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LAS FIESTAS EN PATZCUARO DE 1701 POR LA ACLAMACION DEL REY FELIPE V Armando Mauricio Escobar Olmedo Al fallecer el rey de Espafia Carlos II (el hechizado) a fines de 1700, la casa de los Habsburgo perdié la Co: , ya que por un testamento de lo més controver- tido, el rey Carlos nombré como. Su sucesor a Felipe de Anjou, bisnieto de Felipe Iv ynietodelahermana del “hechizado” lainfanta Marfa Teresa quien por su matrimonio conLuis XTV el“tey sol” fue reina de Francia. Deestamanera, al llegar: altronoespafiol Ja casa de Borbén, se originé la “Guerra de sucesién” (1701-1725), Las colonias americanas estuvieron pendientes de los acontecimientos de la penfnsula, pero en Cuanto se supo del nombramiento del nuevo Tey, las principales ciudades Prepararon los festejos propios de 1a ocasién, La noticia lego oficialmente ala ciudad de Valladolid, Pues por un error el Real Consejo: /pens6 que ésta era la cabecerade Provincia y dirigié la carta al “Cabildo, Justicia y Regimiento de la ciudad de Valladolid”, Lejos estaba la soberana de saber que el equfvoco harfa Tesurgir un afiejo conflicto entre las dos grandes ciudades de Ja provincia de Michoacén: Pétzcuaro y Valladolid. Elorigen de esta diferencia se encontraba en la fundaci6n que de la ciudad de Granada habfa hecho el entonces oidor Vasco de Quiroga, a fines de 1533, en las cercanfas de Tzintzuntzan.!_ Sin embargo poco tiempo duraron los pobladores de Ja misma, ya que cerca de un afio mas tarde los “diez 0 doce vecinos que fueron”, en su mayorfa la habfan abandonado y solicitaron por medio de una informaci6n hecha en la ciudad de México que se tuviese por mal lugar para vivir. 1. El expediente que contiene esta informacién se encuentra en el Archivo General de Indias, Seccién Audiencia de México, legajo 1684, bajo el tinulo de Probanza... sobre un pueblo... que le pusieron por Granada... en Michoacdn, 20 hojas, aio 1534, 139 En tanto esto ocurrfa, la Real Audiencia de México, que apoyaba este tipo de acciones, solicité al rey Carlos I, su benepldcito para tal fundacién aunque se cambiaba el nombre por el de Uchichila, que en néhuatl significaba lo mismo que en tarasco: lugar de tzintzunes? Lo anterior lo corrobora la declaracién de Pedro Tzico, teniente de Gobernador de Tzintzuntzan y natural de ella, (declara enun pleito que siguen el obispado de Michoacan y el arzobispado de México) que Uchichila y Tzintzuntzan es “todo un hombre, porque Tzintzontza es vocablo tarasco y Ucigilaes mexicano y el nombre se tomé de unos pdjaros que se toman en este’ dicho pueblo...son verdes de donde se sacan o toman las plumas para hacer las imagenes... y como en este pueblo hay indios tecos que hablan mexicano... son los que llaman al pueblo Ucicila”. E] 28 de septiembre de 1524, el rey Carlos I firm6 la cédula por la que se creaba la ciudad de Michoacé4n y en ese mismo mes en la ciudad de México, los pobladores de la ciudad de Granada, iniciaban gestiones legales para evitar ser obligados a permanecer en aquel lugar. Todo esto resultaba un contrasentido ya que se otorgaba por la Corona el tftulo de fundaci6n, y una parte importante de sus pobladores espafioles rehusaba habitarla. El panorama cambi6 con la Ilegada del Virrey Antonio de Mendoza, a quien se dirigieron los quejosos “granadinos” y le solicitaron su autorizaci6n para que se fundase la ciudad en otro lugar, mas acorde a sus intereses, lo que Mendoza aprob6. Meses més tarde fue conocido el rechazo que de su nombramiento como primer obispo de Michoacén hizo el fraile franciscano Luis de Fuensalida. La reina pidié entonces al oidor Quiroga, que aceptase tal cargo, y después de un profundo examen de los hechos, don Vasco acept6 el honroso puesto. Con ello resurgfa el problema de la ubicaci6n de la Ciudad de Michoacan. ya que ella serfa la sede episcopal y cabecera provincial. Por fin, después de mucho. buscar, Quiroga se decidi6 por Patzcuaro, donde como obispo electo, pero sin consagrar, tomar4 posesién un dfa mds tarde (7 de agosto de 1538) de su posesién. en Tzintzuntzan. Quiroga, muy conocedor de los procedimientos legales, mand6 levantar una informacién del mal sitio de Tzintzuntzan y de las cualidades de 2. A.G.I. Secci6n Escribania de Camara, legajo 159-B, El_Lic. Basco de Quiroga... con fray Alonso de Montufar arzobispo de México... sobre la posesin de Querétaro, aio 1547. El testimonio de Pedro Tzico es de 1584 y se encuentra en la hoja 944, Todo el expediente consta de 1635 hojas 140 Pétzcuaro; atin asf los espafioles “granadinos” no estaban conformes con el lugar.3 Para evitarse problemas posteriores, el obispo Quiroga, solicité tanto a la Santa Sede, como a la Corona, su conformidad Por escrito; incluso opt6 por cambiar la advocacién de San Francisco, como indicaba Ja bula de Julio III de 1536, por lade San Salvador que es la que todayfa tiene. E123 de abril de 1541 el virrey de Mendoza tom6 una decisién que originéd un fuerte conflicto con Quiroga, ya que sin consentimiento del Obispo, autoriz6 alos espafioles “granadinos” que habfan escogido como el sitio ideal para poblar la nueva ciudad en el valle de Guayangareo. Asf el 18 de mayo se tom6 posesi6n y fundé la tercera Ciudad de Michoac4n. La inconformidad de Quiroga llegé hasta el Real Consejo de Indias cuya resoluci6n final, la hace saber el principe Felipe en la cédula del 20 de octubre de 1552; enella se prohibea Guayangareo que se lame ointitule Ciudad de Michoacén y Sdlo sea conocido como “Pueblo de Guayangareo”+ Esta soluci6n dej6 una honda herida en la futura Valladolid y una notable rivalidad entre ambas ciudades. La situaci6n se complicé més atin, cuando en 1580 el obispo Juan de Medina logré cambiar al pueblo de Guayangareo, ahora erigido en Ciudad de Valladolid, la sede episcopal. De esta manera, Patzcuaro continuaba con la cabecera politica al tener su Cabildo, Justicia y Regimiento y al Alcalde Mayor tanto de la ciudad como de toda la provincia michoacana; sin embargo perdfa una de las grandes ilusiones de Quiroga: la sede episcopal en una de las m4s extrafias construcciones eclesidsticas de toda América. Por su Parte la flamante Valladolid podrfa jactarse de tener alas mds altas autoridades eclesidsticas de su didcesis, pero en lo politico dependerfa de PAtzcuaro, Fue asf como con Ia legada de 1a‘ real cédula que notificaba tanto el fallecimiento de Carlos II como la jura que deberfa de hacerse aFelipe V, se removié 3. Resultan muy contradictorias todas estas informaciones para encontrarles cualidades o defectos esos lugares. Quiroga demuestra aqui, lo malsano de Tzintzuntzan y las bondades de Pétzcuaro, Mis tarde, los de Guayangareo intentardn demostrar las cualidades de su lugat’y lo malsano de Patzcuaro; por su parte, Quiroga habla de lo inhéspito de Guayangarco. La informacién de Quiroga esté en A.G.I. Seccién Justicia, legajo 173. El Obispo de Mechuacdn con los vecinos de Guayangareo... en expediente ...sobre el mal sitio de Tzintzontza... 4. AGL Seccién Justicia, legajo 155-N* 2. La Ciudad de Mechuacdn o los yndios de su Provincia con{tra) el Obispo de dicha ciudad, foja 213-215v. 141 aquella antigua rivalidad. Patzcuaro apelé ala Real Audiencia y demostré que a ella le correspondia la aclamacién al nuevo monarca, como cabecera provincial; esta demora le permitid disponer de mAs tiempo para realizar unas fastuosas fiestas, dignas de la ciudad mas principal. Tal vez habfa en ellos el 4nimo de demostrar a Valladolid de lo que eran capaces. Esto fue lo que dio origen a la relaci6n de la festividad que nos ocupa, ya que para comprobar la importancia que ellos dieron a la aclamaci6n, remitieron ala Corte un manuscrito en el que se narraba con detalle lo mds importante de los actos. Su autor pone particular atencién en la descripcién de los trajes masculinos de los principales personajes. Las fiestas durarfan del domingo |? al lunes 9 de mayo, pero desde el sébado 30 de abril se avisarfa tanto a las comunidades dependientes de la capital como a toda la ciudad para que estuvieran presentes en los actos organizados para tal fin, los que tendrfan como escenario principal la Plaza Mayor, sin descuidar los arreglos de las calles por donde pasarfan los desfiles, ni los de las plazas de san Agustin y san Francisco. De las 16 hojas que ocupa el manuscrito, la mayorfa se utilizaron para describir lo ocurrido los dfas: I de mayo, que fué cuando se iniciaron las fiestas; el miércoles 4 de mayo, vispera de la aclamacién y sobre todo el jueves 5, dfa del acto principal. Las mas destacadas personalidades en estas fiestas fueron: Antonio de Zavala, Alcalde Mayor de la Ciudad y de la Provincia de Michoacén; los Alcaldes ordinarios, Francisco de Villasefior Cervantes y Juan de Urdanegui; el Alférez Mayor, propiamente el personaje mds importante, ya que a é1 le corresponderfa enarbolar el pend6n real y la aclamacion y jura del nuevo rey, por excusa del alférez propietario que era Miguel de Peredo; este sefior era uno de los mas notables personajes de Valladolid, donde residfa. Es poresto que ante las fricciones entre esta ciudad y la de Pétzcuaro, la situacién de Peredo quedaba comprometida