ÍNDICE

Introducción .................................................................................................Página 2

La batalla de Madrid ...................................................................................Páginas 3-6

Desarrollo ..........................................................................................Páginas 3,4

Valoración .........................................................................................Páginas 5,6

La vida cotidiana ..........................................................................................Páginas 7-8

Formas de vida ..................................................................................Página 7

Ideologías ...........................................................................................Página 8

Conclusión .....................................................................................................Página 9

Bibliografía ....................................................................................................Página 10

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INTRODUCCIÓN
LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

La Guerra Civil Española es el conflicto bélico que estalló tras un fallido golpe de
estado de un sector del ejército contra el Gobierno legal y democrático de la Segunda
República Española.

La Guerra Civil Española dio comienzo en julio de 1936, cuando el Ejército, apoyado
por diversos sectores de la sociedad como empresarios, terratenientes e Iglesia, se
sublevó contra el gobierno de la II República al no estar
de acuerdo con las reformas republicanas. El
"Alzamiento" tuvo lugar el 17 de julio a cargo de
Francisco Franco, quien desde Islas Canarias comenzó
sus desplazamientos hasta alcanzar el continente y
disputarse, en prolongados conflictos, el poder de la
capital española: Madrid.

Francisco Franco

La singularidad de la Guerra civil española fue que grupos civiles, tratando de defender
un ideal de nación manifestado en la II República, se organizaron en un ejército que
llevaba entre sus combatientes a grupos de distintas edades, ocupaciones e incluso
diferentes ideologías. Este último punto se considera uno de los más difíciles de discutir
pues, aunque los republicanos funcionaron en un principio al mando de Largo Caballero
y después de Juan Negrín, cada grupo ideológico tenía ideas distintas sobre cómo
habrían de darse las estrategias de guerra. El gobierno de la república, presidente y
gabinete, no pudieron intervenir directamente en el conflicto, sino mediante jefaturas
dirigidas por los líderes ya mencionados.

La Guerra civil tuvo, como todo conflicto, dos partes encontradas que de modo
independiente luchaban por mantener el modelo de sociedad que mejor les parecía.
Algunos investigadores afirman que la lucha interna de España representó la lucha que
internacionalmente acontecía entre los distintos sistemas de gobierno: socialista,
capitalista y fascista. La repercusión del conflicto también traspasó las fronteras de
España, por lo que se hizo un asunto de carácter internacional. Ante esto la mayoría de
los países adoptaron una política de “no-intervención”. Hitler desde Alemania, y
Mussolini, desde Italia, otorgaron apoyo a los franquistas para continuar la lucha. Los
republicanos recibieron durante un tiempo apoyo de la Unión Soviética y de un gran
número de ciudadanos de distintas partes del mundo que, al agruparse en las Brigadas
Internacionales, lucharon por los ideales republicanos y se opusieron al fascismo que
poco a poco parecía adquirir más poder.

La terrible guerra concluiría el 1 de abril de 1939 con la victoria de los rebeldes y la

instauración de un régimen dictatorial de carácter fascista, a la cabeza del cual se situó
el general Francisco Franco.

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LA BATALLA DE MADRID
DESARROLLO

En la noche del 17 de julio llegaron a la capital las primeras noticias sobre la

sublevación militar iniciada en el protectorado español de Marruecos. Los sublevados
pretendieron conquistar la capital, previendo tomar en los primeros instantes los
principales puntos y nudos de comunicación que posibilitasen enviar columnas armadas
a Madrid para unirse a las tropas rebeldes de la capital y terminar así con el gobierno del
Frente Popular.

Sin embargo, desde el primer momento, y pese a la gran confusión reinante, se puso de
manifiesto la resistencia del pueblo madrileño ante los insurgentes. Madrid se convirtió
en el escenario que transformó un pronunciamiento en guerra civil, dado que los
intentos sublevados por tomar la capital fracasaron una y otra vez, siendo el máximo
exponente de esto la larga batalla de Madrid, entre noviembre de 1936 y la primavera de
1937, en varios escenarios como el Manzanares o el Jarama.

