus Christus, ecléctico de gran oficio, se for na un estilo personal, Los pintores de las provin = aioe cel Norte, van Ouwter y Dieric Bouts, unen las ensefanzas de Ro- Plémalle, en obras donde el paisaj« representa crea un nuevo repertorio de ger a las del Maestro de un nuevo papel. 3) A partir de 1479, el primer estilo tan pronto rejuvenece co no- se marchita, al miso tienpo que apuntan nuevas direcciones. - En Ine obras de Hugo van der Goes se percibe un regreso a van Eyck, pero con toques de un expresionismo inesperado, Hans - Menling con su genio anacible crea un ‘nundo tierno y-sin miste~ Hoque todavia seduce, Gerardo de San Juan y Gerardo David, en joe direcciones diferentes, se interesan mas por los problemas de la luz, y son los poctas del aire libre, Jerdnimo Bosch, el = Bosco, trae su extrafia concepcién del mundo, y los pintores de comieazos del siglo XVI, aunque prolonguen atin los antiguos ha- bitos, mestran ya el influjo de las costumbres nuevas y de la - inflecncia italiana, que se hard ecntir més en la segunda mitad - Yel siglo. | Los ditimos primitives eon Juan Bellegambe, Quin - {ia Metsye, Patenier (0 Patinir), Lucas de Leyce y Pieter Brue- gel el Viejo, entre otros. Juan van Eyck. ~ (1390-1441), De la juventud de Juan van Eyck, de- =e gu formacion y de sus primeros trabajos no sabe - moe nada, Nacié hacia 1390, probablemente en Maestricht, Estuvo al teevicio de Juan de Baviera, conde de Holanda, en la Haya, de 1422 a - lizd, A la muerte del conde ya partir de mayo de 1425 entré al ser = Vielo de Felipe el Bueno, duque de Borgofia, coo pintor de la corte de Jyada de cémara, instalindose en Lille hasta 1430. Desde el princinio gous de la proteccién ¥ de la amistad cel duque, que lo empled en va = sone mmisiones diplomaticas: asf en agosto de 1426 fud enviado a Aragén 7 dos afios “nds tarde, en agosto de 1428, viajé a la corte de Portugal = ‘onde hizo el retrato de la infanta Isabel. Fn febrero de 1430 asistid ~ sin boda de Felipe el Bueno con la infanta portuguesa, a la que el pin ~ tor aco-npans como parte del nu~eroso eéquito que la trajo de Portugal a Plandes en un azaroso viaje por nar. Se han perdido los dos retratos Que van Fyck hizo de Isabil de Portugal; en ca nbio qued su innegable ~ influencia en la pintura espafiola y portuguesa. Juan van Eyck se instalé en Brujas en 1430; su taller fué visitado ~ por el duque de Borgofa en 1433; contrajo matrimonio en abril de 1434 «s/s» Capitulo X ae y ®elipe el Bueno fud padrino de su primer hijo, El Museo Comunal de Brujas pose el retrato que hizo el pintor de su esposa Margareta. En 1435 el duque aumenté sus honorarios y Ic hizo espléndidos obsequios. - van Eyck murid en Brujae el 9 de julio de 1441 teas una vida rica y glo~ riosa de pintor cortesano, de diplomético y de gran burgués. Fué ente- rrado cn la iglesia ce San Donaciano. Vasari le atribuyé la invencidn de la pintura al dleo; en realidad sdlo la perfecciond, mejorando la prepara- cién del aceite y la calidad de las mezclas y logrando resultados deco - nocidos hasta entonces, Se ba pretendido también que fué un espfritu u - nivereal y de una cultura considerable, pero en este aspecto no se le pue- de comparar con Leonardo de Vinci. Sin embargo es indudable que ade- més de sue grandes dotes de pintor poseyé una inteligencia cultivada y - un tacto notable, como lo prueba la confianza que le demostré el duque - de Borgofia y su trato amistoso con los nobles, artistas y sabios de su - Spoca. La cuestién de Huberto van Eyck..