y su participacin en las reales fiestas en la rival ciudad no hubiera sido bien vista por los vallisoletanos. La soluci6n estuyo en una “repentina enfermedad” que logré compro- bar con un “certificado médico”. Estuvieron ademas en los actos: José de Eizaguirre, Regidor Mayor; Francisco Garcfa Valdéz también regidor, Gregorio de Avilés y Salazar, Barén de Avilés en su caracter de Alguacil Mayor; Manuel de las Heras, Depositario 142 General; Miguel Fernandez Roldén, EscribanoPitiblicoy de Cabildo; ylos dos Reyes de Armas cuyos nombres se omiten y que en el acto principal se encargarfan de vocear la jura y auxiliar al Alférez Mayor; en sus vestiduras estaban bordadas las reales armas de Castilla y Leén de donde les proviene su nombre, Para las escaramuzas o fingidos lances que se organizaron entre un escuadrén de moros 0 turcos, como indistintamente se les lama, se nombraron a Prudencio Romero para el puesto de Capitén de Infanterfa. Este sefior fue uno de los que més se distinguieron en la descripcién por la riqueza de su vestuario; a José de Anzola y Zavala como Alférez de la Infanterfa y aPedro de Uriondo como Sargento. Particip6, haciendo las veces de Maestro de Campo, el mismo Alcalde Mayor, Antonio de Zavala y su ayudante Gonzalo Gomez de Quintana. Por la parte “contraria” solo se mencionan al Gran Turco, que fue represen- tado por Nicolds Ponce de Leén, y ala Sultana cuyonombre también se omite. Cabe recalcar la destacada actuacién que tuvo enel desfile principal, el gobernador de los naturales, Miguel de Urbina, quien hizo las veces de Gran Cazonzi y que desperté la admiracién de todos al Uegar en ricas andas cargado por cuatro principales y Ostentosamente ataviado al frente de gran cantidad de indios “‘vestidos a su antigua Pretenderemos resumir lo més importante de las festividades. El dfa 30 de abril, como ya se indic6, se hizo saber a la comunidad en un desfile a caballo el programa de los actos y se invité a todos a su asistencia. Por la noche fueron profusamente iluminadas las calles principales y sobre todo Ja Plaza Mayor. El domingo I? de Mayo, se iniciaron las fiestas con una escaramuza (enfren- tamiento) entre el Gran Turco y su numeroso escuadrén al cual se le habia improvisado en la misma plaza un campamento y castillo donde morarfa durante los actos y por la otra parte el escuadrén de infanterfa espafiola. Los lances entre ambos cjércitos duraron toda 1a tarde. Los dfas 2 y 3. de mayo, continuaron las escaramuzas y desfiles en los que se lucieron vistosos trajes de los moros y espafioles, Fue cuando hizo su aparicion la Sultana vestida de ricos trajes y adomada de costosas Perlas. El miércoles 4, visperas de la festividad principal,se descubrié un elegante tablado todo cubierto de alfombras y cortinas en la Plaza Mayor, cerca de las casas de Cabildo. Ahf tendrfa lugar la Jura y Aclamaci6n de Felipe V. Otros tablados se levantaron en las plazas de san Agustin y san Francisco, los que lamentablemente 143 no se describen. En el de Ja plaza principal se encontraba un retrato del rey, el cual fue dado a conocer al pueblo después del ceremonial indicado para el momento, Por latarde se represent6 una obra de teatro, de ‘laque tampocose daelnombre, y yacerca de la noche se encendieron una gran cantidad de faroles; fue tanta la luminosidad, que el autor no desperdicié la ocasi6n de hacermenciéndel jGran Sol de las Espafias! con la que metaf6ricamente se recordaba su parentesco con el abuelo de Felipe V, el rey de Francia Luis XIV, el Rey Sol. Por la noche hubo una mascarada yenel tablado principal una orquesta amenizé el momento a los entusiasmados Participan- les. El jueves 5, todo era expectaci6n; la muchedumbre se apretujaba tanto en la Plaza Mayor como en las calles aledafias; las principales damas ocupaban los balcones de la plaza ricamente adornados, ellas lucfan sus mejores trajes y joyas, diferentes a los dfas anteriores, y habfan cuidado de guardar el m4s espectacular para ese momento; otro tanto ocurrfa entre los caballeros y ain sirvientes que iban vestidos a la altura de la riqueza de sus amos. Estaba a punto de comenzarel acto, cuando sorprendié a todos la llegada del gobernador de los naturales, Miguel de Urbina, que como ya se indic6, representaba al Gran Cazonzi, llevaba una rica corona de perlas y tanto su cetro como sus calzoncillos estaban guamecidos de las mismas, trafa al pecho un escudo de oro y Sus brazaletes y sandalias de costosas piedras.5 Una vez que Urbina lleg6 ante el tablado, quienes lo cargaban, lo bajaron para que pudiese postrarse ante el retrato del rey y rendirle su obediencia, besando las insignias reales, Continué el acto, por un tiempo interrumpido, y pudo por fin realizarse la esperada Jura y Aclamaci6n de Felipe V, la que se repitid en dos ocasiones. Terminada la ceremonia, se inicié el vistoso paseo. Iban por delante los naturales y Sus Cuadrillas, les segufan las escuadras de los moros capitaneados por el Gran Turco, tras ellos iban las justicias de los pueblos vestidos de negro y consus cuellos blancos, sumaban més de 400 elementos a caballo y luego 2 ministros de Vara. A continuaci6n desfilaron las autoridades politicas cuyos ricos trajes, el autor se esmera en describir, asf como sus joyas y adomos de los caballos, como queriendo 5. Nos llama la atencién, 1a ostentacién con la que se present6 este gobernador, persona que la historia no lo registra comonotable por sus riquezas, sin embargo hay noticias de que para 1683 durante su gestin también como gobernador (lo fue al menos en tres ocasiones) quedé a deber dinero de tributos de los naturales. He aqui tal vez la clave del origen de parte de su fortuna acosta del trabajo y sacrificios de los naturales por el gobernador. 144 dar a entender que en lo ostentoso del vestuario se demostraba la importancia que ellos daban a la Jura y Aclamaci6n. Al final marcharon, la infanterfa espafiola y la tropa, compuesta esta ultima de 100 hombres a caballo. Se dirigieron a la plaza de san Agustin, donde se repiti6 la aclamacién de la Plaza Real, en tres ocasiones, al terminarcontinuaron hasta la plaza de san Francisco donde hicieron otro tanto, para luego regresar a la Plaza Mayor. Posteriormente el Alférez Mayor, Antonio de Cabrera, ofrecié en su casaun refrigerio a todos los que quisieron. El cual consistié Principalmente de aguas frescas, chocolate y “quicos dulces”. El nimero de los asistentes, lo estima el narrador en cerca de 500. El dfa 6 de mayo, se celebr6é una solemne funcién religiosa en la iglesia parroquial, a 1a que asistieron gran multitud de Ppatzcuarenses y las comunidades religiosas de la ciudad; el serm6n corri6a cargo del franciscano José Ponce de Leon. Porlatarde se lidiaron para deleite de los parroquianos, dos toros en unaimprovisada plaza. Elsabado 7, se realiz6 otro desfile y nuevamente se lidiaron toros en la Plaza Mayor. El domingo 8, lo m4s importante fue la Trepresentaci6n de una comedia titulada Thetis y Peleo, misma que se habfa representado ante los reyes en Buen Retiro de Madrid. El ultimo dfa, lunes 9 de mayo, se enfrentaron los turcos y espafioles, quedando légicamente derrotados los primeros y prisionero el Gran Turco; més tarde se realizaron los imprescindibles juegos de cafias y se representé la ultima comedia con lo que terminaron las festividades por la jura. Delo anterior se desprenden varias consideraciones: podemos definira esta celebracién como una fiesta barroca muy propia de 1a alta sociedad novohispana de su €poca; el elemento femenino, es pasivo, no se nota su presencia y es sélo mencionado muy generalmente; a pesar de que el autor pudo integrarlo en su narracin, prefirié no hacerlo. Ciertamente que las damas no participaron en los actos, pero su omisi6n, nos indica que tampoco eran tomadas en cuenta. La minuciosidad en la descripcion de los atavios masculinos nos da la impresi6n de que se trata de un desfile de modas de sefiores, ante un asombrado pueblo. 145 Nos encontramos ante una sociedad claramente jerarquizada, en donde cada quien ocupa “su” lugar, incluso el tablado de la Plaza Mayor también minuciosamente descrito es el tinico elemento digno de ser plasmado por el autor, los de las otras plazas no los alcanz6 a describir, y es natural, hab{a quedado exhausto con lo de los trajes. Los miembros de esta sociedad ocupan la parte predeterminada por el ceremonial. A la vez nos permite un raro acercamiento a una sociedad de la cual tenemos pocas noticias y la que hizo gala de una gran prosperidad. Los patzcuarenses no desperdiciaron la oportunidad de demostrar.a su rival Valladolid de lo que eran capaces, apesar de que no pudieron gozar de una ceremonia episcopal ni de la presencia del alto clero michoacano encabezado por el obispo Garcfa Felipe de Legaspi, ni de las comunidades religiosas vallisoletanas, tales como los carmelitas, mercedarios, juaninos y el de las dominicas de Santa Catarina de Sena, sin contar a los agustinos, franciscanos y jesuitas, 0 la alta sociedad de Valladolid, de la que el “enfermo” Alférez Mayor, Miguel de Peredo es tan solo un representante. Este documento fue detectado en la Seccién Audiencia de México, legajo 1042, del Archivo General de Indias; forma parte de un expediente que trata de la oposicién de Patzcuaro, como capital de la provincia de Michoacdn, a que la ciudad de Valladolid celebrara las fiestas de Jura y Aclamacién de Felipe de Anjou. Patzcuaro fundaba su solicitud.en ser mds antigua y tener el titulo del emperador Carlos V, fechado el 28 de septiembre de 1534, La controversia, fue elevadaalaReal Audiencia en México la que determin6 que le pertenecfa a Patzcuaro ese privilegio y pide a Valladolid que se eviten esos enfrentamientos, ya que algo semejante habia ocurrido en 1666 por la jura del rey Carlos II y la solucién fue la misma, la de pertenecerle a Patzcuaro la celebracién de las fiestas, El manuscrito se remitié al Real Consejo de Indias, el cual confirm6 el acuerdo de la audiencia, y asf el rey Felipe V, firm6 la cédula del 2 de mayo de 1706 en la que determina que “se observase y guardase el del 18 de abril de 1701, declarando tocar a la ciudad de P4tzcuaro, la aclamaci6n y jura de su Majestad a la sucesi6n de los reinos”.