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“Pan y afecto”

La transformación de las
familias
Elizabeth Jelin

4. Hacia nuevas estructuraciones de la


familia y el hogar en los tiempos del divorcio
y el envejecimiento

Algunas tendencias sociodemográficas han tenido una


incidencia importante sobre las transformaciones de la
familia a lo largo del siglo xx: las tendencias en los pa-
trones de matrimonio, los cambios en la fecundidad y en
la mortalidad, la estructura de edades.
En primer lugar, la diversidad intercultural en los
patrones sociales de formación de matrimonios y familias
es grande. Es posible caracterizar tres tipos históricos de
patrones de formación de parejas: el patrón europeo, de
casamiento tardío y tasas relativamente altas de celibato;
el patrón "no europeo" de matrimonio temprano y
prácticamente universal; y un tipo intermedio,
prevaleciente en Europa oriental. Aunque durante el siglo
xx se ha manifestado un proceso de convergencia, con una
disminución de la edad de la primera unión en Occidente y
un aumento en la edad de la primera unión en aquellas
sociedades con tradiciones matrimoniales muy tempranas
(en Asia, especialmente en India y en China), las
diferencias internacionales entre estos patrones aún son
discernibles.
En América Latina no se ha producido una variación
significativa en la edad de la primera unión marital. En la
Argentina ha habido en las últimas décadas Un pequeño
aumento en la edad del primer matrimonio legal
debido al aumento de uniones de hecho prematrimoniales, de la "solterona" y se convierte en un estado del que se
especialmente entre jóvenes de sectores medios urbanos. puede entrar y salir varias veces a 1 0 largo de la vida.
También hubo una disminución en las tasas de nupcialidad y A su vez, la diferencia entre sexos en la expectativa de
un aumento en las uniones de hecho. Se incrementaron el vida implica que la viudez es un fenómeno más común
divorcio y la separación, convirtiéndose en hechos más para las mujeres que para los hombres. En realidad, la
comunes. situación de hombres y mujeres es bastante diferente en lo
En segundo lugar, desde una perspectiva del curso de vida que respecta a su estado conyugal: las mujeres viudas y
individual, se han manifestado dos cambios básicos que divorciadas son siempre mucho más numerosas que los
resultan de las tendencias en la fecundidad y en la hombres en esa situación. Además de la diferencia en la
mortalidad: un aumento considerable en la expectativa de expectativa de vida, interviene también el patrón cultural
vida y una disminución de la duración del periodo dedicado que indica que, en las parejas, los hombres tienden a
a la reproducción. Ambas modificaciones implican que hay unirse a mujeres más jóvenes que ellos. En el "mercado
muchos más años de vida adulta para ser dedicados a otras matrimonial", las mujeres jóvenes se hallan en una
cosas. Al mismo tiempo que la edad de la primera unión
situación de privilegio: son buscadas por hombres de
marital no está cambiando de manera significativa, lo que
todas las edades. A medida que las mujeres envejecen (no
sucede es que el número de años de duración potencial del
hablamos de "viejas", sino de mujeres a partir de los 30-35
matrimonio aumenta notoriamente. Si en épocas de alta
años) la situación se revierte, tornándose cada vez más
mortalidad, la viudez era la manera más común de quebrar
desfavorable en términos de la probabilidad de formar pa-
el vínculo matrimonial, participamos ahora de una
reja con hombres, por los dos motivos mencionados: a
expectativa de 50 o 60 años a partir de la primera unión
medida que avanza la edad, hay más mujeres que hombres
marital, 1 0 cual conlleva el aumento de la probabilidad de
en cada categoría etaria, pero además el número de
que el matrimonio acabe en divorcio o separación. ¡El "para
toda la vida" se ha vuelto demasiado largo! hombres "disponibles" es todavía menor, porque éstos son
de edades mayores que las que tienen las mujeres de cada
La tendencia es hacia una mayor diversidad en los
grupo de edad. Con una claridad gráficamente impactante
patrones del curso de vida, en lo que se refiere a patrones
y demográfica mente rigurosa, Elza Berquó ha delineado
de nupcialidad y soltería. Los cambios más significativos
lo que llamó en su momento la pirámide de la soledad.
no se manifiestan en las tasas de nupcialidad o en las
En tercer lugar, la tendencia hacia el envejecimiento de
edades al contraer un primer matrimonio, sino en
la población implica el crecimiento de la proporción de
acontecimientos y transiciones en momentos posteriores
personas adultas y ancianas, y la consecuente tendencia
del curso de vida: mayor cantidad de divorcios y soledad
hacia la disminución de hogares jóvenes y hacia un
postmatrimonial. La soltería -o el vivir sola o solo- deja de
aumento de los hogares de y con personas mayores.
asociarse a la imagen detestada
Tradicionalmente, el -o más a menudo la-