Desde octubre de 1936 Madrid empieza a entrar de lleno en el conflicto bélico. La

desorganización militar y política de la España
republicana hizo imparable el avance de las
tropas legionarias y de los regulares desde Cádiz,
pasando por Extremadura y Toledo, hasta las
mismas puertas de Madrid. A pesar de los
intentos de contraofensiva y de la formación del
Quinto Regimiento de Milicias Populares, como
primer embrión de un ejército popular
organizado, las tropas del general Varela fueron
conquistando los pueblos lindantes con la capital
hasta su llegada a las riberas del Manzanares y a
la Casa de Campo el 5 de noviembre de 1936.

No obstante los milicianos eran incapaces de maniobrar en campo abierto, con una
defensa improvisada y carente de empuje. Frente a ellos, se encontraba un ejército
disciplinado, organizado, feroz y resistente, que cumplía las órdenes con una coherencia
que les hacía muy superiores a la improvisación de sus oponentes. Sin embargo en
Madrid, los nacionales encontraron una resistencia tenaz de un pueblo motivado bajo el
lema ¡No pasarán!

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La batalla de Madrid fue escenario de la lucha entre el fascismo y la libertad. En uno y
otro bando se sumaron efectivos materiales y humanos procedentes de otros países. En
lo técnico, el bando nacional se hizo con cazas italianos y alemanes, convirtiéndose así
en los dueños del aire; pues ante ellos los anticuados aviones republicanos no tenían
nada que hacer.

Los mandos rebeldes decidieron, tras el fracaso del ataque frontal sobre la capital,
asfixiar a Madrid mediante ataques por los flancos,
tomando los principales nudos de comunicación y
posibilitando así su aislamiento y posterior ataque
decisivo.

Madrid también fue el escenario final de la guerra.

Se produjo lo que se ha denominado "la guerra
civil dentro de la guerra civil", iniciada el 5 de
marzo de 1939 con la definitiva fractura del bloque
republicano.

Bombardeos en Madrid

A partir de ahí todo se precipitó. La idea de una paz negociada se hizo imposible. La
pasividad de la población, creciente en esos momentos, es lo más llamativo de la fase
última del conflicto en la ciudad, que contempló con perplejidad y desgana el final del
enfrentamiento. El 28 de marzo de 1939 las tropas de Franco entraban en la ciudad,
mientras miles de madrileños huían hacia los puertos de Levante para buscar la salida
del país.

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VALORACIÓN

Muchos tipos de males acarreó la Guerra civil y todos ellos son, naturalmente males
sociales. Hoy se impone la idea de que los costos de la guerra no estriban sólo en las
pérdidas reales, sino en las ganancias que, por culpa de ella, dejaron de producirse. Por
costos sociales hemos de entender, pues, las perturbaciones en la estructura, en el tejido
social, los recursos desviados de sus fines convencionalmente naturales, incluso la
destrucción de bienes de consumo inmediato que trae consigo una guerra.

Paulatinamente, según transcurría el conflicto, el espíritu ciudadano de la época de la

batalla de Madrid daba paso a una desmoralización progresiva conforme las noticias de
otros frentes anunciaban las sucesivas derrotas del ejército republicano. A ello ayudó,
sin duda, el continuo desabastecimiento de la ciudad y a la ineficacia de las
instituciones, que fracasaron en los diversos frentes de la política municipal.

Uno de más los graves problemas que asolaron Madrid en guerra fue sin duda el
abastecimiento de la población. Fue uno de los grandes asuntos que tuvieron que
afrontar los gobernantes, y mucho más grave en el caso
republicano, ya que la zona republicana estaba claramente
en desventaja, siendo deficitaria de productos básicos. En
relación directa con la escasez, la elevación de salarios y la
baja productividad, propició que se desencadenara en
Madrid, como en el resto de la España republicana, una
subida general del nivel de precios iniciada por los
productos alimenticios. El control de los precios y la
represión del fraude se convirtieron en otra de las grandes
preocupaciones de los gobernantes republicanos, fijándose
unas tasas oficiales de los precios. Sin embargo, el
almacenamiento y ocultamiento de víveres con fines
especulativos y el consiguiente fraude de precios
desembocaron en el contexto de la extremada escasez en un
abusivo mercado negro donde los precios de artículos de
consumo adquirieron cifras desorbitadas.

