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SaaS 3 ¢Do6nde? Prospeccion y Excavacion de Yacimientos y Estructuras Se ha dicho que na persona con un objetive claco y un plan de campaia tiene mis posbilidades de éxito que otra que earezca de ellos, cosa que, desde lnego, se puede aplicar 2} arqueclogia, El trasfondo militar de ls términos “obje- tivo” y “campufa” son totalmente adecuados para la arqueo- Jogia, que a menudo precisa de reclutamiento, finance ‘ida y coordinacién de gran cantidad de individuos dentro de proyectos de campo complejo. No es casualidad que dos pioneros de las téonicas de campo —Pitt-Rivers y Mortimer ‘Wheser haan sido emits usr, Capito I). En actualidad, gracias al impacto de esos expertos y idlueneat de & Nocet Arqucoogla, cou fain dc aoe cientfco, los arquedlogos eratan de expliciar, al micio de la investigacin, cules om sus objetivos y cul sed su plan de campaia, A este procedimiento se le denomina, por lo cori, clabora uh projet de ines, que, en teemtinos generale, consta de cuatro fives 1 La fommudariéw de una estrategia de investigacidn para rejolver un problema concreto 0 concrastar na hips tesis 0 idea: la engi y isto de la evidenia con ba que verficane= mos es idea, generalmente por medio de ly organizae cién de un equipo de especialistas y la direecién det trabajo de campo; 3 el ntanientey anilisis de esa evidencia y su interpre facia tas de a contain de ships o- nal 4 [a publiawidn de los resultados en ariculos de revista, libros, et. Raras veces, por no decit nunca, se produce uta pro gresién tan clara desde la primera a ha cuarta fase, En la vida ral, la estratoga de investigaciin se modifica a medi a que se accuperen y analicen los datos, Y, 2 menudo, de smodiy aperlonable, también se prescinde dela publicacion \ Capit 14), Pero, en los proyectos mejor plaificados, el -objetiv2vbal —la euestin 0 cuestiones principales que se dcben resolver—permanecerin, aunque se alter la estate gi ideada para lograrlo. En ba Parte Il (Capitulos 5-12) estudiaremos algunas de las estrategias de investigacidn que adoptan los arquedlogos para responder a importantes cuestiones reativas a cémo se Organizaban las sociedades, cmo era cl ambiente en eh pasado, qué clase de alimentos consumia la gente, qué ins trumentos hacla, qué contactos comerciales y ereencias tenia y, por supucsto a por qué evoluconaron y se transfor ‘maron_las sociedades a lo largo de miles de aftos. Después, en el Capitulo 13 examinaremos detalladamente un peque- jo nimero de proyectos para mostrar como se leva a cabo tuna investgacin desde sv inicio a su culminacidn En este capitulo, sin embargo, nos centraremos en la segunda fase del proceso de investigacién —en los métodos ¥ teenicas que emplean los arquedlogos para obtener datos on Jos que contrastar sus ideas—. No se debe olvidar que Ja evidencia apropiada a menudo puede proceder tanto de trabajos de campo anteriores como recientes: ef nuevo ani~ liss realizado por David Clarke de las excavaciones ent la aidea de la Edad del Hierro de Glastonbury (cuadro, Capi- tulo 1) lo demuestra, Gran cantidad de material rico y valioso todavia se esconde en los sétanos de muscos¢ insti~ tuciones, esperando a ser estudiado con base en téenicas nuevas ¢ imaginativas. Por ejemplo, sélo recientemente se ha realizado el meticuloso anilisis de los restos. vegetales descubiertos en la tumba de Tutankamon en los aiios 20 {cuadro, Capitulo 2). Pese «todo, sigue siendo cierto que la mayor parte de la investigacién arqueolégica depende atin de la recogida de material nuevo en trabajos de campo actuals. Tradicionalmente, solia considerase al trabajo de campo casi exclusivamente en funcion de la exeavaciin de yaci~ mientos individuales. Sin embargo, en la actialidad, aumque los yacimientos y su excavacién siguen siendo de fa mayor importancia, el enfoque se ha ampliado para inclur paisajes completosy la prospecciin superficial de yacimientos como comiplemento —o ineluso sustiucién— de la excavacin. 