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anciano/a viudo/a convivía con alguno de sus hijas/os y su propósito de poder tener una imagen más completa,
familia de procreación, en hogares conformados por tres resulta importante analizar otras dos tendencias: el au-
generaciones. En forma creciente, este patrón de mento en la tasa de divorcios y separaciones y el aumento
allegamiento ha sido reemplazado por otras formas: la de hogares a cargo de mujeres.
pareja de ancianos, los hogares unipersonales y los El aumento en la tasa de divorcios y separaciones debe ser
hogares "no nucleares" (hermanas ancianas viviendo considerado en el marco de situaciones socioculturales
juntas, por ejemplo), además de los ancianos que viven en complejas, ligadas al proceso de individuación. La
residencias institucionales. extensión de los valores modernos de autonomía personal,
El aumento del número de hogares unipersonales en de libre elección de la pareja sobre la base del amor
zonas urbanas responde en parte a este proceso de romántico, la creciente expectativa social de dar cauce a
envejecimiento poblacional, y es posible prever su au- sentimientos y afectos implican también la contracara: la
mento sostenido en el futuro. Responde también a otras libertad de cortar vínculos cuando el amor se acaba, cuando
tendencias sociales, aunque todavía no tan extendidas: la el costo personal de la convivencia conflictiva supera cierto
creciente autonomía de los jóvenes lleva a intentos de umbral. La creciente incorporación de las mujeres a la
establecer su propia residencia, alejada de la de sus fuerza de trabajo, que acarrea un mínimo de autonomía
padres, independientemente del proceso de formación de económica, torna posible el hecho de quebrar relaciones
pareja -o como etapa de convivencia prematrimonial-o conflictivas de sometimiento de género. Antes, muchas
Esta tendencia es incipiente y sólo se presenta en sectores mujeres no tenían salida a situaciones matrimóniales
medios y altos, dadas las restricciones económicas. conflictivas: separarse implicaba, además de poner en
Además, según la cultura de género prevaleciente, resulta peligro la supervivencia económica, un fuerte estigma
ser más común entre varones que entre mujeres. social y una victimización de la mujer. La falta de
En cuarto lugar, cabe preguntarse sobre el efecto que independencia económica de las mujeres reforzaba la
producen los ciclos económicos y las crisis, viejas y institución matrimonial. Los cambios producidos en los
nuevas, en la formación de los hogares. Cuando el hábitat patrones culturales que gobiernan las relaciones de pareja
urbano es caro y no existen políticas sociales de vivienda, en dirección a una mayor equidad entre géneros implican,
las nuevas parejas tienden a demorar su formación o a de hecho, la ampliación de los grados de libertad.
compartir la vivienda de sus padres. Más que una forma Para los sectores sociales más pobres, el tema se tor-
de convivencia, es común compartir el terreno entre na complejo, ya que es frecuente el abandono de la familia
parientes en barrios populares, en unidades de vivienda por parte del hombre/padre, ligado a situaciones de crisis
relativamente independientes pero con una cotidianidad en el mercado laboral en que su rol como proveedor
compartida. económico de la familia se ve desvalorizado, afectando a
Estas tendencias constituyen el marco para entender la la persona como un todo. Sin embar-
multiplicidad de formas de convivencia. Con el
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go, estos mismos hombres pueden estar jugando un papel Hogares urbanos con jefatura femenina, 1980·1990
de proveedores y/o protectores de mujeres y niños en sus %
País % alrededor
familias consanguíneas, en relación con sus madres o alrededor
hermanas. En un estudio sobre la dinámica de la de 1980 de 1990
solidaridad y el conflicto en un barrio pobre de Porto Argentina (área metro-
Alegre, Claudia Fonseca muestra cómo las mujeres que
politana de Buenos Aires) 17,7 21,1
viven en hogares sin pareja reciben ayuda y descansan
Bolivia - 26,2
(inclusive como defensa frente a amenazas de violencia de Brasil 18,7 20,1
otros hombres en el barrio) en sus padres, hermanos o Chile 21,5 23,2
hijos, hombres de su red de parentesco consanguíneo que Colombia (ocho ciudades) 20,0 22,7
no conviven con ellas.1 Costa Rica 21,9 22,7
Este hallazgo es muy importante ya que permite poner Cuba 34,1 -
en perspectiva los datos sobre el aumento de hogares Ecuador - 18,3
constituidos por madres e hijos, categoría más común Guatemala 21,0 21,9
entre los llamados hogares encabezados por mujeres. Este Honduras - 26,6
tipo de hogares es numéricamente muy significativo en las México 13,8 17,7
Nicaragua - 35,6
ciudades latinoamericanas. Más de uno de cada cinco
Panamá 24,S 24,7
hogares tiene como jefe de familia a una mujer, tal como Paraguay 22,0 20,1
puede observarse en el siguiente cuadro: Perú 23,6 19,3
República Dominicana 21,6 -
Uruguay 22,3 25,S
Venezuela 21,9 22,1
América Latina 21,0 22,7
Fuente: Mujeres latinoamericanas en cifras.
Volumen comparativo,
p. 61.

