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In: Veterinary Care of Donkeys, Matthews N.S. and Taylor T.S. (Eds.).

International Veterinary
Information Service, Ithaca NY (www.ivis.org), Last updated: 14-Sep-2004; A2902.0904.ES

Anestesia y analgesia en asnos


N. S. Matthews 1 and P. Van Dijk 2
1 VeterinarySmall Animal Medicine and Surgery, College of Veterinary Medicine,Texas A&M University, College
Station, TX, USA. 2 Faculty of Veterinary Medicine, Utrecht University, Utrecht, The Netherlands.
Traducido por: M. G. Rivera Gaona, Departamento Producción Animal, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia,
Universidad del Tolima, Ibagué, Colombia. (30-Apr-2010).

Introducción
Hoy en día cerca de 50 millones de asnos viven en el mundo. La mayoría de ellos se utilizan en labores o transporte de
enseres, suplementos y personas. La mayoría de ellos jamás vera a un veterinario. Sin embargo, ya que su papel en la
agricultura sostenible (como parte valiosa) llega ser mejor entendido, los cuidados veterinarios son más asequibles. Tanto
en USA como en Europa del Oeste, los asnos se han hecho más populares como animales de compañía y sus propietarios
están bien organizados; existe numerosos clubes y organizaciones protectoras de asnos. El número de asnos presentados
para cuidados por los veterinarios parece estar aumentando. Como animal adaptado al desierto, el asno ha evolucionado
para funcionar y sobrevivir en condiciones en las que el caballo no lo puede hacer. Las diferencias anatómicas,
comportamiento y fisiología crean ligeras (o no ligeras) diferencias en la forma en que deben ser anestesiados y manejados
bajo anestesia. En USA, los asnos se dividen por tamaño en: miniatura (menos de 90 cm de alzada), estándar (91 a 140 cm)
y mamut (mayores de 140 cm de alzada). Una división similar se ha efectuado en Utrecht, en donde los asnos se han
dividido en un tipo más grande o más pequeño o tipo Mediterráneo (Fig. 1).

Figura 1. Asno miniatura mediterráneo en los Países Bajos. - Para ver esta imagen en su tamaño
completo, diríjase al sitio www.ivis.org . -

Evaluación y preparación preoperatoria


Los asnos son muy inteligentes y pueden ser entrenados. Debido a que estos no tienen la misma respuesta de huida como en
el caballo y son muy cuidadosos en cuanto a nuevos objetos o ambientes, se han ganado la reputación de ser tercos. Sin
embargo, si se le da tiempo de examinar cada nueva situación, están muy dispuestos a cooperar. Se necesita paciencia y
comprensión [1] de cómo se diferencian de los caballos, para trabajar con ellos! Es también más difícil interpretar su
"lenguaje corporal", el cual es diferente del caballo. Es importante en la evaluación de las condiciones preoperatorias del
asno; estos son muy estoicos y no demuestran el dolor tan fácilmente como lo hace un caballo. Hay que investigar
cuidadosamente para determinar la enfermedad subyacente o cuánto dolor puede estar presente.

Las muestras preoperatorias de sangre pueden ser útiles para la evaluación de la salud el asno. Este consciente del hecho de
que hay diferencias normales entre los burros y los caballos de sangre Saber el hecho de que hay diferencias normales en
los valores sanguíneos entre asnos y caballos [2-4]); dado el tipo de ambiente o el uso de los animales, es necesario
establecer los valores de laboratorio normales en asnos saludables. Igualmente, la hemoconcentración no se produce en los
asnos hasta que están significativamente deshidratados [5], de tal manera que la utilización rutinaria del hematocrito debe
tener esto en cuenta como guía en la terapia de fluidos.

