ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO.
"TRIBUNAL DE APELACIONES
REGION JUDICIAL DE SAN JUAN
CARLOS J. PEREZ MOLINA, ET AL.
Apetante
vs.
AUTORIDAD DE ENERGIA
ELECTRICA, ET AL.
Apetado
LIC, LUIS M. RODRIGUEZ LOPEZ
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PANEL
Apelacion
procedente del Tribunal de
KLAN2016 Primera Instancia, Sala
Superior de San Juan
Civil Ném.: K DP2012-0297
(805)
APELACION
JOSE ENRICO VALENZUELA ALVARADO.
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EN SAN JUAN, PUERTO RICO, A 25 DE FEBRERO DE 2016ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO
TRIBUNAL DE APELACIONES
REGION JUDICIAL DE SAN JUAN
PANEL __
CARLOS J. PEREZ MOLINA, Apelacién
ETAL, procedente del Tribunal
KLAN2016. de Primera Instancia,
Apelante Sala Superior de San
Juan
vs.
Civil Nom.: K DP2012-
AUTORIDAD DE ENERGIA 0297 (805)
ELECTRICA, ET AL.
Apelado
APELACION
iNDICE DE MATERIAS 7
PAGINAS
COMPARECENCIA 1
1. INTRODUCCION 12
Il, JURISDICCION Y COMPETENCIA DEL TRIBUNAL 2
II. DECISION CUYA REVISION SE SOLICITA 2
IV. BREVE RELACION DE HECHOS E INCIDENTES PROCESALES 34
V. SENALAMIENTOS DE ERROR 45
PRIMER ERROR:
ERRO EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, SALA
SUPERIOR DE SAN JUAN, AL CONCLUIR QUE NO
EXISTEN HECHOS EN CONTROVERSIA, RAZON POR
LO CUAL NO PROCEDE LA SENTENCIA SUMARIA A
FAVOR DE LA PARTE DEMANDADA.
SEGUNDO ERROR:
ERRO EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, SALA.
SUPERIOR DE SAN JUAN, AL NI TAN SI QUIERA
ANALIZAR LOS HECHOS SIN CONTROVERSIA
PRESENTADOS POR LA PARTE DEMANDANTE, NO
CONSIDERADOS NI ENUMERADOS EN LA
SENTENCIA.
TERCER ERROR:
ERRO EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, SALA
SUPERIOR DE SAN JUAN, AL CONCLUIR QUE APLICA
LA DOCTRINA DE PATRONO ASEGURADO.
iiCUARTO ERROR:
ERRO EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, SALA
SUPERIOR DE SAN JUAN EN SU DETERMINACION
SOBRE LA IMPOSICION DE HONORARIOS DE
ABOGADOS A LA PARTE DEMANDANTE.
VI. DISCUSION DE LOS ERRORES SENALADOS 5-26
VII. CONCLUSION Y SUPLICA 27
NOTIFICACION 27
itiA. LEYES Y REGLAMENTOS
Cédigo Civil de Puerto Rico, Articulo 1803, 31 L.P.R.A. §5142
Constitucién del Estado Libre Asociado de Puerto Rico,
Articulo V, Seccion 1
Ley de la Judicatura del Estado Libre Asociado de Puerto Rico
de 2003, Ley Numero 201 de 22 de agosto de 2003, 4 L.P.R.A, sec.24y(a)
Reglamento del Tribunal de Apelaciones,
4 L.P.R.A. Ap. XXII-B (2004), Reglas 13-16
Reglas de Evidencia de Puerto Rico de 2009, Regla 201(B)(2)
Reglas de Procedimiento Civil, Regla 36.4,
32 L.P.R.A., Ap.V, R.36.4 (2009)
Reglas de Procedimiento Civil, Regla 44.1,
32 PRA, Ap.V, R.44.1 (2009)
Reglas de Procedimiento Civil, Regla 43.3,
32 LP.R.A., Ap.V, R.43.3 (2009)
Reglas de Procedimiento Civil, Regla 47,
32 L.P.R.A,, Ap.V, R.47 (2009)
Reglas de Procedimiento Civil, Regla 52.2,
32 L.PR.A., Ap.V, R.52.2 (2009)
B. _ JURISPRUDENCIA DE PUERTO RICO
Baralt, et al. v. E.L.A., 83 D.P.R. 277, 280 (1961)
Castro v. Gonzalez, $8 D.P.R. 368, 380 (1941)
Colén Santos v. Coop. Seg. Mult. P.R., 173 D.P.R. 170, 188 (2008)
Dominguez v. GA Life, 157 D.P.R. 690, 706 (2002)
C.O.P.R. v. S.P.U., 181 D.P.R. 299, 342 (2011)
Corp. Presiding Bishop v. Purcell, 117 D.P.R. 714, 722-23 (1986)
Cuadrado Lugo v. Santiago Rodriguez, 126 D.P.R. 272, 279 (1990)
Elba A.B.M. v. U.P.R., 125 D.P.R. 294 (1990)
Estremera v. Inmobiliaria Rac, Inc., 109 D.P.R 852, 855 (1980)
Gonzalez v. Cia. Agricola, 76 D.P.R. 398, 401 (1954)
Herméndez Vélez v. Televicentro, 168 D.P.R. 803, 831 (2006)
1.A.D.M. v. Centro Com. Plaza Carolina, 132 D-P.R. 785, 794 796 (1993)
iv
Paginas
19,24
13
15
25
25
19
19
26
26
25
10
10
11, 18
18
19
18
11,18Marrero Rosado vy, Marrero Rosado, 178 D.P.R. 476, 504 (2010)
Martinez v. U.S. Casualty Co., 79 D.P.R. $96, 601 (1956)
Negrén
111 D.P.R. 657, 661 (1981)
Ocasio Serrano v.
L.A., T-A, Nim, KLCE2007-0528
Ortiz v. Suen. Serralles, 89 D.P.R. 419 (1963)
Pabén Escabi v. Axtmayer, 90 D.P.R. 20 (1964)
P.R. Oil v. Dayco, 164 D.P.R. 486, 511 (2005)
Ramos Pérez v. UnivisiGn, 178 D.P.R. 200, 219-220 (2010)
Rivera Pérez v. Cruz Corchado, 119 D-P.R. 8, 20 (1987)
Rivera v. Tiendas Pitusa, Inc., 148 D-P.R. 695, 702 (1999)
‘Sanchez Rodriguez v. Lopez Jiménez, 118 D.P.R. 701 (1987)
Santos Bermiidez v. Texaco P,R.,Inc., 123 D.P.R. 351, 357 (1989)
S.L.G. Vazquer, Ibafiez v. De Jestis, Vélez, 180 D.P.R. 387, 407 (2010)
Sucesién v. Autoridad de Energia Eléctrica, 149 D.P.R. 159, 177 (1999)
Tormos Arroyo v. D.LP., 140 D.P.R.265, 274-275 (1996)
Vélez Coldn v. Iglesia Catélica, 105 D.P.R. 123 (1976)
Vélez v, Llavina, 18 D.P.R. 656 (1912)
25
19
24
18, 24
19
ul
26
12
18
26
19,20
26
19,20
1,12
MW
19ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO
‘TRIBUNAL DE APELACIONES
REGION JUDICIAL DE SAN JUAN
PANEL __
CARLOS J. PEREZ MOLINA, Apelacién
ETAL procedente del
Tribunal de Primera
Apelante Instanci:
Superior de San Juan
vs. KLAN2016,
Civil Nim.: K DP2012-
AUTORIDAD DE ENERGIA 0297 (808)
ELECTRICA, ET AL.
Apelado
APELACION
AL HONORABLE TRIBUNAL:
COMPARECE, la parte Apelante, CARLOS J. PEREZ MOLINA, su esposa, ANNA.
FIGUEROA COLON, Y LA SOCIEDAD LEGAL DE GANANCIALES COMPUESTA
POR AMBOS, por conducto de su abogado que suscribe y muy respetuosamente EXPONEN,
ALEGAN Y SOLICITAN:
1. INTRODUCCION
El caso que nos ocupa versa sobre un vil ataque fisico de un conocido convicto, quien
resulta ser empleado de la parte Demandada-Apelada, Autoridad de Energia Electrica (0
“A.E.E.”), contra el Demandante-Apelante Carlos J. Pérez Molina, durante horas laborables.
Luego de varios tramites procesales, el 5 de octubre de 2015, notificada el 7 de octubre
del mismo ajio, el Tribunal de Primera Instancia (o “T.P.I.”), Sala de San Juan, dicté
sorpresivamente una “Sentencia” por la via sumaria, concluyendo, inter alia, que aplica la
doctrina de patrono asegurado, descartando ademés la responsabilidad vicaria, y determinando
que los supervisores no fueron negligentes.' Por ello, desestima el caso que nos ocupa, y se
impone una cantidad exagerada, sin andlisis legal alguno, de $5,000.00 délares por concepto de
honorarios de abogado contra la parte Demandante-Apelante en este caso?
' Véase, EXHIBIT XXIV, Sentencia $ de octubre de 2015, notificada el 7 de octubre del mismo aflo, Pérez Molina,
ef al. v. AEE, ef al., Civil Nim. K DP2012-0297 (805), a las pigs. 7-19. [Ap. 530-550].
*1d.,ale pig. 19. [Ap. $50)Por entender que se obviaron miiltiples determinaciones de hechos, en su mayoria
admisiones de oficiales demandados y/o supervisores que laboran para la parte Demandada-
Apelada, y por la errada interpretacién del derecho del T.P.I. ante los hechos presentados ante si,
presentamos una Solicitud de Reconsideracién dentro del término dispuesto para ello, el 21 de
octubre de 2015.’ Luego de 1a correspondiente oposicién de la parte Demandada-Apelada, ef
T.P.L, declaré no ha lugar la Solicitud de Reconsideracién mediante Resolucién, el 26 de encro
de 2016.5
I. SURISDICCION Y COMPETENCIA DEL TRIBUNAL
La jurisdiceién de este Honorable Tribunal para entender en el recurso instado emana del
Articulo V, Seccién 1 de la Constitucién del E.L.A; de los Articulo 4.006(a) de la Ley de la
Judicatura del Estado Libre Asociado de Puerto Rico de 2003, Ley Nim. 201 de 22 de agosto de
2003, 4 L.P.R.A. § 24y(a); de las Reglas 13 a 16 del Reglamento del Tribunal de Apelaciones, 4
L.P.RA. Ap. XXII-B (2004); y de la Regla 52.2 de Procedimiento Civil, 32 L.P.R.A. Ap. V,
(2009), R. $2.2,
Il, DECISION CUYA REVISION SE SOLICITA
Carlos J. Pérez Molina, su esposa Anna Figueroa Colén y la sociedad legal de
gananciales compuesta por ambos, apelan de la Sentencia emitida en el caso de referencia,
emitida por el T.P.L, Sala de San Juan, el 5 de octubre de 2015, 1a cual fue notificada el 7 de
octubre de 2015. Dicha Sentencia fue contraria a la parte aqui Demandante-Apelante.
Posteriormente, presentamos una Solicitud de Reconsideracién dentro del término dispuesto para
ello el 21 de octubre de 2015, de conformidad con la Regla 47 de las de Procedimiento Civil, 32
LP.R.A. Ap. VR. 47 (2009)*, lo cual tuvo el efecto de paralizar los procedimientos. Luego de
la correspondiente oposicién de 1a parte Demandada-Apelada, e! T.P.., declaré no ha lugar la
Solicitud de Reconsideracién, notificada el 26 de enero de 2016.
IV. BREVE RELACION DE HECHOS E INCIDENTES PROCESALES
? véase, EXHIBIT XXV, Reconsideracién del 21 de octubre de 2015, Pérez Molina, et al. v. AEE, et al., Civil
Naim. K DP2012-0297 (805). (Ap. 551-584].
‘ Véase, EXHIBIT XXVI, Resolucién notificada el 26 de enero de 2016, Pérez Molina, etal. v. AE.E., et al, Civil
Nim. K DP2012-0297 (805). [Ap. 585-589].
