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Piglia y los testamentos literarios
por Julién Aubrit
ParaPiglia, Bf examen de Contizar es
tamento literario: esta novela, eserita en 1950 y publicada
postumamente en 1986, “anticipa muchos de los tes futuros
de la peor escritura ‘faci” de Cortazar (sobre todo su insopor-
‘able humor estilo Maria Blena Walsh)” En 1974, Piglia publi-
ca en La Opinién Cultural una nota critica sobre Libro de
‘Manuel. Ex. esta nota (“El socialismo de los consumidores")
scribe: “la ingenua por momentos candorasa- filosofia
Aitsch que rodea a un coito anal en Libro de Manuel”. Una
Jectura superficial de la novela de Cortizar alcanza para com-
partir la critica. Andrés Fava necesita casi doscientas piginas
[para someter a Francine, que se niega, hasta que una noche la
eva a un hotel con Balcones que dan al cementerio de
Montmartr
tinamente, la arrastea al balcén y la obliga a mirar ls tumbas;,
lun rato después, termina forzindola. Todo el episodio trata
de ser un rito inicitico liberador con connotaciones metafi-
sicas y sociales y los resultados son, literalmente, penosos, Las
citas son elocuentes: ‘A vos te nay a llevar, Francine, para que
fengas tu primera leccion auténtica de patafisica, francesita
Ubresca y cartesiana’; “toda vos de nuevo boca arriba ofrecién
dome el vientre canénico, definiéndote en siy en no, Ormus y
Ariman, la absurda veda, los mohines del no de mamé y et
catecismo y la santa Iglesia amontonados en un solo no"; “es
‘recisamente el termino de la ceremonia, saber si cara o crus,
‘chiquita; ya no puedo buscar mas con la razon, necesito bajar
una especie de te
uuando ya estin desnudos en la cama, repen-
Morel capitaneando pucbladas negras que somaban ahorcarlo, Morell
‘ahorcado por ejerctosnegros que sofas capltaneur -me dueleconfe-
sur que ta historia del Misissppt no aprovochs esas oportundades sun
‘oss. Conirariamente a fda usicia poetica(o simetria poética) tam
‘boca et rio de sus cimenes fue su tuba
con vos estos peldaios de cofiac y ver si en el sétano hay res
puesta, si me ajudés a salir de la mancha negra’
Lo curioso es que esta nota sobre Cortizar es una espe-
ce de testamento literario de Piglia, que en Plata quemada
(1997) describe un coito anal casi tan ingenuo, candoroso y
Aitsch como el de Cortézar: ‘Nunca se sabe dénde han mett-
doa verga ustedes. -Dio brutal, como si fuera otra, como si
{todo hubiera sido wn fuego que habia terminado y ahora ella
iba a actuar como una pula’; “Elle aprets la muca, ef pelo
corto y duro y ella dio vuelta la cara otra vez con los ojos
abierios y después gimio abierta y le hablé lentamente, con
tuna coz suave, como si se disculpara, suspirando. Te voy a
Uenar la pija de mierda, oda la cabeza lena de mierda. BL
Nene sino que se iba y se dej6 caer”; “él sinti que se dormia
or primera ves, después de meses y meses de vivir desperto’
Laescena, que es una reduccién al absurdo de toda la nove
Ja, es una muestra transparente de la peor escritura fécil de
Piglia y revela el tipo de literatura que quiso escribir (0, por
lo menos, que eseribid). Plata quemada es wna novela escrita
Por alguien inteligente y con talento literario que ha decid
do, por razones, en el mejor de los casos, misteriosas, escri-
bir un bestseller sofstcado y no siempre bien disfrazado,
levemente culto (el narrador se las arregla para usar palabras
como ‘hybris' y ‘potlatch’), que ha obtenido lo que merecia
de acuerdo con su valor literario: 50,000 ejemplares vendidos
y una versién cinematogrifica de Marcelo Pifeyro,