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GENARO W ONG MONTOYA rap.ffyl@gmail.com

DEL MITO A LA RESISTENCIA: LOS HOMBRES DE MAÍZ (UN ANÁLISIS


COMPARATIVO ENTRE EL POPOL VUH Y LOS RELATOS DE EL VIEJO ANTONIO)

“[…] porque las gentes de maíz, los hombres y mujeres verdaderos, no tienen rostro…”
Subcomandante Insurgente Marcos

Mito; concepto definido como la narración de carácter ficcional que está situada
fuera del tiempo (pero conservada dentro de la memoria histórica) que es
protagonizada por divinidades. Suele interpretarse como una narración que habla
sobre la creación del mundo o como la genealogía de un acontecimiento de suma
relevancia para una cultura1. El mito entonces, es una narración fantástica2 que
muestra la forma en que una situación se convierte en un referente obligado para
una cultura (o al menos, para la huella que esa cultura deja[ó] en la historia). La
mitología maya no escapa de esta categorización: me refiero a que el mundo
maya está basado en las historias vivas que muestran modelos de conducta3.
El libro Popol Vuh puede ser entendido como un mito4: un libro en el cual los
antiguos Quichés trataban de dar una explicación a los sucesos pasados por
medio de un relato fantástico. ¿Pero qué pasa cuando la tradición oral mantiene
en constante devenir al mito y de pronto este se encuentra cumpliendo otra
función? ¿Qué sucede cuando el mito deja de ser un proceso fundacional, para
convertirse en una fuerza liberadora, en una fuerza creadora de insurrección? A
continuación responderé a esos cuestionamientos por medio de un análisis del

1
Cf. “Mito” En el Diccionario de la lengua española. [en línea].
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=mito (consultado el 07 de mayo de 2010
18:37 hrs.)
2
Vale la pena resaltar el carácter de fantasía que Mircea Eliade le da al mito: muchas veces el mito se
manifiesta como una historia plagada de ensoñaciones y situaciones ficcionales. Lo importante es resaltar al
mito como una narración viva que crea modelos de vida (por ejemplo: los modelos de vida expuestos en la
biblia e incluso en el mismo Popol Vuh).
3
Entiéndase como una ética primigenia, como un tratado de lo bueno y lo malo (es decir, como un ejemplo
de vida).
4
O como un proceso previo a la filosofía.
2

mito de la creación de los hombres en dos fuentes: el Popol Vuh (de ahora en
adelante: PV), y los Relatos del Viejo Antonio (de ahora en adelante RVA).

ESQUEMA GENERAL DEL MITO


De primera mano, el mito de la creación de los hombres es una narración en la
que se cuenta cómo los dioses mayas5 se encuentran solitarios y deciden que
exista una entidad que los acompañe; dicho de otra manera: los dioses buscan un
correlato humano para completarse. Los dioses realizan varios intentos hasta que
consiguen un hombre cuasi perfecto6. Ellos ensayan con varios materiales hasta
que deciden hacer al hombre de maíz, el cual es el hombre que los convence para
ser EL hombre (me refiero a que es visto como una entidad superior con respecto
a otras entidades creadas por los dioses mayas). Los dioses se rigen por un
precepto importante en el mundo maya (ya sea antiguo o moderno7): el acuerdo. A
continuación analizaré más a detalle el mito.

SOBRE EL INICIO DE LAS COSAS


El mito debe estar situado en algún espacio geográfico; el mito de la creación
de los hombres no está exento de un territorio en el cual se desarrolla. Lo curioso
de dicho lugar, es que es dibujado como un espacio semejante a la tierra que
conocemos, solo que ordenado de una manera diferente: “No había nada que
estuviera en pie; sólo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No
había nada dotado de existencia”8. Ésta tierra “primera”, es un espacio solitario,
tranquilo, carente de vida. Tener un mundo sin vida es sinónimo de calma;
compréndase que la tranquilidad de este espacio es posible gracias a que no
existe vida dentro de él (el movimiento es la ausencia de tranquilidad, y este
movimiento es generado por los hombres). El PV inicia con la siguiente aclaración:
“Ésta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio;