* La Regla 47 de las de Procedimiento Civil, 32 L.P.R.A. Ap. V, R. 47 (2009) en su parte pertinente dispone:
[...] Una vez presentada la mocién de reconsideraci6n quedarin interrumpidos los términos para
fecurtir en alzada para todas las partes. Estos términos comenzarin a correr nuevamente desde la
fecha en que se archiva en autos copia de Ia notificacién de la resolucién resolviendo la mocién de
reconsideracidn,Originalmente, el 24 de abril de 2014, luego de analizar sendas mociones de sentencia
sumaria parcial presentadas por las partes en este pleito, el T.P.I. dicts Resolucién mediante la
cual determiné aquellos hechos que no se encuentran en controversia, Véase, EXHIBIT XX,
Resolucidn del_24 de abril_de 2014, notificada el 29 de abril de 2014, Ci
Nam. K DP2012-
0297 (805), pags. 4-6. [Ap. 380-398].
Ademis, en la mencionada Resolucién el T.P.L. sefialé que entendia existian unos hechos
pertinentes que aiin se encontraban en controversia. Estos son:
a. El presunto historial delictivo del Sr. Mangual Rodriguez.
b. Si la parte demandada conocia o debié conocer el presunto historial
delictivo del Sr. Mangual Rodriguez,
c. De probarse lo anterior, si la presencia del Sr. Mangual Rodriguez. en el
rea de trabajo creé una situacién de riesgo y peligro para los empleados y el
entorno laboral.
d. Sila parte demandada fue culpable o negligente tanto en el manejo de la
situacién habida entre el Sr. Pérez-Molina y el Sr. Mangual Rodriguez, como en la
subsiguiente investigacién.
. De probarse alguno de los supuestos anteriores, si Ia parte demandante
sufrié dafios como consecuencia de ello.®
f De probarse que la parte demandante suftié dafios, si la parte demandada
responde por éstos y a cuinto ascienden.
Véase, EXHIBIT XX, Resolucién del 24 de abril de 2014, notificada el 29 de abril de 2014,
Civil Nam. K DP2012-0297 (805), pags. 6-7. [Ap. 380-398].
Luego del extenso descubrimiento de prueba habido en este caso, la parte Demandante-
Apelante suplement6 y reiteré su solicitud de sentencia sumaria parcial. Es decir, la parte
Demadante-Apelante present6 una Segunda Solicitud de Sentencia Sumaria Parcial el 4 de
febrero de 2015,’ junto con las siguientes Deposiciones numeradas en sccuencia como
“Exhibits”, segiin se describe a continuacién:
Las incisos (e) y (A) son para ser determinados en un jul
Apelante. Ergo, no son discutidos en este recurso apelaiivo.
io en su fondo de prevalecer aqui la parte Demandante-
7 Véase, EXHIBIT XXI, Segunda Solicitud de Senten
201!
ig Parcial por {a parte Demandante, 4 de febrero de
Pérez Molina, etal. ¥. A.E.E,, et al. Civil Nim, K DP2012-0297 (805). (Ap. 399-417].EXHIBIT XVI, Deposicién del Sr. Carlos Pérez Molina, (12 de agosto de 2014). [Ap.
89-240].
EXHIBIT XVII, Deposicién del Sr. Fernando Cancel Marin, (30 de octubre de 2014),
[Ap. 241-290].
EXHIBIT XVIII, Deposicién del Sr. Rafael Meléndez Alvarez, (30 de octubre de
2014). [Ap. 291-326].
EXHIBIT XIX, Deposicién de la Sra. Anna Figueroa Colén, (14 de agosto de 2014).
[Ap. 327-379].
Luego de varias prérrogas y trimites procesales, el 9 de abril de 2015 la parte
Demandada-Apelada presents una “Oposicién a Segunda Mocién de Sentencia Sumaria Parcial
y Solicitud de Sentencia Sumaria a favor de la parte Demandada”.® Entonces, la parte
Demandante-Apelante presenté una “Oposicién a Sentencia Sumaria y Réplica a Oposicién a
Segunda Mocién de Sentencia Sumaria Parcial”, el 17 de abril de 2015.”
Posteriormente, cl T-P.I. el 5 de octubre de 2015, notificada el 7 de octubre del mismo
afio, dicté “Sentencia” por la via sumaria, concluyendo, inter alia, que aplica ta doctrina de
patrono asegurado, descartando asi la responsabilidad vicaria, y determinando que los
supervisores no fueron negligentes.'° Asi las cosas, presentamos una Solicitud de
Reconsideracién dentro del término dispuesto para ello el 21 de octubre de 2015." Luego de la
correspondiente oposicién de la parte Demandada-Apelada, el T.P.I., Sala de San Juan, declard
no ha lugar la Solicitud de Reconsideracién el 26 de enero de 2016."
V. SENALAMIENTOS DE ERROR
PRIMER ERROR:
ERRO EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, SALA SUPERIOR DE,
SAN JUAN, AL CONCLUIR QUE NO EXISTEN HECHOS EN
' Vease, EXHIBIT XXII, Oposicién a Segunda Solicitud de Sentencia Sumaria Parcial y S
‘Sumaria por Ia parte Demandada, 9 de abril de 2015, Pérez Molina, et al v. A.E.E, et al, C
(0207 (805). [Ap. 418-502].
itd de Sentencia
iI Nim. K DP2012-
EXHIBIT XXIII, Oposicién a Sentencia Sumaria y Réplica a Oposicién a Segunda Mocién de Sentencia
Parcial, 17 de abril de 2015, Pérez Molina, etal. v..E.E., et al, Civil Niim. K DP2012-0297 (805). [Ap.
'* vésse, EXHIBIT XXIV, Sentencia 5 de octubre de 2015, notificada el 7 de octubre del mismo afio, Pérez
Molina, et al. v. A.E.E., ef al., Civil Nim. K DP2012-0297 (805). [Ap. 530-550].
"' véase, EXHIBIT XXV, Reconsideracién del 21 de octubre de 2015, Pérez Molina, etal. v. A.E.E., ef al, Civil
Nim, K DP2012-0297 (805). [Ap. 551-584].
Véase, EXHIBIT XVI, Resolucién notificada el 26 de enero de 2016, Pérez Molina, etal. v. A.E.E., etal, Civil
‘Nim. K P2012-0297 (805). [Ap. 585-589].CONTROVERSIA, RAZON POR LO CUAL NO PROCEDE LA
SENTENCIA SUMARIA A FAVOR DE LA PARTE DEMANDADA.
SEGUNDO ERROR:
ERRO EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, SALA SUPERIOR DE
SAN JUAN, AL NI TAN SI QUIERA ANALIZAR LOS HECHOS SIN
CONTROVERSIA PRESENTADOS POR LA PARTE DEMANDANTE, NO
CONSIDERADOS NI ENUMERADOS EN LA SENTEN'
TERCER ERROR:
ERRO EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, SALA SUPERIOR DE
SAN JUAN, AL CONCLUIR QUE APLICA LA DOCTRINA DE
PATRONO ASEGURADO.
CUARTO ERROR:
ERRO EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, SALA SUPERIOR DE.
SAN JUAN EN SU DETERMINACION SOBRE LA IMPOSICION DE
HONORARIOS DE ABOGADOS A LA PARTE DEMANDANTE.
YI. DISCUSION DE LOS ERRORES SENALADOS.
R ERROR:
ERRO EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, SALA SUPERIOR DE
SAN JUAN, AL CONCLUIR QUE NO EXISTEN HECHOS EN
CONTROVERSIA, RAZON POR LO CUAL NO PROCEDE LA
SENTENCIA SUMARIA A FAVOR DE LA PARTE DEMANDADA.
En su escrito de “Oposicién a Segunda Solicitud de Sentencia Sumaria y Solicitud de
Sentencia Sumaria”,"? la parte Demandada-Apelada enumera en los parrafos 1 al 21 los hechos
que no estén en controversia segiin Resolucién del T-P.1. de 24 de abril de 2014. Sin embargo,
la parte Demandada-Apelada enumerd en los parrafos del 22 al 35 los siguientes hechos, los
cuales la parte aqui Demandante-Apelante se opuso efectivamente, demostrando que estén en
controversia, y que el T.P.I. considera en su Sentencia, siendo un grave error. Estos son:"*
Hechos Sin Controversia segiin Ia Parte
Demandada
Respuesta a Supuestos Hechos Sin
Controversia
22. Por medio de la comunicacién del 28 de
julio de 2011, la AEE. cité al Sr. Manolo
‘Mangual a una vista informal e investigativa
para el 2 de agosto de 2011. (Exhibit I de la
Mocién de Sentencia Sumaria de la A.E.E.).
" Véase, EXHIBIT XXII, Oposicién a Segunda Solicitud de Senten
Se admite. Ademés, el Sr. Mangual Rodriguez.
nunca fue separado definitivamente de su
empleo en la A.E.E. por los cargos
administrativos formulados en su contra
conforme dicta el reglamento, a pesar de que el
Sr. Mangual Rodriguez se_declaré culpable y
maria Parcial_y Solicitud de Sentencia
‘Sumaria por la parte Demandada, 9 de abril de 2015, Pérez Molina, etal. v. A.E-E., et al., Civil Nim. K DP2012-
(0297 (805), [Ap. 418-502]
Con el propésito de fa
Hechos Sin Controversi
i la lectura, los aqui Demandantes-Apelantes hacen referencia a la “Relacién de
(RHSC") en especifico con la referencia al Apéndice con cada pagina en particular
segin el Reglamento det Tribunal de Apelaciones, 4 L.P.R.A. Ap. XXILB (2009), ef seq., y posteriormente hace
referencia al “RHSC” con su correspondiente nimero asignado.Tue convicto por la agresion cometida en contra
de Pérez Molina, Sino por el contrario, la
AEE. Io retuvo en el empleo y le autoriz6 que
el Sr, Mangual Rodriguez se acogiera a los
beneficios de jubilacién por incapacidad
emocional no ocupacional, efectiva el 28 de
octubre de 2012. Véase, EXHIBIT XVIII,
Deposicién del Sr. Rafacl Meléndez Alvarez,
‘Meléndez! Dep. 16:1-17:21; 18:4-17. [Ap. 307-
309]. RHSC Nam. 19,
3. Con fecha del 2 de agosto de 2011, la
AEE. envi al Sr. Manolo Mangual una
comunicacién informndole que en dicha fecha
se celebré la vista informal e investigativa y
dado a que no asistié a la misma, la A.E.E. se
sostiene en la creencia de que violé las reglas
de Conducta de la Autoridad, por lo que
procedicron a suspenderlo inmediatamente de
empleo y sueldo el jueves, 4 de agosto de
2011. (Exhibit 2 de la Mocién de Sentencia
Sumaria dela AEE).
‘Se admite, Ademas, el St. Mangual Rodriguez
nunca fue separado definitivamente de su
empleo en la A.E.E. por los cargos
administrativos formulados en su contra
conforme dicta el reglamento, a pesar de que el
Sr. Mangual Rodriguez se declaré culpable y
fue convicto por la agresién cometida en contra
de Pérez Molina. Sino por el contrario, la
A.EE. lo retuvo en el empleo y le autoriz6 que
el Sr. Mangual Rodriguez se acogiera a los
beneficios de jubilacién por incapacidad
emocional no ocupacional, efectiva el 28 de
octubre de 2012. Véase, EXHIBIT XVII,
Deposicién del Sr. Rafael Meléndez Alvarez,
Meléndez’ Dep. 16:1-17:21; 18:4-17. [Ap. 307-
309]. RHSC Nim. 19,
24, En la comunicacion enviada al Sr. Manolo
Mangual e} 4 de agosto de 2011, se le informé
de su derecho a ssolicitar una vista
administrativa al Jefe de la Divisién de
Asuntos Laborables para ventilacién de los
cargos que se le imputan. (Exhibit 3 de la
Mocién de Sentencia Sumaria de la A.E.E.
Se admite. Ademds, el Sr. Mangual Rodriguez
nunca fue separado definitivamente de su
empleo en la AEE. por los cargos
administrativos formulados en su contra
conforme dicta el reglamento, a pesar de que el
Sr. Mangual Rodriguez se declaré culpable y
fue convicto por Ia agresién cometida en contra
de Pérez Molina, Sino por el contrario, la
AEE, lo retuvo en el empleo y le autoriz6 que
el Sr. Mangual Rodriguez se acogiera a los
beneficios de jubilacién por incapacidad
emocional no ocupacional, efectiva el 28 de
octubre de 2012. Véase también, EXHIBIT
XVIII, Deposieidn del Sr. Rafael Meléndez
Alvarez, Meléndez' Dep. 16:1-17:21; 18:4-17.
[Ap. 307-309]. RHSC Nam. 19.
25, José Grau Balsciro, Ingeniero Jefe
Departamento [sic], realizé el Informe de
Investigacién en torno a Ia agresién que suftié
el demandante Pérez Molina por parte del Sr.
