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62 Capitulo 2 Decisiones en ingenieria Debe quedar claro que esta técnica es bastante flexible para efectuar modificaciones interpretaciones individuales, y que el ejemplo anterior no debe considerarse de ningtin modo como un método estindar. Sin embargo, offece una respuesta numérica a Ia euestiGn del im- pacto ambiental, y cuando esto se hace en el caso de varias opciones, es posible comparar las cifras. Este proceso de comparaciéa y evaluaciGn representa la tercera parte de la DIA. 2.6.3 Evaluacion [La comparacisin de los resultados del procedimiento de evaluacién y el desarrollo de las con- clusiones finales se incluye en la evaluacién. E's importante reconocer que las dos etapas an- teriores, inventario y evaluaciGn, son procedimientos faciles y rpidos en comparaciGn con Ja etapa final, que requiere juicio y sentido comtin. Durante esta etapa, en Ia redaceién de la DIA, se extraen y presentan fas conclusiones. Con frecuencia el lector de Ia DIA sélo ve las, conclusiones:y nunea se molesta en revisar todas las suposiciones que entraron en los edlculos de Ia evaluacién, asi que es importante incluir en esta tiltima el sabor de estos cilculos y hacer hincapi en el nivel de incertidumbre que hay en esta etapa de la evaluacién. Pero auun cuando Ia DIA sea tan completa como sea posible y los datos se hayan recabado y evaluado con sumo cuidado, las conclusiones concernientes al uso del andlisis estén sujetas a diferencias graves. Por ejemplo, la DIA que se redact6 para el oleoducto de Alaska, cuando todos los documentos se colocan en una sola pila, representa 14 pies (4.27 metros) de trabajo. Y al final de todo ese esfuerzo, las buenas personas en ambos lados obtuvieran conclusiones opuestas sobre el efecto del oleoducto. El problema era que discutian sobre el aspecto equivo- cade? Pudieron discutir sobre cuintos caribies se verian afectados por el aleoducto, pero st. desacuerdo en realidad era sobre cusin profundamente les preocupaba que los caribiies se ‘an afectados por el oleoducto. Para aquellos a quienes les importa poco el caribi, el impacto es de cero, en tanto que quienes se interesan por las manadas y los efectos a largo plazo en la sensible ecologia de la tundra se preocupan mucho. ;Cual es, entonces, la solucién? ;Cémo es posible tomar decisiones en la ingenieria ante los valores que entran en conflicto? Estas consideraciones exigen otro tipo de toma de decisiones: un andlisis ético. 2.7 DECISIONES BASADAS EN ANALISIS ETICOS Antes de emprendet la exposicicn sobre el andlisis ético, es necesario definir con suma clari- dad lo que se-entiende por ética.” La opinién popular es que una persona ética, por ejemplo, es alguien “bueno”, con estdndares elevados. De igual modo, se considera que una persona moral tiene ciertas opiniones convencionales sobre la sexualidad. Ein ambos casos se trata de errores muy generalizados. [La moralidad est constituida por los valores que las personas eligen para orientar la forma en que deben tratarse unas a otras. Asf, un valor moral seria decir la verdad, y algunas personas elegirdn ser veraces. Se piensa que son individuos morales respecto a la verdad por- que actuarian de acuerdo con sus convieciones morales. Sin embargo, si alguien no valora la veracidad, entonces decir 1a verdad resulta irrelevante y esa persona no tiene un valor moral respectoa la veracidad, De hecho, seria posible que alguien tuviera la perspectiva moral de que se deberia mentir siempre y. en este caso, se le percibiria como un individuo moral si miente porque actuaria de acuerdo con una conviccién moral. Las personas mds razonables estardin de acuerdo en que es mucho mejor vivir en una sociedad en Ia que la gente no miente, engafa 0 roba. Sin duca existen las sociedades en las, que sus integrantes mienten, engaftan y roban, pero de presentarse la opcién, la mayoria de 27° Decisiones basadas en andlisis éticos 63 ellos no querrfa comportarse de ese modo y optaria por vivir en comunidades en las que todos ‘compartan los valores morales que ofrecen un beneficio mutuo. Si bien es bastante sencilio coincidir en que no es aceptable mentir, engafar o-robar, y la mayorfa de 1a gente no Io hard, es un asunto mucho més dificil decidir qué hacer cuando ssurgen conflictos entre los valores. Por ejemplo, suponga que es necesario mentir para ser fiel luna promesa. ;Cémo decidiremos qué hacer cuando Ios valores entran en conflicto? En los temas econémicos se da una situacién similar. Por ejemplo, zodmo decidiremos qué proyecto ‘emprender con los recursos limitados? Como ya se analiz6, en este caso nos valemos de un andlisis de costo/beneficio. ;Cémo tomamos entonces una decisién cuando los valores morales entran en conflicto? En este caso, usamos un andlisis La ética proporciona un marco sistematizado para la toma de decisions euando los va- lores entran en conflicto, La eleccidn de 1a naturaleza y la funcidn de esa maquinaria para La toma de decisiones depende de los valores morales propios de cada persona. Tanto el andlisis de rentabilidad como el de costo/beneficio san métodas para tomar decisiones con base (prin ‘cipalmente) en el dinero. En el andlisis