5
En el caso del PV son Tepeu y Gucumatz, en el caso de RVA sólo se menciona a los “siete dioses más
primeros, los que crearon el mundo”.
6
¿Por qué cuasi perfecto? Porque este hombre es limitado en sus capacidades. Lo analizaré más adelante.
7
Es importante resaltar que este trabajo mira al mito desde dos épocas distintas: el siglo XVI en el que el PV
es escrito, y el siglo XX en el que el mito es retomado por el Subcomandante Insurgente Marcos.
8
ANÓNIMO, Popol Vuh, p. 23
3

todo inmóvil y callado, y vacía la extensión del cielo”9; RVA inicia con una
advertencia similar: “Cuando el mundo dormía y no se quería despertar”10. Ambos
relatos mantienen un rasgo en común: es necesaria la tranquilidad para que el
mundo pueda devenir (lo cual indica que la calma en ese espacio, es condición de
posibilidad para éste pueda acaecer). El mundo existe estático y los dioses
deciden ponerlo a funcionar; esto lo llevan a cabo, porque su fin último es crear la
vida. En un ambiente húmedo, hostil y oscuro es imposible que organismo alguno
se desarrolle. En pocas palabras: en un mundo en calma no existe el tumulto de la
vida. El espacio primigenio se necesita apacible para que sea deconstruido por la
divinidad; posteriormente será reconstruido y configurado (¿reconfigurado?) de tal
manera que el hombre tenga cabida en él. Hay que aclarar que dicha área ya
existía, es decir: ya había sido creada aunque no se especifique cómo dentro del
mito. Puede intuirse que fue creado para albergar a los dioses y a sus creaciones.
No importa que la acción del mito no se haya desarrollado aún; el lugar existe y no
parece necesario saber cómo fue creado.
Ya se tiene un espacio para albergar creaciones, pero no es lo único que se
necesita para crear un correlato humano. Me refiero a que antes de crear al
hombre se necesita acordar que éste debe existir: “[…] los grandes dioses hicieron
su asamblea para tomar los acuerdos de los trabajos y entonces tomaron acuerdo
de hacer el mundo y hacer los hombres y mujeres”11. El acuerdo parece ser la
pieza clave en la configuración y reconfiguración de las entidades humanas: en el
contexto actual maya12, el acuerdo es la piedra angular de las relaciones sociales:
se acuerda para comer, se acuerda para trabajar, se acuerda para relacionarse,
se acuerda para existir; el apalabramiento13 es fundamental para entablar
cualquier tipo de relación. En el contexto maya antiguo el contrato no parece ser

9
Ibidem.
10
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Relatos de el Viejo Antonio, p. 19
11
Ibidem.
12
A saber: el de las comunidades indígenas que conforman al Ejército Zapatista de Liberación Nacional
(EZLN)
13
Coloquialmente se entiende al acuerdo como un trato entre entidades que no tiene una gran fuerza. El
apalabramiento suele ser entendido como un trato de mayor poder dado que de por medio está el honor
que conlleva exponer la palabra. Utilizo ambos términos como sinónimos sin tomar en cuenta los matices
culturales o legales que dichas palabras implican.
4

tan radical: el PV nos habla de que hay momentos en los que hacer acuerdo es
importante, sin embargo, hay momentos en los que las decisiones no se forjan
bajo un acuerdo14. No obstante, la creación de los hombres en el PV es extraída
de un acuerdo entre la divinidad:

[…] hablaron entre sí Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí


y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento.
Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando
amaneciera debía aparecer el hombre.15

En ambos relatos, el hombre es una marca en la historia que resulta de un


proceso que involucra a la palabra, al entendimiento y a la introspección de los
creadores. El correlato humano ha sido decidido, pero necesita un hábitat propicio
para desarrollarse. Ahora bien, los matices entre las dos maneras de narrar el mito
reflejan el contexto por el que están envueltas dichas narraciones; me refiero a
que los dioses mayas dibujados por el Subcomandante Insurgente Marcos, son
entidades divinas que exponen su lado humano; los dioses del PV son entidades
divinas con más magia e irascibilidad. Esto se muestra claramente en la creación
del hábitat para el hombre (en RVA):

No había tierra, no había luz, no era bueno el mundo. […] Y entonces los
dioses sacaron acuerdo de ponerse a soñar juntos y llegó en el acuerdo de su
corazón de soñar la luz y la tierra soñar [sic] 16.

