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COLECTA
Mantn, oh Seor, a tu familia, la Iglesia, en tu constante fe y amor; para que,
mediante tu gracia, proclamemos tu verdad con valenta, y administremos tu
justicia con compasin; por amor de nuestro Salvador Jesucristo, que vive y
reina contigo y el Espritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amn.
SALMO 32:1-8
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derram sobre ellos el perfume. El fariseo que haba invitado a Jess, al ver
esto, pens: Si este hombre fuera de mala vida.
Entonces Jess le dijo al fariseo: Simn, tengo algo que decirte. El fariseo
contest: Dmelo, Maestro. Jess sigui: -Dos hombres le deban dinero a un
prestamista. Uno le deba quinientos denarios, y el otro cincuenta; y como no le
podan pagar, el prestamista les perdon la deuda a los dos. Ahora dime cual
de ellos le amar ms?
Simn le contest: -Me parece que el hombre a quien ms le perdon. Jess le
dijo: -Tienes razn. Entonces mirando a la mujer, Jess dijo a Simn: - Ves
esta mujer? Entr en tu casa, y no me diste agua para mis pies; en cambio esta
mujer me ha baado los pies con sus lgrimas y los ha secado con sus
cabellos. No me besaste, pero ella, desde que entr, no ha dejado de besarme
los pies.
No me pusiste aceite en la cabeza, pero ella ha derramado perfume sobre mis
pies. Por esto te digo que sus muchos pecados son perdonados, porque am
mucho; pero la persona a quien poco se le perdona, poco amor muestra. Luego
dijo a la mujer: -Tus pecados te son perdonados. Los otros invitados que
estaban all, comenzaron a preguntarse: -Quin es ste, que hasta perdona
pecados? Pero Jess aadi, dirigindose a la mujer: -Por tu fe ha sido
salvada; vete tranquila.
El Evangelio del Seor
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