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1. ANTECEDENTES.

1.1 GENERALIDADES.

La histología, como rama de las ciencias morfológicas, constituye un eslabón


indispensable en la cadena del conocimiento que permite al alumno conocer la
forma y estructura normales del cuerpo humano lo que cimentará las bases para el
buen entendimiento del comportamiento y cambios que sufrirá el organismo a
consecuencia de las enfermedades.

La histología es una ciencia morfológica que estudia y permite observar los


tejidos, las células y sus subestructuras. Los servicios que ofrece el laboratorio son
de utilidad en los estudios de tejidos animales y vegetales en las diferentes etapas
del ciclo de vida, para conocer la estructura tisular a nivel microscópico, su función y
su relación con los constituyentes bioquímicos.

“Un laboratorio es un lugar equipado con diversos instrumentos de medida o


equipos donde se realizan experimentos o investigaciones diversas, según la rama
de la ciencia a la que se dedique”.

En todo laboratorio de análisis, de síntesis o de investigación, existen riesgos


potenciales. Los accidentes pueden originarse por negligencia en la prevención, por
descuido durante el proceso o por circunstancias fuera de control. Para prevenir y/o
actuar después de un accidente es necesario seguir ciertas normas de seguridad.

1.2 RIESGOS EN EL LABORATORIO.

Se define como riesgo, la probabilidad de que se produzca daño a un individuo o


grupo en un área determinada.

Cualquier actividad humana lleva implícito un riesgo y los laboratorios


constituyen zonas en las cuales coinciden varios agentes altamente agresivos, tanto
para la salud humana como para las instalaciones en sí.

Todos los procedimientos pueden ocasionar riesgos, muchas veces


incalculables, que aumentan con la introducción de nuevas técnicas y equipos, así
como de productos químicos y biológicos. Además, debe tenerse en cuenta que en
los laboratorios trabajan personas con características individuales diversas y
diferente nivel cultural y educacional.

Son numerosos y variados los accidentes que pueden tener lugar en ellos y su
severidad varía desde efectos mínimos sobre los humanos o daños ligeros a los
equipos, hasta pérdidas de vidas o destrucción de instalaciones. Sin embargo, los
accidentes no ocurren por casualidad.

Son provocados por factores como la no-percepción del riesgo, el


desconocimiento de la forma de evitarlo, la imprudencia o negligencia, las

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distracciones, el cansancio físico o mental y la falta de medios de protección, entre
otros (o más a menudo, por combinaciones de estos factores).

Aunque no puede soslayarse la importancia del factor tecnológico, no cabe duda


que el factor humano es esencial. Además, el daño a los individuos no sólo está
asociado a los episodios accidentales, sino también a la exposición crónica a los
agentes nocivos (tóxicos, químicos, cancerígenos y radiaciones).

La seguridad en los laboratorios depende, ante todo, del conocimiento de los


factores de riesgo, la determinación de las medidas preventivas encaminadas a
evitarlos y la observación de una estricta disciplina tecnológica; pero las normas y
los manuales no serán suficientes sin una adecuada concientización del personal y
una voluntad de los niveles administrativos, dirigida al desarrollo de una mentalidad
preventiva.

Lamentablemente, hay un desconocimiento de la magnitud de los riesgos que


enfrenta el personal de los laboratorios y no existen mecanismos para la obtención y
los análisis de datos sobre este tipo de situaciones, que en su mayoría pasan
inadvertidas, a menos que sus consecuencias sean en extremo graves.

Esta es una situación que debe abordarse desde el punto de vista bioético: la
ética de la convivencia es un bien moral y como tal, debe ser estimulado. Existe un
compromiso moral no explícito del hombre ante sí mismo y hacia la comunidad, por
sus actos, que implica ante todo no perjudicar a los demás y, cuando se transgreden
o no se incorporan los hábitos del buen manejo de elementos peligrosos, se falta a
ese compromiso.

Se define como bioseguridad “el conjunto de medidas técnicas, ingenieras y


científicas, encargadas de proteger de los riesgos biológicos al hombre, a la
comunidad y al ambiente.”1

Como principios elementales tiene:

1. Técnicas y prácticas correctas de laboratorio.

2. Equipos de seguridad.

3. Diseño adecuado de las instalaciones de laboratorio.

Los agentes potenciales de riesgo para la salud en los laboratorios se clasifican


para su estudio en cuatro grupos:

1. Biológicos.

2. Químicos.

1De la Fuente T. E. Histología I. Disponible en:


www.uprm.edu/biology/cursos/biologiageneral/TPlab30. Acceso el 7 de marzo de 2010.

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3. Físicos.