Manolo Mangual. (Exhibit 4 de la Macién de
Sentencia Sumaria de la A.E.E.).
Se admite. De hecho, en las “conelusiones”, el
sefior José Grau Balseiro en el inciso 2 y 3
dice: “EI Sr. Carlos J, Pérez Molina recibié del
sefior Mangual Rodriguez lenguaje amenzante
¢ insultante por este Iamarle “cabrén” sin
provocacién alguna. El sefior Pérez Molina
manifesté claramente que no tenia interés en
ponerse a discutir sobre esto. Dando la
conversacién por terminada, el sefior Pérez
Molina cambié la mirada para dirigirse al Sr.
Miguel Reyes y acto seguido, de manera
sorpresiva el Sr. Manolo Mangual Rodriguez
atacé dandole un puo a su compaitero Carlos
J. Pérez Molina, ocasionandole graves dafios a
su ojo derecho, incluyendo fractura de la érbita
del ojo en ambos hemisferios, cortaduras en Lacara y provocindole que _perdicra
momentineamente e conocimiento”.
‘Ademds, en la Relacién de Hechos Sin
Controversia “RHSC” Nam, 9 Ia parte
Demandante afiade: “[e]l Sr. Grau-Balseiro
también tenia conocimiento del _historial
delictivo del St. Manolo Mangual previo a la
agresién suftida por el Sr. Pérez Molina,
Véase, EXHIBIT XVI, Deposicién del Sr.
Carlos Pérez Molina, Perez' Dep. 102:10-18.
[Ap. 191]. RHSC Nim. 9.
26. Al supervisor Femando Cancel le
sorprendié lo que ocurrié con relecién a la
agresin de Manolo Mangual, ya que los
muchachos de la planta lo querian. (Ver,
Exhibit XVII de la Segunda MSS de la Parte
Demandante, Pag. 192, lineas 1-12).
‘Se niega por ser incompleta la declaracién. En
la RHSC Nim, 3 de Ia parte Demandante
queda meridianamente claro que “(los
Supervisores en la A.E.E. del Sr. Pérez Molina
y del Sr. Manolo Mangual conocian el historia
delictivo de éste iltimo, particularmente el Sr.
Rafael Meléndez, el Sr. Elias Vega Blassi
Sr. Femando Cancel Marin y el Sr. Grau
Balseiro”. Véase, EXHIBIT XVI, Deposicién
del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep.
A1:1-44:7; 96:23-98:10; 100:9-101:21. [Ap.
130-133, 185-187, 189-190]. Véase tam!
EXHIBIT XVI, Deposicin del Sr.
Fernando Cancel Marin, Cancel Dep. 13:13-
24; 15:24-16:3; 42:2-43:14. [Ap. 254, 256-257,
283, 284]. Véase también, EXHIBIT XVIII,
Deposicin del Sr. Rafael Meléndez Alvarez,
Melendez Dep. 10:5-12:17; 13:1-9. [Ap. 301-
304]. RHSC Nom.
27. El Sr. Rafael Meléndez no vio [sic] algin
tipo de incidente entre Pérez Molina y Manolo
Mangual. (Ver, Exhibit XVII de la Segunda
‘MSS De la Parte Demandante, Pag. 224, lineas
8-13).
Se niega por estar ineompleta la declaracion.
En la RHSC Nam. 4 de la parte Demandante
queda meridianamente claro que “[plrevio a
‘ocurrir la agresi6n, el Sr. Pérez Molina le habia
informado a sus supervisores, incluyendo al Sr.
Elias Vega y al Sr. Femando Cancel, que el Sr.
Manolo Mangual mostraba una actitud hostil
en el empleo, no le gustaba trabajar ni cooperar
en las tareas laborales”. Véase, EXHIBIT
XVI, Deposicién del Sr, Carlos Pérez
Molina, Perez’ Dep. 36:1-25; 37:4-19; 39:8-
40:5; 47:4-51:14, [Ap. 125-129, 136-140].
Véase_ también, EXHIBIT XVII, Deposicién
del Sr. Fernando Cancel Marin, Cancel Dep.
35:15-36:15. [Ap. 276-277]. RHSC Nam. 4.
28. El Sr. Manolo Mangual era, segiin el Sr.
Rafael Meléndez, una persona jocosa. (Ver,
Exhibit XVIII de la Segunda MSS de la Parte
Demandante, Pag. 225, linea 19).
‘Se niega por estar incompleta la declaracién.
En la RHSC Nam. 3 de la parte Demandante
queda meridianamente claro que “[l]os
Supervisores en Ja A.E.E. del Sr. Pérez Molina
y del Sr. Manolo Mangual conocian e! historial
delictivo de éste iltimo, particularmente cl Sr.
Rafael Meléndez, el Sr. Elias Vega Blassini, el
Sr. Fernando Cancel Marin y el Sr. Grau
Balseiro”. Véase, EXHIBIT XVI, Deposicién
del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep.
41:1-44:7; 96:23-98:10;_100:9-101:21._[Ap.130, 185-187, 189-190]. Véase_también,
EXHIBIT XVII, Deposicién del Sr.
Fernando Cancel Marin, Cancel Dep. 13:13-
24; 15:24-16:3; 42:2-43:14. [Ap. 254, 256-257,
283-284]. Véase también, EXHIBIT XVIII,
Deposicién del Sr. Rafael Meléndez Alvarez,
Melendez Dep. 10:5-12:17; 13:1-9. [Ap. 301-
304], RHSC Nam. 3.
25. El demandante Pérez Molina era jocoso
también, pero tenfa un pequefio detalle, que era
bien boedn con los operadores y los operadores
no querfan trabajar con él. (Ver, Exhibit XVIII
de la Sepunda MSS de la Parte Demandante,
Pag. 225, linea 20-23).
Se niega por estar incompleta Ia declaracion.
En la Relacién de Hechos Sin Controversia
(RHSC") de la parte Demandante queda
meridianamente claro que “lJos Supervisores
en la AEE, del Sr. Pérez Molina y del Sr.
Manolo Mangual conocian el historial delictivo
de éste iiltimo, particularmente el Sr. Rafael
Meléndez, el Sr. Elias Vega Blassini, el Sr.
Grau
Ferando Cancel Marin y el Sr.
Balsciro”. Véase, EXHIBIT XVI, Depos
del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep.
A:1-44:7; 96:23-98:10; 100:9-101:21. [Ap.
130, 185-187, 189-190].
EXHIBIT XVI, Deposicin del
Fernando Cancel Marin, Cancel Dep. 1
243 15:24-16:3; 42:2-43:14, [Ap. 254, 256-257,
EXHIBIT XVIII,
Deposicién del Sr. Rafael Meléndez Alvarez,
Melendez Dep. 10:5-12:17; 13:1-9. [Ap. 301-
304]. RHSC Ném. 3,
Sr.
30. El testigo de la parte Demandante, Vicente
Plaud quien también es empleado de la A.E.E.,
declaré que su relacién con el Sr. Manolo
Mangual era una cordial. (Ver, Exhibit 5 de la
Mocién de Sentencia Sumaria de la Parte
Demandada, Pag. 19, lineas 19-23).
Se niega por estar incompleta la declaracion.
En la Relacién de Hechos Sin Controversia
(CRHSC”) de la parte Demandante queda
meridianamente claro que “{lJos Supervisores
en la AEE, del Sr. Pérez Molina y del Sr.
Manolo Mangual conocian el historial delictivo
de éste iiltimo, particularmente el Sr. Rafael
Meléndez, el Sr. Elias Vega Blassini, el Sr.
Fernando Cancel Marin y cl Sr. Grau
Balseiro”. Véase, EXHIBIT XVI, Deposicién
del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep.
Al:1-44:7, 96:23-98:10; 100:9-101:21
130-133, | 185-190). Véase
EXHIBIT XVI, Deposicién del
Fernando Cancel Marin, Cancel Dep. 13:
24; 15:24-16:3; 42:2-43:14, [Ap. 254, 256-257,
283-284). Véase también, EXHIBIT. XVIII,
Deposicién del Sr, Rafael Meléndez Alvarez,
Melendez Dep. 10:5-12:17; 13:1-9. [Ap. 301-
304]. RHSC Nim.
31. El Sr. Manolo Mangual no tenia
problemas con otros compaferos. (Ver,
Exhibit 5 de la Mocién de Sentencia Sumaria
de la Parte Demandada, Pag. 18, lineas 19-21).
Se niega por estar incompleta la declaracion,
En la RHSC Nim. 3 de la parte Demandante
queda meridianamente claro que _“[llos
Supervisores en la A.E.E. del Sr. Pérez Molina
y del Sr. Manolo Mangual conocian el historial
delictivo de éste ultimo, particularmente el Sr.
Rafael Meléndez, el Sr. Elias Vega Blassini, el
Sr. Fernando Cancel Marin y el Sr. Grau
Balseiro”. Véase, EXHIBIT XVI, Deposicin
del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep.41:1-44:7; 96:23-98:10;
130-133, 185-190]. tambi
EXHIBIT XVII, Deposicién del _ Sr.
Fernando Cancel Marin, Cancel Dep. 13:13-
24; 15:24-16:3; 42:2-43:14. [Ap. 254, 256-
257, 283-284]. Vase también, EXHIBIT
XVIII, Deposicién del Sr. Rafael Meléndez
rez, Melendez Dep. 10:5-12:17; 13:1-9.
[Ap. 301-304]. RHSC Nam, 3.
100:
101-21. [Ap.
32. El Sr, Vicente Plaud no tiene
conocimiento de incidentes criminales del Sr.
Manolo Mangual. (Ver, Exhibit 5 de la
Mocién de Sentencia Sumaria de la Parte
Demandada, Pag. 20, lineas 1-9).
Se niega por estar incompleta la declaracién.
En la Relacién de Hechos Sin Controversia
CRHSC”) de la parte Demandante queda
meridianamente claro que “{lJos Supervisores
en la AEE, del Sr. Pérez Molina y del Sr.
Manolo Mangual conocian el historial delictivo
de éste iiltimo, particularmente el Sr. Rafael
Meléndez, el Sr. Elias Vega Blassini, el Sr.
Femando Cancel Marin y el Grau
Sr.
Balseiro”. Véase, EXHIBIT XVI, Deposicién
Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep.
96:23-98:10; 100:9-101:21. [Ap.
185-190], ‘Véase también,
EXHIBIT XVII, Deposi del Si
Fernando Cancel Marin, Cancel Dep. 13:13-
24; 15:24-16:3; 42:2-43:14, [Ap. 254, 256-257,
283-284]. Véase también, EXHIBIT XVIII,
Deposicién del Sr. Rafael Meléndez Alvarez,
Melendez Dep. 10:5-12:17; 13:1-9. [Ap. 301-
304]. RASC Nim,
33. Previo al incidente del 11 de julio de 2011,
el Sr. Vicente Plaud no habia visto una
situacién de agresién con Manolo Mangual en
contra de otro empleado de la ABE. (Ver,
Exhibit 5 de la Mocién de Sentencia Sumaria
de la Parte Demandada, Pag. 31, lineas 1-18).
‘Se niega por estar incompleta la declaracién.
En la RHSC Naim. 3 de la parte Demandante
queda meridianamente claro que “[lJos
‘Supervisores en la A.E.E. del Sr. Pérez Molina
y del Sr. Manolo Mangual conocian el historial
delictivo de éste ltimo, particularmente el Sr.
Rafael Meléndez, el Sr. Elias Vega Blassini, el
Sr. Fernando Cancel Marin y el Sr. Grau
Balseiro”. Véase, EXHIBIT XVI, Deposicin
del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep.
41:1-44:7; 96:23-98:10; 100:9-101:21. [Ap.
130-133, 185-190}. Véase también,
EXHIBIT XVII, Deposicién del Sr.
Fernando Cancel Marin, Cancel Dep. 13:13-
243 15:24-16:3; 42:2-43:14, [Ap. 254, 256-257.
283-284). Véase también, EXHIBIT XVIII,
Deposicién del Sr. Rafael Meléndez Alvarez,
Melendez Dep. 10:5-12:17; 13:1-9. [Ap. 301-
304). RISC Nam. 3.
34, En el lugar de trabajo en la AE.
laboraba el demandante Pérez Molina y
Manolo Mangual, siempre hay un ambiente de
broma entre los empleados que alli laboran.