Si el asno padece una condición muy dolorosa, es muy recomendable que los analgésicos sean administrados antes de
iniciar la anestesia. Uno de los autores (N. S. Matthews) ha observado paros cardíacos en tres asnos, poco tiempo después
de la inducción de la anestesia como tratamiento de condiciones ortopédicas dolorosas. Aunque todos los animales fueros
resucitados con éxito, esto podría no haber ocurrido si se hubiera suministrado una analgesia eficaz preoperatoria. Puesto
que los asnos metabolizan los antiinflamatorios no esteroidales (abreviado AINE) de manera diferente de los caballos, estos
fármacos deben ser administrados a intervalos diferentes que en el caballo. La fenilbutazona [6] y el flunixin [7] son
metabolizados más rápidamente y necesitan ser administrados dos veces al día en asnos estándar y tres veces al día a asnos
miniatura [8], mientras que al carprofen parece ser metabolizado más lentamente en asnos que en caballos [9]. Aunque no
hay datos disponibles de la farmacocinética (PK) para otros analgésicos, parece razonable esperar que la administración en
asnos se base en la evaluación clínica del paciente más que en los datos de PK o el intervalo de las dosis obtenido en
caballos. Debido a la legislación de fármacos en Europea, los AINE utilizados son principalmente el flunixin (administrado
IV preoperatoriamente) o el vedaprofen (2 mg/kg inyección IV lenta). El vedaprofen en pasta puede ser utilizado oralmente
(2 mg/kg inicialmente, seguido cada 12 horas por 1 mg/kg; y luego 1 mg/kg dos veces al día). El meloxicam en suspensión
(0.6 mg/kg una vez al día por un máximo de 14 días) ha sido utilizado por un autor (P. van Dijk). Sin embargo, la
farmacocinética del meloxicam en asnos indica que el promedio del tiempo de permanencia, después de la inyección IV, es
menor de una hora (N. S. Matthews, información no publicada).

Colocación del catéter y preparación preoperatoria


Se recomienda enfáticamente la utilización de un catéter intravenoso, colocado en la vena yugular, para la administración
de fármacos anestésicos y fluidos. Las sutiles diferencias anatómicas entre los caballos y los asnos hacen que esto sea
ligeramente más difícil de realizar. Aunque la vena yugular se localiza en el mismo sitio en el caballo que en el asno, en
este último el músculo cutáneo del cuello es más grueso, con tejido conectivo denso rodeando la vena. Después de
identificar la vena se debe utilizar un ángulo más inclinado para penetrar la piel y la vena, que en el caballo. Se recomienda
aplicar lidocaína inyectada en la piel y tejido subcutáneo; los asnos generalmente tolerarán un intento por cateterizar la
vena, pero no tolerarán intentos múltiples. Los autores han empleado varios calibres y longitudes de catéteres; calibres 14 -
16 de 80 mm en asnos grandes o estándares y catéteres calibre 16 y 80 mm en asnos miniatura (N. S. Matthews, P. van
Dijk); catéteres calibre 16 y 52 mm en asnos miniatura (P. van Dijk). El catéter debe estar bien fijado (preferiblemente
suturándolo ahí mismo) y cubierto, después de una colocación exitosa en la vena. Los asnos trataran con todas sus fuerzas
de frotarse o sacarse el catéter! En cuanto al mantenimiento del catéter, igual que en el caballo, se debe revisar el catéter
periódicamente para evitar tromboflebitis y se debe enjuagar por perfusión a intervalos regulares (4 veces al día) [10].

Al igual que en los caballos, la preparación preoperatoria de los asnos debe incluir una rigurosa evaluación preanestésica, la
cual debe incluir la evaluación de la historia clínica, el examen físico, ECG y análisis de laboratorio. Esto permite asignar
la calificación de la Asociación Americana de Anestesiología (ASA) (y por ende, la evaluación de riesgo). Los asnos deben
ser privados de alimentos por 6 a 12 horas (dependiendo del tamaño y la edad del asno), permitiendo el libre acceso al
agua. Si se planea la intubación endotraqueal, la boca debe ser lavada con agua empleando una jeringa, hasta que este libre
de partículas alimenticias.