4. Humanos y ambientales.

Las causas de riesgo biológico son:

1. Accidentes por punción.

2. Derrame de sustancias contaminadas.

3. Cristalería rota contaminada.

4. Trabajo con centrífugas, de forma incorrecta.

5. Mala higiene personal.

6. Contravenciones de las normas de seguridad más generales.

El trabajo del laboratorio requiere la manipulación de sustancias químicas que,


por sus propiedades, pueden resultar peligrosas para el hombre, para las
instalaciones y para el medio ambiente. Estas propiedades se clasifican en
explosivas, inflamables, tóxicas, corrosivas, irritantes y nocivas (cancerígenas,
mutagénicas y teratogénicas):

1. Explosivas: se consideran las más peligrosas. Se incluyen en este grupo no


solo las sustancias explosivas, sino también las sales metálicas, que por sí mismas,
en ciertas mezclas o cuando se exponen al choque, fricción, cargas electrostáticas o
al calor, pueden explotar, lo que tal vez provoque quemaduras al hombre o incendios
en los locales de trabajo. También se incluyen derivados del acetileno, compuestos
orgánicos, nitroso y nitro, peróxidos orgánicos, azidas y ésteres de ácido nítrico,
entre otros. Pueden ser explosivas, además, las mezclas de sustancias oxidantes
(nitratos, cloratos, perclorato, ácido nítrico fumante) con sustancias comburentes o
reductoras, por ejemplo, el ácido nítrico fumante reacciona con acetona o éter
dietílico de manera explosiva. De igual forma, deben tenerse en cuenta los gases en
el laboratorio, importante fuente de riesgo.

2. Inflamables: se subdividen a su vez en muy inflamables (líquidos con punto de


inflamación inferior a 0 ºC y punto máximo de ebullición de 35 ºC y mezclas de
gases que con el aire a presión normal tienen un punto de encendido) e inflamables
(líquido con punto de inflamación inferior a 21 ºC, peróxidos orgánicos, sustancias
sólidas que son fáciles de inflamar o de arder sin llama por la acción de una fuente
de encendido).

3. Tóxicas: pueden causar daños graves para la salud, a veces irreversibles, por
absorción única, repetida o de larga duración, por vía oral, dérmica o inhalatoria. Se
incluyen en este grupo las sustancias que desprenden un gas venenoso, en contacto
con agua o ácido, o bajo la influencia de otras sustancias. Con estas propiedades

3
están: el arsénico y sus combinaciones, el benceno, los cianuros, los éteres, los
fluoruros y el mercurio, entre otras.

4. Corrosivas: este término se usa para sustancias que pueden destruir los
tejidos vivos en el ser humano. Se incluyen los ácidos fuertes, álcalis y sustancias
que causan irritación y quemaduras en la piel, en los ojos o en el aparato
respiratorio, tanto por contacto como por desprendimiento de vapores. Además,
pueden atacar a otras sustancias como metales y madera (ácidos: clorhídrico,
nítrico, acético, sulfúrico; hidróxido de sodio o de potasio; sales de amonio
cuaternario, halógenos, hipoclorito de sodio, etc.).

5. Irritantes: capaces de provocar una reacción inflamatoria local en los ojos, la


piel o las vías respiratorias, que se mantiene como mínimo 24 horas, por lo general
sin afectación severa de los tejidos (el acetaldehído, el formaldehído y el metanol
son ejemplos de este grupo de sustancias).

Los agentes físicos pueden provocar daños considerables o, incluso, causar la


muerte al ser humano durante el trabajo en el laboratorio.

Los riesgos de este tipo se agrupan en:

1. Mecánicos:

a) Objetos que interfieren con el movimiento y pueden provocar caídas.

b) Objetos en movimiento (motores, centrífugas, compresores, etc.).

c) Objetos con energía potencial que se encuentran mal ubicados (en estantes
altos, por ejemplo, que pueden caer sobre las personas) u objetos sometidos a altas
presiones.

2. Térmicos:

a) Fuego (mecheros de Bunsen, por ejemplo).

b) Equipos que generan temperaturas muy altas o muy bajas (hornos,


congeladores).

3. Eléctricos:

a) Cables y equipos eléctricos defectuosos.

b) Ausencia de conexión a tierra.

c) Errores operacionales. Incluyen, además de la posibilidad de shock, la de


fuego, pues las chispas actúan como fuente de ignición. También los propios
equipos pueden sufrir daños serios.

1.3 MEDIDAS DE SEGURIDAD EN EL LABORATORIO DE HISTOLOGÍA.

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1. Memorizar la localización de los extintores y de cualquier otro tipo de equipo o
mecanismo para emplear en emergencias. Conocer el manejo y uso de los
extintores disponibles en el laboratorio y de los demás equipos de emergencia.

