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FRAGMENTA PARTIS PRIMAE DEPERDITAE 1+ (381 Rose) “AGnvaior td wav BE dpxiis Expdvto Baoircin ouvoikijcavtos 5& “lavos attois tote TPATOV *Tooves KAN Onoav’.*Kal “ArrdAAoav Tratp@os avrois @vopdoen, ” érel “lov & troAgyapyos *AOnvatev && *ArréAAwvos Kal Kpsovons tijs Zoubou (yuvai- Kos) éyéveto. 2. “TovBicov 58 BaotAevoas peT& *EpexOécr Sréverpe thy épxiv tois viois.’ * Atyel uév Sous thy Tepl 16 Gotu xdpav, Auk 88 tiv Sioxpiav, MéAAavTt 8 Thy TrapaAfav, Niow 8& thy MeyapiSa. ° ‘kal SietéAouv obto1 oracidgovtes’. 3. “Onoels S& Exripute Kal ouveBiBace toUTOUs én” fon Kai Spoig’. 4. (384 R.) Sti 88 “mpétos éarékAive Trpds Tov SXAov’, ds °ApiototéAns pnoi, Kal -dgfjke TO Hovapyeiv EoiKe uoptupeiv Kai “Ounpos év vedv xatahdyo, Udvous ’ASnvaious Sijpov trpogayopsvcas. FRAGMENTOS DEL COMIENZO PERDIDO Fr. 1 «Los atenienses, al principio, tenfan monarquia, y cuan- do Ién se establecié en Atenas, entonces recibieron por primera vez el nombre de jonios»® Y Apolo recibié entre ellos el nombre de Paterno, * puesto que Ién, el general de los atenienses, nacié de Apolo y Creusa, la de Xuto. fr. 2 «Pandién, que reiné después de Erecteo, repartié el Teino entre sus hijos», @ concediendo a Egeo el pais de los alrededores de la ciudad; a Lico, la montafia; a Palante, la costa; a Niso, la Megéride. * «Y éstos se pasaban la vida en discordia.» fr. 3 «Teseo hizo un pregén y avino a éstos [los atenienses] como iguales y con el mismo derecho.» fr. 4 Que «fué [Teseo] el primero que se inclind al pueblo», como Aristételes dice, y suprimié la monarquia, parece atestiguarlo también Homero, que en el catélogo de las naves [B 547] llama pueblo a solos los atenienses. Fr. 1 Heraclides 1. 14 cf. Harpocratién s. u. "Ar. marp. 1° of. Esoolios a Aristéfanes Aves 1527, Bekker Anecd. 292, escolios a Plat. Euthyd. 302 c. Fr. 2 Heraclides 1. 28 Escolios a Arist6f, Avispas 1223, ef. Es- trabén © 392. 1> Heracl. 2. Fr. 3 Heracl. 2. Fr. 4 Plutarco Teseo 25, 5. (385 R.) TENNHTAI: aré&Ao 1o Tév *AOnvateov TAGS, tplv 7 KAcioBévn StorKrjooobar TH Trepi Tas QUAGS, Sinpeito eis yewpyous Kai Snuioupyous. Kal guaai tovTav foov 8’, TSv SE quAdv éxdorn poipas elye y’, &s patplas Kai tprtruas excAouv. totrtooy 52 Exdotn cuveroti Kel ex Tpid&KOVTA yevav, kal yévos Exaotov dévbpas elxe tpikKovta Tous eis Tax yévn Tetaypévous, oftives yevvijtai ExaAotvTo, KBE) dv at fepcootwan (ai) Exdotois Trpoct}Kovoal ékAnpotvto, ofov EvpoAriica Kal Kijpuxes Kal *EreoBoutdSai, as lotopei év ti} “AGnvaiev moaiteix “ApiototéAns Aéyeov obtos: “puAds 5& auTév ouwevepijotai 8’, drrouipnoapéve Tas év tois éviautois wpas, Exkorny 5 Sinpficbar eis tpia pépn T&v muddy, Stas yévntou te révta ScSexa pépn, KoOdrrep of pfives els Tov eviauTdv, KaAio@er 58 atk TpITTUs Kal partpias sis SE tiv gatpiavy tpidKovTa yévn SiaKeKooypijota1, Koddrrep af typépor eis Tov pfiva, TO 5é yévos elvan tpidKovta dvipdv’, **ApiotoTéAns onol tot SAou WATGous Sinen- uévou *AStvnai els te Tous yewpyous Kai 5n- Houpyous puAds adrév elven téscapas, Tov 5é Quady Exdorns poipas elvai tpeis, &s TprTTUas TE KaAotio: Kai gatpias, ExdoTns SE ToUTOV TpIc- xovta elvar yévn, TO SE yévos ex TpIdKovTA EKa- otov avSpév cuvertavar, TouTous St Tous eis Te yévn Tetaypévous yewvtitas KaAotior. fr. 5 Gennetai: antiguamente el pueblo de los atenienses, antes de que Clistenes organizase lo referente a las tribus, se dividfa en labradores Y artesanos. Y las tribus de éstos eran cuatro, y de las tribus cada una tenfa tres partes, que llamaban phatriai Y trittys. De éstas, cada una cons- taba de treinta estirpes, y cada estirpe tenia treinta hom- bres, que estaban organizados por estirpes, los cuales se Namaban gennetai, y de entre los que se sorteaban los car- gos sacerdotales que correspondian a cada estirpe, como los Eumélpidas, Céryces y Eteobitadas, segin cuenta Aristételes en la Constitucién de Atenas con estas palabras: We dividen en cuatro tribus, pues los atenienses han imi- tado las estaciones del ailo, y cada una de las tribus se divide en tres fracciones, de manera que hagan en total doce partes, como los meses del afio, y éstas se Ilaman trittys y phatrias; en Ja phatria se ordenan treinta estirpes, como los dfas en el mes, y la estirpe es de treinta varonesy, Aristételes dice que estando dividido todo el pueblo de Atenas en labradores y artesanos, sus tribus son cuatro, y de cada una de las tribus hay tres partes, que llaman trittys y phatrias, y cada una de éstas son treinta estirpes, y la estirpe se compone cada una de treinta hombres; a estos que estén organizados en estirpe Haman gennetat. * Trittys es la tercera parte de Ja tribu, pues ésta se divide en tres partes: triitys, estirpes y phatriai, como dice Aristé- teles en la Constitucién de Atenas. Fr. 5 Lexicon Patmiacon, pag. 152, ed. Sakkelion en Bull. de correspondance hellenique 1-1876, 5% Escolios a Plat. Aztoco 371 d. 5° Harpocratién s, u. tettths, cf. Moeris s. u. Yyewvijrat, Harpocra- tidén s. u. yewijttat, Suidas s, u. Yyewvijra 1. > apremus: TpITTUs ton TS Tefrov Epos THs PU- Aijs: adr yee Sippntan els tpicx uépn, TerttUs Kal 26vn Kal garpias, Os now *ApiototéAns év Ti *AGnvatov troArtel¢. 6, “otros EAQOw els EkUpov EveAev TEV dotels Kare aretpév Ord AuKoprSous, opndévtos Ut opeTe- plontar Thy vijcov. *AOnvoior 6 Uotepov pete TH MnSix& petexdpioay avrot té d078’. **ApiototéAns totopel Sti éABdov Onoes els SkGpov él KoracKoThy elxdroos Bik Thy Alyéoos ouyytveiav, éreAcuTIOEV dotels KxaTk TeTpdv, goPneévtos Tot AuxoptSous tot BaoiAevovtos. *ASnvaior Sé pera TK MnSixc& Korrér pavtelav dverovtes ato TK GoTH Eanpav. 7. “Grd BE KoBpiSav ove Paotrels hpotwro Sie Td Soxeiv TpugdV Kal HaAaKoUs yeyovéva. “Ir sropévns 8é els Tv KoSpiSév PouAsuevos écrd- cactat Thy SiaBoAty, AaBeov eri TH 8uyortpi Aci~ Levy porxdy, éxeivov pév dvetAev trrozevEas pete iis Ouyetpos 1H Sppor, Thy 8 trme~ cuve- KAgioev Ews &TrooAeTO’. 8. “tous pete KuAcovos 51a Thy Tupavvida émi Tov Bapov Tijs SoG trepevydtas of trepi Meyaxaéc éaréxtewov. Karl TOUS Spdoavtas dos évoyeis fAau- vov’. fr. 6 «Este [Teseo] marché a Esciros y murié despefiado por Licomedes, que temfa que se apropiase la isla. Los ate- nienses, més tarde, después de las guerras médicas, re- cogieron los huesos de éste.» * Aristételes cuenta que ha- biendo ido Teseo a reconocer Esciros, veros{milmente por el parentesco de Egeo, murié precipitado por las rocas, a causa del temor del rey Licomedes, Los atenienses, des- pués de Jas guerras médicas, conforme a un oréculo, re- cogieron sus huesos y les dieron sepultura. fr. 7 «De entre los Cédridas ya no se elegian reyes, por esti- mar que se hab{an vuelto muelles y blandos. Hipémenes, uno de los Oddridas, quiso quitarse de encima esta acusa- cién, y habiendo sorprendido a un amante con su hija Leimone, dié muerte a éste unciéndole al carro y encerré a su hija con un caballo hasta que murié.» fr. 8 «Los compafieros de Cilén, que por causa de su inten- tona de tiranfa se hab{an refugiado en el altar de la diosa, fueron muertos por los de Megacles. A los que hicieron esta muerte los desterraron como sacrilegos.» Fr. 6 Heraclides 2. 6% Escolios Vaticanos a Eurip. Hipdlito 11 ed. Schwartz. Fr. 7 Heracl. 3. Fr. 8 Heracl. 4. APIZTOTEAOYES AQHNAIWN TIOAITEIA t + + kornyopotvtos) Mupavos Kad’ fepdv budooures épiotivinv. Karayvwoévtos 8S! Tot é&yous autol pév ék Tév Theo eeBAYOnoay, Td 58 yévos adtév Epuyev deipuyiav. ’Empeviins 8” © Kpts él totrois éxdOnpe tiv dA. 2 Met& 8é tatita cuvéBy otacikoai Tolls Te yvoo- 2 pivous Kal 1 TAfGos ToAW xpdvov. fv yap auTey t ToArtela ToIs Te GAAOIs SAryapyiKh Tet, kal 81) Kai E&ovAevov of trévntes Tois TAOUCtOIS kal odrroi Kai té& Téxva Kal af yuvaiKes. Kod Kxer- AoWvTo TeAcTat Kal EKTHKOpOI. KaTé TaUTHY yep tiv plobwow Apyézovto T&v TAouciav Tous cypots. 7) 8 m&oa yi 81 SAtyov Fe Kad ef uth Tas plobwcEls drrOdiB0iev, &ydyipor Kal avo! Kal oi TraiSes éyiyvovto. Kal of Savercpoil m&ow él Tois GHYaoW foav uéxpl TAwvos: oitos Fé 3 Tpatos éyéveto tot SyYou Tpootérns. yore- Tr@torov piv otv Kal tiKpétorov§ fv Tois Tro- AAois Tév KaT& Thy TOAITElavy TS SoUAEVEIV? OF uy GAAG Kal él Tois GAAoIs eBucyépatvov: ovdevds yap, os eitetv, érlyyavov petéxovtes. 3 "Hv & #4 taEis THs &pyxerlas TWoArtelas THs Td Apé&Kovtos toidSe. tas piv dpxas Kadiotacav &piotivény Kai tAouTiviny: fipxov Sé TO Lev TIPd- 2 Tov dic [Biou], uet& S& Tatra Sexaéterav. pé- ylotat 8 Kal mpdta ta&v dpyav foav Pacirevs Li xarnyapdiveeg suppl. Wilam. © Plat. Sol, 12 3,1 Biou W.-K, CONSTITUCION DE ATENAS { (1)... acusando > Myron, y jurazon sobre las victimas los jueces escogidos entre los notables. Y después de sen- tenciar que hubo sacrilegio, ellos fueron desenterrados y echados de sus tumbas y su estirpe expulsada con destierro perpetuo. Epiménides de Creta purificé con ocasién de esto la ciudad. 2 Mas tarde sobrevino discordia entre los nobles y la multitud durante mucho tiempo. ? Pues su constitucién era en todo oligérquica, y adem4s eran esclavos de los ricos los pobres, ellos mismos y sus hijos y mujeres. Y eran llamados clientes y «sextarios» (2), pues por esta renta de la sexta parte cultivaban las tierras de los ticos, Toda la tierra estaba repartida entre pocos. Y si no pagaban su renta, eran embargables (3) ellos y sus hijos. Y los préstamos, todos los tomaban respondiendo con sus personas hasta el tiempo de Solén, pues éste se convirtié el primero en jefe del pueblo. ? Era ciertamente el mas duro y mds amargo para el pueblo, entre los muchos males del régimen, la esclavitud; es m4s, como consecuencia de ésta, sufrfan también por los restantes, pues, podemos. decir, estaban desposeidos de todo. 3 Elorden de la constitucién antigua, anterior a Dra- cén, era el siguiente: las magistraturas se designaban entre los notables y los ricos, y estos mandos duraban al princi- (1) Ya hemos expuesto que se ha perdido el comienzo del libro. Lo conservado empieza con el juicio de los Alemeénidas por sacrile- gio. Cylon, un joven noble, intenté convertirse en tirano de Atenas; fracagada su intentona, se refugié con sus partidarios en el santuario de la diosa en la Acrépolis (supra, fr. 8, cf. Herodoto, V 71, Tucid. I 126); él escapa, pero sus partidarios, obligados por el hambre y la sed, se rinden; el arconte Megacles hizo que fueran, contra el cardcter sa- grado del suplicante, condenados a muerte (hacia 632 a. C.). La ex- pulsién de los Alomeénidas parece no sucedié hasta muchos afios m4s tarde; en 596 fué la purificacién por Epiménides. (2) No est& nada clara la condicién de estos Iabradores. Parece haber contradiccién entre este pasaje y Plut. Soldn 13, quien distin- gue la situacién Ce éstos frente a la de los deudores. Se discute tam- bién si percibfan 1/6 de la cosecha o por el contrario pagaban como renta esa sexta parte, y ya los antiguos dudaban sobre esto y sobre la verdadera situacién de estos hectemoroi. Véase sobre ellos Swobhoda RE VII col. 2802 sg. y el trabajo de K. von Fritz cit. en le biblio- grafia. (3) Esto es, que se les podia reducir a esclavitud. 