- Hay autores que afirman que ~ el famoso politico de la Ado - racién del Cordero fué comenzado en 1425 por Huberto van Eyck y ter - sninado en 1432 por eu hermano Juan; seria, pues, obra de los hermanos van Fyck. Pero el hecho es que la misma existencia de Huberto ha sido impugnada y aun absolutamente negada (principalmente por E. Renders). El problema se planteS a fines del siglo XIX y suscitd vivas discustones entre los criticos del siglo XX antes de la segunda Guerra Mundial. La existencia de Huberto van Eyck, al que se supone el mds genial de los - dos hermanos, se basa en una tradicidn fluctuante y confusa, en unos - documentos co explicitos y en una inscripcidn de dudosa autenticidad - hallada en el mis.no poliptico. obert Genaille Mega a las siguientes - conelusiones: el pintor Huberto ha existido; nada demuestra que sea el - hermano de Juan; no consta con certeza que Huberto haya dado comienzo al célebre retablo; es aventurado i maginarle mejor pintor que Jian, pues de ser asf lo hubiese preferido el dimme de Borgofia. Si la inscripcidn - del poliptico es auténtica, daria a entender la superioridad de Huberto - sobre los artistas anteriores, a juicio de los donantes, ola modestia - del hermano menor deseoso de honrar a su hermano “nayor fallecido. Pero esto no resuelve nada, pues nos quedamos sin saber que parte de = Ja obra se debe al suduesto Huberto. Es més prudente reconocer que no sabe nos nada del arte de Huberto y por lo tanto es mejor no tomar en - consideracién sino la obra de Juan fo.c. pag. 130). La Adoracién de 1 Cordero, - (1422-1432), El polfptico de la igle- ——_ glesia de Saint Bavon en Gante, la- J++ Capitulo ¥ -59- mado la /doracidn del Cordero 9 el Cordero mistico, inaugurado sole-n- Ramente el 6 de mayo de 1432, es la obra maestra de un artista de cua - wenta afios, Jan van Eyck, que con ella ofrece @ los ojos deslunbdrados - de sus contempordneos una nueva forma de arte, Es una obra monumen- fal, que con eu marco mide 3,50 metros de alto 20% cae 5 de largo ya - grapa nds ce 250 figuras en cus veinte tablas principales, que ilustran- aitbuma cristiano de la Redencidn del género humano pet el eacrificio de Jesucristo, el Cordero civino, al gue prestan adoracién todos los re = di nidos. La importancia de la Adoracién del Cordero en Ia historia de la pin- tura flamenea radica en que su autor con ella romnpe con el estilo gético internacional © inaugura de manera fascinante el pueve estifo, Las mi - wtaturas o pinturas sobre tabla ejecutadas en Francia y en Flances entre 1380 7 1420, y entre ellas el retablo de Dijdn de Melehor Broederlam, - pertenccen todavia al estilo conocido con el no-nbre de gatico internacio- al por haberse cifundido por las corte s de Parfs y Borgofia, por los - pafses gernénicos, por el norte de Italia y por Espafia. Fete estilo se ~ ee acteriza pdr un simbolismo expresivo, por una cleganci® aristocrati- ca y por el gusto conceptual de las for nas- Brecioso, decorative, ano ¥ lineal, produce un efecto agradable y seductor. No abundan los paisa - Jee, y cuando aparecen, sobre todo en las péginas miniadas, son nds = Hes Uae ea cin ae [tanencta g Bbumcen locate ome Jee aay su lus uniforme y abstracta exaltan la riqueza de las imagene Este-cti- lo, aprisionado en fSrmulas de nasiado rigidas no se adpataba ya a los - gustos nuevos de un pafs regido por una corte fastuosa ¥ ‘moderna y por Gna burgueafa enriquecida por un floreciente comercio internacional. La primitiva balleza del poliptico ¢e Saint Bavon se puece adivinar hoy gracias a la cuidadosa restauracin de 1951. | Las excesivas compor tusae anteriores y las quince restauraciones sucesivas habian alterado - sMgibujo y cl colorido haciendo extremadamente diffeil trabajo de qui- rae ee pice nvm et) Tallcomo ba lauedao BaWicd aaa la ad-ni- racién que despierta el retablo. EI retadlo abierto consta de coce tablas. La parte central ene |= dos cuerpos: en el superior aparece Jesueristo entronizado ¥ coronado - coe na fara o triple corona, teniendo a sus lados a la Virgen ¥ 4 San - Jaan Bautista; en el cuerpo inferior se ve la grandiosa escen® de la Ado peer eta 1 Coe dara) ce (ay soma be la Wooler nae eer eer Silloso paisaje en el que se civisan ciudades con sus torre 4” iglesias - vi fondo y bosques y praderas mas en primer término, sirve de marco