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Una vez más, vuelve Sayenco. Es otoño en América del Sur, pero
siguen brotando las hojas. Porque también nos llegan hojas
primaverales desde otras latitudes. O acaso, simplemente, los
poetas van siempre contracorriente, y a veces escriben otoño en
primavera o primavera en otoño. La sangre, la tinta, la savia, tienen
sus íntimos secretos.
Sin más preámbulos, les invitamos a pasearse por las hojas de este
otoño verdecido.
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La madre triste
Gabriela Mistral
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WEÑAGKVN EPE AFCHI KVYEN
TRVRI
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TROZO
PEDAZO
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CACHO
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MENSAJE
Taller Sayenco.
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Y heme aquí sentada
Escribiendo
Escuchando el murmullo de las hojas
La risa templada del viento
Tratando de ver lo que sólo aquí se encuentra
En esta banca
Bajo este árbol
Quizás sea verdad
Que en este lugar no existan palabras
No porque no puedan, claro está
Sino porque se han disuelto en el agua
En la tierra y en las nubes
Se han tornado invisibles
Ausentes para el ojo
Que en este bello cielo sólo ve el cielo mismo
Pero siguen aquí
Resonando, vibrando
Salvajes como en sus inicios
Puedo recordarlo, el día en que preguntaste
“Dónde están tus palabras”
Y quizás no estaban
Quizás se habían vuelto hojas marchitas al viento
Habían volado lejos
Buscando quien sabe qué y quién sabe dónde
Tal vez están ahora conmigo
Bajo este mismo árbol
Y puede que sean aquellas
Que descansan sobre el agua fresca
Aquellas que ya no se pronuncian
Y es verdad, este es un sitio extraño
Un sitio ausente
Uno de esos que sólo duran minutos o incluso segundos
Uno de esos que sólo te das cuenta que se han ido
Cuando los ves despedirse
Serenos
Entre las ruedas de un auto
O la conciencia del tiempo
Paulina Contreras
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A GABRIELA MISTRAL
Tú, que más fracasos de amor percibiste,
Que nunca te sentiste linda como mujer,
Que aun no siendo madre, amaste tanto,
Que sentiste el dolor de la muerte,
y viste cómo el engaño de un ser amado
arruinaba tu corazón,
aún creíste en la vida
y tras creer
una esperanza en el camino te esperaría:
alcanzaste todo,
el Premio Nobel de Literatura,
escuchaste cómo todos te ovacionaron,
los mismos que te despreciaban.
Te fuiste pero regresaste,
Tus poemas son frutos de la vida,
Tu fuerte fue el amor al prójimo,
El adiestrar al vulgar.
Entregaste amor
En ese papel
En el que tinta derramaste.
Viste un futuro de vida en otra mujer,
En un niño estaba tu poesía,
En el cantar de un pájaro estaba tu risa.
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Oda a Gabriela Mistral
Emily Rodríguez.
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MADRE GABRIELA
Andrea Laurel
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Todas podemos ser princesas
Finalmente Gabriela
El corazón del príncipe logro encantar
Con su dulzura y alegría
Nadie la pudo igualar
Fue reina,
Al igual que todas las demás
Con príncipes y palacios
Como lo quiso nuestra Mistral.
Farida
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BRINDIS
PARA QUÉ
NOS VAMOS
A ENGAÑAR
TODO SIRVE
(para el convento – decía el fraile
y se llevaba a una monja)
Eres sensible,
eres inteligente
y eres hermosa
y además sabes que alguien
te quiere.
Y todavía
te encaras con la vida,
la miras a sus ojos
y exclamas sin reserva:
–"No te conozco".
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yo te comprendo.
Miguelángel Zorrilla
Miguelángel Zorrilla.
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Si de mi mano estéril
germinaran caricias o cadenas,
si de mi boca inválida
-pobre labio sin nombre,
crisálida de olvido,
velo de niebla-,
si de esta boca herida,
surgieran una vez
paloma,
vena
o llanto,
y de mi mano
-garra de angustia,
puño destituido-
renacieran esquejes sin espina...
Venezia Lesseps
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Alya se eleva
A mi hija
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a donde el trueno escribe tus vocales.
