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$6,900, B 2 MEXIG NN. re re Cae ee CRIMEN ; Viaje a lo mas profundo del delito EL CARNICERO Nip eR VNU D GEIN: El psicdpata que convirtié su granja en un matadero humano. ‘Eo Jone Dong Dhoein Edte Ngul vangoy Lowe eS ps toc do Prduci: Jos Muar ‘hes Fann: rire Ooo ‘Dress de Matetng oan Senne ‘acon ntreconle Eva bes Redcar pl: Pe. Paces sopediede: Marl Mees, once fares Asin y An Gara gab nae y posted: oe io Te eguagy, Neweenine Fabra Viaje a lo mis profundo del delito |b Nuee, suan Caros Paver, Helera Re rns Suse 5, Voces Veroneamnan ‘iowa ge Races Pana Gon, UNA INFANCIA ‘Contao Asser: ery ‘hd Tere Oe fac 908-900 | Terie an pcton Una madre déspotay cruel des: | tal Gimez Pater sensi), ‘woz la vida de 0 ho Dad Jess ora Frc Jes Cas ini lee Se tloxo thogue zene GaP Carne nf CRIMINALES 916-917 | sina igus Hest mash ool Cups Nace e Pole} Los efectos sobre una mente | si Wae actor Mato de Seotind esa. EL MANITAS» 904.907 Una majer de Wisconsin desapa- rece; sélo un hombre conoce su paradero, TS) TEMPoraDA DE “BLASESBAO “82 910-915 dBOUOIVANN Prato ls temporada de cara, una ‘mujer es acesinada, Su cadiver desaparece. cenferma de las revistas porno- | Yad. ‘grficas y sadomasoquisas Sy LA casa DE Los eter eases el derch de moda TRIER HORRORES pcan rts core 918-921 pe EL GRAN CORAZON = La Polit irrumpe en una granja MUERTO. 922-928 x descubre el escondrijo del asesino. Pa 4s router haba este d 82 Lael sade Wironin. | rename ce ood cenla que vivo uno delos crimi-_| Supa y rans ssudo gra Exo ESTOS HUMANOS "HEV Ms nsstos de todos os tempos. | HaetDSK Lantnee te se DESENTERRADOS |, | pestle pe yt: ro ics ” was-eny ‘bueidn de Eciciones, S.A. Casters de Irn, Las confesiones de Bd Gein con- DOBLE iss, vo oo Foe 20056 dhcen ata Poli cementero de Pinte.” SIN PERSOWALADAD owe I Fetrompote: CBN Fetconpaii, FAVA ts sora wn 22-220 |v oe eCe I 2s stra un ito i 6 | re rt ae ‘valié esquizofrénico por culpa | gan: #4-88532-38- labre completal EN EL MANICOMIO. de su madce ISO: ba55s2396, face) i e105. Chee nat 2807 1980 Ed Gein es interno enn Hos- "Nona Coen i, 189. pital pare enfermos metales hasta © fore dl bo, 198 la celebracion del us. eto Sea 2020012 Mos Cada fasciculo dela coleccién le proporciona la vi- sin de un caso de asesineto. Reuniendo la serie completa de SUMARIO DEL CRIMEN tendré, ade- més, un conocimiento més profundo de este del: to: podra juzgar todas las similtudes y diferencias, ‘examina las pruebas y, sobre todo, sacar sus pro- pias conclusions. Estaré mas cerca de compren- der lo incomprensible: cémo una persona puede llegar a matar. PLAN DE LA OBRA * 100 fascioulos de 32 paginas, mas cubiertas, © 10 Tapas-Revistero, * 10 Indices. Uno para cada volumen. * Indice General con el fasciculo 100. NENG hy 1D DESY MEDC eemy PRO LeR CU Ciite inofensivo, asesino de dos mujeres y MOEN HCE CMe ama teCmou el manicomio del Estado de Wisconsin. Sus espeluznantes crimenes Coats baie Gils ye: nang proporcionaron a Hitchcock las bases para su ya clasica pelicula de terror, Psicosis. H i a : PULP OEP er ToC Cw cy Sete mike Ea ORT Prrrtrmer tec rece so ane as Perret ett Mr eta UC ec ac eu ee 4 regidn central de Wisconsin, I ‘camino del Oeste americano, es tan plana y monétona que incluso 1a guia oficial del Estado dice de ella que es «anodinay. Tal y como dicen los lugareios, ces we gran corazin muerto» del Estado, don- de granjas aisladas y pueblos pequefios se disersinan a lo largo de desiertas extensio- nes de tierra. En los afos cincuenta la tnica forma que tenian los granjeros de ganarse la vida era bien cultivando centeno en terre nos arenosos ¥ pedregosos, o bien con unas ocas cabezas de ganado. Cazary beber cer~ vera les hacia olvidar el sacifcio de lucha daria En 1954, enla cindad de Phinfeld, un con- junto de tiendas y casas de madera, habia un ‘bar donde las gentes se reunfan a beber la mado «La taberna de Hogan La propieta- ria de este antro, Mary Hogan, una mujer de mediana edad, metida en carnes y divor- dada dos veces, resultaba un personaje con un pasado mas que dudoso. ‘Un local particular Algunos decian que estaba relacionada con 4 Mati; otros, que habia sido una conocida ‘Madame en Chicago y que con el dinero que szand de esa forma habla comprado el nego- cio. Fuese cierto 0 no, Mary Hogan produ- cla gran impacto entre los granjeros del jugar, gente muy religiosa y conservadora. Mientras que los hombres se sentian atrat- os por el ambiente del local, entre las muje- res existia un rechazo total En la tarde del 8 de diciembre de 1954, un rio dia de invieeno, un granjero del lugar llamado Seymour Lester entré en la taber- naa echar un trago. Aunque estabe abierta ¢ iluminada, no habia nadie. Empez6 a sos- pechar algo raro al ver que, a pesar de sus lamades, nadie sala a atenderle, Fue enton- ‘ces cuando vio una gran mancha de sangre cena puerta que daba ala habitacién trase- +a, Sospechando que algo raro ocuria,salié corrisndo 2 pedir ayuda. El sheriff Harold 'S, Thompson legs al instante acompaaado de sus ayudantes ‘Un reguero de sangre ‘Comprobaron que el lugar estaba vacio y ‘encontraron el coche de Mary Hogan apar- cado detrés de la casa, en su sitio habitual Habia un gran reguero de sangre que, ya seca, cubrfa las tablas de madera del suelo. Parecia que algo habia sido arrastrado por ahi. Junto a esto habia un cartucho del cali= bre 92. Siguiendo ef rastro de sangre a través de Ja puerta trasera legaron ala zona de! apar~ camiento de los clientes, donde el sheriff vio unas huellas recientes de un camién que reconacié como las de una furgoneta de reparto. Eraevidente: alguien, seguramen- te Mary Hogan, habia sido asesinada y ef ‘cuerpo haba sido arrastrado hasta un coche ‘que esperaba fuera. [No habia ninguna seal de aca, y no pare- ia haber ningsin motivo para tal crimen. La aja registradora estaba lena y no faltaba nada. Thompson pid ayuda al lboratorio de investigacin criminal del Estado que esta- Un afio después de que Mary Hogan desapareciera de la Taberna de Hogan (a la jzquietda) 21 poriédico local ‘publicé en primera ‘pagina la historia dol caso, we todavia un ‘completo y ‘profundo misteriow, decia, ¥ ‘continuaba pregunténdose, scTenia su muerte algo que ver con ‘su pasado? 0 habia sido la ‘ictima de unos azesinos?» Dos affos después se descubrira la verdad. PPB pa Bit voto 9 Rnece De Pek he terete’ ee aoe ees See oe rientes oraron su muerte. DESAPA- RECIDOS iin, Antes del caso Gein hubo ciertas de- sapariciones inexplicables en Plain- field y sus alrededores. Enmayo de 1017, Georgia Wocller, de ocho aftos, desaparecié en Jetfer- son después de que un vecino la le ‘vara en coche a su casa, Nunca més se Ja volvio aver. En noviombre de 1982, un granjero amado Victor Burky Trevis desape- reci6 junto con su amigo Ray Burgess de Milwaukee, cuando iban ala caza del ciervo, No se les volvi6 a ver. Unafio después, Evelyn Harlley, de quince aos, desapareci6 cuando cu- aba los nifios de un vecino. La pol cia encontté sofiales de pelea y rmanchas de sangre fuera de la case. Después de una intensa bisquede se ‘encontraron algunas ropas manchadas dde sangre corea de una autopista. Sin ‘embargo, nunca encontraron el cuerpo. Elmo Ueeck, el propietario de! aserradero de Plainfield y también dgranjere, so reia de los sentimientos de Gein hacia Mary Hogan. Tres aflos después prests eclaracién contra el hombre del ‘que se habia burlado. ba en Madison, a treinta y siete kilmetros. Pero los exmenes forenses tan sélo con firaron las conelusiones alas que el sheriff habia legado sobre la forma en que se habia, cometido el asesinato y no arrojaron ningu= na hz sabre el caso, Tampoco lo hicieron as investigaciones que realizaron en Chicago y con as granjas de Pine-Grove y sus alrede- dores. Mary Hogan habia desaparecid. Las noticias sobre este misterio se pro: pagaon con rapidez y a medida que pasa ban las semanas sin que las autoridades cencontraran nada nuevo, la pregunta: «:Qué le pas6 a Mary Hogan?» surgia en todas las conversaciones. Aproximadamente un mes después de la desaparicidn, una conversa cia de este tipo tenia lagar entre un respe- table propietario de un aserradero en Pai. field. Elmo Uceck, y un hombre pequeno y timido, «un manitas» que haba sido avisado i 2 ; i i para reparar unas vallas, Su nombre era Edward Gein, Gein residia desde Jos siete aflos en una granja que estaba a tres ilémetros de Phin field, Rodeado de bosques, campos y par tanos, Gein vivia sola en ura casa de made rade dos pisos con forma de L. Se trataba de una persona tinida y retraita. Tras la muerte de ot madre en 1945, reibié un sub sidio del Gobierno de los Estados Unidos a cambio de dejar la tierra en barbecho. A modida que la tierra se volviaimproductiva, Gein empez6 a hacer toda clase de trabajos alos vecinos de Pinfield para ganarse ast ba vida ue su habilidad en este