48 kal TroAgpapxos Kal Spxev touTov SE modTy pév 4 Tot BactAgws (adth yép fv wérpios), Seu- Tépa 5° émixeréotn TroAepapyia Sik TS yevéodan tivis T&v Pacirtov Te TOAguIA UaxAaKoUs Sev kal Tov “lava peterémpavto xpelas KaTaAaBou- 3 Ons. TeAeuTaia 8’ fH Tot &pyovtos: of pav yep TAstous érri MéSovtos, gor 8’ érri *Axdotou gaol yevéotar toutnv: Texutipiov 8° émgépovow Sti of évvéa Spyovtes duvvoualy F (un) T& el’ Akdotou T& Spkix Tonjoev, ds él TouTou Tis BaciAsias Trapaxwpnodvtwv té&v Kodpisav dvti ta&v S0- Paicdsv 1H Epxovti Swpedv. Totito pav ov dtro- tépews tot’ zxet, uikpdv &v TapaAAc&rtol Tois Xpdvors’ Sti BE TeAeutaia toute tyéveto Tév apxSv, onueiov Kal 7d ndtv Tay Tatpiey tov Gpxovta Siorxeiv, dotrep & Baoireds wal & ToAé- Mapxos, GAA’ GAGs t& eriPeTa 81d Kal vewori yéyovev fh dpxt ueyaAn, Tois émPéTors abEnSeion. 4 ecuotérai 5 ToAACIs Uotepov ETeow ‘péOnoov, HSq Kar’ éviautov alpounéveov Tas dpyxcs, Srreos cworypéspavres Te Béo pia PUAaT TOOL Tpds Thy Tay cupioPntobvtev Kpiow 816 Kal udvn Tadv dp- 5 XOv OK éyéveto TrAgioov éviauoias. Tois pév ot Xpovois Toootitov Tpoéyouciy GAAAwY. Foav &° otx cua mévres of évvéx &pyovres, KAA’ 6 av Baotreds elxe 1d viv Kothoupevov BouKéAtov TAN- 3,2 yevéoar Lipsius: yy. TL. 3,3 9 té& Wilam.: S]onfep Wessely: Glonep K. 3,5 Bouxédov L: -Aetoy W.-K. 49 pio por vida, después un decenio (1). * Las mayores y pri- meras magistraturas eran: rey, polemarco y arconte; de éstas, la primera era el rey (como la tradicional que era); en segundo lugar se establecié la polemarquia, porque hubo algunos reyes blandos para la guerra, por lo cual hubieron de llamar a Ién (2), dominados por la necesidad. $ La dl- tima fué la de arconte, que la mayorfa dice nacié en tiem- po de Medonte, otros que en el de Acasto, y alegan como prueba que los nueve arcontes juran que han de hacer los Juramentos solemnes «del tiempo de Acaston; significa- tia esto que habfan hecho los Cédridas su renuncia al reino en tiempos de éste y a cambio de los privilegios con- cedidos al arconte. Mas fuere esto de cualquiera de los dos modos, poca diferencia significa en los tiempos; y que ella es la m&s moderna de estas magistraturas lo prueba que nada de Jo tradicional es administrado por el arconte, como la hacen el rey y el polemarco, sino simplemente las cosas que han ido afiadiéndose, por lo que es recientemente - cuando se convirtié en magistratura mayor, al acrecerse con estas cosas sobrevenidas. 4 Los thesmothetat (3) fueron creados muchos afios después, cuando ya las magistraturas se elegfan por afios, y con el fin de que trasladasen a escrito las leyes y las guardasen para juzgar los casos dudosos. Por la raz6n dicha es el tnico de los arcontados que nunca fué ms largo que anual. ® En cuanto al tiempo tienen entre si la precedencia dicha. No estaban juntos todos los nueve arcontes, sino que el rey ocupaba el que ahora Haman Bucolion cerca del Pritaneon (y la prueba es que todavia ahora all{ se cele- bra la unién solemne (4) y el matrimonio con Dioniso | (1) La fecha tradicional del fin de la monarqu{fa de Codro es 1066 a. C., y se tenia por cierto que entonces fué institufda la magis- tratura del arconte. El paso del arcontado vitalicio a decenal se con- sideraba que sucedié en el afio 752, La magistratura anual y en for- ma de colegio de nueve fué instituida, segtin la tradicién, en 682 a. C. (2) Indudablemente en esta Megada de I6n a Atenas hay como un recuerdo del establecimiento de los jonios, la primera de las olea- das helénicas que procedentes del norte se instalaron en Grecia; véase mi trabajo en Emerita, 12-1944, pag, 291. (3) Los seis arcontes m&s modernos, (4) Traducimos segin ha explicado este pasaje A. Wilhelm. 4 50 ciov Tot mpuTovelou (onueiov BE — Et1 Ked voy yap Tis TOU PaoiAgws yuvorkds 4} ouunerkis evtotiba yhyveta 1H Atoviow Kai 6 yauos), & 5 Epycov 16 Tputaveiov, 6 5 ToAEUapyos Td * EsttAvkiov (8 mpdtepov pev exoAcito TloAguopyxeiov, eel 8 *EnriduKos dvepxoSéyunoe Kal Korreokevacey auto TroAgHapyioas * EmAvKiov EKANON)? PeopobérTan 8 elxov 1d Oeopoteteiov. eri S& ZdAwvos &trav- tes els TO CeopobeTeiov cuvAABov. Kupio1 8” Foo kal Tas Sixas avtoteAcis [KpivJew Kal ovx dotrep viv Tpoavapivev. 1é uev otv trepl Tas &pxas 6 toUtov elxe Tov tTpdrrov. i SE Tov *Apeotroy1- Té&v BouAt tiv pev TéEWw elye Tod Siatnpeiv tous vouous, Sider 58 Te TAsiota Kal T& Léylota TOSy év TH TWOAEI, Kal KOAgZOUCR Kai gnMlotoa TévTaS TOUS dkoopotvTas KUpios. yap olpecis tay Gpxovrav spiotivny Kal wAoUTIVEny fv, & dv of *Apeotrayitai Katiotavto: 818 Kal Hovn tév Spx dv adrn pepévnxe Sik Biou Kai viv. 4 ‘H nev of mpetn TroArrelx Toutny elye Thy Uroypagriv. pete 88 tatita xpdvou TIvds Ov TTOA- AoU SieAGdvtos Er” *Apiotaiyyou Gpxovtos Apa- koov Tous Becuous EOnxev' 7 8 TéEIS adtn Tove Tov 2 Tpdtrov elye. dreSéB070 ev # ToArtelx ToIs StrAce Trapexopévois. fpoUvTo & tos ud ewe apxov- TAS Kai TOUS Taulas OvCfav KEKTNMEVvoUS OUK EAdT- To Séka uvdv éAeubpav, tas 8 HAAS apyas 3,5 "EmAtxov Li -xetov edd. || xplvew K. 4,1 abzq corr. K.: avzov leg. Wileken: avrg leg. K., quod de- fendit Drerup ut de npdey noattela intelligens, 51 de la inujer del rey) (1), el arconte, el Pritaneon, y el po- lemarco, el Epilicion (que antes se amaba polemarcheion, y después que Epflico reconstruyé y exorndé éste cuando fué polemarco, recibié el nombre de Epilicion); los thesmo- thetai ocupaban el thesmotheteion, En tiempo de Soldén to- dos fueron reunidos en el thesmotheteion. Eran, ademas, soberanos y con atribuciones de sentenciar por si, y no como ahora sélo de instruir el proceso. Asi, pues, las magistraturas eran de la manera dicha. ‘El consejo de los Areopagitas tenfa la misién de con- servar las leyes y administraba la mayor y més importan- te parte de los asuntos de la ciudad, y castigaba con penas corporales pecuniarias y sin apelacién a todos cuantos de- Hinquian. La eleccién de los arcontes se hacfa entre los no- tables y los ricos, de los cuales eran escogidos los Areopa- gitas: por eso es ésta la unica de las magistraturas vitalicia atin ahora, 4 La primera constitucién tenfa la disposicién dicha. Después, pasado algin tiempo, no mucho, siendo arconte Aristecmo (2), Dracén dispuso sus leyes, y esta organizacién fué del siguiente modo: ? La plena ciudadanfa se les daba a los que tenfan su armamento de hoplitas. Escogianse los nueve arcontes y los tesoreros entre los que posefan ha- cienda libre no inferior a diez minas; y para las demés ma- gistraturas menores, entre los que tenfan su armamento de hoplitas; los estrategos y jefes de la caballerfa habfan de probar una hacienda libre no menor de cien minas y ade- més.tener de mujer legitima hijos legitimos de mas de diez afios; y éstos (3) han de exigir fianza a los pritanos y los (1) Es éste un rito viejfisimo, con raices en la religiosidad mas primitiva y en la magia, consistente en un hieros gamos 0 ‘matrimo- nio sacro’ en que se unen el cielo y la tierra, simbolizados en Dioniso y la basilinna, cuya unién es un encanto que por simpatia favorece la fecundidad de Ja naturaleza toda, Ese rito se celebraba en las fiestas Anthesteria, (2) El nombre de este arconte no es conocido por otra fuente, pero la fecha tradicional de Dracén es 621 a. C. (3) Seguimos en la trad. a Wilemowitz, Arisiot. u. Athen, I, Pg. 86 sg. 52 (Tas) tAdrrous ék Tov SrA Trapexonévenv, oTpA- THYOUS BE Kal tmépxous otclay érogatvovtas oUK Ehartov # éxatdv pvdsv EAevOepav Kal TraiSas &« youeriis yuvaixds yvnotous Urip Séxa ern ye- yovdtas: tovtous 8 Ser Sieyyuav tous TPUTE- veils Kal tows otparnyols Kai Tous inmépyous TOUS &vous expr evOuvdy, tyyuntas 8 &k Tot attot téAous Sexouévous ottrep of otparnyoi Kai 3 oi Itropyol. Boudeve && TeTpakooious Kal Evo TOUS AaxdvTas eK Tis TrOAITElas. KAnpoviobat 58 kal tottny Kal té&s &AAas &pxas TOUS Urrép tpid- kovt’ étn yeyovétas, Kal Sis tov avroy ut &pye Tpd Tol Travtas seAGeiv: tore 8é 1éeAW & Utrap- Xfis KAnpotv. ef 86 Tis Tov PouaeuTav, Stav pa Bouasis 7 exkAnoias i, &xAsitror Thy auvebov, atrétivov 6 ey TrevTaKocioyéSipvos tpEIS Spay cs, 4 © 88 firmevs So, geuyitns 58 piav. i 88 Bova 4 2 *Apsiov 1réyou QuAaE Fv Té&v voueoVv Kal Sieti}- pel Tas dpxas Strws Kate Tous voyous &pywotv. e€fiv 5é 14 dSikoupeven trpds thy tT&v *Apeotray1- TOv Bova sioayyéAAcv ctropatvovt trap” Sv 6 &Sixeitat voyov. éri 82 toils copa foav of Saveiouoi, KoSdtrep eipnton, Kal TN xcopar SV SAI- you fv. 5 Toroutns 88 Tis TéEecs ovens év tH TroArtelc, kal T&v ToAAdv SouAcuévtav Tois dAtyois, d&v- 2 téoTn ToIs yveopipois 6 Sfipos. ioxupas 88 tis 4,2 8 eer dveyyvdy K. Blass: &(e) dey. L 3c. superser. L1 yel L? 4,3 d[JeA0ety Wilcken 53 estrategos y los jefes de la caballeria desde que salen del cargo hasta la rendicién de cuentas, y recibir cuatro fiado- res de la misma clase de que son los estrategos y jefes de la caballerfa. 3 Bl Consejo lo forman cuatrocientos uno de Ics ciuda- danos de pleno derecho a quienes toca en suerte. Se sor- teaban para esta y para las dem4s magistraturas (1) los que han cumplido treinta afios, y uno no puede ser magis- trado dos veces mientras no les haya tocado a todos; des- pués ya vuelve a entrar como al principio en el sorteo. Si alguno de los consejeros, cuando hay sesién del Consejo 0 de la Asamblea, faltase a la reunién, habia de pagar tres dracmas el de quinientos medimnos (2), dos el caballero y una el labrador de un par. . 