ai altar cel Cordero, rodeado de angeles portadores de los instrumen © coe de la Pasién o arrodillados en actitud de adoracién. La sange® del Cordero eae dentro de un Ciliz y delante del altar, en la parte inferior, safes we Jee Capituio > -60- | a Verdae y de ls Vida. En tornoa estos simbolos ma- vn de manera tradicional el sactificio de Crissto y su - ‘van Eyck glosa el tema en estilo narrativo, De to = erger en animados grupos a toca la humanidad re - generada por el sacrificio de Cristo, dirigiéndola hacie la imagen mis - see ge dicho sacrificio ques dCordero divine. Los mértires de uno ¥ ~ aoe somo avanzan serenamente desde el fondo; en el primer términoy a Ia izquierda, los profetas se arrodillan y los patriarcas contemplan la - V tded que habfan vielumbrado; a la derecha del espectador, apsstoles y confesores adoran Ce binojos, acompafiados de Papasy obispos y fie - les. En las puertas laterales, del retablo abierto, se ven 2 ‘Adan y Eva feet erates toetan i ede poraupar on ype oanclenicottaees ica aay a cuerpo inferior sendas comitivas de soldados y jueces por un lado, y er sstaftos y peregrinos por otro. Las figuras principales del retablo ce ~ witdo gout la Anunciacién de la Virgen, los dos Santos Juanes y los re ~ tratoe de lor donantes, Josse Vijat y su esposa Isabelle Borluuts las fi- guras menores gon: lee sibilas de Eritrea y de Cuma y los profetas Za- tarfas y Miqueas. Naturalmente toda esta complicada cos posicién no = pudo hacerse sin el ase soramiento de tedlogos que ordenaron los temas jy eligieron los textos, elegidos del Oficio de la fiesta de Todos los San - tos (R. Genaille, @.c. pag. 15). wets Ia fuente ce ¥ yores, que expone: gracia santificante, das partes hace conv natural, no todo es completamente nuevo en el arte genial ‘parta resucltamente del estilo gético interna- cKowal, ze vineula también voluntaria mente al arte del pasado. Dobe, = por ejemplo, mucho a los sieneses, particularmente a A ubrogio Loren etd. Le euperposicicn de dos cuerpos 9 registros, si nbdlico e! uno y narrativo el otro, esta tdavia inspirado en la decoracién escultdrica de lou timpanos de las catedrales géticas. Las tradiciones de los mintatu Watas eabsisten en el modo de tratar el paisaje, sin dnidad profunda, con perspectivas discordantes y un horizonte que toca casi el borde su ‘En el aspecto hierdtico de Cristo rey se vislumbra - ‘a de las elegancias, suntuosidades y convencio - Pero en otras partes se ve al van Eyck la obra se afirma un sentimiento Como ¢8 de van Eyck, y aunque s¢ a) perior del marco. una lejana reminiscenci: nalismos del arte de Bizancio. contempordneo de Masaccio y en toda de la pintura completamente original. La originalidad de van Eyck en esta obra primeramente eatriba en = el nuevo sentido de la representacign de la vida, La Virgen y San Juany ca eeboe lados de Cristo, tienen ciertamente el misterio de lo sagrado, - pero tienen también el aspecto de seres vivientes de este mundo y en e- los paipita la vida lo mismo que en Addn y Eva o en los donantes @el - euiklo. En cambio el paisaje paradisiaco adlo tiene vaga relacién con tn paisaje de veras, y en él alternan caprichosamente las hayas y las palmeras, los pinos y los naranjos; pero dentro del paisaje un poco fom whe ae Jes Capitulo % téetico, la veget -6)- tacién cs tan real que un botdnico puede identificar infi- teetioos legpecies! Mantenes, siargaritas, muguetes, celidonias, £6. = vias, aspérulas, saxifragias, etc, sin contar de la vid, La preocupacisi hasta el naturalismo, como en las figuras de Feece an (cal tritmela ton yyeusorpe=ae com wna ce euiae maa 7 sin - paliativos. La técnica de van Eyck, - La téenica que fecciond, estd de acuerdo con su concep” cién de la pintura. Esta técnic: tnicroquimicos a que fué sometido el retablo el afio 1951, los cuales han cont los frutos del granadocy - de representar lo verdadero llega a veces ‘Adan y Eva, emocionantes