Y en PV:

¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y se desocupe [el
espacio], que surja la tierra y que se afirme! […] Luego la tierra fue creada por
ellos. Así fue en verdad como se hizo la creación de la tierra: –Tierra! Dijeron
y al instante fue hecha [sic]17.

14
Aquí es importante manejar la idea de las dualidades. Por ejemplo: Tepeu y Gucumatz (o Hun-Hunahpú y
Vucub-Hunahpú, entre otros) parecen ser entidades separadas que realizan acuerdos (entendidos como
acuerdos comunales). La teoría de que estas dualidades en realidad son complementos de una sola entidad
parece destruir el concepto de acuerdo comunitario.
15
ANÓNIMO, Op. Cit., pp. 23-24.
16
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 34
17
ANÓNIMO, Op. Cit., p. 24
5

Los dioses de RVA son humanizados para mantener el relato ad hoc con las
comunidades que conforman el EZLN, es decir: no podrían ser dioses autoritarios
que plantearan un mundo basándose en decisiones individuales. El mito debe ser
estructurado de tal manera, que la población al cual va dirigido se sienta
identificado; esto genera cohesión y le brinda poder al relato. Los dioses del PV
tienen un carácter místico, es decir, el acto del habla genera situaciones fácticas
(el habla es un acto que inmediatamente modifica el entorno). No se necesita un
acuerdo (al menos no explícito18) para poder crear. El relato Quiché muestra una
desconexión (no total) entre lo divino y lo mundano: los dioses entablan
conexiones incomprensibles para el hombre y deciden; el relato Zapatista refleja
un trabajo de reflexión sobre la palara que va a ser difundida a la población:
equiparar a la divinidad con lo mundano para que hombre19 se conecte con la
lucha de un movimiento en resistencia.
Una vez realizados los acuerdos necesarios (la configuración del mundo, la
decisión de crear a los hombres), es menester darle un espacio al correlato
humano. En el PV existen intentos fallidos de creación, es decir, los dioses crean
animales, pero estos carecen de entendimiento y lenguaje, por lo cual no son
candidatos para establecer una correlación. Por ende los dioses “[…] quisieron
probar suerte nuevamente, quisieron hacer otra tentativa y quisieron probar de
nuevo a que los adoraran”20. Establecer una correlación basada en ensayo y
error, deriva en la ira de los dioses: Y entonces los dioses se quedaron solos, y
cuando pasó su enojo se dieron cuenta de que solos estaban y grande fue su
pena de estarse solos [sic]”21. Los dioses hacen explicita la necesidad de contar
con un protegido, con una entidad dotada de racionalidad que los adore, que los
ofrende y tribute. Importante es mencionar que la divinidad maya crea de manera

18
Parece ser que el acuerdo es parte de una conexión mística, es decir: la divinidad no necesita apalabrarse
para estar comunicada. Nótese que el dualismo influye de nuevo: si las divinidades son diferentes rostros de
una sola entidad, la comunicación verbal es innecesaria.
19
El hombre que escucha o lee el relato
20
Ibid., p. 27.
21
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 34
6

ególatra, a saber: crean porque lo necesitan, porque les hace falta un otro que los
complemente: “[…] ¡hagamos al que nos sustentará y alimentará!”22.
El hombre está planeado y decidido. Lo restante consiste en llevarlo a cabo.
SOBRE LA CREACIÓN DE LOS HOMBRES
El ensayo de creación de los primeros hombres se centra en materiales
diferentes (según cada relato). En PV, la tierra en conjunción con agua (lodo) es lo
que configura a la creatura. Lo endeble de dicho material se hace análogo con el
conocimiento: el lodo no es una estructura firme, no es maleable, es frágil; ergo: el
conocimiento de estos hombres es reducido, tienen cierta capacidad intelectual
pero no es la adecuada (parece ser que emulan el conocimiento, más no lo
tienen). Sus características son dibujadas asi:

De tierra, de lodo hicieron la carne [del hombre]. Pero vieron que no estaba
bien, porque se deshacía, estaba blando, no tenía movimiento, no tenía fuerza,
se caía, estaba aguado, no movía la cabeza, la cara se le iba para un lado, tenía
velada la vista, no podía ver hacia atrás. Al principio hablaba, pero no tenía
entendimiento23.

