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indice de los materiales: 20 puntos reflexivos sobre la tarea del gestor teatral. Aticulo base: “El dificil equilibrio de la relaciOn entre industrias culturales y artes escénicas”. Articulo de ampliacin |: “Por una ética de la gestién cultural’ ‘Articulo de ampliacin I: “La formacién en gestién cultural en Iberoamérica: reflexiones y situacién”. Alfons Martinell Estadisticas de artes escénicas y musicales del Ministerio de Cultura Ustado de portales webs Listado de Organismos Internacionales 20 PUNTOS REFLEXIVOS SOBRE LA TAREA DEL GESTOR TEATRAL, En programacién y gestin de cualquier tipo de actividad cultural no exsten fBrmulas infalibles para tener el ito asegurado. 2. Los conceptos vulgarmente utilizados de éxito y fiacaso son siempre muy relativos, ya.que en gestin et més importante el medio y largo plaz que texelusivamente el resultado inmediato. 3. La continuidad y estabilidad en las propuestas es una pieza clave en la contlidacin de un proyecto 4. Suele ser de una gran sensatez desconfiar de las modas. La arruge puode ser bella una temporada ya Ia siguiente estar obsoleta. Como altemativa a fo ‘limero ereo més en las apuesta por los procesos creativos en el tiempo, ‘5. La cultura es ui BIEN PUBLICO que debe stender a todos los segrentos ciudadanos sin exclusin de ningun tipo de alternativaestétic 66. Bs fundamental respetar al otro. La alterdad es le democracia bisica en un programa politic de gestion cultura 71. Un auténtico getor cultural de Ia emprésa publica no puede hacer de su gusto personal el nico baremo ala hora de coneretar una programaciéa, 8, Apostar por las alternativasarrieegadas que estén realizadas con rigor estico y productivo es un signo de compromiso con el futuro. 9, Es preciso precisar Ia dialética entre producto creativo y la forma de su promocién, En el terstorio de la mueva ereacion se suele tener una carercia de ‘marketing previa 0 al menos, asegurada por el prestgio al uso, por lo que debe abordarse en sus formas de apoyo con esrategis especiicas, 10.Los nuevos lengusjes que transitan las artes escénicas de bisqusda 0 investgacién, por lo general no funcionan de una manera masiva en sy relaciOn ‘con el mercado, por tanto debemos pensar que el baremo a ullizar para su futéntca veloracian no puede ser Gnicamente a taquila, Unido al punto anterior creo que serie muy necesario encontrar el eqilibrio centre el gusto ecandmico (lato en la preproducsibn como en Ia exhibicién) y 1a retabildad socal de I propuesta aristca. 12, Los programadores de las salas y teatros no deberian ser ni mandarines i syatolas, sino intermediarios sensbles entre creadores y expectidores, intentando alcanzar la armonia en Is linea de actuacién: creacién, produccion y cexhibiciéa, 13.E1 patemaismo la soberbia acechan continuamente a Ia labor ctidiana de los sgestores cultural. 14. La tenacidad y la conviceién en un programa cultural son armas bisicas para aleanza los objeivos fijados en el corto, medio y largo plazo. De ese modo, y Siempre que se disponga de un discurso coherente, se podrin perder bails pero quids, al final, se gane alguna guerra, 15, Los limites de la intromisin de fos politicos en el terreno de la gestion deben (quedar siempre absolutamentesalvaguardados ene trabajo de los gestores, pues Sin absoluta libertad es imposible desarrollar en profundidad un proyecto Cultural Otre cuestionserin las responsabiidades tnicas y econémicas en las que los controles para evitar megalomanias deben ser aplcados con claro ‘Titerio socal euando ee estin manejando fonds piblicos, 16.1 sentido comin esl piedra angular de muchas d las decisiones a tomar. 17, Elideal dl perfil de un gestor cultural pods tener una analog en el mundo de tin personae de Stevenson, ese Doctor Jel que, a veces, se conviertee1 Mir. Hyde Es decir, tener la sensbilidad de un artista y ta responsabilidad de un buen administrador. 18. Para un gestor cultural, el aprendizaie y la Bisqueds de nuevos conocimientos fo termina munca. Desde la tradicién & la vanguardia en las posibildades que tiene ld ereacion se debe aplicar un nivel de conocmiento paralelo por paste del festor, por lo que el arco de materias a ser trnstadas tlegar a scr ampli economia, socilogia 0 antropologia, pero también informitica, epicacisn de snuevas teznologias oestratepias de promocién generan un ofiio que poce tiene {ye que ver con el del antiguo empresario de pared o de compatia. 19.En esa misma linea podemos intuir que Ia gestin cultural, y por tanto de las “Artes Bscénieas, enelsiglo XXI adqurié ain mayores grados de complejidad, por lo que seria preciso educar y preparar a esos nuevos gestores del futuro ‘esde la perspectva clara y definida de lo multdisciplinar. 20.La actividad del gestor cultural no puede estar al margen de los procesos Tistricos del pais en que se desarrlla su actividad. El actual divorcio cue en 508 momentos se produce entre teatro y sociedad no puede ser corres solo fon voluntarismo sina con estrategas precisas ya’ que arinconar la memoria histérca cultural y socal puede ser auténticamentesuicida, (GUILLERMO HERAS EL DIFICIL EQUILIBRIO DE LA RELACION ENTRE INDUSTRIAS CULTURALES Y ARTES ESCENICAS Seria interesante poder desarrollar discursos en los que Ia utopia fuera algo més que una palabra, y aquello que se desea pudiera convertirse en una realidad por el simple deseo de que todo fuera semejante a ese deseo, He reflexionado bastante antes de encarar estas lineas, para ver si podia realizar una intervencién, en este seminario enmarcado en la problemética de las Industrias Culturales, en la que no quedara la menor duda de que la prictica productiva de las Artes Escénieas