(Ver, Exhibit $ de la Mocién de Sentencia
Sumaria de la Parte Demandada, Pag. 32 lineas
2-22),
Se niega por estar incompleta Ta declaracion.
En la RHSC Nam. 3 de la parte Demandante
queda meridianamente claro que _“[lJos
Supervisores en la A.E.E. del Sr. Pérez Molina
y del Sr. Manolo Mangual conocian el historial
delictivo de éste ultimo, particularmente el Sr.
Rafael Meléndez, el Sr. Elias Vega Blassini, el
Sr. Femando Cancel Marin y el Sr. Grau
Balseiro”. Véase, EXHIBIT XVI, Depo:
del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep.411-447; 96:23-98:10;
130-133, 185-190].
EXHIBIT XVII, _Deposicién
Fernando Cancel Marin, Cancel Dep. 13:13-
24; 15:24-16:3; 42:2-43:14. [Ap. 254, 256-257,
284-284]. Véase también, EXHIBIT XVIII,
Deposicién del Sr. Rafael Meléndez Alvarez,
Melendez Dep. 10:5-12:17; 13:1-9. [Ap. 301-
304). RHSC Nim. 3.
100: ~ TAP.
35. Luego del incidente de la agresion de
Manolo Mangual a Pérez Molina, el ingeniero
José Grau, realizé una investigacién y acto
seguido, se suspendié a Mangual de su empleo,
hasta que Ja investigacién culminara, Mientras
se encontraba Mangual suspendido de empleo
y sueldo, éste solicité Ia incapcidad emocional
a través de la Administracién del Seguro
‘Se admite siempre y cuando se admita también
que “fell St. Grav-Balseiro también tenia
conocimiento det historial delictivo del. Sr.
Manolo Mangual previo a la agresién suftida
por el Sr. Pérez Molina”. Véase, EXHIBIT
XVI, Deposicién del Sr. Carlos Pérez
Molina, Perez’ Dep. 102:10-18. [Ap. 191]
RHSC Nam. 9.
Social. Entonces, una vez, logra la incapacidad
con la Administracién del Seguro Social, hizo
Jas _gestiones con Ia Autoridad para la
jubilacién por incapacidad a través del seguro
social. (Ver, Exhibit XVII de la Segunda
MSS de la Parte Demandante, Pag. 219, lineas
3-22).
En lo que respecta al recurso sumario, sabido es que un tribunal no debe dictar sentencia
sumaria cuando (1) existen hechos materiales controvertidos, (2) hay alegaciones afirmativas en
la demanda que no han sido refutadas, (3) surge de los propios documentos que se acompafian
con Ia mocién una controversia real sobre algin hecho material, o (4) como cuestién de derecho
no procede, Cuadrado Lugo v, Santiago Rodriguez, 126 D-P.R. 272, 279 (1990); Corp. Presiding
shop v. Purcell, 117 D.P.R. 714, 722-723 (1986).
Ahora bien, en nuestro caso, la parte Demandante-Apelante ha demostrado segiin la tabla
anteriormente desglosada que como cuestién de derecho Ia sentencia sumaria a favor de la parte
Demandada-Apelada no procede, o en la altemnativa, existen controversias de hechos sobre las
defensas afirmativas que no han sido probadas por la parte Demandada-Apelada. Por ejemplo,
como notard este Hustre Foro Apelativo, la parte Demandada-Apelada convenientemente cita
partes de la deposicién pero excluye lo que aqui se enumera en la tabla descrita anteriormente,
donde hay una clara negligencia de la Autoridad de Energia Eléctrica en tener a un convicto
conocido en su plantilla como empleado. Més ain, en la RHSC Nim. 3 de la parte
Demandante-Apelante queda meridianamente claro que “[IJos Supervisores en la A.E.E. del Sr.
Pérez Molina y del Sr. Manolo Mangual conocian el historial delictivo de éste ultimo,
particularmente el Sr. Rafael Meléndez, el Sr. Elias Vega Blassini, el Sr. Fernando Cancel Marin
y el St. Grau Balseiro”. Asi surge de las deposiciones del propio Fernando Cancel Marin y
10Rafael Meléndez Alvarez. De hecho, el Sr. Grau-Balseiro, quien es otro supervisor y realiz6 el
informe del incidente, también tenia conocimiento del historial delictivo del Sr. Manolo Mangual
previo a la agresién sufrida por el Sr. Pérez Molina. RHSC Nim. 9.
‘Nuestra jurisprudencia en Sucesién_v, Autoridad de Energia Eléctrica, 149 D.P.R. 159,
177 (1999), dice y citamos:
[sJe puede colegir que 1a dificil determinacién de cuindo existe un nexo causal
entre el dafio producido por un acto delictivo de un tercero y la omisién de
cumplir con la obligacién de tomar precauciones, medidas de seguridad y
proteccién, no puede “resolverse nunca de una manera plenamente satisfactoria
mediante reglas abstractas, sino que en los casos de duda ha de resolverse por el
juez.segiin su libre conviccién, ponderando todas las circunstancias." Elba A.B.M,
v. U.PR,, supra, citando a J. Castén Tobefias, Derecho Civil Espaiiol, Comin y
Foral, 10ma ed., Madrid, Ed. Reus, 1967, T. Ill, pag, 195.
Asi, en Sucesién v. Autoridad de Energia Eléctrica, supra, 177-178, citando Cruz
Costales v. E.L.A., 89 D.P.R, 105 (1963), el Tribunal Supremo concluyé que el Estado responde
por los dafios sufridos por un estudiante en una escuela como resultado de una agresién por una
persona ajena al plantel en momentos en que el maestro se ausenté del salén de clases. Alli se
concluyé que el daiio suftido por el estudiante fue producto de la ausencia inexplicada del
maestro de su salén de clases, ausencia que se convirtié en la causa legal del dai.
Posteriormente, en Pabén Escabi_v. Axtmayer, 90 D-P.R. 20 (1964), citado por Sucesién v.
Autoridad de Energia Eléctrica, supra, 177-178, se resolvié que una hospederia responde por los
dafios previsibles sufridos por un huésped asaltado en un hotel por la negligencia de aquella al no
proveer medidas de proteccién apropiadas. De igual forma, en Elba A.B.M. v. UP.R., 125
DPR. 294 (1990) se resolvié que incurrié en responsabilidad una institucién educativa que, con
pleno conocimiento de los actos delictivos que ocurrian en sis predios, no tomé medidas de
seguridad adecuadas para proteger la vida de los estudiantes. Alli se dijo que el dafio suftido por
una estudiante que fue atacada y violada en la institucién fue el producto de la inercia de la
institucién al quebrantar su deber de actuar, lo que constituy conducta negligente al amparo del
Art, 1802, supra.
Luego, en J.A. Plaza Carolina, 132 D.P.R. 785, 796 (1993) se
v. Centro
responsabilizé a un centro comercial por los daiios ocasionados a una joven por aquél quebrantar
su deber de velar por la seguridad del pil
que acudia a sis facilidades al no tomar medidas
de vigilancia adecuadas para evitar actos delictivos previsibles. Igualmente, en Tormos Arroyo v.
DLP, 140 D.P.R. 265, 274-275 (1996) el Tribunal Supremo responsabilizé al Estado
(Departamento de Educacién) por la golpiza que unas personas ajenas a una escuela publica le
itpropinaron a un estudiante de esta en un lugar cerca de la escuela. Se resol
alli que aunque Ia
golpiza la propind un intruso fuera de la escuela, el acto ilicito de éste se habria evitado si el
Estado hubiese cumplido con su deber de vigilancia y proteccién.
En conelusién, Ia Sentencia dictada por el T-P.I. es errada, mas atin cuando las propias
deposiciones citadas a medias por Ja parte Demandada-Apelada demuestran un claro
menosprecio a la seguridad de la parte Demandante en su lugar de empleo, al tener un céncer
dentro de
1a “Institucién” que caus6 un dafio irreparable al aqui Demandante. C.f., Sucesién
v. Autoridad de Energia Electrica, supra, 177-178.
SEGUNDO ERROR:
ERRO EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, SALA SUPERIOR DE
SAN JUAN, AL NI TAN SI QUIERA ANALIZAR LOS HECHOS SIN
CONTROVERSIA PRESENTADOS POR LA PARTE DEMANDANTE, NO
CONSIDERADOS NI ENUMERADOS EN LA SENTENCIA.
En términos generates, al dictar sentencia sumaria el tribunal deberd: (1) analizar los
documentos que acompafian la solicitud de sentencia sumaria y los documentos incluidos con la
mocién en oposicién, asi como aquellos que obren en el expediente del tribunal; y (2) determinar
siel oponente de la mocién controvirtié algin hecho material o si hay alegaciones de la demanda
que no han sido controvertidas 0 refutadas en forma alguna por los documentos. La parte
demandante puede prevalecer por la via sumaria si presenta prueba incontrovertible sobre todos
los elementos indispensables de su causa de accién y la mocién no es derrotada por la parte
promovida, Ramos Pérez v. Univisién, 178 D.P.R. 200, 219-220 (2010). Asi, el Tribunal
‘Supremo ha reiterado que el mecanismo de sentencia sumaria no queda exeluido como cuestién
de derecho de ningin procedimiento en particular y realmente puede funcionar en cualquier
contexto sustantivo, Ramos Pérez, supra, a la pag. 217 Por esto, en un pleito por dafios y
perjuicios como el de autos, de no existir una controversia real de hechos materiales, lo énico
necesario es la aplicacién del derecho sustantivo a los hechos.
En el caso de marras, la parte Demandada-Apelada opté por no contradecir ninguno
de los hechos que se desglosan a continuacién, y aiin el T.P.t, dicté Sentencia por Ia via
sumaria, Por consiguiente, segin la propia Regla 36 de Procedimiento Civil de Puerto Rico,
supra, los hechos sometidos tanto en la Primera y Segunda Mocién de Sentencia Sumaria Parcial
presentada por la parte Demandante-Apelante deben admitirse como hechos sin controversia, y
en particular los siguientes, que contestan las preguntas del T.P.I. para determinar la culpa y
12negligencia de la A.EE., los cuales demuestran que el T.P.. erré en su Sentencia por la via
sumaria, A los hechos que nos referimos son:'*
1. Se solicita el Tribunal tome conocimiento judicial de que el St. Manolo Mangual
Rodriguez hizo alegacién de culpabilidad por el delito de Robo bajo cl Articulo 198 del Cédigo
Penal de 2004 en el caso de Pueblo de Puerto Rico _v, Manolo Mangual Rodriguez, Criminal
Nim, D_BD2008G0807, ante el Honorable Juez Miguel J. Fabre Ramirez, con fecha de
notificacién de sentencia el 16 de octubre de 2009, segiin puede constatarse en la consulta de
casos de Ia pagina electronica oficial de la Rama Judicial de Puerto Rico
jal.pr).'® Véase, EXHIBIT VI, Sentencia de 15 de mayo de 2012, Pueblo de
Mangual Rodriguez, Caso Nim. DIC2011G0126, de la Segunda Sentencia
[Ap. 37-39]. Relacién de Heehos Sin Controversia (*RHSC”) Nam. 1.
Sumaria Parcial.
2. BI Sr. Mangual Rodriguez. posee un historial de acusaciones criminales en el
tribunal estatal por hechos previos y no relacionados a los aqui expuestos. Véase, Véase,
‘Segunda Sentencia Sumaria Parcial, EXHIBIT XVI, Deposicién del Sr. Carlos Pérez Molina,
Perez’ Dep. 41:8-43:12; 61:2-4, [Ap. 130-132, 150]. RHSC Nam. 2.
3. Los Supervisores en la A.E.E, del Sr. Pérez Molina y del Sr. Manolo Mangual
conocian el historial delictivo de éste iiltimo, particularmente el Sr. Rafael Meléndez, el Sr. Elias
Vega Blassini, el Sr. Fernando Cancel Marin y el Sr, Grau Balseiro. Véase, EXHIBIT XV
Deposicin del Sr. Carlos Perez ‘Molina, Perez’ Dep. 41:1-4 0; 100:9-101
[Ap. 42-45; 97-99; 101-102]. ién, EXHIBIT XVII, Deposi
, Cancel Dep. ie 13-24; 15:24-16:3; 42:2-43:14. [Ap. 254, 256-257, 283-285]
EXHIBIT XVIII, Deposicién del Sr. Rafael Meléndez Alvarez, Melendez
7;13:1-9, [Ap. 301-304]. RHSC Nim. 3.