tipo de trabajos lo que hizo que este hombre pequetio, de Ecsta en mi granja. La recogi con mi camién y la traje a casa EDWARD GEIN sobre Mary Kogan complexién débil, y mediana edad, un solte ro de pelo rubio y ojos azules, empezase a set conocido entre las gentes del lugar. Estas le reconecfan como un hombre cum. plidor, tabajador y fable, pero pensaban que era un poco excéntrieo. Extrafios comentarios ‘A pesar de que le conocia desde hacia ‘muchos aos, Ueeck no se Hevaba muy bien con Gein, Encontraba extremadamente dtl hablar com &. A veces éste escondia la mira ‘a con nerviosismo y comenzaba a reir sin rnin coma un deseauiibrado y en otras oce- siones sala con algin comentario tan extr- fio © inoportune que dejzba ala otra perso: sin habla En esta ocasién, sin embargo, Ueeck no pudo resistir la tentacion de provocar a Gein con el asunto de Mary Hogan. A Eddie le ‘ponieenfermo que se hicieran bromas sobre las mujeres, pero el propietario del aserra- ddero le habia visto varias veces en la aber na de Hogan sentado solo al fondo det bar, con una jarra de cerveza. El y sus amigos se habian dado cuenta de que lo gnico que hacia era sentarse y quedarse mirando a la propietaria absorto en sus pensamicntos y pay CASA ENCANTADA ee eee cat Mary Hogan, emperaron a circular eer sentido de quola grana de Goin es- peace ee saucers Pee cs eee Pe ct Poeun neue Pet Pamir eet os Pc ee Sees Pees Recetas Unos vecinos del lugar miran con euriosidad el interior de la ‘casa oncantadas, Gein quiso venderla una vez. Cuando I Fosier le echaron un vistazo, Ia mujer, bromedindo, le pregunts: Bs al dondo guarda las ‘cabozas reducidas?» «No, ‘contosté Gein, estén en otra habitacién.» nln que estaba enamorado, lo cual daba jugar a ciectas bromas. Useck empez6 por sugerir que si Gein le hubiora hablado a Mary Hogan de sus int ones con mas clardad, probablemente ella ce mismo momento estaria en su gran- -ocinando la cena y esperando a que en vex de aber desaparecido lemente asesinada, MAs tarde record6 we «Baie habia puesto los ojos en blanco smovido la nariz como un perro ola presa», mientras se balanceaba y una de sus conocidas sonrisas arecidon, ajo Gein después segundos. «Ahora mismo esti en kt og de hombres ant fe sus inusuales y bastante ce humor. ¥a pesar de que veces a distintos re infield en las semanas que UNA INFANCIA La infancia de Gein es la historia de un una madre que no le queria. A pesar de ello, dependia tanto de ella que cuando murié, el chico fue incapaz de aceptarlo y cerré su habitacién convirtiéndola en un santuario. Atrapado por el fantasma de una mecedora, fue siempre incapaz de mantener una relacién sana con ninguna mujer. 908 A ait septa ho 27 de aon ce Im. Haba ceieie ae fc Eee ete irc abl aki y 2 meander ees Gongs Gen deonro ate pind rere to haa oe hres. En 190 hatin ci Hoary. lpia eee an ae Ree See ees apes Lina Teor eer woe ge ice jt qe vena ake fete Dede pies tn nied a ext ta ete dein po mare cee sir eae ena Coe te Winans Seen eee Soca dnc lie Salebes teem Cpa eyes fee asicaiaa ss hhijos y era incapaz de ofrecerles ae ce a eg BEBIDA Y RELIGION El patie de Ed Gein, Geor Ted e educado p coord luna granja cerca de La Cros Soe er Peon peers Sains da, Augusta G codia de una estricta familia Pence cur mice ete una nueva vida como granjeros. Después de pasar un afio en un sranja de vacas a unos veinticua- tro kilimetros de La Crosse, finalmente la familia se instal6 en um pequetio rancho aislado alas afueras de la ciudad de Plante Una madre dominante Enos primeros decisis aos de su vida, el rico contacto de Gein con la realidad fue el colegio. Pero tan pronto como Eddie cencontraba un amigo, su madre se oponia a esta nueva amistad, ‘Todo el mundo suponia ante sus ojos una amenaza para la pureza ‘moral de su hijo. Continuamen- te ciaba las Escrituras recortin- dole que los hombres eran todos unos pecadores Gein dejé de tener contacto on otros nis. Mis adelante los ‘que le conocieron le recordaban ‘como un hombre timido y débil. ‘Tambiga sentéa aversién por la ‘sangre y las matanzas, cosas hnabtuales en una comunidad rural donde la caza y Ia ganade- ra eran Ia forma habitual de sganarse la vida. Sin embargo, sevoraba los edimics de terror y Jos libros sabre violencia, Bra él Unico tema que le motivaba a hablar, Aunque @ menudo la con: versacion legaba a su fin en canto hacia uno de sus maca- bros comentario. El padre de Gein murid en Cocoa Cone eect ears oes Grenier see 1940. A mediados de los euaren- tael negocio dela familia empe: 26 air maly Eddie y Henry tuvie ron que buscar otro trabajo para llevar més dinero a casa. Gein admiraba a su hermano, pero st relacién empezé a hacerse mis tensa cuando éste le suginié que esa dependencia respecto a su ‘madre podia ser perjudicial. Lucha contra el fuego nla primavers de 1944, Henry ‘muri6 en extrafas crcunstancias, El y Eddie habian estado inten- tando apagar un fuego cerea de su ganja cuando se separaron Sin embargo, Eddie supo condu- cir aun grupo de hombres exac- ‘amente a hugar donde su berma- no yacia muerto. Aunque tenis un solpe en la cabeza, se certiicé muerte por asfixia Paco después de este doloro so suceso, Augusta Gein suti6 un ataque al corazin. Durante doce meses Eddie la cuidé con amor intentando que se restable: ese, pero pocas semanas des pugs, en diciembre de 1945, sui, Con teintay neve aos, Gein estaba solo en un mundo que apenas comprendis. En cinco aos, se refugi6 en otro, un mum doenel que ia friadad, la cia y la epresion que hak doen su infancia forma atror Tres afios después de la desaparicién de Mary Hogan, el dia en que comenzaba la caza anual del ciervo en Wisconsin, Ed Gein iba de caceria por su cuenta, Su presa no era un ciervo. La victima era una ciudadana de Plainfield. cuenta aos. A diferencia de la propietaria el bar, era una devota metodista que dis 910 frutaba de una reputacién intachable entre los ciudadanos de Plainfield, Bernice se habia eneargado, como tinica propietaria, de la ferreteria de Worden tras, Ta muerte de su marido en 1981, En os aos siguientes, ayudada por su hijo Frank, lo con virtis en un negocio préspero, al que todos ls granjeros de la zona acuefan a comprar Jos recambios necesaris para la maquinaria, agriola, En 1956, fue propuesta pore perc ico local para el premio de Plainfield al «cu dadano de la semana», como ciudadana modelica y penueda empresaria. Bernice Worden en las extraflas ocasiones en las que no estaba trabajando pasaba el tiempo con ‘us nietos, alos que adorata. [La matian del sbado 16 de noviembre de 1957, como todos los dias, abrd la tienda. Era ol primer dia de la temporada de caza del Gervo en Wisconsin, y la mayoria de los hombres de Plainfield, inclyyendo a su hijo Frank, habiansaldo ya haca los bosques de los alrededores. E] resto de a ciudad esta- fesierto y la mayoria de ls tiendas cerca das, pero Bernice Worden habia decidido 2brir la suya pensando que pox legar gen ‘© a comprar provisiones. Poco después de las ocho y media de la Ec Gein hizo su aparcén en ferre- levando una jarra de vidio vacia. Como ‘Miontas los hombres de Plaintold distrutaban de Ja caza del ciervo en zoviembre de 1957 (ariba), Ed Gein ‘asesinaba a la propictaria de la ferrotoria dol pueblo. todos los ciudadanos de Plainfield, Bernice Je tenfa por un bobalicén, pero dimament Ja habia estado molestando, pregunténdole sobre los més insignifcantes detalles y sin ‘comprar nada. La noche anterior habia esta {doen a tienda para proguntarle el precio de unanticongelante, Luego se qued6 ahi para- o durante algunos se idamente antes de oscurid. Pocas semanas antes, Bernice se ‘quedado muy sorprendida c 186 ala tienda y la invit6 air con 4 sobre hielo, Se lo propuso medio en serio medio en broma, dando la sensacién de muy nervioso. Ela simplemente rechazs invitacién, Sin embargo, se habia queda algo preocupada; le conté el incidente 2 hijo y aiadis que desde entonces habia v to. Gein observéndola desde su furgoneta 1 desde el otro lado de la calle, A solas con Eddie Lo que ocurrié en Worden el 16 de noviem bre sélo se puede reconstruir con los con- fusos recuerdos de Gein, Ademés de Ber- nice y Gein no habia nun alma a la vista, Parece ser que la sefora Worden le en la jarra,volvié al mostrador y le hizo la facti- +a, El hombre pag6 y se marché, volviendo oro tiempo después Cogis un ile de caza que estaba expues tocen una esquina y le conté aa sefiora Wor- Ceo) Sree sree eros eee ec Cee eee eres tere) Coen eee eed ‘ano de los ms antiguos y présperos de Eee ean eee Pero ere ou 1 } ' : z den que estaba pensando cambiar su vieja arma del caibre 22 por una més modema que pdiera disparar diversas tipos de bala. Ella le djo que la que tenia en sus manos era una buena compra y continué con su trabgjo. Cuando se dio a vuelta, Gein sacé una bala su bolo y cargéel rile mientras simu- laba examinarlo, Unos segundos después