2. Muchos reactivos son tóxicos, algunos son sumamente tóxicos, otros como
las soluciones concentradas de ácidos o de bases fuertes, son corrosivos. En caso
de contacto con la piel, enjuagar inmediatamente el área afectada con abundante
agua. Si una solución corrosiva se derrama sobre la ropa, quitarse inmediatamente
el vestido y de ser posible ducharse.

3. No trabajar en el laboratorio si no se lleva puesta una bata de laboratorio, la


cual debe ser amplia, de tela gruesa, de manga larga y de puños ceñidos.

4. Usar siempre zapatos apropiados (cerrados). Nunca usar sandalias.

5. No consumir alimentos en el laboratorio, no ingerir líquidos en recipientes del


laboratorio, no fumar.

6. Tener cuidado al manipular recipientes de vidrio calientes, éste tiene el mismo


aspecto que el vidrio frío.

7. No oler los vapores que provienen de recipientes que contienen sustancias


volátiles. Cuando se requiera hacerlo, traer los vapores con las manos para percibir
el olor.

8. Nunca trabajar solo en el laboratorio. Mantenerse siempre acompañado, al


menos de otra persona.

9. Cuando se emplean o se producen gases tóxicos o corrosivos en un proceso,


este debe llevarse a cabo bajo una campana de gases.

10. No vaciar agua directa y rápidamente a una solución ácida o básica


concentrada. Cuando fuere necesario hacer diluciones, llevar a cabo la operación
vaciando lentamente al agua la solución concentrada a través de las paredes
interiores del recipiente que lo contiene y con buen agitación.

11. No botar los desechos (productos de las reacciones, reactivos sobrantes) en


las pocetas. Consultar con el profesor o con el técnico sobre el procedimiento a
seguir.

12. Los reactivos deben permanecer en su sitio original, no sobre las mesas de
trabajo. Ellos están clasificados y colocados de acuerdo con el grado de toxicidad,
de corrosividad, de inflamabilidad y de reactividad.

13. Cuando trabajan varias personas simultáneamente, las puertas de acceso al


laboratorio deben permanecer completamente abiertas. Trabajar siempre con el
cabello corto o recogido y sin joyas ni cualquier objeto que pueda colgarse.

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14. Los puestos de laboratorio y los sitios donde se encuentren los equipos
deben permanecer limpios y aseados.

15. En caso de incendio no debe cundir el pánico. El fuego localizado puede


intentar dominarse inicialmente con un trapo húmedo o con el extintor apropiado.

16. Cualquier accidente debe reportarse al encargado inmediatamente después


de ocurrido.

17. Deberán conocer la ubicación y uso de los equipos de seguridad tales


como: manta, extintores, botiquín de primeros auxilios, etc. De igual forma, deberán
conocer la ubicación de las salidas de emergencia y escaleras.

18. No se deben abrir las llaves de gas, vacío o de agua si no serán utilizadas.

19. De surgir alguna emergencia (fuego, escape de gas, etc.) deberá


abandonar el laboratorio a la mayor brevedad posible en estricto orden.

20. Mantener despejadas las mesas de trabajo y pasillos entre las mesas. El
laboratorio tendrá un área designada para dejar los bultos o mochilas.

21. Revisar que los microscopios sean dejados con el objetivo de menor
aumento y la platina abajo completamente.

22. No sentarse en las mesas del laboratorio.

2. OBJETIVOS.
2.1 GENERAL.

✔ Describir el laboratorio de histología y aplicar las medidas de seguridad dentro


del mismo.

2.2 ESPECÍFICOS.

✔ Definir el laboratorio de histología.


✔ Enlistar las medidas de seguridad que debemos seguir en el laboratorio de
histología.

3.CONCLUSIONES.

El laboratorio de histología es un lugar en donde se llevan a cabo diferentes


tipos de procedimientos que deben realizarse de forma segura. La comprensión de
las normas de seguridad en el laboratorio de histología son importantes para
minimizar el riesgo de que ocurra algún accidente que ponga en peligro la seguridad
personal de quienes trabajan en él y, por otro lado, la de los materiales e
instrumentos que se utilizan dentro de él.

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4.BIBLIOGRAFÍA.

 Barrera Santos, F. Histología con laboratorio. [Citado: 2010 Mar 06]


Disponible en: www.univalle.edu/laboratorios/medicina/histologia.htm

 Cortina Gómez, D. El laboratorio. [Citado: 2010 Mar 07] Disponible en:


www.medicina.umich.mx/index.php

 Junqueira Luiz, C. y Carneiro, José. Histología Básica. 6° ed.


Barcelona (España): MASSO; 2006.

 Montano Alcántara, P. La seguridad en el laboratorio. [Citado: 2010


Mar 06] Disponible en:
http://www.uprm.edu/biology/profs/navas/biol4016prontlab

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