4, Previo a ocurtir la agresién, el Sr. Pérez Molina le habia informado a sus
supervisores, incluyendo al Se, Elias Vega y al Sr. Femando Caneel, que el Sr. Manolo Mangual
mostraba una actitud hostil en el empleo, no le gustaba trabajar ni cooperar en las tareas
laborales. Véase, EXHIBIT XVI, Deposicién del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep. 36:1-
; 39:8-40:5; 47:4-51:14, [Ap. 125-129, 136-140]. Véase también, EXHIBIT XVI,
-36:15. [Ap. 276-277]. RSC
n del Sr. Fernando Cancel Marin, Cancel Dep. 3:
5. Ante la llamada del Sr. Pérez Molina 1a noche en que ocurrieron los hechos, el Sr,
Eliu Cruz-Pérez le indica que estaba de “vacaciones” y que el encargado era Elias Vega,
desentendiéndose asi por completo de la situacidn. Véase, EXHIBIT XVI, Deposicién del Sr.
Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep. 86.13-21. [Ap. 175]. RHSC Nim. 5.
6. Elias Vega se negé a cooperar con Ia investigacién realizada por el Agente Ortiz
de Ia Policia de Puerto Rico sobre la agresién suftida por el Sr. Pérez Molina. Incluso llamé en
tuna ocasién al Sr. Pérez Molina, reclamandole por haberse entrevistado e informado sobre el
incidente a los Supervisores de la A.E-E., indicandole "que él no tenia que hablar con nadie [..
no tenia que decir nada". Véase, EXHIBIT XVI, Deposicién del Sr. Carlos Pérez Molina,
Perez’ Dep, 64:3-84:15; 85:2-86:12. [Ap. 143, 153, 174-175]. RHSC Nam. 6.
7. EI Sr. Elias Vega tenia conocimiento del historial delictivo del Sr. Manolo
Mangual, previo a la agresién suftida por Pérez-Molina. Véase, EXHIBIT XVI, Deposicién
del Sr, Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep. 100:9-101:21. [Ap. 189-190]. RHSC Nim. 7.
8 EI Sr, José E. Grau Balseiro (0 el “Sr. Grau-Balsciro”) fue quien entrevisté
personalmente a Pérez Molina el 26 de julio de 2011, mientras este se encontraba en una visita
5 Con el propésito de facilitar la lectura, los aqui Demandantes-Apelantes hacen referencia a la “Relacién de
Hechos Sin Controversia” (“RHSC") en especifico con ta referencia al Apéndice con cada pigina en particular
segin el Reglamento del Tribunal de Apelaciones, 4 L.P.R.A. Ap. XXII-B (2009), et sea., y posteriormente hace
referencia al “RHSC” con su correspondiente nimero asignado.
La Regla 201(BY2) de las de Evidencia de Puerto Rico, 32 LP-RA. Ap. VI, R. 201(B)(2) (2010), sefiala en to
pertinente que: “El Tribunal podré tomar conocimiento judicial solamente de aque! hecho adj
sujeto a controversia razonable porque es susceptible de corroboracin inmediata y exacta medi
‘exsctitud no puede ser razonablemente cuestionada”.
13médica en la oficina del Dr. Gallardo.
Molina, Perez’ Dep. 85:
‘éase, EXHIBIT XVI, Deposicién del Sr. Carlos Pérez
; 86:22-87:19, [Ap. 174-176]. RHSC Nam. 8.
9. EL Sr. Grau-Balseiro también tenfa conocimiento del historial delictivo del Sr.
Manolo Mangual previo a la agresién suftida por el Sr. Pérez Molina. Véase, EXHIBIT XVI,
Deposicién del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez' Dep. 102:10-18. [Ap. 191]. RHSC Naim. 9.
10. Al momento de ocurrir la agresién, no habia supervisores presentes en el
comedor, drea en dénde ocurre el mismo. Véase, EXHIBIT XVI, Deposicién del Sr. Carlos
Pérez Molina, Perez! Dep. 34:12-35:11. [Ap. 123-124]. RHSC Nam. 10.
11. No es hasta Iuego de la hora de almuerzo [aproximadamente a las 12:00 p.m.]
cuando el Sr. Grau-Balsciro procede a lamar al Sr. Mangual Rodriguez a su oficina para
inquiritle sobre lo sucedido. Sin embargo, el Sr. Mangual Rodriguez le miente al responder que
no habia sucedido nada, Véase también, EXHIBIT V, Informe de Investigacién, preparado por
el Sr. José E, Grau Balseiro, Ingeniero Jefe, Dpto. Conservacién CPS, pirrafos 1-4, pégina 2
[Ap. 31-36]. RHSC Nom. 11.
12. Esel propio CDT y no la A.EE. quign contacta a la Policia de Puerto Rico para
informar sobre la agresién. Véase, EXHIBIT XVI, Deposicidn del Sr. Carlos Pérez Molina,
Perez! Dep. 63:8-16. (Ap. 152}. RHSC Nam. 12.
13. La AEE. tampoco Ilamé a la esposa del Sr. Pérez-Molina para notificarle el
incidente que habia suftido este. La esposa se entera cuando unos compafieros llevan a Pérez-
Molina a Ia casa y ella ve la gravedad de la herida, echdndose a lorar por la impresién que le
EXHIBIT XIX, Deposicién de la Sra. Anna Figueroa Colén, Colon's Dep.
16; 20:6-11; 24:15-20; 24:25-2: [Ap. 344-352]. RHSC Nim. 13.
14. Por razén de la agresién recibida y la gravedad de sus daftos fisicos, el
DEMANDANTE tuvo que someterse a una primera operacién quirdrgica en su rostro, mas
estuvo convaleciendo en el hospital y en su hogar. Véase, EXHIBIT II, Contestacién a
Interrogatorios y a Solicitud de Produccién de Documentos, Contestacién 4, parrafos 4-6, pégina
Deposicién del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep. 34:3-
66:20-67:5. [Ap. 125, 151-156]. RHSC Nam. 14.
15, E129 de julio de 2011, el Sr. Pérez Molina fue intervenido una segunda vez por
un Maxilofacial, quign le colocé quirirgicamente un implante en la zona afectada del ojo
derecho, toméndole catorce (14) puntos en dicha érea, Actualmente el Sr. Pérez Molina sufre de
dafios fisicos irreversibles en este ojo, incluyendo pérdida de la visién ¢ incesante lagrimeo.
Véase, EXHIBIT Il, Contestacién a Interrogatorios y a Solicitud de Produccién de Documentos,
Contestacién Nim. 4, pirrafo 6, pagina 4; Contestacion Niim. 56 y 58, parrafos 2 y 4, pagina 10
[Ap. 10, 20}. Véase ademds, EXHIBIT X, “University Hospital Discharge Summary” [Informe
de Alta del Hospital Universitario}, parrafo 1, pégina 2 [Ap. 68]. Véase también, EXHIBIT XI,
Fotografias del ojo derecho lesionado, paginas 1-3 Ap. 75-77]. Véase también, EXHIBIT XVI,
Deposicién del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep. 69:19- ¥
84:16; 112:22-113:18; 122:1-125:5. [Ap. 158-161, 172-173, 201-202, 211
15.
16. ALSr. Pérez Molina ain le falta someterse a una tercera cirugia mediante la cual
se espera destapar el lagrimal sellado del ojo derecho y corregir en lo posible el constante
lagrimeo consecuencia de la agresién. Véase, EXHIBIT XVI, Deposicién del Sr. Carlos Pérez
Molina, Perez’ Dep. 112:22-115:2. [Ap. 201-204]. RHSC Nim. 16.
17, _ El Sr. Pérez Molina también recibié tratamiento psiquidtrico en consecuencia del
sufrimiento y las angustias mentales, provocados por la agresién y el trato recibido de parte de la
AEE, y. sus supervisores al momento de lo ocurrido. Véase, EXHIBIT II, Contestacién a
Interrogatorios v a Solicitud de Produccién de Documentos, Contestacién Nam. 57, parrafo 3,
gina 10 (Ap. 20]. Véase ademas, EXHIBIT XI, Misiva del_Dr. Cabén, Director Médico,
interdisciplinaria de Psiquiatria Avanzada, a “Quien pueda interesar”, pérrafo 1, pagina |
14(1 de mayo de 2012) [Ap. 79]; Véase tambids
Pérez Molina, Perez’ Dep. 73:2-7.
, EXHIBIT XVI, Deposicién del Sr. Carlos
-76:2. [Ap. 162-165]. RHSC Nam. 17.
18. El Sr. Pérez Molina ha pagado de su bolsillo los deducibles de visitas y
tratamiento médico y se ha visto obligado a utilizar sus dias de vacaciones y enfermedad
acumulados para atender la situacién de dao irreversible en su ojo derecho, hasta haberlos
agotado por completo. Viéndose entonces en Ia obligacién de regresar al empleo el 29 de
septiembre de 2011. Véase, EXHIBIT II, Contestacién a Interrogatorios y a Solicitud de
Produceién de Documentos, Contestacién Nim. 4, pérrafos 4-5, pigina 5 [Ap. 15]. Véase
también, EXHIBIT XVI, Deposicién del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep. 67:11-64
71:20-72:21; 74:13-21. [Ap. 156-163]. RHSC Nim. 18.
19, _ El Sr, Mangual Rodriguez nunea fue separado definitivamente de su empleo en la
A.EE. por los cargos administrativos formulados en su contra conforme dicta el reglamento, a
pesar de que el Sr. Mangual Rodriguez se declaré culpable y fue convicto por la agresion
cometida en contra de Pérez Molina. Sino por el contrario, la A.E.E. lo retuvo en el empleo y le
autoriz6 que el Sr. Mangual Rodriguez se acogiera a los beneficios de jubilacién por incapacidad
emocional no ocupacional, efectiva el 28 de octubre de 2012. Véase, EXHIBIT XVIII,
Deposicién del Sr. Rafael Meléndez Alvarez, Meléndez' Dep. 16:1-17:21; 18:4-17. [Ap. 307-
308]. RHSC Naim. 19.
20. Después de Ja agresién, el trato de los Supervisores hacia el Sr. Pérez Molina se
ha deteriorado al punto de que ne le asignan trabajos en la Seccién de Calderas. Véase también,
EXHIBIT XVI, Deposicién del Sr. Carlos Pérez Molina, Perez’ Dep. 132:8-133:18. [Ap. 221-
223]. RHSC Nam. 20,
21. La Sra. Figueroa Coldn, esposa del Sr. Pérez Molina, también ha sufrido daitos
morales. Después del ineidente su esposo no es el mismo pues ya no comparten salidas y éste ya
‘no conversa mucho, Ademis, la Sra. Figueroa Colén se vié en Ja necesidad de buscar empleo
para paliar el efecto adverso que ha tenido el incidente en su matrimonio. Véase, EXHIBIT
XIX, Deposicién de la Sra. Anna Figueroa Colén, Colén's Dep. 35:11-: :15-44:6;
44:21-45:15; 48:11-22. [Ap. 362-365, 370-375]. RHSC Nam. 21.
De otra parte, la Sentencia cita ad verbatim variada jurisprudencia relacionada al tema,
aduciendo, inter alia, que no responde por su negligencia la parte Demandads-Apelada por los
actos criminales del sefior Manolo Mangual Rodriguez. Sin embargo, no se analiza la
Jjurisprudencia en el contexto definido del caso que nos ocupa. Es decir, no se integran el
derecho a los hechos particulares de nuestro caso, y mas ain, se omiten citas de los propios casos
que se citan, En lo aqui pertinente, la Regla 36.4 de Procedimiento Civil, supra, nos indica que:
Si en virtud de una mocién presentada bajo las disposiciones de esta regla no se
dicta sentencia sobre la totalidad del pleito, ni se concede todo el remedio
solicitado 0 se deniega la misma, y es necesario celebrar juicio, sera obligatorio
que el tribunal resuelva la mocién mediante una determinacién de los hechos
esenciales y pertinentes sobre los cuales no hay controversia sustancial y los
hechos esenciales y pertinentes que estén realmente y de buena fe
controvertidos, y hasta qué extremo la cuantia de los dafios u otra reparacién no
esté en controversia, ordenando los procedimientos ulteriores que sean justos en cl
pleito, incluso una vista evidenciaria limitada a los asuntos en controversia. Al
celebrarse el juicio, se considerarin probados los hechos asi especificados y
se procederi de conformidad,
[Enfasis nuestro]. 32 L.P.R.A. Ap. V, (2009), R. 36.4.