apunts y disparé. El primer testizo Ente las 845 y les 9,30 de esa misma maf na, Bernard Muschinski el encargado de la ‘gasolinera situada un poco mas abajo en la acera de enfrente del almacéa, vio que el ‘amin de reparto de la seftora Worden salia del garaje de detrés del edificio irgiéndose calle abgj, pero no le dio importancia. Pacas horas después, al pasar por delante de la tienda, le extraé ver las Iuces encendidas. La puerta delantera estabs cotrada dio por echo qu la propistaria habia obedo apap. BE] siguiente en vera Gein fue el duefio del saserradero, Elmo Useck. Habia cazado un cdecvo en las tieras de éste y se Gsponia a salir apresuradamente dela propiedad con la pieza atada 2 la parte delantera de! coche. e12 el asesinato, los ediiios dela calle ‘principal de Plaindeld a ambos Tados del almacén de la sefora Worden arriba) se ‘allaban completamento ‘aofos. En Ia temporada do caza ‘del ciervo el pueblo se quedaba ‘desieria. Gein t¥0 ia libre para ‘cometer el crimon. ullzé el camion do la victina (derecha) para evarse el cadaver. Ueeck se sobresalte al ver el automovil de Gein que ruidosamente se digi hacia estaba seguro de que incluso Ede protes: ‘aria por esta cara fartiva en sus terras. Pero cuando se cruzaron le sahiss amistosamen: te, Posteriormente, Ueeck recorda que Gein conrducia més aprisa que de costumbre. Mis tarde, al mediodia, el duefio del ase radero sintié remordimientos y volvié a la ‘granja de Gein para darle una explicacién y pedir disculpas. Le encontré quitando las ccadenas de las ruedas de su coche, ago que Ie extraé, ya que todavia habia nieve en carretera, Bl propietario de Ia granja estu- vvo amable ¥ no Je dio ninguna importancia al asunto del cierv. Por a tare, éste reibié otra visita, sus vecinos Bob Hil, un amigo de la juventud, y su hermana Darlene fueron a preguntarie si oda acerearls al pueblo para comprar una ‘ueva bateria para el coche. Gein slid a rect birle; tena las manos manchadas de sangre ¥ les dijo que tabla estado despedazando tun cierwo, Esto le extrané 2 Bob Hil, ya {que 2 su amigo siempre le habia desagra- ado este tipo de cosas y més de una vex coment6 que se mareaba al vr sangre. Pero Gein dijo que estaria encaniado de po er ayudarles y después de volver ala casa para lavarse, cogié el coche y les levs ala ciudad. Su wltima cena Cuando Gein y sus vecinos volveson aa fru- terfa de los Hill, estaba oscureciendo y la madre de Bob, Irene, le invits a cenar. El acepté de buena gana sin sospechar que seria, Ja hima comida que tomaria antes de ser arrestado. Poco antes, alatardecer, Frank, el hijo de Bernice Worden se pasé por la gasolinera de Plainfield, cercana al negocio familar, des- Este es un pais salvaje. Un pais en el que la violencia podria permanecer oculta durante afios EL WAUSHARR ARGUS pds de wn faldo di de casa, Quedé muy orprendio cuando el encargado le dijo que. pork mafana temprano, haba visto sale! camién de reparto. Frank espersba atin encontrar a su made detrés del mostrador ¥ a punto de cerar. Los dos hombres com- obaron Io que Muschinski habia visto esa craig, que Ia puerta estaba cerada, pero 1s aces continua encendidas, y Worden, ue Tabi olvidado su ave, tuvo que volver sa para coger una nize otras cosas, Frank Worden era el e dl sherty, igual ue su made, Aut Schley (derecha) fue primeramente empleado del departamento de Waushara, Tenia 3a afior cuando, en 3e Je nombré aherif. La investigacién del caso Goin, 1 primer caso do acosinato, It6 sor una dura iniciacion al trabajo, ‘una persona tranquilay fable, Pero cuando abri6 la puerta de la tienda y ente6, apenas patio controlarse. La caja registradora que habia sido arrancada del mostrador habia desaparecido y al fondo de la tienda baba un ‘gran charco de sangre. Frank lamé al sheriff del condado, Art Schley, en Wautoma, a siete kilimetros de ali, y continu6 buscando a su madre. Cuan- ‘do un cuarto de hora ms tarde egaron el sheriffy uno de sus ayudantes, ya tenis wm dea de lo que hab «Hla sido éby, les dio Worden cialment. «Quién?», preguntaron. «Ed Gein», contesté Frank Worden no perdid el tiempo mex tras esperaba a Schley y su ayudante dujo mentalmente la conversacién que tava con su madre sobre Gein, cémo la habia ests ENV DE CIERVOS Cece ad Pees Peeters llanurasy bosques, yelhecho de que ‘muchos de ellos tenian poca idea de Gee UCSC Sco uo Be ees ee oe eres ere ier Pee Be oe Re eae tn Pe ae ka azbol y se le destripa, luego se le ama- roe esp yc ‘un puesto de control designado pata Pe a oes ea Pieri tres leo peeeecoe rerun aad eo cues ee naps con td Perron jentemente, la noche anterior, cuan- do entré en la tienda para preguntar el pr cio de un anticongetante, También rec libro de conta Le tatilicd su sosp bilidad que enconteé junto al charco de san ‘pre, enel que estaba apuntada una venta de anticongelante fechada el 17 de noviembre. jprador habia sido Ed Gein, El sheriff ley avis6 por radio para que Ie detuvie- ran y lei in, mientr aba acabando de pi en a casa con ls noticias de la desapari cin de Bernice Worden. Bl nico comenta rio de Eadie fue: «Debe tratarse de alguien ‘com mucha sangre fi Irene Hil record mds tarde que hab bro- meado oon él diciendo: «Cémo te por medio cuando simplemente se das para estar siempr alguien desaparece?» Ge ‘encogid de hombros y se 16. Bob le sug que debian ira la ciudad para ver qué pasaba, Gein acept6 de buena gana y los dos hombres sali de nieve para coger el coche. En ese Dan Chase y su ayudante Poke Spees llegaban a lac de los Hil para detener a Gein ‘al de poli El interrogatorio de Gein Los dos agentes habian ido pooos minuto unto homicida y la ‘encontraron vacia, Sabian que Bob era un de los pocos amigos de Ed y pensaron que lo mis lgco era buscarle en la tienda de los ceruz6 el patio sonrien- be de' cuando ya se i 2 ordend que bajara del automéyily le 6 hasta el coche patrulla para ser inte srogado. El poliia le pregunt6 dénde habia i todo el da y qué habia hecho. El dete- 110 cont6 y Chase le pid que lo repi- a de muevo, lo que evidencié grandes ‘oherencias entre las dos versiones. Elof- ial se mostré extrafado. «Alguien me ba incriminado» —djo Gein. fespecto a qué?» —pregunt6 Chase. «Bueno, sobre la sefiora Worden» —con- testé, “Qué pasa con la sefora Worden.» «Esté muerta, sno?» —respondié Ed. «cMuerta? —exclams el poliea~ ¢Cémo sabes que esté muerta?» «Lo of —dijo Gein—. Me lo dijeron ahi dentro» Tan pronto como el sheriff Schley 0y6 por ¢é Como te las arreglas para estar siempre por medio cuando alguien desaparece? TRENE AIL a Ea Gen aio que el principal sospechoso habia sido artestado, se dirigi6 a la granja de Gein con cl capitin Lloyd Schoephoerster de la ofc 1a del sheriff del condado vecino de Green Lake. a puerta trasera de la cocina eedié con facldad. Bncendiendo sus internas, los dos ‘hombees pasaron dentro. Art Schley sintio, aque algo le rezaba en el hombro, y volvién- dose instintivamente a ver qué era lanz6 un ito de horror. Ahi, delante de sus ojos, colgando det ‘echo, se hallaba el cuerpo decapitado de una ‘mujer, con un profundo agujero en donde se suponia debia estar el estémago. El sheriff pens6 inmediatamente que el cuerpo habia Sido atado y después despellejado como si se bubiera tratado de un animal Un poliofa hace guardia a la entrada de 12 granja de Gein después de haberse roducido los horrendos Gescubrimientos. Las investigaciones duraron cuatro largos dias. i ois | FANTASIAS CRIMINALES Las lecturas favoritas de Gein eran las historias que se reereaban en elsexo y la violencia sadomasoquista. En su caso hay claros indicios de los efectos perniciosos derivados de tales lecturas. vvando la polct irrum- i en la grania, entre todo aquel horror que les sala al encuentro, también encontraron un montéa de revis- tas pomogréficas y libros de terror. Era evidente que todo eso hhabiacobrado vida en el dantes- co sl de fa casa de Gein, Siesa dase de sliteraturay no haba sido, directamente al menes, fa culpa- ble de dar rind suelta asus per- versiones, con ella ahora la pol- ca tenia pruebas sucientes sobre Aue clase de fantasias albergaba su mente enferma, Para empezar, encontraron caias lenas de c6mics con ttulos como «Historias de las criptas», 0 «El pantedn del terror» y alga. nos otros sobre «verdaderas» historias de detectives con lus- 16 traciones de ls asesinatos a todo color, Halaron tambin revis- tas pornograficas, incluyendo Ja War criminais, que conte- nia iustraciones de una mujer, ‘bastante ligera de ropa, que az0- ‘taba con un létigo 2 un hombre al que habia hecho su prsionero, Enns estanterfs encontraron libros que daban cuenta de las atrocidades cometidas por los nazis; entre ellos estabe el de CORO un Ze na Grese, una joven oficial de mujeres y nos victimas de campos de concentracign ale vanes. Tamibign habia libros de aventuras sobre tnbus de cant les y técnicas para reducir bezas humanas, asi