® La descripcién que ahora presentamos, comprende de la hoja 3 a la 19 del expediente. Ya al principio hemos expuesto nuestra opinién sobre la cédula de 1534 6. A.G.l. Seccién Audiencia de México, legajo 1116, Indice de cédulas que se hallan en los libros de Camara de 1670 a 1719, folio 376. 146 que cre la Ciudad de Michoacén, Pero que porese tiempo se trataba de Tzintzuntzan yno de Patzcuaro, De habersido esta segunda ciudad, el obispo Quiroga, no hubiera solicitado permiso real y la bula Papal para el cambio de lugar. En nuestra version paleografica hemos conservado la construcci6n gramati- cal del original, tan solo se han puesto los signos de puntuacién que por lo general no existen en estos documentos; sin embargo el lector queda en libertad de cambiarlos si lo estima pertinente, Documento “Festivo y Real Aparato, conque explicé su lealtad, la muy Noble e Ilustre Ciudad de Patzcuaro, Provincia de Michoacan, en la aclamaci6n de la Catélica Majestad de Felipe V, Rey delas Espafiasy de las Indias, que Dios guarde, como la Cristiandad ha menester, ejecutada el jueves 5 de mayo de 1701, por el Regidor, Don Antonio de Cabrera que hizo el oficio de Alférez Mayor, por Superior Decreto del Real Acuerdo, que dié la facultad al Iustre Cabildo de esta Ciudad en caso de legitimo impedimento del Alférez Mayor deesta Ciudad que lo es Don Miguel de Peredo, Caballero de Orden de Calatrava.” Luego que esta Nobilfsima Ciudad recibié la Real Cédula de su Majestad la Reina y Gobernadora el dfa 6 de abril, en la sala de sus ayuntamietos se rasg6 la nema, y en oyéndose el contenido, el Sefior Alcalde Mayor y Capitulares con ustoso y leal rendimiento la besaron y pusieron sobre sus cabezas y juro por esta ciudad el Regidor don José de Heizaguirre? como Regidor Mayor y ennombre de esta Provincia como su cabeza de ella, que cumplirfan y harfan cumplir lo que su Majestad la Reina y los sefiores de 1a Junta les mandaban, en orden a que con las festivas y mas plausibles demostraciones, enarbolasen los pendones, se jurase y obedeciese y aclamase al Sefior Rey don Felipe V, nuestro Sefior. Y confiriendo en Ja junta de Ayuntamientos las més convenientes disposiciones para lucir el desempefio de la funcién que tanto aplauso pedfa. Pero aunque unfa las distancias del tiempo el incentivo afecto (cencendido afecto?) de todos parece que para crisol 1. Nema; sello de seguridad de una carta, 2 José de Heizaguirre o Bizaguirre, natural de Pétzeuaro, nacié el 19 de marzo de 1640, fue hijo de Pedro de Eizaguirre y Arteaga de Catalina de la Sema. Contrajo matrimonio con Luisa de Sova y Velézquez en diciembre de 1684. Tuvieron al menos cinco hijos e hijas, Fue Regidor de Patzcuaro, Unos dias més tarde de la uclamaci6n a Felipe V, hubo una gran fiesta familiar con motivo del matrimonio de su hija Cecilia con el Regidor Martin del Rio. 147 de los ardientes deseos de los sefiores (h3v) del Cabildo, se ofrecié una desigual competencia con la Ciudad de Valladolid, sujeta a la jurisdiccién de ésta, por traer la Real Cédula de su Majestad su nombre equfvocamente en la intitulada, y valiéndose de esta material apariencia, pretendfa el lugar primero sin mas derecho que el que les daba su antojo y el sobre escrito de la Real Cédula que expresaba “Al Cabildo, Justicia y Regimiento de la Ciudad de Valladolid”, faltando en ésta dos principalfsimas circunstancias de justificado derecho, siendo el primero, ser Ultima su fundacion y la segunda no menor, no haber Cabildo, ni Regimiento a quien su Majestad conferfa sus reales érdenes. Con todo pudo servir esta inutil pretensién, de atrasar el tiempo que procuraban adelantarlos, los mas encarecidos anhelos de esta Ciudad en la funcién que procuraba ejecutar, aclamdndo a su Rey y Sefior natural como particular. Voceaba este acto en cada uno, con las voces de su afecto, y para declarar el punto, consulté el Cabildo y Regimiento de esta Ciudad al Real Acuerdo, poniendo su representaci6n en Justicia, con sus Reales privilegios concedidos por su Cesarea Majestad del sefior Emperador don Carlos V y el sefior Rey don Felipe II de gloriosa memoria, y habiendo sido por su alteza atendidas las circunstancias y Justicia de esta Ciudad y preferencia que decfa tener y que era, es y ha sido Cabeza de esta provincia, Corte y asiento de los Reyes y Sefiores naturales que fueron de ella, lo declararon por su real decreto ser asf y que pasase a hacer la celebraci6n que pretendfa. Y el dfa 24 de dicho mes, se presenté el real despacho de acuerdo en la Sala Capitular de ayuntamientos de esta Ciudad a que asistieron: el sefior Alcalde (h4) Mayor y los demds capitulares, y habiendo lefdo el despacho y celebrado con especial regocijo la nueva orden que les daba (igual a sus deseos) para la funci6n. Y conferidos los puntos que se ofrecfan para hacerla grande, se conformaron todos que se ejecutase el dfa 5 de mayo, sin atender para los gastos mafiosamente arbitrios, por no tener esta ciudad propios, atenta circunstancia de tan leales pechos; librando sus personales y publicos lucimientos en sus caudales propios, digna liberalidad y bizarrfa de esta ciudad, que en todo procuraba sino adelantarse a otras ¢ igualar en su proporci6n a la mayor. Prevista la obediencia a las 6rdenes de su Majestad, aunque la estrechez del tiempo ponfa dificultades, ninguna se ofrecié al sefior Capitan, don Antonio de Zavala,’ Alcalde Mayor de esta Ciudad y su Provincia, para hacer como se hizo, se 3. Hay pocas noticias de este personaje, era familiar cercano de Alberto de Zavalaquien tuvo un gran pleito con José de Aguirre por el arrendamiento de las alcabalas de Pétzcuaro entre 1715-25. 148 publicasen los lutos por la muerte del Rey nuestro Sefior don Carlos II, como lo ejecutd el dfa 26 del mismo mes de abril, sin omitir esta circunstancia tan Piadosa, conociendo cuan excesivo, justo y leal sentimiento que todos manifestaban por el fallecimiento del Rey nuestro Sefior, don Carlos II, habfa de mitigarse en breve con las regocijadas pompas de la aclamaci6n. Prevenciones del Real Acto Considerando el sefior Alcalde Mayor y demés Capitulares de este Iustre Cabildo que se debfan dar las conyenientes 6rdenes para los regocijos que se. prevenfan por la aclamacién del Rey nuestro Sefior, se juntaron Por aviso de sus porteros (seguin la costumbre) en la sala de Ayuntamiento, en donde de comin acuerdo determinaron que se diese principio alas fiestas de jura en esta ciudad desde el (h4v) dfa primero de mayo, y que el dia 30 de este mes de abril se publicasen con paseo a caballo y la asistencia de dos sefiores del Cabildo, y el Escribano Piiblico de él, como se ejecuté, haciéndoles poner aquella noche en las puertas y ventanas piiblicas.de la Plaza Mayor y demds calles de la ciudad, luces y luminarias y asf mismo pasaron a mandar se diesen nombramientos de Capitan de Infanterfa, Alférez y Sargento, en conformidad de la real facultad que su majestad, en su real acuerdo, les concedié para ello, y para este efecto. Y se did el nombramiento de Capitdn a don Prudencio Romero y Valle,> Alcalde Mayor por su Majestad de Ario y la Huacana yvecino de esta ciudad; y de Alférez a don José de Anzola y Zavala Teniente General de esta jurisdiccién, y de Sargento a Pedro de Uriondo, As{mismo se mandaron despachar distintos autos, en nombre de este lustre Cabildo, refiriendo atodos los yecinos ‘y naturales de la Provincia, para que asistieran a la Real Aclamaci6n que se habfa de efectuar en esta ciudad, (asf) como (a los) Sujetos a ella, con la notoriedad que dio el edicto publicado en esta ciudad. Sus vecinos y moradores de ella hicieron el s4bado 30 de abril en la noche, manifiesta su lealtad y obediencia, lenando la plaza y demés calles de luces y luminarias, que 4. CarlosII, (1661-1700) hijo de FelipelV y Marianade Austria, Se cas6 en dos ocasiones, laprimera con Maria Luisa de Orléans y Ia segunda con Mariana de Neoburgo. No tuvo descendencia, Durante sureinadose agudizaron en Espaiia los problemas politicos y econémicos. Con él terming de reinar la casa de Austria en linea directa, Prudencio Romero y Valle, natural de