Si bien en algunos casos se trata de mujeres mayores con


hijos que trabajan, la mayor parte de estos hogares está
compuesta por la madre y sus niños, relativamente
1 Claudia Fonseca, "Spouses, siblings and sex-linked pequeños. Con muy pocas excepciones, las mujeres tienen
bonding: a look at kinship organization in a Brazilian que hacerse cargo de la domesticidad y del mantenimiento
slum", en: Elizabeth Jelin, (ed.), Family, household and económico de la unidad (de manera total o parcial, con
gender relations in Latin AmeTica,Londres, Kegan Paul ingresos provistos por el padre de sus hijos y muy a
International/ UNESCO, 1991. menudo sin ellos) por sí mismas. Es-

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89 ta situación puede ser llevada adelante satisfactoria- va pareja; en la temporalidad histórica, nos hallamos frente
mente (aunque casi siempre con considerable cansancio y a una transición hacia nuevas formas de familia, más
síntomas de estrés) por mujeres profesionales con ingresos abiertas y alejadas del modelo nuclear completo. Si bien se
relativamente altos. En situaciones de pobreza, o de registra un aumento en la proporción de hogares de este
mujeres que antes de su separación no trabajaban fuera del tipo, es posible que el fenómeno social de las mujeres-
hogar, la jefatura y la responsabilidad crean situaciones de madres a cargo de sus hijos sin la presencia del hombre-
déficit significativos, que en casos extremos pueden padre sea mucho mayor que el registrado en las estadísticas
manifestarse en la desprotección de los chicos. de hogares. A menudo, especialmente en los sectores de
En realidad, las situaciones sociales que engloba el menores recursos, las mujeres con hijos no establecen un
concepto de jefatura femenina son muy diversas. Hay hogar en forma independiente sino que conviven con otros
padres que cumplen con sus tareas de paternidad -en parientes (sus padres o hermanos). Sea que mantengan un
términos económicos, de afecto y de protección y atención hogar autónomo o convivan con otros familiares, estas
a sus hijos- aun cuando no conviven cotidianamente con mujeres a cargo de sus hijos y sin pareja deben responder a
ellos. Existen otras situaciones con ausencia de los padres, una doble demanda: al mismo tiempo que se convierten en
y aquéllas -las peores- donde la presencia de los padres es proveedoras económicas del sustento de sus hijos, están a
explotadora y violenta. Al mismo tiempo, hay otro cargo de las tareas domésticas y del propio cuidado de
fenómeno cuya dimensión no es posible establecer a partir aquéllos. Estos núcleos familiares son especialmente
de las estadísticas censales, y que permanece oculto e vulnerables y se hallan sujetos a situaciones de
invisible: el papel doméstico y económico de otros incertidumbre y riesgo, tal como veremos al hablar de
hombres (no la pareja) ligados por lazos de parentesco. El familia y pobreza.
fuerte énfasis cultural colocado en la pareja y en la figura En realidad, la familia nuclear, como modelo cultural,
del hombre como marido y padre seguramente ha llevado ha tenido un desarrollo muy especial: idealizada como
a sobrestimar el impacto de la ausencia de hombres en la modelo normativo, asumida en términos de lo "normal"
vida familiar. En sistemas de relaciones sociales por las instituciones educativas y de salud, la familia
concretos, los lazos consanguíneos entre parientes de nuclear de mamá, papá y los hijos se combina con una
distinto sexo (hermanos varones, padres, hijos adultos) fuerte ideología familista,en la cual la consanguinidad y el