Sedación
A diferencia de las mulas, los asnos generalmente quedan bien sedados con cualquiera de los tranquilizantes y sedantes
utilizados en las mismas dosis que en el caballo. Sin embargo, cabe señalar que hay que tener cuidado con la dosis de
sedantes y tranquilizantes utilizada en caballos ya que estas varían ampliamente con la raza, condición y grado de ansiedad
presente al momento de administrar el fármaco. Los caballos salvajes o indómitos pueden requerir dos veces (si se aplica
IV) o tres veces (si se administra IM) la dosis normal de un sedante que se administra a un caballo bien manejado. Tal es
también el caso de los asnos. Aunque no hay evidencia científica, la experiencia clínica muestra que la diferencia de
tamaño y el tipo de asno responde diferentemente a los sedantes; en la opinión del autor (P. van Dijk) el tipo Mediterráneo
es más sensible a los fármacos sedantes y necesita una dosis más baja.

Se han empleado varias combinaciones de xilazina (0.6 - 1.0 mg/kg, IV o IM) con acepromacina (0.1 mg/kg, IV o IM) o
butorfanol (0.02 - 0.04 mg/kg IV); detomidina (0.005 - 0.02 mg/kg, IV o IM) y butorfanol, o buprenorfina con un éxito
relativamente bueno, tanto en procedimiento en pie (en combinación con anestesia local) o antes de la anestesia general. La
combinación de etorfina con acepromacina y reversada con diprenorfina, debe utilizarse cuidadosamente en el asno [11]. El
asno puede metabolizar la diprenorfina a un agonista activo, y por lo tanto recaer en un estado de sedación.
En Utrecht, la nalbufina (0.1 mg/kg) o la metadona (0.1 mg/kg) se combina con la sedación o para proporcionar analgesia,
de acuerdo con la legislación, la metadona debería ser el opioide de elección. Los autores no emplean rutinariamente un
anticolinérgico como premedicación en asnos.

Inducción de anestesia, intubación y anestesia inyectable


Se pueden utilizar gran variedad de métodos para la inducción de la anestesia dependiendo de los fármacos disponibles,
tamaño y condición del asno y la familiaridad con los diferentes protocolos. En USA, el método preferido para la inducción
es el sedar con xilazina (1.1 mg/kg, IV) y después inducir la anestesia con ketamina (2.2 mg/kg, IV). La adición de
butorfanol (0.01 - 0.02 mg/kg, IV) o diazepam (0.0.03 mg/kg, IV) puede suministrar sedación adicional y relajación
muscular. Estos fármacos aportarán generalmente 15 a 20 minutos de anestesia en la mayoría de los asnos, sin embargo, los
asnos miniatura están anestesiados inadecuadamente con estas dosis de fármacos aún para procesos cortos; los asnos
miniatura muestran gran rigidez de músculos y efectos de excitación. Se recomienda la adición de midazolam (0.06 mg/kg)
o diazepam (0.03 - 0.06 mg/kg) para suministrar una mejor sedación y relajación muscular (P. van Dijk). La combinación
tiletamina-zolazepam (1.1 mg/kg, IV) suministra una buena anestesia en asnos miniatura, después de la administración de
xilazina con butorfanol [12] y funciona bien en asnos grandes también. El propofol (2.2 mg/kg, IV) puede emplearse en
inducción, siguiendo la sedación con xilazina, sin embargo, es bastante caro y no está autorizado en equinos. En el pasado,
uno de los autores ha utilizado máscara para la inducción en asnos, sin embargo, es difícil llevar a los pacientes a un plano
de anestesia lo suficientemente profundo para una intubación fácil. El tiopental (5 mg/kg, IV) produce una inducción rápida
y suave; puesto que esto no produce analgesia, se debería utilizar con una premedicación efectiva sedante/opioide. La
anestesia puede mantenerse por períodos cortos con tiopental (< 25 min), pero la respiración debe monitorearse
cuidadosamente ya que el tiopental puede producir apnea. Esto no es aconsejable a menos que se puede efectuar la
intubación y la ventilación artificial.