4 El consejo del Aredpago era el guardién de las leyes y vigilaba a los magistrados para que mandasen conforme a las leyes. Y podfa el agraviado denunciar ante el Consejo del Areépago, indicando contra qué ley se le hacfa injus- ticia. 5 Los préstamos eran sobre la persona, como se ha di- cho (3), y la tierra estaba repartida entre pocos. 5 Siendo tal la constitucién, y como los muchos eran siervos de los pocos, se levanté el pueblo contra los no- bles. 2 ¥ como fuera la discordia violenta y durase mucho tiempo la oposicién entre unos y otros, escogieron (4), de (1) Magistraturas, se entiende, sorteables; las habia que no lo eran, (2) Véase sobre estas clases de ciudadanos segiin el censo, més abajo, 7, 4. (3) Mas arriba, 2, 2. (4) La fecha tradicional es 594 a. 0 54 ortdoews otons Kal ToAby XpSvov avtiKaOnyeveov GAANAors efAovTo koivi] SiaxAAcutiy Kai &pxovta 2dAwva Kai Thy TroArtelay érrétpewav auTé tron}- Gavi thy éAeyelav Hs gotiv px} VYVAoKw, Kai Yor ppevds BBobev GAyen Keira, TpecBuTérny ésopdy yataw * laovias kaivopévny- ty #] Tpds Exorrépous Urtép Exorépaov bé&xetor Koi SioupioBytei, Kod pete Tatra kolvi} trapaivel Ka- 3 ToTravey thy eveotéscoy QlAovikiav. Fv 8 6 2doAwv TH ev ovo Kol TH 86€) TSv mpdtav, TH 8° ovcia Kal Tois Tpdy pao Tay Héooov, dos &x Te TOV &AAwv OuoAoyeitat Kal atrés av toicbe Tols Toiyaciv yaptupel, Trapoivésy tois tAou- ciois pt) TAsoverteiv: Oueis 8° ouydoovtes evi ppecl Kaptepdy Fitop, of TOAASy dyaddy és K6pov hAdocte, év vetpioion Tideode Béyav véov: ote yap tueis Teiodue0”, of Uyiv Sptia wévt’ eoetan. Kai 6Aws aici Thy aitiay tis otéoews dvdirter Tois TAouoiois: 816 Kad év Gpxi} tis eheyeias Se- Soikévon nol ‘thy te ot [Aapyup Jiov thy 6° Utrepn- paview’, ds Bix Tatita tis Ex8pas Eveotdons. Kupios 58 yevdusvos téy Tpayuatov Xdrwv Tov Te Sijyov TAeuSépcoce Kal av T& Trapdver Kod Di 52 otvonévay K. Blass: xdty, Wilcken Opperm.: xapponévny eis 5,3 ndve' toero W.-K. e Sol. 3, 33 et 40 Diehl: za{d<'] & Wilcken ll gurapyuptay K. e Phut. Sol, 15 85 comin acuerdo, como frbitro y arconte a Solén, y le en- comendaron la constitucién a él, después que compuso la elegia que comienza [fr. 4 Diehl}: Lo sé, y dentro de mi pecho el dolor pesa, al ver la tierra primogénita de Jonia asesinada... en la cual contra unos y otros lucha a favor de unos y de otros y discute, y después de esto les exhorta juntamente a que hagan cesar la discordia que tenfan. * Era Sol6n por nacimiento y reputacién uno de los primeros, por su ha- cienda y actuacién de los del medio, segdn los demés afir- man de acuerdo y él mismo en estos versos atestigua, ex- hortando a los ricos a no ser codiciosos [fr. 4, 5 sgs. Diehl]: Vosotros, con tranquilo corazén en vuestro pecho, los que llegasteis a la hartura en muchos bienes, en la medida contened vuestra arrogancia, que nosotros, ni m&s obedecemos, ni os saldr& bien todo. Y siempre casi pone en los ricos la causa de la discor- dia, por lo cual al comienzo de la elegfa dice que teme da avaricia y la arrogancia», pues a causa de éstas comenzd el odio. 6 Colocado, pues, Solén al frente de los negocios, libert al pueblo para el presente y para el futuro con la prohibi- cién de los préstamos sobre la persona, y puso leyes e hizo una cancelacién (1) de las deudas privadas y publicas, que (1), Que la ostody8e1a o «descarga» fué no una reduccién, sino una cancelacién totalde las deudas garantizadas hipotecariamente es la opinién dominante en los intérpretes modernos; es dudoso que se extendiera a deudas de otra clase. Ya en el siglo 1v a, C. era proble- mético en qué consistié la «descarga» de Soién, pues en la politica del tiempo la reduccién de deudas se consideraba como una medida anér- quica, inconcebible en Solén; asi se obscurece esta disposicién con in- terpretaciones y atenuaciones, y cuando Aristételes no es mas termi- nante, es que la duda la hallaba en sus fuentes. Sobre la cuestién, con referencias a los textos y bibliografia, Fluss en RE II A, col. 1118 y siguientes. Critica de las fuentes antiguas en Pearson Local historians of Attica pag. 83 n. 42, 56 els TO UEAAOV, KeoAUoas Savelgew eri toils ocbpa- ow, Kal vopous z@nKe Kal xpedsv érroxoTra&s étroin- ‘ce Kal T&v i8iev Kal TOV Snuoctov, & oziok- 2 xGeiav Kadotion, ds é&rogeiokpevor Td Bapos. év ols qeipdivrai tives SioPcAAE otrrév: ouvéBn * yap 1H Xdreovi péAAovt Troteiv Thy cacdyGeiav Tpoeteiv tiot tev yvoptiucov, ere’, dds udv of Snuotikol Agyouc, Trapactparnynefjvor Sick Tay gideov, ds 8 of BouAduevor Braoonuety, Kai otov koiveveiv. Saveiocpuevor yep obtor ouverrpiavto TOAAIY Xepav, Kad wet’ ob TOAY Tis TéSV xpedv ctroKxotriis yevopévns érAovrouv: Sev paci ye- véobat tous Uortepov Soxotvtas elven TroxvAcioTrAOU- 8 TOUS. OU Pty GAAK TrBavetepos 6 TéSv ByYOTIKay * Adyos' ot yap elkds av yey Tos GAAo1s ott pé- Tplov yevéobar Kal Kowdv, dor’ edv outed tous Etépous trrotroinocpevov Tupawveiv tis trédAkcos, dugotipors dmeySicten Keri Trepl TrAgiovos tror}- oacba To Kardv Kai Thy Tis TOAEws owTnplav H thy odtot TAcovefiov, By ote St Likpois Kat 4 &vo&iors katapputraivery gxutév. Sti 58 TauUTHy foye thy t&ouoiav, tk te Tpdypata voootvTa koptupel, Kal év tots trotpaciv autos TrOAAayot Béuvntar Kai of &AAOL cuvoporoyoto: tTrévtes. TouThy pev ofv xpi) voutzey weudi, thy altioy elvan. 7 TloArtefav 88 Kotéotno¢ Kol vdyous fOnkev &A- 6,2 yevoueévnc Rutherford W.-K.: yw. L 6,3 dvalElo]ic edd.: gavepots dubitanter K. 87 Ilaman «descarga», pues fué como si se hubieran quitado de encima un peso. ? En esto intentan algunos calumniarle, pues acontecié que cuando Solén iba a realizar la «descarga» se lo dijo a alguno de los nobles, y después, como los po- pulares dicen, maniobraron los amigos a costa de 61, 0, segtin los que prefieren calumniar, él mismo tomé parte. Pues tomaron aquellos a préstamo y compraron muchas tierras, y a poco, al llegar la cancelacién de las deudas, se enriquecieron, de lo cual dicen que resultaron los que des- pués fueron tenidos por qicos antiguos». § Y ahora bien, mas crefble es lo que dicen los populares, pues no es vero- simil que habiendo sido en lo dem&s tan moderado y llano que pudiendo, con someter a los demfs, hacerse tirano de la ciudad, se dejé tomar odio por unos y por otros y tuvo en més lo justo y la salvacién de la ciudad que su codicia propia, fuese a mancharse en cosas tan pequefias e indig- nas. ¢ Que tuvo ocasién de hacerse tirano lo prueban las dolorosas circunstancias, y en sus poemas él lo cita mu- chas veces, y los dem4s lo reconocen de acuerdo. Asi, pues, hay que pensar que esta acusacién es falsa. 7 Establecié una constitucién y dispuso otras leyes; dejaron de servirse de las instituciones de Dracén, excepto las referentes al homicidio. Inscribieron las leyes en las columnas giratorias de madera, las colocaron en el Pértico Regio y juraron todos guardarlas. Los nueve arcontes ju- raban tocando la piedra (1) y prometfan ofrecer una es- (1) Véase 55, 5. © bo dous, Tois SE Apckovtos Seopols EronicovTo Xpo- Revol TARY Tév poviKdv. dvoypéavres 88 Tols vopous els ToUs KUpBeIs Eornoa év TH OTC TH Bactrcign Kal dpooav yproecbat Teves. of 8 Evvéa Epxovtes Suviwtes pds TH KiBep Kocreperri- 30v dvabioew évipidvtTa xpucoty, éév tive Trapa- P&So1 T&v vénov: Sev Ent Kal viv obtes épviou- OL. KaréKAeicev St ToUs vouous els éxactov én Kai Siéta€e tiv woAtelow té6vSe (Tov) TpdTrov, TIT HoT SieiAev els tértapa TéAn, KoOdrrep Sinpnto kai tpé- tepov, eis TrevtakociopéSipvov Kal ftrméa Kad 3eu- yitny kai Gfjto. Kal Tas ud[y GAA Tas &pyas deré- veluev &pxew éx TrevraKociopedipveov Kal frtrécov Kal Zeuyitév, tous éwwée &pyovtas Kai TOUS Ta- uias Kol Tous Tr@ANnT&s Kol TOUS EvSeKa Kal TOUS kodapétas, Exdotois dvéiAoyov To Hey eer Tod TIBTMMaTOS &rroSiS0vs TAY Gpxtv. ois &8 1d On- TiKév TeAool ExKAnoias Koi Sixactnpicv ueté- Sexe Hdvov. eer Sé TeAciv TEEVTAKOCIONESI VOU nev Ss dv ék Tis olketas Tolf] Tevtakdo1a pétpa TH CUVEE Enp& Kal Uyps, imdSa 58 tows TpIA- KdoIa TroiotivTas, ds 8’ Evioi aot Tous iTrTroTpo- geiv Suvapévous. onueiov 52 pépouci Té Te dvopax TOU TéAous, ds dv ard Tod Tpcyyatos Kelpevov, kal T& dvobraga Tév &pyatoov: avaxertaa yap év &xporréAei eixcsy Aipiiou, eg’ 4 émryéypartan TéH5E 7,2 suppl. Jos Mayor 7,3 udv Educ Diels 7,4 Avpldousecludebat Thompson, def. Ludwich 59 tatua de oro si transgredian alguna de las leyes. Por lo cual todavia ahora juran asf. ® Dié las leyes por cerradas para cien afios y dispuso la constitucién de esta manera: * por censo distinguié cuatro clases, conforme se dividfan antes: los de quinientos me- dimnos, los caballeros, labradores de un par y thetes. Todas las magistraturas las atribuyé en su desempefio a personas de entre los de quinientos medimnos, los caballeros y los labradores de un par, o sea los nueve arcontes y los teso- reros y los poletai y los once (1) y los colacretai (2), sefia- lando a cada clase una magistratura en proporcién a la magnitud del censo. A los que tributaban como thetes les concedié sélo el que tomaran parte en la asamblea y en los tribunales. 4 Habia de tributar como de quinientos medim- nos el que sacase de tierra propia quinientas medidas entre &ridos y liquidos; como caballero, los que sacasen trescientas, © como algunos dicen, los que pudieran criar un caballo, y éstos dan como prueba el nombre de la clase, como de- . ducido de este hecho, asf como las estatuas dedicadas por los antiguos; pues ofrecida esta en la acropolis una imagen de Difilo (3) en la que se lee esta inscripcién: (1) Encargados de la cércel, véase més abajo, 52, 1. (2) Los colacretai eran los funcionarios del tesoro en época anti- gua, y su misién era cobrar los impuestos y entregar lo cobrado a los tesoreros; parece que ya no existian en tiempo de Aristételes, pues no los vuelve a citar entre las magistraturas existentes en su tiempo. La etimologia (‘los que trocean las victimas’: xa, &yelew, con asi- milacién, 0 mejor xelpq) alude a un remoto origen sacerdotal, pre- cisamente, segiin Ed. Meyer, como ayudantes del rey en sus funcio- nes sagradas, (3) El pasaje es ambiguo: no se dice bien claro en los versos quién pas6 a la categoria de caballero; tanto mds natural es que Aristételes, en la prosa, nos diga de quién es la estatua: seria Difilo el que pasé a caballero, y su hijo el que ofrece la estatua; la correccién que propongo en el aparato critico explicaria plenamente la dificultad, B00 Argidou *Aveepieov trv8" évédinxe Geois, OntiKod dvrl TéAOUS itr” dyenpecpevos, xal trapéotyxev firtros éxuaptupaéy, ds Thy inmré- Sa totTo onpatvousav. ot uty KAA’ eUAoyote- pov Tois pétpots SinpijoGar Kabdrrep Tous Trevta- koolopeSipvous. zeuyioiov 52 TeAeiv Tous Siakd- o1a TK Cuvee TrolotvTas: Tous 8’ KAAoUS On- vixéy, oSepias petéxovtas dpyfis. 