pueden llegar a convertirse en un criterio significativo para parentesco han sido criterios básicos para las
organizar la solidaridad y la reciprocidad. responsabilidades y obligaciones hacia los otros. Pero el
familismo como ideología de parentesco y la idealización
El aumento de las mujeres solas con hijos constituye
un fenómeno de transición, en dos sentidos: en el curso de de la familia nuclear son potencialmente contradictorios,
ejerciendo presiones cruzadas sobre los miembros. Aunque
vida de las mujeres, esta situación puede ser una etapa que
desemboca en la formación de una nue- todos conocemos anécdotas y chistes sobre la tensión entre
esposas y suegras, poco

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promedio de personas que conviven en los hogares. Esta
se ha investigado acerca de la magnitud de los conflictos
disminución está ligada al menor número de hijos, a la
planteados a partir de la tensión entre las demandas de la
disminución de los hogares multigeneracionales, al
familia nuclear y las obligaciones ancladas en lazos de
aumento de los hogares uniparentales, y al aumento en el
parentesco (especialmente de la familia de origen, padres
número de personas que viven solas. Por ejemplo, en la
y hermanos de cada uno de los miembros de la pareja).
Argentina, país cuya fecundidad ya resultaba ser baja en
Poco sabemos también sobre cómo se está estructurando
1970, el promedio de personas por hogar disminuyó de
un nuevo sistema de relaciones intergeneracionales
3,8% a 3,5% durante estos veinte años, mientras que en
cuando, a partir del divorcio y la separación, la no
Brasil se redujo de 5,1% a 4,2%.2 Esta disminución está
convivencia cotidiana no implica necesariamente el
relacionada, en parte, con el aumento de las personas que
abandono de la responsabilidad parental. La relación entre
viven solas: 6,8% de los hogares argentinos eran
padres (mucho más a menudo que entre madres) no
unipersonales en 1960; 13,5% de los hogares lo eran en
conviví entes con sus hijos es un tema que requiere
1991. Cabe señalar que los datos referidos al área
atención, tanto en términos de investigación como de la
metropolitana de Buenos Aires (basados en la Encuesta
formulación de lineamientos normativos para asegurar los
Permanente de Hogares) indican que los hogares
derechos y las obligaciones del caso.
unipersonales son mucho más frecuentes en sectores
sociales de ingresos medios y altos que en los sectores de
ingresos bajos (en 1989, 21,8% y 20,3% de los hogares de
Los hogares en América Latina
ingresos altos y medios frente a 6,3% de los de ingresos
bajos). Vivir solo o sola es, sin duda alguna, caro. ¡Un lujo
Veamos algunos datos sobre la composición de los ho-
Existen otros fenómenos que hay que tomar en cuenta:
gares. Las estadísticas censal es y las encuestas de hogares
las transformaciones en los hogares monoparentales y en
son siempre domiciliares,es decir que recogen información
los multigeneracionales. En resumen, hacia 1990, la
en las viviendas. Los datos suministrados se refieren a las
distribución de los hogares en algunos países (para los que
personas que conforman el grupo residencial o de
se cuenta con datos) es la siguiente:
convivencia, y no a las relaciones de parentesco o a los
miembros de la familia no convivientes. A partir de este
tipo de datos, tampoco es posible reconstruir la historia y
el desarrollo anterior del grupo. Se trata de datos 2 Los datos en esta sección están tomados de Mujeres la-