de riesgo se calcula el dafio potencial para la salud y «1 anilisis de impacto ambiental constituye un medio para la toma de decisiones con base en los efectos a largo plazo en los recursos. La ética es de igual modo un marco para la toma de decisiones, pero los parimetros de interés no san el dinero o los datos ambientales, sino los valores. De esto se desprende entonces que, dado que la ética es un sistema para Ia toma de decisiones, una persona ética es aquella que toma decisiones sobre Ia base de algiin sistema stico. ;Cualquier sistema! Por ejemplo, si alguien opta por seguir un sistema ético en el que se maximiza el placer personal (hedonismo), serfa correcto (ético) decidir tado de tal moda que éste Se magnifique: en ese caso seria posible empujar de una banca a tas mujeres de edad avanzada para sentarnos © hacer trampas en los examenes porque esto disminuye el tiempo de estudio personal y maximiza el tiempo dedieado a la diversién. Siempre que alguien adopte el hedonismo como el modo de comportamiento aceptado (¢tioo) actuaria, en estos casos, en forma ética. Por supuesto, hay muchos otros sistemas éticos que generan acciones que la mayoria de Ta gente civilizada considera normas mas aceptables de comportamiento social. El aspecto mas importante en cualquier eédigo o sistema ético que se adopte es que hay que estar preparado para defenderlo como un sistema que todos deberian emplear. Si esta defensa es débil 0 deft. siente, entonces el sistema ético se considera inadecuada, lo que traeria como consecuencia «que una persona razonable 1a abandonaria y buscaria atro que pudiera defenderse como uno ‘que todos los individuos debertan adoptar. 2.7.1 El utilitarisme y las teorias deontolégicas La mayor parte del pensamiento ético durante los ditimos 2,500 aos ha sido una bsqueda de Ia teoria ética apropiada que oriente nuestro comportamiento en las telaciones entre los seres hhumanos. Algunas de Tas teorias que més influencia han ejercida en el pensamienta ético oc- dental, que son muy defendibles, se basan en las consecuencias o-en los actos. En el primer caso, 10s dilemas morales se resuelven de acuerdo con cules son las consecuencias; si se desea maximizar el bien, entonces la opcin que genere ell mayor bien es correcta (moral). Ea el segundo caso, los dilemas morales se resuelven al pensar si Ia opcidn (el acto) se considera [bueno o malo, y las consecuencias no se ponderan. . teoria ética consecuencialista més influyente es el utiliarismo de Jeremy Bentham (1784-1832) y John Stuart Mill (1806-1873). En el utilitarismo se calcula el dolor y el placer de todas las acciones, y se juzga el valor de todas ellas sobre la base de la felicidad total que se logra, donde la felicidad se define como la razén mas elevada de placer 0 dolor. (;Le parece familiar?) EI llamado edicule utilitario permite determinar 1a felicidad de todas tas. opc Capitulo 2 Decisiones en ingenieria consideradas. Actuar en forma ética, entonces, seria elegir la opcién que genere el mayor nivel de placer y el menor nivel de dolor. Dado que se suma la felicidad de todos los seres humanos. involucrados, estos célculos a menudo dictan una decisién en la que la felicidad moderada de. ‘muchos resulta en la infelicidad extrema de algunos. El andlisis de costo/beneficio puede con- siderarse utilitario en sus origenes porque se da por hecho que el dinero equivale a la felicidad. Los seguidores de las teorias consecuencialistas sostienen que éstos son los principios apropiados para la conducta humana porque fomentan el bienestar, y que es absurdo actuar sélo con base en algiin conjunto de reglas sin referencia a las consecuencias de estas acciones. Los utilitarios, de acuerdo con Aristoteles, afirman que la felicidad siempre se elige por dere- cho propio y, por tanto, debe ser el bien bésico que todos debemos buscar. Fn consecuencia, dado que e calculo utilitario asegura esa estimacidn, es el instrumento apropiado para la toma. de decisiones en las que hay valores de por medio. El segundo grupo de tearias éticas se funda en la nocidn de que la conducta humana debe regirse por la moralidad de los actos y que siempre es preciso seguir ciertas reglas (como. “no mentir”). Estas teorias, a menudo Ilamadas deontologicas, hacen hincapié en la bondad del acto y no en su consecuencia. Sus partidarios afirman que los actos deben juzgarse como. buenos 0 malos, correctos o incorrectas en si mismos, al margen de sus consecuencias. Un suo sistema de reglas deontolégicas son los “Diez mandamientos”, ya que se concibieron para acatarse independientemente de las consecuencias. Es posible que el sistema deontolégico més conoeida sea el de Immanuel Kant (1724 1804), quien propuso 1a idea del imperativo categérico: el concepto de que una persona de- sarrolla un conjunto de reglas para tomar decisiones cargadas de valores, que desearia que: todos los individuos obedecieran. Una vez. que se establecen estas reglas, la persona siempre. debe seguirlas, y s6lo entonces puede actuar en forma ética porque el acto es 1o importante, Una piedra angular de ta ética kantiana es el principio de universalidad, una simple prueba de. 1a racionalidad de un principio moral. En