La descripción realizada en RVA es caricaturesca, con la intención de hacer


una analogía de cierto tipo de hombre con el gobierno mexicano:

Y entonces pensaron de hacer las gentes y pensaron de hacerlas muy bonitas y


duraron mucho [sic] y entonces hicieron a las primeras gentes de oro y
quedaron contentos los dioses porque las gentes que hicieron eran brillantes y
fuertes. Pero entonces los dioses se dieron cuenta que las gentes de oro no se
movían, estaban siempre sin caminar ni trabajar, porque estaban muy
pesadas24.

Para los dioses, ambas creaciones eran inútiles, contaban con características
que los hacen ser un simulacro de hombre, pero sus funciones estaban
mermadas: unos por ser endebles, los otros por ser extremadamente rígidos. Son
ineficientes para las actividades de la vida diaria (por ejemplo: el trabajo en el
campo, la realización de acuerdos, la vida en comunidad). Los hombres del PV no

22
ANÓNIMO, Op. Cit., p. 27
23
Ibid., pp. 27-28
24
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 19
7

tienen entendimiento25, los de RVA lo tienen (aunque utilizado de manera


incorrecta a ojos de los dioses) porque: “[los dioses] se dieron cuenta que las
gentes de oro estaban obligando a las gentes de madera a que las cargaran y les
trabajaran”26.
Cuando lo creado no es lo que se esperaba no quedan muchas opciones. O se
le permite continuar con su existencia, o se le erradica. Cada versión del mito
adopta uno de estos caminos; pero es necesario un acuerdo previo. En el caso del
PV: “Y dijeron el Creador y el Formador. Bien se ve que no puede andar y
multiplicarse. Que se haga una consulta acerca de esto, dijeron […].Entonces
desbarataron y deshicieron su obra y su creación”27. En el caso de RVA: “Y
entonces se reunió la comunidad de los dioses para sacar acuerdo de cómo van a
resolver ese problema [...]”28. Los dioses del PV construyen hombres y, al darse
cuenta que su creatura es incapaz de tener entendimiento, la destruyen. Los
dioses de RVA se muestran benevolentes (aparentemente), y permiten la
existencia de una entidad que no es lo que ellos quisieron; sin embargo, para
ambos era importante resarcir su error creando nuevos hombres.
Un nuevo ensayo es realizado, en el cual, la madera es el elemento
fundamental:
Y al instante fueron hechos los muñecos labrados en madera. Se parecían al
hombre, hablaban como el hombre, y poblaron la superficie de la tierra.
Existieron y se multiplicaron; tuvieron hijas, tuvieron hijos los muñecos de
palo; pero no tenían alma, ni entendimiento, no se acordaban de su Creador, de
su Formador; caminaban sin rumbo y andaban a gatas [...]. Hablaban al
principio, pero su cara estaba enjuta; sus pies y manos no tenían consistencia;
no tenían sangre, ni sustancia, ni humedad, ni gordura; […] Por esta razón ya
no pensaban en el Creador ni en el Formador […].29

Este experimento aún no es el que dará felicidad a los dioses: las creaciones
de madera tenían la suficiente fuerza para articular movimientos, para articular
palabras, pero carecían de un motor que los impulsara hacía la divinidad; carecían

25
Considero más preciso decir que tienen un entendimiento inferior. Están por encima de los animales, pero
por debajo de los hombres verdaderos.
26
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., pp. 19-20.
27
ANÓNIMO, Op. Cit., p. 28.
28
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 19.
29
ANÓNIMO, Op. Cit., pp. 29-30.
8

de agradecimiento hacia sus formadores. Experimento fallido. Los dioses de RVA


experimentan con el mismo material que los dioses del PV:
[…]y entonces [los dioses] sacaron acuerdo de hacer otras gentes y las hicieron
de madera y esas gentes tenían el color de la madera y trabajaban mucho y
mucho caminaban y estaban otra vez contentos [los dioses] porque el hombre
ya trabajaba y caminaba[...]30.