A nivel individual, se despertó ante situaciones tan críticas la agudeza del ingenio y la
picaresca incluyendo el falseamiento de cartillas de abastecimiento, la duplicidad de las
mismas o la utilización de las correspondientes a fallecidos o evacuados. Las largas y
casi permanentes colas a la puerta de los establecimientos de las grandes ciudades
fueron una imagen cotidiana.

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Y bien, estos hechos quedan perfectamente plasmados en la película Las bicicletas son
para el verano, ya que el desarrollo de ésta transcurre en Madrid capital. Poco a poco,
vemos como los vecinos de un bloque de pisos van siendo informados acerca del
estallido de la guerra y de su evolución, gracias a la gran transmisora de información del
momento, la radio, la cual juega un papel esencial en la obra. Por ella la familia de don
Luís, familia la cual funciona de hilo conductor entre la vida cotidiana madrileña y los
sucesos bélicos, se hará conocedora del desastre que se aproxima. Los efectos acústicos
nos sirven de ayuda para meternos en la historia que nos están contando, el ruido de
disparos, el tableteo de ametralladoras, los golpes en la puerta, etc., son indicios de la
gravedad de la situación que se está dando en el exterior del edificio.

Dicha familia y sus convecinos, pues todos ellos conforman el abanico de personajes
que protagonizan la película, se convertirán en fieles testigos de los bombardeos que
desde el aire sufre la capital madrileña, encontrándose en algún que otro momento
cercanos a la muerte. Por ello, casi la totalidad de la obra se representa en espacios
interiores, concretamente dentro del edificio de vecinos, en las distintas viviendas y en
el sótano; cabe decir que esto viene dado a causa de la intención del autor, quien no
pretendía expresar el tema histórico de la guerra sino reflejar el conflicto en lo que
respecta a los aspectos económicos e ideológicos.

Así mismo, estos personajes reflejan la penosa situación de hambruna y

desabastecimiento en que se encontraba el pueblo madrileño durante el tiempo de
guerra; llevando a cabo alguna que otra picardía para así, siguiendo un instinto egoísta,
abatir ligeramente la terrible sensación de hambre (un ejemplo claro de tales picardías
es el hecho de que todos los miembros de la familia tomen día a día y a escondidas una
pequeña cucharada de lentejas directamente de la cazuela, ya que con su ración no
tenían suficiente para saciar el hambre).

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LA VIDA COTIDIANA

FORMAS DE VIDA

Pese a los muchos esfuerzos de todos los miembros de la familia por continuar con su
vida cotidiana los acontecimientos se imponen y todos conocerán las penurias y
necesidades que se derivan de una situación parecida, y todo esto queda reflejado
perfectamente en el film, ya que éste afronta el tema de la guerra desde una visión
humanista.
Y es que, tras el estallido de la guerra la vida de los españoles cambió por completo; en
Las bicicletas son para el verano esto queda plasmado en la familia de don Luís, pues
todos sus miembros, pertenecientes a la pequeña burguesía, se ven prácticamente
obligados a un continuo encierro dentro del hogar por temor a poder ser asesinados en
cualquier esquina. No obstante, las gentes deben seguir desempeñando sus respectivos
trabajos, pues ante todo hay que conseguir dinero para cubrir las necesidades. Y será de
este modo, desempeñando su trabajo, como perderá la vida Julio (ya casado con
Manolita) al ser bombardeado su negocio. Don Luís por el contrario, decidirá adueñarse
de las bodegas en las que laboraba para crear así un sindicato de trabajadores,
dedicándose a éste en cuerpo y alma durante la guerra. La madre de familia, en este caso
doña Dolores, seguirá desempeñando su labor en la casa
como defensora del hogar y de su familia; y se esforzará
al máximo para intentar continuar con la vida cotidiana,
sin que en la casa se hagan notar la falta de
abastecimiento y de esperanzas.