resumen, segiin este principio, si un acto es acepta- ble para una persona, debe ser igualmente aceptable para las dems. Por ejemplo, si alguien considera que mentir es un comportamiento admisible para uno mismo, deberia permilirse que todos mintiesen, y de hecho se esperaria que todos lo hicieran. De igual modo, si una persona. decide que hacer trampa en un examen es aceptable, entonces coincide, pracias all principio. de universalidad, en que es perfectamente vilido que todos los dems también la hagan. Vivir en un mundo en el que se espera que todos mientan 0 engafien seria lamentable y, en conse- cuencia, nuestra vida seria mucho més pobre. Por tanto, no tiene sentido afirmar que mentir & engafiar son comportamientas aceptables porque no pueden universalizarse. Los seguidores de las teorfas basadas en las replas sostienen que las que son consecuen: cialistas permiten y, con frecuencia, fomentan el sufrimiento de algunas personas en beneticio. de muchas, y que esto es a todas luces una injusticia. Por ejemplo, afirman que: las teorias. consecuencialistas recibirian de buen agrado el sacrificio de una persona inocente si previniera, Ja muerte de otras. Sostienen que si matar es malo, entonees el mero acto de permitir que una persona inocente muera es incorrecto e inmoral. Los utilitaristas refutarfan esto arguyendo que. menudo un acto bueno genera un dafo neta. Un ejemplo trivial seria si un compafiero de ha- bitacién, cényuge o amigo le preguntara a usted: “Te gusta mi nuevo peinadoyblusa/corbata, etc.?” Aunque usted con honestidad piense que es atroz, de acuerdo con esta perspectiva el acto. correcto seria decir la verdad porque se supone que nunca se debe mentit. ; Acaso una mentira. piadosa no generaria un mayor bien?, preguntan Ios utilitarios. Los deontélogos responden. que es incorrecto mentir aun cuando esto lastime de inmediato los sentimientos de las demas, porque decir la verdad puede generar una confianza que se sostendria con rapidez en tiempos. de verdadera necesidad 2.7 Decisiones basadas en andli éticos 65 Por supuesto, hay muchos mds sistemas éticos que podrian analizarse y que son perti- nentes para la profesiGn de la ingenieria ambiental, pero debe quedar claro que el pensamiento ético tradicional representa una fuente valiosa de discernimiento en Ia bésqueda de un estilo de vida personal y profesional. 2.7.2 Etica ambiental y valor instrumental “Todas los sistemas éticos clisicos se han concebido para proporcionar una orientacién sobre ccémo deberfan tratarse los seres humanos entre si. En resumen, la comunidad moral, 0 los individuos con quienes necesitamos interaccionar de manera ética, comprende s6lo a os seres thumanos, y éstos son los Gnicos agentes morales dentro de la comunidad moral. Laacei6n) en cuanto aque las personas acuerdan tratarse entre sien una forma ‘muluamente aceptable. Pero es evidenle que no somos los tinicos habitantes sobre la Tierra, y {no ¢s importante tambiga el modo en que tralamos a los seres que no son humanos, alas plan {aso los lugares? ;1-a comunidad moral deberia ampliarse e ineluir a otros animales, plantas, objetos inanimados como piedras, montaftas y hasta sitios? De ser asi, geberiamos extender también 1a comunidad moral a nuestra progenie, que esti destinada a vivir en el ambiente que Ie legaremos? slas preguntas se han debatido y discutido en una busqueda continua de lo que ha dado en llamarse la elica ambiental, un marco que se ha creado para permitienos tomar decisiones dentro de nuesico ambiente que conciernan no slo a nosolros mismos, sino también al resto del mundo. Una aproximacin ala formulacién de una ética que ineorpore el ambiente es con- siderar los valores como valores instrumentates. que puedea medirse en délares o en el susten- to que la naturaleza offece para nuestra supervivencia (por ejemplo, Ia produccién de oxigeno por parte de tas plantas verdes). ESE Se i a eT Eee eee Eee sta visin antrapacéntrica de la ética ambiental, la idea de que la naturaleza esté aqui s6lo para beneficio de las personas es, por supuesto, antigua. Arist6teles afirmd que: “Las plantas existen para dar alimento a los animales, y los animales para dar alimento a los hom- bres [...] Como la naturaleza no hace nada sin sentido o en vano, todos los animales debieron ser creados por la naturaleza para beneficio del hombre.” En forma similar, Kant incorporé la, naturaleza en sus teorias élicas al seflalar que nuestras responsabilidades con los animales son indirectas, que en realidad los son para nuestra propia humanidad, Su visiGn es bastante clara: “En To que a los animales concierne, no tenemos responsabilidades directas. Los animales ‘no son conscientes y estin ahi simplemente como un medio para lograr un fin, Ese fin es el hombre?" Asi, siguiendo este razonamiento, el valor de los animales se calcula en funcién de su importancia para las personas. Por ejemplo, no nos sustaria matar a todos los biifalos de las auras porque son criaturas bellas e interesantes, y disfrutamos verlas; exterminartos signi- ficaria ocasionar un datio a los seres hummanos. Sin embargo, William F, Baxter comenta que nuestra preocupaci6n por “el dao a los pingtiinos, a los pinos de azicar