como sobre las proezas cometidas por Burke y Hare, dos profanadores ie tumbas en el Edimburgo del siglo XIK. Una operacién de cambio de sexo Sin embargo, ef hallazgo més relevante no se encontraba entre todos estos libros. y revista Sobre as estanterts también ‘nab gruesos volimenes de ana- tomia. Dentro de uno de estos tomos encontraron un reeorte de periddico que detallaba la histo +a de una persona que se haba sometido a una operacién de cambio de sexo en los Estados Unidos. Gein estaba infuenciado por estas lecturas, pero no podia maginar que, después de su con- dena, su caso iba a servir de ins piracién a varios escritores. y directores de cine, como la pel- cula de Hitekeock Psicasis basa da en la novela de Robert Bloch. Otras cintas han tratado este tema mucho mis explcitamente. Peliculas de terror En 197, la pelicula drigida por Tobe Hooper, La mutanca de ‘Texas, provoos la protesta gene ralizada de piblico, por ls per- ‘versiones sexuales yla violencia ‘que se mostraban en fa pantalla grande. Esta fue el preimbulo de Ja legada de tas peliculas de terror, una serie de filmes que ofrecian violencia gratuita, y en las que el guid y os personajes ‘quedaban al margen, en aras de 1a sed de sangre de unos asesi- nos sin piedad. ‘Sed de sangre, Los Carniceros, La Masacre de Meatleaver, y El Asesino eran peliculas que se en oria del ecarnicero de Plain Oe de ns rovistae favorita de Serie de atrocidades, ffeids. Desde finales de los anos setenta se han rodado muchas cintas de este estilo, la mayoria de las cuales pueden verse en video y estn al aleance de todos los piilicos. En Inglaterra, on 1985, la Sociedad Nacional para ls Preven cin de la Crueldad contra los Nios, elabors un informe, aa violencia del video y los nitos, fen el que se decia que mis de Ia rmitad de os nilos encuestados habia visto por lo menos una de las peliculas no recomendadas para menores de 18 aos, y que casi el 40 por 100 habia tenido soceso a una obra dasifcada como peligrosa por las autoridades. Juegos sucios Elinforme arrojé comparaciones alarmantes entre bs juegos vio- Tentos practicados en los patios de recreo de los colegios y las imagenes que se mostraban en los evideos sucios»; se afirmaba ‘que mientras este tipo de violen- a afectaba a los nitios a corto plazo, en otros casos poian ver- se afectados de por vida Los nifos también pueden tener a su alcance revistas por- nografcas en las que se muestra ala mujer de una forma degra- dada y brutal, como lo haf las ‘que lefa Gein; hombres enmas- carados y mujeres en cor amordazados unos y blandiendo latigos otros. La gran diferencia EL AUTOR DE PSsICosIs Rober Bloch antor de a nove- la «Psicosis: sobre la. cual red Hitchcock bas6 lapel cela del mismo nombre, resi dda, enla época del caso Gein, nla ciudad de Woyanwega, ‘amenos de quince kilémetros al este de Plainfield. Cuando ‘empezaron a llegar noticias sobre los orrendos hallazgos de la granla, Bloch se dio cuer- ta de que habia una historia ‘yerdadera mucho ms horible y Tepugnante que cualquier obra de fiecién con la que s2 hubiera encontrado. laideade ‘que un hombre pudieralegar 4 cometer tales atrocidades pporlainfluencia de una madre hace tiempo muerta, alert6 ‘su imaginacién y empez6 el bro. Pero lo que més e intrigaba eraethechode que wun asesi- ‘ro macabre con impulsos per- vversos pudiera surgir abierta- mente en una pequefia comunidad rural, donde todo el mundo se enorgullecta de saber lo que hacfan los demas. Después de Ed Gein y.de wsicosisy, el medic-oeste americano munca volvé a ser Jo mismo, estriba en que en os tiempos del scarnicero de Phinfieldr, las dus- traciones eran generaimente ibujos, hoy en dia se trata de Fotografias tomadas de la reali- dad, y muy expicitas. Los que defienden a libre ds- ponibilidad de los amados ‘evideos sucios», asf como a por- nogtaia semiviolenta, deienden hoy, como han defendido siem bre, que nunca ha existido prue- ba evidente que indique que este tipo de cosas pueda pervertir la mente de un hombre equllbrado © emocionalmente estable; y que, asimismo, tampoco se tea demostrago su infuencia en una ‘nclinaién pecdpata al asesinato, ‘Al luz del caso Gein, se hace «ie entender emo alguien pue- de estar tan seguro y defender ‘una postura, cuando menos, tan arriesgada Para la policia encargada de la investigacién del caso, la granja de Gein era una mezcla de pocilga, carniceria y catacumba; algo asi como la guarida de alguien al que dificilmente se podia calificar de ser humano. doe pola necestaron var i para reper dl Sick dlr quash de aimee, Scoephoerstet aocte ype ayuda A contac, dndove Sion dos hombres decidieron 918 El cadaver colgaba de un gancho por el tbl, y con un alambre le habian sujetado cl otro pie a una polea. Habian raiado el ‘cuerpo desde e! pecho hasta la bese del ab- domen, y ls tripas brilaban como si las hubieran lavado y limpiado. Estaba deca pitado. Schley s6lo habia visto una cosa igual en un matadero. Quien quiera que fuera, el she- riff no tenia duda de que se trataba de Ber- rice Worden, habia sido asesinaday su cat ver dispuesto como s se tratara de una pieva de came, ‘Ademis, sogui siendo dificil de creer que ‘un ser humano pudiera vivir en tales condi cones. Por todas partes se veian montafas de basura y desperdicos entre sucios mue- bles y utensilios de cocina, junto con ropas hharapiontes. Cajas de carton, latas vacias y herramientas oxidadas cubrian el suelo; pare cia ta guarida de un animal, tena de inmun. dca y excrementos. Com ta debi uz de sus linternas, Schley 1y Schoephoerster descubrieran una serie de revista de detectives y obmics de terror ai 1a policia se vio obligada a inspeccionar la granja con lintornas (derecha) hasta que trajeron un generador. Sin embargo, on la penumbra do aquella casa Gein habia vivido, Jantaseado y destrozado los uorpes de sus victimas. Ja grania Gequierda) 7 6! cobertizo sitiado ‘en la parte de atris (derocha), ‘donde s0 ‘encontré el cadéver destripado y sin cabesa de Bernice ‘Worden. Gein amaba al anexo ‘eu cocina de veranov, Todos fos estos humanos se encontraron aqui yen el dormitorio de Gein Jadas en cas» tradas por el suelo; un fre: sgadero leno de arena; chcle pegado en las tazas; una dentadura postiza sobre el man- tel. El causante de este terrorifco espec- tdculo, se hacia evidente que era una per sona enferma, ‘Un trabajo nauseabundo Poco tiempo después, I granin quedérodea- 4a por coches de la policia. Para empezar, rastrearon le casa con la ayuda de linternas y limparas de petrdleo y luego trajeron un stenerador. Una vez que la casa qued6 sufi centemente iuminada se puso de manities. to todo el horror que ali se escondia Habia varios erineos esparidos por la cocina, alg tos intactos, otros cortados por la mitad cempleados como cuencos. Dos de ellos se utiizaban para equilbrar Jas patas de la rmugrienta cama en la que dormia Gein. Una inspeccidn mes detenida revel6 que una de las sills dela cocina estaba hecha con tro 206 de piel humana. Habla también otras cosas horrpilantes, pantallas de limpara, papeleras, un tambor, un brazalete, la fun- dda de un cuchilo aflado, todas ellas «ador- radas» con restos humans. Pero todavia quedaban cosas. peores. Encontraron cajas que contenfan restos thumanos, cada uno de los cuales, pertene- cientes a diferentes cuerpos sin identifiear, cstaban separados con la habildad y preci sidn de un ciyjano. También contenfan una ‘especie de chaleco hecho con la piel de a par- te superior del cuerpo de una mujer, con un cordén que caia por Ja espalda, y varios sevecens eee pares de «polainas» hechas también con piel humana, Pero, para los policies que tuvieron que hacer este trabajo de rastreo, lo més horro- oso de todo fue descubrir una coleccidn de maiscaras mortuorias, se trataba de verda- eras wcabezas reducidas» del tipo que des- ‘eriben as historias més crudas sobre el cani- balismo tribal. Habia nueve mascaras, cada una con el rostro y el cuero cabelludo de la UN RECUERDO IMBORRABLE ‘Uno de los primeros ym inguetan tosrecuordos de Gein sobre suinfan ia era cuando miraka fjamente & través dela puerta del matadero de la tienda de sus padres en ba Grose. Mi rabe hipnotizado cémo su padre soe- tenia un cardo atado mientras su madre, con gran habildad le abia a tripa de un navajzo ye sacabe as en- traias con un largo y aflado cucillo, Muchas veces ao largo de su vida Gein dria que esta matenzale produ- ia ndusoas y que ver sengre le hacia senfirse como ise fuera a desmayar, Inclaso cuando a polite interrogs aiios después pudo recordar el inc- dente de be Crosse con todo Injo de detalles. Veia que su macire Hevaba sun delat largo de cuerosalpicado de sangre y barrow. 