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GÉNEROS PERIODÍSTICOS

Noticia.

La noticia es el género periodístico más importante y más característico de los medios de comunicación; es un
relato de acontecimientos de interés y actualidad. En un texto informativo, el uso de la técnica de la pirámide
invertida (de mayor a menor interés) es conveniente pero no obligatorio. Siempre se ha de comenzar por el
hecho más importante, no obstante, el párrafo siguiente puede constituirlo una frase que explique la entradilla
o contenga los antecedentes necesarios para comprender el resto del artículo, rompiendo así la relación de
hechos.

Entradilla. La entrada es el primer párrafo de la noticia. Esté diferenciada tipográficamente o no, contendrá lo
principal del cuerpo informativo, pero no deberá constituir un resumen de todo el artículo. Ha de ser lo
suficientemente completa como para que el lector conozca lo fundamental de la noticia sólo con leer el primer
párrafo. Su extensión ideal, unas 60 palabras.

El primer párrafo no debe contener necesariamente (aunque sí es conveniente) las clásicas respuestas qué,
quién, cómo, dónde, cuándo y por qué. Estas seis respuestas pueden estar desgranadas a lo largo de la
información, pero siempre según la mayor o menor importancia que cada una de ellas tenga en cada caso.

Cuerpo de la noticia. La información va de mayor a menor interés; el cuerpo de la noticia desarrolla la


información con todo tipo de elementos complementarios; incluye los datos que no figuran en la entrada,
explica los antecedentes y apunta las posibles consecuencias. Esto no significa que se puedan incluir
opiniones partidistas o juicios de valor sobre lo que se narra.

Entrada y cuerpo de una noticia no deben superar, salvo casos excepcionales, las 900 palabras. La narración
de los hechos y de los datos ha de hacerse sin pretender contarlo todo a la vez, para que no dé la sensación de
barullo. Siempre ha de escribirse cada párrafo de una noticia como si fuese el último. Al término de cada
párrafo, la noticia debe tener unidad en sí misma; no puede quedar coja o falta de alguna explicación.

El principal objetivo al escribir una información es mantener el interés del lector hasta el final. Para ello, hay
que unir con suavidad y acierto las ideas afines. Cada párrafo de un artículo, reportaje o crónica ha de ser
consecuencia lógica de la parte anterior.

Reportaje.

El reporterismo significa mirada propia.

En los tiempos de la globalización, de Internet, de las grandes cadenas de TV y agencias informativas


planetarias, el lector y espectador necesita visiones y puntos de vista hechos a su medida, que le acerquen la
realidad, que le den la clave para comprenderla.

El reportero ha de dar todos los matices, toda la gama de grises que van del blanco al negro, pero también ha
de “mojarse”, escribir con intención, apostar por una tesis, tomar un compromiso. Porque el reportaje es una
mirada personal sobre la realidad, y la mirada no puede ser nunca fría ni expresiva, ha de ser viva.

El reportaje -género que combina la información con las descripciones e interpretaciones de estilo literario-
debe abrirse con un párrafo muy atractivo, que apasione al lector. Es probablemente el género periodístico
estrella porque es el que admite más registros, es el más creativo. Te permite crear un estilo propio y
desenvolverlo. El reportero está siempre condicionado por el mundo en el que vive; lo describe y lo interpreta.
Aquello que hoy es noticia de portada mañana puede caer fácilmente en el olvido, hecho que impide al
reportero tratar los temas con la profundidad necesaria.

El reportero ha de ser un investigador, un analista que haga buena información yendo a los orígenes de las
cosas, entre la gente. En las dictaduras es cuando se nota mucho más la importancia de la información. En la
democracia, cada periodista puede tener las ideas políticas que quiera, aunque la información tendría que estar
por encima de la política.

Tras la entradilla, el relato ha de encadenarse con estructura y lógica internas. El periodista debe emplear
citas, ejemplos y datos de interés humano para dar vida a su trabajo. Y el final: el último párrafo de un
reportaje debe ser escrito muy cuidadosamente. Tiene que servir como remate
La selección del tema.

Es inevitable, a la hora de elegir tema, que pesen más aquellos por los cuales el reportero tiene una especial
preferencia. Pero a la hora de hacer un reportaje no es tan importante el tema escogido, como el tratamiento
que uno hace, el punto de vista, la mirada personal; ya que la peor enfermedad de un reportero es la
indiferencia.

El periodista ha de ayudar a ver que las cosas nunca son lo que parecen ni parecen lo que son.

La documentación.

Una vez decidido o encargado un tema, el primer recurso es bajar al archivo del diario y pedir toda la
información que haga referencia al tema. Otra fuente de información son los propios contactos, gente que por
algún motivo han trabajado sobre ese tema o que son especialistas de la materia que quieres tratar.
Finalmente, tenemos las redes informáticas, aunque Internet no puede nunca sustituir la propia experiencia
sobre el terreno, y los libros también nos sirven de gran ayuda. Los buenos periodistas son aquellos que, al
cabo de muchos años, han conseguido tener una serie de fuentes de confianza.