Castilla, contrajo matrimonio con Francisca Martinez. de Aldana, uno de sus hijos ¢] Capitan José Romero y Valle fue duefio de la hacienda de Guadalupe en Tarimbaro. ” 149 Parecfa bien ser todo dfa en ella, pues ni aun asomos de sombras pudo tener en este lugarlanoche no vista en muchas horas, aunque llena de luces yno menos de fuegos artificiales que se quemaron, siendo su estrépito, gustoso, por ser también oido en la ocasi6n que su fuego ardfa en sacrificio de tan reverentes cultos, como los que publi(hS)caba por nuestro gran Monarca y Sefior. El dfa primero de mayo se vié ocupada Ja Plaza Mayor de esta ciudad, de un castillo que el arte dispuso para la defensa de la persona que habfa de representar al Gran Turco* y muchos capitanes y soldados que en formando escuadrén de acaballo quisieron competir con la lucida Infanterfa que se agreg6 debajo de la bandera que este dfa se manifesté ptiblica en las casas de su Capit4n don Prudencio Romero y Valle, quien junté sus cabos de milicia y después de haber repartido mucha cantidad de pélvora a sus soldados, les dio orden' que asistiesen para los alardes que desde este dfa se habfan de hacer. Y Nic6lés Ponce? a quien competfa todo el escuadron morisco, siendo en la representacién, el caudillo superior, con tftulo de Gran Turco, Pareci6 con sus cuatro capitanes de a caballo y cada uno con su cuadrilla como a las tres delatarde, enun hermoso caballo, Tica y costosamente aderezado de jaez" y silla, Con sus cuatro lacayos vestidos ala morisca, y él con riqufsimos atavfos y marlota? al uso de ellos, y todos infinitamente bien compuestos; y ocupé el castillo que para este efecto se dispuso, debajo de su dosel y demés aparentes ceremonias turcas que observaron y discurrieron para solemnidad del festejo, Después de asentado dié la sefial a los Suyos, los cuales repartidos en las Cuatro esquinas de la Plaza, cada cuadrilla por la suya, hicieron muy concertadas entradas y escaramuzas. Al mismo tiempo ‘salié la Infanterfa lucidfsimamente dispuesta, con muy ricas galas, plumas en los sombreros, bandas y otros adornos militares, y su Capitan con un vestido. ‘costos{simamente ricoy muy del genio militar, & El Gren Turco. Probablemente se trata de representar a la figura de Selim I, hijo de Solimén el Magnifico, quien fue derrotado por el hijonatural de Carlos I, don Juan de Austria en le famosa Batalla de Lepanto (7 de octubre de 1571). Sin embargo, son muchas las coincidencias y clementos moriscos en las cuadrillas de este personaje por lo que bien pudiera tratarse de una fusién de elementos moros y turcos o en tltima instancia solo moros, 7. Tal vez se refiere a Nicolés Ponce de Leén y Cérdenas, dueiio de la hacienda y molino de Chapultepec en Pétzcuaro, En este lugar prétendié en un principio fundar don Vasco de Quiroga laciudad de espafioles bajo el nombre de Ciudad de Michoacén. Titulo que le habia sidootorgado criginalmente el 28 de septiembre de 1534 a'Tzintauntzan, por Carlos I. Jaez: adomo de los caballos o generales. Muy particularmente con cintas en sus erines. Marlota: tinica ceflida que usaban los moros. 150 rd era de azul, guamecido de encajes finfsimos de Flandes, y en los Perfiles, trencillas de plata, hecho rigurosamente (hSy) ala moda, con sombrero de ella (gseda?) con plumas y mosquete al hombro, que desed este dfa, que el fuego abrigado que obtenfa su leal pecho, publicario ostentoso jexhaldndolo en incendios por la boca del instrumento bélico de Marte!. Segufale don José de Anzola y Zavala, Alférez de la Compafifa, gallarda- mente dispuesto con un vestido a la moda, de pafio azul finfsimo de Londres, guarnecido de riqufsimas fajas de plata, chupa y aforros de tela de ella, recamada de color amarillo y todo con gentil disposicién. Los dems cabos le segufan, todos al parecer iguales en lo costoso y primoroso de sus galas. Escuadronéronse con gentil orden y arte militar, tal, que pareci6 ser este su propio ejército. Y habiendo legado el sefior Capitén de Caballos, don Antonio de Zavala, Caballero del Orden de Santiago y Alcalde Mayor de esta Provincia, que ejercid el oficio de Maestre de Campo. Vino su merced en un caballo ricamente aderezado, son sillade terciopelo verde alabrida, con su ayudante que lo fue Gonzalo Gomez de Quintana, yhabiéndolo recibido con el cumplimiento que la milicia tiene dispuestoa su Cargo, se puso en orden la marcha, ysumerced delante dela: compafifa, Jaque con las 6rdenes tan Prontas y al tiempo que su merced las di6, hicieron general alarde ena Real Plaza, ejecutando todos las funciones que pudieran: ofrecerseenuna compafifa delante del enemigo, y esto tan al vivo, teniendo los turcos por contrarios, que segtin los encuentros,(h6) salvas, ataques y escaramuzas, que se ejecutaron en contra dela morisma, parecié mds que de paz isangrienta y reftida batalla en Flandes! haciendo ofensa y defensa al Parecer los turcos en toda forma. Se concluy6 la tarde dandose por vencidos al cristiano escuadrén, el cual en toda orden se retiré a su cuerpo de guardia y la morisma ejecuté lo mismo Hevando a su Gran Turco y dem4s comitiva de su real y fingido aparato, a su cuartel, ocupandolanoche el suyo, aunque no pormucho tiempo, porque se tepitieron las luminarias, luces y fuegos artificiales que entretuvieron mucha parte de ella, sinque se pudiesen: experimentar sus sombras, Porque sdlo la noche se siguid, cuando solo ella se pudo ver. El segundo y tercero dfa de mayo fueron consiguientemente los festejos y alardes, afiadiéndose otro escuadrén de negros que fingidamente lo Tepresentaban, y muy al vivo sus invenciones y extraordinarias apariencias, haciendo estas todas juntas una bien concertada confusién, Estos dos dias empez6 a trer a su lado en un 10. Chupa, En el siglo XVIII, especie de chaqueta con fandillas y mangas ajustadas. 151 solio portatil el Gran Turco, una nifia muy hermosa y ricamente vestida, lena de costostsimas perlas y joyas de infinito precio, que a ésta se Je daba el t{tulo de (h6v) Sultana, siguiendo todos el orden del Gran Turco, el cual también estos dfas se diferencié de galas, marlotas y dem4s arreos, todos muy ricos y lo mismo hizo con exceso el Capitan de la Infanterfa, don Prudencio Romero y Valle, pues quien le vi6 el primer dfa juzgara que no pudiese ser igual en los dems y fueron éstos de suerte que en lo rico e ingenioso de sus galas que para éLy para todos, indiferente cual fue el dfa que serfa mas, porque todos fueron émulos, unos de otros y todos sin comparaci6n, grandes en su lucimiento. Lo mismo tuvieron los cabos del Batall6n y por decirlo de una vez, s6lo éstos se distinguieron en las insignias militares de sus oficios, porque las filas de los soldados, iban de tanto lucimiento, que la admiraci6n de tanta gala, no pudo percibir lo particular de cada uno, que fue general en todos lo muy rico y costoso de ellas, yo mismoel sefior Alcalde Mayor y Maestre de Campo, que parece que su descripcién se la aparto por ahora, para dejarlo solo en la porfia de lucir como lo hizo en extremo, en todos estos dfas y los demas como se vera. El dfa cuatro de mayo, se repitieron por la mafiana algunas salvas, y este dfa yase hallaba esta ciudad connumeroso concurso de gente de toda su Provincia y més copioso de (h7) los naturales de ella, que todos sus pueblos concurrieron obedientes y deseosos de ver la aclamacién de su Rey y Sefior, y era tanta la copia de trompetas, chirimfas y otros instrumentos, y siendo su armonfa tanta, que fue lisonja lo concertado de sus ecos a los ofdos de todos. Vidse este dfa también manifiesto el tablado en que se habfa de colocarel retrato del Rey nuestro sefior, vistosamente ade- rezado con riqufsimas alfombras turcas, todo el frontispicio vestido de muy vistosas colgaduras, y en medio ostentaba un doselmuy rico de damasco de granada carmest, debajo del cual hacfa trono el retrato de nuestro sefior gran Rey don Felipe V," que estaba cubierto con una rica cortina, hasta que pudicra manifestar su real presencia para saciar los ardientes deseos de sus vasallos. A sus pies y més delante habfa un rico sitial de terciopelo color de purpura y sobre él descansaban dos cojines de brocado muy rico, para mantener el Real Pendén de esta ciudad, que se habfa de enarbolar en nombre del Rey nuestro sefior. Tenfa de largo el tablado como 10 va- 11. Felipe V. A lamuerte de Carlos II de Austria, subié al trono Felipe de Anjou, hijo del Gran Delfin de Francia Luis y de Mariana de Baviera. A su vez el Gran Delfin era hijo de Luis XIV de Fran- ciay dela Infanta Maria Teresa, ésta, hijade Felipe 1V de Espafiay de Mariana de Austria. Por Jo tanto Felipeera bisnieto de FelipelV y nietode Luis XIV de Francia. Supresenciaenel trono, determinada por el testamento de Carlos Il, origind la Guerra de SucesiGn, (1701-25) el fin de la dinastfa de los Habsburgo y el principio de los Borbones en Espafia. 