Este hombre mantiene contentos a los dioses: es trabajador. Sin embargo


surge un problema: “[los dioses] ya estaban de ir a echar alegría [sic] cuando se
dieron cuenta que las gentes de oro estaban obligando a las gentes de madera a
que las cargaran y les trabajaran”31. El relato del PV deja en claro que el hombre
de madera era un ser incompleto que debía recibir un castigo de parte de los
encolerizados dioses que no eran alabados en la manera correcta. En RVA los
dioses no aniquilan ni castigan, simplemente reformulan sus acuerdos. Ambas
narraciones se muestran muy diferentes en este punto: en PV los dioses no están
convencidos de las facultades de su creación; es decir: no estaban contentos con
la capacidad que tenían sus creados para alabarlos. En RVA los dioses se
percatan de su error gracias a que su segunda creación es explotada por la
primera creación. El castigo se presenta de maneras opuestas: en un relato, la
violencia es el camino para dejar una marca inscrita en la mente de los hombres 32
para obtener una reacción de tipo moral de un público específico ante un suceso
importante33:

El llamado Xecotcovach llegó y les vació los ojos, Camalotz vino a cortarles la
cabeza, y vino Catzbalam y les devoró las carnes. El Tucumbalam llegó
también y les quebró y les magulló los huesos y los nervios, les molió y
desmoronó los huesos
Y esto fue para castigarlos porque no habían pensado en su madre, ni en su
padre, el Corazón del Cielo, llamado Huracán […]. Así fue la ruina de los
hombres que habían sido creados y formados, de los hombres hechos para ser
destruidos y aniquilados: a todos les fueron destrozadas las bocas y las caras.34

30
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 19
31
Ibidem.
32
Aquellos hombres que pueden tomar el PV como un ejemplo a seguir.
33
Cf. Rafael A. Gómez C. Apuntes para una genealogía de la violencia. Tesis de Licenciatura, Universidad
Nacional Autónoma de México, México, 2005), p. 96.
34
ANÓNIMO, Op. Cit., pp. 31-33.
9

En el otro caso, el castigo es un proceso de reflexión que no se deposita en la


creatura, sino en el creador: “Y entonces los dioses vieron que estaba mal lo que
hicieron y entonces buscaron un buen acuerdo para remediar la situación”35.
Ambas situaciones son muy crudas: por un lado los dioses despedazan su
creación; encolerizados aniquilan a un ser que ellos engendraron: le hacen pagar
con dolor el no haber reverenciado a el Creador y a el Formador. Del otro lado, la
crudeza radica en unos dioses arrepentidos, conectados con sus engendrados y
arrepentidos por saber que los hicieron malintencionados (nunca existe la
intención de hacerles daño, pues suficiente es el daño que los hombres de oro le
hacen a los de madera).
Después de apaciguar el odio hacia sus creaciones, los dioses deciden
materializar al hombre que reúne las características necesarias:

Y dijeron los progenitores, los Creadores y Formadores […]: “ha llegado el


tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan los que nos
han de sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados; que
aparezca el hombre, la humanidad, sobre la superficie de la tierra.” Así dijeron.
Se juntaron, llegaron y celebraron consejo en la oscuridad y en la noche;
luego buscaron y discutieron y aquí reflexionaron y pensaron. De esta manera
salieron a la luz claramente sus decisiones y se encontraron y descubrieron lo
que debía entrar en la carne del hombre […]. A continuación entraron en
pláticas acerca de la creación y la formación de nuestra primera madre y padre.
De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se
hicieron los brazos y las piernas del hombre, únicamente masa de maíz entró en
la carne de nuestros padres, los cuatro hombres que fueron creados.36

Cuando se trata de formar al hombre verdadero, los dioses pactan, llegan a


acuerdos (no es un asunto baladí el hacer a LA creación). En RVA, el hombre de
maíz tiene la característica de ser una fuerza mesiánica, un poder emancipatorio
que rompe la dicotomía entre el oro (el rico y poderoso) y la madera (el pueblo
obrero). En palabras del Subcomandante Insurgente Marcos: “Me contó el Viejo
Antonio que las gentes de oro eran los ricos, los de piel blanca, y que las gentes
de madera eran los pobres, los de piel morena que trabajaban para los ricos y los

35
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 19
36
ANÓNIMO, Op. Cit., pp. 103-104.
10

cargaban siempre […]”37. El hombre de maíz zapatista38 puede ser resumido


como un proceso social que deriva en la fuerza de insurrección del mito. El
hombre de maíz primero puede ser resumido como un elegido para difundir el
conocimiento, para difundir las enseñanzas de los dioses y para poblar la tierra.