En sintesis, y para nuestro pesar, el T.P.J. dicté Sentencia en contra de la parte
Demandante-Apelante, cuando los Demandados-Apelados sencillamente se cruzaron de brazos al
15‘oponerse a nuestra Mocién, lo que no es permisible al amparo de la Regla 36 de las de
Procedimiento Civil.
Por ejemplo, notamos a continuacién que
parte Demandada-Apelada si tenia
conocimiento del criminal-convicto que tenian trabajando en su plantilla desde antes del
incidente. Asi lo admite el propio testigo de la A.E.E. y empleado, Femando Cancel Marin en su
deposicién diciendo:
4 Oka’. 2Usted sabe, usted, verdad, tiene conocimiento
personal, siendo gerente y trabajando en Energia Eléctrica,
de las conductas delictivas que habia cometido Manolo
Mangual, mientras trabajaba en 1a Autoridad de Energia
Eléctri¢a?
R Me enteré de, de, de un suceso que 61 tuvo en relacién
@e_un problema que tuvo con Subway. Esa, esa es la tnica
que conozco.
P _&¥ qué fue lo que pasé ahi? De lo que usted sepa.
R Aparentemente, pues, 61 tuvo un problema de algo que
Jo estaban acusando de, de asalto.
P Okey. 2Usted sabe en qué terminé eso?
R Pues desconozco, porque... No, no me, no me, no me
gusta meterme en esos... ¢Sabe? No...Sé que é1 tuvo, él
tuvo algo... Que se vieron unas vistas y eso, pero no, no,
en verdad que no.
P No sabe qué pas6 al final?
R No.
P Okey. eUsted sabe... Le pregunto, usted como
gerencial, si a usted le, le notifican por alguna raz6n, 0
usted se entera de alguien que cometi6 un acto delictivo,
qué se supone que haga el gerente?
R Bueno, lo que sucede_es que cuando yo me entero de
@80, yo no, yo no era_gerencial. Yo era unionado. Luego,
61... Cuando yo me hago gerencial, p tonces _entro a
trabajar como gerencial, 61, pues hab‘a tenido ese
problema, pero yo soy un soldado de fila solamente.
P Okey. 2¥ quién era su jefe entonces, no _el_suyo, sino
el_de Manolo Manqual?
R — éEn aquel tiempo?
Posh.
R Era Elfas Vega. Yo creo que era Grau, José Grau.
Estaba... También estaba... Me parece que estaba _de Jess,
Edgar de Jesis; eran en ese momento los, los, los jefes de
a.
(al
POR EL LCDO. VALENZUELA ALVARADO:
P Un Subway?
R Un Subway, si.
16P Okey. 2Usted sabe_si_ Elias Vega Blasini sabia _de_este
incidente?
R Bueno, entiendo que si, pero... Entiendo, pero como
como, como jefe de, de 61, 61 entiendo que lo, lo, lo tenia
que_saber.
P Okey. Cuando usted esto pas6, usted lo vio después de
ese incidente que usted se entera, usted lo vio que é1
seguia trabajando en la Autoridad de Energia Eléctrica?
R Bueno, yo...
P Me refiero a Manolo Mangual.
R #1, 61... Después de ese incidente, él, él, 1 se
ausent6 un tiempo, aparentemente porque €1 ingresé a, @
buscar ayuda siquidtrica, sicolégica. Eso fue lo que me
enteré.
Véase, EXHIBIT XVII, Deposicién del Sr. Fernando Caneel Marin, Cancel Dep. 13:13-24;
15:24-16:3; 42:2-43:14, [Ap, 254-257, 283-284].
Como podemos notar, tanto el sefior Fernando Cancel Marin, como los supervisores Elias
‘Vega Blassini, José Grau y Edgar de Jesits sabian de Ja conducta delictiva y la conviccién de
robo a mano armada del sefior Manolo Mangual Rodriguez y no hicieron nada al respecto, al
unto que luego agrede a traicién al aqui Demandante-Apelante, Carlos J. Pérez Molina. Citar
deposiciones a “cortapisas” no aclara el panorama completo del caso que nos occupa, la
negligencia crasa y temeraria de la parte Demandada-Apelada al tener un convicto violento en su
plantilla de empleados.
Segiin lo anteriormente citado, no queda duda alguna que la parte Demandada-Apelada
no se opuso a tenor con la Regla 36, supra, de Procedimiento Civil a nuestra solicitud de
sentencia sumaria, razén por la cual no procedia la Sentencia dictada, Al no oponerse
efectivamente a nuestra solicitud de sentencia sumaria con evidencia para ello, ya que utilizan la
propia evidencia sometida por la parte aqui Demandante-Apelante, se solicité oportunamente al
TP. que declarara admitidos todos los hechos que, no habiendo sido controvertidos
apropiadamente, estin sostenidos por las deposiciones y la prucba presentada por ta parte
Demandante-Apelante en su Segunda Mocién de Sentencia Sumaria, conforme a la Regla 36 de
Procedimiento Civil de 2009. Sin embargo, esto no ocurrié, Razén por la cual respetuosamente
entendemos que erré el T.P.L. al dictar la Sentencia sumaria aqui apelada.
TERCER ERROR:
ERRO EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, SALA SUPERIOR DE.
SAN JUAN, AL CONCLUIR QUE APLICA LA DOCTRINA DE
PATRONO ASEGURADO,
7El T.PL. concluy6, erréneamente, que aplica la doctrina de patrono asegurado,
descartando asi la responsabilidad vicaria, y determinando que los supervisores no fueron
negligentes. Para ello cita jurisprudencia, pero no integra los hechos mencionados anteriormente
a suanilisis. De hecho, cita a Ocasio Serrano v. ELL.
T.A, Nim. KLCE200700528, 2007 PR
App. LEXIS 1688 (29 de junio de 2007), un caso persuasivo del Tribunal de Apelaciones, para
tal errada conclusién.
Sin embargo, al hacer un anélisis de la propia jurisprudencia citada del Tribunal Supremo
de Puerto Rico al integrarse con los hechos presentados tanto por la parte Demandante-Apelante
como la Demandada-Apelada, surge con meridiana claridad que el T.P-1. erré al dictar Sentencia
por la via sumaria, Nos explicamos.
Sabido es que nuestro maximo foro expresé en Estremera v. Inmobiliaria Rac, Inc., 109
D.P.R. 852, 855 (1980) y reiteré en Elba_A.B.M. v. ULP.R.
., 125 D.P.R. 294 (1990), en ef
contexto de dafios recibidos por actos criminales de terceros, que existen ciertos tipos de
actividades que por su naturaleza esencial vienen ‘obligadas a ofrecer un grado de proteccién y
seguridad independiente del que puedan prover las agencias de seguridad piiblica’, En
consecuencia, si existe una disposicién legal que tenga por objeto la proteccién de otra persona,
quien esté llamado a brindar tal proteccién tiene un deber afirmativo de actuar, y silo incumple y
como resultado de ello ocurre un daio, tendrd la obligacién de repararlo, claro estd, siempre que
esté el factor esencial de la previsibilidad. Hemindez Vélez v. Televicentro, 168 D.P.R. 803,
831 (2006).
Normalmente hay mucha menos raz6n para anticipar actos de un tercero que son
intencionalmente dai
maliciosos
1s que los de mera negligencia si, como usualmente ocurre,
tales actos son de naturaleza criminal. Rivera Pérez v. Cruz Corchado, 119 D.P.R. 8, 20 (1987).
Faltando raz6n para esperar lo contratio, 1a persona puede razonablemente proceder bajo la
presuncién de que los demas obedecerin a ley penal. Id, Ademds, la responsabilidad por
proteccién puede surgir de un contrato mediante el cual el demandado se ha obligado a
proveerla; o puede fundarse en alguna relacién entre las partes, como hotelero y huésped, escuela
y discipulo, patrono y empleado, y sin duda, ottos més, Montalban v, Centro Com. Plaza
Carolina, 132 D.P.R. 785, 794 (1993). [Enfasis nuestro]. Habra responsabilidad sélo si el
demandado es negligente en no tomar precauciones contra cl posible criminal. Id. [Enfasis
nuestro).
18Como hemos visto hasta el momento y como regla general, I obligacién de reparar
dafios en nuestro ordenamiento juridico dimana de un hecho propio, mas excepeionalmente, se
impone responsabilidad por hechos ajenos cuando existe un nexo juridico previo entre el
causante del dafio y el que viene obligado a repararlo. Vélez Colén y. Iglesia Catilica, 105
D.P.R. 123 (1976); Vélez v. Llavina, 18 D.P.R, 656 (1912). Sobre esto es importante discutir el
Articulo 1803 del Cédigo Civil de Puerto Rico, el cual lee como sigue:
La obligacin que impone el Articulo 1802 [...] es exigible, no sélo por los actos,
uu omisiones propios, sino por los de aquellas personas de quienes se debe
responder. [...] Lo son igualmente los duefios 0 directores de un
establecimiento 0 empresa respecto de los perjuicios causados por sus
dependientes en el servicio de los ramos en que los tuvieran empleados, 0 con
ocasién de sus funciones.
Véase, 31 L-P.R.A. §5142. [Enfasis nuestro},
No obstante, el mencionado Articulo afiade que:
“La responsabilidad de que trata este articulo cesard cuando las personas en ella
mencionadas prueben que emplearon toda la diligencia de un buen padre de
para prevenir el dafio”.
La responsabilidad que crea este articulo con respecto al patrono es una directa bajo la
teoria de 1a ‘culpa in eligendo’. Ortiz. v. Sucn. Scrralles, 89 D.P.R. 419 (1963). Interpretando
esa Gltima oracién del Articulo 1803 en el contexto de la responsabilidad vicaria de un patrono
por su empleado, nuestro Honorable Tribunal sefialé que “no basta probar que se eligieron
empleados competentes y cuidadosos; es preciso probar ademas que se ejercité el culdado y
diligencia necesarios para evitar el dafio". Castro v. Gonzalez, 58 D-P.R. 368, 380 (1941). Sin
‘embargo ¢s preciso que Ia actuacién generadora del dafio tenga alguna relacién con la gestién
encomendada al empleado y no responda exelusivamente a motivos personales de éste.
Baralt,et al, v. E,L.A., 83 D-P.R. 277, 280 (1961). [Enfasis nuestro]. Al evaluar si la actuacién
de un empleado est dentro de Ios limites del mandato, lo esencial es determinar si existe una
conexién razonable y pertinente entre dicha actuacién y los intereses del patrono y si la
misma tiende razonablemente a imprimirle efectividad al objetivo final del patrono, Martinez v.
US. Casualty Co., 79 D-P.R. 596, 601 (1956) citando a Gonzilez v. Cia. Agricola, 76 D.P.R.
398, 401 (1954). [Enfasis nuestro}.
Por ultimo, en Puerto Rico rige el principio de solidaridad entre los cocausantes del da‘io
frente al perjudicado. $.L.G. Vazquez, Ibafiez.v. De Jesiis, Vélez, 180 D.P.R. 387, 407 (2010);
Sanchez_Rodriguez_v. Lépez Jiménez, 118 D.P.R. 701 (1987). Cuando varias personas
19intervienen o cooperan en Ia realizacién de un dafio, todos quedan solidariamente responsables
ante el perjudieado aunque cada uno sea personalmente responsable por razén de su propia
culpa, Sanchez Rodriguez, supra. Ante la imposibilidad de atribuir la parte que cada uno de los
cocausantes de un dafio ha tenido en la produccién del dafio total, cada uno responde al
perjudicado en la totalidad del dafio - responsabilidad solidaria - sin distincién de la intensidad 0
gravedad de sus respectivas culpas. Id. Sin duda, la responsabilidad solidaria se da también entre
los llamados a responder por otro en el Art. 1803 del Cédigo Civil. S.L. G. Vézquer, Ibsiiez,
supra, pig. 408,
En el caso que nos ocupa, no cabe duda alguna del historial delicitivo del Sr. Manolo
Mangual. Tal y como menciondramos anteriormente, se habia solicitado oportunamente al T.P.L
hha que tomara conocimiento judicial de que el Sr. Manolo Mangual Rodriguez hizo alegacién de
culpabilidad por el delito de Robo bajo el Articulo 198 del Cédigo Penal de 2004 en el caso de
Pueblo de Puerta Rico v, Manolo Mangual Rodriguez, Criminal Nim. D BD2008G0807, ante el
Honorable Juez Miguel J. Fabre Ramirez, con fecha de notificacién de sentencia el 16 de octubre
de 2009, segiin puede constatarse en la consulta de casos de la pagina electrénica oficial de la
Rama Judicial de Puerto Rico (www.ramajudicial.pr).!” RHSC Nim. 1. De hecho, el Sr.