920 Ia policla encontré le cara y el cuore cabelludo do Mary Hogan detrés de tuna puerta donde se apilaba gran cantidad de basure, en la cocina de verano» (arviba). victima en cuestin y mantenian el pelo intaeto. Testigos mudos Cust de estas mescaras estaban colgadas en la pared que rodeata la cama de Gein, ‘como testigos mudos de sus excentricidades y fantasfas nocturmas. Encontraron fs otras mascaras metidas en bolsas, en vieja cajas de cartén y en sacos esparcidas all y en la cocina. A algunas de ellas se les habia apli- ‘ado aceite para mantener Ia piel suave, e incluso una mostraba restos de lpiz de labios. Otra, que aunque reducida pudo ser identfcada por uno de los poliia af pre sentes, era la de Mary Hogan, la propiet2- ria del bar que habia desaparecido tres aos antes. Ante todos estos atroces descubrimientos, los agentes, expertos forenses y detectives ‘que se encontraban presentes, quedsron ‘mudos, La pales de sus rostros reflejaba todo el horror del que estaban siendo testi- ‘R08. Muchos de ellos eran expertos policias ‘con una larga carvera en el servicio; policias que habian presencia todo tipo de crime- res horibles, pero que, sin embargo, no estaban preparados para afrontar Jo que tenian delante: una casa lena de cadaveres, hhuesos y otros restos humanos. Ineluso en claire helado de una noche de noviembre en Wisconsin, el hedor era absolutamente inso- portable, Encontraron el corazén de Berni- cce Worden dentro de una bolsa de plistico frente ala estufa de la cocina, y sus entra- fas, todavia callentes, envueltas en un vie- jo traje. Pero la polcis sig buscando fir- memente, determinada a encontrar las pruebas que ain le faltaban: la cabeza del ccadéver que colgaba del gancho. Datrés de la cocina y del cuartucho en el ‘que dormia Gein se allaba fa planta baja de Ja case, La puerta estaba bien tapada, pero Jograron quitar los tablones necesaris para poder entrar en la habitacin principal. A laluz de las linterna vieron una habita- cin perfectamente ordenada y normal, en la que lo tinico que destacaba era la enorme cantidad de polvo que cubria los muebles Jos adomnos situados sobre la chimenea. Bra ‘un auténtieo mausoleo, una tumba que Gein hhabia cerrado y abandonado dejindola tal y Lveetman Newsies omo estaba el diz en que murié su madre, hacia doce afos. De vuelta al cocina, el patdlogo a ba intentando identiicar los restos de cadaveres, vio de repent ia bolsa de comida que se hallaba entre la quina de fa habitacin, sala la bolsa y al vaciarla encontrs -émo de una vi Dasura en una: vapor. Jo que todo el mundo habia estado buscando. Un espantoso trofeo Lacabeza de Bernice Worden estaba cubier= tenia sangre coagulada alre- dr de las fosasnasaes, pero porlo dems inde su cara rd jabs tranquilidad, pero los dos pocias se daron estupefactns al ver que de ls dos ore- s colgaban dos ganchos unidos entre si por a. Era evidente que Gein hab do colgar en la pared la cabeza de la +. junto alos ottos trofeos cadavéricos habitacén, Un agente clasifica objetos entre Jos desperdicios de la cocina (arriba) que, Harold Schechter, que escribi6 sobre el caso, describié como wel decorado de un erturbado mental e Ia graniaterminé al anache- ron el cadaver de Bernice Wor- den y lo pusieron junto con 1 ‘humanos encontrados que depesitaron en bolsas de plistico. Enviaron las holsas ala Funeraria de Plainfield afin de que se real zara el debido examen postmortem. Ning ‘no de lo all presentes sabia a cudintas per sonas pertenectan las cabezas y los restos Jumanos encontrados en ese espantoso lugar, pero estaba claro que, ademas de Mary Hogan y Bernice Worden habia habi do muchas més victimas El trabajo de In plica no habla acabado: ‘alin existia un interrogante pendiente cuan- ‘do abandonaron a ganja esa noche: cA quis pertenecian los demés cadéveres? otros restos Roche) _MACKBROS fciccei tocar rc Cee oe Rem Bay ere ees Selene tects Poprueret tara) eer que alos muebles no se es pusierala _| eros : Mc not co en Echo al Erreur tet a eer restart eet pcan antes rnc ae Poecroccoge en sct Pao ecee nce regenera eee aces oh rs eos. Los crimenes de Gein saendieron la pequeiia comunidad de granjeros a la que él pertenecia. El editor del periédico local, el Plainfield Sun, 'se hizo eco de * su asombro. +A la gente le cuesta creer esto... ocurrid... pero el porqué y el cémo estén mds alla de la comprensién humana.» Sin embargo, teniendo en cuenta lo desolada que es toda esta zona, el editor de otro periddico fue rotundo al escribir: «No es de extrahar que en un sitio como éste se produzcan crimenes como los s outa, eben situacion de Plainfield [il in cane Sea tuess Mg BS condado de Waushara y fhe tndada on 1040 En TQ 100 Wee ces ara aatiadea Ree poblacisnaleanaé fos foil GT ATUTE MILES ochocientos habitantes. ET crimenes diabélico: 4 desenterrado cadav 4 inimaginables. Bajo la nieve, en el cementerio de 2 5 Plainfield, la policia pudo constatar que las tumbas habian sido profanad: eee EEE a ie qu tet iars M Aenones tein bgt en ou sta, Edvard Ginepri tranquilamente en la prisién del Estado de ‘Wautoma custodiado por los dos policies que Je habian arrestado, Chase y Spees. A las 2,90 de la madrugada del sabado 17 de noviembre, el sheriff Shley regresé del hor- ble escenario del crimea, Sin la presencia de un abogado, Gein fue ‘terrogado cas innterrumpidamente durante Jas doce horas siguientes. Pero permanecié fen silencio. Mientras tant, el informe de la autopsia inal reaizada a Bernice Worden confi que ésta habia mverto como resul- tado de un disparo de bala de calibre 22. ‘Alamatana siguiente, lunes 18 de noviem- ‘bre, Gein rompid su silencio. Declaré que habia matado a la senora Worden y después do cargar e] cadaver en una furgoneta, lo habia levado a un bosque cercano, De alt Ja furgneta,volv6 ala chdad a por su coche ¥ luego habia regresado al bosque, donde ‘metig el cadaver en el automévil yse iris ala granja. Alia at6 y la descuartis. Canibalismo Todos estos detalles se inchiyeron en la docaracign del scl del distrito, Har! Kileen, y ésta.a su vez remitda ala prensa a la mata ‘a siguiente. El fiscal aiadié, ademas, que algunos de los restos humanos encontrados probablemente pertenecian a gente joven, y ‘que, por las mutitaiones que presentaba el cuerpo de la seftora Worden, wparecia que se hubiera practicado canbalismo»: |Bn seguida los reporteros acummularon todo tipo de detalles espeluznantes sobre el caso yy los mandaron a los periédicos. Las not cas legaron hasta Chicago. Mientras tanto, el propio Kileen fue ainterrogar a Gein, con escaso éxito, ya que declaré que no podia recordar nada sobre el asesinato de Berti cce Worden porque en ese momento estaba «aturdido». Mis adelante, respondié que pensaba que todo habia sido un accidente. «iatonces —le preyunts KUeen— ¢Por qué robaste la ca registradora?» El detenido contest6 que queria desmontala y examinar ‘su mecanismo «para ver cémo funcionabay. El fiscal quiso saber mis detalles sobre lo acaecido con el cadiver. Gein comenz6 a escribir mo habia atado el cadaver, desan ‘ado en una play después enterrado la san sre en un agujero en el suelo. ‘Cuando Kileen Je pregunt6 si alguna vez Iain desl un Gervo, Ed contest6: «Supon 0 que en ese momento pensaba en eso Mientras Gein confesabe, el funeral de Bernice Worden tenia lugar en 1a iglesia Metodista, Después fue enterrada en e] ‘comenterio de Plainfield. Luego se le ids que hiciera una lista com> pleta de todos los eréneos, trozos de piel y ‘otros restos humanas encontrados en su ‘ganja. Sin embargo, et acusado, respondid: «Que yo sepa sélo he matado a Bernice Wor- den». Y, ante el asombro de todos ls detec tives, coments que ls otros cadaveres los habit sacado del cementerio, -Explics que en ls itimos afios sentia de ‘vez en cuando la necesidad de profanar tum- ‘bas, Bn muchos casos habia conocie alas vie- timas en vida y se enteraba de sus muertes El sheriff Art Schley, el hombre que des- ccubzi6 los espelumantes secretos de Gein cenla granja de Plainfield, sutia de un cre- ciente estrésa medida que el caso se de- sarrollab. a noche en que se hall6 el cuerpo de Bemice Worden no pudo evitar pegar a Gein en la cércel del condado. ¥ cuando g7es6 ala granja con el detenido, so pu Turioso porque tuvo que anular la bis- eda de mis pruebas dada la enorme ntidad de reporteros que los segufan y saban. -oblemas entree sherifyla prensa EL SHERIFF SCHLEY veces rap scan ‘cuando Schley taté de lmitar ol rimero de periodistas que podian entre- vista al infame ecarnicero de Plainfield, Sélo la intervencién del abogado de Gein, Wiliam Bolter, impidié que éste y Jos enfurecidos reporteros legaran alas manos, Cuando ol caso torminé, Schloy volvié a ser un simple sheriff de condado. En marzo de 1968, umes después de haber testificado en el juicio de Gein, murié de lun ataque al corazén ala edad de cuaren tay tes aos NOV.