o a las maravillas geoldgicas es [..] sencillamente irrelevante [...] Los pingtiinos son importantes [s6lo] porque las personas disfrutan verlos caminar por las rocas”.!? Podemos estar de acuerdo en que es necesario vivir en un ambiente saludable para distru- tarlos placeres de la vida y, por tanto, otros aspectos del ambiente tienen un valor instrumental Seria posible afirmar que contaminar el agua o el aire © destruir Ia belleza natural, es tomar algo que no pertenece a una sola persona. En pocas palabras, esa contaminacién constituye un obo hacia los dems. También seria poco ético destruir el ambiente natural porque muchas personas disfrutan salir de excursién a los bosques 0 navegar en canoas por los rios, y debe~ siamos preservarlo para nuestro beneficio. Ademas, no deberiamos exterminar a las especies Capitule 2 Decisiones en ingenieria porque existe la posibilidad de que, de algtin modo, sean ditiles para la naturaleza. Una planta, oscura © un microbio podrian ser esenciales para la investigacién médica en el futuro y n0- eberiamos privar a otros de ese beneficio. ‘Si bien tiene su mérito la aproximacién del “valor instrumental de la naturaleza” a la ética ambiental, también tiene varios problemas. En primer lugar, este argumento no ns im- pedirfa matar 0 torturar animales en el imbito individual mientras eso no cause dafo a Ias. personas. Un mandato asf no es compatible con nuestros sentimientos acerca de los animales. Condenariamos a una persona que ocasione un dafio innevesario a cualquier animal que tera dolor, y muchos de nosotros hacemos lo posible por prevenire impedir este tipo de actos. Ein segundo lugar, esta aocicin abre un profundo abismo entre los seres humanos y el resto de la naturaleza, con el que la mayoria de la gente se siente muy ineémoda. La apro: macién antropocéntrica afirma que las personas son los amos del mundo y que pueden usar de. ‘manera exclusiva sus recursos para beneficio humana sin consideraciGa por los derechos. de las otras especies o de los animales en Io individual. Este pensamiento condujo a la “viola cién de la naturaleza” en el siglo xtx en Estados Unidos, cuyos efectos atin lamentamos. Henry Reconocieron que es muestra alienacién de! mundo natural, la nocién de que la naluraleza slo tiene un valor instrument Jo que al final condujo a su destrucef6n. Sin duda, la valoraciGn de la naturaleza sobre una base puramente instrumental es una aproximacién inadecuada para explicar nuestras actitudes hacia el mundo natural. 2.7.3 Etica ambiental y valor intrinseco En raz6n de estos problemas con el concepto del valor instrumental de la naturaleza como base para nuestras actitudes hacia el ambiente, ha iniciado 1a bisqueda de algiin otro fundamento- que incluya a los animales, las plantas y hasta las cosas dentro de nuestra esfera de interés ico. El impulso basico en este desarrollo es el intento de atribuir un valor indrinseco a la naturaleza e incorporar a la naturaleza no humana dentro de nuestra comunidad mor teoria se conoce como pensamiento ético extensionista, pues trata de ampliar la comunidad ‘moral para que incluya a otras criaturas. Este concepio tal vez es tan revolucionario como el reconocimiento, apenas hace un siglo, de que los esclavos también eran seres humanos debian incorporarse a la comunidad moral. Arist6teles, por ejemplo, no aplicaba la ética a los esclavos porque, en su opinién, no eran iguales al resto de las personas desde el punto de vista intelectual. Ahora reconocemos que éste era un argumento sin fundamento, y en la actualidad In eselavitud se considera repugnante desde la perspectiva moral. Es posible que en un futuro no demasiado distante la comunidad moral comprenda también al resto de la naturaleza y que se la incluya en nuestra maquinaria de toma de decisiones éticas. Al inicio, Ia ética ambiental extensionista no fue difundida por un filésofo, sino por un silvicultor. Aldo Leopold (1887-1948) defini Ia ética ambiental (0, como él ta Hamaba, la éti- cade la fierra) como una que “slo amplia las fronteras de la comunidad para abarcar suelos, aguas, plantas y animales, 0 colectivamente la tierra”. Reconocfa que tanto nuestra formacién religiosa como secular ha generado un coaflicto entre los seres humanos y el resto de la nat raleza, Esta tenia que domeftarse y conquistarse; era algo poderoso y peligroso contra lo que teniamos que luchar continuamente. Consideraba que una visién racional de la naturaleza nos conduciria auna ética ambiental que “transforme la funciGn del Homo sapiens de conquistador de la comunidad de a tierra en pleno inteprante y ciudadano de ella’ Leopold cuestionaba, en realidad, la antiquisima creencia de que los seres humanos so- mos especiales, que de algtin modo no formamos parte de 1a naturaleza, sino que nos enfrenta- ‘mos 2 ella en un combate constante por Ia supervivencia, y que tenemos la funcién, concedit 2.7 Decisiones basadas en andlisis éticos 67 por Dios, de dominarla, como se especifica en el libro del Génesis. Asi como los fildsofos posteriores (y las personas en general) comenzaron a ver Ia esclavitud como una institucién insostenible, y reconocieron que los esclavos pertenecfan a nuestra comunidad