van Eyck escogis y per ~ a es hpy conowida gracias a los andlisis ‘de la Adoracién del Cordero firmado la exactitud de las antiguas hi - potesis que alunos criticos modernos se resistTan a admis: Juan van Eyck pinta de hecho al Sleo y sino ha inventado esta aglutinante del 6 - lor, conocido de antiguo, se muestra habili él un partido sorprencente para la poesia y © El milagro de vin Fyck consiste en parte en traer al color todos sus “natices y todo su ent o en su manejo y saca de | verisrno de su pintura, - gue domina la luz para ex = canto. Sobre una preparactin blanca y opaca extiende culdadosamente © pas delgadas y translicidas de pin euerte que el color recoge la luz, la abeorbe su fina materia cristalina, vibrante, Los tonos quedan det y nuestra mirada put ede variar eu intensida gin la mayor o ‘enor lejania de los objetos. ge indican sutilmente por las variaciones de ‘colores. Las formas se sumergen entonces en 12 de intensidad de los atmésfera, cl espaci logra no tanto por edlculo Dentro del colorido precisidn del detalle afiade Ia impresion io se hact eomnétrico cuanto tura disuelta en aceite secante, de tal sin destruirla, a través de hasta el fondo opaco que la devuelve viva ¥ ~ terminados por su grado de luminosidad, ‘d, como en la naturaleza, 5e~ Los planos, el modelado, ~ luz y sombra, por el grado ¢ sensible y la impresidn de profundidad se por la perspectiva aérea ~ ‘calico y sonoro, dominado por los tones complemen tarios, especialmente Ins del verde y rojo, pero infinitamente gradua - lec, todas las cosas producen el efecto de verdaderasi pero a veces la - de un sitil y magico ensuefio, Lr are gad ae hace asf postica y se conjuga ar monisamente lo real con lo - Los Primitivos flamencos, pag. 19). ireeal (R.Genaille, La Virgen de Autun o del Canciller Rolin, - (Museo del Louvre). = Después del insupera - ble polfotico de la Adoracidn del Cordero, Ia obra macstra de van Fyck tn el géaero religioso es, a juicio de la mayor parte de los criticos, la ol. we/ae Cajatalo -62- Virgen del Louvre 0 Madona ¢el Canciller Rolin, o Virgen de Autun, que gon todos estos nombres es conocida, De ordinario se admite que fué - pintada hacia 1436, poco después de la terminacidn del retablo de Saint Bavon. Algin eritico, como J. Lejeune (Les Van Dyck, 1956), propug - pa una fecha anterior, 1418 lo mas tarde en 1422; Jacques Lassaigne (La Peinture Flamande, Le Siecle de Van Fyck, Skira, pag. 58) prefe - tiria la fecha de 1426, funddndose en que el canciller Qolin aparenta en G1 cuadro unos cincuenta afios, ue es la edad que tenfa en la fecha indi- cada, El pequefio cuadro cel Louvre (9. 66 por 0,62) es grande por su unidad, su estilo y su poesia, El mas poderoso personajedie la corte - Ge Flandes, en la época ve su apogeo, aparece arrodillado delante de la Virgen, que presenta gravemente al Nifio en actitud de bendecir, mien - tras un angel sosticne sobre ella una rigui‘sima corona. Una preocupa - cidn meticulosa por la verdad preside el dibujo detallado de la arquitec- tura, de los capiteles, de la corona de la Virgen, del embaldosado del. pavimento, del libro de Horas del canciller, del jardim florecido de a - zucenas, del pavo real posad> sobre el puente por el que pasan dos bur~ gueses. Mas alld del puente se pierde el rio en la lejanfa limitada por azuladas colinas, Los trajes rigidos 9 de grandes pliegues tienen el a- plomo que corresponde a una co nposicién neta, de lineas horizontales } verticales, y a la disposicién de las dos figuras encaradas en el nis- mo plano. Esta estabilidad proclama una fe sdlida y sin inquietud en ~ Ja armonia del mundo cristiano. El estidcio se extiende hasta el infi - nito tras las arcadas abiertas al ancho mundo. Fil artificio de la pers - pectiva ascendente del embaldosado, continuada en el paisaje urbano, La iluminacién decreciente atenda la acentia esa sensacidn de infinite, intensidad de los tonos hasta