entra de Meno en ese territorio llamado “industrias culturales”. Pero siendo sincero creo que Ia distancia, por volumen ‘econémico y por la esencialidad en sus propias précticas del tentro y Ia danza (otra cosa seria In miisiea), hace que tengamos que poner © imponer algunos matices a esa conceptuacién, Habria que partir de 4a premisa de con quién, eémo y de que manera esas formas de Produccién de las Artes Escénicas son homologables con las referencias claras de las industrias derivadas del audiovisual, Ia cedicion bibliogréfica o, incluso ef mundo de las Artes Plisticas. Y, sin embargo, a lo que me niego en rotundo es a transitar un mero discurso neorroméntico, en el que se excluya el cardcter de bien cecondmico que genera el mundo de las Artes Escénicas. Por ello, vayamos por parte. Empecemos por Ia base. Intentemos situar primero que es una industria. Si miramos el diccionario de Tullo Casares, leremos: “Industria: Conjunto de operaciones que sirven para la obtencién, transformacién 0 transporte de uno o varios productos naturales” 0 también “Maha o destreza para hacer una cosa”. La UNESCO define una industria cultural “como aquella que combina ta creacién, promoviendo ta comercializacién de contenides ‘intangibles de naturaleza cultural, generalmente provenientes de derechos de autor, que pueden tomar la forma de bienes 0 servicios”. O bien nos dice: “Hay industria cultural cuando los bienes y servicios culturates se producen, reproducen y difunden aplicando estrategias de ‘cardcter econémico”. En un Boletin del Portal de la Cultura de América Latina y EL Caribe se puede leer: “El término industrias culturales abarca aquellas industrias que combinan la creacién, ta producciin ya comercialicacién de contenidos que son inmateriales y culturales en su ‘naturaleca, Estos productos normalmente estin protegides por copyright Y pueden tomar la forma de bienes y servicios. El concepto de industrias culturales, también Uamadas “industrias ‘ereativas” o industrias de contenidos, incluye la impresin, publicacién, ‘multimedia, audiovisuates, productos fonogrificos y cinematogrificos, ‘asi como artesanias y disefos. Para algunos paises este concepto también abarca la arquitectura, las artes visuales y de performers, deportes, manufactura de instrumentos musicales, anuncios y turismo cultural. Las industrias culturates son transcendentales en la promocién y el ‘mantenimiento de la diversidad cultural y econdmica, y crean un acceso democritico dela cultura, Sin embargo no hay que olvidar que el mapa ‘mundial de las industrias culturales revela una gran brecha entre ei Norte y el Sur, Esta distancia solo puede ser acortada reforzando las eapacidades locales y fucilitando el acceso de todos los paises al ‘mercado mundial, Una primera mirada a estas definiciones ya nos pone sobre Ia pista de un cierto lenguaje dominante, donde aunque aparezea Ia palabra “ereacién”, resulta bastante lamativo que esté sometida a la lizactén”, Desde Iuego, de lo que no cabe ninguna duda ¢ ‘que Ia creaciOn en el terreno del teatro o Ia danza nos encontramos con un “producto bastante natural”, ya que su maxima expresién se “comer realiza a través de Ia poética del cuerpo y la voz, algo tan natural ‘como la vida misma. Si echamos Ia vista atrés y reflexionamos algo sobre Ia Historia de las Artes de la Representacién, tampoco podemos dudar que su jercicio profesional siempre ha estado ligado a una cierta transa comercial. Asi era en In Grecin Clisica, donde la celebracién de los ‘eventos representativos de las comedias o tragedias levaba consigo la econémicos. Los mecenas de In Edad concesién de unos. pre ‘Media o del renacimiento mantenian las flestas escénicas. Los Corrales det Siglo de Oro espafiol eran un gran negocio para las asoctaciones eclesidsticas y.en el Londres de Shakespeare, el teatro Isabelino era un gran negocio, Con ef apogeo de Ia burguesia y el ‘triunfo de los grandes edificios de teatro a Ia italiana y la aparieién de los “derechos de autor”, los especticulos quedan marcados por el doble discurso de lo artistico y lo productive. Y con su evolucién, desde entonces hasta nuestra sociedad, marcada hoy por Ia elobalizacién, y una continua confusién entre términos como ocio y cultura, el apogeo del mercado ha sido la clave dominante para ‘muchos pensamientos, y no sélo los liberales, o neoconservadores, sino ‘también para una gran parte de la socialdemocracia actual. Para mi, la palabra “mereado” es simplemente un concepto. Ni lo demonize, ni lo sacralizo, Existe y es necesario pensar en sus condiciones y en sus condicionantes, pero creo que nunea desde el Punto de vista de lo creativo, sino precisamente de lo especificamente “productivo”. Con ello a lo que me quiero referir es que cada artista, creador, grupo o compafia de una de las po Artes Eseénicas debe entender y saber que trabaja para un segmento de Ia sociedad y que desde el punto de vista artistico eso no tiene mis ber situarse en la franja de produccién en In que realmente cada uno se quiera situar. Me parece ridieulo, desde Is les précticas de las valor que erspectiva de las Artes Escéni téminos como mayoritario 0 minoritario, porque en Ia actualidad ‘comparar Ia asistencia de un solo programa de televisién de un cierto calado, con el mayor éxito de Ia cartelera teatral en toda una ‘temporada, resulta ridfculo, Lo que ven unos telespectadores en una hhora multiplica por mucho lo que los espectadores del espectéculo en » catalogar Ias propuestas desde vivo pueden ver en sucesivas representaciones en un espacio eseénico. Por eso, cuando se dice que Ia danza contemporinea, el teatro de los ramaturgos vivos, el teatro objetual o de marionetas y otras ‘experiencias