152 tas’? y de lo ancho 6, con sus dos pilastras vestidas, y distabadel suelo como 3, ycon gran disposicién 1a escalera que también su maestrfa no era vista por estar cubierta de una muy rica alfombra, y en todo él se miraba un agregado de primores. Estaba el retrato de su Majestad vestido alo espafiol, de negro con botonaduras (h7v) y hebillas de esmeraldas, pendfa de su cuello el insigne collar del Toisén de oro,? timbre y blas6n antiguo de la altfsima casa de Borgofia, descansandoel cordero sobre el fnclito y real pecho de nuestro gran Fhilipo, inclinaba su copia a debidas adoraciones y ocasionaba su Majestad y real presencia a rendidos Tespetos, y todo junto hizo unin de amor y veneracion, Alas tres de la tarde se juntaron en la sala del Ayuntamiento el sefior Alcalde Mayor y demas Capitulares y recibieron en ella al sefior don Antonio de Cabrera! Regidor, y para la funcién electo Alférez Mayor, por haberse excusado de ella el sefior don Miguel de Peredo,'5 Caballero de la Orden de Calatrava, que lo es de esta ciudad, con certificacion del médico de la de Valladolid, y cartas a este Cabildo, de haberleimpedido lograr funciéntan de su deseo y obligaci6n, un repentino accidente que le quebrant6 la salud y le privé del eficaz anhelo que tenfa de servir con su Persona y hacer con ella y sus acostumbrados lucimientos plausible la funcién. Recibidse al sefior Alférez Mayor, don Antonio de Cabrera y mientras duraban los cumplimientos debidos asu Persona y puesto se fue acabando de formar un lucidisimo escuadrén de Infanterfa que se componfa de yeinte filas de a diez hombres,(h8) con tanta bizarrfa todos, que habiendo tenido tan grande los dfas 12. 10 varas: aproximadamente 8.35 mts, Las otras medidas del tablado fueron 5 metros de ancho, por 2.50 de lo alto del suelo. 13. Tois6n de Oro: Orden de Caballeria que fue creada por el Rey Felipe III, Duque de Borgofia en 1429. Carlos I (o V) la introdujo ala Casa de Austria, quien la posey6 hasta la muerte de Carlos Moel"“Hechizado”. El Tois6n o Vellocino consistfa en un collar rematado por un pedernal delcual salfan figuradas unas lamas y del que colgaba una piel del carnero llamado Crisomal6n. Con esto sehace alusiGn al pasaje dela mitologfa griega, en que esta piel era custodiada porun dragén y le fue robada por Jasén y los Argonautas. Todo el collar era de oro. 14. Antonio de Cabreray Estrada, natural de Cédiz, fue Regidor de Patzcuaro, Contrajo matrimonio con Catalina de la Mora y Arias Maldonado. 15, Miguel de Peredo y Pérez. de Bustamante, natural de Mijares en Burgos, fue Regidor y Alcalde de Valladolid, pertenecié a Ia Orden de Calatrava. Su preponderancia politica y ligas con Valladolid le impidicron participar como Alférez Mayor que era de Pétzcuaro en el importante papel de Alférez de las fiestas de aclamacién de Felipe V, su pretexto fue el encontrarse enfermo segiin un certificado médico extendido en Valladolid donde residia, Fallecié en 1727 y fue sepultado en una cripta del templo del Carmen, 153 antecedentes parece que solo pata estedfa se reserv6 el resto de ella, Sirvié de atenta admiraci6n ver a'su Capitén biandeando al hombro la pica’® y jugarla con destreza y arte militar, tal que se le hizo singular en el lucimiento. ‘Trafa puesto un muy rico vestido de pafio fino de Inglaterra color perla, con fajas de oro fino de Mil4n, chupa y aforros de tela verde, de plata y oro. Luego que hicieron frente al tablado dieron aviso alos sefiores de este cabildo y habiendo tomado en sus manos el sefior Alcalde Mayor el Real Pend6n de esta ciudad, que es de damasco fino azul, con las armas de oro finfsimo, fleco y borlas de azul y oro, se lo entreg6 al sefior Alférez Mayor, que puesto a la mano derecha del sefior Alcalde Mayor fueron saliendo los sefiores capitulares por sus tumos y ensus lugares cada uno con todo orden, llevando delante Jas mazas"” de esta ciudad, que son muy ricas, sobredoradas y con corona imperial. Llegando al tablado subieron a é1 observando el mismo concierto con que salieron y corriendo el velo de Ja cortina que ocupaba el retrato de el Rey nuestro sefior, hizo sefia a este tiempo el Capitén a toda su infanterfa y fue la salva tan igual y a tiempo, que no tuvo el orden militar que ejercer el primor con més propiedad. Salié del centro del batallén, abriéndose las filas, el (n8v) Alférez y batiendo por cinco veces la bandera de su Majestad le hizo reverente homenaje, rindiéndola asus pies y recogiéndola se volvié a su puesto. Mandése llamar al Capitan a quien con testimonio auténtico de Miguel Feméndez Roldén Escribano Piblico y de Cabildo, se le hizo entrega del Real Pendén de esta ciudad y retrato del Rey nuestro sefior, para que hasta el dfa siguiente, cinco de mayo, que en su nombre se hiciese Ja Real Aclamacién, lo retuviese debajo de la custodia y guarda militar, atendiendo ala ley del homenaje que hacfa o al cumplimiento de ella y solo en toda forma. Puso luego un crecido cuerpo de guardia, no porque en Ja lealtad de tan rendidos vasallos profesan a su Rey necesitase de tales circunstancias, sf, por el decoro que a tan soberano Monarca se Je debe. Volviéronse los sefiores capitulares {nterin que se siguié la noche o por mejor decir nuevo dfa de flamantes luces. Se ocupé el resto de la tarde en un acto comitivo de una gran comedia que se represent6 con tanta propiedad, que parecieron sus lances més verdaderos que aparentes y fingidos. Fue costos{simo en extremo el adomo del Teatro y no menos 16. Pica: lanza. 17, Mazas: insignias que eran levadas por los maceros en los pascos o procesiones de importancia. Consistfan en una especie de gran porra que aumentaba de grosor hacia arriba. Eran por 1o general de plata dorada y laminada. 154 ticas las galas de todos los que ejecutaron los papeles, de suerte que parecfa que habia infinito tiempo que se prevenfan para tal funcién, jtanto puede y adelanta el afecto de los vasallos, que a su Majestad rindieron la obediencia en esta Ciudad,(h9) que antepuso su celo en lo que el tiempo no alcanzaba, falténdoles s6lo el de su deseo para reverenciar y obsequiar asu Gran Monarca! Y sobrindoles todo Jo que no se ocup6 en tan digno empleo, quizo Negarla noche, pero antes que feneciese del dfala luz, estaba yaocupada la Real Plaza y todas las calles de esta ciudad de multitud de luminarias y todas las ventanas y balcones de luces y en la Plaza Mayor muchos attificios de fuegos con castillo en medio de lo mismo, ruedas y ardientes armados, con'sus montantes que también tuvieron por suerteslos lances de lidiar un toro armado que ocasion6 bastante. gusto verle embestir disparando tanta multitud de fuegos y truenos. Después de los fuegos que a costa de este ilustre Cabildo se ejecutaron esta noche en obsequio de su Majestad, en su real tablado se le pusieron cuatro blando- nes’* con sus hachas encendidas y alrededor muchos faroles con sus luces, jociosa parecfa la diligencia de estos materiales a la vista del Gran Sol de las Espafias, que tantas comunicaba consu Real presencia! pero fuera del reverente culto. que hicieron ala Mayor, no dejaron a influencias de las de su Majestad de ostentarse licidas y hermosas. Siguidse como alas ocho de lanoche unamascarada, que se ejecuté contodo primor por el Gran Turco y todos sus capitanes y soldados de a caballo, saliendo también con ellos la sombra de los fingidos negros y todos con luces, por delante muchas danzas y bailes a lo burlesco. Pusose en el tablado de su Majestad un coro de musica porque se seguiese a los (9v) instrumentos bélicos del dfa, los concertados y sonoros de Orfeo en la noche. Fue infinita la gente que discurrfa por las calles y la que venfa a la plaza por ver el retrato de su Rey y Sefior, admirando en su copia las perfecciones que ofrece en su original, y acompafié lo mds de lanoche a sus soldados de guardia, su Capitan y Alférez y demds cabos y muchas personas de excepci6n y cuenta, caballeros (y) forasteros a quienes generalmente a todos el Capitén regal toda la noche sin omitir suliberalidad, gasto, ni incomodidad, pues fund6 su descanso enel continuo desvelo 18. Blandones: candeleros grandes. 155 de servir en todo y con todo a su Rey. Lleg6 el dfa cinco tan deseado en esta ciudad, estaban todas las ventanas y balcones de la Real Plaza adornados de ricas y costosas colgaduras, y ocupadas éstas atin con mayor lucimiento con el adorno de infinitas damas y sefioras a quienes sus perfecciones servfan ademas para lucirlas la copia de brillantes reflejos que hacfan las joyas, siendo el integro adoro, el compuesto propio de sus hermosuras, que suspensa la admiraci6n en éstos, no dej6 lugar a la atenci6n para ver sus ricas galas y primorosos arreos.'9 Era ya taninfinita lamuchedumbre de su gente ylos ruidosos ecos de los clarines y trompetas que parecfa confusi6n, que solo se experimentaron aplausos este dfa. Como a las tres de la tarde - que nunca lo fue, pues se admiré en él solo una hicida y continuada majfiana -se juntaron en la sala de Ayuntamiento el sefior Alcalde Mayor, don Antonio de Zavala caballero del Orden de Santiago, los dos sefiores Alcaldes ordinarios: don Francisco de Villasefior Cervantes” y don Juan de Urdanegui;”' el sefior don Gregorio de Avilés y Zalazar, Bar6n de Avilés y Alguacil Mayor de esta ciudad; el sefior don Manuel de las Heras, Depositario General;” el sefior don José de Heizaguirre, Regidor Mayor, el sefior don Francisco Garcfa de Valdez, Regidor y Alférez Mayor este dfa y asf mismo llegé el sefior don Miguel Fernandez Roldan Escribano Publico y de Cabildo, tiltimamente (al tiltimo) llegaron los dos Reyes de armasy deseando ya todos dar principio a tan solemne acto, suspendi6 por entonces su ejecuci6n ver venir el gran concurso de indios naturales por la calle de San Agustin que entra en esta Real Plaza, yenfan delante infinidad de ellos con diversas invenciones y danzas a su usanza de ellos que entretenfan. Segufanse después algunas cuadrillas con arcos y flechas, trayendo memoria con este traje su antigiiedad. Después de todo se segufa con regio y ostentoso aparato, don Miguel de Urbina,” Cacique, representando la persona del Gran Cazonzi, Sefior 19, Arreos: atavios. 