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“[…] porque las gentes de maíz, los hombres y mujeres verdaderos, no tienen rostro…”
Subcomandante Insurgente Marcos
Mito; concepto definido como la narración de carácter ficcional que está situada
fuera del tiempo (pero conservada dentro de la memoria histórica) que es
protagonizada por divinidades. Suele interpretarse como una narración que habla
sobre la creación del mundo o como la genealogía de un acontecimiento de suma
relevancia para una cultura1. El mito entonces, es una narración fantástica2 que
muestra la forma en que una situación se convierte en un referente obligado para
una cultura (o al menos, para la huella que esa cultura deja[ó] en la historia). La
mitología maya no escapa de esta categorización: me refiero a que el mundo
maya está basado en las historias vivas que muestran modelos de conducta3.
El libro Popol Vuh puede ser entendido como un mito4: un libro en el cual los
antiguos Quichés trataban de dar una explicación a los sucesos pasados por
medio de un relato fantástico. ¿Pero qué pasa cuando la tradición oral mantiene
en constante devenir al mito y de pronto este se encuentra cumpliendo otra
función? ¿Qué sucede cuando el mito deja de ser un proceso fundacional, para
convertirse en una fuerza liberadora, en una fuerza creadora de insurrección? A
continuación responderé a esos cuestionamientos por medio de un análisis del
1
Cf. “Mito” En el Diccionario de la lengua española. [en línea].
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=mito (consultado el 07 de mayo de 2010
18:37 hrs.)
2
Vale la pena resaltar el carácter de fantasía que Mircea Eliade le da al mito: muchas veces el mito se
manifiesta como una historia plagada de ensoñaciones y situaciones ficcionales. Lo importante es resaltar al
mito como una narración viva que crea modelos de vida (por ejemplo: los modelos de vida expuestos en la
biblia e incluso en el mismo Popol Vuh).
3
Entiéndase como una ética primigenia, como un tratado de lo bueno y lo malo (es decir, como un ejemplo
de vida).
4
O como un proceso previo a la filosofía.
2
mito de la creación de los hombres en dos fuentes: el Popol Vuh (de ahora en
adelante: PV), y los Relatos del Viejo Antonio (de ahora en adelante RVA).
5
En el caso del PV son Tepeu y Gucumatz, en el caso de RVA sólo se menciona a los “siete dioses más
primeros, los que crearon el mundo”.
6
¿Por qué cuasi perfecto? Porque este hombre es limitado en sus capacidades. Lo analizaré más adelante.
7
Es importante resaltar que este trabajo mira al mito desde dos épocas distintas: el siglo XVI en el que el PV
es escrito, y el siglo XX en el que el mito es retomado por el Subcomandante Insurgente Marcos.
8
ANÓNIMO, Popol Vuh, p. 23
3
todo inmóvil y callado, y vacía la extensión del cielo”9; RVA inicia con una
advertencia similar: “Cuando el mundo dormía y no se quería despertar”10. Ambos
relatos mantienen un rasgo en común: es necesaria la tranquilidad para que el
mundo pueda devenir (lo cual indica que la calma en ese espacio, es condición de
posibilidad para éste pueda acaecer). El mundo existe estático y los dioses
deciden ponerlo a funcionar; esto lo llevan a cabo, porque su fin último es crear la
vida. En un ambiente húmedo, hostil y oscuro es imposible que organismo alguno
se desarrolle. En pocas palabras: en un mundo en calma no existe el tumulto de la
vida. El espacio primigenio se necesita apacible para que sea deconstruido por la
divinidad; posteriormente será reconstruido y configurado (¿reconfigurado?) de tal
manera que el hombre tenga cabida en él. Hay que aclarar que dicha área ya
existía, es decir: ya había sido creada aunque no se especifique cómo dentro del
mito. Puede intuirse que fue creado para albergar a los dioses y a sus creaciones.
No importa que la acción del mito no se haya desarrollado aún; el lugar existe y no
parece necesario saber cómo fue creado.
Ya se tiene un espacio para albergar creaciones, pero no es lo único que se
necesita para crear un correlato humano. Me refiero a que antes de crear al
hombre se necesita acordar que éste debe existir: “[…] los grandes dioses hicieron
su asamblea para tomar los acuerdos de los trabajos y entonces tomaron acuerdo
de hacer el mundo y hacer los hombres y mujeres”11. El acuerdo parece ser la
pieza clave en la configuración y reconfiguración de las entidades humanas: en el
contexto actual maya12, el acuerdo es la piedra angular de las relaciones sociales:
se acuerda para comer, se acuerda para trabajar, se acuerda para relacionarse,
se acuerda para existir; el apalabramiento13 es fundamental para entablar
cualquier tipo de relación. En el contexto maya antiguo el contrato no parece ser
9
Ibidem.