La combinación de guaifenesina con tiopental o ketamina ha sido empleada con éxito en asnos, sin embargo, debe utilizarse
con precaución. Los asnos parecen ser más "sensibles" a la guaifenesina; los asnos entran en recumbencia con
aproximadamente el 60% de la dosis requerida para producir recumbencia en caballos [13]. Sin embargo, los asnos
metabolizan la ketamina más rápidamente que los caballos, de tal manera que la combinación de guaifenesina-ketamina-
xilazina (GKX o "triple infusión") utilizado comúnmente en caballos puede que no trabaje bien en asnos. Se han tenido
muy buenos resultados anestesiando asnos con una "triple infusión" modificada. Después de la sedación con xilazina (1.1
mg/kg, IV), se induce la anestesia mediante la administración rápida de un litro de guaifenesina al 5% (por gravedad)
combinada con 2 gramos de ketamina y 500 mg de xilazina. Una vez el asno esta en recumbencia, el goteo se reduce a
aproximadamente 1.5-2 ml/kg/hr (según sea necesario para la cirugía) y el goteo continúa a través de todo el
procedimiento. En Utrecht, se emplea la siguiente infusión después de la premedicación con detomidina y metadona y la
inducción con ketamina/midazolam; Se combinan 500 ml (10%) de guaifenesina con 1 ml (10 mg) de detomidina y 10 ml
(100 mg) de ketamina. Se utiliza una infusión de goteo de 0.6 - 1 ml/kg/hr; por lo general la tarifa más baja es suficiente,
aunque puede ser mayor con un cuidadoso control. La anestesia con "triple infusión" puede mantenerse hasta por 3 horas,
sin embargo, la recuperación se incrementará si se utiliza por más de una hora. Si se mantiene la anestesia inyectable por
más de 1 hora, se recomienda tener al asno bien acolchado y hacer la insuflación de oxígeno para minimizar las
complicaciones relacionadas con la miositis y la hipoxia.

La detomidina (0.04 mg/kg, IV) seguida de ketamina (2.2 mg/kg, IV) es otra combinación que trabaja bien en asnos [14].
Esta combinación proporciona cerca de 10 minutos más de tiempo de anestesia que la xilazina y la ketamina.

La intubación endotraqueal parece ser ocasionalmente más difícil de lograr en asnos que en el caballo. Es posible que la
tráquea sea proporcionalmente más pequeña, los asnos miniatura usan un tubo de 14 - 16 mm de tamaño y los tubos de 18 -
20 mm para asnos estándares, mientras que se puede utilizar un tubo de 24 mm en asnos Mamut. El reflejo laríngeo parece
ser más persistente en un plano ligero de anestesia; la adición de un bolo de fármacos de inducción, permitirá usualmente
efectuar la intubación. La intubación puede ser particularmente difícil cuando se utiliza ketamina para la inducción; La
adición de guaifenesina (0.5 ml/kg al 10%) facilitará esta tarea (P. van Dijk). La intubación después de la inducción con
tiopental es generalmente fácil de efectuar.

Los anestésicos locales son un componente importante de una analgesia balanceada, especialmente cuando se utiliza
anestesia inyectable. La lidocaína puede inyectarse dentro de o cerca al sitio quirúrgico; esto reduce la necesidad de
anestesia general y mejora la analgesia posoperatoria.