A veces me parece que te alcanzo,
que toco la feroz estela que de tu corazón germina
y aquel amor entero me azota en el costado.
Tú escalera,
tú caracol sobre la flor del cardo
tú esa mordedura de mi ombligo que duele de inocencia.
Yo no tengo más pan para tu boca,
no tengo más racimos que esculpan la ceniza,
tan sólo puedo darte
la frágil estructura que se arquea para besarte el nombre
o inclinar la pobreza de mis vértebras.
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ELIKURA CHIHUAILAF
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CRUJIR DE OTOÑO
Octavio Fernández.
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PASEANDO
El pasado gemebundo,
casquivano y esquivo,
sin compasión,
penetra hasta el último confín
de la porfiada memoria.
Lucy Sepúlveda.
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EL CESTO DE LOS CORAZONES
¡Cuánto silencio!
¡Cuántos corazones!
Ahora,
de nuevo,
en ese hueco rojo y caliente
lleno de vacío,
está creciendo otro corazón.
Como en tus vacíos.
Ya verás cómo crece para la próxima estación.
Pero esta vez hay que quererlo mucho
para que no se aleje.
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AFGANISTÁN
El enemigo es fuerte,
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desprecia las heridas de los pueblos vencidos
y odia su lengua bárbara
“la lengua que ha de hablarse en los infiernos”
pensaron,
aunque en ella escribieran
para expresar su amor y sus poemas.
Julián Borao
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La pregunta del zorro
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“¿y cual sería la pregunta que tanto te inquieta?” “pues yo me pregunto,
¿porque poesía?”, la severa mirada del animal se tornó sutilmente cariñosa y
un cálido silencio los rodeó derritiendo la tensión del momento “pues es poesía,
porque cada noche le declaro mi amor a la luna y le oro por que cuide a mi
familia, porque hablo al viento cada día y disfruto en las tardes del tibio sol que
acaricia mis sentidos, porque ahora te veo y me pareces curioso, es por eso
que la vida es poesía, porque vivir es sentir y el sentir es poesía, la más bella y
pura poesía, una prueba firme de nuestra existencia”, el zorro le agradece y se
marcha al fin con la mente tranquila y muy contento, pues se da cuenta por
primera vez que en su corazón un poeta le susurra versos y letras tirándole
flores a su paso ya sean verdes o marchitas, este le acompaña de invierno a
verano y de lunes a domingo.
Paulina Contreras.
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COMPAÑERA DE VIAJE
Miguelángel Zorrilla.
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A la caída de la tarde,
tendido el día,
nos mira el pájaro
desde ese cordel del tiempo
que llega hasta la noche.
Septiembre 2001
¿Amo poco?
Amo todo.
como una tonta.
Octubre 2001
EN LA ANTIPRISA
Miro la tarde
como a una tarde encontrada.
Atrás queda la mañana y sus tareas,
las conversaciones, los actos, los gestos.
Estoy en el descenso del día,
cuando las palabras, todas las palabras
van cayendo
del regazo de las horas al recuerdo
y se alumbra el espacio que
queda en mi memoria.
Para este espacio,
para este ahora de esta tarde
estoy aquí con mi silencio
junto a mí,
feliz.
Mayo 2003
Txaro Sierra
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Negación
He decidido
que tengo el poder de ordenar a mi antojo
los fragmentos rotos de mi historia.
Los que nadie sabe
- y callo -
Los que son secretos
(miento).
Porque tengo el derecho y la obligación
de apartar el dolor e inventar la dicha.
Cristales rotos.
Crisantemos.
Cuchicheos.
Cucarachas.
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cómo te desando, amor?
cómo deshilvano tu nudo?
Cristina Cambareri
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ACERCA DE L
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Sentimiento muerto
No puedes expresar tus sentimientos
Finges estar bien mientras te mueres por dentro
No sabes lo que sientes
Pero tus lágrimas caen por tu rostro.
Bárbara Mora.
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Panguipulli
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TE RECETO UN POEMA
Paulina Contreras
Persecución
Angeline Milk
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LIRAS PARA TI . Tus ojos color tierra
Luciérnagas de sierra,
contraluz de galerna.
Y tu cuerpo... y tu boca :
sabiéndonos queridos
Y el corazón herido,
No existe soledad,
Ya no existe la edad
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CHILE
Ce Edwinski
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Ojos mapuches.