Mangual Rodriguez posee un historial de acusaciones criminales en el tribunal estatal por hechos
previos y no relacionados a los aqui expuestos. RHSC Nim, 2.
Ademis, los supervisores en la A.E.E. del Sr. Pérez Molina y del Sr. Manolo Mangual
conocian el historial delictivo de éste tiltimo, particularmente el Sr. Rafael Meléndez, el Sr. Elias
Vega Blassini, el Sr. Fernando Cancel Marin y el Sr. Grau Balseiro. Ast fue admitido por los
propios Femando Cancel Marin y Rafael Meléndez Alvarez durante sus respectivas
deposiciones. RHSC Nam. 3. De hecho, previo a ocurrir la agresién, el Sr. Pérez Molina le
habia informado a sus supervisores, incluyendo al Sr. Elias Vega y al Sr, Fernando Cancel, que
el Sr. Manolo Mangual mostraba una actitud hostil en el empleo, no le gustaba trabajar ni
cooperar en las tareas laborales, Esto fue admitido por el Sr, Fernando Cancel. RHSC Niim. 4,
Ante la Tamada del Sr. Pérez Molina la noche en que ocurrieron los hechos, el Sr. Eliu
Cruz-Pérez le indica que estaba de “vacaciones” y que el encargado era Elias Vega,
desentendigndose asi por completo de Ia situacién. RHSC Num. 5. Elias Vega se negé a
"La Regla 201(B)(2) de las de Evidencia de Puerto Rico, 32 L.P.R.A. Ap. VI, R. 201(B)(2) (2010), sefala en lo
pertinente que: “E! Tribunal podra tomar conocimiento judicial solamente de aquél hecho adjudicativo que no esté
‘sujeto a controversia razonable porque es susceptible de corroboracién inmediata y exacta mediante fuentes cuya
‘exectitud no puede ser razonablemente cuestionada”,
20cooperar con la investigacién realizada por el Agente Ortiz de la Policia de Puerto Rico sobre la
agresién sufrida por el Sr. Pérez Molina. Incluso Iamé en una ocasién al Sr. Pérez Molina,
reclamdndole por haberse entrevistado e informado sobre el incidente a los Supervisores de la
ALEE,, indicdndole "que él no tenia que hablar con nadie [...] no tenia que decir nada". RASC
Nam, 6. El Sr. Elias Vega tenia conocimiento del historial delictivo del Sr, Manolo Mangual,
previo a la agresién sufrida por Pérez-Molina. RASC Nim. 7.
El Sr. José E, Grau Balseiro (0 el “Sr. Grau-Balseiro”) fue quien entrevisté
personalmente a Pérez Molina el 26 de julio de 2011, mientras este se encontraba en una visita
médica en la oficina del Dr. Gallardo. RHSC Nim, 8. Ademés, el Sr. Grau-Balseiro también
tenfa conocimiento del historial delictivo del Sr. Manolo Mangual previo a la agresidn sufrida
por el Sr. Pérez Molina. RHSC Nim, 9. Y al momento de ocurrir Ia agresién, no habia
supervisores presentes en el comedor, drea en dénde ocurre el mismo. RHSC Nim. 10. No es
hasta luego de la hora de almuerzo faproximadamente a las 12:00 p.m.] cuando el Sr. Grau-
Balsciro procede a llamar al Sr. Mangual Rodriguez a su oficina para inquirirle sobre lo
sucedido, Sin embargo, el Sr. Mangual Rodriguez le miente al responder que no habia sucedido
nada, RHSC Nam. 11.
De hecho, es el propio CDT y no la A.E.E. quién contacta a la Policia de Puerto Rico
para informar sobre la agresién, RHSC Nam. 12. La A.
B, tampoco Ilamé a la esposa del Sr.
Pérez-Molina para notificarle el incidente que habia sufrido este. La esposa se entera cuando
unos compafieros Ievan a Pérez-Molina a la casa y ella ve la gravedad de la herida, echandose a
orar por la impresién que le eausé, RHSC Nam. 13,
Es decir, la presencia del Sr. Mangual Rodriguez en el drea de trabajo creé una situacién
de riesgo y peligro para los empleados y el entorno laboral. Esto, ya que el Sr. Pérez Molina
admitié previo a ocurrir la agresién, que le habfa informado a sus supervisores, incluyendo al Sr.
Elias Vega y al Sr. Fernando Cancel, que el Sr. Manolo Mangual mostraba una actitud hostil en
el empleo, no le gustaba trabajar ni cooperar en Jas tareas laborales. Esto tambign fue admitido
por el Sr. Fernando Cancel. RHSC Nim, 4. Atin sabiendo esto los supervisores Elias Vega y
Fernando Cancel, al momento de ocurrir Ia agresién, no habia supervisores presentes en el
comedor, drea en dénde ocurre el mismo. RHSC Naim, 10. No es hasta luego de la hora de
almuerzo [aproximadamente a las 12:00 p.m,] cuando el Sr. Grau-Balseiro procede a lamar al
21St. Mangual Rodriguez a su oficina para inquirirle sobre lo sucedido. Sin embargo, el Sr.
Mangual Rodriguez le miente al responder que no habia sucedido nada. RHSC Nim. 11,
Por razén de la agresién recibida y la gravedad de sus daftos fisicos, el Demandante-
Apelante tuvo que someterse a una primera operacién quinirgica en su rostro, mas estuvo
convaleciendo en el hospital y en su hogar. RHSC Nim. 14. E129 de julio de 2011, el Sr. Pérez
Molina fue intervenido una segunda vez, por un Maxilofacial, quign le colocé quirirgicamente un
implante en la zona afectada del ojo derecho, tomandole catoree (14) puntos en dicha drea.
Actualmente el Sr. Pérez Molina sufre de dafios fisicos irreversibles en este ojo, incluyendo
pérdida de la visin e incesante lagrimeo. RHSC Nim. 15. Al Sr. Pérez Molina ain Ie falta
someterse a una tercera cirugia mediante la cual se espera destapar el lagrimal sellado del ojo
derecho y corregir en lo posible el constante lagrimeo consecuencia de la agresion. RISC Naim.
16.
El Sr. Pérez Molina también recibié tratamiento psiquidtrico en consecuencia del
suftimiento y las angustias mentales, provocados por la agresién y el trato recibido de parte de la
A.EE. y sus supervisores al momento de lo ocurrido. RISC Nam. 17. Ademés, el Sr. Pérez
‘Molina ha pagado de su bolsillo los deducibles de visitas y tratamiento médico y se ha visto
obligado a utilizar sus dias de vacaciones y enfermedad acumulados para atender Ia situacién de
dafio irreversible en su ojo derecho, hasta haberlos agotado por completo. Viéndose entonces en
Ta obligacién de regresar al empleo el 29 de septiembre de 2011. RHSC Nim. 18.
Para afiadir insulto a los dafios de la parte Demandante-Apelante, la propia parte
Demandada-Apelada admite que el Sr. Mangual Rodriguez nunca fue separado definitivamente
de su empleo en la A.E.E, por los cargos administrativos formulados en su contra conforme dicta
el reglamento, a pesar de que el Sr. Mangual Rodriguez se declaré culpable y fue convicto por la
agresion cometida en contra de Pérez Molina. Sino por el contrario, 1a A.E.E. lo retuvo en el
empleo y le autorizé que el Sr, Mangual Rodriguez se acogiera a los beneficios de jubilacién por
incapacidad emocional no ocupacional, efectiva el 28 de octubre de 2012. RHSC Nam. 19. De
hecho, después de a agresién, el trato de los Supervisores hacia el Sr. Pérez Molina se ha
deteriorado al punto de que no le asignan trabajos en la Seccién de Calderas. RISC Nim. 20,
La Sra. Figueroa Colén, esposa del Sr. Pérez Molina, también ha suftido dafios morales.
Después del incidente su esposo no es el mismo pues ya no comparten salidas y éste ya no
22conversa mucho. Ademds, la Sra. Figueroa Colén se vié en la necesidad de buscar empleo para
paliar el efecto adverso que ha tenido el incidente en su matrimonio. RHSC Nam. 21.
Por ultimo, sabido es que la Constitucién de Puerto Rico le garantiza a todo trabajador el
derecho a proteccién contra riesgos para su salud o integridad personal en su trabajo 0 empleo
(Const, E.L.A. 2 §16). No obstante, la A.E.E, mantuvo a sabiendas en su plantilla de empleados
a un convicto de erimenes violentos, sin una adecuada supervision, creando asi una condicién
peligrosa en su establecimiento, La actuacién tortuosa del Sr. Mangual Rodriguez era previsible
para una persona prudente y razonable, a raiz del conocimiento de actos anteriores del mismo
que denotaban violencia e intimidacién. Ademés, Ia propia parte Demandada-Apelada ha
admitido que conocia previamente del historial delictivo de este sujeto y aiin asf lo tenfan en su
plantilla de empleados. RHSC Nim. 3-13.
En el caso que nos ocupa, conforme a las Reglas de Conducta del Procedimiento
Disciplinario de la A.E.E.: “[s}olamente sera causa para suspensién sumaria de empleo y sueldo
antes de la celebracién de la vista formal f...] cuando haya motivos razonables de que existe el
peligro real de destruccién para la propiedad de la Autoridad o Ia vida de cualquiera de sus
‘empleados” [Inciso XLI, Seccién 6 Inciso A] (énfasis nuestro). A pesar de que la agresién se
produjo el 19 de julio de 2011, no fue hasta el 28 de julio de 2011 (nueve (9) dias después)
cuando la A.E.E. procede a suspender del empleo con sueldo al Sr. Mangual Rodriguez, hasta
la celebracién de “una vista informal e investigativa’, 1.o anteri
ain cuando los supervisores
admitieron que conocfan de los hechos desde el mismo dia en que se produjeron ¢ incluso en
contravencién del mismo Procedimiento Disciplinatio de la A.E.E. la cual ordena la celebracién
de una vista formal,
Las Reglas de Conducta 25 y 29 de la A.E.E,, las cuales especificamente prohiben las
peleas o intentos de agresién y el ocultar o tergiversar los hechos 0 hacer declaraciones falsas,
conllevan ambas una penalidad de separacién definitiva la primera vez que son violentadas
(Gnfasis nuestro). Y tal y como mencionamos anteriormente, los supervisores no solo supieron
de los hechos el mismo dia, sino que admitieron el historial delictivo del Sr. Manolo Mangual, en
sus deposiciones, RHSC Nam. 3-13.
duda la codemandada A.E.E,, como patrono del Demandante-Apelante, fue
negligente en no tomar precauciones o medidas de seguridad y proteccién contra el posible
criminal. Por lo que su actuacién y omisién negligente fue causa adecuada y eficiente de los
23dafios suftidos por el Demandante-Apelante. Ademis, Ia codemandada A.E.E. también es
responsable vicariamente por las actuaciones culposas y/o negligentes en el manejo del accidente
y la subsiguiente investigacién por parte de los Supervisores y Directivos aqui codemandados.
Segiin se desprende de las actuaciones y omisiones previamente examinados, estos realizaron lo
mismos en ocasién de sus funciones como Supervisores del Demandante-Apelante y en
proteccién de los intereses de su patrono, la A.E.E.. No debe quedar duda alguna que la A.E.E.
debe responder por estos de forma directa bajo la teoria de la ‘culpa in eligendo’ contenida en el
Articulo 1803 del Cé
igo Civil (31 L.P.R.A. §5142).
En lo que respecta al andlisis errado del T.P.1. del caso persuasive Ocasio v. E.L.A.,
supra, vale sefalar lo siguiente. Si bien es cierto que en dicho caso este Honorable Tribunal de
Apelaciones concluyé que al patrono le cobijaba la doctrina de inmunidad patronal, esto se debe
fa que -contrario a como ocurrié en el caso de marras- el Administrador de la Corporacién del
Fondo del Seguro del Estado en Ocasio v. F.L..A., supra, habia concluido en una resolucién que
cra final y firme, que ¢l recurrido sultié un accidente de trabajo, que al momento del accidente
“se identificé como policia estatal” y que, por ello, tenfa derecho a la proteccién integra de la ley.