10
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Relatos de el Viejo Antonio, p. 19
11
Ibidem.
12
A saber: el de las comunidades indígenas que conforman al Ejército Zapatista de Liberación Nacional
(EZLN)
13
Coloquialmente se entiende al acuerdo como un trato entre entidades que no tiene una gran fuerza. El
apalabramiento suele ser entendido como un trato de mayor poder dado que de por medio está el honor
que conlleva exponer la palabra. Utilizo ambos términos como sinónimos sin tomar en cuenta los matices
culturales o legales que dichas palabras implican.
4
tan radical: el PV nos habla de que hay momentos en los que hacer acuerdo es
importante, sin embargo, hay momentos en los que las decisiones no se forjan
bajo un acuerdo14. No obstante, la creación de los hombres en el PV es extraída
de un acuerdo entre la divinidad:
No había tierra, no había luz, no era bueno el mundo. […] Y entonces los
dioses sacaron acuerdo de ponerse a soñar juntos y llegó en el acuerdo de su
corazón de soñar la luz y la tierra soñar [sic] 16.
Y en PV:
¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y se desocupe [el
espacio], que surja la tierra y que se afirme! […] Luego la tierra fue creada por
ellos. Así fue en verdad como se hizo la creación de la tierra: –Tierra! Dijeron
y al instante fue hecha [sic]17.
14
Aquí es importante manejar la idea de las dualidades. Por ejemplo: Tepeu y Gucumatz (o Hun-Hunahpú y
Vucub-Hunahpú, entre otros) parecen ser entidades separadas que realizan acuerdos (entendidos como
acuerdos comunales). La teoría de que estas dualidades en realidad son complementos de una sola entidad
parece destruir el concepto de acuerdo comunitario.
15
ANÓNIMO, Op. Cit., pp. 23-24.
16
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 34
17
ANÓNIMO, Op. Cit., p. 24
5
Los dioses de RVA son humanizados para mantener el relato ad hoc con las
comunidades que conforman el EZLN, es decir: no podrían ser dioses autoritarios
que plantearan un mundo basándose en decisiones individuales. El mito debe ser
estructurado de tal manera, que la población al cual va dirigido se sienta
identificado; esto genera cohesión y le brinda poder al relato. Los dioses del PV
tienen un carácter místico, es decir, el acto del habla genera situaciones fácticas
(el habla es un acto que inmediatamente modifica el entorno). No se necesita un
acuerdo (al menos no explícito18) para poder crear. El relato Quiché muestra una
desconexión (no total) entre lo divino y lo mundano: los dioses entablan
conexiones incomprensibles para el hombre y deciden; el relato Zapatista refleja
un trabajo de reflexión sobre la palara que va a ser difundida a la población:
equiparar a la divinidad con lo mundano para que hombre19 se conecte con la
lucha de un movimiento en resistencia.
Una vez realizados los acuerdos necesarios (la configuración del mundo, la
decisión de crear a los hombres), es menester darle un espacio al correlato
humano. En el PV existen intentos fallidos de creación, es decir, los dioses crean
animales, pero estos carecen de entendimiento y lenguaje, por lo cual no son
candidatos para establecer una correlación. Por ende los dioses “[…] quisieron
probar suerte nuevamente, quisieron hacer otra tentativa y quisieron probar de
nuevo a que los adoraran”20. Establecer una correlación basada en ensayo y
error, deriva en la ira de los dioses: Y entonces los dioses se quedaron solos, y
cuando pasó su enojo se dieron cuenta de que solos estaban y grande fue su
pena de estarse solos [sic]”21. Los dioses hacen explicita la necesidad de contar
con un protegido, con una entidad dotada de racionalidad que los adore, que los
ofrende y tribute. Importante es mencionar que la divinidad maya crea de manera
18
Parece ser que el acuerdo es parte de una conexión mística, es decir: la divinidad no necesita apalabrarse
para estar comunicada. Nótese que el dualismo influye de nuevo: si las divinidades son diferentes rostros de
una sola entidad, la comunicación verbal es innecesaria.
19
El hombre que escucha o lee el relato
20
Ibid., p. 27.
21
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 34
6
ególatra, a saber: crean porque lo necesitan, porque les hace falta un otro que los
complemente: “[…] ¡hagamos al que nos sustentará y alimentará!”22.