66 El Marco de la Arqueologia Los arquedlogos se han dado cuenta de que existe uma gran variedad de datos arqueoldgicos “fiera de yacimicntos” 0 {que no constituyan “yacimientos propiamente dichos", desde artefictos dispersos a cstructuras, huellas de arado 0 limites de campos, y que sin embargo proporcionan infor amacién valiow reltiva a la explotacién humana del entor= no. El estudio de paisajes enteros realizado a tavés de pros- pecciones comarcales supone, as, la mayor parte del actual trabajo arqucoldgico de campo. Los arquedlogos tambien se han ido concienciando, cada vez mis, del elevado costo y destructvidad de la excavacién. La prospeceidn superical y trodsia de yaceientos, que emplea mecanionce de ek dececcién no destructivos ha adquirido, por tanto, gran importancia Podemos hacer una itil distincién entre Tos metodo ute fizads para la leaizacin de yacimicntos arqueclégicos y estructuras 0 antefictos dspersos que no estin en yacimien to Los empleo a es a uit ec than sido descubiros, y que incluyen la prospoccidn detallada ylla excavacidn sclectiva de yacimicntos coneretos. EL DESCUBRIMIENTO DE YACIMIENTOS Y ESTRUCTURAS ARQUEOLOGICOS Una de las tarcas mis importantes del arquedlogo consiste cen localizar y registra el paradero de yacimientos y estruce turas, En este aparcado, revisaremos algunas de las principa~ les técnicas de localizacién de yacimientos. Pero no debe- ‘mos olvidar que muchos monumentos nunca se perdieron para la posteridad: las gigantescas pirimides de Egipto 0 ‘Teotihuacin, cerca de la actual Ciudad de México, siempre hhan sido conocidas por las generaciones posteriores a igual que la Gran Muralla China o muchos de los edificios del Foro de Roma. Su propésito o funcién exacta pueden haber suscitado controversias a lo largo de los siglos, pero rnunea se puso en duda su presencia, el hecho de su exise tencia, Tampoco podemos atribuir a los arqueélogos el Jullazgo de esos lugares que alguna vez estuvieron perdidos, Nadie ha hecho jams un recuento exacto puesto que un buen niimero de yacimientos hoy conocidas fueron encon- trados por casualidad, desde la cueva decorada de Lascaus, en el suroeste de Francia, descubierta por unos escolares durante la Segunda Guerra Mundial, hasta el ejército de terracota del primer emperador de China, desenterrado en 1974 por unos granjeros que cavaban un pozo, o los inn :merables pecios submarinos encontrados, en primer lugar, por pescadores, recolectores de esponjas y submarinistas aficionados. Los trabajadores de la conséraccign, durante la Seputades on parte peo nunca perdido: lo edifies del Foro de ta antigua Roma, tal y come los represents el atta italiano Panes enum aguafuerte det siglo xv. La Gran Muralla China, con mas de 2.000 ken de longitud, se omen a consti en ef silo m1 AC. Como el Foro, runs ha estado perdi para la posted gDénde? Prospeccién y Excavacién de Yacimientos y Estracturas 67 realizacion de nuevas careteras, metros, diques y bloques de oficina, han hecho su contribucidn a los descubrimientos —por glemplo, el Templo Mayor de los Aztecas en la Ciudad de México (cuadro, Capitulo 14), Sin embargo, son los arquedlogos quienes han procura~ do registrar, de forma sistemitica, estos yacimientos y son ellos quienes buscan toda la variedad de yacimientos y estructura, grandes 0 pequefis, que conforman el paisaje del pasado. ;Cémo lo hacen? Bevemos hae na dite pra ene aoa lizacién de yacimientos realizada sobre la superficie del suelo (inspecién supe y el descubrimiento desde el are © cl espacio (reconoaniento aéred), aunque ningin proyecto de campo empleari, por lo general, ambas modalidades, La Inspeccién Superficial Los métodos de identificacién de yacimientos concretos incluyen la consulta de fuentes documentales y la evidencia toponimica, ademis, sobre todo, del auténtico trabajo de campo, que puede consistiren la supervision del avance de las construcciones de los promotores en la arqueologia de urgencia, 0 en ‘ones de reconocimiento, en el 0 de que el anqosdloge pues actusr de un modo mas inde te. Las Fuentes Documentales. En el Capitulo 1 vimos cémo la firme creencia de Schliemann en la exactitud his