son “minoritarias” nos deberiamos preguntar con respect a qué baremo, Puede que asi sea frente a los grandes medios de diversién y ocio, pero con respecto al propio teatro creo que Ia medida es absolutamente relativa. Ademés es curioso como hoy, experiencias que pueden pasar por ser renovadoras, experimentales, no convencionales, Megan a tener muchos mis espectadores que funciones de teatro comercial paridas para ser éxitos. Pensemos en dos casos de creacién en Espaiia, como son La Fura dels Baus 0 Rodrigo Garcia, ;Ya quisieran muchos empresarios al uso tener los {indices de espectadores que tienen estos artistas! Otra cuestion es el debate sobre cultura y ocio o entretenimiento. Aunque parezea obvio que Ia cultura deberia entretener, y no por ello deberia estupidizar, como el discurso neocon pretende meternos a toda costa, disfrazindolo de bondades que siempre se sostienen en lo ‘mayoritario del consumo en ef mercado. Tomemos un ejemplo, Una cosa es el mundo del cine y otro muy distinto son Ias peliculas que se filman. Y, si podemos estar de acuerdo que el Cine es un gran medio artistico y cultural, también podemos verificar que la mayoria de las Peliculas que se producen (no sélo en USA, sino en todo el mundo, no tienen la menor pretensién de ser cultura, Y eso no me parece ni bueno ni malo, simplemente hay que analizarlo en su punto justo. Recuerdo que Truffaut, ironizaba sobre la famosa frase de Goebbels: Cuando oigo hablar de cultura echo mano a a pistola”, y referia asi a lo que muchos directores franceses hacian cuando intentaban reerear la atmésfera densa de un policial norteamerican, dando la vuelta a Ia frase del nazi: “Cuando oigo hablar de pistolas echo mano a ta cultura”. Hoy el propio concepto de cultura ha aleanzado tales grados de amplitud que seria dificil ponerse de acuerdo en cual es el marce estrictamente referencial del término, Tanto es asi que por ello hace tlempo que se nculié lo de “cultura de masas”, algo que evidentemente hha tenido mucho que ver con el desarrollo econémico y el confort en que amplias capas de ciertas zonas del planeta han aleanzado a lo largo del siglo XX. La cultura de masas tiene unos principios interretacionados surgidos de la escisién entre produectén y consumo, como bien sefiala la enciclopedia libre Wikipendia, un instrumento bastante subvalorado por paladares exquisitos, pero sumamente ‘itil en algunas ocasiones. Estos principios serian: 8) Centralizacién del poder en todos los niveles (econémicos, politicos, ete) >) Uniformacién de los productos para consumidores similares, ©) Sincronizacién con nuevas técnicas como Ia linea de montaje y la produceién en serie 4) Maximalizacién de la productividad: maxima produeci6n a un ‘menor coste y en un menor tiempo, ©) Concentracién poblacional, producto de Ia urbanizacién de la sociedad Con todos estos pardmetros es fieil encontrar In preocupacién ‘que nos produce la confusién de “industria cultural” con Ia hipervatoracién del conjunto de servicios y productos que genera el consumo del ocio. A veces parece que Ia cultura solo deberia ocupar el espacio del ‘ocio- es decir, del tiempo libre que el desarrollo del capitalismo ha impuesto entre los tiempos sagrados del trabajo. De ahi que para d ‘mercado, el tiempo libre sea un espacio social solo aprovechable Para el consumo y por eso da lo mismo, un recital de rock, un best seller editorial, una épera consagrads, una funcién de circo, uns obra teatral o una pelicula. Tal vez, como dice Carlos Rehermann, “Para convertir el ocio en un concepto respetable hubo que inventar una expresién que contuviera la palabra més valorada del orden burgués (industria) y ajustar la definicién con alguna expresién de prestigio aristocrético (arte, cultura): industria cultural ‘Nuevamente vuelven a aparecer las fronteras entre cultura y entretenimiento, Es como si se luchara ideolégicamente por enfrentarlas, haciendo de ese modo que la complejidad del concepto actual de cultura se rebajara, se le hiciera algo similar al Proceso que los jibaros realizaban a Ia hora de empequeficcer cabezas. Sin embargo en otras épocas de Ia Historia la relacién de cultura y sociedad no fue asi y, por supuesto, no podemos justificarnos a la hora de pensar que en a actualidad siempre tiene inte desde los que ser asi. Es decir segiin el pensamiento domi ‘extremos conservadores hasta los duleificades socialdemécratas seguidores de la politica de In “optimizacién de recursos. En parte es por todo esto que surge el fendmeno de Ia industria cultural, con lo que evidentemente surgen las eategorizaciones sobre los distintos niveles industriales de las diferentes formas de arte y cultura, Por ejemplo, en Ia industria editorial donde se ha investigado y codificado de una manera més precisa que en las Artes Eseénicas, nos encontrariamos el siguiente panorama. Caracteristicas de la industria editorial: 1.-Bien de consumo que no disminuye al consumirse 2.-Bien de inversién que no siempre produce beneficios econémicos ‘3.