moral, es po- sible que las generaciones venideras reconozcan que el resto-de la naluraleza es igualmente importante en el sentido de que tiene derechos. La cuestién de admitir a los seres no humanas en a comunidad moral es polémica y se concentra en establecer si las criaturas no humans tienen derechos 0 no. Si es posible argumentar que sf los tienen, entonces hay raz6n para ineluirtas en la comunidad moral. La ccuesti6n de los derechas de los seres no humanos ha recibido respuestas negativas rotundas de ‘muchos filésofos y estos argumentos se basan en la reciprovidad. Por ejemplo, Richard Watson seftala que “decir que una entidad posee derechos tiene sentido s6lo si ésta puede cumplir con responsabilidades reciprocas, es decir, si puede actuar como un agente moral”. Watson dice incluso que la intermediacién moral exige ciertas caracteristicas (como conciencia de la propia identidad, eapacidad de actuar, libre albedrio y una comprensién de los principias morales) y que 1a mayor parte de los animales no cumple con ninguno de estos requisitos, de modo que no pueden ser agentes morales y, por consiguiente, no pueden ser integrantes de la comunidad ‘moral. H. J. MeClosky insiste en que “donde no hay posibilidad de una auténoma], potencial o real [...] y donde el ser no-es miembro de una especie que es normal- ‘mente capaz de [tal] acciGn, dejamos de hablar de derechos”."* En consecuencia, no es razona- ble extender nuestra comunidad moral para ineluir a otros seres que no sean las seres humanos debido al requisito de la reciprocidad Pero, ;la reciprocidad es el criterio mis apropiado para la admisién en la comunidad ‘moral? ,No incluimos ya dentro de nuestra comunidad moral a los seres humanos que no pueden carresponder de manera reciproca (nifios, personas de edad avanzada o en estado de coma, nuestros ancestros ¢ incluso las futuras personas)? Tal vez cometemos una vez: mas el error de Arist6teles con nuestras pricticas excluyentes. Quizs el hecho de ser humano no sea que los humanos poseen, Estos derechos tal vez no sean algo que necesariamente les demos, sino los. derechos que poseen en virtud de ser. John Locke" (1632-1704) y Thomas Hobbes" (588-1679), quienes sostenian que los derechos a la vida, la libertad y 1a propiedad deherian ser de todos. propusieron en.el siglo xvi el concepto de los derechos naturales inherentes: a todos los seres humanos, al margen de la condicién social.* Estos son derechos naturales en cuanto a que nosatros como seres humanos no poxlemos darselos a otros seres humanas 0 nos los dariamos a nosotros mismos, 1o cual no tiene sentido, Por tanto, todos los seres humanos estin “dotados de derechos inalienables” que no emanan de ningtin dador humano. Si esto es verdad, entonces no hay nada que impida que los animales tengan “derechos inalienables” por el simple hecho de ser, como sucede en el caso de los seres humanos: a existir,a vivir y prosperar en su propio ambiente y a que-los seres humanos no se los nieguen en forma innecesaria o gratuita. Si coincidimos en que los seres humanos tienen derecho ala Vida, la libertad y ta ausencia de dolor, entonces pareceria razonable que los animales. que experimentan sensaciones parecidas, posean derechos similares. Con éstos se deriva la inter- ‘mediaci6n moral, independiente del requisito de la reciprocidad. EI constructo completo de la reciprocidad es, por supuesto, un concepto antropocéntrico que sirve muy bien para mantener 0s otros fuera de nuestro club privado. Si abandonamos ese requisito, es posible admitir a otras seres ademés de los humanos en nuestra comunidad moral. * Finel nuevo Fstados Unidos, la revolucia proclame la vida, la Ubertad y la agua de la felicidad, wna cain pura sortearel agud problema de los esclaws com hawnbes y propsdad. ‘Capitule 2 Decisiones en ingenieria Pero si abrimos la puerta, qué dejaremos entrar? ;Qué puede incluirse en forma legitima en nuestra comunidad moral 0, dicho en forma ms burda, dénde marcaremos la raya? Si la comunidad moral se amplia, muchos eoineiden en que debe ser sobre la base de la sensibili- dad, © Ia capacicad para experimentar el dolor. Este argumento sefiala que todos los animales sensibles tienen derechos que exigen nuestro-inte: ‘Algunas teorias éticas clisicas han reconocido que el sufrimiento animal es un mal. Jeremy Bentham, por ejemplo, sostiene que el bienestar animal deberia tomarse en cuenta de algiin modo en el céleulo de costo/beneficio ulilitarie porque “Ia cuestién no es si zrazonan? © chablan?, sino si zsufren?