Los 8 presagios funestos.

En el cielo la seal primera, resplandeciente y gigante llama de fuego, ancha en la parte de abajo y
aguda en la de arriba, su punta llegaba a la mitad del cielo. Se levantaba por el oriente y a media
noche su resplandor haca parecer que fuera un da comn, llegaba hasta la maana y entonces se
perda de vista. Cada noche de un ao dur espantando al azteca que pensaba era una mala seal para
todos.

La segunda seal fue que el templo de Hitzilopochtli se incendi sin explicacin alguna y cuando sus
creyentes corran a apagar el fuego con agua, este enardeca hasta dejar hecho braza el lugar. El atl
tlachinolli, unin del fuego y el agua algo les pudo avisar.

La tercera fue un rayo que cay sin sonido, sobre la casa de Xiutecutli, dios azteca del fuego un da de
lluvia tranquila dejando cenizas en el lugar.

La Cuarta en un da pleno y soleado que un cometa cay en latierra, tres estrellas corriendo
encendidas juntas y con sus de colas largas, partieron del occidente encaminando al oriente y al
estrellarse sepa Dios donde, se escuchn un enorme tronido en toda la comarca tenochca.

La quinta seal fue que se levant el agua que rodeaba Tenochtitlan en grandes olas, llegando lejos y
entrando por las casas, sacudiendo sus cimientos y hacindolas caer.

La sexta seal fue que en la noche se oa la voz de una mujer diciendo: Ay mis hijos ya nos
perdemos! Ay mis hijos, Dnde los llevar?! Mujer que sera calumniada de ser la llorona loca que
mat a sus hijos y despus llevada a la tierra de aguas calientes para poder tener en ese lugar una
historia de fantasmas regional.

La sptima seal fue que los cazadores de las aves llevaron a Moctezuma una parda y del tamao de
una grulla que tena un espejo en medio de los ojos por las que vio llegar a Hernn Corts y sus
hombres a caballo. Moctezuma mand a llamar a sus agoreros y adivinos a quienes pregunt si saban
que vena mucha gente junta, y antes que le respondieran el ave ya no estaba.

La octava y ltima sea fue que aparecieron seres con monstruosos cuerpos que eran capturados y
llevados a Moctezuma en su Tlillancalmecac. Estos seres desaparecieron al ser mirados.