sincrónicos, que dan una imagen de la situación en un Un análisis de


tinoamericanas en cifras. Volumen comparativo.
momento dado en el tiempo, el momento en el que se la situación en la Argentina se encuentra en Catalina H.
realiza el censo o la encuesta. Wainerman y Rosa N. Geldstein, "Viviendo en familia:
En primer lugar, la comparación a lo largo del período ayer y hoy", en Catalina H. Wainerman, Ced.), Vivir en
1970-1990 indica que ha disminuido el número familia, Buenos Aires, UNICEF/Losada, 1994, de donde
tomamos los datos adicionales para la Argentina.
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frecuencia mayor de mudanzas y de cambios en la Familiay pobreza
composición del grupo familiar de convivencia. Es decir
que lo que seguramente está ocurriendo es un cambio La dinámica de las familias, tanto sus vínculos intra-
importante en la estabilidad temporal de la composición familiares y sus redes de parentesco como su relación
del hogar. El modelo del ciclo de vida familiar "ideal" respecto de los demás ámbitos institucionales (la escuela y
presentaba transiciones previsibles y duraciones largas de la salud, el mercado de trabajo y las instituciones políticas,
cada etapa: infancia y adolescencia en familia nuclear la religión y la vida recreativa), refleja al tiempo que
completa, con papá, mamá y hermanos, matrimonio y construye las diferencias de clase social. En todas las
hogar de pareja sola hasta el nacimiento de los hijos, clases, la dinámica familiar está muy marcada por la
familia nuclear completa hasta que los hijos se casan, situación económica general, que afecta de manera
luego pareja sola ("nido vació") y viudez/muerte. Frente a especifica la forma en que se logra acceder y articular los
esto, la realidad actual incluye mucha más variabilidad, diversos recursos para el mantenimiento, para el bienestar
imprevisibilidad, y por sobre todo temporalidades más y para elaborar o preservar un estilo de vida. ¿Qué pasa
cortas. Los niños convivirán sólo con su madre si hay con las familias de menores recursos económicos, aquellas
divorcio; luego, pueden convivir en una familia nuclear, que se encuentran en situaciones de carencia de recursos
pero no con su padre biológico sino con la nueva pareja de para llevar adelante las tareas de mantenimiento
su madre; hay parejas solas reconstruidas, viejos que cotidiano? ¿Hay algo para decir respecto de la relación
viven en pareja, solos, en la familia extendida o en entre familia y pobreza? El tema es importante para una
instituciones. Debido a ello, más que seguir hablando de perspectiva democrática e igualitaria, ya que está
ciclo de vida (que implica previsibilidad, etapas claras, claramente demostrado que el crecimiento económico no
repetición de caso a caso), el curso (más que el "ciclo") de es, en si mismo, fuente de equidad social. En América
vida implica numerosas transiciones de una a otra si- Latina (con excepción de Uruguay) los procesos
tuación, casi siempre "en familia". Si la estabilidad de los económicos de los últimos veinte años han aumentado la
matrimonios, la autonomía de los hijos y la mayor desigualdad social, mostrando tendencias regresivas en la
movilidad geográfica de la población conllevan más a distribución del ingreso y una creciente polarización
menudo el cambio de hogar y de grupo conviviente, esto social.
no ocurre "a costa de" los vínculos familiares, sino a partir El bienestar familiar se halla condicionado por la
de armar y rearmar vínculos familiares, que siguen ligados manera en que los miembros del grupo aprovechan las
a la cercanía y contención afectiva, al cuidado de los que oportunidades que la estructura productiva y sociopolítica
necesitan protección, a la sexualidad y a la procreación. les ofrece en cada momento. Esta proposición,
aparentemente banal o de sentido común, tiene otro
mensaje: los seres humanos no son entes pasivos que
reciben las influencias del medio, sino agentes activos de
96 su propia realidad, en condiciones sobre las cuales,