Crónica.

La crónica es un estilo situado a medio camino entre la noticia, la opinión y el reportaje. Puede emplearse el
estilo de crónica cuando se trate de informaciones amplias escritas por especialistas del periódico en la
materia de que se trate, corresponsales en el extranjero, enviados especiales a un acontecimiento o
comentaristas deportivos, taurinos o artísticos. La crónica debe contener elementos de la noticia -será titulado
por regla general como una información- y puede incluir análisis (y, por tanto, cierta opinión).

La crónica debe mostrar un estilo ameno, a ser posible con anécdotas y curiosidades. La crónica de
acontecimientos deportivos o taurinos no debe olvidar los datos fundamentales para los lectores que no los
han presenciado, aunque fueran transmitidos por radio o televisión.

Entrevista.

Las declaraciones obtenidas mediante el diálogo con una persona no siempre han de adquirir la forma de
entrevista. De cualquier forma, a efectos de construcción y presentación hay tres tipos de entrevista: la
entrevista de declaraciones, la entrevista perfil y una mezcla de ambas, la entrevista en suplementos.

Entrevista de declaraciones.

La entrevista de declaraciones -una entrevista que se reproduce por el sistema de pregunta-respuesta- debe
contar con una presentación del entrevistado en la que se refleje su personalidad, así como cuantos datos
reveladores sean precisos para situarle y explicar los motivos por los cuales se le interroga. Esta presentación
ha de redactarse como pieza separada, que puede ir al principio o donde convenga, pero siempre de tal manera
que no haya ruptura brusca entre la presentación y el cuerpo de la entrevista.

Las preguntas deben ser breves y directas. Es mucho más sencillo de leer un diálogo con frases cortas, tanto
del entrevistado como del entrevistador. Se tratará siempre de usted al interlocutor.

Entrevista-perfil.

Este tipo de entrevista admite una mayor libertad formal, al no ser necesaria la fórmula pregunta-respuesta.
En este caso, se pueden incluir comentarios y descripciones, así como intercalar datos biográficos del
personaje.

Entrevista en suplementos.

La entrevista en los suplementos (dominicales o diarios) podrá consistir en una mezcla de las anteriores. El
autor tiene la oportunidad, de escribir una extensa introducción en la que figuren algunas expresiones del
entrevistado que resulten significativas; asimismo, podrá intercalar comentarios o descripciones,
documentación o datos biográficos.
La finalidad de la entrevista es dar a conocer las opiniones e ideas del personaje entrevistado, nunca las del
entrevistador.

Opinión.

Editorial.

Es un artículo en el que se expresa la opinión del periódico sobre acontecimientos o temas de actualidad;
puede incluir apelaciones al poder o a la opinión pública para que se tomen medidas con respecto a algún
asunto polémico. El emisor es el periódico (aunque lo redacte un equipo y el responsable sea el director), por
eso aparece sin firma y siempre en un lugar fijo. Es un texto que combina exposición y argumentación, según
predominen, la explicación de los hechos, o el análisis. La estructura suele ser la clásica: en la introducción se
acostumbra a resumir brevemente lo más significativo del tema o acontecimiento que ha dado lugar a la
reflexión, además de la tesis que se defiende, en el desarrollo aparecen las explicaciones o argumentos; y en la
conclusión se hace una breve síntesis del texto, o se extraen las conclusiones de los razonamientos, o se
pueden abrir nuevas preguntas o propuestas de reflexión o de actuación positivas. El estilo es culto y
atractivo, predomina lo objetivo; no aparece el yo (sí, a veces, el nosotros) y el tono es claro, por lo que no
deberían tener cabida ironías o burlas.

Cartas al director.

Las cartas al director son pequeños “artículos” de los leyentes dirigidas al director y tratando algún tema
actual y-o polémico.

Se consideran como tales, válidas para publicar, sólo aquellas cartas firmadas y certificadas (número de DNI.,
domicilio, teléfono, etc.) de modo que puedan ser autentificadas.

Por regla general, las cartas al director deben ser breves (no más de 300 palabras). Por sistema hay que
eliminar frases estereotipadas como “el periódico que usted tan bien dirige”, y todas aquellas que supongan
elogios o juicios fuera de lugar.

Los temas son variadísimos, y el estilo debe ser claro, preciso y correcto.

Artículo de fondo.

Aparece firmado por el autor o autora, que colaboran de forma fija en el periódico ya que suelen compartir su
línea ideológica, o de manera ocasional; en este caso suelen ser especialistas del tema (científicos, políticos,
intelectuales...).

Los temas acostumbran a ser muy variados y no necesariamente de actualidad, las perspectivas suelen ser
subjetivas. Los textos son mayoritariamente argumentativos o explicativos. El artículo de fondo es el género
que tiene más libertad: la estructura es libre, pero lo normal es que el primer y último párrafo sean
especialmente atractivos o sugerentes. Los escritores ofrecen su propio estilo al artículo de fondo, y muchos
de ellos se consideran pequeños ensayos.

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