Anestesia por inhalación y monitoreo


Los asnos son bien mantenidos con cualquiera de los anestésicos por inhalación utilizados corrientemente (por ejemplo,
halotano, isoflurano o sevoflurano). Los valores de CAM (CAM: Concentración Alveolar Mínima) para el halotano y el
isoflurano en asnos parece ser similar al caballo [14]. Aunque el valor CAM para el sevoflurano no ha sido medido en
asnos, los valores del vaporizador parecen ser similares a los utilizados en caballos. A uno de los autores (P. van Dijk) le
gusta usar una infusión continua de detomidina (0.16 microgramo/kg/min) para reducir la dosis de isoflurano de un 25%
aproximadamente, logrando así un plano cardiovascular estable y buena analgesia. Al final del procedimiento, cuando se
apaga el vaporizador, la tasa de infusión constante de la detomidina se continua hasta que el asno este en recuperación.

El mantenimiento y monitoreo de asnos durante la anestesia por inhalación es muy similar al de los caballos. Se
recomienda la utilización de fluidos intravenosos para ayudar a mantener la presión sanguínea. Se recomienda el monitoreo
de la presión sanguínea y parece ser una medida más sensible de la profundidad de la anestesia (N.S. Matthews). Puesto
que los asnos pueden ser muy estoicos, estos pueden permanecer inmóviles, con ojo quieto (a juzgar por los reflejos
palpebral y corneo y la presencia de nistagmo) a pesar de que no se encuentran en un plano quirúrgico de anestesia. Sin
embargo, en este caso, la presión sanguínea estará elevada revelando así la profundidad de la anestesia. Los catéteres
arteriales pueden colocarse en las arterias facial, auricular o metatarsal dorsal para facilitar el monitoreo de la presión
arterial. Así mismo rara vez se observa el desajuste entre la ventilación y la perfusión en asnos más pequeños (P. van Dijk),
pero se ha visto en asnos más grandes (N. S. Matthews); los autores proporcionan ventilación rutinariamente (IPPV) con
oxígeno 100% durante períodos largos de anestesia y cuando es necesario por la hipoventilación. Aunque no se observa
comúnmente la hipotensión como en los caballos, se puede utilizar dobutamina para su tratamiento. Otros disturbios ácido-
básicos son tratados como se haría en el caballo.

Recuperación
Los asnos por lo general se recuperan de la anestesia sin la excitación que pueden experimentar los caballos, si se ha
suministrado una buena analgesia. La recuperación debe ser supervisada y puede ser necesario suministrar oxígeno
adicional vía tubo endotraqueal o por insuflación nasal. El autor (N. S. Matthews) ha observado dificultad respiratoria lo
cual se alivia enderezando la cabeza y el cuello. Nuestra experiencia con asnos muestra que su tiempo de recuperación es
más lento con la mayoría de los anestésicos, que en los caballos. Los asnos Mediterráneos pueden recuperarse más
rápidamente que los asnos más grandes (P. van Dijk). Generalmente los asnos no se paran hasta que se recuperan
totalmente, a diferencia del caballo, el cual puede hacer el intento de pararse antes de estar listo. No es raro que los asnos se
paren, cuarto posterior primero, como lo hace la vaca, mientras se balancea sobre una rodilla delantera.

La importancia de proporcionar una buena analgesia durante la recuperación y después de la cirugía no puede dejar de
enfatizarse. Se recomienda el uso de anestésicos locales y la administración de opioides como parte de la anestesia
balanceada, así como la administración posoperatoria de AINE durante varios días.

Es también importante el mantener en ayunas durante 1 hora después de la recuperación (P. Van Dijk), puesto que los
anestésicos generales y la detomidina disminuyen los movimientos peristálticos del esófago. Puede ocurrir la obstrucción
del esófago (asfixia) si los asnos comen inmediatamente después de la recuperación.

Resumen
Existen muchos tamaños y razas diferentes de asnos en el mundo y el manejo anestésico puede diferir un poco dependiendo
de estas variables. Aunque muy similar a los caballos, los asnos no son iguales; el anestesista puede esperar llegar a ver
diferencias sutiles lo cual puede afectar el manejo anestésico en asnos (por ejemplo, intervalo de dosificación del fármaco y
el monitoreo).

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