térica de los textos de Homero le condujo directamente all descubrimiento de la antigua Troya. Una historia también culminada por el éxito, pero mis reciente, ue la locaizacién. y excavacion, relizados por Helge y Anne Stine Ingstad, del asentamiento vikingo de L’Anse aux Meadows en Terrano- va, gracias, en buena medida, a los datos que contenian las vikingas medievales. Gran parte de la arqucologia ica acral se ocupa, simismo, de la bisqueda en el Pro— ximo Oriente de prucbas fehacientes de los lugares —asi como de las personas ¥ acontecimientos— descritos en el ‘Antiguo y el Nuevo Testamento, Tratada objetivamente como una posible fuente de informacién sobre los yaci- mientos del Proximo Oriente, a Biblia puede constiair, en fgcto, un recurso valioso de material documenta, pero existe el peligro real de que la creencia en la verdad religio- ‘2 absoluta de los textos pueda impedir una valoracién imparcial de su validez arqueol6gica. ‘Gran parte de [a investigaci6n realizada por la arqueologh, bile sopoe el ntent de eaconar os hares mencio- nados en la Biblia con yacimientos arqueoldgicos conocidos an efitzo emia en lo fo 7 por al desc- miento, realizado por italiano, de tablets escritas de la Edad del Bronce en ‘Tell Mardis antigua Eb, Siri—. Con todo, la evidencia toponimica también puede Anqueologia de urgencia: et Templo Az Quetzalkoatl, descubierto durante la excavacin de la estacén de meine de Piio Suarez, en la Ciudad de México, leva a descubrinicntsefecives de nuevos yacimienos arqueol6gicos. En el suroeste de Europa, por ejemplo, se jad halts momen amis pbc e pots pion a ge nombres sefialados en los mapas que incorporan {éeminos locales que sgnifican “piedra” o “tumba”. Los mapas antiguos y los viejos nombres de calles son incluso mis importantes para ayudar a los arquedlogos a recom ploca pisos te x cudadsHsbica: En Inglaterra, por ejemplo, es posible situar, en las ciudades medievales mejor documentadas, muchas de ls calles, casas, iglesias y castllos del siglo xit DC, o incluso anteriores, cmpleando este tipo de datos. Estos mapas constituyen, de ste modo, una base fiable sobre la que decidir si resulta rentable Ilevara cabo una labor de prospeccidn y excavacién. La Arqueologia de Rescate. En esta labor especiali- zada —que abordaremos mis ampliamente en ef Capitu- lo 14 el papel del arquedlogo consiste en localizar y registrar todos los yacimientos posibles antes de gue sean destruidos por nuevas careteras, edifcios o diques, o por lt extraccién de turba y el drenaje de ambientes pantanosos. La adecuada coordinacién con el promotor permitiria que la investigacién arqucoldgica se realizase con antelacién a lo largo de la ruta proyectada para la carretera o 3 medida ue progresa. Los yacimientos importantes ai descubiertos requieren una excavacién ulterior y, en algunos casos, pue- den alterar incluso los planes de construccion. Ciertos restos arqueol6gicos desenterrados durante la excavacidn de los metros de Roma y Ciudad de México, fueron incorporados a la arquitectora defintiva de las estaciones, La Prospeccién Superficial. ;Cémo localiza el ar- quedlogo los yacimientos, ademas de utilizar las fuentes documentales los trabajos de urgencia? Un método con veacinaly todavia ldo consis en buscar lox restos mds prominentes del paisj, sobre todo los vestigios supervi~ Vientes de construcciones amuralladasy los tmulos Fane 68 El Marco de la Angueolegia rarios como los del exte de Norteamérica o Wessex, en el sur de Inglaterra Pero muchos yacimientos son visbles en Ja superficie slo en forma de artefictos dispersosy precisan, por lo tanto, de un examen mis minucioso —lo que podria ‘mos llamar una prospeceién de reconocimicnto— para ser detectados. Mis ain, en los dltimos aos, a medida que los arqueslogos se han’ ido interesando cada vez mis en la reconstruccién del uso hamano global del paisa, han comenzado a darse cuenta de que hay dispersiones de arte- factos apenas perceptibles, que no podriamos calificar como yacimientes pero gue, sin embargo, representan una active dad humana significativa. Algunos