™ Peter Singer considera que un animal es de valor s6lo porque valora su propia vida, y la sensibilidad es Io importante, no Ia capacidad para razonar. La igualdad es el nticleo de Ia filosofia de Singer, y éste considera que todas las eriaturas sensibles tienen el mismo derecho ala vida. La sensibilidad, la capacidad para tener experiencias cons- cientes, como el dolor y el placer, es “el tinico limite definible importante para los intereses de los demas”. Sin embargo, la inclusién del sufrimiento animal en nuestro circulo de interés abre una caja de Pandora lena de problemas. Si bien seriamos capaces de arguir con cierto vigor que el sufrimiento es un mal y que no deseamos infligir un dafo-a ningtin ser vivo que sufte, n0 sabemos con certeza qué animales (o plantas) sienten dolor; por tanto, no estamos seguros de qué deberia incluirse. Podemos suponer con justa certeza que los animales superiores sienten dolor porque sus reacciones se parecen a las nuestras: un perro ailla y un gate chilla y tata de detener la fuente del dolor. Nadie que haya puesto un gusano en un gancho podria negar el hecho de que quiz sienta dalor. Pero zqué pasa con las eriaturas que no nos muestran que lo experimentan? {Una mariposa lo siente cuando se le clava un alfiler en el cuerpo? Un pro- blema atin mas dificil es el reino vegetal. Algunas personas insisten en que las plantas sienten cuando se les lastima y que nosotros somos demasiado insensibles para reconocerto, ‘Si nos valemos de la aproximacién utilitaria, tenemos que calcular la cantidad de dolor que sienten los animales y los seres humanos. Si, por ejemplo, un ser hummano necesita el pelaje de un animal para mantenerse caliente, es aceptable causar suftimiento al animal para impedit el del ser humano? A todas luces es imposible incluir estas variables en el cdlculo utilitario. Si no nos enfocamos sélo en el dolor y el placer que sienten los animales, entonces es necesario reconover que su derecho a evitar el dolor es equivalente al de los seres humanos, 0 hacer de-algtin modo una lista y una clasifieaci6n de los animales a fin de especificar qué dere cchos tienen y en qué eircunstancias. Ea el primer caso, atrapar animales y torturar prisioneros son hechos que tendrian una importancia moral equiparable. Fin el segundo, seria necesario decidir que La vida de una cria de halcén es menos importante que ta de un polluelo, etc., y hacer unta cantidad infinita de comparaciones. Por tiltimo, si esa es la extensidn de nuestra ética ambiental, no seriamos capaces de abogar por la preservacién de lugares y ambientes naturales, excepto en cuanto a cémo po- drfan afectar el bienestar de las criaturas sensibles. Poner una represa en el Gran Cafién seria ceptable si adoptramos el criterio del animal sensible coma nuestra tinica ética ambiental Por tanto, parece que no es posible establecer una linea en términos de la Sensibilidad, y el siguiente paso ligico es sélo incorporar a toda la vida dentro de los pliegues de la comuni- dad moral. Este paso no es tan atroz como parece. Albert Schweitzer, quien coments que esta étiea era una “reverencia hacia la vida’, desarroll6 la idea. Lle6 a la conclusi6n de que limitar 1a étiea a las interaceiones humanas es un error y que una persona es ética “slo cuando la vida, como tal, es sagrada para ela, se trate de Ia de las plantas y los animales o de la de su compa- fero humano”. Schweitzer consideraba que una persona ética no causaria dato de manera maliciasa a algo que crece, sino que existiria en armonia con Ta naturaleza. Por supuesto reco- nocia que, para comer, los seres humangs deben sacrificar a otros organismas, pero sostenia 2.7 Decisiones basadas en andlisis éticos 69 que esto debia hacerse con compasién y con un sentido de sacralidad hacta toda la vida. Para i, los seres humanos son s6lo-una parte del sistema natural Charles Darwin quizé sea el responsable de que se haya aceptado la nocién de que los seres humanos no son diferentes del resto de la naturaleza en el aspecto cualitativo. Si en efecto evolucionaron a partir de criaturas menos complejas, son diferentes del resto de la vida inicamente en términos cuantitativos y no cualitativos, y constituyen otro eslabén mais en Ia larga cadena de 1a evoluciéa. Como Janna Thompson indica: “La teorfa de la evolucién, si se entiende debidamente, no nos coloca en el pindculo del desarrollo de la vida en la Tierra. Nuestra especie es un producto de la evolucién entre muchos otros." De igual modo, Paul Taylor™ sostiene que todos los seres vivos tienen un bien intrinseco en si mismos y, por tanto, merecen que se les incluya en la comunidad moral. Seftala que todos los organismos vivos tienen un valor inherente, y tan pronto como admitamos que los seres hhumanos no somos superiores, reconoceremos que toda la vida tiene derecho a la proteccién moral. Lo que él denomina el punto de vista biocéntrico depende del reconocimiento de la pertenencia comtin de todos los seres vivos a 1a comunidad de la Tierra, que cada organismo sun centro de vida y que todos los organismos estin interrelacionados. Para Taylor, los seres humanos no son mas o menos importantes que otros organismes. Esta aproximacién a la ética ambiental tiene mucho atractivo y muy pocos detractores. Por desgracia, no logra convencer en varios aspectos. Fn primer lugar, no hay forma de deter- minar dénde deberia trazarse en realidad la linea entre lo vivo y lo inerte. Los virus representan en este caso el mayor problema, y de aceptarse las ideas de Taylor, el virus de Ia poliomielitis también podria incluirse en la comunidad moral. Janna Thompson™ sefala, con base en la mayaria de los argumentas de esta postura, que tampoco hay algo que:nos impida excluir alos rganos (come el higado 0 los riflones) de pertenecer a la comunidad moral. 