-1975 IT-LS7_Interrogatorio de Gein en Ja prision del condado de ‘Wautoma IBIL8T Gein conficsa el avesinato de Bernice Worden y es fousaso de robo a mano armada IBILGT Se somete « Gein a un ‘examen poligrafo ALILS1 Gein, acusado de los asesinatos de Hogan y Worden 28-11-87 Los restos de Mary Hogan som hallados en la gran de Gein 61187 Exhumacién de Ja tumba de Eleanor Adam 925 Jevendo los periddicos. Ast que, la mis- sma noche del entierro, se dirgia al cemen- teri, sacaba el cadaver y rellenaba otra vez J tums con lo que él amaba «su pastel de Gein confesé que en muchas de estas cespedicones nocturnas sentia pico al acer- carse a una tumba, y se volvia a casa. No podla recordar cusintos cadaveres. habia Gesenterrado, y una vez més se excusé liciendo que westaba aturdido». Cuando se Je pregunts si alguna vez mantenia agin tipo de relacién sexual con los cadveres roba- dos, algo que estaba en la mente de todos, lo neg con la cabeza y grité: «No, nol» Antes de afar que wolian may maby. Tam- bign nego categéricamente las acusaciones, e canbalismo, Acusacién de robo El lunes por la tarde, Ed Gein comparecié ‘en el juzgado bajo la acusacidn de robo a mano armada de la caja registradora de Je tionda de Worden, La ofcina del fiscal del distrito querfa posponer los cargos por ase- sinato hasta que las pruebas forenses fina zaran y el prsionero fuera sometido a un detector de mentiras. Después lo conduje= ron hasta su grania, donde ensead a la pol- fay 2 un grupo de perioistas que los acom- panaban el lugar en donde estaba enterrada la sangre de Bernice Worden. Esa misma tarde, detectives de La Cros- se, su ciudad natal, también le interrogaron. sobre la desaparicion de una nifa de quince aitos, Evelyn Hartley, ocurtida cuatro aiios axrés. Los resultados fueron poco concluyen- tes, Gein también fue interrogado por she- fis del condado vecino de Portage acerca 926 nce Niter.t Magnes: APU We Pete El primo de Gein, Bob Hil ccontompla hontrizade ol ‘montén de desperdicios ‘scumulados en el dormitorio. Enel laboratorio criminal del Estado, cajas ‘bolsas llenas de “restos humanos esperan al Gequiorda) do los forenses. Los dascubrimientos ‘se utlizarian de Mary Hogan. Blos ya sabian que se habia, ‘encontrado su cabeza en la granja, Durante «el interrogatorio el acusado se mostré con- {fundido, otras veces eallaba, pero finalmen- te negé conocerla, aunque admits haber ido 1 gu bar una 0 dos veces. Al dia siguiente, se le permits finalmente la prensa, que para entonces habia hecho de la ciudad su lugar de residencia, entrar ‘en la granja de Gein y ver asi por sus pro- ‘ios ojos la miseria en la que vivia wel carni- cero de Plainfield, ‘Aunque ahora conocfan la verdad, la ima- sinacin se dispar y toda una serie de his torias espeluzintes hizo su aparicin en las portadas de los periédicos de todo el pas ‘Algunos sugerian que habia, por lo menos, cincuenta cadiveres enterrados en los are- dedores de la granja de Gein. Otros decfan ‘que proporcionaha carne humana a sus cor fiados vecinos; y la mayoria relacion6 su nombre con todas las desapariciones ocurr- das en el Bstado de Wisconsin durante los limos diez afos. ‘Mientras tanto, condujeron al propio Gein al Laboratorio Central del Estado, en Madi- son, a fin de someterie al detector de men- tiras. Durante las nueve horas que dur6 el interrogatorio, confes6 haber llevado pues tas las wropas» que se confeccjonaba con el humana, Confess también que creia que habia matado a Mary Hogan, pero dijo que estaba muy econfunddo» y que ao pola pre- Eaward Gein tenia dos caras. Una se la mostraba a los vecinos, la otra sélo a los muertos STEVEN POINTS, DALY JOURNAL sar ms detalles. Por lo que respecta ala muerte de Bernice Worden, siguié mante- riendo durante el resto de su vida que fue un accidente B] interrogatorio continud después con las _rofinaciones de las tumbas. Sil irra esta- ‘ba lo suicientemente bands, l apartaba con LA NOVIA DE GEIN Después del arresto de Gein, una soltero- ra de Plainfield, de cineuenta afios de ‘edad, lamadz Adeline Watkins 2 convir- 1i6 en una celebridad de la noche ala me fiana por haber dicho quo ora la novia del asosino, Eltiular de] Miwauoo Journal de- cia ask «Quiero a ese hombre dalce y ame ble ainle quiero, dice lanovia del asesino confeso» La sefiorita Watkins, decia el re- ‘para, recibié ura proposicién de matr- ‘monio por parte de Gein vl itimo dia que ‘pesaron juntos en febrero de 1985, pero ‘la le rechaz6, En cuanto aparecié ia his- tori, la mujer se retract por completo. Ne- 9 incluso haber dicho alguna ver, refirigndose a Gein, que fuera wdulces. Jas manos y luego levantaba la tay del tad ‘con una palanca afin de descubrir el cadi- ver. Algunas veces sé les quitaba la cabe- za, aservéndoles el cuello y partiéndoles la column vertebral. Bn otras ocasiones les arrancaba otras partes del cuerpo. Alguna vver se levaba el cadiver entero; entonces volvia a colocar el atadd en su lugar y relle- naba la tumbs. Durante todo el interrogatorio, Gein se mostr6 tranquilo y dispuesto a cooperar. Descrbis sus acciones sin aparente remor- ddiniento,y silo se puso nervioso cuando se Je volvio a interrogar sobre las muertes de ‘Mary Hogan y Bernice Worden. Joe Wili= movsky, el hombre encargado de poner en rarcha el detector de mentiras, estaba segu- rode que todo lo que estaba escuchando era cierto, También él se quedé asombrado por fa tranqulidad con que el acusado deserbia etalladamente Ja manipulacién de los cadavers. Finalmente, el fiscal del distrito, Keen, hizo una declaracn en aque decia que Gein seria acusado, «en tno 0 dos dase, de los asesinatos en primer grado de Hogan y Wor en, pero que su ofiina estaba satisfecha con el hecho de que Bdward Gein no hubiera tenido nada que ver con otras desaparicio- nes, Lugo informé a los periodista, para su disgustn, de que el scl general del Esta do habia ordenado que la prensa se mantu- Viera totalmente all margen del caso, Encerrado A partir de ese momento los acontecimien- {ns se precipitaron. El jueves 21 de noview- Pat Danna, ‘sopulturero de! Comenterio de Plainfield, ante la tumba de Eleanor ‘Adams, poco empe después de que su cadaver fuera extumado para comprobar si ‘eran cloras las Tas tumbas que hay detras de la de Adams pertenecen 2 los pacires del earnlceron, Si éste Ihubleso vaiado de dosonterrar 2 su madre, habiers tenido que ‘pared de cemento. siguiente, en la audiencia preiminar, el abo- ado defensor alegé enajenacién mental y el jez envi a Gein al hospital Cental del Esta- do para enfermos mentales, en Waupun, a fin de que se le sometiera a pruebas psico Ahora el caso se centraba ens pro- fanaciones de tumbas faé en la audiencia que el acu- dado ala policia una lista de las mas cuyas tumbas habia profanado. Con cl permiso de los familiares, las autoridade cesperaban poder proceder en Ia semana siguiente aa exhumacin de las tures. Una Ge las personas que figuraban en la lista era una tal Eleanor Adams, que habia muerto 6 allos antes, en 1951, Rumores "at Danna, el sepuiturero del cementerio de Phinfeld, insists en que era imposible que un Jo putiera hacer Io que Gein habia ¥¥ que estaba seguro de que nin- de las tumbas que estaban a sala sido profanada, Entonces cure de que Gein, en sus e ola ayuda de alguien «PSICOSIS» En 1960, dos aos después de que la his ReeeC eee neo peer oes eae ites pe eae ares eee remenn e oe erence ea eee are reese Corea tei en eee ar tec? Ever uceerarecsscert Pa coe ences Cee ered Pee ee spec Cor Octi ee esc peer trind habia sik ‘ganja, para indicar ala poli el ugar en que hallaban los restos de Mary Hogan. B: alado, encontraron los restos pertenecientes a mis snducido por segunda vez 2 la cinerado rando en el sitio. de un cadiver, que mandaron a analizar. El lunes siguiente la opiniin publica exi- i6 que se explicaa la procedencia de esos restos humanos, y Kileen ordens que se abriera la tumba de Eleanor Adams. ‘Aquel da el cementerio estaba cubierto de hielo, y Danna y su ayudante tuvieron que sxcavar durante ms de una bora. Alir qui tando la arena del de que la tapa estaba partida por la mita. lataid. éretro se dieron cuenta (Quitaron ls tabasrotas y abrien Reeree a et Povo tut eras Robert Bloch sobre cuya novela estaba ba ee aretes cent Gein. Ambos, Gein y Bates, vivian soles en Prtesre eater t east rt eee ease an una obsesion profundamente pete peeuetosy Perey Estaba vaeto, yjunto ala mortaja encontra- ron una palanca de acero de 30 cm, Logo, los ali'reuitos se dirigieron a otra de las tumbas que guraba en lista de Gin Sélo hablan excavado unes pocos metros ‘cuando el sepulturero y su ayudante descu- brieron lo que indudablemente eran restos hhumanos. Abrieron finalmente el ataid y a nadie le sorprendis encontrarlo vacio. La bis- toria del «Carnicero» se conficmaba, En el ‘caso de la sefiora Adams habia robado el ‘adver; ena segunda tumba, aparentermen- te, solo se hab Tevado lo que quena,dejan- do el resto medio enterrado. En ese momento, nadie podia imaginar ‘eusntas tumbas fueron profanadas, PERSONALIDAD DOBLE El recuerdo de su madre mareé a Gein para