Es decir, en Ocasio v. .. supra, el Demandante recibié los beneficios de la Corporacién del
Fondo del Seguro del Estado, todo lo contrario al caso que nos ocupa. El Tribunal de
Apelaciones coneluye:
n sefiala el Procurador General, la resolucién del Administrador sobre
¢s ya final y firme y en este procedimiento no podemos cuestionar
ni revisar las determinaciones de hecho que tuvo a bien hacer el Administrador
sobre el incidente que gener el caso de autos. La determinacién det
‘Administrador del Fondo constituye, por lo dicho, cosa juzgada entre las partes
del caso de autos. Asi fue resuelto por el Tribunal Supremo en Negrén v. C.LT.,
111 DPR. 657, 661 (1981). La parte recurrida esté impedida de atacar
colateralmente esa decisién para ubicarse fuera del ‘mbito del remedio exclusive
que le concede Ia ley.Estamos, pues, ante "un accidente del trabajo" producido,
segiin las alegaciones de la demanda. por un acto intencional y solitario de un
‘compafiero empleado de la parte demandante y causado, alegadamente, por la
negligencia crasa del patrono de ambos, porque éste no previd las consecuencias
de que estuviera armado, a pesar de su historial administrativo.
Como podemos apreciar, la situacién de hechos en Ocasio_v. . supra, es
diametralmente opuesta a la del caso que nos ocupa. De hecho, el T.P.I. en la Determinacién de
Hecho Nimero 16, a la pagina 6 de la Sentencia expresamente dice y citamos:
E19 de agosto de 2011 se presenté el caso ante la CFSE. Este foro determiné el
27 de diciembre de 2011, que en la situacién de este caso no ocurrié un accidente
ni enfermedad ocupacional de los protegidos por la Ley de Sistema de
Compensaciones por Accidentes de Trabajo. En consecuencia, el demandante
no tuvo derecho a beneficio alguno bajo 1a mencionada ley,
24[Enfasis suplido}.
Es por esto, y por toda la discusién que antecede, que respetuosamente entendemos que e!
T.PLL erré en su determinacién, més aiin al utilizar un caso de forma persuasiva que no aplica a
Jos hechos del caso de marras.
CUARTO ERROR:
ERRO EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, SALA SUPERIOR DE
SAN JUAN EN SU DETERMINACION SOBRE LA IMPOSICION DE
HONORARIOS DE ABOGADOS A LA PARTE DEMANDANTE.
Sabido es que los tribunales tienen la facultad de imponer el pago de honorarios de
abogado en determinadas circunstancias. Asi, la Regla 44.1 de Procedimiento Civil, permite la
imposicién de honorarios en caso de que cualquiera de las partes o su abogado hubiese procedido
con temeridad o frivolidad. Asi, se establece en el inciso (d) lo siguiente:
(@) Honorarios de abogado. En caso que cualquier parte o su abogado 0 abogada
haya procedido con temeridad o frivolidad, el tribunal deberé imponerle en su
sentencia al responsable el pago de una suma por concepto de honorarios de
abogado que el tribunal entienda correspondan a tal conducta. En caso que el
Estado Libre Asociado de Puerto Rico, sus municipios, agencias 0
instrumentalidades haya procedido con temeridad o frivolidad, el tribunal debera
imponerle en su sentencia una suma por concepto de honorarios de abogado,
excepto en los casos en que esté expresamente exento por ley del pago de
honorarios de abogado.
[Enfasis suplido). 32 L.P.RA. Ap. V,R. 44.1.
Se ha definido la temeridad “como aquella conducta que hace necesario un pleito que se
pudo evitar, que lo prolonga innecesariamente o que obliga que la otra parte incurra en gestiones
evitables”. Marrero Rosado v. Marrero Rosado, 178 D.P.R. 476, 504 (2010). Esta misma
conducta se toma en cuenta tanto para la imposicién de honorarios de abogado al amparo de Ia
Regla 44.1(d) de Procedimiento Civil, supra, como para la imposicién de interés legal por
temeridad al amparo de la Regla 44.3(b) de Procedimiento Civil, 32 L.P.R.A. Ap. V (2009), R.
44.3(b). Segtin lo ha expresado el Tribunal Supremo, estas penalidades “persiguen el mismo
propésito de disuadir la litigacién frivola y fomentar las transacciones mediante sanciones que
compensen a la parte victoriosa los perjuicios econémicos y las molestias producto de la
temeridad de la otra parte”. Marrero Rosado, 178 D.P.R. a la pag. 505. También se ha indicado
que el propésito de la imposicién de honorarios por temeridad es penalizar a la parte “que por su
terquedad, obstinacién, contumacia ¢ insistencia en una actitud desprovista de fundamentos,
obliga a la otra parte, innecesariamente, a asumir las molestias, gastos, trabajo ¢ inconveniencias
de un pleito”. C.O.P.R. v. S.P.U., 181 D.P.R. 299, 342 (2011). Por tanto, se considera que
25incurre en temeridad aquella parte que torna necesario un pleito frivolo 0 que provoque su
indebida prolongacién, y que obliga a la otra a incurrir en gastos innecesarios. Colén, Sant
Coop. Seg. Mult. P.R., 173 D.P.R. 170, 188 (2008);
v. Dayco, 164 D.P.R. 486, 511
(2005); Dominguez v. GA Life, 157 D.P.R. 690, 706 (2002); Rivera v. Tiendas Pitusa, Inc., 148
D.P.R. 695, 702 (1999).
La determinacién de si una parte obré con temeridad descansa en la sana discreci6n del
jjuez. sentenciador. C.O.P.R, 181 D.P.R. a la pag. 342; P.R. Oil 164 D.P.R. pag. S11. Ahora
bien, determinada Ia existencia de temeridad, el tribunal deberd tomar en cuenta una serie de
factores para poder calcular la cantidad que concedera, a saber: “(1) el grado de temeridad; (2) el
trabajo realizado; (3) la duracién y naturaleza del litigio; (4) la cuantia involucrada, y (5) el nivel
profesional de los abogados”.
R. 181 D.P.R. a las pags. 342-343. Debe quedar claro que
Ja cantidad concedida en honorarios de abogado al amparo de la Regla 44.1 de Procedimiento
Civil, supra, no necesariamente tiene que ser equivalente al valor de los servicios legales
prestados, sino que constituye “aquella suma que en consideracién al grado de temeridad y
demés circunstancias el tribunal concluye que representa razonablemente el valor de esos
servicios", Santos Bermidez v. Texaco P.R., Inc., 123 D-P.R. 351, 357 (1989) (Enfasis suplido).
En el caso que nos ocupa, la Sentencia en ningin momento discute lo relacionzdo a
honorarios de abogado ni mucho menos imputa temeridad a la parte Demandante-Apelante. De
hecho, en su Solicitud de Sentencia Sumaria, la parte Demandada-Apelada tampoco solicita este
remedio. Nos soprende de sobre manera eémo en la Sentencia se incluyé tal seria aseveracién,
‘més aiin cuando nuestro sistema de derecho es uno de caricter rogado,
Ademés, el T.P.I. exigié a las partes descubrimiento de prueba mediante Resoluci
24 de abril de 2014, notificada el 29 de abril de 2014, especificamente desglosando unas
interrogantes a ser contestadas. De haber sido el presente caso uno frivolo, segin contempta la
Regla 44.1 de Procedimiento Civil, supra, hubiese sido desestimado desde el principio por el
T.P.L, lo que no ocurrié por tener argumentos s6lidos en los hechos y en el derecho para
prevalecer, ya sea en este foro o en el foro apelativo.
Es por esto, y por las razones que anteceden resptuosamente entendemos que erré el
TPA. al imponer la cantidad excesiva de $5,000.00 por concepto de honorarios de abogado
contra la parte Demandante-Apelante, toda ver. que es contraria a derecho.
26VIL. CONCLUSION Y SUPLICA
POR TODO 1.0 CUAL, solicitamos respetuosamente que este Honorable Tribunal que
revoque la determinacién apelada.
CERTIFICO
Haber enviado copia fiel y exacta del presente escrito mediante correo electrénico"* a:
LIC. LUIS M. LOPEZ RODRIGUEZ
LIC. MARGARITA M. FRONTERA MUNOZ
LIC, JORGE GORDON MENDEZ
jorgegordon@microjuris.com
Jgordonpyjollaw@gmail.com
Y se CERTIFICA, ademis, haber notificado de conformidad con el Reglamento del
Tribunal de Apelaciones, a la mano a:
SECRETARIO GENERAL
Tribunal de Primera Instancia
Sala de San Juan
PO Box 190887
San Juan PR 00919-0887
RESPETUOSAMENTE SOMETIDA.
En San Juan, Puerto Rico a 25 de febrero de 2016.
VALENZUELA-ALVARADO, LLC
Representacién Legal de la parte Demandante-Apelante
MCS Plaza
255 Ponce de Leén Avenue, Suite 825
San Juan, Puerto Rico 00917-1942
Tel./Fax: (787) 756-4053
§
5 ma }
8 ubavsiiwann -ALVARAD!
32 RUA. Nim. 14498
ewanean 2 Colegiado Nam. 15552
3006 201 SECRETE
jose.enrico. valenzuelal@gmail.com
™ Se notifica mediante corteo electrénico a las partes en formato digital de conformidad con la Regla 13 (BY) del
Reglamento del Tribunal de Apelaciones, 4 L.P.R.A. Ap. XXIL-B (2004).
27INDICE AL Al
EXHIBIT Deseripeién del EXHIBIT/ANEJO Paginas
ANEJO
L Contestacién a
Demand 1-9
1. ‘Contestacién a Interrogatorios y a Solicitud de Produccién de
Documentos .. 10-22
Ti. Declaracién Jurada de Vicente L. Plaud de
esis 23-26
IV. Carta de José E. Grau, Ingeniero Jefe, Dpto. de Conservacion
CPS, a Manolo Mangual Rodriguez, TCCG, Central Generatriz
Palo Seco,
27-30
Vv. Tnforme de Investigacién, preparado por el Sr. José E. Grau
Balseiro, Ingeniero Jefe, Dpto. Conservacién
crs. 31-36
Vi. ‘Sentencia de 15 de mayo de 2012, Pueblo de Puerto Rico vs.
Mangual Rodriguez, Caso Nim.
DIC2011G0126.. 37-39
Vil. | Tabla de delitos Manolo Mangual
odrigues 40-41
VIL. Consulta de
Caso: 42-61
Ix, Niveles de Ejecuciin [evaluaciones
62-66
e jummary” (Informe de Alta del
67-73,
XI.
14-77
xi.
78-79
Xa.
Naim. 12-15-00428 9. 80-81
XIV, | Acta Reunién Informal Caso Manolo
82-83,
XV. __ | Primera formulacién de cargos, paginas 1-4 G de agosto de
2011) (formulando cargos disciplinarios por violentar las Reglas
de Conducta de la
AEE)... 84-88XVI.
Deposicién del Sr. Carlos Pérez
Molina.
89-240
XVII.
Deposicién del Sr. Fernando Cancel
Marin...
241-290
XVII.
Deposicién del Sr. Rafael Meléndez,
Alvarez.
291-326
XIX,
Deposicion de la Sra, Anna Figueroa
Colén.
327-379
XX,
Resolucién del 24 de abril de 2014, notificada el 29 de abril de
2014, Civil Nim. K DP2012-0297
380-398
XXI,
‘Segunda Solicitud de Sentencia Sumaria Parcial por la parte
Demandante, 4 de febrero de
2015.
399-417
XXII,
‘Oposicién a Segunda Solicitud de Sentencia Sumaria Parcial por
Ia parte Demandada, 9 de abril de
2015,
418-502
XXIIL
‘Oposicién a Sentencia Sumaria y Réplica a Oposicion a Segunda
Mocién de Sentencia Sumaria Parcial, 17 de abril de 2015,
Pérez Molina, et al. v. AEE, et al., Civil Nim. K DP2012-0297
(805).
503-529
XXIV.
Sentencia 5 de octubre de 2015, notificada el 7 dé
ismo afio, Pérez Molina, et al. v. AEE, et al., Ci
DP2012-0297
(805)...
‘octubre del
Nam. K
530-550
XXV.
del 21 de octubre de 2015, Pérez Molina, et al.
.. K DP2012-0297
551-584
XXVI-
Resolucién notificada el 26 de enero de 2016, Pérez Molina, et
fl Nim. K DP2012-0297
585-589
XXVIL
1DP2012-0297 (805), de 7 de marzo de
2012,
590-602
it