investigadores como Robert Dunnell y William Dancey han sugetido asi que ‘estas drcas “frera de yacimientos” 0 que no constituyen *yacimientos propiamente dichos” (es decir, zonas con una baja densidad de artefactos) deberian ser localizadasy regise tradas, lo que slo se puede hacer mediante uma labor sste- mitica de prospeccion que implique procedimientos de rmuestreo cuidadosos (ver més adelante), Este enfogue resul- ta atl, sobre todo en areas donde la gente con un modo de vida itincrante sélo haya dejado un registro arqueoldgico disperso, como en gran parte de AGfica: ver el comentario is amplio del Capitulo 5. La prospeccidn de reconocimiento ha ganado impor- tancia debido a otra razén fundamental: el desarrollo de los estudios regionales. Gracias a las investigaciones pioneras de investigadores como Gordon Willey en el Valle de Viri, Peri, ¥ William T, Sanders en la Cuenca de México, los arqueblogos procuran cada vez mis estudiar los patrones de asentamiento —la dstribucién de los yacimaentos en el pai- sgje de una region determinada—. La trascendencia de esta tarea para li comprensién de las sociedades del pasado se abordari mis adelante, en ef Capitulo 5, Aqué queremos seftalar su impacto en el trabajo arqueoldgico de camp. faoy en dia, pocas veces se imita el aquedlogo a localizar un yacimiento conereto y 2 explorarlo y/o excavarlo de forma aislda respecto a otros. Es preciso explorar regiones enters. Esto supone, necesariamente, un programa de prospeccién. En has ikimas dos décadas, la prospeccn ha pasado de ser simplemente una fase preliminar del trabajo de campo (la busqueda de yacimientos adecuados para la excavacin), 4 scr un tipo de estudio mis o menos independiente, un ica de investigicidn por derecho propio, que puede gene~ rar una informacién bastante diferente de la que se consigue mediante a excavacidn. En algunos casos, éta no puede ser realizada, quizis por l fata de permiso 0 por la escasce de tiempo o dinero: la excavacign moderna ¢s Ienta y costosa, rentras que la prospeccion es barata,ripida, relanvamente poco destructiva y sélo precisa de mapas, brijalas y cintas métrcas, Sin embargo, y por lo general, los arquedlogos el gen deliberadamente un inécodo de superficie como Fuente de informacion regional, con el fin de investigar cuestiones especificas que les interesan y que la excavacién no podria resolver, La prospeccién de reconocimiento engloba una amplia variedad de técnicas: no silo la identificacion de yacimien tos y el registro o recogida de artefactos superficales, sino también, algunas veces, e] muestreo de los recursos natura~ kes y minerales, como la piedka y la arcilla. Buena parte de la prospeccidn actual se dedica al estudio de la distribucién espacial de las actividades humans, ls diferencias regiona~ les, los cambios poblacionales a lo largo del tiempo yy las relaciones entre el hombre, la tierra y los recursos (ver cuae dro de Melos) La Prospeccién Superficial en la Préctica, Para resolver ls cuestiones planteadas en funcidn de cada regién, ¢s necesario recoger datos segin la escala correspondiente, pero de forma que genere el maximo de informacion con el minimo de esfuerzo y dinero, En primer lugar, hay que delimitar la region a estudiar: sus fronteras pueden ser natu- rales (como un valle o una isk), culturales (el ambito de un estilo artefactual) 0 meramente arbitrarias, aunque los limi tes naturales son los mis ficiles de establecer. Debe examinarse historia de Ia zona, no sélo para familiarizamos con a labor arqueoldgica previa y con los materiales locales, sino también para valorar fa extension que puede haber cubierto el material superficial o la que ha sido alterada por los procesos geomortolégicos. No tic sori or ejemplo baat meri acrico cna mentos depositados sdto en época reciente por la actividad fluvial. Otros factores también pueden haber afectado a la cvidencia superficial. Por ejemplo, en Africa, las grandes rmanadas de animales 0 sus madrigueras habrin alterado, en mumeross acasiones, el material de superficie, de forma que el arqueslogo