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mayor capacidad de ingresos, ya que más miembros de la
una vez dadas, resulta difícil intervenir a partir de la familia se hallan en condiciones de buscar trabajo. En
atomización y el aislamiento del mundo "privado" fa- consecuencia, la etapa del ciclo doméstico y las ca-
miliar. Se requieren movimientos sociales y acciones racterísticas internas del hogar ayudan a explicar cuáles
colectivas, pero esto es harina de otro costal. Volvamos, son los hogares con más probabilidades de salir de la
por el momento, a la familia y a la pobreza. pobreza en coyunturas de bonanza, y resistir mejor en
En coyunturas de crecimiento económico, la de- momentos de crisis.
pendencia de factores externos al grupo doméstico se Los hogares pobres tienden a ser más pequeños que los
intensifica -principalmente el ingreso que los miembros no pobres. Existen dos situaciones donde la vulne-
reciben por su trabajo, pero también el acceso que tengan a rabilidad es especialmente notoria: los hogares encabe-
bienes y servicios públicos-o En situaciones de recesión y zados por mujeres, principalmente con hijos pequeños, y
escasez, el trabajo asalariado de los miembros adultos se los hogares de viejos. El aumento en la proporción de
intensifica, pero también de niños y ancianos, se alargan hogares encabezados por mujeres es un hecho destacado y
las jornadas de trabajo, se reduce el consumo y se que ha dado lugar a numerosos estudios. Antes, se trataba
incrementa el trabajo doméstico. Sin embargo, no todos los fundamentalmente de mujeres viudas, a menudo de edad
hogares están igualmente preparados para reaccionar ante mayor y con hijos que podían participar activamente en la
situaciones de crecimiento y de adversidad. Hay hogares fuerza de trabajo. En las últimas décadas, ha sido
cuya vulnerabilidad es tal que no pueden aprovechar los agregado el efecto de los cambios en los patrones de
beneficios del crecimiento ni defenderse del deterioro. formación de la familia, especialmente en lo relativo al
En primer lugar, hay relación entre la pobreza y la matrimonio y la separación. Si en relación con las mujeres
conformación del grupo doméstico, aunque no sea lineal. profesionales de los sectores medios el hecho de
Más bien está condicionada por la tasa de dependencia encabezar un hogar con sus hijos puede ser el resultado (a
económica, es decir, el número de personas que no menudo elegido) del aumento en la tasa de divorcio que
trabajan y deben ser mantenidas por el ingreso de cada refleja una mayor autonomía y libertad, en las clases
trabajador. Esto está ligado a la etapa del curso de vida de populares muchas veces se trata de situaciones de
la familia y el grupo doméstico. En un mismo estrato abandono y violencia. En estas condiciones, el resultado,
social, o sea, dentro de sectores sociales con niveles de casi indefectiblemente, es la pobreza -a veces extrema- de
educación y de capacitación laboral relativamente las mujeres y sus hijos. La feminización de la pobreza
similares e estamos hablando de niveles bajos), son los implica que hombres y mujeres experimentan la pobreza
hogares jóvenes y los ancianos los que tienen mayor de maneras diferentes. Ésta puede referirse a la cuestión
número de dependientes y menor capacidad de generar de si hay más mujeres que hombres pobres. Más
ingresos múltiples. Los hogares adultos o consolidados, importante, sin embargo, es la dimensión cualitativa del
con hijos que ya han crecido y pueden incorporarse a la fenómeno, centrado en la severidad de la pobreza
fuerza de trabajo, poseen