El hombre está planeado y decidido. Lo restante consiste en llevarlo a cabo.
SOBRE LA CREACIÓN DE LOS HOMBRES
El ensayo de creación de los primeros hombres se centra en materiales
diferentes (según cada relato). En PV, la tierra en conjunción con agua (lodo) es lo
que configura a la creatura. Lo endeble de dicho material se hace análogo con el
conocimiento: el lodo no es una estructura firme, no es maleable, es frágil; ergo: el
conocimiento de estos hombres es reducido, tienen cierta capacidad intelectual
pero no es la adecuada (parece ser que emulan el conocimiento, más no lo
tienen). Sus características son dibujadas asi:
De tierra, de lodo hicieron la carne [del hombre]. Pero vieron que no estaba
bien, porque se deshacía, estaba blando, no tenía movimiento, no tenía fuerza,
se caía, estaba aguado, no movía la cabeza, la cara se le iba para un lado, tenía
velada la vista, no podía ver hacia atrás. Al principio hablaba, pero no tenía
entendimiento23.
Para los dioses, ambas creaciones eran inútiles, contaban con características
que los hacen ser un simulacro de hombre, pero sus funciones estaban
mermadas: unos por ser endebles, los otros por ser extremadamente rígidos. Son
ineficientes para las actividades de la vida diaria (por ejemplo: el trabajo en el
campo, la realización de acuerdos, la vida en comunidad). Los hombres del PV no
22
ANÓNIMO, Op. Cit., p. 27
23
Ibid., pp. 27-28
24
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 19
7
Este experimento aún no es el que dará felicidad a los dioses: las creaciones
de madera tenían la suficiente fuerza para articular movimientos, para articular
palabras, pero carecían de un motor que los impulsara hacía la divinidad; carecían
25
Considero más preciso decir que tienen un entendimiento inferior. Están por encima de los animales, pero
por debajo de los hombres verdaderos.
26
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., pp. 19-20.
27
ANÓNIMO, Op. Cit., p. 28.
28
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 19.
29
ANÓNIMO, Op. Cit., pp. 29-30.
8
El llamado Xecotcovach llegó y les vació los ojos, Camalotz vino a cortarles la
cabeza, y vino Catzbalam y les devoró las carnes. El Tucumbalam llegó
también y les quebró y les magulló los huesos y los nervios, les molió y
desmoronó los huesos
Y esto fue para castigarlos porque no habían pensado en su madre, ni en su
padre, el Corazón del Cielo, llamado Huracán […]. Así fue la ruina de los
hombres que habían sido creados y formados, de los hombres hechos para ser
destruidos y aniquilados: a todos les fueron destrozadas las bocas y las caras.34
30
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 19
31
Ibidem.
32
Aquellos hombres que pueden tomar el PV como un ejemplo a seguir.
33
Cf. Rafael A. Gómez C. Apuntes para una genealogía de la violencia. Tesis de Licenciatura, Universidad
Nacional Autónoma de México, México, 2005), p. 96.
34
ANÓNIMO, Op. Cit., pp. 31-33.
9
35
SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS, Op. Cit., p. 19
36
ANÓNIMO, Op. Cit., pp. 103-104.
10
CONSIDERACIONES POSTERIORES
“Le pregunté al Viejo Antonio de qué color era la piel de las gentes de maíz y me enseñó varios tipos de maíz, de colores
diversos, y me dijo que eran todas las pieles, pero nadie sabía bien […]”
Subcomandante Insurgente Marcos
modo de Sócrates –que fue sabio antes que filosofo–, el viejo campesino
responde a las preguntas con otras preguntas, y mientras que Marcos habla de
la historia –la revolución agraria de Morelos–, Antonio cuenta historias –el
mito de Votán Zapata –.41
BIBLIOGRAFÍA
Anónimo. Popol Vuh. Las antiguas historias del Quiché. Trad. Intro. y Notas
de Adrián Recinos. Fondo de Cultura Económica, Col. Popular, número 11.
México, 2003.
Gómez Choreño, Rafael A. Apuntes para una genealogía de la violencia.
Tesis de Licenciatura, Universidad Nacional Autónoma de México. México,
2005.
Sagrega, Martin. Mitos y Sociedad. Editorial Labor. Barcelona, 1969.
Subcomandante Insurgente Marcos. Relatos del Viejo Antonio. Pról. De
Armando Bartra. Centro de Información y Análisis de Chiapas (CIACH). San
Cristóbal de Las Casas, 2002.
41
Armando Bartra, Mitos de la aldea global [Prólogo] en Relatos de el Viejo Antonio, pp. 12-13.