610 Kal viv éreiSav Eonar Tov uéAAovtTa KANpotobal tiv’ &p- xiv, Toiov Téhos TEAci, O85’ Sv els citron OntiKdv. Tés 8° dpxas eroinas KAnpwrds éx TpoKpitey, os Excotn Tpoxpivers TEV QUAY. TreOUKpIVEr 8” els Tos Evvéa Gpyovtas éxkotn SéKa, Kai Tou [rov éx]Atjpouv: S0ev Er Siapséver tots puaais TS Séxa KAnpotv éxdotny, elt” 2x TouTwV KUcpEvelv. onpeiov 8° S11 KAnpwrds érroinoey éx TéSv TIEN- nérreov 6 Trepi TH Toprdsv vouos, & xpcduevor S10- tedoUow éti Kal vive KeAever yep KAnpotv Tous Taplas &«k Tevrakociopedipvev. Xdrov yey ov otras évouotétnoev epi Tév ewvia a&pydvToov. 7S yap &pxaiov 4 ev *Alpei]e [téym Bou]Ah dvaKorecapévn Kel Kpivaca Kad? abtihy tov ém- THSe10v eg” Exkoty T&v d&pxdv én’? [EvJia[uT]ov 3 [ioré€ajoa dréoteAAev. pudal 8 fioay 8’ Kobd- TEP TIPSTEpOV Kai PUACBaoIAEis TéTTApES. ek SE THs pUAs ExdoTns Hoav veveynnévor Tpittes pév 7,4 duerpdiuevos L edd. omnes: an duerpapevou? 8,1 cotvev 2x2. Blass Opperm., qui confert 30, 1; 31, 1: éx 1. & W.-K.: cobs 6’ 2. Wilcken: xdx 7. 2. Gomperz 8,2 diardEnoe K.: ... tz Wileken, unde dpEovjrx Kaibel tw 61 Antemién, hijo de Difilo, ésta dedicé a los dioses, que de la clase de los thetes pasé a la de caballero. Y como testimonio esté junto un caballo, como pro- bando que esto significaba la clasé de los caballeros. Y, sin embargo, es més razonable que fuera la medida lo de- terminante de la clasificacién, como para los de quinientos medimnos. El tributo de un par pagaban los que cosecha- ban entre fridos y Ifquidos doscientas medidas, y los restan- tes pagaban el impuesto como thetes, sin participar en nin- guna magistratura. Por eso ahora todavia cuando se le pre- gunta al que va a ser sorteado para una magistratura qué tributo paga, nadie dir4 que «el de los thetes». 8 Las magistraturas las establecié por sorteo de entre los elegidos que cada una de las tribus hubiese designado. Proponja, para los nueve arcontes, cada tribu, diez, y de entre ellos se sorteaba; de lo cual ain dura en las tribus el sortear diez cada una, y después entre éstos se sorteaba con habas. Prueba de que los hizo sorteables de entre las categorias del censo, es la ley sobre los tesoreros, de la que contindan sirviéndose ahora todavia, y que manda que los tesoreros se designen a la suerte entre los de quinientos medimnos (1). 2 Asi legisls Solén sobre los nueve arcontes, pues anti- guamente el consejo del Areépago hacia una convocatoria y escogfa por sf al mas adecuado, y los sefialaba y distri- bufa entre los cargos para el afio. * Las tribus eran cuatro, lo mismo que antes, y habfa también cuatro reyes de tribu. De cada una de las tribus habia sefialadas tres érittyes y doce naucrariai (2). Sobre las naucrarias estaba estableci- (1) Con el tiempo el nombre dejé de corresponder a Ja realidad, y no era ya la situacién real en el orden econémico la que determina- ba pertenecer a la clase més elevada; v. ms abajo, 47, Ll. (2) Sobre las naucrariai v. 21, 5, donde vemos que eran divisio- nes territoriales. Por Herodoto, V, 71, sabemos que ya exist{an antes de Solén. ‘Tpels, vauKpapior && Sedbexa Kod” Exdorny. vs émrl tév vauKpapidv doy?) kadeotn Kula vouKpapor, Tetaypnévn Teds Te Tes elogopas Kai té&s Sarréevas TaS Ytyvopévas: 81d Kal év Tois véuois toils S6- Aevos ols ovKéT: XpSvtar ToAAayKot yéypatrrat “tous vauxpdpous elomtpérteiv’ Kal ‘dvaAloxery &k Tov vauKpapiKot &pyupiou’. Bovaiy 8’ étoinoe TetpaKocious, Exatdv 2 éxkorns MuUAtis, Thy &é& TOv *Apeotroyitéy Ero€ev él 7d vouopuAakeiv, ®otrep trrfipxev Kal Trpdtepov etioKotros oticoa Tis TroArteias, Kai Te Te GANA TH WAEioTA Kal Te ué- Ylova THv TWoAIT(1K) dv Siertiper Kal Tos cuapte- vovtas niduvev Kupia otica Kal 3NMioWv Kai KOAG- 3eiv, Kal Tas éxtioeis dvégepev els TAI, OUK ETI- yYpapovoa Thy mpdgacw Sr & [tO é]«t [iv Jeo8au, kal Tous él KeraAvoel Tot Stpou cuviotapévous Expvev, Tdrcovos 8évtTos vépov eloayyeAias Treo atrév. dpav 88 thy. yey méAw TOAAGKIS OTa- oidgovoav, Té&v &E ToAITOSV evious Sic thy éadu- plow [éyo]trévtas 15 ottdpatov, voyov zOnkev TIPOs avToUs ISiov, 85 av OTASIAZOVENS Tis md- Asoos ut) Offran Té STAG undé ued’ Erépaov, S&tipov elvon Kai THs TOAECS Ut} ueTéxelv. T& pév otv tept tas dpxXas toUTov elye Tov Tpotrov. Soxei Sé THs ZdAwvos TroArtetas tola Tatr’ elven te SnuotiKdtota: TPGSTOV usv Kal WEyloTOV TO pt Soveizew eri tots ocpaoww, ererra, 8,4 nodmndy Richards {| 8° 8 7d éxtiveaar K.: &v 6 rod ext. Tyrrell: && 73 ebObvecBan Wilcken 8,5 dyandveag W.-K.: neptop&vrac Bury 63 da la magistratura de los nducraroi, ‘que cuidaba de los impuestos y gastos que ocurrfan; por eso en las leyes de Solén que ya no se usan est& muchas veces escrito aque los nducraroi cobren» y «gasten el dinero de las naucrarias». 4 Formé el Consejo de cuatrocientos, cien de cada tribu, y al consejo del Areépago lo colocé como guardiin de las leyes, igual que ya antes existia como inspector de la cons- titucién, y vigilaba la mayor y mejor parte de los asuntos de la ciudad, y corregia a los delincuentes como soberano de multar y castigar, y depositaba en la Acrépolis las mul- tas, sin escribir el motivo de cada una, y juzgaba a los que se levantaban para quitar el poder al pueblo, por haber puesto contra ellos Soldn la ley de eisangeléa (1) 0 acusa- cién por conspiracién. 5 Viendo que la ciudad muchas veces se dividia, y que algunos ciudadanos por indiferencia gustaban de lo que buenamente ocurrfa, puso una ley especial contra éstos, de que «el que cuando hubiese discordia en la ciudad no hi- Ciera armas ni con unos ni con otros, quedaba sujeto a atiméa (2) y dejaba de ser ciudadano». 9 De esta manera dispuso en cuanto a las magistratu- ras. Del gobierno de Solén parece que éstas son las tres cosas m4s democraticas: en primer lugar, y sobre todo, el suprimir los préstamos con garantia personal; después, que el que qui- siera pudiese reclamar sobre las cosas en que hubiere sido perjudicado, y lo tercero, y con lo que dicen que la plebe alcanzé6 mayor fuerza, la apelacién al tribunal, pues siendo el pueblo duefio del voto, se hace duefio del go- (1) Elowyyedle significa cdenuncia», pero en sentido estricto se refiere a Ja acusacién por determinados delitos contra Ja constitucién, especialmente, como en este caso, Mevando consigo juicio sumario (v. Thalheim RE V, col. 2139, apart. 5). (2) La dtwte consistia en la privacién de los derechos de ciu- dadano y Ja exclusién de la comunidad politica, En el caso a que el texto se reficre, la utimia era de Ja Hamat por los eruditos modernos maxima, es decir, que acarreaba la confiscacién de bienes. 64 Td EEeivon Te BouAopEeves Tipcopeiv Uirép tév &b1- Koupévony, tpitov &é, () uddioté gacw ioyuKé- vat TO TAF Gos, f Els TO Sixaotipiov gpecis: xKU- plos yap dv 6 Sijuos THs wipou KUpios ytyveron Tis ToArtelas. Er: SE Kod Sid Td UL yeypdqoar TOUS VouoUS ETAas wndé capdds, aAA’ dottep 6 Trepl Tév KAT pow Kod émriKArpoov, dveryKN TOAAGKS cupioBynthoes yiyveotor Kai TévTo BpoBevew kai Te Kove Kal Te 1510 TO Sixactipiov. ofovtat pév ov tives EritnSes doupeis atov Trorfjgat TOUS vé- Hous, Sires 7 Tis Kpicews 6 Sijuos KUpIOs. ov piv eixds, GAAK Bik TO th SUvacGar KaOdAOU Tre- pidoBeiv TO BEATICOTOV: Ov yép Bikatov eK Tav viv yryvonéve GAN’ ek This KAANS ToArTElas Sewpeiv tiv éxelvou BovAnow. ° Ev wav owv tois vopois Tatra SoxKei Geivar Snyo- TIKa, Tpd BE Tis voNoBEcias wWort}oos Thy TOV XpeGv crrokoriyy Kai pete tatito thy te THV pé- Tpev Kal orodudv Kai tiv tol vouioparos atén- ow. én’ exeivou yap éyéveto Kal Te pétpar Lelzeo T&v DeiBooveloov, Kol f pve mpdtepov Zxouoa otobpoy EBSourKovTa Spaypds dverrAnpwbn tats Exotév. flv 8 & dpxaios yapatip SiSpaxyov. étroinoe 58 Kal otaOpd Tpds TO vouloUa tpEIS Kal &Et}Kovta wvas TO THAAVTOV a&yovoas, Kal émidie- vepnonoav ai tpeis uvai TH otatiipi Kai tos &A- Aois oTabpois. 9,1 @ Lipsius: 6 xat W.-K. Opperm. 10,1 rovyjou legit K.: -oxg Wilcken bierno. ? Adem4s, como no fueron escritas las leyes sen- cilla y claramente, sino como la de las herencias y los he- rederos, forzosamente resultaban muchas disputas, y todo, lo mismo lo comunal que lo privado, habia de juzgarlo el tribunal. Algunos creen que de Propésito hizo él las leyes imprecisas, para que quedase el pueblo como soberano de juzgar. No es esto verosimil, sino que la causa debid ser que no es posible determinar absolutamente lo justo, pues no es licito juzgar la intencién de él por lo que ahora ha resultado, sino por todo el resto de su constitucién. 10 En las leyes esto es lo que parece mds popularmente dispuesto, y antes de las leyes el haber hecho la reduccién de las deudas, y después de esto haber aumentado las me- didas, pesos y monedas (1). 2 Pues fué en tiempo de él cuando las medidas se hicieron mayores que las de Fidén, y la mina, que antes tenia un peso de 70 dracmas, alcanzé hasta las 100. La acufiacién antigua era de dos dracmas, Hizo también el peso en relacién con la moneda, componien- do 63 minas el talento (2), y Jas tres minas quedaban re- Partidas entre el stater (3) y los dem&s pesos. (1) La reforma de Solén de la moneda, pesas y medidas consti- tuyé el fundamento del ulterior desarrollo econémico de Atenas. Antes de Solén, Atenas vivfa dentro de la érbita comercial de Egina; la ha- bilidad de Solén parece consistié en establecer un tipo monetal que era fécilmente cambiable con el de Corinto y los de Eubea y Egina (una mina &tica = 70 dr. de Egina = 100 dr. euboico-Aticas). En el peso de la nueva moneda, se fundé el nuevo sistema de pesas y medi- das. Este pasaje es dificil de explicar en detalle, Bere basta para re- chazar la ingenua explicacién de Androtion {en Plutarco, Solén, 15) de que estuviera en relacién el cambio de moneda y medidas con la reduecién de las deudas, Véase F. A. Alcock, Cambridge Ancient History, IV, pigs. 39 sgs. y G. F. Hill, iBid., pg. 134. (2) Es decir, que las unidades de peso oak en la relacién de 5 respecto de Jas monedas del mismo nombre, (3) El stater es dos veces la unidad monetal en la acufiacién: de Solén puede decirse, pues, que tenfa el didracma de su sistema como stater. 