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y en la mayor dificultad de las mujeres para salir junto a res urbanos de la región (y e! 39% de las personas: 116
sus !fijos de la pobreza en la que están entrampados. La millones de personas residentes en áreas urbanas vivían en
amplia gama de estereotipos y discriminaciones a la que situación de pobreza).4 Su existencia y permanencia
están sujetas -desigualdad de oportunidades en educación, (cuando no su aumento) están ligadas a los cambios en las
empleo y acceso a crédito y a capital- implica que las políticas estatales en la región, fundamentalmente a la
mujeres tienen menos oportunidades. La pobreza acentúa disminución de! gasto público destinado a programas
la desigualdad de género, y frente a la adversidad, las sociales, con el doble efecto de disminución de empleos en
e! sector público y e! deterioro de los servicios, tanto en
mujeres son las más vu1nerab1es.3
cantidad como en calidad. Además, la apertura de la
La pobreza también afecta de manera despropor-
economía y la libre operación de! mercado implicó la
cionada a los viejos. La probabilidad de no llegar a ser un
desaparición de los subsidios estatales a bienes de consumo
viejo pobre depende, en las clases trabajadoras, de haber
masivo y a los servicios de infraestructura urbana: los
logrado un ingreso diferido adecuado (jubilación) y/o de alimentos básicos, e! transporte público, los servicios
la ayuda familiar de hijas e hijos. En la Argentina públicos aumentaron de precio por encima de los índices de
contemporánea, la incidencia de la pobreza entre los aumento de otros bienes y servicios, con 10 cual se
viejos (que tienden a ser las viejas, por las diferencias en deterioró la capacidad adquisitiva de! ingreso popular.
expectativa de vida) es muy significativa. Hay tres Un primer nivel de respuesta frente al deterioro
procesos convergentes que contribuyen a la económico se da en e! interior mismo de los hogares. La
intensificación de este fenómeno y al hecho de haber primera reacción es intensificar la participación de sus
adquirido la notoriedad que conocemos: la crisis del miembros en e! mercado de trabajo: quienes ya trabajaban
sistema de seguridad social y jubilación, e! proceso de intentan aumentar sus jornadas; aquellos que no lo hacían
envejecimiento de la población (cada vez hay más viejos salen a buscar trabajo. En los años ochenta y noventa, e!
por cada persona económicamente activa) y los procesos aumento más notorio es el de las mujeres, con un cambio
de empobrecimiento y desempleo de sectores medios -a en los factores determinantes de! trabajo femenino. La
quienes les resulta cada vez más difícil derivar recursos incorporación a la fuerza de trabajo no es sólo o
para el mantenimiento de sus parientes ancianos-o fundamentalmente el resultado de retornos a inversiones
En los años noventa, la pobreza en América Latina en "capital humano", es decir, respuestas esperab1es al
constituye un fenómeno de carácter urbano. Según datos aumento en los
de! CEPAL,en 1990 abarcaba al 34% de los hoga-
4 Familiay futuro: un programa regional en América naLati
y
el Caribe, Santiago de Chile, CEPAL, 1994, especialmente el
3 Infonne de desarrollo humano, Nueva York, UNDP, 1997, capitulo preparado por Mercedes de la Rocha, "Familia urbana y
p.64. El informe del año 1997 está dedicado al análisis de la pobreza en América Latina", en el que nos basamos para esta
pobreza en el mundo. sección.