toda su vida. Claramente tenia dos personalidades: una adoraba a su madre y la otra la odiaba profundamente. eto de Edvard Gein EB verre eee Jos ms complejos en la historia e la criminologia. Voyerismo, fetichismo, travestismo y necro- fia, todos ellos integraban su personalidad. Sin embargo, a medida que se tba conociendo la verdedera his- tora ge hizo evidente que estas perversiones eran meras mani festaciones de una psicosis pro- funda, un trastomo mental que tenia sus raices en la relacién sapormal que mantenfa con su madre, Complejo de Edipo (Cuando los psiquiatras empera- ron a considerar las. posibles razones de su comportamiento l6gico, todos coincidian en probablemente se hallaban 2 un caso de wcomplejo de Suponfan que Gein esta ado de su madre y que a ralz de su muerte se obsesio- 16 con adea de buscar a alguien ‘que la sustituyera, Fue esto lo que le lev6 en un primer momento a mutlarcadlé- veres con la esperanza de obte- ner con ello algin tipo de satis- faccién, Los psiquiatras resaltaron el cextraordinario parecido entre sit madre y las dos mujeres asesi- nadas (ambas eran mujeres de ‘meeiana ead, robustas, trabaja- doras y de fuerte personalidad), fo que le condujo a asesinaras en tun sitimo intento de poseerlas. Sin embargo, lo informes psi- duidtricos finales sefalaban que Ja teoria del complejo de Edipo no bastaba para explcar su compor- tamiento, sobre todo a la luz de Jos més recientes descubrimien- tos médicos. Mente deteriorada Los periidicos publicaron que Edward Gein era un esquizolré- nico, un hombre cuya mente se habia deteriorado po la confusion creada por sus petsonaiaes en conflicto. La investigaciin medic ca sugiere que la esquizoftenia comienza a desarrollarse en la infancia, cuando, ante una situa- cin terrible e insoportabe, el nifo se crea una nueva o nuevas personaldades con las que poder hacer frente a tal stuaciin, Esto fs lo que ocurrié en el caso de Gein, un nifo timido y retraido sometido a la rigid disciptina impuesta pore! fanatisno religio- so de una mare que no le queria, Denifo, buscabael amor de su madre, que le era negado una ¥ otra vez. Su madre despreciaba alos hombres y sobre todo a su marido y él pensaba que si Augusta Gein odiabe alos hom- bres, entonces también le odia- 16 de noviembre de 1987, Ed Goin osposado entre la alicia y las chicos de la prensa en la grania donde mds tarde so encontraron ‘restos humanos, 2-41 Hicira Jo que hiciera, onse mia agradara, nun- asi como en su mente se desarroll6 una nueva personal sd que explicaba este lamenta- le estado de cosas, Habla dos “Egward el «Bdward dos» nunca seria amado, ni por su madre ni por ninguna otra mujer, poraue no era digno de ello. Tan sélo podlia adorar a ls ica persona que toleraba esta indignidad: su made. Odio hacia su madre Pero, iqué pasaba con el otro Edward, el chico normal y sano ‘cuyo dnico erimen era buscar un ‘amor que no existia? Ese amor ‘empezd a desvanecerse en el subconstiente de Gein alimen- tando el odio que senta hacia la persona que se lo habia negado. El «Edward uno» odiaba a su madre, A medida que transcurrian los ais y l chico se ba aislando det ‘undo, esa adoracién cioga y el sentimiento de inadecuacién que componian la personalidad del ‘Edward dos» jan cobrando juerza con cada reprimenda que recibia de ella. Pero al mismo tiempo, lafrustracidn que sentéa su otza yo continuaba hirviendo fen su cabeza, Queria amar a las mujeres, sin embargo, no podia evitar identificarlas con su acre, lo cual le impedia mante- ner ura elacén normal con els, Conflicto interior muerte de Augusta Gein, se fue hundiendo en la insu madre, razonaba el Edward dos», :Quién quedaba quererle? Al mismo ‘Edward uno» comen- fuerza en su subcons tendo que habia lega- Sin otra salida posible para expresar sus deseos de amor, cencontré consuelo en el cemen- terio. Eneste momento se hala ba fuertemente dominado por su segunda personalidad, asfque era snaturaby que quisiera buscar @ las mujeres que le recordaban su madre, la dhica a la que é! oda amar. El sexo bien enten- dido estaba fuera de toda cues ido, asf que Gein recurri al fti- chismo y la necrofiia como altemnativas a sus necesidades sexual Desgraciadamente, cuando conocid a Mary Hogen y a Ber nice Worden, le volvié a inundar el odio provocado por su prime- 18 personalidad, Cuanto mas se acercaba aelas, més colérico se volvia, «Estas mujeres son el demonio», se deci a sf mismo, porque una parte de él queria marl, pero la otra no podta Tal vex no se conozea nunca En 1978 Gein fue trasiadado del hospital Contral del Estado al Instituto de Salud Mental do Mendota (arriba), un anticuade edifcio gético cerca de Madison toda la verdad. Pero sies certo que, cuando Edward Gein asesi- 16 a Mary Hogan y a Bernice Worden, verdaderamente a quien estaba asesinando era asi madre. Tras los terribles acontecimientos ocurridos en Plainfield, Gein fue enviado a un hospital para enfermos mentales. Cuando se celebré el juicio, diez ailos mas tarde, Gein fue confinado de por vida en un manicomio, en beneficio suyo y de la sociedad. NOV. 57-NOV. 68 2EIL-ST Se encuentran mas restos Jhumanos en la arania de Gein lips médicos del hospital (Central del Estado deciden, que Gein no esta apacitado para ira julcio Gein, internado indefinidamente en el hospital Central del Estado ‘Arde Ia aranja de Gein Los ttimos restos humanes encontrades en la crania de Gein Después de un juicio que dura una larga semana, Gein es encontrado Culpable de asesinato, pero #2 aduce su locura ¥ 59 le vuolve a intornar ie.1267 1168 1 mires 27 de rv os FE ee ecient pot fasta un vertedre desu roi apcn pss dela gr Hain aoa car pea ates ay we seers peri Gu dota cas war bus, ‘escver a desixionn nto, con sted or, no cen, pene to arden prs ser a ime Se eae eatnes con pra Ghd oe elas er ol de Ray Bar fe teats dell pms tes en 80, a ese, con lanes re Gaus es Despés eos descrimenes Bade abe dante sds tins Semana, a Después dal juicio, en noviembre de 1968, Gein fue condenado a pasar el resto de su vida en un hospital para ‘enfermos mentales del Estado. Alf sentaban a los pacientes en mecedoras para que 50 relajaran (arriba). ‘gente de Phinfeld estaba convencida de que el monstruo que vivié entre ellos durante tanto tiempo era capar de cualquier cosa. Sin ‘embargo, los eximenes forenses revelaron que era de una mujer. ‘Mientras tanto, el acusado era sometido 4 exhaustivos eximenes psicolégicos en el hospital Central del Bstado y por segunda ‘vez al detector de mentras. Se confirms que Gein slo habia asesinaio a Bernice Worden ya Mary Hogan; y que el resto de los cada ‘eres mutilados que se encontraron proce dian del cementerio. Finalmente, admitié haber robado nueve cadaveres, todos ellos de mujeres de mediana edad ‘Una vex mas, describié con calma lo que habia hecho con estos cadiveres. A ment- 931 do se paseaba por la granja vestido con las ropas hechas con piel humana. Esto hi- 20 enmudecer a los que le interrogaban. Sin embargo, no comprendéa qué tenia de malo mutilar cuerpos sin vida, y parecia estar muy orgulloso de los conocimientos ida por su madre, y que se ereé un mundo de extrafas fantasias, en el que sus senti= imentos con respecto a las mujeres se con fundian con el dolor que sentia por la muer- te de su madre y el temor a transgredir su propio y peculiar cédigo moral, Segin Gein, ‘De diferentes formas el paciente ha vivido una vida psicépata durante afios. Sustituia la compafiia de los vivos por Ia de los muertos DR. MILTON MILLER ‘anatémicos adquirdos con esta actividades. Entre las pruebas psicolégicas que se le aplearoa, estaba el estudio de coeficiente intelectual de Wechsler, que reveld que, en mucho sspectos, era bastante inteligenten, incluso por encima de la media, pero que tenia grandes difcuitades para expresarse y comunicarse en otros términes mas simples. juz del distrito, Herbert Bande (arriba), era un jursta honesto ¥ decidido que después de haber eecuchado, durante no mas de cinco minutos, las scomendaciones, tanto de la ansa como de la acusacin, Semé la orden dol ingroso de Edward Gein en un manicomio, EL Upp COCHE My DE GEIN En ana aba de las proiedades do Gein, un misterioso postor pagé la exhor- bitante suma de setecientos sesemta d6- [zs por muraioro coche Ford de 98 ‘Hexposciode eos reafacangrass vo doses md rd nS, Wisconsin. Los visitantes de la feria anual aed neon COU a cts en lene eta poriaba los muertos, Eté aqui, El coche Junto con ésto los psicélogos del Hospital ‘establecieron que Gein padecia un trastor- rho emocional que le Nevaba a comportarse en algunas ocasiones de manera irracional, pasando luego por periodos de mis calm# durante los que sentia remordimientos. Descubrieron también que su desarrollo sexual y emocional se habia producido muy tardiamente por culpa de la represién ejer- 2 de Gein, ahoralimpio, con una fal- ba de sangre en el asiento de fe rasgo de ingenio de un tal Gibbons, esiaatraccinitinerante, rohbida pr las utoridades. 