-Producto industrial cuya materia prima no es tangible 4.Empresa de servicios que produce elementos materiales 5-Producto econdmico que incluye responsabilidad social 6-Produccién afectada tanto por tas variables macroeconémlcas como soctoculturales 7-Exponente tanto del desarrollo econémico de un pais como de su nivel cultural Entre sus generalidades encontrariamos: )-Industria de cariicter complejo ») Fronteras escasamente delimitadas y cada dia més confusas ©) Imbricacién con otros bienes de consumo cultural 4) Vineulada a la forma de venta y distribucién ©) Productor de bienes equiparables a cualquier otra industria cultural 4) Escasamente dependiente de la publi 8) Afectada por los avances tecnolégicos hh) Baja inversién para la aparicién de nuevos elementos 4) Sector muy mévil: altas y bajas constantes D Infuido port {internacionalizacion ky Tendencia a la adquisicion de redes de distribucién 1) Escasa concentracién de puntos de venta 1m) Escasa penetracion de cadenas de librerias extranjeras 1) Creciente presencia del sector financiero en los grupos tendencias de concentracién editoriales ©) Desarrollo de los grupos o conglomerados multimedia ) Relacién paralela del consumo con otros productos culturales As{ pues nos encontrarfamos con una industria de caracteristicas ‘especiales y complejas, que influye en el desarrollo econémico y Sociocultural, imbricado en otros productos culturales y de fronteras Amprecisas. Es decir, conclusiones muy similares a las que sacarfamos si analizamos el sector de las Artes Escénicas, aunque nuevamente tendriamos que contrastar el volumen de inversién econémica que se hhace en un sector y en otro. Y en ese sentido baste decir que en el afio 2005, se editaron en Espatia segin el ISBN , 76.265 libros, desde nego de todo tipo y condicién, pero que evidentemente situados en el mercado generarén un volumen econémico muy importante, En Espafia en el 2005 habia inseritas 2.997 compafiias de teatro Profesionales y 629 de danza, cifra sin duda sorprendente contrastamos con la pequefia cantidad de compafias que luego pueden realizar giras por los circuitos piblicos y privados del Estado. Sin duda, esa gran cantidad se debe a la eclosién de alternativas en las Propias Comunidades Aut6nomas, un fenémeno muy importante de ‘nuestra democracia que ha hecho que, afortunadamente cuando hhablamos del teatro espafiol, esto no se confunda con el teatro madrilefio, sino con In complejidad de experiencias escénieas que emanan de cada una de Ins 17 Comunidades Auténomas de Espafi. Algo que es muy saludable desde el punto de vista artistico no se ha visto acompafiado de una fluidez en Ia distribucién y en a Intercambio de proyectos escénicos entre compafias de Ins diversas Comu de riesgo que suelen Hevar los Programadores de los Circuitos, siempre apegados a exhibir los especticulos ya abalndos por ‘mercado, Algo que seria légico en la Empresa Privada, se convierte ex ides, debido sobre todo a Ia politica conservadora y ausente ‘una paradoja cuando los programadores son de Redes piiblicas, pues en suma estin haciendo un servicio a Ia empresa privada de toda Ia vida. Y as{ excluyen propuestas que tengan que ver con las dramaturgias vivas de los autores y autoras espafoles, el teatro de ‘marlonetas y objetos, la danza contempordnea y cualquier expresién de riesgo © Investigacion que roce lo politicamente incorrecto Estamos pues ante un claro caso de un proyecto de gestién altamente interesante, tanto en su planteamiento como en su utilidad, pero que luego, a la hora de ponerse en accién tiene sensibles fallos por no ‘cumplir, precisamente, con los objetivos para los que se ereé Ia Red fen un momento determinado. Atin con todo, sigo pensando que LA RED cs una pieza fundamental para el desarrollo de una cierta “industrializacién”, en el mejor sentido posible, de las Artes Escénicas en nuestro pats Dentro de estas reflexiones especificas sobre el territorio de I Artes Escénicas convendria no perder de vista un razonamiento ‘importante a Ia hora de comprender In importancia de este sector cultural, El volumen econémico que genera su actividad no repereute SOLO en sus hacedores directos, sino que son milltiples las amificaciones de oficios y actividades que se benefician del desarrollo de las producciones artisticas, Mas claramente zqué seria de negocios tan concretos como los de la construccién de decorados, confeceién de Yestuarios, realizacién de utilleria, imprentas especializadas en Programas, carteles y otros soportes de promocién, las casas de alquiler de partituras musicales, Ia propia construccién de instrumentos, Ia realizacién de bandas sonoras o demas soportes audiovisuales? Pero también zse ha pensado en los beneficlos que Para otras economias representa Ia puesta en marcha de un Festival, Muestra, Feria o Temporada Escénica?...Restaurantes, hoteles, servicios varios, ven incrementar sus entradas econémicas cuande uno de estos eventos tiene una adecuada repercusién, Recordemos Ia gran convulsién social que se produjo hace poce tiempo en Francia cuando los Ilamados “intermitentes” hicieron una ‘gran huelgn debido a la cual se suspendieron pricticamente todos los Festivates de Verano de aquel afiv, entre ellos el emblematico de Avignon, En ese momento, incluso muchos de los detractores Procedentes de los sectores més conservadores de esta ciudad que en muchas ocasiones habfan critieado Ia “invasién artistica” de la ciudad, se dieron cuenta de Ia importancia que tenia pai economia anual la eelebracién del Festival, y fue entonces cuando verdaderamente se desgarraron en lamentos por Ia suspensién de una actividad sobre la cual no habjan reflexionado lo suficiente. Es evidente que la nueva situacién en las relaciones entre cultura y sociedad genera nuevos anilisis, estrategias y formas de entender no s6lo Ia recepeién de los discursos artisticos, sino también la forma de producirlos y distribuirlos. 