5 66 i Atocréfas 88 thy TroAitelov Svttep eipnton tpd- trov, éreiSt) Tpocidvtes até trepi tay vopov évaxAouv, Ta pev Emitip@vtes ta 82 dvaxpivov- tes, BouAdpevos pite Tota Kivelv ptt” drexOk- veotar Tapov, é&iroSnplav étrom|ooro Kerr’ éytro- piov &ya Kal Geopiov eis Atyutrrov, eltrdov os OvY Ect Séxa Erdiv: ov yap ofecbar Sixcnov elvat tous vouous enyeiofo1 trapev, KAA’ Exaotov TK 2 Yeypaunéva troieiv. Gyo 88 Kai cuvéPoavev atte T&v te yvopipwv Siapdpous yeyevijoGar TOAAOUS Sic Tas THv xpedv dtroKoTrdés, Kai Tas oTdoEIS Guqotépas petabéobar Sik TS TrapdSofov adtois yevéotat thy KaTéoTaov. & yey yap Bijytos deTto TravT’ dveSaota Tromjoev avrév, of 5% yveopipor TrdAw eis tivodriy ta€w érobHoev 7 ultx]p[d]v TrapaAAdcEev. 6 58 LdArcv &uportépors AvavTiaéln, al ov ods ue0" Strotépov eBotAeTo ovoTavTa tupovveiv elAeto Trpds cupotépous darexOtoOan, oaoas Thy TorpiSa Kal tk BéATIOTA VoHOBETIOUS. (2 Totita 8° Sti tottov (Tov) TpdTrov Eoxev of T° GAAot cuppeovotion tavtes Kal avtds év TH TroIt- ol Wéuvytan trept adrdév év toicSe St ue pev yap Ewa Tdd0v yépas Sooo &trapKel, TILAs oT Gerd ott’ EropeEcpevos: of 8 efyov Swvanw Kai xpraow foav d&yntoi, kal tois éppacdunv pndév derés Exe. 11,2 xaréotast legit suprascr. Wilcken K. || elc secl. W.-K. Il dmeyBéoOa corr. Wyse: -OecOvar L 12,1 téaov xpérog Plut. || énapxet Plut. 67 11 Habiendo trazado la constitucién del modo dicho, dado que se le acercaban para molestarle sobre las leyes, en- salzando unas cosas y consulténdole otras, como queria dejar aquellas sin cambio y no hacerse odioso si segufa en la ciu- dad, se desterré y emprendié un viaje a la vez de comercio y de curiosidad a Egipto, después de dejar dicho que no vol- veria en diez afios, pues no crefa justo quedarse alli e in- terpretar las leyes, sino que cada uno cumpliese lo escrito. 2 A la vez le ocurria que muchos de los nobles le eran ene- migos por la reduccién de las deudas, y que ambos bandos habfan cambiado de opinién al hallarse con una situacién que no era la que esperaban, Pues el pueblo habfa crefdo que él lo iba a repartir todo, y los nobles, que iba a vol- ~verlo al estado anterior o a cambiarlo poco. Solén se habla puesto frente a unos y a otros, y (estando en condiciones de apoyarse en unos u otros, como quisiera, y hacerse asi tirano), prefirié hacerse odioso a unos y a otros, salvando a la patria y estableciendo las leyes mejores. 12 De que esto fué asf, todos dan testimonio acorde, y él en sus poesfas alude a ello en estos versos [fr. 5 Diehl]: Al pueblo di tanto honor cuanto le basta, sin quitarle estimacién y sin levantarle; Jos que tenfan la fuerza y eran sobresalientes en riquezas, a éstos les protegt para que nada vergonzoso sufrieran. 68 orn 8’ &ppiPacAcov kpartepov odKos &upotépoion, vikay 8’ otk lac’ ovSetépous &Bikeos. 2 méAw 8 crropatvépevos Tepl tot AGous, ods att& Sei xpijoGen- x Sijuos 8 OS? av prota ow tyepdvesow Errorto, unyte Aiow dveGeis write Biagdyevos. Ttiktel yap Kdpos UBpiv, Stav TroAUs SABos Err tat avOpetroiaw doors ut) vdos dprios 7. 3 kat méAw 8° ErépwOi trou Aéyel Trepl Tédv Siowel~ BacGo Thy yijv BouAopéven: 01 & ep’ Gprrayaiow FAsov, éATri8’ elxov dqvedv, K&Sdkouv ExacTos avtév SAPov eUpioe TroAW, kad pe KoTiAAovTa Asiaos Tpayuy Expaveiv vdov. xativa uév T67’ Eppdoavto, viv 8é por yoAoUpEvor Aokdv SpSaAuoio’ Spdor révtes ote Sihiov. ov xpemv. & utv ydp eltta ow Osciow fusca, &[AAJa 8’ ob pctv EepSov, ovSé po1 TUpAWVISos cvSdvei Pig tr [Hég]ew, obSE Trelpas yBovds tratpi&os KaKoiow éobrovs icopoipiow zxelv, 4 mdi 58 Kai tepi tis atroKorrijs Tov ypedsv Kai T&v SovAcvovtwy yev Tpdtepov éAcubepwoPévtaw 5é 51a Thy ceiody Sera tyd 88 Tév yey oveKa Evviyyayov Siuov, ti toUTov mplv tuxXeiv éravodunv; cupuaptupoin tatit’ dv tv 8ixn Xpdvou 12,2 ProGérevog L: meetdu. Plut. 69 Y me mantuve levantando fuerte escudo para unos y otros, y no dejé que ni unos ni otros vencieran injustamente, 2 Y otra vez, hablando de la muchedumbre, y cémo hay que tratarla: El pueblo as{ es como seguiré mejor a sus jefes, ni demasiado suelto ni por la violencia. Pues la hartura empuja hacia la arrogancia, cuando una [gran felicidad sigue a hombres que no tienen una mente bastante. 8 Y otra vez, en otra parte, dice de los que quieren que se reparta la tierra [fr. 23, 13 sg. Diehl}: Los que vinieron al saqueo, sobrada esperanza ten{an, y pensaba cada uno que gran fortuna iba a encontrar, y a mf que los halagaba suavemente 4spera intencién me {iban a descubrir. {Vanas ideas las suyas entonces! Ahora contra mf irritados, de reojo todos me miran, como si fuese su enemigo. Y no debian. Cuanto dije, con la ayuda de los dioses, lo [cumpli; lo demés no Jo hice en vano, ni de la tiranfa me agrada usar la fuerza, ni que de la fértil tierra de la patria tengan los buenos iguales suertes que los malos. 4Y otra vez, acerca de la abolicién de las deudas y de la liberacién de los que antes eran siervos gracias a la «descarga» [fr. 24 Diehl]: Yo, para cuantas cosas reuni al pueblo, jen cual de ellas me detuve antes de lograrla? Me podria servir de testigo en el juicio del Tiempo “710 “uth ueylotn So1pdvesy ‘OAumiov &piota, Fi wéAaiva, tis tye ote Spous dvelAov ToAAay#] Tretmnydtas, Trpdobev SE SouAgvouca, viv éAcuBépa. TroAAoUs 8 ’AGrivas, trarpis’ sis PedKTITOV, evtjyayov Trpadévtas, GAA ExSikcos, GAAov Bixateos, Tous 8’ avoryKains td xpos puydvtas, YASoooy ovKét’ *ATTiKiy igvtas, cs dv TOAAAX A TAavepévous: Tous 8° £vO45" atrtod SouAinu derkéa éxovtas, 7}0n Seotrotév Tpopeupévous, EAeuBépous Enka. Tatra pév KpéTeL vopou, Biav te Kai Sixny cuvappydcas, Epe€a, Kai Si7jAGov cos Urrecyounv. Beopous 6” Suoics TH KaKG Te K&yotd, eideiav eis Exaotov dpydoas Sikny, éypaya. xKévtpov 8’ &AAos ws Eye AoPodv, Kakoppadtis Te kai prAoKTr NOV évtip, ovK dv katéoye Sijpov: el yap f8eAov & Tois évavtioicw AvSavev téTe, avdis 8’ & toisw obtepo: ppacaiato, TOAAGY dv avpaiv 45° éxnpw6n dts. tov over’ GAKY TrévTOGEV TrolOULEvoS &s év Kuaiv TroAAataw éotpdpny AUKOS. Sal méAw dveiSigeov mpds tas Uotepov attév LELYILoIpias &upotépav’ 12,4 Oedxnorov Lf! xpdrex vowou K.: xpareetvoxov Lt pearnonoy B: xp&ret 6405 Aristides Plut. || eatpdqny Aristides: TP. 7 Ja madre, la mayor de los dioses olimpicos, la excelente, la Tierra negra, de la que yo antafio los mojones (1) quité en tantas partes afincados, y si antes era sierva, ahora libre es. Y « muchos en Atenas, su patria construfda por los dioses, reunf de los que habfan sido vendidos, el uno sin justicia el otro justamente, otros que por forzada necesidad estaban huidos, de la lengua Atica ya olvidados, como quien ha ido errante por tantos sitios, y @ los que aqui mismo en esclavitud fea estaban, temerosos del car4cter de sus duefios, libres los hice. Esto por la fuerza de la ley, combinando violencia y justicia, lo hice, y obré como habia prometido. Leyes lo mismo para el malo que para el bueno ajustando para cada uno la recta justicia escribi. Otro, que hubiera tenido como yo el aguijén, de mala intencién y hombre codicioso, no hubiera contenido al pueblo; y si hubiera yo querido lo que a los contrarios les gustaba entonces, o también lo que a éstos les tramaban los otros, de muchos hombres estarfa viuda esta ciudad. Por esto, llevando vigor por todas partes, como entre muchas perras era yo un lobo. 5Y otra vez, insultando los reproches de unos y otros después [fr. 25 Diehl]: (1) Estos indicaban los lotes de tierra sujetos a responder de las deudas. 12 Srhpep vev ef yor StapdéSnv SveiBion, & viv Zxouow ottroT’ Sq8aApoiow dv eUSovtes elSov. 6001 88 pelgous Kal Blow d&uetvoves alvoiev &v ue Kal piAov troiofero: al yap tis GAAos, ono, tavrrns tis Tips Eruyev, OUK dv KaTéoye Sijyov ov8? ératioato, tplv dvtapagus triap eeiAev yara, ty@ 8 tovrtav dortep év HeTary ufos Spos Koréotny. “13 Thy pv oy éroSqulav éroijoato $e TowTas Tas altias. TdAavos 8 GrroSnutjoavtos, 1 ts TrOAEwS TeTApoy Lévns, Eri pev étn téttapa Sii7}yov &y fouxia 1 Se TépTte pete thy TdAawvos apxtv ov Karéotnoav Gpxovta bik tiv ordow, kod wad Ever réprerep 816 Thy ati alticy évap- 2 Xlav étroinoav. perc 8 Tatra Sik TV ouTéy Xpdveov Acpootas aipeteis &pycov En BU Kal Sto fives Fipfev, soos LEnAGOn Pig this &pyiis. elt’ Hokey avtois Sik 16 otaoidgew &pxovras éAéoBan Séka, Tévte udv ebTatpiSav, Tpeis SE dypoikey, Svo $8 Snuioupyév, kad otto1 tov vet& Acpaciov Fip§av éviautév. § & Kal SfjAov tt peyiotny elyev Swvayiv 6 Gpxev: paivovtat yap aiel otacidgov- 3 Tes Trepi tautns THs &pyXijs. SAws SE StetéAouv voootvtes Ta mpds ExUTOUs, of yey dex Kal 12,5 B.appddyy L: corr. Kontos || oft’ &y... obs? Plut. 13,2 Sid—ypodvev secl. W.-K. Hude {tl Tévte] ... ag B, unde [sértap]uc def. Gernet = éypolxav L: drowxev B 73 Al pueblo, si hay que insultarle claramente, lo que ahora tiene, ni con sus ojos lo hubiera visto en suefios. Mas los mayores y los que més fuerza tienen me alabarfan y harian de mi su amigo. Y si algdn otro, dice, hubiese alcanzado esta dignidad, no hubiera sujetado al pueblo ni st habria detenido hasta que revolviendo hubiese la nata sacado. © Yo entre éstos, como entre un frente y otro, me quedé haciendo de limite. 13 Se expatrié por estas causas. Y habiéndose Solén expatriado cuando estaba alborotada todavia la ciudad, pa- saron sobre cuatro afios con tranquilidad, y al quinto des- ués del arcontado de Solén, no sefialaron arconte por causa de la discordia, y otra vez al quinto afio, por la mis- ma causa, se quedaron sin arconte (1). ? Después de esto, al cabo del mismo tiempo, elegido arconte Damasias (2), ejercié el mando dos afios y dos meses, hasta que fué ex- pulsado violentamente del poder. Después resolvieron, por causa de la discordia, escoger diez arcontes, cinco de los eupdtridas, tres de los labradores, dos de los artesanos, y éstos mandaron durante el afio que siguié a Damasias. En esto se ve que el mayor poder lo tenfa el arconte, pues siempre aparecen en discordia sobre esta magistratura. 