20. Francisco de Villasefior Cervantes, fue hijo de Miguel de Villasefior Cervantes y de Rita Ponce de Le6n, contrajo primeras nupcias con Guadalupe de Arroyo y Ruiz de Chavez y en segundas con Petra de Arroyo y Rodriguez de Guiza. Era descendiente del primer encomendero de Huango- Purudndiro, Juan de Villasefior, . Joséde Urdanegui, casadocon Nicolasa de Eizaguirre y de la Serna, tuvo al menos una hij de Urdanegui, Era yerno de José de Bizaguirre Regidor de Pétzcuaro, y quien participé activamente en las fiestas de la jura de Felipe V. 22. Capitén Manuel de las Heras, nacié en Villalar del Rfo, Calahorra. Se casé con Jer6nima de la Liana. Miguel de Urbina, fue Cacique y Regidor Mayor de Patzcuaro, después ocup6 la Gubernatura de los naturales al menos en tres ocasiones. La ostentacién con que se presents ese dia, indica el poder y riqueza que tuvieron algunos Principales naturales de Patzcuaro. 2 23, 156 natural que fue de esta Provincia, venfa en unas ricas andas, en ellas un solio portatil (h,10v), trafa en su cabeza una rica corona de perlas, cetro en las manos -guarnecida delo mismo- cuatro tilmas de brocado de distintos colores, calzoncillos bordados de perlas y con la misma guarnicién, un escudo de oro en los pechos, brazaletes y cacles™ de piedras ricas. Trafa su carcaj de flechas (y) cargabanlo cuatro principales caciques con titulo de reyes, con sus coronas de laurel en las cabezas, sin dispensar costumbre de la antigua representaci6n de la Majestad de sus Reyes. Iban acompafidndole a pie otros muchos principales, vestidos a su usanza y al lado del Gran Cazonzi, muchos temos de trompetas y chirimfas y otros instrumen- tos que en su antigtiedad practicaban en reverencia de sus principes, con todo este aplauso lleg6 a la Plaza Real el Gran Cazonzi, y puesto delante del tablado en donde estaba el retrato del Rey nuestro Sefior, se hizo bajar de su trono y subi6 al teatro y puesto de rodillas rindio su corona y cetro a los pies de su Majestad y con ella le dié la obediencia con rendidos afectos, que publicaron sus ojos ser verdaderas y leales sus demostraciones. Dada la obediencia se volvié a sus andas y sitial, para asistir en el paseo en el lugar que ya tenfa destinado, En ese tiempo fueron saliendo los sefiores del Cabildo para ir al tablado a la celebraci6n de 1a Real aclamacién y por estar inmediato a la propia sala del Ayuntamiento fueron a pie y egando a él subieron el sefior Alcalde Mayor, el sefior Alférez Mayor y los dos: sefiores (h.11) Alcaldes ordinarios y el sefiorRegidor Mayor que aunque falto dela vista corporal, surealzado ingenio y claro entendimiento, le hizo mirar en los ojos del alma y estar en todo en la funci6n, debiéndose los mejores asientos de ella a sus prontas y bien discurridas determinaciones. As{mismo subieronlos dos Reyes de Armas que ocuparon los dos extremos del tablado, cada uno el suyo y estaban propiciamente dispuestos para cl efecto, con coronas y cetros de preciosas y riqufsimas perlas de crecido valor, vestidos al terciopelo, fondo negro con mangas bordadas de oro y plata, con las sayas 0 gramallas*5 de damasco carmesf, grabados en las faldas del peto y espaldas y ambos brazaletes las Reales armas de Castilla y Le6n. Estaba puesta lainfanterfaen escuadronenfrente del tablado y una compafifa de caballos arcabuceros, que se componfa de cien hombres ocupé el ala derecha, y la izquierda las cuatro cuadrillas de turcos con sus cabos y todos con sus lanzas y 24, Cacles: sandalias. 25. Gramallas: especie de bata larga que legaba hasta los pies. 157 adargas,”* viniendo a quedar la infanterfa en medio, haciendo cuerpo de batalla, ysu Capitén que siempre se adelantaba en los primores de las galas -como en todo lo que ejecutaba- con sumo garbo. Trafa ese dfa un vestido, fondo negro a la francesa, guarnecido todo, sin percibirse el género de encajes blancos muy ricos de pitiflor, chupa y aforro de tela encamada con flecos de plata. Ostentose nuevamente bizarro conel manejo de las picas que ejecuté con singular destreza, Halldndose enlas gradas del tablado los dems sefiores capitulares, se mand6 lamar al Capitdn, que subiendo arriba, se le di6 noticia de que era (h.1 ly) tiempo de hacer la Real Aclamacion por el Rey nuestro sefior, don Felipe Quinto, y se le absolvié del homenaje que tenfa hecho de la guardia del pendén Real de esta ciudad y retrato de su Majestad. Hizoentrega de uno y otro con testimonio ptiblico que pidié al sefior Miguel Feméndez Roldan, Escribano Piiblico y de Cabildo, y hecho, se volvié a ocupar su puesto el sefior Miguel Feméndez, Escribanode Cabildo. Entonces recibié el debido homenaje al sefior Alférez Mayor don Antonio de Cabrera de que enarbolarfa aquel pend6n real de esta nobilfsima ciudad, por ella y por su Provincia de Michoacén en sunombre y por el del catélico Rey y sefior don Felipe Quinto. Hecho el homenaje, elsefior Alcalde Mayor, que tenfaen susmanosel Real Pend6n, se lo entreg6 al sefior Alférez Mayor, con testimonio auténtico que pidié. Con ésto dieron Principio los dos Reyes de Armas, y en alta voz dijeron: iSilencio! |Silencio! jSilencio!. jOid! jOid! ;Oid!, ¢ inmediatamente dijo el sefior Alférez Mayor, enarbolando en alto el Real Pendon; Castilla! {Nueva Espaiia! iPéscuaro! |Michoacén! |Por el invicto Rey don Felipe Quinto, Nuestro Sefior que Dios guarde muchos afios! a este tiempo fue universal la aclamaci6n de iViva, Viva, Viva el Rey!. Las voces de todos dieron noticia para que con lenguas de metal, repicaran las campanas de laiglesia Mayor de esta ciudad y asf a imitacion todos los demés conventos, poblando el aire con sus alegres repiques. A este tiempo dieron una carga cerrada los infantes mosqueteros y los arcabuceros de a caballo repitiendo iViva, Viva, Viva!. Desparramé muchas monedas de plata el sefior Alférez Mayor y también lo hicieron los dos Reyes de Armas, y Volvi6 la segunda vez a proclamara su Majestad el sefior Alférez Mayor, diciendo primero los dos Reyes de Armas: Silencio! iSilencio! jSilencio! ;Oid! iOid! Oid! y alzando el pendon, dijo el sefior Alférez 26. Adargas: escudos ovalados de cuero, algunos con 2 agarraderas. No tenfan armazén, solo icles muy gruesas pegadas y resistentes. 158 Mayor: jCastilla! ;Nueva Espafia! iPéscuaro! jMichoacén! ;Por el invicto Rey don Felipe Quinto, Nuestro Seftor! repitieron sonoras explicaciones las campanas con su segundo y regocijado repique y la Infanterfa junta con la Compafifa de Arcabuceros (dieron) otra carga cerrada con gran concierto y todos volvieron a proclamar a su Majestad con increfble juibilo, repitiendo el ;Viva! {Viva el rey!, volvié el sefior Alférez Mayor a esparcir monedas de plata y lo mismo los dos Reyes de Armas y estos por tercera vez dijeron jSilencio! ;Silencio! iSilencio! ;Oid! ;Oid! ;Oid!. El sefior Alférez Mayor levants la tercera vez el Real Pendén y dijo como las otras en alta voz jCastilla! ; Nueva Espafia! iP4scuaro! |Michoacén! Por el invicto Rey don Felipe Quinto, Nuestro Sefior!, Reiteréronsele de nuevo las concertadas voces bien oidas (h12v) del ;Viva, Viva, Viva el Rey! que todos dijeron y volvieron las campanas a publicar el regocijo en sus metélicas voces Por tercera vez, también la infanterfa y Arcabucerfa de a caballo di6 otra carga cerrada, tan propiamente, que ocasioné a todos qué admirar, El sefior Alférez Mayor volvi6 a tirar unas monedas de plata haciendo regocijada ostentacién de su galanterfa, propia de sunobleza y lealtad. Nohubo agua esta tarde, siendo tan propio de este mes de Mayo en este pats, -considerada prevenci6n del cielo- pues aunque el fuego era mucho, no fuera capaz el agua de mitigarle, y aunque pudiera lucir la competencia de los dos elementos, no quizo aventurarse el ciclo, conociendo la ventaja del encendido y voraz contrario, viéndole arraigado, atin més en los corazones y afectos de todos, que en la materia que vefa publicarse en los repetidos y ardientes globos dela mosqueterfa; también el sol pudo, viéndose negada su bizarrfa, esconderse o a lo menos recatarse con algtin embozo, porque aunque procuré el aumento de sus luces -m4s que nunca para ostentacién de su lucimiento- también padecieron mengua, porque las repetidas salvas de la Infanterfa y Compafifa de caballos arcabuceros, ocuparon por mucho rato la media regin del aire con densas nubes que formaron el humo de la pélvora, mas (h13) no obstante continu6 su carrera sin mostrar sentimientos, pues el dfa conocié que la tierra era propia esfera del cielo, y que el cielo debfa contribufr al aumento de lucir la tierra. Diése principio el paseo en esta forma: iban delante los clarines, trompetas, chirimfas y otros instrumentos antiguos de que todavia usan los indios. Después de muchas y diversas invenciones y danzas de que todos los pueblos de la jurisdicci6n concurrieron, segufanse unas cuadrillas de indios tayados en forma de Chichimecas con arcos y flechas. A estos segufanse a pie muchos principales con sus tilmas y laureles en las cabezas asu usanza; después con gran pompa y muchos instrumentos 159 miisicos, venfa en las andas que mantenfan sobre sus hombros los cuatro reyes, el Gran Cazonci, manifest4ndose en su modo y representaci6n, majestuoso y grave; después se segufan cuatro cuadrillas de turcos con sus capitanes, repartidos en diez filas de a cuatro hombres cada una, para poder proporcionarse en el paseo al tamafio del ancho de las calles. Iban muy lucidos, de marlotas y capellares”’ muy ricos, con lanzas y adargas en las manos, costosos turbantes y aderezos de caballos. Tras éstos iban més de 400 indios a caballo, que eran Alguaciles, Alcaldes y Gobemadores de (h13y) todos los pueblos sujetos a esta ciudad, se siguié con mucho lucimiento y todos éstos vestidos de negro con sus golillas.