CONSIDERACIONES POSTERIORES
“Le pregunté al Viejo Antonio de qué color era la piel de las gentes de maíz y me enseñó varios tipos de maíz, de colores
diversos, y me dijo que eran todas las pieles, pero nadie sabía bien […]”
Subcomandante Insurgente Marcos

Aceptar el mito como una fuerza de insurrección no sólo implica entenderlo


como un proceso histórico de cohesión entre las comunidades en resistencia.
También implica una lectura más profunda, a saber: el enunciador del mito debe
ser un sujeto capaz de conectarse con la divinidad para transmitir un
conocimiento útil para su sociedad. ¿Quién es el que modifica y enuncia el mito
de la creación de los hombres zapatistas? El Subcomandante Insurgente Marcos.
Detrás de dicha figura, se encuentra un rétor capaz de modificar un mito maya
para generar cierto tipo de levantamiento39.
Me permito hacer una asunción: El miatzi contador de historias es un
apalabrado con la divinidad que conecta a los hombres de maíz –a través de
historias- con el mundo místico. El sabio tiene en su poder las historias
ancestrales que le dan sentido a la vida.
¿Qué sucede cuando estás historias se ponen al servicio de los pueblos en
procesos de insurrección? ¿Qué sucede cuando un personaje40 toma la palabra y
se apodera del mito? ¿Puede ser considerado como un miatzi? En palabras de
Armando Bartra:
Marcos trasvasa el lenguaje digital de la “red”, los ritmos de la oralidad
campesina y la estructura simbólica de los mitos asociados a la caza y la
agricultura, poniéndolos al servicio de un mensaje político liberador […]. Al
37
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 20
38
En oposición al hombre de maíz primero.
39
Por cuestiones de espacio, no ahondaré en el tipo de levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional. Me mantendré en la postura de que dicho movimiento es una resistencia civil pacífica, para en un
posterior análisis desenvolver esta idea.
40
A saber: el Subcomandante Insurgente Marcos.
11

modo de Sócrates –que fue sabio antes que filosofo–, el viejo campesino
responde a las preguntas con otras preguntas, y mientras que Marcos habla de
la historia –la revolución agraria de Morelos–, Antonio cuenta historias –el
mito de Votán Zapata –.41

El mito nunca deja de ser un proceso fundacional. Lo que se modifica es lo


fundado, es decir: el mito maya de los hombres de maíz pretende justificar la
existencia de los hombres; el mito zapatista de los hombres de maíz pretende
legitimar la existencia de un actor social diferente al clásico esquema gobernante /
gobernado: el insurrecto. El mito nunca podrá entenderse como una fuerza
liberadora por antonomasia, pero sí como la justificación popular de las acciones
de un grupo social que se mantiene en contra de la opresión. En este caso, el
mito zapatista de los hombres de maíz funge como una catarsis, como un medio
para liberar la tensión de la guerra y justificar las acciones -que a ojos de muchos-
parecen reprobables.
¿Marcos análogo al miatzi? ¿Los hombres de maíz como los insurrectos del
pasamontañas? ¿La realidad de las comunidades indígenas similar a la realidad
del pueblo Quiché? A consideración queda del lector.

BIBLIOGRAFÍA
 Anónimo. Popol Vuh. Las antiguas historias del Quiché. Trad. Intro. y Notas
de Adrián Recinos. Fondo de Cultura Económica, Col. Popular, número 11.
México, 2003.
 Gómez Choreño, Rafael A. Apuntes para una genealogía de la violencia.
Tesis de Licenciatura, Universidad Nacional Autónoma de México. México,
2005.
 Sagrega, Martin. Mitos y Sociedad. Editorial Labor. Barcelona, 1969.
 Subcomandante Insurgente Marcos. Relatos del Viejo Antonio. Pról. De
Armando Bartra. Centro de Información y Análisis de Chiapas (CIACH). San
Cristóbal de Las Casas, 2002.

41
Armando Bartra, Mitos de la aldea global [Prólogo] en Relatos de el Viejo Antonio, pp. 12-13.

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