10 En un articulo publicado en la revista Expansién (01 /02/ 2007) a cargo de Javier Ansorena en la seccién Economia y Politica y bajo el titulo de “Cultura potente, pero mal repartida”, leemos: Puede ser ta industria de la cultura y et ocio tan estratigica como la de la enérgla o la de las telecomunicaciones? Si se tiene en cuenta si ‘aportacién a la economia espaftola, la respuesta deberia ser positiva. Esta es ta principal conclusin del estudio. La industria de la cultura ¥ el ocio, Su aportacién a la actividad econémica nacional, impulsado por la Fundacién Autor y elaborado por el Departamento de Anélisis Econémico de la Universidad Autonoma de de Madrid, Elestudio analiza datos suministrados por la Agencia espafiola de la Administracién Tributaria del periodo 1997-2003, y concluye que la cultura y el ocio representan en Espaia el 3,9 del PIB, con un volumen slobal de ventas de 97.980 millones de euros. Segiin los autores de! estudio, esta industria constituye el sexto sector mas productive de la economia espafola, sélo por detrés de Ia construccién, las actividades inmobiliarias, ta hosteleria, el comercio al por menor y la intermediacién financiera, Por su aportacién al PIB nacional, la cultura y el ocio estarian por delante de sectores clisicos como la agricultura, los transportes, las telecomunicaciones, la economia o la industria quimica, ‘Mas relevante incluso es el peso de este sector en Ia contribucién al empleo nacional, ya que cuenta con 1.108.884 asalariados, lo que supone un 7,8 del total”, Este articulo sefiala como una debilidad el hecho de lo que denomina “una balanza comercial deficitaria”, ya que se importan 13.700 millones de euros en productos y servicios culturales y solo se exportan 9.4000 millones. El sector audiovisual es responsable del 87,5 por ciento de este déficit, mientras que le sector de la industria editorial tiene un superavit det 4,4 por ciento. No se dan cifras sobre las Artes Escénicas, pero dada Ia especificidad de su creacién, Produccién y distribucién, sin duda nos encontramos ante un sector que tendri esta balanza bastante equilibrada, ya que las importaciones. serén fundamentalmente de espectéculos para festivales internacionales o temporadas concretas, aunque es evidente también que el sector no exporta tanto como deberia si excluimos algunos territorios concretos, por ejemplos los especticulos de danza flamenca, Estos datos aportados por Ansorena vienen recogidos de datos de lun periodo que acaba en el 2003, por lo que sin duda los voliimenes de ‘crecimiento econémico habran aumentado en los iltimos afios. Se adjuntan en este escrito datos referentes al Anuario que ‘Ministerio de Cultura ha aportado sobre Ia actividad del 2006, dado que son mscrocifras convendria en adelante hacer estudios Pormenorizados y analiticos de dichas cifras. Algunos de estos datos, sin embargo, pueden ser muy esclarecedores de los voliimenes econémicos que Ia actividad teatral ‘mueve en nuestro pais. Por ejemplo: Nimero de espacios escénicos estables por titularidad en 2005: Pablicos.- 1.022 Privados.- 339 Mixta, 5...junto a 16 que no consta hace un total de 1.382 Compaiias de teatro. 2.977 Compafias de danza- 629 Recaudacién de obras teatrales.- (miles) 160.844 Namero de espectadores.- (miles) 13.425 2 Nimero de representaciones.- 160.844 Recaudacién Género ico» (miles). 37.858 Nimero de espectadores.- (miles) 1.133 Recaudacion en danza. (miles) 18.553, Nimero de espectadores.- (miles) 1.542 'Y esos datos, sin contar con lo que mueve ef mundo estrictamente musical que puede consultarse en el respectivo anexo, Todo ello, unido a los demés sectores de la cultura, hace que el gasto Hiquido en Cultura por parte de las insttuciones del estado quede cestablecida del siguiente modo en porcentaje del PIB: Por la Administracién General del estado.- 0,09 Por la Administracion Autonémica 0.16 Por laAdministracién local 0,32 Lo cual nos hace ver a las claras que si la inversién por parte de tas Instituciones Pablicas fuera mayor, los indices de incidencia de la Cultura ‘sobre el genral del PIB del pals sertan aun mayores que ese 3,9 por clento del que hablaba el otro estudio, ya que si lo comparamos con lo que se Invierte desde estas Instituciones es menor que lo que hace la inicativa privada (teniendo en cuenta tanto la comercial, como la independiente). En los Gltimos afios en nuestro pais se ha desarrollado unz sensibilidad que durante mucho tiempo fue inexistente, con respecto a Ia formacién y capacitacién en el territorio de la gestién cultural, asi como en el interés por parte de las Instituciones para realizar programas especificos de anilisis y legislacién sobre el tema. Prueba de ello es aprobacién de la Ley de la Comunidad Auténoma de Catalufia 20/ 2000 por Ia que se crea el Instituto Catalin de las Industrias Culturales o la Comisién especial de Artes Escénicas ¢ Industrias Culturales que promocioné el Senado de la Nacién en Ia B anterior legislatura y a cuyo frente estuvo la senadora Eva Navarro Gonzitez. Entre las dieciséis propuestas del informe se encuentra, como més destacada, In que solicitaba al gobierne que se elaborara, éon la Participacién de un grupo de expertos, Las Comunidades Auténomas ¥ las Corporaciones' Locales, un Libro Blanco de la Cultura, Las Artes Eseénicas, Audiovisuales y el Ocio, destinado a conseguir: un Pacto por el Arte y Ia Cultura, Ademés se reclama ta creacién de un Plan estratégico de las Artes Eseénicas y de las Industrias Culturales ‘que contemple, a su vez, planes especificos para cada subsector (teatro, circo, musica, cine, danza, nuevas teenologias aplicadas arte), asi como el desarrollo de programas especificos de fomento para las distintas artes escénicas que establezean medidas orientadas Ineidir en los cuatro pilares que Ia definen: el patrimonial, el ‘econémico, el social y el industrial. Esto ocurrié en diciembre del ito 2003 y que yo sepa, desde ‘entonces no se ha avanzado en estas buenas intenciones emanadas de In Comisién del Senado, si bien es cierto que Ia actual Ministra de ‘Cultura, Carmen Calvo presenté el estudio “EI valor econémico de Ia cultura en Espafia”, coordinado por el experto