debe ser capaz de examinar s6lo los patrones de distribucién muy generales, Los gedlogos y especialistas en medio ambiente pueden proporcionar, por lo general, un itil asesoramiento al respecto, Esta informacion previa nos ayudar’ a determinar la intensidad del alcance superficial de la prospeccién. Otros factores a tener en cuenta son el tiempo, los recursos dise ponibles y la dificultad real para cubrir y registrar un Srea Los entomos aridos (secas) o semidridos con escasa vegeta cién son los més adecuadbos para este tipo de trabajo, mici tras que en lis selvas ecuatoriales la prospeccién puede verse limitada alos terrenos despejados que bordean a los bancos fuviales, salvo que el tempo y ef abajo permitan la aper- tura de caminos para formar una red de exploracién, Por supuesto, muchas regiones incluyen paisajes diversos y una estrategia simple de prospeceién sucle scr insuficiente para cubritlos. Es preciso una flexibilidad del método, “estratfi- cando” el irea en zonas de diferente visibilidad y elabora do una técnica adecuada para cada una de ellis, Ademis, debemos recordar que algunas etapas arqueolégicas (con {Dinde? Prospecciin y Excavacién de Yacimientos y Estructuras 69 PROSPECCION REGIONAL EN MELOS En 1976 y 1977. un equipo dirigido por John Chery llevé a cabo una prospec ‘cn en ta Isla griega de Melos, en ef Mediterraneo Oriental. El pequefio tamafo de la isla (151 kr?) la convertia ‘en unidad ideal para la investigacién. La prospeccién se proponia estudiar diversas cuestiones, incluyendo como han cambiado en tiempo e! nimero, tamafio y localizacion de los yacimien- tos. La investigacién estaba vinoulada a las excavaciones de Colin Renfrew en el yecimiento de la Edad del Bronce de Phylakopi, situado en esta isla (vor Capitulo 13). El objetivo fundamental fra determinar si este yacimiento habia sido el Unico asentamiento de Melos durante la mayor parte del segundo milenio AG. Se decidio realizar una prospeccion intensiva de toda Ia isla, [pero las resiicciones de tiempo, dinero Y personal dieron lugar a que sélo se ‘examinara una muestra del 20 9. La crac rospeccién se proyecto como mues- ‘reo aleatorio sistematico (ver cuadro Siguiente) compuesto por transectos, el primero elegido al azar y el resto 2 Intervalos de 5 km a partir de él. Estos ‘ransectos abarcaban bandas de 1 km de anchura que recorrian Ia isla de nrorte a sur. Alaunas zonas eran inacce- sibles a los vehiculos y se tardaba hasta 3 horas en llegar, Cada transacto ‘era examinado por un grupo de 10 2 15 personas, dstribuidas en 1 0 2 equi- pos, que caminaban en lineas paralelas Separadas por una distancia de 15 6 25m, De este modo se cubria una media de 1,5 a 2 km? al dla. Los yaci- mientos descubiertos en mapas de detalie elaborados a partir de fotogra- fias aéraas. Se registro su superficie aproximada y todos los restos de Los transectos de muestreo aleatoris ‘logidos para el estudio intensiv. estructures notables. La elaboracién de ‘mapas se realiz6 utiizando fotografias ‘a6reas toradas por cémaras telodiri- Ggidas acopladas a globos atacios a baja altura. Se recogié poco material para alterar lo menos posible la distribucidn ‘espacial en superficie (se identificaron y fotografiaron fragmentos de ceramica ‘para su estudio, pero se dejaron en el campo), y se volvieron a visitar la mayoria de los yacimientas fin de com- pletar los datos relatives a ellos. ‘Como resultado, el numero total de yacimientos conocidos en Melos se incrementé de 47 a 130 (de todos los pperiodos), y la densidad giobal de yaci- mientos result6 ser, sels veces mayor de lo que se crela, debido en parte al reconocimiento y registro de dispersio- ‘nes de material pequefias y de poca ‘densidad. No se encontra ningun yaci- miento de la misma época que Phyla- Las alteraciones en el nimero y tamafio de los yacimientos a través del tiempo proporcionaron avidencias de Ciclos reiterados de agregacion y dis- persién de los asentamientos, con importantes maximos de poblacién en ‘1 Bronce Final y el romano tardio. 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