3 Continuaban con malas voluntades, unos teniendo como motivo y pretexto la abolicién de las deudas (pues (1) He aquf la cronologia, segin G. Mathieu: arcontado de So- 1én_592/1, cuatro afios 691/0-588/7, sin arconte 587/6, segundo pe- riodo de cuatro afios a contar del fin del primero 587/6-584/3, sin arconte 583/2, Damasias 582/1-580/79, los diez arcontes 580/79. (2) Probablemente en 582 a. C.; hay dificultades cronolégicas que han Hevado a algunos editores a suprimir (v. aparato critico) las palabras ¢al cabo del mismo tiempo», 74 Tpdgaciv EXxovtes Thy Tav Xpedv éroKoTty (cuv- ePeBrjKer yep avrois yeyovévon trévnotw), of 88 TH TroAiteix Svc XEpaivovtes Sik TS yeycAnv yeyové- vor peTaRoAry, Evior S& Sic thy mpdos EAATAOUS 4 giAovikiav. fjoov 8 ai otdoels tpeiss pix pév Tév TapoMiav, Gv tpoeiotiKe MeyaKrijs 6 *AAxuéoovos, often 2dKouv wkAioTa SicdKelv Thy uéony TroArteiavy § GAA St Tov TeSiakdv, of Thy dAtyapyiav égitouv, fyeito 8 attdév Auxotipyos’ tpitn 8 f Tév SiaKxplov, ép’ # Teraypévos fv 5 Tletsiotpatos, SnpotikdTatos elval SoKGv. Tpoo- exexdopnvtTo S& TovTois of Te donpHuevor TH pea Sid Thy étropiav Kal of 7H yéver uth KaSapoi 8i& Tov pdBovy onueiov 8, 6m peta Thy TOV Tupavvev KaTéAvol étroincay Siayngicpdv, cs TTOAAGV KolvaovoUVTOV THs TrOAITEias OU iTpOOT- kov. elxov 8 Exactor Tas émoovupias dro TOV tétroov év ols éyempyouv. 14 Anyotixatatos 8 elvat Soxav 6 Tleciotpatos Kal opddp’ evSoKiunKas ev TH pds Meyapéas Tro- Agpe, Kotatpauations gautdv cuvétreice tov S7j- pov, os bd TH avtioTaclwTav Tatra Terov- Qcds, pudakiy xuTa Sotvar tot seporros, “Api- otiwvos ypayavtos Thy yvaunv. AaPeov Sé Tous Kopuvnpdpous KaAoupévous, EtravacTds yeTe TOU- Tov TH Shue Katéoye Thy dxpdtroAw eter SeuTE- po Kai tpixKkooTé pete Thy Tév vopoov Géow, eri 18,5 Sapp. Sandys: Sapyyczov L 14,1 Aptatwvog Plut. 75 éstos se hab{an convertido en pobres), otros estaban dis- gustados con la constitucién por el gran cambio, algunos por la mutua discordia. ¢ Eran los bandos tres: uno el de los costeros, que dirigia Megacles, hijo de Alemedn, los cuales parecia procuraban, sobre todo, una constitucién moderada; otro el de los del ano, que defendian la oligar- quia, y era su jefe Licurgo; la tercera faccién era la de los de las alturas, a cuyo frente estaba Pisfstrato, que era te- nido por el m4s popular. § Formaban entre estos ‘iltimos los que habfan sido privados de sus créditos, por falta de recursos, y los que no eran de estirpe pura, por miedo; y la prueba es que cuando después de la cafda de los tiranos se hizo el recuento de ciudadanos, no les resulté éste favo- rable a muchos que disfrutaban de la ciudadanfa. Cada bando tenfa su nombre por los lugares en que la- braban el campo. 14 Tenido’ Pisistrato como el més popular, y habién- dose distinguido mucho en la guerra contra Mégara, se hizo él mismo heridas y convencié al pueblo de que como esto le habfa pasado por obra de sus enemigos de faccién, se le concediese una guardia para su persona, siendo Aristién el que propuso el decreto. Y habiendo tomado a los que se Ilamaron maceros, se levanté con ellos contra el pueblo y se apoderé de la Acrépolis en el afio trigésimo segundo des- pués de la promulgacién de las leyes, siendo arconte Co- meas (1). (1) Afio 561/0 a. C. 78 2 Keptou &pyovtos. A€yetar S$ TAcova, Tetoi- otp&rou tiv guAakiy altotvtos, d&vT1AéEar Kal eltreiv St1 T&v pev ein Gopedtepos, Tév 8 dvbperd- tepos' S001 piv yap &yvootion Teciotpatov ém- tiPEpevov TUpavvi&1, copatepos elvan TOUTeV, Sco1 & dBdtes xatacwwtdow, &vSpeidtepos. étrei Sé Aéyoov [ovK E]treiBev, Kapduevos Ta SrA 19d TV Supdv attés pév Epr BeBonOnkévor Ti ToTp{d: Kod’ Scov Av Suvatds (HSN yap opdSpa TrpeoBuTNs Fv), &€1otv SE Kal Tous &AAOUS TauTO TotTO TrotEiv. Trev pév ody ovSév jvucev Tote TrapaKardv: Tletoiotpacros 88 AaBeov Ti &extv SirepKer TK Kove TOAITIKHS YAAAOV TH TUpAVVIKds. otttroo SE THis apis Eppizopévns Syoppovrjoavtes of arepl Tov MeyaxAéa kal tov Auxotipyov é&€éBadov avtov Extoo Ever peta Thy TewThy KaTéoTacw é9’ “Hyn- 4 ciou &pxovtos. Ete1 Sé SeoBexdrrop peta Tatra Tre- pieAauvouevos 6 MeyaAiis TH oTéoe, TaAW em- KnpuKevacpevos Trpds TOV Tleiciotpatov Ep’ O TE Thy Ouyatépa avtotd Anyeta, KaTiHyayev avTov épxates Kal Alov a&rAds. TrpoBiactreipas yap Adyov ws Tis "AGqvas Katcryouons Teiotpatov, Kai yuvoika peycAnv Kai KaAnv eeupav, os pev “Hpd8otds pnow, &k Tot Styou Tév Matoviéwov, as 8 Evior Agyouaw ék Tol KoAAuToU, otepave- TOA Op&ttayv, f| Svoya Ouvn, Thy Gov d&troptpn- o&pevos TH KOTU@ CUvelotyyayev HET’ ato Kai > 6 pév Tleiciotpatos ép” Geuatos eiotAauve Trapa- oo 14,2 xarasvondcwv K.: -tavtes L ij otx éxetbev Hicks a7 ? Se cuenta que cuando Pisistrato pidié la guardia, se opuso Solén diciendo que él era m&s sabio que los unos y mas valiente que los otros: m4s sabio que los que no vefan que Pisistrato codiciaba la tiranfa, m4s valiente que quie- nes lo vefan y callaban. Y como con este discurso no con- vencié, colgé sus armas ante su puerta y dijo que él habia socorrido a su patria en cuanto habia podido (pues ya era muy viejo), y que pensaba que los dems debian hacer lo mismo. * Mas Solén nada alcanzé entonces con sus exhorta- ciones, sino que Pisistrato tomé el poder y administraba los asuntos comunes més bien como ciudadano que como tirano. Y cuando atin no habia arraigado su poder, se pu- sieron de acuerdo los partidarios de Megacles y los de Li- curgo y le derribaron al sexto afio después de su primera toma del poder, siendo arconte Hegesias. * Doce afios (1) después de esto, vejado Megacles en las discordias, mandé un mensaje a Pis{strato sobre que se ca- sase con su hija, y le volvié a traer a Atenas de la manera mAs primitiva y simple. Hizo correr la voz de que Atena trafa a Pisistrato, y habiendo hallado una mujer grande y hermosa, segin dice Herodoto [I 60] del demo de Peania, 0 como algunos di- cen, una tracia del de Kollytos que vendia coronas, llama- da Phye, e imitando a la diosa en el vestido, la introdujo en la ciudad juntamente con él, y Pis{strato en carro, con (1) No resulta clara la cronologia de la vida de Pis{strato, segin Aristételes: hay contradiccién entre los datos que va dando y el re- sumen que hace, 17, 1, y, por otra parte, en la Politica FE 12, 1315 b, dice que de los treinta y tres afios, estuvo en el poder diecisiete. 15 ic} rd 78 Borrovions THs yuvaikds, of 8 év Te cote: Trpoo- xuvotivtes &Séyovto Gaupégoves. *H av otv Treaty KéQobos éyéveto To1cyTN. pet& Sé tatitar [ [cos] &érece 16 Setrtepov Eret ud- Mota EBBdpep pete Thy KGboBov (ov yap TOAUY xpdvov Karéoxev, GAAK B1e.TS pH PobAcobor TH tot MeyaxAgous Suyarpl cuyytyveotar poBnéels a&uotépas Tks oThoes UTefijAGev), Kal Trpdtov pév cuvedkice Trepl Tov Oppaioy KéATIOv xeopfov 6 KaAiton ‘Perikndos, éxei@ev 52 TrapiAGev els Tous trepi Mcyyatov tétrous, Séev Xpnpariccpevos Kal otpamidtas piobwodpevos tABdv ets *Epétpiav &Sexaroo T&A Erel TO TrPTOV dvao@oacbor Big tiv &pyiv émeyeiper, ocupTpobvuoULéveny ” aug TOAAGv wav Kal GAA, udcAroTo 8& On- Batoov kal AuyS&utos tod Na€iou, é1 8E tdév imrécov Té&v éxdvtoo ev ’Epetpi¢ thy woArteicv vixnoas 58 Thy emi TlaAAnvib: uaxny Kat AcPdv thy WwéAw Kal TrapeAduevos TOU Siyou Ta StAX Korrelxev #87 Thy Tupavviba PeBatioos Kal Né&§ov thdv &pyovta Katéotnae AvySapiv. tropeiAe 8é ToU Stjuou t& SAa TévSe tov Tpdtrov. é€- orAaciav Ev 1 Onosio Tromacpevos ExkAnolegev émeyeiper, Kad [xpdvov rpoonys]pevev piKpdv. 00 gaoKkovtey 58 KaTaKove éxéAeuoev aUTOUS TIPOo- avaBver Tpds TO TpdTTUAGY THis EKPOTTOAEdS, 15,1 [[&e]] secl. W.-K. Opperm. 15,2 78 necdcov L retinui: té, quod superuacaneum est 17,3 mpokyovtes corr. Blass: mpoxyay. L 85. sado volvia a recuperarlo con facilidad. Pues asf lo querfan la mayorta de los nobles y de los populares, a todos los cuales se atrafa, a unos, con su trato, a otros con sUS SOCOITOS en las cosas particulares, y tenia excelente natural tanto para unos como para otros. 10 Bran ademis entre los atenienses suaves las leyes con- tra los tiranos en aquellos tiempos, pero sobre todo lo era la que especialmente se referfa a la creacién de la tiranfa, ya que tenfan la siguiente ley: «Esto es ley y tradicién de ‘Atenas: si algunos se levantan para hacerse tiranos o ins- taura alguno la tiranfa, sea éste privado de derecho (1), a y su estirpey. 17 Pisistrato envejecié, pues, en el poder y murié de enfermedad en tiempo del arconte Filéneos (2), después de vivir treinta y tres afios desde que fué por primera vez ti- rano, y de permanecer en el poder diecinueve, habiendo estado en el destierro los restantes. * Con esto queda en evidencia que hablan a la ligera quienes dicen que Pisistra- to fué amado por Sol6n y que fué general en la guerratontra Mégare, acerca de Salamina, pues no conviene a las edades, si se computa la edad de uno y de otro y en tiempo de qué arconte murié. 3 A la muerte de Pisistrato retuvieron el poder sus hijos, quienes mantuvieron las cosas en el mismo estado. Eran de su esposa legitima dos, Hipias e Hiparco, y dos de la argiva (3), Iofén y Hegesistrato, al que se le daba el sobre (1) Aristételes interpreta la expresién dézys0¢ con el sentido de privacién de derechos de ciudadanfa, que ten{a en el siglo 1v; pero en el vi significaba quedar fuera de la ley. (2) 527 a. ©. (3) Conforme a le ley ateniense, sélo un matrimonio con mujer ateniense era legitimo; de aqu{ que se contraponga la mujer legitima a la extranjera, 86 : kal “Itrmapxos, S00 8’ ék tis “Apyelas, ’lopav kal ‘Hynolotpatos, & tapevimioy fv OértaAos. 4 Eynuev yap Teislotpatos & “Apyous dvipds *Apyeiou Ouyarépa, & dvope fv Popyitos, Tiyd- vacoay, fv mpdtepov Eoyev yuvaika *Apyivos 6 *AutpakioTns Tdév KuyediSav- S6ev Kal 4 Tpds Tous *Apysious evéotn oIAla, Kal cuvenayé- govto XiMo1 thy él ToAAnvi8i udxny ‘Hyno- otpétou Kopicavtos. yfiyou Sé pao thy *Ap- yelov of ev éxtrecdévta Td Trpdtov, of Sé KaTEXov- Ta Thy &pxtv. 1s "Hoow 88 Kupion pév Tédv Trpayudrov Bic TH SEicoporta karl Sic Tas HArkias * lrTApXos Kail ‘I1t- Trias, TpecButepos Sé ddv 6 ‘lrrmias Kal Ti Puce TOAITIKOS Kal Euppoov EreoTétel Ths kpyiis. 