Ezequiel Uriel Jiménez, Catedritico de Anélisis Econémico de la Universidad de Valencia que ha estudiado simulténeamente el peso de las actividades relactonadas con la propiedad intelectual y el valor de la cultura, Para determinar el valor de la Cultura se han diferenciado fases como la creacién, produccién, fabricacién, difusién y distribucién de los sectores de patrimonio, archivos y bibliotecas, libros y prensa, artes Plisticas, artes eseénicas, y , por dltimo audiovisual y multimedia (Cine y video, miisica grabada, televisién y radio). En las actividades vineuladas con la propiedad intelectual se ha excluido del listado sectorial y se ha ineluido la informiética y la publicidad. Los resultados, ofrecidos para el quinquenio 2000-2004, indican ‘que Ia aportacién al PIB estuvo como media un poco por encima del3 Por ciento, cercana a otros paises estudiados por la OCDE como Australia o Canad, Es decir que estudios y a que ya ha transcurrido, pricticamente otra legislatura, y gran parte de fas carencias que sigue arrastrando el sector especifico de las Artes is no han faltado, pero lo cierto es Eseénicas se siguen perpetuando en nuestro pais, No con respecto a la situacién que vivimos en la transicién o en Ia predemocracia, pero si en relacién al gran empuje que se dio al sector a lo largo de los afios ‘chenta, claves para entender las profundas transformaciones qué Produjeron una clara modernizacién de nuestras formas de hacer y desarrollar las Artes Eseénicas. Pero todo lo que no se complements ‘con medidas que pongan al dia los avances sociales, econémicos y de Pensimiento de una nacién, acaba por crear una cirta “teoria de la inereia” que impide ir més allé de lo conseguido. EL gran efecto que tiene In palabra “industria cultural” es que convierte un territorio que muchas veces se ha pensado que es el de “esos extrafios seres lamados artistas”, para convertirlo en terreno respetable de hombres de negoctos. Por eso me gustaria que al final] término “industria” tuviera todo el valor ético y moral que Is clase rabajadora de otra época intents imponer contra el puro {instrumento de Ia utlizaci6n industrial como forma de dominacién de ‘mercado. Incluso en muchos de los textos dramiticos de nuestro Siglo de Oro aparece Ia palabra “industria” en un contexto que no es el que wego ha tenido. En ese caso tendria mis que ver con la acepeién que de ella da In Real Academia de la Lengua o como ya vimos al Principio Ia muy similar que desarrollaba D. Julio Casares, cuando ambos precisan que industria es: “mata, destreca o artificio para hacer algo”. Para luego sefalar que también puede ser :” Conjunto de ‘operaciones materiales ejecutadas para ta obtencién, transformacién 0 transporte de uno o varios productos naturales” De ese modo, este cardcter tan mereantilista que ha tomado en los ‘altimos tiempos, quizés sea una desviacién producida por Ia ideologia neoliberal dominante, pero que sin embargo podria tener otro enfoque. Pasa lo mismo que con el concepto “mereado”. Para unas ideologias ese término es motivo de absoluta sacralizacién, para otras de profunda demonizacién....Yo creo que ni lo uno, ni lo otro. ‘Mercado es un lugar que cada artista, cada gestor, debe tener como objetivo de su trabajo. Insistiré nuevamente en un eje fundamental de esta intervencién, tomando como referencia el concepto de “mereado”.Para unos ese mercado serd un amplio territorio en el que Ia comercializacién sea lo Predominante, mientras que para otros su mercado seré un espacio mds minoritario, més unido al pensamiento o a la experimentacién, Pero no por ello menos importante. Otra cuestin diferente es como hoy las reglas que impone el mercado son tan estrictas y empobrecen tanto el diseurso artistico y de gestién de proyectos que se produzca ‘un rechazo frontal de todos aquellos, entre los que me encuentro, que ‘no comulgamos con las ruedas de molino de esos términos tan en boga ‘como “optimizacién de recursos” o “las decisiones de Ia mayoria” Para aplicarlas de un modo acéfalo a la préctica cultural, Si fuera asi viviriamos sélo de los productos filmicos de Hollywood, la televisién basura, los best-sellers literarios o Ins franquicias de los musicales de Broadway. La exelusién es Ia regla y, por eso, cada vez més entramos en un universo en el que Io Ginico que importa es el concepto de “consumidor” y nunea el de “ciudadano”. GUILLERMO HERAS POR UNA ETICA DE LA GESTION CULTURAL ‘Otro fantasma recorre el mundo: Ia sacralizacién de la gestion cultural. No, por supuesto, Ia noble profesién que, por fin, fue econocida no hace tantos aos, sino una especte de moda que ha hecho de “determinados” gestores una especie de mandarines © ayatolis, como ya anuncié en un artcalo que publique a finales del siglo pasado, En esta especie tan extendida (muchas veces son programadores de grandes Contros Culturales, Festivals, Bienales, Muestras, Feria, Espacios Escénicos, Centros de Artes Contemporéneas, ete.) se ha establesid el eriterio de qué Ia creacion existe pricticamente gracias a sllos, relegando al auténtico ereador a una especie de marioneta necesaria, pero también prescindibl y, sobre todo, Intercambiable por otra y sustituida en el momento en que estn ya no sirva para sis Intereses. Sin duda se ha creado una ideologia que hace que el verdadero poder fictico en el mundo del Arte y In Cultura esté en manos excusivas de gestores piblicoso privados que se vanaglorian de 11 poder decisivo a la hora de “elept” lo que hay hacer, ver, leer 0 escuchar. Estos pueden ser los curadores de Exposiciones o Bienales, los Directores de Festivales Internacionales de Artes Eseénicas, los rogramadores de grandes Teatros Draméticos o de Opera 0 los