932 Bernice Worden y Mary Hogan «no eran buenas mujeres. Nolegé a decir que mere- cieran la muerte, pero sf que estaban desti- nadas a morir de forma violenta y que 61:00 cera mas que el instrumento para realizalo Con respecto a los eadsveres mutiados, Gein confes6 que en una ovasién creyé que pouiria devolver la vida a eu madre median peer I sheriff Art Schley (asta), el hombre que hizo los primeros descubrimientos en la granis, conduce personalmente a Gein al ‘hospital Central del Estado en Waupun, Alle dieron una pequenta habitacién desamueblada donde ‘ocupabs su tiempo con un sinfin de ‘areas domésticas. te-elcuerpo de otra mujer; y se sitio muy. defraudado cuando su plan fracas6. ‘También coments que en los aiios poste: sores ala muerte de su madre habla sult do alucinaciones; hablaba de «extranos olo res» que seguia pertbiendo incluso en el hhospital Central del Estado. Cuando le pr- untaron que tipo de olor era aquél, contes- 16: uHluele 4 came humana.» Diagnéstico: locura F118 de disiembre, los médicos que le ha- bian examinado ce reunieron para reviser caso, bajo la direccién del Dr. Edward F. Schubert, director del hospital. Conciu- yyeron que Gein estaba loco y que por cons ‘guiente no estaba en condiciones de asistr un jucio. Decidieron que permaneciera en cl hospital hasta Navidades y se enviaron los informes de los psicGlogos aa ofcina del fis- general, Gein comparecis ante el juez Bunde la na del 8 de enero de 1958 y sentado cl banguilo de fos acusados escuchs impa- = comiendo chicle, el testimonia de tres pers psicdlogos entre Jos que se encon- ubert. Después de escucharlos, los vecinos del condado de ‘Waushara inspeccionan la ‘propiecied de Gein en marzo de 1956, antes de que se propusiera subsstala. A los ciudadanos de Plainfield les escandalié que el dia establecido pare la suhasta fuese una fiesta religiosa, Finalmente, 20 tomaron la justicia ‘Por su mano y quemaron la siniestra granja. 1 juez no dud6 en aceptar las recomenda- ciones de los expertos, y Edward Gein fue internado en el manicomio del Estado por tiempo indefinido. La decisiin levants una oleaa de protes- tas entre os habitantes de Plainfield, enfu- rrecidos por el hecho de que el hombre que habia convertido su ciudad en una pesadilla no ibaa ser juzgado. En un intento de apla- car su fra, el fiscal general, Walter Honeck, ceseribi6 una carta en la que decta que einer zamionto de Gein no excliaautomaticamen- tela posiblidad de un juicio en el futuro y ‘gue se le exarinariacon regulariad fin de ccomprobar si se producia una mejorfa en su estado. En marzo, cuando parecia que las aguas volvian a su cauce, de nuevo se enctespa- ron los dnimos, Cuando se anuneis que todas las propiedades de Gein ban a ser vendidas en pblica subasta y que los posibles com- pradores podria vsitar la graja previo pago Ge cincuenta centavos, pago necesario para evitar posibles micones. En vez de pensar aque esto les beneficara, los habitantes de Phinfeldinterpretaron que esta subasta, que tendria lugar el 30 de marzo, Domingo de ‘Ramos, suponia una afrenta a sus conviccio- nes religiosas. Finalmente, la subasta aunca tuvo lugar. La noche del 20 de marzo, un pueblo en tero vio cémo la granja de Gein ardia en Tamas, lo que muchos vecinos interpreta ron como la manifestaciin de I justicia di vina. Entre los alt reunidos estabe Frank, lhijo de Bernice Worden. Nunca se supo Gein preferia las . *- mujeres de avanzada edad y de complexién fuerte, pero muertas EL JUEZ ROBERT H, GOLLMAR (qué 0 quign provoed el incendio y el nico comentario de Gein al respecto fue: «Pues vale.» Mas restos Pero a historia det wcarnicero» tin no habia, terminado. En mayo de 1960 unos perros {que husmeaban por lo que antes habia sido Ia siniestra grania de Gein, deseubcieron un montén de huesos humanos: una pelvis y Ihuesos de manos y piernas. Ast pues, tras cexaminar todos los restos encontrados, la cuenta total de las victimas de Goin ascen- dia a quince cadéveres, inchayendo los dos de las vitimas asesinadas, Bernice Worden y Mary Hogan. En su nuevo «hogar», Gein mejor6 y fue 1 prisionero modelo, Se levaba bien con sus suardianes y, a diferencia de os otros inter nos, nunca necesité sedantes. También demosted tener gran habildad en ls trabe jos de artesania de la prision, y con el peque- fio salaro que tenia se compré una radio de 933 934 IMITANDO Nery A GEIN En 1979, un afio después de que Gein fuese trasladado desde el hoy desapa- recto hospal Cental ol sa a Tatu Mendota so product eet Aiko Uo ord 86 afios, Helen Lows, fue hallada muer- enn onic eae Pema ees attanceon los ose euer0 aldo ae te ae Tana Ferris he atest: slermen En ett acide cond tear on lies Coral de Ee feo, Mado ‘Smith dijo a la policfa que mientras ene ee eee abate ete ectcras Slol quefio Eddie Gein». onda corta, convirtiéndose en una especie de wradioticionado Listo para el juicio Enenero de 1968, e!juez del distito, Robert Gollmar, recbié una carta de las autorida- des del hospital en la que decian que, en su opinién, Gein estaba ahora eapacitado para asisir al juicio. A pesar de que Gollmar, al revisar el caso, pens6 que dicho juicio seria ‘una pérdda de tiempo y dinero, sentia que ‘era su deber responder a las garantias que el fiscal general, Honeck, habia dado a los habitantes de Plainfield, Por tanto, autorizd los procedimientos necesarios para seguir adelante El juicio, que tavo lugar en noviembre y ‘que dur6 tan sélo una semana, trataba de cestablecer, desde el punto de vista dela ley Gein ex escoltado al interior de! hospital Central del Estado, on Wanpun, Wisconsin (zquierda), donde permanoci6 durante veinte affos de su vida. Ed Gein ‘comenté a los médicos que le ‘atendian que ora fois ali, (pero afladi6 nque algunos ‘pacientes estaban ligeramente ‘perturbads americana, si, en primer lugar, Gein come- 1i6 0 no un asesinato, y en segundo lugar, silo hizo, si estaba o n0 lo suficientemente ‘cuerdo para saber lo que hacia. Por primera ver, e! jurado y el pablico ban a sertestgos de ls terrible descubrinien- ‘tos que se realzaron en la grania de Gein, Inocente y culpable El jurado oy6 el testimonio de numerosos psicdlogos que relataron por segunda vez las entrevistas que habfan mantenido con el acusado; y, con respecto al asunto de las profanaciones de tumbas, se volvié a repe- tir que no era consciente de haber hecho algo malo. El veredicto no sorprendis a nadie. Gein ‘eraala ver culpable y no culpable. Culpable Ge asesinato y no culpable debido a su ani- fiesta locura, Gein se mostré tranquilo y sumiso duran- te todo el uicio. Después de que eljuez Gol- mar ordenara de nuevo su internamiento en (AENED, GIGIN 3.35 CAR) pe STE THe CAR ‘Cuando en julio de 198, Bunny Gibbons hizo del caso Gein un buen negocio comprando su coche Ford y ‘exhibiéndolo (arriba), des mil personas agaron veinticinco centavos cada una or echar un vistado al coche «del Jadrén do cadéverosy. El show fue suspendido por las autoridades. el hospital, declaré cerrado el caso, A com: tinuacin, Bdward Gein se levants del baa- ull y salié de i sala entre una nube de reporteros y fotdgrafos. El warnicero» de Plainfield regresaba a su casa en el hospital Central del Estado, en Waupun. CONCLUSIONES 1 En febrero de 1974 se elevé ‘ura peticion en el juzgado del ccondado de Waustara pidiendo que, después do 16 afos ce inter- namiento y dado que Gein habia recuperado por completo su ‘salud mental, ele permiiere salir ‘del manicomio, Despuésde estu- dia la peticio,o]juez del disti- to Gollmar pid al hospital para ‘enfarmos mentales del Estado ‘que se le practcara, de nuevo, ima serie de pruebas psicolégi- ‘cas cuyos resultados serian oidos cena sala al dia siguiente. 1 Antes de la audiencia, Gein ‘estuvo charlando amigablemente ‘con los reporterosallreunidos y les conté que deseaba ver algo ms de la visa y que planeaba dar Javuelta al mundo, Pero los exa- fo dactores que prestaron test- ‘oni al juez coincidiezon en que este psiobpata de avanzada edad no debia ser puesto en libertad, En 1974 Gein aquarda el ‘comienzo de le audiencia fen lz que se iba a cexamminar su peticion de abardonar el hospital Central del Estado, Uno de los doctores dijo que, aunque Gein parecia estar bastam- ‘te recuperado, en determinadas cireunstencas poi ocumir que Jaenformedad que habia patei- ‘dodurante antasafiosvolvioraa ‘presentarse; con lo cual el juez Golimar no tuvo otra eleccién que ‘rechazar la peticién de Gein, © Edward Gein murié por insu- ficiencia respiratoria el 25 de julio ‘de 1984 en el hospital geritrico paraonfermos mentales de Mex ova, en el que estaba internado desde 1978. Sus restos descansan ‘en una tumba sin nombre en el cementerio de Pineldallado de fa de su madre. 93s FASCICULO JINN i

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