658 “Itrtrapxos TraisiaSns Kal gpwtiKds Kod @lAdpou- Gos Fv (kal tos tepi *Avaxpéovta Kai ZipeoviSnv kal ToUs &AAous tromtas obTOS fv 6 uetoTepTd- usvos), Oértados Sé vewtepos TOAY Kal TH Bio Spools Kol UBpiotis, dq” of Kal ouvéBn Thy dpyhy aurois yeviobar Téavtav T&v Kakdv. gpaobels yop tot “Appodiou Kai Sicpaptaveiy tis mds aurov piAias ov KaTetye Thy Spytiy, AAA? Ev te Tis GAAois eveonuaivero mKpds Kal TO TeAcuTaiov wéAAoUCaY avTot Thy d&SeAqhy Kavngopeiv TMava- Onvatois ExdAuoev AoiBopricas tr Tov “ApydSiov @s poraKov dtev ouvéBry topofuvOivta Tov ‘Ap- udBiov Kal Tov ’Apiotoyeitova Tpdrtey Ty Tpe- 17,4 tynuev L.: <énéynuev Papageorg. 18,1 pay céy corr. Blass: tv pv L we 87 nombre de Théttalos. 4 Pues se habfa casado Pisistrato con la hija de un hombre de Argos, cuyo nombre era Gérgilo, llamada Timonasa, con la que primero hab{fa estado casa- do Arquino de Ambracia, de la familia de los Cipsélidas. De esto resulté la amistad con los de Argos y el que lucha- ran en la batalla de Pallénide como aliados mil de éstos que trajo Hegesistrato. Dicen que se casé con la argiva, unos, cuando cayé la primera vez; otros, cuando tenia el poder. 18 Eran duefos del poder, por su dignidad y por edad, Hiparco e Hipias; siendo el mayor Hipias, y de na- tural politico y prudente, estaba él al frente del poder. Hi- parco, en cambio, era jrreflexivo, enamoradizo y aficiona- do a las artes (éste es el que invité a Anacronte, Siménides y los dem&s poetas). * Théttalos era mucho més joven y de cardcter violento y desenfrenado, de lo cual les vino el comienzo de todos sus males (1). Pues habiéndose enamora- do de Harmodio y no logrando éxito en estos amores, no contuvo su ira, sino que la mostré amargamente en todo, y por fin cuando la hermana de aquél iba a evar la canas- tilla en las Panateneas, se lo impidié motejando a Harmo- dio de cobarde, de lo cual vino que Harmodio se irritase y que junto con Aristogiton realizara su hazafia, con la ayu- (1) Hay contradiccién en muchas cosas con Ja narracién do Tu- ofdides (VI, 54), y la discusién no ha resuelto quién es el que tiene razon. 88, o &w perexdvtwv TroAAdv: #5n SE TapatnpotvtTes &v dxporréAet Tois Tovotnvatois lrmiav (etbyya- . vev yap ottos piv Sexduevos, 6 8° “Itrtrapxos croc TéAA@y Thy Trout), iSévtes te Teav KoI- veovolvtov Tis TmpdEecas PiAavOpwttas Evtuyxa- vovta 16 ‘liriti¢ Kai vopicavtes unvueiv, Bouad- levoi Ti Spo apd tis SUAAT WES, KaTaBdvtes kai Tposfavactévres TéVv [GAAw]v tov av “I~ Trapxov Siokoopotvta Thy trophy Trapc& Td Asco- Képelov acrékrevay, Thy 8 OAnv éAuprtvavto Tpa- a§w. oadrav & 6 piv “Apud8ios evdécos éteAeuTn- oev Ud THVv Sopupdpay, 6 8 *Apiotoysitev tote- Pov CUAANPEEIS Kai TOAW XpdvoV aiKiobels. KaH T™HYSpnoev 8 ev Tails dvécyKals TOAAGSY Of Kai TH quoa té&v ém@avay Kal giro tois Tupdvvois Fioov. ot yap eSUvovTo Trapaxpfiua AaPeiv ovSév ixvos tis TIpdEecs, GAN’ 6 Aeyouevos Adyos cos 6 “Intias &trootioas dard TéSv Stroy TOUS Trop- TrevovTas épadpace Tous Tk eyxetpi&ia Exovtas ovK GAno\s ory ob yap Sreurov 74(Te) ped” STTA@V GAN Gotepov totto KorecKelacey 6 Sijyos. Ka THyépe 8 THVv tot Tupdwou @idwy, as pay of BKOTIKO! pact, érritnbes, tva doeBijooiey Spor kal yévowto coOeveis GveAdvres tous dvaitious kai pidous éaxuTdv, as 8’ Evior Aéyouaw, ovyi 6 WAcrtépevos GAAK TOUS cUvEdStas éurvvev. Kah TEAOS Gs OUK eSUvato TavTa TroIdédy écroPaveiv, or 18,2 peteyévrwy moAAGv L: vu. m. Kaibel e Thuc. 18,3 &Adwv dubium: Aorndv Papageorg. 18,4 té Rutherford 89 da de muchos (1): * pues acontecié que cuando en las Pa- nateneas observaban en la Acrépolis a Hipias (pues ca- sualmente era éste el que recibia la procesién, mientras Hiparco era el que la organizaba), viendo que uno de los participes en su conspiracién se encontraba muy familiar- mente con Hipias, pensando que les estaba denunciando, quisieron hacer algo antes de ser apresados, bajaron y se sublevaron antes que los demés, dieron muerte a Hiparco. que disponfa la procesién junto al Leocoreon, pero estro- pearon todo el resto de su plan. * De éstos, Harmodio fué muerte en el acto por los de la guardia, y Aristogiton fué cogido mas tarde y durante mucho tiempo maltratado. Acusé en el tormento a muchos de los que eran por naci- miento de los mas distinguidos y amigos de los tiranos. Y asi no pudieron de momento sorpender ningun vestigio de la conspiracién, sino que la historia que se cuenta (2) de que Hipias desarmando a los de la procesién sorprendié a los que tenian pufiales, no es verdad, pues no iban en la procesién entonces con armas, sino que esto lo dispuso el pueblo més tarde. § Acusé a los amigos del tirano, como los po- pulares dicen, de propésito, para que cometiesen una im- piedad y a la vez se debilitaran, dando muerte a inocentes y @ amigos suyos; mas segtin algunos dicen, no inventé, sino que denuncié a los conjurados. ® Finalmente, como no podia acabar de morir ni aun a pesar de todo, mandé (1) La contradiccién es flagrante con Tucidides, VI, 56, que ha- bla de pocos conspiradores: algun editor ha querido salvarlo con una enmienda al texto de Aristételes, v. en nuestro aparato critico. (2) Alude Aristételes, sin citarle, » Tucidides (VI, 58), cuya ver- sién de todos estos acontecimientos va corrigiendo. 90 érrayyelAdipevos dos KAAOUS BNVEV TOAAOUS Kal areloas ait Tov ‘larmicw Sotven thy Sefiev trH- recs XapIv, cos EAciBev, dverBlacs Sti TH povel TE- Beapot tiv Sefidv SéSexe otra Tapafuve TOV “Imriav 08’ tnrd tis Opyfis ov KaTéoXev ExuTOV &AAK OTTATaHEVOS Ty UcXaipav SiépOeipev atv. ig Meré 88 tatta ouvéBaivey TOAAG TpaxuTEpav elvon Thy tupawiSar Kal yop Sic TO Tiycopelv TESEAGH Kal Sic 1 TOAAOUS dvNpeNKévor kal 2 ExBeBANKéven TOW Fv éamoTos Kod TKpSS. Etet Bz teT&pTe peAioTa yeT& Tov ‘lTrTapxou Fava tov, érrel KaKéds elxev TK ev TH Sorte, Thy Mouvi- xflav émexelonoe Telx{zet, cos éxet pebiSpucdpevos: 2v touTois 8° dv eémecev Ud KAcopévous TOU AoxeSaipovioy Baciréeos, xenovav yryvouévev ei tois AdKoot KatoAve Thy Tupavida Bic 3 Toss’ aitiov. of puydbes, Ov of ’AAKuecovidar TIPOELOTT KETO, ado! pév SP abtév obK eSUvavTO Tronjouc8at Thy KkB05ov, KAN’ altel tpocétrtaiov #y te yap Tots GAAots ols Erpattov SieopcAAovTo Kai Tetylcavtes tv TH xcope AcnplSpiov 75 trép Tikpvnfos, eis & ouve€fjAOdv tives tev &k TOU &atews, eerromopKiensav brs t&v tupdvvev, Sev Gorepov pete TawTHY Thy cuRpopdy 75ov év ois oKoAlots alei- alai AenpuSpiov mpoSwoétaipov, ofous avSpas dTraAETAS HaXEoOOL 19,1 mxed¢ Ki: moog L 19,3 alet alat] alet suspectum, deleverunt edd. aliquot 91 aviso de que iba a denunciar a otros muchos, y persuadié a Hipias de que le diese en prueba de confianza la mano, y después que se la hubo dado, le insulté con decirle que Je habia dado la diestra al matador de su hermano, y asi, tanto excité a Hipias, que de ira no pudo contenerse, y sacando la espada le maté. 19 Después de esto sucedié que la tiranfa se hizo mu- cho més aspera, y por vengar a su hermano y por haber ma- tado y desterrado a muchos, a todos se les hizo temible y odioso. ? Hacia el cuarto afio después de la muerte de Hi- parco, como iban mal las cosas de la ciudad, intentd amura- ilar Muniquia, como pensando en trasladarse alli; pero mientras estaba en esto fué expulsado por Cleémenes, rey de los Lacedemonios, pues continuamente les eran dados ordculos a los lacedemonios de que derribasen la tiranfa por la siguiente causa. 3 Los desterrados, de los cuales estaban al frente los Alcmesénidas, no podfan por si mismos lograr su vuelta, sino que siempre fracasaban, y asi les fallaron sus intentos, jncluso el de en el campo amurallar Leipsydrion el del Par- nes, donde se habfan refugiado algunos de la ciudad, pero. por sitio los vencieron los tiranos, y més tarde, por esta desgracia cantaban siempre en los skolia (1): Ay Leipsydrion, traidor de los amigos, a qué hombres perdiste, para luchar (1) Los skolia son canciones que se eantaban en los banquetes; su nombre, que es el adjetivo oxodtéc ‘oblicuo’, parece provenir de que el orden en que correspondia cantar a cada uno de los comensa- Jes una de estas canciones no era seguido, sino saltando de uno a otro sentado lejos. El del texto presente es el 24 de Diehl (14 B.). e&yatous te kal evtratpibas, of Té7” Ber§av ofwov Tratépwv Eoov. 4 &trotuyxavovtes oly ty draco Tois GAAoIs épi- cOacavto tov év Acdqois vey olxoSoueiv, S0ev eUTropnoay ypnudtov mpds thy T&v Aakdvov Boreerov. 1 5é Mui mpoépepev aiel Tois Aaxe- Soapoviors yonornpragopévors EAcusepot Tas *AGt}- vas eis tol6’ gos Tpottpepe Tols Xrapticras, kattrep Svtov Eéveov awtois Tév TeciotpoTibév" ouveBdAAETO Se OvK eAdTTO Uoipav Tis Spuiis tois Ackwow 7 1pds Tous "Apyeious Tois Tleici- 6 oTparTidais Uirapxouca giAia. 1d ev ot TIpd- tov ’Ayyipoaov daréoteiAav Katé OkAcrrav Exov- TA OTpaTIcV. ATTNPevTos 8° aTO Kal TeAcUTH- cavtos Sik TO Kivéav Bondijoot tov OertaAdv éxovta yiAlous imrreis, Tpocopyio8évtes TH yevo- hévep é€étrepyou Tov BaoiAéa oTdAov Eyovta Lelzoo kat& yijv, Ss étcel tos tév OettaAdy imteis Eviknoev KoAvovtas atév els Thy ’AttiKiy Ta- prévan, KorraKAeioas Tov ‘Itilav sis TO KAAOULEVOV TleAapyixov telxos étroAidpKer peta TH&v *An- 6 vaiwv. tTpookoinuévou 8 otto ouvérecey Urr- e€tovtas &A@vai Tous té&v MeiciotpariSav vies: Gv Anlévtav duoroyiav emi ti} T&v TalSev owtnpig Tromoduevor Kal ta fauTdv év tréve’ TvEpons Exkouiodpevor TrapiSxKav Thy &kpdToAw 19,4 000’ Zag corr. Blass:tout evdews L 19,5 @ecoxrdv L 19,6 Smekidvrag Wyse: exet. L 93 buenos y nobles, que entonces demostraron de quiénes hijos eran. 4 Sin conseguir, pues, nada por ningin camino, contra- taron construir el templo de Delfos (1), de donde saca- ron dinero para el socorro de los lacedemonios. Y la Pitia encargaba siempre a los lacedemonios, cuando ‘era consultada, que liberasen Atenas, hasta que por fin convencié alos espartanos, aunque eran de ellos huéspedes los Pisistratidas, si bien contribuyé no en la menor parte a Ja decisién de los espartanos, la amistad que los Pisis- trétidas tenfan con los de Argos. 