* Iban después 2 ministros de Vara, muy de gala, con buenos caballos y sillas bordadas de seda. Siguiéronse después los dos porteros con sus ropones y gorras de damasco carmes{, sus mazas al hombro, debajo de las que les iba todo el acompafiamiento nobilfsimo que convid6 el ilustre Cabildo de esta Ciudad. Esmeréronse todos en jaeces, sillas y caballos de gentil hermosura y movimiento. El primero que se siguié después (fue) el sefiorRegidor don Francisco Garcfa de Valdéz, trafa un vestido de razo labrado, mangas de lo mismo, aunque pobladas de encajes muy ric aire, joya en el pecho de unas muy crecidas perlas y una cadena de oro. Manejaba un hermoso bnuto castafio, con silla bordada de azul y blanco, jineta jaez”° curiosamente trazado con sayas® azules y blancas y dos lacayos con libreas*' de fino pafio con fajas anchas amarillas. A su lado venfa el sefior Miguel Fem4ndez Roldan, Escribano Publico y de Cabildo de esta ciudad, iba enun caballo castafio con jaez de saya encamado y anteado, hecho con todo primor, silla bordada de plata y oro y seda encarnada; vestido de razo negro labrado y mangas de tela blanca, guarnecido de encajes negros al aire. Segufale después el sefior don Joseph Gregorio de Avilés y Salazar (h.14) Barén de Avilés, Alguacil Mayor de esta ciudad en un caballo castafio, mediano de cuerpo y sin medida de alientos y generoso de espfritu y airoso de movimientos; jaez de bolillo de plata de encarnado y blanco, salpicado de muchas motas de seda de los propios colores y argenteado de oro; silla bordada de plata sobre azul, estribos y 27. Capellares: mantos de tipo morisco. 28. Golillas: adornos que circundan el cuello, sobre el cual se pone una valona de gasa engomada 0 almidonada. 29. Jineta: lanza corta; charretera de seda; modo de montar a caballo. 30. Saya: uinica de sedao lana. 31. Librea: uniforme. 160 hebillas de plata de martillo; Hevaba 2 lacayos con sus espadas y librea de brocado de color de romero y encamado. Delante iban 6 alabarderos*” muy lucidos con sus plumas en los sombreros y preeminencia del Oficio de Alguacil Mayor, llevaba su merced, joyas en el pecho, cintillo y lazo de esmeraldas en el sombrero, simboli- zando con el color de estas piedras, las vivas esperanzas que le animaban al servicio de su rey. A su lado venfa el sefior don Manuel de las Heras, Depositario General, vestido de tercipelo labrado, joyas de diamantes en el Pecho, cintillo y lazos de ellos en el sombrero, mangas muy ricamente bordadas de oro de Milén, iba enun caballo rucio® de tal brio y donaire que excedié al mejor, y sumerced enmanejarlo con tanta gentileza, estaba hermoso el bruto, adornado de una Tica silla de terciopelo verde a Ja brida, estribos de plata, tocado de joyas encamadas y nécar, guamecido todo de encaje de Mildn y moteado de muchas flores de diversos colores y sembrado de argenterfa de oro y plata, condos lacayos con libreas de pafio finoala rigurosa moda, guamecidos de fajas de seda encarnada (h.14y), Después venfan los dos sefiores Alcaldes Ordinarios, el del lado derecho era el sefior don Francisco Villasefior Cervantes, venfa en un caballo tordillo, airosa- mente, silla bordada de verde y anteado, tocado con joyas de los mismos colores,con vestido de razo negro labrado, mangas de lo mismo, guamecidas de encajes al aire, una muy rica joya en el pecho, cintillo y lazo de perlas en el sombrero; segufanle dos lacayos con sus libreas de pafio fino verde, con fajas amarillas. A su lado venfa el sefior don Juan de Urdanegui, segundo Alcalde, con vestido de terciopelo negro a fondo enrazo, mangas guamecidas de encajes de Mil4n al aire, una joya de rubfes enel pecho y un caballo rucio, tan hermoso en. Presencia y gala, que parecié a todos bien, haciéndose la més lucida el adoro dela sila, que era bordada de azul y el jaez del mismo color y encarnado, llevaba dos lacayos con libreas de pafio, con fajas de seda encarnada. Los dos Reyes de Armas siguiéronse después, en dos muy gentiles brutos tan iguales en color como en gallardfa de su brio y garboso movimiento, con sillas de brocado encamado y blanco con encajes de oro y plata de Milén Venfa después el sefior Alcalde Mayor, con vestido de terciopelo negro labrado, joya en el pecho, cintillo y lazo de diamantes en el sombrero, el caballo era 32. Alabardero: soldado armado con una alabarda, o sea con una lanza de aproximadamente dos metros de largo que termina en una mahorra con una cuchilla transversal, aguda por un lado y redonda por el otro. 33. Rucio: color pardo claro. 161 decolormanchado consilla de terciopelo verde ala brida guamecida (h.15) de flecos de oro, jaez de bolillo de plata, salpicada con mucho primor de motas de sedanegra, y de ellas argenterfa de oro. EI sefior don Antonio de Cabrera venfa en su lado derecho con el Real Pend6n en la mano, en un bizarro animal de color obscuro, hijo del aire, con silla de terciopelo labrado, fondo color verde y anteado, flecos de oro y estribos de plata con tocado de joyas blancas y encamadas argentadas de plata y oro, su merced, vestido de razo negro de Florencia, con mangas bordadas de plata yoro, muy ricas y una preciosa joya deesmeraldasenel pecho, cintillo de ricas perlas enel sombrero y en ellas un lazo de diamantes, Ilevaba a dos lacayos con libreas de pafio fino azul con guamiciones anteadas, en lo lucido del sefior don Antonio hablaron los ojos y se pararon los labios, que a una mirada y la mejor atencién vos di6 su aplauso, es el callado encarecimiento. Detrds de todos venfa la lucida Infanterfa, marchando en gentil orden, habiéndose hecho las filas de a seis hombres, para que no impidiese lo perfecto de la marcha, la estrechez del sitio de alguna calle. Tras Ja Infanterfa cerraba la tropa de los cien hombres de a caballo, arcabuceros repartidos en 20 filas de a cinco y con muy (h.15v) adecuada disposicién, y as{losinfantes mosqueteros comolacaballerfa de arcabuceros, jamés dieron tregua alas salvas, que repetidas iban siendo, yen’ ellas multiplicando aplauso ala atencién. De esta suerte y con orden fue la comitiva del acompafiamiento alrededor de la gran Plaza hasta que legé a la de San Agustin, en donde estaba otro tablado dispuesto, y apeandose el sefior Alcalde Mayor, el sefior Alférez Mayor y demds capitulares, se ejecuté la Real Aclamacién, con lamisma solemnidad de la primera. Intimando el silencio los dos Reyes de Armas y tremolandoel regio estandarte el sefior Alférez, y alas festivas voces del j Viva, Viva, Viva!, Volvieron la Infanterfa y Caballerfa de arcabuceros a dar otra carga cerrada. Prosiguidse el paseo porlacalle del sefior Depositario General, don Manuel de las Heras y en legando debajo de sus balcones, que estaban riqufsimamente colgados con tafetanes de color azul y en ellos bordados con oro finfsimo, variedad de pdjaros y otras curiosidades que s6lo las que ha previsto el agudo ingenio de la China las hicieron imitables, se echaron por ellos copia de fuentes de ricos dulces y pastillas para que el bullicioso concurso, en la porffa de cogerlos hiciese entretenida (h16) la airosa galanterfa del sefior don Manuel. Llegose a la Plaza de San Francisco en donde en el tercer Teatro que en ella estaba, muy curiosamente adornado, precediendotodas las precisas circunstancias que’ enel primero y segundo, volviéel sefior Alférez Mayor aelevarel Real Pendén, habiendo precedidolas voces del jSilencio! de los dos Reyes de Armas. Ahf voces animadas del regocijo 162 repitieron generalmente el ;Viva, Viva, Viva el Rey!. Asf mismo reiteré la mosqueterfa de los infantes y la de arcabucerfa de a caballo, con otra estruendosa, aunque agradable carga cerrada. Termindse el Paseo en las Casas Reales y el sefior Alférez Mayor, colocé en el tabladoel estandarte real, y todo el nobilfsimo acompafiamiento fue a dejarloalas casas de su morada, en donde dio cumplimiento refresco a todos, riquisimos dulces y diversidad de aguas