Estar de Pie con Majestuosidad

Postura: TADASANA
Toma de Conciencia corporal:
Cierra tus ojos suavemente. Te invito a habitar tu cuerpo con conciencia. Relaja tus
hombros, tu rostro, tu mandbula y deja que tu lengua descanse sin tensin dentro de tu
boca.
Observa el aire que fluye libremente por tu cuerpo. Simplemente observa, conectando
contigo mism@ hacia adentro.
Siente tus PIES en contacto con el suelo, siente tu eje, el apoyo de la tierra sostenindote.
Respira cada vez ms profundo y exhalando completamente a modo de suspiro por boca,
libera cualquier peso, tensin o preocupacin.
Lleva la conciencia a ese lugar de tu cuerpo donde sientas que hay tensin. Suelta y libera
con cada exhalacin.
Inhala y visualiza que echas races hacia la tierra y te arraigas firmemente. Cada vez que
exhalas tus races bajan un poquito ms. Siente los lugares de tu cuerpo que se van
soltando con cada exhalacin, siente como vas liberando esa energa.
Y ahora a travs de tus races con una inhalacin profunda subes fuerza, calidez, intencin
desde la tierra hasta tu pelvis. Deja que la tierra te nutra. Siente esa fuerza renovadora
expandindose en ti desde la pelvis hacia el corazn.
Ahora te invito a que subas tus brazos a 60 grados como si fueran ramas, y abre los dedos
de tus manos.
Con cada inhalacin crece un poquito ms desde la coronilla y desde tus ramas. Elvalas
hacia el cielo y conctate con su energa.
Toma una inhalacin profunda, habita con conciencia tu cuerpo. Percibe como la parte
inferior del cuerpo se hunde en la fuerza gravitacional de la tierra, mientras tu columna y la
parte superior de tu cuerpo se estiran naturalmente hacia los cielos.

Sintete enraizada en tu centro, alineada sobre tus ejes. nclate en la tierra, en el

momento presente, en el aqu y en el ahora. Sintete estar de pie con majestuosidad.
Ahora lleva tus manos al centro de tu pecho, en mudra de oracin y qudate
amorosamente en esta posicin durante un ratito.
La cabeza se alinea con el corazn. El corazn es nuestro centro de equilibrio
sobre los chakras inferiores a quienes disciplina con compasin mientras
permanece conectado con su vitalidad. Siente al corazn descansar sobre la
pelvis.

Deja que tus brazos caigan al costado del cuerpo por su propio peso, empieza a mover los
dedos de las manos. Vuelve a sentir plenamente tus pies en contacto con el suelo. Empieza
a mover lentamente los dedos de los pies.
Y cuando te sientas plenamente presente, abre suavemente tus ojos. Namast.