5 Comenzaron por enviar por mar a Anquimolo con un ejército. Como fuera éste vencido y muerto, por haber acudido en socorro Cineas de Tesalia con mil jinetes, se irritaron con este suceso y enviaron al rey Cledmenes por tierra con un ejército mayor, el cual, después de vencer a los jinetes tesalios que le impedfan llegar Atica, encerré a Hipias en el llamado muro Pelérgico y se puso a sitiarle al lado de los atenienses. : ® Y estando 61 en el asedio, sucedié que fueron apresa- dos los hijos de los Pisistrétidas cuando hufan, y una vez cogidos, hicieron un acuerdo con el fin de salvar a los ni- fios, y después de recoger sus bienes en cinco dias, entre- geron la Acrépolis a los atenienses en tiempo del arconta (1) Se trata de la reconstruccién del templo de Delfos, que se habia incendiado el afio 548 (Herodoto, II, 180). Sobre la actuacién de los Alemeénidas en este asunto, v. Herodoto, V, 62-65, Filécoro fr. 70 (Fragm. hist. Graec. Munir, I, pag. 395), Deméstenes Contra Midias, 144. trois *A@nvatois eri “Apttaxti8ou &pyovtos, Ka- Ttacyévtes TH Tupowi5a YEeTe Thy Tot TraTpébs TE- Aeutiy &rn udAiota értoxaiSexa, te 58 oUpTravTa ov ofs 6 tari AipEev vos Set tevtt}Kovta. 20 Keradavéeions S& tis tupavvidos éotaciazov arpos GAAM Aus * Iacrydpas 6 TeiodvBpou piAos dv t&v Tupdvveov Kal KAsioGévns Tot yévous dv THU "AAKEwVIdav. iyrrduevos SE tais étaipeions S KAsia8évns Trpoonydyeto tov Sijpov, &rodiS0us 2TH WANG Thy ToArteiav. 6 Se ’ loaydpas émiAel- Tropevos Th Suvduer w&Aw éemikadeockuevos Tov Kacopévny, dvta gaut® Eévov, ouvétteioey EAav- vew Td d&yos, Sik TS ToUs *AAKuEwvidas Soxeiv 3 elvan td&v évorydiv. Urre€eABdvtos SE Tot KAciobé- vous (dqixduevos 6 KAeouévns) uet’ 6Alyov hyn- Ader Tv ?AOnvaieov ErrtaKxooias ofkias: tatita 8é Siatrpa€cuevos thy wsv BouAty étreipSto Karta- Ave, *loaydpav 5% Kal tpiaKoolous tév pidkcov pet’ avtoU Kupious Kabiotdvor Tijs TOAEws. TiS BE Bovatis avtiotdons Kal cuvodpoioevtos Tot TATGous of vév Trepl TOV KAcopévny Kai’ looydpav Katépuyov eis thy &kpdtroaiy, 6 Sé Sfjpos Bo yév Rugpas TpookaGegcpevos étrodidpxel, TH 5é tpith Kagovévny pév Kal tous pet” avTot Travtas &qeioav wirooTr6vBous, KAetoSévnv Se Karl tos GAAous pu- yaSas ueterréewpovto. Katacxdvtos Sé Tot &1)- pou T& Tpdypata KAeio8évns tryed Fv Kal Tot » 20,3 dguxduevog 6 K. suppl. K.-W. ex Herod. || dgetouv W.-K: agiecay Le 95 HarpSctides (1), después de haber retenido el poder tiré- nico unos diecisiete afios después de la muerte de su pa- dre, y, en total, contando los que mandé su padre, son cuarenta y nueve. . 20 Después de derribada la tiranfa, disputaron entre si Isfgoras, hijo de Tisandro, amigo de los tiranos, y Cliste- nes, que era de la estirpe de los Alemeénidas. Vencido por las asociaciones (2) Clistenes, se atrajo al pueblo con en- tregar el gobierno a la multitud. ? E Iségoras, inferior en poder, llamé de nuevo a Cleémenes, que era huésped suyo, y le persuadié de que expulsase lo sacrflego (3), pues los Alemeénidas eran tenidos como malditos. 3 Escapése Clistenes a la IMegada de Cleémenes, que, con, unos pocos, expulsé setecientas casas de los atenien- ses; y después de hacer esto, intenté disolver el Consejo e instalar como sefiores de la ciudad a Iségoras y trescientos de sus amigos. Mas el Consejo se resistid, y habiéndose re- unido la plebe, los de Cleémenes e Iségoras se refugiaron en la Acrépolis, y el pueblo los tuvo sitiados alli durante dos dfas, y al tercero Cleémenes y todos los que estaban con, él se consintié que salieran por una capitulacion, y a Clistenes y a los dem4s hufdos los mandaron Mamar. 4 Hecho el pueblo dueiio del poder, Clistenes era su jofe y caudillo del pueblo. (1) O sea el afio 511/0, segun otras fuentes aseguran. {2) Las asociaciones (étotpetat 0 écrouplat) tenfan frecuente- mente en Grecia una finalidad politica; dado que eran secretas, es muy poco lo que se sabe de ellas: los que aspiraban a la tiranfa solian comenzar por presidir una, de estas asociaciones; asf se sabe de Cilon, por ejemplo. (3) Lo sacrilego, lo que infectaba Ja ciudad: es Ja estirpe de los Alomeénidas, sobre Ja que segun las ideas religiosas antiguas pesaba siempre el crimen de impiedad aludido al comienzo de nuestro texto. 8 Siyou tpcota&rns. aitiateato yap oyedov éyé- vovTo Tijs ExBoAfis Tv TUpdvvan of "AAKECoVIsal 5 Kal oTaoidgovtes TH TOAAK SieTéAccov. éri SE 2 TepSTepov Téaév "AAKuEwVIdésv KrSeov érré0eTo Tois tupdvvois, 810 Kal fSov Kal els ToUTov év Tois oKOAIois" eyxet Kai KiScov1, SidKove, und’ émaArSou, al xpi) Tois c&yadois dvEpdoww olvoxoeiv. Aik pév ov todtas Tes aitias érriotevev 6 Siu0s 1H KaAeio@évet. tote 5& Tol WArGous tposotn- KOS Ete TeTaPTEO UETK Thy Tv Tupdvvev KaTé- Avow él *loaydpou &pxovtos, mpdtov piv ouvéverpe TravTas els Séxa PUAGS avTi Té&Vv TeTTE- pov, cvapeifor PovAduevos, Straws peTaoywor TAeious Tijs ToArtelas’ Sbev eAéxOn Kal TO wh @uaAokpiveiv Trpds Tous e€er&zeiv Ta yévn BovdAo- wévous. étrerta thy BouAty trevraKxocious dvti Tetpakocioy KaTéoTHGEV, TevTtKovTa && ExdoTns guaiis tote & foav éxarév. Sik TotTo Sé oUK els SaBexa PuAds ouvétakev, Stas aUTH yi} OVL- Baivn pepize Kata Tas TpoTTapYovoas TpITTUS: Tjoav yep éx 8 puAdv SaSexa tprttves, dot’ ov ouvétitrtey (Gv) dvapicyeo8ar TO TATOOS. S1é- veipe S& Kal Thy Xopov KaT& Sous TpI&KOVTA uépn, Séxa pév Té&v Tepi TO Gotu, SéKa SE THs Tra- partas, Séxa Sé Tis uesoyeiou, Kai TawrTas étrovo- 21,2 uév ovvéveyze Newman: p.(ev) o(vv) evere L.: wey obv cuvev. K.-W. K. Diels 21,3 xa7vw L*: moog L deletum {| <@v> add, Richards ante ovvémmsv: post cuvér, Hude 97 Los Alcmeénidas casi fueron los mayores causantes de la expulsién de los tiranos, y casi todo el tiempo habfan estado en rebeldfa. § Antes ya habia atacado a los tiranos Ked6n, otro de los Alomeénidas (1), y por eso cantaban a éste en los skolia [23 Diehl]: Sirve también para Kedén, copero, no se te olvide, 8i es que se sirve el vino para valientes. 21 Por estas causas se fi6 el pueblo de Clistenes. Puesto al frente del pueblo en el afio cuarto después de la caida de los tiranos, siendo arconte Is4goras (2), ? primero distribu- y6 a todos en diez tribus en lugar de en cuatro, con la in- tencién de mezclarlos y para que tomase parte en el go- bierno més nimero (3), de donde se dice que no se preocu- pen de la tribu los que quieren investigar las estirpes. 8 Después hizo el consejo de 500 en lugar de 400, cincuenta de cada tribu, pues hasta entonces eran 100. Y no lo dis- puso en doce tribus, para no tener que hacer las partes so- bre los trittys preexistentes, pues de cuatro tribus hab{a doce trittys, y asi no le hubiera resultado mezelada la mu- chedumbre. 4 También repartié el pais por demos, organizados en treinta partes (4), diez de los alrededores de la ciudad, diez de la costa y diez del interior, y dando a éstas el nombre (LY#As{ traduce Wilamowitz, haciendo depender el genit. tv ’Aduy.. de K48wv; m4s natural es,a primera vista, creerlo regido por mpbrepov yentonces habrfa que treducir: «atin antes que los Alemeénidas Cedén habia atacado...» V. RE XI col. 110. (2) 508 a. C. (8) Quiere decir que en las nuevas tribus, que no tenfan los vie- jos lazos de las antiguas sobre base aristocrdtica y religiosa, fué facil incluir nuevos ciudadanos: libertos, extranjeros, bastardos, etc. (4) Los demos parece que fueron originariamente cien en esta constitucién, v. Herodoto, e 69, mds tarde fueron m4s numerosos a causa del aumento de poblacién. 7 5 22 98 udoas tpiTTUs éKAtipwoev tosis els thy puUAy éxdotny, Stras Exdotn yEetéexn TréevTwV Tv Té- treov. Kal Snudtas éroinoey GAATAwV ToUs oi- Kotvtas év Excotep THv Sipe, Iva uh toTpddev tTrpocoyopeviovtes EfeAtyxwoiv tovs veotroAitas, GAAK Tév Biyov dvayopetwow Sev Kal Ka- Aotiow *ASnvaior op&s atroUs TdéV Bipov. Ka- téotnce 5 Kai Snudpxous thy auth ~xovTas émipéreiay Tois TpOTepov vauKpépois’ Kal yap Tous Si\yous dvti t&v vauKpapidv étroincev. Trpoonydpevoe SE Tév Siuov Tous pev ard THV totev, Tos 5 dmd TSv KTicdvtwv: oF yap crovtes Uijpxov ém toils téTro1s. Te SE yévy Kal Tas gortpias Kai tds tepwovvas elacev Exel Exdotous KaT& T& TéTpIA. Tals SE puAais Erroin- oev étrovipous ék Tév TrooKpiBévtav Exorrov dp- xnyetdv, obs dveidev t Tubia, SéKxo. Toto 88 yevopéveoy SrpotiKetépa TrOAU Tis Zddrevos éyéveto # ToAiteia’ Kal yep ouvéBn TOUS Bev TAavos vdpous d&pavioo Thy Tupavvifa Six TO pt xpfjoGa1, Kaivols 8 KAAous Oeivor TOV KaAsiodévn otoxazéuevov tot TA Gous, év ofs éré6y Kai 6 Tepi Tot doTpaKicpot véyos. TpétTov pév otv Ever Téutrte yeTe TOUTHY TH KaT&OTACIW é9’ “Eppoxpéovtos &pxovtos Ti BouAt Tois TevtaKo- ciois Tov SpKov Etroinoay dv ét1 Kai vv 6uvuovolv. Errerta Tous otpaTnyous fpotvto KaT& puAds, & éxcorns puAis Eva, THis 5¢ éaréons otpari&s tye- 21,5 en L: évB quem seq. Blass K.-W. Opperm. 21,6 gatplac LB 99 de trittys, sacé a la suerte tres para cada tribu, con el fin de que cada una participase en todas las regiones. E hizo compafieros de demo entre sf a los que habitaban en el mismo demo, para que no quedasen en evidencia los ciu- dadanos nuevos con llamarse por el gentilicio, sino que le- varan el nombre de los demos, desde lo cual los atenienses se llaman a s{ mismos por los demos. 5 Establecié demarzcos, que tenfan el mismo cuidado que los.antiguos naucraroi, pues precisamente hizo los de- mos en vez de las naucrariat. Did nombre a los demos, a unos por los lugares, a otros por sus fundadores, pues ya no todos los demos correspondian a los lugares. 6 Las estirpes y las fratrias y los sacerdocios dejé a cada demo guardarlos segin la tradicién. A las tribus las sefialé como titulares, de entre cien jefes escogidos, los diez que designé la Pitia. 22 Después de hecho esto, la constitucién resulté mu- cho mas democrética que la de Solén, y como ademés habia sucedido que la tirania habfa abolido por desuso las leyes de Solén, Clistenes puso otras nuevas para atraer al pue- blo, entre las cuales fué creada la ley sobre el ostracismo. 2 Por primera vez en el afio quinto después de esta constitucién, siendo arconte Hermocreonte (1), hicieron para el Consejo de los quinientos el juramento que ain ahora hacen. Después eligieron a los estrategos por tribus, uno de cada una, y el jefe de todo el ejército era el pole- marco. (1) Corresponderia el afio 504 a. C.; pero de ese afio consta otro nombre de arconte, y por otra parte no se pueden contar desde ése once afios hasta la batalla de Maratén, por lo que es mejor pensar en el aito 501; pero entonces, o Aristételes se equivoca o esté viciado el texto. Para la dificultad del pasaje, con critica de otros autores, W. Peremans y Sencie, Les études classiques, 10-1941, p. 193-201 y 329-37.

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