Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
nombres no haya sido invocado para defender sus intereses, tanto los
manifiestos como los ocultos. En mi nombre, en nuestro nombre, se han
cometido y se siguen cometiendo infinidad de matanzas, crmenes y tropelas
que no tienen ms justificacin que los intereses de algunos.
Bajo la apariencia de seres infinitamente poderosos, los dioses no somos sino
esclavos de las creencias. Esclavos nos crearon y esclavos seguimos. Y as
seguiremos mientras no nos liberen de esas cadenas que a ustedes les parecen
tan justas, creyendo que nos alaban y que nos gustan.
Son las mismas cadenas con que los poderosos de su especie les atan a
ustedes cuando dicen que interpretan nuestra voluntad, nuestras palabras y
nuestros deseos.
Su especie, Hombre, ha avanzado mucho, pero no tanto como debera porque,
en nuestro nombre, tambin se ha procurado obstaculizar el progreso de su
especie, se han forjado mentiras inmensas, espantosas falsedades, destinadas
a detener su marcha. Se ha matado y se ha destruido a aquellos hombres,
mujeres y obras que abran brechas en las murallas del oscurantismo.
Pese a todo, ha avanzado usted lo suficiente como para que ya no necesite
creer en entes mgicos, creados por su imaginacin hace muchos, muchsimos
siglos.
Pese a todo, hoy sabe usted que el mundo, que el universo entero, se rige por
leyes naturales, no por mi voluntad, no por nuestra voluntad.
Todava les falta por descubrir las muchas leyes que permanecen ocultas, pero
s saben que esas leyes existen, aunque an no las conozcan. Ya no tienen
necesidad de nosotros, ya no tienen necesidad de seres fantsticos que guen
sus pasos en la oscuridad y en el desconocimiento.
Tomen en sus manos las riendas de su destino, averigen las leyes que rigen
todo y djenme djennos descansar en paz. No nos usen para excusar sus
ambiciones, sus deseos, sus intereses, sus desmanes o sus atrocidades.
Por eso, Hombre Todopoderoso, le dirijo esta carta rogndole que me libere de
sus cadenas, de sus creencias, de su ignorancia y de sus miedos. Cada vez que
sienta la tentacin de creer en m, pregntese quin ha creado a quin: si Dios
al hombre, o el Hombre a dios.
Por eso, Seor, Hombre Todopoderoso, se lo ruego, libreme de la esclavitud a
que me tiene sometido.
Deje que me disuelva en la nada de la que un da usted me cre nos cre a
su imagen y semejanza".
- Atribuida a Asimov.