Redoblar de tambores

y toques de cornetas,
llevan por los rincones
que es Primavera
iene el Cachorro a Sevilla,
a lavar nuestros pecados
con la miel de sus heridas.
2Cachorro Y 2 ran Poder

una joya en cada orilla

y en el centro la iralda,
luciendo peina y mantilla
 is iernes Santo
y en silencio, la noche
enjuga su llanto

e luto viste el Cielo
y es la mantilla
que esa noche sublime
lleva Sevilla.
 !riana se desborda
por el puente,
cuando pasa el Cachorro
entre su gente
il Cristo de la Salud,
recorriendo doloroso,
el camino pedregoso
de la Cruz.
 !u eres la otra Sevilla, La de la otra isperanza,
marinera,
la que el Ro convierte en
la otra orilla a la que todos llaman 2la
!rianera.
ay saetas en cada esquina
y suspiros y plegarias,
hay peticiones y ruegos,
piropos y accin de gracias.

ebajo del antifaz,
distinta se ve la vida,
exento de vanidad
llevas el alma escondida
ists solo en un desierto
en medio de la ciudad
La procesin va por dentro !u vas con tu soledad

el barrio legendario
de los toreros,
Cristo crucificado
marca el sendero
Los eranios sollozan
tras de las rejas
y es la brisa suave
como una queja.
 La artesana alfarera prodigiosa,
La que huele a clavel, jazmn y rosa.
Qu sera de Sevilla sin !riana!,
Su otro yo, su espritu, su hermana.
Y cuando todo ha pasado,
al volver a la rutina,
nos ha quedado en el pecho
clavada como una espina,
la mirada de isperanza
de los ojos de Mara.

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