diversos gurdés de variados eventos multiculturales. Ya sé que cualquier generalizacién excluye aquellas ineas de trabajo que m0 caigan en esas exageraciones, pero lo que quiero analizar Precisamente los sintomas de algo que se viene incrementando en los ‘lkimos alos de una manera preocupante. Para que nuevamente todo quede claro soy un ferviente defensor 4eloficio de la gestor cultural. Llevo afios reivindicando que deberia ser ya una carrera universtaria y no estar relegada al imbito de lor 1 master y postgrados. También pienso que Ia tarea de la gestién es tan importante como Ia tarea de la creacién, simplemente una ocupa un espacio y Ia otra, otro diferente, Cierto que hasta ahora no hay ana codificacién analitica de lo que ha supuesto Ia incorporacién de los Restores a Ia Historia de las Artes y Ia Cultura desde comienzos del siglo XX donde pueden aparecer los primeros balbuceos y, por tanto, 10s primeros pioneros de esta especifica profesién. Se podré afirmar que siempre ha habido mecenas y que luego los propios Estados han ‘creado formas y modos de apoyar a los artistas, pero el trabajo del Bestor ya en el final del siglo pasado y, mucho més en este, tiene unas ‘caracteristicas propias que hace que su perfil de formacién y posterior desarrollo de sus tareas deba acometerse con rasgos especificos. Légicamente en el terreno de la gestién cultural aparecen dos escenarios bien diferenciados. La esfera de lo que se reflere a Ia gestion ‘cuando se manejan presupuestos piiblicos, de aquella que emerge del manejo de fondos privados. Es posible que parte de la confusién que reina en In actualidad sea motivada por esa frontera difusa entre lo Ptblico y lo privado, y més en un momento en que muchos proyectos culturales deben configurarse con una economia mixta, Mientras que se manejen fondos privados creo que es totalmente lieito que un gestor atienda a sus gustos personales, o la de aquellos a los que sirve, mientras que cuando se gestionen fondos publicos se debe tener un especial cuidado en Ia forma en que democriiticamente se distribuyen. 'Y me refiero a In hora de atender a las diferentes sensibilidades que la cludadania tiene de entender, comprender y necesitar del arte y la cultura, Se podria alegar que el perfil de un gestor tiene mucho mis que ver con lo piblico, pues de alguna manera en lo privado se bordearia In faceta del empresario, pero en un mundo como el actusl Ins fronteras se diluyen en muchas ocasiones y por ello todo adquiere ‘una mayor complejidad. Pensemos por ejemplo en las grandes Fundaciones Privadas que, sin embargo, afrontan algunos programas ‘mucho més audaces e, incluso mucho mis interesantes que los emanados de instancias gubernativas. Un tema fundamental es el de la formacién y preparacién que debe aleanzar en la actualidad un gestor cultural. {Por qué via optar? :Por In formacién generalista o por la especializada? ;Es lo mismo gestionar un Centro de Arte Contempordneo que un Teatro de Opera? ;Y una compaiia de ballet que una Casa de Cultura de una poblacién media?, Hasta ahora no ha habido mucha reflexién profunda a este respecto. Cierto que cada vez més los “master” se suelen especializar en areas concretas, pero se tiene a veces la impresion que el gestor cultural es alguien que pica en muchos terrenos pero que profundiza poco en alguno concreto. Como esa generalizacién tampoco es cierta, ya que existen mujeres y hombres muy preparados en un tema cultural conereto y, sin embargo tienen amplivs convcimlentos de otros muchos Sectores. Y eso teniendo en cuenta que ya el perfil del oficio del gestor € complejisimo y si atendiéramos a todo lo que debe conocer seria una especie de superdotado, ya que para nada le pueden ser ajenas ‘materias tales como la economfa, Ia Historia del Arte y la Cultura, la sicologia, Ia sociologia, In complejidad de construccién de un repertorio, las teorias del marketing y Ia promocién, el uso de nuevas tecnologias, el conocimiento de idiomas...en fin alguien eapaz de comprender el mundo desde un conocimiento general para luego trasladarlo a un discurso especifico en su terreno, De abi que erea que es muy importante aplicar un plan de estudios amplio y de conocimiento general, es decir asignaturas troncales, para luego pasar 8 un estudio riguroso del area cultural o artistica elegida. Y aqui vuelve a aparecer el tema de Ia ética. No es posible pensar ‘en Ia asepsia de este oficio. No es posible predicar que Ia gestién no tiene opciones politicas o sociales. Lo que no debe tener en un gestor independiente es color de partido politico, es decir In servidumbre a ‘unas siglas, pero s{ unas formas y maneras que preserven su trabajo de as presiones que, cada dia més, pueden estar presentes en nuestras ealidades. Y eso es porque también se ha consolidado un modelo hibrido de gestor que tiene un pié en Ia actividad directa de un partido Y¥ que a la ver ejerce funciones de programador de distintas actividades culturales. {Eso es licito 0 ilicito?. Para mi dependers de cémo se ¢jerza ese cargo, por lo tanto en principio no niego Ia honorabilidad ni Ia posibilidad de que un politico profesional sea un buen gestor, incluso conozco a varios que lo han sido y otros que lo siguen siendo, pero soy de Jos que creo firmemente en Ia cultura como “bien piblico” y por cello creo que el papel de esos cargos pablicos (Ministros, Consejeres, Concejales, Diputados de Cultura, ete.), es establecer Ios mares legales y conseguir que la cultura se mueva en libertad ¢ igualdad de oportunidades y no tanto en programar directamente cualquier espacio artistico 0 cultural. Lo ideal seria la formacién de equipos que incluyeran a esos politicos sensibles e inteligentes con gestores