Los demás personajes también verán sus vidas truncadas,

pues de alguna forma u otra se verán grandemente
afectados por la guerra y sus terribles consecuencias.
Además de verse todos ellos faltos de suministros y
abastos, la guerra cambiará sus respectivos modos de ver
y comprender la vida; un ejemplo lo suponen el
matrimonio de ancianos, quienes descubren no estar ya
enamorados, por lo cual deciden divorciarse, no obstante, tras el establecimiento del
régimen franquista, su divorcio se verá invalidado por las nuevas leyes; otro ejemplo de
cómo la guerra afectó a los españoles lo supone el joven Luisito, quien se ve obligado a
madurar quizás de modo precoz, pues cuando antes de la
guerra sus mayores preocupaciones eran los amoríos y la
popularidad entre sus amigos (pues era eso lo que quería
conseguir mediante la bicicleta), al término de ésta, el
adolescente queda ya caracterizado como adulto, pues se
responsabiliza de la situación haciéndose cargo de ella,
sabiendo que debe renunciar a sus estudios universitarios
para comenzar a trabajar, y así aportar un sueldo más al
núcleo familiar. Pues bien, sobra decir que la guerra, en uno
u otro sentido, cambió a todos los que la padecieron.
Luisito contemplando
la tan deseada bicicleta

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IDEOLOGÍAS

En lo que respecta a los ideales políticos cabe decir que se nos muestran más
abiertamente hacia la mitad del transcurso de la película, es decir, durante la guerra. Es
en esos momentos cuando quedan perfectamente evidenciadas las esperanzas de cada
uno de los personajes.

Don Luis se adapta a los hechos que van sucediendo durante la obra, y analiza el futuro
de modo realista. Esta actitud queda reflejada cuando invita a su hijo Luisito a salir a la
calle afirmando que “hay que hacerse a las circunstancias y vivir”. Es don Luís un fiel
republicano, por eso, cuando la guerra estalló, se adueñó de las bodegas en las que
trabajaba y creó un sindicato de trabajadores. Por ese mismo motivo sería juzgado y
condenado tras la guerra. Así mismo, Luisito fue formando sus ideales republicanos
durante el transcurso de la guerra; continuando así con las ideas de su padre.

No obstante, por el otro lado nos encontramos con María Luisa, quien se muestra a
favor del régimen franquista y a doña Dolores, de quien podemos adivinar que es devota
falangista.

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CONCLUSIÓN

Las bicicletas son para el verano es el resultado de una perfecta conjunción de

elementos. Todo está simbólicamente predispuesto, pensado con pulcritud y puesto en
escena de modo magnífico.

Y bien, en primer lugar debe ser tratado el propio título de la obra, ya todo él es una
metáfora, en la cual las bicicletas simbolizan la
diversión, la juventud, la popularidad...; siendo
el verano alegoría de libertad, de tiempo de
paz y de felicidad. Y esto queda fácilmente
identificable gracias a la última frase
mencionada en la película por don Luís: “Sabe
Dios cuando habrá otro verano”, sin duda
refiriéndose a una nueva época de paz y
abastecimiento.

A continuación comentaremos la escrupulosidad con que fueron elegidos los espacios,

pues únicamente al comienzo y al final de la película (que se corresponden con el
prólogo y el epílogo del libro, respectivamente) aparecen espacios abiertos, haciendo así
referencia al comienzo y al fin de la guerra. En ambos momentos nos encontramos ante
el mismo descampado de los alrededores de Madrid. No obstante, al principio podemos
observar zonas arboladas, edificios a medio construir y oír el canto de los pájaros y los
motores y las bocinas de los escasos coches que van hacia las afueras. De forma
antitética, al término del film, vemos los grandes cambios que ha sufrido ese lugar, pues
los edificios han sido destruidos, hay trincheras y nidos de ametralladoras, etc. Ahora
ese descampado es un fiel reflejo de las consecuencias bélicas.

Y bien, el núcleo de la obra, como ya se comentó ut supra, está emplazado únicamente

en lugares interiores, bien sean los distintos hogares de los vecinos del edificio, o el
sótano de éste. Esto está justificado a causa del pavor que sienten los personajes ante la
idea de poder ser bombardeados en las calles.

Así mismo, se debe mencionar que a lo largo de la película aparecen diversas escenas de
carácter irónico, pues precisamente al comienzo aparecen Luisito y su amigo Pablo
expresando su convencimiento de que aquí, en España, no podría haber nunca una
guerra; y a los pocos días comenzará el terrible conflicto bélico.

Por todo ello Las bicicletas son para el verano podría quedar definido como uno de los
mayores representantes, en lo que a films se refiere, de lo que fue la Guerra Civil
Española.

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BIBLIOGRAFÍA

Introducción de la obra de teatro por Eduardo Haro Tecglen

http://www.wikipedia.org

http://www.todocine.com

http://www.filmaffinity.com

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