101
100
niveles educativos y en las expectativas sociales de au- Hay respuestas más sociales y colectivas en otros
tonomía e independencia económica de las mujeres, sino niveles. Las redes informales de ayuda mutua, que forman
que un creciente número de mujeres con hijos, escasa parte de la vida cotidiana de la pobreza urbana, pueden
escolaridad y cargas de trabajo doméstico considerables seguir activándose, pero tienen un techo. ¡Hay un límite
han ingresado a los mercados laborales de las ciudades. En respecto de cuánto es posible compartir, cuando se tiene
menor medida, también niños y jóvenes participaron de cada vez menos, y las demás integrantes de estas redes son
esta intensificación laboral -sea consiguiendo trabajos casi tan pobres como una1
siempre precarios y mal pagos o (para las mujeres) Ahora bien, cuando la familia y el hogar no tienen la
reemplazando parcialmente a sus madres en la labor capacidad de mantener a sus miembros, ¿quién lo puede
doméstica-o Muchos de los chicos de la calle (o mejor hacer? Una "salida" es la disolución del hogar, la
dicho, en la calle) recogen lo que pueden, se atomización, donde cada individuo intentará resolver su
automantienen y regresan a sus hogares periódicamente, supervivencia como pueda. Los chicos de la calle y los
con algún dinero para contribuir al presupuesto familiar. "sin techo" son, a menudo, el resultado de esta situación.
Mayor número de miembros de los hogares pobres Unidades sociales suprafamiliares también pueden hacerse
trabajan, con contribuciones económicas cada vez más cargo de la situación de crisis, e intentar paliarla a través
significativas en términos relativos (la proporción del de la colectivización del consumo. Las ollas populares, los
ingreso familiar total aportada por el "jefe del hogar" ha comedores populares, las cooperativas de consumo y de
disminuido) pero no absolutos. De hecho, el ingreso de las producción, así como los programas de distribución de
familias pobres en la región ha disminuido. Además, existe alimentos son ejemplos de estas respuestas sociales.
un limite del aumento de la oferta de trabajadores, que se Pueden ser parte de programas gubernamentales,
refleja en el aumento del desempleo. Llega un momento en proyectos de organizaciones de base que apelan a la
el que aunque se intente no se consigue trabajo. solidaridad social, o ser promovidas por organismos no
Otras respuestas en el ámbito privado de la familia y el gubernamentales. Manifiestan formas organizativas
hogar se refieren a disminuir el consumo, intensificar la diversas. Siempre tienen un fuerte protagonismo de
labor doméstica para el auto consumo, reorganizar los mujeres.
patrones de residencia (una vuelta a hogares extendidos, Casi siempre -como ocurrió en la crisis de la hiper-
fenómeno que se detecta en observaciones de carácter inflación de 1989 en la Argentina- se trata de medidas de
etnográfico pero que todavía no han llegado a impactar los urgencia en respuesta a situaciones de emergencia (los
datos estadísticos agregados), incorporar nuevos miembros saqueos a supermercados en ese caso). Por lo general,
al hogar (que puedan aportar algún ingreso), etcétera. estos comedores populares y ollas comunes en momentos
de crisis alimentaría han constituido respuestas
102 transitorias, que no han plasmado en modelos de
organización de las tareas cotidianas alternativos a la
domesticidad familiar. Tampoco han producido im-

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pactos sobre la división sexual del trabajo doméstico. Sin
embargo, dada la persistencia y el agravamiento de las
situaciones de pobreza extrema, la organización pública
del mantenimiento cotidiano de parte de la población
parece estar convirtiéndose en un fenómeno de carácter
relativamente más permanente. Los comedores infantiles
de Caritas y otros organismos no gubernamentales (muy a
menudo ligados a instituciones religiosas), como las
iniciativas solidarias individuales o de pequeños grupos
están proliferando en toda la región. El "hogar", en su
sentido literal, el fuego común que da calor y permite
preparar la comida familiar, como imagen focal de la
familia, va perdiendo su lugar cuando no hay ni olla ni
fuego, y los chicos van a comer al comedor comunitario.
El peligro reside en que, al no contar con políticas
orientadas a eliminar las raíces estructurales de la pobreza
extrema, estas formas de organización asistencialista-al
igual que algunos programas estatales basados en
distribución "c1ientelistica" de artículos de la canasta
familiar- promuevan tipos de dependencia y de
sometimiento (basados en la "necesidad") que bloqueen el
potencial de transformación que la acción colectiva podría
llegar a tener en este campo.

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