solventes Y comprometidos con Ia tarea de llevar a Ia prictica los planes generales establecidos en un programa determinado, Todo ello, insisto, sin ingerencias en lo cotidiano y fomentando programas a evaluar en ‘un espacio de tiempo razonable y no, como muchas veces sucede, con la Premura del “inmediatismo resultista” (y ya sé que estas dos palabras deben ser incorrectas, pero me parecen esclarecedoras de las premuras, con Ias que se somete a tantos gestores independientes en funcién de posiciones, por ejemplo, electoralistas. Todo proyecto cultural que no se planifique y espere un resultado en diferentes etapas (corto, medio y ih largo plazo), suele estar condenado morir de éxito o a fracasar. Evidentemente si lo que se quiere conseguir es el fulgor de los fuegos artificiales es obvio que Ia apuesta por un proyecto en el que prime la brillantez de lo inmediato tendré unas estrategias de gestién muy diferentes a una propuesta que cale en un imaginario de futuro. Al ‘menos lo que si se le debe demandar a las Instituciones Politicas es que no sean ambiguas en sus discursos de objetivos y, por tanto que trasladen a los ciudadanos en sus programas politicos qué, para qué, Por qué y para quienes quieren desarrollar sus planes de politica de gestion cultural. Por desgracia, si analizamos en profundidad los Programas con los que los partidos se suelen presentar a las elecciones Benerales, autonémicas o municipales observaremos las carencias que ‘contienen, pues no ocupan més que un pequefio espacio y, ademés, lagado de obviedades. Tal vez mo se ha analizado en profundidad los volimenes ecouémicos que en Ia sociedad contempordnea mueve In cultura, aunque esta, en muchas ocasiones esté asociada al ocio o al turismo, alternativas estas muy dignas de ser estudiadas y desarrolladas como se merecen, Recordemos, a modo de cjemplo, la crisis social y ‘econdmiea que Ia suspensién del Festival de Avignon y otros eventos franceses produjo en el afio 2003, debido a In huelga de Ios trabajadores intermitentes. Cuando desde sectores neoliberales se critican dcidamente las ayudas y subvenciones que el Estado, bajo sus diferentes instancias, concede a Ia cultura, lo hacen desde un discurso simplista en el que no Megan a apreciar el calado que tienen esos subsidios que, sin embargo, ‘ven légicos cuando se aplican a sectores como el algodén, el acero o la pesca, Precisamente si entrara en erisis In produecién de arte y cultura, muchos sectores subsidiarios y que viven de aquello que los artistas crean, entrarian en una recesién econémica de gran magnitud. De alguna manera un Festival Cultural esti ayudando directamente 2 sectores como Ia hosteleria, a restauracién, el pequetio comercic y ‘otros negocios de las ciudades donde se celobran estos acontecimientos. el teatro, la épera o la danza (més alli de sus directos trabajadorss) dlependen muchos otros artesanados y empresas que quebrarian Inmediatamente sin os encargos pertineates para In construccin de escenografias, vestuario, luminacién, trasportes especificos, imprentas especializadas, etcétra...yn que la lista sera larga y comple} ~ "No podemos pensar en ia gestin de la cultura como si de una isla se fratara, Nos encontramos ante un continente con miiltples bifurcaciones en el modo de entender y atender las necesidades que cada caso produce. Por ello insisto en que no bastan muchos ‘conocimientos téenicos y formulas tebrieas, ya que Jo que funciona en tun pats puede que no lo haga en otro, ya que incluso legn a pasar que Jo que funciona en una ciudad de un mismo pais uo lo huce en otra vecina. Me preocupa mucho el dogmatismo (¢ incluso fandamentalismo) que escucho en algunos gestores culturales cuyo proyecto funciona de maravilla en su entorno cree que cs exportable de un modo mimético a otro espacio, a otra sociedad. He visto coplar muchos modelos que al ser trasladados a realidades socio-culturales Aiferentes han fracasado estrepitosamente. De ahi que el anélisis profundo del espacio donde se va a desarrollar un proyecto cultural sea tan importante para definir los parmetros sobre los que iremos cedifcando el proyecto. Y aqui In ética vuelve a aparecer como clemento importante para evitar engnios o desengafos. Un gestor cultural del sector piiblico debe tener una profunda conviceién demoeritica. Debe saber que “su gusto” es slo un elemento ris de los varios que debe manejar a Ia hora de confeccionar una programacién ya que, en Ia actualidad, Is tendencias en las précticas culturales son tan amplias y variadas como los diferentes segmentos de espectadores (por tanto ciudadanos cualifiendos) que potencialmente cexisten ala hora de querer elegir no una sola linea de trabajo artistic, sino varias posiblidades para ir luego definiendo una eleccin precisa 4 partir de lo que se ve se oye, se escucha o se le. Esto por una parte, pero por otra hay que tener en cuenta que ya se trabnja en sociedades ‘multiéinicas, en mécleos de edades muy variados, en capas econémicas de distintas posibilidades, en formaciones de cultura general muy variopintas, en fendencias politicas, religiosas e ideoldgicas dliferenciadas, en suma una diversidad de gustos para las que normalmente fendremos que optar, o bien por Ia especializacién, o bien por la pluralidad. A modo de ejemplos, tan licito es un Centro de Arte Contemportineo especializado en las vanguardias, como un Museo generalist, un Centro Dramitico de Repertorio como un Laboratorio de Investigacion Escénica, un espacio para la Gpera tradicional que un. Centro de Bisquedas de Nuevas Misicas. Es desde Ia conviceién del Programa que se quiere desarrollar desde donde el gestor debe

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