2n segundo lugar, el problema de cmo ponderar el valor de la vida animal en relacién con Ia vida de los seres humanos no esta resuelto. ;1.a vida de todas las criaturas deberia ser igual y, por tanto, una humana es igual a la de cualquier otra criatura? De ser asf, aplastar una cucaracha seria de la misma trascendencia moral que el asesinato de un ser humano. Si esto re- sulta poco factible, entonces una vex mds debe haber alguna escala de valores, y cada criatura viva debe tener un espacio en esa jerarquia de valores otorgada por los seres humanos. Si se construyera esa jerarquia, ,e6mo se determinaria el valor de la vida de diversos organismos? 21 de los microorganismos es igual que el de los os0s polares? ,1a lechuga tiene el mismo orden de importancia que la gacela? Una clasificacién asf también presentaria dificultades imposibles para determinar qué merece proteccisn moral y qué na. “Tii, amiba, entras; ti, paramecio, quedas Fuera, lo siento.” Esto sencillamente no puede calcularse. Trazar la linea de 1a inclusiGn de toda vida en Ia co munidad moral, por tanto, parece ser algo indefendible. Una forma de eliminar la objecién de saber dénde trazar la linea es extenderla para in- lui, dentro del effculo del interés moral, todo lo que es importante para el sistema dentro del cual existen los individuos. A Aldo Leopold se le reconoce Ia idea inicial de una ética ambien- tal ecocéntrica. Propuso que los ecosistemas deben preservarse porque sin ellos nada sobrevi- ve. Afinm6 que “algo es correcio cuando preserva Ia integridad, Ia estabilidad y la belleza de ta comunidad bidtica. Fs incorrecto cuando tiende hacia un sentido diferente”. ‘Val y Richard Routley* y Holmes Rolston IIT? reconocen que, en Ia étiea ambiental eco- cntrica, algunas criaturas (como una familia) tienen prioridad sabre otras (como los extranje- +a). ¥ que los seres humanos tienen prioridad sobre los animales. Conciben la ética como un sistema de anillos coneéntricos, donde las entidades morales ms importantes se ubiean en el centro y en los anillos que se extienden hacia fuera se incorporan otros a la comunidad moral, pero en niveles decrecientes de protecciGn moral. La cuestién de cémo deben clasificarse las 70 Capitule 2 Decisiones en ingenieria diversas criaturas y lugares en la Tierra en términos de su valor moral no se resuelve y, en efec- to, conresponde a las personas realizar la valoraciGn. Una ver mas este proceso se centra, por supuesto, en el ser humano, y Ia ética ambiental ecocéntrica es una forma de ética ambiental antropocéantrica con limites difusos. ‘Tom Regan presenta un concepto similar como un principio de preservacién de “no des- trucciGa, no interferencia y, en general, no intromisién” * Una corriente de pensamiento que adopta esta idea es el movimiento de la ecologia profunda. Su partidario mas notable es Arne |Naess, quien propone que en la naturaleza los seres humanas no son mas-importantes que otras ceriaturas o el resto del mundo La ecologia profunda se concentra en 1a idea de que los seres humanos forman parte de todo el cosmos y estén formados por la misma materia que todo lo ‘dems; por tanto, deberfan vivir de modo que respeten toda la naturaleza y reconocer el dafto que el Homo sapiens ha causado al planeta. Los ecologistas profundos exigen una reduccién gradual de 1a poblacién humana lo mismo que cambios en el estilo de vida a fin de que se utilicen muchos menos recursos, La ecologia profunda, denominada asi para distinguirla de Ia filosofia de “Ios ecologistas frivolos”. quienes valoran la naturaleza en forma instrumental, slimina el problema de donde trazar la linea respecto a los que entran y los que quedan fuera ide nuestra comunidad moral porque se incluye a todos y nada, pero nos presenta una vez mis la necesidad de valorar toda la naturaleza por igual, por lo que regresamos a nuestro problema ‘original de juzgar todo por medio de normas humanas.* 2.7.4 Etica ambiental y espiritualidad ‘Hay una tercera aproximaci6n a la ética ambiental: reconocer que somos, al menos en Ta 2c~ tualidad, incapaces de explicar de manera razonable nuestras actiludes hacia el ambiente y que estas actitudes se experimentan de modo profundo, en una forma que no es distinta a un senti- miento de espiritualidad. ;Por qué no admitimos sencillamente que estas actitudes se basan en ‘a espiritualidad? Esta sugerencia tal vez no sea tan atroz. como pareceria a primera vista (jpera sin duda lo es en un libro de texto de ingenierfa!). Aunque nos basamos en la cultura occiden- tal, existen otras culturas cuyas aproximaciones a la naturaleza pueden resultar ilustrativas Muchas otras religiones, incluidas las de los indigenas americanos, son animistas: reco- nnocen Ia existencia de espiritus dentro de 1a naturaleza. Estos espiritus no adquieren Ia forma humana, como en las religiones priega, romana y judaica. Slo estiin dentro del érbol, el arroyo ‘el cielo, Es posible estar en intima comunidn con ellos: hablarles, sentirse cerca de ellos. Hs demasiada exageraciGn esperar que las personas en el futuro vivan en armonfa con el ‘mundo porque experimentarin, en palabras de Wendell Berry, una “peregrinacién secular”?