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Polemica sobre el populismo sein NataiioBoteng iwacen | JueWes 1806 Mave Dem latina y #l Caribe, celebrada hace pocos dias en Viena, José Manuel Dur Barroso, presidente de la Comisién Bjecutiva dela Union Europea, dijo ‘el populism es una amenaza a nuestros valores". El populieme ha adquiride p tatus internacional. Ampliamente difundido on América latina desde hace mas nedio siglo, ahora la cuestién populista abraza las inquietudes de doe continent E nla cumbre de jefes de Bstade y de gobierno de la Unién Buropea, Amé como cualquier expresién capaz de trascender una coyuntura politica particule sopulismo es, segian decia Raymond Aron aludiendo a otras palabras, un conce) ‘histéricamente saturado". {Qué podrian tener en comtin, en efecto, con la mir: arga quo nos depara una experiencia do sesonta afios, ol populisme de Juan Doringe Perén y el de Huge Chaves, o al de Victor Paz Estenssore y Evo Moral Tonvengamos en que no es sencillo introducir una explicacién satisfactoria on emejante conjunto de fenSmenos. Durao Barroso afirmé que la mejor definicié que le cabe al populismo es su tendencia "a una simplificacion abusiva de los >reblemas complejos" ¥ au intencién de apelar "a los sentimientos negatives yr os valores domocrSticos y al Estado do Derecho. ista perspectiva destaca sl estilo propio de un conductor que subordina la ley a roluntad y presenta #l debate politico como una opcion tajante entre la vieia ¥ 1 iueva politica, entre los amigos y los enemigos (externes y doméstices}, entre 1 usticia, on fin, y el oprobio de la injusticia establecida. Quien encarna esas lieotomias on l diseurse populicta os un lider ungide por la veluntad popular: eberanc de nueve curio que, cclocindese por encima del antigne régimen epresentativa, pretende instaurar un orden distinto valiéndose del auxilio de u texto constitueional también novedoso. Siempre los populistas imponen una. constitucién a la medida do cus designios. Dourrié antano con Perén y Pag Estenssoro, recientemente con Chavez y acontecera muy pronto con Evo Morales Invrestido por esta suerte de autoridad excepeional (per tanto inestable), el lider populista despierta apetencias colectivacen por del cambio social. En gran medida, él mismo es ¢] producto de una larga demora en esta materia. Su propésito es entonces ambicioso y vasto, pe aunque varien las circunstanoias de tiempo y lugar, la politica populista abreva, en general, en dos corrientes histéricas de larga duracién. La primera arrastra consig elimpulso, inscripto en el repertorio de las soviedades: Caneatire sarod modernas, de alcanzar mayores niveles de igualdad soci la segunda corriente, por su parte, enarbola =| estandart del nacionalisme. No tados los nacionalisros con populistas, ni tampoce lo son las politicas inspirad on criterice de igualdad o de equidad. Hubo on otras épooas nacionalismes conservadores y, en la actualidad, hay democracias devotas, al mismo tiempo, de benefieins del desarrollo humano y del Bstade de Derecho. La peculiaridad del populisme consicte entonces on apropiarse de ostos dos omblemac vaciindslesen molde de un personalismo hegeménico que tira por la borda las restricciones institueionales. En ausencia de estas limitaciones, aptas para delinear el contarno la logitimidad constitucional, las experiencias populistas suolen fabricar mayorias Los populismos pueden generar procesos de incorporacién social, como sucedid entre nosotros en el curso del primer peronismo, o anteponer las reivindicaciones nacionalistas frente a presuntos enemigos externos (el sempiterno demonio del imperialismo}, segtin se desprende del militante discurse de Chévez. En una yotra estas operaciones, modianto un movimionte hogeménice de captacién maciva de apoyos, la dialéetiea del papulismo arrineona a las partidos de aposieién y hace de ellos un rehén al quea veces asalta la tentacién conspirativa. Merced a esta légica, populismo, en lugar de considerarse, al modo de un partido, una parte del pueblo, busca encarnar a todo el pueblo y, por ende, en clave nacionalista, a toda la Naciér Este multifacético fenémeno no tendria sentido si el lider populista no dispusiese ¢ recursos econémivos. De no contar con ese instrumento decisive, el populismo agoniza prisionero del desequilibrio entre gastos « ingresos y de la inflacién. Mo es por lo tanto a causa deun acertijo inesperado dela historia que el populismo haya reaparecide en estas mamentos. No seentionde a Chaver sin el petrélea y a Morale sin el gas. Estos dos pilares configuran hoy la base del nacionalismo y del propésite de erradicar la pobreza y la marginacién social. Mas alla de las conquistas electorales, no parece que Chavez haya tenido al respecto éxitos visibles en el combate contra la pobreza; lo de Morales, junto con las legitimas reivindicaciones la gran mayorfa de la poblacién boliviana sumergida en deplorables condiciones de vida, esta por verse. Asi las cosas, existe ol riesgo de otorgar al populismo una exagerada trascendencia Si nos atenemos.a los hechos, el populismo es hoy minoritario en América latina. Tiene sf relevancia por los recursos que controla, pero pareceria que, code a codo con esta clase de irrupciones, est4 en marcha en nuestros paises un esfuerzo para incorporar a la esfera pitblica el valor de la responsabilidad. De Brasil a Chile y Uruguay, y de Colombia a Pera, nuestras politicas no arrojan un saldo populista sino, mas bien, resultados opuestos que, con enormes dificultades y tropiezos, buscan aproximarse a las exigencias propias del reformismo democratico. Este tiltime objetivo no es contrario, en principio, a la propiedad ptiblica de esos recurs estratégicos (Chile tiene en manos del Estado el cobre y Brasil el petréleo} pero mnpetitive de pluralisme de partidos! pimporta que csta crientaciSn ova de isquicrda ode derechaslo que importa, on Minitiva, oo wasar la linea entre por un lade la politica que ee ajusta el Betade de srecho ¥, per otro, la polities que rechaza esta restriccidn. Me oe trata, por nsiguiente, de un debate entre dos tipos da isquierda sing d= una polemica, acas as decisiva, entre dos tipos de repablica. Chaves dijo on Viena que algunos lam: spulisme al comiense de una nueva era cn América latina, "tratando de desfigur: hermosura que tenemos". En realidad, ose restre aparontements dosfisurade ti va referontes: © queremes una republica demceratica reprasentativa on la cual le felizencia snadadana irradia a través da buenas loves 7 de una alrernancia metructiva on ol cjercicie dal poder, nos antrogamo: ala aventura de inyootar reptiblica ol contenide propio de un principads ta co una disyuntive de peso. Le Argentina debe ubicarse claramente del lado de peepublicas tarnpladasgear lnesl dactneetacional c aabiendasde wudwiade cate lquiride do antemanc. Si ol populisme os una amenaza, no mence provsupantes egravicimes desafies que ec incuban on nuestras megalopolis, coce inmensoe wnglemerades humane duramente sactigados por las dasigualdades y ol orimen Sanizedo. 4 la vista de lo que set Suscdiondo on estos dias en San Fable, sto ihorama sobreceg= ¥ plantea una severa advertencia porque -a ne olvidarlo- las Wsiones Populistas son tambien product de la incapacicdad reformista de las or Watalic Fi. Rotana Para LA MACTON

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