conseguir un polvillo de luz difusa. Fl tema del cuadro, lo mismo que en otras Madonas de van Eyck - (la Virgen del candnigo van cer Paele o la Virgen del cartujo), es una - meditacidn religiosa, una "sacre conversazione". En apariencia hay - cierto prosaismo familiar en esa apacible reunisn del donante y de la - Virgen, el uno pintado con la fidelidad de un retrato, la Virgen como - una nadre joven que presenta eu criatura, como una modelo que se pre- senta ante el pintor. Pero se trata de una apariencia engafiosa. Quien advierta la dulce serenidad éel rostro de la Virgen, sus ojos bajos que se posan en el Nifio Dies y no en cl poderoso de este mundo, quien ob - serve por otra parte el rostro del canciller, enérgico pero atormentado, presiente que se halla ante el planteamiento de un drama mudot el hom- bre inquieto, menos seguro de su destino de lo que parece, frente a un ser aparentemente fragil pero firme como una roca, porque su confian- za esté puesta exclusivarente en Dios, y digna, por su pureza, de la - corona més gloriosa. Con una gran discrecién y dentro de una mani fiesta serenidad se expresa una inquietud humana, se sugiere un miste- ae fee CapPulo ¥ 63- rio, se establece un contraste entre la fragilidad de los poderes terre- noe y la permanencia de ios valores cteenos (Genaille, 0.¢. pag. 25). La Virgen del Canénigo van der Paele,- (Brujas, Museo Munici - pal (1436). El cuadro- de Brujas hoy demasiado remozado, tiene la belleza caracterfstica de todas las Madonas de van Eyck y lama la atencién especialmente por- la agudeza implacable con que el artista ha escrutado el rostro del do- nante, el grave canénigo de los anteojos, por la suntuosa capa pluvial de brocado azul y oro de San Donaciano, por los reflejos de la arma- dura de San Jorge y por el virtuosismo con que estén reproducidos to- dos los detalles. Otras Madonas de Van Eyck. Todas son cual més preciosa y ad - mirable: La Madona de Luca o Lue ceques, pintada hacia 1437 y conservada en el Instituto Staedel de - Frankfurt; lasWirgen de la Fuente, del Museo de Amberes (1439); La Virgen en una iglesia del Museo de Berlin (hacia 1425); La Virgen - de los Cartujos, de la Coleccién Frick de Nueva York (hacia 1425, - segiin Lassaigne, Skira; 0 1439, segiin 2. Genaille, que la hace en la Coleccién Rotschild de Paris). Van Eyck como retratista. Los retratos del canciller Rolin, del canénigo van der Paele y del cartu - jo revelan que van Eyck era un prodigioso retratista. . El hombre del turbante. De la National Gellery de Londres, es == 2 uno de los mejores retratos. Esta fir- mado por el autor en el antiguo marco con la fecha de 1433 y leva la divisa "Als ick kan" (lo mejor que puedo). El modelo aparece algo- vuelto hacia la izquierda del espectador y la luz le da por el mismo- lado. Todo est4 dispuesto de forma que el rostro capte toda la ater cién. Sobre el fondo oscuro, el rojo turbante y el traje negro con cw- Ilo de piel de color castafio, y todos tonos densos y saturados del cua- dro realzan la delicada encarnacién del rostro. El neto dibujo de la - nariz larga y recta, de los labios finos y apretados, de las arrugas¢e la frente y de los ojos esté ejecutado con gran acuidad, pero el perfec- to empleo de 1a luz y de los planos transltcidos afiade a esta verdad - fisonémica el toque magistral que deja adivinar el cardcter del modelo. La vida interior del hombre del turbante se refleja en la flexibilidad - ove Bee 64a. de la carne, en 1a mirada, en el pliegue de los labios y en la Hnea de - ys asi la imagen de un ser ce fina inteligencia, de las mejiilas, déncon: a de observador y al mismo tiem - gran voluntad y experiencia, con alm: po de sofiador. etrato de los Arnolfini. - (National Gallery de Londres, 1434), AL = gunos han querido ver aqui un retrato de~ Jan van Eyck y de su mujer Margarita, casados aquel mismo afio de Lagdy interpretando caprichosamente la inscripeidn del fondo