y chocolate, lo mismo se hizo con el Capitan de la Infanterfa y toda ella y a la Compafifa de caballos arcabuceros, a las cuatro de los Turcos ya la de los fingidos negros y generalmente a cuantos quisieron gozar del indulto y en la liberalidad del seffor Alférez Mayor, que fueron las personas en ntimero de mds de 500, pero sin oponerse a tan generosa demostraci6n, quedé mortificado el sefior Alférez Mayor por el Ilustre Cabildo (h.16v) de esta Nobilfsima ciudad, sabiendo que tan justos gastos, sdlo pertenecfan al sefior don Miguel de Peredo como propietario Alférez Mayor, no le permitié al sefior don Antonio Pasarle por estos gastos y los satisfizo éste Ilustre Cabildo, pues premedit6 que para locrecido del lucir -c6mo lo fue en extremo- era copiosfsima generosidad los crecidos costos queen su persona tuvo el sefior don Antonio, sin afiadirle los que eran pertenecientes a otra; qued6 satisfecho y todos mAs de su publica ostentacién, que fue el mAs subido crédito al aprecio de sus aplausos. Habiendo esta noche este Iustre Cabildo dado noticia al sefior don Cristobal Ramfrez, Colegial que fue del insigne Colegio viejo de Santa Marfa de los Santos y Cura beneficiado por su Majestad de esta ciudad, de que se procuré se cantase una Misa en la Santa Iglesia Parroquial de ella, hacimiento de gracias, y por la celebracién ejecutada en la Real Aclamacién de su Majestad y por su salud. Al siguiente dfa (6 de Mayo) el sefior Doctor correspondi6 atentamente ala justa insinuacion que este Iustre Cabildo le hizo, pero facilit6 ser eficaz deseo y. afectuosa lealtad prontamente la ejecucién. Madrugé el Viernes con no menores luces (h.17) que los demés dfas, durando en éstos todavia la competencia también en del lucir, y haciendo sefias las campanas de la Iglesia Parroquial, latiendo sus lenguas con fineza componfan un sonoro ruido sus Tepiques y éstos fueron el aviso Para que en formado escuadr6n marchése toda la Infanterfa, y delante de ella los Sefiores del Cabildo, que llegados al templo se multiplicaron en él, los Tegocijos, viendo que el esmero del sefior don Crist6bal Ramfrez, su cura, hacfa canonizarle de cielo, ilustrado el altar mayor de resplandores, desde lo supremo de su eminente altura, hasta las reverentes aras de su culto, habfa copia de luces, que parecfa que el 163 cuarto planeta habfa trasladado en él su firmamento, transformando sus rayos en las encendidas bujfas. El convite que hizo el sefior Doctor Ram{rez, y el deseo de todos porque a todos convidé el amor- hizo mds grande la funci6n, con la asistencia de las sagradas religiones con sus comunidades y prelados. Comenzose la Misa con toda solem- nidad, con diaconos y muchos sacerdotes con sobrepellfz™ librése del desempefio del pullpito, al muy reverendo padre Fray José Ponce de Leon, dela orden de Nuestro Padre San Francisco, la erudicién fue imponderada, propia de 1a historia que desempefio 1a obligacién del asunto y tan cabal el asiento que admird ala mds sabia inteligencia del concurso. Terminése el santo sacrificio de la Misa, resonaron la melodfa de los instrumentos misicos y el estruendo sonoro de los clarines (@.17y) bélicos y las campanas con el apacible ruido de sus repiques. y prosiguié la marcha de la Infanterfa, continuando sus salvas hasta las casas de su capitan donde estaba el cuerpo de guardia. A\la tarde se lidiaron en la Real Plaza dos toros, en donde unida su fiereza con la destreza de los toreadores, lo hizo gustosfsima, porque el primor del torear, excus6 ¢l desabrimiento) que podfa ocasionar alguna desgracia. El siguiente.dfa sabado, hubo por la mafiana un alarde que hizo el Capitan y su Infanterfa con el acertado concierto de siempre y se fenecié el dfa ocupando la tarde de él, en lidiar otros dos feroces toros que con serlo tanto, hubieron de rendir su ferocidad alanunca ponderada destreza de los toreadores, que ejecutaron muchos y lucidos lances e hicieron admirables suertes, siendo la mayor no experimentarse desgracia alguna en tan evidente peligro. El domingo solo se ocupé de la tarde, que ésta fue a todos de mucho regocijo con la representaci6n de una gran comedia que se ejecuté con grande acierto, cuyo tiuilo era “Thetis y Peleo’** de adecuadfsima a el asunto y fiesta que se represent6 a sus Majestades en el Buen Retiro de Madrid y ahora se repitié en esta ciudad de Pétzcuaro por fiesta de su Majestad el Rey Nuestro Sefior Don Felipe Quinto. 34. Sobrepelliz: vestidura blanca de lienzo que llevan sobre la sotana los eclesidsticos. 35. Thetis era una de las nereidas, hija de Nereoy de Doris; Jdpiter la pretendia pero luego larepudié pues temia al oréculo que auguraba que un hijo de Thetis lo destronarfa. Para que eso no ocurriese, pens6 casarla con el mortal Peleo, pero ella lo rehufa transforméndose en varios elementos; sin embargo la persistencia del novio triunf6 y se casaron. De esa unin nacieron 7 hijos que para ser purificados del elemento mortal de su padre, Thetis los expuso al fuego por lo que iban muriendo, pero el séptimo fue salvado por su padre, se trataba de Aquiles. 164 E! lunes a las dos de la tarde (h.18) se form6 una escaramuza de las cuatro escuadrillas turcas y habiendo jugado al camias y cafias® y corrido muy concertadas parejas, estando su caudillo o Gran Turco debajo de su dosel en el castillo, -que este dfa sali6 riqu{simamente aderezado de jaez, turbante, marlota de tela azul pasada y otros arreos turcos,- form6 el capitén de su Infanterfa un lucido escuadrén y paséen todo orden marchando a sitiar el castillo, lo cual aunque fingido, en la realidad las aparentes ofensas y defensas que los turcos hicieron, dio bien que admirar, pues no queds traza ni ardid de guerra que al parecer de una y otra parte no se ejecutase con toda disciplina militar, llegando al asalto general con 1a espada en la mano consiguié con toda gloria el vencimiento del escuadrén cristiano, haciendo prisioneros a los contrarios turcos y con ellos a su Gran Sefior, dandoles alivio de su cautiverio el que logramos todos en la ultima comedia que se representé esta tarde con el mismo asiento y propiedad que las otras dos, siendo el adorno del teatro (y) del de los c6micos tan vistoso que gustaron los ojos y se satisfizo el entendimiento. (h.18y) Anhel6 esta nobilfsima ciudad en sus demostraciones bizarras, ano dar motivos a la emulacién con tan patentes expresiones, pues no se vio vasallo de su Majestad vecino de ella de mayor o menor jerarqufa que mds o menos, segiin su posible, no explicase su regocijo con toda fe, adelanténdose con excesivos gastos como se vid en las m4s premeditadas economf{as, sin pasarse a ser cémputode ella, porque la advertida consideracién de que era deuda la m4s propia obligacién este servicio a su Rey y Sefior, la satisfaccién se lo observ6 publicarla, con las demostraciones mejores que concedié el tiempo y la ocasién. Asf se coron6 la descripcién de esta plausibilidad ostentosa y regia, acatada de mi silencio para su suscinta delineaci6n, recelando no profanen mis palabras, lo que la repugnancia a la inteligencia de mi voz a tan elevado asunto y el soberano objeto a que se dirige. Mas era propio de esculpirse en l4minas de bronce para lo inmortal del tiempo y eterno de la memoria, que cifrarlo en el grosero corte de mi pluma. (h.19) Digo por esta ciudad que al paso que la naturaleza hizo postreros alos hijos ultimos al mismo parto, se esmer6é prédiga aventajarlos de prendas y gracias naturales y porque la mayor que se haya haber conseguido esta Nobilfsima y Leal Ciudad, es tener a nuestro gran Fhilipo por su catélico duefio a cuyas aras ha consagrado tan recurrentes cultos, (y) podr4 desde hoy nombrarse entre las 36. Juego de cafias: consistfa en arremeter varios jinetes, unos contra otros con unas cafias en las manos con el objeto de romperlas. 165 primogénitas de su Real Patrocinio: ; Viva Fhilipo para Gloria de la felicfsima Francia! ;Aumente la misma a la Austria! ;Sea en la mayor nuestra Espafia con su Real Presencia! ;Triunfante y glorioso este Nuevo Mundo del América! Viva! Y atentos nuestros leales pechos a sus justfsimas leyes entre nuestra lealtad y afecto sean preceptos inviolables por ser leyes suyas j Viva! y los gloriosos timbres de esta ciudad y su provincia, multipliquen laureles a su Corona con 1a felicidad de Fhilipo su Rey ;Viva! Y animen nuestras lealtades como alma de nuestras vidas con el generoso espfritu que nos influye su aliento, pues mitigé los justos sentimientos que padecfamos porque en la (h.19v) suya nos mantengamos eternos en la obediencia iViva! | Viva el gran Fhilipo! jFeliz y dichoso siempre viva! ; VIVA! Concuerda con su original que queda en el oficio de mi cargo y va cierto y verdadero, corregido y concertado y para que conste donde conyenga. De dicho pedimento y mandamiento doy el presente en la Ciudad de Pétzcuaro en cuatro dfas del mes de Agosto de mil setecientos uno, siendo testigos, a lo ver, sacar, corregir yconcertar: Miguel Mart{nez, Antonio Ordofiez y Manuel Ferndndez, presentes y hago mi signo en testimonio de verdad. Miguel Ferndndez Roldén Escribano Ptiblico y de Cabildo 166

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