Nicol Calfunao
Mapuche Nge
O kallfüko
Trarilonko kullin
Chew tn pay antü
Huilili feimuna aydi
Taty tregül
Feichi mapu mew
Mapuche nge
Diake mahuide
Newen kütral
Lodkewentu
Petu mongeleingin
Inchin tañi piukemew
Odkan amumka
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POR MUNDOS CONSENTIDOS
Sergio Oiarzabal
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Si tú no estás
Tabita Muñoz
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Mis tardes de primavera
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Quiero
Macarena Loutit
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Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
Lope de Vega.
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el pie se empeña en apagar la ola
pero la ola no es sólo la ola
la ola es el saludo y es la salud del mar
la ola es su desecho imperativo
y es su sábana blanca
es puma de nieve abalanzándose
es la terrible vida que transita
por las oscuras avenidas de la sangre
es la incesante respiración
el pulso constante contra la muerte
en un ir y venir
de intenciones y paréntesis
la ola se asoma y rompe como se asoman los ojos al sol
a la sal y a la salida
llama constante más allá de la muerte diaria
asombro de la luz
luz de la sombra
la ola no transita por estas avenidas
recuerda las sentinas negras como el petróleo
y despegando como un puño vence
la soledad del aire
ríe después de tanta muerte oscura
la ola no es el mar
sólo la sangre del mar esperanzado
dándose cabezazos alegres contra las rocas
cortándose
como cuando era joven
su sangre reluciente al sol
como algas en la orilla
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INDICE
Presentación……………………………………………………………………….. 3
Gabriela Mistral, “La madre triste”………………………………………………. 5
Elikura Chihuailaf, “La nostalgia es la luna menguante”……………………… 6
Eli Tolaretxipi, “Tríptico” (inédito)………………………………………………... 8
Taller Sayenco, “Mensaje”……………………………………………………….. 11
Paulina Contreras, “Y heme aquí”………………………………………………. 12
Angeline Milk, “A Gabriela Mistral”……………..……………………………….. 14
Emily Rodríguez, “Oda a Gabriela Mistral”…………………………………...… 16
Andrea Laurel, “Madre Gabriela”………………………………………...……… 17
Farida, “Todas íbamos a ser princesas”………………………….…………….. 18
Miguelángel Zorrilla, Poemas………………………………...………………….. 20
Venezia Lesseps, “Por tu nombre”……………………………………………… 23
Sara Castelar Lorca, “Alya se eleva”……………………………………………. 24
J.A.O., “Elikura Chihuailaf” (traducción de C. Kalfuman)………………..…… 27
Octavio Fernández Zotes, “Crujir de otoño”……………………………………. 29
Lucy Sepúlveda, “Paseando”……………………………………………………. 30
Txaro Sierra, “El cesto de los corazones”……………………………………… 32
Julián Borao, “Afganistán”………………………………………………………... 34
Paulina Contreras, “La pregunta del zorro”…………………………………….. 38
Miguelángel Zorrilla, “Compañera de viaje”……………………………………. 41
Elisa Berna Martínez, “Negación”……………………………………………….. 45
Cristina Cambareri, “cómo te desando, amor?”……………………………….. 47
La Galleta del Norte, “Acerca de L”……………………………………………... 48
Bárbara Mora, “Sentimiento muerto”……………………………………………. 50
Abdón Corral, “Panguipulli”………………………………………………………. 52
Taller Sayenco, “Te recito un poema” (Dificildejuglar) ……………………….. 54
Javier Arnaiz, “Liras para ti”……………………………………………………… 56
Ce Edwinski, “Chile”………………………………………………………………. 58
Nicol Calfunao, “Ojos mapuches”……………………………………………….. 60
Sergio Oiarzabal, “Por mundos consentidos”………………………………….. 62
Tabita Muñoz, “Si tú no estás”…………………………………………………… 64
Claudia Bahamonde, “Mis tardes de primavera”………………………………. 66
Macarena Loutit, “Quiero”………………………………………………………… 68
Lope de Vega, “Varios efectos del amor”………………………………………. 71
Javier Aguirre Ortiz, “El pie se empeña en apagar la ola”……………………. 73
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