* John Stewart Collis tenga una visi6n optimista de nuestro futuro. A este respecto eseribié:” ‘Tanto el politeismo como el monotefsme hicieron su labor. Las imigenes estin rotas; se ha derro- cado a todos los idolos. Ahora sc considera que esta época cs muy poco religiosa. Pero tal vez silo significa que Ia mente pasa de un estado a otro. La siguiente ctapa no es una creencia en muchos dioses. No es una creencia en un solo dios. Noes una creencia en absoluto, ni una concepeién en cl intelecto. Es una extensién de la conciencia para que podamos sentir a Dios. Se ha publicado una versiGa de la Biblia cristiana, Ia Biblia ecol6gica, Resalta en tinta verde Jos versos que refuerzan el mensaje de la importancia de culdar la Tierra 2 Fs muy desafortumado que designemas a los orpanismos coms “superiores” o “inferiores”, com la consotacion superlaiva 0 peyorativa que eso supone Fslara que una Tomi hace muy bien lo que'se supone que debe heer, Jo mismo que el puepardo. Seria muy dificil que los sores humanos se movieran como aqusllas por la era 0 que Mraparaa como ¢3los- ua aallope que core. SI paxemox consruir miquinas para acer esas cosas, pero cs0 dete 1 aucsra capacidad de peasamicnto, Carocemos de muchas ekras habilidades¥. far taato, no podemosafirmar qu somos superiors a lax ln criaturas. De igual modo, cs un sinscatido hablar de un pucpardo como superior y una Jomibiz como inferior. 28 Continuidad en las decisiones de la ingenieria 71 ‘muy posible que la opcisn espiritual sea la que menos probabilidades tenga de resistir el escrutinio racional. Sin embargo, ,acaso esto no explica mejor c6mo nos sentimos hacia la naturaleza? ¢Cémo entender por qué algunas personas “tal vez: eviten hacer un ruido innece- sario en el bosque por respeto al mismo y a sus habitantes no humanos™ si eso no se explica ‘con base en sentimientos espirituales? No es en absoluto obvio por qué debemos tener actitudes de proteccién y cuidado hacia ‘un organismo o ser silo cuando estas aclitudes son correspondiidas. Tal ver. dependemos de la idea de la aceptacién en la comunidad moral, y el obsticulo puede librarse si la concebimos ‘como Ia inclusiGn de todos los seres en una comunidad de interés. Fn esta comunidad no se ne- ‘cesita la reciprocidad; lo importante es amar y cuidar de los otros simplemente par su presen ‘cia en Ta comunidad de interés. La cantidad de amor y cuidado es proporcional a la capacidad para darlos y no exige nada a cambio. 2.7.5 Observaciones finales Un aspecto de Ia ingenierfa ambiental como profesién (que a menudo no se menciona, com si nos avergorvara) es que el ingeniero ambiental est entregado a una misién que en verdad vale la pena: éles el epitome de la solucidn en contraposicién al problema, y deberiamos sentirnos bbien al respecto, Nuestro cliente, en el sentido més amplio, es el ambiente mismo, y nuestro ‘objetivo es preservar y proteger nuestro hogar global por el bien de nuestra progenie y por la Madre Naturaleza misma. 2.8 CONTINUIDAD EN LAS DECISIONES DE LA INGENIERIA Los métodos para la toma de decisiones que los ingenieros tienen a su disposicién van desde los mas objetivos (Iéenicos) hasta los mas subjetivos (éticos). EI método inherente a a toma de ‘decisiones es el mismo en todos los casos; el problema se analiza primera, se separa y aprecia desde muchas perspectivas. Cuando todas las cifras se han inctuido y se han evaluado las va- ‘ables, 1a informaci6n se sintetiza en una soluci6n. Luego esta tiltima se considera de manera integral para ver si tiene sentido 0, acaso lo mis importante, si se pereibe como algo correcto. Este proceso es cierto especialmente en el caso de las decisiones éticas, en las que pocas veces hhay cifras de comparacién. ‘Cuando la toma de decisiones relacionadas con la ingenieria se extiende de lo técnico a lo ético, éstas se vuelven cada vez menos cuantitativas y se someten a los gustos, prejuicios & intereses personales de quien las toma. :Fs razonable seftalar que en algiin momento las deci- siones dejan de relacionarse en realidad con la ingenieria? No pocos ingenieros destacados han -afirmado con elocuencia que las tinicas que en verdad se asocian con la ingenierfa son las de ccaricter técnico, y los dems intereses deben dejarse en manos de una persona no especificada ‘que toma las decisiones, para quien el ingeniero trabaja y quien quiza tenga la formacién y los ‘antevedentes para tomar decisiones de las que tal vez.el ingeniero no sea capaz:y, sin duda, res- [ponsable. Una visién asi, por supuesto, ibera a usted, el ingeniero, de todo juicio (no técnico) {y lo convierte en un verdadero autémata que trabaja a instancias de su cliente 0 empleador. De ‘acuerdo con este argumento, las consecuencias sociales de sus actos (la forma en que influyen fen Ia sociedad en su conjunto) son de poco interés siempre que su cliente o empleador esté sdebidamente atendido. Por fortuna, la mayorfa de los ingenieros no acepta una evasién asi de los problemas. Reconocemos que la ingenierfa, aeaso més que otras profesiones, puede marcar la diferencia. Los proyectos que comprenden un cambio o una manipulacién ambiental necesitarin de modo invariable los servicios del ingeniero profesional. Por tanto, todas estamos obligadas desde

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