Vous êtes sur la page 1sur 1

Carlos Ral Hernndez describe, de manera casi tragicmica, su hasto del

discurso pseudo-izquierdista de tiempos recientes en el escenario poltico


venezolano, discurso que logr hacer metstasis en el seno de la poblacin,
sobre todo en los aos de mayor popularidad del chavismo, ocasionando una
divisin no solo en el aspecto poltico, sino tambin en el aspecto social.

Como es costumbre nuestra, la amnesia selectiva suele hacernos olvidar


aquellos gloriosos discursos en los que, con frecuencia, escuchamos la
expresin pitiyankis!, vociferada en cadena nacional. La insercin de la semilla
xenofbica fue exitosa, y es as como, Roger Vilain en su artculo Da de la
Raza, o como se llame (El Universal, 2015) no pudo disfrutar tranquilamente
de su caf.

Pero Carlos Ral es ms astuto en su exposicin, pues usa datos histricos para
sustentar ese hasto que siente cuando le recuerdan que Espaa nos
invadi y por culpa de ellos ahora somos monotestas, hablamos una lengua
romance, nos cubrimos el cuerpo con telas, consumimos azcar, harina de
trigo, y pare de contar esas costumbres malignas impuestas por el invasor.
Muchas personan acostumbran a observar con ojo crtico el pasado sin recordar
que dicho pasado es y no puede dejar de ser, que las circunstancias de ese
momento

histrico

conllevaron

que

se

desencadenaran

dichos

acontecimientos y, por otro lado en este caso, que la cultura a la cual


pertenecan tanto los indgenas y como los europeos, era propia de su poca y
no poda ser distinta, de modo que no podan actuar de manera distinta a la
que desde el presente pretendemos imponerles s.

De modo que, desde este computador occidental y por medio palabras


espaolas, expongo que no s hablar wayuu o yanomami, y voy a tomarme
cafecito dulce para despus ir a lavar mis camisas de algodn.

Vous aimerez peut-être aussi