del cuadro: Jo - hannes de Eyck fuit hic, que obviamente significa Juan van Eyck estuvo- aqui. Evidentemente se trata de un retrato de boda. El marido, con- él sombrero puesto, ha dejado a un lado sus chanclos, De caraala - 1o dormitorio, sostiene ladeetra de su esposa mientras puerta del reducid El aposento - levanta su mano derecha como para prestar jura mento, esta Meno de detalles que demuestran la piedad de la joven esposa; jun ~— to al espejo pende su rosario de cuentas de dmbar; el marco del espejo caté. decorado con diez medallones de la Pasién del Sofior. En el mis - 4 Sho eepeja, de cristal convex, se ve reflejada la habitacién, con ls - | puerta abierta y dos personas de pie ante ella, 4 4 La tabla figuraba en el inventario, hecho en 1516, de los nuebles - de la princesa Margarita de Austria, gobernadora de los Pafses Bajos - (hija de Maximiliano I, hermana de Felipe el Hermosa, esposa de Dom Juan , hijo de los Reyes CatSlicos y luego de Filiberto de Saboya, tia de Carlos V, de cuya educacidn cuids, 1480-1539); a mediados del siglo - i XVI pasd a las colecciones reales espafiolas, donde ¢stuvo hasta fines - del siglo XVII; no se sabe cémo volvis el cuadro a los Paises Bajos, | - donee fué adquirido por un inglés después de la batalla ce Waterloo ys fuego, en 1842, por la National Gallery. En cl inventario de Margarita figura como retrato de Hernoul le Sin} en 1523 aparece con la correc - cién de Arnoult Fin, que es sin duda Arnolfini, nombre de una familia ~ Ge mercaderes ce Lucca, representantes de los Médicis en Brujas, dom Ge Giovanni di Arrigo Arnolfini (muerto en 1470) se casé con Giovanna Cenami, hija de otro mercader de Lucca, establecido en Paris. Magistralmente concebido segdn una sutil armonfa de linear, de to- nosy de luces, el retrato de los Arnolfini es una obra maestra We equi- librio bajo la ley y de la verticalidad, signo de estabilidad confirmado - por algunas Ifneas horizontales y por la simetria de una y otra parte det eje del cuadro, La armonia de tonos intensos y de matices ligerom es ~ vivificada por la vibrante nota de las naranjas colocadas a plena luz jun- toa la ventana, Todo esté centro de una suave penumbra, pero la luz - gue llega por la ventana ilu-nina los rostros y el lecho, opone el contra~ ee oo 65. luz de Arnolfini a la intensicad del traje de su mujer, aporta finas som- nara y al eeacjo. Fetas calica - des pictoricae crean una atmésfera de riqueza y blancura, derecogi — ~ bras y arranca, flejoe utiles 2 la sniento ¢ intimidad, en el que se percibe el suave temblor de la vida, En ea serena ar vonpia, no turvaca por el enor sovi-riento, bs seres - y lac cosas se encuentran en eu verdadero lugar. El verismo logrado - vor la minucioeidad de los objeto, de las telas, de los rasgos del ro - tro, concuerda con la grandeza casi hierdtica de lot ess0sos, acentua- da por la actitud ce as -anos y por la meditativa gravedad ce las snira- @as vueltae hacia un sucfio interior. Estos doe eeres hu=anos se nues- tran ante nosotros distintos pero equivaientes y complementarios, bien anlo.nadog en sosicién si-séttica y seguros de eu apacivle felicidad. Retrato de Margarita van Eyck. - (Museo de Brujas, 1434). El mar co lleva lz diviea del pintor ¢ in- dica que van Eyck hizo el retrato de su esp0ea de 33 afis el 17 ce ju - nio ee 1434, Como obra de arte es inferior al retrato del hombre del- turbante. El réstro de Margarita, fina nente mocelado, se destaca so- bre un fondo sombrio, que ha sido repintado. La encarnacidn acentua- el suave tono rosado de 1a cara, cantando el reflejo del vestido carmesiv cefido por un acho cinturén verde oliva y realzado por un secillo cue - No ¢e piel ce ardilla. Por con su orla ce volante rizado forma una cofia sobre dos cortetes de te - la a cuadros. El pliegue ce la boca unido al de loe parpados ins:nia u - na media conrisa, Fl conjunto habla ce une -ujer inteligente y espiri ~ tual, de rasgos finos, cuya edad estd ligeramente sugerida por un dis - creto es esor ce la garganta. ra parte lo aclara la blancura cel velo que Otros de los retratos ce van Fyck,, El hombre éel clavel, del Mu - seo de Berlin, es obra de ciscutida autenticidad. El Maestro ce Slamalle: Elbert Campin (1307-1444). La identi- rs Gad del lla~iado Maestro de flémalle ha dado lugar a vivas discusiones, que Hevan trazas ce orolongarse inde - finidanente, ues han tomado la for sa de una rivalidad entre flamencos y valones. El nombre ce Maestro de Flémalle, utilizado en la historia Gel arte, se debe a las cuatro tablas del Instituto Staecel de Francfurt, que se creian provenientes ce una imaginaria abadia Flémalle-lez -- Leige. Tanbién se le tlama Maestro de Mérode oor el triptico de La Anunciacién de los principes Mérode de Westerloo-Tongerlso, A fi - fo pintor era tenido por imitador suce - sor ce Roger van cer Weyden; pero a nrinc:pios de siglo se reconocié - nes del siglo pasaco, ei andni: Ape wh. Cots ¥ 66 uy anterior, y entonces se formularon casas hipstecis. Unos atribuyen las tablas del Maestro de Plémalle a ja juventud de Roger van der Veyden; otros en cambios y see hoy la ma- yorfa, lo identifican con Roberto Campin de Tournal, maestro de Roge- rio. que el estilo de las tablas era m nacido en Valenciennes hacia 1380, se establecié ¢ Tournai en 1406, se hizo ciudada - to de dicha ciudad en 1410, fué pintor ordinario de la misma realizando diversos trabajos para la cecoracidn de sus monumentos, fué jefe de un importante taller de pintura y Hegé a ser miembro de uno de los tres - Consejos Comunales. En 1428 tomé parte en algunas revueltas socia - Tes y fué retirado de todo oficio publics, En 1432 volvid a caer en des - tan concubinato.. Co ndenado a hacer una peregrinacién ‘se le conmuté la pena por una multa gra Borgofia, condesa de Hainaut. Roberto Campin, como maestro pintor en la ciudad & gracia por vivi a Saint-Gilles de Provenza, Giaeds la intervencion de Margarita de an Eyck, el Maestro de flémalle, mas arcaico wno llega cn su arte al equilibrio armonioso, al - trabajo exquisito, al célido color y al sentido sutil de Je atmésfera que eit raeemayentell autor (s ini hGaxaclon/ Cel onsetey aria co el - stacetro de Tournai, a pesar de suarcaismo, crea una forma nueva da vite representativo. Pl Nacimiento, pintado hacia 1420, tanto pos Ou ~ Comporicidn como por su espiritu pertenece todavia en gran parte al - Setilo g3tico internacional. Sin embargo tiene ya algo nuevo que && la ees aa aise old enone e gee) lao yion mies ee) oe secu ony Dom eaer ieee wets coneedide como un cuento encantacor, 1 bello paisaje immerse &0 fn lus matinal prelucia los paisajesede Bruegel. El pintor contempla el, fae een pa rasan cr oad oatayloy(elicisad Oooo) ean nea en eae ee hmmane y lo divino se unen en una poesia familiar, pues el mur Este amor religioso al mundo terrestre ~ de realismo ninucioso y magico. = x la belleza de las cosas, que aisla jera la misma importancia que - @ ingenia del narrador popular. Menos genial qve vi que su contempordneo, nos. do entero es la obra de Dios. orienta al artista hacia una especie Hasta tal punto estd obsesionado por figuras y obfijtos, como si el detalle tuvi el conjunto. Esto conduce a la prolijidas s la maravillosa belleza del n todos sus detalle El vigor de én por su fuerza representativa. ‘do entre la claridad incisiva de los - ‘Tal vez aprendié de los - in muchas de sus - Este pintor que ama © mundo, se distingue tambi su relieve es resultado de un acuer: contornos lineales y la firmeza de las masas. cecultores de Tournai es estilo monunental que tiene figuras. El valor pldstico de su estilo puedeapreciarse en 0 obras mas Conocidas, como La Virgen de la pantalla de mimbre, de la National Ga- Hery de Londres, en la Madona de Francfurt y en Bt ‘des posorio dela - GcvAc

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